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Seminario: “Historia, Memoria, Ficción: los discursos Seminario: “Historia, Memoria, Ficción: los discursos de la representación de refugiados y exiliados a la de la representación de refugiados y exiliados a la Argentina durante la Segunda Guerra Mundial”. Argentina durante la Segunda Guerra Mundial”. El caso de Mauricio Flores Kaperotxipi Mauro Vitullo Universidad Nacional de Mar del Plata.

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El Embajador del Arte Vasco en Mar del Plata: Kaperotxipi

Seminario: Historia, Memoria, Ficcin: los discursos de la representacin de refugiados y exiliados a la Argentina durante la Segunda Guerra Mundial.

El caso de Mauricio Flores KaperotxipiMauro Vitullo

Universidad Nacional de Mar del Plata.

Por la ruta de Erenchun.Mauricio Flores Kaperotxipi fue un pintor vasco nacido a principios del siglo XX en Zarautz provincia de Guipzcoa; que se destac por su vocacin hacia los retratos, en especial sobre temticas vascas. Lleg a la Argentina en 1938 escapando de la Guerra Civil y del rgimen Franquista. En su exilio continu desarrollando las mismas actividades que desarrollara en su lugar de origen, pintar y escribir sobre pintura. Hasta el estallido de la Guerra trabaj para el diario El Pueblo Vasco de San Sebastin; en la Argentina, colabor con el Diario La Razn. En uno de los artculos que escribi para este diario, relat su experiencia durante la guerra civil: Soy de los que menos crean en una guerra civil. De otra forma, no me hubiese agarrado dentro de Espaa la guerra se encon, se agrand Era evidente que la guerra llegara hasta all. A los setenta das empezamos a or los caonazos. Angustiaba comprobar que cada vez se oan ms cerca. Un domingo amaneci el pueblo lleno de fugitivos. La misma noche abandonamos nuestra casa () Para proteger la riqusima capital de Vizcaya, se estaba construyendo el llamado cinturn de hierro. Y nos metimos detrs de l () Luego la voz del pregonero: La autoridad militar ordena a todos los hombres que han venido a refugiarse a esta provincia, que se presenten maana a trabajar en el cinturn de hierro. () Ay, qu trabajo! Dios mo; ay, qu trabajo! Metido en el barro, llevando piedras, arrastrando troncos. () Y, entre ceja y ceja, un pensamiento que no se quitaba: La Argentina, con sus carniceras repletas de carne tierna, sus mercados abarrotados de comida, su vida pacfica. Y, sobre todo, su libertad bien entendida, junto con el respeto y recompensa para todos los laboriosos y honrados ciudadanos del mundo. Dora Schwarzstein en su libro Entre Franco y Pern nos comenta que los republicanos espaoles en su exilio se dirigieron primero a Francia; Kapero (forma abreviada de su apellido con la que comnmente se lo llamaba) en su segundo libro (al que ms tarde har referencia) explic la manera en la que lleg a Francia: el cerco se achic, se achic, se achic angustiosamente. Comenzaron a faltar los alimentos. Nos bombardeaban los aviones varias veces al da. Y cuando ya no haba casi a donde retroceder, se produjo un milagro. Me dieron unos papeles y me dijeron: Usted, desde ahora, se llama Fulano de Tal y Tal. Aprenda bien su nuevo nombre. Es abogado. Y este es su permiso para poder llegar a Francia. Eran -luego lo supe- unos papeles que estaban en regla. Lo que pas es que el personaje para quien estaban destinados, sali antes, no s cmo. En un barco de carga Ingls, el ltimo que parta de Santander antes de la cada, llegue a Francia a fines de Agosto de 1937.

Sin embargo el gobierno francs comenz a hacer mltiples gestiones para lograr la acogida de los refugiados espaoles en otros pases Argentina era para muchos republicanos el pas deseado, pero a la gran mayora de ellos les fue imposible entrar, no as a los vascos el gobierno argentino fue poco entusiasta ante la idea de acoger exiliados espaoles. Distinto fue el caso de algunos grupos particulares. Desde los sectores de la oposicin a la poltica gubernamental se hicieron or voces que pedan excepciones a la rgida legislacin migratoria que permitiera incorporar a los vascos. Esta excepcin es lograda, el Comit Pro Inmigracin Vasca consigui del presidente Ortiz la sancin de dos decretos, que facilitaron muchsimo el ingreso de Vascos. Sin embargo Kapero parece haber recibido otro tipo de ayuda, en su caso el Comit Pro Inmigracin Vasca no jug un rol importante. Segn lo que l mismo deja entrever, quienes lo ayudaron fueron algunos crticos de arte argentinos, que supongo debe haber conocido con anterioridad en la exposicin que realizara hacia 1930 en la Galera Witcomb (Buenos Aires):

