SOBRE EL PENSAMIENTO SOCIAL

Y CREATIVO DE

RAMON LOSADA ALDANA

D. F. Maza Zavala

Personalidad y trayectoria académica del autor

El profesor Ramón Losada Aldana es un cientí­fico social. Su formación cognoscitiva es multidiscipti­noria -doctor en Derecho, doctor en Sociolog/a, doctorde Estado en Letras y Ciencas Humanas- con sostenidadedicación al cultivo de las ciencias sociales, en su acep­ción más comprensiva y dinámica, cual es el estudio in­tegral de los fenómenos sociales, de la vida de los sereshumanos en sociedad.

Por ello, en afán de ampliar sus conocimientos, Lo­soda se propuso adquirir una formación avanzada en So­ciología, y al efecto el Consejo de la Facultad de CienciasEconómicas y Sociales de la UCV lo comisionó, en 1968,para "proseguir su capacitación en investigaciones cientí­fico-sociales en universidades francesas ", decisión acadé­mica que merece un comentario especial por su signifi­cación.

La Facultad citada -a la cual también pertenezco, en micalidad de Profesor Titular Jubilado- analizó la trayectoriauniversitaria de Losada y encontró méritos y base suficientespara encomendarle la misión a que hice referencia. Losada nosólo se distingue por su actividad docente en la Universidaddurante numerosos años, sino también, y sobre todo, por su

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labor de investigación científico-social, que constituye suvocación principal, y por ello su incorporación al Instituto deInvestigaciones Económicas y Sociales de la Institución.Investiga particularmente el problema agrario venezolano, porconsiderarlo de importancia fundamental para la compren­sión de la sociedad venezolana contemporánea y para latransformación revolucionaria de esta sociedad. De allf que sutesis doctoral en Derecho, en 1963, consistiera en un estudiomás allá de lo juridico, sobre el latifundio en Venezuela, enun intento de llegar hasta las raíces y los determinanteshistóricos del régimen de propiedad, tenencia y uso de latierra en fines aqr/colas, Desde luego, no es objetivamenteposible aislar el problema agrario de la realidad total del país-aunque es lrcito hacerlo para determinados requerimientosde orden metodológico-, y por ello la investigación de Losadase orienta a la interpretación del fenómeno esencial y globaldel subdesarrollo, en el cual el latifundio tiene una signi­ficación y cumple una función, como otras modalidades delas relaciones de producción dentro de la misma economtavenezolana. En 7967, publica su obra "Dialéctica del Sub­desarrollo", en la cual -como analizaré más adelante- indagaprofunda y sistemáticamente, a la lu¿ de la concepciónmarxista, el carácter estructural de ese fenómeno, que de­forma y restringe el crecimiento orgánico de las fuerzasproductivas de los países denominados "del Tercer Mundo" ysu conexión con el desarrollo mundial del capitalismo. Lalógica continuación de esta labor investigativa, otra vez en elcampo de lo concreto histórico, fue el estudio del régimen delatifundio en el complejo estructural del subdesarrollo, y asien 7969 aparece una nueva obra intitulada "Venezuela:Latifundio y Subdesarollo", como expresión de una laborsistemática, secuente, que se eleva de lo particular a lo generalpara volver en una instancia dialéctica superior al reexamende lo particular, que a su vez enriquece el estudio de logeneral, en un proceso de interdependencia y superación quenecesariamente conduce al encuentro de la verdad.

