toxinas de algas y cianobacterias

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TOXINAS DE ALGAS Y CIANOBACTERIAS EN AGUAS DULCES Las ‘algas verde-azules ó «cianobacterias» o cianofíceas, no son verdaderas algas. Se trata de grandes células procariotas provistos de pigmentos carotenoides, ficocianina, ficoeritrina y sobre todo de clorofila a que son pigmentos azul-verdosos o verdes capaces de fotosíntesis pues son aerobios fotoautotróficos y con ello, productores de oxígeno. Las algas de los géneros Nostoc, Anabaena y Calothrix, fijan nitrógeno, lo que les confiere interés agrícola. Debieron ser de los primeros colonizadores de la Tierra, ya que se han encontrado fósiles de unos 3,5 billones de años en rocas sedimentarias en Austrália, contribuyendo a la liberación de oxígeno a la atmósfera primitiva. Al ser bacterias carecen de núcleo, de mitocondrias con membrana, vacuolas, inclusiones de un almidón propio de las cianofíce-as (Bold, 1973). Son los únicos organismos que forman heterocistes. Prefieren un pH de 6 a 9 es decir neutro o ligeramente alcalino, temperatura entre 15 a 30Cº. Sus exigencias culturales son ínfimas solo agua, anhídrico carbónico, sales y luz; algunas especies se desarrollansolo sobre las rocas, pero la mayoría lo hace en el agua dulce como las Dynophyceae y las Prymnesiophyceae de rios pantanos, lagunas y lagos. El aumento de la contaminación del agua dulce con fertilizantes con desechos industriales, aguas fecales etc. aportan N, P y otros nutrientes que favorecen el desarrollo de cianobacterias. Azevedo y cols. (1994), señalaron aumento de las cianobacterias en el agua cercana a ciudades con elevada concentración de nutrientes, especialmente de nitrógeno y de fósforo es decir las aguas

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TOXINAS DE ALGAS Y CIANOBACTERIAS EN AGUAS DULCES

Las algas verde-azules cianobacterias o cianofceas, no son verdaderas algas. Se trata de grandes clulas procariotas provistos de pigmentos carotenoides, ficocianina, ficoeritrina y sobre todo de clorofila a que son pigmentos azul-verdosos o verdes capaces de fotosntesis pues son aerobios fotoautotrficos y con ello, productores de oxgeno. Las algas de los gneros Nostoc, Anabaena y Calothrix, fijan nitrgeno, lo que les confiere inters agrcola. Debieron ser de los primeros colonizadores de la Tierra, ya que se han encontrado fsiles de unos 3,5 billones de aos en rocas sedimentarias en Austrlia, contribuyendo a la liberacin de oxgeno a la atmsfera primitiva.

Al ser bacterias carecen de ncleo, de mitocondrias con membrana, vacuolas, inclusiones de un almidn propio de las cianofce-as (Bold, 1973). Son los nicos organismos que forman heterocistes.Prefieren un pH de 6 a 9 es decir neutro o ligeramente alcalino, temperatura entre 15 a 30C. Sus exigencias culturales son nfimas solo agua, anhdrico carbnico, sales y luz; algunas especies se desarrollansolo sobre las rocas, pero la mayora lo hace en el agua dulce como las Dynophyceae y las Prymnesiophyceae de rios pantanos, lagunas y lagos.

El aumento de la contaminacin del agua dulce con fertilizantes con desechos industriales, aguas fecales etc. aportan N, P y otros nutrientes que favorecen el desarrollo de cianobacterias. Azevedo y cols. (1994), sealaron aumento de las cianobacterias en el agua cercana a ciudades con elevada concentracin de nutrientes, especialmente de nitrgeno y de fsforo es decir las aguas eutroficadas que se facilita por los efluentes de aguas a elevadas temperaturas como los de las torres de refrigeracin de centrales nucleares que estimulan la proliferacin desmedida.

Cada vez son mas frecuentes las floraciones txicas, lo blooms de microalgas de cianobactrias, en la superficie del agua, formando una capa densa de varios centmetros de espesor formada por el fitoplancton del agua dulce (microalgas y cianobacterias) con disminucin la biodiversidad, dificultando la depuracin natural y aumentando los gastos de la artificial.