Aqu, en la Argentina, hay crticos eminentsimos () Y nunca agradecer bastante, a algunos de ellos, la mano hidalga que me tendieron al tener que salir de mi tierra en llamas para refugiarme aqu. La idea de Argentina como un pas deseado, adquiere nuevos contornos al incluir la perspectiva de un artista plstico, quien adems de libertad de asociacin tnica, va a buscar en el lugar al que se traslade aquellos elementos que le permitan promocionar su labor artstica, como son los diarios y revistas, as como salas de exposiciones y lo que comnmente se conoce como vida artstica, entre otras cosas. Elementos que segn Kapero la Argentina le proporcion: si pensaba venir a la Argentina, aqu haba de todo, y muy bueno. Grandes peridicos, grandes revistas, grandes pintores, grandes escultores. Y ser aplaudido en Buenos Aires, es una de las ambiciones que hoy van teniendo los artistas de muchos lugares del mundo. De cualquier modo Kapero reconoce haber seguido una ruta abierta desde haca aos por un pintor Vasco llamado Erenchun, quien pas varios aos en la Argentina hasta que gracias al dinero que le proporcionara un amigo (Bagara) puede regresar a su Pas Vasco natal: Por la ruta abierta por Erenchun han ido despus otros artistas: Zuloaga, los hermanos Arrue, Bikandi, los hermanos Zubiaurre, Flix Pascual, Balenciaga, Salazar Echeverra, Jorge Oteiza, y yo mismo, entre otros ms. En la Argentina han quedado, enredados en diferentes redes amables, algunos de los viajeros.

Al final de cada uno de los artculos que componen el libro Pintores Vasco y No Vascos Kapero explicita no slo la fecha en la que los escribi sino tambin el lugar; gracias a estos datos he podido reconstruir el itinerario de este pintor en la Argentina. Permanece algunos aos en Buenos Aires aproximadamente hasta 1942, posteriormente se traslada a Mendoza, y hacia 1944 parece establecerse definitivamente en Mar del Plata. El Embajador del Arte Vasco en Mar del Plata: Mauricio Flores KaperotxipiSi dentro del mundo del arte se reconocieran

los derechos de extraterritorialidad que dentro

del mundo de la diplomacia se le reconoce

a las embajadas y legaciones, es indudable

que la casa del pintor Kaperotxipi en nuestra ciudad,

9 de Julio 3882, debera gozar de singularsimos

privilegios como lugar de representacin

casi permanente del arte vascongado

en Mar del Plata y sus adyacencias.

Kaperotxipi no es el nico pintor vasco que se instala en Mar del Plata, contamos tambin con la presencia de Flix Muoa, un acuarelista nacido en Bermeo en 1904:En Mar del Plata vive tambin otro pintor que tiene un encanto especial para pintar escenas vascas con un medio tan difcil como es la acuarela. Se trata de Flix Muoa () Flix Muoa es adems de buen artista muy generoso () Lo que Flix Muoa no da son palabras. Es el artista ms callado de cuantos he conocido por el mundo () Y hoy sus acuarelas, que ante todo tienen gracia, son muy solicitadas.

