titurlrfof

16

Upload: andres-carrion

Post on 07-Mar-2016

213 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

dknakjlbcfoushvosv

TRANSCRIPT

Page 1: titurlrfof
Page 2: titurlrfof

A raíz de los grandes cambios sociales y el desarrollo económico operados en el país desde mediados del Siglo XIX, la arquitec-tura en las ciudades chilenas comenzó a experimentar una serie de influencias y tendencias, de carácter especialmente europeo.

La llegada de inmigrantes extranjeros, los viajes de las familias aristócratas y el arribo de arquitectos europeos con ocasión de la creación de la Escuela de Arquitectura; fueron los gérmenes para el florecimiento de las distintas corrientes extranjeras a lo largo del país.

En el ámbito de la cultura arquitectónica, estos movimientos permitieron variar el esquema hispano-colonial que dominaba en la imagen de las ciudades chilenas desde el Siglo XVII. Paralelo a este proceso, en el ámbito rural se continuó edificando el tipo colonial, expresado en las casas familiares con zaguán, corredores y grandes patios, estructuradas en adobe y cubierta de teja. Según lo planteara la arquitecta Myriam Waisberg en su libro “Persistencia de la vivienda colonial en Chile”, esta tipología subsistió en su versión más simple refugiándose en el campo chileno, luego que la evolu-ción de la arquitectura urbana no persistiera con las transfor-maciones de.

Mediados del Siglo XIX es un momento de confluencia de variables en el ámbito arquitectónico. Por el lado de lo concreto el periodo registraba un importante aumento de la construcción edilicia, y por el lado de lo conceptual se estaban produciendo nuevos aportes en la disciplina nacional, que redundó en el surgimiento de interesantes obras, junto con el comienzo de la educación formal y sistematizada de los métodos de diseño.

En 1.848 arriba al país el arquitecto francés Claude Brunet Debaines, contratado por el gobierno chileno, para resolver la creación y dirección de una Escuela de Arquitectura, convir-tiéndose en el primer Arquitecto de Gobierno con que cuenta la República. El primer curso de arquitectura comienza en 1.850 en las dependencias del Instituto Nacional.

Santiago será la primera ciudad que verá surgir obras forma-les de raíz Historicista, que posteriormente se replicarán en las principales ciudades de la nación. De este periodo se puede mencionar la ejecución Teatro Municipal y el edificio del Congreso Nacional, consideradas las obras más relevantes del amplio registro de desarrollado por Debaines, quién inaugura el Período Historicista de la Arquitectura Chilena, poniendo al día la actividad la chilena en relación a lo que se venía desarrollando en Europa.

Cabe señalar que antes de esto, el país vivía una suerte de letargo arquitectónico, sólo perturbado por las obras de Toesca representativas del neoclásico nacional. El Historicis-mo con su característica libertad estilística rompe la inercia, abriendo paso a proyectos innovadores no sólo en el plano arquitectónico, sino también en el ámbito de la imagen urbana de las ciudades de la República.

Posteriormente llega a Chile Lucien Henault, arquitecto francés que reemplazará a Debaines en sus labores formati-vas. Las edificaciones más sobresalientes de su período son la casa central de la Universidad de Chile (1.863) y el término de las obras del Teatro Municipal y Congreso Municipal inicia-das por su antecesor. Henault, desarrolla una fuerte aplicación en la construcción de mansiones privadas para la oligarquía, se involucra además con arquitectura religiosa, destacando en ello la iglesia de San Miguel en Santiago y de Los Sagrados Corazones en Valparaíso, inspirada en patrones neo-románicos y neo-góticos.

Los primeros alumnos formados en el país fueron los arquitectos Fermín Vivaceta y Manuel Aldunate. El primero considerado el discípulo más destacado, quien convirtiéndose en un gran colaborar participa en la ejecución de diversas obras ejecutadas por los maestros en Santiago, pero donde demuestra su verdadera capacidad ya actuando individual-mente es en Valparaíso, destacando en esta ciudad la construc-ción del Templo Masónico, el Palacio de Francisco Ossa y la Iglesia del Espíritu Santo. Vivaceta, el primer arquitecto civil de la República, formado íntegramente en Chile,se distingue no sólo por su obras de arquitectura, sino también por su labor social y humanitaria hacia las clases obreras, que lo lleva a formar parte de la Junta Directiva en la Organización de Instrucción Primaria (1.852) y a fundar la Unión de Artesanos (1.862), primera sociedad Mutualista de Chile, junto con inaugurar ese mismo año la Escuela Nocturna de Artesanos.

Manuel Aldunate Avaria, otro destacado, cuyas obras más sobresalientes fueron la Casa Consistorial, el Palacio de Ignacio Díaz Gana (más conocido como la Alambra), y el edificio de la Escuela de Medicina. Se le reconoce como el primer arquitecto oficial de la República reemplazando a Henault.

Los primeros arquitectos nacionales pertenecían al segmento acomodado y culto. Esta característica de origen los relaciona fuertemente con la obra edilicia, especialmente de carácter residencial, transformándose en cierta manera en agentes de consolidación urbano - social de la clase que guiaba al país. La oligarquía contaba ya con sus propios arquitectos extranje-ros y sumó a su área de influencia la capacidad los profesiona-les formados en la Escuela de Arquitectura. Dentro de esta condición y generación, se destaca Ricardo Brown, cuya obra de mayor trascendencia la constituye la Galería San Carlos de la capital, en la cual utiliza osadamente estructuras de hierro fundido, para levantar las enormes dimensiones de la bóveda interior del edificio.

Durante el periodo de fines del Siglo XIX y posterior, en que Chile es un centro relativamnete importante dentro de Sudamérica, siguen arribando arquitectos extranjeros que van actualizando el proceso de la arquitectura nacional en relación a Europa y Norteamérica. Destaca el trabajo de los italianos Eusebio Chelli, Eduardo Prorasoli e Ignacio Cremonesi, de los franceses Paul Lathoud y Emilio Doyere, del alemán Teodoro Burchard, del inglés W. Hovenden Hendry y del norteamericano Henry Meiggs.

pag. 6

M O

N O

G R A F Í A C A S A C O

N S I S T O

R I A L V A L P A R A Í S O

3.2.2. I N F L U E N C I A S E N L A A R Q U I T E C T U R A N A C I O N A L

I. ESTUDIO Y ANTECEDENTES HISTÓRICOS 3.1.1. E S T A D O D E L A A R Q U I T E C T U R A P R E V I O A L C A M B I O D E S I G L O

Page 3: titurlrfof

A mediados de la década del 60 y hasta fines del Siglo XIX, la obra edificatoria nacional, se encontraba abocada principalmente al servicio de instituciones religiosas, gubernamentales, y en coherencia con el esquema económico de la época al servicio de la arquitectura residencial de la clase alta.

