tiempo de vida

e d i c i ó n e s p e c i a lJ U L I O - S E P T I E M B R E 2 0 1 1 - G R A T I S

Paul WilburLa Adoración de los Hijos

Emmanuel Espinosa de ROJOImpacto En Senegal

Por Fe y Para FeDr. Guillermo Maldonado

El Desarrollo de la FeDr Cash Luna

TRANSICIÓN[05] Editorial Pastora Clara Valenzuela

[06] Excelencia vs mediocridad Profeta Joel H. Palma

[08] La fe como sustancia Profeta Paulo Reyes

[10] Luchar para heredar Pastora Laura Fernández de Muñoz

[19] El desarrollo de la fe Dr Cash Luna

[22] Preparándonos para reinar Derek Prince

[24] La fe es un acto de obediencia Pastor Carlos Valenzuela

[28] Libres para adorar (parte I) Derek Prince

[32] Aprendiendo a Motivarme Pastor Rene Betancourt

[37] Entrevista con Emmanuel Espinosa: Impacto en Senegal Mauricio Alvarez

[42] Libertad de decidir es de los padres Nathalie Ferrera

[44] La mujer como pilar fundamental de la familia Adela Ramirez

[46] Por fe y para fe Apostól Guillermo Maldonado

[50] Dios no tiene cuenta en la red social Pastor Didhier Osorto

[54] Muchas herramientas una sola obra Alexander Ferrera

[56] Biografía: John G. Lake Alexander Ferrera

[14]portada

La Adoración de los hijos

Paul Wilbur

04 Tiempo De Vida Julio - Septiembre 2011

Una transición es un proceso que se lleva a cabo por una temporada en la cual se deja atrás algo obsoleto para ser reemplazado por algo contemporáneo. No tienen una duración exacta ya que muchos factores entran a jugar un papel determinante como lo es la flexibilidad para aceptar las reformas resultantes de dicho proceso entre otros.

Transición es la acción y efecto de pasar de un modo de ser o estar, a otro diametralmente opuesto. Representa un cambio de estado a otro. No obstante, es tan solo un estado temporal donde ocurren las transformaciones necesarias para ir de algo viejo y tradicional, a lo nuevo y fresco; e incluye, una transformación en la manera de pensar.

La iglesia de Cristo está pasando por un periodo de tran-sición alrededor del mundo en el cual están siendo sacudi-das sus bases y fundamentos. Cada vez más, se hace latente la necesidad de una transformación radical que lleve a la iglesia a ser esa entidad portadora de las respuestas que la sociedad requiere para proveer la solución a sus múltiples necesidades. Sin embargo, en la actualidad, es tan solo una organización más en la comunidad porque muchos de sus métodos son tan arcaicos que no suplen la respuesta al mundo moderno.

Toda transición involucra cierto malestar a causa de los cambios, pero también incomodidad porque algunos de ellos obligan a tomar decisiones y acciones. Al ser humano, le es inherente la resistencia al cambio y tan solo decide hacerlo únicamente cuando una de estas dos razones le fuerzan: uno, el dolor del proceso es demasiado grande y/o dos, no le queda otra opción a causa de las pruebas y dificultades que acarrea el proceso.

Para que un proceso de transición sea efectivo, tiene que conllevar avances y alcanzar niveles superiores: tiene que ocurrir un progreso, tiene que producir resultados positi-vos. Dios está a la expectativa de lo que Su pueblo puede aportar: sanidades, milagros, paz, prosperidad, seguridad y salvación. Razón por la cual, está decidido a forzar la

reforma de la iglesia porque forma parte de Su propósito, está registrado en Su agenda y no requiere del permiso de nadie.

La reacción inmediata de todos es rechazar la transición. Es en esta estación que se levantan un sin número de obstácu-los, proliferan las situaciones difíciles, hay dolor, llega la confusión y viene incertidumbre. Así que, muchos optan por retirarse, huyen de ella sospechando lo peor; otros, se mantienen al margen, pasivos, se vuelven testigos de lo que está sucediendo juzgándolo todo suspicazmente; mientras que los últimos, son los protagonistas del proceso, son los que deciden tomar acción y llevar a cabo la transformación. Estos generalmente son el grupo más pequeño, un rema-nente.

El Señor está anhelando una iglesia victoriosa. Una que camine ejerciendo el dominio con el cual fue dotada y lle-gar a ser una herramienta poderosa en las manos del Crea-dor. Debe ser no una organización mas, sino la entidad a la cual todos van a saciar sus necesidades. Hay que obtener la excelencia buscando ideas innovadoras que desaten el próximo movimiento del Espíritu: la cosecha más grande de todos los tiempos.

El mundo está esperando la manifestación de Su pueblo, aquella que revele Su verdadera naturaleza y gloria; para ello es imprescindible una transición que la saque del es-tado mecánico y estéril en que se encuentra, a uno espiri-tualmente renovado que sabe penetrar la eternidad para sacar Sus estrategias con las cuales establecer Su Reino y preparar la próxima generación. Las condiciones actuales demandan dicha transición y es responsabilidad de la igle-sia facilitarla para provocar el próximo avivamiento que exponga y demuestre el poder de Dios. ▪

Editorial PastoraClara Valenzuela

TRANSICIÓN

Julio-Septiembre 2011 Tiempo De Vida 05

EXCELENCIA MEDIOCRIDADVS

LIDERAZGO


Cuando tú haces un recorrido por la web, y si tus rutas son en su mayoría las páginas de ministerios cristianos; seguro te encuentras de todo: tesoros de revelación de la Palabra, datos históricos de apoyo, y demás. Sin embargo, cada vez es más frecuente encontrarte con "páginas" en donde alguna damita o caballero con delirio de "profetitis aguda" da rienda suelta a su desviación, inserción y desequilibrio de pensamiento; por lo cual se encuentran fragmentos de la Biblia decorados con Winnie the Pooh, y "palabra profé-ticas" encerradas en el corazón de Mickey Mouse, entre otras desagradables sorpresas que te hacen de inmediato cerrar esa página y tomar aire intentando recuperarte de tan amarga y ofensiva experiencia.

Sin embargo, hay otra área en donde cotidianamente se manifiesta la mediocridad en la cual se encuentra inmerso nuestro ambiente cristiano evangélico, los horrores ortográ-ficos. Es tan desagradable buscar información sobre deter-minado ministro de Dios o iglesia y encontrarte de entrada con este saludo:

"Vienvenidos ciervos del dios altisimo a esta pajina que seguro cera de bendicion para ustedes"

No sé usted amado lector; pero en mi caso, con solo esta bienvenida, es más que suficiente para salir huyendo de ese sitio con varias sensaciones desagradables; por un lado, me reviso la cabeza para ver si tengo cuernos de venado, pues ciervo con "c" eso es lo que indica y luego, le pido perdón a Dios por la aberrante falta de escribir su incomparable Nombre con minúscula; en seguida, mi mente trata de comprender la bendición de abeja de la que habla; pues

cera con "c" y sin tilde me hace recordar de inmediato dado mi origen campestre al material que fabrican las abejas para depositar su miel. Y tal vez si tengan razón, pues cera de bendición es lo que usted puede encontrar en esa medio-cridad, la cera insípida y vacía que grita de la carencia de la exquisita miel de la excelencia que es el diseño original del Reino de Dios.

Vivimos actualmente una aguda crisis de formación edu-cativa, y tal vez Usted si es uno de los que titula su sermón para la iglesia "Oy me hacorde del hayer" pensará que no tiene la mayor relevancia, sin embargo; en este tiempo par-ticular en que vivimos y cuyo desafío es impactar todas las estructuras sociales con el poder del evangelio, no podre-mos lograrlo si se nos sigue percibiendo como un grupús-culo, fanático, místico, pobre, iletrado inculto e incapaz.

La excelencia del Reino debe modelarse. Cuando el apóstol Pablo hablaba a los griegos, la gente más culta de su época; ellos guardaban silencio con respeto, porque él aparte de la unción de Dios, tenía una oratoria exquisita, un discurso coherente y una capacidad de expresar la palabra oral y escrita con la excelencia del Reino.

Es triste y decepcionante sintonizar algunos de nuestros canales cristianos y ver los horrores ortográficos en su rotulación. Definitivamente cualquier persona común y corriente al ver esta mediocridad, automáticamente cambia de canal reafirmando su percepción de "pobrecitos esos incultos evangélicos"...

La iglesia de Cristo urge de una intensa renovación orien-tada hacia la excelencia en todas las áreas de su misión de ir y predicar el evangelio, pero especialmente en esta vital área de la presentación de la comunicación oral y escrita.El evangelio penetra por la palabra, por la oratoria, por el hablar o presentar un texto conteniendo sus maravillosas verdades. Sin embargo; si dicha presentación es medio-cre, su contenido pierde como la sal su sabor. Vivimos en una generación competitiva, capacitada y demandante. Si pretendemos alcanzar los niveles de influencia social para generar cambios, tendremos necesariamente que emigrar hacia la excelencia.

Un predicador con una pobre formación cultural con-fundirá muchos conceptos que lo harán quedar en ridículo; como aquel pastor que tituló su sermón: "La apostasía" y se dedicó a exhortar a sus ovejas en contra de ese pecaminoso vició de apostar; o aquel salmista que dijo que había que alabar al Señor con "salterio" entonces pidió que toda la congregación comenzara a saltar. ¡Basta ya del ridículo y la mediocridad¡ La iglesia de hoy es una renovada, triunfante, vigorosa pero sobre todo con una marca de excelencia en cada una de sus áreas. ▪

Excelencia vs Mediocridad

Julio - Septiembre 2011 Tiempo De Vida 07

La iglesia de hoy es una renovada,

triunfante,vigorosa pero

sobre todo con una marca de

excelencia en cada una de sus áreas

ProfetaJoel H. Palma

LIDERAZGO


Muchas veces cuando oímos hablar de la palabra fe, se nos viene a la memoria Hebreos 11, donde el apóstol que escribió inspirado por el Espíritu de Dios nos expone una serie de principios. Cuando hablamos de un principio hablamos de una norma, de una ley que siempre funciona, que toda vez que usted se apoya en esa ley será productivo y efectivo en aquello que haga de acuerdo a ese principio, y cada vez que operamos fuera de ese principio no seremos efectivos.

En el libro de Hebreos yo encuentro una pasarela de hom-bres y mujeres de fe, que fueron amigos de Dios, que por su forma de vivir y de actuar pudieron ver en sus vidas una operación fuerte de Su poder, y cada uno de ellos, nos inspiran a nosotros como hijos Suyos. Vemos en este capí-tulo, un resumen de diferentes episodios de la Escritura en la cual el Señor actuó a favor de estos hombres y mujeres. Muchas veces, estos nos inspiran y hasta los hemos idea-lizado, lo cual está bien, pero esa idealización nos ha llevado a ver cosas como si fueran algo inalcanzable, que tal vez fue como un episodio en el cual Él actuó a favor de ellos, pero eso nos hace preguntarnos, ¿Qué pasó con no-sotros, que si siendo hijos de Dios, no vemos esos episodios de poder en nuestras vidas?

La Fe ComoSustancia

ProfetaPaulo Reyes


La Fe Como SustanciaEl escritor de Hebreos más que idealizar y contarnos una historia, más que hablarnos de esa intervención del poder de Dios a través de esas vidas, lo que quería plasmarnos era un reto, principios para que usted y yo como Sus hijos, podamos convertirnos en este tiempo en los escritores de los nuevos episodios en los cuales el ese poder actúa en nuestro favor. Este pasaje dice que estos hombres carecían de algo que usted y yo tenemos, dice la Biblia que estos hombres vieron de lejos la promesa que aparece en Génesis, pero no su cumplimiento, caminaron viéndola de lejos; sin embargo, nosotros somos testigos de ello, entonces cabe preguntarse ¿si estos hombres no tenían dicho cumplimien-to, cómo pudieron ver tales manifestaciones de poder en diferentes ocasiones para con sus vidas no importando lo imposible que pareciera la circunstancia? Ellos tenían algo que también hoy tenemos, era la sustancia de Dios.

Hebreos 11.1 es un versículo muy utilizado en medio de la cultura de la iglesia. Estudiando me encontré con una versión del mismo en una Biblia muy antigua que dice: «1Es pues la fe la sustancia de las promesas de Dios, la comproba-ción de lo que no se ve», y me llamó la atención porque dice que es la sustancia, y dice la traducción que es la materia prima, es el ingrediente principal de las promesas de Dios. El apóstol Pablo nos deja ver que estos hombres, tenían la sustancia con ellos, tenían la materia prima, tenían el ingre-diente principal para ver cumplidas las promesas. Ellos no tenían Biblia ni tenían todas Sus promesas escritas, pero si tenían la sustancia y en eso ellos podían basarse para poder ver cumplida la promesa de Dios.

La fe y la adoración van de la mano, se necesita fe para adorar, pero toda vez que usted adora será retribuido con sustancia de Dios. Toda crisis de fe está relacionada con que usted y yo hemos dejado de adorar. Toda crisis de fe está relacionada con el tipo de amistad que tenemos con Él. Tu fe alcanza hasta donde se extiende lo que Dios te ha revelado; de tal manera, que si Él te ha hablado tu puedes tener fe, si Él no te ha hablado con toda razón puedes tener una crisis de fe. Abraham cada vez que tuvo una crisis de fe, necesitó una palabra Suya, necesitó que Él reforzara con Su sustancia lo que Él mismo había hablado.

