revista mujeres de fe #7

LA INFIDELIDAD TIENE UN MAPA

SOY REALEZA

CINCO PROMESAS PARA TU LECTURA BÍBLICA Y ORACIÓN

CUANDO SENTIMOS DESFALLECER

Proclamamos los valores y las verdades bí-blicas en las que basamos nuestros artículos para ayudar, en sus cotidianas luchas, a to-das las mujeres.

Buscamos llegar efectivamente a creyentes y no creyentes en todo el mundo con un mensaje de esperanza en Jesucristo por me-dio del uso de la tecnología , los medios de comunicación , las comunicaciones , la músi-ca , la enseñanza , los recursos y el alcance humanitario.

Mujeres de fe es una revista cristiana que se distribuye gratuitamente en el Distrito federal y área metropolitana de forma im-presa y a todo los hispanoparlantes en su versión digital a través de internet. Está guía esta dirigida al mercado cristiano femenino.

El mundo actual exige mujeres preparadas para actuar en un ámbito muy competitivo y bien informado, donde acceder a las her-ramientas adecuadas para crecer espirit-ualmente, consolidar e impulsar es indis-pensable. por eso nacimos, Mujeres de Fe , La revista cristiana para la mujer de hoy.

La revista Mujeres de Fe aporta una mi-rada fresca al mundo femenil cristiano, con el firme propósito de ayudar a las mujeres en su caminar diario con Dios, y a crecer espiritualmente viviendo los valores bíblicos en sus hogares

MISIÓN: compartir e ilustrar las Buenas Nuevas de Jesucristo, publicar artículos e historias de interés. que ayuden a las mu-jeres a desarrollar su potencial, compartir noticias actuales desde una perspectiva Bí-blica que aumente, edifique o provoquen fe en ellas.

4 Revista Mujeres de Fe

CINCO PROMESAS PARA TU LECTURA BÍBLICA

Y ORACIÓN¿Buscas a Dios consistentemente en la Pa-

labra y oración? ¿O lo has intentado una y otra vez, te has desanimado y dado por venci-do? Ya estamos lo suficientemente adentra-dos en Enero para saber que esta es la histo-ria de muchos de nosotros. Las resoluciones han empezado a estancarse. Y si incluso lo-gras tener un tiempo con Dios, ¿es vivifican-te? ¿O es sólo seguir el procedimiento, leer el pasaje asignado, orar por lo que hay en tu lista, y sentirse aliviado cuando termina?

No es tarde para hacer algunos buenos cambios. Así que si estás luchando para pa-sar tiempo con Dios, aquí hay promesas que pueden ayudar:

1. Dios Es Mi Supremo GozoEnvía tu luz y tu verdad; que ellas me guíen… Entonces lle-

garé al altar de Dios, a Dios, mi supremo gozo. (Salmos 43:3-4)Dios promete ser nuestro supremo gozo, no por lo que Él

da, sino por lo que Él es. Cuando lo contemplamos y adoramos tenemos infinitamente más gozo que el que tenemos en cu-alquier otra cosa.

Entonces, ¿por qué preferimos seguir durmiendo antes que buscar a Dios? Es porque no estamos confiando en que Dios es nuestro supremo gozo. ¿Qué podemos hacer entonces?

No retiñas tus dientes e intentes con más fuerza. Haz lo que el salmista dice – pídele a Dios que envíe su luz (el traba-jo del Espíritu Santo que ilumina el corazón) y su verdad (la Palabra de Dios). Luego ora sobre promesas que describen a Dios como tu gozo, como Salmos 43:3-4; Salmos 16:11; Mateo 13:44; y 1 Pedro 1:8.

Mientras lo haces, Dios enviará su luz y verdad para que veas y sientas que Él realmente es tu supremo gozo. Enton-ces, cuando veas que en Él se halla infinito gozo, querrás pasar tiempo con Él.

2. Oír la Palabra de Dios Aumentará Mi Fe.Así que la fe viene del oír, y el oír, por la palabra de Cristo.

(Romanos 10:17)

Muchas mañanas soy tentado a no buscar a Dios porque mi fe se siente débil. Pero eso es como no ir al doctor porque mi cuerpo se siente débil. Así como los doctores sanan cuerpos enfermos, Dios fortalece la fe débil, mientras oímos su pa-labra.

