riesgos en actividades en puertos pesqueros
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Riesgos en seguridad ocupacional de puertos pesquerosTRANSCRIPT
a actividad de un puerto pesquero se puede englobar,
principalmente en dos grandes bloques: conjunto de actividades
relacionadas con el pescado capturado, desde que entra en el puerto
hasta que sale de él, y conjunto de actividades relacionadas con la
propia embarcación, sobre todo, abastecimientos y reparaciones.
Pes
ca
Maniobra de ataque y acceso
al muelle
La primera operación con la que se
encuentran las embarcaciones al
acceder a los puertos es, evidente-
mente, la maniobra de atraque. En
principio, se trata de una operación
rutinaria, tanto para los patrones como
para los tripulantes que tengan alguna
responsabilidad en la maniobra. Esta
tarea no les supone demasiadas com-
plicaciones, salvo en los casos donde
las inclemencias meteorológicas sean
muy adversas o el número de buques
existente limite mucho la zona de atra-
que y el espacio para materializarlo.
Seguidamente, se procede al acceso
paulatino de los tripulantes al muelle.
Se trata de una de las situaciones más
peligrosas que se puedan contemplar
en los puertos pesqueros. Apenas se
utilizan pasarelas de embarque y es
bastante habitual el que se opte por
“saltar“ directamente al muelle. Existe
un riesgo evidente de caídas sobre la
superficie del muelle, caídas sobre la
cubierta del barco, caída al mar entre
el barco y el muelle o, incluso, aprisio-
namiento entre el barco y el muelle.
En este aspecto es absolutamente
necesario tratar de concienciar a los
implicados, potenciando el uso de
los diferentes modelos de pasarelas
existentes.
Trayectoria del pescado en el
interior de las dependencias
portuarias
La trayectoria del pescado, dentro
de las dependencias del puerto, es
algo diferente dependiendo del sector
del que se trate. Tomando como refe-
rencia el sector de bajura, se pueden
distinguir seis apartados:
Entrega de las cajas de muestra a
los responsables de la cofradía. Uno
o varios tripulantes acceden primera-
mente al muelle y se encargan de reco-
ger las cajas de muestra proporciona-
das por sus compañeros situados den-
tro del buque. Es bastante habitual que
se den situaciones de riesgo derivados
por apoyos inestables, resbaladizos,
carga separada del cuerpo (entrega y
recogida “a pulso“), etc.
Seguidamente se procede a su trasla-
do a las dependencias de la Cofradía,
donde se realizan los trámites perti-
nentes, previos a la materialización de
la subasta, para finalizar depositándo-
los en la zona de exposición existente.
En función de la zona de atraque, la
distancia a recorrer puede llegar a ser
considerable y, por lo tanto, es con-
veniente evitar el traslado manual de
estas cajas de pescado y potenciar la
utilización de transpaletas, así como
ganchos de arrastre en el interior de
las dependencias.
Subasta del pescado. Se realizan
en las salas de ventas de las Cofradías
L
Riesgos existentes en
las actividades de los
puertos pesquerosIñaki Beitia Etxaburu
Responsable de PRL
Lea Artibai Ikastetxea (Markina-Xemein)
Junio de 2009. Riesgo Laboral nº 2726
Pesca
e intervienen los diferentes compra-
dores o comercializadores acredita-
dos por ellas, así como personal a
su cargo. Normalmente, la subasta
se gestiona por medio de un sistema
informático. Hay unas tareas anteriores
a ella (exposición de pescado, etc.)
y posteriores en donde se manipulan
cargas pero los riesgos potenciales
más representativos comprenderían
las caídas al mismo nivel, fruto de
la humedad, desperdicios, etc. que
pudiera haber en el suelo.
Descarga del pescado captura-
do. El pescado puede llegar a puerto
preparado y clasificado en cajas de
pescado o bien introducido a granel
en dependencias de la embarcación
(neveras, viveros, etc.). En función de
ello se utilizan diferentes técnicas de
descarga.
