secesion capítulo i

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Capítulo I: El Lejano Origen Todo el mundo hoy en día, e incluso los mismos estadounidenses, fecha el nacimiento de los Estados Unidos de América con la Declaración de Independencia de 1776. Craso error, pues los partidarios de crear una nación eran entonces aún minoritarios, y lo que existía eran trece Estados que se habían declarado independientes, tanto de Inglaterra como entre sí. Y si habían creado las instituciones del Ejército Continental y el Congreso Continental para coordinar su defensa ante la malhumorada reacción británica, lo habían hecho a título provisional. Pero la guerra con los ingleses demostró su utilidad y, para su final, la opinión en favor de crear una construcción supraestatal era ya mayoritaria. Lo que sin embargo no bastaba para allanar las dificultades, pues los recién independizados Estados, y sus intereses, eran muy divergentes. Así, en su extremo Norte, los cinco estados de New England o Nueva Inglaterra, (New Hampshire, Rhode Island, Massachusetts, Connecticut y New Jersey), vivían vueltos hacia el mar, siendo sus principales actividades la navegación, la pesca, el comercio y alguna industria. Y en cambio en el extremo meridional Georgia y South Carolina, germen del futuro Deep South o Sur Profundo, basaban su economía en el cultivo de plantación. Entre estos dos extremos se encontraban otros seis estados, tres de ellos muy importantes. El más norteño de los últimos era New York, dotado de un interior extensísimo, pero no muy rico, y cuyas principales actividades semejaban las de New England, salvando la pequeña importancia de la pesca, (su litoral naval era angosto), y con el interesante añadido de las finanzas, pues como antigua colonia holandesa mantenía contactos con la importante plaza financiera de Amsterdam. El segundo Estado importante, más al Sur, era Pennsylvania, casi sin salida al mar pero de interior extenso, y que poseía industria, comercio, minería y una agricultura progresiva, estando además interesada en la colonización. Y el tercero era Virginia, el más extenso y poblado, con una economía ecléctica y dotada de la mayor experiencia política, militar, administrativa y colonizadora.

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Captulo I: El Lejano OrigenTodo el mundo hoy en da, e incluso los mismos estadounidenses, fecha el nacimiento de los Estados Unidos de Amrica con la Declaracin de Independencia de 1776. Craso error, pues los partidarios de crear una nacin eran entonces an minoritarios, y lo que exista eran trece Estados que se haban declarado independientes, tanto de Inglaterra como entre s. Y si haban creado las instituciones del Ejrcito Continental y el Congreso Continental para coordinar su defensa ante la malhumorada reaccin britnica, lo haban hecho a ttulo provisional. Pero la guerra con los ingleses demostr su utilidad y, para su final, la opinin en favor de crear una construccin supraestatal era ya mayoritaria. Lo que sin embargo no bastaba para allanar las dificultades, pues los recin independizados Estados, y sus intereses, eran muy divergentes.As, en su extremo Norte, los cinco estados de New England o Nueva Inglaterra, (New Hampshire, Rhode Island, Massachusetts, Connecticut y New Jersey), vivan vueltos hacia el mar, siendo sus principales actividades la navegacin, la pesca, el comercio y alguna industria. Y en cambio en el extremo meridional Georgia y South Carolina, germen del futuro Deep South o Sur Profundo, basaban su economa en el cultivo de plantacin.

Entre estos dos extremos se encontraban otros seis estados, tres de ellos muy importantes. El ms norteo de los ltimos era New York, dotado de un interior extenssimo, pero no muy rico, y cuyas principales actividades semejaban las de New England, salvando la pequea importancia de la pesca, (su litoral naval era angosto), y con el interesante aadido de las finanzas, pues como antigua colonia holandesa mantena contactos con la importante plaza financiera de Amsterdam.El segundo Estado importante, ms al Sur, era Pennsylvania, casi sin salida al mar pero de interior extenso, y que posea industria, comercio, minera y una agricultura progresiva, estando adems interesada en la colonizacin. Y el tercero era Virginia, el ms extenso y poblado, con una economa eclctica y dotada de la mayor experiencia poltica, militar, administrativa y colonizadora.Haba sido Nueva Inglaterra la que llevara la parte conspiradora de la rebelin, pero despus Virginia haba hecho el grueso de la aportacin en hombres, medios y cuadros al Ejrcito Continental, y de diplomticos al Congreso Continental. Su prestigio era por ello enorme y, de hecho, de los tres Estados restantes, Delaware y Maryland entre Pennsylvania y ella, y North Carolina entre ella y South Carolina, los dos ltimos estaban muy sometidos a su influencia, e incluso Delaware la experimentaba, aunque parcialmente contrarrestada por la de Pennsylvania.Ante tanta diversidad, y habiendo desaparecido la amenaza inglesa, todas las tendencias centrfugas reafloraban, y la construccin de la Nacin americana no result fcil. Se empez por poner por escrito un acuerdo mnimo, el llamado proyecto de Confederacin de los Estados y luego se redact una Constitucin de los Estados Unidos de Amrica, que cada Estado deba ratificar antes de ingresar en la Unin. Y desde los primeros momentos, una de las mayores fuentes de polmica la constituy la institucin de la Esclavitud.La mayora de las grandes naciones de la antigedad haban considerado a la Esclavitud imprescindible en un mundo escaso de energa. Pero precisamente la civilizacin europea occidental, que tena sus races en una edad media de poblacin escasa y dispersa, haba iniciado pronto (al menos desde la invencin medieval del molino de viento), el camino de sustituir brazos humanos por artilugios. Y, precisamente, esa tendencia alcanzaba su clmax a fines del Siglo XVIII con el inicio de la Era de la Mquina.Por eso los progresistas de aquellos das, (y la rebelin americana haba sido, desde luego, un trabajo de progresistas), tena prcticamente como una seal de identificacin el propugnar la abolicin del sistema esclavista. En la poca colonial tan slo la siempre inquieta Rhode Island y la cuquera Pennsylvania posean reglamentaciones que prohibiesen la esclavitud, pero para cuando la cuestin se plante tambin el resto de Nueva Inglaterra, y New York, la haban proscrito.En sentido contrario, desde cien aos atrs haba ido hacindose cada vez ms claro que las plantaciones podan dar buenos beneficios empleando trabajo esclavo mxime si los esclavos eran de una etnia peculiar, que facilitase su identificacin y abaratara su vigilancia. (Y, en una demostracin muy clsica de como suelen actuar la ciencia y la religin cuando hay olor a dinero en el aire, eso haba provocado una ola de brillantes doctrinas cientficas y teolgicas, que tendan a demostrar que el negro africano tena un umbral de dolor ms bajo que el europeo, perteneca a otra subespecie, y desde luego careca de alma).Pero los cultivos de plantacin por entonces ms productivos, (azcar, caf y cacao), apenas se daban en las antiguas colonias, cuyas plantaciones eran ante todo de algodn, tabaco y algo de arroz. Y eso dio oportunidad a que, en los Estados de la zona intermedia, las ideas hicieran frente a las nociones de puro beneficio. Nadie pretenda una abolicin repentina, que hubiera arruinado a muchos grandes propietarios y provocado un caos social, pero grandes personajes del nuevo rgimen que eran a la vez importantes propietarios de esclavos, (como George Washington, ex-Comandante Supremo del Ejrcito Continental y luego primer Presidente, o Thomas Jefferson, que dirigi la redaccin de la Constitucin y fue luego tercer Presidente), eran partidarios de la abolicin gradual.Pero en Georgia y South Carolina no haba muchos progresistas, (su aportacin a la rebelin fue por cierto escasa), y todo su entramado econmico dependa de la plantacin, aunque no fuera muy rica. Por ello sus exigencias para aceptar la Constitucin fueron muy claras. Primero, y aunque algunas de sus declaraciones iniciales pareciesen exigirlo, aquella no poda contener la condena explcita de la esclavitud. Segundo, para asegurar que sta no quedara proscrita por puro funcionamiento de mayoras al da siguiente del ingreso de ambos estados en la Unin, las Cmaras Federales haban de tener obligatoriamente el mismo nmero de representantes de estados esclavistas y libres.Ante estas exigencias, Virginia abandon la disputa sobre la esclavitud y la acept en sus leyes, seguida por Delaware, Maryland y North Carolina, quedando configurada una futura Unin de siete estados libres y seis esclavistas. Pero an as subsistan problemas.En el Congreso, la representacin iba a ser por poblacin, teniendo los estados esclavistas algo ms de la mitad de la poblacin de los trece estados si se contabilizaba a los esclavos, y algo menos de la mitad si slo se contaba la poblacin libre. Ah se alcanz el acuerdo haciendo que, a efectos de representatividad, un esclavo pesara 3/5 de un hombre libre. Eso supona que el voto sureo tuviese algo ms de peso que el del Norte, (pues los esclavos no votaban), pero se consider compensado haciendo que las aportaciones a la Hacienda Federal, que era tambin por poblacin, siguiesen la misma regla. (Ya que con aqullas plantaciones poco prsperas, un esclavo era de seguro menos productivo que 3/5 de un hombre libre, eso supona verter alguna carga fiscal adicional sobre los libres de los estados esclavistas).El Senado era un problema espinoso, porque en l la representacin era de dos senadores por Estado, y los estados libres iban a ser en breve ocho. (Green Mountain o Vermont, territorio de colonizacin al Nordeste de New York, quera independizarse de ste desde antes de 1776, y se convertira en el octavo). Al fin se acord que Tennessee y Kentacky, territorios colonizados por Virginia hacia el Oeste, seran admitidos cuanto antes como Estados esclavistas, (aunque an no hubiese plantaciones en ellos).Y, con la adhesin de los Estados, es como naci Estados Unidos de Amrica, dotndose para su administracin central del llamado Distrito Federal de Colombia, que se situ en antiguas tierras de Maryland pero junto al ro Potomac, Desde la otra orilla, virginiana, lo dominaban las colinas de la gran finca de Arlington, solar de los Washington, que pronto dejaron su apellido como nombre a la capital federal.Se ratific los acuerdos sobre la esclavitud fijando su lmite en la Lnea Mason-Dixon, que deja al Norte Pennsylvania y al Sur, y de Este a Oeste, Delaware, Maryland y Virginia. Se acept despus como Estados a Vermont en 1793, Kentucky en 1792 y Tennessee en 1796, y la lnea se prolong siguiendo el curso del ro Ohio hasta su desembocadura en el Mississippi, y su otra orilla era por entonces territorio francs.

