sitchin, zecharias - codigo cosmico parte 8-12

59
8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12 http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 1/59 8 CÓDIGOS OCULTOS, NÚMEROS MÍSTICOS Probablemente era inevitable que, con el advenimiento de la actual era de la informática, algunos maestros del ingenio pusieran sus capacidades en una novela y en un nuevo objetivo: la búsqueda de un «código secreto» en la Biblia. Aunque todo esto se nos presenta en los documentos científicos e incluso en los libros como el epítome de la sofisticación moderna, lo cierto es que esta búsqueda es en realidad una búsqueda renova- da, en absoluto nueva, si bien con nuevas y más avanzadas herra- mientas. La Biblia hebrea consta de tres partes, la Torah («Enseñanzas»), que comprende el Pentateuco (Los Cinco Libros de Moisés) e, histó- rica y cronológicamente, cubre el tiempo desde la Creación hasta las andanzas del Éxodo y la muerte de Moisés; Neviyim («Profetas»), que comprende los libros de Josué y los de Jueces, el de Samuel y los de Reyes, y después los Profetas mayores y menores, los Salmos, los Proverbios y Job (históricamente, desde el asentamiento de los israe- litas en Canaán hasta la destrucción del Primer Templo de Jeru- salén); y Ketuvim («Escritos»), comenzando con el Cantar de los Cantares, pasando por los libros atribuidos a los dos líderes que tra-  jeron de vuelta a Judea a los exiliados para reconstruir el Templo (Ezra y Nehemías) para (según la disposición del canon de la Biblia hebrea) terminar con Crónicas 1 y 2. Las tres partes juntas reciben el nombre de su acrónimo, TaNaKh; y ya en la época de los Profetas se hicieron referencias interpretativas a la primera parte, la Torah. Las discusiones de los sabios judíos y de los líderes religiosos que pretendían «leer entre líneas» de las palabras de la Torah, y después de los Profetas, se intensificaron durante el exilio posterior a la des- trucción (por parte del rey babilonio Nabucodonosor) del Primer Templo, y todavía más tras la destrucción del Segundo Templo (a ma- nos de los romanos). La recopilación de todas estas deliberaciones es el Talmud («El Estudio»). El misticismo judío, conocido como la Kaballah, tomó estas primitivas investigaciones de significados ocul- tos y construyó a partir de ellas. La misma Biblia atestigua que existen estos significados ocultos. Y su clave era el alfabeto, las veintidós letras. Un sencillo dispositivo codificador, que hasta los niños en la es- cuela suelen usar para jugar, es la sustitución serial de letras. Los sabios cabalistas de la Edad Media utilizaban como herramienta de búsqueda un sistema conocido como ATBSh, en el cual la última letra del alfabeto hebreo, Tav («T») se sustituye por la primera letra, Alef («A»); la penúltima, Shin («Sh»), por la segunda, Beth («B»), y así sucesivamente. El cabalista Abraham ben Jechiel Hacohen ilustraba el sistema y proporcionaba la clave para ello en un libro publicado en 1788 d.C. Pero, de hecho, este sistema de codificación ya lo utilizaba el pro- feta Jeremías (siglo vil a.C.) quien, al profetizar la caída de la poderosa Babilonia, sustituyó las letras B-B-L (Babel) por las letras Sh-Sh-K para evitar la prisión (Jeremías 25,26 y 51,42). En el Libro de las Lamentaciones, atribuido al profeta Jeremías, en el cual llora la caída y la destrucción de Jerusalén, se empleó otro código oculto, llamado acróstico, en el cual se compone una palabra o un nombre con la pri- mera (a veces la última) letra de cada verso, o (como en el caso de Jeremías) se revela la identidad de las letras sagradas del alfabeto. La primera palabra del primer verso (traducida como «ay») comienza con una Alef, el segundo verso comienza con una Beth, y así sucesivamente a lo largo de los veintidós versos. El profeta repite el mismo acróstico en el segundo capítulo; después, cada letra inicia dos versos en el tercer capítulo, volviendo a una por verso en el cuarto. El Salmo 119 se construyó con un acróstico óctuple! Se podría verificar la autenticidad de determinados versos de los Salmos observando que cada verso tiene dos partes, cada una de las cuales comienza de forma alfabética (por ejemplo, Salmo 145); la misma pista se halla oculta en la disposición de los versos de Proverbios 31. Además, en el Salmo 145, los tres versos (11, 12, 13) que ensalzan la realeza de Yahveh comienzan con las letras K-L-M que, leídas del revés, dan MeLeK, «Rey». La utilización de acrósticos como código oculto, evidente en otros libros de la Biblia, se encuentra también en libros postbíblicos (algunos de los cuales se incluyen en la disposición cristiana del 70

Upload: maiaedhel

Post on 30-May-2018

226 views

Category:

Documents


7 download

TRANSCRIPT

Page 1: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 1/59

8

CÓDIGOS OCULTOS,

NÚMER OS MÍSTICOSProbablemente era inevitable que, con el advenimiento de la actualera de la informática, algunos maestros del ingenio pusieran suscapacidades en una novela y en un nuevo objetivo: la búsqueda de un«código secreto» en la Biblia.

Aunque todo esto se nos presenta en los documentos científicose incluso en los libros como el epítome de la sofisticación moderna,lo cierto es que esta búsqueda es en realidad una búsqueda renova-da, en absoluto nueva, si bien con nuevas y más avanzadas herra-

mientas.La Biblia hebrea consta de tres partes, la Torah («Enseñanzas»),que comprende el Pentateuco (Los Cinco Libros de Moisés) e, histó-rica y cronológicamente, cubre el tiempo desde la Creación hasta lasandanzas del Éxodo y la muerte de Moisés; Neviyim («Profetas»), quecomprende los libros de Josué y los de Jueces, el de Samuel y los deReyes, y después los Profetas mayores y menores, los Salmos, losProverbios y Job (históricamente, desde el asentamiento de los israe-litas en Canaán hasta la destrucción del Primer Templo de Jeru-salén); y Ketuvim («Escritos»), comenzando con el Cantar de losCantares, pasando por los libros atribuidos a los dos líderes que tra-

  jeron de vuelta a Judea a los exiliados para reconstruir el Templo

(Ezra y Nehemías) para (según la disposición del canon de la Bi bliahebrea) terminar con Crónicas 1 y 2. Las tres partes juntas reciben elnombre de su acrónimo, TaNaKh; y ya en la época de los Profetas sehicieron referencias interpretativas a la primera parte, la Torah.

Las discusiones de los sabios judíos y de los líderes religiosos quepretendían «leer entre líneas» de las palabras de la Torah, y despuésde los Profetas, se intensificaron durante el exilio posterior a la des-trucción (por parte del rey babilonio Nabucodonosor) del PrimerTemplo, y todavía más tras la destrucción del Segundo Templo (a ma-

nos de los romanos). La recopilación de todas estas deliberaciones esel Talmud  («El Estudio»). El misticismo judío, conocido como laKaballah, tomó estas primitivas investigaciones de significados ocul-tos y construyó a partir de ellas.

La misma Biblia atestigua que existen estos significados ocultos.Y su clave era el alfabeto, las veintidós letras.

Un sencillo dispositivo codificador, que hasta los niños en la es-cuela suelen usar para jugar, es la sustitución serial de letras. Los

sabios cabalistas de la Edad Media utilizaban como herramienta debúsqueda un sistema conocido como ATBSh, en el cual la última letradel alfabeto hebreo, Tav («T») se sustituye por la primera letra, A le f («A»); la penúltima, Shin («Sh»), por la segunda, Beth («B»), y así sucesivamente. El cabalista Abraham ben Jechiel Hacohen ilustrabael sistema y proporcionaba la clave para ello en un lib ro publicado en1788 d.C.

Pero, de hecho, este sistema de codificación ya lo utilizaba el pro-feta Jeremías (siglo v il a.C.) quien, al profetizar la caída de la poderosaBabilonia, sustituyó las letras B-B-L (Babel) por las letras Sh-Sh-Kpara evitar la prisión (Jeremías 25,26 y 51,42). En el Libro de lasLamentaciones, atribuido al profeta Jeremías, en el cual llora la caíday la destrucción de Jerusalén, se empleó otro código oculto, llamadoacróstico, en el cual se compone una palabra o un nombre con la pri-mera (a veces la última) letra de cada verso, o (como en el caso deJeremías) se revela la identidad de las letras sagradas del alfabeto.

La primera palabra del primer verso (traducida como «ay»)comienza con una Alef, el segundo verso comienza con una Beth,y así sucesivamente a lo largo de los veintidós versos. El profetarepite el mismo acróstico en el segundo capítulo; después, cada letrainicia dos versos en el tercer capítulo, volviendo a una por verso enel cuarto. El Salmo 119 se construyó con un acróstico óctuple!

Se podría verificar la autenticidad de determinados versos de los

Salmos observando que cada verso tiene dos partes, cada una delas cuales comienza de forma alfabética (por ejemplo, Salmo 145); lamisma pista se halla oculta en la disposición de los versos deProverbios 31. Además, en el Salmo 145, los tres versos (11, 12, 13)que ensalzan la realeza de Yahveh comienzan con las letras K-L-Mque, leídas del revés, dan MeLeK, «Rey».

La utilización de acrósticos como código oculto, evidente enotros libros de la Bibl ia, se encuentra también en libros postbíblicos(algunos de los cuales se incluyen en la disposición cristiana del

70

Page 2: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 2/59

Antiguo Testamento). Un ejemplo destacado proviene de la épocade la revuelta c ontra el dom inio griego, en el siglo II a.C. La revueltalleva el nombre de sus líderes, los Macabeos (un nombre que era dehecho un acrónimo basado en un verso del Cántico de Moisés;Éxodo 15,11), «Quién es como tú entre los dioses, oh Yahveh»; lasprimeras letras de las cuatro palabras hebreas forman el acrónimoM-K-B-I, que se pronuncia «Maccabi».

Tras la destrucción del Segundo Templo p or parte de los romanos

en el 70 d.C , el fundamento espiritua l y religioso para los judíos fue-ron sus Sagradas Escrituras, el tesoro de las palabras divinas y profé-ticas. ¿Acaso lo había marcado todo el hado? ¿Acaso todo había sidopredicho? Y de lo que todavía está destinado, ¿qué falta aún porvenir? Las claves del pasado y el futuro se habían ocultado en losescritos sagrados, para entonces no sólo canonizados en cuanto alcontenido, sino también en cuanto a cada palabra y cada letra. Esabúsqueda de significados ocultos oscurecidos por códigos secretos sellegaría a conocer tras la destrucción del Templo como «entrar en laarboleda prohibida», siendo de por sí la palabra «arboleda»(PaRDeS) un acrónimo creado a pa rtir de las primeras letras de cua-tro métodos de extracción de mensajes de las escrituras: Peshat (sig-

nificado literal), Remez (atisbo), Drash (interpretación) y Sod (secreto). Hay un relato talmúdico que pretende ilustrar los riesgosde tratar prematuramente con lo que se pretendía que permanecierasin revelar que cuenta lo que les sucedía a cuatro sabios rabíes queentraban en el Pardes; uno «miró fijamente y murió», ot ro perdió larazón, el tercero se desquició y se puso a «desarraigar plantas»; sólouno, Rabí Akiba, terminó intacto.

Los cabalistas y sus precursores reanudarían la búsqueda de sig-nificados ocultos en tiempos medievales. ¿Qué podría revelar el exa-men de la Bi blia a través del ATBSh? ¿Y qué pasaría si se utilizabaotra disposición de letras? ¿Qué pasaría si se hubiera insertado una

palabra sólo para ocultar el verdadero significado y, así, hubiera quesaltársela para poder leer el texto que se pretendía transmitir? Conestos métodos, se podría demostrar por ejemplo que el Salmo 92(«Canto para el Día d el Sabbath») lo compuso en realidad Moisés enel Sinaí, y no el rey Da vid . En ot ro caso, se afirmaba que el gran sabio

 judío M aimónides (España y Egipto , siglo xii d.C.) venía nombradoen el Li br o del Éxodo , donde las primeras letras de las cuatro últimaspalabras del versículo 11,9 creaban el acrónimo R-M-B-M, que secorresponde con el acrónimo resultante del nombre completo de

Maimónides, Rabbi Moshe Ben Ma imon (lo cual da cuenta de la re-ferencia imperante a su persona como Rambam).

Pero los sabios medievales se preguntaban: ¿habrá que limitar labúsqueda sólo a las primeras o las últimas letras de las palabras, alcomienzo o al final de los versículos? ¿Qué pasaría si uno buscarasignificados ocultos saltándose letras? ¿Cada segunda, cada cuarta,cada cuadragésimo segunda? Quizás era inevitable que con la llega-da de los ordenadores alguien aplicara esta herramienta a una bús-

queda acelerada de un «código» basado en la seriación de letras. Laúltima serie de interés sobre el tema resultó ciertamente como con-secuencia de la aplicación de técnicas informáticas por parte de algu-nos científicos israelíes; se publicó en agosto de 1994 en un artículotitula do «Secuencias equidistantes de letras en el L ibr o del Génesis»,de Do ro n Witzum , Eliya hu Rips y Yoav Rosenberg, en la prestigiosarevista Statistical Science.

En posteriores revisiones, análisis y libros (The Bible Code, deMichael Drosn in y The Truth Behind the Bible Code, de Jeffrey Sati-nover) se trata, en esencia, con una premisa básica: si haces una rela-ción de las 304.805 letras del Pentateuco en una secuencia, y las dis-

pones en «bloques» que separen las letras en secciones de ciertonúmero de líneas, y cada línea en cierto número de letras, y despuésse elige un método de salto, determinadas letras formarán palabrasque, por increíble que parezca, establecerán predicciones para nues-tro tie mpo y para todos los tiempos, como la del asesinato del prim erministro de Israel, Isaac Rabin, o el descubrimiento de la Teoría dela Relatividad de Albert Einstein.

Sin embargo, con el fin de llegar a las supuestas «predicciones»de acontecimientos futuros en textos escritos hace miles de años, losinvestigadores tuvieron que diseñar normas arbitrarias e intercam-biables sobre cómo leer las «palabras codificadas». Las letras queforman las palabras de la predicción terminan a veces pegadas unas

a otras, a veces espaciadas (con espacios variados y flexibles), a vecesse leen en vertical, a veces en horizontal o diagonal, a veces haciaatrás, a veces de abajo arriba...

Esta arbitrariedad en la selección de la longitud y el número de líneas,la dirección de la lectura, el salto o no salto de letras, etc. debe privara los no iniciados de la aceptación sin críticas de las afirmaciones delcódigo que se basan exclusivamente en las letras de la Biblia; y debehacerlo sin poner en entredicho el tema de si el actual texto del Pen-

71

Page 3: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 3/59

tateuco muestra exactamente la disposición original, dada por ladivinidad, letra por letra. Y lo decimos no sólo porque se han dadoaparentes desviaciones menores (como por ejemplo: la de escribirdeterminadas palabras con o sin una vocal), sino también por nues-tra creencia (expuesta en Divine Encounters) de que hubo una letramás, una Alef, al comienzo del Génesis. Apa rte de las implicacionesteológicas, la implicación inmediata sería la de la distorsión de lacuenta en las letras.

No obstante, se debe aceptar como una posibilidad seria la de lacodificación de palabras o significados ocultos en los textos bíblicos,no sólo por los ejemplos citados más arriba, sino por dos razones másde suma importancia.

La prim era de ellas es que se han descubierto casos de codificacióny cifrado en textos no hebreos de Mesopotamia, tanto babilónicos co-mo asirios. Entre estos, se incluyen textos que comienzan o terminancon la advertencia de que son secretos, para mostrarse sólo ante inic ia-dos (o, inversamente, para que no se revelen ante los no iniciados), bajopena de muerte a manos de los dioses. Estos textos empleaban a ve-ces métodos de codificación descifrables (como los acrónimos), y a

veces métodos de cifra que siguen siendo un enigma. Entre los pri-meros se encuentra un himno del rey asirio Assurba nipal de alaban-za al dios M ardu k y a la esposa de Ma rduk , Zarpanit. U tili za los sig-nos silábicos cuneiformes del comienzo de cada línea para deletrearun mensaje oculto al dios M arduk . Ap arte de la codificación acroní-mica, se empleó un segundo método de cifra: las sílabas que formabanel mensaje secreto comenzaban en la línea 1, se saltaban la 2, utiliza-ban la línea 3, se saltaban la 4, etc., saltándose una línea hasta llegar ala línea 9. Después, el mensaje codificado se saltaba dos líneas degolpe, volviendo al salto de línea singular en la línea 26, volviendo alsalto de línea doble a pa rtir de la 36, y regresando al salto de línea sin-gular para el resto de la tablilla (incluida la cara de detrás).

En esta codificación doble, el rey asirio deletreaba el siguientemensaje secreto para el dios (ofrecemos la traducción en horizontal,si bien el mensaje en la tablilla se lee en vertical, de arriba abajo):

A-na-ku Ah-shur-ba-an-ni-ap-liYo soy AssurbanipalSha il-shu bu-ul-li-ta ni-shu-ma Ma-ru-du-ukEl que pidió a su dios dame vida Marduk [y]Da-li-le-ka lu-ud-luTe alabaré 

El descubrimiento de una inscr ipción acróstica de un ta l Shaggil-kinam-ubbib, un sacerdote del templo de Marduk en Babilonia, nosólo habla de la accesibilidad del sacerdocio a tal codificación, si-no que también plantea preguntas referentes a su antigüedad. En eseacrónimo (en el cual hay un salto de once líneas entre las silabascodificadas), se especifica con toda claridad el nombre del codifica-dor. Hasta donde sabemos, un sacerdote con este nombre sirvió en eltemplo del Esagil en Babilonia hacia el 1400 a.C. Esto dataría la idea

de la codificación en los alrededores de la época del Éxodo. Pero,dado que a la mayoría de los expertos les resulta difícil de aceptaruna fecha tan antigua, prefieren datarla después de todo en el siglovi i i a .C .

El rey asirio Asaradón, padre de Assurbanipal, utilizó un méto-do de codificación algo diferente. En una estela que conmemorabauna invasión histórica suya de Egipto (conocida por los expertoscomo la Piedra Negra de Asaradón, ahora en el Museo Británico-Fi g. 57), afirmaba que no sólo había lanzado su campaña mili tar conla bendición de los dioses, sino también bajo la égida celestial de lassiete constelaciones que «determinan los hados» (una referenciacierta de las constelaciones zodiacales). En la inscripción (en la parte

de detrás de la estela) afirmaba que los signos cuneiformes que nom-

Figura 57

72

Page 4: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 4/59

Figura 58

braban a las constelaciones «tienen la semejanza de la escritura de minombre, Asshur-Ah-Iddin» (Asaradón en castellano).

No está claro cómo funcionaba exactamente este código o cifra,pero uno se puede figurar otro significado oculto en las proclamasde este rey en su inscripción. Al trata r de la restauración del templo deMarduk en Babilonia, la cual asumió el rey asirio para ser aceptadotambién como soberano en Babilonia, éste recordaba que Marduk,tras enfurecerse con los babilonios, había decretado que la ciudady su templo permanecerían en ruinas durante setenta años. Asaradóndecía que eso era lo que «Marduk escribió en el Libro de los Hados».Sin embargo, respondiendo a las súplicas de Asaradón,

El misericordioso M arduk,en un momento en el cual su corazón estaba apaciguado,volvió boca abajo la tablillay, en el undécimo año,aprobó la restauración.

Lo que se puede figurar con respecto a este oráculo oculto es quela acción del dios parecía un juego de manos, pero con cifras (con lossímbolos, también en cuneiforme, que representan a los números).En el sistema Sumerio sexagesimal (es decir, «de base sesenta»), elsigno del «uno» podía significar tanto 1 como 60, dependiendo de laposición. El signo de 10 era parecido a un galón. Lo que Asaradóndecía era que el dios tomó el Li bro de los Hados, en el cual el perío-do decretado de desolación era de «70» años (Fig. 58a) y lo volvióboca abajo, con lo que los signos cuneiformes representaban el «11»(Fig. 58b).

" L a relación de mensajes ocultos y significados secretos no sólo conpalabras sino con números y cifras fue aún más destacada en los escri-tos de Sargón II , el abuelo de Assurbanipal. Durante su reinado (721-705 a.G), fundó una nueva capital administrativa-militar en el empla-zamiento de una población que se hallaba a unos veinte kilómetros alnoreste de la antigua capital real y centro religioso de Nín ive. Su nom -bre asirio era Sharrukin («Rey Justo») y le puso a la nueva ciudad Du rSharrukin («Fortaleza Sargón», un lugar arqueológico conocido ahoracomo Jorsabad). En la inscripción que conmemora este logro, escribióque el poderoso muro que había construido alrededor de la ciudadtenía 16.283 codos de largo, «que es el número de mi nom bre».

Esta utilización de los números para codificar sílabas y palabrasaparece en un texto conocido como Una Exaltación a Ishtar, dondeel adorador no puso su nombre con letras, sino con números:

21-35-35-26-41hijo de 21-11-20-42

Sigue sin descifrarse la clave de estos códigos numéricos, pero

tenemos razones para creer que estos métodos de codificación meso-

potámicos eran bien conocidos por los profetas hebreos.

Uno de los pasajes más dificultosos de la Biblia es el de la profe-cía de Isaías acerca del tiempo de la Retribución, cuando «vendráa suceder que se soplará una gran trompeta, y retornarán aquellosque se perdieron en las tierras de Asir ía y aquellos que fueron arro-

 jados a las tierras de Egipto, y se postrarán ante Yahveh en el Mo nteSagrado, en Jerusalén». Isaías profetizó que, en ese tiempo, reinará laconfusión y las gentes se preguntarán entre sí, «a quién le será dadoel entendimiento» del mensaje que ha sido alterado de alguna formapara ocultar su significado:

Pues p recepto está sobre precepto,precepto está dentro de precepto;la línea está sobre la línea,la línea está con la línea.Un poco aquí, algo más allí;pues con un lenguaje confusoy en una extraña lenguaÉl se dirigir á a este pueblo.

Isaías 28,10-11

73

Page 5: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 5/59

Nadie ha comprendido en realidad cómo un «precepto sobre pre-cepto» y «línea con línea» dan como resultado un «lenguaje confuso»y una «extraña lengua». Las palabras hebreas son Tzav («orden»)y Kav («línea»), y se han traducido en las traducciones inglesas másmodernas como «mandato» y «regla» respectivamente (The New

  American Bible), «musitar» y «m urmullo» (Tanakh, the Holy Scrip-tures), o incluso «voces ásperas» y gritos estridentes» (!) (The NewEnglish Bible).

¿Qué lenguaje puede ser confuso, o sus signos escritos dar unextraño significado, cambiando el «orden» y una «línea» aquí y allí?¡Es nuestra hipótesis que de lo que hablaba el profeta Isaías, con-temporáneo de Sargón II y de Senaquerib, era de la escritura cunei-

 forme de los asirios y los babilonios!Evidentem ente, no era un lenguaje desconocido; pero como afir-

ma el versículo citado arrib a, no se podía entender el mensaje trans-mit ido en ese lenguaje porque había sido codificado Kav a Kav, cam-biando una «línea» aquí y otra «línea» allí, cambiando por tanto el«precepto» de lo que el mensaje estaba diciendo. El Tzav cambiado(«orden») sugiere métodos cifrados (como el A/T-B/S h) que utiliza nel cambio de orden de las letras.

Esta solución sugerida al enigma de los versículos 28,10-11 puedeservir para explicar la posterior descripción que hace el profeta(29,10-12) de la incapacidad de cualquiera para comprender los escri-tos porque «las palabras del li bro se han conve rtido para ti como unlibro sellado». La última palabra, hatoom, se traduce normalmentecomo «sellado», pero en los usos bíblicos tenía la connotación de«oculto», hecho secreto. Era un tér mino que se empleaba en el mismosentido en el cual se empleaba en los escritos codificados mesopotá-micos, que se sellaban para los ojos de los no iniciados. Se empleó así en el profético Cántico de Moisés (Deuteronomio 32,34), donde secita a Dios cuando dice que las cosas predeterminadas por venir son«un secreto oculto en mí, guardado y sellado entre mis tesoros».

También se utiliza el término en el sentido de «ocultado» o «hechoun secreto» en Isaías 8,17; y aún más en el L ib ro de D anie l y su visióny simbolismos de las cosas por venir en el Final de las Cosas.

Isaías, cuyas profecías estaban en la línea de la arena internacio-nal y la cifra de mensajes reales de su tiempo, quizá revelara la pistade la existencia de un «Código Bíb lico». M odifi có tres veces la pala-bra Ototh («signos»), que se util iza en la Bi blia para designar signosdivinos o celestiales, para que se leyera Otioth, plural de Oth, que sig-

nifica tanto «signo» como «letra», transmitiendo el significado de«letras» en su profecía.

Ya hemos mencionado la referencia de Isaías a Yahveh comocreador de las Letras (del alfabeto). En Isaías 45,11, el profeta, ensal-zando la unicidad de Yahveh, afirma que fue Yahveh quien «ha dis-puesto con letras lo que sucederá». Y que esta disposición se codifi-có debido a que era el modo de comprender el enigmático pasaje de41,23. Al hablar de cóm o el desconcertado pueblo de la Tierra in ten-ta adivinar el futuro desde el pasado, Isaías puso en labios de ellosesta súplica a Di os:

¡Dinos las letras hacia atrás!

Si se hubiera tratado de la palabra usual Ototh, habría significa-do, «dinos los signos desde el principio de las cosas». Pero el profetaoptó (tres veces) por escribir Otioth, «letras». Y la evidente petic iónes la de estar capacitado para comprender el plan d ivino al serle mos-tradas las letras hacia atrás, como en un código, en el cual se han cam-biado de sitio las letras.

Pero, como indican los ejemplos mesopotámicos, el acróstico eraun instrumento demasiado sencillo, y la codificación real (aún pordescifrar en el caso de Sargón II) se halla en los valores numéricos delos signos cuneiformes. Ya hemos mencionado el «secreto de los dio-ses» concerniente a sus números de rango, números que a veces seescribían o se invocaban en el lugar de los nombres de los dioses.Otras tablillas, en las cuales se conservó la terminología Sumeria,incluso en textos acadios (si bien muchos permanecen oscuros debi-do a las fracturas de las tablillas), apuntan a un primitivo uso de lanumerología como código secreto, especialmente cuando se hallabanimplicados los dioses.

No sorprende po r tanto que a las letras del alfabeto hebreo se les

concedieran valores numéricos (Fig. 59), y que tales valores jugaranun papel mucho m ayor en la codificación y la decodificación de cono-cimientos secretos que las letras en sí mismas. Cuando los griegosadoptaron el alfabeto, conservaron la práctica de asignar valoresnuméricos a las letras; y fueron los griegos los que le dier on el no m-bre de Gematría al arte de y a las reglas para la interpretación deletras, palabras o grupos de palabras por sus valores numéricos.

Teniendo sus inicios en la época del Segundo Templo, la Gema-tría numerológica se convi rtió en una herramienta tanto en manos de

74

Page 6: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 6/59

Figura 59

eruditos como de gnósticos para extraer de los versículos y de laspalabras bíblicas números no especificados de significados ocultoso elementos de información, o para trazar nuevas reglas donde lasreglas bíblicas estuvieran incompletas. Así, se sostenía que cuandoun hombre prestaba jurament o de ser un nazirita, el período no espe-cificado de abstención debería ser de 30 días, dado que la palabradefinitoria YiHYeH  («será») en Números capítulo 6, tiene el valornumérico de 30. La comparación de las palabras y de sus implicacio-

nes por sus equivalentes numéricos abría posibilidades innumerablesde significados ocultos. Como ejemplo, se sugería que Moisés y Jacobtuvieron una experiencia divina similar, porque la escalera (Sulam,en hebreo) al cielo que vio Jacob en su visión nocturna y el monte(Sinaí) en el cual Moisés recibió las Tablillas de la Ley tenían ambosel mismo valor num érico, 130.

El empleo de la numerología y en especial de la Gematría paradetectar significados secretos alcanzó una nueva cima en la EdadMedia, con el desarrollo del misticismo judío conocido como la Cá-

bala. En sus investigaciones, se daba una atención especial a los nom-bres divinos. De suma importancia fue el estudio del nombre por elcual el Señor Dios se nombraba a sí mismo ante Moisés, YHWH:«Yo soy el que seré, Yahveh es mi nombre» (Éxodo 3,14-15). Si sesuman de forma sencilla, las cuatro letras del nombre divino (elTetragammaton ) suman 26 (10+5+6+5); pero con métodos más com-plejos por los que abogaban los cabalistas, en los cuales se deletrea-ban los nombres de las cuatro letras (Yod, Hei, Wav, Hei) parasumarlos numéricamente, el total se convierte en 72. Los equivalen-tes numéricos de estos números componían resultados de otras pala-bras plenas de significado.

(En los comienzos del cristianismo, una secta de Alejandría soste-nía que el nombre del creador supremo y primordial era Abraxas, lasuma de cuyas letras equivalía a 365, el número de días del año solar.Los miembros de la secta solían llevar camafeos hechos de piedrassemipreciosas que llevaban la imagen y el nombre del dios, equipara-do con frecuencia con Ya H U (dim inutiv o de Yahveh) (Fig. 60). Exis-ten todas las razones para creer que Abraxas provenía de Abreshit,«Padre/Progenitor del Comienzo», que hemos propuesto como la

prime ra palabra completa, comenzando con una «A», de l Génesis, envez del corriente Breshit, que hace que el Génesis comience con una«B». Si el Génesis tuvo una letra más, el código secuenciador ahoraen boga debería ser reexaminado.)

