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A Eduardo Matos Moctezuma M otecuhzoma Ilhuicamina o I tomó la decisión de ampliar el Templo Mayor en la primera década de su reinado, al parecer en 1447. Consciente de que una obra de tal envergadura re- quería de un inmenso volumen de materiales y de cuantiosa mano de obra, el tlatoani mexica convocó a una reunión urgente a los gobernantes de las ciu- dades ribereñas de la Cuenca de México. Los señores de Azcapotzalco, Coyoacan, Culhuacan, Xochimilco, Cuitláhuac, Mízquic y Tetzcoco respondieron a su lla- mado –no así el de Chalco– y de inmediato se con- gregaron en Tenochtitlan. Según el testimonio de Al- varado Tezozómoc, una vez que todos llegaron al palacio real, Motecuhzoma el viejo les comunicó su determinación: Señores, aquí sois venidos y ayuntados para que enten- dáis, hagáis, y pongáis luego en efecto y ejecución el mandato. Vosotros, señores, todos sois hijos adoptivos de Tetzáhuitl abusión Huitzilopochtli, estáis recibidos en su gracia y amparo, que ya en sus haldas y seno os tie- ne puestos a todos, y mirad que de hoy en adelante por vosotros, como a verdaderos hijos queridos y regalados como los demás, es necesario que a un dios tan verda- dero y favorecedor de sus hijos, le hagamos su templo y casa nombrada por todo el mundo, conforme a la gran- deza de su alto valor. Su casa y morada ha de ser alta y grande muy abundante y capaz para el lugar de los sa- crificios [...] Esto es, señores en lo que habéis de estar entendidos: por tanto, luego que lleguéis a vuestras tie- rras y casas hagáis llamamiento en todas las partes de vuestras jurisdicciones, para que lo sepan todos vuestros vasallos (Alvarado Tezozómoc, 1944). Terminada esta exhortación, Nezahualcóyotl, en nombre de todos los señores allí presentes, dio una respuesta positiva a la petición de Motecuhzoma. Acto seguido, Tlacaélel tomó la palabra en su cali- dad de cihuácoatl y les explicó las exigencias de la obra: “…señores, lo que se necesita es piedra pesa- da y liviana; tlacuahuactetl, tezontle y cal. Respon- dieron, que eran muy contentos de lo hacer luego, 70 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA TECNOLOGÍA Agrandamiento del Templo Mayor de Tenochtitlan iniciado por Tízoc y concluido por Ahuítzotl. Códice Telleriano-Remensis, f. 38v. REPROGRAFÍA: GERARDO MONTIEL KLINT / RAÍCES TIERRA, PIEDRA Y MADERA PARA EL TEMPLO MAYOR DE TENOCHTITLAN LEONARDO LÓPEZ LUJÁN, JAIME TORRES, AURORA MONTÚFAR

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A Eduardo Matos Moctezuma

Motecuhzoma Ilhuicamina o I tomó la decisiónde ampliar el Templo Mayor en la primera década de su reinado, al parecer en 1447.

Consciente de que una obra de tal envergadura re-quería de un inmenso volumen de materiales y decuantiosa mano de obra, el tlatoani mexica convocó a una reunión urgente a los gobernantes de las ciu-dades ribereñas de la Cuenca de México. Los señoresde Azcapotzalco, Coyoacan, Culhuacan, Xochimilco,Cuitláhuac, Mízquic y Tetzcoco respondieron a su lla-mado –no así el de Chalco– y de inmediato se con-gregaron en Tenochtitlan. Según el testimonio de Al-varado Tezozómoc, una vez que todos llegaron alpalacio real, Motecuhzoma el viejo les comunicó sudeterminación:

Señores, aquí sois venidos y ayuntados para que enten-dáis, hagáis, y pongáis luego en efecto y ejecución elmandato. Vosotros, señores, todos sois hijos adoptivosde Tetzáhuitl abusión Huitzilopochtli, estáis recibidos ensu gracia y amparo, que ya en sus haldas y seno os tie-ne puestos a todos, y mirad que de hoy en adelante porvosotros, como a verdaderos hijos queridos y regaladoscomo los demás, es necesario que a un dios tan verda-dero y favorecedor de sus hijos, le hagamos su temploy casa nombrada por todo el mundo, conforme a la gran-deza de su alto valor. Su casa y morada ha de ser alta ygrande muy abundante y capaz para el lugar de los sa-crificios [...] Esto es, señores en lo que habéis de estarentendidos: por tanto, luego que lleguéis a vuestras tie-rras y casas hagáis llamamiento en todas las partes devuestras jurisdicciones, para que lo sepan todos vuestrosvasallos (Alvarado Tezozómoc, 1944).

Terminada esta exhortación, Nezahualcóyotl, ennombre de todos los señores allí presentes, dio unarespuesta positiva a la petición de Motecuhzoma. Acto seguido, Tlacaélel tomó la palabra en su cali-dad de cihuácoatl y les explicó las exigencias de la obra: “…señores, lo que se necesita es piedra pesa-da y liviana; tlacuahuactetl, tezontle y cal. Respon-dieron, que eran muy contentos de lo hacer luego,

70 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA

TECNOLOGÍA

Agrandamiento del Templo Mayor de Tenochtitlan iniciado por Tízocy concluido por Ahuítzotl. Códice Telleriano-Remensis, f. 38v.

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TIERRA, PIEDRA Y MADERA PARA ELTEMPLO MAYOR DE TENOCHTITLAN

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y traer maesos que lo hagan. Con esto se despidie-ron todos y se fueron (ibid.)”.

Al poco tiempo, comenzaron a llegar a la isla cien-tos de canoas con la gente y los materiales solicitadospor los mexicas para la magna empresa. Así, graciasa una colaboración menos voluntaria de lo que su-giere Tezozómoc, los trabajos avanzaron a un ritmonunca antes visto y, muy pronto, la pirámide princi-pal pudo ser reinaugurada con la sangre de los cau-tivos de la última conquista.

Este pasaje ilustra a la perfección la preponderan-cia alcanzada por Tenochtitlan en la Cuenca de Mé-xico y los valles circunvecinos entre 1440 y 1469. Tam-bién nos deja ver que los mexicas únicamenteinvolucraban en los agrandamientos de su pirámideprincipal a los señoríos sujetos localizados en el áreanuclear del imperio y a sus dos principales aliados.Efectivamente, salvo un par de excepciones que ana-lizaremos más adelante, todos los materiales de cons-trucción eran explotados en yacimientos de la Cuen-ca de México próximos a la capital mexica. Estoimplicaba un ahorro inmenso de tiempo y energía,debido a que la mayor parte de los traslados se ha-cían por vía lacustre.

Entre los pueblos de la cuenca, los chalcas eranquienes debían recorrer el mayor trayecto: unos 38 km desde su capital hasta la isla de Tenochtitlan.Dicha distancia no resulta excesiva si tomamos enconsideración que la gente de Chalco no portaba so-bre sus espaldas los pesados tributos durante la ma-yor parte del recorrido: casi todo el acarreo de mate-riales se hacía en canoa, un medio de transporte entrecuarenta y cincuenta veces más eficiente que el de tlamamaque o portadores. De acuerdo con cálculosbastante confiables basados en datos históricos, etno-gráficos y experimentales, el mismo individuo que podía llevar a cuestas una carga máxima de 23 kg durante una jornada, era capaz de transportar hasta 1 200 kg en su canoa.

Además, debe considerarse que la gente se trasla-daba a pie y en canoa con la misma rapidez, a una velocidad que oscilaba entre los 2.6 y los 3.5 km/hora.Lo anterior significa que, valiéndose de una embar-cación, el viaje de Chalco a Tenochtitlan tomaba unasdiez horas.

