ser constantes

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Hay hombres que luchan un día y son buenos; hay otros que luchan un año y son mejores; hay otros que luchan muchos años y son muy buenos. Pero están los que luchan toda la vida y esos son imprecindibles. El cada día es lo que cuenta. Es difícil ser héroe cotidiano. Los pequeños buenos gestos son los que valen. Héroes intermitentes no, constantes valientes sí. De nada sirve una aparición estelar. Eso es muy fácil conseguirlo. Pero mantener el honor cada día, sin perder la compostura, la elegancia, el humor. Eso es de admirar. De admirar es cumplir con el deber sin alardear. Sacar buenas notas en un examen sin saltarte clases, o respetando el tiempo y las oportunidades de otros. El esfuerzo sostenido fortalece la voluntad, elemento indispensable en la vida: - Porque la constancia nos hace lograr las metas propuestas y por consiguiente nos induce a sentirnos satisfechos. El resultado será tener la convicción de poder cumplir a pesar de las dificultades. - Porque la constancia es un apoyo en la formación de la responsabilidad, que es saber responder a una misión a pesar de las dificultades o el tiempo. - Porque sólo quien persevera llega a la meta. - Porque una de las características de la personalidad madura es ser constante en sus determinaciones. Vivir la constancia significa No cambiar de decisión a la primera dificultad. Hacer opciones estables y mantenerlas en el tiempo. Cumplir aquí y ahora lo que se debe y cuando se debe. No decir “podría” y “me gustaría”, sino “puedo y lo lograré”. No dejar las cosas para después. Terminar lo que se comienza. No dejar los juegos, tareas y encargos a la mitad. No desalentarse ante las dificultades. Saber esperar. Llevar a cabo las ideas, no solamente imaginarlas. Hacer las cosas en el momento, y hacerlas bien. Cumplir con esfuerzos aparentemente pequeños y sin importancia. Mantener el máximo esfuerzo de principio a fin. Vencerse a sí mismo.

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Page 1: Ser constantes

Hay hombres que luchan un día y son buenos; hay

otros que luchan un año y son mejores; hay otros

que luchan muchos años y son muy buenos. Pero

están los que luchan toda la vida y esos son

imprecindibles.

El cada día es lo que cuenta. Es difícil ser héroe

cotidiano. Los pequeños buenos gestos son los que

valen.

Héroes intermitentes no, constantes valientes sí. De nada sirve una aparición estelar.

Eso es muy fácil conseguirlo. Pero mantener el honor cada día, sin perder la compostura, la

elegancia, el humor. Eso es de admirar.

De admirar es cumplir con el deber sin alardear. Sacar buenas notas en un examen sin

saltarte clases, o respetando el tiempo y las oportunidades de otros. El esfuerzo sostenido

fortalece la voluntad, elemento indispensable en la vida:

- Porque la constancia nos hace lograr las metas propuestas y por consiguiente nos

induce a sentirnos satisfechos. El resultado será tener la convicción de poder

cumplir a pesar de las dificultades.

- Porque la constancia es un apoyo en la formación de la responsabilidad, que es

saber responder a una misión a pesar de las dificultades o el tiempo.

- Porque sólo quien persevera llega a la meta.

- Porque una de las características de la personalidad madura es ser constante en sus

determinaciones.

Vivir la constancia significa

• No cambiar de decisión a la primera dificultad.

• Hacer opciones estables y mantenerlas en el tiempo.

• Cumplir aquí y ahora lo que se debe y cuando se debe.

• No decir “podría” y “me gustaría”, sino “puedo y lo lograré”.

• No dejar las cosas para después.

• Terminar lo que se comienza. No dejar los juegos, tareas y

encargos a la mitad.

• No desalentarse ante las dificultades.

• Saber esperar.

• Llevar a cabo las ideas, no solamente imaginarlas.

• Hacer las cosas en el momento, y hacerlas bien.

• Cumplir con esfuerzos aparentemente pequeños y sin

importancia.

• Mantener el máximo esfuerzo de principio a fin.

• Vencerse a sí mismo.