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Es también digna de nota la elección de universidadesfrancesas -puede decirse en términos genéricos la Universidadfrancesa- para propiciar el desarrollo de las aptitudes de in­vestigador científico-social de Losada Aldana, en el textode la decisión de nuestra Facultad. Francia no sólo ha sidoel teatro de acontecimientos históricos de transformaciónsocial que han señalado nuevos rumbos a la humanidad,sino también centro de formación intelectual de grandesalcances, en que han surgido poderosas corrientes de pensa­miento social -economico, político, cultural- y de interpre­tación brillante de creaciones científicas y humanísticasde otros centros internacionales. Particularmente el socia­lismo tiene una tradición de inmensa riqueza y trascenden­cia en la historia de los movimientos franceses de los dosúltimos siglos, incluyendo el presente, hasta el punto deque, junto con la economía política inglesa y la filosof/aalemana del siglo XIX, especialmente la hegeliana, se le re­conoce como fuente del marxismo. Francia representa,para América Latina, una matriz de cultura en renovacióncontinua -desde luego, considerando el movimiento secu­lar, más alld de las contingencias y circunstancias de pe­dados breves- que ha estimulado y apoyado a varios denuestros grandes escritores, poetas, artistas y hombres deciencia. En el presente, la comprensión de América Latina-yen general del Tercer Mundo- constituye para Francia,para sus e /rculos académicos progresistas, para sus vanguar­dias intelectuales, politicas y humanas, una preocupaciónconstructiva de gran fuerza, de cuya justa orientación deberesultar una interrelación más estrecha y fecunda entre estepaís y nuestra América.

Como fruto de esa misión Losada presentó en 1977,una tesis doctoral a la Universidad de París con el título.Venezuela: Terre et Societé, por la cual el jurado le con­cedió la calificación máxima y obtuvo el Doctorado enSocioloqra. La obra la Tierra Venezolana en la Dialéctica

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del Subdesarrollo, en dos tomos, es la tesis doctoral cita­da vertida al español, actualizada y ampliada. Posterior­mente Losada Aldana prosigue su labor ctentttica en ins­tituciones galas, presenta una selección de sus trabajoso la consideración de la Universidad de Niza y obtiene(1978), con la menci6n Tres Honorable, el doctorado deEstado en Letras y Ciencias Humanas, que constituye elsupremo título académico otorgado por las universidadesfrancesas.

Ramón Losada Aldana es un investigador de la reali­dad social de Venezuela, de América Latina, del mundosubdesarrollado. El reúne las condiciones indispensablespara tener exito en su labor: disciplina de estudio y de tra­bajo, conciencia de la necesidad de integrar en la indaga­ción de la verdad social los conocimientos básicos de lasdisciplinas científicas que concurren en su objeto: la vidasocial; y el uso combinado de los instrumentos y métodosde la investigación social. Se requiere un esptritu interdis­ciplinario para enfrentarse objetivamente a los problemasque ofrece el estudio de la sociedad, y en ese empeño tie­nen cabida múltiples actividades del designio humano decreación, transformación y superación: la Historia, la So­cioloqta, lo Antropología, el Derecho, lo Filosofía, la Eco­norma, las Matemáticos, la Estadtstica, la Geografía, la Eco­logia y otras no menos importantes. La confluencia inma­nente de la Ciencia, el Arte y la Poesla realiza la concep­ción humanística Integral, la búsqueda y encuentro delhombre, la cabal comprensión y justificación de su exis­tencia.

El científico social no requiere -y acaso ello sea pro­pósito imposible- el dominio absoluto de las diferentes dis­ciplinas que tienen como objeto la vida social. El dominioabsoluto, en lo posible, de cada disciplina es el objetivo delos especialistas. El clentttico social debe poseer una forma­ción básica integral que le permita, no sólo comprender lo

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esencial de las disciplinas que se relacionan con su camposino también coordinar los respectivos conocimientos paralograr una sfntesis esencial y suficiente, una concepción glo­bal de los fenómenos sociales, y la formulación de diagnós­ticos de la realidad social en los cuales cada factor, condt­clón, variable o circunstancia sea justamente ponderado eincorporado en uno como equilibrio del conocimiento múl­tiple y único a la vez, siempre tan dificil de alcanzar cuandolas fronteras entre las parcialidades científicas y humanisti­cas se levantan como guardianes de los cotos particulares,donde prevalece una razón especffica y, por tanto, incom­pleta.