El Siglo XIX se inici con la admisin del Estado libre de Ohio en 1802, y enseguida con la compra a Napolen de los territorios franceses, en cuyo extremo meridional se cre en 1812 el Estado esclavista de Louisiana. Comenzaban a chirriar sin embargo algunos engranajes de la joven nacin. As, la falta de coordinacin y chapucera con que se hizo una segunda guerra a los ingleses, en 1812-15, indic un insuficiente desarrollo de la autoridad central. Y, adems, los estados esclavistas comenzaban a adquirir unos extraos aires agresivos.Si anteriormente haban aguardado con paciencia a que la paridad en el Senado se restableciese, tras las admisiones de Vermont y Ohio, ahora, a la admisin del Estado libre de Indiana en 1816, replicaron en el acto con la del esclavista Mississippi en 1817, y a la de Illinois en 1818 con la de Alabama en 1819. Y el problema se agri cuando, al recibirse al Estado libre de Maine en 1820, anunciaron la candidatura de Missouri como Estado esclavista.Cierto que Missouri haba recibido hasta entonces ms colonos del Sur esclavista que del Norte, pero medio Missouri estaba al Norte de la latitud de la lnea Mason-Dixon, y ms de tres cuartas partes al Norte de la desembocadura del Ohio. Adems la ciudad de Saint Louis era la base de los cazadores y tramperos de la Gran Pradera, el Plateau, las Rocosas y el Noroeste. Y, teniendo los sureos ya una base para la colonizacin del Sudoeste en Natchez, (Mississippi), se tema que trataran de arrogarse algn tipo de monopolio sobre el pas al Oeste del Mississippi. As que la lucha en las Cmaras fue dura, ms an puesto que el Norte, cuya poblacin estaba aumentando ms aprisa que la de sus rivales, tena ya ms representantes en el Congreso. Las actitudes se endurecieron, y los sureos llegaron cerca de la ruptura, hablando por primera vez de Secesin. Fue al fin Henry Clay, luego apodado El Gran Compromisario, el que logr un acuerdo final sobre la base del que se llamara Compromiso de Missouri.Este consista en permitir al Sur sus pretensiones sobre Missouri, a cambio de que se comprometiera a no crear ningn Estado esclavista ms, en los antiguos territorios franceses, al Norte de los 36 grados 30 minutos. Missouri se convirti as en el vigesimocuarto Estado de la Unin en 1821, pero en esa Unin haba ya una fisura.La causa del endurecimiento de la postura surea, en los ltimos aos, haba que buscarla en Europa. All Inglaterra, cuya actividad manufacturera vena creciendo de antiguo, estaba deviniendo el primer Estado Industrial moderno. Esa Revolucin Industrial se apoyaba, a travs del invento del telar mecnico, en el textil. Y otro invento, la desmotadora de algodn, puso su acento en este ltimo producto.Hacia 1810, el abaratamiento de estas manufacturas las puso al fin al alcance de la propia clase trabajadora, y se produjo el salto cualitativo que consagr la definitiva puesta en rbita de la Inglaterra industrial. Y todo ello supuso un fuerte tirn de la demanda mundial de algodn, con la consiguiente subida de sus precios internacionales.De golpe, las lnguidas plantaciones sureas devinieron la gallina de los huevos de oro, y se extendieron por doquiera que la esclavitud estuviese permitida. Las exportaciones norteamericanas de algodn pasaron de 178.000 balas anuales en 1810 a 3.850.000 en 1860 y, mientras la poblacin de la Unin se cuadruplicaba en el mismo periodo, (lo que no es ya poca hazaa), su poblacin esclava se multiplic por ocho. (Y ello pese a que Inglaterra haba prohibido la trata, y la temida Royal Navy adoptaba medidas militares cada vez ms duras ante los negreros).Bajo un creciente chorro de dinero, el Sur floreci de mansiones seoriales, donde los plantadores llevaban una vida de lujo y prestigio, rodeados de refinamientos importados de Europa. Ahora, la regla de los 3/5 favoreca al Sur: de un lado, cuanto mayor fuese la proporcin de esclavos mayor era la diferencia de peso entre sus votos y los de los ciudadanos de los Estados libres, y de otro los esclavos de las plantaciones, que cotizaban en la fiscala federal 3/5 de un ciudadano blanco, resultaban ms productivos que la mayora de ellos. Se comprende que los sureos reaccionasen ante cualquier amenaza aun remota a un estado de cosas para ellos tan envidiable.Sobre todo en el Deep South, las endebles clases medias sureas se pusieron incondicionalmente al servicio de los plantadores, aumentando mucho la proporcin de profesionales que dependan ms o menos directamente de ellos. En cuanto al pequeo campesino, en principio ajeno a este carrusel, la lgica de la situacin tenda a empobrecerle hasta que, idealmente, vendiera su tierra a las plantaciones y se fuera al Oeste a colonizar formando nuevos Estados esclavistas. Mas la presin era suave, y no lleg a brotar un antagonismo entre l y el plantador. Antes bien y sobre todo en el Deep South, muchos de ellos parecan bobalicnamente complacidos con las nuevas glorias de sus Estados, y aun con lo que en lengua castiza llamaramos el rumbo y el trono de las enriquecidas clases altas.El poder de los plantadores era pues inmenso, y muchos de ellos haban comprendido que, formando grupos de presin poltica bien integrados, podan convertirse en rbitros de la poltica nacional. Los ms extremistas no consideraban esto una circunstancia afortunada, sino que invocando un presunto carcter aristocrtico de su forma de vida, lo convertan en una prerrogativa irrenunciable. John Caldwell Calhoun, hacendado y poltico surcarolino que sera el padre espiritual de La Secesin, (aunque no lleg a vivirla), as lo enunci en una conversacin nocturna junto al fuego, tan pronto como en 1812. Y lleg a aadir que, si la Unin les pona trabas, estaban dispuestos a destruirla.Pero a la poderosa clase dirigente surea no se le ocurri que la misma Revolucin Industrial que la haba alzado crease las armas para derribarla. Y es que, mientras el despegue industrial ingls se afianzaba, comenzaban a salirle imitadores, primero en Blgica y despus en Francia, varios Estados de la an desunida Alemania y en los Estados americanos al Norte de la lnea Mason-Dixon. No era sino los primeros estremecimientos de esta industrializacin lo que estaba atrayendo ms emigrantes al Norte que al Sur, y en definitiva le haba ganado la ventaja en el Congreso para la poca de la Crisis de Missouri.La colonizacin al estilo del Norte estaba dando lugar a un interior de granjas de tamao medio-grande que, ante la escasez de manos, eran cultivadas con mtodos agrcolas avanzados, y daban excedente suficiente para mantener una demanda creciente de, por un lado, aperos y maquinaria sencilla, y de otros bienes de consumo duradero poco sofisticados. Como la tendencia a sustituir brazos por aperos era irreversible, (los salarios eran siempre relativamente altos, ante la proximidad de una frontera mvil que invitaba al asalariado descontento a mudarse en colono), la escena estaba dispuesta para iniciar la industrializacin.El capital preciso se obtuvo de varias fuentes. Parte del propio excedente agrcola, canalizado parcialmente a travs de una red de pequeos bancos campesinos. Parte de los capitales acumulados por el comercio en las costas. Y finalmente se obtuvo inversiones considerables de capital europeo, sobre todo a travs de los contactos de New York City con Amsterdam. (Y con los beneficios de su intermediacin, la ciudad se dot de una excelente red de comunicaciones con el interior, que la convirtieron en el gran puerto comercial del Este y la mayor ciudad del pas).Para 1830 el proceso se haba autoacelerado, alcanzando volumen suficiente para que el Gobierno Federal intentara apoyarlo con un arancel proteccionista. Los plantadores, que eran exportadores de materias primas e importadores de bienes de lujo, y por tanto librecambistas, se encresparon, y John C. Calhoun salt a la palestra abandonando la Vicepresidencia, que ejerca por segunda vez, para ponerse a su frente con la llamada Doctrina de la Nulificacin.Esta aseguraba que los Estados, que haban firmado el Proyecto de Confederacin y la Constitucin como entes soberanos, seguan siendo los sujetos de la soberana, y la Unin solo era un acuerdo temporal; de ello, tendran derecho a declarar nula en sus territorios cualquier ley federal que considerasen les perjudicaba inclusive su propia permanencia en la Unin, lo que les daba derecho a secesionarse.Como la mayora de la clase alta de la Unin, y de la Judicatura de alto nivel, era surea o estaba en una u otra forma hipotecada con el Sur, en los aos siguientes se dict mucha jurisprudencia favorable a la doctrina de la nulificacin. Tanta, que muchos investigadores del Siglo XX que han estudiado el problema a travs de la jurisprudencia, tienden a darle crdito. En realidad no lo merece pues, pese a las pequeas corrupciones judiciales, no hay aqu ms referencia posible que el texto del Proyecto y el de La Constitucin. Y stos son terminantes:El Proyecto empieza por definir la Confederacin como eterna, y no temporal, y la Constitucin, en su primer prrafo, deposita la soberana en el pueblo y no en los Estados. Y los mismos sureos saban que sus asertos carecan de base jurdica real, como qued claro 30 aos despus, cuando su rebelin les permiti bajar las mscaras. As, en la Constitucin de su Confederacin, (casi enteramente calcada de la unionista), tuvieron buen cuidado en cambiar la famosa frase inicial, We, the People of the United States, por una ms calhouniana, We, the Representatives of the States.En medio de esta crisis de interpretacin constitucional South Carolina, que haba solicitado sin xito ser dispensada del arancel, anunci que lo declaraba nulo, y estaba dispuesta a ejercer su derecho de nulificacin para dejar la Unin si sta intentaba obligarle a aceptarlo. Esperaba sin duda ser secundada por otros Estados del Deep South, pero su intento de rebelin top en dos escollos.Primero, su decisin deba mucho a su sistema de representacin, nico en La Unin. En efecto, en South Carolina los ciudadanos slo votaban una vez por legislatura, y a bajo nivel. Sus representantes se encargaban en adelante de elegir a todos los dems representantes y autoridades, y los votantes de la eleccin presidencial. Eso dejaba en la prctica la poltica en manos de un pequeo grupo de profesionales, que adems acordaban siempre sus posturas antes de pronunciarse, actuando siempre como un bloque. Muchos envidiaban el peso que estas prcticas daban al estado surcarolino en los asuntos nacionales, pero la contrapartida era que tal sistema conceda a una mayora simple poderes de dictadura.As haba podido South Carolina organizar tan rpidamente su rebelin, pero los seguidores de su postura en otras Estados no tenan tales facilidades. Y no slo no pudieron seguir el ejemplo, sino que a menudo se mostraron resentidos por la forma en que los surcarolinos les haban puesto sin aviso entre la espada y la pared.

