revista mujeres de fe #10

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Revista Muejres de Fe, No.10 ¿Cultivar o Dirigir? ¿Quién te crees que eres? La educación de nuestros niños, niñas y adoles- centes: una tarea compartida EL VERDADERO ÉXITO El puente entre el cielo y la tierra

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Anúnciate con nosotros, tenemos espacios disponibles. [email protected] En circulación a partir de la primera semana de mayo

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Revista Muejres de Fe, No.10

¿Cultivar o Dirigir?

¿Quién te crees que eres?

La educación de nuestros niños, niñas y adoles-centes: una tarea compartida

EL VERDADERO ÉXITO

El puente entre elcielo y la tierra

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Proclamamos los valores y las verdades bí-blicas en las que basamos nuestros artículos para ayudar, en sus cotidianas luchas, a to-das las mujeres.

Buscamos llegar efectivamente a creyentes y no creyentes en todo el mundo con un mensaje de esperanza en Jesucristo por me-dio del uso de la tecnología , los medios de comunicación , las comunicaciones , la músi-ca , la enseñanza , los recursos y el alcance humanitario.

Mujeres de fe es una revista cristiana que se distribuye gratuitamente en el Distrito federal y área metropolitana de forma im-presa y a todo los hispanoparlantes en su versión digital a través de internet. Está guía esta dirigida al mercado cristiano femenino.

El mundo actual exige mujeres preparadas para actuar en un ámbito muy competitivo y bien informado, donde acceder a las her-ramientas adecuadas para crecer espirit-ualmente, consolidar e impulsar es indis-pensable. por eso nacimos, Mujeres de Fe , La revista cristiana para la mujer de hoy.

La revista Mujeres de Fe aporta una mi-rada fresca al mundo femenil cristiano, con el firme propósito de ayudar a las mujeres en su caminar diario con Dios, y a crecer espiritualmente viviendo los valores bíblicos en sus hogares

MISIÓN: compartir e ilustrar las Buenas Nuevas de Jesucristo, publicar artículos e historias de interés. que ayuden a las mu-jeres a desarrollar su potencial, compartir noticias actuales desde una perspectiva Bí-blica que aumente, edifique o provoquen fe en ellas.

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¿Cultivar o Dirigir?

ESTOY LEYENDO UN LIBRO SOBRE EL DESARROLLO

DE LOS MOVIMIENTOS JUVENILES EN LOS EEUU

DURANTE LOS 1800-1900, Y EL AUTOR HACE UNA

PREGUNTA PERTINENTE A LAS IGLESIAS DE HOY:

“¿Los jóvenes de la iglesia son un campo que hay que cultivar o una fuerza que hay que dirigir?”

Tu respuesta a esta pregunta de-termina la manera en que diriges tu grupo.

Si crees que los jóvenes son un campo que hay que cultivar, in-vertirás tu tiempo en enseñar es-tudios bíblicos, la consejería para ayudarles con sus problemas, y otras cosas que ayudan con el cre-cimiento interno de los jóvenes de tu grupo.

Si crees que los jóvenes son una fuerza que hay que dirigir, inver-tirás tu tiempo en motivarlos a evangelizar, entrenarlos a alcan-

zar a sus amigos, y apoyar a los jóvenes en cumplir su misión en el mundo.

Mi respuesta a la pregunta es que los jóvenes de la iglesia son ambos: un campo que hay que cultivar y una fuerza que hay que dirigir. Los líderes juveniles deben cultivar a los jóvenes y ayudarles a crecer, y los líderes deben dirigir la fuerza que son los jóvenes para que puedan obedecer el manda-miento de Dios a alcanzar al mun-do y expandir su Reino.

Mis observaciones de muchas iglesias me dicen que muchas ve-ces, los líderes pasan su tiempo en una de las dos cosas, y esperan que los jóvenes hagan la otra op-ción por si mismos.

¿Como esta tu ministerio? ¿Como ves a los jóvenes–un campo que hay que cultivar–una fuerza que hay que dirigir–o las dos cosas?

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Tú dices: Yo soy rico, me he enriquecido y de nada tengo necesidad. Pero no sabes que eres desventurado, miserable, pobre, ciego y estás desnudo. Apocalipsis 3.17

Una cosa es lo que yo pienso de mí mismo, y una muy diferente lo que Dios piensa de mí. La situación que vivía la iglesia de Laod-icea, iglesia a la que Jesús habló tan sever-amente, es que tenía un estado espiritual muy decadente, pero lo cierto es que la misma iglesia no lo había entendidos más bien no de había percatado de su propia condición. La perspectiva que tenía la igle-sia sobre ella misma es que era rica y no tenía necesidad de nada. El grave problema que se enfrenta cuando las cosas march-an bien en la vida, es que perdemos per-spectiva. Perdemos de vista nuestra propia condición y eso es bastante peligroso. No hay duda que los hermanos de Laodicea estaban pasando por tiempos de prosperi-dad y eso mismo les hizo perder el piso, y sobre todo la muy necesaria dependencia de nuestro Dios.

Pensar que nos podemos bastar a nosotros mismos es un peligro latente que todos enfrentamos. Bien lo expresaba el profeta Jeremías cuando confrontó al pueblo de Dios diciendo: “Dos son los pecados que ha

cometido mi pueblo: Me han abandonado a mí, fuente de agua viva, y han cavado sus propias cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.” Jeremías 2:13 NVI

Por eso el problema es una total falta de discernimiento espiritual. Una cosa es lo que “yo digo acerca de mí mismo”, y otra cosa lo que “yo ignoro”. Bien lo expresó Jesús hablando a la Iglesia de Laodicea: “Tú dices, pero en realidad no sabes”.