Ramón Losada Aldana demuestra, en sus obras, espe­cíalmente en "Dialéctica del Subdesarrollo" y "La Tierra Ve­nezolana en la Dialéctica del Subdesarrollo", un dominioesencial de los instrumentos analtticos, de los elementos con­ceptuales y de los metodológicos que son comunes a las dis­ciplinas sociales, sin dejar de ejercitar con maestría un fres­co humanismo que toma en él carta de naturaleza, en virtudde su sensibilidad frente a los graves desajustes de la socie­dad capitalista, especialmente en las regiones donde el capi­talismo adopta modalidades de extrema violencía y de pro­funda explotación de las masas trabajadoras. El humanismo,en este contexto, no puede ser entendido como un acceso­rio del trabajo cientffico, sino como una dimensión que per­mite apreciar con intensidad y calidad los conflictos del serhumano en sus relaciones sociales y reflejar, en lo cualitati­vo y trascendente, lo que el desarrollo cientlfico y técnicono ha podido aun someter a precisiones y magnitudes. Estaposición privilegiada del investigador cientitico de la socie­dad que interpreta y ordena los hechos de su competencia,sin limitarse al análisis frío sino extendiéndose al dramamismo, es lo que puede conducir a la integración del sabery el sentir y el presentir, que constituye la preocupaciónde los filósofos desde los lejanos tiempos en que el hombreestuvo más cerca de la naturaleza y más seguro de st mismo.

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El marxismo y la dinámica histórica

Ramón Losada Aldana aplica las leyes del materialis­mo dialéctico e histórico al estudio del fenómeno del sub­desarrollo. Marx analizó detenidamente el sistema capita­lista, como modelo dialéctico y experiencia histórica hastael ltmite de sus conocimientos y previsiones, concretadosen los casos más importantes de su época: el capitalismoeuropeo occidental y particularmente el inglés. El desarro­llo ulterior del capitalismo, su caracterización contempo­ránea -en nuestro tiempo- como expresión orgánica delmonopolio superior (y, por tanto, como mecanismo ab­sorbente del plustrabajo con diferentes grados de explota­ción a escala mundial) puede ser interpretado mediantela utilización del sistema marxista -concepción científicay metodológica- a condición de su enriquecimiento en elpropio ejercicio de interpretación. De allí que el marxis­mo no sea un bloque dogmático de principios, categoríasy procedimientos, sino un guía de altísimo valor para com­prender nuevos fenómenos y derivaciones de fenómenosconocidos, a condición de que el investigador tenga plenaconciencia de la naturaleza del marxismo, de su esencia­lidad dinámica, de su necesaria profundización y proyec­ción, desalienadas de todo determinismo mecánico y detoda simplicidad cognoscitiva.

El subdesarrollo, como subproducto del capitalismoen la esfera geoeconómica de su influencia y dominación,ha significado un desafIo a las interpretaciones y diagnós­ticos deterministas que pretenden establecer relacionesformales entre causa y efecto, entre continente y conteni­do, entre determinante y determinado. De este mecanismoelemental no han escapado, por cierto, algunos que se de­claran marxistas y pretenden haber aplicado el marxismoen sus determinaciones. Por ello, el ensayo de interpreta­ción de Losada Aldana en su obra Dialéctica del Subdesa­rrollo alcanza un alto grado de consistencia, de seriedad

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cientffica, de expresión de una disciplina del razonamien­to y del examen de la praxis histórica, que lo coloca ensitio distinguido en la jerarquía de las contribuciones al es­tudio y comprensión del subdesarrollo. Los resultadoslogrados por nuestro autor no tendrian mayor relieve siél se hubiese limitado a aplicar dogmáticamente el marxis­mo a la compleja realidad de nuestros países, lejos de ello,Losada se esforzó en calificar y suplementar las categorfasmarxistas para aprehender situaciones y procesos particula­res del subdesarrollo, sin dejar de encuadrar su análisis enla íntegra concepción de Marx enriquecida con las aportacio­nes de sus discípulos más eminentes.