En el caso de que el pescado venga en
cajas, la descarga se realiza por medio
del puntal, gestionado por la maquinilla
o por un mando, utilizando una grúa
(cada vez son más las embarcaciones
que lo tienen) y, en ocasiones, manual-
mente, sobre todo cuando el número
de capturas no es excesivo.
Se reparten las operaciones entre el
personal de la embarcación (operador
del equipo y personas que se encargan
de preparar las pilas de cajas, colocar
las eslingas, etc.) y los que se encuen-
tran en el muelle que se encargan de
“recibir” la carga suspendida prove-
niente del barco, garantizar que se
deposita como es debido en el muelle
y preparar la paleta con la carga para
subir a la báscula de pesaje. Los ries-
gos más destacables que se pueden
observar en estas operaciones son las
relacionadas con la posible caída de
la carga suspendida por lo que habría
que garantizar la utilización de cascos,
calzado y guantes de seguridad, que
la maquinaria utilizada esté en per-
fecto estado, que los operadores de
máquinas estén debidamente forma-
dos, que las eslingas se encuentren
en perfecto estado, que la carga esté
bien equilibrada y potenciar el uso de
ganchos de arrastre para los traslados
de pilas de cajas en el interior de la
embarcación.
En el caso de que el pescado se
traiga a granel, tradicionalmente, la
descarga se ha realizado por medio
del salabardo pero, últimamente, se
está incorporando la utilización de la
bomba de succión. Aunque para esta
segunda opción es algo más laboriosa
la preparación de la infraestructura
necesaria, es sin ninguna duda, una
de las modalidades de descarga de
pescado más avanzadas que existe,
facilita enormemente la descarga y el
tiempo necesario para completarla se
reduce considerablemente.
Proceso de pesaje. Básicamente
consiste en ir cogiendo las paletas o
contenedores en la zona de descarga
del barco y transportarlas hasta la
báscula de pesaje. Una vez efectuado
el pesaje oportuno, la carga es depo-
sitada en una zona próxima “consen-
suada” con el comprador del lote en
cuestión. Es decir, en este momento
el pescado cambia de propietario.
Se realizan los viajes necesarios hasta
completar el traslado de las capturas
obtenidas. Esta operación es realizada
por medio de transpaletas o carretillas
elevadoras.
Para evitar percances sería necesario
garantizar, entre otras cuestiones que
la carga a transportar no sea demasia-
do pesada, que la superficie de trabajo
esté en buen estado, que la carga
esté bien equilibrada y sujetada, que
la persona encargada de su conduc-
ción esté convenientemente formada,
que la transpaleta o carretilla eleva-
dora se encuentre en buenas condi-
ciones y no haya demasiada circula-
ción de vehículos y/o personas en su
recorrido.
Segunda manipulación del pes-
cado. Una vez que los lotes adquiri-
dos estén en posesión del comprador
correspondiente, se procederá a pre-
parar el pescado en función de los
parámetros descritos por los clientes.
Normalmente, estas tareas se realiza-
rán en las propias lonjas de los com-
pradores para lo cual, previamente,
habrán de ser trasladados a ellas.
Aunque pueden ser muchas las varia-
bles que concurren, una vez que se
cuente con el hielo necesario y las
paletas correspondientes, que esté
preparado el equipo de trabajo y se
disponga del espacio necesario, el
ciclo básico a seguir puede ser el
siguiente: ubicar la tina provista de
hielo en la zona elegida, colocar la
primera paleta en el suelo, acercar
la paleta llena (pescado adquirido en
la subasta) y quitarle el fleje, coger
una caja de pescado de esta paleta,
depositarla en la paleta que se está
preparando, llenar la pala de hielo,
echar el hielo en la caja de pescado
que se está preparando, retirar la pala
(vacía), repetir la operación las veces
que sean necesarias hasta completar
la paleta que se está preparando. Una
vez que se haya completado la paleta
se procede a colocar el fleje y estaría
preparada para ser transportada a la
zona de carga de camiones.