Si entiendo bien mi Biblia, es sólo el San-to Espíritu de Dios quien nos puede con-vencer de “pecado, justicia y juicio”. Por eso, bien haríamos en tomarnos uno minutos para evaluar nuestra vida delante de Dios. Pedirle con todo nuestro corazón que nos dé a conocer lo que en realidad hay en nuestra vida y que no le agrada, ya que sólo así podemos vernos tal como somos, y buscar con desesperación, que en nuestra miseria personal, Dios tenga misericordia de nosotros y nos llene de toda bendición que anhela nuestra alma.

En Cristo el Señor,

Pastor Luis Gabriel César IsunzaTwitter@garycesar

TÚ DICES, PERO NO SABES

Lo que anhelo es una relación con Dios que sea íntima y personal. La gran barrera para la intimi-

dad es la invisibilidad de Dios.

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¿Quién te crees que eres?Imagina que te estás preparando para el viaje más increíble de tu vida. Estás expectante de conocer ese lugar que muchas veces has visto a través de fotografías y estás a escasas horas de que eso deje de ser solo un deseo y se convierta en una grata realidad.

Con ansiedad y entusiasmo preparas las maletas con todo lo que vas a necesitar durante tu viaje. Ya revisaste en la «app» del clima con qué temperatura te vas a encontrar, tienes planeadas tus excursiones, la ropa que necesitarás y obviamente, también cargas tus enseres de higiene personal. Tratas de no dejar nada librado al azar, así que revisas una y otra vez para asegurarte de que llevas todo lo que necesitarás para disfrutar de tu jornada.

De la misma manera, Dios te pensó para este tiempo de la historia. Anticipadamente proyectó el viaje de tu vida aquí en la tierra, y te equipó con todo lo que necesitarías para brillar en el recorrido.

Dios ya miró tu vida entera, determinó tu misión y se anticipó dotándote de todas las herramientas que vas a necesitar para llevarla a cabo.

¡El Creador es original! A él le encanta presumir de su capacidad de hacernos distintos y de poner su toque

personal en cada uno de nosotros. Se tomó el tiempo para hacerte único y con características que te identificarían de todos los demás. Eres una obra de arte pintada por el creador, cuyo gran valor es tu singularidad.

Nuestra tarea es disfrutar de nuestra unicidad, disfrutar de quiénes somos y de hacer nuestra contribución única a la sociedad.

Cuando sabemos quiénes somos, sabremos qué hacer. El hecho de conocernos es determinante de lo que haremos. Somos hijos de Dios creados a su imagen, y probablemente no lleguemos a ser todo lo que deseamos, pero seguramente seremos todo lo que Dios quiso que fuésemos cuando nos creó.

En síntesis, tienes todo lo que necesitas para hacer lo que Dios quiere que hagas.

Un consejo importante: si Dios se tomó el tiempo de hacerte único, no malgastes el tuyo comparándote con los demás. Más bien invierte tiempo en descubrir tus cualidades, aquellas cosas que te identifican y que te harán brillar siendo tú mismo. Recuerda que hay cosas que solo tú podrás hacer; marcas que solo tú podrás

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dejar. Por nada del mundo se te ocurra robarles el beneficio de tu peculiaridad a quienes vas a impactar a través del viaje de tu vida.

A continuación quisiera que te hagas una serie de preguntas que te ayudarán en el proceso de conocerte mejor:

HABILIDADES NATURALES: ¿Qué habilidades posees? Dentro de cada uno de nosotros Dios depositó habilidades innatas. Algunas son más difíciles de descubrir que otras. Enumera algunas de ellas que sabes que tienes. Si analizas las actividades de las que participas, ¿cuáles realmente dan fruto? ¿Qué parece fluir de manera natural para ti? ¿Para qué cosas eres bueno y obtienes resultados? (Éxodo 31:1-11).

DONES ESPIRITUALES: Cada creyente tiene dones espirituales. En Romanos 12:6-8 encuentras una lista de estos dones. También hay otros en 1 Corintios 12:4-11 y 1 Pedro 4:10-11. De acuerdo a estas listas, ¿cuáles dones consideras que posees?

SUEÑOS: ¿Qué es eso que intentarías hacer si supieras que no vas a fallar? ¿Has recibido alguna visión o sueño de parte de Dios? ¿Qué te ha hablado Dios de manera recurrente a través de su Palabra?

FORTALEZAS: ¿Qué dicen tus amigos cercanos y la gente que te conoce acerca de ti? A veces estamos demasiado cerca de nuestra propia situación como para verla objetivamente. Escucha a tus amigos y a adultos maduros y confiables que te conocen bien y

que conocen bien a Dios. ¿Cuáles son tus fortalezas según ellos?

EXPERIENCIAS Y OPORTUNIDADES: ¿Cuáles son tus oportunidades actuales? ¿Qué oportunidades has tenido y has aprovechado? ¿Qué experiencias significativas has tenido que te han convertido en la persona que eres hoy? (Romanos 8:28). ¿Ves algún patrón que se repita? ¿Hay algunos pensamientos o asuntos que son recurrentes? De acuerdo a tus respuestas, ¿podrías armar una especie de lista con tu misión y visión en la vida?

