secesion y fragmentación de los territorios coloniales en la america espanola-libre

48
Geopolítica, relaciones internacionales y etnicidad Aspectos de la construcción del Estado en América Latina durante los siglos XIX y XX Jazmín Benítez López; Rafael Romero Mayo y Mario Vázquez Olivera (coordinadores) GeopolíticaID4.indd 5 12/18/12 5:06 PM

Upload: sack-rodriguez

Post on 03-Oct-2015

15 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Secesión y fragmentación mexicana

TRANSCRIPT

  • Geopoltica, relaciones internacionales y

    etnicidad Aspectos de la construccin del Estado

    en Amrica Latina durante los siglos XIX y XX

    Jazmn Bentez Lpez; Rafael Romero Mayo y Mario Vzquez Olivera

    (coordinadores)

    GeopolticaID4.indd 5 12/18/12 5:06 PM

  • Los derechos exclusivos de la edicin quedan reservadospara todos los pases de habla hispana. Prohibida lareproduccin parcial o total, por cualquier medio conocidoo por conocerse, sin el consentimiento por escrito de sulegtimo titular de derechos.

    Geopoltica, relaciones internacionales y etnicidad. Aspectos de la construccin del estado en Amrica Latina durante los siglos XIX y XX.de Jazmn Bentez Lpez; Rafael Romero Mayo y Mario Vzquez Olivera (coordinadores)

    Primera edicin 2012

    D. R. Bonilla Artigas EditoresDe la presente edicin Bonilla Artigas Editores, S.A. de C. V.Cerro Tres Maras nmero 354Col. Campestre Churubusco, C. P. 04200Mxico, D. F.editorial @libreriabonilla.com.mxwww.libreriabonilla.com.mxTel. (52 55) 55 44 73 40/ Fax (52 55) 55 44 72 91

    Coordinacin editorial: Jazmn Bentez LpezDiseo editorial: Sal Marcos C.Diseo de portada: Teresita LoveFotografa de portada: Teresita Love

    ISBN: 978 -607-7588-65-8Impreso y hecho en Mxico

    Geopoltica, relaciones internacionales y etnicidad. Aspectos de la construccin del Estado en Amrica Latina durante los siglos XIX y XX / Jazmn Bentez Lpez; Rafael Romero Mayo y Mario Vzquez Olivera, Coordinadores. Mxico: Bonilla Artigas Editores : Universidad de Quintana Roo : UNAM, CIALC: Gobierno del Estado de Quintana Roo: Conaculta, 2012 376 p. ; 23 cm. (Coleccin Pblica) ISBN 978 -607-7588-65-8 1. Geopoltica Amrica Latina Carbe. 2. Relaciones internacionales 3. Etnicidad I. Bentez Lpez, Jazmn, coord. II. Romero Mayo, Rafael, coord. III. Vzquez Olivera, Mario, coord.

    F1414 G385 2012

    GeopolticaID4.indd 6 12/18/12 5:06 PM

  • Primera parte

    Geopoltica y fragmentacin territorial de Hispanoamrica

    GeopolticaID4.indd 21 12/18/12 5:06 PM

  • 23

    Secesin y fragmentacin de los territorios coloniales en la Amrica espaola: 1810-1836

    Juan Carlos Arriaga RodrguezTania Libertad Camal Cheluja

    Los movimientos de independencia en Hispanoamrica no slo condujeron a la ruptura econmica y poltica de sociedades perifri-cas de su metrpoli colonial, tambin deben ser interpretados como procesos de coniguracin territorial. Es decir, tales movimientos tambin deben ser interpretados como procesos de secesin del espacio colonial y la inmediata fragmentacin de ste en territorios bajo el dominio de repblicas independientes. Ambos procesos marcaron el inicio de una nueva etapa en la particin territorial en Amrica Latina.

    La secesin e inmediata fragmentacin del territorio colonial espa-ol tuvo la trascendencia histrica equivalente a cuando el continente fue conquistado tres siglos atrs. Desde el punto de vista geohistri-co, la prdida del territorio colonial fue uno de los acontecimientos coyunturales ms importantes en la historia mundial y, especica-mente para Hispanoamrica, marc el in de un sistema social y de organizacin territorial y el trnsito hacia otros diferentes.1 La sece-sin territorial2 de las colonias hispanoamericanas fue consecuencia del triunfo de los movimientos de independencia, mientras que la

    1 Comellas Garca-Llera, Jos Luis. Del antiguo rgimen, en Historia General de Espaa y Amrica, Tomo XII, Madrid, Ediciones Rialp, 1981, p. XIV.2 Se entiende por secesin territorial a la separacin de una comunidad y el territorio que habita de una entidad poltica con el in de crear una entidad independiente o adhe-rirse a otra ya instituida.

    GeopolticaID4.indd 23 12/18/12 5:06 PM

  • 24

    Juan Carlos Arriaga y Tania Libertad Camal

    fragmentacin3 fue resultado de las luchas entre las lites de las ciuda-des capitales y de las ciudades de las provincias interiores. En ambos procesos histricos, la demanda de autonoma de las lites criollas fue un factor central, pues incentiv las intenciones y deseos independen-tistas y marc la ruta que sigui la formacin territorial de las nuevas repblicas.

    En el presente captulo se pretende explicar cmo la coniguracin territorial de las repblicas hispanoamericanas fue inluenciada por la demanda de autonoma y los conlictos entre las lites criollas que se derivaron de ello. Para explicar lo anterior, el texto est dividido en tres partes. En la primero se revisa cmo la demanda de autonoma fue el catalizador de los movimientos de independencia y, en conse-cuencia de la secesin territorial de las colonias espaolas en Amrica. En el segundo apartado se explica por qu la demanda de autonoma de las lites de las provincias impuls la fragmentacin territorial en las primeras repblicas. Finalmente, se presenta un recuento histrico del proceso de fragmentacin territorial de las primeras repblicas. En este relato histrico se pone atencin a las disputas polticas entre las lites criollas, pues stas tuvieron un impacto importante en la coni-guracin y organizacin de los territorios de las primeras repblicas hispanoamericanas.

    El proceso de secesin territorial de las colonias espaolas

    La coronacin de Jos I. Bonaparte como Rey de Espaa, desencade-n una serie de acontecimientos polticos en Amrica que se sinteti-zaron en las proclamas de independencia de las colonias. La ausencia del rey legtimo, Fernando VII, fortaleci la idea entre los liberales espaoles y algunos grupos de criollos notables en Amrica de que en tal circunstancia y, ante el impedimento evidente de designar un nuevo monarca, por encontrarse Espaa ante la imposicin de un

    3 La fragmentacin ocurre cuando una entidad poltica surgida de un proceso de sece-sin se divide en dos o ms entidades, cada una de las cuales construye su propio sistema jurdico poltico.

    GeopolticaID4.indd 24 12/18/12 5:06 PM

  • Secesin y fragmentacin

    25

    prncipe extrao la representacin deba ser depositada en el pue-blo, quien asuma temporalmente las funciones de defensa y adminis-tracin econmica y judicial de los territorios del imperio.4

    Las Juntas Provinciales fueron una forma improvisada de represen-tacin poltica, por lo cual los lderes de la resistencia en contra de la invasin francesa no posean legitimidad plena ante todos los grupos sociales. Debido a lo anterior, a inales de agosto de 1808 fue estable-cida la Junta Central Suprema Gubernativa del Reino y de las Indias, ins-titucin en la que se procur la representacin de cada una las Juntas Provinciales.5

    Para justiicar su existencia y su legitimidad, la Junta Central emi-ti un decreto por el cual se estableci que las provincias americanas no eran colonias, sino parte del reino de Espaa y las invit a enviar representantes a la realizacin de un Parlamento, reuniones de las Cortes, para redactar una nueva constitucin.6 Al poco tiempo de instituida, la Junta Central pretendi ejercer el poder por su cuenta, motivo por el cual algunas juntas provinciales se rebelaron y se auto-proclamaron como las verdaderas depositarias de la soberana del rei-no, lo que ocurri tanto en Espaa como en Amrica. En la mayora de los casos no se trataba de sentimientos independentistas o separa-tistas, sino de la reivindicacin de que ellas tambin eran depositarias legtimas de la soberana, en trminos de igualdad con las otras juntas provinciales de Amrica y Espaa. A partir de este momento, la de-

    4 Vd Burkholder, Mark A. De la impotencia a la autoridad. La Corona Espaola y las Au-diencias en Amrica, 1687-1808, Mxico, FCE, 1984, pp. 192-193, y Portillo Valds, Jos Mara. Crisis atlntica: autonoma e independencia en la crisis de la monarqua hispana, en coleccin Ambos Mundos, Madrid, Marcial Pons Historia, 2006, p. 56.5 Vd Guerra, Franois-Xavier. Modernidad e independencias. Ensayos sobre las revoluciones hispnicas, Mxico, FCE, 1992, pp. 42-43.6 Vd Hume, Martin. Historia de la Espaa contempornea, 1788-1898, Madrid, Imp. de Gabriel L. y del Horno, 1905, p. 162; Portillo Valds, Jos Mara. Op. cit., p. 55; Rodrguez, Jaime. Fronteras y conlictos en la creacin de las nuevas naciones en Iberoamrica, en Circunstancia, No. 9, Madrid, IUIOG, enero de 2006, p. 3; Rojas, Beatriz. Soberana y representacin en Zacatecas: 1808-1835, en Relaciones, vol. 22, nm. 85, Mxico, El Co-legio de Michoacn, 2001, p. 194, y Lovet, Gabriel H. El intento afrancesado y la guerra de independencia, en Historia general de Espaa y Amrica. Del Antiguo Rgimen hasta la muerte de Fernando VII, Tomo XII, Madrid, Ediciones Rialp, 1981, p. 194.

    GeopolticaID4.indd 25 12/18/12 5:06 PM

  • 26

    Juan Carlos Arriaga y Tania Libertad Camal

    manda de autonoma empez a tomar fuerza hasta convertirse en el justiicante de la secesin de los territorios de las primeras repblicas hispanoamericanas.7

    En Amrica fueron las lites criollas de las principales ciudades las que reclamaban mayor autonoma para sus provincias, especialmente a travs de la creacin de las juntas provinciales. En todo el territorio colonial, los criollos juraron idelidad a Fernando VII y procuraron apoyo inanciero a la metrpoli. Originalmente, la funcin de las juntas provinciales era oponerse a la imposicin de Jos Bonaparte y garantizar el retorno del rey legtimo a la titularidad del ejercicio de la soberana. Sin embargo, poco a poco crecieron las demandas de refor-mas que incluan libertades polticas, derechos para crear gobiernos locales y derechos de representacin en las instancias de gobierno monrquico.8

    A mediados de abril de 1809, la Junta Central emiti una convo-catoria para que las provincias de los virreinatos y capitanas de las colonias enviaran a Espaa representantes para integrarse a las futuras Cortes Constitucionales.9 Las primeras elecciones para designar a los representantes americanos ante la Junta Central se realizaron en 1809. En enero de 1810, corrompida, desprestigiada y dbil, la Junta fue disuelta y en su lugar fue establecido el Consejo de Regencia, institu-cin monrquica que inalmente se encarg de organizar los trabajos de los constituyentes en las Cortes Constitucionales.

    La mayora de las juntas americanas ya instituidas se negaron a reconocer al Consejo de Regencia. En las provincias en donde las lites criollas exigan reformas y mayor participacin en los asuntos gubernativos del reino, decidieron que era el momento para crear go-biernos independientes, cuya soberana recayera en las Juntas locales.