¿Cuánto valor se le debería de dar a los códigos o significadosnuméricos, un código inherente a las mismas letras y no sobre un es-paciamiento arbitrario entre ellas? Dado que estos usos se remontan

Figura 6075

Page 7: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 7/59

a tiempos Sumerios, fueron válidos en tiempos acadios y se tuvieronen todas las épocas como «secretos de los dioses» que no se podían

revelar a los no iniciados, y dado el vínculo con el A D N , creemos quelos códigos numéricos constituyen el código secreto!

De hecho, una de las pistas más obvias (y, por tanto, como en losrelatos de detectives, la más ignorada) es el término utilizado para«libro», SeFeR, en hebreo. Proviene de la raíz SFR, y sus derivacio-nes eran las palabras utilizadas para designar escritor/escriba (Sofer),

contar (Lesapher), un relato o una historia (Sippur), etc.¡Pero esa misma raíz, SFR, designaba también a todo lo relacio-

nado con los números! Contar era Lisfor, numeral es Sifrah, númeroes Mispar, cuenta es Sephirah. Es decir, desde el mismo momento enque emergieron las palabras raíces de tres letras del hebreo, escribircon letras y contar con números se consideró una y la misma cosa.

Ciertamente, hay casos en la Biblia hebrea en que los significados«libro» y «número» eran intercambiables, como en 1 Crónicas 27,24,donde, al darse cuenta de un censo dirigido por el rey David, la pala-bra «número» se utilizó dos veces en la misma sentencia, una vezpara indicar número (de personas contadas) y otra para designar al

libr o de registros de Davi d.Este doble y quizá triple significado, ha sido un reto para los tra-ductores del versículo 15 del Salmo 71. Buscando la ayuda divina, elsalmista, aunque no conoce todos los milagros de Dios, juraba narrarlas obras de salvación y de justicia de Dios «aunque no sé/conozcoSefuroth». En la versión del Rey Jaime se traduce la palabra como«números»; traducciones más modernas prefieren la connotación de«relatar», «relatos». Pero de este modo tan poco usual, el salmista haincluido un tercer significado, el de «misterios».

Cuando los tiempos se hicieron más turbulentos en Judea, cuandoa una revuelta (la de los Macabeos contra el gobierno griego) le

seguía otra (contra la opresión romana), se intensificó la búsquedade mensajes de esperanza (de presagios mesiánicos). La búsqueda denúmeros codificados en textos primitivos evolucionó en el uso de nú-meros como códigos secretos. Uno de los casos más enigmáticosy mejor cifrados se abrió paso en el Nuevo Testamento: el número dela «bestia» codificado como «666» en el Libro del Apocalipsis,

Aquí está la Sabiduría;Que el que tiene Entendimiento

calcule el número de la bestia,pues es el Número de un Hombre;y su número es seiscientos y tres veintenas y seis.

Apocalipsis 13,18

- Este pasaje trata de expectativas mesiánicas, de la caída del ma ly, con posterioridad a la Segunda Venida, del retorno del Reino de lCielo a la T ierra. A lo largo de milenios, se han hecho innumerables

intentos por descifrar el código numérico del «666» y comprender así la profecía. Este número aparece claramente en el pri mit ivo manus-crito (griego) del li bro, cuyo títul o completo es El E vangelio SegúnSan Juan, que comienza con la afirmación «En el principio existía laPalabra, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios», y queestá lleno de referencias numéricas. Ut iliza ndo los valores numér i-cos de las letras griegas (que siguen fielmente la disposición hebrea)y los métodos de Gematría, se ha sugerido que la «bestia» era elmalvado imperio romano, dado que el valor numérico de LATEINOSera 666. Otr os han sugerido que el código numérico identific aba al mis-mísimo emperador romano (Trajano), cuyo nombre central, ULP IOS ,también sumaba 666. Otra sugerencia más decía que el código estaba

en hebreo, y significaba Nerón Qesar («Nerón el Emperador»), que enhebreo se deletreaba N-R-W-N + Q-S-R, y también sumaba 666; y así sucesivamente, según diversos enfoques de Gematría que utilizabantanto la adición directa como los métodos de triangulación.

La posibilidad de que el secreto codificado del «666» deba serdesvelado en hebreo más que en significados de palabras griegaso romanas bien podría ser la clave para resolver finalmente el enig-ma. Nosotros encontramos que, en hebreo, 660 es el equivalente nu-

76

Page 8: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 8/59

mérico de SeTeR (Fig. 61a), algo oculto, un misterio oculto; se empleóen la Bib lia en conexión con la S abiduría y el Entendimien to divinos,que estaban ocultos y se ocultaban del Hombre. Para convertirlo en666, hay que añadirle la letra Wav (= 6) (Fig. 61b), cambiando el signi-ficado desde un «secreto» a «su secreto», SiTRO, «su cosa oculta».Algunos piensan que esta traducción de «su secreto» describe la «tin ie-bla acuosa» donde se recuerda la Batalla Celestial con Tiamat:

La Tierra vaciló y tembló,los cimientos de las colinas se estremecieron.subió humo desde sus narices, >,un fuego devorador de su boca...Hizo de la oscuridad su secreto, ,cubierto de una tiniebla acuosa y nubes celestiales.

Salmos 18,8-12

En la Biblia, se repiten las referencias a esa Batalla Celestial queen La Epopeya de la Creación mesopotámica tuvo lugar entre N ibir u/ Marduk y Tiamat, y que en la Biblia se realiza entre Yahveh, comoCreador Primordial, y Tehom, una «profundidad acuosa». De Tehom/ 

Tiamat se habla a veces como de Rahab, la «altiva», o se traduce conuna inversión de letras, RaBaH («la grande») en vez de RaHaB. Enlos términos del Salmo 18 resuena una declaración mucho más anti-gua, la de Deuteronomio 29,19, en la cual se profetizan y describenlos juicios de Yahveh «sobre la última generación» como un tiempoen el que «subirá humo desde las narices» de Dios. En la Biblia sesuelen referir a esa época final de rendición de cuentas con el adver-bi o Az, «entonces», en ese tiempo futuro en particular.

Si el autor del Apocalipsis, como es evidente, tenía también enmente que Az, que «entonces», en la época de la Última Genera-ción, cuando el Señor reaparezca, como lo hizo cuando el Cielo y laTierra fueron creados en el tiempo de la batalla con Tehom Rabah

(un término que aparece combinado en Amos 7,4, Salmos 36,7e Isaías 5,10), entonces una aproximación numérica al enigma del«666» sugeriría que el Libro del Apocalipsis estaba hablando del Re-torno del Señor Celestial en una repetición de la Batalla Celestial;

 pues la suma total del valor numérico de Az + Tehom + Rabah es 666 (Fig. 62).

Un intento como el nuestro por decodificar el número «666»reconvirtiéndolo en letras y, luego, buscando en el Antiguo Testa-

Figura 62

mentó palabras que contengan esas letras, no agota en modo algunotodas las posibilidades. La transmutación de Abresheet  en Abraxas(con su valor numérico de 365) como deidad de los gentiles, y lasreferencias bíblicas (citadas ya) de codificaciones en escritos cunei-formes por intercambio de líneas en sus signos, así como la referen-cia a la lectura hacia atrás y el empleo del A-T-B-Sh para ocultaridentidades de dioses extranjeros, plantea esta cuestión: en la medi-da en la que el destino de los hebreos se fue entretejiendo con elhado de otras naciones y de sus dioses, ¿hasta qué punto las codifi-caciones bíblicas no estarían ocultando datos secretos de escritos y depanteones extranjeros? Si los relatos de la creación del Génesis eranen realidad versiones reducidas de los secretos de la creación regis-trados en el Enuma elish, ¿qué hay de las partes secretas que se leshabían revelado a Enmeduranki y a Adapa (y a Henoc)?

En el Génesis, leemos que cuando el faraón elevó a José a un altocargo por interpretar sus sueños, le dio, como correspondía a un dig-natario egipcio, un nuevo nombre, un nombre egipcio: Zophnat-Pa'aneach. Aunque los expertos han intentado reconstruir la escritu-ra jeroglífica y el significado egipcio del nombre-epíteto, lo que es

obvio es que se trataba en realidad de un nombre cuyo significadoestaba codificado en hebreo, pues en hebreo significa claramente «Elque Resuelve» (Pa'aneach) «Cosas Secretas/Ocultas» (Zophnot).

Estas transfiguraciones de lengua/letra/número refuerzan lacuestión (y la posibilidad), y no sólo en lo referente a la razón del«666», de sí los códigos pudieran haber incluido alusiones a otras dei-dades de panteones conocidos en la antigüedad.

Uno de los aspectos no explicados del alfabeto hebreo es que haycinco letras que se escriben de forma diferente cuando se colocan al

77

Page 9: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 9/59

60

70Figuras 63a, 63b y 63c

final de una palabra (Fig. 63a). Si nos aventuráramos en el Pardes, enla «arboleda prohibida», y adoptáramos la premisa de un códigode combinación le t ra+número, podríamos dec i r que , l e ídas a l revés(de izquierda a derecha), la razón codificada de estas extrañas cincoletras es un «código secreto» (Zophen) de «60» (M+Kh), ¡que es elnúmero secre to de Anu! (Fig. 63b).

Si esto es así , ¿sería sólo coincidencia que la primera letra de la

pa labra hebrea «secreto» - S O D - («S») tenga e l va lor numérico de«60» y, lo que es más, que el valo r de la palabra com pleta sea de «70»,e l número secre to de la desolac ión decre tado por Marduk (y luegoinvert ido por é l mismo) para la c iudad de Babi lonia? Y, s iguiendocon el tema, ¿sería la declaración (aparecida en Jeremías y en algunaotra parte) de que la desolación de Jerusalén y de su Templo duraríaexactamente los mismos 70 años, una profecía que, cuando se anun-ció, se presentó como la revelación de un secreto, un Sod, de Dios?( F i g . 63c).

Un enfoque que aceptara la posibi l idad de que tanto e l Ant iguocomo el Nuevo Testamento tomaran prestadas sus codificaciones deescritos secretos y rangos divinos mesopotámicos muy anteriores nosllevaría a otra posible solución del enigma del «666».

Uno de los casos excepcionales (de los descubiertos) donde elnúmero «6» se revelaba como un rango divino era una tabl i l l a quefue reconst ruida por Alasdai r Livingstone en Mystical and Mytho-logical Explanatory Works of Assyrian and Babylonian Scholars.

Esta tabli l la, que l leva una admonición respecto a los indesvelablessecretos que contiene, comienza con el 60 como el rango de «el diospreeminente, padre de los dioses», y luego, en una columna aparte,revela su ident idad: Anu. Seguido por Enl i l (50) , Ea/Enki (40) , Sin(30) y Shamash (20), l ista a Adad, «el dios de la l luvia y los truenos»como el «6». La l ista continúa por el anverso y por el reverso de latabli l la, y l ista el «600» como número secreto de los Anunnaki.

Lo que emerge de esta tabli l la mesopotámica respecto a los nú-meros secretos de los dioses puede muy bien tener la clave pararesolver , por f in, e l mis ter io de l «666», contemplándolo como unacodificación basada en el Sumerio:

60 0 = Los An unn a k i , «Aq ue l l os Q ue De l C i e l o a la T i e r raVinieron»

60 = Anu, su soberano supremo6 = Adad, uno de los dioses que enseña a los Iniciados

666 = «Aquí está la Sabiduría», «Calculado por aquel que t ieneE nt e nd i mi e n t o»

(La prox i mi da d de A n u y Ada d a c omi e nzos de l se gundo mi l e n i oa.C. no sólo encontró expresiones textuales, sino que incluso tuvie-ron templos compart idos . Por incre íble que parezca , l a Bibl ia tam-bién l i s ta a A n u y a Ad ad , uno junto a ot ro, en una l i s ta de dioses de«otras naciones» -2 Reyes 17,31).

Los números secretos de los dioses pueden servir como pistas paradescifrar los significados secretos de otros nomb res divinos . As í, cuan-do se concibió el alfabeto, la letra «M», de Ma'yim, agua, se parecíaa las representaciones gráficas en egipcio y acadio del agua (una pic-tografía de ondas), así como la pro nun ciación d el térm ino en estas len-guas. ¿Sería pues no más que una coincidencia que el valor numéricode «M» en el alfabeto hebreo fuera «40», el rango numérico secreto deEa/E nki , «cuyo hogar es e l agua», e l protot ipo de Ac uario ?

«Código secreto»(de) «sesenta»

78

Page 10: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 10/59

¿Fue también un código numérico secreto el que dio origen enSumer a YaHU , la forma abreviada del Tetragammaton YaHW eH?Si uno fuera un iniciado Sumerio que intentara aplicar el código delos números secretos a este nombre teo fórico (como se hace con pre-fijos y sufijos en nombres personales), uno podría decir que Y H U esun código secreto de «50» (IA = 10, U = 5, IA.U = 10x5 = 50), contodas las implicaciones teológicas que esto supone.

Mientras hemos puesto nuestra atención en el significado del «666»,en el críptico versículo del Apocalipsis nos hemos encontrado conuna declaración de la mayor importancia. Afirma que el códigosecreto es de todo lo que trata la sabiduría, y que sólo lo pueden des-cifrar aquéllos que tienen entendimiento.

Éstos son exactamente los dos términos que utilizaban los sume-ríos, y aquellos que vinieron tras ellos, para denotar los conocimien-tos secretos que los Anunnaki habían enseñado sólo a unos iniciadosprivilegiados.

En la base de tan amplios e increíbles conocimientos Sumerios sehalla un conocimiento de los números igualmente sorprendente.Como observó el matemático-asiriólogo Herm án V. Hilp recht a prin -cipios del siglo xx , tras el descubrimiento de gran número de tablillasmatemáticas mesopotámicas (The Babylonian Expedition of the Uni-versity of Pennsylvaniá), «todas las tablas de multipli cación y divisiónde las bibliotecas de los templos de Nip pur y Sippar, y de la biblio te-ca de Assurbanipal en Nínive, se basan en el número 1.296.000»,un número astronómico virtual, un número que requería una sor-prendente sofisticación para ser comprendido, y cuya utilidad paralos humanos del cuarto milenio a.C. parecía completamente cues-tionable.

Pero, analizando este número, con el cual comenzaban algunastablillas matemáticas, el profesor Hilprecht llegó a la conclusión de

que sólo podía estar relacionado con el fenómeno de la Precesión, elretraso de la Tierra en su órbita alrededor del Sol, que lleva 25.920años completar (hasta que la Tierra vuelve al mismo lugar exacto).Este recorrid o completo de las doce casas del zodiaco recibió el nom -bre de Gran Año; el número astronómico 12.960.000 representaba500 de estos Grandes Años. Pero, ¿quién, salvo los Anu nn aki , podíacomprender o hacer uso de tan vasto lapso de tiempo?

Al considerar los sistemas numéricos y de cálculo, el sistema deci-mal («de base diez») es, obviamente, el más «simpático» para el

hombre, resultante de la cuenta de los dedos de las manos. Hasta eldesconcertante sistema calendárico maya llam ado Haab, que dividíael año solar en 18 meses de 20 días cada uno (más 5 días al final delaño) se puede suponer que sea el resultado de contar los 20 dedos delser humano, dedos de manos y pies combinados. Pero, ¿de dóndetoman los Sumerios el sistema sexagesimal («de base 60»), cuyas másduraderas expresiones son el aún existente cálculo del tiempo (60minu tos, 60 segundos), la astronomía (u n círculo celeste de 360 grados)y la geometría?

En nuestro libro Al principio de los tiempos, hemos sugerido quelos Anunn aki, al provenir de un planeta cuyo período orbital (un añoen Ni bir u) equivalía a 3.600 órbitas terrestres, necesitaban algún tip ode común denominador para períodos tan diversos, y encontraronuno en el fenómeno de la Precesión (que solamente ellos, y no loshombres, con un lapso vital más breve dictado por los ciclos de laTierra, podrían haber descubierto). Cuando dividieron el círculoceleste en doce partes, el retardo precesional (que ellos podíanobservar con facilidad) era de 2.160 años por «casa». Y nosotroshemos sugerido q ue eso llevó a la pr opo rci ón de 3.600:2.160 o 10:6 (laque con el tiemp o sería la Proporció n D orada de los griegos), y al sis-

tema sexagesimal, que iba 6 x 10 x 6 x 10 y así sucesivamente, dandocomo resultado 60, 360, 3.600 y así sucesivamente hasta llegar alnúmero inmenso de 12.960.000.

En este sistema, varios números de importancia celestial o sagra-da parecen estar fuera de lugar. Uno de ellos es el número siete, cuyaimportancia en la historia de la Creación, como en el séptimo díao Sabbath, en el nombre del hogar de Abraham, Beer-Sheba («ElPozo del Siete»), etc. se reconoce con facilidad. En M esopotamia, seles aplicó a los Siete Que Juzgan, los Siete S abios, las siete puertas delMundo Inferior, las siete tablillas del Enuma elish. Era un epíteto deEn lil («E nlil es Siete», decían los Sumerios); e indudablemente, el or i-

Figura 64

79

Page 11: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 11/59

gen de la importancia de tal número es que era el número planetariode la Tierra. «La T ierra ( K I) es el séptimo», afirmaban todos los tex-tos astronómicos Sumerios. Como ya hemos explicado, esto sólo teníasentido para alguien que llegara al centro de nuestro Sistema Solardesde el exterior. Para el que (los que) viniera/n desde el lejano N ib i-ru, Plutón sería el primer planeta, Neptuno y Urano el segundo y eltercero, Saturno y Júpiter el cuarto y el quinto, Marte sería el sextoy la Tierra el séptimo (y, después, Venus el octavo, como así se repre-

sentaron estos planetas en monumentos y sellos cilindricos, Fig. 64).(En los himnos Sumerios a Enlil, «el benéfico», se le veía comoaquel que traía el alimento y el bienestar a la nación; también se leinvocaba como garante de tratados y juramentos. No sorprende, portanto, que, en hebreo, la raíz de la cual proviene siete -Sh-V-A- seala misma de la cual derivan los significados de «estar saciado» v «pro-meter o prestar juramento».)

El número «7» es un número clave en el Apocalipsis (7 ángeles,7 sellos, etc.); al igual que el siguiente núm ero extra ordinar io, el 12,o sus múltiplos, 144.000 en el Apocalipsis 7,3-5, 14,1, etc. Ya hemoshablado de sus implicaciones y de su trascendencia, al provenir delnúmero de miembros del Sistema Solar (Sol, Luna y los diez plane-tas, los 9 conocidos más N ibi ru ).

Y después (no muchos se dan cuenta), estaba el peculiar número72. Decir, como se ha dicho, que es simplemente un múltip lo de 12 por6, o que cuando se multiplica por 5 da 360 (el número de grados de uncírculo) es meramente afirmar lo obvio. Pero, de entrada, ¿por qué 72?

Hemos hecho ya la observación de que los místicos de la Kaba-llah llegaron, a través de métodos de Gematría, al número 72 comoel secreto numérico de Yahveh. Aunque oscurecido en el registrobíblico de la época, cuando Dios d io instrucciones a Moisés y a Aa rónpara que se acercaran hasta el Monte Santo y llevaran consigo a 70de los ancianos de Israel, lo cierto es que Moisés y Aarón tuvieron

72 acompañantes: además de los 70 ancianos, Dios dijo que dos hijosde Aarón fueran invitados también (a pesar de que Aarón tenía 4hijos varones), haciendo un tot al de 72.

También hemos encontrado este extraño número, 72 en el relatoegipcio que trata del enfrentamiento entre Horus y Set. Al narrar elrelato a partir de sus fuentes jeroglíficas, Plutarco (en De Iside et Osiride, donde equipara a Set con el Tifó n de los mitos griegos) escri-bió que cuando Set atrapó a Osiris en el arcón de la fatalidad, lo hizoen presencia de 72 «camaradas divinos».

¿Por qué, entonces, 72 en tan diversos casos? La única respuestaplausible, según creemos, se debe buscar en el fenómeno de la Pre-cesión, pues es ahí donde se puede encontrar el crucial número 72,dado que es el número de años que le lleva a la Tierra retrasar ungrado.

Hasta el día de hoy no hemos estado seguros de cómo aparecióel concepto del Jubileo, el período de 50 años decretado en la Bib liay utilizado como unidad de tiempo en el Libro de los Jubileos. Heaquí la respuesta: ¡para los Anunnaki, para quienes una órbita alre-dedor del Sol equivalía a 3.600 años terrestres, la órbita atravesaba 50grados precesionales (50 x 72 = 3.600)!

Quizá sea algo más que una coincidencia el hecho de que elnúmero secreto de rango de En lil (y el número que buscaba Mard uk)fuera también el 50. Pues era uno de los números que expresaban lasrelaciones entre el Tiempo Divino (originado por los movimientosde Nib iru ), el Tiempo Terrestre (relacionado con los movimientos dela Tierra y la Luna) y el Tiempo Celestial (o tiempo zodiacal, resul-tante de la Precesión). Los números 3.600, 2.160, 72 y 50 eran núme-ros que pertenecían a las Tablillas de los Destinos que estaban en elDUR.AN.KI, en el corazón de Nippur; y eran en verdad números

que expresaban el «Enlace Cielo-Tierra».La Lista de los Reyes Sumerios afirma que pasaron 432.000 años(120 órbitas de Nibiru) desde la llegada de los Anunnaki a la Tierrahasta el Di luv io. E l número 432.000 es también clave en el conceptohindú y en otros conceptos de las Eras y de las catástrofes periódicasque caen sobre la Tierra.

El número 432.000 abarca también al 72, exactamente 6.000veces. Y quizás merezca la pena recordar que, según los sabios judí-os, el cálculo de los años en el calendario judío (5.758 en 1998 d.C.)llegará a su finalización, a su término, cuando llegue al 6.000; seráentonces cuando se complete el ciclo.

Como es evidente por los antiguos registros concernientes a iniciadoscomo Adapa, Enmeduranna o Henoc, en el núcleo de los conoci-mientos que se les revelaron , por encima de cualesquiera otros, estu-viero n la astronomía, el calendario y las matemáticas («el secreto delos números»). De hecho, como demuestra cualquier revisión de lasprácticas de codificación y cifrado en la antigüedad, el hilo comúnentre ellas, no imp orta la lengua utilizada , fue el de los números. Sialguna vez hubo una única lengua universal en la Tierra (como afir-

80

Page 12: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 12/59

man los textos Sumerios y la Biblia), tuvo que estar basada en lasmatemáticas; y si (o, más bien, cuando) nos comunicásemos con ex-traterrestres, como ya se hizo con los A nu nna ki en sus visitas a la Tie-rra, o como lo haremos cuando nos aventuremos en el espacio, la len-gua cósmica será una lengua de números.

De hecho, los actuales sistemas de c omputación han ad optado yaun lenguaje universal de números. Cuando en las máquinas de escri-bir se apretaba la tecla de la «A», la palanca que había sujeta a esta

letra se activaba y golpeaba en el papel con una «A ». En los ordena-dores, cuando se aprieta la tecla de la «A», se activa una señal elec-trónica que expresa la «A» como una serie de números «0» o «1»; sehan digitalizado las letras. Es decir, los ordenadores modernos con-vierten las letras en números; y uno podría decir que han gematria-tizado la escritura.

Y si uno se toma en serio las declaraciones Sumerias y bíblicasacerca de la inclusión de conocimientos médicos entre el conoci-miento y el entendimiento que se nos transmitieron, en alguna partede todos los textos antiguos, tan m eticulosamente copiados, con tantaprecisión, d ebido a que habían sido «canonizados», quizá se encuen-

tra la clave para comp artir con nosotros los conocimientos genéticosque se aplicaron en nuestra creación, y que por tanto nos siguenacompañando en la salud, en la enfermedad y en la muerte.

Hemos llegado al punto en que nuestros científicos han identifi-cado un gen específico (llamándole, digamos, P51) en un lugar espe-cífico del cromosoma núm ero 1, o el 13, o el 22, que es responsablede un rasgo o de una enfermedad determinados. Es un gen y una ubi-cación que se pueden expresar en los ordenadores, bien como n úme-ros, bien por completo con letras, o bien con una combinación deambos.

¿Existía ya en aquellos textos antiguos, y en especial en la Bibliahebrea, tal información genética codificada? Sólo con que pudiéra-

mos descifrar este código, podríamos convertirnos en seres como el«modelo perfecto» que Enki y Ninharsag pretendieron crear.

9PROFECÍA:

ESCRITOS DEL PASADO

La perdurable creencia del género humano de que alguien en el pa-sado podía prever el futuro (que, en palabras de los Sumerios, alguienhabía conocido el Destino y podía determinar el Hado) se fundóen la Palabra Escrita. Revelada o secreta, abierta o cifrada, había queregistrar la inform ación, pone rla por escrito. Un a alianza, un tratado,una profecía, ¿qué valor podrían tener para aquellos que estabanpresentes entonces, o para aquellos que habitarían el futuro, si no seponían las palabras por escrito?

Cuando los arqueólogos excavan un lugar de la antigüedad, nada

se les antoja más emocionante y trascendente que «algo» en lo quehaya cosas escritas; un objeto, un ladrillo, una losa de piedra, unosfragmentos de cerámica, y ni qué decir de un texto o parte de untexto inscrito en una tabl illa de arcilla o en un pliego de papiro. ¿Quéera este lugar, cuál fue su nom bre, a qué cultura perteneció, quiénesfueron sus gobernantes? Unas cuantas letras garabateadas o un parde palabras ofrecen respuestas; y mucho más, cómo no, los textoscompletos.

U no de los primeros anticuarios, si no un arqueólogo hecho y de-recho, fue el rey asirio Assurbanipa l. Creyendo que su prop io hado yel Destino de su nación venían determinados desde el pasado, hizode las anotaciones escritas de antaño su principal premio o botín de

sus conquistas; y la biblioteca de su palacio en Nín ive tuvo , en aqueltiempo (siglo vii a.C), quizá la mayor colección de tablillas de arci-lla de innumerables textos antiguos de «mitos» y epopeyas, analesreales y lo que entonces eran los «libros» (sobre tablillas de arcilla)de astronomía, matemáticas, medicina y otros textos inapreciables.Las tablillas se disponían cuidadosamente en estantes de madera,y cada estante comenzaba con un listado en una tablilla catálogo delo que había en aquel estante. En resumen, había un tremendo teso-

81

Page 13: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 13/59

ro de conocimientos, registros y profecías de la antigüedad reunidosaquí. La gran mayoría de los textos conocidos hoy provienen de lastablillas encontradas en Nínive, o de sus fragmentos. Al mismotiempo, las tablillas catálogo que había al principio de cada estan-te nos revelan también cuánto se encuentra aún perdido o por des-cubrir.

Ciertame nte perdidos, pues ninguno fue duplicado en ninguna otraparte, están los que el mismo Assurbanipal identificó como «escritosde antes del Diluvio»; sabemos que existieron porque Assurbanipalalardeaba de que podía leer esos escritos.

Aquí habría que decir que esta afirmación del rey no ha sidotomada demasiado en serio por los modernos asiriólogos. Algunoshan corregido la declaración del rey para leer «escritos en Sumerio»,pues no sólo parece increíble afirmar que haya habido escrito algunomilenios antes de las tablillas mesopotámicas, sino también que talesescritos (o siquiera una tablilla) pudieran haber sobrevivido a unacatástrofe global.

Sin embargo, otros textos y fuentes, que no guardan relación conAssurbanipal ni con su tiempo, hacen estas mismas afirmaciones.

Adapa, un iniciado antediluviano, escribió un libro cuyo título, tradu-cido al Sumerio, era U. SAR Dingir ANUM Dingir ENLILA (Escritosreferentes al tiempo [del] divino Anu y el divino Enlil).

Henoc, otro ancestro antediluviano, volvió del cielo con 360«libros», un número que no sólo hace alusiones celestiales/mate-máticas, sino que, además, señalémoslo, cuando se convierte enletras nos da SeQeR (60+100+200), «lo que está oculto». El nombredel emplazamiento de Saqqarah, en Egipto , el «lugar oculto» de losprim itivos enterramientos y pirámides reales, proviene de la mismaraíz.

El Libro de Henoc (conocido como 1 Henoc) pretende habersido escrito por el propio Henoc como inform e en prime ra persona.

Aunque según las opiniones de los expertos fue compilado pocoantes de la era cristiana, las citas que aparecen de él en otras obrasprimitivas y sus paralelismos con otros escritos extrabíblicos (así como el hecho de que fuera canonizado en los primeros tiempos delcristianismo) atestiguan que estuviera basado en textos verdadera-mente antiguos. En el mismo lib ro, tras una breve introducció n en laque explica quiénes fueron los Nefilim (de renombre en el Génesis6), Henoc afirma que lo que sigue es «el libro de las palabras de jus-ticia y de la reprensión de los Nefilim eternos» que oyó en una visión

y que ahora pasa a poner por escrito «en lenguaje humano», un len-guaje «que el Grande ha dado a los hombres para que conversencon él».