PLENITUD Y SATISFACCIÓN: ¿Qué cosas disfrutas profundamente hacer? ¿Puedes identificar aquellas actividades que te producen un mayor sentido de satisfacción? ¿Qué te hace sentir vivo? ¿Qué cosas harías aunque nadie te pague por hacerlo?

CAUSA: ¿Cuáles convicciones estás dispuesto y comprometido a perseguir? ¿Hay algunos asuntos que arden dentro de ti? ¿Alguna causa en la que crees, y piensas que alguien debería hacer algo sobre eso? ¿Qué gente o grupo de personas te producen un profundo deseo de ayudarles?

¡Ánimo! disfruta del paisaje y del recorrido mientras realizas el viaje más importante de todos… ¡el viaje de tu vida!

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LA IMPORTANCIA DE SER UN MIEMBRO BÍBLICO MÁS QUE DENOMINACIONAL.

Dr. Victor Hugo Ríos

Soy Miembro de la IglesiaEl Dr. Thom Rainer y Lifeway Español han producido lo que en mi opinión es uno de los mejores recursos que podemos poner en las manos de cada miembro de nuestras congregaciones en el día de hoy. El libro de estudio bíblico ti-tulado: Soy Miembro de la Iglesia ¿Y Ahora Qué?

Cristo tiene una sola iglesia, aunque estemos agrupados en diferentes de-nominaciones, y los beneficios y res-ponsabilidades de cada miembro son los mismos en cualquier naturaleza cultural o geográfica.

En mi servicio de pastor, tanto de iglesias pequeñas como grandes, he aprendido a apreciar la importancia y necesidad de contar con miembros que tienen claro su rol como parte del cuerpo de Cristo. Se ha alcanzado un buen nivel de madurez cuando la per-sona entiende que no se trata de lo que puede hacer la iglesia por mí, sino de lo que yo puedo hacer por la iglesia.

Una de las principales evidencias de que un cristiano ha superado la etapa infantil de su espiritualidad es cuando pone el bienestar de los demás antes que el suyo propio. Como en el matri-monio, cuando cada uno se enfoca en servir al otro, las necesidades de todos se satisfacen. En muchas ocasiones leemos en la Biblia la exhortación de amarnos los unos a los otros, servirnos, los unos a los otros, soportarnos los unos a los otros, apoyarnos los unos a los otros, orar los unos por los otros, entre otras. El común denominador

siempre es “los unos por los otros”.

En varias ocasiones he tenido que de-cirle a mi congregación desde el pulpi-to: “Aquí todos somos necesarios, pero nadie es imprescindible.” Y lo he hecho con la intención de enfatizar que todos tenemos una función importante en el engranaje del cuerpo de Cristo, como lo plantea del Dr. Rainer en uno de sus puntos, que no se trata de mí, se trata de los demás. Debemos aprender a re-emplazar la mentalidad de principado por la del reino. El bienestar común producirá también bienestar individual. Cuando servimos para bendecir a la iglesia nos estamos haciendo un favor a nosotros mismos.

La iglesia local es uno de esos lu-gares mágicos donde la diversidad se conjuga para crear unidad. No en to-das partes podemos observar cómo un grupo de personas imperfectas, con personalidades diferentes, proceden-tes de diferentes países, y en algunos casos hasta hablando diferente idio-mas pueden, no solamente convivir en armonía, sino también impactar y lograr que progrese el mundo a su al-rededor. Esto es posible porque si bien somos diferentes, en Cristo somos uno. Y esas diferencias no desaparecen ni se anulan, sino que se aprovechan para crear una comunidad donde la identi-dad final es más grande que la suma de las partes. Esto es posible gracias a la naturaleza común que compartimos, la cual procede del Espíritu Santo.

El argumento del Dr. Rainer está ba-sado en el pasaje clásico de 1 Corintios 12, donde el apóstol Pablo hace su ma-gistral analogía de la iglesia funcio-

La vida de pareja entre dos personas “iguales” sería muy aburrida, predecible, con poca emoción.

es fundamental en-tender la vida de ma-trimonio como esa unión en amor y com-plementariedad del hombre y la mujer, con sus características es-pecíficas y diferencia-das.

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nando como un cuerpo humano, donde cada parte ha sido puesta en el mismo de manera intencional. En una orques-ta musical hay instrumentos que parecen insignificantes a primera vista. Es más, cuando suenan solos no parece que impresionan a muchos. No sucede esto hasta que se unen con los demás instrumentos que producen una armonía donde ya no se notan las individualidades, solo la música final.

Fue solo Cristo quien murió por su iglesia. La misma es algo más grande y sublime que yo. Cuando hacemos un compromiso intencional de dejarnos usar por el Señor de la iglesia notaremos que Dios al final tenía en mente la bendición de mi propia vida y la de mi familia. Pero de ma-nera extraña, cuando buscamos primeramente el reino de Dios y su justicia, descubrimos que todas las demás cosas nos son añadidas. Poner primero a Dios y a su iglesia es ponernos a nosotros en el lugar correcto para poder recibir todos los beneficios con los que Dios nos ha querido ben-decir.

Siempre me ha gustado recordarles a mis oyentes que 1 Corintios 13 no es un pasaje en la Biblia que se escribió para ser leído en las bodas o el día de San Valentín. Es un

texto dirigido a la iglesia, a sus miembros, no a los que es-tán enamorados. Habla del amor Ágape, el mismo amor con el que Dios nos amó y el cual debe ser el común de-nominador en nuestras relaciones. Por ese amor nosotros tenemos la capacidad de ser bondadosos, justos, sufridos. Gracias a el desaparece el egoísmo, la presunción, la en-vidia, el enojo y el rencor. Por eso todo lo creemos, todo lo esperamos, todo lo soportamos. Porque el amor nunca deja de ser.