    7 Vd Portillo Valds, Jos Mara. Op. cit., pp. 57-63, y Lovet, Gabriel H. Op. cit., pp. 195-203.8 Vd Burkholder, Mark A. Op. cit., p. 193, y Carmagnani, Marcelo. El otro Occidente. Amrica Latina desde la invasin europea hasta la globalizacin, Mxico, FCE, 2004, pp. 140-141. 9 La Junta Central decidi que las colonias hispanoamericanas representadas en las Cortes fueran los Virreinatos de Nueva Espaa, Per, Santa Fe y Buenos Aires y las de-pendencias de Puerto Rico, Cuba, Santo Domingo, Guatemala, Provincias Interiores, Ve-nezuela, Chile y las Filipinas. Vd Parra-Prez, Caracciolo. Historia de la Primera Repblica de Venezuela, Caracas, Biblioteca Ayacucho, 1992, p. 242.

    GeopolticaID4.indd 26 12/18/12 5:06 PM

  • Secesin y fragmentacin

    27

    Para entonces la anarqua imperaba en Espaa, producto de la guerra de independencia contra Francia. Sin la amenaza de tropas espaolas que se los impidiera, las juntas de las provincias de Caracas, Buenos Aires, Nueva Granada y Paraguay en 1811 y Chile en 1812 proclama-ron su independencia. Mientras tanto, en las provincias agrcolas del centro de Nueva Espaa daba inicio una revuelta contra el Consejo de Regencia y el poder del virrey y la restitucin de Fernando VII. Las primeras proclamas de independencia fueron acciones aisladas y loca-lizadas en las ciudades capitales de ciertas provincias.10

    En un intento por contrarrestar las pretensiones independentistas de las colonias, el Consejo de Regencia acept convocar a la integra-cin de las Cortes con representantes de las provincias, convencin-dolas as de apoyar al nuevo gobierno. Esto calm momentneamente las inconformidades de algunas juntas provinciales en Amrica. La mayora de las provincias americanas realizaron elecciones para con-formar el parlamento de toda Espaa, excepto la gobernacin de la Banda Oriental, el resto de las provincias del Virreinato del Ro de la Plata no realizaron elecciones de representantes ni participaron en las cortes de Cdiz el cual tendra el poder para transformar el antiguo rgimen.11

    Las Cortes sesionaron entre inales de 1811 y principios de 1812 en la Real Isla de Len, cerca de Cdiz. Del trabajo constituyente sur-gi un documento en el que se proclamaba que la soberana resida en la nacin espaola y se ejerca por medio de las Cortes, no del rey. El texto fue la Constitucin Poltica de la Monarqua de Espaa, ms conocido como Constitucin de Cdiz.12 Tres aspectos contenidos en la Constitucin de Cdiz que debemos resaltar para comprender el proceso de secesin territorial de las colonias hispanoamericanas son los siguientes: la idea de nacin espaola, el territorio de las Espaas y el rgimen provincial.

    10 Vd Hume, Martin. Op. cit., pp. 163-169, y Parra-Prez, Caracciolo. Op. cit., pp. 234-235.11 Hume, Martin. Op. cit., p. 162, y Commons de la Rosa, urea. Cartografa de las divi-siones territoriales en Mxico, 1519-2000, Mxico, Instituto de Geografa/UNAM, p. 52.12 Vd Surez Verdaguer, Federico. Gnesis y obra de las Cortes de Cdiz, en Historia general de Espaa y Amrica, Tomo XII, Del Antiguo Rgimen hasta la muerte de Fernando VII, Madrid, Ediciones Rialp, 1981, p. 251.

    GeopolticaID4.indd 27 12/18/12 5:06 PM

  • 28

    Juan Carlos Arriaga y Tania Libertad Camal

    Respecto al primer punto, el artculo 1 de la Constitucin de Cdiz estableca que la nacin espaola era aquella conformada por indivi-duos asentados en Espaa y en Amrica. En este artculo constitucio-nal se fusionaban los conceptos de poblacin y territorio en la idea de nacin.13 Sin embargo no se trataba de la idea de nacin en trminos de comunidades culturales que han habitado un territorio desde mu-cho tiempo atrs, sino otra construida por el mismo Estado colonial: la de un pueblo vinculado a un territorio. Ms adelante se retomar el concepto con mayor detalle.

    En cuanto al segundo punto, el territorio de las Espaas, la Constitu-cin de Cdiz sealaba que el territorio espaol comprenda:

    [] la Pennsula con sus islas y posesiones adyacentes []. En Am-rica Septentrional Nueva Espaa con Nueva Galicia y Yucatn, Goa-temala (sic), Provincias Internas de Oriente, Provincias Internas de Occidente, isla de Cuba con las dos Floridas, la parte espaola de la isla de Santo Domingo, y la isla de Puerto Rico con las dems adyacen-tes a stas y otro mar. En la Amrica Meridional, la Nueva Granada, Venezuela, el Per, Chile, provincia del Ro de la Plata y todas las islas adyacentes en el mar Pacico y el Atlntico [].14

    Como se puede observar en el prrafo anterior, el conjunto de las provincias mencionadas conformaban las Espaas. Sin embargo, ni en este artculo ni en el resto del texto constitucional se deini el tr-mino provincia, ni tampoco se establecieron las divisiones interiores de stas. En otros artculos de la Constitucin se trat lo referente a los ayuntamientos, lo que permite inferir que stos seran la base de la divisin interna de las provincias. Igualmente, la Constitucin seala que una divisin territorial ms precisa se realizara mediante una ley especica, redactada cuando la situacin poltica lo permitiera.15

    13 La Nacin espaola es la reunin de todos los espaoles de ambos hemisferios. Ar-tculo 1 de la Constitucin de Cdiz de 1812. Disponible en: htp://www.hispanidad.info/1812cadiz.htm.14 Artculo 10 de la Constitucin de Cdiz de 1812, op. cit.15 Artculo 11 de la Constitucin de Cdiz de 1812, op. cit.

    GeopolticaID4.indd 28 12/18/12 5:06 PM

  • Secesin y fragmentacin

    29

    En el artculo 10 sealado, Amrica Septentrional y Amrica Meri-dional estaban conformadas por diversas provincias. Ambas Amricas fueron concebidas como regiones geogricas y no como unidades jurdico-administrativas. Por eso, en el caso de Amrica Septentrional, la Constitucin distingui entre Nueva Espaa y las Provincias de Oriente y Occidente, Nueva Galicia, Yucatn y Guatemala, lo que in-dica que los constituyentes de Cdiz las consideraron provincias con autoridades propias e independientes entre s.16

    Finalmente, en cuanto al rgimen provincial, la Constitucin de C-diz modiic la estructura y el funcionamiento de las divisiones jurdi-co administrativas al incorporar las iguras de jefe superior al frente de la provincia y la diputacin provincial.17 En el jefe superior residira el gobierno poltico, y sera designado directamente por el rey; en tanto que la diputacin provincial sera una especie de oicina gubernativa encargada de la administracin del territorio. Asimismo, el texto cons-titucional sealaba que los pueblos, es decir, las pequeas divisiones jurdico-administrativas de las intendencias, estaran gobernados por el alcalde o alcaldes, regidores y procurador sndico, electos cada ao.18 Fue as como se estableci el principio de representacin polti-ca en las estructuras de gobierno provincial.

    El concepto de representacin poltica expresado en la Constitucin de Cdiz estuvo asociado a la idea de territorio y a la concepcin jurdica de nacin (poblacin atada a un territorio). Es decir, la ad-ministracin del territorio de las provincias ya no sera un asunto de-cidido exclusivamente por la monarqua metropolitana, sino un punto de partida para reconocer el derecho de los criollos de las provincias americanas, como parte de la nacin espaola, a crear autogobiernos

    16 Vd Gortari Rabiela, Hira de. Nueva Espaa y en Mxico: Intendencias, modelos constitucionales y categoras territoriales, 1786-1835, Scripta Nova. Revista Electrnica de Geografa y Ciencias Sociales, vol. X, nm. 218/ 72, agosto de 2006, Universidad de Barce-lona. Disponible en [htp://www.ub.es/geocrit/sn/sn-218-72.htm].17 El gobierno poltico de las provincias residir en el jefe superior, nombrado por el Rey en cada una de ellas. Artculo 324 de la Constitucin de Cdiz de 1812, op. cit.18 Surez Verdaguer, Federico. Op. cit., p. 251.

    GeopolticaID4.indd 29 12/18/12 5:06 PM

  • 30

    Juan Carlos Arriaga y Tania Libertad Camal

    en sus respectivos territorios y tener representacin en los nuevos r-ganos de gobierno monrquico.19

    Para mala fortuna de los criollos liberales en Amrica y Espaa, la vigencia de Constitucin de Cdiz fue efmera y desapareci. Cuando Fernando VII regres al trono en 1814, aboli las Cortes, la misma Constitucin y reinstaur el absolutismo. La abrogacin de la Consti-tucin de Cdiz profundiz las pugnas de la monarqua con las lites criollas y dividi a estas ltimas en dos bandos: por un lado, el libe-ral, que pugnaba por la vigencia de la Constitucin de 1812 y, por el otro, los moderados y realistas, que defendan la soberana absoluta de Fernando VII. Sin embargo, ms que un enfrentamiento ideolgico, se trataba de una lucha entre grupos de poder por deinir el tipo de rgimen poltico y la forma de organizacin territorial que deba im-perar en las colonias. Como veremos ms adelante, lo que se debata era, por un lado, si se deba conservar la monarqua absolutista diri-gida desde Espaa, instaurar una monarqua parlamentaria con auto-noma de las provincias o establecer repblicas independientes; por el otro, si se deba mantener el modelo centralizado de la administracin territorial o si se deba implantar un nuevo modelo de administracin poltica de los territorios de las provincias.20

    La represin desatada por la corona espaola luego de la abolicin de la Constitucin de Cdiz estimul a los criollos liberales a actuar de manera ms decidida para instaurar repblicas independientes. De esta manera, hacia 1816 retomaron fuerza las revueltas en Amrica del Sur y, para julio de ese ao las provincias del Ro de la Plata, reunidas en la ciudad de Tucumn, consumaron su independencia y crearon las Provincias Unidas en Sudamrica. Al ao siguiente, El Libertador Jos de San Martn invadi Chile y apoy la creacin de una nueva rep-blica en febrero de 1818; en 1821 invadi la ciudad de Lima y facilit la creacin de la primera repblica del Per en 1822. En Venezuela y

    19 Vd Gortari Rabiela, Hira de. Op. cit., obra completa; Surez Verdaguer, Federico. Op. cit., p. 251, y Quijada, Mnica. Sobre la idea de nacin, pueblo y soberana y otros ejes de la modernidad en el mundo hispnico, en Jaime Rodrguez (comp.), Las nuevas nacio-nes. Espaa y Mxico 1800-1850, Madrid, Fundacin MAPFRE, 2008, pp. 30-31.20 Hume, Martin. Op. cit., p. 174.

