rma 101 7diciembre2014

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Lunes 8: Lunes 8: Lunes 8: Lunes 8: INMACULADA CONCEPCIÓN INMACULADA CONCEPCIÓN INMACULADA CONCEPCIÓN INMACULADA CONCEPCIÓN 11’30h: Misa 20h: Misa Martes 9: Martes 9: Martes 9: Martes 9: No hay misa Miércoles 10 Miércoles 10 Miércoles 10 Miércoles 10: : : : 19h: Exposición del Santísimo 20h: Misa Jueves 11 Jueves 11 Jueves 11 Jueves 11: : : 18h: Formación de catequistas 20h: Misa Viernes 12: Viernes 12: Viernes 12: Viernes 12: 20h: Misa Sábado 13: Sábado 13: Sábado 13: Sábado 13: 13:30h: Bautizos 20h: Misa de la comunidad parroquial Domingo 14: Domingo 14: Domingo 14: Domingo 14: Domingo III Adviento Domingo III Adviento Domingo III Adviento Domingo III Adviento 11’30h: Misa 17h: Cineforum: “Descubriendo Nunca Jamás” 20h: Misa 11. Un anuncio renovado ofrece a los creyentes, también a los tibios o no practi- cantes, una nueva alegría en la fe y una fecundidad evangelizadora. En realidad, su centro y esencia es siempre el mismo: el Dios que manifestó su amor inmenso en Cristo muerto y resucitado. Él hace a sus fieles siempre nuevos; aunque sean ancia- nos, «les renovará el vigor, subirán con alas como de águila, correrán sin fatigarse y andarán sin cansarse» (Is 40,31). Cristo es el «Evangelio eterno» (Ap 14,6), y es «el mismo ayer y hoy y para siempre» (Hb 13,8), pero su riqueza y su hermosura son inagotables. Él es siempre joven y fuente constante de novedad. La Iglesia no deja de asombrarse por «la profundidad de la riqueza, de la sabiduría y del conocimiento de Dios» (Rm 11,33). Decía san Juan de la Cruz: «Esta espesura de sabiduría y ciencia de Dios es tan profunda e inmensa, que, aunque más el alma sepa de ella, siempre puede entrar más adentro». O bien, como afirmaba san Ireneo: «[Cristo], en su veni- da, ha traído consigo toda novedad»[8]. Él siempre puede, con su novedad, renovar nuestra vida y nuestra comunidad y, aun- que atraviese épocas oscuras y debilida- des eclesiales, la propuesta cristiana nunca envejece. Jesucristo también puede rom- per los esquemas aburridos en los cuales pretendemos encerrarlo y nos sorprende con su constante creatividad divina. Cada vez que intentamos volver a la fuente y recuperar la frescura original del Evangelio, brotan nuevos caminos, métodos creati- vos, otras formas de expresión, signos más elocuentes, palabras cargadas de renova- do significado para el mundo actual. En realidad, toda auténtica acción evangeliza- dora es siempre «nueva» . EXHORTACIÓN APOSTÓLICA EVANGELII GAUDIUM (LA ALEGRÍA DEL EVANGELIO) DEL SANTO PADRE FRANCISCO 2ª Lectura ǀ 2 Pedro (3, 8-14) Queridos hermanos: No perdáis de vista una cosa: para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no tarda en cumplir su promesa, como creen algunos. Lo que ocurre es que ?ene mucha paciencia con vosotros, por- que no quiere que nadie perezca, sino que todos se conviertan. El día del Señor llegará como un ladrón. Entonces el cielo desaparecerá con gran estrépito; los elementos se desintegrarán abrasa- dos, y la ?erra con todas sus obras se consumi- rá. Si todo este mundo se va a desintegrar de este modo, ¡qué santa y piadosa ha de ser vuestra vida! Esperad y apresurad la venida del Señor, cuando desaparecerán los cielos, consumidos por el fuego, y se derre?rán los elementos. Pero no- sotros, confiados en la promesa del Señor, espe- ramos un cielo nuevo y una ?erra nueva en que habite la jus?cia. Por tanto, queridos hermanos, mientras esperáis estos acontecimientos, procu- rad que Dios os encuentre en paz con él, inmacu- lados e irreprochables Evangelio ǀ Marcos (1, 1-8) Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Está escrito en el profeta Isaías: «Yo envío mi mensajero delante de ? para que te prepare el camino. Una voz grita en el desierto: “Preparad el camino del Señor, alla- nad sus senderos.”» Juan bau?zaba en el desierto; predicaba que se convir?eran y se bau?zaran, para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados, y él los bau?zaba en el jordán. Juan iba ves?do de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se ali- mentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bau?zado con agua, pero él os bau?zará con Espíritu Santo.» 1ª Lectura ǀ Isaías (40, 1-5. 9-11) «Consolad, consolad a mi pueblo, –dice vuestro Dios–; hablad al corazón de Jerusa- lén, gritadle, que se ha cumplido su servicio, y está pagado su crimen, pues de la mano del Señor ha recibido doble paga por sus peca- dos.» Una voz grita: «En el desierto preparadle un camino al Señor; allanad en la estepa una calzada para nuestro Dios; que los valles se levanten, que montes y colinas se abajen, que lo torcido se enderece y lo escabroso se igua- le. Se revelará la gloria del Señor, y la verán todos los hombres juntos –ha hablado la boca del Señor–.» Súbete a un monte elevado, heraldo de Sión; alza fuerte la voz, heraldo de Jerusalén; álzala, no temas, di a las ciudades de Judá: «Aquí está vuestro Dios. Mirad, el Señor Dios llega con poder, y su brazo manda. Mirad, viene con él su salario, y su recom- pensa lo precede. Como un pastor que apa- cienta el rebaño, su brazo lo reúne, toma en brazos los corderos y hace recostar a las ma- dres.» (Salmo 84) R. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación Rema mar adentro Rema mar adentro Rema mar adentro Rema mar adentro Hoja Parroquial Parroquia El Salvador (Alcalá la Real) parroquiaelsalvador.alcalalareal [email protected] parroquiaelsalvador.alcalalareal [email protected] parroquiaelsalvador.alcalalareal [email protected] parroquiaelsalvador.alcalalareal [email protected] Nº 101 7 diciembre 2014 DOMINGO II ADVIENTO (Ciclo B)