De cualquier modo la labor de Kaperotxipi en esta ciudad se destac por sobre la de Muoa debido principalmente a su constante esfuerzo por hacernos ver expresiones magnficas de artistas del solar euscaro. Darle mayor proyeccin al arte vasco, hacerlo conocido, es el objetivo que Kapero intenta lograr durante su larga estada en Mar del Plata, y para hacerlo se va a valer de diferentes medios o estrategias, siendo uno de ellos las exposiciones colectivas de artistas vascos.Cada verano en su estudio celebraba exposiciones junto con otros artistas vascos; el nmero de expositores variaba ao a ao, de cualquier modo siempre se trataba de artistas vascos, recin hacia 1958 se incorporan argentinos descendientes de vascos en estas exposiciones. El objetivo perseguido con las mismas, era que el pblico marplatense y aquel que se hallaba veraneando en la ciudad, se familiarizaba no slo con la obra de kapero, sino con la de otros artistas vascos; que descubriera, en definitiva, el arte vasco. La cantidad de artistas expositores va en aumento ao a ao, en el primer anuncio de exposicin colectiva que encontr en los diarios de la poca fueron 6 los artistas que participaron, mientras que en la ltima exposicin que encontr, la de enero de 1953, son 13 los pintores que expusieron. Los artistas expositores son en su mayora vasco-espaoles, a excepcin de Philippe Veyrin de origen vasco francs, con quien va a mantener una copiosa correspondencia (aspecto del que hablar con posterioridad). La asidua participacin de Cruzalegui se entiende mejor si se tiene en cuenta que se instala en Buenos Aires, debido a la Guerra y el Franquismo; donde va a realizar una labor bastante parecida a la que realizara Kapero en Mar del Plata, crtico en Euzko Deya y en la revista Guernika, y organizador de varias exposiciones colectivas en el Laurak Bat. Otro pintor que resida en Buenos Aires era Pedro Mari de Irujo, quien luego de permanecer preso en Pamplona se exilia en Argentina, de ah que haya participado en una exposicin colectiva. La presencia de Juan Zuloaga, pintor y ceramista, es entendible, si se tiene en cuenta que por esos aos el Estado Argentino lo convoca para que enseara cermica en Mar del Plata. Uno de los cuatro hermanos Arrue, Jos se encontraba en ese entonces en Argentina, trabajando para el diario La Razn, tal vez haya sido l quien facilitara a Kapero los cuadros de su hermano Ramiro, quien viva en la parte francesa del Pas Vasco. Del resto me es imposible hacer algn tipo de comentario que permite entender mejor su participacin en estas exposiciones, debido a la falta de datos. De cualquier modo existe la posibilidad de que los cuadros hayan sido enviados por los artistas vascos desde sus lugares de residencia a Mar del Plata, o que Kapero en sus viajes haya adquirido cuadros de alguno de esos pintores. Los pintores que acompaaron a Kapero en su estudio durante los 5 aos que van de 1949 a 1953 fueron los siguientes:Nombre del Pintor

Nmero de veces que expone en el estudio de Kapero y aos.

Arrue Ramiro Tres (1951- 1952-1953)

Arzuaga Miguel ngelDos (1952-1953)

Baroja RicardoCinco (1949-1950-1951-1952-1953)

Cruzalegui J. LenCinco (1949-1950-1951-1952-1953)

De Arrechalde JosUna (1953)

GaramendiUna (1949)

Iturrioz MontesTres (1951-1952-1953)

Joalde Tres (1949-1950-1952)

Mari de Irujo PedroUna (1953)

Muoa FlixCuatro (1949-1950-1951-1952)

Veyrin Philippe (nico de origen vasco francs) Tres (1951-1952-1953)

Zuloaga Juan Una (1953)

El diario La Maana contaba en ese entonces con la colaboracin de Flix de Ayesa, un vasco multifactico, que entre otras cosas escriba crtica de arte. Gracias a Ayesa las exposiciones de Kapero van a contar siempre con un espacio importante en el diario:

Dicha exposicin puede ser visitada () habindolo hecho ya una gran cantidad de personas, que admiraron la muestra con ello el artista de Euskadi que desde hace aos convive con nosotros () prosigue en su nobilsimo afn de hacernos conocer en la medida de sus medios, a artistas de solar nativo Y es en el ambiente de la residencia de Kaperotxipi que los cuadros vasco parecen tener algo del aire del idlico pas del que nos ofrecen paisajes y rostros tan expresivos. En los salones de la Casona Vasca () en la que Kaperotxipi mantiene una permanente y magnfica embajada del arte del pas vascos Hacer un poco de ruido en torno a las cosas del arteY ya muy cerca de esa

proyeccin internacional que para

el pueblo que uno representa como artista,

debemos estticamente ganar.