    GeopolticaID4.indd 30 12/18/12 5:06 PM

  • Secesin y fragmentacin

    31

    Nueva Granada, los independentistas encabezados por Simn Bolvar incrementaron sus acciones militares, expulsaron a los realistas de la mayor parte de los territorios y fundaron la Repblica de la Gran Co-lombia en 1819. En Nueva Espaa, sin embargo, entre 1815 y 1820, el gobierno virreinal consigui someter a los ejrcitos de los insurgentes y reducirlos a guerrillas regionales. Lo mismo ocurri en Centroam-rica, donde el nico reducto independentista y liberal fue la intenden-cia de El Salvador.21

    A inales de 1819 Espaa estaba nuevamente en bancarrota y la impopularidad de Fernando VII iba creciendo. Para recuperar las posesiones coloniales ya independizadas, la corona deba enviar ms tropas, las cuales no poda sufragar. En 1820, los liberales espaoles con la sublevacin de Rafael de Riego lograron forzar al rey a reinstaurar la monarqua constitucional establecida en la Constitu-cin de Cdiz, lo cual produjo reacciones diferentes en Amrica. En algunos casos fue restablecido temporalmente el orden constitucional de Cdiz (Nueva Espaa, el Per y en las Capitanas de Guatemala y Yucatn), en otros se ratiic la separacin poltica y secesin terri-torial de Espaa (Nueva Granada, Ro de la Plata y las Capitanas de Venezuela y Chile).22

    Proceso de ragmentacin territorial de las primeras repblicas hispanoamericanas

    Consumada la independencia de las colonias hispanoamericanas, los lderes independentistas e intelectuales simpatizantes del movimien-to daban como un hecho incuestionable que los reinos, audiencias y capitanas seran sustituidos por instituciones republicanas, cada una de las cuales sera independiente y heredara el espacio territorial de

    21 Hermann, Christian. Les rvolutions Dans le monde ibrique, 1766-1834: LAmrique, Vol 2, Coleccin Ls rvolutions dans le monde ibrique, 1766-1834: soulvement national et rvolution librale, tat des questions, Bordeaux, Presses Universitaires de Bordeaux, 1991, p.191, y Beyhaut, Gustavo y Hlne Beyhaut, Amrica Latina, coleccin Historia Univer-coleccin Historia Univer-sal, Mxico, Siglo XXI, 1985, pp. 13-15.22 Hume, Martin. Op. cit., p. 174.

    GeopolticaID4.indd 31 12/18/12 5:06 PM

  • 32

    Juan Carlos Arriaga y Tania Libertad Camal

    la institucin colonial a la que reemplazaba. As fue considerado, por ejemplo, en el Reglamento de Juntas Provinciales y Subordinadas y Sub-alternas de 1811 en Argentina o en las constituciones de la Gran Co-lombia de 1819 (Constitucin de Angostura) y de Mxico de 1824.23

    Los lderes independentistas visualizaban el territorio de las rep-blicas que iban creando como aquel que haba estado bajo el dominio de la institucin administrativa colonial a la que pretendan derrocar. Fue por ello que las primeras repblicas hispanoamericanas surgidas entre 1810 y 1824, nacieron sobre los territorios ocupados por los Vi-rreinatos (Las Provincias Unidas del Ro de la Plata, la Repblica de Colombia, el Per y Mxico); Capitanas Generales (Chile, Paraguay, las Provincias Unidas de Centroamrica); Audiencias (Bolivia) e In-tendencias (Repblica Oriental del Uruguay).

    La fragmentacin de los territorios coloniales no fue el objetivo de los movimientos de independencia y de sus lderes, ni de los primeros gobiernos republicanos, pues stos siempre creyeron en supuestos de-rechos territoriales heredados del antiguo rgimen. Adems, la inde-pendencia poltica de las colonias hispanoamericanas dej intactas a las estructuras econmicas y sociales del antiguo rgimen, por lo cual era comprensible que las lites criollas buscaran conservar los lmites de los territorios coloniales sobre los que operaban dichas estructu-ras. La independencia poltica y la secesin territorial de las colonias hispanoamericanas fortalecieron los sentimientos autonomistas de las lites criollas de las provincias y, las impuls a desaiar el centra-lismo poltico administrativo de las lites radicadas en las ciudades capitales, reclamando incluso, en ciertos casos, derechos a instituirse como repblicas independientes. El autonomismo se manifest en el marco del conlicto entre lites de las ciudades capitales y de las ciuda-des de las provincias por el derecho al ejercicio de su soberana. Este conlicto reiere a dos formas diferentes de concebir la organizacin poltico-administrativa del territorio: centralismo versus federalismo.

    23 Vd Fernndez, Jorge y Julio Csar Rondina. Historia Argentina: 1810-1930, Univer-sidad Nacional del Litorial, 2004, p. 34, y Monsalve, Jos Dolores. El ideario poltico del libertador Simn Bolvar, Madrid, Editorial Amrica, 1916, p. 267.

    GeopolticaID4.indd 32 12/18/12 5:06 PM

  • Secesin y fragmentacin

    33

    Este conlicto fue uno de los asuntos persistentes hasta prcticamente el tercer tercio del siglo xix.24

    El rgimen centralista o unitario no slo era la nica experiencia de gobierno que haban conocido las nacientes repblicas hispanoame-ricanas, sino que adems era la nica aceptada por buena parte de las lites criollas. Por ejemplo, para algunos notables criollos mexicanos de principios del siglo xix, si el territorio que le corresponda a la na-cin mexicana era aquel deinido en la Constitucin de Cdiz como Amrica Septentrional, entonces la organizacin poltica deba regirse por prcticas imperiales.

    En contraparte al rgimen centralista o unitario, la propuesta de un sistema liberal de gobiernos autnomos, con un poder ejecutivo supeditado al legislativo era sumamente atractiva. La ilosofa pol-tica francesa, las ideas dominantes en el iusnaturalismo jurdico, la experiencia de la descentralizacin poltico-administrativa generada por el sistema de Intendencias del perodo colonial y el ejemplo po-ltico de Estados Unidos daban la explicacin y la ruta a seguir para lograr la prosperidad y la libertad en el marco de un rgimen federal. De la combinacin de elementos anteriores surgi la propuesta de una repblica liberal, representativa e igualitaria, en sntesis de una repblica federal.25

    En las ciudades capitales y en las ciudades de las regiones interio-res en donde las estructuras econmicas y sociales coloniales estaban muy arraigadas, dominaba una lite criolla que insista en ejercer dominio poltico sobre todo el territorio de la repblica a travs del poder de un hombre fuerte rey o presidente vitalicio instalado en la direccin del Estado. En contraparte, en las provincias en donde el comercio se realizaba con mercados del exterior, dominaba otra li-

    24 Vd Garca lvarez, Jacobo. El estudio geohistrico de las divisiones territoriales sub-estatales en Europa y Amrica Latina. Actualidad y renovacin, en Investigaciones Geo-gricas, nm. 3, Alicante, Instituto Universitario de Geografa, Universidad de Alicante, 2003, pp. 73-74.25 Vd Monteagudo, Bernardo. Ensayo sobre la necesidad de una federacin jeneral [sic] en-tre los estados, Lima, Impresora del Estado (reimpreso en Guatemala, Imprenta Nueva), 1825.

    GeopolticaID4.indd 33 12/18/12 5:06 PM

  • 34

    Juan Carlos Arriaga y Tania Libertad Camal

    te oligrquica que demandaba mayor representacin en el control del gobierno nacional y exiga su derecho a instalar un gobierno propio.26

    La disputa por la autonoma entre las ciudades de las provincias y los poderes instituidos en las ciudades capitales no fue simplemente un asunto de teora jurdica, sino que se le debe entender como un conlicto entre las clases dirigentes criollas por la deinicin del tipo de rgimen poltico que deba imperar en la repblica y, particular-mente, por el modelo de organizacin territorial que deba implan-tarse. No se trataba tampoco de una disputa por la realizacin de cambios estructurales que beneiciaran a otros grupos sociales de rango menor, sino del tipo de rgimen poltico que se debera adoptar para garantizar los principios establecidos en el rgimen jurdico, esto es, la libertad, independencia y seguridad de la repblica, as como el espacio que quedara bajo dominio y jurisdiccin de ese rgimen.

    La pugna entre centralistas y federalistas se daba en el marco de es-tructuras sociales y econmicas construidas y fuertemente enraizadas a lo largo de tres siglos de dominacin colonial. Las provincias donde el movimiento independentista fue intenso y estaban a favor de ins-taurar una repblica federal, eran controladas por una lite criolla con fuertes vnculos comerciales externos e inluenciada por la ideologa liberal. En contraparte, las provincias en donde la inluencia realista fue mayor estaban dominadas por una lite conformada por penin-sulares y terratenientes criollos. Ahora bien, el apoyo que las lites brindaron a los gobiernos federalistas o centralistas se daba ms por intereses econmicos que ideolgicos.27

    En algunas provincias en donde la estructura econmica estaba ba-sada en la explotacin del trabajo esclavo o en actividades productivas anteriormente protegidas por el rgimen colonial (Cuba, Santo Do-mingo o Puerto Rico) se distinguieron por rechazar la independencia

    26 Vd Fernndez, Jorge y Julio Csar Rondina. Op. cit., pp. 12-13 y, Rodrguez, Jaime. Op. cit., p. 6.27 Vd Saether, Steinar A. Identidades e independencia en Santa Marta y Riohacha, 1750-1850, Bogot, Instituto Colombiano de Antropologa e Historia, 2005, y Saether, Steinar A. La independencia y la redeinicin del concepto de indignidad alrededor de Santa Marta, Colombia, 1750-1850, en Memorias. Revista Digital de Historia y Arqueologa des-de el Caribe, ao/vol. 5, nmero 009, Barranquilla, julio de 2008.

    GeopolticaID4.indd 34 12/18/12 5:06 PM

  • Secesin y fragmentacin

    35

    y, otras en donde el movimiento independentista triunf se opusieron a adoptar gobiernos de tipo federal (Antioquia, Nueva Granada, Qui-to, Guatemala, Lima, etctera). En ambos casos las lites locales no deseaban perder sus privilegios ni tampoco que ocurrieran cambios en el sistema econmico, mucho menos que se decretara la liberacin de la fuerza de trabajo esclava y el servilismo indgena. Las lites crio-llas de dichas provincias eran latifundistas y esclavistas, pero sobre todo conformaban la lite del poder en dichas regiones.

    Precisamente, la forma en cmo las lites criollas de ciudades capi-tales y de los provincias interiores negociaron o pactaron el problema de la autonoma, marc la ruta que siguieron los diferentes pueblos hispanoamericanos en la creacin de repblicas independientes y la coniguracin de sus territorios. Los gobiernos de las primeras rep-blicas fueron efmeros. Las crisis polticas que provocaron la cada de esos gobiernos en varios casos tuvieron como desenlace la fragmen-tacin en nuevas repblicas y territorios. Este proceso de fragmenta-cin poltica y territorial fue relejo de los conlictos polticos entre las lites criollas, y tambin de la resistencia de estas a los cambios en las estructuras sociales y econmicas de sus regiones.

    Como veremos en el recuento histrico del siguiente apartado, la creacin de las nuevas repblicas hispanoamericanas estuvo estrecha-mente vinculada al proceso de coniguracin y fragmentacin territo-rial. Se puede observar que a lo largo de este proceso, la lucha por la autonoma de las provincias del interior contra las pretensiones cen-tralistas de las ciudades capitales fue la constante. Tambin podemos observar que la idea de nacin no tuvo algn impacto en la creacin de las repblicas hispanoamericanas y sus territorios, tampoco lo tuvo en la delimitacin territorial subsecuente. Ciertamente, una de las co-rrientes del pensamiento poltico ms atractivas para la mayora de los intelectuales independentistas hispanoamericanos de principios del siglo xix, fue el liberalismo y su tesis sobre la idea de nacin, esto es, la de un pueblo soberano con su propio territorio. Sin embargo, en la Hispanoamrica de aquel tiempo no exista la idea de naciones ameri-canas en el sentido de comunidades culturales como hoy lo interpre-tamos. La idea liberal de nacin empez a ser construida durante la lucha de independencia de las repblicas y fue tomando forma duran-

    GeopolticaID4.indd 35 12/18/12 5:06 PM

  • 36

    Juan Carlos Arriaga y Tania Libertad Camal

    te el proceso de consolidacin del Estado a lo largo del siglo xix. La construccin de la idea de nacin pas por un largo proceso histrico de deinicin en el cual las revoluciones polticas y las luchas militares jugaron un papel muy importante, pero no fue un elemento signiica-tivo en la coniguracin territorial de las primeras repblicas.