En el plano estrictamente formal y conceptual, mientras a fines del siglo XIX, en Europa imperaba la acción de los primeros movimientos vanguardistas, la arquitectura chilena se encontraba sumida en la posición Historicista y en mayor medida bajo los influjos de la desordenada organización ecléctica.

Es el período en que vertiginosamente y dejando atrás el neoclásico, se diseñan residencias y edificios inspirados en los más diversos estilos históricos. Aparecieron con financia-miento oligarca, grandes mansiones dotadas de órdenes pompeyanos, moriscos, góticos y renacentistas entre otros, que dio como resultado la arquitectura de la clase alta. El Historicismo como tendencia, duró largos años en el gusto arquitectónico general, manteniéndose hasta casi terminar el Siglo XIX, con una valoración extrema por los estilos del pasado y de otras realidades arquitectónicas, incluso más allá de la evolución del estilo en Europa.

La materialidad utilizada en las obras arquitectónicas de la segunda mitad del Siglo XIX, será preferentemente en base a fachadas con albañilería de ladrillo, y el resto del edificio estructurado con gruesos muros de adobe. Las divisiones de los espacios interiores involucrarán tabiquerías de madera con relleno de adobillo, afianzados con mallas de alambre y estucadas. Los entrepisos y la techumbre se ejecutarán en madera especialmente de pino Oregón y las cubiertas primero se ejecutaron con tejas y luego con fierro zincado.

Hacia fines del Siglo XIX aparece el hierro con mayor propiedad y compromiso estructural. La creciente necesidad de contar con espacios amplios propios para la vida colectiva y los grandes eventos, hizo que este material no sólo fuera de aplicación en obras civiles, sino también en arquitecturas públicas. Las ventajas del hierro estaban en su capacidad para cubrir grandes luces con mínimos costos, en la rapidez de ejecución, y la gran posibilidad de optar por la prefabricación, con obras adquiridas en el extranjero y armadas en el país por catálogo. Buenos ejemplos de esta arquitectura son la Galería San Carlos (1.870) de R. Brown, el Mercado Central (1.872) de Vivaceta, que demuestran la versatilidad y capacidades expresivas del material. Ya en el Siglo XX se construye la Estación Central (1.900) y el edificio comercial de Gath y Chaves (1.909), además de diversos puentes.

El fenómeno de la instalación y persistencia de los patrones historicistas y eclécticos en Chile, fue más que una copia de arquitecturas extranjeras. Donde más se evidencia una profundidad del perido historicista en Chile es en la arquitec-tura residencial, donde el primer momento fue de transforma-ción y adaptación desde la realidad de la vivienda colonial a la organización formal traída por los arquitectos extranjeros y luego continuada por los arquitectos nacionales. Hay elemen-tos que dan cuenta que no fue sólo un cambio de tipología por la implantación forzada de otra, ya que en la mayoría de las mansiones construidas dentro de los requerimientos urbanos y sociales del período se puede encontrar elementos comunes, por ejemplo la mantención de los patios, pero con un nuevo sentido; el primer patio de la casa colonial se adaptará a las funciones de un gran recibidor y su antiguo espacio abierto, será cubierto con grandes lucarnas reforzando el sentido de ostentación y como espacio de los nuevos ritos sociales. La austeridad e introspección de la casa colonial, se volcará a la vida exterior de calles y plazas, y las antiguas proporciones mutaran en mayor altura, adquiriendo presencia de mansión. Las fachadas se transforman en cuerpos con tratamientos en relieve e incorporación de elementos de estilo.

pag. 6

M O

N O

G R A F Í A C A S A C O

N S I S T O

R I A L V A L P A R A Í S O

3.2.2. I N F L U E N C I A S E N L A A R Q U I T E C T U R A N A C I O N A L

I. ESTUDIO Y ANTECEDENTES HISTÓRICOS 3.1.1. E S T A D O D E L A A R Q U I T E C T U R A P R E V I O A L C A M B I O D E S I G L O

A partir de la Independencia estas construcciones neo-clásicas, y aquellas levantadas en el auge anterior del Barroco comenzaron a alterarse, y la antigua casa se enriqueció con aportaciones extranjeras, inteligentemente asimiladas, y el cambio en su organización funcional y en su estética fueron de tal suerte oportunas que conservando su rasgo colonial, noble, pero algo tosco; llegó al refinamiento en su más cumplida expresión”.

FICHA 6 PAG. 7 PEREIRA SALAS, EUGENIO “LA ARQUI-TECTURA CHILENA EN EL SIGLO XIX” EDITORIAL UNIVERSITARIA,

La Arquitectura de este período traduce en forma plástica y objetiva el espíritu y la ostentación cultural del estrato hegemónico de la sociedad. Su polo de atracción es Francia y de allí provienen los principales arquitectos que van a diseñar las construcciones de estilo Neoclásico Francés.

FICHA 90 PAG 381 GODOY URZÚA, HERNÁN. LA CULTURA CHILENA. ENSAYO DE SÍNTESIS E INTER-PRETACIÓN SOCIOLÓGICA. EDITORIAL UNIVERSITA-RIA. SANTIAGO. 1.982.

SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX

Page 4: titurlrfof

Iniciado el nuevo siglo, la estructura social del país que experimentaba una fuerte crisis entre clases y el retorno de los arquitec-tos enviados a estudiar las innovadoras tendencias de Europa y Estados Unidos, generan el ambiente para iniciar la lenta revisión de los postulados historicistas aplicados desde aproximadamente 1.850. La cultura nacional experimentará las consecuencias de estos procesos sociales y los cambios se proyectarán sobre el tipo y carácter de la arquitectura de las ciudades chilenas, especialmente las de la zona central.