Aunque se están dando los primeros
pasos en la automatización de parte
del proceso descrito, evidentemen-
te, los riesgos más reseñables son
los relacionados con la manipulación
manual de cargas y las posturas forza-
das. A ellos, habría que añadir un fac-
S e r í a c o n v e n i e n t e a n a l i z a r l a
p o s i b i l i d a d d e c r e a r u n S e r v i c i o d e
P r e v e n c i ó n M a n c o m u n a d o
Riesgo Laboral nº 27. Junio de 2009 27
Pes
ca
tor que puede tener una repercusión
directa en todo el proceso, las prisas,
fruto, normalmente, del escaso tiempo
disponible que viene motivado por el
horario de salida de los camiones a sus
respectivos puntos de destino.
Carga de camiones. Se trata de la
última operación a desarrollar dentro
del puerto y consiste en transportar
las paletas y/o contenedores corres-
pondientes a la zona de carga donde
están situados los camiones. El trasla-
do y posterior depósito en el furgón del
camión se realiza por medio de carre-
tillas elevadoras. Seguidamente, por
medio de transpaletas, se procede a
ubicarlo dentro del furgón y por último,
se asegura convenientemente dicha
carga utilizando para ello diferentes
fijadores.
Aparte del tráfico existente y los innu-
merables obstáculos que deben de
sortear habitualmente los conductores
de estas carretillas elevadoras, hay
que considerar también el estado del
firme, puesto que en ocasiones no es
nada propicio (pequeños socavones,
irregularidades, desperdicios, etc.)
para que transiten por él estos vehí-
culos. Aunque, hoy en día, todos los
camiones disponen de una escalerilla
incorporada para poder subir y bajar,
desgraciadamente, es muy usual que
estas escaleras no sean utilizadas
y se opte por subir y bajar por medio
de una carretilla automotora; ubicán-
dose, concretamente, en sus horqui-
llas. Evidentemente, se trata de una
situación de riesgo que, aunque está
vista con bastante “naturalidad“ entre
buena parte de los trabajadores que
operan en los puertos, está absoluta-
mente injustificada.
Tareas relacionadas con la
propia embarcación
Por otra parte, como se ha menciona-
do al comienzo del presente artículo,
en los puertos pesqueros se realizan
también un conjunto de tareas relacio-
nadas directamente con la embarca-
ción. Una vez que las embarcaciones
regresan a puerto para proceder a la
venta del pescado capturado y pro-
porcionar los descansos establecidos
a los tripulantes, se da paso a la reali-
zación de diferentes tareas, realizadas
todas ellas por parte del personal de
tierra y que deben de materializarse en
apenas 24 ó 48 horas.
Entre ellas, hay una serie de tareas
que se tienen que llevar a cabo cada
vez que las embarcaciones llegan a
puerto, son las denominadas tareas
habituales. Básicamente se trata de
los abastecimientos de combustible,
cajas nuevas, hielo, víveres, agua y, en
su caso, carnada.
Por otra parte, independientemente de
la duración de las mareas realizadas
por las embarcaciones del sector de
altura, una vez que regresan a puerto
deben ser sometidos a las revisiones
pertinentes por parte de los inspec-
tores de la empresa. En función del
resultado de dichas revisiones, así
como de las indicaciones realizadas
por el patrón, maquinista, etc., se pro-
graman una serie de tareas a realizar,
tanto por el personal propio como
por parte de los diferentes gremios
ubicados en el mismo puerto. Son las
denominadas tareas no habituales,
siendo las más relevantes: reparación
y cambios de redes, servicios a reali-
zar por los buzos, reparaciones varias
realizadas por técnicos mecánicos,
eléctricos, hidráulicos, etc., reparación
de equipos electrónicos, limpieza y
pintado de embarcaciones, etc.
En las mencionadas operaciones, evi-
dentemente, también se dan diferentes
situaciones de riesgo pero, en este
caso no van a ser contempladas dadas
las limitaciones del artículo.