La fe débil es como una batería débil. Pero la Palabra de Dios es un cargador de batería. Así que cuando tu fe esté débil, abre su palabra, y conecta tu débil fe. Dios promete que mien-tras haces eso, te recargará.

3. La Palabra de Dios es la Única Perfecta Fuente de GuíaLámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino. (Sal-

mos 119:105)

El mundo es como una caverna muy oscura en la que no se puede ver nada. Pero Dios nos ha dado la poderosa linterna de su palabra.

Así que si emprendemos nuestro día sin meditar en la Pa-labra de Dios, es como tropezar a lo largo de la caverna sin prender la linterna.

Pero empezar el día en la Palabra de Dios es como prender la linterna, para que podamos ver la grieta a evitar, la roca a esquivar, el giro que queremos tomar. No emprendas tu día sin prender la linterna.

5Revista Mujeres de Fe

4. Cuando Ores, Dios ResponderáPedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abri-

rá. (Mateo 7:7)Una razón por la que no oramos es porque creemos en la

mentira de Satanás de que la oración no hace nada. Pero eso no es lo que Jesús enseñó. (Mateo 7:7)

Jesús promete que cada vez que oremos, Dios responderá. Él hará exactamente lo que le pedimos, o incluso algo mejor, que no habría hecho si no hubiésemos orado.

Así que si empiezo el día orando por mi corazón, matrimo-nio, hijos, trabajo, y ministerio, entonces Dios hará cosas en mi corazón, matrimonio, hijos, trabajo, y ministerio que no hubiera hecho de no haber orado. Confía en la promesa de Dios sobre la oración – y ora.

5. Esto Es lo Único Que No Será Quitado“Marta, Marta, tú estás preocupada y molesta por tantas

cosas; pero una sola cosa es necesaria, y María ha escogido la parte buena, la cual no le será quitada.” (Lucas 10: 41-42)

Marta se había mantenido ocupada en la cocina, mientras María se sentó a los pies de Jesús, escuchando su palabra. Y Jesús dijo que María había tomado la decisión correcta, po-rque había escogido la única cosa que no le podía ser quitada.

Todo lo demás te puede ser quitado. Pero el tiempo con Je-sús nunca te será quitado, porque el corazón que nutres para

Jesús te traerá gozo incrementado en Él por siempre. Y para siempre.

Así que si no has pasado tiempo con Dios, y eres tentado a leer las noticias, Facebook, o una llamada telefónica, detente. Pregúntate: ¿qué me traerá gozo que nunca me será quitado?

Luego, deja a un lado todo lo demás para unirte a María a los pies de Jesús, escuchando su palabra.

Mañana a la MañanaLa alarma suena.Estoy cansado. Tal vez duerma sólo un poco más. Pero espe-

ra…

* Dios me está invitando a un supremo gozo.* Su palabra fortalecerá mi débil fe.* Su palabra dará luz en la oscuridad a mi alrededor.* Cuando ore, Dios obrará.* Esto es lo único que no me puede ser quitado.Creo que me levantaré.


CONSECUENCIA DE TUS PALABRASPOR ARNOLD ENNS

“Los labios del justo saben hablar lo que agrada; Mas la boca de los malvados habla perversidades.” Pro-verbios 10:32

Todo lo que tú dices tiene conse-cuencias! Igualmente todo lo que tú escribes y publicas en las redes sociales. Palabras son el arma más poderosa disponible para la humani-dad. Podemos optar por utilizar esta fuerza constructiva con palabras de aliento, o por fuerza destructiva usando palabras de desánimo.

El poder de la palabra proclama-da es como una bala o una semilla, puede determinar la vida o la muerte de otra persona. Palabras de crítica,

chisme, groserías, de desánimo pro-vienen de la boca de personas ocio-sas e inútiles. Palabras negativas son unas de las armas más poderosas del enemigo para destruirnos a nosotros mismos y aquellos que nos rodean.

Sin embargo tus palabras positivas tienen más poder aun y pueden cam-biar tu entorno con más impacto de lo que te imaginas. La palabra dec-larada por tu boca es el instrumen-to que Dios utilizara para marcar Su presencia alrededor tuyo. Sabemos que Dios creó el mundo declarando todo a la existencia con solo palabras (Génesis 1). De hecho el mundo está enmarcado por la Palabra de Dios. Él creó el mundo visible de la nada solo

Te animo a que seas un vehículo e instrumento de Dios para llevar Su presencia mediante tu propio medio de comunicación, tu boca.


con palabras (Hebreos 11:3). De modo que tus palabras positivas plantaran la semilla con el ADN de Jesus que establecerá un bo-sque que ninguna fuerza del mal pueda derribar.