Uno de los acontecimientos que atraviesa la sociedad chilena fue el terremoto de 1.906, que afecta gran parte de las construcciones e instalaciones de Valparaíso y Santiago, y cuyas devastadoras consecuencias colocaron al frente la necesidad de reconstrucción a fin de solucionar las carencias de los damnificados que demandaban la intervención de las autoridades y de los arquitectos. La devastación que el último episodio telúrico había producido, fue desde el punto de vista económico y social, el catalizador que obligó a diseñar una estrategia preventiva frente a la constante símica del país; se replantearon los métodos de construcción, las características de los materiales, se promulgaron leyes de estructuración para la edificación de obras públicas y privadas, y los arquitectos debieron abandonar el enfoque formalista. Dentro de los nuevos criterios técnicos aplicados, uno de los primeros fue la eliminación de la tradicional estructura mixta donde la fachada principal se ejecutaba en ladrillo y las restantes de adobe, para ser reemplazada por un perímetro de albañilería de gruesos muros de ladrillos y donde los vanos de puertas y ventanas comenzaron a ser reforzados con un esqueleto de hierro fundido para lograr mayor rigidez.

Desde 1.910 ya se aplicaba un sistema de pilares y vigas de hierro recubiertos externamente con una mezcla de hormigón, preferentemente en grandes obras como mercados públicos, ferias y edificios institucionales. Veinte años después el hormigón armado será el material por excelencia de casi todas las obras realizadas en el país.

La implantación de los cambios con integración de la nueva tecnología de materiales, no avanzó al mismo ritmo que el tema de la apariencia; la preocupación ornamental persistía en la aplicación de elementos estilísticos en fachadas, no así en los interiores donde los principios de construcción y distribución moderna, se instalaron con menor dificultad. Al amparo de la nueva tecnología nacen numerosos edificios, que expresan la versatilidad estructural y una concepción de pureza de los espacios. Se va configurando la nueva imagen de la arquitectura moderna en las ciudades.

La arquitectura también se vio influida por las acciones emprendidas por las instituciones públicas y estamentos políticos, así como por el segmento acomodado que a propó-sito de la celebración del Centenario de la Independencia dispusieron significativos recursos económico, incentivando la construcción de magnos edificios y monumentos que reflejaran la trascendencia de la ocasión. Se podría afirmar que este fue el último momento fuerte de la arquitectura historicista ecléctica. Las concepciones funcionalistas al amparo de las nuevas técnicas y materiales constructivos inician el lento camino a la modernidad.

La Arquitectura Moderna proveniente de las vanguardias europeas y norteamericanas empieza a hacer sus primeras apariciones a fines de la década del 20, influyendo con las expresiones de los nuevos estilos el trabajo de numerosos arquitectos nacionales. La arquitectura urbana se va renovando y buscando un lenguaje propio que de cuenta de la relación entre el sentido y la forma de la obra. Se incorpora el uso de albañilerías reforzadas, alternada con pilares y vigas de hormigón armado, haciendo posible la exhibición directa de los materiales. Los vanos a su vez adquieren dimensiones y proporciones en concordancia a las funcio-nes de los recintos interiores. La construcción de viviendas sociales se favorece con las nuevas técnicas.

Los arquitectos nacionales vuelven la mirada a los elementos propios del paisaje chileno y por primera vez se acepta la existen-cia de una arquitectura asociada con la diversidad geográfica propia de nuestro territorio. La connotación del modernismo chileno se roza con un cierto grado de nacionalismo y el proceso formativo se replantea en este marco.

pag. 6

M O

N O

G R A F Í A C A S A C O

N S I S T O

R I A L V A L P A R A Í S O

I. ESTUDIO Y ANTECEDENTES HISTÓRICOS 3.1.1. E S T A D O D E L A A R Q U I T E C T U R A P R E V I O A L C A M B I O D E S I G L O

Ya el país entraba a una época diferente, que tuvo su expresión artística en aquellos años característicos que los historiadores denominan “fin de siglo”. Predomina en la arquitectura chilena lo que Eugenio D’ors ha llamado el “Barrocus Officialis” de índole caprichosa y artificial, preludio del “Art Nouveau” que alteraría el rostro de las mansiones santiaguinas en los tiempos dorados del Centena-rio de 1910. FICHA 7 PAG. 25 PEREIRA SALAS, EUGENIO. A ARQUI-TECTURA CHILENA EN EL SIGLO XIX EDITORIAL UNIVERSITARIA,

El interés de estos estudios por la arquitectura tradicional chilena de genuina herencia hispánica, contrasta con la inclinación de la elite chilena de la segunda mitad del siglo pasado hacia las formas arquitectónicas europeas, particu-larmente francesas.

FICHA 90 PAG. 446 GODOY URZÚA, HERNÁN. LA CULTURA CHILENA. ENSAYO DE SÍNTESIS E INTER-PRETACIÓN SOCIOLÓGICA. EDITORIAL UNIVERSITA-RIA. SANTIAGO. 1.982

PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX

Page 5: titurlrfof

La historia urbana y arquitectónica de Valparaíso registra la presencia cultural europea desde la génesis misma como ciudad. Desde el descubrimiento y hasta el Siglo XVIII, Valparaíso recibe el legado que la administración hispana dispone hacia sus territorios de ultramar; en el Siglo XIX la apertura política genera contacto con otros países europeos.

El arraigo de comunidades y órdenes religiosas de variadas nacionalidades, son determinantes en el primer estadio de desarrollo urbano. La influencia estilística y la calidad de los materiales en el periodo de principios y mediados del Siglo XVIII correspon-de a un lenguaje proveniente de arquitectura medieval, pero la naturaleza sísmica del lugar deteriora la magnitud de las construc-ciones, generándose un ciclo de reposición de las construcciones dañadas por los constantes episodios sísmicos.

La circunstancia natural sumada al desarrollo económico en la mitad del Siglo XIX y principios del XX, produce un verdadero auge de la construcción en el Puerto y la ciudad recibe una gran cantidad de emigrantes, artistas y arquitectos especialmente europeos, quienes junto con sus distintos credos religiosos hacen un aporte a la arquitectura de los cerros y el plan.

En el plan el proceso de sectorización de los usos requirió una respuesta rápida y funcional desde la arquitectura. Las calles vieron aumentar su altura y en ellas se fueron instalando edificios de carácter público como privado, convirtiendo el entorno en un paisaje sustentador de diversos estilos que en su totalidad iban manteniendo unidad y presencia vitalizadora.

