SEMINARIO COACHING & MEDIACIÓN 

Asociación Estatal de Mediadores 

Manuel Hierro Tobalo 

 

“AUNQUE NADA CAMBIE, SI YO CAMBIO, TODO CAMBIA” M. PROUST

 

Hace una década ya escuchaba que gran parte de los profesionales, no solo sabían qué era eso de la Mediación, sino que hasta “ellos” también la practicaban, “eso mismo lo hago yo” verbalizaban con inusitado entusiasmo y hasta cierta autoría. Eso mismo llevo intuyendo de un tiempo a esta parte con lo que hoy llama a la puerta de nuestro aprendizaje, el Coaching, todo un arte como a continuación descubriremos.

Allá por la primera mitad del S. XVI, en un pueblecito húngaro, a unos 70 kms de Budapest, en Kocs, se puso de moda, viajar hacia la capital en un confortable carruaje tirado por caballos, con un innovador sistema de suspensión que hacía el trayecto más llevadero, vehículo que acabó siendo conocido como “ kocsi ”, se trataba en definitiva de un vehículo para transportar

personas de un lugar a otro. Seguidamente este artefacto llegó a Francia, donde etimológicamente se le denominó como “coaching”, y al cochero coachman. En definitiva, esto nos ilustra que el Coaching puede ser útil para acompañar o “transportar” a una persona, o equipo, desde un punto inicial al deseado, y ahí reside el verdadero arte, en tal a c o m p a ñ a m i e n t o .

Se tratará de hacer de este seminario un acercamiento, a esta cada vez más populosa disciplina, observar los matices que la acercan a la mediación, pudiéndose enriquecer aún más, y por sobre todo lo anterior, un taller de auto observación consciente de nuestro punto de partida, de ese lugar del que podemos partir si así lo decidimos en algún momento de nuestra vida; invitados quedan.

Para ello se comienza realizando un ejercicio muy revelador de la situación en la que nos encontramos en este momento de nuestra vida, en sus diferentes áreas, se trata de “La Rueda de la Vida”, con él se pretende hacer consciente el margen de mejora, y poder adquirir el compromiso

pertinente para comenzar nuestro trayecto hacia lo deseado. Os animo a realizarlo con la seriedad con la que desde este momento hayáis decidido tomaros vuestra propia vida. - Ver Anexo 1 -

Podría definirse al coaching, para una inicial comprensión, y ello nos ponga en el camino de lo que significa esta habilidosa disciplina;

“Liberar el potencial de una persona para incrementar al máximo su desempeño. Consiste en ayudar a aprender, en lugar de enseñarle.” Whitmore

“Ayuda a ir más allá de los propios límites, centrando su atención en comprender el presente para diseñar el futuro.” J. O´connor

“El arte de encender las brasas” (en alusión metafórica a nuestras brasas casi apagadas) L.Wolf

Personalmente, su práctica me ha ido enseñando que Coaching es Consciencia, acción, responsabilidad-compromiso, aprendizaje y escucha, esencialmente.

Stephen Covey, nos ayudará a lidiar conceptualmente con un aspecto crucial “ Hábito ”, el verdadero enemigo del cambio, y este autor, hace hoy un cuarto de siglo nos explicaba cómo nos sentimos muy a gusto en nuestra zona de confort, en esa donde corremos poco riesgo a equivocarnos y de donde difícilmente se sale si no es con un espíritu aventurero y decidido de empezar a expandir aún más esa zona de influencia o control, pues tenemos potencial para ello, de tal manera que cada vez sea más amplia nuestra zona de influencia, aquella que hemos conquistado, y por lo tanto estemos más capacitados parara responder con más eficacia. El campo de las preocupaciones será menor debido a la adquisición de nuevos hábitos o capacidades que nos ayudan a tener una mayor gobernancia sobre nuestras actuaciones. Salir de nuestra particular zona de confort requiere un compromiso con la acción a realizar, algo que no resulta cómodo, pues nos asusta lo desconocido, e incluso me aventuraría a decir, que nos incomodan los nuevos retos, aun sabiendo que estamos capacitados para ellos y que nos reportarán una grata satisfacción de logro.