Nuestra palabra, ya sea hablada o escrita, nunca va vacía sino que siempre lleva un cargamento ya sea de bendición o de mal-dición. Jesus dice que daremos cuenta de toda palabra ociosa o inútil que hemos utilizado (Mateo 12:36). Dios nos ha llamado que seamos personas que bendicen a otros con palabras que edifican. Nunca subestimes cada palabra que sale de tu boca pues ella delatará lo que realmente hay en tu corazón, pues de la abundancia de tu corazón hablara tu boca (Mateo 12:34).

Al hablar la Palabra de Dios un poder sobrenatural sale de tu boca que declara las cosas como un hecho aun cuando tú no lo puedes ver ni sentir. Al seleccionar palabras que son positivas, palabras que bendicen a los demás, palabras que son de com-plemento, estoy activando el poder de Dios que da vida. Incluso

en situaciones de desesperación la Palabra de Dios pronunciada por mi boca cambia las cosas alrededor mío.

Te animo a que seas un vehículo e instrumento de Dios para llevar Su presencia mediante tu propio medio de comunicación, tu boca. Si el enemigo usa a personas para hablar perversida-des, maldición, desesperación y desanimo abre tu boca para contrarrestar ese espíritu con palabras de esperanza, propósito, ánimo y sobre todo amor.

Señor haz de mí un instrumento de bendición en este día. Que de mi boca salgan hoy ríos de agua viva y que todo lo que diga en este día sea para edificar, para dar vida y llevar honra a tu Santo nombre. Declaro que con mi boca confesare tu nombre Jesus para la esperanza de tu pueblo.

Por Bob SenaNo me demoró mucho tiempo estar en el

ministerio pastoral para descubrir que no pod-ría iniciar, crecer y mantener el ministerio de la iglesia por mí mismo, o solo con la ayuda de dos o tres personas. La demanda y la ne-cesidad de tener voluntarios cooperadores y dispuestos a unirse a la tarea se hicieron evi-dentes mientras crecía el ministerio. ¿Cuántas veces usted y yo (pastor y líderes clave en la iglesia) nos preguntamos: “¿Por qué estas personas no colaboran, o por qué no están di-spuestos a servir? ¿Es que no se dan cuenta de las necesidades”?

Quizás la pregunta debería ser mejor: “¿Será mi acercamiento y/o mi estrategia la razón que impide a más personas cooperar y servir en nuestro ministerio voluntariamente? ¿Qué principios o directrices estamos emple-ando mientras buscamos motivar, reclutar y retener a los voluntarios?”.

Hasta que no nos respondamos tales pre-guntas seguiremos prisioneros de la racionali-zación, la torpeza, la lentitud y los obstáculos por la manera en que reclutamos a otros. En-tonces nos sentimos frustrados y nos pregun-

tamos por qué las personas no ayudan. Esto puede conducirrnos a utilizar una forma de forzar a las personas a servir. Podemos caer en la manipulación de los potenciales voluntarios mediante la culpa y la extorsión. Muchas ve-ces esta situación nos lleva a desesperarnos, bajar los brazos, hacer las cosas nosotros mi-smos o sobrecargar a los pocos fieles que for-man parte del equipo de colaboradores.

Estos son días difíciles y de mucha tensión para los líderes responsables de reclutar vo-luntarios para sus ministerios. La vida y las re-sponsabilidades de aquellos a quienes busca-mos reclutar están excesivamente ocupadas y llenas de altos niveles de presión. En lugar de rendirnos, debemos evaluar nuestro enfo-que del ministerio y asegurarnos de que ellos lleguen a alinearse con la manera de Dios, de hacer las cosas y seguir sus estrategias. Debe-mos determinar cómo implementar tácticas que alienten a todos a tomar su parte. Los me-jores principios que guían a la cooperación los hallamos en el proceso que Dios emplea para llevar a cabo Su obra en las Escrituras.