Habiéndole sido dado el conocimiento de los cielos y de la Tierray sus misterios, se le dijo a Henoc que escribiera las profecías deacontecimientos futuros (según El Libro de los Jubileos, a Henoc sele mostró «lo que fue y lo que será»). Aunque los expertos suponenque las «profecías» se habían hecho en realidad con posterioridad a

los acontecimientos, la incorporación en 1 Henoc de textos más anti-guos y su posterior canonización atestiguan que en la época delSegundo Templo se creía firmemente que el futuro se podía predeciren el pasado por inspiración divina, o incluso que se lo podían dictarel mismo Señor o sus ángeles a los humanos, para que fuera registra-do y escrito, y pasara a futuras generaciones.

Pero la versión conocida como 2 Henoc, o por su tí tulo comple-to , El Libro de los Secretos de Henoc, es aún más enfática a la horade afirmar que Henoc se trajo con él libros que no sólo conteníanconocimientos científicos, sino también profecías del futuro. En estelibro se dice que Dios instruyó a Henoc para que «diera los manus-critos a sus hijos», para que se los pasaran «de generación en gene-

ración y de nación a nación». Después, Dios le desveló los «secretosde la Creación» y los ciclos de los acontecimientos en la Tierra. «Enel principio de los ocho mi l años habrá un tiempo de No-C ontar, [untiempo] sin años, ni meses, ni semanas, ni días, ni horas» (2 Henoc33,1-2).

Más tarde se hacía una referencia a escritos aún más antiguos quepertenecieron a los antepasados de Henoc, Adán y Set, «manuscritoque no debería ser destruido hasta el fin de los tiempos». Ta mbién hayreferencias a un «mapa» que Dios ha «puesto en la Tierra» y ha orde-nado que se conserve, y que el manuscrito de tus padres sea preser-vado, y que no perezca en el Diluvio que mandaré sobre tu raza».

La referencia a un futuro D iluvio , incluida en 2 Henoc como reve-lación profética de Di os a Henoc, nos habla así de «manuscritos» tantode Adán como de su hijo Set, y de un «mapa» divino que fue depo-sitado en la Tierra y que debía sobrevivir al Diluvio. Si estos «ma-nuscritos» existieron, habría que contarlos entre los escritos antedi-luvianos perdidos. En la época del Segundo Templo, se creía queentre estos escritos antediluvianos estaban Los Libros de Adán y Eva,en los cuales se proporcionaban muchos detalles que enriquecían elrelato bíblico.

82

Page 14: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 14/59

Los expertos están de acuerdo en que 1 Henoc incorporó clara-mente, palabra por palabra, secciones de un manuscrito muy anteriorllamado El Libro de Noé, una obra que fue mencionada en otrosescritos además de en El Libro de Henoc. Bien pudiera haber sidoésta la fuente de los enigmáticos ocho versículos del Génesis, capítu-lo 6; estos versículos, que preceden a la versión bíblica del Diluvioy de su héroe, Noé, hablan de los Nefilim, los «hijos de los Elohim»que se casaron con las hijas de El Adán, como trasfondo para la deci-

sión de Dios de barrer a la humanidad de la faz de la Tierra. A quí , elrelato se cuenta por completo, se identifica a los Nefi lim y se explicala naturaleza de la cólera divina. Rememora con toda probabilidadtiempos y fuentes Sumerias, e incluye algunos detalles que sólo seconocían a través del texto mesopotámico del Atra Hasis.

Es más que probable que los dos libros mencionados arriba, Los Libros de Adán y Eva y El Libro de Noé, existieran de hecho en unaforma u otra, y que fueran conocidos por los compiladores del An tig uoTestamento. Después de haber descrito la creación de El Adán y deEva, y el incidente en el Jardín del Edén, el nacimiento de Caíny Abel, y luego de Enós, el Génesis vuelve a comenzar (en el capítulo5) el registro genealógico diciendo, «Éste es el libro de las generacio-nes de Adán», y vuelve a narrar el relato de la creación. La palabrahebrea traducida como «generaciones» (Toledoth) connota algo másque «generaciones», habla de «las historias de»; y el texto que sigueda la impresión de ser un resumen basado en algún texto anterior más

largo.El mismo término, Toledoth, da inicio a la historia de Noé y el

Diluvio. Traducido de nuevo como «Éstas son las generaciones deNoé», las palabras comienzan realmente no tanto con la historiade Noé como del D ilu vio , una historia basada, sin ningún género dedudas, en textos Sumerios (y, más tarde, acadios) anteriores.

Algo de luz, interesante e intrigante, sobre lo que El Libro de Noé 

pudiera haber contenido se puede encontrar en El Libro de los Jubi-leos, otro de los libros apócrifos (extrabíblicos) de la época delSegundo Templo (o anterior). En él se dice que los ángeles «le expli-caron a Noé todas las medicinas, todas las enfermedades y el modode curarlas con hierbas de la tierra; y Noé lo escribió todo en un lib ro,concerniente a cada tipo de medicina». Y después del Diluvio, Noé«le dio todo lo que había escrito a su hijo Sem».

El capítulo 10 del Génesis no sólo comienza en la Biblia, sinotambién en los asuntos humanos, con la palabra Toledoth. Comienza

tratando de tiempos antediluvianos, y dice: «Vienen ahora las "gene-raciones" de los hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet; y a ellos les nacie-ron hijos después del Diluvio.» La lista general, apodada por los eru-ditos bíblicos como La Mesa de las Naciones, vuelve a Sem y a susdescendientes, y presta especial atención al linaje de su hijo medianoArpaks ad, tanto en este capítulo como, al volver sobre el tema, en elcapítulo 11, con la obertura «Estas son las "generaciones" de Sem».Lo importante aquí, pronto lo veremos, es que éste era el linaje

ancestral directo de la familia de Abrah am.La existencia de un libro que arbitrariamente podríamos titularEl Libro de Sem o, más concretamente, El Libro de Arpaksad, vienesugerida por otra tradición concerniente a escritos de antes delDi luv io. La referencia se encuentra en El Libro de los Jubileos, y nosinforma de que Arpaksad, nieto de Noé, fue instruido por su padreSem en la lectura y la escritura; y buscando un lugar donde estable-cerse, «encontró un escrito que generaciones precedentes habíantallado en una roca, y leyó lo que allí había, y lo transcribió». Entreotras informaciones, «se incluían las enseñanzas de los Nefilim con-cernientes a la forma de observar los augurios del sol, la luna y lasestrellas, y las señales del cielo». Esta descripción de los contenidos

de los escritos de los Ne fili m, y por tanto de antes del Di luv io, se ase-meja en los términos a El Libro de Henoc acerca de los conocimien-tos del Sol, la Luna y las estrellas/planetas que se le enseñaron de «lastablillas celestes, y todo lo que allí había escrito». Henoc le pasó todoesto a su hijo M atusalén, diciéndole:

Todas estas cosas te las estoy contando a tiy escribiendo para ti;te lo he revelado todoy te he dado los libros relativos a todo esto.Así pues, conserva, M atusalén, hijo mío,los libros que recibiste de la mano de tu padrey entrégaselos a las generaciones del mundo.

En los escritos de Beroso podemos encontrar una referencianada ambigua a escritos antediluvianos y a lo que les sucedió en lo

relativo a la destrucción en la avalancha de aguas. Beroso fue un sa-cerdote e historiador babi lonio que compiló una historia de la Hum a-nidad para los gobernantes griegos de Oriente Próximo tras la muertede Alejandro; y, como sacerdote, tenía acceso evidentemente a la bi-

83

Page 15: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 15/59

blioteca de escritos antiguos en acadio (y, posiblemente, tamb ién enSumerio: en el primer volumen de sus escritos, que describe losacontecimientos desde el amerizaje de Ea hasta el Diluvio, llamabaal héroe de la gran inundación por su nombre Sumerio, Ziusudra).En los fragmentos de los escritos de Beroso que están disponiblesa través de los historiadores griegos, se dice que después de queEa/Enki le revelara a Sisithros (= Ziusudra) que iba a haber unDiluvio, «le ordenó que ocultara en Sippar, la ciudad de Shamash,

todos los escritos que pudiera. Sisithros hizo todo esto, se fue inme-diatamente a Armenia y, acto seguido, ocurrió lo que el dios le ha-bía anunciado». Esos escritos trataban de «principios, mitades

y finales».Beroso seguía narrando que, entre aquellos que embarcaron en el

arca y sobrevivieron al Di luvi o, estaba Sambethe, la esposa de uno delos hijos de Ziusudra/Noé (su nombre es, probablemente, una corrup-ción del Sumerio o el acadio Sabitu («La Séptima»). Según Beroso,«ella fue la primera de las Sibilas, y ella había profetizado lo concer-niente a la construcción de la Torre de Babiloni a, y todo lo sucedidoa las empresas de sus planificadores; esto fue antes de la división de

las lenguas».A esta mujer, primera de una línea de profetisas oraculares (lamás famosa de las cuales fue la Sibila de Delfos) se le atribuía elpapel de intermediaria entre los dioses y los supervivientes delDi luv io. E lla pronunciaba ante ellos lo que decía «una voz del aire»,que les indicaba cómo sobrevivir después del Di luv io y «cómo recu-perar de Sippar los libros que describían el futuro de la Hum anidad».

Los omnipresentes recuerdos y tradiciones referentes a escritos deantes del Diluvio insisten claramente en afirmar que, además de todotipo de conocimientos científicos, también incluían profecías concer-nientes al futuro. Muy a menudo, estas profecías no sólo tenían que

ver con acontecimientos fatídicos que caerían sobre individuoso naciones, sino también con el destino último de la humanidad y de

la Tierra.A Heno c se le mos tró «lo que fue y lo que será», y puso por escri-

to los secretos de la creación y los ciclos de los acontecimientos en laTierra para futuras generaciones. Dios había puesto un «mapa» enla Tierra que determinaba el destino del planeta y todo lo que haysobre ella. L os escritos de antes del D ilu vio trata ban de «principios,mitades y finales».

Lo cierto es que, cuando uno revisa las creencias que subyacena todas estas declaraciones, empieza a comprender por qué losredactores del Génesis en su versión hebrea omitieron el Alef parahacer que el principio se iniciara con Principio, con la «B» (Beth).Pues la idea de un principio incorpora en sí la idea de un final. Laadmonición de que los escritos antiguos, que contenían todo lo quehay que saber (esos antiguos «bancos de datos», por utilizar un len-guaje infor mát ico) , se debían conservar hasta «el fina l de los tiempos»o «el final de los días» supone que tal final estaba destinado. Co-menzando con el Principio , los redactores de la B ibli a se suscribíana esa creencia.

Estos conceptos impregnan la Bibl ia, desde el comienzo del Gé-nesis, pasando por los libros de los Profetas, hasta los libros finales(de la Bibl ia hebrea). «Y Jacob convocó a sus hijos, y dijo: V enid , reu-nios, y os contaré lo que os acontecerá en el final de los días»(Génesis 49,1). Temiendo que los israelitas abandonaran los manda-mientos tras su muerte, Moisés los alertó sobre «los males que osacontecerán en los últimos días» (Deuteronomio 31,29). Junto conesta admonición había una predicción, una profecía, del H ado y delfuturo de cada una de las tribus de Israel. Las visiones proféticas de

Isaías se abren con esta declaración: «Y ocurrirá al final de los días»(2,2); y el profeta Jeremías explica con toda claridad que lo que suce-derá «al final de los días» había sido planeado «en el corazón deYahveh» desde el mismo principio (23,20). «Él cuenta el Final en elPrincipio», ensalzaba Isaías al Señor Dios (46,10).

Dios era el profeta máximo y la fuente de toda profecía. Esavisión bíblica encuentra su expresión incluso en aquellos puntosdonde el texto parece que sólo da cuenta de acontecimientos. El cas-tigo impuesto a Ad án y Eva después de comer del fruto prohibido enel Jardín del Edén prevé los caminos futuros de los seres humanos.A Caín se le dio una señal de protección, pues de otra manera ély sus hijos habrían sufrido venganzas durante setenta y siete genera-

ciones. En la alianza que Dios hizo con Noé y sus hijos, el Señor pro-metió que nunca más volvería a haber un Di luv io. En la alianza conAbraham, Dios predice su futuro como padre de multitudes denaciones; pero anticipa que llegará un tiempo en el cual sus descen-dientes serán esclavizados en una tierra extranjera, una amarga expe-riencia que duraría 400 años (que es lo que duró la estancia de losisraelitas en Egipto). Y respecto a la estéril Sara, Dios predijo quetendría un hijo y que de su vientre llegarían naciones y reyes.

84

Page 16: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 16/59

En su repaso de la historia de la Humanidad desde Adán y Eva,pasando por la destrucción del Primer Templo de Jerusalén y su re-construcción a manos de los exiliados que regresaron en el siglo vi a.C,el Ant igu o Testamento nos cuenta también, de forma indire cta y casiimperceptible, el cambio de la profecía, desde una comunicacióndirecta de Dios con uno, a través de los ángeles (literalme nte: E mi -sarios) y, por últ imo , a través de los profetas. Aunq ue a M oisés se ledesignaba como Profeta de Dios, la universalidad del fenómeno

queda de manifiesto en el relato bíblico de Bile'am o Balaam. Ésteera un famoso adivino en la época del Éxodo, y lo retuvo el rey delos moabitas para que maldije ra a los israelitas que avanzaban con-tra ellos; pero cada vez que se preparaba un lugar y se preparaban losrituales para la mal dició n, Yahveh se le aparecía y le advertía que nomaldijera a Su pueblo elegido. Después de varios intentos, el reymoabit a lo persuadió para que lo intentara una vez más; pero enton-ces, en una visión divina, Bala'am pudo «escuchar las palabras deDios y discernir el conocimiento de Aquel que es Altísimo». «Aun-que apenas puedo verla -anunció Bala'am de la Estrella de Jacob-;aunque no ahora, se ha adelantado.» Y eso es lo que el mensaje divi-no es, dijo: los Hijos de Isr ael der rotará n y vencerán a las nacionesque se pongan en su camino. Increíblemente, en la lista de esasnaciones de perdición estuvo Asiria, una nación que no se encon-traba en Canaán en la época del Éxodo, y cuyos reyes asaltaronmuchos siglos después los reinos israelitas que aún no estaban del

todo formados.Un caso de profecía basado en profecías del pasado fue el de la

futura gran batalla de Gog y Magog que se le reveló al profetaEzequi el (capítulos 38 y 39), una batalla que en la litera tura apoca-líptica de la época asumió el papel de la batalla final en el últimomile nio, el Armage ddon del Nuevo Testamento. Aunque en escritos

posteriores Gog y Magog fueron tratados como dos personas o na-ciones diferentes, Ezequie l habla de G og como del soberano del paísde Mago g, y predice que el fin de su domina ción llegará cuando ata-que la tierra de Jerusalén, «el ombligo de la Tierra». Tras predecirque esto tendrá lugar en «el Fin de los Días», y será una señal de ello,Yahveh declara a través de E zequiel: Aunque tú sólo llegarás hastael fin de los días, Gog,

es de t ide quien Yo he hablado

en los días de antañoa través de los Profetas de Israelque habían profetizado en aquellos días.

Yahveh anunció a través de Ezequiel que, en esos tiempos fina-les, habrá un gran temblor de tierra y una gran destrucción, plagasy derramam ientos de sangre, y torrentes de llu via , y caerá fuego y azu-fre de los cielos.

Otro profeta que recordaba a los profetas anteriores, a los «Pri-meros Profetas», fue Zacarías (1,4, 7,7, 7,12), que también veía elfuturo en términos de pasado, de los así llamados «Primeros Días».Esto estaba en línea con todas las profecías bíblicas: al predecir elfuturo, los profetas afirmaban que el Fin estaba anclado en el Prin-cipio. Al prever a las naciones del mundo reunidas para averiguar loque se avecinaba, el profeta Isaías los visualizaba preguntándoseunos a otros, «¿Quién de entre nosotros puede decir el futuro deján-donos escuchar las Primeras Cosas?» E Isaías, burlándose de esainquietud entre las naciones que se preguntaban sobre el pasado y elfuturo entre sí, en vez de preguntarle a Dios, declaraba que sóloYahveh, el Señor de los Ejércitos, tenía ese conocimiento (Isaías,

capítulo 43). Todo esto se amplía más adelante, en Isaías 48, dondeYahveh anuncia:

Soy yo el que ha contado las primeras cosas,de mi boca se pronunciaron.Y las anunciaré de súbito;y cuando lo haga, sucederá.

La búsqueda del pasado oculto con el f in de adivinar el fut uro nosolamente impregna los libros de los profetas, sino tambié n los librosbíblicos de los Salmos, los Proverbios y Job. «Escucha, pueblo mío,mis enseñanzas, tiende tu oído a las palabras de mi boca; abriré mi

boca con parábolas y hablaré de los enigmas de los tiempos de anta-ño», dice el salmista (78,2-3), de los recuerdos pasados de generaciónen generación. Poco antes, tras afirmar que estaba cualificado parahablar de estos enigmas, decía: «Pues he tenido en cuenta los días deantaño y los años de los tiempos antiguos» (77,6).

Este enfoque, en el sentido de «vamos a averiguar lo que sucedióen el pasado para así poder saber lo que va a ocur rir», estaba basado enla experiencia de la Humanidad a lo largo de milenios de memoria,

85

Page 17: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 17/59

en su mayor parte «mitos»; para nosotros, recuerdos de aconteci-mientos reales. Para cualquiera que conozca los relatos antiguos(cualquiera no sólo de ahora, sino de tiempos bíblicos), tenía que serobvio que, en cada giro y vuelta del camino, la Humanidad depen-diera de los planes y de los caprichos de sus creadores, los Elohim.

En el Principio, tanto a nosotros hoy como a la gente de hacemilenios (y, ciertamente, a los profetas), se nos ha dicho que vinimosa la existencia como consecuencia de las discusiones acaecidas en unconsejo de dioses, en una reunión para resolver un motín en las minasde oro. Nuestra constitución genética quedó determinada mientrasdos Anunna ki, E nk i y Ninma h, actuaban con una mezcla de seriedady de frivolidad. Fue en el Consejo de los Grandes Dioses donde sevoto y se juró darle fin al experimento creativo y dejar perecer a laHuman idad en el D ilu vio . Y fue así, reunidos en consejo, que los dio-ses Anunnaki decidieron, tras el Diluvio, dar a la Humanidad la«Realeza» en las tres regiones: las civilizaciones de Mesopotamia, delValle del Nilo y del Valle del Indo.

Las gentes del último milenio antes de Cristo (la época de losprofetas bíblicos), curiosas por los registros de los Principios, por

la historia de la especie humana desde la Creación, su paso a travésdel Diluvio hasta su auge como naciones, también se preguntabanpor los Días de Antañ o, por los acontecimientos de un milenio o dosantes (la época en la que la Biblia pasó a Ur de los caldeos, enSumer, y Abraham y la Guerra de los Reyes, y el desastre de So-doma y Gom orra) . «Hablanos de los Días de Anta ño, para que sepa-mos lo que nos espera», pedía el pueblo a aquellos a los cuales se leshabía confiado la profecía y el conocimiento.

En la Biblia se mencionan varios de estos registros («libros») quequizá tuvieran las respuestas, pero que se han desvanecido por com-pleto. Un o de ellos es El Libro de Jashar (El Libro de la Rectitud, silo traducimos literalmente, que probablemente quería decir el regis-

tro de las Cosas Correctas). Otro de esos libros, y probablementemucho más importante, era El Libro de las Guerras de Yahveh, quepor su enigmático título no podía tratar de otra cosa que de las gue-rras y los conflictos entre los Elohim.

Estos conflictos, que estallaban a veces en guerra abiertas, queda-ron registrados en los escritos Sumerios; y estos escritos del pasado eranen verdad Palabras Divinas, pues los textos bien fueron escritos porescribas divinos, o bien fueron dictados por los dioses a escribas hu-manos. Originariamente anotados por los mismos dioses, narraban

los acontecimientos acaecidos en N ibi ru , entre los que estaba cómo seapoderó Anu del trono y la continuación de las luchas por la sucesiónen otro planeta, la Tierra; el relato de Z u; la contienda entre Horus ySet (que llevó al primer enrolamiento de humanos para una guerraentre dioses). Y a esta categoría de escritos de los mismos dioses per-tenecía un «texto profético» que ha llegado hasta nosotros en su ver-sión acadia, y que es nada menos que una autobiografía de Marduk. Enla otra categoría, la de los libros dictados directamente por una deidad,

había un texto conocido como La Epopeya de Erra, una crónica deacontecimientos relatada por Nergal. Ambos textos fueron intentosde los dioses por explicarle a la Hum anidad de qué modo dos mile-nios de civilización (los Días de Anta ño) habían llegado súbitamen-te a término.

Era algo más que una ironía que los acontecimientos que habíadesencadenado el fin de la gran civilización Sumeria coincidieran consu época de mayor gloria. En un «libro de antaño» (un texto Sume-rio), quedó registrado el Consejo de los Grandes Dioses en el cual sedecidió conceder la Realeza (civilización) a la Hum anidad:

Los grandes Anunnaki que decretan los Hados

se sentaron para intercambiar sus consejos referentes al país.Ellos, que crearon las cuatro regiones,que levantaron las poblaciones, que supervisaron el país,eran demasiado elevados para la Humanidad.

Y así decidieron que se creara la instituci ón de la Realeza, tantocomo salvaguarda como por establecer un vínculo entre los Elevadosy la masa de la humanidad. Hasta entonces, a los terrestres se leshabía permitido vivir junto a los recintos sagrados en las ciudades delos Dioses; a partir de ahí, tendrían sus propias ciudades, gobernadospor los LU.GAL, los «Grandes Hombres» (los reyes), que tendríanque actuar como sustitutos de los señores divinos.

Cuando los Anunn ak i volvieron al Edi n, la llanura entre el Tigrisy el Eufrates, después de que ésta se secara lo suficiente tras el Dilu-vio, se refundaron las Ciudades de los Dioses siguiendo exactamen-te los planos antediluvianos. La primera en ser reconstruida fueEri dú, la ciudad de E nk i; y fue allí, según creemos, donde se tom ó latrascendental decisión de concederle la civiliza ción a la H umanid ad;el momento, según muestran las evidencias arqueológicas, tuvo lugarhacia el 3800 a.C.

86

Page 18: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 18/59

Pero acatando la decisión de los dioses, la Realeza de los hombrestenía que originarse en una ciudad de hombres, y ésta fue una nuevapoblación llamada Kis. La fecha se selló con la concesión de un calen-dario para la Humanidad, un calendario diseñado en el «centro deculto» de E nli l, N ippur. Comenzó a contar el tiempo en el 3760 a.C.

En La lista de los reyes Sumerios se registran los repetidos trasla-dos de la capitalidad de la nación de una ciudad de los hombres a otraen Sumer. Estos cambios tenían algo que ver con la fortuna y con loscambios de autorid ad entre los mismos dioses, o incluso por las riva -lidades entre ellos, tanto en la Primera Región (Mesopotamia y tie-rras vecinas), la Segunda Región (el Valle del Nilo) y la TerceraRegión (el Valle del In do), donde las civilizaciones se establecieron

hacia el 3100 a.C. y el 2900 a.C. respectivamente. Latente por debajode la superficie y con erupciones violentas esporádicas se hallaba elconflicto entre Marduk y Ninurta, los herederos de Enki y Enlil res-pectivamente, que tomaron como propia la antigua rivalidad entresus padres. De hecho, no hubo Paz en la Tierra hasta que Marduk (elcausante de la muerte de Dumuzi) fue sentenciado a ser enterradovivo d entro de la G ran Pirám ide sellada, sentencia que sería conmu-tada por la de exilio. Fue el m ismo castigo (destierro a una tierra dis-

tante) que Ma rdu k le había impuesto a su hermanastro Ningishzidda/ Thot, que cruzó los océanos para convertirse en el dios SerpienteEmplumada (Quetzalcóatl) de Mesoamérica.

Fue durante ese período de rela tiva paz, que comenzó con el in i-cio del tercer milenio a .C, cuando la civilización Sumeria se extendiópor las tierras vecinas y floreció bajo el reinado de grandes reyes,como Gilgamesh. Pocos siglos después, la expansión hacia el norteincorporó a las tribus semitas; y hacia el 2400 a.C, se formó una

nación aún mayor, bajo un rey justo (Sharru-kin), Sargón I, con capi-tal en la nueva ciudad de Agadé. A partir de entonces, se conoceríaa la nación como el reino unificado de Sumer y Acad .

Se han encontrado numerosos textos, la mayoría fragmentados,que dan cuenta del curso de los acontecimientos en los siglos siguien-tes (tanto en los asuntos de los dioses como en los de los hombres). Elcentro del imperio siguió cambiando. Finalmente, en 2113 a.C, co-menzó el capítulo más glorioso de la historia de Sumer y Ac ad. L oshistoriadores se refieren a esta era como el período de U r II I , pues erala tercera vez que Ur se convertía en la cap ital del imp erio. E ra el «cen-tro de culto» de Nannar/Sin, que vivía en su recinto sagrado (Fig. 65)con su esposa Ningal. Su señorío era de amplias miras y benévolo. El

rey al que se había ungido para dar comienzo a la nueva dinastía, Ur-Namm u («E l Gozo de U r») era sabio, justo, y un maestro en el comer-cio internaci onal, en el cual Sumer intercam biaba cereales y productoslanares por metales y maderas; sus coloridos mantos eran apreciados,según la Biblia, hasta en la distante Jericó. Los «mercaderes de Ur»eran respetados y conocidos internacionalmente; y gracias a ellos sedifundi ó la civiliz ación Sumeria, en todos sus aspectos. Necesitados delana, los Sumerios se introdujeron en los pastizales de las regiones delnorte, donde fundaron un im portante centro comercial, a las puertasde Asia Menor, el país de los hititas. Se le llamó Jarán, «El Caravan-sar». Se pretendió que fuera una pequeña-Ur, una Ur-lejos-de-Ur, yen su trazado y en su templo emuló a la propia Ur .

Mientras tanto, desde su exilio, Ma rduk observaba los aconteci-mientos con un sentimiento creciente de frustración y cólera. En suautobiografía (una copia de la cual se descubrió en la biblioteca deAssurbanipal), Marduk recordaba cuando, después de errar por mu-chas tierras, «desde donde el sol se eleva hasta donde se pone», habíallegado a las Tierras de Ha tti (las tierras de los hititas). «Veinticuatroaños anidé en medio de ellas» -escribió. Y durante todos esos años,no dejó de preguntar al consejo de los dioses- «¿Hasta cuándo?»

87

Page 19: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 19/59

Figura 65

Ante la ausencia de una respuesta clara o satisfactoria, Marduk

miró a los cielos. Ya hemos dicho que el Hado tiene doce estaciones;la Estación-Hado (la casa zodiacal) de Marduk era la constelación delCarnero (Aries); y cuando la Precesión fue llevando el primer día dela primavera más allá de la constelación del Toro (T auro), signo zodia-cal de En lil , empezó a «entrar» en la Estación-Hado del Carnero deMarduk. Convencido de que había llegado el momento de que se rea-lizara su Destino, Marduk se vio volviendo a Babilonia con pompay circunstancia, señalando un rey digno, contemplando a las nacionesen paz y a los pueblos prósperos, una visión profética de lo que suce-dería en los Días Postreros, cuando Babilonia daría vida a su nombre: Bab-ili, «Puerta de los Dioses».

Otros textos de aquella época, que los expertos consideran comoparte de una colección de Profecías acadias, registraban los informesde los astrónomos que observaban los cielos en busca de auguriosplanetarios relacionados con la constelación del Carnero. Sin embar-go, los augurios eran en su mayor parte de guerra, matanza, saqueoy destrucción; y fueron éstas las profecías, más que las prometedorasde Marduk, que habían de cumplirse. El resto de dioses, liderados porNinurta y por el propio hermano de Marduk, Nergal, utilizandoherramientas científicas «de los Días de Antaño», «artefactos del Cie-

lo y la Tierra», clamaron que no había tenido lugar aún el cambioa la Era del Carnero. Impaciente, Mard uk envió a su hijo, Nabu, a quelevantara un ejército de humanos de entre sus seguidores en lasTierras del Oeste, las tierras al oeste del río Eufrates. En 2024 a.C,Nab u lanzó con éxito la invasión de Mesopotamia y le abrió las puer-tas de Babilonia a su padre Marduk.

En La Epopeya de Erra se narran estos trascendentales aconte-cimientos desde el punto de vista de Nergal (apodado Erra, ElAniquilado r) y de Ninurta (apodado Ishum, El Abrasador). Aquí serelatan las frenéticas negociaciones por resolver la disputa de formapacífica, las llamadas a Ma rduk para que fuera paciente, los inte rmi -nables debates en el Consejo de los Anunnaki que terminaron con-virtiéndose en una reunión en sesión continua, la alarma ante las ver-daderas intenciones de Nabu y su ejército humano y, por últi mo, lassospechas de que, mientras Marduk hablaba de Babilonia como de laPuerta de los Dioses, su hijo, junto con seguidores de las regionesfronterizas con el espaciopuerto del Sinaí, estaba intentando real-mente capturar el espaciopuerto para así controlar el contacto con elplaneta madre, Nibiru.