    En la fragmentacin de los territorios escindidos de la corona espa-ola, el factor geogrico tuvo una inluencia an ms decisiva que la idea de nacin. La organizacin del territorio colonial sigui la geogra-fa fsica de las regiones que los conquistadores iban ocupando: ros navegables que comunicaban a las ciudades y los centros de produc-cin del interior (Hinterland) con las ciudades portuarias de la costa; ros que servan para deinir la divisin entre unidades territoriales (reinos, provincias, cabildos, etctera); montaas, selvas, bosques y desiertos que obstaculizaban las comunicaciones entre regiones colin-dantes, etctera. Al consumarse la independencia, las diicultades de comunicacin entre las ciudades capitales de los virreinatos y capita-nas con sus provincias perifricas condujeron a estas ltimas a buscar vnculos con el exterior antes que hacerlo entre ellas.

    Un claro ejemplo de lo anterior es Centroamrica. Como explica Christian Hermann, una de las caractersticas geogricas ms impor-tantes de esta regin es la cadena de montaas que da forma a valles y cuencas interiores. Durante el perodo colonial, cada uno de estos es-pacios fue asentamiento de unidades territoriales diferenciadas, aun-que dependientes de una ciudad central, Santiago de Guatemala. En el istmo no existe una corriente luvial que la cruce longitudinalmen-te, ni tampoco una meseta central que sirva de nodo de integracin de las unidades jurdico-administrativas perifricas, tal y como ocurri en Nueva Espaa. De esta manera, proclamada la independencia de la Capitana General de Guatemala y creada la entidad Provincias Uni-das del Centro de Amrica en 1824, la desvinculacin entre sus prin-cipales unidades territoriales se hizo evidente: la mitad de Guatemala estaba estrechamente ligada a Chiapas, Tabasco y Yucatn; Costa Rica estaba orientada hacia Nueva Granada por conducto de la provincia de Panam; El Salvador y las poblaciones costeras al Ocano Paci-co de Honduras, Nicaragua y Costa Rica tenan ms contacto con los puertos de Acapulco en Mxico y el Callao en el Per que entre

    GeopolticaID4.indd 36 12/18/12 5:06 PM

  • Secesin y fragmentacin

    37

    ellas mismas; lo mismo ocurra en la costa atlntica que slo miraba a las Antillas inglesas. Por ltimo, los pantanos de los litorales de la costa atlntica y sus selvas tropicales circundantes fueron obstculos naturales de proteccin para diferentes pueblos indios y comunidades tnicas (la comunidad garfuna, por ejemplo). Estas comunidades in-luyeron en la organizacin territorial de las repblicas surgidas de la disolucin de las Provincias Unidas.28

    La coniguracin territorial de las primeras repblicas hispanoamericanas: 1819-1836

    En Mxico, la disputa entre las lites criollas ocurri entre los promo-tores de la repblica con un presidente fuerte Vicente Guerrero y los defensores una monarqua constitucional con un prncipe fuerte Agustn de Iturbide. Rechazada la posibilidad de un rgimen mo-nrquico con la abdicacin forzada de Agustn de Iturbide, el dilema siguiente fue encontrar una frmula poltica que permitiera conservar la integridad territorial y garantizar la independencia ante el exterior. La instauracin de un gobierno estable ocurri hasta el ltimo cuarto del siglo xix y durante todo ese tiempo el pas perdi la mitad de su territorio en la guerra contra Estados Unidos, vivi la amenaza de se-cesiones territoriales de algunos de sus estados federados (Yucatn en 1848; Sonora 1853-1854; la Repblica del Ro Grande en 1840, inte-grada por Coahuila, Nuevo Len y Tamaulipas); de una expedicin espaola de reconquista (la expedicin de Isidro Barradas en 1829) y de la reinstauracin de un rgimen monrquico (Segundo Imperio, 1864-1867).

    En todo caso, la coniguracin original del territorio mexicano fue pactada por los liberales federalistas en 1824, lo cual adems permi-ti la independencia pacica de las provincias de Centroamrica. Los monarquistas mexicanos deseaban mantener unido el antiguo terri-torio de Amrica Septentrional, lo que explica el motivo principal de la expedicin de Vicente Filisola a Centroamrica, ordenada por el

    28 Hermann, Christian. Op. cit., p. 189.

    GeopolticaID4.indd 37 12/18/12 5:06 PM

  • 38

    Juan Carlos Arriaga y Tania Libertad Camal

    emperador Agustn de Iturbide en 1822-1823. Al inalizar el perodo colonial, la Capitana General de Guatemala no formaba parte jurdi-ca ni administrativamente del Virreinato de Nueva Espaa. Los crio-llos liberales de las diferentes intendencias centroamericanas slo Guatemala no posey su propia intendencia conceban autnomas a sus instituciones de gobierno locales y actuaron en consecuencia desde 1810 para conservar este estatus para sus regiones, aunque sin romper los vnculos con la metrpoli.

    La proclama de la independencia de Mxico en 1821, contenida en el Plan de Iguala, fue comunicada a las autoridades de Guatemala, in-vitndolas a formar parte del Imperio Mexicano. Para los liberales cen-troamericanos, la propuesta mexicana signiicaba la independencia en orden y en paz, pero no garantizaba la autonoma de las provincias. La Intendencia de Chiapas acept la invitacin, al igual que la Intendencia de Yucatn, no as el resto de las provincias centroamericanas, las cua-les declararon su independencia tanto de Espaa como de Guatemala. Nicoya (Honduras), Nicaragua y El Salvador proclamaron su inde-pendencia en los primeros das de septiembre; Costa Rica declar su independencia a inales de octubre, separndose con ello de Nicaragua. La secesin pacica de las provincias centroamericanas respecto de Es-paa se consum en un perodo de un mes. La preocupacin principal de algunos grupos de la lite criolla centroamericana era mantener la hegemona de la ciudad capital, Guatemala, sobre el resto de las pro-vincias centroamericanas y, al mismo tiempo, evitar una guerra civil.29

    Las proclamas independentistas de las provincias centroamerica-nas disgustaron al emperador Iturbide, pues deseaba mantener unido el antiguo territorio de Amrica Septentrional que, desde su punto de vista, tambin inclua la Capitana de Guatemala. Como seala Lucas Alamn, el proyecto monrquico de Iturbide consideraba que la inde-pendencia de Espaa implicaba el surgimiento del Imperio Mexicano,

    29 Ibdem, pp. 191-92; Woodward, Ralph Lee. Cambios en el Estado guatemalteco en el siglo XIX, en Teracena Arriola, Arturo y Jean Piel (coords.), Identidades nacionales y Estado moderno en Centroamrica, San Jos, Editorial Universidad de Costa Rica, 1995, p. 117, y Anna, Timothy. La independencia de Mxico y Centroamrica, en Bethell, Les-lie (ed.), Historia de Amrica Latina No. 5. La Independencia, Barcelona, Editorial Crtica, 1991, p. 72.

    GeopolticaID4.indd 38 12/18/12 5:06 PM

  • Secesin y fragmentacin

    39

    el cual heredaba por derecho natural el territorio de Amrica Septen-trional. Por lo tanto, agrega, las pretensiones independentistas de cier-tas provincias centroamericanas cercenaba el territorio del Imperio, tal y como fue proclamado en la Constitucin de Cdiz.30

    En cierto momento, incluso, Iturbide lleg a imaginar la expansin territorial de su imperio anexando las islas de Cuba, Puerto Rico y Santo Domingo, como paso previo para colocar a su Imperio como potencia hegemnica en el Caribe. Fue el mismo sueo de crear grandes naciones sobre grandes territorios que compartieron Simn Bolvar con su proyecto de la Confederacin Andina y Jos de Santa Cruz con intento de creacin de la Confederacin Peruano-Boliviana. Todos estos sueos fracasaron.31

    Moderados, realistas e incluso algunos miembros del clero centro-americano apoyaron el movimiento de adhesin al Imperio Mexica-no, dirigido por Gabino Ganza.32 La proclama de adhesin a Mxico fue anunciada en enero de 1822, luego de realizadas las consultas a los cabildos en diciembre anterior. Sin embargo, la unin a Mxico fue rechazada por las autoridades civiles de El Salvador, cuyos lderes, Manuel Jos de Arce y el padre Jos Matas Delgado se declararon en rebelda. Tropas guatemaltecas al mando de Ganza fueron enviadas a El Salvador para someter a las autoridades rebeldes, pero cayeron derrotadas. Ganza entonces solicit refuerzos a Iturbide; tropas que ya estaban apostadas en Chiapas llegaron a la ciudad de Guatemala a mediados de junio. Ante el peligro de la invasin del ejrcito imperial

    30 Alamn, Lucas. Historia de Mxico. Con una noticia preliminar del sistema de gobierno que rega en 1808 y del estado en que se hallara el pas en el mismo ao, Tomo V. Mxico, Imprenta de Victoriano Ageros y Comp. Editores, 1885, pp. 368-369.31 Vd Rojas, Rafael. El Mxico de Iturbide. Indicios de un imaginario imperial, en Pol-tica y Gobierno, vol. VI, nm. 2, Mxico, CIDE (2 semestre), 1999, pp. 491-493, y Lucena Salmoral, Manuel. Atlas histrico de Latinoamrica: desde la prehistoria hasta el siglo XXI, Madrid, Ed. Sntesis, 2005, p. 148.32 Gabino Ganza y Fernndez de Medrano fue el militar espaol que reprimi la rebe-lin de Tpac Amaru en Per en 1784, y como jefe del ejrcito realista en Chile irm con Bernardo OHiggins el tratado de Lircay con el que se reconoci la independencia de esta Capitana General.

    GeopolticaID4.indd 39 12/18/12 5:06 PM

  • 40

    Juan Carlos Arriaga y Tania Libertad Camal

    mexicano, la Junta de Gobierno presidida por el padre Delgado pro-clam la anexin de El Salvador a Estados Unidos.33

    No haban iniciado an los enfrentamientos entre las tropas impe-riales y las fuerzas rebeldes centroamericanas cuando el emperador Iturbide fue depuesto en marzo de 1823, anulando con ello la amena-za de guerra, as como la proclama salvadorea de anexin a Estados Unidos. El general Vicente Filisola retir las tropas mexicanas de Cen-troamrica y llam a todos los habitantes de la Capitana General a elegir a sus diputados a la asamblea constituyente de la Federacin de la Amrica Central. En julio de 1823 las provincias del Antiguo Reino de Guatemala, excepto Chiapas y el Soconusco,34 ratiicaron la deci-sin de crear su propia repblica. El Congreso mexicano acept la si-tuacin y las provincias centroamericanas conservaron pacicamente su independencia. De esta manera naci la repblica centroamericana llamada Provincias Unidas del Centro de Amrica, que en 1824 ad-quiri el nombre de Repblica Federal de Centroamrica.35

    La federacin centroamericana estuvo conformada por los territo-rios de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Tambin consideraba parte de su territorio a la colonia de Honduras Britnicas hoy Belice y el Soconusco. El proceso de fragmenta-cin de esta repblica inici en 1838, primero con la separacin de Nicaragua; poco despus ese mismo ao, por Honduras y Costa Rica y, al ao siguiente, por Guatemala que conserv por la fuerza el te-rritorio de Los Altos que a su vez inclua el Soconusco y mantena el

    33 Vd Hermann, Christian. Op. cit., p. 192; Ayala Bentez, Luis Ernesto. La Iglesia y la in-dependencia poltica de Centro Amrica: El caso de El Estado de El Salvador (1808-1833), Roma, Pontiicia Universidad Gregoriana, 2007, pp. 143-256 y, Woodward, Ralph Lee. Op. cit., p. 121.34 La provincia del Soconusco se mantuvo en litigio entre Guatemala y Mxico hasta 1842. La pertenencia del Soconusco a Chiapas fue ratiicada en el Tratado de Lmites en-tre Mxico y Guatemala de 1884, tratado con el cual, adems, la repblica centroamerica-na renunci deinitivamente a Chiapas y particularmente al Soconusco.35 Vd Commons de la Rosa, urea. Op. cit., p. 74; Hermann, Christian. Op. cit., p.192; Woodward, Ralph Lee. Op. cit., p. 122, y Anna, Timothy. Op. cit., pp. 72-73.