“¿Será mi acercamiento y/o mi estrategia la razón que impide a más personas cooperar y servir en nu-estro ministerio voluntariamente? ¿Qué principios o directrices estamos empleando mientras buscamos moti-var, reclutar y retener a los volun-tarios?”.

PRINCIPIOS PARA LA COOPERACIÓN

usar el modelo de Dios en el proceso de reclutamiento cambiará drásticamente la forma en que alistamos a otros.

Dios podría haberlo hecho por sí mismo, pero escogió usar personas para realizar su obra.

“Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla…”. (Génesis 1:28a). “…todo el cuerpo, bien concer-tado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la activi-dad propia de cada miembro, recibe su creci-miento para ir edificándose en amor”. (Efesios 4:16)

Entonces, ¿por qué aceptamos excusas de las personas y fallamos en hacerlos responsa-bles?. ¿Por qué actuamos como si servir fuera opcional?

Dios se ha asegurado de que cada uno de nosotros esté facultado para hacer su obra a través del ministerio del Espíritu Santo al dar-nos dones espirituales.

“Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos admini-stradores de la multiforme gracia de Dios”. (1 Pedro 4:10)

¿Por qué tomamos la actitud de que cualqu-iera servirá en ciertas áreas de ministerio? ¿Por qué usamos personas en los ministerios para los que no están capacitados? ¿Por qué sobrecargamos a los pocos fieles esperando que lo hagan todo?. Dios no solo espera que las personas se ofrezcan voluntariamente, sino que muchas veces tomó medidas extraor-dinarias para reclutar obreros.

“Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. Y se le apareció el Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza;[…] lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: […] Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, […] Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios so-bre este monte… Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros. Y oirán tu voz; e irás tú, y los ancianos de Israel, al rey de Egip-to, y le diréis: Jehová el Dios de los hebreos nos ha encontrado;… Y yo daré a este pueblo gra-cia […] para que cuando salgáis, no vayáis con las manos vacías; sino que pedirá cada mujer a su vecina y a su huéspeda alhajas de plata, alhajas de oro, y vestidos, los cuales pondréis sobre vuestros hijos y vuestras hijas;”. (Éxodo 3:1a, 2a, 4b, 10, 12b, 14b, 18,21,22)

“Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo”. (Hechos 9:3)

“Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hom-bres”. (Mateo 4:18-19). “Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió” (Mateo 9:9).

¿Por qué solamente nos conformamos con hacer un anuncio desde el púlpito? ¿Por qué esperamos que las personas respondan a una

sencilla nota del boletín o del semanario de la iglesia? ¿Por qué no estamos dispuestos a caminar una milla más en nuestros esfuerzos para reclutarles? Dios ve a cada ministerio como algo importante. La historia de los tres esclavos:

“Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco ta-lentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. Y llegando el que había recibido cinco talen-tos, trajo otros cinco talentos, […] Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; […] el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, he ga-nado otros dos talentos; […] Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; […] Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, […] debías haber dado mi dinero a los banqueros,… yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Po-rque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quita-do. Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera…”. (Mateo 25:14-15,19-20a, 21a,-22b, 24a-25b, 26a-27b, 29-30)

“Ni el ojo puede decir a la mano: No te nece-sito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. Antes bien los miem-bros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios;…que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. De mane-ra que si un miembro padece, todos los miem-bros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan. (1 Corintios 12:21-22, 25b-26)

¿Por qué comunicamos y empleamos téc-nicas de reclutamiento nocivas como si servir a Dios en la iglesia tuviera poca importancia? ¿Por qué fallamos en mostrar nuestro aprecio, consistentemente, por lo que hacen las perso-nas?

No tengo la menor duda que usar el modelo de Dios en el proceso de reclutamiento cam-biará drásticamente la forma en que alista-mos a otros. Los resultados serán diferentes. Sea fiel a la manera en que Dios lo hace, y déjele a Él los resultados. Escuche la exhorta-ción que Jesús dio a los discípulos en Mateo 9:35-38: “A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies”.

El Dr. Bobby S. Sena actualmente se desempeña como Consultor de Relaciones Hi-spanas del Comité Ejecutivo de la CBS, en Na-shville, Tennessee. Es responsable de asistir a la Convención en la construcción de mejores relaciones con los hispanos; promover el Pro-grama Cooperativo y el desarrollo de Mayor-domía en las iglesias hispanas; asistir en el proceso de involucrar a los líderes hispanos para que sirvan en los comités y en las me-sas directivas; proveer datos demográficos y tendencias entre los hispanos; representar al Comité Ejecutivo en varios entornos; y asistir en las Relaciones Evangélicas Globales con las culturas de habla hispana que habitan en Nor-teamérica y en todo el mundo.