(Jorge de Oteiza)

Hacer conocido el Arte Vasco era, como antes dije, el objetivo que este refugiado busc a lo largo de su vida o por lo menos durante su prolongada estada en la ciudad de Mar del Plata; las exposiciones colectivas fueron parte de esta estrategia de difusin, pero tambin va a utilizar otra herramienta para lograr este objetivo. Aunque no se consideraba a s mismo un escritor o crtico de arte, escribi muchos artculos en su Pas Vasco natal, pero tambin durantes su exilio en Argentina. La Editorial Ekin, una editorial creada para dar difusin a la labor de los refugiados, decide publicar una recopilacin de algunos de los artculos que Kapero escribiera para La Razn, recopilacin que se edita en 1947 y recibe el nombre de Pintores Vasco y No Vascos. Pero es su segundo libro Arte Vasco, el que parece ocupar un lugar ms importante dentro de su estrategia de difusin del arte vasco. La historia de este libro es bastante particular, pero dejemos que la cuente l:el cartero me entreg una carta que vena de Barcelona. Me escriba el sabio antroplogo Telesforo de Aranzadi, dicindome () El Diccionario Espasa va a dedicar un espacio al arte en las regiones. Para el pueblo vasco he pensado en usted. () Qued sorprendido ante la carta () Es por eso que le conteste que no, que en mi tierra haba muchsimos que lo podan hacer mejor que yo Termina finalmente aceptando el pedido, pero: cuando estaba a punto de tener listo el montn de cuartillas cataplm! la guerra civil, que muy pronto nos dej a muchos de los vascos, cercados por tierra y por mar.

Una vez en Argentina: Le de nuevo las cuartillas manuscritas, y aunque desde entonces ha llovido mucho- como veo que encierran abundantes noticias poco conocidas, o completamente ignoradas, sobre el arte vasco, dejo que las publique Ekin, como las escrib en Elgueta en 1936. Desde mi punto de vista el libro Arte Vasco es el segundo elemento que este pintor emplea para darle mayor entidad y proyeccin al Arte Vasco. Su libro se diferencia de otros libros sobre la misma materia, porque incluye a los nuevos pintores el arte vasco se ha enriquecido con un torrente de valores nuevos. Ese es, en primer lugar, el objeto de este trabajo: destacar esos valores nuevos, por otro lado la empresa de hacer conocidos a los artistas vascos parece adems justificarse en algo que a simple vista parece bastante paradjico, el hecho de que a los artistas vascos donde menos se los conoce es precisamente en Espaa La diversidad que acusa el arte vasco sera una razn de peso para abordar su estudio en conjunto:la pintura vasca no peca de ser toda ella muy igual, ya que entre sus cultivadores cuenta con figuras de tan diversa tcnica y gustos tan diferentes. Y un pas que puede presentar una serie as de valores distintos, es un pas al que es preciso tener siempre en cuenta cuando se habla de arte. Porque el caso de los vascos es singular. En otras partes, por ejemplo, llega Sorolla, y en torno a l surgen numerosos sorollistas () Pero, en el Pas Vasco, llega Ignacio Zuloaga () y no surgen zuloaguistas () Y vuelve lo observa por el intelectual de mi tierra: Cuando de dos vascos uno toma una resolucin, hay casi la seguridad de que el otro tomar la resolucin contraria. El libro esta divido en cuatro captulos; a los tres primeros (que seran los originales, los que escribe en Elgueta) les suma un ltimo captulo escrito en Argentina, el cual analizar con mayor detalle en la ltima parte del trabajo. A lo largo del libro nos encontramos con pintores, escultores, dibujantes y grabadores vascos, pero tambin vasquizados. Vasquizados seran aquellas personas que sin haber nacido en el Pas Vasco, han estudiado pintura, escultura o dibujo en el mismo, o trabajan generalmente con pintores o escultores vasco, o pintan paisajes y escenas vascas, etc. por ejemplo: Y Enrique Barros? Es un escultor vasquizado, pues naci en Galicia. Aunque inicia sus primeros estudios en Bilbao, paso luego a Paris donde.

Su exposicin, ya sea de pintores, escultores, dibujantes o grabadores no sigue ningn tipo de orden:

ir tocando los diversos pintores vascos sin reparar demasiado en la situacin cronolgica en la que han brillado. En estas notas sobre arte vasco, los artistas no aparecen ni por orden alfabtico, ni por orden de edad, ni por orden de mrito.