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◘Lunes 8:Lunes 8:Lunes 8:Lunes 8: INMACULADA CONCEPCIÓNINMACULADA CONCEPCIÓNINMACULADA CONCEPCIÓNINMACULADA CONCEPCIÓN • 11’30h: Misa • 20h: Misa

◘Martes 9:Martes 9:Martes 9:Martes 9: • No hay misa

◘Miércoles 10Miércoles 10Miércoles 10Miércoles 10: : : : • 19h: Exposición del Santísimo • 20h: Misa

◘Jueves 11Jueves 11Jueves 11Jueves 11:::: • 18h: Formación de catequistas • 20h: Misa

◘Viernes 12:Viernes 12:Viernes 12:Viernes 12: • 20h: Misa

◘Sábado 13: Sábado 13: Sábado 13: Sábado 13: • 13:30h: Bautizos • 20h: Misa de la comunidad parroquial

◘Domingo 14:Domingo 14:Domingo 14:Domingo 14: Domingo III AdvientoDomingo III AdvientoDomingo III AdvientoDomingo III Adviento • 11’30h: Misa • 17h: Cineforum: “Descubriendo Nunca Jamás”

• 20h: Misa

11. Un anuncio renovado ofrece a los creyentes, también a los tibios o no practi-cantes, una nueva alegría en la fe y una fecundidad evangelizadora. En realidad, su centro y esencia es siempre el mismo: el Dios que manifestó su amor inmenso en Cristo muerto y resucitado. Él hace a sus fieles siempre nuevos; aunque sean ancia-nos, «les renovará el vigor, subirán con alas como de águila, correrán sin fatigarse y andarán sin cansarse» (Is 40,31). Cristo es el «Evangelio eterno» (Ap 14,6), y es «el mismo ayer y hoy y para siempre» (Hb 13,8), pero su riqueza y su hermosura son inagotables. Él es siempre joven y fuente constante de novedad. La Iglesia no deja de asombrarse por «la profundidad de la riqueza, de la sabiduría y del conocimiento de Dios» (Rm 11,33). Decía san Juan de la Cruz: «Esta espesura de sabiduría y ciencia de Dios es tan profunda e inmensa, que, aunque más el alma sepa de ella, siempre puede entrar más adentro». O bien, como afirmaba san Ireneo: «[Cristo], en su veni-da, ha traído consigo toda novedad»[8]. Él siempre puede, con su novedad, renovar nuestra vida y nuestra comunidad y, aun-que atraviese épocas oscuras y debilida-des eclesiales, la propuesta cristiana nunca envejece. Jesucristo también puede rom-per los esquemas aburridos en los cuales pretendemos encerrarlo y nos sorprende con su constante creatividad divina. Cada vez que intentamos volver a la fuente y recuperar la frescura original del Evangelio, brotan nuevos caminos, métodos creati-vos, otras formas de expresión, signos más elocuentes, palabras cargadas de renova-do significado para el mundo actual. En realidad, toda auténtica acción evangeliza-dora es siempre «nueva» .