SOY REALEZA“Y nos has hecho para nuestro Dios

reyes y sacerdotes, y reinaremos so-bre la tierra.” Apocalipsis 5:10

Tú no eres un pobre mendigo! Es po-sible que se te ha tratado como uno, pero es una mentira del Diablo! El Dios del universo vive en nosotros y lleva-mos su identidad, su ADN, a todos los lugares donde nosotros vamos. Somos el templo del mismo Espíritu de Dios y el mora en nosotros (1 Corintios 6:19). Llevamos al Rey de Reyes y Señor de Señores en nosotros y por ello ya so-mos un Real Sacerdocio y una Nación Santa (1 Pedro 2:9).

En vez de permitir que el mundo in-fluencie lo que sucede dentro de noso-tros y muchas veces menoscabándo-nos tenemos que recordar que somos parte de la Realeza celestial. Cristo, el Rey, vive en nosotros y por tanto ya no vivimos nosotros la vida de un mendi-go y pobre sino la vida de alguien que tiene sangre de realeza.

Fuimos esclavos y ahora hemos sido rescatados y un gran favor ha sido restaurado en nosotros, ahora somos libres con un propósito. Cristo no sólo compró nuestra libertad sino que nos ha dado el más alto honor, nos ha he-cho Reyes y Sacerdotes. Reyes, para gobernar a través del poder del Espíri-tu Santo nuestra propia carne y para superar los problemas del mundo. También nos ha hecho Sacerdotes con un acceso directo hacia el Padre y por ende cada uno somos representantes del Reino de Dios aquí en la tierra.

Esto puede ser visto como un cam-bio de perspectiva solamente o al-guien podría decir que es un tema de mente positiva o del denominado “evangelio de la prosperidad”. Sin em-bargo la palabra de Dios indica todo lo contrario y tenlo por seguro que esto afectara tus acciones, tu Fe y tu futu-ro. Comienza a actuar como un Rey y un Sacerdote, no un pobre mendigo!

POR ARNOLD ENNS


Alguien que haya sido cristiano

por más de una semana sabe que

Dios nunca promete una vida libre

de problemas. A veces “ser bueno”

y “hacer lo correcto” parece no ser

muy efectivo. A pesar de lo que

hagamos, los problemas y fracasos

continúan viniendo.

Cuando los problemas se levan-

tan en nuestras vidas, crean dudas

e interrogantes. No estoy hablando

acerca de un juego de preguntas y re-

spuestas, sino que de esta maraña de

problemas, surgen pensamientos de

confusión y disturbio que se asien-

tan profundamente en nuestra alma.

Sacuden los fundamentos de nuestra

vida. Es en los momentos de crisis

donde nuestras creencias internas

son desafiadas y nos forzamos a

buscar la fortaleza en algún lugar.

Ahora mismo puedes estar

enfrentando un evento devastador

como la pérdida de tu trabajo, una

gran pelea con tu esposa o saber que

tu hijo consume drogas. Estos prob-

lemas rápidamente corroen nuestra

confianza porque hemos trabajado

tan duro para hacer lo correcto.

Se cumplen nuestros más grande

temores porque nos sentimos fra-

casados. Como un dolor de muelas,

la duda se convierte en nuestra com-

pañera constante de dolor. Al mirar

hacia dentro, empezamos a buscar a

CUANDO SENTIMOS DESFALLECER“Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero

Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna”. Salmo 73:26

13Revista Mujeres de FePAGINATION 2

otros y nuestra frustración se multiplica. Por otro lado,

vemos personas que no se interesan por Dios, y viven su

vida sin mayores problemas. No es sorprendente ver que

al comienzo de este salmo el salmista clama: “En verdad,

¿de qué de sirve mantener mi corazón limpio? (vs. 13) En

medio del dolor, otra versión sería así: “¿Por qué estoy

tratando desesperadamente de hacer lo correcto cuando

en realidad no importa?”