Se dice que todo aquel que le persigue tiene un galardón. El mayor galardón que usted y yo podemos tener en nuestra amistad con Dios es que Él nos de una palabra, y toda vez que el Padre habla obtenemos certeza, seguridad porque nos da la materia prima de Su promesa y podemos espe-rar y ver que se cumplirá. El mayor galardón no es que podamos sentir algo, es que Él nos pueda reforzar con su sustancia viva y que Su palabra escrita se vuelva viva en nosotros y podamos tener algo en que esperar en el mo-mento de crisis.

El apóstol nos dice que cada uno de estos héroes de la fe en común eran gente de altar, estaban persiguiendo a Dios, como nómadas, como buscando una patria celestial, como que su morada no era aquí, puestos sus ojos en un lugar, en una tierra celestial y por eso el Señor no se avergüenza de ser su Dios. Todo el que se acerque en fe adorando tendrá un galardón. Muchos héroes de la fe fueron empoderados en el altar; esto significa recibir una transferencia de poder y de sustancia. La Escritura tiene poder, Dios ni siquiera se molesto en mover sus manos para crear en el Génesis, Él solo habló, y toda vez que Él habla, Su palabra es sustancia, siempre que Dios habla lo que Él dice es ejecutado, porque Él es veraz y Su palabra tiene poder.

Una tarde Dios se le aparece a Gedeón, Israel estaba vivien-do un ciclo de violencia, de vandalismo, los madianitas le están robando la cosecha, el pueblo precisaba de un liber-tador, había necesidad de alguien que pudiera implantar paz en medio de un momento de agresión, y en una de esas tardes llega Dios y se le presenta a Gedeón y le dice: “La paz sea contigo, vengo a traerte una noticia, te voy a levan-tar como el libertador de Israel, como juez que traerá la paz a tu nación”, y de inmediato él le dice: “Pero Señor como va ser eso, mi familia es pobre, yo soy el menor de mi casa”, Dios le dice entonces: “Te digo que te levanto, como un juez que traerá paz”. En ese mismo momento, Gedeón recibió la revelación de Jehová Shalom, y le puso al altar ese nombre.

De manera que ya Gedeón tenía la sustancia de Dios. Cuando él vio el ejército de varias decenas de miles, no se preocupó, él dijo: “Dios se me reveló, y dijo que Él es Dios Shalom, que me levantaba para traer paz, no importa si son trescientos”, y con esos pocos hombres obtuvo la victoria. ▪

LIDERAZGO


Luchar PorHeredar

Luchar Para Heredar


Hubo cinco mujeres, que ceñidas de poder, cambiaron la idea de su época respecto a la herencia. Se les conoce como las hijas de Zelofehad (Números 27.1-11). La historia relata que estas valerosas mujeres reclamaron su legitimidad a recibir el patrimonio de su padre; además, demandaron su derecho a formar parte de Israel y a poseer tierras. En este tiempo, la ley de la herencia establecía que el hom-bre que muriera y no tuviese hijos varones, sería quitado de la genealogía de Israel. Esto dejaba a las mujeres sin derecho alguno. Sin embargo, este fue un caso muy parti-cular, ya que no era común entre los judíos que una familia tuviera tan solo descendencia femenina que las excluirían del privilegio de heredar. Ellas se acercaron al Tabernáculo, vinieron a Moisés, su pastor, y a los príncipes a pedir justicia e implorar miseri-cordia a Jehová. No tenían abogado que las representara, así que, ellas mismas expusieron su causa. Su único argu-mento o defensa era que su padre había sido honesto, había muerto de manera natural en el desierto y que él no había sido rebelde:

«3Nuestro padre murió en el desierto; y él no estuvo en la com-pañía de los que se juntaron contra Jehová en el grupo de Coré,…

4¿Por qué será quitado el nombre de nuestro padre de entre su familia, por no haber tenido hijo? Danos heredad entre los her-

manos de nuestro padre». Número 27.3-4

Reclamaron su derecho a poseer la tierra de Canaán, un pedazo de la promesa de Dios. No estaban conforme con lo que establecía la ley: la tierra se repartiría según el número de las familias, pero a ellas no les correspondía nada por no haber sido contadas como parte de ellas por su condición de mujer (Número 26.53). La tierra aún no se había conquistado, pero ellas la recla-maban como si ya estuvieran en ella. Estaban conquistando antes de entrar. La tierra prometida es tipo del cielo, así que, la idea es que hay que luchar para llegar a tomar y a poseer nuestra herencia. Ella representan a las cinco vírgenes prudentes de Mateo 25.1-12, las cuales hablan de la mujer alcanzando el cielo donde no hay diferencia en lo que a salvación se refiere: «28Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús», Gálatas 3.28.

En el contexto de la historia, la heredad de la tierra era una cuestión de la más alta importancia. Nadie, ni siquie-ra el mismo Moisés, podía decidir sobre este tema, por tanto, tuvo que ir a buscar la voluntad del Señor. Durante el deambular del pueblo de Israel por el desierto, sólo en cuatro ocasiones se cambió o se amplió la ley. Esto se logró buscando la voluntad de Dios en el Tabernáculo de Re-

La tierra aún no se había

conquistado, pero ellas lareclamaban

como si yaestuvieran en

ella. Estaban conquistando

antes deentrar

PastoraLaura Fernándezde Muñoz

unión, es decir, yendo a Su presencia para preguntarle a Él (Lev. 24.10-23; Núm. 9.6-14; Núm. 15.32-36; Núm. 27). Esta decisión era un asunto de vida o muerte para las mujeres porque la justicia es un asunto de vida o de muerte. Dios se pronuncio con respecto al asunto y no dejó lugar a la duda, fue una declaración muy clara. No sólo aceptó el pedido de ellas, sino que se constituyó como una ley en Israel para siempre: las mujeres heredarían la tierra, si no hubiere hijo varón. ¡Fue tremendo lo que ellas lograron! Era algo que parecía imposible para ese tiempo: cambiar una ley de Dios; pero cuando alguien se para en la brecha, nada es tan difícil que Él no lo pueda hacer (Jeremías 32.27).

¿Cuál sería la que comenzó a creer que Dios podía cambiar la ley? ¿Maala (quiere decir enfermedad o debilidad)?, ¿Noa (descanso o reposo)?, ¿Hogla (perdiz)?, ¿Milca (reina)? o ¿Tirsa (agradable, simpática)? La respuesta es las cinco: se necesita una Milca que lidere o una Tirsa que contagie a las otras para obtener justicia. Ellas simplemente se pusieron de pie y hablaron francamente.

Las cinco tuvieron que cruzar varias fronteras: la de la an-siedad para llegar al lugar de reunion; la da la inferioridad para hablar por sí mismas en su condición de mujer, en vez de dejar que alguien más lo hiciera por ellas; la de la intimi-dación, y así, evitar esperar a que alguien les permitiera hablar; la del miedo a desafiar la comunidad y su enten-dimiento de lo que parecía ser una ley invariable, divina y eterna; y por supuesto, tuvieron que ir mas allá del temor a desafiar a Dios y a Su ley. Ellas enriquecen la imagen del Padre: lo vemos manifestan-do su misericordia por amor a sus hijas, dándole un futuro al excluido y a los desfavorecidos. Ellas hablaron en favor de lo justo y labraron el futuro para muchas otras mujeres, que han tenido y tendrán acceso a la tierra prometida, in-cluyendo el derecho a heredar el reino de Dios. Esto es una tipología del camino que fue abierto no solo para la mujer, sino también, para todos aquellos que fueron injertados en la familia de Israel. Jesús no tenía prejuicios en contra de la mujer ni tampoco de los samaritanos ni siquiera de los gentiles. Trató con ellos en todo tiempo y lo hizo de forma particular, amorosa y compasiva. Él derribó los parámetros de justicia estableci-dos por la tradición y le mostró a los religiosos, el dolor que causaban con su opresión.

La valentía luego de la decisión, es aquella que te lleva a cumplir, no es que no tengas miedo, sino que tomas la decisión de vencerlo, desde la acción. ▪

¡Fue tremendolo que ellas lograron! Era algo que parecíaimposible para ese tiempo:cambiar una ley de Dios; perocuando alguien se para en la brecha, nada es tan difícil que Él no lo pueda hacer

LIDERAZGO


Adorar lo que no se conoce es una gran defini-ción para una adoración falsa. Sin embargo, alguien podría preguntarse: ¿Cómo podemos adorar a Dios, si Él es un misterio? Jesús dijo: «22…nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos», Dios se ha hecho conocer por su Palabra y por la revelación de Su Espíritu quien vive dentro de nosotros.

Hay una gran riqueza en el lenguaje hebreo, por ejemplo: cuando nosotros decimos: “Alaba a Adonai”, ese nombre se deriva de cuatro letras de su abecedario; entre ellas una muy pequeña que representa aquella frase que dijo Jesús: «Ni una tilde, ni una jota pasará, ni un pequeño movimiento de una pluma sino es su voluntad» (parafraseando Mateo 5.18). Después viene otra que representa el nombre que Dios usó para revelársele a Moisés: «Yo Soy el que Soy» (Éxodo 3.14), pero también se traduce como “Yo Fui el que Fui” y “Yo Seré el que Seré”. Contiene toda la Su naturaleza: Él fue, Él es, y Él será siempre el mismo.

La Adoración delos Hijos

ESPECIAL


Paul Wilbur

Cuando pronunciamos Adonai, más que en cualquier otro nombre, reconocemos a Aquel que se reveló a Moisés, que será desde la eternidad hasta la eternidad y cuyo nombre significa: “Yo soy el dueño de todo”. Él dice en su Pala-bra: los cielos son míos, la tierra es mía, los ganados y las montañas son míos y uno de los grandiosos privilegios del Reino para quienes le invocan es que también nosotros le pertenecemos.

Cuando decimos Adonai, estamos declarando: “Mi vida no es mía, te pertenece a ti. Tú me gobiernas y yo obedezco. Tú hablas y yo escucho. Tú mandas y yo cumplo”. Este es el fundamento de la adoración. Adorar no es un sen-timiento. Es mucho más que una canción y que una atmós-fera espiritual; constituye la esencia del pueblo de Dios. Es imposible ser su hijo y no ser adorador. Tú no puedes ser un seguidor de Cristo y sentarte a su mesa sin adorarle.

Hay un término que se ha mencionado a lo largo de los años y es atalaya o centinela; al hablar de este concepto se hace alusión al ministerio profético. En Isaías 62, dice el Señor: «He puesto atalayas sobre los muros de Jerusalén y no estarán callados ni de día ni de noche, no daré descanso hasta que yo establezca en Jerusalén una alabanza para todo el mundo». (parafraseando Isaías 62.6).

Un atalaya es alguien que es colocado en un lugar alto con tres objetivos: vigilar, escuchar y declarar, estas son funciones proféticas. Ellos vigilan para prevenir el peligro, están alerta de que su ciudad esté a salvo, pero también permanecen expectantes ante la venida de su Señor. Saben además que aunque la noche es oscura pronto vendrá una luz resplandeciente y cuando la vean declararán: «26Bendito el que viene en el nombre del Señor…» (Salmo 118.26). Ese es el verdadero ministerio de un equipo de adoración, esperar la venida del Rey, y aún en medio de la oscuridad, anhelar que el Pan de Vida descienda del cielo para darle la bien-venida.

Cuando decimos Adonai, estamos declarando: “Mi vida no es mía, te pertenece a ti.Tú me gobiernas yyo obedezco. Tú hablas y yo escucho.Tú mandas y yo cumplo"

La Adoración de los Hijos


Ese ángel un día no muy lejano sonará la trompeta y gri-tará; entonces los muertos en Cristo resucitarán, los sepul-cros se abrirán y la tierra dará su fruto. Los que estemos vivos, seremos tomados y reunidos con ellos en el aire para estar con el Señor; luego, regresaremos con Él a la tierra para reinar y gobernar. Él Juzgará a las naciones con su espada y pondrá a sus enemigos bajo Sus pies. Se sentará en el trono de su padre David y todas las naciones vendrán a Jerusalén a adorar y honrarán al Poderoso de Israel. Los pueblos doblarán sus rodillas y declararán: “Jesús solo Tú eres Señor de todo” y se postrarán sobre sus rostros. Génesis 22 nos da una profunda revelación acerca de la ver-dadera adoración. En el versículo 1, dice: «1Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham,…»; esto nos enseña que todo adorador será probado. Muchas veces cuando pasamos por pruebas, reprendemos al diablo cuando en realidad es el Espíritu Santo que nos está evaluando para ver en que condición está nuestra maquinaria de adoración.

Durante 30 años le he dicho al Señor: “Donde quiera que me envíes yo iré, donde tú abras la puerta yo entraré”; y suena maravilloso, sin embargo, he sido probado en eso. De repente, suena el teléfono y es una pequeña iglesia en Tennessee y me dicen: “Paul queremos que vengas, no podemos pagarte; solamente tenemos 50 personas, pero hemos orado y el Señor nos dijo que tienes que venir y pagar todos los gastos”. Cuando eso pasa solo te queda orar y Dios te dice ve… y debes obedecerle.

En la iglesia es muy fácil levantar las manos y adorar; sin embargo, a pocos metros hay miles que no conocen al Señor. Hoy, a esta hora el Padre anda buscando y dice: “¿Dónde encontraré un adorador aquí?, ¿Quién podría re-presentarme allá afuera?, ¿Quién irá a calmar la confusión de la mente y el corazón de ellos? Muchas veces, podemos andar con una camisa que diga: “Jesús es el Señor de mi ciudad” y sin embargo pasar indiferentes en medio de los que tienen necesidad; así como pasó el sacerdote al lado del herido en la parábola del buen samaritano. Si vamos a ser adoradores debemos probarlo en estas pequeñas cosas.