    GeopolticaID4.indd 40 12/18/12 5:06 PM

  • Secesin y fragmentacin

    41

    reclamo de derechos histricos sobre Honduras Britnicas. As des-apareci el primer intento de integracin poltica en Centroamrica.36

    Al sur, en Nueva Granada, la lite criolla de Bogot proclam la independencia del Virreinato en julio de 1810. El problema que en-frentaron desde el primer momento fue construir un gobierno legti-mo para todo el Virreinato. Por un lado, la lite de Cartagena de Indias conserv su propia Junta gubernativa iel al Consejo de Regencia; por otro Tunja, Socorro, Pamplona, Santiago de Cali, Antioquia y Angos-tura reclamaron, en nombre de sus respectivas provincias, la soberana para una repblica denominada Confederacin de las Provincias Uni-das de Nueva Granada. En la provincia de Santa Fe de Bogot, ciudad capital del Virreinato, la casta criolla proclam su propia repblica de tendencia centralista, llamada Cundinamarca. Las provincias de Popayn y Pasto se declararon ieles al Consejo de Regencia. De esta manera, para inales de 1811 existan en Nueva Granada tres regiones bajo dominio de gobiernos diferentes. Esta situacin poltica dio pie a una multiplicidad de soberanas territoriales que no slo impidi la con-formacin de un gobierno central uniicado y fuerte, sino que adems empuj a las provincias a sostener una guerra civil.37

    En los cuatro aos siguientes se realizaron diferentes intentos por uniicar a las provincias en torno a una sola repblica, aunque estas ya estaban coaligadas en dos facciones. Por un lado, el grupo liderado por Cartagena con su propuesta de gobierno federal que otorgaba a cada provincia autonoma e igualdad. Por el otro, el grupo encabezado por Santa Fe de Bogot que propugnaba por un gobierno centralista y leal a los realistas. En marzo de 1811, los notables santafesinos realizaron un congreso en el que crearon el estado de Cundinamarca y recono-cieron a Fernando VII como su rey. Al mismo tiempo, Cartagena y su coalicin crearon las Provincias Unidas de Nueva Granada. El gobier-

    36 Taracena Arriola, Arturo y Jean Piel. Identidades nacionales y estados modernos en Cen-troamrica, San Jos, Editorial Universidad de Costa Rica, 1995, pp. 50-56.37 Vd Restrepo Meja, Isabela. La soberana del pueblo durante la poca de indepen-dencia, 1810-1815, en Historia Crtica, nm. 029, Bogot, Universidad de los Andes, 2005, p. 10, y Amores Carredano, Juan Bosco. La independencia de la Amrica Conti-nental espaola, en Amores Carredano, Juan B. (coord.), Historia de Amrica, Barcelona, Ed. Ariel, 2006, p. 605.

    GeopolticaID4.indd 41 12/18/12 5:06 PM

  • 42

    Juan Carlos Arriaga y Tania Libertad Camal

    no de esta confederacin recay en el Congreso de la Confederacin, el poder presidencial estaba subordinado a ste y cada provincia poda establecer su propia constitucin. El escenario estaba listo para el ini-cio de la guerra civil, misma que se prolongara hasta inales de 1814 y termin con la derrota del ejrcito de las Provincias Unidas. As concluy el perodo de lo que la historiografa colombiana denomina como la Patria Boba.38

    Por otra parte, en la Capitana de Venezuela, en abril de 1810 el Ca-bildo de Caracas destituy al capitn general e instal la Junta Supre-ma Conservadora de Derechos de Fernando VII ( Junta de Caracas), lo que constituy la primera experiencia de gobierno autnomo en Venezuela. La junta ejerci su autoridad hasta marzo de 1811 cuando fue sustituida por el Primer Congreso Nacional, institucin encar-gada de redactar la Declaracin de Independencia y la creacin de la Confederacin de Venezuela. En el texto constitucional se reconoci la autonoma de las llamadas Provincias Unidas de Venezuela (Cara-cas, Cuman, Barinas, Barcelona, Margarita, Mrida y Trujillo), en trminos de igualdad entre poderes provinciales. Tambin estableci el dominio del Legislativo sobre el Ejecutivo, integrado por un triun-virato.39

    La Confederacin de Venezuela, tambin conocida como la Pri-mera Repblica, colaps cuando el Congreso decidi otorgar amplios poderes civiles y militares a Francisco de Miranda es decir, lo ungi como dictador para combatir a los realistas venezolanos (Coro, Maracaibo y Barcelona) aliados con los realistas de Santo Domingo. Sin embargo, la medida fue infructuosa y la repblica se derrumb en julio de 1812.40

    38 Vd Aguilera Pea, Mario. Divisin poltica administrativa de Colombia, en Revista Credencial Historia, nm. 145, 2002, y Domnguez, Camilo, et al. Construccin y de-construccin territorial del Caribe colombiano durante el siglo XIX, en Scripta Nova, Revista Electrnica de Geografa y Ciencias Sociales, vol. X, nm. 218 (75), Universidad de Barcelona, 2006. Disponible en: htp://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-218-75.htm.39 Vd Ynez, Francisco Javier. Compendio de la historia de Venezuela: desde su descubri-miento y conquista hasta que se declar estado independiente, Caracas, Imprenta de A. Dami-rn, 1840, pp. 164-171y, Parra-Prez, Caracciolo. Op. cit., pp. 234-236.40 Ibdem, p. 254.

    GeopolticaID4.indd 42 12/18/12 5:06 PM

  • Secesin y fragmentacin

    43

    Luego de varios intentos por reinstaurar una repblica indepen-diente, el objetivo se logr inalmente en diciembre de 1819, bajo el liderazgo de Simn Bolvar en el Congreso de Angostura. Ah fue redactada una constitucin que centralizaba el poder en el Ejecutivo, depositado en Simn Bolvar como presidente, a quien adems se le otorg la facultad de suspender la carta fundamental cuando as lo considerara conveniente.41 Tambin en el Congreso de Angostura fue creada la Repblica de Colombia luego llamada Gran Colom-bia conformada por los territorios del Virreinato de Nueva Grana-da y la Capitana General de Venezuela; posteriormente se adhiri la Comandancia de Panam en 1821 y fueron anexadas las provincias de Quito y Guayaquil en 1824. El territorio imaginado para la nueva repblica colindaba al norte con la capitana de Guatemala, al sur con el Virreinato del Per y al oriente con el imperio del Brasil y la Guyana inglesa. Para entonces Santa Fe, Cartagena, Quito y Panam eran con-troladas por realistas.42

    Luego de una larga expedicin militar, los independentistas en-cabezados por Bolvar consolidaron la fundacin de la Repblica de la Gran Colombia y convocaron en 1821 a un nuevo Constituyente, esta vez en Ccuta, ciudad fronteriza entre Nueva Granada y Vene-zuela. La Constitucin de Ccuta, promulgada en agosto de ese ao, fue un orden jurdico para tiempos de guerra, es decir, un conjunto de leyes para facilitar la culminacin de la guerra de independencia. Los ejrcitos de Bolvar estaban conformados por oiciales y soldados neogranadinos y venezolanos que luchaban con la misma decisin sin importar en cul territorio colonial ocurriera la batalla. Por lo tanto, haba unidad militar, pero lo nico que faltaba era reconocimiento

    41 Blanco Blanco, Jacqueline. De la Gran Colombia a la Nueva Granada, contexto hist-rico-poltico de la transicin constitucional, en Prologmenos, Derechos y valores, ao/vol. X, nmero 020, Bogot, Universidad Militar Nueva Granada, 2007, p. 74.42 Vd Bushnell, David. La independencia de la Amrica del Sur espaola, en Bethell, Leslie (ed.), Historia de Amrica Latina, No. 5, La Independencia, Barcelona, Editorial Cr-tica, 1991, p. 111; Domnguez, Camilo, et al. Op. cit., y Sosa, Juan B. y Enrique J. Arce, Compendio de historia de Panam, Panam, Diario de Panam, 1912, p. 289.

    GeopolticaID4.indd 43 12/18/12 5:06 PM

  • 44

    Juan Carlos Arriaga y Tania Libertad Camal

    jurdico y legitimad poltica para las fuerzas independentistas. Ambas cualidades las proporcion la Constitucin de Ccuta.43

    El sistema constitucional de Ccuta permiti organizar la guerra de independencia, pero casi al inalizar sta, brotaron las inconformida-des en varias regiones. La Gran Colombia estuvo unida en lo militar contra un enemigo comn, pero no en lo poltico para poder confor-mar una sola entidad. Ciertamente la unin de Venezuela con Nueva Granada era fundamental para ganar la guerra contra Espaa, pero al concluir la lucha de independencia no fue posible conservar uniicada territorialmente a la confederacin. Aspectos geogricos, diferencias econmicas y pugnas polticas entre las lites locales separaban las provincias de la Gran Colombia. Por ejemplo, Caracas, antigua capi-tal de la Capitana General que se mantuvo independiente del centro virreinal neogranadino, mantuvo en la Constitucin de Ccuta su condicin de asiento de los poderes de gobierno como ciudad capital del Departamento de Venezuela y conserv su territorio original. Por el contrario, Santa Fe de Bogot, antigua sede de los poderes virreina-les, fue renombrada Cundinamarca y perdi varias ciudades que tuvo bajo su jurisdiccin durante la colonia.44

    Situaciones singulares dentro de la Gran Colombia fueron las pro-vincias de Panam y Quito, pues en realidad no tuvieron injerencia en la creacin de la repblica. En el caso de Panam, ya en la postrimera del rgimen colonial, era una comandancia general dependiente del Virreinato de Nueva Granada. Estaba integrada por las provincias de Portobelo, Veraguas y el Darien. En la Ciudad de Panam estaban radicados los poderes militares, polticos y administrativos de toda la Comandancia.45

    En la provincia de Portobelo estaba ubicado el puerto del mismo nombre, que por tierra estaba conectado con el puerto de Panam. Para Espaa era fundamental controlar esta ruta terrestre de comu-nicacin interocanica, pues era estratgica para garantizar el trico

    43 Vd Bushnell, David. Op. cit., p. 111, y Blanco Blanco, Jacqueline. Op. cit., p. 76.44 Rodrguez, Jaime. Op. cit., p. 13.45 Arosamena, Mariano. Apuntamientos Histricos (1801-1840), Panam, Biblioteca de la Nacional Autoridad del Canal de Panam, 1999, p. 20.