Andreu JacksonEl segundo escollo que hall la aventura surcarolina fue la actitud del Presidente, General Andrew Jackson, que al primer rumor de Secesin envi a Charleston, principal puerto de South Carolina, tres buques de guerra y un buen contingente de tropas. Esto calm mucho a los surcarolinos y despoj de ideas belicosas a sus amigos en otros Estados.An sali Calhoun con otra teora peregrina, objetando que era tirnico e indigno que la Unin hiciese la guerra a uno de sus propios Estados. De nuevo iba a tener apoyo jurisprudencial, y de nuevo sin fundamento alguno. Pues, si South Carolina no tena derecho a secesionarse, era un territorio rebelde, que deba ser sometido. Y si lo tena era un pas extranjero, y uno que acababa de ofender a la Unin abandonndola, y que se haba quedado con territorios, poblacin y riquezas que antes pertenecieran a aqulla. (Y Calhoun y sus amigos, que llevaban aos presionando al Gobierno Federal para que hiciese la guerra ahora al decado Imperio Espaol, ahora al catico estado de Mxico, que nunca haban ofendido a la Unin, para arrebatarles territorios, poblaciones y riquezas que nunca haban sido de la Unin, eran los ltimos que pudiesen negar la existencia de un casus belli contra l).Ante las acusaciones de Calhoun, Andrew Jackson se limit a asestar firmemente que su fuerza no estaba en Charleston para hacer la guerra a South Carolina, sino para asegurar el cumplimiento de la ley federal, y si South Carolina la atacaba para impedirlo, sera ella la que hara la guerra a La Unin. Ante su firmeza, los rebeldes arriaron velas, y aqulla crisis se dio por cerrada.Realmente el Presidente Jackson poda haber sacado ms provecho del momento psicolgico, desprestigiando a Calhoun y sus seguidores, pero suceda que stos provenan de su propio Partido, (el antiguo Partido Republicano de Thomas Jefferson, ahora llamado Demcrata Republicano), y no quera vapulearles demasiado para no debilitarlo. Calhoun y los suyos aprendieron la leccin y renunciaron al enfrentamiento abierto. En cambio y con los grandes apoyos de que disponan, hicieron intensa propaganda de sus ideas en el Sur, que las fue aceptando, y crearon un fuerte y bien coordinado grupo de presin en el Partido, que pronto se llamara Demcrata a secas.Para 1840, el Norte avanzaba francamente por la senda de la industrializacin, atrayendo el grueso de los emigrantes, mientras el Sur haca frente a un cambio en el mercado. En efecto, la capacidad del textil para promover el desarrollo industrial pareca estar llegando a su lmite, y la propia Inglaterra se haba embarcado en una segunda fase industrial basada en la siderometalrgica y la creacin de una red ferroviaria. Y otros pases en va de industrializarse, como Francia, Alemania o los Estados norteos, pasaban de inmediato a esa fase tratando de acortar distancias. Lo que moder la demanda mundial de algodn.Los precios internacionales de este producto se estabilizaron y aun bajaron, y la clase dirigente surea, alarmada, tendi a apiarse ms an polticamente. Esa tendencia permiti al fin a la gente de Calhoun hacerse la primera fuerza poltica del Sur, desplazando a los ms moderados, en general dirigidos por los virginianos.Desde 1821, slo haban ingresado en la Unin el estado esclavista de Arkansas en 1836 y el libre de Michigan en 1837, pero para la dcada de 1840 el Norte haba preparado las candidaturas de Iowa y Wisconsin como Estados libres, y el Sur tena sus contrapartidas en la pantanosa Florida y la an independiente Texas.Florida haba sido cedida en 1819 por un Imperio Espaol exhausto y en pleno caos, tras un largo tratamiento de presiones y amenazas, y la ocupacin por tropas estadounidenses de su zona septentrional durante los ltimos anos. Pero despus haba resultado un territorio problemtico a causa de su clima insalubre y la fiera resistencia de los indios seminole. (Sin embargo recin llegados, a quienes los propios estadounidenses haban impulsado a penetrar en Florida una generacin atrs).

Billy BowlegsLos norteamericanos, que haban escarnecido a la minscula fuerza militar espaola en Florida por no ser capaz de meter en cintura a estos indgenas, encontraron que ellos tampoco lograban hacerlo con fuerzas de a menudo ms de 2.000 soldados, aun en los llamados periodos de paz, y mayores an en las afamadas Guerras Seminole. Pero en la Segunda Guerra Seminole de 1836-42 lograron bastante pronto capturar al brillante jefe Osceola, (utilizando desde luego la traicin y el perjurio), y finalmente empujar a los seminole, que pocas veces pasaron de 1.000 guerreros, con una gran ofensiva que emple 20.000 hombres, hasta enterrarlos en lo ms hondo de los pantanos EvergladesTras eso el territorio se consider pacificado y prepar su candidatura a Estado. (Un poco prematuramente, pues hubo an una Tercera Guerra Seminole y la ltima partida importante, la del jefe Opothlegahola o Billy Bowlegs, no sera capturada hasta 1857. Incluso despus de esto quedaron unos 150 seminole escondidos en los bosques, realizando ocasionales acciones de guerrilla (en una de stas sera herido de muerte, ya en vsperas de la Guerra Civil, el doctor Powhatan Cabeli, hermano del futuro general confederado William Lewis Cabeli). El coste econmico de la pacificacin de Florida fue astronmico, y el Ejrcito sufri miles de muertes, aunque ms por dengue, disentera, clera y fiebre amarilla que por accin del enemigo.Por su parte, Texas se haba independizado de Mjico en 1836, con una masiva ayuda orquestada por Andrew Jackson. No haba sin embargo ingresado enseguida en la Unin por dos razones. Una, que el Norte no quera tal gigante esclavista en la unin hasta haberle buscado contrapartida. Dos, que siendo Inglaterra a la vez el principal cliente del algodn sureo y el ms declarado enemigo de la trata, la compra de cargamentos de esclavos por el Sur estaba dando lugar a situaciones delicadas que una Texas independiente poda evitar, haciendo el papel de mala al comprar los esclavos, para pasarlos despus al Sur de contrabando. Pero estas motiva clones estaban desapareciendo, pues de un lado el Norte tena ya sus contrapartidas, y de otro la intermediacin de Texas en el trfico de esclavos perda importancia al disminuir drsticamente aqul. (Ocurra que, al otro lado del Ocano, La Royal Navy haba comenzado ya a desembarcar en la costa africana y derribar los reinos de los mongos esclavistas, cuya colaboracin era casi imprescindible para los negreros).Texas, Florida, Iowa y Wisconsin fueron recibidos por tanto como nuevos estados en la dcada de 1840. Pero entre tanto, en 1844, haba alcanzado La Presidencia de la Unin el demcrata James Knox Polk, discpulo de Jackson, que tena grandes planes para engrandecer el Sur.Exista por entonces un contencioso entre Estados Unidos y el Imperio Britnico por el llamado Territorio de Oregn, que iba de la California mexicana al bosque rtico. Los britnicos pretendan que se prolongara la frontera anterior entre la Unin y su Dominio del Canad, lo que les dara dos tercios del territorio en disputa. Pero los Estados del Norte haban colocado ya en l varios miles de colonos, y como la contrapartida canadiense slo eran unos pocos tramperos y factoras, consideraban merecer una tajada ms grande del pastel.Pero Polk emple sus aspiraciones slo para chalanearlas, cediendo a todas las exigencias inglesas a cambio de manos libres en la frontera mexicana. Y lograda esta concesin, se apresur a provocar al gobierno mexicano incitando a Texas a exigir que la frontera se situase en el Ro Grande, muy al Sur de la clsica de la Texas mexicana en el Ro Nueces, y apoyando tan rapaz exigencia con el envo de tropas mandadas por el General Zachary Taylor, recientemente distinguido en la Segunda Guerra Seminole. En cuanto el gobierno azteca cay en la provocacin, enviando tambin tropas a lo que se llamara la Franja del Ro Nueces, la suerte estuvo echada.En efecto, al primer choque la prensa jingosta estuvo preparada para armar un gran escndalo secundado por el Gobierno, que acus a Mxico de haber invadido territorio de la Unin y atacado a sus fuerzas armadas. De inmediato se declar la guerra a La Repblica Mexicana, se llam a miles de voluntarios y Taylor, con un ejrcito, invadi territorio mejicano al Sur del Ro Grande, mientras otras fuerzas penetraban en el enorme y semi-despoblado Noroeste de Mxico, (que era el verdadero objetivo de la guerra). Finalmente y para obligar a los mexicanos a darse por vencidos, otro ejrcito mandado por el Jefe del Estado Mayor, General Winfield Scott, desembarc en Veracruz y penetr hasta ocupar la capital.Dado que la clase dirigente mejicana no se atrevi a explotar el posible carcter de guerra popular del conflicto, y la neta superioridad estadounidense en equipo, artillera de campaa y, en general, mando, para 1848 los mejicanos haban aceptado la derrota, firmando el Tratado de Guadalupe Hidalgo, en el que cedan a la Unin ms de la mitad de su territorio, si bien en general se trataba de zonas poco pobladas.

Territorio cedido en el Tratado de Guadalupe-HidalgoEl botn de aquella exitosa rapia fue, aparte de la maleada Franja del Nueces, el territorio que luego constituira los estados de California, Nevada, Utah, Colorado, (a falta de su zona Sur, por entonces conocida como Arizona o Mesilla), Arizona y Nuevo Mjico. Con ello, los sureos crean haberse asegurado un respiro frente al desarrollo del Norte. Porque, en efecto, casi todas stas zonas estaban situadas al Sur de los 36 grados, 30 minutos, tenan mejor clima que las zonas de colonizacin nortea, y posean algunas poblaciones pacficas y el esquema de una red de caminos.El ms importante de stos era el llamado Butterfly Overland Stage o, en potico castellano Sendero de la Mariposa, que llevaba del Ro Grande a las mismas playas del Pacfico. Cruzaba tierras agrestes y peligrosas, pero tena intercaladas poblaciones pacficas, donde una caravana poda detenerse a descansar, contratar guas locales o pedir informes, e incluso conseguir los servicios de mdicos y herreros.Desde el punto de vista del colono, que viaja sin prisa con su familia, era netamente superior a las rutas de Oregn y California, ms cortas pero ms hazarosas, que los colonos norteos venan usando. En ellas y saliendo de Westport (Missouri), o Leavenworth (Territorio de Kansas), la caravana viajaba una enorme distancia en mitad de la nada hasta alcanzar el tambin semi-despoblado Oregn o, torciendo al Sur, cruzar enormes montaas o dar un interminable rodeo para llegar a California.El clculo de los sureos era que, siendo ahora California con mucho el destino ms deseable, casi todos los colonos, incluyendo los del Norte, utilizaran el Sendero de la Mariposa, muchos se quedaran por el camino y, en conjunto, acabaran creando Estados al Sur de los 36 grados 30 minutos de latitud. Pero sus clculos se fueron al traste cuando, apenas seca la tinta del Tratado de Guadalupe Hidalgo, se encontr grandes cantidades de oro en California. En el acto, en la famosa Fiebre del Oro californiana, un ejrcito de aspirantes a millonario se puso en marcha hacia all. Y stos no eran colonos con sus familias, sino hombres solos espoleados por la codicia, cuya nica consideracin era la prisa. Muchsimos llegaban en barcos, dando la vuelta al continente americano o desembarcando en la Costa de los Mosquitos para cruzar el istmo de Panam y reembarcarse en la costa del Pacfico, Y cuantos llegaban por tierra lo hacan por la ruta ms rpida, por el Norte y cruzando las montaas, (donde cierta proporcin de ellos se dejaron la vida).Y aqu naufragaron las esperanzas del Sur porque, con decenas de miles de hombres utilizando anualmente esta ruta, no hubo ms remedio que protegerla con puestos militares y acuerdos con los indios, y aparecieron puntos de servicio a lo largo de su recorrido. Con lo que, siendo la ms corta, devino pronto segura, y se convirti tambin en la favorita de los colonos. Y, aun antes de que este contratiempo llegara a cristalizar, la Fiebre del Oro californiana cre una situacin an ms alarmante para los sureos.En efecto, la primera gran invasin de buscadores de oro se produjo ya en 1849, (de lo que se apodara a los buscadores veteranos fortyniners), y un censo de ese ao revel que, con tan masivas llegadas, California ya posea suficiente poblacin blanca para ser aceptada como Estado de la Unin, cosa que los nuevos californianos solicitaron de inmediato. Pero ocurra que casi todos los recin llegados procedan del Norte, o de Europa, (donde la esclavitud era ya una institucin tan olvidada como el sombrero de tres picos y el culott), y California iba a ser un estado libre, rompiendo al fin aquella paridad en el Senado tan celosamente guardada por el Sur durante sesenta aos.Los sureos se opusieron desesperadamente a esa entrada, alegando que la famosa lnea de latitud cruzaba California, y que por tanto haba dos Estados, libre y esclavista. Slo que como el oro estaba al norte de la lnea, toda la poblacin nueva se encontraba en esa zona; adems estos nuevos pobladores consideraban el sur del territorio su despensa, (el oro no se come), y se negaban a verse separados de ella por una frontera que no haba existido bajo Mjico.Henry Clay, ahora prohombre del Partido Whig, (la oposicin a los demcratas), trataba de que la decisin fuera dejada a los californianos, para lo que haba lanzado el lema Soberana Popular. John Calhoun, frentico, volva a poner sobre el tapete la idea de la Secesin. Tambin elabor el contralema de Soberana Ilegal para oponerlo al de Clay, pero sin xito. (Trataba de resaltar que, como recin llegados no asentados, los nuevos californianos no hubiesen tenido voto en casi ningn Estado avanzado, pero todo el mundo saba que esas reglas no solan aplicarse en las zonas fronterizas, donde Calhoun y su grupo haban sido los primeros en hacer su antojo apoyndose en el voto de recin llegados no asentados).Complicando an ms las cosas para el Sur, la cnica manipulacin del Presidente para llegar a la guerra con Mjico haba desprestigiado en el Norte al Partido Demcrata, hacindole perder tantos votos que los Whig acababan de obtener una holgada victoria en las elecciones de 1848. No es que el Partido Whig fuera abolicionista, (lo que quedaba para el extremista Free Soil), y haba tratado de parecer an ms moderado llevando como candidato a la Presidencia al General Zachary Taylor, que aparte de ser ya un hroe nacional, posea grandes plantaciones y muchos esclavos en Louisiana. Pero, como muchos militares, Taylor result ser decididamente opuesto a la Secesin.