Conclusiones generales
Por último y a modo de conclusión,
quisiera hacer hincapié en los siguien-
tes apartados:
Modalidad organizativa. Sería
conveniente analizar la posibilidad
de crear un Servicio de Prevención
Mancomunado que abarque a las
empresas ubicadas en los mismos
puertos así como a las empresas rela-
cionadas con la actividad portuaria
y que están ubicadas en localidades
limítrofes. Considero que, de mate-
rializarse, esta opción contaría con
considerables ventajas, puesto que
estarían ubicadas en los mismos puer-
tos, dispondrían de total accesibilidad,
cercanía, podrían llegar a especializar-
se en el sector (tanto en actividades de
tierra como en la mar), se podrían opti-
mizar recursos en cuanto a formación,
información, nuevas incorporaciones,
investigación de accidentes e inciden-
tes, etc.
“Prisas“ en la materialización de
buena parte de las tareas. Las prisas
en la materialización de muchas de las
tareas que se realizan en los puertos,
es uno de los factores que más se
resalta por parte de los trabajadores
que tienen que desempeñarlas, deri-
vadas del insuficiente tiempo disponi-
ble desde la adquisición del pescado
hasta su preparación y posterior trans-
porte a los camiones, motivados por
la hora de salida de estos camiones
a sus puntos de destino. Estas prisas
pueden tener sus repercusiones en
cuanto a la materialización segura de
las mencionadas tareas.
Descargas en el sector de baju-
ra. En este sector, una vez llegado a
puerto, son los mismos pescadores los
encargados de proceder a la descarga
del pescado capturado. Ello conlleva
que en ocasiones, las jornadas se
alarguen considerablemente y se pro-
ceda a la descarga con el cansancio
acumulado durante la captura. Es una
de las particularidades que siempre ha
tenido el sector de bajura y no es pro-
Junio de 2009. Riesgo Laboral nº 2728
E s n e c e s a r i o e v i t a r l a s a c c i o n e s f o r m a t i v a s
g e n é r i c a s o e x c e s i v a m e n t e t e ó r i c a s
bable que puedan producirse cambios,
pero sí sería conveniente dotar de la
infraestructura adecuada para que las
descargas puedan materializarse en el
menor tiempo posible.
Seguimiento y control de las carre-tillas elevadoras. Dado el número de
carretillas elevadoras existentes en los
puertos y la dependencia casi absoluta
que se tiene de ellas para la materia-
lización de buena parte de las tareas
que se realizan en el puerto, sería
necesario un análisis profundo sobre el
tema. En el estudio que he tenido oca-
sión de realizar propongo un decálogo
para la gestión segura de las carretillas
elevadoras que ya ha sido entregado a
diferentes agentes del sector.
Equipos mecánicos utilizados en la descarga del pescado: grúas hidráulicas, puntales salabardos, bombas de succión. El objetivo sería
garantizar que la totalidad de los ope-
radores de los mencionados equipos
puedan acreditar la formación oportu-
na en cuanto al manejo seguro de tales
equipos y, en su caso, planificar las
acciones formativas oportunas para
conseguir que así sea. Por otra parte,
se debería garantizar que todos estos
equipos cuenten con unos planes de
mantenimiento preventivo efectivos.
Equipos de Protección Individual.Es necesario concienciar a los inte-
resados y potenciar la utilización, en
los casos en los que no se utilizan
regularmente. Sobre todo, cascos en
las descargas de pescado para los
trabajadores ubicados en la cubierta
y bodega, calzado de seguridad en
las personas que manipulan cargas y
guantes de seguridad en la mayoría de
las tareas operativas que se llevan a
cabo desde que entra el pescado en el
puerto hasta que sale de él.