Los efectos del daño producido por el bombardeo de la Escuadra Española en 1.866, generaron el escenario para una reconstrucción con estética historicista. Al poco andar el Puerto ya mostraba la influencia europea; se erigieron edificios a través de los cuales se empezaron a generar características de una arquitectura ligada al lugar.

Un ejemplo de ello fue la obra de Vivaceta, con la casa residen-cial y comercial de Francisco Ossa, que si bien fue organizada con recursos formales del Clasicismo Francés, la adaptación logró un gran nivel técnico y un planteamiento espacial muy propio frente a la pendiente que un edificio en condición de cabeza de cuadra, planteaba como desafío creativo.

El sistema constructivo más usado en este periodo se ejecutaba en base a muros de adobe o gruesos ladrillos en un primer piso, sobre el los siguientes pisos se ejecutaban en base a estructura de maderas duras. Otros materiales recurrentes fueron la cal y el ladrillo reforzados con zunchos y amarras de hierro.

El movimiento Historicista durante la segunda mitad del Siglo XIX, cambia radicalmente la fisonomía estética de la capital y el Puerto; las particularidades de esta arquitectura en Valparaíso, no tuvieron que ver tanto con las proporciones como en Santiago, sino más bien con la adaptación de las construcciones a las características topográficas de la ciudad.

Fuerte es la impronta que los inmigrantes ingleses, franceses y norteamericanos aportaron en la construcción de monumentales obras portuarias, edificios institucionales, y obras de carácter religioso, comercial y de servicios. Estas edificaciones estuvieron en manos de extranjeros destacados como Teodoro Burchard, Arturo Meakins, Lucien Henault y John Stevenson, y de notables nacionales como Eduardo Ferhman, Fermín Vivaceta y Manuel Aldunate.

pag. 6

M O

N O

G R A F Í A C A S A C O

N S I S T O

R I A L V A L P A R A Í S O

3.3.1. I N F L U E N C I A S

3.3.2. C A R A C T E R Í S T I C A S Y C A S O S M Á S R E P R E S E N T A T I V O S

I. ESTUDIO Y ANTECEDENTES HISTÓRICOS

ARQUITECTURA EN LA ZONA PLAN

3.3. LA CIUDAD - VALPARAÍSO

Page 6: titurlrfof

El auge importador posibilitó el uso de materiales nobles como el mármol, la pizarra y maderas en el ejercicio de decorar los interiores de las edificaciones y realzar la apariencia de las fachadas.

En el sector Puerto también se fueron desarrollando arquitec-turas de tipo residencial en régimen de hotel; ejemplos destacados y activos en el periodo fueron el Hotel Colón (1.864) y el Hotel Cochrane (1.866). El Hotel Colón, actual local de la casa fotográfica Muencke, muestra la tendencia de uso mixto, con un primer piso de uso comercial y los dos restantes residenciales, tipología muy aplicada sobretodo en el plan.

La arquitectura religiosa fue también vehículo de expresión de estilos; ejemplos de ello son la Iglesia de Los Sagrados Corazones (1.868), obra de altura monumental de diseño de Lucien Henault y aportes posteriores de Meakins y Ferhman, y la Iglesia de Los Doce Apóstoles (1.869) de Burchard.

Al finalizar el Siglo XIX, la riqueza generada en las exporta-ciones mineras, había estimulado un significativo incremento en la arquitectura residencial del tipo mansiones encargadas por la clase acomodada y sobre las cuales se aplicaba gran refinamiento en sus decoraciones. Un destacado ejemplo, fue la casa de Agustín Edwards, instalada como apoyo oriente a la plaza Victoria, núcleo de desenvolvimiento burgués de la época. Una de sus caracterís-ticas principales estaba en las grandes dimensiones de sus recintos en base a una organización formal de gran bloque continuo.

Así como el entorno de la plaza Victoria se consolidaba como núcleo social, la sectorización de usos se consolidaba en su rol cívico en el Puerto. La plaza de la Intendencia hoy Sotomayor, se configuraba con nuevas edificaciones de relevancia pública como el edificio de Correos (1.868) encargado a M. Aldunate, que se sumaba a los ya existentes, como por ejemplo el primer edificio de la Bolsa y la Intendencia misma.

La edificación en los cerros siguió un ritmo de desarrollo relacionado con las etapas de saturación del plan y con el aumento de valor del suelo. Los anillo de cerros entorno al primer asentamiento fueron los primeros en ser abordados como lugares alternativos de residencia. En este proceso, la intervención de los inmigrantes ingleses y alemanes que también contaban con recursos provenientes de la comerciali-zación y exportación, que visionariamente se instalaron en los cerros Alegre y Concepción, desarrollaron la primera arquitec-tura planificada en pendiente. Un valor importante del sector era su fácil acceso desde el centro administrativo del Puerto. En cuanto a la expresión de esta arquitectura residencial, se caracterizó por la aplicación de modelos Victorianos, en dos y tres pisos, que se iban escalonando en el terreno. La orienta-ción privilegiaba la vista al mar, incluso con volúmenes que se adelantaban en la fachada y sucesivas ventanas balcón; la distancia del espacio público se lograba con antejardines. La decoración interior, al igual que en las mansiones del plan, incorporaba terminaciones de finos detalles y lujoso material importado. Para la estructura se recurría a la tabiquería en madera rellena con adobillo y revocada de cal o yeso, y la techumbre se resolvía con tijerales o cerchas de roble, sobre la que se disponían planchas de hierro zincado. El recubrimiento exterior de muros se hacía con madera tinglada o con planchas de hierro con apariencia de albañilería de ladrillo.

Las diferencias sociales que determinaban diferencias de recursos para la inversión en vivienda, determinó una gran diversidad de soluciones en la arquitectura de los cerros, que iban desde edificaciones desarrolladas por destacados arquitectos hasta las soluciones de la clase media, que con una expectativa de calidad de vivienda generaron soluciones alternativas, que replicaban las obras de la clase más acomo-dada, pero con una ejecución nativa y que debieron adecuarse de manera más espontánea a las irregularidades de la topogra-fía. Nace una arquitectura que manteniendo una estética de proporciones delicadas en el esfuerzo de ganar la vista al mar y dominar la pendiente y dar continuidad a la circulación, enriquece espacialmente el tejido urbano de las zonas altas, al igual que había sucedido en el plan.