Zacary TaylorZachary Taylor, que acababa de tomar posesin de su cargo en 1849, era un tipo pintoresco, que en campaa compaginaba a menudo una vieja levita de uniforme con el resto del atuendo de un granjero acomodado, (sombrero de paja, chaleco rojo y pantaln de mil rayas), y para colmo, montaba muchas veces a la amazona, objetando que con sus cortas piernas el montar a la jineta le era muy incmodo. Pero su pintoresco aspecto no le impeda irradiar energa. Inquirido sobre la cuestin californiana, repuso que deba ser una decisin de los californianos, y cuando el grupo de Calhoun amenaz con la Secesin, bram que si intentaban tal cosa se pondra al frente del Ejrcito, invadira el Sur y se encargara personalmente de hacer ahorcar a cada uno de ellos.Esta violenta reaccin hizo ms por aquietar a los sureos que todos los racionamientos jurdicos y apelaciones polticas anteriores, y se puede uno preguntar si una larga presidencia de Taylor, (digamos los ocho aos de dos mandatos), no hubiese evitado muchos males a su Patria, ya que sin duda era un hombre idneo para la situacin. Pero Taylor no lleg a cumplir ni la mitad de su primer mandato, muriendo en 1850 y siendo sustituido por el ex-Vicepresidente Millard Fillmore. Y, desde luego, este no era el hombre idneo para la situacin.Fillmore era del tipo reaccionario sin agallas, a los que le horrorizaba la idea de tener que liderar un pas en guerra civil, y nos tememos que ms an por tener que hacerla contra gente bien, a la que estaba seguro de pertenecer. Los sureos le calibraron de inmediato, y su coro de protestas y amenazas de secesin subi de nuevo varias octavas.Pero los sureos moderados, an fuertes y numerosos, teman que los extremistas de Calhoun, a los que llamaban fire-eaters, les llevaran demasiado lejos. Sobre todo tenan un santo respeto por el Ejrcito, que tras la reciente Guerra de Mjico conservaba en filas 29.000 hombres, y estaba lleno de confianza y en la cspide de su efectividad y bajo el mando de Winfield Scott, tan antisecesionista como Taylor. As que contactaron con Fillmore, ofrecindose para contener ellos mismos a los fire-eaters, si el Presidente les daba algo que pudiera interpretarse como una victoria neta para el Sur. Y se acord que tal regalo fuese una ley de extradicin de esclavos fugitivos, que el Sur reclamaba desde haca aos, y se denomin Fugitive Slave Law.Su apoyo legal era el Artculo IV, Seccin II, Prrafo 3 de la Constitucin: Ninguna persona obligada a servicio o trabajo en un Estado bajo sus leyes y que escape a otro podr, en consecuencia de alguna ley o regulacin de este otro, ser dispensada de tal trabajo o servicio, sino que deber ser devuelta a peticin de la parte a la que tal servicio o trabajo debe ser prestado.No era perfecto, pues se poda preguntar hasta que punto la condicin civil de esclavo poda describirse como tan solo una obligacin de prestar servicio o trabajo, y sobre todo era dudoso que los esclavos de color, (sin derechos reconocidos), fueran personas ante la Ley. Cierto que seguramente, como decan los sureos, el Prrafo haba sido redactado pensando entre otros casos en los esclavos. Pero en todo caso pareca referido a esclavos con cierto estatus civil del que los africanos de la plantacin surea carecan. (Recurdese que, en el Siglo XVIII, haba esclavos blancos, que lo eran a ttulo temporal)Pero lo peor era que la Fugitive Slave Law iba mucho ms lejos, con imposiciones abusivas en la tradicin del derecho anglosajn. As, estableca una presuncin de que el hombre sealado por el cazador era el esclavo fugitivo, obligndole a aqul a probar lo contrario, y hasta estableca penas para los que ayudaran a los esclavos en territorio libre!. (Es decir, que los Estados libres deban castigar a sus propios ciudadanos por realizar actividades legales en su reglamentacin).Era una rendicin simblica del Norte, y cuando el virginiano James Murray Mason la present ante las Cmaras fue objeto de vivo debate. Se destacaron argumentando a su favor el viejo orador Daniel Webster y el nuevo valor demcrata Stephen Arnold Douglas, de Illinois, y en su contra Henry Clay y otro nuevo valor, pero whig, William Henry Seward, de New York. Pero el grueso del Partido Demcrata, aliado con Fillmore y la parte de los Whig que segua incondicionalmente a ste, formaron rodillo logrando, aun por un margen no tan amplio, su aprobacin.Y, en efecto, armados con ste regalo para el Sur, los moderados sureos lograron aislar a los seguidores de Calhoun, retomando al menos momentneamente las riendas de la poltica surea y permitiendo pacficamente la aceptacin de California como trigesimoprimer Estado, libre, en 1851. (Y ello pese a que el propio Calhoun, enfurecido, sigui jugando la baza de la Secesin hasta el ltimo minuto).Se ha dicho por ello, y es posiblemente cierto, que la Fugitive Slave Law retras diez aos el inicio de la Guerra Civil. Pero es menos claro que fuera para bien. Seguramente en 1851, con un Ejrcito mucho ms potente, unido y preparado para la intervencin rpida, y un Sur ms dividido, (es dudoso que Virginia y su rea de influencia hubiesen secundado la rebelin, y aun en el Deep South los secesionistas hubieran encontrado ms problemas), la Secesin hubiese sido abortada con mucha mayor rapidez y con una modesta efusin de sangre.De hecho, la Fugitive Slave Law tampoco fue de mucha ayuda a la institucin esclavista. Cre dificultades a las redes de fuga de esclavos que funcionaban desde el Norte, pero stas slo drenaban unos cientos de esclavos al ao, que la economa surea era bien capaz de sustituir. Y en cambio le hicieron perder su aspecto de asunto ajeno a los Estados norteos, que haba sido su mejor baza, al humillar sus leyes y llevar la caza del hombre a sus propias calles.El ciudadano del Norte se sinti humillado y, aunque parte de la agresividad resultante se desvi contra los abolicionistas y los mismos negros, (dando lugar a un aumento del racismo en el Norte), la suficiente encontr un objetivo ms lgico, aumentando an ms el sentimiento antiesclavista y antisureo.En ese contexto se public a poco la famosa novela de Harriet Beecher Stowe La Cabaa del To Tom. Tan slo era un noveln dramtico, de los que por entonces ocupaban el hueco que a fines del Siglo XX llenan las teleseries. Y si el gnero dio obras excelentes, (pinsese en Dickens y Vctor Hugo), aqulla no era una de ellas. Pero conect con el ambiente social y su xito, seguido del de innumerables espectculos teatrales basados en ella, est inextricablemente unido a la atmsfera de aquellos aos. (Aunque su importancia en el clima de tensin que llev a la guerra se ha exagerado, siendo sin duda ms una consecuencia que una causa de aqul).La novela pintaba un Sur ultra dramatizado y muy de guardarropa, pero en conjunto menos falso que la imagen de perezosos negros cantando mientras recogen el algodn bajo la mirada paternal del massa, que el Sur pretenda vender, y aun hoy vende, con cierto xito al exterior y a s mismo.Lo cierto es que muchos esclavos deseaban huir, y las cadenas y los guardianes con que se les trasladaba de una plantacin a otra no eran de adorno. Y si en el Sur real no eran frecuentes los ltigos cayendo sobre las turgentes espaldas de bellas mulatas, s exista un activo mercado de negritas en la pubertad, compradas para ser adiestradas, y luego explotadas, en ciertos burdeles, sobre todo en New Orleans.

John Caldwell CalhounVarios protagonistas de los debates de la Fugitive Slave Law murieron a poco, incluyendo a Henry Clay, Daniel Webster y el legendario John Caldwell Calhoun. Y, si no muerto, qued herido de muerte en aquellos debates el propio Partido Whig. Los whigs, desprestigiados y con su ala izquierda pasndose en bloque al Free Soil, obtuvieron en las elecciones de 1852 pocos ms votos que ste, pese a presentar como candidato a la Presidencia a otro miles gloriosus, el General Winfield Scott. As la victoria fue, fcilmente lograda por los demcratas, cuyo candidato presidencial era uno de los segundos de Scott en Mjico, el General Franklin Pierce. Se trataba de un caballero culto y amante del arte clsico pero que, pese a ser de Nueva Inglaterra, sustentaba ideas tan prximas a las de los fire-eaters sureos que, durante la Guerra Civil, sera miembro de la sociedad Knights of the Golden Circle, cuyas actividades rozaron repetidamente la alta traicin.Los norteos de 1853 prefirieron sin embargo atribuir su debilidad ante el Sur a la cobarda, y le aplicaron el epteto de Cara-de-Masa, con el que ya haban escarnecido a Fillmore. (Se le supona descriptivo de la forma en que la cara de individuos como Fillmore y Pierce palidecan, tomando color de masilla, ante las jactancias sureas). De todas formas, Pierce apenas era sino un mascarn de proa norteo para una Administracin en que tanto las Secretaras, (Ministerios estadounidenses), como las Comisiones de las Cmaras, estaban dominadas no ya por sureos, sino por verdaderos fire-eaters. En efecto, ante el crecimiento del Free Soil y el abandono del Partido Demcrata de parte de su ala izquierda nortea, pasada al partido extremista, los demcratas se haban agrupado bajo el dominio de sus secciones del Sur donde a la vez, los fire-eaters haban aprovechado la creciente tensin creada por la Fugitive Slave Law entre Norte y Sur para desplazar de nuevo a los moderados.De estos fire-eaters destacaba ya el Secretario de Defensa Jefferson Davis. Nacido en Kentucky y criado en Mississippi, de familia de plantadores, haba pasado por el Ejrcito, abandonndolo por diferencias irreconciliables con Zachary Taylor. (Se haba casado, contra la voluntad del padre, con una jovencsima hija de Taylor, que muri al primer parto, de lo que el General le haca responsable). Despus se convirti en un gran plantador en Mississippi y, desde 1845, obtuvo un escao en el Congreso y volvi a casarse con Varina Howell, de la mitad de su edad, pero poseedora de un cerebro bien amueblado.