Manejo manual de cargas. Es
necesario concienciar a los interesados
y formarles en la manipulación manual
segura de cargas. Traslados interiores
en lonjas de cajas de pescado, coor-
dinación de tareas para evitar esperas
innecesarias con carga en suspensión
(pala con hielo, etc.), potenciar el uso
de ganchos de arrastre dentro de las
embarcaciones, etc.
Plan de Formación – Información adecuada a la realidad portuaria.Sería conveniente analizar la realidad
existente en cuanto a la formación
recibida por los trabajadores (acreditar
la ya recibida) que operan actualmente
en los puertos y planificar acciones
formativas para los trabajadores que
no la hayan recibido. Es necesario evi-
tar las acciones formativas genéricas o
excesivamente teóricas y centrarlas a
la realidad diaria del puerto, los equi-
pamientos “reales“ que van a ser utili-
zados y las situaciones “reales“ que se
van a dar en los puertos.
Introducción de nuevas tecno-logías. Sería conveniente analizar la
posibilidad de ir introduciendo paula-
tinamente las nuevas tecnologías que
puedan ayudar a mejorar la gestión,
tanto de cada empresa en particular,
como en la interrelación entre los dife-
rentes agentes implicados: una wifi
portuaria, introducción de PDA´s (ges-
tión de traslado de cargas entre lonjas,
camiones, subastas, etc.), pantallas
táctiles en diferentes zonas (subastas,
información de entrada de buques,
etc.).
Accesos al muelle y a las embar-caciones. “Potenciar la dotación y
utilización de escalas de embarque,
pasarelas de embarque o de cual-
quier dispositivo similar que ofrezca un
acceso apropiado y seguro al buque”.
Tráfico interior del recinto portua-rio. Es evidente que en determinados
momentos, la intensidad del tráfico
existente dificulta enormemente la acti-
vidad portuaria en sí. Sería conveniente
analizarlo conjuntamente entre todos los
agentes implicados e intentar reducir al
máximo el movimiento de vehículos, así
como la ocupación de superficie terres-
tre, dando prioridad a los camiones y
carretillas elevadoras en detrimento de
los vehículos particulares, aunque estos
pertenezcan a empresas ubicadas en el
mismo puerto.
Proseguir en la línea de auto-matización de los procesos de segunda manipulación del pescado.Conviene potenciar las iniciativas ya
en marcha e incentivar, por parte de
la Administración, la automatización
parcial de los procesos de trabajo rela-
cionados con la segunda manipulación
del pescado.
En la actualidad son varias las empre-
sas que cuentan con estas líneas auto-
matizadas, utilizables en la manipula-
ción de algunas especies concretas.
Uno de los mayores inconvenientes
con el que se pueden encontrar las
empresas que operan en lonjas ubica-
das en el mismo puerto, es la falta de
espacio necesario para la implantación
de este tipo de sistemas.
Plan de inspecciones periódicas y mantenimiento preventivo de las instalaciones y áreas del recinto portuario. Garantizar que tanto las
áreas como las instalaciones del recin-
to portuario se encuentran en todo
momento en perfecto estado de fun-
cionamiento. Para ello, sería interesan-
te que se establecieran unos planes de
inspecciones periódicas del estado de
todos ellos, planes de mantenimiento
preventivo efectivos, etc.
Áreas de descanso para diferen-tes agentes que actúan en los puer-tos. Como valor añadido a ofrecer por
los puertos a algunos de los agentes
“externos” a ellos, sería conveniente
dotar de unas instalaciones o áreas de
descanso, entre otros, para: transpor-
tistas, tripulantes de embarcaciones
de bajura que acceden temporalmente
a estos puertos, etc.
Opina sobre este artículo en la web www.riesgolaboral.org
Riesgo Laboral nº 27. Junio de 2009 29
Autor del estudio realizado sobre los riesgos
existentes en el puerto de Ondárroa (sub-
vencionado por Osalan y el Departamento
de Pesca del Gobierno Vasco) e integrante
del plan ITSASPREBEN (Plan Integral de
Prevención de Riesgos Laborales para el
Sector de la Pesca 2008-2011).
Pesca