Abraham le respondió a Dios: "¡Heme aquí!" Esa es una respuesta de pacto de un adorador. Cuando Samuel era un niño en medio de la noche escuchó a Dios llamándolo por su nombre y el sacerdote Elí le dijo: “La próxima vez que el Señor te llame dile: ¡heme aquí!”. En el hebreo, la palabra es jineini y esto significa: todo lo que yo tengo es tuyo; tú tienes mí atención; tienes mis oídos, y aún mis posesio-nes. Esta es la misma palabra usada en Isaías 6.8 cuando el Señor pregunta: «¿A quién enviare?» e Isaías responde: «Jineini» (Envíame a mi).

Abraham fue un adorador, fue probado y oyó la voz del Señor. Todas estas son características de un adorador: primero le conocer, segundo: ser probado y tercero: obede-cer inmediatamente. Dios le pidió a Abraham un gran sa-crificio y él contestó de inmediato: “¡Jineini!” (Heme aquí). Él subió al monte con su hijo y al llegar a la cumbre Isaac le dijo: “¡Abba! ¿Dónde está el animal para el sacrificio?”. Abba es una palabra muy especial, no solamente significa padre sino papito. Es el título de alguien que te tiene en sus brazos y te cuida muy de cerca; pero también significa: yo anhelo tu olor, me gusta tu fragancia, padre.

Hoy el mismo Espíritu que resucitó de los muertos a Jesús vive dentro de nosotros en el cual podemos clamar al padre ¡Abbaaaaa! y al oír esto el Padre contesta: ¡Jineini! Esto muestra la relación íntima y cercana entre un padre y su hijo. Si hoy tú estás confundido, abatido o tienes temor clama ¡Abba! y entonces tu papito responderá ¡Jineini!

Abraham presentó la ofrenda más importante de su vida: ofreció a su hijo Isaac en el altar; sin embargo cuando es-taba a punto de sacrificarlo, escuchó desde los cielos la voz del Ángel de Jehová que le decía: «¡Detén tu mano!, ahora sé que verdaderamente adoras a Dios» (parafraseando Génesis 22.12). Esta voz no vino cuando Abraham se postró y dijo: “Yo lo haré, yo obedeceré”; sino hasta que él estuvo en la posición de realizar lo que había prometido. Entonces la adoración es más que postrarse para luego levantarse y salir como si nada ha ocurrido. Es el mayor acto de entrega y obediencia a Dios. Al igual que Abraham los verdaderos adoradores seremos probados y aprobados por nuestro Adonai.

Adorar en espíritu y en verdad es postrarse y humillarse en el piso, pero luego ponerse de pie y moverse a obedecer lo que Dios te está pidiendo. Entonces el Señor dirá de ti: “¡Ahora sé que me adoras!” y responderá a tus necesi-dades: “¡Jineini!”. ▪

ESPECIAL


LIDERAZGO


El DesarrolloDe La Fe

El Desarrollo De La Fe

Julio - Septimebre 2011 Tiempo De Vida 19

El Señor desea que nazcas de nuevo, vivas, camines y pe-lees batallas por fe para finalmente morir confiado porque tu descendencia continuará confiando en Él.

En tiempos antiguos, cuando alguien deseaba declarar su voluntad, dejar bienes o definir leyes y estatutos, los escri-bía, a veces en pergaminos de origen animal o en papiros de origen vegetal que enrollaba y entregaba. Quien deseaba gozar de los beneficios escritos allí, debía desenrollar y poner en práctica. Ese es el origen de la palabra “desarro-llar”. Nos desarrollaremos cuando desenrollemos lo que está escrito para nosotros.

Jesús lo hizo, leyó y dijo: “Hoy se ha cumplido la Escri-tura”. Debemos desarrollar carácter, habilidades y especial-mente la fe que tiene niveles. Porque cada uno recibió del Señor una medida de fe.

Nacer de nuevo por fe

«9que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.

10Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación». Romanos 10.9-10

El primer nivel de la fe es nacer de nuevo. Con el corazón se cree para justicia y con la boca que cree para salvación. Nacemos de nuevo cuando lo confesamos con nuestros labios y aseguramos que Jesús es nuestro Señor y Salvador.

«3Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios». Juan 3.3

Cuando recibimos al Señor voluntariamente, conscientes de nuestro pecado, nacemos de nuevo, es decir que nos convertimos en nuevas criaturas, lista a crecer en fe. El mismo día que le recibí y dije esa pequeña pero poderosa oración, supe que algo había sucedido dentro de mí. A la semana de leer las Escrituras noté los cambios. Yo era muy mal hablado y vulgar con mi forma de expresión. Mi vicio por decir malas palabras era tal que constantemente debía pedir perdón a mi mamá porque se me salían las palabrotas delante de ella. Entonces descubrí que es cierta la Palabra que dice: «de la abundancia del corazón habla la boca», así que decidí que de mis labios solamente saldrían buenas palabras que hablaran de la abundancia del nuevo corazón que tenía siendo una nueva criatura en el Señor.

«8Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto node vosotros, pues es don de Dios; 9no por obras, para que

nadie se gloríe». Efesios 2.8-9

La fe y la gracia nos hacen nacer de nuevo, este es el primer paso, el primer nivel.

«17De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas».

2 Corintios 5.17

No lo olvides, eres nueva criatura que ha nacido por fe. Al entregarle nuestra vida al Señor, nacemos del Espíritu quien nos hizo partícipes de la naturaleza divina. Entonces no hay nada que la fe no pueda lograr porque es capaz de lograr que nazcas de nuevo y no hay nada más difícil que eso. Si la fe puede lograr que nazca un nuevo Carlos, María, Juan, etc., ¡es capaz de hacer todo lo demás que sea necesa-rio! Dentro de ti hay otra persona, tu espíritu se comunica con Dios, ama las Escrituras y busca una vida de santidad, literalmente hay un nuevo ser en tu interior.

Pablo decía: “No sé qué hacer porque con mi espíritu quiero servir a Dios y con mi carne al pecado”. Con estas palabras afirmaba que había un nuevo Pablo dentro de él, una simiente incorruptible que crece y busca al Señor. Si fuiste capaz de creer que eres nuevo y viste emerger una nueva persona en tu interior, no hay enfermedad, tristeza o pobreza que triunfe en tu vida porque serás capaz de superarla. Tu fe es poderosa, te hace caminar en novedad de vida, te da la capacidad de escuchar a Dios, leer las Escrituras y también de superar cualquier dificultad para crecer y triunfar. Lo más difícil, nacer de nuevo y ver tu nombre escrito en el libro de la vida, ya fue hecho, así que superar la economía y la enfermedad será fácil con la fe que te ha sido dada y que debes hacer crecer. Recuerda que a los cristianos se les llama “creyentes” porque son capaces de poner su fe por obras.

Vivir por fe

«4He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; masel justo por su fe vivirá». Habacuc 2.4

El que vive por fe no lo hace por orgullo porque creer es demostrar humildad. No es lo mismo decir “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” que decir “Yo soy capaz de todo”. Demuestra que eres de los justos que en humildad ha nacido por fe y ahora vive por esa misma fe. Cuando nacemos de nuevo, somos trasladados del reino de mundo al Reino del Señor y operamos bajo Sus estatutos, leyes y orden que nos hacen creer en un futuro de paz, gozo y esta-bilidad. La Palabra dice: “Busca primeramente el Reino de

Dr. Cash Luna

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Dios y Su justicia y todas estas cosas os serán dadas”. Esto significa que el Reino trae “cosas” para quienes viven por fe, no para quienes solamente han nacido por fe pero luego no la practican y hacen crecer.

«4Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva».

Romanos 6.4

Tu vida de desconfianza y temor ya fue sepultada con el bautismo, ahora que eres una nueva criatura debes vivir conforme a esa fe que fue capaz de hacerte renacer.

Mateo 6.25-30 nos habla de nuestra vida de fe:

«25Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 26Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan,

ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? 27¿Y quién de vosotros

podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? 28Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; 29pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.

30Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres

de poca fe?»

Quien ha nacido por fe no se afana porque entiende que la vida es más que comida y vestido. La Palabra es clara y nos dice que somos valiosos, más que los lirios y las aves, por tanto no debemos afanarnos. Esto no significa que nos quedaremos de brazos cruzados esperando que llueva ropa y comida sino que nuestra fe en la providencia del Señor estará por sobre el afán del trabajo. El que trabaja poniendo su fe en Dios recibirá bendición. Busca siempre esforzarte y dar lo mejor porque de esa forma demuestras tu fe y vives conforme a ella. Debes aplicar tu fe en las cosas pequeñas y también en las grandes, en las sencillas como vestir y en las complicadas como ver una nación entregada a los pies de Cristo. La crisis económica no debe dominar tu espíritu ni capacidad de ver hacia adelante, cuando piensas en estrechez y pobreza dudas del Señor que desea bendecirte. Ni siquiera los perros callejeros mueren de hambre, mucho menos tú que eres bendito de Dios. Yo no he tenido que ministrar leones, osos, ballenas o peces afligidos por el futuro, ¡he tenido que ministrar cristianos, creyentes que dicen vivir por fe! Su poder es tan palpable que te aseguro que te han invitado a comer más veces, justo cuando has estado más limitado de dinero. Incluso te han llevado a restaurantes que no podrías pagar ni cuando te va bien. Es así como Dios te dice: “Eres importante para mí, no

temas”. Entonces, vive confiado y trabaja conforme a tu fe. Lucha por obtener siempre lo mejor, no seas conformista y esfuérzate.

Caminar por fe

«7porque por fe andamos, no por vista». 2 Corintios 5.7

El tercer nivel es caminar por fe y no por vista. Debemos ser como los ciegos que caminan con un bastón, no ven por dónde van y alguien debe tomarles del brazo y guiarles, deben estar atentos, escuchar instrucciones hasta llegar a su destino y realizar lo que desean. No vemos el rumbo pero escuchamos al Señor que nos guía y lleva a nuestro des-tino. No temas porque el Espíritu Santo te orienta por fe. Lo mismo hacen los pilotos que vuelan por instrumentos. Conducen los aviones escuchando indicaciones y revisando instrumentos.

Cuando tomas un periódico y te deprimes porque lees todo lo malo, no estás caminando por fe sino por tus sentidos humanos y te debilitas. Debes tener tus oídos atentos para escuchar a Dios que desea orientar tu vida y darte instruc-ciones para alcanzar Sus promesas. Dios fue quien le dijo a Abraham que se levantara y caminara para salir de la tierra de los caldeos. Seguramente Sara le preguntó hacia dónde iban pero él le dijo: “No sé, solamente escucho al Señor y obedezco”. Moisés también se dejó guiar por la voz de Dios. Ante el mar rojo no se dejó dominar por lo que veía sino que obedeció las órdenes. La vida no se trata de tener siempre las soluciones a la mano sino buscar a Dios en cada momento. Las persecuciones como la que vivió Moisés por los egipcios ante el Mar Rojo, muchas veces son una forma de presionarte para que creas, le preguntes, obedezcas y camines por fe.

Nacemos por fe, vivimos por fe y debemos caminar por fe. Hacerlo es no saber qué viene en el futuro pero tener la certeza de que nos irá bien porque tenemos nuestra espe-ranza puesta en Dios, no en el sistema de este mundo. Pa-blo decía que no comería el que no trabajara y Jesús dijo que somos más que los lirios del campo que no trabajan y se visten bien. El mensaje no se contradice, por el contrario se complementa porque la enseñanza es no poner nues-tra fe en el trabajo sino en el Señor que lo hará dar fruto. Nuestra esperanza no depende de nuestro trabajo sino de la Palabra de Dios. Imita a Abraham y Moisés que cami-naban por fe y emprendían la marcha confiados en el amor de Dios.

Luchar por fe

«11Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue lajusticia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.



12Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión

delante de muchos testigos». 1 Timoteo 6.11-12

Esta Palabra le habla a alguien que ya nació, vivió y caminó por fe, es decir que ha sido formado como hombre de Dios. La batalla es el cuarto nivel de la fe. Abraham es ejemplo de caminar por fe, Josué ante Jericó, Elías ante los profetas de Baal y David ante los gigantes son ejemplo de pelear por fe. En el nivel de “vivir por fe” no peleas contra de-monios sino contra tu propia desconfianza. No es Satanás ni las tinieblas quienes te atacan sino tu debilidad ante las dificultades. La batalla de la fe tiene que ver con enemigos que visitan tu casa, quieren quitarte a tus hijos, robar tu bendición y probar tu fortaleza porque ya caminas por fe. Sólo las batallas frente a los enemigos nos hacen más que vencedores. Caminar y vivir por fe no es pelear. Lucha se-guro de la victoria porque tú y Él son mayoría y no temerás mal alguno ya que está a tu lado y te hará vivir confiado todas las noches de tu vida.

«6Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mipartida está cercano. 7He peleado la buena batalla, he acabado la

carrera, he guardado la fe». 2 Timoteo 4.6-7

Pablo ya había peleado la batalla y acabado su carrera con fe.

Morir con fe

Hebreos 11.20-22 nos habla del quinto nivel de la fe: «20Por la fe bendijo Isaac a Jacob y a Esaú respecto a cosas venideras. 21Por la fe Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyado sobre el extremo de su bordón. 22Por la fe José, al morir, mencionó la salida de los hijos de Israel, y dio mandamien-to acerca de sus huesos».