LA PIEDRA

Los datos contenidos en fuentes históricas del sigloXVI se complementan con la información recuperadadurante las exploraciones del Proyecto Templo Ma-yor en el Recinto Sagrado de Tenochtitlan. Según pu-dimos constatar en recientes análisis petrográficos, ennuestros recorridos por los principales yacimientos li-tológicos de la Cuenca de México y en numerosas car-tas geológicas, la gran mayoría de las piedras usadasen la edificación de las pirámides proceden de for- Explotación de una cantera. Códice Florentino, lib. X, f. 17v.

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Agrandamiento de un edificio público de Tlatelolco, posiblemente el Templo Mayor, durante el reinado de

Cuacuauhpitzáhuac. Códice Azcatitlan, p. 14. R

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MATERIALES PARA EL TEMPLO MAYOR / 71

maciones cuyos afloramientos llegaban prácticamente alas orillas del sistema lacustre.

Las rocas de la zona arqueológica del Templo Mayor sonel tezontle, el basalto, las andesitas y la caliza. El tezontleo tezontli es el material constructivo predominante en laarquitectura religiosa de Tenochtitlan y de muchos otrossitios arqueológicos de la región. Se trata de una roca íg-nea extrusiva de tonalidades rojizas, violáceas y negruz-cas. El uso tan difundido del tezontle en tiempos prehis-pánicos, durante la Colonia y aun en la actualidad, se explicano sólo por su gran abun-dancia, sino también por susmagníficas cualidades físi-cas: combina característicasideales para la construccióncomo la ligereza, la tenaci-dad, la resistencia a la in-temperie y la buena liga conla argamasa. En buena me-dida, estas propiedades sonproducto de su estructuravesicular. En su estado na-tural o tallado, el tezontle sehalla en el relleno, las esca-linatas, las fachadas, los fir-mes de los pisos de estuco,las banquetas, los muros in-teriores, los sistemas de ca-lefacción y los drenajes. Losafloramientos de esta roca selocalizan en varias localida-des de la Cuenca de Méxi-co, por lo que resulta impo-sible precisar la procedenciaexacta sin la ayuda de aná-lisis químicos complejos. Sinembargo, es plausible quelos mexicas obtuvieran lamayor parte de este materialen los yacimientos más pró-ximos a Tenochtitlan, entrelos que se encuentran el Pe-ñón de los Baños, ubicadoa 2.8 km; el Peñón del Mar-qués, a 10.8 km; el Cerro dela Estrella, a 9.3 km, y las ele-vaciones centrales y orien-tales de la península de Santa Catarina, a 14 km.

Los basaltos también fueron empleados extensivamen-te en el Recinto Sagrado. Son rocas ígneas extrusivas su-mamente pesadas y de tonos que van del gris al negro. Sugran solidez convertía a los basaltos en materiales idóneospara la fabricación de cimientos, muros de carga, escali-natas y pisos para exteriores. Los pueblos nahuas los de-nominaban con el apelativo genérico de metlátetl (“pie-dra de metate”) y los consideraban muy apropiados parala talla. Entre las posibles zonas de obtención de los ba-

saltos destacan el Peñón de los Baños y la península deSanta Catarina. Sin embargo, los mexicas igualmente pu-dieron haber recibido como tributo el basalto de la pe-nínsula de Chimalhuacán, a 15 km; del Pedregal de SanÁngel, a 12 km, y de las formaciones situadas inmediata-mente al sur de Xochimilco, a 22 km.

Dos clases de andesita siguen en orden de importan-cia. La más común es la andesita de lamprobolita. Se tratade una roca ígnea extrusiva de tonos rosáceos y violá-ceos. Una de las mayores bondades de esta roca es su

pseudoestratificación en ca-pas de espesor variable. Di-cha cualidad permite obte-ner cortes planos con granfacilidad y elaborar magní-ficas losetas para pisos, pie-dras esquineras y sillares derecubrimiento. Los pueblosde la Cuenca de México laconocían por el apelativo específico de tenayocátetl(“piedra de Tenayuca”). Sinduda alguna, estos materia-les proceden de las nume-rosas canteras de la Forma-ción Chiquihuite, la cualaflora en la Sierra de Gua-dalupe, principalmente enlos cerros del Chiquihuite,Tianguillo, Tenayo, Gordoy Botano. Es interesantemencionar que estas eleva-ciones se encontraban en elsiglo xv a las orillas del lagode Texcoco, a una distanciade 9 a 12 km de la isla de Tenochtitlan.