Kapero escribe este libro en respuesta a aquellas voces que parecen negar cualquier carcter artstico a los vascos; sera este, desde mi punto de vista, el verdadero objetivo que lo lleva a escribir sobre un sinfn de pintores, escultores, grabadores, dibujantes vascos. Escribe para derribar el mito que atribuye a los vascos un impedimento de manifestarse artsticamente. De ah que decida publicar en extenso la opinin en contra de ese mito de Carmelo Echegaray, quien en 1918 publica un libro sobre los pintores vascos anteriores al XIX:

Cada vez que vea yo en libros y papeles la aseveracin, rotunda y sin distingos, de que el pueblo vasco careca por completo de aptitudes artsticas, aunque esa carencia estuviese bien compensada por su capacidad para otros menesteres de la vida, ms prcticos y positivos, mi corazn se rebelaba contra esas aserciones tan absolutas, y con mi corazn mi entendimiento. Porque yo no poda admitir que el pueblo vasco constituyese una excepcin nica entre todos los pueblos del mundo, hasta el punto de que jams se sintiese atormentado por el anhelo de la belleza, ni experimentase la necesidad de expresarla ms o menos tosca o rudimentariamente. Contra esa sentencia de incapacidad artstica, tan audazmente pronunciada, protesta, con elocuencia que no deja lugar a discusin, la singular predisposicin de nuestra raza y gente para el arte divino de la msica. Pero yo no me satisfaca con que todas las aptitudes artsticas de que podamos ufanarnos, se limitaran y circunscribiesen al cultivo de la msica, que expresa lo ms ntimo, lo ms vago, lo ms impalpable de las aspiraciones del espritu humano, aquello que es ms difcil de concretar en palabras, o de reproducir grfica o plsticamente: o sea lo ms inefable, si nos atenemos a la significacin etimolgica de este adjetivo. Un pueblo como el vasco -deca yo para mis adentros- , que tiene tan desarrollado el sentido de las cosas concretas y tangibles, por fuerza ha de querer fijar la belleza en forma tambin visible y palpable.

Bucear en estas cosas desde tan lejosPero resulta que hoy, ya, no se puede

hablar de los artistas vascos,

sin bucear desde muy lejos,

pues muchsimos de ellos estn,

no slo a considerable distancia

de la Argentina,

sino a considerable distancia

del Pas Vasco,

repartidos por el mundo.

Final y un poco ms, es el nombre que Kapero da al ltimo captulo de su libro Arte Vasco. Este captulo a diferencia de los otros, fue escrito en Argentina 18 aos despus que los tres primeros, es en definitiva una adicin al original. Actualizar el material escrito en 1936 sera la razn que lo lleva a realizar el captulo en cuestin, o como l mismo lo definiera: ponerme a pasar revista, en la Argentina, a lo sucedido en nuestra tierra en los ltimos 18 aos... Escribir sobre sucesos que acontecieron a kilmetros de distancia y sobre personas que se hallan repartidas alrededor del mundo, es una tarea bastante difcil. Para sortear las dificultades que supone una actualizacin de este estilo, Kapero se va a valer de dos recursos. El primero de ellos es su archivo personal, compuesto de diarios y revistas, una especie de hemeroteca que fue armando a lo largo del tiempo. Lo que llama la atencin es la diversidad de orgenes de los diarios y revistas que componen este archivo personal, utiliza diarios de Buenos Aires como Euzko Deya o La Razn, diarios de Bolivia como Ultima Hora o de Francia como L`Aube y revistas italianas, espaolas, incluso una revista de orden religioso (editada por los franciscanos): Despus de la guerra civil, la vida artstica de San Sebastin volvi a seguir su marcha. Miremos una sola de las exposiciones () a travs de los diarios de entonces. veamos los recortes que hay en mi archivo veamos cmo hablan de este pintor del Bidasoa, dos peridicos distantes, uno de Buenos Aires y el otro de Paris.. No conozco nada de su labor realizada en Bolivia, pues toda ha quedado all, pero nos ayudan a tener una idea las lneas que le dedic en Ultima Hora, de La Paz J. Donoso Corts En la revista Aranzazu, dirigida por los franciscanos, ha hecho unas declaraciones el escultor las palabras de Rafael Santos Torroella, en la revista Nmero, de Florencia, del 31 de marzo de 1951, al hablar de la escultura en Espaa: Jorge de Oteiza dice el notable crtico () en La voz de Espaa, de San Sebastin El otro recurso del que se vali para poder realizar tamaa actualizacin, fueron las entrevistas por carta que realiz a varias figuras del arte vasco. Enviaba cartas a los diferentes pintores consultndoles aquellas cuestiones que desconoca sobre su labor, tambin les peda su opinin sobre diversidad de cuestiones. Los pintores ms consultados a travs de este mtodo fueron Jorge Oteiza, Philippe Veyrin, Julio Beobide, Vicente Cobreros Uranga, Manolo Pascual, entre otros:En aquella visita, aquella conversacin y las que hemos mantenido entonces por carta, he ido tomando algunas notas que aparecen en esta parte sobre los artistas vascos franceses. Algo nuevo de su labor actual?, pregunto a Idgoras por carta en el momento en que me enva las contestaciones a mis preguntas...Consultado por m, uno de los pintores guipuzcoanos de ms talento y me escribe el escultor Jorge de Oteiza.