Muchas especies de cianobacterias planctnicas poseen unas vesculas cilndricas con un calibre inferior a los 300 nm, agrupadas y llenas de un gas, cuya cantidad global permite a las cianobacterias desarrollarse ptimamente en la profundidad mas favorable. Por ej si el agua es turbulenta disminuye la flotabilidad, y se desarrollan profundamente hasta que el agua est ms calmada acumulndose en la superficie en forma de espuma o de gelatina azul verdosas o cobrizas o florecimientos que el viento lleva a las orillas o unido al oleaje disgrega los florecimientos.Si el crecimiento de las cianobacterias es muy grande la espuma es muy densa conteniendo ms de mil veces cianobacterias que el agua libre. Las especies productoras de muclago dan espumas gelatinosas. La descomposicin bacteriana descomponen las espumas dando mal olor y consumiendo mucho oxgeno. Las mantas que cubren la superficie slo crecen en aguas claras, donde la luz solar penetra hasta el fondo. En das soleados, su fotosntesis incrementa laproduccin de oxgeno, cuyas burbujas desintegran las mantas y las transportan a la superficie.

El 47% de las floraciones analizadas en diferentes pases son txicas en bioensayos (Carmichael y cols. 1981. Repavich y cols.1990, Sivonen y col, 1990. Lawton y Cood 1991, Watanabe y col,1991, Costa y cols. 1995).

La ingestin de mantas de cianobacterias bnticas en la orilla ha causado la muerte de perros (Edwards y otros, 1992); y ha causado la muerte de ganado en las praderas alpestres de Suiza (Mez y cols., 1997, 1998). Si bien es relevante para mascotas y ganado, el impacto de estas cianobacterias sobre la salud humana en las playas es considerablemente menor que el de las espumas en el agua. Sin embargo, es importante ser conscientes de la toxicidad potencial de estas mantas ya que se acumulan a lo largo de la orilla de aguas claras, las cuales generalmente no se identifican como aguas con potencial para la produccin de cianobacterias o algas peligrosas.

La produccin de toxina por parte de algas y cianobacterias supone poco riesgo si no existen mecanismos, para concentrar la toxina. Este mecanismo se produce por la formacin por las algas de agua dulce de floraciones o de espumas superficiales densas en las que se acumulan las cianobacterias y sus toxinas, quedando el agua subyacente con pocas txinas por lo tanto sin afectar a la fauna acutica ni a la de los animales que la beben. Las Anabaena, Aphanizomenon, Nodularia, Oscillatoria, Gloeotrichia de agua dulce pueden irritar la piel y an ms algunas algas marinas (Pilotto y cols. 1997). Kuiper-Goodman y cols. (1998) describieron la aparicin en trpicos, de graves dermatitis parecidas a quemaduras debidas al bao en el mar rico en cianobacterias desprendidas por las tormentas. Hay relacin entre la densidad de cianobacterias y la duracin del contacto pero al no existir siempre correlacin con las concentraciones de microcistinas,hace pensar que el efecto irritativo se deba a factores asociados.Las algas, no cianobacterias no se acumulan como espuma superficial y por lo tanto, las concentraciones de sus metabolitos incluidas las toxinas son bajas, pero si hay una elevada concentracin basta un breve contacto con ella para irritar la piel y las mucosas. La piel de los buzos sufre reacciones irritativas debidas al acmulo entre la piel y el traje, de algas que se rompen por la presin y friccin entre la tela y la piel liberando el contenido celular. Lo mismo puede ocurrir con los baadores. En el mar la concentracin se produce en los moluscos en cuyas branquias se retienen los dinoflaglados (Gallachery cols. 1997) y las toxinas se concentran en el hepatopncreas; los moluscos no se afecten por la toxina, pero el hombre, animales incluso los peces que los comen, desarrollan enseguida sntomas.

Las cianotoxinas protegen a las algas de la accin depredadora de los herbvoros, de forma semejante a como actan algunos catabolitos de plantas vasculares (Carmichael,1992, 1994). La toxicidad de las floraciones de las cianobacterias presenta variaciones en el tiempo que pueden ser de ciclos cortos o de aos as como variaciones segn zonas de las colecciones hdricas que se atribuyen a distintas proporciones de las cepas genticamente txicas respecto a las no productoras de toxinas o debido a variaciones de la luminosis, de la temperatura y de los nutrientes.