Nuestros edificios y pla-zas también cuentan con unvolumen considerable de la-jas de andesita de piroxe-nos, roca ígnea extrusiva detonalidades grises claras yoscuras. Probablemente lla-mada itztapáltetl en lenguanáhuatl, esta andesita se ca-racteriza por su gran peso,

su elevada densidad y su pseudoestratificación plana. Conella, los mexicas fabricaron lajas muy lisas principalmen-te para pisos de exteriores, los cuales se distinguen por suelevada resistencia tanto al uso como a la intemperie. Tam-bién encontramos este tipo de lajas en las plantillas de ci-mentación y en la base de los drenajes. Eran explotadasen la Formación Santa Isabel-Peñón que aflora en la islade Tepetzinco (a 2.8 km de Tenochtitlan) y en la Sierra deGuadalupe (a 6.5 km), específicamente en los cerros ElGuerrero, Santa Isabel y Los Gachupines.

72 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA

Novicios transportando a) césped y b) piedra para el arreglo de los templos. Codex Mendoza, ff. 63r-64r.

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Las calizas son el material menosabundante en el Recinto Sagrado. Se trata de rocas sedimentarias de to-nos blanquecinos, grises, rosáceos y ocres. Hasta la fecha, las calizas úni-camente han sido detectadas en la plataforma de la etapa IVa del Tem-plo Mayor. Allí se utilizaron para ela-borar los lujosos pisos de loseta dedos pequeños cuartos que flan-quean las escalinatas de acceso a lasdos capillas superiores. Como vere-mos más adelante, no existen aflora-mientos de calizas en la Cuenca deMéxico, razón por la cual este mate-rial tuvo que ser importado desde ya-cimientos que se localizan en los ac-tuales estados de México, Hidalgo,Morelos y Puebla.

LA TIERRA

La tierra sirvió fundamentalmentecomo material de base de los relle-nos constructivos. Cada vez que seampliaban los templos se requeríanvolúmenes enormes de tierra mez-clada con piedra para sepultar la eta-pa recién clausurada y construir so-bre ella el nuevo agrandamiento. Estematerial se caracteriza por su texturaarcillosa, su gran plasticidad, su ad-herencia y su color café oscuro pro-ducto de un alto contenido de mate-ria orgánica. Todo indica que losmexicas, sus aliados o sus sujetos laextrajeron de los lechos lacustres ode las zonas pantanosas a las orillasde los lagos. En efecto, al estudiar el con-tenido botánico de los diversos re-llenos constructivos observamos un claro predominio de algas y tules.También identificamos concentracio-nes significativas de escamas de pes-cado y de caracoles de agua dulce. Sahagún consigna varios tipos de tie-rra que pudieran corresponder a losmateriales utilizados en Tenochtitlan.Habla, por ejemplo, del azóquitl o“cieno en los caminos de las canoas”,del tlalcocomoctli o “tierra donde se hacen espadañas y juncos”, del tezó-quitl o “tierra pegaxosa que es bue-na para hacer barro o adobes” y deuna “tierra pegaxosa, buena para ha-cer barro de paredes y suelos para lostlapancos”.

MATERIALES PARA EL TEMPLO MAYOR / 73

Provincias tributarias que abastecían de cal y madera a la Triple Alianza.

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Distribución de los principales yacimientos de tezontle, basalto, andesita de lamprobolita y andesita de piroxenos en la Cuenca de México.