Viktor Frankl, nos hará entender a través de su ejemplar y admirable experiencia, cómo, todo ser humano posee la capacidad de elegir, de ser libre, y esto nos ayuda a entender que ante un cierto estímulo, en nosotros está la posibilidad de dar la respuesta que deseemos, que esta no ha de estar predeterminada siempre en el mismo sentido; su logoterapia nos enseña a valorar el mayor tesoro del que cada uno podemos disfrutar, el de la libertad para actuar conforme al sentido que le haya dado a mi propia y única vida - siempre y cuando esta tenga a día de hoy sentido -, eso, lo de la libertad de elegir, nadie puede arrebatárnoslo. Este fue el verdadero motor de su resiliencia ante una adversidad de las que pocos salieron dignamente triunfantes.

Así pues, el coaching te ayudará a que te comprometas con las acciones que tú entiendas necesarias para ser cada vez más dueño de tu vida, puedas sentir cada día que eres tú quien puede llevar las riendas de la misma, sin necesidad de continuar dependiendo de nada externo y con la confianza de que los resultados te harán sentir alguien cada vez más y más especial, es tal el

empoderamiento experimentado, que quien entra en esta espiral - por experiencia propia y ajena -, ya le resulta complicado retroceder. Ello se consigue con un trabajo de auto observación y aprendizaje continuo para definir qué conductas y hábitos decidirás cambiar para llegar a tu destino. Recuerda que el coaching es una importante ayuda para transportarte a otro lugar, desconocido aún, pero soñado ya. Así pues, ojalá y seas de los que se atreven a atreverse, lo aprendido a lo largo de su camino compensa cualquier esfuerzo.

El coaching intenta hacer consciente de su realidad a la persona mediante herramientas muy potentes de autoconocimiento, pretende ayudarte a que te sientas cada vez con más facilidad en el aquí y el ahora, algo imprescindible para que en todo momento seas consciente de tu propia realidad, algo que exige algo más que conocimientos, o quererlo hacer, requiere saber cómo hacer esos cambios, y ahí entra en juego el coaching a través del coach. Se le anima a que expanda poco a poco su repertorio de habilidades, pues a partir de ahí ya casi nada vuelve a ser igual, en el momento que cambiamos algo, todo experimenta otra perspectiva, algo visible incluso por quienes nos rodean. Resulta muy interesante conocer el camino hacia la maestría, o hacia el aprendizaje, siendo un continuum que gráficamente puede verse representado de la siguiente forma.

Todos tenemos hábitos adquiridos que nos dificultan conseguir nuestros propósitos de una forma efectiva, sin saberlo son como patrones que repetimos una y otra vez, pero que continúan ahí con nosotros. El coach ayuda a que puedas ser consciente de tal incompetencia, que te des cuenta de lo que estás haciendo de una forma que no te reconforta. Las tareas que cada coachee – cliente -, se vaya marcando a lo largo del proceso, le ayudará a este a ser más competente, pues aprender como suele decirse es “hacer”, y haciendo se instauran los hábitos. Una vez instaurados, lo que se pretenderá es que estos se queden a vivir con nosotros de una manera definitiva, y han de seguir practicándose. Pero llega un mágico momento en el que uno se sorprende haciendo las cosas de diferente manera, de forma productiva, pero sin habérselo propuesto casi, como si esa fuese su forma de actuar, de una manera automática ya, inconsciente. Se asemeja el proceso al aprendizaje experimentado por un conductor novel. En ocasiones estas personas son consciente de sus logros, cuando quienes les rodean, y en los que confía, le informan de que los ven diferentes, que irradian otra cosa distinta, que ríen más, que se sienten a gusto en su presencia, . . ., algo que los estimula a no bajarse de ese tren ya.

Para lograr avanzar en este camino, en coaching, las tareas o compromisos – retos de mejora – adquiridos en cada sesión por la propia persona, son cruciales para ir comprobando cómo si se quiere se puede expandir esa zona de influencia, tan solo dando pequeños pasitos fuera de nuestro confortable círculo de confort. El feedback reportado por el coachee, al compartir lo que le ha supuesto trabajar su particular reto, más o menos complejo, supone el verdadero aprendizaje, dado que no se trata tanto de alcanzar el resultado, sino de lo aprendido en el camino. El reto nos fuerza a ir más allá de nuestros propios límites. El coach intenta ayudar a que sea él quien pueda descubrir lo que está conllevando y suponiendo su proceso, nunca se lo indicará, pues una vez más reiteraré que toda respuesta se halla en nuestro interior, son las verdaderamente potentes.