Tanto la duda como la auto-confianza, no son las

mejores opciones en momentos de dolor. En medio de la

duda, la confusión se asienta y es aquí donde nos abri-

mos para aprender. Esto es algo que se ha perdido desde

la niñez. Si te encuentras en duda, quiero animarte para

que le preguntes a Dios qué es lo que está tratando de

enseñarte.

El otro día me fui a acostar sintiendo que toda área de

mi vida era un fracaso. No me sentí ser un buen pastor,

ni un buen amigo y ni siquiera un buen esposo. Mientras

me quedé allí contemplando la calidad de mi vida, me reí

por un momento y luego lágrimas empezaron a formarse

en mis ojos mientras pensaba, “Es bueno saber que Dios

no me ama por las cosas que hago.” Luego oré, “No quiero

depender de mi propia fuerza, pero ayúdame a vivir con

la tuya”.

El recuerdo de Su Palabra me dio las fuerzas necesar-

ias para seguir adelante: “Podrán desfallecer mi cuerpo

y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi

herencia eterna”.

Piénsalo…

Tarde o temprano nuestros pecados nos alcanzan si

no hay verdadera confesión

LA INFIDELIDAD TIENE UN MAPA

“Y sabed que vuestro pecado os alca-nzará” Números 32:23

Hace poco nos enteramos por los medios de comunicación de un por-tal en Internet para aquellos(as) que querían ser infieles a través de esta red de contactos. Se les garantizaba completa confidencialidad para no ser descubiertos. Pero no contaron

con la astucia de hackers o piratas informáticos que penetraron dicho portal y expusieron literalmente a todos los infieles por nombre, ciudad y país. En total 34 millones de usu-arios identificados y localizados en cincuenta mil ciudades alrededor del mundo, en 48 países. De los cuales 29 millones son hombres (86%) y 5 millones son mujeres (14%).

La Biblia no se equivoca. No podemos ocultar el pecado: “El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.” Proverbios 28:13

Tarde o temprano nuestros pecados nos alcanzan si no hay verdadera confesión y arrepentimiento.


El pecado en si no permanece oculto, como creemos, no solo porque Dios lo ve y lo sabe todo, sino porque Cristo los EXHIBIÓ PÚBLICAMENTE en la cruz hace dos mil años.

Ese registro público de nuestra vergüen-za está ahí, solo nosotros lo volvemos a hacer público cuando voluntariamente pecamos.

La infidelidad primero se gesta en el corazón y es contra Dios y luego de ser un deseo se convierte en realidad y se materializa cuando se consume el acto de cruzar los límites designados por Dios los cuales aceptamos cuando nos comprometimos y prometimos el “si” ante el mismo Dios, nuestro cónyuge y ante testigos.

ANATOMÍA DE UNA INFIDELIDADEl caso más notable en las Escrituras es el del rey David como hombre y el de la menos notable mujer adúltera (Juan 7 y 8) como mujer.

En el caso de David si sabemos que tenía una relación con Dios y el temor de Dios, no sabemos ese dato en cuanto a la mujer adúltera de Juan 8 antes de su encuentro con Jesús.

EL COMO DE IDAUno de los casos más notables en nues-tra historia eclesiástica evangélica con-temporánea fue el de Jimmy Swaggart. Vimos por televisión como este hombre que Dios había levantado y usado, así como David, había caído víctima del pecado de infidelidad. Lloro en vivo y en directo su afrenta a Dios ante los mil-lones de hermanos en Cristo que lo res-petábamos y el mundo secular.

Para casi todos los que presenciamos esto fue una prueba de sinceridad pues cuestionamos si todo ese circo en ese momento era creíble y no estábamos seguros si podíamos dar crédito a se-mejante golpe al cristianismo. De algo si estoy seguro; Dios si sabía en ese mo-mento si él era sincero. En efecto lo fue.

El tiempo dictaminó la veracidad de ese aparatoso caso y subsecuente sanidad y restitución familiar y ministerial. Hoy damos fe que, después de tantos años, Swaggart es un hombre perdonado, res-tituido, restaurado y renovado aunque sea para muchos una persona contro-vertida y para otros no sea santo de su devoción. Dios le permitió levantarse de las cenizas humanas y espirituales y regresar al servicio a Dios en otra ca-pacidad. Dios lo puede hacer y así lo hizo con él.