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YACIMIENTOS EXPLOTADOS POR LOS MEXICAS

PROVINCIASTRIBUTARIAS

Tezontle

Basalto

Andesita de lamprobolita

Andesita de piroxenos

Tenochtitlan-Tlatelolco

Tributo regular de cal

Tributo eventual de cal

Tributo regular de madera

Provincias tributarias

TENAYUCA

CERRO DE LA ESTRELLA

TENOCHTITLAN

FORMACIÓN CHIQUIHUITE

FORMACIÓN SANTA ISABEL-PEÑÓN

PEÑÓN DE LOS BAÑOS

PEÑÓN DEL MARQUÉS

SANTA CATARINA

XOCHIMILCO

PEDREGAL

CHIMALHUACÁN

Lago de Texcoco

Lago de Chalco

Golfo de MéxicoTLAXCALTECAS

ATOTONILCO DE PEDRAZA

TEPEÁCAC

CUAHUACAN

HUAXTÉPEC

TARASCOS

YOPES

METZTITLAN

Océano Pacífico

Lago Xochimilco

LA CAL Y LA ARENA

La cal de calizas y la arena volcánica también fueron im-prescindibles en la construcción de los edificios del Re-cinto Sagrado. Se les empleó en los enlucidos y los estu-cos que cubren pisos, así como en escalinatas, fachadas,muros internos, banquetas y conductos del drenaje. Tam-bién sirvieron como ingredientes para la preparación delas argamasas que fijan los pisos de lajas al sustrato.

Las arenas son de origen volcánico, por lo que segura-mente se obtenían en algunos de los numerosos yaci-mientos de la Cuenca de México. La arena de tezontle (te-zontlalli) era explotada tanto en el Peñón del Marqués como en la península de Santa Catarina. Sabemos tambiénque los chalcas tributaban arena a Motecuhzoma II dos otres veces por año y que los mazahuaques del valle de To-luca aportaron arena para la ampliación del Templo Ma-yor realizada alrededor de 1467.

La cal forzosamente tuvo que ser importada desde lo-calidades más remotas. La Cuenca de México carece deafloramientos de calizas debido a que forma parte de unaregión volcánica en la que las rocas sedimentarias anti-guas fueron cubiertas por materiales más recientes. Sa-hagún indica que las calizas eran obtenidas tanto “en losarroyos, hacia Tullan”, Hidalgo (tetízatl), como en los al-rededores de Oaxtepec, Morelos (chimaltízatl). Además,sabemos a partir de la Matrícula de Tributos y del Codex Mendoza que este material era tributado periódicamen-te por las provincias de Atotonilco de Pedraza (que abar-caba el norte del estado de México y el suroeste de Hi-dalgo) y de Tepeácac (ubicada en la parte centro-sur dePuebla).

LA MADERA

Durante las exploraciones recuperamos muy pocas evi-dencias de los variados elementos constructivos de made-ra utilizados rutinariamente por los arquitectos mexicas.Nuestros hallazgos se limitaron a las omnipresentes esta-cas de cimentación y a las espesas jambas de la capilla deTláloc que coronaba la etapa II del Templo Mayor. Gra-cias a diversos análisis de identificación taxonómica, sa-bemos que los mexicas aprovecharon al menos los pinos,los cedros y los ahuejotes.

A la llegada de los españoles, los bosques templados y fríos eran muy comunes en la Cuenca de México. Lassierras Nevada, Chichinauhtzin, de las Cruces, de SantaCatarina y de Guadalupe estaban cubiertas por árboles de maderas duras y blandas idóneas para la construcción.Esta madera llegaba a Tenochtitlan por vías muy diver-sas. Se tiene noticia de que el mercado de Coyoacan se es-pecializaba en madera trabajada y sin trabajar, y que en Tlatelolco se vendía en grandes cantidades. La made-ra para construcción también era tributada periódica-mente a la capital del imperio. Los señoríos de Chalco,Xochimilco y Cuahuacan se encontraban entre los prin-cipales proveedores.