EXHORTACIÓN APOSTÓLICA EVANGELII GAUDIUM

(LA ALEGRÍA DEL EVANGELIO) DEL SANTO PADRE FRANCISCO

2ª Lectura ǀ 2 Pedro (3, 8-14) Queridos hermanos: No perdáis de vista una

cosa: para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no tarda en cumplir su promesa, como creen algunos. Lo que ocurre es que ?ene mucha paciencia con vosotros, por-que no quiere que nadie perezca, sino que todos se conviertan. El día del Señor llegará como un ladrón. Entonces el cielo desaparecerá con gran estrépito; los elementos se desintegrarán abrasa-dos, y la ?erra con todas sus obras se consumi-rá. Si todo este mundo se va a desintegrar de este modo, ¡qué santa y piadosa ha de ser vuestra vida! Esperad y apresurad la venida del Señor, cuando desaparecerán los cielos, consumidos por el fuego, y se derre?rán los elementos. Pero no-sotros, confiados en la promesa del Señor, espe-ramos un cielo nuevo y una ?erra nueva en que habite la jus?cia. Por tanto, queridos hermanos, mientras esperáis estos acontecimientos, procu-rad que Dios os encuentre en paz con él, inmacu-lados e irreprochables

Evangelio ǀ Marcos (1, 1-8) Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Está escrito en el profeta Isaías: «Yo envío mi mensajero delante de ? para que te

prepare el camino. Una voz grita en el desierto: “Preparad el camino del Señor, alla-nad sus senderos.”» Juan bau?zaba en el desierto; predicaba que se convir?eran y se bau?zaran, para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados, y él los bau?zaba en el jordán.

Juan iba ves?do de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se ali-mentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias.

Yo os he bau?zado con agua, pero él os bau?zará con Espíritu Santo.»

1ª Lectura ǀ Isaías (40, 1-5. 9-11) «Consolad, consolad a mi pueblo, –dice

vuestro Dios–; hablad al corazón de Jerusa-lén, gritadle, que se ha cumplido su servicio, y está pagado su crimen, pues de la mano del Señor ha recibido doble paga por sus peca-dos.»

Una voz grita: «En el desierto preparadle un camino al Señor; allanad en la estepa una calzada para nuestro Dios; que los valles se levanten, que montes y colinas se abajen, que lo torcido se enderece y lo escabroso se igua-le. Se revelará la gloria del Señor, y la verán todos los hombres juntos –ha hablado la boca del Señor–.»

Súbete a un monte elevado, heraldo de Sión; alza fuerte la voz, heraldo de Jerusalén; álzala, no temas, di a las ciudades de Judá: «Aquí está vuestro Dios. Mirad, el Señor Dios llega con poder, y su brazo manda.

Mirad, viene con él su salario, y su recom-pensa lo precede. Como un pastor que apa-cienta el rebaño, su brazo lo reúne, toma en brazos los corderos y hace recostar a las ma-dres.»

(Salmo 84) R. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación

Rema mar adentroRema mar adentroRema mar adentroRema mar adentro Hoja Parroquial

Parroquia El Salvador (Alcalá la Real) parroquiaelsalvador.alcalalareal parroquiasalvadoralcala@gmail.comparroquiaelsalvador.alcalalareal parroquiasalvadoralcala@gmail.comparroquiaelsalvador.alcalalareal parroquiasalvadoralcala@gmail.comparroquiaelsalvador.alcalalareal [email protected]

Nº 101 7 diciembre 2014 DOMINGO II ADVIENTO (Ciclo B)

CONFESAR NUESTROS PECADOSCONFESAR NUESTROS PECADOSCONFESAR NUESTROS PECADOSCONFESAR NUESTROS PECADOS «Comienza la Buena Noticia de Jesucristo, Hijo de Dios».

Este es el inicio solemne y gozoso del evangelio de Marcos. Pero, a continuación, de manera abrupta y sin advertencia alguna, comienza a hablar de la urgente conversión que ne-cesita vivir todo el pueblo para acoger a su Mesías y Señor.

En el desierto aparece un profeta diferente. Viene a «preparar el camino del Señor». Este es su gran servicio a Jesús. Su llamada no se dirige solo a la conciencia individual de cada uno. Lo que busca Juan va más allá de la conversión moral de cada persona. Se trata de «preparar el camino del Señor», un camino concreto y bien definido, el camino que va a seguir Jesús defraudando las expectativas convenciona-les de muchos.

La reacción del pueblo es conmovedora. Según el evange-lista, dejan Judea y Jerusalén y marchan al «desierto» para escuchar la voz que los llama. El desierto les recuerda su an-tigua fidelidad a Dios, su amigo y aliado, pero, sobre todo, es el mejor lugar para escuchar la llamada a la conversión.