Si Dios lo hizo así con David, con Swag-gart y un sinnúmero de personas que Dios ha vuelto a renovar y restaurar, quizás te estés preguntando: ¿Lo podrá hacer conmigo? ¿Lo podrá hacer con mi amigo(a) o hermano(a) que conozco?Por supuesto que sí. No lo dude por un minuto.

Aunque esta respuesta es afirmativa y llena de redención, no es algo que se dice a la ligera. De la misma manera que una vez engendrado el pecado y consumado siendo este un proceso lento, premedit-ado y de un camino largo de destrucción así es de largo y complejo el camino de regreso a Dios y a la restauración.

No hay garantías de regresar a una nor-malidad humana pero si de regresar a una nueva normalidad con Dios.

En el caso de la mujer adúltera, Jesús siendo Dios, la perdono. Algunos han dicho que lo que Jesús escribió con el dedo en tierra (siendo este el dedo de Dios) fueron los pecados con nombre y apellido de aquellos que tenían las piedras listas para lanzarlas y senten-ciar muerte. En el momento que ella respondió a la pregunta de Jesús en el versículo 11 “…Ninguno, Señor…” En ese momento de reconocerle como Señor, Dios la estaba restaurando y devolvién-dole la vida física y social, así como la espiritual.

EL COMO DE VUELTACompromisoLa persona que ha sido infiel, en caso de recibir una segunda oportunidad de su cónyuge, familia y comunidad (igle-sia) debe asumir un compromiso radi-cal y firme de hacer ese largo camino de regreso a Dios, a su cónyuge, a su familia y a su comunidad de creyentes. De la misma manera que fue un largo y premeditado camino de ida que no llevo poco tiempo, de igual manera ha de ser el camino de vuelta: largo, con piedras, curvas, cuesta arriba, cuesta abajo, vientos en contra, tormentas, las inclemencias de la intemperie, su-frimientos, escollos, critica, sospecha y un sinnúmero de situaciones muy difíciles que probaran si ese comprom-iso es firme y duradero.

2) ConsistenciaHay una realidad que tiene que aceptar y vivir la persona que ha sido infiel. Aun regresando al hogar y al matrimonio, el cónyuge afectado y traicionado, siem-pre tendrá inevitablemente un grado de sospecha y pizca de incredulidad por un tiempo indefinido.


La persona que ha sido infiel, en caso de recibir una segunda opor-tunidad de su cónyuge, familia y comunidad (iglesia) debe asumir un compromiso radical y firme de hacer ese largo camino de regreso a Dios, a su cónyuge, a su familia y a su comunidad de creyentes.

Y por el resto de los días esa posible de-sconfianza estará por debajo del radar y saldrá a la superficie de diferentes for-mas.

Es parte de la secuela de vivir con el cón-yuge en caso de no haber divorcio.

3) CUIDADOEl cuidar la relación matrimonial pos-perdón y restauración, conlleva un enorme esfuerzo de cuidado y manten-imiento con dosis fuertísimas de amor, paciencia, compresión y otras cosas afín. Pero sobre todo SANIDAD. Sanidad interior, exterior, superior e inferior:Interior – por dentro. Profundo. Lo emo-cional y espiritual.

Exterior – por fuera. Lo físico. La salud. La apariencia. El semblante. El idioma corporal.

Superior – lo que viene de arriba. Buscar de Dios, su Palabra, comunión con otros hermanos. Rendir cuentas.

Inferior – lo de abajo. Complejo de infe-rioridad. De sentirse menos, incomple-to. Descalificado(a). No acepto. Marcado socialmente. Superar esto a corto y me-diano plazo es imperativo.

Para concluir, esto nos afecta a todos los que estamos en el ministerio como pastores y líderes. Las secuelas de este suceso afecto, que sepamos y a decir verdad no necesitamos saber más, a dos líderes evangélicos. Uno de ellos un pas-tor aquí en los Estados Unidos que luego

que se descubriera e hiciera público su incursión en este maléfico sitio, se sui-cidó. Este hombre de familia, de años de matrimonio, con hijos no pudo resistir la vergüenza de encarar a su propia espo-sa, familia, congregación y sus colegas en el ministerio. Triste que nadie pu-diera ayudarlo y evitar tan trágico fin. Nos duele en extremo conocer de este caso. También se hizo público el caso de un conocido líder evangélico de apellido famoso que tuvo que renunciar a la uni-versidad o seminario que regía luego de haber visitado este sitio de internet. Oro que este colega este rodeado de gente con mucha misericordia que lo ayuden a salir adelante y pueda experimentar el perdón de Dios y su redención a través de su propia familia de sangre y familia espiritual.

“Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre…Velad, estad firmes en la fe…” 1 Corintios 15:58 y 16:13Pr. Alfonso Guevara


Ya casi se acerco el fin del año y por lo menos a mi me parece una mentira de que todo allá sido tan rápido que casi no lo puedo creer. Como es típico, al final de año muchos de nosotros pensamos en resoluciones para hacer: Comer menos; hacer más ejercicios; ser un mejor padre o esposo; gastar más tiempo con la fa-milia; aprender a tocar guitarra, etc. La lista de deseos es larga pero difícil de seguir. Muchos de nuestros deseos y resoluciones, sin embargo, son aspiraciones generalmente materiales que aunque no tienen nada de malo seguirlos, aun así, son cosas que no nos van a ayudar necesariamente a ser mejores cristianos.Entonces si uno quiere tomar un paso más hacia delante, uno puede tratar de ser más espiritual; es decir, acercarse más a Dios. Quizás entonces, dentro de esta segunda categoría de resoluciones, las obras de caridad siempre son las primeras en resaltar en las mentes de la mayoría de hispanos: Ayudar al necesitado; alentar al afligido; visitar a los presos; apoyar a la iglesia; voluntarisarse por alguna causa justa, etc.

Dentro de la tradición cristiana evangélica, los frutos o consecuencias de la santidad se podrían definir de formas similares pero (a la misma vez) se podrían alcanzar solo de acuerdo a lo que nuestros lentes doctri-nales muchas veces nos permitan ver (por eso es importante escudriñar la palabra para alcanzar santidad tal como la Biblia nos indica y que pueden ser algunas veces contraria a lo que nuestras propias denom-inaciones nos pueden enseñar). Quizás para algunos hermanos pentecostales, parte de esa trayectoria hacia un mejor cristianismo, o un cristianismo verdadero según su entendimiento, se podría alcanzar con el tan-apreciado don de lenguas (aunque yo no estoy tan seguro que esto es lo más deseable en nuestros días). Quizás para algunos hermanos bautistas, esa trayectoria hacia la santidad se podría recorrer ini-ciando metas más tangibles y específicas como, para dar solo un ejemplo, leyendo la Biblia en 12 meses (lo cual me parece una meta más razonable aunque no siempre espiritual dependiendo en el caso específico de la persona).

Una Resolución que Agrade a Dios


el trabajo cumple con el deseo de Dios de que todos seamos

productivos


Josué: ¡Cállense la boca, cierren el pico! Pero, cuando dieron la última vuelta, el poder de Dios comenzó a operar.

Algo está pasando. Cierra la boca. No hables negativo.

Mensaje predicado por el Pastor Edwin Santi-ago como parte de la Fiesta de las Primicias 2014.Lo peor que te puede suceder es tener perso-nas negativas dentro de las transiciones. Las personas negativas siempre están hablando cosas negativas. Hay que cerrar la boca, si no tienes nada bueno que decir.

Un mal decreto puede detener una transición, puede detener un proceso. Cierra la boca; no hables nada. Si tienes algo que decir, haz un decreto: Vamos a llegar al otro lado. Si el Señor dijo, se va a cumplir, en el nombre del Señor.Por esto fue que Josué, cuando fue a conquis-tar a Jericó, el Señor le dijo: Marchen; den una vuelta diaria a las murallas por siete días. El Señor no dijo que lo hicieran en silencio; el que le añadió eso fue Josué. Josué estaba dicien-do: Por culpa de diez cabezones que hablaron negativo, me retrasaron todos estos años, y ahora que estoy entrando a esta dimensión, no me lo van a impedir; cállense la boca.

Imagina aquella gente marchando y diciendo: Pero, ¿por qué nos ponen aquí con tanto cal-or? Josué habría respondido: Cállense la boca. ¡Pero es que no está pasando nada! – diría aquella gente; y Josué les respondería: Cállese la boca. Y a la séptima vuelta del último día, la gente habría dicho: Nada está pasando; y

CIERRA LA BOCA

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