No viendo otra salida para detener a Marduk y a Nabu, el Con-

sejo de los Grandes Dioses autorizó a Nergal y a Ninurta para queabrieran las «Siete Armas Terribles» que habían estado ocultasy selladas en el Abz u (el hogar de En ki en el sureste de Áfr ica ). Se de-sencadenó un holocausto nuclear; el espaciopuerto se vaporizó,dejando un gigantesco corte en el rostr o de la península y una enorm eregión ennegrecida a su alrededor. Las «ciudades pecadoras», quese habían puesto del lado de Nabu en lo que entonces era un fértilvalle al sur del Mar Muerto, también fueron arrasadas (una ani-quilación que Abraham pudo ver desde su hogar en el sur deCanaán).

Pero el Hado quiso que la «nube de muerte» nuclear, llevada porlos vientos predominantes del Mediterráneo, derivara hacia el este,

hacia Mesopotamia; en su sendero, todo lo que había con vida, per-sonas, animales, plantas, murió de una muerte horrible. A medidaque la nube mortífera se acercaba a Sumer, los dioses Anunnakicomenzaron a abandonar sus ciudades. Pero Nannar/Sin no quisoaceptar la perdición de su espléndida ciudad, Ur. Sus llamamientosa A nu y a E nli l para que encontraran una forma de que Ur fuera libe-rada del mal fueron vanos. Enlil, impotente, le diría con toda fran-queza: «A Ur se le concedió la realeza, pero no se le concedió un rei-

88

Page 20: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 20/59

nado imperecedero... Su realeza, su reinado, han sido cortados.»No era imperecedero su NA M .T AR , un Destino que se podía cortary romper, un Hado.

Pero el Hado quiso que los vientos, cuando llegaron a Meso-potamia, cambiaran su curso hacia el sureste. Y mientras Sumer y susgrandes ciudades de antaño caían postradas y desoladas, la ciudad deBabiloni a, en el norte, quedó completamente indemne.

Hasta entonces, Marduk había estado observando los cielos para adi-vinar su Hado. Pero la milagrosa liberación de Ba bilonia de la muer-te nuclear y de la desolación le llevó a preguntarse si su camino haciala supremacía, ahora sin ningún tipo de obstáculos, no sería algo másque Hado, si no sería su Destino.

Si M ard uk no hubiera sido una deidad ya, no dudaríamos en afir-mar que habría sido deificado. En esas circunstancias, podríamosdecir celestializado. El vehículo de esta «celestialización» fue unaalteración («falsificación» sería igualmente aplicable) del santificadotexto del Enuma elish: llamarle «Marduk» a Nibiru, haciendo así delsupremo dios planetario y del supremo dios en la Tierra una y lamisma cosa. Tras esta sustitución de «M arduk» por N ib iru en el rela-to de la Batalla Celestial, las palabras cruciales se le aplicaron enton-ces a él: la obtención de una Ta blilla de los Destinos de Kin gu, el jefedel ejército de Tiamat,

La Tablilla de los Destinos le arrebató,la selló con un sello,a su [propio] pecho se la sujetó.

Suyo era ahora ese Destino. Y los dioses, en su Asamblea, «tuvie-ron en cuenta este pronunciamiento». Se postraron y gritaron:«¡Marduk es el rey!» Aceptando lo inevitable, Anu y Enlil (segúnuna inscripción del rey babilonio Ha mmu rabi),

determinaron para Marduk, el primogénito de Enki,las funciones-Enlil sobre toda la humanidad,lo hicieron grande entre los dioses que observan y ven,llamaron a Babilonia por su nombre para que fuera exaltada,para hacerla suprema en el mundo;y establecieron para Marduk , en su centro,un Señorío imperecedero.

-fi La coronación, por utilizar un término comprensible, de Ma rdukcomo «rey de los dioses» tuvo lugar en una solemne ceremonia, enuna reunión de los Cincuenta Grandes Dioses y los «Siete Dioses delDestino», y con centenares de Anunnaki de base presentes. Simbó-licamente, Enl il puso ante Mard uk su arma divina, el Arco . Después,el traspaso de los poderes de Enlil a Marduk se celebró con el tras-paso a Marduk del rango numérico secreto de 50. Esto se llevó a cabopor medio de una recitación, uno por uno, de los «cincuenta nom-bres». Comenzaron con el propio nombre de M ardu k, afirmando quehabía sido el mismo Anu quien le había denominado Marduk cuan-do nació, y, recorriendo el resto de nombres-epítetos, termina ron conNibiru, la transformación del dios de la Tierra en el dios supremoplanetario.

Los cincuenta nombres estaban compuestos por combinacionesde sílabas o palabras Sumerias; los epítetos de quienquiera que hubie-ra poseído los cincuenta nombres antes de la Epopeya de la Creaciónse falsificaron para acomodárselos a Marduk; y aunque los redacto-res babilónicos del texto (escrito en lengua acadia) inten taron ex pli-car a sus contemporá neos las enigmáticas palabras silábicas Sumerias,es evidente que ni siquiera ellos pudieron captar por completo lo que

transmitía el mensaje secreto de cada nombre. Estos significadossecretos o codificaciones que subyacen a los cincuenta nombres fue-ron reconocidos por el famoso asiriólogo y erudito bíbl ico E. A. Spei-ser, quien al traducir al inglés el Enuma elish para la obra Ancient 

  Near Eastern Texts Relating to the Oíd Testament, observó que «eltexto etimologiza los nombres de un modo que la Bibli a hace fami-liar; las etimologías, que acompañan prácticamente a todos los nom-bres que hay en la larga lista, parecen más cabalísticas y simbólicasque estrictamente lingüísticas».

En los cincuenta nombres hay más de naturaleza «cabalística» delo que concede la observación de arriba. Los nueve primeros nom-bres están listados al final de la sexta tablilla del Enuma elish, y se

acompañan de varios versículos de elogio. Como ya hiciera notarFranz M. Th. Bóhl en su Die fünfzig Ñamen des Marduk, el pronun-ciamiento de estos nueve primeros nombres se les atribuía a los ante-pasados no sólo de Marduk, sino incluso del mismo Anu; tres de elloscontenían un triple significado cada uno; y en uno de estos significa-dos-dentro-de-significados, se atribuía a Marduk la capacidad singu-lar (y por otra parte no notificada) de «revivir a los dioses muertos».Franz Bóhl sugería que eso podía ser una referencia a la muerte y la

89

Page 21: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 21/59

resurrección de Osiris (de la tradición egipcia), porque los tres nom-bres siguientes (los números 10,11 y 12) eran variantes del nombre-epíteto AS AR (Asaru en acadio) y, según Bohl , eran tres epítetos quetenían sus correspondientes en otros tres epítetos de l dios egipcio.

Con esos tres nombres-epítetos, el Enuma elish pasa a la sépti-ma tablilla, no sin implicaciones para los siete días de la Creacióndel Génesis (de los cuales los seis primeros fueron días de actividady el séptimo un día de descanso y contemplación divina); y recorde-

mos que el siete se correspondía con la designación planetaria de laTierra y de En li l como comandante de la Tierra.Los tres epítetos ASAR, tras los cuales los nombres-epítetos se

hacen variados y diversos, elevan el total de nombres a doce. Se ex-plican además en cuatro versículos que dan el cuádruple significadode los tres nombres ASAR, sugiriendo de nuevo un intento porincorporar el doce en el texto. La recitación de los cincuenta nom-bres incorpora, así pues, el número de rango divino de Enlil y sunúmero planetario, el núm ero de los miembros del Sistema Solar y elde las constelaciones.

«La totalidad de mis instrucciones se encarnan en los cincuenta

nombres», anunció Enki al término de la ceremonia. En esos nom-bres, «se han combinado todos los ritos». Con su propia mano «lo haescrito, lo ha preservado para el futuro», y ordenó que lo escritofuera albergado en el templo Esagil que los dioses construirían paraMa rduk en Ba bilonia. A ll í, un linaje de iniciados sacerdotales salva-guardará los conocimientos secretos, y lo pasará de padres a hijos:«Que se conserven [allí], que el anciano los explique; que el padresabio y entendido se lo imparta al hijo.»

¿Qué significados profundos, que conocimientos secretos alber-gaban los cincuenta nombres que, según Enki, combinaban en ellostodo lo que había que saber?

Quizás algún día, cuando un nuevo descubrimiento nos permitadecodificar los cifrados numéricos de los reyes asirios y babilonios,nosotros también lo sepamos.

10EL OMBLIGO DE L A TIERRA

Veinticuatro años antes de la calamidad nuclear se cruzaron dos sen-deros, y no por accidente. Uno fue el de un dios que estaba conven-cido de que su Hado se había convertido en Des tino; el otro era el deun hombre cuyo Destino se había convertido en Hado. El dios eraMa rduk ; el hombre era Abr aham ; el lugar donde se cruzaron sus sen-deros fue Jarán.

Y uno de los resultados de este cruce perduraría hasta nuestrostiempos, cuando Babilonia (ahora Iraq) hizo caer misiles de muertesobre la tierra de Jerusalén (actualmente Israel).

Por la Biblia sabemos que Abraham pasó un tiempo en Jarán. Porla autobiografía de Marduk sabemos que éste erró por tierras lejanasy que terminó en tierras de los hititas. Y nosotros suponemos que ellugar concreto en el que Marduk pasó esos veinticuatro años fueJarán, y lo suponemos por las palabras con las que Marduk comen-zaba su «autobiografía»: empieza con su pregunta, «¿Hasta cuán-do?», dirigiéndosela a ilu Haranim, los «dioses de Jarán» (Fig. 66),como dioses inmediatamente presentes, y es después cuando pasa alos distantes Grandes Dioses Que Juzgan.

De hecho, quedarse en Jarán era lo más lógico, puesto que era unimportante centro urbano y religioso, en un cruce de rutas comercia-les, y un nudo de comunicaciones en la frontera de Sumer y Acad,

pero no todavía dentro del mismo Sumer. Jarán era un cuartel gene-ral perfecto para un dios cuyo hijo estaba levantando a un ejército deinvasión.

Una estancia de veinticuatro años antes de la invasión y del holo-causto nuclear que tuvo lugar en 2024 a.C. significa que Mar duk lle góa Jarán en 2048 a.C. Eso, según nuestros cálculos (basados en unacuidadosa sincronización de datos bíblicos, mesopotámicos y egip-cios), era como seguirle los pasos a Abram/Abraham. Éste nació,

90

Page 22: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 22/59

Figura 66

según nuestros cálculos, en 2123 a.C. Todos los movimientos de Téraj

y de su familia, como ya hemos dicho en Las guerras de los dioses y los hombres, estuvieron ligados al rápido desarrollo de los aconte-cimientos en Ur y en el imperio Sumerio. La Biblia nos dice queAbram/Abraham dejó Jarán, siguiendo instrucciones de Dios, a laedad de 75 años. El año, por tanto, fue el 2048 a.C, ¡el mismo año enque Marduk llegó a Jarán! Y fue entonces cuando Yahveh, no sólo «elSeñor Dios», «le dijo a Abram: "Vete de tu patria y de tu lugar denacimiento, y de la casa de tu padre, a la tie rra que yo te m ostraré".»Fue una triple partida: de la patria (Sumer) de Abram y de su lugar de nacimiento (Nippur), y de la casa de su padre (Jarán); e iba a unnuevo y poco familiar destino, pues Yahveh tenía que mostrárselotodavía.

Tomando con él a su esposa, Sarai, y a su sobrino, Lo t, A br am fuea «la tierra de Canaán». Llegando desde el norte (pasando quizá pordonde más tarde pasaría su nieto Jacob), se dirigió rápido hacia elsur, hasta llegar a un lugar llamado A lon -M ore h, un no mbre que sig-nifica literalmente «El roble que señala», al parecer un hito bienconocido que ningún viajero podía pasar por alto. Para asegurarse deque estaba yendo en la dirección correcta, Abram se dispuso a espe-rar más instrucciones; y «Yahveh se le apareció a Abram» para con-

firmarle que estaba en el lugar correcto. Prosiguiendo, Abram llegóa Beth-El («Morada de Dios») y de nuevo «invocó el nombre deYahveh», siguiendo posteriormente sin detenerse hasta el Négueb(«La Sequedad»), la región más meridional de Canaán, fronteriza conla península del Sinaí.

No se demoró mucho allí. No había demasiada comida en lazona, de modo que Abram continuó hasta llegar a Egipto. La gentese imagina a Abraham como a un jefe beduino nómada, que pasara

sus días atendiendo a sus rebaños o repantigado en su tienda. Pero laverdad es que Abraham tenía que ser mucho más que eso pues, deotro modo, ¿por qué le habría elegido Yahveh para enviarle en unamisión divinamente ordenada? Ab raha m era descendiente de un lina -

 je de sacerdotes; y los nombres de su esposa y de la esposa de su her-mano, Sarai («princesa») y Milká («regia») indican una co nexión conel linaje real de Sumer. En cuanto llegaron a la frontera de Egipto,Abram instruyó a su esposa sobre cómo comportarse cuando fueranrecibidos en la corte del faraón (y más tarde, de vuelta a Canaán,trató con sus reyes como un igual). Tras una estancia de cinco añosen Egipto, se le ordenó a Ab ram que volviera al Négueb, y el faraónle dotó con gran número de hombres y de mujeres para su servicio,

así como con rebaños de ovejas y bueyes, asnos y asnas, y con unrebaño de los muy preciados camellos. La inclusión de camellos essignificativa, ya que estaban bien adaptados para propósitos milita-res en las duras condiciones del desierto.

Se estaba fraguando un conflicto militar, y eso lo sabemos por elcapítulo siguiente del Génesis (capítulo 14), que trata de la invasióndel sur de Canaán por parte de una coalición de Reyes del Este (deSumer y sus protectorados, como Elam, en los Montes Zagros, quefue famosa por sus combatientes). Fueron cayendo una ciudad trasotra, mientras avanzaban por la Calzada del Rey, rodeaban el marMuerto y se encaminaban directamente hacia la península del Sinaí (véase mapa en página 30). Pero allí, Abram y sus hombres armados

les bloquearon el camino a los invasores. Decepcionados, éstos seconformaron con el saqueo de las cinco ciudades (entre las queestaban Sodoma y Gomorra) de la fértil llanura al sur del marMuerto; entre los prisioneros que hicieron estaba Lot, el sobrino deAbram.

Cuando Abram se enteró de que a su sobrino lo habían hechocautivo, persiguió a los invasores con 318 hombres selectos por todoel camino hacia Damasco. Dado el tiempo que había pasado hasta

91

Page 23: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 23/59

Figura 67

que un refugiado de Sodoma le contara a Abram lo de la captura de

su sobrino, tuvo que ser toda una hazaña que Abram diera alcancea los invasores, que ya estaban en Dan, en el norte de Canaán.Nosotros creemos que los «jóvenes preparados», como se les llamaen el Génesis, debían formar una sección de caballería sobre came-llos (Fig. 67, de una escultura mesopotámica).

«Después de estos sucesos -dice la B ibl ia (Génesis 15 )-, Yahve hle habló a Abram en una visión, diciendo: No temas, Abram; Yo soyel que te escuda; tu recompensa será muy grande.»

Es hora de revisar la saga de Abram hasta este punto y hacersealgunas preguntas. ¿Por qué se le dijo a Abram que lo dejara todo y sefuera a un lugar completamente extraño? ¿Qué había de especialen Canaán? ¿Por qué las prisas para llegar al Négueb, en la frontera

de la península del Sinaí? ¿Por qué la recepción real en Egipto y elretorno con un ejército y una sección de caballería sobre camellos?¿Cuál era el objetivo de los invasores del Este? ¿Y por qué su derro -ta a manos de Abram es merecedora de la promesa de una «granrecompensa» por parte de Dios?

Lejos de la habitual imagen de Abram como un pastor nómada,resulta ser un soberbio líder mi lita r y un actor impor tante en la esce-na internacional. Y proponemos que todo tendría una explicación si

aceptamos la realidad de la presencia de los An un na ki y tomamos enconsideración el resto de acontecimientos importantes que estánteniendo lugar al mismo tiempo. El único premio que podía mereceruna guerra internacional, en el mismo momento en que Nabu estabaorganizando combatientes en las tierras del oeste del río Eufrates,era el espaciopuerto del Sinaí. Eso fue lo que Abram, aliado con loshititas y entrenado por éstos en las artes guerreras, fue enviado apre-suradamente a proteger. Ése fue también el motivo para que un

faraón egipcio, en Menfis, temiendo él también una invasión de losseguidores de Ra/Marduk con base en Tebas, en el sur, dotara aAb ra m con la caballería de camellos y un gran núm ero de sirvientes,hombres y mujeres. Y ése fue el motivo (proteger con éxito la puer-ta del espaciopuerto), por el cual Yahveh le aseguró a Abram unagran recompensa, al tiempo que le prometía protección de futurasvenganzas por parte del bando perdedor.

La Guerra de los Reyes tuvo lugar, según nuestros cálculos, en2041 a.C. Al año siguiente, los príncipes del sur capturarían Menfis,en Egipto, y destronarían al aliado de Abram, declarando su fideli-dad a Amén-Ra, el «oculto» o «invisible» Ra/Marduk, que entoncesaún estaba en el exilio . (Después de que M ard uk alcanzara la supre-

macía, los nuevos soberanos de Egipto comenzaron a construir enKarn ak, un sub urbio de la capital, de Tebas, el temp lo más grande deEgipto, en honor a Amón-Ra; en la majestuosa avenida que llevahasta el templo, alinearon una serie de esfinges con cabeza de carne-ro (Fig. 68), para honrar al dios cuya era, la Era del Carnero, habíallegado).

Pero las cosas no estaban menos agitadas en Sumer y en su impe-rio. Los augurios celestiales, entre los que estuvo un eclipse lunar en2031 a.C, predecían la llegada de alguna calamidad. Bajo la presión

Figura 6892

Page 24: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 24/59

de los guerreros de Nabu, los últimos reyes de Sumer hicieron retro-ceder a sus fuerzas y sus puestos avanzados de protección hasta las cer-canías de la capital, Ur. Poco alivio se encontraba en las súplicas a losdioses, puesto que ellos mismos estaban sumidos en una aguda con-frontación con M ardu k. Tanto los dioses como los hombres mirabana los cielos en busca de señales. Ningún humano, ni siquiera alguientan cualificado o escogido como Ab ram , podía proteger ya las insta-laciones esenciales de los Anunnaki, las instalaciones del espaciopu-erto. Y así, en 2024 a.C, con el consentimiento del Consejo de losGrandes Dioses, Nergal y N inurt a utiliza ron las armas nucleares paraprivar a M ardu k de su premio. Todo ello se describe de forma vividay con detalle en La Epopeya de Erra; también se cuenta ahí la otraparte del desastre, la de la destrucción de las «ciudades pecadoras»,entre las que estuvieron Sodoma y Gom orra.

A Abram se le advirtió de lo que iba a ocurrir. A petición de él,dos ángeles del Señor fueron a Sodoma el día antes del ataque nucle-ar sobre el espaciopuerto y las ciudades para salvar a Lot y a su fami-lia. L ot pidió algo de tiempo para reunir a su familia y persuadió a losdos seres divinos para que pospusieran la destrucción hasta que él ysu familia pudieran llegar a un lugar seguro en las montañas. Así 

pues, el suceso no fue una calamidad natural; fue algo predecibley posponible.«Abraham se levantó de madrugada y fue al lugar donde había

estado con Yahveh -el día antes-; y miró hacia Sodoma y Gomorra,y a toda la tierra de la llanura; y contempló y vio una humareda ele-varse de la tierra, como el humo caliente de una fogata.»

Siguiendo órdenes de Dios, Abraham se alejó del lugar, acercán-dose a la costa. En las montañas al sudeste del Jordán, Lot y sus hijasse ocultaron temerosos; su madre, que se había rezagado cuandoescapaban de Sodoma, fue vaporizada por la explosión nuclear. (Latraducción habitual de las palabras, de que se convirtió en una esta-tua de sal, proviene de una mala interpretación de la palabra sume-

ria, que podía significar tanto «sal» como «vapor».) Convencidos deque habían presenciado el fin del mundo, las dos hijas de Lot deci-dieron que la única forma de que sobreviviera la especie humana erala de acostarse con su propio padre. Cada una de ellas tuvo un hijode esta manera; según la Biblia, ellos fueron los progenitores de dostribus del este del río Jordán: los moabitas y los ammonitas.

Y en cuanto a Abraham: «Dios se acordó de Sara, como habíaprometido -(cuando se les apareció con los dos ángeles el año ante-

ri or )- , y Sara concibió y dio a Abrah am un hijo en su ancianidad», yle llama ron Isaac. Abr aha m tenía 100 años en aquel mome nto; Saratenía 90.

Habiendo desaparecido el espaciopuerto, la misión de Ab rahamhabía tocado a su fin. Aho ra le tocaba a Dios mantener sus términosdel acuerdo. Había establecido una «alianza» con Abraham, unacuerdo por el cual tenía que darle a él y a sus descendientes, comolegado imperecedero, las tierras que se extendían entre el Arroyo deEgipto y el río Eufrates. Y ahora, mediante Isaac, había que mante-ner la promesa.

Y quedaba también la cuestión de qué hacer con el resto de lasinstalaciones espaciales.

Había, a ciencia cierta, dos instalaciones más, además de las delmismo espaciopuerto. Una era la del Lugar de Aterrizaje, haciadonde se había encaminado Gilgamesh. La otra era el Centro deControl de Misiones, que ya no hacía falta, pero que estaba intacto;el «Ombligo de la Tierra» posdiluviano, que había cumplido la mis-ma función que el «Ombligo de la Tierra» a ntediluviano, que habíasido Nippur.

Para comprender la similitud de funciones y, consecuentemente,

la similitud de trazados, deberíamos comparar nuestros esbozos delas instalaciones espaciales ante y posdiluvianas. Antes del Diluvio(Fig. 69), Nippur, denominada el «Ombligo de la Tierra» debidoa que era el centro de los círculos concéntricos que delineaban el Co-rredor de Aterriza je, hizo el papel de Centro de Contr ol de Misiones.Las Ciudades de los Dioses cuyos nombres significaban «Ver la LuzRoja» (Lar sa), «Ver la Aureol a en el Seis» (Lagash) y «Ver la Aure olaBrillan te» (Laraa k) señalaban tanto el espaciado equidistante comoel sendero de aterrizaje hacia Sippar («Ciudad Pájaro»), el lugar delespaciopuerto. El sendero de aterrizaje, dentro de una Corredor deAterrizaje alargado, tenía su base en la punta en los picos gemelosdel Monte Ararat, el rasgo topográfico más prominente de Oriente

Próximo. El espaciopuerto tuvo que construirse exactamente en elpunto donde esa línea intersecaba la línea que discurría hacia el norte.Así, el Sendero de Aterrizaje formaba un ángulo exacto de 45° con elparalelo geográfico.

Después del Di luv io, cuando se concedieron a la humanidad lastres Regiones, los Anun na ki conservaron para sí mismos la Cuarta Re-gión, la península del Sinaí. Al lí , en la llanura central, el terreno eratan llano como duro (un terre no perfecto para los tanques, como han

93

Page 25: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 25/59

Figura 69

concluido los ejércitos modernos), a diferencia de la embarrada y en-charcada llanura posdiluviana de Mesopotamia. Eligiendo de nuevolos picos gemelos del Ararat como punto de anclaje, los Anunnaki tra-zaron un sendero de aterrizaje con el mismo ángulo exacto de 45° conrespecto al paralelo geográfico, el paralelo 30 norte (Fig. 70).

Ah í, en la llanu ra central de la península del Sinaí, donde la líneadiagonal intercepción al paralelo 30, tuvo que estar el espaciopuerto.Para completar la disposición, hacían falta dos componentes más:

Figura 70establecer un nuevo Centro de Control de Misiones, y delinear (y anclar)el Corredor de Aterrizaje.Creemos que el esbozo del Corredor de Aterrizaje tuvo que precedera la elección del lugar para el Centro de Co ntrol de Misiones.¿Por qué motivo? Por la existencia del Lugar de Aterrizaje, en lasMontañas de los Cedros, en el Líbano.

94

Page 26: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 26/59

Todo en el folklo re, cada leyenda relacionada con el lugar insisteen la misma afirmación: que el lugar ya existía antes del Dil uv io. E ncuanto los Anunnaki aterrizaron en la Tierra después del Diluviosobre los picos del Ararat, tenían ya a su disposición un Lugar deAterriz aje real, operativo; no to do un espaciopuerto, pero sí un lugardonde aterrizar. Todos los textos Sumerios que tratan de la concesióna la Humanidad de plantas y animales «domesticados» (es decir,genéticamente alterados) hablan de un laboratorio biogénetico enlas Montañas de los Cedros, donde En lil cooperaría esta vez con En kipara restaurar la vida en la Tierra. Todas las evidencias científicasmodernas corroboran que el trigo y la cebada, y los primeros anima-les domesticados provienen de una región en particular. (Aquí, unavez más, los avances modernos en genética se unen al desfile de co-rroboraciones. Un estudio publicado en la revista Science de Noviem-bre de 1997 determina el lugar donde se manipuló genéticamente eltrigo carraón para crear el «cultivo inicial» de ocho cereales diferen-tes: ¡hace unos 11.000 años, en un rincón particular de Oriente Pró-ximo!)

Había todos los motivos para incluir este lugar, una enorme pla-taforma de piedra de construcción ciclópea, en las nuevas instalacio-

nes espaciales. Y eso, a su vez, determinaría mediante círculosconcéntricos equidistantes la ubicación del Centro de Con trol de M i -siones.

Para completar las instalaciones espaciales, era necesario anclarel Corredor de Aterrizaje. En el extremo sudoriental, dos picos cer-canos (uno de los cuales sigue siendo sagrado hasta el día de hoy conla denominación de Mo nte M oisés) resultaban adecuados. Pero en elequidistante borde noroccidental no había picos, sólo una mesetallana. Los Anunnaki, que no ningún faraón mortal, construyeron allí dos montañas artificiales, las dos grandes pirámides de Gizeh (en Laescalera al Cielo ya sugerimos que la tercera pirámide, la más peque-ña, se construyó en primer lugar como modelo a escala). El trazado

se completó con un animal «mitológico» tallado a partir de la rocanativa: la esfinge. Su mirada discurre exactamente a lo largo del para-lelo 30, hacia el este, hacia el espaciopuerto del Sinaí.

Éstos fueron los componentes del espaciopuerto posdiluviano delos Anunnaki en la península del Sinaí, tal como los construyeronhacia el 10500 a.C. Y cuando fue volado el lugar de aterrizaje y des-pegue de la llanura central del Sinaí, los componentes auxiliares delespaciopuerto quedaron en pie: la Esfinge y las pirámides de Gizeh,

Figura 71

el Lugar de Aterrizaje en las Montañas de los Cedros y el Centro deControl de Misiones.

El Lugar de Aterrizaje, como sabemos por las aventuras deGilgamesh, estaba allí hacia el 2900 a.C. La noche antes de que inten-tara entrar, Gilgamesh vio despegar allí una nave espacial. El lugarsiguió existiendo después del D ilu vio . Un a moneda fenicia represen-tó vividamente lo que se levantaba encima de la plataforma de pie-dra (Fig. 71). La enorme plataforma de piedra todavía existe. El lugarse llama Baalbek, puesto que era el «Lugar Secreto del Norte» deldios cananeo Ba'al. En la Biblia, se conocía el lugar como Beth-Shemesh, «Casa/Morada de Shamash» (el Dios Sol), y estaba dentrode los dominios de l rey Salomón. Lo s griegos, después de Alejand ro,llamaron al lugar Heliópolis, que significa «Ciudad de Helios», elDios S ol, y construyeron allí templos a Zeus, a su hija Afrod ita y a suhijo, Hermes. Después de ellos, los romanos erigieron templosa Júpiter, Venus y Mercurio. El templo de Júpiter fue el mayor tem-plo construido por los romanos en todo su im perio, ya que creían queel lugar era el emplazamiento oracular más importante del mundo,un lugar que vaticinaría el Hado de Roma y de su imperio.

Las ruinas de los templos romanos siguen en pie sobre la vastaplataforma de piedra; y también la plataforma en sí, imperturbableante el paso del tiempo y los estragos de la naturaleza y de los hom-bres. Su cima plana descansa sobre capas y capas de grandes bloquesde piedra, algunos de los cuales pesan cientos de toneladas. Famosodesde la antigüedad es el Trilithon, un grupo de tres colosales blo-ques de piedra contiguos que forman una hilera intermedia donde laplataforma tuv o que sostener su mayor impacto de carga (Fig. 72, con

95

Page 27: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 27/59

¡' i v.-.v':-*'<

Figura 72

un hombre que pasa, para comparar el tamaño). Cada uno de estoscolosales megalitos pesa alrededor de 1.100 toneladas; es un peso queninguna maquinaria moderna de construcción puede siquiera apro-ximarse a levantar ni mover.

Pero, ¿quién pudo hacer eso en la antigüedad? Las leyendas loca-les dicen: los gigantes. Los gigantes no sólo pusieron esos bloques depiedra donde están, sino que también los extrajeron, los tallaro n y lostransportaron desde una distancia de alrededor de un kilómetro ymedio; y esto es seguro, porque se ha encontrado la cantera. En ella,uno de esos colosales bloques de piedra sobresale de la ladera, a me-dio extraer (Fig. 73); hay un hombre sentado sobre el bloque, y pareceuna mosca sobre un cubito de hielo.