Transición, ese delicado momento, en el que ya no encontramos en el lugar de partida, pero tampoco vislumbramos con claridad la meta, estamos en pleno salto hacia lo desconocido, y es aquí donde el coach ha de estar muy cerca de quien ha depositado toda su confianza en él, pues llegarán momentos de verdadera incertidumbre, donde el aliento será imprescindible.

¿CÓMO PUEDO SER MEJOR?

A este preciso cuestionamiento intenta ayudar a dar respuesta este hermoso ARTE del Coaching. Se apoyará para ello en tres patas; Objetivos, Valores y Creencias.

Podríamos definir a los Objetivos – metas – como esos Sueños con Patas, pues van a alguna parte, algo que se contrapone a pensar en los problemas, que difícilmente acaban conduciendo hacia la Acción. Son los que inicialmente le dan sentido a involucrarse en un proceso personal o de equipo de coaching, esa meta por la que merecerá la pena aventurarse a un ¡¡ cambio a mejor !!. Estos han de cumplir los siguientes requisitos para que sean adecuados a lo que cada uno se propone;

Es necesariamente vital para el éxito de todo proceso de mejora a través de un proceso de coaching, el establecimiento de un detallado Plan de Acción, donde quede definido claramente la representación del tiempo y las acciones que se seguirán para la consecución de lo fijado. Este plan de acción, conllevará dos viajes. El exterior, representado por las acciones a seguir, y el interior, vivenciado por lo sentimientos, los aprendizajes, el desarrollo o crecimiento personal, . . .

Respecto a los Valores, podemos decir, que estos son los que generan el objetivo/meta, son tu Brújula Interior, los que mantienen la motivación a lo largo del camino. Es crucial descubrir el valor fundamental para que este objetivo se torne gozoso, o lo que es lo mismo, tu vida en estos momentos ha de estar alineada con el valor principal, para ello se realiza un precioso descubrimiento, con la ayuda del coach, en la búsqueda de tal tesoro. Desde la experiencia, me resulta reveladoramente apasionante esta indagación, pues todos conectamos con la sintonía interna que rige, sin darnos cuenta todas nuestras acciones, y esta está siempre teñida de valores hermosos y llenos de bondad. Descubrimos que somos seres buenos por naturaleza y ello fortalece nuestro empeño por ser aún mejores.

Como en toda disciplina, existen casi tantos tipos de Coaching como coaches, pero he de estar de acuerdo con mis maestros, que el Coaching más potente, profundo y movilizador, es aquel que trabaja con las Creencias. Pueden entenderse, como las normas o reglas según vivimos. Son principios de acción, basados en nuestra experiencia, que pueden actuar incluso como profecías autoincumplida. Deciros, sin ninguna duda en quien ahora lo suscribe, que podemos elegir cada uno de nosotros nuestras propias creencias, y si estas no nos gustan, con actuar de forma distinta todo habrá cambiado.

Estas pueden ser limitantes, o potenciadoras. Las primeras serán verdaderas si se actúa pensando que lo son, de ahí que en coaching hemos de suponer que son falsas, de ahí que se abordan las creencias negativas como si estas fuesen temporales y las positivas, se intentan arraigarlas y anclarlas como permanentes. Este trabajo, es especialmente delicado, pues se llega a lo más hondo y, en ocasiones, menos aceptado por el propio coachee, ya que nos toca reconocer nuestro lado menos digno. Lo primero que se hace, es identificarlas, y para ello, cualquier cosa que nos impida alcanzar o avanzar en pos de nuestro objetivo, que viene de nuestro mundo y no del real, será reconocida como tal. Se aborda en esta parte del proceso el mayor descubrimiento de la persona inmersa en esta estimulante aventura, el de darse cuenta que ella Puede, Quiere, y se Merece cambiar. Este aspecto, servirá de motor a lo largo de todo el trayecto, y lo que es más poderoso, se quedará a vivir con ella a lo largo de su vida si así lo cree y siente.