Allí el pueblo toma conciencia de la situación en que vi-ven; experimentan la necesidad de cambiar; reconocen sus pecados sin echarse las culpas unos a otros; sienten necesi-dad de salvación. Según Marcos, «confesaban sus pecados» y Juan «los bautizaba».

La conversión que necesita nuestro modo de vivir el cris-tianismo no se puede improvisar. Requiere un tiempo largo de recogimiento y trabajo interior. Pasarán años hasta que hagamos más verdad en la Iglesia y reconozcamos la conver-sión que necesitamos para acoger más fielmente a Jesucristo en el centro de nuestro cristianismo.

Esta puede ser hoy nuestra tentación. No ir al «desierto». Eludir la necesidad de conversión. No escuchar ninguna voz que nos invite a cambiar. Distraernos con cualquier cosa, para olvidar nuestros miedos y disimular nuestra falta de coraje para acoger la verdad de Jesucristo.

La imagen del pueblo judío «confesando sus pecados» es admirable. ¿No necesitamos los cristianos de hoy hacer un examen de conciencia colectivo, a todos los niveles, para re-conocer nuestros errores y pecados? Sin este reconocimien-to, ¿es posible «preparar el camino del Señor»?

Jose A. Pagola

Para la revisión de vidaPara la revisión de vidaPara la revisión de vidaPara la revisión de vida

a) ¿Cuál es la disposición real a caminar en desierto y conversión durante el presente Adviento? ¿Somos conscientes de los cam-bios que son necesarios para re-cibir a Cristo?

b) ¿Podríamos también noso-tros “alzar la voz” y pedir que nuestra vida y la de nuestros am-bientes despierten de aquellas actitudes que no hace camino de Adviento?

c) ¿Dedicamos un tiempo para reflexionar sobre lo que a nues-tro alrededor debe de ser un ca-mino de conversión? (Violencia, pobreza creciente, falta de soli-daridad para con el más necesi-tado).

d) Como responsables de no-sotros mismos ¿qué programa de camino de Adviento estamos elaborando en la comunidad? ¿No nos distraen demasiado las preparaciones materiales y tal vez confusas de fin de año?

NO MANCHEMOS A LA INMACULADA

Perdónanos María, por tanto como te hemos desfigurado. No fue mala voluntad, sino fruto del cariño. Pero así somos los hombres: que parece que no podemos querer si no es configurando al otro a imagen de nuestros pequeños deseos... así te decimos Reina a Ti, la que cantaba a Dios porque derriba a los poderosos de sus tronos. Te adornamos de alhajas a Ti, que nunca llevaste más brillo que el de tu propia limpieza. Te hicimos aparecer a unos y a otros para condenar revoluciones y afanes de progreso, a Ti que callabas siempre. Sólo hablaste una vez para pronunciar las palabras más subversivas de la historia. Compréndelo María: ¿Puede un hijo resignarse a saber tan poco de su madre? De Ti sólo sabemos que callabas, que guardabas en tu corazón lo que no entendías, pero “estabas”: allí, al pie de aquel paNbulo que recapituló todas las cruces de la historia. Nosotros no entendimos tu silencio, No supimos que él es quien te enseñó a decir “hágase”, y a alabar al Señor porque mira a lo humillados, y es el Dios de los pobres, y despide vacíos a los ricos, los poderosos y los fatuos. Enséñanos, al menos, a creer en ese Dios, y en ningún otro, ni aunque nos lo prediquen los ministros de la Iglesia y aunque esa fe nos obligue a decir “hágase” muchas veces. Perdónanos Madre si muchas veces hemos ocultado tu pureza y sencillez y déjanos contar con?go, que nuestra alma glorifica al Señor porque te hizo.

Para la revisión de vidaPara la revisión de vidaPara la revisión de vidaPara la revisión de vida

a) ¿Cuál es la disposición real a caminar en desierto y conversión durante el presente Adviento? ¿Somos conscientes de los cam-bios que son necesarios para re-

b) ¿Podríamos también noso-tros “alzar la voz” y pedir que nuestra vida y la de nuestros am-bientes despierten de aquellas actitudes que no hace camino de

c) ¿Dedicamos un tiempo para reflexionar sobre lo que a nues-tro alrededor debe de ser un ca-mino de conversión? (Violencia, pobreza creciente, falta de soli-daridad para con el más necesi-

d) Como responsables de no-sotros mismos ¿qué programa de camino de Adviento estamos elaborando en la comunidad? ¿No nos distraen demasiado las preparaciones materiales y tal vez confusas de fin de año?