El concepto de estructura económica es fundamentalen el análisis marxista de los sistemas sociales. En una socie­dad desarrollada, capitalista o socialista, la estructura es esen­cialmente homogénea en el sentido de que las relacionesde producción que la constituyen obedecen a un patrónúnico y coherente, a un principio organizador de la totali­dad, aunque puedan encontrarse residuos históricos o secue­las sobrevivientes de órdenes económico-sociales superados.En sociedades no desarrolladas, o subdesarrolladas como seles denomina convencionalmente, o en vía de desarrollosegún la denominación más sofisticada, las relaciones de pro­ducción no obedecen a un patrón único, a un solo principioorganizador, sino que coexisten, dentro de una economfanacional, diferentes modalidades de dichas relaciones, condiferente importancia, amplitud y consistencia, lo que daorigen a una complejidad estructural, a una cierta hetero­geneidad, y, por ende, a contradicciones particulares que nose explican dentro del marco puro del capitalismo, sinodentro de una fenomenologfa concreta e histórica como elsubdesarrollo. Pues bien, para comprender esta realidad hayque afinar el análisis estructural y caracterizar componentesdiversos -yen algunos casos dispersos- dentro de una totali­dad dialéctica. Porque el subdesarrollo no consiste, ni de-

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pende exclusivamente de esa coexistencia intraestructuralde modalidades distintas de relaciones de producción -y dediferentes grados de desarrollo de las fuerzas productivas yde la conciencia social-, hay necesidad de profundizar en loscomponentes de la estructura y en las contradicciones pro­pias de esta heterogeneidad, lo que precisamente hace Losadoen su ensayo de interpretación dialéctica del subdesarrollo,llegando a la conclusion de que tres factores o determinantesprincipales son responsables de la producción y reproduccióndel subdesarrollo: i) la dependencia imperialista a través delmodo de producción capitalista dominante; ii) la existenciaanacrónica de modos precapitalistas de producción, iii] laausencia de condiciones para un real avance de los fuerzasproductivas sociales y nacionales. Por consiguiente, el camino01 desarrollo puede abrirse mediante la liquidación de los mo­dos precapitalistas de producción y de la dependencia conrespecto al imperialismo, lo que implica lo necesidad de unarevolucion antiimperialista y antiteudal, como proceso pre­vio a lo transformación socialista, vía de desarrollo que pre­fiere Losada fundado en razones objetivas.

Para nuestro autor, la estructura económica es la totali­dad orgánica de las relaciones de producción, en términos ge­néricos; y en relación con los países subdesarrollados, espe­cialmente, la estructura económica se caracteriza por lapluriparticularidad, es decir, por la conexión entre variasestructuras que corresponden, cada una de ellas, a conjun­tos ttpicos de relaciones de producción, formándose asíuna totalidad, no independiente, de relaciones de produc­ción. Este enfoque ilumina la realidad estructural del sub­desarrollo, que es compleja, múltiple, resultado de la in­terconexión de leyes y tendencias características en cadaestructuro particular, que en su conjunto forman la estruc­tura pluriparticular. Todo el conjunto está signado por lacontrodtccton dialéctico, por el antagonismo que deriva dela lucha de clases en sus diferentes instancias. en nuestros

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países lo contradicción primordial existe entre lo domina­ción imperialista y el desarrollo nacional independiente.

Conviene señalar, sin embargo que, no obstante las es­tructuras particulares o intraestructuras, existe un modode producción dominante en el conjunto, que imprime sufuerza al proceso económico y social y tiende a subordinary modificar en concordancia con las necesidades de su ex­pansión a los particulares modos de producción que coexistencon aquél dentro de la estructura pluriparticular: ese modode producción es, desde luego, el capitalismo, que se presen­ta en nuestros países en dos dimensiones interrelacionadas:la externa, de carácter imperialista, y la interna que se ha da­do en llamar capitalismo dependiente o periférico. Losadaobserva la existencia de relaciones precapitalistas de produc­ción, principalmente en la agricultura, lo que constituye unobstáculo al crecimiento económico (incluso al de índolecapitalista, según entiendo). El modo de producción capita­lista penetra cada vez más en la agricultura y la descentrali­zación industrial tiende a desarraigar y desorganizar las so­brevivencias de dichas relaciones precapitalistas. Quiero sig­nificar que el modo de producción dominante -con una di­námica externa e interna- no queda recluIdo entre limitesdeterminados, sino que propende a extenderse en el ámbitogeoeconómico nacional, contribuyendo a liquidar las secue­las del atraso.