En los cerros también tuvieron expresiones de evolución de estilos, no en la diversidad ni cantidad de la parte baja de la ciudad, identificándose con el avance del Siglo XX edificacio-nes que asumían los nuevos materiales y las líneas post historicistas. Un ejemplo se encuentra en el Palacio Baburizza (1.915) restaurado hace poco tiempo y corresponde a una expresión del Art Noveau. La obra de los arquitectos Barison y Schiavon (1.915), resulta ser una de las más representativas de este movimiento en Valparaíso.

La edificación de los cerros fundamentalmente residencial, de desarrollo tardío en relación a la arquitectura del plan, será la que en su definición de carácter popular y masivo, dará origen a las tipologías más interesantes desde el punto de vista formal, en lo que se ha dado a llamar arquitectura vernácula.

El cambio de siglo encontraba a Valparaíso con una imagen arquitectónica que respondía completamente a la estética histori-cista; la sectorización de los usos completamente consolidada si bien permitía reconocer barrios comerciales, cívicos e institucio-nales con edificios de variado carácter estilístico, pero con continuidad en su volumetría, altura y definición tipológica, lo que definía una imagen totalmente influía por la característica original del territorio traspasada a su tejido urbano. Las expresiones historicistas iniciado el Siglo XX tienden al eclecticismo, y de manera paralela surgen con la incorporación de la tecnología del acero, algunos patrones de expresión del Art Nouveau.

El crecimiento industrial en Valparaíso, demanda edificaciones con grandes espacios, estimuló la incorporación del sistema mecano importado de Europa. En el Almendral se ubicaron las obras pioneras en este tipo de arquitectura metálica, cuales fueron el edificio de la fábrica de alimentos Hucke y el Mercado del Cardonal (1.912). Se trataba de construcciones estructuradas con piezas de catálogo, ensambladas mediante pernos, pasadores y platinas de acero.

pag. 6

M O

N O

G R A F Í A C A S A C O

N S I S T O

R I A L V A L P A R A Í S OI. ESTUDIO Y ANTECEDENTES HISTÓRICOS

ARQUITECTURA DE LOS CERROS

Page 7: titurlrfof
Page 8: titurlrfof

estudio y antecedentes de la instituciÓn municipal

ii.

Page 9: titurlrfof

El municipio primero fue denominado estado, que para los romanos era la ciudad de roma. más tarde se le llamo munici-pio a todas las ciudades libres que se gobernaban por sus propias leyes (organización autónoma), y cuyos habitantes gozaban además, de los privilegios y derechos de la ciudad de roma (derecho latin).

El municipio suponía la existencia previa de una ciudad a la que se le otorgaba una constitución político – administrativa análoga a la romana.

Se compone de un núcleo central que corresponde al casco urbano y que se denomina urbe o centro de la vida administra-tiva, y de un espacio circundante: el territorum o distrito rural, sin personalidad administrativa propia.

El municipio pierde autonomía y vida propia. pasa a ser un organismo más, dentro de la máquina burocrática del imperio. El pueblo pierde intervención en la administración ciudadana. La curia se convierte en un agente de recaudación de impuestos.

Nace el defensor civitates, creado especialmente para defender y proteger a la plebe de injusticias y violencia.El municipio romano desaparece en tiempo9s de la dominación visigoda por su propia descomposición y no en razón de su conquista.

El populus: ciudadanos domiciliados. se dividia en curiae, que intervenía en el gobierno de la ciudad mediante la elección de los magistrados y para ello se reunía en los comicios.

La curia municipal: era una asamblea permanente a semejanza delsenado romano, compuesta de unos cien miembros que eran los decuriones.La curia era una asamblea legislativa, sonsultiva, deliverante.

La población ciudadana se componía de:

1. Cives o municipes, que eran los ciudadanos.2. Incolae, que eran los domiciliados sin ciudadanía, y3. Hóspites, que eran los transeúntes.

1. EVOLUCIÓN DE LA INSTITUCIONALIDAD MUNICIPAL

II. ESTUDIO Y ANTECEDENTES DE LA INSTITUCIÓN MUNICIPAL

DECADENCIA DEL IMPERIO ROMANO

ROMA

1.1. EL MODELO - ORIGEN

estudio y antecedentes de la instituciÓn municipal

El gobierno y la administración del municipio o de la ciudad es ejercido por los magistrados que se denominan ediles, cuestores y dunviros. todos ellos elegidos por el pueblo (populus) en los comicios.este derecho a sufragio se ejercitaba en la asamblea del pueblo: el foro.

Page 10: titurlrfof

Con la decadencia del feudalismo aparece el municipio como uno de los fenómenos más importantes de la edad media, y trae consigo el advenimiento de una nueva época hasta tal punto que el municipio actual no es más que el desarrollo ulterior del municipio medieval.el apogeo de las cuidades medievales corresponde a los siglos XII, XIII y parte del XIV. Las ciudades nacen por actos fundacionales localizados en las cartas – pueblo.

Los tipos de organización municipal en el occidente europeo eran:

1.- el municipio rural, con predominio del elemento económico;2.- el municipio privilegiado, surgió den razón de concesiones nobiliarias, y3.- el municipio consular, desarrollado en Italia y en el sur de Francia, dando lugar a la commune o comuna.

Los municipios, en la edad media se constituyen a partir del siglo XVIII teniendo como razón esencial la defensa de los pobladores o habitantes de las villas o villanos.En España se le otorga a esas villas diversos privilegios y franquicias que se denominan cartas – pueblo. Estas regían la ciudad y trataban acerca de la legislación: civil, penal, procesal y administrativa.

Los municipios castellanos eran gobernados por un consejo, sin perjuicio de que para tratar asuntos de interés vital se convo-cara a un consejo abierto, asamblea de todos los vecinos.

El municipio castellano en su origen es esencialmente democrático y ejerce verdaderamente el gobierno de la villa.Por encima del consejo o concilium estabe el juez: jefe político y judicial, presidente del tribunal y de la asamblea y los alcaldes que eran jueces oridinarios y al mismo tiempo autori-dades administrativas. A ellos se agregaban los jurados que velaban por los intereses económicos del mismo.

Posteriormente desaparece el carácter electivo de los consejales y estos sondesignados por el rey.En el absolutismo se extinguen los consejos o cabildos abiertos a partir de las Austrias hasta terminar en la venta de los cargos consejiles bajo la dinastía de los Borbones.

los conquistadores españoles transplantaron a américa su religión, tradiciones, costumbres y sus instituciones seculares, entre ellas el municipio.Cada ciudad formaba un municipio representado legalmente por su cabildo, bajo la superior dependencia del gobernador del territorio o del corregidor del distrito al que pertenecía.