Para la Guerra de Mjico cre y mand un regimiento de milicia montada, los Mississippi Mounted Rifles, de los poqusimos que usaron en ella los nuevos fusiles rayados de percusin. Hizo un excelente papel a su frente en la Batalla de Buena Vista, la ms difcil de la guerra. Y se proyect a la gloria tras ella cuando, al ofrecerle el Ejrcito un despacho de Brigadier por su comportamiento, lo rechaz, alegando que como oficial de la Milicia de Mississippi slo poda aceptar ascensos de sta.En realidad, estos pasos de la Milicia al Ejrcito eran habituales, pero los fire-eaters estaban haciendo propaganda sobre la soberana e independencia de los Estados, y la actitud de Davis casi los derriti de satisfaccin. En el acto le obtuvieron el nombramiento de Mayor General de la Milicia de Mississippi y le convirtieron en su hroe.Siendo hombre ms bien seco, y no precisando demostrar nada, Jefferson Davis prescindi del tpico verbo inflamado de los fire-eaters, ganando fama de hombre serio, y hasta de moderado respecto al movimiento. Sin darse cuenta, (l ms bien se vea como cabeza de su aparato militar), estaba dando los primeros pasos hacia la Presidencia de un futuro e hipottico Sur independiente.Al tiempo, en la dcada de 1850 la industrializacin nortea avanzaba, mientras los ferrocarriles iban tendiendo una tela de araa metlica por las regiones civilizadas de la Unin. Ahora el Norte atraa ya casi toda la emigracin, que en aquellos aos se estaba volviendo masiva, aunque por primera vez compuesta esencialmente de gentes extranjeras: irlandeses catlicos y centro y norte europeos, (en su mayora alemanes), que si hablaban el ingls lo hacan con un pesado acento.Los irlandeses huan de la hambruna que haba seguido en su pas, convertido por el dominador ingls en un monocultivo de patatas, a la primera plaga del escarabajo de la patata americano. Los alemanes, y otros europeos continentales, de la cerrazn del horizonte poltico que suceda en Europa al fracaso de las revoluciones de 1848.Y, a la vez, la maduracin de las revoluciones industriales de varias naciones estaba produciendo la expansin de sus mercados, que se traduca en una nueva expansin de sus industrias textiles y una nueva alza de la demanda mundial de algodn. As, los precios internacionales del algodn, estabilizados por unos aos, crecan de nuevo para contento del Sur.Ante esta situacin los fire-eaters sureos, que justo tras la muerte de Calhoun, se encontraban con ms poder en sus manos del que seguramente haban llegado a soar, hacan frente a un dilema: Empleaban tal poder para preparar la Secesin, como su desaparecido lder hubiese probablemente preferido, o intentaban aplicarlo a renovar las bases de su dominio, buscando por ejemplo la forma de lograr el ingreso en la Unin de otro Estado esclavista, restableciendo la paridad en el Senado?Intentaron jugar ambos palos. De un lado se insisti en predicar en el Sur la palabra de Calhoun, hasta que el derecho de Nulificacin y la presunta tirana de las acciones contra los Estados secesionistas fueron all tan conocidos, (y probablemente menos crticamente aceptados), como el Catecismo en un pas catlico. Y a la vez Jefferson Davis usaba su cargo para desmenuzar el Ejrcito Federal.Entretanto, otros miembros de la administracin buscaban su Estado esclavista como Digenes buscaba un hombre. En el exterior, tratando de arrebatar a Espaa la esclavista Cuba, o preparar para ello algn pequeo pas centroamericano. En el interior y a largo plazo, tratando de revitalizar el Sendero de la Mariposa, y a corto con la chapucera faena que acabara dando lugar al escndalo de Kansas. Al ir fracasando unos tras otros esos planes, la suerte de la Unin qued decidida.Aqu hemos de dar fin a este primer captulo. Hemos visto en l como se form la Unin, superando las primeras diferencias. Y hemos visto tambin cmo stas, lejos de diluirse como se haba esperado, se iban ampliando a causa de la diferente forma en que una y otra parte del pas se adaptaban al fenmeno industrial: el Sur, convirtindose en productor de materias primas, y el Norte tratando de industrializarse a su vez. Y hemos visto, en consecuencia, como la pequea fisura abierta en la Crisis de Missouri se iba ampliando, en especial desde el intento de secesin surcarolino, para volverse una ancha grieta, precursora del terremoto, con la Fugitive Slave Law. Ahora, con el poder en manos del grupo menos interesado en mantener la Unin, el desastre era slo cuestin de tiempo.

Captulo II: Hacia El DesastreTodos los esfuerzos de la Administracin Pierce por buscar un Estado esclavista que equilibrara la composicin del Senado, fueron intiles, teniendo a menudo resultados desastrosos. El que los tuvo menos negativos fue el proyecto de revitalizar el Sendero de la Mariposa, para lo que se intentaba crear un ferrocarril de costa a costa que viniera a coincidir con su trazado. Como terreno apropiado, se adquiri de Mxico la regin entonces llamada Mesilla o Arizona, (lo que es hoy el sur de los Estados de Arizona y Nuevo Mxico), y justo en la frontera de California, al sur del Desierto de Mohave, se levant Fort Yuma.Pero el proyectado ferrocarril supona inversiones para la poca desaforadas, y en un trazado que an no tena demasiada demanda. As que no se logr interesar a la inversin privada, y el proyecto qued congelado. Se realizara bastantes aos despus de la guerra, y ni siquiera iba a ser el primer ferrocarril de costa a costa. Un resultado decididamente positivo, aunque no buscado, fue que al otro lado de la frontera arruin definitivamente la carrera poltica del General Antonio Lpez de Santa Ana Espadn de la oligarqua mexicana que haba dominado, (para mal), el escenario poltico azteca por ms de veinte aos. En su ensimo mandato presidencial, Santa Ana fue barrido por la indignacin pblica causada por la facilidad con que haba cedido la Mesilla al odiado gringo.Los intentos de obtener Cuba o preparar algn pequeo pas centroamericano, para presentarlos como candidatos a Estados esclavistas de la Unin, acabaron a menudo en forma trgica. En principio se realizaban mediante expediciones filibusteras que empleaban grupos de medio a un centenar o ms de mercenarios, a menudo encuadrados por oficiales del Ejrcito. Eran financiadas por organizaciones esclavistas, y bajo cuerda el propio Gobierno.Pero pese a la decadencia espaola, su Ejrcito funcionaba, y con excesiva frecuencia logr cazar, acorralar, capturar y fusilar contra un muro a los filibusteros que desembarcaban en Cuba. En Centroamrica, con sus pases minsculos y a menudo bastante anrquicos, los filibusteros lograron a veces xitos iniciales, pero los naturales acababan por unirse contra ellos, y su fin sola ser semejante. (As fue fusilado en Nicaragua, en 1859, el ms famoso de todos, William Walker). Y es que toda la Amrica Hispana saba la forma en que la mayora de los hispanos, an los propietarios, haban sido despojados en Florida, Texas y los territorios ltimamente arrebatados a Mxico, con lo que los gringos eran universalmente considerados en ella gente de poco fiar.Como Cuba, an esclavista, era la presa ideal y era claro que las expediciones filibusteras no iban a lograrla, en 1854 se intent obtenerla directamente, amenazando a Espaa con la guerra s no la entregaba, mediante el llamado Manifiesto de Ostende. Slo que Francia e Inglaterra, irritadas por el voraz apetito del joven imperialismo estadounidense, an hambriento pese a que acababa de zamparse medio Mexico, se declararon dispuestas a apoyar a Espaa en la guerra. Y la Administracin Pierce se vio en la triste necesidad de tragarse su propio ultimtum, redactado por cierto en el tono ms desafiante.Pero esta gaffe, con ser grave, tuvo consecuencias ligeras comparadas con las de la siguiente. Era eso que, antes del fin del mismo ao, se present en las Cmaras la Kansas-Nebraska Act, que separaba los Territorios de Kansas y Nebraska, declaraba al primero ya apto para su admisin como Estado, y ordenaba la celebracin de un referndum para decidir su legislacin libre o esclavista. Maniobra atrevida, pues con casi toda Kansas situada al Norte de los 36 grados 30 minutos, contravena directamente el Compromiso de Missouri.Pero para su aprobacin los sureos contaron con la ayuda del Senador de Illinois Stephen Arnold Douglas, a alguna de cuyas propiedades en Kansas convena su aceptacin como Estado. Alegre, cnico y tctico brillante en las Cmaras, el propio Douglas se encarg de presentar la Act ante ellas, desconcertando a la posible oposicin al ampararla en la doctrina de la Soberana Popular del difunto Henry Clay. Y con los apoyos previamente concertados, la hizo aprobar con una habilidad que dej deslumbrada a la clase poltica, aunque irritara a los norteos ms levantiscos.Pero eso slo era el comienzo, porque muchos dudaban que Kansas y Nebraska, juntas, sumaran la poblacin necesaria para formar un Estado. Y con Nebraska escamoteada, (quiz porque se tema que su voto fuera abolicionista), se sospech que los esclavistas contaban con la complicidad del Gobierno para inventarse unos miles de votos favorables, y/o utilizar fraudulentamente falsos colonos para falsear el referndum.El Free Soil y las organizaciones abolicionistas se lanzaron de inmediato a reclutar miles de colonos para enviarlos a Kansas, y a la vez se registr la llegada desde el Sur de los que la Prensa nortea llam rufianes fronterizos. De hecho y aunque haba entre ellos una proporcin de pistoleros, cazadores de esclavos y matones, al comienzo la mayora slo eran campesinos sureos pobres, contratados para fingirse colonos hasta el referndum (al contrario que los abolicionistas, que llegaban para quedarse, pocos de ellos llevaban consigo sus familias).Los sureos, seguros de su impunidad, complicaron la situacin desenmascarndose con enormes chapuceras, (hubo votacin, con 831 electores legales, en que se contabiliz ms de 6.000 votos). El Gobernador A. H. Reeder, que no las admita, hubo de ser sustituido por la Administracin Pierce por el notorio pro-esclavista Wilson Shannon, de Illinois. Y en tanto, el flujo masivo de colonos abolicionistas desde el Norte amenazaba con sumergir los planes sureos.Los esclavistas reaccionaron con presiones ilegales a cargo de sus rufianes, y la intromisin de numerosas fuerzas de milicia. Estas detenan a los colonos abolicionistas en controles irregulares, sometindolos a amenazas, violencias y abusos, llegando a veces a destruir sus bienes o robar sus ahorros. La mayora de tales milicias venan del sur del vecino Missouri, pero no falt un regimiento, bien equipado, proveniente de Georgia y South Carolina y mandado por el Coronel de Kentucky Abraham Buford, lo que elevaba la ilegalidad de su presencia a cotas surrealistas. Pero la marea de colonos abolicionistas segua subiendo.Una primera Constitucin de Kansas, esclavista, hubo de ser rechazada en 1854 por las irregularidades, tambin bastante surrealistas, que presentaba su redaccin y propuesta. Una segunda, abolicionista, se rechazo en 1855, aunque contaba con bastante apoyo popular, por defectos an mayores de redaccin y presentacin. Y para 1856 los esclavistas, desesperados por la notoria superioridad en poblacin que sus rivales estaban alcanzando, pasaron a intentar expulsar a colonos ya establecidos.Su primer movimiento en ese sentido se produjo cuando una gran fuerza de sus paramilitares ocup la pequea ciudad abolicionista de Lawrence, sometindola a 24 horas de terror. An era una medida de presin calibrada, y al fin no muri nadie, pero la Prensa, en su sensacionalismo, dio a entender lo contrario. Y a poco un abolicionista y ex-freesoiler algo desequilibrado, John Brown se present con varios seguidores en el villorrio esclavista de Pottawatamie y asesin a cinco vecinos.Aquello desencaden el Infierno, porque los sureos empezaron a su vez a matar, y estall una autntica guerra civil en miniatura, con sucesos como la Matanza de Marais des Cygnes, donde una decena de abolicionistas, fueron sacados de sus casas y fusilados en una acequia y pequeas batallas como las de Franklin, Fort Saunders y Hickory Point.El inicio de las luchas en lo que iba a llamarse Bleeding Kansas o Kansas Sangrante, casi coincidi con la campaa electoral de 1856, en la que se vera aparecer grandes novedades polticas. El Partido Whig, reducido a su ala derecha y sus facciones sureas, se unieron a elementos aislacionistas para presentar la plataforma electoral llamada Partido Americano, que por uno de sus lemas fue pronto conocido como Know-Nothing o No-S-Nada. An con el ex-Presidente Fillmore como candidato, slo obtendra una tercera plaza en las elecciones.Su ala izquierda se uni al Free Soil, abandonado por sus ms sanguinarios extremistas, que haban pasado a la lucha armada en Kansas, y al grueso de los colonos de la Costa Oeste, formando el nuevo Partido Republicano. Les perjudic su relativa inexperiencia, y el haber cedido a la peticin de los electores de California y Oregn dando la candidatura a John Charles Fremont, soldado, explorador y poltico que era adorado en aquellas tierras, pero produca cierto rechazo en el populoso Este. De todas formas, los republicanos estuvieron cerca de la victoria, convirtindose de golpe en la segunda fuerza poltica de la Unin.Tan cerca estuvieron que en algunos momentos pareci que vencan, y el fire-eater Gobernador de Virginia, Henry Alexander Wise, amenaz con ocupar Washington con sus milicias virginianas para impedir la investidura, si Fremont reciba la Presidencia. Pero finalmente gan las elecciones el Partido Demcrata, pese a no pasar su mejor momento.En efecto, el grueso de los demcratas norteos, e incluso muchos del Sur, estaban enojados por la sangrienta chapuza de Kansas y otros abusos y el dominio del grupo fire-eater sobre el Partido se haba tambaleado. Al fin, prometiendo enmendarse, los fire-eaters lograron imponer un candidato, s bien no tan claramente afn a ellos como Pierce. Era James Buchanan, diplomtico soltern y el nico soltero que ha alcanzado an la Casa Blanca, (en la que, durante su mandato, ejerci de anfitriona su sobrina Harriet Lane). Aunque comprometido en el asunto del Manifiesto de Ostende, fue aceptado por estar limpio respecto al escndalo de Kansas. Y como hemos visto gan las elecciones, aunque con problemas causados por las reticencias que muchos demcratas an mantenan.