    GeopolticaID4.indd 44 12/18/12 5:06 PM

  • Secesin y fragmentacin

    45

    comercial con sus colonias en el Pacico y, entre 1815 y 1819, como base de operaciones para emprender los planes de reconquista de las provincias independizadas de Cartagena, Chile y Buenos Aires.46 A mediados de 1821, Bolvar haba planeado una campaa para la liberacin de Panam. Sin embargo, debido a la importancia que le asignaba a la campaa de independencia de Quito que comandaba Antonio Jos de Sucre, decidi posponer el proyecto sobre Panam. Para septiembre de ese ao, las provincias centroamericanas haban proclamado su independencia de Espaa, los realistas de Cartagena haban cado ante los independentistas, lo mismo que la totalidad de la Capitana de Venezuela. En este contexto fue que el gobernador de Panam, el general Juan de la Cruz Murgen, debido a su viaje al sur para apoyar a las tropas realistas de Quito, deleg temporalmente el poder en Jos de Fbrega, oriundo del lugar. La lite criolla aprovech la situacin, convenci a Fbrega y, a mediados de noviembre desen-cadenaron el movimiento de independencia en la Villa de los Santos. A inales de ese mes proclamaron la independencia de Panam y la adhesin de la provincia a la Gran Colombia.47

    Panam qued integrada a la Gran Colombia en calidad de departa-mento, nombrado Departamento del Istmo, con los lmites territoria-les que posea cuando era Comandancia General. La crisis poltica en la que cay la Gran Colombia despus de 1830 anim a las lites crio-llas panameas a exigir la ereccin de Panam como el cuarto estado dentro de la confederacin Quito-Nueva Granada-Venezuela; se lleg a proponer, incluso la independencia del Departamento y a solicitar la proteccin de alguna potencia europea. En septiembre de 1830 se produjo la primera separacin de Panam de la Gran Colombia, poco despus de que Venezuela y Ecuador haban decidido convertirse en repblicas independientes. Esta proclama fue anulada por su mismo promotor, Jos Domingo Espinar, en diciembre de aquel ao. Tal de-cisin le cost el destierro a Espinar y condujo a una segunda sepa-racin de Panam, en julio de 1831, que instal la dictadura de Juan Eligio Alzuru. El gobierno del dictador fue vencido por fuerzas locales

    46 Ibdem, pp. 27-28 y, Sosa, Juan B. y Enrique J. Arce, op. cit., p. 278-279.47 Sosa, Juan B. y Enrique J. Arce, op. cit., p. 288 y, Bushnell, David. Op. cit., pp.112-113.

    GeopolticaID4.indd 45 12/18/12 5:06 PM

  • 46

    Juan Carlos Arriaga y Tania Libertad Camal

    y permiti reincorporar el territorio panameo a la Repblica de Nue-va Granada, es decir, lo que qued de la Gran Colombia. As se man-tuvo hasta 1903 cuando fue separada deinitivamente de Colombia.48

    En el caso de Ecuador, cuando fue promulgada la Constitucin de Ccuta, la provincia continuaba en poder de los realistas; solamente Guayaquil haba proclamado previamente su independencia (octubre de 1820) y creado una junta militar para combatir al rgimen colonial. Tras dos aos de lucha y luego de ser derrotadas las fuerzas realistas por el ejrcito colombiano bajo el mando de Antonio Jos de Sucre y acompaado por un ejrcito compuesto por tropas altoperuanas-ar-gentinas-chilenas dirigido por Andrs de Santa Cruz las provincias de Quito, Cuenca y Loja fueron anexadas a la Repblica de Colombia en mayo de 1822 como el Departamento de Ecuador. Slo Guaya-quil se rehus, pues exista controversia entre grupos criollos locales de tendencia peruanista, colombianista e independentista.49 En julio de 1822 Guayaquil fue ocupada por el ejrcito comandado por el mariscal Sucre. Dos semanas despus Simn Bolvar la anex a la Gran Colombia, pues la consideraba parte de la antigua intendencia de Quito y, por lo tanto, perteneciente a la confederacin grancolom-biana.50

    Previo a la ocupacin de Guayaquil por Bolvar, Jos de San Martn haba planeado la captura de la provincia por el Sur. Desde la perspec-tiva del Libertador argentino, Guayaquil deba formar parte del Per, pues administrativamente as haba ocurrido desde el siglo xviii. Sus planes eran crear una monarqua constitucional para el Per, en la que formara parte Guayaquil, entre otras provincias. En la entrevista que sostuvo con Bolvar precisamente en Guayaquil en 1822 de la cual no se sabe con exactitud qu fue lo que discutieron ambos cau-dillos el asunto de la posesin de la ciudad puerto qued resuelto en favor de la Gran Colombia, pues San Martn desisti de su idea del

    48 Sosa, Juan B. y Enrique J. Arce, op. cit., pp. 298-301.49 Bushnell, David. Op. cit., p. 113.50 Crdenas Reyes, Mara Cristina. Olmedo y las ideologas latinoamericanas del s. XIX, en Revista del Archivo Histrico del Guayas, nm. 1, Segunda poca, Guayaquil, 2006, pp. 101-102.

    GeopolticaID4.indd 46 12/18/12 5:06 PM

  • Secesin y fragmentacin

    47

    Guayaquil peruano, de igual forma abandon la lucha de independen-cia, dimiti a todos sus poderes en el Per y se exili en Europa.51

    Durante la colonia, Guayaquil fue ciudad portuaria dedicada al comercio, rodeada de una frtil regin productora de cacao. La eco-noma de la ciudad puerto estaba dominada por el monopolio que ejerca el Consulado de Comercio de Lima, protegido y estimulado adems por el virrey del Per. La lite guayaquilea de los siglos xviii y xix estaba fuertemente inluenciada por el pensamiento ilustrado y polticamente identiicada con el liberalismo. Este grupo reclamaba desde inales del siglo xviii la aplicacin del libre comercio entre las distintas provincias americanas del Pacico anunciado en 1774 y que se haba suspendido para esta provincia a solicitud de los comercian-tes de cacao de Caracas. La revolucin de octubre de 1820 busc pre-cisamente establecer el libre comercio del cacao muy importante entre los puertos de Guayaquil y Acapulco y tambin eliminar las elevadas tributaciones impuestas por la Caja Real de Lima, recursos utilizados a su vez para sufragar los gastos militares contra los inde-pendentistas en el Per y Chile.52 Esta situacin explica, en parte, el por qu del rechazo de la lite criolla guayaquilea a formar parte de la Gran Colombia.

    La coniguracin territorial de la Gran Colombia qued comple-tada en 1822 con la anexin de Guayaquil. Sin embargo, la unidad poltica y territorial de la repblica no estaba destinada a durar mucho tiempo. En los siguientes ocho aos se desarroll una intensa lucha entre lites regionales que se oponan al supuesto centralismo de Bogot. As, desde el nacimiento de la Gran Colombia, la integridad territorial de la repblica fue precaria y slo bastaba que desapareciera el elemento uniicador para comenzar su fragmentacin. Ese elemen-to uniicador fue el poder militar de Bolvar.53

    51 Bushnell, David. Op. cit, pp. 113-114.52 Crdenas Reyes, Mara Cristina. Op. cit., p.101.53 Enock, Reginald. Ecuador. Its Ancient and Modern History, Topography and Natural Re-sources, Industries and Social Development, London, T. Fisher Unwin, 1914, p. 77, y Rodr-guez, Jaime. Op. cit., p. 14.

    GeopolticaID4.indd 47 12/18/12 5:06 PM

  • 48

    Juan Carlos Arriaga y Tania Libertad Camal

    Al igual que Quito, el Per fue independizado de Espaa por fuer-zas externas. En 1820 San Martn ocup la regin sur del Per, desde Chile y, en junio de 1821 liber Lima. En la antigua capital virreinal, San Martn convoc a una junta de notables para que se encargara de redactar el Acta de Independencia del Per, en la que se design Pro-tector de la Repblica a San Martn, se instituy un Consejo de Esta-do y se convoc a la realizacin de un Congreso Constituyente que qued integrado en mayo de 1822 con representantes de los departa-mentos de Lima, Trujillo, Tarma, Huaylas, La Costa, Cuzco, Arequi-pa, Puno, Huencavlica, Maynas y Quijos que conformaban el Per, mientras que los otros cinco permanecan bajo control de los realistas. La primera sesin del Constituyente se efectu hasta septiembre de ese ao y en ella los diputados le ofrecieron a San Martn poderes absolutos, mismos que el Libertador argentino rechaz. San Martn renunci a sus poderes cmo protector del Per y los entreg a una Junta de Gobierno creada en el acto por el Constituyente. La primera Constitucin, de tendencia liberal, fue promulgada en noviembre de 1822.54

    El Constituyente del Per de 1822 estableci un gobierno presi-dencial con un poder legislativo fuerte y un ejecutivo representado en un triunvirato. Instalado el nuevo gobierno, el Congreso y el Triunvi-rato se mostraron incapaces de establecer el orden, pero sobre todo de hacer frente a los embates realistas. As, la Junta de Gobierno decidi solicitar ayuda militar a Bolvar para defender la independencia de la repblica. Bolvar envi tropas colombianas al Per en marzo de 1823 e inmediatamente despus design a Antonio Jos de Sucre para di-rigir la campaa militar contra los realistas. Bolvar arrib a Lima en septiembre de ese ao. Acto seguido, la Junta de Gobierno derog la Constitucin y transiri al Libertador el poder poltico y militar de la repblica, sin reservas.55 Ya instalado en la presidencia, Bolvar reini-ci la lucha contra los realistas, dirigiendo l mismo las campaas en

    54 Nez Endara, Pablo. Relaciones internacionales del Ecuador en la fundacin de la Rep-blica, Quito, Universidad Andina Simn Bolvar-Abya Yala-Corporacin Editorial Nacio-nal, 2001, pp. 27-29.55 Lucena Salmoral, Manuel. Op. cit., p. 147, y Rodrguez, Jaime. Op. cit., p. 15.

    GeopolticaID4.indd 48 12/18/12 5:06 PM

  • Secesin y fragmentacin

    49

    el Per y encargando a Sucre la liberacin de la audiencia de Charcas. Sucre cumpli su encomienda en febrero de 1825 y, meses ms tarde, fue promulgada la llamada Constitucin Bolivariana de la Repblica de Bolivia. El texto constitucional fue copiado textualmente e implan-tado en el Per.

    En 1826 la situacin poltica en la Gran Colombia se encontraba muy tensa, por lo cual Bolvar tuvo que encargar a Andrs de Santa Cruz la presidencia del Per y retornar a Colombia. Cuando Bolvar estuvo ya fuera del Per, los liberales locales aprovecharon la oportu-nidad para desconocer la Constitucin Bolivariana y convocaron a la instauracin de un nuevo gobierno. En junio de 1827, la Constitucin Bolivariana fue abolida y se design al general Jos Domingo de La Mar y Cortzar como nuevo Presidente del Per. Al ao siguiente fue promulgada una nueva constitucin de corte centralista. La lucha contra Bolvar acrecent en el Per un fuerte sentimiento anticolom-biano que fue aprovechado por el gobierno de Jos de La Mar para declarar la guerra a la Gran Colombia y con ello ijar los lmites terri-toriales entre el Per y el Departamento de Quito. En 1828 el ejrcito peruano ocup Cuenca y Guayaquil. Esta fue la segunda guerra terri-torial en Amrica Latina, que fue resuelta a favor del departamento de Guayaquil, sin embargo, fue el inicio de futuros conlictos territoriales entre las repblicas de Ecuador y el Per.56

    Luego de su fracaso por ocupar y anexar al Per, as como los te-rritorios de Cuenca y Guayaquil, el general La Mar fue derrocado de la presidencia, siendo sucedido por Agustn Gamarra Mesa, quien se mantuvo en el cargo hasta 1833, sorteando una serie de guerras internas contra movimientos regionalistas y contra caudillos locales. Derrocado Gamarra, la repblica qued sumergida en una guerra ci-vil, slo resuelta cuando Santa Cruz invadi el Per desde Bolivia y proclam la Confederacin Peruano Boliviana en 1836.

    Como se mencion prrafos atrs, Antonio Jos de Sucre declar la independencia de Charcas o el Alto Per en febrero de 1825, pero lo hizo sin librar una sola batalla. La extinta Audiencia virreinal fue renombrada posteriormente como Bolivia en honor del Libertador

    56 Enock, Reginald. Op. cit., p. 77.

    GeopolticaID4.indd 49 12/18/12 5:06 PM

  • 50

    Juan Carlos Arriaga y Tania Libertad Camal

    Simn Bolvar.57 Durante la mayor parte de la poca colonial, Charcas form parte del Virreinato del Per, luego en 1778 Espaa la agreg al recin creado Virreinato del Ro de La Plata y, inalmente, reincorpo-rada al Virreinato del Per al proclamarse autnoma la Junta de Bue-nos Aires. Aunque vinculado a Buenos Aires y Lima, los asuntos de gobierno, seguridad interior, hacienda y guerra fueron encomendados a los intendentes de cada una de las provincias (Potos, Santa Cruz, La Paz y Chuquisaca) y a los jefes de las dos gobernaciones orientales (Moxos y Chiquitos), y los de justicia a la Audiencia de Charcas. En ese entonces, Charcas posea una de las Universidades ms prestigia-das de la poca (Chiquisaca) y su propio arzobispado. Por lo anterior, en la prctica Charcas fue autnoma de Buenos Aires y Lima en los asuntos de gobierno y administracin interior.