Por la fe debes decirle a tus hijos qué esperar cuando ya no estés con ellos. Jacob se agarró de un bordón y adoró al Señor porque sabía su futuro. Morir era ganancia y le declaró a sus hijos que les iría bien. Pidió que no lo ente-rraran en el desierto sino que cargaran con sus huesos hasta la Tierra Prometida. La seguridad es el nivel más alto de fe que podemos encontrar. Nacemos por fe, debemos apren-der a vivir, caminar y pelear por fe para morir con fe. Hay promesas que tus ojos no verán y que deberás delegar a tus hijos y nietos con la seguridad de que Dios no miente. Él te ayuda a creer y esperar más allá de la muerte y desea ben-decirte por generaciones. Dale gracias y aprende a desarro-llar tu fe para vivir confiado porque tu futuro será bueno y el de tus descendientes será aún mejor. ▪

Nacemos por fe, vivimos

por fey debemos

caminarpor fe

«2¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo?»1 Corintios 6.2

Dios tiene un doble propósito al redimirnos. En cu-anto a lo negativo, es para salvarnos del infierno, por lo cual deberíamos estar eternamente agradecidos. En cuanto a lo positivo, es para preparar un pueblo para Sí, que reinará juntamente con Cristo.

Antes de seguir leyendo, deténgase un momento y con-sidere lo que significa para usted personalmente, como cristiano, el hecho de que debería estar preparándose para reinar eternamente con Cristo. En cuanto a nosotros, Ruth y yo hemos encontrado que el Espíritu Santo está haciendo cada vez más hincapié en el hecho de prepararnos para nuestro destino en la eternidad.

Promesas en cuanto a reinar

«28De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las

doce tribus de Israel». Mateo 19.28«26Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, 27y las regirá con vara de hierro, y

serán quebradas como vaso de alfarero . . .». Apocalipsis 2.26–27Preparándonos para reinar

Para cumplir con esta formi-

dable responsabilidad de reinar con Cristo, se nos exige una preparación diligente. No es sufici-

ente decir simplemente que somos “nacidos de nuevo”. He aquí algunos de los requisitos principales.

1. Perseverancia

«28Pero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas. 29Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo

asignó a mí, 30para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel».

Lucas 22.28–30

Muchas personas empezaron siendo discípulos de Jesús, pero sólo doce personas siguieron con Él, firmes hasta el fin, y solamente ellos fueron considerados dignos de reinar con Él sobre Israel.

«11Si morimos con Él, también viviremos con Él; 12siperseveramos, también reinaremos con Él . . .». 2 Timoteo

2.11–12a, Biblia de las Américas

Si hemos de ser partícipes de la exaltación de Cristo, debe-mos primero ser partícipes de su muerte, y luego man-tenernos firmes hasta el fin, habiendo pasado por muchas pruebas.

Preparándonos Para

Reinar

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Derek Prince

2. Humildad y Mansedumbre

«3Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos». Mateo 5.3

«5Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad». Mateo 5.5

Dios no ofrece su reino a los arrogantes o presumidos, sino solamente a los que reconocen que por sí mismos son completamente indignos de tal honor. Ana, la madre de Samuel, declaró en su cántico de victoria:

«8El [Dios] levanta del polvo al pobre, y del muladar exalta al menesteroso, Para hacerle sentarse con príncipes y heredar un sitio de honor». 1 Samuel 2.8

Mil años después, la virgen María, en un cántico de victoria más grandioso, proclamó la misma verdad:

«52Quitó de los tronos a los poderosos, y exaltó a los humildes». Lucas 1.52

3. Pureza

«14. . . Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio,

celoso de buenas obras”. Tito 2.14

El pueblo que Cristo reconoce como Suyo es aquel a quien ha redimido de toda iniquidad y purificado para Sí.No obstante, este proceso de purificación tiene dos aspec-tos: uno divino y otro humano. En 1 Juan 3.3, el apóstol habla de nuestra esperanza de ser transformados a la imagen de Cristo en Su venida, pero luego añade: «3Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro». Cristo sólo purificará a aquellos que estén dispuestos a purificarse a sí mismos. Además, Dios tiene un solo modelo de pureza: “así como Él es puro”.

1 Pedro 1.22 nos dice cómo podemos purificar nuestra alma: «22por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu», lo cual da como fruto “el amor fraternal no fingido”. El alma puri-ficada es un alma llena de amor.

4. Amor de la VerdadSatanás se valió del engaño para tentar a Adán y Eva a rebelarse contra Dios, y desde aquel momento, ésta ha sido su arma principal contra la humanidad. Apocalipsis 12.9 se refiere a Satanás como «la serpiente antigua...el cual engaña al mundo entero».

En 2 Tesalonicenses 2.9-11, Pablo advierte que esta táctica satánica tendrá su máxima expresión en el anticristo, quien engañará con señales y prodigios mentirosos a todos

aquellos que “no recibieron el amor de la verdad”.

Por lo tanto, nuestra única protección es la siguiente: recibir el amor de la verdad. Todos los que se nieguen a recibirlo, no sólo serán engañados por Satanás, sino que Dios mismo les enviará un poderoso engaño.

Amar la verdad no consiste simplemente en acatar ciertos principios religiosos, por “ortodoxos” que estos sean. Tam-poco consiste en leer la Biblia y tener un tiempo devocional todos los días. Implica más bien un compromiso incondi-cional a creer y obedecer la Palabra de Dios, descartando todo tipo de transigencia de los principios bíblicos.

En la época de Jesús, muchos judíos estaban conscientes de que Jesús era el Mesías, pero por temor a las autoridades religiosas, no lo reconocieron como tal, «43porque amaban más el reconocimiento de los hombres que el reconocimiento de Dios» Juan 12.43, Biblia de las Américas. Este es un buen ejemplo de lo que significa transigir y comprometer los principios bíblicos. Todos nosotros debemos preguntarnos: ¿Qué es más importante para mí: la aprobación de Dios . . . o la de los hombres?

En Proverbios 23.23, Salomón da el siguiente consejo: «23Compra la verdad, y no la vendas». La verdad no se con-sigue fácilmente. Para obtenerla, se requiere mucho tiempo de oración y estudio de las Escrituras, seguido de una apli-cación práctica en la vida diaria. La búsqueda de la verdad tiene que ser prioritaria frente a las múltiples formas de entretenimiento barato que ofrece nuestra cultura secular. Es un compromiso de por vida.

También se nos advierte no vender la verdad. Podemos ser tentados a adquirir la popularidad a expensas de la verdad al dejar de lado los “dichos difíciles” de Jesús y presen-tar un evangelio que no exige ningún sacrificio, sino que promete una vida fácil. Sin embargo, esto contradice la ad-vertencia de Jesús: «14Estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan». Mateo 7.14

Si su deseo sincero es ser partícipe del reino de Cristo, permítame sugerirle que lea varias veces con detenimiento las escrituras que he citado en esta carta, y que medite acerca de cómo cada una de ellas se aplica a su propia vida. Si el Espíritu Santo le muestra áreas en las que usted falla, pídale ayuda para hacer los cambios necesarios. De esta manera su futuro será de crecimiento y satisfacción per-sonal. ▪



ESPECIAL


La fe esun acto deOBEDIENCIA

La fe es un acto de obediencia


Mucho se ha hablado acerca de la fe; es uno de los temas más populares dentro de la iglesia. Puede ser por aquello que dice la Biblia en Hebreos 11.6: «6…pero sin fe es imposible agradar a Dios». Esto quiere decir que el propósito principal de la fe no es suplir las necesidades, y el Señor desea satis-facerlas, sino que es imprescindible para agradarle a Él.

La fe está relacionada con la actitud de creer, sin embargo no es suficiente. Hay muchos que tienen una creencia, han puesto su fe en algo o en alguien que consideran que es la verdad, pero lo cierto es que solo hay una: Jesucristo. Es decir, no basta tener fe, sino que es importante en que esta puesta la misma.

Hay muchos aspectos de la fe a considerar como por ejem-plo vivir por ella significa pensar como Dios piensa porque se necesita Su mentalidad que es la que produce una forma de hablar, de actuar y de caminar diferente porque la fe llega a ser entonces una ofrenda, una peregrinación, pero sobre todo, una decisión. Es decir, es una acción no sola-mente una intención.

Muchos tienen su fe puesta en Dios y en Sus promesas: la piensan, la sienten y hasta las confiesan, pero les falta algo más: ponerle acción. Es en este punto, donde el creyente deja de agradar al Señor porque se queda corto, aunque comienzan bien confesándola, no van más allá, no pasan al otro nivel, el de la obediencia.

La fe se compone de dos factores: oír y hacer; es decir, para que la obediencia sea completa, hay que oír para hacer. El vocablo original del cual se traduce fe en Hebreos 11.6, es pistis que quiere decir convicción, confianza, fe y viene de la raíz peídso que significa convencer mediante argumento verdadero, pensar, confiar, fe y obediencia. Entonces en el idioma original ese versículo también se puede leer así: «6…pero sin obediencia es imposible agradar a Dios».

La pregunta a hacerse sería la siguiente: ¿Cuánto de lo que se ha escuchado de parte de Dios se ha hecho, se ha puesto en práctica?

Después de los cuatro evangelios en la Biblia, le sigue el libro de los Hecho; llamado así porque narra los hechos de los apóstoles, o sea, es un registro de las cosas que ellos comenzaron a hacer después que Cristo ascendió. Ellos no solo escucharon, ni fueron tan solo testigos, sino que pusie-ron por obra lo aprendido. ¡Eso fueron sus hechos!

La fe es también acción, o sea, hechos que anuncian lo que se ha creído. Es por tal razón que el Espíritu Santo impulsó al apóstol Santiago a exhortar a los creyentes: «22Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos» (Santiago 1.22). Aquel que dice haber creído, pero no le puso acción a dicha creencia, no es un hacedor; tan solo tienen un deseo o mantiene una esperan-za de que Dios vaya a hacer algo a su favor. La fe sin acción

...no basta tener fe, sino que esimportante en que esta puesta la

misma... Hay muchos que tienen una creencia, han puesto su fe en algo o en

alguien que consideran que es laverdad, pero lo cierto es que solo

hay una: Jesucristo.

PastorCarlos Valenzuela

es engaño a sí mismo y nunca va a producir resultado alguno.

Entendiendo esto, Santiago añadió a lo anterior, el siguien-te versículo: «17Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma» (Santiago 2.17). El término griego para muerte es nekros, el mismo del cual se deriva nekrofilia, se refiere a algo muerto, estéril. ¿Cuál es el fruto que está produciendo la fe en el creyente? Debería ser fruto vida, de agradeci-miento, de esperanza, de confianza en Dios y Sus prome-sas, de una fe que produce resultados.

La Biblia relata varios casos donde Dios siempre esperó que le pusieran una acción a Sus palabras o promesas para activarlas porque no existe tal cosa como una fe genuina sin obediencia completa a Su Palabra.

Dios abrió con Su poder el Mar Rojo, pero primero el pue-blo tuvo que caminar hasta llegar al mar, y una vez allí, alguien tuvo que levantar la vara que tenía en la mano para que se abrieran las aguas.

Dios hizo descender fuego cuando Elías se lo pidió, pero él primero tuvo que arreglar el altar, limpiarlo y prepararlo, sin ninguna ayuda celestial.

Nahaam, un general de ejército, fue sanado de lepra, pero primero tuvo que sumergirse siete veces en las aguas de un río que estaban sucias.

Por supuesto, que Dios no iba a permitir que Goliat ven-ciera a Su pueblo, pero hacía falta que alguien aceptara el reto y peleara con él aquí en la tierra.

El Señor quiere bendecir a Su pueblo, proveer todo aquello que le haga falta, Él quiere también hacer proezas, por me-dio de ellos, que testifiquen de Su gran poder y majestad. Pero antes, ese pueblo, se tiene que levantar, demostrando no tan solo que conocen el Dios en que han creído y en el cual han depositado su confianza, sino que además, le obe-decen poniendo por obra Sus Palabras haciendo “grandes hechos” que produzcan resultados porque provienen de la obediencia, que es lo que realmente agrada a Dios. ▪

Dios no iba apermitir queGoliat venciera a Su pueblo, pero hacía falta que alguien aceptara el reto y peleara con él aquí en la tierra

ESPECIAL


«23Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderosadoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque

también el Padre tales adoradores busca que le adoren». Juan 4.23

Es increíble, ¿no le parece? El Dios Todopoderoso, quien tiene a su disposición todos los recursos del universo entero, busca a personas que lo adoren, ¡personas como no-sotros, que venimos de una raza de pecadores! ¿Qué será lo que motiva a Dios? ¿Tendrá Él alguna necesidad profunda de ser aceptado y halagado? ¡Claro que no!

No. Su corazón de Padre anhela revelarse en toda su gloria a quienes ha creado. Esta es la bendición más grande que él tiene para ofrecer.

La revelación de Dios viene antes que nada mediante Su preciosa palabra, la Biblia. Jesús dijo: «23El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él». Juan 14.23. Al recibir y obedecer la Palabra de Dios, tanto Dios el Padre como Dios el Hijo vienen a morar en nuestro corazón.

Libres Para Adorar (Parte I)

ESPECIAL


Derek Prince

Libres Para Adorar (Parte I)Esto a su vez nos lleva a adorar al Dios que hemos recibido. Mientras mejor conocemos a Dios mediante Su Palabra, más deseamos adorarlo. Podemos determinar el lugar que ocupa la Palabra de Dios en nuestra vida por la intensidad de nuestro deseo de adorarle.

Antes que nada, debemos darnos cuenta de que la adora-ción no consiste en cantar himnos o coros, ni en escuchar cantar a un coro, ni aun en orar, aunque todas estas activi-dades son válidas. Estas cosas pueden, o más bien deben, llevarnos a la adoración.