Pero en este ltimo captulo no slo va a hablar de lo que sucedi en su tierra y de lo que le sucedi a los artistas vascos durante los aos que estuvo ausente; sino que va a aadir algunos comentarios sobre los artistas vascos franceses, los que no haban sido incluidos en ninguno de los tres captulos originales. El principal colaborador en el armado de esta seccin sobre artistas vasco franceses fue Philippe Veyrin. Por ltimo, pero no menos importante, se dedica en este captulo a aquellos artistas vascos que se establecieron en La Argentina a lo largo del siglo XX. Lamentablemente en ocasiones Kapero escatima en datos y fechas, lo que sumado a la poca bibliografa que hay respecto a muchos artistas vascos, ha dificultado sobremanera mi tarea. De todos los artistas vascos que llegan a la Argentina, slo tres encajan dentro de la categora de refugiado o exiliado, ellos son: J. Len Cruzalegui y Nstor de Basterrechea y Bernardino Bienabe Arta, el resto tambin probablemente tambin lo haya sido, pero no tengo datos que lo confirmen:La guerra civil empuj a Cruzalegui -como a tantos otros artistas vascos- hasta tener que dejar su tierra, llegando a la Argentina donde desarrolla sus importantes actividades vasquistas. Nstor de Basterrechea () joven pintor, empujado casi nio a estas tierras, por la guerra civil. Y Bernardino Bienave Arta? La guerra lo empuj hacia la Argentina Adems de Kapero hay otros dos artistas vascos que colaboraron con dos diarios de Buenos Aires, a saber La Razn y La Nacin. Jos Arrue, uno de los cuatro hermanos Arrue, se establece en la Argentina y participa como caricaturista en el diario la Razn. Antequera Azpiri, dibujante vasco que colabor con el diario la Nacin peridico de quien tantas muestras de afecto y de aliento han recibido los artistas vasco a lo largo de los aos. (No existen datos sobre el ao de llegada de ninguno de los dos).Dentro del grupo de artistas vascos radicados en Argentina, Flix Pascual y Jos de Bikandi, merecen ser considerados a parte, ya que son los que ms se integraron al ambiente artstico argentino. Flix Pascual se establece en Rosario, si bien Kapero no especifica el ao en que llega, nos comenta que hacia 1930 obtiene el premio nico para extranjeros en el Saln Nacional de Buenos Aires; por lo tanto no se tratara de un refugiado de la guerra civil espaola. De cualquier modo me parece interesante su caso por la labor pedaggica que desarroll: dict la ctedra de dibujo y grabado en la Escuela de Bellas Artes de la Provincia de Santa Fe y la ctedra de Historia de las Bellas Artes en el Instituto Libre de Humanidades, del cual fue fundador. El caso de Jos de Bikandi es similar al de Pascual, fue profesor en jefe del taller de cermica en la Escuela Superior de Bellas Artes de la Nacin Argentina, y trabaj en colaboracin con artistas argentinos en diferentes obras. Su integracin a la Argentina es apreciable tambin en sus cuadros, en los cuales mezcla paisajes de Euskal Herra con paisajes de Mar del Plata.Hay un caso de un argentino de padres vascos, nacido en 1912 en Tres Algarrobos (provincia de Buenos Aires) que a los 4 aos lo llevan a Bilbao, donde estudia pintura y escultura, volviendo a la Argentina en 1937. Se trata de Arturo Acebal Idigoras Carasa y Zubillaga, quien desarrollo una importante labor en Argentina. Kapero no hace explcito el motivo de su retorno, de cualquier modo por el ao es bastante evidente que se trata de un exiliado, sin embargo al ser un argentino no entrara dentro de la categora de exiliados vascos en Argentina.