Dr. Victor Hugo RíosVictor RiosPastor de la Iglesia Jacksonville Chapel, en

Wayne, NJ.

Director de la Asociación Bautista Hispana de NY/NJProfesor de la Universidad Pillar College, NJ.

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Elena Calderón ZúñigaPsicopedagoga y Educadora

Trabajando juntos podemos hacer la diferen-cia

La dinámica familiar ha experimentado un cambio considerable en las últimas déca-das. Ahora tanto papá como mamá trabajan también fuera de casa, y los niños y las niñas tienen mayores responsabilidades dentro y fuera de la escuela.

El unir esfuerzos y compartir responsabili-dades parecen excelentes aliados para hacer-le frente a esta realidad.

Muchos padres se sienten abrumados, y con justa razón, ya que además de su carga de trabajo deben lidiar con las tareas y los perio-dos de pruebas de estudio de sus hijos, inde-pendientemente de su estado anímico o de la disposición de su tiempo.

Los docentes por su parte, comprometidos con su trabajo, tienden a agregarle a su labor profesional un “soporte emocional” que les permita a los niños y jóvenes, complementar sus requerimientos de afecto y cuidado.

Pero la “unión hace la fuerza”. Cuando los padres hacen un esfuerzo extraordinario por estar al lado de sus hijos durante el año esco-lar, ofreciéndoles apoyo sincero y dejándoles ver con claridad que ellos son una prioridad en medio de sus múltiples compromisos, los niños y los jóvenes tendrán un motivo más para valorar la formación que reciben en la escuela o el colegio. Y si agregamos a esto la dedicación y entrega que la mayoría de los maestros y profesores plasman en la edu-cación de nuestros hijos e hijas, conseguire-mos una combinación de esfuerzos que traerá grandes beneficios para ellos.

¡Cumplamos con nuestra parte para benefi-cio de todos!

Prestemos especial atención a las siguientes sugerencias para hacer de la educación de

nuestros hijos e hijas una tarea compartida.

Para los padres y madres de familia:Supervisemos el trabajo de nuestros hijos: Es importante estar atentos a las actividades que llevan a cabo nuestros hijos e hijas, tan-to dentro como fuera de la institución donde estudian.

La realización de tareas, los periodos de es-tudio y el calendario de exámenes, son tan solo algunos de los aspectos que debemos conocer con detalle, con el fin de apoyar a nuestros niños y jóvenes ante las demandas escolares.

Debemos recordar que las responsabilidades que nuestros hijos e hijas tienen en casa, son un ingrediente valioso en la formación inte-gral de su sentido de responsabilidad.

Mantengamos una comunicación perma-nente: Conversar con nuestros hijos e hijas acerca de sus inquietudes e intereses, genera un ambiente de libertad y confianza.Nuestros hijos e hijas necesitan ser escucha-dos: Hacerle preguntas que les permitan ver la situación que están atravesando de una manera más profunda, puede ayudarles a comprender mejor sus experiencias. Reservé-monos nuestras propias opiniones, para oír lo que tienen que decirnos, y evitemos aplic-ar soluciones que resultaban adecuadas en nuestro tiempo y que asumimos serán apro-piadas en este caso.

Seamos un apoyo: Permitámosles a nues-tros hijos e hijas cumplir con los que les cor-responde de acuerdo con su edad, y vivir las consecuencias de sus elecciones, teniendo plena seguridad de que estamos de su lado.Para los y las docentes:

Intentemos abrir espacios de participación directa de padres y madres en el aula. Un buen número de ellos, están más interesados de formar parte de una clase de lo que imag-inamos.

Brindémosles la información del desempeño

La educación de nuestros niños, niñas y adolescentes: una tarea compartida

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de sus hijos e hijas de una manera con-structiva.

Escuchemos las sugerencias e inquietudes de los padres y madres de nuestros alum-nos, promoviendo una comunicación res-petuosa y asertiva. Abramos espacios de diálogo Al relacionarnos con quienes nos rodean debemos establecer vínculos que nos per-mitan tener una buena comunicación.

En la relación entre padres e hijos, debemos tratar de buscar espacios que nos permitan conocer con claridad lo que ellos piensan o sientes acerca de algún tema o situación particular. Dejemos que lo expresen con sus propias palabras, y mostremos una actitud abierta y comprensiva, porque si nuestra respuesta está siempre marcada por el “juicio”, es muy difícil que nuestros hijos se sientan cómodos y seguros hablándonos.

Tengamos siempre presente que nuestros hijos e hijas necesitan de consejos y abra-zos, y quienes mejor que nosotros para dárselos.

En el aula, los educadores podemos pro-

mover un ambiente de “libertad emo-cional”, donde los estudiantes sepan que pueden acudir a nosotros, no sólo cuando tengan dudas sobre la materia, sino tam-bién cuando algo bueno ha sucedido en sus vidas o tienen un problema personal que no saben cómo resolver.

La comunicación abierta y sincera de los padres y las madres con los docentes puede constituir una excelente herramien-ta para abordar de manera integral la real-idad en que se desenvuelven nuestros hijos e hijas. Cuando surge alguna dificultad es más sencillo solucionarla si se cuenta con ayuda

Unamos fuerzas para lograr una educación sólida y provechosa para nuestros niños y jóvenes.