Los órganos básicos eran la justicia y el regimiento; estaba integrado por alcaldes ordinarios, regidores y una serie de oficiales; y funcionaba de un modo totalmente cerrado. el absolutismo en aquella época ya estaba liquidando al munici-pio español pero los americanos surgen de acuerdo al antiguo municipio castellano de la edad media.Las ciudades se clasifican en tres categorías: metropolitanas, con 12 regidores; diocesanas, con 8 regidores, y las villa so simples lugares con 4 regidores.

El municipio indiano tenía una semi autonomía que le permitía entre otras cosas, designar gobernadores interinos, administrar la ciudad a través de los alcaldes y designar a los funcionarios.Estas atribuciones fueron posteriormente restringidas median-te la designación de corregidores y por las facultades otorgadas por la real audiencia que, administraban el poder y examinaban las ordenanzas de los cabildos.

El municipio castellano en su origen es esencialmente democrático y ejerce verdaderamente el gobierno de la villa.Por encima del consejo o concilium estabe el juez: jefe político y judicial, presidente del tribunal y de la asamblea y los alcaldes que eran jueces oridinarios y al mismo tiempo autori-dades administrativas. A ellos se agregaban los jurados que velaban por los intereses económicos del mismo.

Posteriormente desaparece el carácter electivo de los conseja-les y estos sondesignados por el rey.En el absolutismo se extinguen los consejos o cabildos abiertos a partir de las Austrias hasta terminar en la venta de los cargos consejiles bajo la dinastía de los Borbones.

pag. 6

M O

N O

G R A F Í A C A S A C O

N S I S T O

R I A L V A L P A R A Í S O

II. ESTUDIO Y ANTECEDENTES DE LA INSTITUCIÓN MUNICIPAL

MUNICIPIO MEDIEVAL

MUNICIPIO CASTELLANO O ESPAÑOL

MUNICIPIO COLONIAL AMERICANO O

1.1. EL MODELO - ORIGEN

Page 11: titurlrfof

Los conquistadores españoles transplantaron a américa su religión, tradiciones, costumbres y sus instituciones seculares, entre ellas el municipio.Cada ciudad formaba un municipio representado legalmente por su cabildo, bajo la superior dependencia del gobernador del territorio o del corregidor del distrito al que pertenecía.

Los órganos básicos eran la justicia y el regimiento; estaba integrado por alcaldes ordinarios, regidores y una serie de oficiales; y funcionaba de un modo totalmente cerrado. el absolutismo en aquella época ya estaba liquidando al municipio español pero los americanos surgen de acuerdo al antiguo municipio castellano de la edad media.Las ciudades se clasifican en tres categorías: metropolitanas, con 12 regidores; diocesanas, con 8 regidores, y las villa so simples lugares con 4 regidores.

El municipio indiano tenía una semi autonomía que le permitía entre otras cosas, designar gobernadores interinos, administrar la ciudad a través de los alcaldes y designar a los funcionarios.Estas atribuciones fueron posteriormente restringidas mediante la designación de corregidores y por las facultades otorgadas por la real audiencia que, administraban el poder y examinaban las ordenanzas de los cabildos.

El 7 de marzo de 1541 se constituye el primer cabildo nacional compuesto por: 2 alcaldes, 6 regidores, 1 procurador de la ciudad y 1 mayordomo. posteriormente se agrega un alguacil mayor que cumplía funciones administrativas, judiciales y legislativas, con amplias atribuciones; y se renovaban cada año por elección de sus propios miembros.

Más tarde el cabildo de Santiago se denomina ayuntamiento y designa a uno de sus miembros como corregidor que pasa a ser el funcionario más importante de la administración local.En 1803 una ordenanza española crea las intendencias y los intendentes fueron los presidentes de los cabildos o ayuntamientos. Se vivieron en esta época dos etapas, una con los Austrias, donde los cabildos eran el reflejo de una política de descentralización administrativa, y la de los Borbones con los ministerios de estado y las gobernaciones intendencias de las indias, reflejo de la centra-lización.

II. ESTUDIO Y ANTECEDENTES DE LA INSTITUCIÓN MUNICIPAL

MUNICIPIO COLONIAL AMERICANO O INDIANO

COLONIA

1.2. ESTRUCTURA INICIAL - EL MUNICIPIO CHILENO

Page 12: titurlrfof

Hasta el advenimiento del actual régimen municipal se distinguen cuatro etapas. En la época de la independencia y auge de Valparaíso, continuaron funcionando los cabildos, que eran, en muchos casos, disueltos por el gobierno, que en ocasiones designa-ba sus miembros directamente, sin embargo, nada se estableció en cuanto a definirles a éstos organismos sus prerrogativas y deberes.

La primera ley de municipalidades con la que se inicia el régimen legas de ellas, es de fecha 8 de noviembre de 1854. La segunda ley orgánica de municipalidades se dictó el 12 de septiembre de 1887, lo que significó un notable progreso en el campo de la descentralización administrativa, pero sin embargo no satisfizo las aspiraciones nacionales de la autonomía municipal. Luego vino la ley del 22 de diciembre de 1891, conocida como la “ley de la comuna autónoma”; el decreto ley Nº 740 del 7 de diciembre de 1925 y una serie de leyes posteriores, fueron refundidas en el decreto supremo de noviembre de 1945 del ministerio del interior. Finalmente vino la ley del 14 de diciembre de 1955 y posteriormente la ley nº 1289 del 12 de diciembre de 1975, que consta en el diario oficial del 14 de enero de 1976, con las modificaciones realizadas por el actual gobierno se estructura la ley orgánica de municipalidades que rige en la actualidad.

EL DERECHO MUNICIPAL.

Desde el momento en que el estado adquiere cierto volumen territorial, le es preciso dividir en porciones no demasiado grandes su propio territorio. Esta necesidad, derivada de la eficiencia administrativa como postulado esencial, no daría lugar, naturalmente, sino a la creación de múltiples divisiones o compartimentos de origen y carácter estatal. No es entonces esta razón la que explica la noción de municipio, siendo preciso partir de otros supuestos para poder explicar la noción actual del fenómeno municipal. Estos supuestos no son otros que los derivados de la existencia espontánea de agrupaciones de familias que con carácter de permanencia se asientan en determinado lugar y adquieren conciencia de su condición comunitaria. Pero lo que sucede es que en el más bajo escalón de la división estatal aparece, o debe aparecer una forma de organización para esta espontánea agrupación.