Otros artistas vascos que vivieron en Argentina son:

Jorge de Oteiza: Llega a Amrica en 1935, uno de sus destinos fue Argentina hasta que regresa en 1948 al Pas Vasco. No entra, por lo tanto, en la categora de refugiado. Juan Aranoa: Se establece en Buenos Aires. Participa de la exposicin de artistas vascos que se realiza en el Casino de Mar del Plata en 1945. Realiza en este pas una de sus ms conocidas obras El Calvario, que estuvo colgada durante algn tiempo en una Iglesia de Buenos Aires. (No especifica ao de llegada) Pedro Mari de Irujo: Aprende a pintar en la Pamplona donde estuvo detenido, como preso poltico, por seis aos junto con el pintor navarro Ciga. Luego de esa estada en la crcel se instala en Buenos Aires. (suponiendo que haya sido encarcelado en 1936 , el ao de llegada a la Argentina debe haber sido 1942) Ruiz Idagarra: Llega a la Argentina a mediados de la dcada del `20, por lo tanto no entra en la categora de refugiado. En Buenos Aires se desempea como encargado de un edificio. Aprende a pintar con el pintor argentino Parravicini, que viva en el ltimo piso del edificio que cuidaba. ConclusinEl caso de Mauricio Flores Kaperotxipi guarda muchas similitudes, desde mi punto de vista, con el de Ricardo Baeza. Un periodista y crtico literario espaol, que logra venir a la Argentina a finales de 1939 gracias a la movilizacin que a favor suyo hiciera Victoria Ocampo. Baeza y Ocampo se conocieron en 1922, cuando Baeza viene a la Argentina como representante de la Misin Nansen. Kapero realiza dos exposiciones en la Argentina, antes de la guerra civil; visitas en la que establece contactos. Y son estos contactos (algunos crticos de arte) quienes lo ayudan a entrar a la Argentina.

En los dos casos se trata de personajes que gracias a su profesin, pueden viajar y establecer contactos con personas influyentes, personas influyentes que posteriormente los ayudan en su exilio. El caso de Kaperotxipi difcilmente pueda generalizarse al vasco comn (que recibe la ayuda no de contactos sino del Comit Pro Inmigracin Vasca) pero si representa perfectamente la trayectoria de cualquier otro pintor o escultor vasco en su exilio.Una vez que en Mar del Plata construye una casa tpicamente vasca que utiliza como taller y como sala de exposiciones, pinta solamente cuadros de escenas vascas, mantiene una asidua correspondencia con pintores y escultores vascos, expone siempre acompaado de artistas de su tierra, lee diarios y revistas de diversos orgenes para mantenerse actualizado sobre todo lo relacionado a su tierra. Su intensa actividad se enmarca dentro de un contexto en el que lo vasco pareca estar en peligro debido al Franquismo triunfante La accin vasca en el exilio o a la distancia, segn los casos, fue concebida como una especie de garanta de supervivencia del espritu y la cultura vasca cuando en su pas de origen estaba fuertemente amenazada. Kaperotxipi, M. F. (1947) Pintores Vasco y No Vascos; Editorial Ekin; Buenos Aires; pp. 79.

Kaperotxipi, M. F.; Op cit; pp. 80.

Kaperotxipi, M. F.; Op cit; pp. 82.

Kaperotxipi, Mauricio Flores (1954) Arte Vasco; Editorial Ekin; Buenos Aires; pp. 10.

Schwarzstein; Dora (2001) Entre Franco y Pern. Memoria e identidad del exilio republicano espaol en Argentina; Barcelona, Editorial Crtica; pp. 32.

Schwarzstein D.; Op. Cit.; pp. 45

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 7-8.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 217.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 217.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 77.

Diario La Maana; Mar del Plata 3 de enero de 1953.

Kaperotxipi, M. F.; Op cit; pp. 239.

Diario La Maana, Mar del Plata 3 de enero de 1953.

Diario La Maana, Mar del Plata 14 de enero de 1949.

Diario la Maana, Mar del Plata 7 de enero de 1951.

Diario la Maana, Mar del Plata 9 de enero de 1951.

Diario la Maana, Mar del Plata 4 de enero de 1952.

Kaperotxipi, pp. 228.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 8.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 9.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 11.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 38.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 39

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 98-99.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 139.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 41.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 147.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 122.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 208.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 149.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 205.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 219.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 226-227.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 227.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 228.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 231.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 286.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 173.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 189.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 202.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 207.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 208.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 195.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 241.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 226.

Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 144.

lvarez Adriana Carlina (2005) Historia del Centro Vasco Denak Bat Mar del Plata en Coleccin Urazandi Biludma, Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco; Mar del Plata; pp.58.