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EL VERDADERO ÉXITOEstoy sorprendido por el mensaje de uno de mis buenos amigos, el Pastor Andre Olivier de “Rivers Church” en Sandton, Sudáfrica, el cuál quisiera compartir con ustedes. Él nos recuerda que la fortaleza de nuestra fe nos protege de perder nuestra estabilidad por algún imprevisto en la vida.

El Pastor Andre nos indica que no debemos permitir que la muerte, el peligro o la desilusión nos “saquen de la jugada” del destino de Dios para nuestra vida. Permanecer fuertes a pesar de las situaciones difíciles de la vida, nos encaminará hasta llegar al plan que Dios diseñó para cada uno de nosotros. Nuestras herramientas de esta semana señalarán algunos de estos elementos y las

titularemos: “El Verdadero Éxito”.

Al reconocer y activar nuestra individualidad en Dios, nuestra satisfacción será manifestada.

Muy a menudo la gente está en el laberinto de la vida tratando de actuar y lograr los estándares que la sociedad impone. De cualquier forma, estos estándares no son compatibles con el nivel de individualidad que Dios puso en cada uno de nosotros. Los estándares de Dios para lograr la verdadera plenitud, paz eterna y satisfacción que perdura son sustituidos por los estándares de la sociedad en cuanto a riqueza material, reconocimiento público y status. Lee Tito 2:11-13.

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Recuerda: El estándar del éxito y logro que define la sociedad nunca será suficiente para la plenitud verdadera y paz eterna. Sólo encontramos éxito verdadero cuando nuestros logros vienen del diseño original de Dios para cada uno de nosotros.

El éxito no depende de la opinión de los demás, no se mide con los estándares de la sociedad, no se basa en riqueza material ni en buenas acciones. El éxito empieza con lo que tenemos dentro de nosotros. Se define por los estándares que estableció Dios para nuestra vida y al poner esto en acción, las fronteras del éxito verdadero son ilimitadas.

Recuerda: No somos exitosos sólo porque alguien más lo diga, ni por

vivir a la expectativa de los demás. Nos convertimos dependientes de las opciones de los demás al vivir basados en los estándares de actividad de la sociedad.

Novivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.

-Romanos 12:2(DHH)

Randy Morrison

www.randymorrison.org

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Hebreos 4.14-16

A pesar de que la tecnología nos permite mantenernos conectados, no hemos resuel-to el problema de la soledad. Muchas personas se sienten aisladas de quienes las rode-an. La verdadera solución para sanar el profundo dolor de la soledad es una relación íntima con Dios.

Cuando Dios iba a crear a Adán, dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” (Gn 1.26). Un punto de semejanza con el Señor es el deseo y la capaci-dad de relacionarnos con otros. Además, fuimos creados para tener comunión con Dios.

Adán y Eva tenían una estrecha relación con el Señor, quien pasaba tiempo con ellos en el huerto del Edén. Pero la deso-bediencia de la pareja creó un distanciamiento en la relación, porque Dios es santo. Él no puede permitir nada pecami-noso en su presencia. Después que el pecado entró en el mun-do por medio de la primera pareja, toda persona está man-chada por él y, por tanto, sep-arada del Señor. Por esa razón, Dios hizo un puente para salvar

la brecha que había entre Él y la humanidad.

Jesucristo tomó sobre sí nues-tras transgresiones y murió en la cruz, lavando así la mancha del pecado. Todo el que confía en su sacrificio para perdón de pecados cruza ese puente for-mado por la cruz. Todo nuevo creyente es reconciliado, es de-cir, restaurado de inmediato a una correcta relación con Dios.

Tener una relación con el Señor significa que nunca estamos solos (Dt 31.6). Es posible que, en ocasiones, sintamos un poco de soledad, pero siempre tendremos un amigo con quien podemos hablar.

tener una relación con el Señor significa que nunca

estamos solos.

Hebreos 4:14-16Reina-Valera 1960 (RVR1960)Jesús el gran sumo

sacerdote14 Por tanto, teniendo

un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos,

Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra

profesión.15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de

nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra se-

mejanza, pero sin pecado.16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcan-zar misericordia y hallar gracia para el oportuno

socorro.

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Academia de las Hormigas: Inscripcion abierta todo el ano

“El perezoso mete la mano en el plato, pero es incapaz de llevarse el bocado a la boca.” Proverbios 19:24

¡Qué humor tan grande tiene el autor de los Prover-bios! Imagina al perezoso no pudiendo comer por su propia pereza. Yo imagino a alguien mirando su plato

de comida. Deseando comer. Hambriento. Hasta “se le caen las babas” por el deseo de saborear los alimentos que están frente a él, pero ni fuerzas tiene para llevarse un bocado a la boca. El pere-zoso da vueltas en la cama como trompo que no puede parar, pero no se levanta de ella. No va a ninguna parte.

Quizás estás pensando que este no es tu proble-ma. Que en realidad tienes demasiadas cosas en tu agenda y que deberías poner más excusas o hacerte un poco lento para no correr tanto. Dice Bill Hybels que muchas personas padecemos de “pereza selectiva”. Es decir, que hay cosas que no podemos hacer, que nos da pereza. Son como compartimientos de ocio imperceptibles.