Aun más importante es el hecho de que la adoración no es una forma de entretenimiento espiritual. En la adoración, no centramos la atención en nosotros mismos, ni en nuestras experiencias, sino en Dios. La adoración es co-munión directa, personal e íntima con nuestro Creador. La adoración es la actividad más sublime que puede realizar el espíritu humano. Sin embargo, va más allá del espíritu; involucra toda la personalidad del ser humano.

También es un error pensar en la adoración como algo que sólo hacemos en medio de la congregación o en público. La adoración debería ser la parte más importante de nuestra vida devocional. De hecho, el significado original de la palabra "devoción" es "un acto de adoración". Si solamente adoramos a Dios en público o en medio de la congregación, nuestra adoración siempre será un tanto artificial. Será simplemente un “acto” religioso que asumimos ante los demás.

Por otra parte, la adoración unida de una congregación puede llevar a cada persona a un conocimiento más eleva-do y profundo de Dios y de Su majestad que no se podría lograr en el tiempo de devoción a solas.

Desafortunadamente, a través de los siglos, el concepto cristiano de lo que es la adoración se ha apartado del mo-delo que presentan las Escrituras, poniéndolo por debajo de éste. He estudiado todas las palabras que la Biblia usa con más frecuencia para hablar de la adoración, y he lle-gado a una conclusión emocionante y revolucionaria: cada palabra que se usa al hablar de la adoración, tanto en el An-tiguo como en el Nuevo Testamento, describe una postura del cuerpo. Para dar algunos ejemplos, empezaremos por la cabeza e iremos en orden descendente.

Uno de los principales actos de adoración es el inclinar la cabeza. Cuando el siervo de Abraham, quien estaba bus-cando una esposa para el hijo de su amo, se dio cuenta de que Dios lo había dirigido a la familia del hermano de Abraham, «26El mayordomo entonces inclinó la cabeza y se quedó de pie unos momentos adorando a Jehová». Génesis 24.26, La Biblia Al Día.

De nuevo, cuando Moisés y Aarón dijeron a los ancianos deIsrael en Egipto que el Señor había prometido librarlos de su servidumbre, reaccionaron de la misma manera: «31in-clinaron las cabezas y lo adoraron». Éxodo 4.31, Biblia al Día.

Nuestras manos también juegan un papel importante en nuestra adoración. El Salmo 63.4 nos habla de cómo res-pondió David ante la misericordia de Dios, y dice: «4Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos». En el Salmo 141.2, David describe un acto de adoración parecido: «2Sea puesta mi oración delante de ti como incienso, el alzar de mis manos como la ofrenda de la tarde»,Biblia de las Américas.

En el Salmo 143.6, David expresa su anhelo de Dios de manera diferente con sus manos: «6A ti extiendo mis manos; mi alma te anhela como la tierra sedienta», Biblia de las Améri-cas.

Al alzar las manos, reconocemos la majestad de Dios. Al extender las manos, manifestamos nuestro deseo de recibir de Dios.

Quizás la obra de arte más conocida que representa el acto de orar es el cuadro llamado “Las manos que oran” de Albrecht Durer. Podría decirse que es más un cuadro de suplicación que de adoración; sin embargo, tiene gran sig-nificado el hecho de que Durer no enfoca los labios, ni aun el rostro del que ora, sino más bien las manos.

El Salmo 47.1-2 habla de otra manera en que podemos usar las manos al adorar a Dios:

«1¡Vengan todos, y den palmadas de júbilo! ¡Griten triunfantes alabanzas al Señor! 2Porque el Señor, el Dios que está sobre todos los dioses, es majestuoso e indescriptiblemente temible; es el gran

Rey de toda la tierra», Biblia al Día

Al batir las manos, reconocemos la majestad de nuestro gran Rey. Cuando además de esto damos gritos de triunfo, proclamamos su victoria total. De vez en cuando he estado en un culto donde los presentes respondieron a algo que se hizo o se dijo dando palmas, y a veces hasta dando un grito. Es probable que algunos de los que respondieron de esta manera no se daban cuenta de que era un acto de adoración bíblico.

Permítame agregar que el gritar no significa cantar en voz alta. Significa gritar, es decir, usar los pulmones al máximo de su capacidad.

Cuando Salomón estaba dedicando el templo que había construido para el Señor, extendió las manos, pero también fue más allá: se arrodilló (2 Crónicas 6.12–13). Esta forma de adoración representa sumisión total al Señor.


ESPECIAL


En Efesios 3.15, Pablo manifiesta que él también se acercaba al Señor arrodillándose: «15Doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo».

Al final, todo el universo realizará este acto de sumisión al Creador. En Isaías 45.23, el Señor declara: «23Por mí mismo hice juramento . . . que a mí se doblará toda rodilla. . . .». En Filipenses 2.10, Pablo manifiesta que este acto de sumisión será hecho específicamente ante Jesús, como gobernante designado por Dios: «10. . . para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla. . . .».

Hay otro acto de adoración que involucra todo el cuerpo, y que se menciona en la Biblia con mayor frecuencia que cualquier otro. Es el postrarse ante Dios. Cuando nos pos-tramos de esta manera, reconocemos nuestra dependencia total de Dios. De esta manera renunciamos al deseo de ser independientes de Dios, el cual inspiró la desobediencia original de Adán y Eva, y que es una característica de la naturaleza caída de cada uno de sus descendientes.

En algún momento, la mayoría de los grandes hombres de Dios en la Biblia se postraron en tierra ante Dios. En Génesis 17, vemos que Abraham se postró sobre su rostro ante el Señor dos veces (versículos 3 y 17).

Cuando el Señor se le apareció a Josué como el Príncipe del ejército de Jehová, estando él cerca de Jericó, Josué se postró sobre su rostro en tierra. Además de esto, se le ordenó quitarse el calzado de sus pies (Josué 5.13–15). Tanto el postrarse en tierra como el quitarse el calzado eran actos que expresaban adoración. Fue mientras adoraba al Señor de esta manera que Josué recibió de Dios las instrucciones acerca de para tomar a Jericó.

Sin embargo, según las normas hoy día, el acto de adora-ción menos convencional se menciona en 2 Samuel 6.12–14. Al lograr llevar el arca de Dios a Jerusalén, David danzó con toda su fuerza delante de Jehová. Ya que David era un hombre fuerte y valiente, la frase "con toda su fuerza" da a entender que danzaba de una manera sumamente vigorosa y enérgica, usando cada parte de su cuerpo. Esta fue la manera más apropiada de expresar su regocijo y su grati-tud hacia Dios.

El capítulo concluye con una advertencia dirigida a cual-quiera que pudiera mirar con malos ojos dicha expresión de adoración de manera tan vigorosa. Mical, la esposa de David, lo criticó por haber danzado, y como resultado, le fue quitado el privilegio de dar a luz hijos. Una actitud car-nal de crítica puede conducir a la esterilidad espiritual.Dije anteriormente que en sí, el canto no constituye un acto de adoración, pero es necesario explicar esto un poco más. En algunos casos, el cantar puede llevarnos de manera imperceptible a adorar. Por otra parte, el dar palmas o

danzar puede ser una expresión tanto de alabanza como de adoración. El lenguaje humano no tiene la suficiente sen-sibilidad como para establecer los límites entre diferentes formas de alabanza y adoración.

¿Por qué usar el cuerpo?

Pudiéramos preguntar por qué el cuerpo juega un papel tan importante en la adoración. Después de todo, Jesús dijo que debíamos adorar en espíritu y en verdad (Juan 4.24). La respuesta está en entender cómo los tres elementos de la personalidad humana, el espíritu, el alma y el cuerpo, se relacionan entre sí. (Véase 1 Tesalonicenses 5.23)

El espíritu es la parte de nuestra personalidad con la cual podemos entrar en contacto directo con Dios. (Véase 1 Corintios 6.17) Sin embargo, para expresarse, el espíritu necesita la ayuda del alma, la parte a través de la cual opera la voluntad, y que por ende toma decisiones por la persona. A su vez, el alma pone en marcha el cuerpo.

Esto lo vemos ilustrado en las palabras de David en el Salmo 103.1: «1Bendice, alma mía, a Jehová. . . .». El espíritu de David fue movido a bendecir al Señor, e instó a su alma a tomar la decisión debida. A su vez, su alma tuvo que poner en marcha su cuerpo, especialmente sus cuerdas vocales, para que expresaran la bendición que su espíritu anhelaba ofrecer.

Visto desde este punto de vista, la adoración es una ac-tividad en la que el espíritu obra a través del alma para producir en el cuerpo las acciones debidas. Si el alma y el cuerpo no responden ante el impulso del espíritu, el cuerpo se convierte en una prisión en la que el espíritu queda re-primido, sin poder expresarse. Hay multitudes de perso-nas en la iglesia contemporánea que se encuentran en esta condición su espíritu se halla aprisionado en un cuerpo que no les permite expresarse libremente. Su actividad física en la iglesia se limita a unos cuantos movimientos rutinarios: entran, se sientan, se ponen de pie, vuelven a sentarse, vuelven a ponerse de pie y luego salen. Como resultado, apenas participan en la actividad más sublime de la cual su espíritu es capaz: la adoración libre y espontánea al Crea-dor.

Sin embargo, también existe el error contrario: puede ser que el alma y el cuerpo realicen actos de adoración de for-ma rutinaria sin que el espíritu motive ni inspire estos mo-vimientos. El resultado es una simple actividad religiosa, y no adoración verdadera. El patrón bíblico de adoración exige la interacción armoniosa de las tres partes de nuestro ser: espíritu, alma y cuerpo, y el espíritu tiene que ser el que toma la iniciativa. Esta armonía de todas nuestras fa-cultades es lo que constituye la verdadera libertad.

Libres Para Adorar (Parte I)


Un espíritu de rigidez

Hace poco tuve una experiencia que, en mi opinión, sirve de ejemplo para lo que acabo de decir. Me encontraba con un grupo de cristianos, y estábamos esperando en el Señor en oración. De repente, mediante un acto ajeno a mi volun-tad, mis manos se levantaron y por un momento mi cuerpo se estremeció convulsivamente. Sentí vergüenza, y me pre-gunté qué podrían pensar las demás personas. Luego me hice la siguiente pregunta: ¿Qué es más importante, lo que piensan los demás, o lo que Dios quiere hacer por mí? De-cidí someterme sin reservas a lo que Dios estaba haciendo. En realidad, la mayoría de los presentes estaban demasiado absortos en la presencia de Dios para darse cuenta de lo que me pasaba.

Los espasmos duraron unos cuantos minutos, luego me relajé y mi cuerpo quedó laxo. Dios me mostró que había sido liberado de un espíritu de "rigidez" (algo que nunca había oído mencionar). También me mostró el momento y la manera en que ese espíritu había entrado en mí. Nací en la India en 1915, una época en que los servicios médicos eran bastante rudimentarios. El doctor que me atendió no tardó en darse cuenta de que yo tenía una pierna más corta que la otra. Su recomendación fue que me acostaran boca arriba con una pierna entablillada por varios meses. Desde ese momento, hubo ciertos movimientos normales que nunca pude realizar. Sin embargo, desde que fui liberado, he experimentado una nueva libertad de movimiento.Me da bastante a pensar el hecho de que un espíritu de rigidez pudiera impedir que gozara de una plena libertad de movimiento por setenta y nueve años, a pesar de las muchas bendiciones físicas y espirituales que he disfrutado a través de los años.

Me parece que a través de los siglos, algo parecido le ha a la Iglesia cristiana. Un espíritu de “rigidez” se ha infiltrado en una gran parte de ella, impidiendo que los creyentes experimenten la libertad y el regocijo que Dios desea que disfrute Su pueblo al adorarlo. Como resultado, muchas veces nuestra manera de adorar difiere muchísimo de los patrones que presenta tan claramente la Biblia.

¿Qué se puede hacer para remediar esto? Primeramente, debemos regresar al modelo que presentan las Escrituras y darnos cuenta de la amplia gama de actividades que son apropiadas en la adoración a Dios. Luego debemos disci-plinar nuestra alma para que ésta responda al impulso que le da nuestro espíritu y libere nuestro cuerpo para llevar a cabo las acciones apropiadas. En muchos casos, llegar a esto puede requerir algún tipo de liberación espiritual.Si este mensaje se aplica a su vida, no cometa el error que yo estuve a punto de cometer. ¡No permita que la vergüen-za y la timidez le impida perseverar en el Señor hasta recibir todo lo que Él tiene para usted! ▪

¡No permita que la vergüenza y la timidez le impida perseverar en el Señor hastarecibir todo lo que Él tiene para usted!

aprendiendoa motivarme

LIDERAZGO


Dios te dio la vida para triunfar. Esto significa vivir ple-namente y realizarse en todo el sentido de la palabra. Para esto tienes que vivir motivado. Los que triunfan son personas motivadas mientras que los que no se realizan y fracasan como seres humanos, viven desanimados.

La motivación consiste en un sentirse impulsado y ani-mado por una idea fuerte que afecta la mente y el corazón. Es una idea capaz de mover todo el ser. La persona moti-vada activa sus potencialidades; está despierta, avivada, se mueve y es capaz de vivir mejor sus momentos presentes.

A continuación, quiero enseñarte tres pasos para vivir motivado.

1. Fijarme una meta

Una meta es un objetivo conocido hacia el que se dirigen acciones que tienen el propósito de alcanzar dicho fin.