Los extractos de cianobacterias son txicos para los huevos de peces (Oberemm y otros 1997) aunque este efecto no se debe a ninguna cianotoxina conocida.Las espumas de cianobacterias txicas provocan prdidas cuantiosas a la industria y a la pesca y causan intoxicaciones a animales y al hombre por ingesta y por contacto. Algunas especies se pueden desarrollar en las aguas salobres y en las costeras, poco movidas de todo el mundo. De ellas son txicas los Prymnesium. El aumento constante de mareas rojas causadas por dinoflagelados es una muestra de la eutrofizacin de las aguas costeras. La Nodularia spumigena es una cianobacteria del agua salobre que puede formar espuma superficial; es el organismo que ms se ha extendido. En general los florecimientos de cianobacterias se deben a especies planctnicas en aguas eutrficas, pero algunas especies, son bnticas que se desarrollan en sedimentos. A veces, las mantas bnticas tambin pueden causar problemas en aguas oligotrficas

Se conocen como mnimo 46 especies con actividad txica (Sivonen y Jones, 1998), la mayora de las cuales contiene cepas no txicas. En Brasil el 75% de las cepas aisladas producen cianotoxinas la mayoria hepatotxicas (Costa y Azevedo, 1994); siendo las ms comunes diversas especies de los gneros Anabaena, Microcystis, Schizothrix, Aphanizo-menon, Synechococcus, Gloeotrichia, Lyngbya, Nostoc y Synechocystis, ms las especies Plankttothrix (sin. Oscillatoria) rubescens y agardhii, y la Cylindrospermopsis raciborskii.

La inhalacin de cianotoxinas puede causar irritacin de las vas respiratorias. Se ha sealado un brote en los pacientes que reciban hidro masajes y en el personal que lo aplicaba. Adems de la toxina la Staurastrum gracile, dispone en su pared espinas que pueden irritar las mucosas (Naglitsch, 1998).

CIANOTOXINAS

Son neurotoxinas, como los alcaloides o los organofosforados que actan muy rpidamente matando por parlisis respiratoria a los pocos minutos de la exposicin, o son pptidos hepatotxicos que actuan mas lentamente.

El tipo y la densidad de las algas y su contenido txico determinan el riesgo y por ello la mayora de las intoxicaciones se han sealado en los pases del Norte de Europa, en Amrica, en Australia, China y Surfrica (Falconer, 1994). es decir en pases industrializados. Las cianotoxinas han originado numerosas muertes de animales domsticos y salvajes, roedores murcilagos y hasta peces y aves acuticas por beber agua con una gran carga de cianobacterias (Codd y cols. 1989) o al baarse enellas, debido a lamerse la piel, en la que queda espuma. La ingesta de una dosis subletal se sigue de restituto ad integrum sin que dejen, como pasa con las microcistinas y las cilindrospermopsina, dao permanente.

El hombre se puede intoxicar en raros casos, al beber o inhalar agua con cianobacterias y se han dado casos de muerte (Jochimse y cols. 1998) debidas casi siempre a accidentes o al uso de antifngicos como el sulfato de cobre que lisa a las cianobacterias liberando a las cianotoxinas que estaban retenidas en las espumas y en las algas intactas. Pilotto y cols. (1997) encontraron elevada incidencia de diarrea, dolor abdominal, vmito, sntomas de gripe, cefalea, erupciones, ampollas y lceras orales, fiebre, irritacin ocular, de odo garganta y cutnea, a los 2 a 7 das de haber estado expuestas a aguas con algas, aumentando la frecuencia de los sntomas a medida que lo haca la duracin del contacto con el agua y con la densidad de cianobacterianas, pero no lo estuvieron con el contenido de cianotoxinas por una encuesta prospectiva sobre 852 personas. Charmichael (1995) aadi la presentacin de disnea, mareos, cansancio, neumona atpica, disturbios neurolgicos, hepticos, con elevacin de las transaminasas, especialmente de la gamma glutamil transferasa. Teixeira y cols. (1993) hallaron alta correlacin entre la presencia de espumas de cianobacterias, en los depsitos de agua de Itaparica (Bahia) con la muerte de 88 personas, entre las 200 intoxicadas, entre marzo y abril de 1988.