Las pirámides de Gizeh todavía siguen en pie, desafiando todaslas explicaciones tradicionales, instando a los egiptólogos a aceptarque fueron construidas milenios antes que los faraones, y no poralguno de ellos. La esfinge todavía sigue mirando exactamente haciael este, a lo largo del paralelo 30, guardando para sí misma sus secre-tos; quizás, incluso, los secretos de El Libro de Thot.

Figura 73

¿Y qué hay del Centro de Control de Misiones?Y, también allí, una gran plataforma sagrada descansa sobre unos

colosales bloques de piedra que ningún hombre ni máquina algunade la antigüedad pudo haber movido, levantado o puesto en su lugar.

En los registros bíblicos de las idas y venidas de Abraham porCanaán hay dos digresiones aparentemente innecesarias; en amboscasos, el lugar de la digresión fue el sitio de la futura Jerusalén.

En la primera ocasión, se da cuenta de la digresión como un epí-

logo a la historia de la Guerra de los Reyes. Tras alcanzar y derrotara los invasores en el norte, cerca de Damasco, Abrah am vo lvió a Ca-naán con los cautivos y el botín ;

Y el rey de Sodoma le salió al encuentro,a su regreso, tras batir a Kedorlaomery a los reyes que estaban con él,al Valle de Shavé, que es el valle del rey.

Y M elquisedec, el rey de Salem,y éste era sacerdote ante el Dios A ltísim o,sacó pan y v ino,y lo bendijo, diciendo:

«Bendito sea Abram ante el Dios Altísimo,Creador del Cielo y la Tierra;y bendito sea el Dios Altísim o,que entregó a tus enemigos en tus manos.»

Melquisedec, cuyo nombre significaba en hebreo exactamente lomismo que en acadio Sharru-kin, «Rey Justo», le ofreció a Abraham

96

Page 28: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 28/59

que se guardara el diezmo de todo el botín recuperado. El rey deSodoma fue más generoso: «Conserva todas las riquezas -dijo-, sólodevuélveme a los cautivos.» Pero Abra ham no se quedaría nada; jura n-do por «Yahveh, el Dios A ltísimo, Creador del Cielo y la Tierra», dijoque no se quedaría ni la correa de un zapato (Génesis, capítulo 14).

(Los expertos han debatido durante mucho tiempo, y sin dudaalguna siguen haciéndolo, sobre si Abr aha m juró por el «Dios A l -tísimo» de Melquisedec, o si quiso decir: «No, Yahveh es el DiosAlt ísim o por el cual yo juro.»)

Ésta es la primera vez que se hace una alusión en la Biblia a Je-rusalén, llamada aquí  Salem. Que ésta sea una referencia de la queposteriormente se conocería como Jerusalén no sólo se basa en anti-guas tradiciones, sino también en la identificación evidente del Salmo76,3. En general, se acepta que el nombre completo, Yeru-Shalem enhebreo, significaba «La ciudad de Salem», siendo Salem el nombrede una deidad. Sin embargo, algunos sugieren que el nombre pudosignificar también «Fundada por Salem». Y también se podría argüirque la palabra Shalem no era un nombre, ni siquiera un sustantivo,sino un adjetivo, que significaría «completo», «sin defecto». Estoharía que el nombre del lugar significara «el Lugar Perfecto». O, si Sa-

lem era el nombre de una deidad, podría significar el lugar de «Elque es perfecto».Tanto si honraba a un dios, si fue fundada por un dios o si era el

Lugar Perfecto, Salem/Jerusalén se emplazó en el sitio más improba-ble, al menos en lo que concierne a las ciudades del hombre. Seemplazó en medio de unas montañas áridas, no en un cruce de cami-nos de interés comercial o militar, ni cerca de fuente alguna de ali-mentos o de agua. De hecho, era un lugar casi por completo carentede agua, y el adecuado suministro de agua potable fue siempre elprincipal problema y la mayor vulnerabilidad de Jerusalén. Salem/ Jerusalén no es la protagonista ni en las migraciones de Abr aham , nien la ruta de la invasión desde el este, ni en su persecución de los

invasores. Entonces, ¿por qué desviarse para celebrar una victoria(desviarse, podríamos decir, hasta un lugar «dejado de la mano deDios»), salvo que el lugar no estuviera en modo alguno dejado de lamano de Dios? Era un lugar (el único lugar en Canaán) donde esta-ba ubicado un sacerdote que servía al Dios Altísimo. Y la preguntaes: ¿por qué allí? ¿Qué había de especial en aquel lugar?

La segunda digresión aparentemente innecesaria tuvo que vercon la prueba de devoción que Dios le impuso a Abrah am. A bra m ya

había llevado a cabo su misión en Canaán. Dios ya le había prome ti-do que su recompensa sería grande, que Él mismo lo protegería. Yahabía tenido lugar el milagro del hijo, del heredero legal, en unaextrema ancianidad; el nombre de Abram había cambiado a Abra-ham, «Padre de una multitud de naciones». Les fue prometida unatierra a él y a sus descendientes; esta promesa se incluyó en una alian-za que implicaba un ritual mágico. Sodoma y Gomorra habían sidodestruidas, y todo estaba dispuesto para que Abraham y su hijo dis-frutaran de la paz y la tranqu ilidad a la que sin duda se habían hecho

acreedores.Entonces, de súbito, «fue después de todas esas cosas -dice la

Biblia (Génesis, capítulo 22)-, que Dios puso a prueba a Abraham»,diciéndole que fuera a determinado lugar y que sacrificara allí a suhijo amado:

Toma contigo a tu hijo Isaac,a tu único hijo , al cual amas,y vete a la Tierra de Moriah;y ofrécelo allí como sacrificioen uno de los montes,el que yo te señalaré.

La Bib lia no explica por qué decidió Dios poner a prueba a Abr a-ham de aquél modo tan insufrible. Abraham, dispuesto a llevar acabo la orden divina, descubrió justo a tiempo que no era más queuna prueba de su devoción: un ángel del Señor le señaló un carneroatrapado entre unos arbustos, y le dijo que el que tenía que ser sacri-ficado era el carnero, no Isaac. Pero, ¿para qué la prueba, si no eranecesaria en absoluto, ni se llevaba a cabo allí donde Abrahame Isaac vivían, cerca de Beersheba? ¿Para qué emprender un viaje detres días? ¿Para qué ir a esa parte de Canaán que Dios identificócomo la Tierr a de M oria h, para localizar allí un monte específico, queDios mismo señalaría, para realizar allí la prueba?

Al igual que en el primer caso, tenía que haber algo especial en ellugar elegido. Se nos dice (Génesis 22,4) que, «al tercer día, Abrahamelevó los ojos y vio el lugar desde la distancia». La región era rica, sies que era rica en algo, en montañas áridas; de cerca, y ciertamentedesde la distancia, todas parecían iguales. Sin embargo, Abrahamreconoció aquel monte en particular «desde la distancia». Algo ten-dría que haber allí que lo distinguiera de todos los demás montes.Tanto que, cuando terminó su calvario, le puso al lugar un nombre

97

Á

Page 29: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 29/59

largo tiempo recordado: El Mo nte Don de Yahveh Es Visto. Comoqueda claro en 2 Crónicas 3,1, el Monte Moriah fue la cima deJerusalén sobre la cual se construiría tiempo después el Templo.

Para cuando Jerusalén se convirtió en una ciudad, ésta abarcabatres montes. Nombrados desde el noreste hasta el suroeste, fueron elMonte Zophim («Monte de los Observadores», llamado ahora Mon-te Scopus), el Monte Moriah («Monte de la Dirección, de la Indica-ción») en el centro, y el Mo nte Sión («Monte de la Señal»); son éstasdenominaciones de funciones que traen a la mente los nombres delas funciones de la ciudades baliza de los Anunnaki que marcabanNip pur y el Sendero de Ater rizaje cuando el espaciopuerto estaba en

Mesopotamia.Las leyendas judías dicen que Abraham reconoció el Monte

Moriah desde la distancia debido a que vio sobre él «un pilar defuego que iba de la Tierra al Cielo, y una espesa nube en la cual eravisible la Gloria de Dios». Este lenguaje resulta casi idéntico a la des-cripció n bíblica de la presencia del Señor sobre el Mo nte Sinaí duranteel Éxodo. Pero, dejando a un lado la tradición popular, lo que creemosque vio Abr aham y que le iden tificó el monte como diferente, que lodistinguía de todos los demás allí, fue la gran plataforma que había

sobre él.Una plataforma que, aunque más pequeña que el Lugar de

Aterrizaje de Baalbek, formaba parte también de las instalacionesespaciales de los Anunnaki. Pues sostenemos que Jerusalén, antes de

convertirse en Jerusalén, fue el Centro de Control de Misiones pos-diluviano.

Y, al igua l que en Baalbek, esa plataforma, aún existe.

La razón (para la primera) y el propósito (de la segunda) digresiónse nos aclaran de este modo. La culminación de la misión deAbraham vino marcada por una celebración formal, con bendiciónsacerdotal incluida y ceremonia del pan y el vino, en un lugar (el

único lugar de Canaán) conectado directamente con la presencia delos Elohim. El segundo desvío pretendía poner a prueba las cuali-dades de Abra ham para un estatus elegido después de la destruccióndel espaciopuerto y del resultante desmantelamiento de las instala-ciones del Centro de C ontr ol de Misiones; y para renovar allí la alian-za, en presencia del sucesor de Abraham, Isaac. De hecho, la reno-vación de la divina promesa siguió inmediatamente después de laprueba:

Y el Ángel de Yahvehllamó a Abraham por segunda vezdesde los cielos, diciendo, ésta es la palabra de Y ahveh:«Éste es mi juram ento:Por haber hecho esto,y no haberme negado tu hijo, tu único,te colmaré de bendicionesy multiplicaré muchísimo tu simiente...Y en tu simiente serán bendecidas todas las naciones de la Tierra.»

Al renovar el juramento div ino en este sitio en particular, el sitioen sí (terreno sagrado desde entonces) se convirtió en parte y parce-la de la herencia de Abraham el hebreo y sus descendientes.

La Promesa Divi na a Ab raham , Dios ya se lo había dicho, se haríarealidad con el paso del tiempo y tras la servidumbre en tierra extran-

  jera durante cuatrocientos años. Dicho todo, sería mil años más tardecuando los descendientes de Abraham tomarían posesión del montesagrado, de Monte Moriah. Cuando los israelitas llegaron a Canaándespués del Éxodo, se encontraron con que la tribu de los jebuseos sehabía instalado al sur del monte sagrado, y les dejaron estar, puestoque aún no había llegado el tiempo para la toma de posesión de

aquel sacro lugar. Tan singular premio le correspondió al rey D avid ,quien hacia el 1000 a.C, mil años después de haber sido puestoa prueba Abr aham , capturó la población jebusea y trasladó la capitaldesde Hebrón hasta lo que se ha dado en llamar en la Biblia la Ciu-dad de David.

Es importante percatarse de que la población jebusea que captu-ró David, y su nueva capital, no era en modo alguno «Jerusalén»,como se suele creer, ni siquiera lo era la amurallada «Ciudad Vieja».La zona que David capturó, y que luego se conocería como Ciudadde Davi d, fue el Mo nte Sión, no el Mo nte Mo riah . Incluso, cuando elsucesor de David, Salomón, extendió la ciudad hacia el norte, hastauna zona llamada Ofel (Fig. 74), se detuvo antes de invadir esta sin-

gular zona del norte. Creemos que esto indica que la sagrada plata- forma, que se extendía desde allí hacia el norte sobre el Monte Moriah,  ya existía en la época de Da vid y de S alomón.

La población jebusea, por tanto, no estaba sobre el Monte Mo-riah y su plataform a, sino bastante más al sur. (L a habitación huma-na en las cercanías -pero no dentro- de un recinto sagrado eracomún en los «centros de culto» mesopotámicos, como en Ur (véaseFig. 65) o, incluso, en la Nippur de Enlil, como se muestra en un

98

Page 30: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 30/59

99

Figura 74

mapa de Nippur que se descubrió dibujado sobre tablillas de arcilla,F ig . 75.)

Una de las primeras cosas que hizo David fue trasladar el Arcade la Alianza desde su última ubicación temporal hasta la capital,como preparativo para su emplazamiento en una Casa de Yahvehadecuada que David planeaba erigir. Pero ese honor, según le dijoel profeta Natán, no sería suyo a cuenta de la sangre derramada porsus manos en las guerras nacionales y en sus conflictos personales; elhonor, se le dijo, sería para su hijo Salomón. Todo lo que se le per-mitió hacer mientras tanto fue erigir un altar; el lugar exacto de esealtar se lo mostró a David un «Ángel de Yahveh, de pie entre elCielo y la Tierra», que señalaba el lugar con una espada desnuda.También se le mostró un Tavnit, un modelo a escala del futuro tem-plo, y se le dieron detalladas instrucciones arquitectónicas, que, lle-gado el momento, David le transmitió a Salomón en una ceremoniapública, diciendo:

Figura 75

Todo esto, escrito por Su mano,me hizo comprender Yahveh,de todas las obras del Tavnit.

(Se puede juzgar hasta dónde llegaban los detalles de las especi-ficaciones para el templo y sus diversas secciones, así como los uten-

silios del rit ual , en 1 Crónicas 28,11-19.)En el cuarto año de su reinado (480 años después del comienzodel Éxodo, dice la Biblia), Salomón comenzó la construcción delTemplo, «sobre el Monte Moriah, como se le había mostrado a supadre, David» .

Mientras se traían maderas de los cedros del Líbano, se importa-ba el oro más puro de Ofir y se extraía y se fundía el cobre para loslavabos especificados en las famosas minas del rey Salomón, habíaque eri gir la estructura en sí con «piedras talladas y cinceladas, gran-des y costosas piedras».

Los sillares de piedra tuvieron que prepararse y tallarse según eltamaño y la forma deseados en otra parte, ya que la construcción

estaba sujeta a una estricta prohibición contra el uso de cualquierherramienta de hierro para el Templo. Así, los bloques de piedra tu-vier on que ser transportados y ubicados en el lugar sólo para su mon-taje. «Y la Casa, cuando estaba en construcción, se hizo de piedra,lista ya antes de ser llevada hasta allí; de modo que no hubo ma rtill oni sierra, ni ninguna herramienta de hierro en la Casa mientras seestuvo construyendo» (1 Reyes 6,7).

Page 31: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 31/59

Llevó siete años finalizar la construcción del Templo y equiparlocon todos los utensilios d el ritual. Después, en la siguiente celebración

del Año Nuevo («en el séptimo mes»), el rey, los sacerdotes y todo elpueblo presenciaron el traslado del Arca de la Alianza hasta su lugarpermanente, en el Santo de los Santos del Templo. «No había nada enel Arca, salvo las dos tablillas de piedra que Moisés había puesto en suinterior» en el Monte Sinaí. En cuanto el Arca estuvo en su lugar,bajo los querubines alados, «una nube llenó la Casa de Yahveh»,obligando a los sacerdotes a salir apresuradamente. Después, Salo-món, de pie ante el altar que había en el patio, oró a Dio s «que moraen el cielo» para que viniera y residiera en esta Casa. Fue más tarde,por la noche, cuando Yahveh se le apareció a Salomón en un sueño yle prometió una presencia divina: «Mis ojos y mi corazón estarán enella para siempre.»

El Templo se div idió en tres partes, a las cuales se entraba median-te un gran pórtico flanqueado por dos pilares especialmente diseñados(Fig. 76). La parte frontal recibió el nombre de Ulam («Vestíbulo»); laparte más grande, la del medio, era el Ekhal, término hebreo queproviene del Sumerio E.GAL («Gran Morada»). Separada de éstamediante una pantalla, estaba la parte más profunda, el Santo de losSantos. Se le lla mó Dvir, literalmente: El Orador, pues guardaba el Ar -ca de la Alian za con los dos querubines sobre ella (Fig. 77) de ent re los

Figura 77

cuales Dios le hablaba a Moisés durante el Éxodo. El gran altar y loslavabos estaban en el pa tio, no de ntro del T emplo.

Los datos y las referencias bíblicas, las tradiciones antiguas y lasevidencias arqueológicas no dejan lugar a dudas de que el Templo queconstruyó Salomón (el Primer Templo) se levantaba sobre la gran pla-taforma de piedra que todavía corona el Monte Moriah (también co-nocido como el Monte Santo, Mont e del Señor o Mon te del Templo).Dadas las dimensiones del Templo y el tamaño de la plataforma, existeun acuerdo general sobre dónde se levantaba el Templo (Fig. 78), y so-bre el hecho de que el Arca de la Alianza, dentro del Santo de losSantos, estaba emplazada sobre un afloramiento rocoso, una Roca Sa-grada que, según firmes tradiciones, era la roca sobre la que Abra-ham estuvo a punto de sacrificar a Isaac. En las escrituras judías, laroca recibió el nombre de Even Sheti'yah, «Piedra de Fundación»,pues fue a pa rtir de esa piedra que «todo el mundo se tejió». E l pro-feta Ezequiel (38,12) la identificó como el Omb ligo de la Tierra. E statradición estaba tan arraigada, que los artistas cristianos de la EdadMed ia representaron el lugar como el Omb ligo de la Tierr a (Fig. 79a)y siguieron haciéndolo así aún después del descub rimiento de A mé -

rica (Fig. 79b).El Templo que construyera Salomón (el Primer Templo) lo des-truyó el rey babilonio N abucodonosor en 576 a.G, y lo reconstruyeronlos exiliados judíos a su regreso de Babilonia 70 años después. EsteTemplo, conocido como el Segundo Templo, fue sustancialmente me-

  jorado y agrandado con posterioridad, en tiempos del rey de JudeaHerodes, entre el 36 y el 4 a.C. Pero el Segundo Templo siguió en to-das sus fases el trazado, la ubicación y la situación originales del San-

100

Page 32: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 32/59

I t) 

Figura 78

to de los Santos sobre la Roca Sagrada. Y cuando los musulmanesconquistaron Jerusalén en el siglo vn d.C, proclamaron que Maho-ma había ascendido a los cielos en una visita nocturna desde aquellaRoca Sagrada, y salvaguardaron el lugar construyendo sobre él laCúpula de la Roca (Fig. 80), para protegerlo y magnificarlo.

Geológicamente, la roca es un afloramiento de la roca natural sub-yacente, que sobresale por encima del nivel de la plataforma de piedraentre 1.50 y 1.80 metros (la superficie es desigual). Pero es un «aflora-miento» de lo más extraño y en más de un sentido. La cara visible estátallada y conformada (Fig. 81a), con un grado de precisión impresio-

nante, para formar receptáculos rectangulares, alargados, horizontalesy verticales, y hornacinas de diversas profundidades y tamaños. Lo quesólo se suponía desde hace ya mucho tiempo (p. ej. Hugo Gressman,

  Altorientalische Bilder zum Alten Testameni) se ha confirmado en in-vestigaciones recientes (como la de Leen Ritmeyer, Locating theOriginal Temple Mount): el Arc a de la Alian za y los muros del Santode los Santos estuvieron situados en el pun to de la superficie de la rocadonde está el corte largo y recto y otras hornacinas.

Figuras 79a y 79b

Lo que suponen estos hallazgos es que los cortes y las hornacinasde la superficie de la roca se rem ontan al menos a la época del PrimerTemplo. Sin embargo, no se dice nada en absoluto en los pasajes rele-vantes de la Bi blia sobre cortes en la roca de este calibre po r parte deSalomón; de hecho, habría sido imposible, ¡debido a la estricta proh i-bición del uso de herramientas de metal en el Monte!

El enigma de la Roca Sagrada y de lo que se elevó encima de ellase hace aún más grande al pensar lo que pudo haber bajo ella. Laroca no es un simple afloramiento, ¡Está hueca!

De hecho, con el permiso necesario, uno puede bajar por untramo de escaleras construidas por las autoridades musulmanas quellevan a una caverna cuyo techo rocoso es la parte de la Roca Sa-grada que sobresale del suelo. En esta caverna, que no se sabe concerteza si es natur al o no, hay también profundas hornacinas y recep-táculos, tanto en las paredes de roca como en el suelo (algo que sepodía ver antes de que cubriera n el suelo con alfombras de oración).También se ve lo que parece una abertura a un oscuro túnel; pero qué

101

Page 33: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 33/59

Figura 80

es aquello y adonde lleva es un secreto muy bien guardado por los

musulmanes.Algunos viajeros del siglo xix afirmaban que esta caverna no esla única cavidad bajo la superficie relacionada con la Roca Sagrada;decían que había aún otra cavidad por debajo de ésta (Fig. 81b).Investigadores israelíes, a los que se les impide fanáticamente el pasoen la zona, han determinado, con la ayuda de tecnología de sonary de radar de penetración de tierra , que ciertamente existe otra cavi-dad mayor bajo la Roca Sagrada.

Estas misteriosas cavidades no sólo han disparado las especula-ciones referentes a los posibles tesoros del Templo, o a los archivosdel Templo que pud ieron haberse ocultado allí, cuando el Primer y elSegundo Templo estaban a punto de ser invadidos y destruidos. Se

especula incluso con que el Arca de la Alianza, que la Biblia dejade mencionar después de que el faraón egipcio Sheshak saqueara(pero no destruyera) el Templo hacia el 950 a.C, pudiera haberseocultado allí. Eso, de momento, tendrá que seguir siendo sólo unaespeculación.

Lo que sí es cierto, no obstante, es que el salmista y los profetasbíblicos se referían a esta Roca Sagrada cuando utilizaban el términode «Roca de Israel» como eufemismo de «Yahveh». Y el profeta Isaías

Figuras 81a y 81b

(30,29), hablando del tiempo futuro de redención universal en el D íadel Señor, profetizaba que las naciones de la Tierra llegarán a Jerusa-lén para alabar al Señor «en el Mon te de Yahv eh, en la Roca de Israel».El Monte del Templo está cubierto con una plataforma de piedrahorizontal, de forma rectangular ligeramente imperfecta (debidoa los contornos del terreno ), cuyo tamaño es de alrededor de 490 por270 metros, para una superficie totalmente p avimentada de pied ra decerca de 140.000 metros cuadrados. Aunque se cree que la actual pla-taforma tiene secciones, en el extremo sur y posiblemente tambiénen el norte, que se le añadieron entre la construcción del PrimerTemplo y la destrucción del S egundo Templo, lo que es seguro es quela mole de la plataform a es origin al; ciertamente es así en lo referen-te a la porción ligeramente elevada, donde está situada la RocaSagrada (y, por tanto, la C úpula de la R oca).

102

Como muestran los lados visibles de los muros de contención de existía ya antes incluso de que se contemplara la idea de construir el

Page 34: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 34/59

Como muestran los lados visibles de los muros de contención dela plataforma, y como han revelado excavaciones más recientes, ellecho de roca natural del Mo nte M ori ah tiene una considerable inc li-nación de no rte a sur. Aunq ue nadie puede decir con certeza cuál erael tamaño de la pla taforma en la época de Salom ón, ni puede estimarcon exactitud la profundidad de las pendientes que hubo que relle-nar, una suposición arbitraria de una plataforma que midiera sólodos terceras partes de lo que m ide ésta y con una profund idad med iade 18 metros (mucho menos en el norte, much o más en el sur), pre-

cisaría de 1.700.000 metros cúbicos de conglomerado (tierra y pie-dras). Una construcción verdaderamente imponente, la que habríaque llevar a cabo.

Sin embargo, en ninguna parte en la Biblia se hace siquiera unamención o una insinuación de ta l empresa. Las instrucciones para elPrimer Templo llenan páginas y páginas en la Biblia; se da cadapequeño detalle, se precisan las medidas hasta un grado sorprenden-te, dónde se debería de prescribir este o aquel utensilio o artefacto,se especifica la longitud que debían tener las pértigas con las que setransportaba el Arca, y así una y otra vez. Pero todo esto se aplicaa la Casa de Yahveh. N i una palabra acerca de la plataforma sobre lacual se iba a elevar; y eso sólo podía significar que la plataforma yaestaba allí, que no había necesidad de construirla.

En completo contraste con esta ausencia de mención, destacanlas repetidas referencias en 2 Samuel y 1 Reyes al Millo, literalmen-te «el relleno», un proyecto iniciado por el rey David y continuadopor Salomón para rellenar parte de las pendientes de la esquina suro-rienta l de la plataforma sagrada y perm itir así que la Ciudad de D avi dse extendiera hacia el norte, acercándose a la antigua plataforma.Evidentemente, los dos reyes se sentían bastante orgullosos de tallogro, y se aseguraron de que quedara registrado en las crónicas rea-les. (Excavaciones recientes en esa zona indican, no obstante, que loque se hizo fue elevar el nivel de la pendiente construyendo una serie

de terrazas de tamaño decreciente a medida que se elevaban; eso eramucho más fácil que rodear previamente toda la zona de expansióncon unos altos muros de contención y rellenar el hueco con conglo-merado.)

Este contraste corrobora sin duda la conclusión de que ni Davidni Salomón construyeron la enorme plataforma sobre el Monte Mo-riah, con sus inmensos muros de contención y la ingente cantidad derelleno requerido. Todas las evidencias sugieren que la plataforma

existía ya antes incluso de que se contemplara la idea de construir elTemplo.

¿Quién construyó entonces la plataforma, con las ingentes obrasde tierra y piedras que supone? Evidentemente, nuestra respuesta es:los mismos maestros constructores que hicieron la plataforma deBaalbek (y, también, la enorme platafo rma, exactamente emplazada,sobre la cual se eleva la Gra n Pirámide de G izeh).

La gran plataforma que cubre el Monte del Templo está rodeadade muros que sirven tanto de muros de contención como de fortifi-

caciones. La Biblia dice que Salomón construyó muros así, al igualque los reyes de Judea que vinieron después de él. Hay seccionesvisibles de los muros, especialmente en los lados merid iona l y orien-tal, en los que se ven construcciones de diversos períodos posterio-res. Invaria blemen te, las hiladas inferiores (y, po r tanto, las más anti-guas) están construidas con bloques de piedra más grandes y mejorconformados. De estos muros, sólo el Mu ro O ccidental, por tradici óny como lo confirm a la arqueología, se ha conservado como un rema-nente actual de la época de l Primer Tem plo; al menos, en las hiladasinferiores, donde los sillares (bloques de piedra perfectamente talla-dos y conformados) son los más grandes. Durante casi dos milenios,desde la destrucción del Segundo Templo, los judíos se han agarrado

a este remanente, dando culto aquí, rezándole a Dios, buscando soco-rro personal insertando trozos de papel con peticiones a Dios entrelos sillares, llorando la destrucción del Templo y la dispersión delpueblo judío ; hasta tal pu nto que, con el tiemp o, los cruzados y otrosconquistadores de Jerusalén le dieron al Muro Occidental el sobre-nombre de «Muro de las Lamentaciones».

Hasta la reunificación de Jerusalén por parte de Israel en 1967, elMu ro O ccidental no era más que una franja de muro, con unos treintametros apretujados entre viviendas. Delante se había dejado un estre-cho espacio para los que oraban, y a ambos lados, las casas, amonto-nadas, invadían el Monte Santo. Cuando se quitaron éstas, surgió una

gran plaza delante del Muro Occidental, y quedó al descubierto entoda su extensión hasta la esquina sur (Fig. 82). Y, por primera vezen casi dos mil años, se pudo observar que los muros de contenciónse extendían hacia abajo tanto como lo que sobresalían por encimade lo que se había considerado que era el nivel del suelo. Como suge-rían las hasta entonces porciones visibles del «Muro de lasLamentaciones», las hiladas inferiores eran más grandes, estabanmejor conformadas y eran, cómo no, m ucho más antiguas.

103

Page 35: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 35/59

Figura 82

La extensión del Muro Occidental hacia el norte atraía con susmisterios y con la promesa de antiguos secretos.

En la década de 1860, el capitán Charles Wilso n explo ró allí unaarcada (que todavía lleva su nom bre) que llevaba hacia el norte hastaun pasaje parecido a un túnel, y hacia el oeste hasta una serie decámaras con arcos y bóvedas. Al quitar las viviendas intrusas, se des-cubrió que el actual nivel de la calle se encuentra por encima de

varios niveles, ahora subterráneos, de construcciones antiguas entrelas que había más pasajes y arcadas. ¿Hasta dónde llegaría todo esopor abajo y hacia el norte? Ése era un misterio que los arqueólogosisraelíes comenzaron po r fin a abordar.

Y, al final, lo que descubrieron fue absolutamente increíble.Uti lizan do datos de la Bibli a, del Li br o de los Macabeos y de los

escritos del historiador judeorromano Josefo (y teniendo en cuentaincluso una leyenda medieval que decía que el rey Da vid conocía un

Figura 83

mod o de subir al M ont e desde el oeste), los arqueólogos israelíes lle-garon a la conclusión de que el Arco de Wilson era la entrada a loque debió de haber sido en tiempos prim itivos una calle al aire libreque discurría a lo largo del Mu ro O ccidental, y que el Mu ro, en sí, seextendía hacia el norte decenas y decenas de metros. La laboriosa

extracción de los escombros, que con firmó esta suposición, llevó a laapertura en 1996 del «Túnel Arqueológico» (un acontecimiento queprovocó titulares en los periódicos por más de un motivo).