¿Quiénes padecen de “pereza selectiva”?Según parece los principales adeptos a esta pa-tología son:

Los Estudiantes que son campeones en el de-porte pero su nivel académico deja mucho que desear.

El padre exitoso en los negocios, su trabajo y has-

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ta en el club, pero que fracasa asistien-do emocionalmente a su esposa e hijos.

La madre que laboriosamente atiende a su familia, cocina, lava, plancha y atiende el jardín de flores, pero se olvida de su relación con Dios.

Los hombres y las mujeres que llevan una excelente vida social. Son los favori-tos de sus amigos. Pero no se ocupan de su vida interior. Nunca analizan sus emociones o sus conductas psicológi-cas que influyen en sus planes y metas alcanzando a medias sus objetivos en la vida.

Los que malgastan su dinero asegu-rando que mañana se ajustarán a un presupuesto, no se excederán con los gastos en sus tarjetas de crédito, pero… mañana nunca llega para ellos.

Los que llegan tarde a sus citas demo-rados eternamente por el tráfico, pero que nunca tomarán recaudos para lle-gar a tiempo. Mucho menos, el día en que se tratará el proyecto más impor-tante de la compañía.

El problema con la pereza selectiva es que cuando el resto de la vida funciona bien, creemos que tenemos permiso para ceder en otras cosas. Pensamos, ‘bueno estoy haciendo nueve de cada diez cosas bien’. Hacer nueve de cada

diez cosas bien no es suficiente si fal-las con tus hijos.

En el Antiguo Testamento se encuen-tra la historia de un líder ejemplar que al finalizar sus días hizo nueve de cada diez cosas bien. Era un ejemplo de in-tegridad. Se trata de Elías y su pereza selectiva era la disciplina de sus hijos. Los muchachos eran dos forajidos, aunque su padre se esforzada en la crianza basada en la piedad e integri-dad, educarlos resultó un desafío mu-cho mayor y se rindió. Los muchachos se convirtieron en hombres y con sus conductas arruinaron la imagen de su padre y todo su desarrollo como líder.

Alcanza la sabiduría de las hormigasParece ridículo pensar que podemos imitar a las hormigas en algo. Somos seres superiores. Tenemos raciocinio y somos la mayor creación de Dios. Sin embargo Proverbios 6:6 dice:

¡Anda, perezoso, fíjate en la hormiga! ¡Fíjate en lo que hace, y adquiere sabiduría!

de nuestros cónyuges o de nuestros hijos para mantenernos en movimien-to ¿qué haríamos cuando ellos no nos miren? El secreto de la hormiga es que siempre tiene en mente su meta. Que si no guarda comida tendrá un problema serio. ¿Por qué necesitamos de motiva-ciones externas?

La segunda cosa que podemos apren-der es que las hormigas se anticipan. Ven más allá del aquí y ahora. Elaboran un plan, planifican cuándo y dónde eje-cutarlo, y finalmente lo llevan a cabo. No posterga un segundo el desarrollo de su cometido. Sabe que si no se es-fuerza durante el verano, en el invierno no habrá alimento suficiente. Actúa.

¿Has tomado una decisión? No vaciles. No te dejes vencer. No esperes. No te demores. ¡Haz algo ahora! ¡Inscríbete en la academia de las hormigas!

Esteban R. FernándezPresidente para América Latina de La Sociedad Bíblica Internacional y del ministerio de capacitación a líderes “Nuestra Fortaleza”

Por favor escríbeme a [email protected]. Será un gusto conocerte.

Este artículo apareció por primera vez en el blog de PastorEstebanF.

Otra vez el ingenio cómico de Dios a través del autor de los Proverbios… ¿te inscribirías en la academia de las hor-migas? Ese insignificante insecto que pisamos en el jardín conoce más de nuestras vidas que nosotros mismos.

Las hormigas saben que si tienen que depender de motivaciones ex-ternas para cumplir sus tareas están perdidas. ¡Jamás las tendrán! Si de-pendemos de nuestros superiores,

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24 mAmAgiz

Ester, la mujer elegidaY por fin llegó el día de que Ester se presentara delante de Asuero. ¡Qué nervios! Su primera noche con el rey, estuvo un año preparándose para él. ¿Qué tal si no era lo que es-peraba? ¿Y si fallaba? ¿Y si Dios se olvidaba de ella? Veamos que acon-teció en su vida.Cuando le llegó a Ester, hija de Abi-hail tío de Mardoqueo, quien la había tomado por hija, el tiempo de venir al rey, ninguna cosa procuró sino lo que dijo Hegai eunuco del rey, guarda de las mujeres; y ga-naba Ester el favor de todos los que la veían. Fue, pues, Ester llevada al rey Asuero a su casa real en el mes décimo, que es el mes de Tebet, en el año séptimo de su reinado. Y el rey amó a Ester más que a todas las otras mujeres, y halló ella gracia y benevolencia delante de él más que todas las demás vírgenes; y puso la corona real en su cabeza, y la hizo reina en lugar de Vasti. Hizo luego el rey un gran banquete a todos sus príncipes y siervos, el banquete de Ester; y disminuyó tributos a las provincias, e hizo y dio mercedes conforme a la generosidad real.

Ester 2:15-18

Ninguna cosa procuró sino lo que Hegai le sugirió. Ester muestra su humildad y su sabiduría al dejar que aquél que conocía los gustos del rey, eligiera por ella.

Ester se ganaba el favor de todos los que la veían, la gracia de Dios esta-ba en ella.