Las cianobacterias y otras algas, pueden contener alergenos. que pueden no ser cianotoxinas como la ficocianina (Cohen y Reif 1953). Las reacciones se presentan en personas que contactan con aguas con alta densidad de cianobacterias. Los test cutneos permiten descubrir el agente alergizante. Heise (1949, 1951) describi irritaciones oculares y nasales en baistas expuestos a Oscillatoriaceae. McElhenny y cols.(1962) encontraron que la inyeccin intradrmica de extractos de cuatro especiesde cianobacterias y chlorophyceae a 120 nios con alergias respiratorias, daba en el 82% intensa reaccin positiva al menos a una de las cepas de prueba sin que fuera positiva en ninguno de los 20 nios no alrgicos. El 25% de 4.000 pacientes con alergias respiratorias de la India daban positivas los tests a chlorophyceaes o a cianobacterias, o a ambas (Mittal y cols.1979). Chorus en 1993 observ graves rescciones cutneas debidas a espumas de Uroglena spp. Por todo ello deben vigilarse y filtrar las aguas, para bebida y para el bao, y mas estrictamente para las usadas en dilisis

Las toxinas ms importantes producidas por las cianobacterias son:

1. Las MICROCISTINAS, Hughes y cols. (1958) encontraron que cianobacterias de las floraciones especialmente las debidas a Microcystis aeruginosa, contenan una toxina que afectaba intensamente al hgado de animales de laboratorio. La propiedad de sintetizar microcistinas se debe a genes cuya expresin depende de factores ambientales (Dittmann y cols. 1997, Rouhainen y cols., 1997).

Las microcistinas forman un grupo de unos 60 heptapptidos cclicos, (Bishop y cols. 1959) de 994 d, cuya estructura general es D-Ala-X-D-MeAsp-Z-Adda-D-Glu-Mdha, siendo X y Z, dos L aminocidos, de los que parte una cadena lateral de aminocidos (ADDA), especfica y de la nodularina que varian segn la microcistina el D-MeAsp y el D-eritro cido metilasprtico, el Mdha y el N-metildeidroalanina (Carmichael y cols.,1988). Carmichael y cols. (1988) basados en los dos L-aminocidos clasifican a las microcistinas, como LR (leucina-arginina), RR (arginina - arginina) o YA (tirosina-alanina).

Adems el cido 3-amino-9-metoxi-2,6,8- trimetil-10-fenil-deca-4,6-dienico, que est tambin en las nodularinas (Harada y cols.,1990; Nishiwaki-Matusushima y cols.,1992).Las microcistinas presentan diferentes hidrofilia e hidrofobia,tienen grupos metilo de los que depende su toxicidad heptica. (Rinehart y otros, 1994; Sivoneny Jones,1998). Su efecto txico es mas lento que el de las neurotoxinas matando entre unas horas a varios das por hemorragia intra-heptica y shock hipovolmico.

Las microcistinas recibieron el nombre del alga en la que se encontraron por primera vez, pero la mayora de ellas se encuentran en algas de muchos gneros y especies las cuales a su vez contienen varias microcistinas y neurotoxinas. Las microcistinas son producidas por la mayora de las especies de Microcystis, comunes y ubicuas y por varias cepas de algunas especies de Anabaena spp, algas que frecuentemente forman espumas superficiales ricas en microcistinas. Tambien producen microcistinas las Nodularia,las Nostoc las Planktothrix (u Oscillatoria) agardhii y la P. rubescens segn (Fastner y cols. 1999), no formadora aquella y solo a veces esta de espuma durante la temporada de bao y por especies de Cylindrospermopsis (Carmichael, 1992). La LR tiene una DL50 para el ratn inoculado en peritoneo de 25-125 g kg producida por las algas Anabaena y Anabaenopsis. La YR cuya DL50 para el ratn inoculado en peritoneo es de 70 g kg producida por las Hapalosiphon y la RR cuya DL50 para el ratn inoculado en peritoneo es de 300-600 g kg.

La toxicidad es algo menor por va oral. Dosis algo menores que la letal no manifiestan sntomas, siendo la lnea que relaciona la dosis con la respuesta muy aguda. Es posible la entrada area que necrosa los epitelios nasales. Fitzgeorge y cols. (1994). La DL50 media de diversos autores y vas de entrada es de 50 g kg para el ratn.El cuadro clnico consiste en postracin, vmitos, diarrea dolores clicos y anorexia.(Carmichael Schwartz,1984; Beasley y cols., 1989). Las microcistinas, lesionan a las clulas eucariotas con las que contactan; se unen por un enlace covalente irreversible a las proten-fosfatasas de tipo 1 y 2A de las clulas eucariotas (Mackintosh y cols. 1990, Matsuhima y cols. 1990; Yoshizawa y cols. 1990), importantes conmutadores moleculares, inactivndolos; los efectos dependen por consiguiente de su distribucin en el organismo. La piel, y las mucosas de entrada sufren sus efectos; las ingeridas actan sobre el epitelio intestinal.