El Túnel del Muro Occidental, que se extiende a lo largo de casi500 metros, desde su inicio en el Ar co de Wilson hasta su salida en laVía D oloros a (po r donde Jesús pasó llevando la cruz), desvela y atra-viesa restos de calles, túneles de agua, estanques, arcadas, construc-ciones y plazas de mercado de tiempos bizantinos, romanos, he rodia-nos, hasmoneanos y bíblicos. La experiencia de re correr el tú nel, m uypor debajo del nivel del suelo, es tan emocionante y espeluznantecomo lo sería la de ser transportados en una máquina del tiempohacia atrás en el pasado.

A todo lo largo del túnel, el visitante puede ver (y tocar) el ver-dadero muro de contenció n occidental de los tiempos más primitiv os.Hiladas que habían estado ocultas durante milenios han quedado aldescubierto. En la sección más septentrional del túnel, queda a lavista el lecho de roca natural que se inclina hacia arriba. Pero la sor-presa mayúscula, tanto para el visitante como para los arqueólogos,se halla en la sección más meridio nal del m uro descubierto:

104

Allí en el antiguo nivel de la calle pero aún no en la hilada más d l i h ll bi i d ll i

Page 36: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 36/59

Allí, en el antiguo nivel de la calle pero aún no en la hilada másbaja del fondo, se emplazaron unos enormes bloques de piedra y,encima de ellos, ¡cuatro colosales bloques de varios centenares detoneladas cada uno!

En esta parte del Muro Occidental hay una sección que estácompuesta por bloques de piedra extraordinarios de 3,35 metros dealtura, alrededor d el doble de los inusualmente grandes bloques queconforman el nivel inferior. Sólo cuatro de estos bloques de piedracompo nen la sección; uno de ellos tiene unos colosales 12,8 metrosde largo (Fig . 83); otro mid e 12,2 metros de largo , y un tercero más de7,5 metros. El radar de pen etración de tie rra y otros sondeos indicanque la profundidad de estas piedras es de 4,3 metros. Por lo tanto, lamayor de las tres tiene una masa de piedra de alrededor de 184metros cúbicos, ¡y pesa alrededor de 600 toneladas! La segunda, unpoco más pequeña, pesa unas 570 toneladas, y la tercera alrededor de355 toneladas.

Se trata de tamaños y pesos colosales bajo cualquier concepto;los bloques utilizados en la construcción de la Gran Pirámide deGizeh tienen un promedio de 2'5 toneladas cada uno, con un pesomáximo de alrededor de 15 toneladas. De hecho, la única compara-ción que nos viene a la mente son los tres Trilithons de la gran plata-forma de piedra de Baalbek, que también forman una hilada porencima de otros bloques de piedra más pequeños, aunque tambiéncolosales (ver Fig. 72).

¿Quién pudo haber colocado estos gigantescos bloques de pie-dra, y para qué?

Da do que los bloques de piedra están mellados en sus márgenes,los arqueólogos suponen que son de la época del Segundo Templo(o más concretamente del período herodiano, siglo i a.C). Pero in-cluso aquellos que sostienen que la plataforma de p iedra orig inal eramás pequeña que la actual coinciden en afirmar que la porció n cen-tral que rodea la Piedra Sagrada, y a la cual pertenece el enorme

mur o de co ntención, está ahí desde la época del Prime r Templo. Enaquel momento, la prohibición de utilizar herramientas de hierro(que se rem onta a la época de Josué) se hacía cum plir estrictamente.Todos los bloques de piedra que utiliz ara Salomón, sin excepción, seextrajeron, se tallaron , se conform aron y se prepararon en algún otrositio antes de trasladarlos hasta el lugar, donde únicamente se mo n-taron. Y que éste es el caso respecto a los colosales bloques de pie-dra en discusión lo evidencia aún más el hecho de no forman parte

de la roca nativa, pues se hallan bien po r encima de ella y tienen unmatiz sensiblemente diferente. (D e hecho, los últimos descubrimien-tos al oeste de Jerusalén sugieren que podrían haber venido de unacantera de aquella zona.) De qué modo fueron transportados y ele-vados hasta el nivel requerido para después ubicarlos en el emplaza-miento necesario siguen siendo cuestiones que los arqueólogos sonincapaces de responder.

Sin embargo, sí que se ha ofrecido una respuesta a la pregunta de

para qué. El arqueólogo jefe del lugar, Dan Bahat comentó en Biblical Archaeology Review: «Creemos que al otro lado (el orient al)del mur o occidental, en ese lugar, bajo el Mon te del Tem plo, hay unaenorme sala; nuestra teoría es que la Hilada M aestra (que es como sele ha llegado a conocer esta sección) se instaló para soportar y hacerde contrafuerte de una bóveda interior».

La sección con los enormes bloques de piedra se halla ligera-mente al sur del emplazamiento de la Piedra Sagrada. Por lo tanto,sugerir, como sugerimos, que esta enorme sección era necesaria porlos duros impactos relacionados con la función del lugar comoCentro de Control de Misiones, con sus equipos instalados sobre ydentro de la Roca Sagrada, parece después de todo la única explica-

ción plausible.

105

11 lugar la Primera Resurrección de los muertos, y comenzarán los

Page 37: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 37/59

11UN TIEMPO DE PROFECÍA

La dilación en el inicio de la construcción del Templo de Jerusalén,¿fue debida a la razón dada (el que David derramara sangre enemi-ga en guerras y desavenencias), o fue sólo una excusa para oscurecerotra razón más profunda?

Resulta extraño que, como resultado de esta dilación, el lapso detiempo transcurrido desde la renovación de la alianza con Abrahamen el Monte Moriah (y, en esta ocasión, también con Isaac) hasta elinicio de la construcción del Templo fuera exactamente de m il años.Y es extraño porque el exilio de Marduk duró también mil años;y eso parece algo más que una coincidencia casual.

La Bib lia deja claro que el momento de la construcción del Tem-plo la determinó el mismo Dios; aunque los detalles arquitectónicosestaban ya listos, e incluso había también un modelo a escala, fue Éldijo, a través del profeta Natán: «Todavía no; no David, sino el si-guiente rey, Salomón.» Del mismo modo, es evidente que no fue Mar-duk el que marcó el tiempo de finalización de su propio exilio. Dehecho, casi desesperado, se lamentaba: «¿Hasta cuándo?» Y eso debíasignificar que el fin de sus días de exilio le era desconocido; venía de-terminado por lo que podríamos llamar el Hado; o bien, si era deli-berado, por la mano invisible del Señor de Señores, el Dios al que loshebreos llamaban Yahveh.

La idea de que un milenio (m il años) significa más que un acon-tecimiento calendárico, que presagia sucesos apocalípticos, se cree engeneral que proviene de un relato visionario del Libro del Apo-calipsis, capítulo 20, en el cual se profetizaba que «el Dragón, la anti-gua Serpiente, que es el Demonio y Satanás, estará sujeto durante milaños, arrojado al abismo y encerrado allí durante mil años, para queno seduzca a las naciones hasta que se cumplan los mil años.»Entonces, Gog y Mago g se enzarzarán en una guerra mundial; tendrá

g , yTiempos Mesiánicos.

Estas palabras visionarias, que introducen en el cristianismo lanoción (y la expectativa) de un milenio apocalíptico, se escribieronen el siglo i d.C. Así, aunque en el libro se nombra a B abilonia como«el imperio del mal», los eruditos y los teólogos suponen que no setrata más que de un nombre codificado de Roma.

Pero, aun así, resulta significativo que las palabras del Apoca-lipsis repitan las palabras del profeta Ezequiel (siglo vi a.C), que

tuvo una visión de la resurrección de los muertos en el Día del Señor(capítulo 37), así como la guerra mundial de G og y Mago g (capítulos38, 39); ésta tendrá lugar, dice Ezequiel, «al Fin de los Añ os». D ecíaque los Profetas de Yahveh lo habían predicho todo en los Días deAnta ño, «que, entonces, profetizaron acerca de los Años».

«Los Años» por cumplir, la cuenta hasta el «Fin de los Años».Ciertamente, muchos siglos antes de la época de Ezequiel, la Bibliaofreció una pista:

Mil años,a tus ojos,son como un día, que ya pasó.

Esta declaración, en el Salmo 90,4, se le atribuye en la Bibliaal propio Moisés; así, la aplicación de mil años a una medida detiempo d ivina, se remo nta al menos a la época del Éxo do. De hecho,en el Deuteronomio (7,9), se le asigna un período de «mil genera-ciones» a la duración de la Alianz a de Dios con Israe l; y en el Salmode David compuesto cuando se llevó el Arca de la Alianza a laCiudad de David, se vuelve a recordar la duración de mil genera-ciones (1 Crónicas 16,15). En otros salmos se aplica una y otra vezel número «mil» a Yahveh y a sus maravillas; en el Salmo 68,18, seda incluso la cifra de mil años como la duración del Carro de losElohim.

La palabra hebrea Eleph, «mil», se deletrea con las tres letras, Aleph («A»), Lamed («L») y Peh («P» o «Ph»), lo cual se puede leercomo Aleph, que es la primera letra del alfabeto, y numéricamente«1». Si se suman las tres letras, se obtiene el valor numérico de 111(1+30+80), algo que se puede tomar como una triple afirmación dela Unidad de Yahveh y del monoteísmo, siendo «Uno» una palabracodificada de Dios. No por azar, las mismas letras, reordenadas

106

(P-L-A), forman Peleh -maravilla de maravillas, un epíteto de la dad se quedaron allí y «no huyeron» Ni tampoco huyeron en la no-

Page 38: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 38/59

(P L A), forman Peleh maravilla de maravillas, un epíteto de laobra de Dios y de los misterios del Cielo y la Tierra que están másallá del entendimiento humano. Esas maravillas de maravillas referi-das principalmente a las cosas creadas y predichas en el lejano pasa-do; también form an el tema de las preguntas de Dani el cuando inten-taba adivinar el Fin de los Tiempos (12,6).

Así, parece haber ruedas dentro de ruedas, significados dentro designificados, códigos dentro de códigos en esos versículos concer-nientes a un período de mil años: no es sólo la obvia cuenta secuen-

cial numérica del paso del tiempo, sino también una du ración incor-porada a la Alian za, una afirmación codificada de monoteísmo y unaprofecía concerniente al milenio y al F in de los Años.

Y, como deja claro la Biblia, los mil años cuya cuenta comenzócon la construcción del Templo (coincidente con lo que ahora llama-mos el último m ilenio a.C.) fueron un tiempo de profecía.

Para comprender los sucesos y las profecías de ese último milenio,uno tiene que atrasar el reloj hasta el milenio precedente, hasta lacatástrofe nuclear y la consecución de la supremacía por parte deMarduk.

  Los Textos de las Lamentaciones, que describen el desastre y ladesolación en los que quedaron sumidos Sumer y Acad cuando lamortífera nube nuclear recorrió Mesop otamia, cuentan cómo los dio-ses Sumerios abandonaban apresuradamente sus «centros de culto»a medida que avanzaba el Vien to M align o hacia ellos. Unos «se ocul-taron en las montañas», otros «escaparon hasta llanuras distantes».Inanna, dejando atrás sus posesiones, se trasladó hasta África en unanave sumergible; la esposa de Enki, Ninki, fue hasta el Abzu, enÁfrica, «volando como un pájaro», mientras él, buscando un puertoseguro, fue hacia el norte; En li l y Ni nl il parti eron con destino desco-nocido, al igual que Ninharsag. E n Lagash, la diosa Bau estaba sola,pues Ninur ta había partido en su misión nuclear; Bau «llo ró amarga-

mente por su tem plo» y se demoró ; el resultado fue trágico, pues «enaquel día, la tormenta cayó sobre ella; Bau, como si de una mor tal setratara, gue alcanzada por la torm enta».

La lista de los dioses que huyeron sigue y sigue, hasta que llegaa Ur y sus deidades. Al lí , como ya hemos mencionado, Nannar/Sin senegó a creer que el hado de su ciudad estuviera sellado. En las lamen-taciones que su propia esposa, Ningal, escribió posteriormente, éstacuenta que, a pesar del fétido olor de los muertos que llenaban la ciu -

dad, se quedaron allí y «no huyeron». Ni tampoco huyeron en la no-che que siguió al terro rífico día. Pero, a la mañana siguiente, las dosdeidades, acurrucadas en la cámara subterránea de su zigurat, se die-ron cuenta de que la ciudad estaba condenada, y también la aban-donaron.

La nube nuclear, que viró hacia el sur debido a los vientos, per-donó a Babilonia; y esto se tomó como un augurio que reforzaba laconcesión de los cincuenta nombres a M ardu k, un indic io de su me-recida supremacía. Su primera decisión fue la de llevar a cabo lasugerencia de su padre de que los mismos Anunnaki construyeranpara él su templo/casa en Babilonia, el E.SAG.IL («Casa de la Ca-beza Elevada»). A ésta se le añadió, en el recinto sagrado, otro tem-plo para la celebración del Año Nuevo y la lectura del revisadoEnuma elish; su nombre, E. TE M EN .A N. KI («Casa de la FundaciónCielo-Tierra»), pretendía indicar con toda claridad que sustituía alD U R .A N .K I («Enlace Cielo-Tierra») de Enli l, que había estado enel corazón de Nippur cuando era el Centro de Control de Misiones.

Los expertos han prestado escasa atención al tema de las mate-máticas en la Bibli a, dejando sin abordar lo que debería ser un enig-ma: ¿Por qué la Biblia hebrea adoptó tan absolutamente el sistema

decimal, aún siendo Abraham un Ibri (un nombre Sumerio de Nip-pur) y basándose todos los relatos del Génesis (que se repiten en losSalmos y por todas partes) en los textos Sumerios? ¿Por qué no exis-te referencia alguna al sistema sexagesimal Sumerio («de base 60»)en la numerología de la Biblia, una numerología que culminó con elconcepto del milenio?

U no se pregunta si M ardu k sería sabedor de este asunto. Ma rdu kmarcó su asunción a la supremacía proclamando una Nueva Era (ladel Carnero), revisando el calendario y construyendo un nuevoPórtico de los Dioses. En estas decisiones se pueden encontrar tam-bién evidencias para unas nuevas matemáticas, un cambio tácitodesde el sistema sexagesimal hasta el sistema decimal.

El punt o focal de estos cambios fue el templo-zigurat que le h on-raba, y que Enki sugirió que se lo construyeran los propios Anun-naki. Los descubrimientos arqueológicos de sus ruinas (y de sus repe-tidas reconstrucciones), así como la inform ación que prop orciona ronlas tablillas, con precisos datos arquitectónicos, revelan que este zigu-rat se elevaba en siete niveles, el más alto de los cuales servía de resi-dencia de Marduk. Planeado, como el propio Marduk había pedido,«de acuerdo con los escritos del Cielo Superior», era una estructura

107

Page 39: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 39/59

Page 40: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 40/59

Figura 85

do caótico al que los expertos llaman Segundo Período Intermedio,hasta que el llamado Imperio Nuevo comenzó hacia el 1650 a.C.

A los expertos todavía les resulta difíci l explicar por qué el Orie ntePróximo de la antigüedad se puso en movimiento justo en aquelmomento. La nueva dinastía (la XV I I) que tomó el control de E giptoestaba impregnada de fervor imperial, atacando a Nubia en el sur, aLi bia en el oeste y las tierras de la costa mediterránea p or el este. Enel país de los hititas, un nuevo rey envió a su ejército a través de labarrera de los Montes Tauro, también a lo largo de la costa medite-rránea; su sucesor arrasó Ma ri. Y en Ba biloni a, un nuevo pueblo, los

casitas, surgieron de la nada (en realidad, de la región montañosanororiental que bordea el mar Caspio), atacaron Babilonia y dieronun drástico fin a la dinastía que comenzara con Hammurabi.

Las naciones proclamaban que iban a la guerra en el nombre y ba- jo las órdenes de su dios nacio nal, y los crecientes conflictos tenían másla apariencia de una lucha entre dioses a través de sustitutos huma-nos. Y una pista que parece confirmarnos esta idea es el hecho de quelos nombres teofóricos de los faraones de la dinastía X V I I I elimina-ron el prefijo o el sufijo Ra o Am én a favor de Thot . El cambio, quecomenzó con Thotmes (normalmente traducido en español comoTutmosis) I en 1525 a.C, marcó también el inicio de la opresión delos israelitas. La razón que daba el faraón es ilum inado ra: tras lanzar

expediciones militares hacia Naharin, en el Alto Eufrates, el faraóntemía que los israelitas pudieran convertirse en una quinta columnainterna. ¿Por qué motivo? N aharin era la región donde estaba ubica-da Jarán, y sus pobladores eran descendientes de los parientes de lospatriarcas israelitas.

Por mucho que esto explique los motivos dados para la opresiónde los israelitas, sigue sin explicarse por qué, y para qué, enviaron los

Figura 86

egipcios sus ejércitos para conquistar la lejana Jarán. Es un enigmaque hay que guardar en mente.Las expediciones militares, por una parte, y la correspondiente

opresión de los israelitas, que alcanzó un alto grado de h orro r con eledicto que ordenaba la m uerte de los varones primogénitos israelitas,llegó a su climax bajo Tutmosis I I I , que forzó la huida de Moisés traslevantarse por su pueblo. S ólo después de la muerte de Tutmosis I I Ipudo v olver Moisés a E gipto desde el desierto del Sinaí, en 1450 a.C.Diecisiete años más tarde, después de repetidas demandas y de unaserie de aflicciones desatadas por Yahveh sobre «Egipto y sus dio-ses», dejaron ir a los israelitas, y comenzó el Éxodo.

Dos incidentes que se mencionan en la Biblia, y un importantecambio en Egipto, indican repercusiones teológicas entre otros pue-blos como consecuencia de los milagros y maravillas atribuidas a Yah-veh en apoyo de su Pueblo Elegido.

«Y cuando Jetró, el Sacerdote de Madián, el suegro de Moisés,supo de todo lo que Dios había hecho por Moisés y por su pueblo,Israel», leemos en el Éxodo, capítulo 18, llegó al campamento israelitay después de escuchar la historia completa por boca de Moisés, Jetródijo: «Ahora sé que Yahveh es el más grande de todos los dioses», yofreció sacrificios a Yahveh. El segundo incidente (del que se habla enNúmeros, capítulos 22-24) tuvo lugar cuando el rey moabita retuvo aladivino Bile'am (traducido también como Bala'am) para que maldijeraa los israelitas que se aproximaban. Pero «el espíritu de Dios salió al

encuentro de Balaam», y en una «visión divina» vio que la Casa deJacob estaba bendecida por Yahveh, y que no se podía revocar Supalabra.

Que un sacerdote y adivino no hebreo reconociera los poderesy la supremacía de Yahveh iba a generar un efecto inesperado en lafamilia real egipcia. En 1379 a.C, justo cuando los israelitas iban a en-trar en la misma Canaán, un nuevo faraón se cambió el nombre por el

109

de Akenatón, siendo Atón una representación del Disco Solar (Fig.86) Akenatón trasladó su capital a un nuevo lugar y comenzó a dar

La Biblia hace una relación de Hombres de Dios durante eseperíodo incluso los llama profetas en el sentido más estricto de la

Page 41: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 41/59

86). Akenatón trasladó su capital a un nuevo lugar, y comenzó a darculto a un único dios. Fue un experimento de corta vida, al cual dieronfin los sacerdotes de Amén-Ra... También tuvo una corta vida elconcepto de una paz universal que acompañaba a la fe en un Diosuniversal. En 1296 a.C, el ejército egipcio, siempre arremetiendocontra la región de Jarán, sufrió una derrota decisiva frente a los hi-titas en la Batalla de Kadesh (en lo que es ahora Líbano).

Mientras hititas y egipcios se agotaban mutuamente, los asirios en-

contraron espacio para autoafirmarse. Una serie de movimientos deexpansión en prácticamente todas las direcciones culminó con la re-conquista de Babilonia por parte del rey asirio Tuk ulti-N inurta I, u nnombre teofórico que indica su afiliación religiosa, y el apresamientodel dios de Babilonia, M arduk . Lo que siguió es típico del politeísmode la época: lejos de denigrar al dios, fue llevado a la capital asiria y,cuando llegó el tiempo de las ceremonias de Año Nuevo, fue Mar-duk, y no Assur, el que protagonizó los antiquísimos rituales. Esta«unificación de las iglesias», por acuñar una expresión, no pudoimpedir el agotamiento creciente entre los otror a imperios, y duran-te los siglos siguientes, las dos antiguas potencias de Mesopotamia seunieron a Eg ipto y al País de Hatt i en el retraimiento y en la pérdida

de celo conquistador.No cabe duda de que fue ese retraimiento de tentáculos imperia-

les lo que hizo posible la aparición de prósperas ciudades-estado enAsia occidental, incluso en Arabia . Sin embargo, su auge se convi rtióen un imán que atrajo a emigrantes e invasores de prácticamentetodas partes. Invasores llegados en barcos (los «Pueblos del Mar»,como les llamaban los egipcios) intentaron asentarse en Egipto y ter-minaron ocupando las costas de Canaán. En Asia Menor, los griegoslanzaron mil barcos contra Troya. Los pueblos de lenguas indoeuro-peas se abrieron camino en Asia M enor y bajaron por el río Éufrate-s. Los precursores de los persas invadieron Elam. Y en Arabia, algu-nas tribus que se habían hecho ricas con el control de las rutas comer-ciales pusieron sus ojos en las fértiles tierras del norte.

En Canaán, cansados de las batallas constantes con los reyes deciudades y principados que les rodeaban, los israelitas enviaron unapetición a Yahveh mediante el Sumo Sacerdote Samuel: «¡Haznosuna nación fuerte, danos un rey!»

El primero fue Saúl; después de él, vino David, y se trasladó lacapital a Jerusalén.

período, incluso los llama «profetas» en el sentido más estricto de lapalabra: «portavoces» de Dios. Entregaban los mensajes divinos,pero era más al modo de los sacerdotes oraculares que se conocíanen todas partes en la antigüedad.

Sólo después de la construcción del Templo para Yahveh fuecuando la profecía, la predicción de lo venidero, floreció plenamen-te. Y no hubo nada parecido a los profetas hebreos de la Biblia, quecombinaban las prédicas sobre justicia y moralidad con la previsión

de las cosas por venir en cualquier parte del mundo antiguo.

El período que ahora, echando la vista atrás, llamamos el primermilenio a.C. fue en realidad el último milenio de los cuatro mil añosde historia humana que comenzó con el florecimiento de la civiliza-ción Sumeria. El punto medio de este drama humano, cuya historiahemos llamado las Crónicas de la Tierra, fue el holocausto nuclear, lacaída de Sumer y Acad, y la entrega del testigo Sumerio a Abrahamy sus descendientes. Ése fue el punto de inflexión, tras los primerosdos mil años. Después, la otra mitad de la historia, los últimos dosmilenios de lo que había comenzado en Sumer y en una visita deestado de Anu a la Tierra hacia el 3760 a.C, también estaba llegan-

do a su f i n .

De hecho, ése era el hilo conductor de las grandes profecías bíbli-cas de aquella época: el ciclo está llegando a su fin, lo que se habíapredicho en el Principio de los Años se hará realidad al Fin de losAños.

Se le daba a la Humanidad una oportunidad para arrepentirse,para volver a la justicia y a la moralidad, para reconocer que sólo hayun Dios verdadero, Dios incluso de los mismos Elohim. Con cadapalabra, visión o acto simbólico, los profetas transmitían el mensaje:el tiempo se acaba; grandes acontecimientos están a punto de ocurrir.Yahveh no quiere la muerte de los malhechores; quiere que vuelvana la justicia. El Ho mbre no puede controlar su Destino, pero sí puedecontrolar su Hado; el Hombre, los reyes, las naciones, pueden elegirel rumbo a seguir. Pero si el mal prevalece, si la injusticia domina lasrelaciones humanas, si una nación continúa tomando la espada con-tra otras naciones, todos serán juzgados y condenados en el Día delSeñor.

La misma Biblia reconoce que no era éste un mensaje para unaaudiencia receptiva. Los judíos, rodeados de pueblos que parecían

110

saber a quién adorar, eran instados ahora a adherirse a las estrictasnormas que exigía un Dio s invisible un D ios cuya simple imagen era

Page 42: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 42/59

normas que exigía un Dio s invisible, un D ios cuya simple imagen eradesconocida. Los verdaderos profetas de Yahveh no daban abastopara enfrentarse a «falsos profetas» que afirmaban también estartransm itiendo la palabra de Dios. L os sacrificios y las donaciones alTemplo reparan todos los pecados, decían éstos; Yahveh no quieretus sacrificios, sino que vivas en la justicia, decía Isaías. Grandes cala-midades caerán sobre los injustos, decía Isaías. No, no, la Paz está encamino, decían los falsos profetas.

Para que se les creyera, los profetas bíblicos recurrieron a losmilagros; del mismo modo que Moisés, instruido por Dios, habíatenido que recurrir a los milagros para obtener la liberación de losisraelitas de manos del faraón, y después para convencer a los israe-litas del poder inigualable de Yahveh.

La B ibli a describe con detalle los problemas que tuvo que afrontarel profeta Elias durante el reinado (en el r eino septentrional, Israel) deAjab y de su mujer fenicia, Jezabel, que trajo con ella el culto al dioscananeo Ba'al. Después de afirmar su reputación haciendo que la hari-na y el aceite de una mujer pobre no se agotaran por mucho que toma-ran de ellos, y tras devolverle la vida a un muchacho que había muerto,el mayor desafío de Elias fue el de la confrontación con los «profetas

de Ba'al» en el M onte C armelo. Había que determinar quién era el«verdadero profeta», delante de una multitud reunida y encabezadapor el rey y mediante la realizac ión de un milag ro: se había dispues-to un sacrificio sobre una pila de leña, pero no se había encendidofuego alguno; el fuego tenía que venir del cielo. Y los profetas deBa'al invocaron el nombre de éste desde la mañana hasta el medio-día, pero no hubo voz ni respuesta (1 Reyes, capítulo 18). Elias, bur-lándose de ellos, dijo: «Quizá vuestro dios está dormid o; ¿por qué nole llamáis con más fuerza?» Y ellos lo hicieron hasta el anochecer,pero no ocurr ió nada. Después, Elias tomó piedras y reconstruyó unaltar a Y ahveh que estaba en ruinas, dispuso la leña y puso sobre ellaun buey para el sacrificio, y le pidió a la gente que derramara aguasobre el altar, para asegurarse de que no había ningún fuego escon-dido allí. E invocó el nombre de Yahveh, el dios de Abraham, deIsaac y de Jacob; «y el fuego de Yahveh descendió sobre el sacrificio,y devoró a éste y al altar». C onvencidos de la supremacía de Yahveh,el pueblo prend ió a los profetas de Ba' al y los mató a todos.

Después de que Elias fuera arrebatado al cielo en un carro defuego, su discípulo y sucesor, Eliseo, realizó tam bién milagros para ju s-

Figura 87

tificar su autenticidad como verdadero profeta de Yahveh. Co nvirti óel agua en vino, de volvió la vida a un muchacho m uerto, lle nó vasijasvacías con una minúscula cantidad de aceite, dio de comer a cente-nares de personas con un poco de sobras de comida, e hizo que unabarra de hierro flotara en el agua.

¿Hasta qué punto eran creíbles estos milagros entonces?Sabemos por la Biblia (en los relatos de la época de José y, después,en el Éxodo), así como por los mismos textos egipcios, como Los

 Relatos de los Magos, que la corte real egipcia estaba llena de magosy adivinos. Mesopotamia tenía sacerdotes-augures y sacerdotes ora-culares, adivinos, videntes e interpretadores de sueños. Sin em bargo,

cuando se puso de moda en el siglo xi x una disciplina académica lla-mada Crítica B íblica , estos relatos de milagros se añadieron a la insis-tencia de que todo en la Biblia debía estar sustentado en fuentesindependientes para que fuera creíble. Afortunadamente, entre losprim eros hallazgos de los arqueólog os en el siglo XIX estuvo una este-la inscrita del rey moa bita Mesha, en la cual el rey no sólo corrobo -raba los datos referentes a Judea en la época de E lias, sino que t am-

111

Page 43: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 43/59

Los reyes asirios comenzaban cada registro de sus numerosascampañas militares con las palabras «Por orden de mi dios Assur»

Page 44: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 44/59

campañas militares con las palabras «Por orden de mi dios Assur» ,dando a sus conquistas el aura de guerras religiosas. La conquistay el sometimiento de Isra el fue tan importante que Sargón, al regis-trar sus victorias en los muros de su palacio, comenzó la inscripciónidentificándose como «Sargón, conquistador de Samaria y de toda latierr a de Israel». Con ese logro, coronando todas sus demás conquis-tas, escribió: «Agrandé el terr itor io perteneciente a Assur, el rey de

los dioses.»