    Derrotadas las fuerzas realistas, el asunto ms importante por re-solver fue la organizacin poltica del territorio recin independizado. Las lites criollas de las provincias altoperuanas deseaban conservar la situacin de autonoma de cuando fueron Intendencias coloniales, pero no exista arreglo sobre la forma del tipo de organizacin polti-ca a instaurar. Sucre propuso en 1825 la realizacin de un Congreso Constituyente en el que los habitantes altoperuanos decidiran con libertad su futuro poltico; las lites criollas se sumaron rpidamente a la convocatoria. Cuando el Congreso fue retrasado debido al recha-zo de Bolvar a aceptar la independencia de la antigua Audiencia de Charcas, las lites criollas empezaron a manifestar su recelo contra el gobierno de Sucre y a la presencia de las tropas colombianas en su territorio.

    El Congreso constituyente convocado por el Mariscal Sucre se rea-liz inalmente en la ciudad de Chiquisaca en 1826. Los representan-tes de las cuatro provincias discutieron, entre otros asuntos, el rumbo que debera tomar la naciente repblica. Por un lado, algunos repre-sentantes proponan continuar la unidad con el gobierno indepen-diente del Ro de la Plata, es decir, con las Provincias Unidas; otros

    57 Arguedas, Alcides. Historia General de Bolivia, La Paz, Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia, 1912, pp. 22-25, y Siles Salinas, Jorge. Historia de la Independencia de Bolivia, La Paz, Plural Editores, 2009, p. 276.

    GeopolticaID4.indd 50 12/18/12 5:06 PM

  • Secesin y fragmentacin

    51

    proponan reincorporar el territorio de Charcas al Per monrquico; el resto, el grupo ms numeroso, sostuvo la posicin de mantener la independencia de Charcas, no slo de Espaa, sino tambin de cual-quier otra repblica americana.58

    Las discusiones sobre el estatus jurdico de Bolivia no eran un asunto menor, dado el hecho de que en el pasado haba pertenecido a los Virreinatos del Per y del Ro de la Plata. Ya como repblicas, el Per y las Provincias Unidas decan tener el derecho histrico de recibir como herencia el antiguo territorio altoperuano. El asunto se resol-vi cuando el gobierno de las Provincias Unidas del Ro de la Plata y algunos independentistas aliados de Bolvar en el Per estuvieron de acuerdo con la independencia total del Alto Per.59 Primero, el go-bierno de Buenos Aires decret en 1824, poco antes de la derrota de los realistas en el Alto Per, la postura de dejar libres a tales provincias para que stas decidieran lo que conviniera a sus intereses. Luego, en el Per se acept la independencia del Alto Per por rdenes de Bolvar, quin cambi su renuencia inicial luego de visitar algunas ciudades altoperuanas y escuchar las demandas independentistas de sus habitantes. Para el historiador Jorge Siles Salinas, la perspectiva estratgica de Bolvar era que la independencia de Bolivia permitira asegurar el equilibrio de poder en Sudamrica.60

    En 1826 Andrs de Santa Cruz, aliado con ciertos liberales antibo-livarianos, aprovech la ausencia de Bolvar en el Per para derogar la Constitucin Bolivariana que reconoca al Libertador como presi-dente vitalicio. La poltica antibolivariana lleg pronto a Bolivia; las inconformidades de la poblacin local contra las tropas colombianas crecan y alimentaban la inluencia peruana contra el gobierno de Sucre. Al mismo tiempo, los soldados colombianos asentados en las principales ciudades bolivianas demandaban el retorno a sus lugares de origen y reclamaban el pago de sus salarios. Los problemas anterio-res aunados a las intrigas polticas de militares peruanos principal-mente las fraguadas por Agustn Gamarra y de personajes notables

    58 Arguedas, Alcides. Op. cit., p. 25.59 Siles Salinas, Jorge. Op. cit., p. 276, y Arguedas, Alcides. Op. cit., p. 23.60 Siles Salinas, Jorge. Op. cit., p. 273.

    GeopolticaID4.indd 51 12/18/12 5:06 PM

  • 52

    Juan Carlos Arriaga y Tania Libertad Camal

    de las provincias bolivianas empujaron la cada del general Sucre, quien renunci a la presidencia en agosto de 1828.61

    Agustn Gamarra invadi Bolivia en mayo de 1828 con la preten-sin de anexarla al Per. Luego de un perodo de confrontaciones entre diferentes grupos de poder locales, Andrs de Santa Cruz, an-tiguo general a las rdenes de Sucre, fue designado presidente. San-ta Cruz convoc a un nuevo Constituyente que elabor una nueva constitucin de corte centralista en 1831, en la que l fue designado presidente vitalicio. Pretendi uniicar al Per y Bolivia en una sola re-pblica (1836-1839). Este proyecto fue destruido por la intervencin de Chile y Argentina, y las intrigas de militares y polticos bolivianos y peruanos que vean en Santa Cruz a un dictador ambicioso.62

    Por otra parte, el mismo anhelo de fundar una gran repblica en un extenso territorio lo tuvo Simn Bolvar. El Libertador pretendi establecer la Constitucin de Bolivia de 1826 en el Per y en la Gran Colombia, para de esta manera crear la Confederacin de los Andes que uniicara los territorios de las tres repblicas.63 Este sueo de Bolvar nunca pudo materializarse debido a las rivalidades regionalis-tas, la oposicin de los liberales en todas las provincias, pero sobre todo, por la oposicin a conformar gobiernos representativos por los ciudadanos polticamente activos de las ciudades de dichas repblicas. As, en lugar de integrar un territorio bajo un mismo poder, la poltica centralista de Bolvar aceler el proceso de fragmentacin de la Gran Colombia.

    En Caracas, desde 1825, una coalicin poltica conocida como el Club Liberal se opuso a varias polticas gubernamentales de Santan-der, entonces encargado de la presidencia en ausencia de Bolvar. Se opusieron, por ejemplo, a las leyes para expulsar a los espaoles y la obtencin de un crdito de banqueros ingleses. La primera medida afectaba fuertemente a la economa de Caracas, pues la mayora de los espaoles residentes eran comerciantes de productos venezolanos como el cacao y de la cochinilla. El Club Liberal se organiz para par-

    61 Arguedas, Alcides. Op. cit., pp. 48-50. 62 Siles Salinas, Jorge. Op. cit., p. 293.63 Bushnell, David. Op. cit., p.116.

    GeopolticaID4.indd 52 12/18/12 5:06 PM

  • Secesin y fragmentacin

    53

    ticipar en las elecciones de 1825-1826 y, aunque Bolvar fue reelecto para un nuevo perodo a pesar de que se encontraba en el Per, su fuerza se manifest en Venezuela y hubo rplicas en Guayaquil.64 La realizacin de elecciones presidenciales y la continuidad del sistema bolivariano de gobierno no signiicaban que el poder ejecutivo nacio-nal tuviera el control total del territorio. Los comandantes del ejrcito gobernaban en sus departamentos de manera autocrtica. Tambin exista una profunda divisin entre los liberales, quienes favorecan un gobierno civil, y los bolivarianos, que apoyaban un gobierno centralizado, militar y autocrtico. Esta divisin se exacerb por los constantes enfrentamientos entre el ejecutivo y el legislativo. As pues, Santander y los legisladores privilegiaban la instauracin de un orden constitucional, en tanto que Bolvar y los militares gobernadores de los departamentos enfrentaban la autoridad del poder legislativo.65

    La crisis poltica surgi cuando los diputados votaron a favor de someter a juicio por abuso de autoridad al comandante general del departamento de Venezuela, Jos Antonio Pez. En abril de 1826, el Ayuntamiento de Caracas incit a Pez a rebelarse contra la orden judicial y tomar las armas contra el gobierno de Bogot. Otros mili-tares se pronunciaron por una reforma a la Constitucin de Ccuta y la instauracin de la Constitucin Bolivariana, es decir, la promulgada en Bolivia semanas atrs. Bolvar, militares, gobernadores y los inten-dentes de varios departamentos apoyaron dicha reforma constitucio-nal. Bolvar regres del Per dispuesto a resolver la crisis poltica y los conlictos entre los gobiernos de los departamentos y el gobierno central. Primero otorg el perdn a Pez por intento de rebelin y lue-go se empe en imponer la Constitucin Bolivariana. Estas acciones distanciaron a Bolvar y a Santander. En esta situacin, algunos movi-mientos regionalistas se aliaron a los bolivarianos para debilitar an ms al gobierno nacional, al cual consideraban centralista.66

    Por su parte, el Congreso colombiano mantena su rechazo a la Constitucin Bolivariana. En un intento por resolver la crisis, el Con-

    64 Rodrguez, Jaime. Op. cit., p. 17.65 dem.66 dem.

    GeopolticaID4.indd 53 12/18/12 5:06 PM

  • 54

    Juan Carlos Arriaga y Tania Libertad Camal

    greso convoc a una gran convencin nacional, la cual se reuni entre abril y mayo de 1828. Los debates fueron intensos y encarnizados; los bolivarianos decidieron abandonar las sesiones y dejar a la con-vencin sin qurum y, en consecuencia, imposibilitada para adoptar alguna reforma a la Constitucin. En ese agosto, Bolvar, siguiendo lo sealado en la Constitucin de Ccuta, instaur una dictadura hasta que el Congreso Constituyente se reuniera nuevamente. En los meses posteriores la crisis poltica se agrav dando inicio a la fragmentacin territorial de la Gran Colombia. En noviembre, Venezuela declar su separacin de la Repblica de la Gran Colombia, ratiicada en mayo de 1830 por una asamblea constituyente. Al poco tiempo Ecuador proclam su separacin de la Gran Colombia y la creacin de una re-pblica federal.67

    Para inalizar este breve recuento del proceso de fragmentacin de la Repblica de la Gran Colombia, es pertinente sealar que una de las consecuencias de lo anterior fue el inicio de las disputas y dife-rendos territoriales. Por ejemplo, en el contexto de la separacin del departamento de Quito de la Gran Colombia ocurri la tercera guerra por territorio en Hispanoamrica. La primera constitucin de Ecua-dor fue promulgada 1831 en la ciudad de Riobamba. Las ciudades de Pasto, Buenaventura y Popayn que haban estado bajo jurisdiccin de la Audiencia de Quito se incorporaron voluntariamente a los tra-bajos del Constituyente. Nueva Granada o lo que qued de la Gran Colombia, protest la adhesin del Cauca a Ecuador y exigi su de-volucin. Ante la negativa reiterada de Ecuador, Nueva Granada envi tropas para recuperar la provincia en cuestin. Derrotado, el gobier-no de Ecuador irm un tratado de paz en diciembre de ese ao que deini parte del lmite territorial entre ambas repblicas, el resto fue negociado en un nuevo tratado de lmites irmado en 1916.68

    Por otra parte, en cuanto a los territorios que se separaron del an-tiguo Virreinato del Ro de la Plata, stos fueron Paraguay, la Banda Oriental y Charcas del cual ya tratamos prrafos atrs. El resto de las provincias fueron sometidas por la fuerza. El Virreinato del Ro