James Buchanan era por supuesto otro Cara-de-Masa, y si su Gobierno tena un aire un poco menos monocolor que el de Pierce, estaba igualmente dominado por los fire-eaters, mientras que hombres del Sur presidan diez de las doce Comisiones del Senado. (Jefferson Davis estaba al frente de la de Defensa). Slo que los fire-eaters se daban cuenta de que estaban viviendo su ltima oportunidad.En efecto, por naturaleza y por ideologa eran incapaces de mantener sus promesas de moderacin, y saban que, para la prxima campaa electoral, su dominio sobre el Partido Demcrata iba a serles arrebatado. Y, mientras, el sucio asunto de Kansas se estaba convirtiendo en una bandera para el Norte, hacindolo ms difcil de manejar. Adems, entre las ltimas olas de emigrantes haba muchos que se posicionaban contra los sureos de inmediato, ex-revolucionarios del 48 que los identificaban con sus antiguos enemigos en Europa. (Ya se haba detectado la presencia de ex-oficiales del Ejrcito revolucionario alemn de 1848 como consejeros e instructores de las milicias abolicionistas de Kansas).Pero, sobre todo, el asunto de Kansas se les estaba yendo de las manos y adems, otros dos Estados libres, Oregn y Minnesota, iban a estar dispuestos para su ingreso en la Unin, antes de que acabara la legislatura, con lo que las diferencias en el Senado iban a continuar amplindose.Por otra parte, algo radicalmente nuevo estaba ocurriendo en la economa mundial. Su origen estaba en la excesiva confianza que se haba puesto en la capacidad de multiplicador del ferrocarril en los procesos de desarrollo. (En realidad impuesta por los bancos, que estaban interesados en promocionar un sistema que requiriera inversiones tan masivas que solo se pudiesen canalizar a travs de ellos).As haba comenzando a producirse fenmenos de sobreinversin en ferrocarriles, con la financiacin de tramos de cada vez ms lejana y dudosa rentabilidad. La tendencia se coron cuando varios grandes grupos bancarios internacionales impulsaron sendos planes de industrializacin para el Imperio Ruso, Espaa e Italia, tratando de lograr el despliegue industrial inicial directamente a travs de la creacin de amplios trazados ferroviarios. Y pronto se vera que tal cosa era una locura, pues ni el incipiente tejido industrial, ni el resto de su actividad econmica, tradicional, podran generar durante bastantes aos an en esos pases la demanda suficiente ni para el mantenimiento, no digamos para la rentabilizacin, de infraestructuras tan ambiciosas.Hacia 1855 los consorcios bancarios (que incluan la entonces casi omnipotente Banque Perire francesa, varias ramas de la Rotschild y, en conjunto, muchos gigantes de la Banca mundial), se dieron cuenta de que aquel agujero negro iba a devorar el grueso de sus beneficios durante una buena cantidad de aos, y contrajeron violentamente su crdito para evitar riesgos adicionales. Y como eran tan poderosos, esta contraccin del crdito se trasmiti como las ondas de una piedra arrojada al agua, iniciando la primera crisis econmica del mundo industrial.Apenas hubo quiebras entre los grandes bancos, pero muchos bancos menores, sobre todo si llevaban una poltica de inversiones agresiva, quedaron arruinados por el sbito encarecimiento del dinero. Y a las quiebras de Bancos seguan las de empresas que trabajaban con ellos, o con el dinero ms caro no podan afrontar a las obligaciones que haban contrado. La crisis no alcanz proporciones desastrosas sino en los pases ms profundamente implicados, (Rusia, Italia y Espaa). Pero muchos pequeos bancos y empresas quebraron, muchas gentes vieron convertirse en humo sus ahorros, y el mundo qued aterrado y confuso al comprobar que la nueva sociedad industrial tambin ocultaba sus peligros.Esto convena a los planes de los extremistas sureos de los Estados Unidos a dos niveles. En primer lugar, pona en duda la excelencia, que muchos haban considerado garantizada, del camino industrial que estaba siguiendo el Norte. En segundo y ms importante, con el encarecimiento del dinero, la inversin en industria pesada y siderometalrgica, de moda durante casi veinte aos, se haba hecho mucho ms hazarosa, y volva a la actualidad, a escala mundial, la industria ligera y el textil de donde un nuevo tirn de la demanda mundial de algodn produjo, por segunda vez en el decenio, una segunda remontada de sus precios internacionales, que para regocijo del Sur se iban a doblar entre 1850 y 1860.As pues, los fire-eaters del Gabinete Buchanan se encontraban que, si bien no pareca fcil que pudiesen seguir dominando a la Unin, el momento internacional poda ser especialmente favorable para, como ya en 1812 dijo Calhoun, romperla. Y se plantearon una estrategia de enfrentamiento continuo, a todo o nada. Si lograban, por bravuconera y cansancio, que la Unin cediera, eso poda salvar su dominio del Partido Demcrata y del Sur. Si los norteos se encrespaban, ellos podan con ayuda de su Prensa convertir su furia en un ataque a todo el Sur, y as ganar ms influencia en ste y aumentar la tensin. Con suerte, si como era de temer el Norte no comenzaba a ceder, para fines de 1860 ellos podan tener al Sur maduro para la Secesin.

Parece que tenan contactos con la judicatura, donde el Chief Justice Roger Brooke Taney, que presida el Tribunal Supremo, haba tenido la amabilidad de retrasar la publicacin de una sentencia que poda perjudicarles en las elecciones. Y sta sentencia, que sali a poco de conocerse los resultados electorales y desde luego antes de que Buchanan tomara posesin de su cargo, era la apertura perfecta para la estrategia que los fire-eaters haban diseado.Como un presidente del Tribunal Supremo es casi un intocable, la mayora de la historiografa norteamericana trata de subrayar que la mala fe de Taney no est documentada, y lo trata como a un hombre equivocado. Pero es seguro que l mismo, en su carrera de juez, haba hecho ahorcar a muchos hombres con pruebas circunstanciales menos firmes que las que existen contra l, de forma que no es demasiado atrevido considerarle un traidor especialmente repugnante.

La sentencia era la del Caso Dred Scott. Era ese Scott un hombre de color, ya no joven, que haba vivido algunos aos junto a su dueo en territorios de legislacin libre, y peda el reconocimiento del hecho de haber quedado convertido en hombre libre. Era una peticin bien fundada, y un tribunal de Saint Louis, (en el esclavista Missouri), le declar en efecto libre. Pero sus antiguos propietarios apelaron, alegando falta de jurisdiccin del tribunal que haba sentenciado y, de Sala en Sala, el asunto haba terminado ante el Supremo.Y he aqu que Taney, con el voto a favor de la mayora del Supremo, por supuesto comprada, en vez de pronunciarse sobre la jurisdiccin declaraba toda la causa inexistente porque, al no tener los esclavos de color personalidad jurdica, no podan acudir a los tribunales. Pero el Tribunal de Saint Louis haba fallado que Scott era un hombre libre antes de acudir a l. Y peor, si los esclavos de color no tenan personalidad jurdica no podan ser las personas de las que hablaba el Artculo IV, Seccin II, Prrafo 3 de la Constitucin, luego la defensa de la Fugitive Slave Law haba sido un error o una burla. Y desde luego una burla de Taney, que no haba emitido entonces su opinin.Los razonamientos que explicaban la sentencia eran algo an peor, una pura sarta de mentiras demostradas, que adems coincida con la propaganda extremista ms desaforada y barata de los fire-eaters. Tenan el descaro de asegurar que en paridad todos los negros, aun los libres, eran esclavos por naturaleza, y los fundadores de la Unin siempre lo haban visto as. (S, claro: por eso siete Estados de trece y el 55% de la poblacin fundadora blanca haban escogido legislaciones antiesclavistas). Y una corrupcin tan descarada sublev al Norte.Muchos Estados reforzaron sus leyes contra la posesin de esclavos, incluyendo en ellas multas para el poseedor que le privasen de sus esclavos.Eso se deba a que, aunque segn sus leyes los esclavos que entraran en sus territorios se convertan en hombres libres, slo sus dueos o un tribunal podan declararlos como tales. Y ni los primeros querran, ni segn la sentencia del Supremo el segundo podra hacerlo. La multa haca pasar la propiedad de los esclavos a un dueo, (el Estado libre), que s atestiguara su nueva condicin.Naturalmente, la Prensa fire-eater sac buen partido de esto, acusando a los Estados norteos de soslayar la sentencia, y los norteos se enfurecieron an ms, crendose un espeso caldo de discordia, que era lo que los fire-eaters pretendan. Contradiciendo su propia sentencia, pero echando ms lea al fuego, Taney y su Tribunal Supremo se dedicaron a aplicar la Fugitive Slave Law con un vigor desaforado, pretendiendo incluso que fueran castigados por ayudar en la fuga de esclavos, los vecinos de los presuntos esclavos fugados, por no haber espiado y denunciado a sus vecinos como tales. Por supuesto, los Estados libres se negaban a hacerlo, de donde nuevas acusaciones mutuas y ms inquina.Mientras, las previsiones negativas sobre el futuro de la esclavitud en la Unin se iban cumpliendo en otro aspecto. As, en 1858 fue admitido en ella el Estado de Minnesota, y en 1859 el de Oregn, ambos con legislacin antiesclavista. En Kansas los fire-eaters, para probar su buena voluntad, haban tenido que cambiar al partidista Gobernador Shannon por John White Geary, de Pennsylvania. Y ste, con denodados esfuerzos y haciendo empleo de tropas federales, fue interponindose entre los contendientes y haciendo disminuir la violencia.Para cuando lo logr, era obvio que la proporcin de abolicionistas a esclavistas era, en Kansas, aplastantemente favorable a los primeros. E incluso en los combates que se haban librado se poda observar algo que debiera haber hecho meditar a los sureos, aunque obviamente no fue as. Y eso era que la milicia abolicionista haba luchado bien.En efecto los colonos abolicionistas, a quienes sus rivales solan considerar una pandilla de timoratos amanegros y predicadores tontos, haban logrado crear una milicia no muy grande, pero muy bien instruida y armada. Lo primero era responsabilidad de Franz Sigel, ex-Ministro de Guerra del Gobierno revolucionario alemn de 1848, que haba creado en Saint Louis, (Missouri), una escuela militar privada que estaba resultando un West Point abolicionista. Lo segundo, deba atribuirse a que hacan todo el uso posible de los nuevos Sharps de retrocarga.El Sharps, diseado por Christian Sharps, (que haba sido expulsado de la Sharps Rifle por sus socios), era una formidable arma, que igualaba en potencia a los legendarios Mataosos Hawken, disparando diez veces ms rpido. Los cazadores del Lejano Oeste, tpicos usuarios de los Hawken, se haban enamorado de l. Y los guas de caravanas mantenan que eran las primeras armas que nulificaban el truco indio de colgarse al costado del caballo, usando el cuerpo de ste como barrera ante el fuego. El Sharps era capaz de atravesar al caballo y derribar al jinete a la vez! Pese a lo cual, el Ejrcito y la Marina Federales slo haban hecho pedidos pequeos, de evaluacin, de tan notable arma.