Mientras todas estas calamidades, según la Biblia, caían sobre el esta-do septentrional de Israel, debido a que sus líderes y el pueblo nohabían tenido en cuenta las advertencias y las admoniciones de losprofetas, los reyes de Judea, en el sur, estaban más atentos a las direc-trices proféticas y, de momento, disfrutaban de un período de rel ati-va paz. Pero los asirios tenía n los ojos puestos en Jerusalén y en su t em-plo y, por razones que no se explican en sus anales, muchas de sus ex-pediciones militares comenzaban en la región de Jarán para luegoextenderse hacia el oeste, hacia la costa mediterránea. Curiosamente,en los anales de los reyes asirios, en los que se describen sus con-quistas y sus dominios en la región de Jarán, se identifica por sunombre a dos ciudades, una llamada Najor y otra llamada Labán,ciudades que llevan los nombres del hermano y del cuñado de

Abraham.No iba a tardar mucho en llegar el turno de Judea, y concreta-

mente de Jerusalén, de verse bajo el ataque asirio. El trabajo deextender los terr itorio s y la «orden» del dios Assur de tomar la Casade Yahveh recayó sobre Senaquerib, el hijo de Sargón II y su suce-sor, en 704 a.C. Con el objetivo de consolidar las conquistas de supadre y de poner fin a las periódicas rebeliones en las provincias asi-rias, consagró su tercera campaña (701 a.C.) a la captura de Judeay de Jerusalén.

Los acontecimientos y las circunstancias de esta tentativa seregistran ampliamente ta nto en los anales asirios como en la Bi bli a,convirtié ndola en uno de los casos mejor documentados de veracidadbíblica. Es tambié n un caso en el que se demuestra la verosim ilitud dela profecía bíblica, su valor como guía de predicción y el alcancede su visión geopolítica.

En cuanto a Ezequías, el judío,que no se sometió a mi yugo, 46 de susfortalezas y ciudades amuralladas, así comolas pequeñas ciudades de sus alrededores,que eran innumerables -allanando con arietes (?)y utilizando máquinas de asedio (?),atacando y asaltando a pie,con minas, túneles y brechas (?), asedié y tomé(esas ciudades) .200.150 personas, grandes y pequeñas, varones yhembras,caballos, mulas, asnos, camellos,vacas y ovejas, sin número, me llevé de ellosy conté como botín. A él mismo, como un pájaroenjauladohice callar en Jerusalén, su ciudad real.

Figura 88b

Y lo que es más, existen evidencias físicas (en nuestros días) quecorroboran e ilustran un aspecto importante de estos acontecimien-

tos; hasta el punto que uno puede ver con sus propios ojos cuán realy verídico fue todo.Si comenzamos el relato de los acontecimientos con las palabras

del propio Senaquerib, nos daremos cuenta de que aquí, una vez más,la campaña contra la lejana Jerusalén comenzó con un rodeo por el«País de Hatti», por la región de Jarán, para hacer después un virajebrusco hacia el oeste, hacia la costa mediterránea, donde la prim eraciudad en ser atacada fue Sidón:

En mi tercera campaña, marché contra H att i.Luli, rey de Sidón, a quien la terroríficafascinación de mi señorío abrumó,

huyó lejos de su tie rra y pereció.El esplendor sobrecogedor del Arm a de Assur,mi señor, arrolló las ciudades fuertes de la Gran S idón...Todos los reyes, desde Sidón hasta Arva d, Biblos , Ash dod,Beth-Am mon, Moab y Adom trajeron suntuosos regalos;al rey de Ashkelon lo deporté a Asiría...

113

La inscripción (Fig. 88b) proseguía:Crónicas, que «en el decimocuarto año de Ezequías, Senaquerib, elrey de Asiria, cayó sobre todas las ciudades fortificadas de Judea

l ó E E í l d J d ió l b l d

Page 45: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 45/59

En cuanto a Ezequías de Judeaque no se sometió a mi yugo,46 de sus fortalezas y ciudades amuralladas,así como las pequeñas ciudades de sus alrededores,que eran innumerables...asedié y tomé.200.150 personas, viejos y jóvenes, varones y hembras,

caballos, mulas, cam ellos, asnos, vacas y ovejas,me llevé de ellos.

A pesar de estas pérdidas, Ezequías no claudicó, porque el pro-feta Isaías había profetizado: «No tengas miedo del atacante, puesYahveh impondrá Su espíritu sobre él, y él escuchará un rumor, yregresará a su tierra , y allí caerá por la espada... «Así dice Yahveh:¡el rey de Asiri a no entrará en esta ciudad! Por donde vino, volverá,pues yo protejo esta ciudad para salvarla, por mí y por D av id, m i sier-vo» (2 Reyes, capítulo 19).

Senaquerib, desafiado por Ezequías, pasó a afirmar esto en susanales:

En Jerusalén, hice a Ezequíasprisionero en su palacio real,como un pájaro en una jaula, lo cerquécon terraplenes, acosando a todos aquellosque salían por las puertas de la c iudad.

«Y después arrebaté regiones del reino de Ezequías y se las dia los reyes de Ashdod, Ekrón y Gaza -ciudades-estado filisteas-y aumenté el t rib uto sobre Ezequías», escribió Senaquerib; y despuéshizo una relación del tributo que Ezequías «me envió más tarde

a Nínive».

Así , casi impercep tiblemente, los anales no mencionan ni la tomade Jerusalén ni la captura de su rey; sólo la imp osición de un gravo-so tributo: oro, plata, piedras preciosas, antimonio, piedras rojastalladas, mobiliario con incrustaciones de marfil, pieles de elefante«y todo t ipo de tesoros valiosos».

Pero todo este alarde omite contar lo que sucedió realmente enJerusalén; la fuente más completa del relato es la Bi bli a. En ella dice,en 2 Reyes 18 y, de igual modo, en el libro del profeta Isaías y en

y las tomó . Entonces, Ezequías, el rey de Judea, envió palabra al re y deAsi ria, que estaba en La kish, diciendo: "He pecado; vuelve, y cual-quier cosa que me impongas la afrontaré." El rey de Asi ria le impusoa Ezequías, el rey de Judea, trescientos talentos de plata y treinta deoro»; y Ezequías lo pagó todo, incluyendo como t rib uto extra las ata-raceas de bronce del te mplo y las puertas del palacio, y se lo entregóa Senaquerib.

Pero el rey de Asi ria incum plió su trato. En lugar de retirarse y vol-ver a As iria, envió una gran fuerza contra la capital de Judea; y comose solía hacer en la táctica de asedio, lo primero que hicieron los ata-cantes fue apoderarse de las reservas de agua de la ciudad. Esta tác-tica había funcionado en todas partes, pero no en Jerusalén. Pues, sinsaberlo los asirios, Ezequías había excavado un túnel de ag ua bajo lasmurallas de la ciudad, desviando las abundantes aguas del Manantialde Gihon hasta la Piscina de Silo'am, en el interior de la ciudad. Estetúnel secreto y subterráneo proporcion aba agua fresca a los sitiados,trastocando los planes de los asirios.

Frustrado ante el fracaso del asedio para someter a la ciudad, elcomandante asirio recurrió a la guerra psicológica. Hablando en

hebreo, para que la mayoría de los defensores pudieran compren-derlo, señaló la inuti lida d de la resistencia. Ningu no de los otros dio-ses habían podido salvar sus naciones; ¿quién es este «Yahveh» y porqué se iba a comp ortar mejor con Jerusalén? Era un dios tan faliblecomo los demás...

Al escuchar esto, Ezequías se desgarró los vestidos, se cubrió desayal y fue hasta el Tem plo de Yahveh, y or ó a «Yahveh, el Dios de Is-rael, que moras sobre los querubines, el único Dios sobre todas lasnaciones, hacedor del Cielo y la T ierra» . Tras asegurarle que su ora-ción había sido escuchada, el profeta le re iteró la promesa d ivina: elrey asirio no entrará jamás en la ciudad; regresará a su hogar fraca-sado, y allí será asesinado.

Aqu ella noche tuvo lugar un milagro divino, y la primera parte dela profecía se hizo realidad:

Y sucedió aquella noche,que el ángel de Yahveh salióe hirió en el campamento asirioa ciento ochenta y cinco mil.

114

Y al amanecer, he aquí:todo lo que había eran cadáveres.

Page 46: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 46/59

Así, Senaquerib, el rey de Asiría, partióy volviéndose, se quedó en Nínive.

2 Reyes 19,35-36

En una especie de posdata, la Biblia se asegura de anotar que lasegunda parte de la profecía también se cum plió, añadiendo: «Y Sena-querib se fue, y volvió a Nínive. Y sucedió que estando él postrado

en el templo ante su dios Nisr ok, que Adra mmé lek y Saréser le mata-ron a espada; y huyeron al país de Arar at. Su hijo A saradón se con-virtió en rey en su lugar.»

La posdata bíblica relativa a la manera en la cual murió Sena-querib ha desconcertado durante mucho tiempo a los expertos, pueslos anales reales asirios dejan la muerte del rey sumida en el miste-rio. Ha sido recientemente cuando los expertos, con la aportación dehallazgos arqueológicos adicionales, han confirmado el relato bíbli-co: Senaquerib fue ciertamente asesinado (en el año 681 a.C.) pordos de sus hijos, convirtiéndose en heredero al trono otro de ellos, elmás joven, llamado Asa radón.

También nosotros podemos añadir una posdata para confirmaraún más la veracidad de la Biblia .

A principios de l siglo xi x, los arqueólogos descubrieron en Jeru-salén que el Túnel de Ezequías era un hecho, no un mito: que huborealmente un túnel subterráneo que sirvió para llevar agua en secre-to hasta el interior de Jerusalén, ¡un túnel que atravesaba la rocanatural de la ciudad bajo las murallas defensivas desde el tiempo delos reyes de Judea!

En 1838, el explorador Edward Robinson fue el primero en lostiempos modernos en atravesarlo en toda su longitud, 533 metros. Endécadas posteriores, otros renombrados exploradores de la antigua Je-rusalén (Charles Warren, Charles Wilson, Claude Conder, Conrad

Schick) lim piaro n y examinaron el túnel en sus diferentes secciones.Ciertamente, conectaba el Manantial de Gihon (fuera de las mura-llas defensivas) con la Piscina de Sil o'am, en el inter ior de la c iudad(Fig. 89). Después, en 1880, unos niños que estaban jugando descu-brieron más o menos a mitad del túnel una inscripción tallada en lapared. Las autoridades turcas de la época ordenaron que se extirparael segmento inscrito de la pared y que se llevara a Es tambul ( la capitalde Turquía). Se de termin ó entonces que la inscripción (Fig. 90), en una

Manantial deGihon

Túnel de Ezequías

Figura 89

hermosa y antigua escritura hebrea, habitual en la época de los reyesde Judea, conmemoraba la terminación del túnel, cuando los traba-

  jadores de Ezequías, perforando la roca desde ambos extremos, seencontraron en el punto donde estaba la inscripción.La inscripción (en el troz o de roca que se extrajo de la pared del

túnel), que se exhibe en el Museo Arque ológico de Estam bul, dice losiguiente:

... el túne l. Y éste es el relato del encuentro en la perforación. C uandocada uno de [los trabajadores levantó] el pico contra su compañero,y mientras quedaban todavía tres codos por perforar, se escuchó la vozde un hombre llamando a su compañero, pues había una grieta en laroca, a la derecha... Y en el día en que se encontraron, los trabajadoresgolpearon cada uno hacia su camarada, pico contra pico. Y el agua

empezó a correr desde su fuente hasta la piscina, mil doscientos codos;y la altura de la roca por encima de las cabezas de los trabajadores deltúnel era de cien codos.

La exactitud y la veracidad del r elato bíblico sobre los aconteci-mientos de Jerusalén se extiende hasta los sucesos acaecidos en lalejana Nínive concernientes a la sucesión del trono de Asiría: hubociertamente un hecho sangriento que enfrentó a los hijos de Sena-

115

delante desde el inicio Sumerio, sería el Últ im o Mi len io, la confusiónse apoderó de las grandes capitales y se difundió por todo el mundo

ti

Page 47: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 47/59

Figura 90

querib con su padre y que terminó con la subida al trono del hijomás joven, Asaradón. Estos acontecimientos sangrientos se descri-ben en los Anales de Asaradón (en el objeto conocido como Prisma B) ,en los cuales éste atribuye su elección para la realeza por encima desus hermanos mayores a un oráculo que los dioses Shamash y Adaddieran a Senaquerib; una elección aprobada por los grandes diosesde As iria y B abilon ia «y todos los demás dioses residentes en el Cielo

y en la Tierra».El sangriento fin de S enaquerib fue sólo un acto más del terrible

drama relativo al papel y a la posición del dios Marduk. La preten-sión asiria de poner a los babilonios bajo sus talones y anexionarseBabilonia llevándose a Marduk a la capital asiria no funcionó, y unasdécadas después Marduk fue devuelto a su respetada posición enBabilonia. Los textos sugieren que un aspecto crucial de la restau-ración del dios fue la necesidad de celebrar la festividad de Akitudel Año Nuevo, en la cual se leía públicamente el Enuma elish y seinterpretaba la Resurrección de Ma rduk en un Miste rio de Pasión, enBabilonia y en ninguna otra parte. Hacia la época de Tiglat-Pileser I I I ,para legitimar al rey, éste tenía que humillarse ante Marduk hasta queel dios «tomara mis manos entre las suyas» (en palabras del rey).

Para fortalecer su elección de Asaradón como sucesor suyo,Senaquerib le designó virrey de Babilonia (y él mismo se nombró«Rey de Sumer y Acad»). Y cuando ascendió al trono, Asaradónprestó el solemne juramento de oficiar «en la presencia de los dio-ses de Asiri a: Assur, Sin, Shamash, Nebo y Mard uk» (Ishtar, aunqueno estaba presente, también fue invocada en anales posteriores).

Pero todos esos esfuerzos por ser religiosamente inclusivos noconsiguieron traer la estabilidad ni la paz. A principios del siglovii a.C, entrando ya en la segunda mitad de lo que, contando hacia

antiguo.Los profetas bíblicos vieron todo lo que se avecinaba; era el prin-

cipio del Fin, anunciaban en nombre de Yahveh.En el profetizado escenario de los acontecimientos por venir,

Jerusalén y su Plataforma Sagrada iban a ser el punto focal de unacatarsis global. La furia divina se iba a manifestar, en primer lugar,contra la ciudad y su pueblo, pues habían abandonado a Yahveh y sus

mandamientos. Los reyes de las grandes naciones iban a ser los ins-trumentos de la ira de Yahveh. Pero también ellos, cada uno en sumomento, serían juzgados en el D ía del Juicio. «Será un juicio sobretoda carne, pues Yahveh está en disputa con todas las naciones»,anunciaba el profeta Jeremías.

El profeta Isaías decía en nombre de Yahveh que Asiría sería elazote del castigo; anticipó que sería ella la que golpearía a muchasnaciones, y que llegaría a invadir Egipto (una profecía que se haríarealidad); pero, después, Asiria sería juzgada también por sus peca-dos. Babilonia sería la siguiente, decía el profeta Jeremías; su rey cae-ría sobre Jerusalén, pero setenta años más tarde (como así sucedería)también Babilonia sería puesta de rodillas. Los pecados de las nacio-

nes, grandes y pequeñas, desde Egipto y Nubia hasta la distanteChina (!), serían juzgados en el Día de Yahveh.Una a una, las profecías se fueron cumpliendo. De Egipto , el pro-

feta Isaías anticipó su ocupación por fuerzas asirías tras tres años deguerra. La profecía se hizo realidad a manos de Asaradón, el sucesorde Senaquerib. Lo que merece destacarse, además del hecho de quela profecía se cumpliera, es que, antes de llevar a su ejército hacia eloeste y después hacia el sur hasta Egipto, ¡el rey asirio diera un rodeopor Jarán!

Eso fue en el 675 a.C. En el mismo siglo, el hado de la mismaAsiria quedó sellado. Una Babilonia resurgida, bajo el rey Nabopo-lasar, tomó la ca pital asiria de Nínive r ompien do las represas del ríopara inundar la ciudad, exactamente como había predicho el profetaNah úm (1,8). Er a el año 612 a.C.

Los restos del ejército asirio se retiraron, desde todos los lugares,hasta Jarán; pero allí haría su aparición el instru mento d efinitivo del

  juicio divino. Sería, le contó Yahveh a Jeremías (Jeremías 5,15-16),«una nación distante... una nación cuya lengua tú no conoces»:

116

M i r a d ,un pueblo viene de tierras del norte,una gran nación se despierta

Asi ría fue vencida; el vencedor se convir tió en víctima. E gipto fuederrotado y sus dioses avergonzados. No quedó poder en pie frente

Page 48: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 48/59

una gran nación se despiertaen los confines de la Tierra.Blanden arcos y lanzas,son crueles, no muestran misericordia.El sonido de ellos es como el mar rugiente,cabalgan sobre caballos,dispuestos como hombres de batalla.

Jeremías 6,22-23

Las crónicas mesopotámicas de la época hablan de una apariciónrepentina, desde el norte, de los Umman-Manda; quizás hordas deavanzada de los escitas de Asia central, quizá precursores de losmedas de las tierras altas de lo que ahora es Irán, quizás una combi-nación de ambos. En 610 a.C, tomaron Jarán, donde se refugiabanlos restos del ejército asirio, y consiguieron el cont rol de la vit al encru-cijada. En 605 a.C, el ejército egipcio, encabezado por el faraónNek ó, atacó de nuevo (como Tutmosis I I I había intentado antes delÉxodo) para alcanzar y capturar Naharin, en el Alto Eufrates. Perouna fuerza combinada de babilonios y de Umm an-Ma nda le dieron alimperio egipcio el golpe de gracia final en la crucial batalla de

Karkemish, cerca de Jarán. Sucedió todo como había profetizadoJeremías en lo concerniente al altivo Egipto y a su rey Nekó:

Como un río que sube y como aguas en oleadasha sido Egipto [diciendo ],subiré, cubriré la Tierra,barreré ciudades y a todos los que moran en ellas...

Pero ese día,el día de Yahveh, Señor de los Ejércitos, seráun día de retribución,en la tierra del norte, jun to al río Eufrates...Así dice Yahveh, Señor Dios de Israel:

«He hecho mandamientos sobre Amón de Tebas,y sobre Faraón, y sobre Egipto y sus diosesy sus reyes; sobre Faraón y todos los que en él confían:En manos de aquellos que buscan matarles,en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia,y en manos de sus siervoslos entregaré.»

Jeremías 46

a Babilonia, ni para que Babilonia representara la ira de Yahveh con-tra Judea, y después encontrara su propio hado.

Ante el timón de Babilonia estaba ahora un rey de ambicionesimperiales. Se le dio el trono como reconocimiento por la victoria deKark emish , y el nombre real de Nabucodonosor (el segundo), un nom-bre teofórico que incluía el nombre de Nabu, el hijo y portavoz deMa rduk . No perdió el ti empo en lanzar nuevas campañas militares «por

la autoridad de mis señores Nabu y Marduk». En 597 a.C, envió susfuerzas hacia Jerusalén, aparentemente sólo para quitar a su rey, proe-gipcio, Joaquim, y sustituirlo por su hijo, Joaquín, un jovencito. Aqu elloresultó no ser más que una prueba pues, de un modo u otro,Nabucodonosor estaba destinado (por hado) a representar el papel queYahveh le había asignado como azote de Jerusalén por los pecados desu pueblo; pero, en última instancia, también B abilonia sería juzgada:

Ésta es la palabra de Yahveh concerniente a Babilonia:Anunciadlo entre las naciones,Levantad un estandarte y proclamad,no neguéis nada, anunciad:«Ha sido tomada Babilonia,su Señor está avergonzado, desmayó Marduk;sus ídolos están marchitos, sus fetiches encogidos.»Pues una nación del norte ha caído sobre elladesde el norte;convertirá su tierra en desolación, sin moradores.

Jeremías 50,1-3

Será una catarsis mundial, en la cual no sólo las naciones, sinotambién sus dioses serán llamados a rendir cuentas, aclaró Yahveh, el«Señor de los Ejércitos». Pero al término de la catarsis, tras la llega-da del Día del Señor, Sión será reconstruida y todas las naciones delmundo se r eunirán para adorar a Yahveh en Jerusalén.

Cuando todo esté dicho y hecho, declaró el profeta Isaías, Jeru-salén y su reconstruido Templo serán la única «Luz sobre las nacio-nes». Jerusalén sufrirá su Hado, pero se levantará para cumplir con su

 Destino:

Vendrá a sucederen el Fin de los Días:El Monte del Templo de Yahveh

117

se asentará delante de todas las montañasy será exaltado por encima de todas las colinas;y todas las naciones se congregarán en él

Page 49: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 49/59

y todas las naciones se congregarán en él.Y muchos pueblos vendrán y dirán:«Venid, subamos a la Montaña de Yahveh,al Templo del D ios de Jacob,para que Él nos enseñe sus caminos ynosotros sigamos Su sendero;pues de Sión vendrá la instruccióny la palabra del Dios de Jerusalén.»

Isaías 2,2-3

En aquellos acontecimientos y profecías concernientes a los gran-des poderes, a Jerusalén y a su Templo, y a lo que estaba por venir enlos Últimos Días, los profetas de Tierra Santa se unieron al profetaEzequiel , a quien se le habían mostrado Visiones Divina s a orillas delrío Jabur, en la lejana Jarán.

Pues allí, en Jarán, estaba destinado que llegara a su fin el dramadivino y humano que comenzara con el cruce de caminos de M ard uky Abr aha m, al mismo tie mpo que Jerusalén y su Templo se enfrenta-ban a su Hado.

EL DIOS QUE REGRESÓDEL CIELO

¿Fue el cruce de caminos de M ardu k y de Abr aham en Jarán sólo unacoincidencia casual, o fue elegida Jarán por la mano invisible delHado?

Es una cuestión insidiosa que pide aventurar una respuesta, puesel lugar adonde envió Yahveh a Abr am para una atrevida misión y ellugar donde Marduk hizo su reaparición tras una ausencia de milaños, fue más tarde el mismo lugar donde empezaron a desarrollarseuna serie de acontecimientos increíbles (de acontecimientos mila-grosos, se podría decir). Fueron sucesos de alcance profético, queafectaron tanto el curso de los asuntos humanos como de los divinos.

Los elementos clave, registrados para la posterio ridad por te sti-gos presenciales, comenzaron y termin aron con el c umplim iento delas profecías bíblicas concernientes a Egipto, Asiría y Babilonia;y supusieron la partida de un dios de su templo y de su ciudad, suascenso a los cielos y su regreso desde los cielos medio siglo mástarde.

Y, por un m otivo quizá más metafísico que geográfico o geopolí-tico, muchos de los acontecimientos cruciales de los dos últim os mi le-nios de la cuenta que comenzara cuando los dioses, reunidos en con-sejo, decidieron darle la civilización a la Humani dad, tuv ieron lugaren Jarán o a su alrededor.

Ya hemos mencionado el rodeo que dio Asaradó n por Jarán. Losdetalles de esa peregrinación quedaron registrados en una tablillaque formaba parte de la correspondencia real de Assurbanipal, hijoy sucesor de Asaradón. Cuando Asaradón contemplaba la idea deatacar Egipto, giró hacia el norte en lugar de hacia el oeste, y buscóel «templo del bosque de cedros», en Jarán. Al lí , «vio al dios Sin, quese apoyaba en un báculo, con dos coronas en la cabeza. El dios Nuskuestaba de pie ante él. El padre de m i majestad el rey entró en el tem -

118

pío. El dios puso una corona sobre su cabeza, diciendo: "¡Irás a otrospaíses, y los conquistarás!" Él partió y conquistó E gipto ». (Por la Lis ta

Page 50: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 50/59

de los Dioses Sumerios sabemos que N usku era un mie mbro de l en-torno de Sin.)

La invasión de Egipto por parte de Asaradón es un hecho histó-rico, que verifica por c ompleto la profecía de Isaías. Los detalles delrodeo por Jarán sirven además para confirmar la presencia allí, en675 a.C, del dios Sin; pues fue varias décadas después que Sin «seenfureció con la ciudad y con su pueblo» y se fue (a los cielos).

En la actualidad, Jarán sigue estando donde estaba en la época deAbraham y su familia. En el exterior de las semiderruidas murallasde la ciudad (murallas de tiempos de la conquista islámica), el pozodonde se encontrara Jacob con Rebeca sigue teniendo agua, y en lasllanuras de los alrededores siguen pastando las ovejas, como lo ha-cían hace cuatro mil años. En siglos pasados, Jarán fue un centro deaprendizaje y literario, donde los griegos de después de Alejandropudieron acceder a los conocimientos «caldeos» acumulados (losescritos de Beroso fueron parte de los resultados) y, mucho después,musulmanes y cristianos intercambiar on culturas. Pero el orgullo de llugar (Fig. 91) fue el templo dedicado al dios Sin, entre cuyas ruinas

sobrevivieron al paso de los milenios los testimonios escritos de losmilagrosos acontecimientos concernientes a N annar/Sin.Este testim onio no tenía nada de habladurías; estaba compuesto

por informes de testigos presenciales. No fueron testigos anónimos,sino una mujer llamada Adda-Guppi y su hijo Nabuna'id. No eran,como sucede en nuestros días, un policía local y su madre dandocuenta de un avistamiento O V N I en alguna región escasamente habi-tada. El la era la suma sacerdotisa del gran te mplo de Sin, un santua-rio sagrado y reverenciado desde milenios antes de su tiempo; y suhijo era el último rey (Nabonides) del más poderoso imperio de laTie rra en aquellos días, Babil onia.

La suma sacerdotisa y su hijo el rey registraron los aconteci-

mientos en unas estelas, en unas columnas de piedra inscritas conescritura cuneiform e y acompañadas con representaciones gráficas.Cuatro de ellas las han encontrado los arqueólogos durante el sigloxx , y se cree que las estelas las emplazaron el rey y su madre en cadauna de las esquinas del famoso templo del dios Luna en Jarán, elE.HUL.HUL («Templo de la Doble Alegría»), Dos de las estelasllevan el testimo nio de la m adre, las otras dos registran las palabrasdel rey. En las estelas de Ad da- Gu ppi , la suma sacerdotisa del tem-

Figura 91

pío, se habla de la part ida y el ascenso al cielo del dios Sin; y en las ins-cripciones del rey, Nabuna'id, se cuenta el milagroso y singular regre-so del dios. Con un evidente se ntido de la historia y a la manera de unaconsumada funcionaría del templo, A dda- Gup pi proporcionó en susestelas datos precisos sobre los sorprendentes sucesos; las fechas, vin-culadas como era costumbre entonces a los años de reinado de reyesconocidos, han podido ser (y han sido) verificadas por los expertosmodernos.

En la estela mejor conservada, catalogada por los expertos comoH1B, Adda-Guppi comenzaba así su testimonio escrito (en lenguaacadia):

Yo soy la dama Adda-G uppi,madre de Nabuna'id, rey de Babilonia,devota de los dioses Sin, Ningal, Nuskuy Sadarnunna, mis deidades,ante cuya divinidad he sido piadosaya desde mi infancia.

119

Add a-Gu ppi dice que nació en el vigésimo año de Assurbanipal,rey de Asiria (a mediados del siglo vii a.C). Aunque, en sus inscrip-

desolada y profanada Jerusalén: «¡Qué solitaria está la ciudad, en otrotiempo tan llena de gente! En otro tiempo grande entre las nacio-nes ahora convertida en viuda; en otro tiempo reina entre las pro-

Page 51: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 51/59

ciones, Ad da- Gu pp i no especifica su genealogía, otras fuentes sugierenque provenía de un distinguido linaje. Vivi ó, según su inscripción,a lo largo de los reinados de varios reyes asirios y babilon ios, alcan-zando la madura edad de noventa y cinco años cuando los mila-grosos eventos tuvieron lugar. Los expertos han descubierto que sulistado de reinados está de acuerdo con los anales asirios y babi-

lonios.He aquí, pues, el registro del primer suceso remarcable, en laspropias palabras de Adda -Gup pi:

Fue en el decimosexto año de N abopolasar,rey de Ba bilonia, cuando Sin, señor de dioses,se enfureció con su ciudad y su temploy subió al cielo;y la ciudad, y el pueblo con ella,fue a la ruina.

El año lleva info rmación en sí, pues los acontecimientos (conoci-dos por otras fuentes) que tuvieron lugar en aquel tiempo , corrobo ranlo que Adda-Guppi registró. Pues fue en el año 610 a.C. cuando elderrotado ejército asirio se retiró a Jarán para su últim a resistencia.

Existen bastantes temas que piden una aclaración como conse-cuencia de esta declaración: ¿Se enfurecería Sin «con la ciudad y consu pueblo» porque dejaron entrar a los asirios? ¿Decidió irse porculpa de los asirios, o por la inminente llegada de las hordas Um man -Manda? ¿Cómo, con qué medios, subió al cielo, y dónde fue? ¿A otrolugar en la Tierra, o lejos de la Tierra, a un lugar celestial? Lo queescribió Adda -G upp i toca muy por encima estos temas y, de momen-to, nosotros ta mbién vamos a dejar pendientes las preguntas.

Lo que la suma sacerdotisa afirma es que, tras la partida de Sin,«la ciudad, y el pueblo con ella, fue a la ruina». A lgunos expertos pre-

fieren traducir la palabra de la inscripción como «desolación», pen-sando que describe mejor lo que le sucedió a la otrora florecientemetrópolis, una ciudad a la cual el profeta Ezequiel (27,23) pusoentre los grandes centros del comercio internacional, especializada«en todo tipo de cosas, en vestidos azules y bordados, en cofres dericos aparejos, ensamblados con cordones y hechos de cedro». De he-cho, la desolación de la abandonada Jarán trae a la mem oria las pala-bras de apertura del bíblico L ib ro de las Lamentaciones, acerca de la

nes, ahora convertida en viuda; en otro tiempo reina entre las provincias, ahora co nvertida en vasalla».