As! pues, en el pensamiento de Losada el mundo sub­desarrollado esta constituido por zonas en las cuales actúauna estructura económico-social pluriparticular, cuyas intra­estructuras precapitalistas internas y capitalista externa -pro­yección del imperialismo- junto a su correspondiente refle­jo superestructu rol, frenan decisivamente el desarrollo delas fuerzas productivas nacionales y gestan la deformacióninterior y la dependencia con respecto al exterior, lo que

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constituye, a su Juicio, la contradicción fundamental delsubdesarrollo. Dentro de esta contradicción fundamental elenemigo principal del desarrollo en los pafses subdesarrolla­dos es el imperialismo. La contradicción básica del capita­lismo, es decir la existente entre el carácter social de la pro­ducción y la índole privada de la apropiación, se incorporaen el subdesarrollo como contraste entre la apropiación mo­nopolista externa de los recursos y medios económicos delpafs subordinado y el crecimiento de sus fuerzas producti­vas nacionales. Este contraste se inscribe en un marco muchomás amplio, de alcance mundial, cual es la contradicciónfundamental de nuestro tiempo, existente entre el socialis­mo y el capitalismo, determinándose como enemigo funda­mental del progreso de las naciones y de la liberación delos pueblos el capitalismo monopólico contemporáneo.

La superestructura no es un simple reflejo de las rela­clones de producción, aunque obedece a la ley de la co­rrespondencia entre aquélla y la base económica de la so­L iedud. La superestructura es el estado de la conciencia so­cial y sus formas e instituciones de índole jurtdica, políti­ca, ideológica, cultural, etc., cuya función es la de consoli­dación de la situacion histortca del sistema y, por tanto,representa un obstáculo al desarrollo en el caso de los paí­ses subdesarrollados. Sin embargo, la estructura y la su­perestructura operan como una totalidad funcional, corres­pondiendo a las relaciones de producción y las fuerzas pro­ductivas la dinámica sustancial del complejo. No es posiblela transformación de la superestructura sin la previa trans­formación de la base económica; pero la superestructuraopera como un freno de la transformación, en tanto quelas fuerzas productivas en su impulso de crecimiento pre­sionan sobre la estructura para abrirse camino en un nuevoestadio de progreso, como lo muestra la historia.

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El subdesarrollo venezolano

Venezuela pertenece al sector subdesarrollado del mun­do capitalista. El caso venezolano, sin embargo, ofrece com­plejidades mayores que los de otros paises subdesarrollados.Es un pats petrolero, de elevado ingreso por habitante. ElEstado venezolano -superestructura- es rico y participa sus­tancialmente en la economía nacional. El presupuesto pú­blico -considerando el gobierno general y las Empresas delEstado- alcanza a 20.000 millones de dólares anualmente,por término medio, para una población de 78 millones de ha­bitantes. Por supuesto, la mayor proporción de esos recur­sos -un 60 por ciento- proviene de la explotación de petró­leo. El ingreso de divisas asciende a US$ 72.500 millonescada año, de las cuales un 75 por ciento se origina en petró­leo. La diferencia, de uno u otro modo, depende de la coyun­tura petrolera. La distribución del ingreso es muy desigualsi se excluye el ingreso del Estado, los trabajadores percibenun 55 por ciento y los capitalistas y propietarios un 45 porciento. El Estado, por tanto, tiene un gran poder comofactor de redistribución del ingreso y lo utiliza proporcio­nando servicios a la población, procurando aumentar elvolumen de empleo y subsidiando parcialmente el costode vida. Sin embargo, el patrón regresivo de distribuciónpersiste.