Jesús siempre estuvo motivado. El amor y la obediencia a su Padre, la salvación de todos nosotros, el establecimiento de su Reino y el vencer el mal lo mantuvieron siempre motivado. Aún cuando Pedro le aconsejó que no fuera a Jerusalén a morir, dice la Biblia que «51…afirmó su rostro para ir a Jerusalén». Lucas 9.51

Salomón dijo: «18Donde no hay visión, el pueblo se desenfrena, pero bienaventurado es el que guarda la ley». Proverbios 29.18

Si no sabemos lo que queremos lograr entonces terminare-mos desenfrenados. Tomás Edison, para descubrir cómo hacer que la luz brillara en una bombilla, falló más de mil veces en los intentos, hasta que lo consiguió; él mismo dijo: "Yo no fracasé 1000 veces, el foco fue un invento que me tomó 1001 pasos".

2. Hablar fe

Cuando digo hablar fe, me refiero a hablar lo que ya está escrito, porque la única manera de tener la verdadera fe es a través de la Palabra de Dios. El Apóstol Pablo dijo: «17Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios». Romanos 10.17

Aprendiendo A Motivarme


PastorRene Betancourt

"Yo no fracasé 1000 veces, el foco fue uninvento que me tomó1001 pasos".

-Tomás Edison

Dios a través del Apóstol Pedro nos ordena que debemos hablar de acuerdo a lo que está escrito en la Biblia:

«11Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; sialguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para

que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos, Amén».

1 Pedro 4.11

También Pablo nos enseña que de acuerdo a lo que creemos es lo que hablamos. «13Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos». 2 Corintios 4.13

Lo que pensamos y hacemos debe ser el resultado de la fe, de nuestra firme confianza en el Señor y en Sus prome-sas. Por eso es importante que nuestra fe esté puesta en Dios. Jesucristo es relación, y es un Dios vivo: ¡Él no nos va a fallar! Fallar es contrario a Su naturaleza, puesto que dicha naturaleza es la fidelidad. Y así como un manzano no puede dar peras o naranjas, porque sería contrario a su especie, del mismo modo, Él no puede fallar porque es contrario a su naturaleza.

Martín Luther King dijo: "La grandeza de un hombre no se debe medir en los momentos de éxito, sino en los momen-tos de lucha, de adversidad y conflictos, porque son esos los momentos en que mostramos nuestra fe en Dios".

El justo por su fe vivirá. Por lo tanto, la mayor preocupa-ción de todo aquel que ha nacido de nuevo es buscar la manera de permanecer en la fe. No una fe de ocasión ni una fe fingida, sino la fe real, aquella que produce resultados. Esa es por oír la palabra, y si la afirmamos sobre nuestros labios y la confesamos en toda situación, podremos vivir, de día en día, siendo más que vencedores. ¡No confieses las circunstancias a manera de queja; confiesa la Palabra de Dios sobre todas ellas y tu fe será afirmada y fortalecida! El Apóstol Juan dijo: «4Esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe». 1 Juan 5.4 3. Alimentar los pensamientos de fe

Todos tenemos inteligencia y capacidades, nacemos con ellas; pero la calidad de nuestros pensamientos es la clave que va a determinar qué hacemos con la inteligencia y las capacidades, ya que en el carro de la vida nuestros pensa-mientos llegan a ser el volante.

Henry Ford dijo: "Pensar es el trabajo más difícil que existe. Quizá esa sea la razón por la que haya tan pocas personas que lo practiquen".

Todos necesitamos el hábito de alimentar los pensamien-

"La grandeza de un hombre no se debemedir en losmomentos de éxito,sino en losmomentos delucha, de adversidady conflictos, porque son esos losmomentosen que mostramosnuestra fe en Dios".

-Martín Luther King

LIDERAZGO


tos de fe, ya que la Biblia dice: «7Que por fe andamos no por vista». 2 Corintios 5.7

También dijo Martin Luther King: "Da tu primer paso con fe, no es necesario que veas toda la escalera completa, sólo da tu primer paso".

La Biblia afirma que al nacer de nuevo recibimos la mente de Cristo. «15En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. 16Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Más nosotros tenemos la mente de Cristo». 1 Corintios 2.15-16

Si tenemos la mente de Cristo deberíamos saber entonces ¿Cómo piensa Dios? ¡Nuestro Dios piensa bien! Él, a través del profeta Jeremías nos dice: «11Porque yo sé los pensamien-tos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis». Jeremías 29.11

Se cuenta que un hombre fue a su cita con Dios y Dios le dijo: "Ten cuidado con tus pensamientos; que se volverán palabras. Ten cuidado con tus palabras; que se volverán actos. Ten cuidado con tus actos; que se volverán costum-bres. Ten cuidado con tus costumbres, que será tu carácter. Cuida tu carácter que será tu destino, será tu vida". Es la razón por la cual el sabio Salomón dijo: «7Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él». Proverbios 23.7. En otras palabras, toda conducta es el producto de lo que elegimos pensar.

La manera que podemos estar llenos de pensamientos de fe es cuando llenamos nuestra mente de la Palabra de Dios. Nadie puede llegar a grandes cosas, salvo que tanga grandes pensamientos. ▪

Nadie puedellegar a grandescosas, salvo que tanga grandespensamientos

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Entrevista Con Emmanuel Espinosa: Impacto en Senegal


Nuestro amigo Mauricio Alvarez tuvo la oportunidad de entrevistar al vocalista princi-pal/bajista de la banda ROJO acerca de su reciente experien-cia misionera junto con su esposa, Linda, en Senegal

M: Emmanuel cuéntanos cuál ha sido el impacto del viaje en tu vida y en tu ministerio. El impacto de Senegal.

E: El viaje que tuvimos a Senegal nos impactó en gran manera no solo a mí, no solo a mi esposa, literal-mente a mi familia. Re-gresando de Senegal y ver la realidad en que nosotros

Entrevista conEmmanuel Espinosa

de ROJO:Impacto en Senegal

Mauricio Alvarez

COMUNIDAD/ESTADO/NACIÓN


vivimos…que sinceramente no vivimos con lujos, pero dijimos “Híjole, hay muchas cosas que podemos hacer, que podemos cambiar, que podemos ajustar para hacer una diferencia.” Una, la primera que se nos ocurrió…podemos dar más y no necesitamos preocuparnos por ganar más. Dijimos “Cambiemos nuestro presupuesto.” Y una de las cosas que hicimos fue cambiar de carro. Por ejemplo, tenía-mos un auto que sinceramente era un poco más de lo que necesitábamos. Dijimos “¿Sabes qué? vamos a deshacernos de ese carro para comprar otro y tener más para dar.” Y es cierto, ya no tenemos asientos de piel, esto…y a mí me gusta platicarle a mis amigos que ya no tenemos asientos

de piel, pero no importa, porque mejor…¡En invierno no está tan frio y en verano no está tan caliente!

Pero eso nos hizo pensar que estamos demasiado bendeci-dos. A veces vivimos tan ensimismados, solo pensando en nosotros, que dijimos “Vamos a salirnos de eso y vamos a cambiar eso.” Eso es en lo personal. También en lo ministe-rial, nos re-enfocó totalmente a lo que hacíamos. En vez de estar pensando “¿Cuál es el sueño que sigue?” “¿Qué es lo que ahora voy a hacer?” Nos dimos cuenta de cuál es el sueño de Dios. Cuando preguntas: “¿Cuál es el sueño de Dios?” Debes estar listo a tener la respuesta que su corazón palpita por la gente que no lo conoce. Su corazón se rompe por la gente que no le conoce.

M: ¿Y cómo cambió Senegal tu visión de misiones?

E: Mi visión de misiones cambió porque nosotros es-tábamos un poco enterados de lo que pasaba alrededor del mundo…al estar ahí y verlo, nos hizo ver que el cuerpo de Cristo, que los hispanos podemos hacer una diferen-cia. Cuando andábamos allí en un pueblito pesquero, me di cuenta que se nos acercó gente porque nos veíamos diferente, se acercaban y nos preguntaban que de donde éramos. Y lo primero que me dijeron, cuando les dije que era de México, me empezaron a nombrar telenovelas y de-portistas de mi país. Y yo me quedé impresionado porque estábamos en medio de quien sabe dónde y nos hizo ver que, órale, los hispanos, yo puedo hacer una diferencia. ¡Yo

puedo inspirar a otros y decirles que podemos hacer una diferencia en el mundo!

M: El enfoque sería si ves que tu ministerio musical, como Dios puede usar tu ministerio musical para las misiones.

E: Yo creo que el ministerio que Dios nos ha dado…la poca o mucha influen-cia que podamos tener, queremos usarla para que la gente pueda darse cuenta de lo que está pasando. Yo creo que a veces nosotros llegamos a conciertos, llegamos a la iglesia y llegamos a pedirle a Dios, y llegamos tan enfocados en lo que nos falta, en lo que no tenemos, en lo que carecemos y a veces esas son nuestras oraciones! Yo mismo me sorprendí orando a Dios pues que me bendijera más para tener un ministerio de más influencia…pero un ministerio de más influencia no es nada si no está enfocado en lo que está

saliendo del corazón de Dios. ¿Para qué sirve la influencia, verdad?

M: ¿Para qué sirve la influencia que Dios te da en el minis-terio?

E: Al viajar a Senegal nos dimos cuenta que podemos usar la influencia para inspirar a otros. Sinceramente, yo me había sorprendido orando a Dios pidiéndole más gracia, mas favor para tener más influencia para alcanzar a más personas…¡pero esa influencia era para tener más influen-cia y para tener más influencia! ¿Me entiendes? Me di cuenta que podemos usar esa influencia para inspirar a las personas a darse cuenta de la necesidad que existe en el mundo.

M: ¿Has escuchado los comentarios acerca del video Brilla-

rás? ¿Has escuchado algo? ¿Qué tal?

E: El video Brillarás ha sido una bendición para nosotros. La respuesta que ha habido ha sido increíble. No ha sido como los otros videos que la gente “¡Ay, felicidades, qué bonito video!” o “¡Hey, qué bonita calidad!” o “¡Ay, qué bonito suena la canción!” Sino que es “¡Ey, ese video me tocó!” “Ey, ese video me hizo pensar!” “¡Ey, ese video me movió!” Entonces es un video totalmente diferente que, sinceramente, nunca habíamos hecho un video en esa mag-nitud. Ahora en los conciertos lo que está pasando ha sido que, al cantar Brillarás y al final, las personas se acercan. Y muchos se acercan y dicen “¿Cómo podemos saber más?” “¿Cómo podemos hacer?” Algunos se han acercado y han dicho “Oye, nosotros en la iglesia hemos querido, pero ahora ¿Cómo le podemos hacer?” Ya no lo ven tan lejos. Ya no lo ven tan “Híjole, yo creo que comenzar un proyecto misionero es todo bien difícil.” No, yo les he dicho que

con una pequeña parte que hagas, puedes hacer una gran diferencia. Y eso es algo que el video ha provocado.

M: ¿Y Porque Brillarás Tour?

E: Bueno, Porque Brillarás Tour… Nació el video Brillarás que fue la idea de mi amigo Mauricio hacer todo eso y lue-go viene también la idea retro de mi amigo Mauricio decir “¡Ey, Brillarás Tour!” ¡Boom! Me pegó duro eso y dije “eso es lo que tenemos que hacer!” ¿Por qué? Porque más allá que un video, platicarle al cuerpo de Cristo lo que está pa-sando, lo que Dios está haciendo con nosotros. Simple-mente como un testimonio. Pero, para mi sorpresa, los resultados que un pequeño testimonio de lo que Dios ha hecho y está haciendo con nosotros ha inspirado a muchos a querer hacer una diferencia. Por ejemplo, estábamos en una iglesia y un Pastor me dice “¿Sabes qué? El Señor nos ha puesto en nuestro corazón a mandar cien misioneros de

Entrevista Con Emmanuel Espinosa: Impacto en Senegal


esta iglesia.” Ahorita tienen como doce. Les faltan ochenta y dos. Me dijo: “Gracias por lo que hiciste ahora con la congregación, porque nos está recordando lo que Dios quiere, como late el corazón de Dios, qué es lo que El Señor quiere.”

M: ¿Qué mensaje o que desafío le dejas a los hispanos de los Estados Unidos?

E: Mi desafío para mis hermanos hispanos es este: Tú y yo podemos hacer una diferencia en el mundo. Muchos, muchos por la cultura en que crecimos, por los papás que tuvimos, que ellos tuvieron infancias muy difíciles nos criaron diciendo “inútil.” Nos criaron diciendo “tú no la vas a hacer.” Nos criaron diciendo “tú no eres lo sufici-entemente talentoso.” Pero lo que yo he visto, los hispanos somos un gigante dormido que con el Espíritu Santo nos vamos a despertar y hacer una diferencia en el mundo. Los hispanos son amados en todos los rincones del mundo. Los hispanos pueden hacer una diferencia. ¿Por qué? Porque encendidos de la pasión de Dios, del amor de Dios, pode-mos ir a otros lugares y, con el recibimiento que nos dan, podemos hacer una diferencia. Tu color de piel, el tamaño de tu nariz, los ojos que tienes, el cabello que tienes… ¡todo eso nos hace identificarnos! Más nuestra cultura nos hace identificarnos con muchas naciones. Yo creo que este es el tiempo de los hispanos. ¡Este es el tiempo de la iglesia hispana para hacer una diferencia! ▪



Yo creo que este es el tiempo de

los hispanos. ¡Este es el

tiempo de la iglesia hispana para hacer una

diferencia!


42 Tiempo De Vida Enero - Marzo 2011

Libertad de los padres para dirigir la crianza y educación de sushijos es un derecho fundamental

La corte suprema actual, ha tomado seriamente la decisión de apoyar la enmienda a la constitución con res-pecto al tema de la patria potestad, por el contrario, el gobierno norteame-ricano está considerando adoptar la convención sobre los derechos del niño, aprobada por la asamblea general de la ONU. En este documento se excluyen

diez principios importantes, de los cuales, seis se refieren a que el infante debe, siempre que sea posible, crecer bajo el cuidado y responsabilidad de sus padres.