Aunque todos huyeron, Adda-Guppi se quedó. «A diario, sincesar, día y noche, durante meses, durante años», estuvo yendo a lossantuarios abandonados. Llorando, abandonó los vestidos de lanafina, se quitó las joyas, dejó de llevar plata y oro, renunció a perfu-mes y óleos de dulces aromas. Como un fantasma, deambuland o por

los vacíos santuarios, «yo iba vestida con ropas desgarradas, iba y ve-nía sin hacer ruido» , escribió.Después, en el abandonado recinto sagrado, descubrió una túni-

ca que había pertenecido a Sin. Debía de ser una magnífica prenda,del tip o de las túnicas que llevaban en aquellos tiempos las distintasdeidades, como se puede ver en las representaciones de los monu-mentos mesopotámicos (véase Fig. 28). Para la descorazonada sumasacerdotisa, el hallazgo le pareció un augurio de l dios; fue como si, derepente, él le hubiera dado una presencia física de sí mismo. No po-día quitar los ojos del sagrado atuendo, sin atreverse siquiera a tocar-lo, salvo «sosteniéndolo por la orla». Como si el mismo dios estuvieraallí para escucharla, Adda-Guppi se postró y «en oración y humil-

dad» pronunc ió la siguiente promesa:

¡Si volvieras a tu ciudad,toda la gente de Cabeza Negraadoraría tu divinidad !

«La gente de Cabeza Negra» era el término que utilizaban losSumerios para identificarse a sí mismos; y el empleo de este térm inopor parte de la suma sacerdotisa, en Jarán, era enormemente inusual.Sumer, como entida d política y religiosa, había dejado de existir casi1.500 años antes de la época de Adda-Guppi, cuando el país y sucapital, la ciudad de U r, cayeron víctimas de la mortífera nube nucle-

ar, en 2024 a.C. En la época de Adda-Guppi, Sumer no era más queun santo recuerdo; su antigua capital, Ur, un lugar de desmoronadasruinas; su pueblo (la gente de «Cabeza Negra») se hallaba dispersopor muchos países. Entonces, ¿cómo podía la suma sacerdotisa deJarán ofrecer a su dios, Sin, devo lverle su señorío en la distante U r, yconv ertirlo de nuevo en dios de todos los Sumerios, dondequiera que "estuvieran dispersos?

120

Er a una visión veraz del Regreso de los Exilia dos y de la Restau-ración de un dios en su antiguo centro de culto m erecedor de profe-

í bíbli P i l Add G i l di

mantuvo la promesa de restaurar el templo del Ehulhul en Jarán,«perfeccionó su estructura». Renovó el culto de Sin y de su esposaNingal, «todos los ritos olvidados los hizo de nuevo». Y la divina

Page 52: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 52/59

cías bíblicas. Para conseguirlo, Adda -G upp i le propuso a su dios untrato: ¡si él volviera y utilizara su autoridad y sus poderes divinospara convertir a su hijo Nabuna'id en el próximo rey imperial, rei-nando en Babilonia tanto sobre babilonios como sobre asirios,Na buna 'id restauraría el templo de Sin en Ur y restablecería el cultode Sin en todos los países donde hubiera gente de Cabeza Negra!

Al dios Lun a le gustó la idea. «Sin, señor de los dioses del Cie lo

y la Tie rra, po r mis buenas acciones me mir ó con una sonrisa; escu-chó mis plegarias, aceptó mi promesa. La ir a de su corazón se calmó;con el Ehulhul, el templo de Sin en Jarán, la residencia divina en lacual su corazón se regocijaba, se reconc ilió; y tuvo un cambio de co-razón.»

El sonriente dios, escribió Add a-G upp i en su inscripc ión, aceptó

el trato:

Sin, señor de los dioses,miró con favor mis palabras.A Nabuna'id, mi único hijo,

salido de m i vientre,llamó a la realeza,la realeza de Sumer y Ac ad.Todos los países, desde la frontera de E gipto,desde el Mar Superior hasta el Mar I nferior,confió a sus manos.

Agradecida y abrumada, Ad da-G upp i levantó sus manos y «reve-rentemente, implorando» dio las gracias al dios por «pronunciar elnombre de Nabu na'id , llamándolo a la realeza». Después, le implo róal dios que asegurara el éxito de N abun a'id, es decir, que persuadie-ra a los demás grandes dioses para que estuvieran del lado deNabuna'id cuando combatiera con sus enemigos, para que pudieraasí cumplir la promesa de reconstruir el Ehulh ul y devolverle la gran-deza a Jarán.

En una posdata, que se añadió a las inscripciones cuando Adda -Gu ppi, con 104 años, estaba en su lecho de m uerte (o registrando suspalabras justo después del deceso), el texto da cuenta de que amboslados mantuvie ron su acuerdo: «Por mí misma lo vi cumplid o; [Sin]hizo honor a la palabra que me dio» , haciendo que Nabu na'id se con-virtiera en rey de un nuevo Sumer y Acad (en 555 a.C ); y Nabun a'id

gpareja, acompañados por el emisario divino, Nusku, y su consorte(?), Sadarnunna, regresaron al Ehulhul en una procesión solemney ceremonial.

La insc ripción duplicada de la estela contiene diecinueve líneasmás, añadidas sin duda por el hijo de Adda -G upp i. En el noveno añode Nab una'i d (en el 546 a.C), «se la llevó su Hado. N abuna 'id, rey deBab ilonia , su hijo, salido de su vientre, en terró su cadáver, lo envol-vió en ropajes [reales] y lino blanco y puro. Adornó su cuerpo conespléndidos ornamentos de oro con engarces de hermosas piedraspreciosas. Con dulces óleos ungió su cuerpo; y lo puso para su des-canso en un lugar secreto».

Los funerales por la madre del rey tu viero n una amplia respues-ta. «Gentes de B abilo nia y Bors ippa, habitantes de lejanas regiones,reyes, príncipes y gobernadores llegaron desde la frontera de Eg iptoen el M ar Superior hasta el M ar Inferio r», desde el Mediterráneohasta el G olfo Pérsico. Los funerales, en los que la gente se arrojabacenizas sobre la cabeza, se lloraba y se au toinfligían cortes, dura ronsiete días.

Antes de que volvamos a las inscripciones de Nabu na'id y a sus rela-tos plagados de m ilagros, conviene que nos detengamos a preguntar-nos cómo, si lo que anotó Adda -G upp i fue cierto, se las ingenió éstapara comunicarse con una de idad que, según sus propias declaracio-nes, ya no se encontraba en el templo ni en la ciudad, puesto quehabía ascendido al cielo.

La primera parte, la de Adda-Guppi hablándole a su dios, es fácil:ella oraba, le dirigía sus oraciones. La oración, como fo rma de plan -tearle a la deidad los propios temores o preocupaciones, pidiéndolesalud, buena fortuna o una larga vida, o buscando orientación paraelegir bien entre diversas alternativas, todavía está entre nosotros. Se

registran plegarias o llamam ientos a los dioses desde que se in ició laescritura en Sumer. De hecho, la plegaria como medio de comunica-ción con la propia deidad precedió probable mente a la palabra escri-ta y, según la Bi blia , comenzó cuando los primeros seres humanos seconvirtieron en Homo sapiens: fue cuando nació Enós («Hombre Homo sapiens»), el nieto de Adán y Eva, «que se empezó a invocarel nombre de D ios» (Génesis 4,26).

121

Page 53: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 53/59

(a quien algunos expertos han apodado «el primer arqueólogo» debi-do a su debilidad por descubrir y excavar las ruinas de emplazamien-tos antiguos) calificó así esta afirmación sólo por estar en el lado

Que ciertamente poseyera tal vehículo volador (un requisitoesencial para la partida y el regreso del cielo de los que se dan cuen-ta en las inscripciones de Jarán) queda atestiguado en muchos de loshimnos dedicados a él. En un himno Sumerio, se habla de Sin volan-d b d i d d d U i l fi l B d l

Page 54: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 54/59

seguro, o si realmente estaba familiarizado, por medio de tablillasantiguas, con acontecimientos como éstos, que habían tenido lugar enotros lugares y mucho tiempo atrás; pero lo cierto es que estos acon-tecimientos sucedían.

Así, en los tiempos turbulentos que terminaron con la caída delimperio Sumerio hacia el 2000 a.C, el dios Enlil, que estaba por

algún otro sit io, llegó apresuradamente a Sumer cuando se le infor -mó que su ciudad, N ippu r, estaba en peligro. Según una inscripcióndel rey Sumerio Shu-Sin, En li l regresó «volando de horizonte a hori -zonte; viajó de sur a norte; se apresuró cruzando los cielos, sobre laTierra».

Sin embargo, ese regreso fue repentino, sin anunciar, y no forma-

ba parte de una teofanía.Unos quinientos años más tarde, todavía a casi mil años del regre-

so y la teofanía de S in, la más grande de las teofanías registradas tuvolugar en la península del Sinaí, durante el Éxodo israelita de Egipto.Notificada previamente y con instrucciones sobre cómo preparar el

acontecim iento, los Hijos de Is rael (todos ellos, 600.000) presenciaronel descenso del Señor sobre el Monte Sinaí. La Biblia remarca que sehizo «a la vista de todo el pueblo» (Éxodo 19,11). Pero esa gran teo-fanía no fue un regreso.

Tales idas y venidas divinas, in cluidos el ascenso y el descenso deSin hacia y desde los cielos, implican que los Grandes Anunnakiposeían los vehículos voladores requeridos (y no sólo lo implican,sino que los tenían). Yahveh aterrizó sobre el M onte Sinaí en un ob- jeto que la Bib lia llama Kabod y que tenía la apariencia de un «fuegodevorador» (Éxodo 24,11); el profeta Ezequiel describe el Kabod (traducido habitualmente por «gloria», pero que significa literal-mente «la cosa pesada») como un vehículo luminoso y radianteequipado con ruedas dentro de ruedas. Quizá tuv iera en m ente algocomparable al carro circular en el cual se representaba al dios asirioAssur (Fig. 85). Ninurta tenía el Imdugud, el «Divino Pájaro Ne-gro»; y Marduk disponía de un alojamiento especial en su recintosagrado en Babilonia para su «Viajero Supremo»; probablemente,era el mismo vehículo que los egipcios llamaban el Barco Celestede Ra.

¿Y qué hay de Sin y de sus idas y venidas celestiales?

do sobre su amada ciudad de Ur, incluso se refieren al Barco delCielo del dios como su «gloria»:

Padre Nannar, Señor de U r,cuya gloria es el sagrado Barco del C ielo...cuando en el Barco del Cielo tú asciendes,tú eres glorioso.

En lil ha adornado tu mano con un cetro,imperecedero cuando sobre Uren el Barco Sagrado te subes.

Aunque hasta el momento no se ha identificado ninguna repre-sentación del «Barco del Cielo» del dios Luna, sí que existe una posi-ble representación. Sobre una importante ruta que unía el este con eloeste a través del río Jordán estaba Jericó, una de las ciudades másantiguas que se conocen. La Biblia (y otros textos antiguos) se refie-re a ella como la Ciudad del dios Luna, que es lo que el nombre bíb li-co Yeriho significa. Fue allí donde el Dios bíblico le dijo al profetaElias (siglo ix a.C.) que cruzara el río Jordán para ser arrebatadohacia el cielo en un carro de fuego. Como se relata en 2 Reyes 2, nofue un acontecimiento casual, sino una cita acordada previamente.Partiendo en su viaje final de un lugar llamado Gilga l, el profeta ibaacompañado por su ayudante, Eliseo, y por un grupo de discípulos.Y cuando llegaron a Jericó, los discípulos le preguntaron a Eliseo:«¿No sabes que el Señor se llevará al maestro hoy?» Y Eliseo, afir-mando, les instó a que guardaran silencio.

Cuando llegaron al río Jordán, Elias insistió en que los demás sequedaran atrás. Cincuenta de sus discípulos avanzaron hasta la orilladel río y se detuvieron; pero Eliseo no se quería ir. Entonces, «Eliastomó su manto y lo enrolló, y golpeó las aguas, que se dividierona derecha e izquierda, y pasaron los dos a pie enjuto». Luego, en el

otro lado del Jordán,un carro de fuego con caballos de fuegoapareció de repentey separó a uno del otro;y Elias subió al cieloen un torbellino.

123

En la década de 1920, una expedición arqueológica enviada porel Vaticano inició unas excavaciones en un lugar del Jordán llamadoTell Ghassul «Mon tículo del Mensajero» Su antigüedad se remonta

Page 55: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 55/59

Tell Ghassul, «Mon tículo del Mensajero». Su antigüedad se remontaa milenios, y algunos de los habitantes más antiguos de OrientePróximo estaban enterrados allí. En algunos de los muros caídos, losarqueólogos descubrieron murales muy hermosos y poco comunes,pintados con diversos colores. En uno de ellos se veía una «estrella»,que parecía más bien una brújula que indicara los principales puntoscardinales y sus subdivisiones; otro mostraba una deidad sentada

que, recibía a una procesión ritual. Otros murales representabanobjetos bulbosos negros con aberturas parecidas a ojos y patas exten-didas (Fig. 93); estos últimos bien podrían haber sido esa especie de«carro de fuego» que se llevó a Elias al cielo. De hecho, el lugar pudoser muy bien el mismo de la ascensión de Elias: de pie sobre el mon-tículo, uno puede ver el río Jordán no muy lejos y, más allá, brillandoen la distancia, la ciudad de Jericó.

Según la tradic ión judía, el profeta Elias regresará algún día paraanunciar la Era Mesiánica.

Es evidente que Adda-Guppi y su hijo Nabuna'id pensaban que esaera había llegado ya, y que venía señalada y significada por el Re-greso del dios Luna. Ellos esperaban que su Era M esiánica les intro -dujera en una época de paz y prosperidad, una nueva era que comen-zaría con la reconstrucción y la nueva consagración del Templo de

Jarán.Pero pocos se han dado cuenta de que visiones proféticas similares

tuvieron lugar más o menos al mismo tiempo referentes al Dios y alTemplo de Jerusalén. Y, sin embargo, lo cierto es que ése era el temade las profecías de Ezequiel, que comenzaban «cuando los cielos seabrieron» y él vio el radiante carro celestial entrando en un torbellino.

La cronología que nos ofrecen las inscripciones de Jarán, verifi-cada por los expertos en los anales asirios y babilonios, indica que

Adda-Guppi nació hacia el 650 a.C; que Sin abandonó su templo enJarán en 610 a.C, y que volvió en 556 a.C. Es exactamente el mismoperíodo en el cual Ezequiel, que había sido sacerdote en Jerusalén,fue llamado a la profecía, mientras estaba entre los deportados ju-díos en el norte de Mesopotamia. Él mismo nos proporciona unafecha exacta: Fue en el quinto día del cuarto mes del quinto año delexilio del rey de Judea Joaquín, «cuando yo estaba entre los depor-tados en las orillas del r ío Kebar, se abrieron los cielos y tuve visio-

Figura 93

nes divinas», escribe Ezequiel justo al principio de sus profecías.¡Era el 592 a.C!

El Kebar (o Jabur, como se le conoce ahora) es uno de los afluen-tes del Eufrates, que inicia su recorrido en las montañas de lo quehoy es el este de Turquía. No muy lejos, al este del río Jabur, hay otroimportante afluente del Eufrates, el río Balikh; y es a orillas delBal ikh donde ha estado situada Jarán durante m ilenios.

Ezequiel se encontraba tan lejos de Jerusalén, a orillas de un río

en la Alta Mesopotamia, al borde de los territorios hititas («el Paísde Ha tti» en los registros cuneiformes), porque era uno de los variosmiles de nobles, sacerdotes y otros líderes de Judea que habían sidocapturados y llevados al exilio por Nabucodonosor, el rey babilonioque invadió Jerusalén en 597 a.C.

Aquello s trágicos acontecimientos se detallan en el segundo librode Reyes, principalmente en 24,8-12. Sorprendentemente, en unatablilla de arcilla babilónica (parte de la serie conocida como LasCrónicas Babilónicas) se registraron los mismos acontecimientos,con fechas coincidentes.

¡Sorprendentemente también, esta expedición babilónica, al igualque la anterior de Asaradón, se lanzó también desde un punto cer-

cano a Jarán!La inscripción b abilónica detalla la tom a de Jerusalén, la capturade su rey, su sustitución en el t rono de Judea por otro rey elegido porNabucodonosor, y la deportación (el «envío a Babilonia») del reycapturado y de los líderes del país. Fue así como el sacerdote Eze-quiel vin o a dar con su cuerpo en las orillas del río Jabur, en la pro -vincia de Jarán.

124

Durante un tiempo (al parecer, durante los cinco primerosaños), los deportados creyeron que las calamidades que habían caídosobre su ciudad su tem plo y sobre ellos mismos serían un revés tem-

Fue en el 610 a.C, según las inscripciones de Jarán, cuando «Sin,señor de dioses, se enfureció con su ciudad y su templo, y subió alcielo». Y fue en 597 a.C, algo más de una década después, cuandoYahveh se enfureció con Jerusalén su ciudad y su pueblo y dejó que

Page 56: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 56/59

sobre su ciudad, su tem plo y sobre ellos mismos serían un revés tem-poral. Aunque el rey de Judea Joaquín estaba cautivo, se manteníacon vida. Aunque los tesoros del Templo se habían llevado a Ba-bilonia como botín, el Templo estaba intacto; y la mayoría del pue-blo seguía estando en el país. Los deportados, que se mantenían encontacto con Jerusalén por medio de mensajeros, tenían grandesesperanzas de que algún día se reinstaurara a Joaquín, y el Templorecuperara su sagrada gloria.

Pero tan pronto como Ezequiel fue llamado a la profecía, en elquinto año del exilio (592 a.C), el Señor Dios le instruyó para queanunciara al pueblo que el exilio y el saqueo de Jerusalén y de suTemplo no eran el fin del calvario. Esto no era más que una adver-tencia al pueblo para que enmendara sus caminos, para que se com-portaran justamente entre sí, y dieran culto a Y ahveh según los Ma n-damientos. Pero Yahveh le dijo a Ezequiel que el pueblo no habíaenmendado sus caminos, sino que, además, se habían vuelto al cultode «dioses extranjeros». Por tanto, dijo el Señor Dios, Jerusalén seráatacada de nuevo, y esta vez será totalmente destruida, templo y todo.

Yahveh dijo que el instrumento de su ira sería de nuevo el rey deBabilonia. Es un hecho histórico fundado y conocido que, en 587 a.C,Nabucodonoso r, desconfiando del rey que él mismo había puesto en eltrono de Judea, asedió de nuevo Jerusalén. Esta vez, en 586 a.C, la ciu-dad fue tomada, incendiada y dejada en ruinas; y lo mismo ocurrió conel Templo de Yahveh que Salomón había construido medio milenio

antes.Ciertamente, gran parte de esto es bien conocido. Pero lo que

pocos saben es la razón por la cual el pueblo y los líderes que queda-ron en Jerusalén no tuviero n en cuenta la advertencia. Fue la creen-cia de que «¡Yahveh había abandonado la Tierra!».

En lo que en aquellos días él tenía por «visión remota», primerose le mostró a Ezequiel a los Ancianos de Jerusalén detrás de suspuertas cerradas, y después se le llevó en un recorrido visionario porlas calles de la ciudad. Había un colapso completo tanto en la justiciacomo en las observancias religiosas, pues lo único que se decía era:

Yahveh ya no nos ve.¡Yahveh ha dejado la Tierra!

Yahveh se enfureció con Jerusalén, su ciudad, y su pueblo, y dejó queel incircunciso Nabucodonosor, rey por la gracia de Marduk, entra-ra, saqueara y destruyera el Templo de Yahveh.

Y el pueblo gritaba: «¡Dios ha dejado la Tierra!»Y no sabían cuándo regresaría, ni si lo haría.

125

En un texto que los expertos titularon Nabuna'id y el clero de Ba-bilonia (en una tablilla que se encuentra ahora en el Museo Britán ico),los sacerdotes de Marduk presentan un pliego de descargos, una lista

Page 57: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 57/59

EPILOGO

Las grandes expectativas que tenía la madre por Nabuna'id, comoreunificador de Sumer y A cad y restaurador de los gloriosos Días deAntaño, no prepararon al nuevo rey para los contratiempos quede inmediato tuvo que afrontar. Quizás hubiera esperado desafíosmilitares, pero no previó el fervor religioso que haría presa en susdominios.

Tan pronto como estuvo en el trono real de Babilonia, por unacuerdo entre su madre y Sin, se dio cuenta de que había que apaci-guar a Marduk, otrora destituido y luego devuelto a Babilonia,y hacer justicia con él. En una serie de sueños-augurios verídicos

o supuestos, Nabu na'id dijo haber obtenido la bendición de M ard uk(y de Nabu ) no sólo para su realeza, sino también para la prometid areconstrucción del templo de Sin en Jarán.

Para no dejar dudas sobre la importancia de estos mensajes oní-ricos, el rey dijo que Marduk le había preguntado concretamente sihabía visto «la Gran Estrella, el planeta de Marduk», una referenciadirecta a Nibiru, y qué otros planetas estaban en conjunción con él.Cuando el rey comentó que estaban el «dios 30» (la Luna, homólogocelestial de Sin) y el «dios 15» (Ishtar y su homólogo Venus), se ledijo: «No hay presagios malignos en la conjunción.»

Pero ni el pueblo de Jarán ni el pueblo de Babilo nia estaban con-tentos con este co-regnum de los dioses, ni tampoco los seguidores de

Ishtar «y el resto de dioses». Sin, cuyo templo en Jarán se restaurócon el tiempo, exigía que su gran templo en Ur fuera de nuevo uncentro de culto. Ishtar se quejaba de que su morada dorada en U ru k(Erek) debía ser reconstruida, y pedía que se le diera de nuevo uncarro tirado por siete leones. Y, si uno lee entre líneas en la inscrip-ción del rey, éste estaba ya hastiado de tanto tira y afloja con tantosdioses y con sus sacerdocios.

p p g gde acusaciones contra Nabuna'id; las acusaciones van desde materiasciviles («la ley y el orden no son promulgados por él»), pasando pornegligencias económicas («los agricultores están corruptos», «los cami-nos de comercio están bloqueados») y guerras infructuosas («los no-bles están muriendo en la guerra»), hasta las acusaciones más serias:sacrilegio religioso...

Hizo una imagen de un diosque nadie había visto antes en el país;la puso en el templo,la elevó sobre un pedestal...Con lapislázuli la adornó,la coronó con una tiara...

Era la estatua de una deidad extraña (nunca antes vista, recalca-ban los sacerdotes), con «el cabello que llegaba hasta el pedestal».Era tan inusual y tan impropia que ni siquiera Enki y Ninmah lapodrían haber concebido, tan extraña que «ni siquiera el instruido

Adapa conocía su nombre». Pero, para empeorar aún más las cosas,se esculpieron dos extrañas bestias como guardianes suyas: unarepresentaba un De mon io-D iluv io y la otra un Toro Salvaje. Y parahacer más insultante el sacrilegio, el rey puso esta abominación en eltemplo del Esagil de Marduk, y anunció que la festividad del Akitu(Año Nuevo), que era fundamental para equiparar a Marduk con elcelestial Ni bir u, ya no se celebraría más.

Los sacerdotes anunciaron para que lo supiera todo el mundo que«la deidad protectora de Nabuna'id se le había hecho hostil», que «elotrora favorito de los dioses había caído en desgracia». Y así, Nabu-na'id anunció que iba a dejar Babilonia «en una expedición hacia unadistante región». Nom bró a su hijo Bel-shar-uzur («Bel/Mardu k pro-

tege al rey», el Baltasar del Libr o de D aniel) como regente.Su destino era Arab ia, y en su en torno había, como lo atestiguandiversas inscripciones, judíos de entre los deportados de Judea. Subase princip al estuvo en una ciudad llamada Tayma (un nombre quese encuentra en la Biblia) y fundó seis poblaciones para sus seguido-res; cinco de ellas se relacio nan, m il años después, según fuentes islá-micas como ciudades judías. Algunos creen que Nabuna'id estaba

126

buscando la soledad del desierto para contemplar el monoteísmo; unfragmento de un texto descubierto entre los manuscritos del marMuerto en Qumrán da cuenta de que Nabuna'id quedó aquejado deuna «desagradable enfermedad de la piel» en Tayma y que se curó

los adivinos ni de los magos del rey pudo descifrar la inscripción.Como últi mo recurso, llamaro n a Danie l, que ya hacía tiempo que sehabía retirado de escena. Y Daniel le explicó el significado al reybabilonio: Dios ha contado los días de tu reino; se te ha pesado y se

Page 58: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 58/59

una «desagradable enfermedad de la piel» en Tayma, y que se curócuando «un judío le dijo que rindiera honores al Dios Altí simo ». Sinembargo, la mayor parte de las evidencias sugieren que estaba difun-diendo el culto de Sin, el dios Luna simbolizado por el creciente, unsímbolo que adoptarían con el tiempo los adoradores árabes de Alá.

Fueran cuales fueran las creencias religiosas por las cuales estu-viera cautivado Nabuna'id, no cabe duda de que eran anatema paralos sacerdotes de Babilonia. Y así, cuando los reyes aqueménidas dePersia absorbieron el reino de Media y se expandieron en Meso-potamia, C iro, su rey, no fue recibido en Babilonia como un conquis-tador, sino como un liberador. Sabiamente, Ciro se apresuró a ir altemplo del Esagil tan pronto como entró en la ciudad y «sostuvo lasmanos de Marduk con ambas manos».

Era el año 539 a.C; marcó el profetizado fin de la existencia inde-pendiente de Babilonia.

Una de sus primeras acciones fue promulgar una proclamaciónque permitía el regreso a Judea de los deportados judíos y la recons-trucción de l Templo de Jerusalén. El edicto, registrado en el Cili ndro

de Ciro que se conserva ahora en el Museo Británico, corrobora lainformación bíblica según la cual Ciro «fue encargado para ello porYahveh, el Dios del Cielo».

La reconstrucción del Templo, bajo el liderazgo de Ezra y Nehe-mías, se culminó en 516 a.C, setenta años después de su destrucción,tal como lo había profetizado Jeremías.

La historia del fi n de Babilonia se cuenta en la Bibli a en uno de suslibros más enigmáticos, el Libro de Daniel. Este libro, en donde sepresenta a Da niel c omo uno de los deportados judíos llevados a la cau-

tivid ad en Babi lonia, cuenta cómo se le seleccionó, junt o con otros tresamigos, para servir en la corte de Nabucodonosor y cómo (a l igual queJosé en Egipto) fue elevado a un alto cargo tras interpretar los sueños-augurios del rey acerca de acontecimientos futuros.

El libro pasa después a acontecimientos de la época de Baltasar,cuando, durante un gran banquete, una mano apareció en el aire y es-cribió en la pared MENE MENE TEKEL UPHARSIN. Ninguno de

babilonio: Dios ha contado los días de tu reino; se te ha pesado y sete ha encontrado falto; tu reino vendrá a su fin repa rtido entre medasy persas.

Después de aquello, el propio Daniel empezó a tener sueños-augurios y visiones del futuro, en los que el «Anciano de los Días»y sus arcángeles jugaban papeles clave. Desconcertado por sus pro-pios sueños y visiones, Daniel pidió una explicación a los ángeles. En

todos los casos, resultaban ser predicciones de acontecimientos futu-ros que iban más allá de la caída de Babilonia, incluso más allá delcumplimiento de la profecía de los setenta años de la reconstruccióndel Templo. Se predijo el auge y la caída del Imperio persa, la llega-da de los griegos bajo Alejandro, la escisión de sus dominios tras sumuerte y lo que vino después.

Aunque muchos expertos modernos (pero no los sabios judíos nilos Padres de la Iglesia cristiana) creen que estas profecías (sólocorrectas en parte) se realizaron a posteriori, indicando a un autormuy posterior (o incluso a varios autores), el punto central de lossueños, las visiones y los augurios que experimentara Daniel es supreocupación con la pregunta: ¿cuándo? ¿Cuándo acaecerá el últimoreino, el único que sobrevivirá y perdurará?

Será uno que sólo los seguidores del D ios Alt ísim o, el «A ncianode los Días», vivirán para ver (incluso los muertos entre ellos, que selevantarán). Pero, una y otra vez, Daniel insiste en preguntarles a losángeles: ¿cuándo?

En una de las ocasiones, el ángel le responde que una fase en losacontecimientos futuros, un tiem po en el que un rey impío inte ntará«cambiar los tiempos y las leyes», durará «un tiempo, tiempos y me-dio tiempo»; después de eso «los reinos bajo el cielo se le darán alpueblo, los santos del Altí simo ».

En otra ocasión, el ángel de la revelación le dice: «Setenta sema-

nas de años se han decretado para tu pueblo y tu ciudad hasta quela medida de la trasgresión se cumpla y la visión profética se rati-fique.»

Una vez más, Daniel le pregunta al divino emisario: «¿Cuántotiempo pasará hasta el fin de estas cosas terribles?» Y le dan otra res-puesta enigmática: El cumplimiento de todo lo profetizado llegarádespués de «un tiempo, tiempos y medio tiempo».

127

Page 59: Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

8/14/2019 Sitchin, Zecharias - Codigo Cosmico Parte 8-12

http://slidepdf.com/reader/full/sitchin-zecharias-codigo-cosmico-parte-8-12 59/59