La agricultura -tema central especifico de la obra deLosada- sólo aporta el 7 por ciento del PTB. La producciónagr/cola es deficitaria en algunos renglones básicos y la im­portación requerida alcanza a US$ 400 millones cada atio,aprecios de 7978. La agricultura tradicional de exportaciónes debil (café y cacao) y tiende a desaparecer. La produc­ción agrícola se consume internamente en su casi totalidad.Aun el 20 por ciento de la población depende económica­mente de la agricultura para subsistir. La productividadmedia es baja y lo es más aun en el subsector campesino.El régimen de propiedad de la tierra en el campo es bastan-

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te regresivo, no obstante que desde 1960 por ley se ordenala ejecución de una reforma agraria. En los últimos cuatroaños casi no se ha asignado tierras a los campesinos sujetosde reforma agraria. El crecimiento agrícola tiende a seguirla vta terrateniente-capitalista, mientras languidecen losasentamientos campesinos y se ensaya una modalidad de"empresas campesinas" que se aproxima más a un esquemacapitalista que a uno de verdadera transformación agraria.

Opino, con Losada, que el subdesarrollo venezolano nopuede ser superado mientras no sea liquidado el régimen la­tifundista y todas las formas atrasadas y regresivas de propie­dad y tenencia de la tierra. Opino con él, igualmente, quemientras la agricultura no se vincule efectivamente a la eco­nomia nacional, lo que supone el desarrollo de relacionesprogresivas de producción y el crecimiento sostenido y firmede las fuerzas productivas, no se podrá vencer alsubdesarrollo.Aunque la riqueza y el poder económico en Venezuela noresiden principalmente en la agricultura, sino en actividadesno agrícolas, la cuestión agraria y agrfcola continúa signifi­cando un escollo importante en el cuadro de lucha contrael subdesarrollo. El equilibrio del crecimiento -no sólo en loeconómico, sino también en lo social, en lo cultural, en lohumano- exige la transformación profunda y decisiva de lascondiciones de producción, de trabajo y de vida en el campo.Esto, al parecer, ha sido entendido por el gobierno actual,que ha declarado como primera prioridad el crecimiento agr/­cola. Grandes recursos financieros, estimulas fiscales y ad­ministrativos y obras de infraestructura han sido aplicadosal campo en los últimos años; sin embargo, los niveles deproducción y productividad no aumentan en concordanciacon esas asignaciones. En el fondo se trata de un problemaestructural, como lo examina justamente Losada.

En la obra de nuestro autor se exalta la significacióndel problema agrario y agrlcola, no sólo a escala venezolana,

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sino del mundo subdesarrollado y del mundo en su totalidad.Está en juego la supervivencia humana, en su base elemental,como es la producción suficiente de alimentos para una po­blación actual. El desarrollo industrial de los últimos dos si­glos ha desplazado la prioridad agrícola, pero se trata de unfalso orden de prelaciones. Los patses subdesarrollados hancaldo en esa falacia y han empeñado sus mayores recursosy esfuerzos para industrializarse, descuidando la base agríco­la que sigue siendo su mayor debilidad para el autososteni­miento. La industrialización en el subdesarrollo ha seguidouna vía de dependencia, alienación y desequilibrio, siendocapturada desde su nacimiento por el monopolio interna­cional del capital y la tecnología. Venezuela no ha escapadoa' esa tendencia, y ha podido hasta ahora sostener su inci­piente industrialización y cubrir su deficiencia aqrtcola conlos recursos del petróleo. En una econom/a verdaderamentenacional y equilibrada, como señala Losada, habría queredefinir la función de la agricultura y situar en su justo tér­mino la aportación del petróleo, osi como el crecimiento in­dustrial. Por ello la obra de Losada es tan oportuna, tan sig­nificativa, tan plena de vigor y de proyección, porque no es­tá de espaldas al presente ni al futuro, sino que realiza lasintesis dialéctica inmanente de la unidad del proceso histó­rico: pasado, presente y futuro, vinculados indisolublemente.