Las microcistinas ingresan en los hepatocitos, que son las clulas ms afectadas por ellas, a travs de los receptores de los cidos biliares (Runnegar y cols.1981, Erikson y cols., 1990; Falconer, 1991) desorganizando los filamentos intermediarios y los de actina, que son polmeros proticos (Runnegar y cols. 1986) del citoesqueleto, de modo que se retraen los hepatocitos, dejando espacios entre ellos y con los endotelios de los capilares sinusoidales que son llenados por sangre (Hooser y cols., 1991; Carmichael 1994, Lambert y cols. 1994). Como cualquier agente que acelere el ciclo celular al lesionar las clulas preexistentes tienen efectos cancergenos. Adems la inactivacin de las fosfatasas elimina el efecto de estos frenos normales del ciclo celular.

Son potentes promotores de tumores hepticos (Falconer,1991; Fujiki, 1992; Nishiwaki-Matsuhima y cols.,1992). Las microcistinas por va oral promueven la cancerognesis del dimetilbenzoantraceno, aplicado a la piel de ratones. (Falconer y Buckley, 1989; Falconer y Humpage, 1996).

La exposicin crnica a agua con microcistinas an a dosis bajas pudiera suponer riesgo de cncer heptico. La microcistina-LR, que es hidrofbica, asociada a la dietilnitrosamina por inyeccin intraperitoneal durante varias semanas, promueve la produccin de focos y ndulos preneoplsicos hepticos (Nishiwaki-Matushima y cols. En China, la incidencia del cncer heptico est claramente relacionada con el abastecimiento hdrico siendo bastante superior en las comunidades que se surten de agua superficial con cianobacterias que en las que beben aguas subterrneas (Yu, 1995).

Causan hemorragia del hgado y causar dao acumulativo. Hindman y cols. en 1975 atribuyeron un cuadro endotxico aparecido en 23 insuficientes renales en los que el agua de dilisis procedente de un depsito a las abundantes cianobacterias. Jochimesen y cols. (1989) atribuyeron a las cianotoxinas la muerte de un paciente sometido a dilisis renal A comienzos de 1996, el 43,1% de 130 pacientes renales crnicos, sometidos a dilisis en una clnica de Caruaru sufrieron un cuadro hepatotxico grave de los que 54 murieron a los cinco meses se haber aparecido el cuadro. Se encontraron microcistinas en el carbn activado usado para purificar el agua asi como en la sangre y en hgados que tenan la misma concentracin de microcistinas que los de los animales de laboratorio intoxicados con una dosis letal de microcistina (Carmichael, 1996, Azevedo, 1996). Por ello la intoxicacin con microcistinas, se llam Sndrome de Caruaru.

El agua natural puede contener microcistinas procedente de las algas acuticas. La cantidad de agua bebida parece relacionada con la gravedad de la enfermedad. El bao permite la entrada por las mucosas de los ojos, odo, boca y garganta y la inhalacin de aerosoles que se producen inevitablemente durante el bao y an mas si se nada o por el esqu acutico que forman microgotas que en parte se degluten an de forma inaparente.El riesgo es mayor si las gotitas son de espuma, del agua contaminada. El baador y ms el traje de bucear, retienen cianobacterias y las rompen, facilitando la absorcin cutnea.En 1959 en Saskatchewan 13 baistas presentaron cefaleas, nuseas, algias musculares y diarreas con clico. Dillenberg y Dehnel, (1960) encontraron en las heces de un paciente que haba ingerido unos 300 ml de agua Microcystis spp. y algunas tricomas de Anabaena circinalis. En 1989 en Gran Bretaa, diez de un total de veinte soldados que haban nadado y practicado el canotaje en aguas con un gran florecimiento de Microcystis spp enfermaron y dos con una neumona que requiri UVI, que se atribuy a la inhalacin de la toxina del Microcystis y que tuvieron que ser hospitalizados e ingresar en la unidad de cuidados intensivos (Turner y otros, 1990). En una azucarera, cercana a Malm (Suecia) se produjo en 1994 una conexin del agua potable con agua sin tratar de un ro densamente poblada de Planktothrix agardhii productor de microcistinas, durante varias horas. De los 304 habitantes del pueblo, 121 (ms algunos perros y gatos) sufrieron vmitos, diarrea, calambres musculares y nuseas (Cronberg y cols. 1997).