Es realmente preocupante el hecho que con la aprobación de los artículos expuestos en esta convención, se le otorga al niño no sólo derechos en el campo judicial y administra-tivo, sino también la facultad de expresar su desacuerdo con las reglas de disciplinas que sus padres le den.

De la misma manera, los padres no tendrían el derecho de cuestionar a las autoridades escolares, qué le están ense-ñando a sus hijos en las clases de educación sexual. Es decir, el que un padre le pidiera al maestro que le informa-ra acerca de lo que enseña en relación a la homosexualidad, podría ser considerado una violación de la convención.

Los padres tendrían serios problemas para impedirles a sus hijos adolescentes o jóvenes que quieren cambiarse a una secta religiosa o incluso a un culto satánico y a medida que vaya teniendo conciencia de este "derecho", se les creará mayor dificultad a los padres que quieran tratar de con-vencer a los hijos de que acepten las creencias religiosas de sus propias familias.

El derecho del niño a la libertad de asociarse y de tener reu-niones pacíficas, harían muy difícil a los padres intervenir en las asociaciones de sus hijos, si los padres creen que las personas de dichas asociaciones ejercen malas influencias en ellos, no podrían impedir que sus hijos participen en reuniones inapropiadas o aún dañinas.

La protección a los derechos del niño a no tener interfe-rencia ni arbitrariedad en su privacidad, permitiría al niño oponerse a la presencia de sus padres en alguna actividad que él considere que es privada, incluyendo ciertos "servi-cios" médicos, como la "planificación familiar" o la "salud reproductiva". Ciertas organizaciones que promueven estos mal llamados "servicios" les suministran píldoras anticon-ceptivas a las niñas sin el conocimiento de sus padres.

Otro artículo, encomienda a la prensa la responsabilidad de proporcionar a los niños información y material "social, espiritual y moral" para la consecución de la salud física y mental. Mucho de este material, producido por la prensa es

de dudoso contenido moral y por consiguiente, no debe ser permitido por los padres. Sin embargo, les impediría a los padres prohibírselo a sus hijos.

Esta aprobación sería una verdadera amenaza para la inte-gridad moral de los niños y para los derechos de los padres y tiene un potencial muy dañino y destructor para la fa-milia, siendo esta el principal baluarte que los enemigos de la vida quieren destruir.

La única solución para proteger la patria potestad en la corte suprema es la de establecer, de manera explícita y dentro de la constitución, los derechos que hayan sido honrados con el paso del tiempo, tal y como fue reconocido durante setenta años.

No se puede esperar que nuestros derechos sean formal-mente destruidos. Se debe actuar ahora para detener la ley internacional y proteger los dos principios claves: 1) A los padres que sean aptos se les debe permitir el estar al cargo de la crianza de sus hijos, 2) Los legisladores de los Estados Unidos, no los tribunales internacionales, son los que deben dar forma a la política pública concerniente a las familias y los hijos en los Estados Unidos.

A partir del 5 de mayo del 2011, el senado de la Florida apoyó la resolución estatal para la restauración de los valores familiares, convirtiéndose así en el tercer estado en aprobar la convocatoria a la enmienda relacionada a la patria potestad. ▪

Libertad de los padres para dirigir la crianza y educación de sus hijos es un derecho fundamental


Nathalie Ferrera

MUJER


La Mujer Como UnPilar FundamentalEn La Familia

La Mujer Como Pilar Fundamental En La Familia


No importa de dónde haya venido o cual haya sido su pasado: la mujer fue creada para desarrollar una familia. Desde el principio mismo, el concepto familiar ha sido el centro de la creación de Dios.

Cuando las prioridades de la mujer no están en orden, su existencia se encuentra

en un total desorden. En esos momentos, ella no sabe que como mujer tiene un gran propósito. Ese entendimiento solo le llega por medio de la decisión de entregarle su vida a Jesús por completo permitiéndole que sea el piloto que la dirige. Es entonces que Él empieza a sanarle las heridas del pasado y a restituirle todo aquello que el enemigo había querido robarle; pero sobre todo, le devuelve la identidad para restaurarle totalmente, inclu-yendo su matrimonio y familia.

Una vez que el Padre Celestial la afirma en la condición de Su hija, ella puede alinear sus prioridades que son: pri-mero, es hacer Su perfecta voluntad; segundo, el esposo y por último, aunque no menos importantes, los hijos. No se puede cumplir con el llamado de Dios, a menos, que las distintas áreas de la vida familiar, ocupen el lugar correcto.

Él la lleva a una casa apostólica donde pueda ser entrenada y recibir las herramientas necesarias para poder cumplir su propósito en las diferentes áreas de su vida. Es allí donde aprende a buscarle a diario para permitirle que explote el potencial que hay dentro de ella: toda mujer tiene que de-sarrollarlo para que su familia alcance a su vez, su propio propósito. Tiene que desatar lo que el Creador puso dentro de ellas: primero, como hijas de Dios y luego, como esposas y madres para llegar a ser una mujer virtuosa.

¡Mujer virtuosa! Esta es la palabra hebrea kjáil que significa fuerza, capacidad y poder. Este término se utilizaba para referirse al hombre de guerra en la Biblia. Un hombre kjáil era uno valiente y de gran fortaleza. Este concepto muestra una descripción extraordinaria de lo que es una mujer de Dios: ¡Ella es una guerrera!, ¡Es una intercesora!, ¡Es una mujer poderosa! Está destinada por el Padre para estable-cer Su voluntad en la tierra, empezando por todo aquello que se refiere a los suyos. La mujer virtuosa es confiable en las cosas más importantes en la vida: su hogar y familia.

Para que la mujer pueda realizarse en el rol de esposa y como ayuda idónea, Dios la pone junto a un hombre. Es entonces que debe practicar la intercesión por su esposo. Debe interceder por su vida, por su negocio o trabajo y por su llamado. Tiene que apoyarlo, cubrirlo, rodearlo ha-ciendo vallado alrededor suyo. Además, tiene que levan-tarle los brazos en oración. Debe estar a su lado cuando él más le necesite. Todo esto, para permitirle así, desenvol-verse en el sacerdocio que a él le corresponde.

La mujer también tiene un papel importantísimo como madre para cumplir un propósito especifico que muy pocas han entendido. Como tal, debe guiar a los hijos dirigién-dolos a la Palabra de Dios e instruyéndoles en Sus caminos para que nunca se aparten de ellos. Debe además conver-tirse no solo en la madre que suple todas sus necesidades, sino también en la amiga en la cual ellos puedan confiar y buscar ayuda. No basta con traerlos al mundo, cuidarlos, darles de comer o vestirlos, es imprescindible darles amor.

Primero, hay que poner las prioridades en orden, luego hay que asumir el reto para el cual ha sido preparada: el diseño original para el cual fue creada; contando siempre con la ayuda de Dios para entonces poder llevar a cabo a plenitud los distintos roles que le corresponden a la mujer. ▪

Adela Ramírez

ESPECIAL


«17Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como esta escrito: Mas el justo por la fe vivirá».

Romanos 1.17

La frase que en español se lee, “por fe y para fe”, en el original se refiere a ir “de un grado de fe a otro grado de fe” o “de una dimensión de fe a otra dimensión de fe”. Esto indica que el movimiento no se inicia en el punto de partida o en el principio, sino que arranca desde un lugar ya avanzado. En otras palabras, es un movimiento que nos lleva de un nivel

de fe a otro grado mayor de fe. La clave para avanzar es la revelación o conocimiento revelado de Dios. Por eso, la fe y el conocimiento siempre trabajan juntos. De manera que, cuando persona no tiene conocimiento revelado no puede moverse al próximo nivel de fe. En cambio, cuando la revelación está presente, hay fe, y ésta nos impulsa a una nueva dimensión.

Donde el conocimiento revelado cesa, ahí cesa su fe; se de-sacelera y entra en un ámbito de lo natural. Usted no puede creer algo que no conoce. Esto quiere decir que no pode-mos dejar que la fe tiene que estar en constante movimien-to; por eso vamos de fe en fe. Lo mismo sucede con la glo-ria; vamos de gloria en gloria. No podemos estancarnos. La vida cristiana nunca fue diseñada para estancarse un lugar o nivel, siempre será más brillante.

En el testimonio de una hermana de la Iglesia El Rey Jesús, de Orlando, Florida, podemos ver cómo Dios nos lleva a creer primero en algo y eso impulsa nuestra fe para creer para mayores bendiciones.

Esta mujer llevaba 8 meses congregándose en al iglesia cuando fue tocada por el poder de Dios. Para ese entonces le habían diagnosticado cáncer en el útero por lo que ex-tirpárselo. Una amiga le dijo que aprovechara que yo iba a estar en Orlando para que orara por ella y la mujer aceptó.

Por Fe Y Para Fe

Por Fe Y Para Fe


ApóstolGuillermo Maldonado

Yo no la vi, pero Dios si sabía que ella estaba allí. El do-mingo mientras ministraba, dice ella en su testimonio que pasé por su lado y dije, “Por este lado el Señor ya sanó”, y ella creyó. Sin embargo, la mujer no solamente sufría de esa enfermedad sino que también tenía hiperplasia adrenal congénita (una dolencia que impide que los riñones traba-jen bien), y apnea de sueño, por lo que se quedaba dor-mida en cualquier lugar. Todo esto había dado lugar a que tuviera problemas en su matrimonio. Pero el proceso por el cual el Señor quería llevarla para ejercitar su fe no terminó allí. Varios domingos después, a través de la pantalla sateli-tal, llamé a las personas que estaban en fornicación, y la mujer reconoció su falta, pues llevaba 15 años conviviendo sin casarse. Esa fue la llave que desató todo, porque apenas se casó, la menstruación que no le bajaba hacia tres años debido al problema uterino, le bajó. Al haberle extirpado el útero, debido al cáncer, ella no podía quedar embarazada. La ciencia le negaba ese privilegio. Pero el Señor se mani-festó grandemente en su vida; tras su matrimonio recibió un milagro creativo y ahora tiene un útero nuevo y cuatro meses de embarazo. Hoy puede manejar sin temor a que-darse dormida y además, está feliz porque recuperó a su esposo y tiene un matrimonio sano que le sirve a al Señor.

Si nuestra fe no se mueve nada sucede. ¿Será posible que estemos estancados en una dimensión de fe? Si, y existen señales claras que nos muestran cuando nuestra fe se ha estancado. Por ejemplo, cuando no sucede nada nuevo en la iglesia, cuando la congregación no crece, cuando no hay señales, prodigios no milagros, cuando la presencia de Dios no está en lo que hacemos. La razón principal es que Dios ya no se manifiesta en la dimensión donde nos quedamos. Él quiere que avancemos a un nivel mayor; pero para que eso ocurra necesitamos revelación, una “jremá” de Dios que abra el camino a una nueva dimensión. Si queremos caminar en el ahora no podemos descartar la revelación de Dios para este tiempo. No podemos caminar en la verdad presente con una revelación de ayer; porque la fe es ahora, siempre en el presente.

«12Aunque vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente». 2 Pedro 1.12

La verdad es presente y la fe es ahora. Si la fe de ayer fuera suficiente entonces la Biblia no nos mandaría a ir “de fe en fe”. Dios quiere hacer algo nuevo y fresco ahora. La fe tiene fecha de expiración. Si no es de ahora no es fe; pero además, la revelación de ayer no sirve para hacer funcionar la de ahora. Por eso encontramos que, lo que antes funcio-naba hoy ya no funciona; por eso Dios nos impulsa a tomar una dimensión y revelación nueva.

Si su vida ha estado estancada, si no se está moviendo, éste es el momento de tomar la decisión de ir con Dios a la otra

No podemoscaminar en laverdad presente con una revelación de ayer; porque la fe es ahora,siempre en elpresente

ESPECIAL


dimensión. Allí hay algo fresco, algo nuevo, hay milagros, sanidades y provisión de todo tipo. Si queremos movernos en esa dimensión tenemos que empezar por entender la fe, la cual nos da acceso a lo sobrenatural de Dios. ▪

JÓVENES


Dios No Tiene Cuenta En La Red Social

Dios No Tiene Cuenta En La Red Social


¿Alguna vez has visto que Jesús, el hijo de Dios, subió unas fotos a la web? ¿Te imaginas a nuestro Dios actualizando su “perfil”? ¿Has escuchado si Jesús “creó un evento” o “compartió un enlace”? Déjame hacerte la última consulta ¿Has visto alguna vez que el creador del Cielo y la tierra comentara en el “muro” de un amigo tuyo?

Cada pregunta tiene una sola respuesta: no

Les consulto esto, porque cada vez es más común encontrar amigos que escriben en sus páginas de redes sociales, ora-ciones, peticiones, intercesiones, agradecimientos dirigidas a nuestro Dios. Me pregunto ¿A alguno Dios les habrá contestado por ese mismo medio? Más de alguno se estará riendo y pensará que estoy exagerando o que quiero hacerle reír un rato. Las siguientes frases son sólo una pequeñita muestra de lo que a diario me encuentro por estas páginas.

• ¡Oh Dios!, agradezco tu fidelidad en todo tiempo, te agra-dezco por enseñarme que debo estar dispuesto a experi-mentar dolor, tristeza, desierto, carencia, malas miradas, hambre, sequía, vituperios, amenazas, tormentas, padres tan crueles, críticas y todo tipo de males para recibir más de tu poder, unción, revelación y profundidad en la palabra. En el Nombre de Jesús amén!!!