Un pedido mayor lleg del Imperio Britnico, que los adquiri para equipar a fuerzas montadas empleadas en sofocar el gran motn hind llamado de los Cipayos. Y los abolicionistas de Kansas los adquiran en grandes cantidades, y usaban muy juiciosamente. (Fue as como, en un combate reido en la pradera abierta, nuestro ya conocido John Brown derrot con slo 28 hombres a una fuerza que le doblaba en nmero). Se deca que a veces haban burlado la vigilancia del Gobernador Geary llegando en cajas etiquetadas como Biblias, y como Lyman Ward Beecher, hermano de Harriet Beecher Stowe, era uno de los predicadores que ms se haban distinguido animando a los abolicionistas en la cuestin de Kansas, adquirieron el curioso apodo de Biblias de Beecher.Hacia 1859, Geary haba logrado que Kansas alcanzara cierto grado de pacificacin, y el Gabinete Buchanan realiz sus ltimos intentos de conseguir una Kansas esclavista. Geary fue sustituido por R. J. Walker, de Mississippi, personalmente honesto pero ms afn al esclavismo, y se trat de que el Territorio aceptara la llamada Constitucin de Lecompton. Esta era una tercera propuesta de Constitucin, esclavista, presentada a fines de 1857 con graves defectos de forma, aunque no fueran tan llamativos como los de las dos propuestas anteriores.Presentada al referndum que la Kansas-Nebraska Act exiga, fue rechazada. Pero, sin inmutarse por ello, el Gabinete Buchanan la present e hizo aprobar como Constitucin de Kansas en el Senado y el Congreso de los Estados Unidos, reenvindola despus a Kansas para su confirmacin. Quiz se esperaba que Walker la impusiera en alguna forma ilegal, pero el Gobernador, que como hemos dicho era honesto, se limit a someterla a un nuevo referndum. Y, al ser de nuevo rechazada por amplio margen, qued claro que Kansas no sera otra cosa que un Estado libre.Tambin en otros aspectos se cumplan los peores presagios sobre el futuro de los fire-eaters. Porque, por mucho que hubiesen logrado incrementar el antagonismo Norte-Sur en el mbito de la calle, los cuadros del Partido Demcrata vean muy bien su juego, y era obvio que los demcratas norteos no aceptaran otro candidato Cara-de-Masa. De hecho, se estaba abriendo paso por el Partido una fuerte corriente decidida a llevar a las elecciones de 1860 un equipo de moderados del Norte y el Sur, proponiendo como Presidente a Stephen Arnold Douglas.

Douglas era un descendiente de una buena familia venida a menos, que haba logrado dejarle como legado una buena educacin y ciertas relaciones sociales. Y haba aprovechado la primera y las segundas, entrando en poltica y convirtindose en Senador antes de los 35 aos. Casado por dos veces, (enviud una), con mujeres crecientemente ricas, haba multiplicado con extraordinaria habilidad y no demasiados escrpulos las fortunas obtenidas a travs de tales matrimonios, deviniendo casi obscenamente rico. A la vez, la indudable habilidad desplegada en la presentacin de la Kansas-Nebraska Act y otros episodios haban hecho de l un fenmeno poltico de primera magnitud, y un hroe para muchos jvenes norteos de clase acomodadaPor otra parte, no era el tipo del triunfador ensoberbecido. Bajo, regordete y hablador, ni ocultaba ni pareca orgulloso de sus trapicheos de negocios, desplegaba simpata e irradiaba un simptico cinismo, amn de una enorme cultura, (al contrario de muchos polticos, los xitos no le haban hecho dar la espalda al conocimiento), y era el poltico norteamericano recibido con ms frecuencia y agrado en las Cortes europeas. A los fire-eaters les haba salido un difcil rival.Y justo entonces, a mediados de 1859 y cuando se presentaba casi rutinariamente a renovar su escao de Senador por Illinois, Douglas experiment algo parecido a un traspi. Todo se inici cuando, como el Partido Republicano no encontraba hombres dispuestos a disputarle el escao, (y sufrir un previsible revolcn), accedi permitir que se le enfrentara un poltico local, algo pasado de moda y casi desconocido fuera de Illinois: su nombre era Abraham Lincoln.Lincoln desafi a Douglas a culminar la campaa con una serie de debates pblicos entre los dos, y Douglas acept, lo que no era ya normal. Los debates se realizaron durante el verano, y para sorpresa de la nacin, fueron de una altura inesperada y reidsimos, hasta el punto que, aunque Douglas obtuvo al fin el escao en disputa, la impresin general fue que eso fue ms que nada un tributo a su leyenda, y que Lincoln haba estado perfectamente a su altura. Y el desafo result lo suficientemente apasionante para ser seguido por la gran Prensa del Este, catapultando a Lincoln a las posiciones superiores de su partido.

Abraham Lincoln, que aquel mismo ao cumpli 50, era un huesudo gigante con cara de asceta, cuyas ropas siempre parecan colgar de l como de una percha. Nacido en Kentucky de familia muy humilde, haba emigrado con ella, an nio, a Indiana primero y a Illinois despus. Llegada su edad adulta trabaj en mltiples oficios (talando rboles, llevando balsas Mississippi abajo hasta New Orleans y hasta como cartero), mientras se educaba de forma autodidacta, para pasar luego a la poltica y el foro, Inicialmente whig, haba llegado incluso a ganar como tal un escao en el Congreso en 1846.Pero se le pidi que lo cediese a un poltico ms conocido dentro del Partido, que haba perdido el suyo, a media legislatura. Y entre esa desilusin, y la constatacin de que el permanecer en Washington le estaba costando un dinero del que an apenas dispona, abandon la poltica en 1848 para dedicarse de pleno a la abogaca. Y aunque, ya en mejor posicin econmica, volviera a ella al formarse el Partido Republicano a causa del Escndalo de Kansas, nada especial se haba visto an en l hasta los debates con Douglas.Estos tenan su pequea historia propia, porque lo cierto es que Lincoln y Douglas eran viejos conocidos. Ambos haban dado sus primeros pasos en la poltica local de Illinois muchos aos atrs, cuando sta era un crculo muy angosto, discutiendo en las Cmaras estatales y en privado, y comiendo innumerables veces a la misma mesa. Incluso haban hecho la corte a la misma chica, la seorita Mary Todd de Lexington, (Kentucky), que pudiera haber llegado a ser la primera seora Douglas si no hubiese preferido al zanquilargo Lincoln.Era por eso que Douglas conoca muy bien a Lincoln, y le consideraba, pese a su an escaso prestigio, quiz el ms duro y peligroso polemista con que poda contar el Partido Republicano. Y por eso que acept someterse a los debates con l, cosa sorprendente en un poltico consagrado, que poda haber evitado dar esa oportunidad a un rival oscuro. Pero consideraba que la diferencia de prestigio entre l y Lincoln le aseguraba en todo caso el escao, (como en efecto ocurri). Y de otra parte, aquel cuerpo-a-cuerpo con un rival tan duro le servira de ensayo general para las prximas elecciones, con Lincoln sealndole todos sus puntos flacos.Con lo que no haba contado, (ni nadie en el Norte), era con que el enfrentamiento lo pudiera debilitar frente a los sureos. Eso fue que Lincoln logr hacerle exponer sus puntos de vista sobre el escenario poltico que, con bastante lgica, vea como un forcejeo sin moral entre fuerzas tcticas. Y si esta respuesta bastaba al racionalista Norte, el que describiera al Sur y la esclavitud en trminos de fuerzas y relaciones de poder levant ampollas bajo la lnea Mason-Dixon.Y es que los sureos llevaban aos imponiendo su conveniencia con gran uso de la mentira y la extorsin y, para rehuir la consecuente imagen negativa de s mismos, haban cruzado el punto de no retorno, comenzando asentirse sujetos de una suerte de derecho divino. As que el que Douglas los viese como un simple grupo de presin les pareci no solo insultante, sino francamente blasfemo.Sin que apenas se diera cuenta la mitad Norte del pas, la Prensa surea, mayoritariamente fire-eater, aprovech la atmsfera de agravio que se haba creado para lanzar una gran campaa de desprestigio contra l en el Sur. De seguro solo era, inicialmente, una estrategia para dificultar la maniobra poltica que los rivales de los fire-eaters en el Partido Demcrata estaban montando con Douglas como pivote. Pero otro suceso que se produjo a poco iba a cambiar sustancialmente su sentido.

John BrownEso era que, entretanto, los abolicionistas ms sanguinarios, faltos de ocupacin al haberse pacificado Kansas, se haban reunido en Canad para crear una sociedad cuyo semideclarado fin era procurar la sublevacin de los esclavos de color. Y, como agente suyo, el gatillero y un tanto perturbado John Brown haba regresado a Estados Unidos bajo nombre falso, alquilando una granja en Maryland. Desde ella, en la noche del 16 al 17 de Octubre de 1859 y seguido por 21 hombres que incluan a dos de sus hijos y cinco esclavos escapados de Mississippi, cruz a la orilla virginiana del Potomac para apoderarse del villorrio y el Arsenal de Harpers Ferry, el ms antiguo y uno de los mayores del Ejrcito.Su plan era lanzar una proclama llamando a los esclavos virginianos a la sublevacin, y armar a los cientos o miles que acudieran con el equipo militar del Arsenal, iniciando as una cruzada contra los plantadores, el Ejrcito Federal y cualquiera que se le enfrentara. Para la maana del 17, que era domingo, haba logrado hacerse con el control del pueblo y el Arsenal, (cuya guarnicin era poco mayor que su fuerza, fue totalmente tomada por sorpresa, y estaba mucho peor armada que los suyos, que portaban cuatro excelentes carabinas Sharps cada uno). Y haba tambin asaltado una plantacin, liberando sus esclavos y lanzado al viento su proclama.Pero ni un solo esclavo de color se les uni y, mientras las milicias virginianas del Valle del Shenandoah y zonas limtrofes se concentraban contra ellos, el Gobierno en Washington busc la forma de reducirlos l solo, pues se encontraban en suelo federal, (el Arsenal). Al fin se logr unir destacamentos de Infantera de Marina de servicio en Fort Washington, (en la orilla de Maryland de la ra o firth del Potomac, aguas abajo de la capital), y la base naval de Anacostia, (en el propio Distrito Federal), formando una compaa. Y para mandarla se recurri a tres soldados del Ejrcito de Tierra, ms o menos casualmente a mano. Se trat del Capitn de Artillera Edward Otho Cresap Ord, el Teniente de Caballera James Ewell Brown Stuart y el aristocrtico Coronel del 2 de Caballera, Robert Edward Lee. (Todos ellos alcanzaran importantes mandos en la Guerra Civil que se avecinaba).