Para ello es imprescindible cambiar el lenguaje, es necesario este aspecto para cambiar primero la forma de pensar y por consiguiente la creencia, si ello se logra se conseguirá avanzar rápidamente hacia el objetivo. Estas dos líneas darían para varios tratados, pues entraríamos de lleno en todo lo referente al Coaching Ontológico y la Programación Neurolingüística. El Coaching trabaja con varias creencias potenciadoras – Anexo II-.

Llegados aquí, realizamos un ejercicio de escritura automática, después de ver un vídeo motivador para ello, en el que se nos invitaba a soñar con la vida que en nuestro interior anhelamos. El resultado, si se realiza dejándose llevar por lo que se siente, resulta sorprendentemente revelador, y muy estimulante para quienes deciden darle cierto giro a sus verdaderos propósitos en la vida. Puede encontrarse el vídeo en YouTube, corta y pega el siguiente texto en su portal :

(Habito 2 – Los siete hábitos de la gente altamente efectiva)

Comentar lo importante y crucial que resulta la primera sesión en la construcción de la SINTONÍA entre coach y coachee, será la base de la Confianza futura, en este primer encuentro, para el exitoso final del proceso se requiere que el coach transmita competencia, honestidad, sinceridad y autenticidad. Esta sintonía se logra con el constante intento sincero de comprender al otro, estando en todo momento abierto y sin juicio, o prejuicio alguno, respetando las creencias y valores del cliente. El coach ha de ser alguien que en todo momento sirve de apoyo o sustento en este trayecto, algo que ha de sentir como tal el propio cliente, será alguien que siempre estará ahí para alentar y hacerte avanzar.

Es también relevante, ser consciente de las expectativas, pues solo el propio coachee será dueño del proceso y sus resultados. Mediante la Rueda de la Vida por ejemplo, se puede descubrir el problema más acuciante, por el que se puede comenzar a trabajar, esto dará una sensación de motivación y movimiento. La experiencia me ha enseñado, que generalmente, a lo largo de los pasos de quien anda mejorando, suelen aparecer otros objetivos más profundos que el inicialmente planteado, de ahí que la mejora en un aspecto particular apareje el cambio en todos los demás apartados de su vida, o de su rueda, vamos, que a partir de entonces su particular “rueda” se modifica y parece rodar algo más acompasada, y lo que es más importante, con un sentido vital.

Personalmente, coincido con otros, en que el verdadero arte de este oficio, es el de prestar Atención. Esta puede sintetizarse en calibrar y escuchar. Calibrar, yendo más allá de ver y percatarse, consiste en una atenta y profunda observación. Escuchar, entendiéndolo por prestar verdadera atención, sin que medie juicio alguno. Incluso podría añadirse, que prestar atención consiste en ayudar al otro a que se ponga en las 4 perspectivas desde la que puede observarse la

propia vida, desde la de uno mismo, desde la de quien tienes en frente, desde la de qué pensarán los demás de eso y por último, desde la de cómo te ves u observas a ti mismo desde lo alto, o desde casi las nubes.

El ARTE DE PREGUNTAR, así definen algunos esta disciplina, y no les falta razón, aunque personalmente, antepondría, el arte de Escuchar. Las preguntas en coaching, y como diría O’Connor, son faros que brillan en lugares oscuros. De aquí que se torne en esencial que el coach irradie honestidad, y ejemplo de coherencia en su obrar desde un primer momento, si es así el coachee responderá con la misma honestidad. Las preguntas en coaching han de ser muy precisas. Por ejemplo, comenzar con el “Qué” conduce a la acción, orienta hacia objetivos y lleva al cliente hacia el futuro.

Las preguntas han de contar con los siguientes ingredientes:

Presuposiciones útiles. Potenciadoras. Elegir el momento oportuno. Escuchar primero y calibrar después.

El Qué, suele conducir a los objetivos y valores, el Cómo, a los medios para el logro, y el Cuándo, al tiempo – plan de acción-. Por otro lado, han de ser provocativas, característica esta de un buen coach, la provocación, ya que esta estimula al reto, demostrándose a sí mismo como capaz de ello. Estas preguntas ayudan a conseguir la información más exacta posible. En todo momento, desde el coaching se trabaja desde las potencialidades y fortalezas del ser humano, es sobre ellas, desde donde se consigue extraer lo mejor de cada uno, y pese a los muchos nubarrones que se ciernen en determinados momentos de la vida sobre nosotros, siempre contamos con un paraguas protector y multicolor que nos hace esquivar el cómodo pesimismo o victimismo.