• Dios: sé que tú eres Dios y nunca has desamparado a tus hijos, hoy más que nunca te necesito, sé que tú no desam-paras a los que te buscan y te claman, por este medio te lo pido que inclines tu oído. Sí… es de aquí de la tierra que te clama tu siervo, tu ungido, uno de tus hijos predilec-tos. Quiero ver tu mano, te doy esta semana para que me contestes.

• Dios ahhh... Gracias por el almuerzo del día de hoy, estoy tan lleno, que rica hamburguesa. Bendice Señor las manos que las hicieron y bendice a la fuente de provisión, gracias porque me complaces hasta en los detalles más pequeños, para mañana quiero pizza, en tu nombre... ¡Amén!

Con pocos años de existencia, las redes sociales en la inter-net han generado un impacto importante a escala mundial, con estos sitios web, las personas comenzaron a relacionar-se a través de un portal de Internet, a hacer “públicos” sus gustos, opiniones, subir fotos u otros contenidos, explicitar lo que se encuentran haciendo (a veces, minuto a minuto) y

¿Alguna vez has visto

que Jesús, el hijo de Dios,

subió unas fotos a la

web?

Pastor Didhier Osorto

los planes que tienen, de manera que otros se van enteran-do de su vida. Además, con las redes sociales virtuales el círculo social se amplía; los usuarios no sólo interactúan con amigos cercanos, sino que también con amigos de amigos y con personas que no conocen pero con quienes comparten algún interés.

Una de las redes sociales mas populares en todo el mundo tiene millones de usuarios conectados entre sí, pero mucho ojo; necesitas crear una cuenta para disfrutar de sus ser-vicios. Después de crearse una cuenta, el sistema te dirá quiénes de los contactos de tu libreta de correo electrónico tienen ya un perfil en esta red social. Debes seleccionar aquellos que quieras que estén en tu red de amigos. El mismo sistema les enviará un correo electrónico para que confirmen la solicitud de amistad. Puedes localizar tus ami-gos mediante su dirección de correo electrónico, su nombre o su apellido e invitarlos a apuntarse. Una vez que tus amigos te han “aceptado”, tú tendrás acceso a ver su perfil y la información pública que en él haya dispuesto, y ellos podrán hacer lo propio con el tuyo.

Te preguntarás ¿A dónde quiero llegar? Y tal vez no estés listo para escuchar una de las peores noticias de los últimos meses, pero es mi deber decírtelo, aunque sé que dolerá: Dios no tiene ninguna red social. Ooooohhhh nooooo, ¿Cómo así? Pero Él es omnisciente, omnipresente, omnipo-tente. El todo lo sabe, todo lo ve.

Aunque Él sabe todo lo que nos pasa, todo cuanto necesita-mos, inclusive hasta lo que pensamos, Él anhela hablar con nosotros de una forma directa y privada. Génesis 3.9 dice: «9Pero Dios, el Señor llamó al hombre y le dijo: ¿Dónde estás?». En este versículo se nos enseña que fue Dios quien buscó al hombre para restaurar la comunión después del pecado, fue Dios quien tomó la iniciativa de buscar a la humani-dad perdida. Es Dios quien quiere hablar con nosotros, ¡es Él quien quiere que la comunión del paraíso perdido se restablezca hoy!

No necesitas enviarle una “solicitud de amistad” para que te acepte, Él, antes de que tu y yo naciéramos decidió enviar a Jesús, su único hijo, para que Él restableciera la comunión del paraíso. «16Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna». Juan 3.16

Eres acepto y no necesitas una computadora para escribirle, ni tampoco necesitas que Él se “conecte” para que te con-teste. Gracias al sacrificio de Él en la cruz tienes libre acceso, eres hijo de Dios y como tal, Él está ansioso de escuchar tu adoración, tu alabanza, tu clamor, tu súplica.

«11Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros,

JÓVENES


dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, 12para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, 13y vendréis y oraréis a mí,

y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón». Jeremías 29.11-13

Dios no tiene cuenta en una red social. Así que la fórmula de encontrarlo y hablar con él seguirá siendo la misma: a solas y en lo secreto. ▪

Dios no tiene cuenta en una red social. Así que la

fórmula deencontrarlo y hablar con él

seguirá siendo la misma: a solas y

en lo secreto

Alexander Ferrera

REFLEXIÓN


En un pequeño pueblo, existía una diminuta carpintería famosa por los muebles que allí se fabricaban. Cierto día las herramientas decidieron reunirse en asamblea para resolver sus diferencias. Una vez estuvieron todas reuni-das, el martillo, en su calidad de presidente tomó la pala-bra, “Queridos compañeros, ya estamos constituidos en asamblea. ¿Cuál es el problema?” – “Tienes que renunciar” exclamaron muchas voces airadas.

“¿Cuál es la razón?” inquirió el martillo. – “¡Haces dema-siado ruido!” se oyó al fondo de la sala, al tiempo que las demás afirmaban con sus gestos. – “Además” agregó otra herramienta- “te pasas el día golpeando todo y necesita-mos a un líder más suave y delicado”. El martillo se sintió triste y frustrado. “Está bien, me iré si eso es lo que queréis. ¿Quién se propone como presidente?”.

“¡Yo!”, se autoproclamó el tornillo – “De eso nada” gri-taron varias herramientas embravecidas – “¡Sólo sirves si das muchas vueltas y eso nos retrasa todo!”. “Seré yo”, exclamó la lija – “¡Jamás!” protestó la mayoría. “Eres muy áspera y siempre tienes fricciones con los demás.” “¡Yo seré el próximo presidente!”, anunció el metro. “De ninguna manera, te pasas el día midiendo a los demás como si tus medidas fueran las únicas válidas” dijo una pequeña he-rramienta.

En esa discusión acalorada estaban enfrascados cuando entró el carpintero y se puso a trabajar. Utilizó todas y cada una de las herramientas en el momento oportuno. Después de unas horas de trabajo, los trozos de madera apilados en el suelo fueron convertidos en un precioso mueble listo para entregar al cliente. El carpintero se levantó, observó

el mueble y sonrió al ver lo bien que había quedado. Se quitó el delantal de trabajo y salió de la carpintería. De inmediato, la Asamblea volvió a reunirse y el alicate tomó la palabra:

“Queridos compañeros, es evidente que todos tenemos defectos pero acabamos de ver que nuestras diferencias ha-cen posible que se puedan hacer muebles tan maravillosos como éste”. Las herramientas se miraron unas a otras sin decir nada y el alicate continuó: “Son nuestras diferencias y no nuestros defectos las que nos hacen valiosas. El martillo es fuerte y eso nos hace unir muchas piezas. El tornillo tam-bién une y da fuerza allí donde no actúa el martillo. La lija lima aquello que es áspero y pule la superficie. El metro es preciso y exacto, nos permite no equivocar las medidas que nos han encargado. Y así podría continuar con cada una de vosotras.”

Después de aquellas palabras conmovedoras, todas las he-rramientas se dieron cuenta que sólo el trabajo en equipo les hacia realmente útiles y que debían fijarse en las vir-tudes de cada una para conseguir el éxito.

En nuestra ciudad, hay diferentes iglesias con diferentes pastores, liderazgos, formas de trabajar, propósitos y llama-dos. En verdad, somos muchas herramientas con diferentes funciones. Ahora, si Dios hubiera querido hacernos iguales en modo de pensar y hacer las cosas, Él en Su sabiduría infinita sabe que, para construir Su reino en una ciudad no se puede utilizar una sola herramienta, sino es necesario usar a diferentes ministerios o personas para alcanzar la construcción de Su propósito eterno en una comunidad, ciudad o nación.

Muchas HerramientasUna Sola Obra

Muchas Herramientas Una Sola Obra


Hay ministerios que son semejantes al martillo que que-brantan las obras del enemigo con una unción especial; pero a los que se asemejan al martillo, no deben olvidar que también dicha herramienta unifica piezas por la acción de la fuerza aplicada en el golpe que la pieza recibe. Otros, son como el tornillo que dan vueltas en su mismo círculo y se olvidan de las otras iglesias alrededor. A esta herramienta, no se le puede pasar por alto que sus vueltas también son para traer unión a dos piezas diferentes. Algunos se asemejan a la lija...¡pero mejor no entremos en ese tópico! El punto principal que debemos entender, es que somos muchas iglesias con diferencias pero que solamente exten-deremos el reino de Dios, hasta que nos dejemos utilizar por las manos del carpintero llamado Jesús.

Cuando unimos nuestras diferencias y las ponemos en las manos del carpintero se fabricará una de las obras más grandes que Jesús pidió a su Padre en Juan 17.21-23: «21Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mi, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. 22La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. 23Yo en ellos, y tú en mi, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mi me has amado.»

De aquí entendemos, que cuando el mundo ve la unidad en el pueblo de Dios, tiene, por consecuencia, que creer en Jesucristo. La gloria de Dios no es solamente para hacer milagros, sanidades o llegar a ser prósperos, sino que Su

gloria es manifiesta cuando somos perfectos en unidad y así pondremos una sonrisa en nuestro carpintero al ver su obra en cada uno de nosotros. Siempre recordando las palabras escritas del gran apóstol Pablo inspiradas por el Espíritu Santo:

«3Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vinculo de la paz; 4un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; 5un Señor, una fe, un bautismo, 6un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos». Efesios 4.3-6. ▪

BIOGRAFÍA


Biografía: John G. Lake


“Ninguna palabra que salga de mi boca puede transmitir a otra alma el clamor que hay en mi corazón y el arder de odio por la muerte y la enfermedad que el Espíritu de Dios mueve dentro de mí. ¡La ira de Dios parecía poseer mi alma!”

Estas palabras resumen la pasión que propulsaba la ca-rrera ministerial de John G. Lake. Él expresó estas palabras en referencia a la intensa emoción que sintió cuando su hermana de treinta y cuatro años estaba muriendo. Para ese entonces, había sido testigo de la muerte de ocho de sus quince hermanos por causa de diversas enfermedades; sin embargo, había experimentado el mismo en su niñez el milagro de sanidad de artritis reumatoide, de igual forma, fue testigo de la sanidad de cáncer de su hermana y de la sanidad en la sangre de su hermano bajo el ministerio de John Alexander Dowie. Ya era muy tarde para llevar a su hermana que estaba muriendo a la casa de sanidad de Dowie en Chicago, así que le envió un telegrama con

una desesperada petición de oración. Dowie le respondió: “Agárrate de Dios. Estoy orando. Ella vivirá.” Esa simple declaración hizo que John se enfureciera contra el poder de la muerte y comenzara una batalla spiritual y en una hora su hermana estaba completamente sana.

Fue una batalla como esta, en la misma puerta de la muerte, que trajo a John G. Lake cara a cara con sus convic-ciones. ¿Se quedaría pasivo mientras el enemigo le arreba-taba a otro ser querido? O ¿se pararía firme en el camino del enemigo? Otra oportunidad se le presento el 28 de abril, 1898, cuando su esposa de cinco años, se estaba muriendo. Jennie batallaba por la respiración es sus últimas horas cuando John, por fin, se enfureció contra el enemigo. No toleraría que la muerte se robara a la madre de sus hijos y a las 9:30am, él peleaba en oración por la vida de ella, cuando se levantó cantaba al Señor en alta voz, y fue sana. La noticia se extendió de la sanidad milagrosa de Jennie, y desde entonces, Lake fue buscado por el poder y la unción sanadora que estaba sobre él.

Nacido en Ontario, Canadá en 1870, su familia pronto se traslado a Estados Unidos, donde él creció. En 1908 Dios lo envió a África, donde su ministerio ungido de milagros re-sultó en lo que fue descrito como “el movimiento misionero más extenso y poderoso en toda África”. En 1912, después

John G. LakeEl Apóstol de la Sanidad Divina

Alexander Ferrera

BIOGRAFÍA

58 Tiempo De Vida Enero - Marzo 2011

de haber producido 1,250 predicadores y 625 iglesias, regreso a América, estableciendo un ministerio en Spo-kane, Washington, que resulto en nada menos que 100,000 asombrosos milagros de sanidad en el lapso de cinco años. Después, estableció una obra similar en Portland, Oregón, que también atrajo mucha atención. El éxito ministerial asombró tanto a Lake que escribió: “Desde el comienzo parecía un ciclón espiritual que había llegado a mi vida.”Para 1924, Lake era conocido en América como un evange-lista de sanidad. Había establecido 40 iglesias en Estados Unidos y Canadá, y las sanidades habían sido tantas que su congregación le puso por sobrenombre el “doctor de la fe Lake”.

En 1931, Lake regresó a Spokane a la edad de 61. Estaba débil y fatigado, casi ciego. Dios restauró su visión después que Lake se lo pidió en oración. Después de una celebra-ción en su iglesia local, en 1935, John G. Lake se fue con el Señor.

Si ha habido un hombre que camino en la revelación de Dios, fue Lake, un hombre de propósito, visión, fortaleza y carácter, su meta en la vida fue traer la plenitud de Dios a cada persona. Repetidamente, él declaraba, que el secreto del poder de Dios no era en hacer, sino en el ser. El creía que los cristianos llenos del Espíritu Santo deberían disfru-tar el mismo tipo de ministerio que Jesús experimentó en la tierra. John G. Lake vivió su vida y cumplió su ministerio en la tierra con este entendimiento espiritual. En medio de una generación que comenzaba a manifestar incredulidad, John defendía con pasión las manifestaciones sobrenatura-les del Espíritu Santo. Con respecto al ministerio cristiano decía: “Si el cristiano no tiene el Espíritu para ministrar, no tiene nada para ministrar.” Hasta el final de sus días fue un hombre sediento de la presencia de Dios, y el Señor lo saciaba abundantemente. ▪

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