La ingesta de microcistinas, aumenta las tasas de enzimas hepticas como encontraron en 1981 en los habitantes de Armidale, (Australia), Falconer y cols.(1983) abastecida con agua superficial con Microcystisspp. Dosis subletales producen hepatomegalia lesin que puede utilizarse para valorar la toxicidad, pero sin repercusin sintomtica que solo aparece cuando la necrosis heptica es grande. La regeneracin heptica restaura la normalidad si no se sigue absorbiendo la toxina. Una dosis letal de microcistina necrosa los hepatocitos a los 15 a 50 minutos de la entrada de la toxina, causando la muerte en pocas horas o das. La rifampicina evita la muerte de los animales intoxicados con microcistina si se la administra a los 15-30 minutos de la toxina. La toxicidad de la microcistina es acumulativa (Fitzgeorge y cols. 1994) de modo que es mucho mas peligrosa la entrada fraccionada de una determinada dosis que el total de una vez. Tambin producen alteraciones del estmago e intestino. (Carmichael, 1994).Las anatoxinas potencian la toxicidad de las microcistinas. Es posible la contamacin provocada deliberadamente del agua por las microcistinas.

2. La CILINDROSPERMOPSINA, es el alcaloide hepatotxico de las especies de cianobactrias,el Cylindropermopsis raciborskii (Ohatoani y col-s.1992) y en la Umemzakia natans (Harada y cols.1994)., algas de agua dulce tropical y subtropical, pero se ha encontrado en Viena (Roschitz, 1996) y en regiones templadas (Padisk, 1997). La cilindrospermopsina inhibe la sntesis proteica. Los sntomas aparecen slo unos das despus de la exposicin, lo que dificulta reconocer la causa, La cilindrospermopsina lesiona el rin y el hgado y los extractos crudos, pero no la toxina pura pueden lesionar los pulmones, las glndulas suprarrenales y el intestino causando intoxicaciones que requieren UCI (Falconer, 1997).

3. Las NODULARINAS, son pentapptidos cclicos, es decir con estructura y por tanto con efecto hepatotxicos similares a los de las microcistinas producidas por la Nodularia spumigena (Sivonen y cols., 1989) de aguas salobres y marinas, que forman florecimientos. Existen al menos ocho nodularinas segn el grado de metilacin y de la composicin e isomerizacin de sus aminocidos. Las nodularinas inhiben a las protein fosfatasas 1 y 2. Su DL50 por ip al ratn es de 30-50 g kg y para Rinehart y cols. (1994) 50 a 200 g kg.Ha causado intoxicaciones naturales en animales.

4. Las ANATOXINAS. La palabra anatoxina, es la contraccin de ana, contrario y de toxina, es decir es sinnima de toxoide, nombre usado para designar toxinas bacterianas detoxificadas por Ramon por medio del calor y el formol. En el contexto de las neurotoxinas se llaman anatoxinas a alcaloides txicos de bajo peso molecular, sintetizados por algas verde-azuladas (cianobacterias), de los gneros Anabaena, Aphanizomenon, Microcystis y Planktothrix (Oscillatoria) y Cylindrospermum en los que alcanza una concentracin de 250 g kg. Termolbiles; polares, por lo que a diferencia de los OF, no atraviesan la barrera hematoenceflica, y por tanto no inhiben a la colinesterasas del sistema nervioso central (Cook y cols. 1988 y 1989). Todas las anatoxinas son txicas aplicables por sus caractersticas como agresivas utilizando como puerta de entrada la inhalacin, la ingesta, a travs de la piel o parenteral.

Entre ellas tenemos a la anatoxina-a o Very Fast Death Factor (VFDF); fue la primera cianotoxina identificada qumicamente. Es una amina secundaria (Devlin y cols., 1977) bicclica muy hidrosoluble. La toxina tiene un peso molecular de 165 daltons. Es sintetizada por la cianobacteria del agua dulce la Anabaena flosaquae (Lyngb.), encontrada en Canad por Gorham y cols. (1964). La anatoxin-a es (+)-diastereoisomero menos txico que el estereoismero. Koskinen la sintetiz en forma racmica en 1985. La DL50 i.p. en el ratn es de 200 mg kg de peso, muriendo los animales al cabo de 1 a 20 minutos. Por va oral la toxicidad es mucho menor.