Coaching y Mediación

Intentar unir, o al menos esbozar similitudes de ambas intervenciones supone todo un reto, e incluso intentar sugerir posibles aspectos o herramientas que puedan ser útiles para el campo de intervención con el que nos encontramos más familiarizados.

Partimos de que ambas disciplinas suponen una posibilidad para el otro, donde se realiza ese viaje de un punto inicial a otro final, en ambas la acción se hace requisito indispensable por parte del interesado. En ambas se intenta sacar lo mejor del otro, lo cual produce mejores resultados que si no hubiesen recurrido a ellas, tal vez claro está.

Podría decirse, que comparten en mayor o menor grado las siguientes:

Metas

Conocimiento de sí mismo. Mejoramiento de su desempeño. Cambio de conducta. Transformación, a partir de la búsqueda de soluciones, su inteligencia emocional se

abre a nuevas y más ricas soluciones.

Condiciones para poder desarrollar el proceso

Acompañar. Escuchar. Contener.

Condiciones del cliente

Disposición a dialogar: Poder encontrar nuevos recursos o respuestas.

Rol

Neutralidad. Delimitar el campo de trabajo y buscar deseos, intereses y temores. Escuchar, descentrarse – para centrarse en el cliente -, y focalizar en el otro, lo que

dice y como lo dice. Establecimiento de confianza.

He de decir, que la escucha, se construye desde el conocimiento, la formulación de hipótesis y diseño de estrategias de intervención. Escuchar implica, estar despojado a lo que el otro ofrece, y focalizarlo hacia el futuro, esto último le hace adueñarse de sus problemas y a no mantener una posición de victimismo.

Sin lugar a dudas, partimos de dos contextos distintos, desde el momento que en mediación estamos tratando con la interacción que se produce entre dos en conflicto, lo cual hace complicado poder ser absolutos en muchos aspectos a la hora de acercar herramientas. Aun así, destacaría la de

la visualización hacia el futuro con mayor frecuencia de la que en ocasiones utilizamos, ayuda a las partes a salir del momento presente, habitualmente, bastante nublado, con lo cual se le estimula hacia la acción y el movimiento para llegar a ese punto.

También podríamos entrenarnos aún más en el manejo de los silencios, de los cuales se obtiene una información no directiva, pues se les “fuerza” a las partes a tener que dar algo más de sí, que posiblemente se quede en el camino si no se lo permitimos por las “prisas” que en ocasiones tenemos los propios mediadores por llegar a una solución más o menos rápida.

Saber preguntar, es algo que también podría mejorarse en ocasiones, siendo más precisos en la información deseada, haciéndolo en el momento oportuno, y siempre con un claro propósito en la intención de lo que preguntamos, enfocado a la solución del conflicto.

Una de las diferencias, que a mi entender existen entre estas dos disciplinas, lo cual no quiere decir que sea ni mejor ni peor, tan solo que cada una requiere de unas formas distintas de llegar a un final, sea la de una mayor directividad en el proceso, por una parte, y en la consecución de información personal, dado que en coaching es prácticamente nula, mínima, o no intencionada la misma. Es el cliente, el único que ha de resolver o lograr lo que se propone, el coach no es experto ante sus ojos, y en él residen todas las respuestas. Partiendo de esta sustancial diferencia, podemos entender, que cada disciplina posea unas determinadas herramientas para sacar eso que al inicio denominábamos lo mejor del otro.

En mediación no tiene tanta relevancia como en coaching el trabajo con valores y creencias, aspectos cruciales a lo largo de todo el proceso de crecimiento y aprendizaje. En coaching, se produce en mayor grado la transformación personal, sobretodo en ese coaching que trabaja con los ya mencionados valores y creencias, que va más allá de la consecución de unos objetivos/metas, se trataría de un coaching integrativo, en definitiva, tiene una mayor importancia el concepto de transcendencia.