La cuestión venezolana del subdesarrollo se complica enrazón de la nacionalización del sector extractivo exportador(petróleo y hierro). Aparentemente el gran capital extranje­ro ha dejado de ser dueño de la actividad exportadora, co­rrespondiendo ahora la propiedad y el control al Estadovenezolano. Sin embargo, el dominio del mercado interna­cional y de la tecnología continúan en el ámbito del capitaltransnacional, persistiendo as/ una relación de dependenciabajo condiciones modificadas. Este hecho -y la coyunturade poder de la OPEP en el mercado mundial de petróleo yen la dinámica monetaria y financiera del capitaltsmo- actua-

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liza la cuestión del imperialismo y el subdesarrollo en el casode Venezuela, ya que es posible pensar en una evoluciónacelerada del capitalismo de Estado como vía de crecimien­to, en cuya perspectiva hay que reflexionar sobre el adveni­miento de una situaci6n en la cual la transici6n al socialismo-como soluci6n de fondo al problema del subdesarrollo- ten­drfa que derivarse de un crecimiento capitalista avanzado yno de un bloqueo de las fuerzas productivas como el analiza­do por Losada en sus obras de referencia. La posibilidad con­creta de aplicación de grandes recursos a la agricultura -enescala sin antecedentes- en Venezuela podria conducir endeterminado tiempo a una modificación sustancial del pro­blema de la tierra y de la incorporación del campesinado,de tal modo que s610 podrfan quedar residuos de la econo­mía de subsistencia, dispersos en la geografía venezolana,y los latifundios convertidos en grandes empresas rurales in­cluso con un régimen de participación campesina en la pro­piedad.

Las reflexiones anteriores permiten indicar la conve­niencia, al profesor Losada, de un desarrollo ulterior de suobra, para incorporar las nuevas variable, y las circunstanciasen desenvolvimiento. No por ello dejo de opinar, como él,'que el conflicto agrario continúa siendo un factor de subde­sarrollo y sus consecuencias alcanzan a toda la sociedad.Dice justamente el autor: "No se puede pensar en el desti­no histórico de Venezuela ni en su integración nacional sinincluir el problema agrario entre los imperativos prioritariosde la necesitada transformación colectiva". Está por hacerseuna "revolución de la 'reforma agraria' ", adoptando la vracampesina, es decir la ruptura del régimen monopolista dela tierra y de los medios de producción producidos y la de­mocratización real de la propiedad agraria, la organizaciónde comunidades agrícolas, la incorporación integral de lapoblación rural al proceso económico, social, cultural ypolrtico del país. La contradicción campo-ciudad, la con­tradicción latifundio-campesinado, la contradicción fuer-

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zas productivas-relaciones de producción tendrán que resol­verse en el campo y en otros componentes de la estructuraeconómica nacional. Esto no significa que la solución delproblema agrario, como lo señala Losada, deba hacerse ais­ladamente, como cuestión específica, sino que hay que es­tablecerla como integrante de la solución del problema glo­bal y orgánico del desarrollo independiente. Hay que sus­tituir la vía capitalista-terrateniente por la v/a campesina,que incorpore la organización colectiva y permita aprove­char los progresos de la ciencia, la tecnologfa, la adminis­tración y la economfa para obtener altos (ndices de produc­tividad y al mismo tiempo restablecer la potencialidad delos recursos naturales, patrimonio común del pueblo. Losadapiensa en una nacionalización progresiva de estos recursos-tierras, bosques, aguas, otros elementos naturales-, lo cualestá en concordancia con el principio esencial del sistemajuridico histórico de la Nación venezolana, cual es la propie­dad nacional de los recursos básicos del pais, que constitu­yen el patrimonio natural de la sociedad: tierra, yacimien­tos del subsuelo, aguas, bosques, fauna silvestre, riqueza ma­rina en la zona económica declarada nacional. La nuevasociedad venezolana debe reorganizarse sobre la base deese régimen de propiedad nacional y el control por el Esta­do de los medios fundamentales de producción, circula­ción y distribución de la riqueza social.