Cuatro años después de que Vasti había sido destituida de la corona, se presenta Ester delante del rey. ¿Qué habrá pensado Ester? ¿Qué pasaría por su mente? ¿Sería esa la forma en la que soñó con su prime-ra noche?

Es hermoso leer que nuestro Dios cuidó de ella, ¿en qué aspecto? No menciona que el rey estuviera ebrio, ni que pidiera que acudiera de manera indecente ni nada por el estilo.

Y el rey amó a Ester más que a to-das las otras mujeres… se ganó el corazón del rey, cosa que no se menciona cuando Vasti era su mu-jer. Él amó a Ester.

¡Ah! ¿No es Dios maravilloso?

¡El rey encontró a su reina! Asue-ro estaba feliz, tanto que hizo una gran fiesta en su honor: el banquete de Ester. ¿Cuánto habrá amado a Ester? ¿Cuánta gracia y benevo-lencia encontró ella a sus ojos que el rey benefició al pueblo? …y dis-minuyó tributos a las provincias, e hizo y dio mercedes conforme a la generosidad real.

Cuando nuestro Dios está feliz con nosotros y sus planes siguen su curso, sus bendiciones vienen y nos son entregadas de manos aún de quienes no pensábamos lo harían.

Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová,Aun a sus enemigos hace estar en paz con él.

Proverbios 16:7

Mujer, que bella enseñanza nos deja Ester el día de hoy. Nos habla de identidad, veracidad y gracia. ¿Cómo nos presentamos ante Dios y ante los hombres? ¿Qué tan ver-aces somos al conquistar su cora-zón? ¿Realmente nos presenta-mos tal cual somos, sabiendo que necesitamos de su misericordia y su piedad?

Viviendo una vida congruente y ve-raz hallaremos gracia ante quienes nos conozcan, no hace falta aparen-tar algo que no somos para agradar a los demás, conociendo la identi-dad que tenemos en Cristo.

Cuando nuestra vida es agradable a Dios, sus bendiciones vienen a nosotras y alcanzan a quienes nos rodean. Hemos de ver que nuestra vida sea agradable a Dios.

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nos deja ver cómo es que Dios trabaja en nuestra vida aún cuando no lo gritamos a los 4 vientos.

Mientras Mardoqueo estaba a la puerta, escuchó a dos eunucos conspirar contra el rey, él estaba en el lugar adecuado en el momento correcto. No dudó en hacérse-lo saber a la reina, quien a su vez lo hizo saber al rey a nombre de Mardoqueo. Se investigó el asunto, se hallaron culpables los dos eunucos y los ahorcaron; este hecho se escribió en el libro de las memo-rias del rey.

No cabe duda que Mardoqueo se preocu-paba por Ester y estaba al pendiente de ella. ¿Nosotras cuidamos de quienes están a nuestro cargo física o espiritual-mente? Ester honraba a su primo, a quien cuidó de ella durante mucho tiempo. Al llegar a ser reina, no olvidó de donde era, su pasado y quien la cuidó.

Compartamos, cuidemos a nuestra famil-ia, compartamos de la salvación.

Seamos agradecidas con quienes han hecho bien con nosotras, a tener en cuen-ta las veces que han sido benevolentes con cada una y la paciencia que han teni-do con nosotras y mostremos esa grati-tud. ¿Te animas?

Para meditar:¿Escucho y obedezco a quienes se preocupan por mí? Cuando escucho de planes contra alguien ¿actúo a su favor? ¿Permanezco inmóvil? ¿Cómo actúo cuando es alguien que no conozco? ¿Lo denuncio? ¿Recuerdo el bien que han hecho otros por mi? ¿Trato de tener un registro de las cosas buenas que han hecho por mí?

En Su Gracia

Karla

Todos estos acontecimientos nos muestran los planes de Dios para las personas, cuando pudiéramos pensar que todo está en contra nuestra, realmente Dios está llevan-do a cabo un plan que no solo nos beneficia a nosotras, sino a quienes nos rodean. Donde quiera que estés ahora, cualquiera que sea la circun-stancia, Dios no se ha olvidado de ti. Sus planes y sus pensamientos son mayores que los tuyos, no dudes ni desmayes.

Cuando las vírgenes eran reunidas la segunda vez, Mardoqueo estaba sentado a la puerta del rey. Y Ester, según le había mandado Mardo-queo, no había declarado su nación ni su pueblo; porque Ester hacía lo que decía Mardoqueo, como cuan-do él la educaba. En aquellos días, estando Mardoqueo sentado a la puerta del rey, se enojaron Bigtán y Teres, dos eunucos del rey, de la guardia de la puerta, y procura-ban poner mano en el rey Asuero. Cuando Mardoqueo entendió esto, lo denunció a la reina Ester, y Ester

lo dijo al rey en nombre de Mar-doqueo. Se hizo investigación del asunto, y fue hallado cierto; por tanto, los dos eunucos fueron col-gados en una horca. Y fue escrito el caso en el libro de las crónicas del rey.

Ester 2:19-23

¿Las vírgenes eran reunidas la se-gunda vez? Creo que esto es para un tema aparte ¿te parece? Pron-to lo compartiré contigo.

Hablemos de Mardoqueo, se sent-aba a la puerta, eso sugiere que Mardoqueo estaba relacionado con los jueces de la ciudad y con los hombres de influencia en el re-ino de Asuero.