Dicho todo lo anterior, Mediación y Coaching, comparten multitud de detalles y matices interesantes, integrables y que pueden enriquecer en particular nuestra tan amada Mediación, de ahí que todas estas líneas dedicadas a su acercamiento tan solo conlleven el interés de saber que cada día podemos mejorar un poquito más en nuestra práctica, y ser así mediadores con mayores recursos aún, en ello va también nuestra profesionalidad, competencia y credibilidad.

Epílogo

Recordad que concluimos el taller con la lectura de un cuento elegido al azar, o al destino que fraguó el propio grupo con la elección de un número cualquiera, siendo su sumatorio el 103, y el cuento que esa tarde de un 11 del 11 del 11, a esa hora y a vosotros en particular os dijo algo llevaba por título Los tres consejos;

1. NUNCA TOMES ATAJOS EN TU VIDA. Caminos más cortos y desconocidos te pueden costar la vida.

2. NUNCA SEAS CURIOSO DE AQUELLO QUE REPRESENTE EL MAL, pues la curiosidad por el mal puede ser fatal.

3. NUNCA TOMES DECISIONES EN MOMENTOS DE ODIO Y DOLOR, pues puedes arrepentirte demasiado tarde.

Vuestra última tarea consistió en adquirir un compromiso, de forma voluntaria, y después de lo observado en vuestra propia rueda de la vida, el ejercicio de escritura automática y de cuanto pudiera haber venido a vuestra consciencia en esos momentos, que significase un pequeño reto para la mejora de lo que deseaseis. Os invité a que lo evaluaseis pasada una semana.

AUNQUE NO SOMOS TODOS LOS QUE ESTUVIMOS, LO PASAMOS DE ¡¡ VINOS ¡¡

ANEXO I

Rueda de la Vida

Tienes ante ti la Rueda de la Vida. El conjunto de sus 10 secciones o partes representan el equilibrio vital.

Busca cuales son en tu vida los pilares básicos en que se debe apoyar para que seas feliz (por ejemplo: Familia, Amistad, Salud, etc) y coloca cada uno de ellos al lado de uno de los números 10 de la circunferencia exterior.

Una vez elegidos tus pilares, puntúa de 0 a 10 tu grado de satisfacción actual en cada área de tu vida. El centro de la rueda representa el nivel más bajo, cero, y la circunferencia externa el más alto, 10.

ALGUNAS AREAS POSIBLES

Familia, Amigos, Trabajo, Finanzas, Pareja, Salud y cuidado personal, Éxito, Ocio y Diversión,

Espiritualidad, Amor, Formación, Libertad, Seguridad, Apasionamiento, Autoestima,

Autorrealización o Desarrollo personal, Ambiente físico, etc.

Una vez hayas puntuado cada uno de tus pilares, une los puntos contiguos con una línea y sombrea el interior de la figura que te sale.

Con este gráfico que puede tener cuantos apartados decidas se trata de que comiences a ver

cómo rueda tu vida y en qué crees que puedes mejorar. Seguidamente, intenta focalizar el aspecto

de mayor margen de mejora y te animo a que adquieras un compromiso concreto para haberlo

realizado dentro de una semana, donde te invito a que me reportes el feedback que te ha resultado

el mismo durante su proceso, te aseguro que te sorprenderá manuelhierrotobalo@gmail.com

ANEXO II

Creencias Potenciadoras del Coaching

Si quieres comprender, actúa.

No hay fracaso, tan solo aprendizaje.

Tenemos todos los recursos que necesitamos, o podemos crearlos.

Todo comportamiento tiene un propósito.

Tener alguna opción es mejor que no tener ninguna.

Lo estás haciendo lo mejor posible.

Creamos nuestra propia realidad.

El coaching es una asociación paritaria y sinérgica.

El cliente tiene todas las respuestas.

Gracias Lauri por subir esto a tu Facebook,

Una secre que está en todo.

Bibliografía referida

Covey, Stephen R., Los siete hábitos de la gente altamente efectiva, Paidós.

O´Connor, J., y Lages, A., Coaching con PNL, Guía práctica para obtener lo mejor de ti

mismo y de los demás. Urano.

Whitmore, J., Coaching, El método para mejorar el rendimiento de las personas, Paidós.

Wolk, L., Coaching, El arte de soplar brasas, Gran Aldea Editores.

Gómez, R., Más cuentos con alma, historias para leer con los ojos del corazón y

reflexionar, Gaia.