El Pensamiento Humenistico

Ramón Losada Aldana es un escritor de amplio espec­tro, en el que se combinan equilibradamente la pasión porla verdad ctentttica, la angustia social y la imaginación /i­teraria, todo ello expresado en un estilo que reune el rigoridiomático con la frescura del buen decir. En su título deDoctor de Estado en Letras y Ciencia Humanas, obtenidoen la Universidad de Niza (Francia) con la máxima califica­ción, se consagra, no la dualidad de lo literario y lo cientí-

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fico, sino lo consolidación del trabajo intelectual, que escreación y conocimiento, disciplino y vuelo mentol, unidadde conciencio poro lo cual, como diría Marx, nodo es ajeno.

Analista de lo obro de grandes pensadores latinoameri­canos -Mario Briceño Iragorry, Juan Marinello, Rómulo Ga­llegos- lo admiración no impide el alto ejercicio de lo crtti­ca, entendido ésto en su (nttma textura, como empeñosodescubrimiento de los vertientes de la obro y su proyecciónsocial. A Mario Briceño lraqorry, codo vez más crecido enlo perspectivo de su tiempo, le dedico hermosos páginas, deafecto y reflexión, de estudio de uno personalidad vigorosoy evolutivo, en "Uno Doctrino de lo Venezotanidad" (7958)y en el ensayo inédito "Mario Briceño Iragorry:Presencia Vi­gente" (7983). Sobre Juan Marinello escribe, poro introduc­ción o "Obras Martianas", libro del gran cubano latinoa­ricano o ser publicado muy próximamente por lo FundaciónBiblioteca Ayacucho, el brillante ensayo "Juan Marinello yNuestro América" (7986) en cuyo indagación descubre-redescubre, mejor dicho- lo huello martiana, lo luminosoinfluencio del gran Apóstol y poeta, mártir y libertador.Porque en Marinello puede encontrarse con nitidez y profun­didad la dimensión magnífico de José Martí, conjunciónde espacio y tiempo en lo historio de América.

En lo gestión 01 frente de lo Dirección de Postgrado delo Facultad de Ciencias Económicos y Sociales de lo UCV,durante el periodo 1972-75, precisamente el de mi Decana­to en lo Facultad mencionada, el Doctor Losada Aldana hizogola de su capacidad innovadora, no limitándose a lo coor­dinación de cursos y actividades propios del postgrado-tareas de por sí bastante exigentes- sino que concibió yelaboró proyectos de extensión universitario en el campofundamental de los hidrocarburos, orientados o desarrollarlo relación entre lo Universidad y lo Noción en torno 01proceso de lo integración de lo actividad petrolera, enton­ces bajo el dominio de los consorcios extranjeros, en el

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ámbito económico, político y social del país, que lo re­clamaba hacIa tiempo como reinvindicaci6n histórica dela nacionalidad, tantas veces maltratada por la rapacidadimperialista. Este desvelo universitario y venerolanistade Losada está documentado en esta obra a la que justa­mente ha titulado "Naci6n/Universidad/Petróleo", trilo­gía de una época de lucha y ascenso, de compromiso yesperanza, para resolver la semisecular dicotomía, de ca­rácter estructural, entre el dominio extranjero del petr6­leo y la vertebracion necesaria de la econom ía y la socie­dad nocional. La Universidad estuvo siempre presente enpensamiento y acción institucional, desde mucho antesdel hecho nacionalizador, y lo sigue estando como factorde transformación progresiva en los planos múltiples, perocoordinados, de la ciencia, la tecnoloqra, la cultura, la con­ciencia crítica, la actitud alerta, de todo lo cual es demos­tración edificante esta obra de Ramón Losada Aldana.

D. F. Maza ZavalaCaracas, 1978-1987

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Ramón Losada Aldana

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JUJn Marincllo r Nuestra América. CII acas 1<)86 IEstudiointroductorio a Juan Marinello: "Obras Martianas",edición de la

Fundación Biblioteca Avacucho.

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