Asalto final en Harpers FerryBrown, que ya haba sufrido bajas, (moriran en la accin diez de los suyos, incluidos sus dos hijos), hubo al fin de refugiarse en un almacn del Arsenal, que fue finalmente tomado por una violenta carga de los Marines, en capotes azules y viejas gorras de plato.Capturado con otros seis de sus hombres, John Brown fue de inmediato arrebatado por el Gobernador fire-eater de Virginia, Henry A. Wise, que lo juzg a ua de caballo, aunque con gran espectacularidad, ahorcndole junto a los otros seis el 1 de Diciembre. Toda la Prensa surea, y en especial la fire-eater, trat entretanto de presentarlo como un ejemplo clsico del Norte, enviado desde l por poderosas organizaciones a las que los norteos no deseaban desenmascarar.La verdad es que se trataba de un representante de una faccin ultra de un grupo extremista ilegal, que vena del Canad, y que hasta su mismo fin, nueve de diez norteos lo consideraban un loco peligroso. Slo que, precisamente en los das de su procesamiento y muerte, su sincero fanatismo le permiti conservar un valor y una dignidad que contrastaban favorablemente con el circo de tres pistas en que Wise, (que, por cierto, no tena jurisdiccin sobre lo sucedido en el Arsenal, y adems haba amenazado con ejecutar los mismos delitos de que acusaba a Brown tres aos atrs), convirti su juicio. Y as fue entonces cuando muchos norteos comenzaron a admirarle, y se fragu su leyendTodo esto no importaba demasiado al Gobernador Wise y los suyos, que lo que estaban procurando por todos los medios era subrayar que Brown haba intentado iniciar un motn servil, lo que era la pesadilla del Sur desde casi sus orgenes. Y el asunto de John Brown cre tan gigantesco revuelo, y llev a tal paroxismo la enemistad Norte-Sur al nivel de la calle, que aparentemente comenzaron ya a funcionar los primeros planes secesionistas a medio plazo.Los primeros indicios de que esto ocurri as son dos. En primer lugar que, justamente en Diciembre de 1859 John Buchanan Floyd, Secretario de Defensa y luego un firme sostn de las tramas secesionistas, orden trasladar a arsenales en el Deep South 100.000 mosquetes de excedente del Ejrcito. A esto se ha alegado que eran armas muy viejas, resto de una partida destinada a liquidacin haca casi treinta aos. Pero ese mismo hecho hace menos normal su traslado, y en todo caso los mosquetes eran armas slidas y duraderas. En algunas zonas alejadas del Imperio Britnico an estaba siendo retirado el llamado Brown Bess, cuyo diseo original vena de la dcada de 17Pero el indicio ms claro era que la campaa de Prensa contra Stephen Arnold Douglas, a la que los extraordinarios sucesos del Harpers Ferry deban de haber restado todo inters y actualidad, lejos de apagarse cobraba nuevos bros. Y de ello es obvio que la Prensa fire-eater comenzaba a pensar ya en trminos de que el paroxismo de la furia Norte-Sur poda impedir el xito de la candidatura de Douglas en el Partido Demcrata. Lo que supondra la divisin de los demcratas y dara casi automticamente la victoria al Partido Republicano creando en el Sur el tipo de alarma social que poda hacer viable la Secesin.Es posible que, al comienzo, esta idea an no fuese clara ni estuviera totalmente aceptada. Pero obviamente, un pequeo ncleo de conspiracin se fue creando en torno a ella durante los primeros meses de 1860, y sin que el grueso del Partido Demcrata sospechara an la traicin que se iba forjando en su seno.Mientras, aquel mismo paroxismo de enemistad entre norteos y sureos estaba dando en el Norte nuevas fuerzas al Partido Republicano, el cual se iba a ver mucho ms asistido por el dinero que en 1856. Esto se deba, de un lado, a que al contrario que los whigs y otros partidos de implantacin principalmente nortea anteriores, los republicanos haban buscado desde el principio el patronazgo de la nueva burguesa industrial, y no del gran capital comercial costero, cuyos intereses estaban ms entretejidos con los del Sur. Y de otro a que varias peticiones de aranceles proteccionistas para la industria, generadas por la crisis econmica en curso desde 1855, haban sido denegadas por el Gobierno dominado por el Sur, enfureciendo a los industriales.De todas formas, stos tenan claro que no deseaban provocar demasiado a los sureos, y les interesaba promocionar un candidato que les pudiese resultar al menos admisible. Eso descartaba a John C. Fremont que, aparte de poco popular en el Este, y ya derrotado en 1856, haba tenido serios choques con el Sur ya desde la Guerra de Mexico. Y lo propio ocurra con los dos posibles candidatos ms populares entre las bases republicanas, William Henry Seward y Salmon Portland Chase.Seward, ex-whig y ex-Gobernador de New York, era el dolo de las bases de la Costa Este. Chase, Gobernador de Ohio y conocido abolicionista, tena un buen apoyo popular en el Valle del Ohio y gozaba de fama de entendido en asuntos econmicos, por sus aparentemente adecuadas medidas en Ohio durante la reciente crisis bancaria, disfrutando del apoyo del grueso de la pequea Banca.Pero ambos, y en especial Chase, se haban mostrado durante las ltimas polmicas excesivamente violentos con el Sur, y ms bien abolicionistas, por lo que la Industria vacilaba en permitirles alcanzar la candidatura. Finalmente, los industriales decidieron probar como resultaba el nuevo valor surgido en el Oeste en los ltimos meses, Abraham Lincoln que, pese a su peculiar aspecto, tena varios puntos a su favor.En efecto Lincoln, aunque tena ideas claras sobre la Esclavitud, (Si la Esclavitud no es injusta, nada es injusto, haba asertado), no pareca tan obseso por la condicin del esclavo y los problemas morales que sta acarreaba, como tantos de sus compaeros de Partido. Su obsesin era ms bien la desunin que, la Esclavitud existente, haba introducido en la Nacin, y los vicios que as se oreaban en el funcionamiento de las instituciones. Sobre este asunto haban versado parte de sus debates con Douglas, y sobre l versaba su ms famoso discurso contra la Esclavitud, ya conocido como el de La Casa Dividida, (de una cita bblica). Y este diferente nivel de su punto de vista daba siempre a sus argumentos un tono menos personalizado, que a ojos de los industriales le haca ms admisible como candidato.Adems, para qu negarlo, otro dato a su favor era que estaba casado con Mary Todd, una southern belle emparentada con la mitad de la oligarqua esclavista de Kentucky. El mismo Vicepresidente de Buchanan, John Cabell Breckenridge, (quiz el nico miembro sureo del Gobierno que no formaba parte de la red secesionista), era primo segundo suyo.De manera que, el 27 de Febrero de 1860, Lincoln acudi a hablar en la Cooper Unin de New York City, uno de los santo santorum del dinero industrial en el Este. Y aunque su aspecto tosco y su traje eternamente colgante destacaran en un ambiente tan refinado, su discurso fue perfecto para la ocasin. Nada de ataques al Sur, sino la constatacin de que la Nacin tena necesidad de actuar en forma ms orgnica y solo el Norte, que haba descuidado ltimamente su podero poltico pero doblaba al Sur en poblacin y lo triplicaba en recursos, poda empuar el timn con mano firme. Y, preguntado sobre John Brown, logr hbilmente admirar sus intenciones abominando a la vez sus acciones.En aquella jornada, la Industria se decidi por Lincoln, y la posicin de ste en el Partido Republicano super claramente a la de Chase, mientras todo el Valle del Ohio se iba pasando a sus filas. Pero an tena un gran escollo en Seward, y su gran agarre sobre los votos populares de los Estados de la Costa Este.Se acercaban ya las elecciones, y los Know Knothing, bajo el nuevo nombre de Partido de la Constitucin, presentaron una candidatura que, so capa de su pretendido respeto por la Constitucin, la interpretaba segn las ms descaradas tergiversaciones sureas. En realidad aquel Partido haba participado en las elecciones de 1856 bajo la direccin de sus secciones del Norte, y estado a punto de desaparecer ante sus pobres resultados. Su actual resurreccin se deba ms bien al empuje de las secciones sureas del antiguo Partido Whig, localizadas sobre todo en los Estados esclavistas situados ms al Norte. Los hombres de estas secciones, que vean el Sur desde dentro, comenzaban a oler el guiso de lo que se avecinaba, y el Partido de la Constitucin, impulsado por ellos, fue un intento ms bien pattico de evitar el desastre. Tomaran de candidato a la Presidencia a John Bell, gran plantador y propietario de esclavos de Tennessee, de ideas moderadas, y recibiran muy pocos votos en el Norte y el Deep South, pero iban a tener un apoyo inesperadamente masivo en los Estados de la zona intermedia.En cuanto al Partido Republicano, los industriales forzaron la mano en favor de Lincoln, logrando que la Convencin Republicana se celebrara en Chicago, en su Illinois y en una ciudad de la que haba ayudado a construir, con sus manos, las primeras casas. Naturalmente fue nombrado candidato republicano, aunque no sin que las masas del Este se enfurruaran, al comprender que su favorito, Seward, haba sido zancadilleado. Esto le enajenara algunos votos en el Este, e incluso se lleg a proponer a Seward crear su propia candidatura, de espaldas a la Convencin. Por fortuna, tuvo la prudencia de no dar tal paso.Pero la convencin ms decisiva fue la del Partido Demcrata en Charleston. All, mientras el grueso del Partido llegaba con la eleccin de Stephen Douglas prcticamente decidida, los extremistas sureos haban ampliado la base de su acuerdo, ganado alianzas y estudiado su estrategia de cara a un objetivo totalmente distinto: Escindir el Partido.Como no todas las complicidades que iban a emplear merecan an confianza de cara a un objetivo tan ambicioso como la Secesin, se disfrazaba la maniobra como un desafo a la faccin nortea del Partido. Y como, aunque haba resultado til como foco para la captacin de adeptos, el puro rechazo de Douglas les daba una base de ruptura demasiado angosta, (qu ocurrira s el Partido se limitaba a traspasar el acuerdo Norte-Sur a otro hombre, al que no habra tiempo material para diabolizar?). Y se utiliz una provocacin mucho ms amplia. Simplemente, al inaugurarse la Convencin, los representantes de siete Estados esclavistas, (Alabama, Arkansas, Florida, Louisiana, Mississippi, South Carolina y Texas) exigieron que su primer acto fuese una declaracin de objetivos que inclua las ms rapaces