La anatoxina-a es sensible a la luz, el calor y a las bases. La anatoxina- a es un potente agonista de los receptores nicotnicos. (Spivak y cols. 1980, Molloy y cols. 1995). La anatoxina-a puede ingresar por inhalacin, inyeccin, y si est a altas concentraciones por la piel. Este alcaloide neurotxico se une de forma irreversible con los receptores nicotnicos y de la acetilcolina postsinpticos, de la placa neuromuscular a los que bloquea, sin que esa unin se degrade por la colinesterasa.Los animales que beben agua con anatoxina-a, sufren desequilbrio, fasciculacin muscular, disnea, cianosis y convulsiones, muriendo si la dosis fue suficiente al cabo de unos minutos o de unas horas, por parada respiratoria.

La anatoxina (a) inhibe irreversiblemente a la acetilcolinesterasa y se fija y estimula enrgicamente a los receptores de la acetilcotina, y como la acetilcolina no se degrada por la colinesterasa, se sobreestimula al msculo, que se fatiga y paraliza, causando la muerte al afectarse los msculos respiratorios. Es decir que la anatoxina como la homoanatoxina son bloqueantes postsinpticos de la placa neuromuscular, causando parlisis de los msculos respiratorios e incluso convulsiones. La DL50 para el ratn es de unos 250 g kg i.p. de 150 a 250 g kg segn Fawell y cols. (1999). Valentine y cols. (1991) vieron que la DL para el ratn ip. era mayor de 73 mg kg. Por iv.la DL50 es de 386 g kg para el cloruro de la (+)-anatoxina-a y de 913 g kg para el cloruro de la forma racmica. La dosis txica para un varn adulto es menor de 5 mg.

Los sntomas lgicamente se parecen a los de los organofosforados (Molloy y cols. 1995). La toxina acta muy rpidamente apareciendo sacudidas, espasmos musculares y parada respiratoria antes de cinco minutos de la ingestin, muriendo al cabo de unas horas o de minutos si la dosis fue elevada. No tiene tratamiento especfico.

La Anatoxina-a(s) es el fosfato de N-hidroxiguanidina de metilo (Matsunagay cols.,1989). La DL50 (i.p.) en el ratn es de 20 mg kg es decir es ms txica que la anatoxina-a. Inhibe la transmisin nerviosa por bloqueo de los canales de sodio, afectando a la permeabilidad al potasio. La DL50 (i.p.) para el ratn es de 10 mg kg.

La anatoxina-a(s) se sintetiza por la Anabaena lemmermannii. Tomando los carbonos C-2, C-4, C-5 y C-6 de la l-arginina y los N y O-metilos de la l-metionina, de la glicina y de la l-serina y por la cepa NRC 525- 1719 de la Anabaena flos-aquae, distinta de las que producen la anatoxinaa (Gorham y cols.1964, Devlin y cols. 1977). Es el nico fosfonato biolgico similar a los plaguidas y a los agresivos organofosforados. (Charmichael, 1994, (Matsunaga y cols. 1989, Wonnacol y cols. 1992, Skulberg y cols. 1992,Lilleheil y cols. 1997). Es un ster fosfrico de una N-hidroxiguanidina cclica. La anatoxina-a(s) es ms estable en soluciones cidas que en las neutras o alcalinas. A diferencia de la anatoxina-a y la homoanatoxina- a, no es agonista de los receptores nicotnicos, (Mahmood y cols. 1986, 1987, Cook y cols. 1991). Acta fosforilizando a la serina de la triada cataltica en el centro activo de la colinesterasa, inactivando de forma irreversible a la acetilcolinesterasa vera. El complejo debe envejecerese rpidamente (Hyde y Carmichael 1991), lo que hace intil el tratamiento con oximas. Su actividad sobre la enzima del Electrophorus electricus es 22 veces mayor que el fluorfosfato de diisopropilo (DFP) (Mahmood y cols. 1987). Es con la botulnica y las saxitoxinas una de las sustancias ms neurotxicas, ms que la anatoxina-a. Su DL50 determinada por inyeccin intraperitoneal al ratn es de 20-40 g kg aunque para Mahmood y cols. 1986 era de 40-60 semejante a la del VX. Inyectada peritonealmente en la rata le produce un grave cuadro hipercolinrgico, lacrimeo, diarrea y rinorrea (Cook y cols. 1990) incontinencia urinaria y fecal, convulsiones, fasciculacin y parada respiratoria [Mahmood y cols. 1988) pero adems sialorrea intensa, a lo que se debe la s de su nombre.

Se piensa que la atropina y las oximas deben ser tiles para tratar a los afectados.