    67 Ibdem, p. 14, y Enock, Reginald. Op. cit., p. 78.68 dem.

    GeopolticaID4.indd 54 12/18/12 5:06 PM

  • Secesin y fragmentacin

    55

    de la Plata fue la ltima entidad virreinal creada por el imperio espa-ol en 1776. Su existencia no fue lo suicientemente prolongada para conseguir aianzar los lazos comerciales, sociales, culturales y polticos entre las provincias y de stas con la ciudad capital virreinal, Buenos Aires. Por ejemplo, Charcas tena lazos tnicos y culturales ms fuer-tes con el Per; Paraguay se haba mantenido prcticamente aislado y en la autarqua despus de la expulsin de los jesuitas en 1767, y la Banda Oriental sostena relaciones comerciales ms intensas con las provincias del sur del Brasil, de hecho era competidora de los pro-ductos ganaderos y agrcolas de las Provincias del Ro de la Plata y su puerto, Montevideo, rivalizaba con el de Buenos Aires en el monopo-lio de esclavos negros, cueros y carne salada.69

    El Virreinato del Ro de la Plata estaba conformado por las Inten-dencias de Buenos Aires, Salta del Tucumn, Crdoba del Tucumn, Paraguay; las Gobernaciones de las Misiones y Montevideo; y hasta 1809, por las Intendencias que integraban a la Audiencia de Charcas. Lleg a abarcar el territorio comprendido entre la cordillera de los Andes hasta la costa del Atlntico, en el sur con los lmites con la Pa-tagonia y, hacia el norte, hasta la amazonia alto-peruana. Al iniciar el movimiento de la lucha de independencia en Buenos Aires, todo este vasto territorio estaba poco habitado, con ciudades, villas y poblados separados por grandes distancias.70 Debido a dicho factor geogrico, era precaria la unidad territorial de la repblica surgida del Virreinato del Ro de la Plata. Las demandas de autonoma de las oligarquas de las provincias, aunadas a la poltica centralista y desptica seguida por los notables de Buenos Aires, alentaron la creacin de nuevas repbli-cas.

    Las diferencias entre la lite portea de Buenos Aires y los hacen-dados agrcolas de las provincias fueron profundas. Por un lado, las lites dominantes en las regiones agrcolas (Salta, Tucumn, La Rioja, Jujuy, Catamarca, San Juan, Crdoba y Mendoza) vieron afectados sus intereses con los decretos de libertad de comercio establecidos por la

    69 Lynch, John. Las revoluciones hispanoamericanas, 1808-1826, 110 ed. Barcelona, Ariel, 2008, p. 44.70 Ibdem, pp. 44-45.

    GeopolticaID4.indd 55 12/18/12 5:06 PM

  • 56

    Juan Carlos Arriaga y Tania Libertad Camal

    Junta de Buenos Aires en 1810, benicas slo para los estancieros bonaerenses y los comerciantes porteos. Por otra parte, las regiones rivereas del Ro de la Plata (Santa Fe, Entre Ros y Corrientes) recha-zaban el monopolio aduanero del puerto de Buenos Aires Crdoba y Santa Fe, por ejemplo, establecieron sus propias aduanas e incluso nombraron a sus propios representantes diplomticos.71

    Fue as que, al poco tiempo de instaurada, la Junta de Buenos Aires debi organizar fuerzas expedicionarias para someter a las provincias rebeldes como Crdoba, el Alto Per, Paraguay y la Banda Oriental. Con estas expediciones, los juntistas buscaban tener el control pol-tico sobre todo el territorio del antiguo virreinato y, a travs de este poder, establecer el monopolio comercial, aduanero y portuario de Buenos Aires en la nueva repblica.72

    La disputa entre las lites criollas por el modelo de organizacin territorial que deba implantarse fue una constante desde el momento en que fue declarada la independencia de las provincias del Ro de las Plata. Por ejemplo, en la Junta Grande febrero de 1811, donde se pu-blic el Reglamento de Juntas Provinciales y Subordinadas o Subalternas, se pretendi establecer el rgimen de organizacin poltico territorial basado en el sistema colonial de las Intendencias. Dicho rgimen ge-ner inconformidades entre las lites criollas de varias ciudades. Al respecto, Juan Ignacio Gorriti73 consideraba a esta forma de organi-zacin territorial como un mecanismo de intervencin que violaba el principio de autonoma y, en lugar de sta, propona la instalacin de una confederacin de ciudades.74

    71 Vd Amores Carredano, Juan Bosco. Op. cit., pp. 606-608, y Fernndez, Jorge y Julio Csar Rondina. Op. cit., p. 39.72 dem, y Rock, David. Argentina, 1616-1987: rom Spanish Colonization to Alfonsn, Ca-lifornia, University of California Press, 1987, pp. 70-80.73 Telogo, miembro del triunvirato de la Junta Grande y promotor de la autonoma de la ciudad de Jujuy, de la provincia de Salta.74 Vd Gorriti, Juan Ignacio de. Exponiendo los graves males que entraa la aplicacin del decreto sobre la creacin de Juntas provinciales y subalternas, en Chiaramonte, Jos Carlos. Ciudades, provincias, Estados: Orgenes de la Nacin Argentina (1800-1846), Bue-nos Aires, Ed. Emec, 2007, pp. 136-141, y Fernndez, Jorge y Julio Csar Rondina. Op. cit., pp. 43-44.

    GeopolticaID4.indd 56 12/18/12 5:06 PM

  • Secesin y fragmentacin

    57

    La Junta Grande fue disuelta en septiembre de 1811 y fue sustitui-da por un poder ejecutivo de tres miembros denominado Triunvirato. En diciembre de 1811 el Triunvirato derog el Reglamento de Juntas Provinciales y Subordinadas, reemplazndolo por el de Gobernado-res y Tenientes Gobernadores. En este nuevo reglamento, los titula-res de gobierno de las provincias seran designados directamente por el Triunvirato, lo cual gener nuevas protestas de las lites en las provincias.75 El Triunvirato fue desintegrado en octubre de 1812 por la presin de un grupo de militares y polticos liberales. Entonces fue instituido un segundo Triunvirato que convoc a una asamblea encargada de declarar la independencia y redactar una constitucin. La Asamblea sesion en los primeros meses de 1813 y dict diversas disposiciones, de las cuales nos interesa destacar especialmente el Es-tatuto Supremo del Supremo Poder Ejecutivo.

    El Estatuto Supremo no fue un documento constitucional tal y como lo esperaban los radicales de la Sociedad Patritica y la Logia Lautaro, ni tampoco proclam oicialmente la independencia del antiguo Virreinato. Lo singular del documento, sin embargo, fue que cre una institucin poltica que operaba de manera soberana: las Provincias Unidas del Ro de la Plata. Esta fue una igura de gobierno nacional de corte centralista que dej nuevamente el poder poltico en la lite portea de Buenos Aires ejercido por un director supremo; esta igura poltica estuvo vigente entre 1814 y 1820.76

    Asimismo, no obstante la creacin de las nuevas gobernaciones e intendencias, la organizacin poltico-territorial establecida en el Esta-tuto Supremo no satisizo las pretensiones de las lites de las provincias y las ciudades del interior, ni tampoco la lite portea estuvo de acuer-do en reconocer la autonoma de las provincias. En consecuencia, los representantes de la Banda Oriental fueron impedidos para ingresar a la Asamblea de 1813 y el segundo Triunvirato declar enemigo de la nacin a Jos Gervasio Artigas. Meses despus las provincias de Santa Fe y de Entre Ros se rebelaron al gobierno del Directorio. El entonces Director Supremo, Ignacio lvarez homas (abril de 1815-abril de

    75 Ibdem, p. 46.76 Ibdem, pp. 50-51.

    GeopolticaID4.indd 57 12/18/12 5:06 PM

  • 58

    Juan Carlos Arriaga y Tania Libertad Camal

    1816), pretendi someter por la fuerza a ambas provincias pero fue derrotado militarmente y debi renunciar al cargo. Ante esto, su su-cesor, Antonio Gonzlez Balcarce, irm un tratado mediante el cual Buenos Aires reconoca la independencia de Santa Fe; adems de otro tratado secreto que obligaba a Santa Fe a respetar el primer tratado an si ocurra el rechazo de Artigas.77

    Gonzlez Balcarce no ratiic los tratados de reconocimiento de la independencia de Santa Fe; en lugar de ello, envi los tratados al Congreso Constituyente que se realizaba en la ciudad de Tucumn, donde fueron rechazados por los diputados constituyentes. Como consecuencia, los representantes de las provincias de Santa Fe, Entre Ros y la Banda Oriental deciden no asistir a las deliberaciones del Constituyente del Tucumn. Ante la actitud de Gonzlez Balcarce de enviar tropas para aniquilar las pretensiones independentistas de Santa Fe, aparecieron nuevos levantamientos contra el centralismo porteo, ahora en ciudades como Crdoba y Santiago del Estero.

    El Congreso Constituyente del Tucumn ratiic la independencia del Ro de la Plata en julio 1816 y proclam oicialmente la creacin de la Repblica de Provincias Unidas de Sud Amrica.78 El Congreso del Tucumn se realiz entre los meses de marzo y junio de 1916 en el contexto de profundas diferencias polticas entre los representantes de las provincias interiores y la mayora de delegados porteos, as como por la amenaza de fragmentacin territorial. En ste partici-paron dos facciones polticas con propuestas diferentes. Una faccin minoritaria que apoyaba la creacin de una repblica federal, mien-tras que otra, la mayoritaria, estaba a favor de una monarqua. Para los partidarios de este segundo grupo, la nica manera de garantizar la existencia como repblica independiente de las Provincias Unidas era atacar el bastin realista en el Per, una vez liberada e independizada la Capitana General de Chile. Simultneamente, se deba entregar la Banda Oriental al Imperio del Brasil lo cual ocurri en 1817, cuando el director supremo en turno, Juan Martn de Pueyrredn, dej a Artigas sin apoyo para defender la invasin realizada por Carlos

    77 Ibdem, p. 52.78 Amores Carredano, Juan Bosco. Op. cit., p. 619.

    GeopolticaID4.indd 58 12/18/12 5:06 PM

  • Secesin y fragmentacin

    59

    Federico Lecor y teniendo que buscar el apoyo de Inglaterra y Francia para sostener a la futura monarqua constitucional, encabezada por un prncipe europeo (espaol o incluso francs).79

    El Congreso Constituyente fue trasladado del Tucumn a Buenos Aires sin haber concretado el texto constitucional. En mayo de 1817, en lugar de una carta constitucional, lo que emiti el Congreso fue el Reglamento Provisorio que deba reemplazar al Estatuto de 1815. El texto del reglamento de 1817 conserv el carcter unitario del docu-mento antecesor, pues las provincias fueron consideradas como en-tidades administrativas, no como entidades autnomas; se mantuvo la facultad del director supremo para nombrar y remover libremente a los gobernadores de las provincias, adems le otorgaba amplias fa-cultades de iscalizacin sobre los dems poderes.80 Las lites de las provincias del interior rechazaron el reglamento Provisorio de 1817. Las inconformidades de las provincias y la respuesta militar que dio Buenos Aires desencadenaron una guerra civil. En 1820 las fuerza federalistas de Estanislao Lpez y Francisco Ramrez derrotaron al ejrcito del gobierno central, tomaron Buenos Aires y abolieron la Constitucin de 1819. Acto seguido, las fuerzas provinciales convo-caron a un nuevo Congreso Constituyente, el cual sesion en marzo de 1820, en la ciudad de Crdoba. En la nueva Constitucin se otorg autonoma limitada a las provincias. El gobierno nacional desapareci y cada gobierno provincial se dedic a administrar sus propios territo-rios, basados en su propia Constitucin.

    Fue hasta enero de 1831 que las provincias irmaron un Pacto Fe-deral que sirvi como punto de acuerdo para atender los asuntos loca-les en cada territorio en tanto se redactaba una nueva ley fundamental. Luego de ms de dos dcadas