En la mayor parte de los países, la creación de los municipios corresponde a la necesidad de dar satisfacción a los requeri-mientos de servicios de una población asentada en un determi-nado territorio. Es por eso que se destaca el carácter primario del municipio, el que sociológicamente constituye una agrupa-ción de familias organizadas por razones de vecindad.

Dentro de los elementos constitutivos del municipio uno de los más importantes es la población, ya que su tamaño define la calidad y cantidad de servicios que el ente local debe prestar.

Esto conduce inmediatamente a aludir a la capacidad de actuar de la personificación jurídica del municipio, esto es, del ayunta-miento o municipalidad. En este punto, todo cuanto se insista para enriquecer las posibilidades de actuación de los ayunta-mientos será poco, pues no parece haber entidad más apta para protagonizar esa magnificación de los cuerpos sociales intermedios que definiera Juan XXIII como el mejor instrumento de la democracia.

pag. 6

M O

N O

G R A F Í A C A S A C O

N S I S T O

R I A L V A L P A R A Í S O

II. ESTUDIO Y ANTECEDENTES DE LA INSTITUCIÓN MUNICIPAL

ÉPOCA DE TRANSICIÓN

1.2. ESTRUCTURA INICIAL - EL MUNICIPIO CHILENO

Page 13: titurlrfof

MUNICIPIOAgrupación funcional administrativa de participación ciudada-na que concentra servicios de utilidad pública en una unidad de servicios abierta a la comunidad.Con un carácter más participativo que administrativo, se conso-lidará como un programa urbano de uso público, inserto en una estructura urbana interior.

El nuevo régimen municipal se inicia con la promulgación del Decreto Ley N º 573, que establece los lineamientos fundamen-tales de la administración comunal, en sus artículos 14 al 20, al acoger en su texto el moderno concepto del municipio, en cuanto a ser una entidad que no sólo debe preocuparse de prestar ciertos servicios a la población del territorio que abarca su jurisdicción, sino que además debe ser el factor del desarrollo económico y social de la comuna.

FUNDAMENTOS DEMOCRÁTICOSDesde los orígenes históricos del municipio, una característica preponderante es su raíz democrática, evidenciada en sus diversas épocas.En la actualidad el fundamento democrático del municipio debe buscarse principalmente en la participación ciudadana, traducida legalmente cuando el ciudadano, en vez de adoptar una actitud pasiva, desarrolla una acción consciente y solidaria, interviniendo en los servicios públicos, aún cuando no forme parte del aparato administrativo.La participación constituye el centro neurálgico de la democracia; a través del vehículo de la participación los ciudadanos se convierten hasta cierto punto en gobernantes.

Al municipio no se le concibe como una suma de ciudadanos abstractos e intemporales, sino como un conjunto de instituciones al servicio del bien común, compuestas por personas, familias y grupos que operan en la sociedad.El contacto entre los ciudadanos y los poderes locales resulta valioso para que el municipio adquiera la vitalidad y el dinamis-mo que le es esencial.

Características esenciales del nuevo régimen municipal:

a) Alcaldes ejecutivos.b) Supresión de las corporaciones edilicias.c) Participación ciudadana a través de los consejos de desarrollo comunal.d) Intervención del municipio en la planificación del desarrollo comunal.e) Incorporación del municipio a la administración financiera del estado.

MUNICIPIOConjunto de habitantes de un mismo término jurisdiccional regido en sus intereses vecinales por un ayuntamiento.

MUNICIPIOEntidad territorial de derecho público que tiene funciones, intereses y poderes, y al mismo tiempo es un órgano de adminis-tración indirecta del estado.

ELEMENTOS DEL MUNICIPIOa) La población compuesta por residentes y transeúntes.b) El territorio, que suele dividirse en distritos y éstos en barrios.c) La organización, que es el carácter administrativo y se realiza según las políticas administrativas de cada país.

pag. 6

M O

N O

G R A F Í A C A S A C O

N S I S T O

R I A L V A L P A R A Í S O

1.4. ESTRUCTURA ACTUAL - RÉGIMEN MUNICIPAL EXISTENTE.

1.4.1. M I S I Ó N Y R E S P O N S A B I L I D A D E S

II. ESTUDIO Y ANTECEDENTES DE LA INSTITUCIÓN MUNICIPAL

SISTEMA

PARTICIPACIÓN CIUDADANA.

Page 14: titurlrfof

El municipio siempre ha tenido un grado de autonomía para poder administrar con eficacia los intereses locales que le han sido confiados. Esta autonomía puede definirse como la facultad que posee el municipio para darse la estructura interna que estime adecuada y para ejercer las funciones que le son propias.Autonomía total es cuando estas facultades el municipio las ejerce con entera independencia del gobierno central y limita-da, cuando está sujeta a la tutela, subordinación o control del estado, (el manejo presupuestario sigue las instrucciones del ministerio de hacienda y existe un vínculo jerárquico de subordinación a través de las intendencias regionales).

Las personas jurídicas son ficciones legales ya que carecen de existencia física. esto es, constituyen personas ficticias creadas por ley, capaces de ejercer derechos y contraer obliga-ciones civiles y de ser representadas judicial y extrajudicial-mente. en la actualidad esta capacidad recae en el alcalde.

cuando el ordenamiento jurídico crea o reconoce a un ente, y especialmente cuando éste es público, delimita sus finalidades empleando para este efecto dos sistemas básicos:

a) El de la generalidad, referido al municipio favorece su acción, expresando por ley que el cometido de los municipios “es dar satisfacción a las necesidades de la comunidad local”

b) El de la especialidad, entiende que el municipio puede perseguir exclusivamente aquellos fines que señalan una serie de normas taxativas, (enumeración concreta).

Las funciones del municipio pueden clasificarse en cuanto a la forma de atribución en:

a) Las funciones impropias: las que cumple por delegación o encargo del estado.

b) Las funciones propias: esenciales o privativas, las definas por ley son las siguientes:

b.1) elaboración de planes de desarrollo local y fiscalización de su cumplimiento;b.2) administración de los bienes nacionales de uso público y de interés local existentes en la comuna;b.3) aplicar las normas sobre transporte y tránsito público dentro de la comuna, según lo regula la ley;b.4) cuidar del ornato y aseo de la comuna;b.5) aplicar las normas de construcción y urbanización en la comuna, sin perjuicio de la super vigilancia que corresponda a otros organismos del estado.