La intoxicacin natural se ha observado en animales que beban agua de charcas o lagos, con anatoxina- a(s) (Mahmood y cols. 1986 y 1988, Cook y cols. 1989, 1991). Henriksen y cols.(1997), Onodera y cols. (1997) atribuyeron a esta toxina una gran mortalidad de aves en Dinamarca en 1993-94. Es posible que la distinta susceptibilidad de las especies animales a la toxina oral sea debida a la diferencia del pH gstrico.

Su presencia en lagos y ros es menos frecuente que la de las microcistinas. Hasta ahora solo se ha encontrado en muy pocas colonias de Anabaena en USA; en las espumas la concentracin es baja por lo que son raras, pese a su toxicidad las intoxicaciones humanas.

La homoanatoxina-a, es un derivado semisinttico de la anatoxina-a, obtenido por Wonnacott y cols. en 1992, y luego encontrado por Lilleheil y cols. en 1989 en la cianobacteria Oscillatoria formosa en Noruega y en la Oscilatoria rubescens (Skulberg y cols. 1992 y en la O. formosa).

Su estructura es similar a la de la anatoxin-a. Su mecanismo de accin es como el de la anatoxina-a; unindose e inhibiendo a la acetilcolinesterasa quedando abierto el canal inico y desorganizando la funcin muscular al quedar exhausta la placa neuromuscular.Las anatoxinas son difciles de obtener y solo se logran en escasa cantidad por lo que no sera factible diseminarlas como aerosoles, pero seran fciles de ocultar y de transportar sin demasiado riesgo y difciles de identificar; ms probable sera su uso por terroristas que como agresivo de guerra.

El cuadro clnico es pues el de los OF al que hacemos referencia. El pretratamiento con atropina antagoniza los efectos parasmpatico-mimticos y alarga la supervivencia, aunque los animales mueren con fasciculaciones y fallo respiratorio, ya que la atropina no suprime la hiperactividad colinrgica sobre receptores nicotnicos en los msculos respiratorios, ni los efectos sobre los receptores muscarnicos de los sistemas circulatorio y respiratorio. (Mahmood y cols. 1986, Cook y cols. 1990).

Prevencin de las intoxicacioes por cianobacteriasDebe incluirse en la vigilancia del agua la determinacin sistemtica de cianotoxinas mediante pruebas de toxicidad en ratones, aunque es un mtodo caro, pues debe ser continuo o bien por mtodos qumicos especficos de cada toxina o inmunoensayos o enzimoensayos con enzimas comercialmente disponibles para las ms importantes tales como las microcistinas y la saxitoxina. Las concentraciones deben ajustarse a los lmites de seguridad y aceptables de las cianotoxinas es decir los Maximum Acceptable Level o MAC, basados en estudios epidemiolgicos y sobre todo toxicolgicos. Falconer y cols. propusieron en 1994 un MAC para el riesgo de cncer de 1,0 mg L de microcistina o de nodularina que basndose em e uso de clulas de Microcystis para pienso de cerdos equivaldra a una concentracin de 5 millones de cianobacterias por litro. El Canadian Drinking Water, estableci en 1994 una MAC de 0,5 mg L para la microcistina LR. La Guia de la OMS de 1997 fij el lmite en 1,0 mg L. La vigilancia debe ser muy estrecha para el agua destinada a dilisis renal.

Hay que tener en cuenta que las cianobacterias pueden desaparecer de las colecciones de agua antes de que lo hayan hecho las cianotoxinas.El tratamiento habitual del agua por floculacin, precipitacin, filtracin y cloracin eliminan a las cianotoxinas, aunque algunas resisten a la depuracin e incluso a la ebullicin. Los sistemas de depuracin, si no han logrado eliminar a las cianobacterias pueden destruir las clulas provocando la liberacin de sus toxinas. En 1931 un florecimiento masvo de microcystis en los ros de Ohio y Potomac, cuya agua se trataba por precipitacin, filtracin y cloracin (Tisdale, 1931) caus la intoxicacin de unas 6.000 personas que bebieron agua de esos ros. Falconer (1993,1994) vieron que al tratar el agua de un depsito de Palm Island (Australia), en 1979, con sulfato de cobre en el que haban crecido numerosos Cylindrospermopsis raciborskii intoxic gravemente a 141 personas que bebieron ese agua. El propio Falconer (1994) calcul que el tratamiento de los florecimientos de cianobacterias txicas, en Australia requera unos 600.000 jornales anuales.

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