UNA ACTIVIDAD INCESANTE

A la luz de los vestigios exhumados por el Proyecto Tem-plo Mayor, resulta evidente que la pirámide principal deTenochtitlan estuvo sujeta a una renovación constantedesde su erección en el siglo XIV hasta su destrucción enel siglo XVI. Así lo demuestra el hallazgo de siete am-pliaciones totales (de las cuatro fachadas: etapas I-VII),cinco ampliaciones parciales (solamente de la fachada principal: etapas IIa, IIb, IIc, IVa, IVb), un remozamien-to total de la escalinata doble (etapa VIa), varias renive-laciones de la cara superior de algunos cuerpos piramidales,numerosos arreglos menores de las caras laterales y múl-tiples incrementos en el nivel de los pisos de la pla-za circundante.

Sin duda, muy variadas fueron las causas de esta inusi-tada actividad constructiva en tan sólo 200 años. Entre ellasse encuentran fenómenos naturales como los terremotos,

74 / ARQUEOLOGÍA MEXICANA

Plataforma, alfardas, escalinatas y fachadas revestidas conpequeños bloques de basalto; relleno de tezontle; pisos de

andesita de lamprobolita y de andesita de piroxenos. Edificio B.

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Piso de losas de caliza. Templo Mayor, etapa IVA.

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las inundaciones y los hundimientos del terreno de loscuales era víctima la antigua ciudad. Algunos investigado-res han propuesto que el Templo Mayor era renovado cada52 años, idea que por desgracia no tiene demasiado sus-tento. Otros, con mayores fundamentos, han visto en cadaampliación el deseo de los sucesivos gobernantes mexi-cas por dejar su huella. Sin embargo, la mayoría de las am-pliaciones registradas en las fuentes históricas parecen serel resultado directo de una política expansionista que co-menzó cuando Motecuhzoma Ilhuicamina ascendió al po-der en 1440 y concluyó con la conquista española. Porejemplo, una lectura cuidadosa de la obra de Tezozómocdescubrirá una relación trascendental: cada agrandamien-to era inaugurado con la sangre de guerreros originariosde un señorío sometido ex profeso para la celebración. Así,el flamante edificio simbolizaba, celebraba y santificaba lainclusión de nuevos tributarios dentro de la esfera de do-minio mexica. En circunstancias excepcionales en que las

huestes de la Triple Alianza no podían someter a un pue-blo independiente –como sucedió en la expedición in-fructuosa de Axayácatl a tierras michoacanas– se aplaza-ba el estreno hasta lograr una conquista. En otros términos,el Templo Mayor de Tenochtitlan crecía a la par que au-mentaba el tamaño del imperio. Lo anterior nos hace com-prender por qué el Templo Mayor creció tantas veces enun tiempo relativamente corto.

_______________________• Leonardo López Luján. Doctor en arqueología por la Université de Pa-ris X-Nanterre. Miembro del Proyecto Templo Mayor desde 1980. Sulibro La Casa de las Águilas: un ejemplo de arquitectura sacra mexica(INAH/FCE/Harvard University) aparecerá próximamente.• Jaime Torres. Ingeniero geólogo por el IPN. Investigador de la Subdi-rección de Laboratorios y Apoyo Académico del INAH. Su campo de tra-bajo es la geología aplicada a la arqueología.• Aurora Montúfar. Maestra en ciencias por la UNAM. Investigadora dela Subdirección de Laboratorios y Apoyo Académico del INAH. Ha rea-lizado investigaciones sobre los restos botánicos en contextos arqueo-lógicos de varios estados del país.

MATERIALES PARA EL TEMPLO MAYOR / 75

Rellenos de tezontle y pisos de estuco y de andesita depiroxenos al norte del Templo Mayor, etapas IVB, V, VI y VII.

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Alfarda y escalinata revestidas con tezontle y andesita delamprobolita; relleno de tezontle y piso de andesita de lamprobolita.

Plataforma limítrofe del Recinto Sagrado, costado oriental.

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DIBUJO: TOMADO DE MATOS, 1982

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Etapas constructivas

TEMPLO MAYOR, CIUDAD DE MÉXICO