Ester aun casada y siendo reina honraba y obedecía a Mardoqueo, no reveló quien era ni el pueblo al que pertenecía. Pero a través de todo lo que acontece en su vida,

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26 mAmAgizS e g u i -mos aprendiendo sobre “La Oración: Nues-tra Responsabilidad en la Tierra”. La oración crea un puente entre el cielo y la tierra y nos provee de la ayuda divina. Es importante para nosotros saber esto porque estamos viviendo en una época de guerra espiritual y necesitamos que Dios intervenga en los asuntos de la tierra.

En 2 Reyes 6:8-18, el profeta Eliseo demostró la importancia y el poder de una vida de oración. El rey de Siria tenía la intención de librar una guerra contra Israel pero debido a que Eliseo sabía cómo orar, Dios le reveló los planes del enemigo. Eliseo, a su vez, reveló esos planes al rey de Israel y salvó a su ejército de ser capturado por los sirios. Cuando el rey de Si-ria se enteró que Eliseo fue quien expuso el plan, envió a su ejército para capturarlo.

Cuando el ejército sirio rodeó a Eliseo, su siervo le preguntó: “¿Qué vamos a hacer?” Su pre-gunta sólo expuso su vida ca-rente de oración. La respuesta de Eliseo, al contrario, re-veló que tenía una vida de

oración. “No tengas miedo, porque son más los que están con nosotros que los que están con ellos.” ¿Cómo sabía Eli-seo que las fuerzas que estaban con él superaban en número a las fuerzas del enemigo? La oración tiene una forma de abrirnos el ámbito del mundo es-piritual para que podamos ver la vida desde el punto de vista de Dios. Eliseo utilizó la oración como una puerta de entrada para conectarse con Dios y desde ese punto de vista, pudo ver so-luciones en lugar de problemas.

Eliseo oró para que Dios abriera los ojos de su siervo y cuando Dios res-pondió a esa oración, Giezi pudo ver al ejército del Señor rodeando al ene-migo. La oración de Eliseo no creó el ejército de Dios, su oración reveló al ejército de Dios que ya estaba ahí.

Nada descenderá del cielo hasta que algo suba de la tierra. Es nuestra res-ponsabilidad orar, porque la ora-ción reconoce la autoridad de Dios en la tierra.

L a

ora-ción es

la forma en que Dios establece su au-

toridad y la conexión entre el cielo y la tierra. Es el puente entre lo

natural y lo sobrenatural. No podemos conse-guir la intervención de Dios de otra manera. Si vamos

a tener acceso a la ayuda divina de Dios, tenemos que fun-cionar con los principios que rigen la oración. Dios es un Dios de principios y no hará nada a nuestro favor a menos que apliquemos sus principios. Los principios de Dios son el reglamento para asegurar la pro-ductividad y la protección de las cosas que Él creó. Podemos entender y aplicar los principios de Dios para la ora-ción cuando estamos constantemente madurando en nuestra relación con Él.

Hebreos 11:6 contiene un principio fundamental de la ora-ción, dice que “es imposible agradar a Dios sin tener fe”. ¿Y por qué? “porque para acercarse a Dios, uno tiene que creer que existe y que recompensa a los que lo buscan”. No po-demos orar sin tener fe ni creer. El mayor gozo de Dios es cuando nos atrevemos a creer que Él se preocupa lo sufi-ciente para responder a nuestras oraciones.

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El puente

entre el cielo

y la tierra

Creer y tener fe, son los

principios bíblicos que se requieren para recibir algo de Dios.

Hay una diferencia entre creer y tener fe. Creer es reconocer que algo existe; la fe es cuando actuamos con confianza plena, sabiendo que Dios nos dice la verdad todo el tiempo acerca de todo. Cuando oramos con fe, nos posicionamos para recibir la respuesta de Dios porque creemos que va a suceder.

Para trabajar los principios de Dios debe-mos creer en la palabra y actuar en ella para recibir asistencia divi-na.

En Marcos 11:12-24, Jesús se acercó a una higuera en busca de frutas y todo lo que encontró fueron hojas. Entonces maldijo a la higuera y dijo, “¡Nunca más vuelva nadie a comer de tu fruto!” Al día siguiente, pasó al lado del mismo árbol y vio que estaba muerto, pero no dijo una palabra al respec-to. El árbol se había secado DESDE LA RAÍZ. La oración no se ocupa de los síntomas; va directamente a la raíz del problema. Jesús nos enseñó que la oración de fe se hace una sola vez. Cuando tenemos confianza en la capacidad de Dios y creemos que Dios nos ha prometido algo, podemos entrar en el res-to de la fe. Cuando oramos de acuerdo con

las E s c r i -

turas, y cree-mos que recibimos

cuando oramos, eso es tener fe en la integridad de Dios. Jesús dijo en Marcos 11:24, “Por eso les digo que todo lo que ustedes pidan en oración, crean que ya lo han conseguido, y lo recibirán”. La fe es el sistema de seguimien-to de la oración, como cuando solicitas un paque-te por correo, puedes rastrearlo hasta que llega a tu puerta. Mientras esperas, estarás lleno de expectativas, porque sabes que está por venir. Hebreos 11:1 en la Biblia Dios Habla Hoy dice: “Tener fe es te-ner la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar conven-cidos de la realidad de cosas que no vemos. Debido a que tenemos esta certeza cuando oramos la voluntad de Dios, podemos vivir en un estado de agradecimiento, porque sabemos que Dios está trabajando de nuestro lado.

Deja que tu vida de oración ad-quieren un nuevo significado hoy.

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