Los municipios chilenos gozan de personalidad jurídica, son instituciones de derecho público funcional y territorialmente descentralizadas.

pag. 6

M O

N O

G R A F Í A C A S A C O

N S I S T O

R I A L V A L P A R A Í S O

II. ESTUDIO Y ANTECEDENTES DE LA INSTITUCIÓN MUNICIPAL

AUTONOMÍA AMPLIA O LIMITADA.

PERSONALIDAD JURÍDICA.

CAPACIDAD DE REPRESENTACIÓN.

AMPLITUD O ESPECIALIDAD DE SUS FUNCIONES

CLASIFICACIÓN DE LAS FUNCIONES

Page 15: titurlrfof

c) Las funciones indistintas, aquellas que pueden ser ejercitadas por el estado o el municipio, ej. difusión artística y cultural.

d) Las funciones compartidas, conjuntas o mixtas, aquellas que se confieren simultáneamente al municipio y al estado, a través de cualquiera de sus organismos, ejerciéndose en forma conjunta, ej. turismo, con la dirección de turismo.

Los municipios, al igual que los demás entes públicos, tienen una finalidad esencial que es atender a los requerimientos de servicios que plantea la comunidad.

Las necesidades que atienden los municipios corresponden a exigencias mínimas de una vida civilizada, ya sea en atención y suministro de luz, aseo, recolección de desperdicios, centros de abasto, pavimentación de calzadas, alcantarillado, desagües aguas lluvias, etc.

Sin perjuicio de lo anterior, en las normas sobre desarrollo comunal de la nueva ley orgánica de municipalidades e informes complementarios se señala que: “el principal y más adecuado mecanismo de desarrollo local es el municipio y él será llamado a cumplir las funciones que el desarrollo integral requiera a ese nivel. los municipios, para cumplir bien con el papel dinámico y ejecutivo que el futuro les asigne, deberán dejar de ser entes de mera prestación de servicios …..”. Reafirmando lo anterior, en los documentos que tratan la filosofía general del proyecto, se expresa: “el municipio debe constituir una institución dinámica en función del desarrollo integral. deja de ser un organismo burocrático, simplemente prestador de servicios, para tener una participa-ción activa en la preparación y ejecución de las politicas, planes y programas de desarrollo tanto en los aspectos físicos como en los económicos y sociales.Como consecuencia de lo anteriormente expuesto, el D.L. Nº 1289 recoge en su articulado todas estas ideas sobre desarrollo, señalando que el objeto del municipio es “administrar la comuna para satisfacer las necesidades locales y promover el desarrollo comunal”.

ORGANOS MUNICIPALES

La estructura general de los municipios, de acuerdo con lo expuesto por ley, es la siguiente:

1. Órgano de administración superior: alcalde.2. Órganos asesores:a) consejo de desarrollo comunal,b) secretaría comunal de planificación,c) comité técnico administrativo.

3. Órganos internos y de prestación de servicios:Departamentos municipales:

• Desarrollo comunitario.• Obras municipales.• Aseo y ornato.• Tránsito y transporte público.• Subsistencias.• Finanzas• Jurídico.• Control • Secretaria municipal.

pag. 6

M O

N O

G R A F Í A C A S A C O

N S I S T O

R I A L V A L P A R A Í S O

II. ESTUDIO Y ANTECEDENTES DE LA INSTITUCIÓN MUNICIPAL

Page 16: titurlrfof

De acuerdo al título II del Decreto Ley Nº 1289m ley orgánica de municipios y administración comunal, publicada en el diario oficial del 14 de enero de 1976; se establece que:

REGLAS GENERALES

Articulo 7º. las facultades y funciones de las municipalidades serán ejercidas fundamentalmente por el alcalde. Serán órganos asesores del alcalde: el consejo de desarrollo comunal, la secretaría comunal de planificación y coordinación y el comité técnico administrativo.Articulo 8º. Salvo los municipios rurales, cada municipalidad tendrá, para el cumplimiento de sus funciones de prestación de servicios y de las tareas de administración interna, los siguientes departamentos: de desarrollo comunitario, de obras municipales, de aseo y ornato, de tránsito y transporte públicos, de subsistencias, de finanzas, jurídico y de control.Las municipalidades establecerán, en su organización, todas o sólo algunas de las unidades señaladas, según sus necesidades y características.Artículo 9º. Cada municipalidad tendrá una secretaria municipal, la que ejercerá las funciones que s señalan en el art. 22.

FUNCIONES GENERALES DE LOS ÓRGANOS MUNICIPALES.

a) el consejo de desarrollo comunal está integrado por un número no inferior a ocho ni superior a veinte consejeros.Además participan el secretario municipal, el secretario comunal de planificación y coordinación y los jefes de departamentos municipales que determine el alcalde. Sesiona a lo menos una vez al mes.El consejo de desarrollo comunal, puede designar comités de estudio de los diversos problemas de su competencia.

b) la secretaría comunal de planificación y coordinación es el organismo asesor del alcalde y del consejo de desarrollo comunal en las materias que le competen. le corresponde:

b.1) servir de secretaria técnica permanente del Alcalde y del Codeco, en la preparación y coordinación de las políticas, planes, programas y proyectos de desarrollo de la comuna;

b.2) asesorar al alcalde en la formulación del plan financiero y del proyecto de presupuesto municipal;

b.3) evaluar el cumplimiento de los planes, programas, proyec-tos y del presupuesto municipal e informar sobre estas materias al Alcalde y al Codeco.

b.4) efectuar análisis y evaluaciones permanentes de la situación desarrollo de la comuna, con énfasis en los aspectos sociales y territoriales;

b.5) dar asistencia técnica a las reparticiones municipales y a los servicios públicos de la comuna que lo requieran, en materias propias de su competen-cia.

b.6) fomentar vinculaciones de carácter técnico con los servicios públicos, las organizaciones comunitarias y, en general, con el sector privado de la comuna, y

b.7) mantener una unidad de información de datos comunales y de los regionales que sean atingentes a sus funciones.

pag. 6

M O

N O

G R A F Í A C A S A C O

N S I S T O

R I A L V A L P A R A Í S O