revista ingeniería y construcción (julio, 1933)

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n i » » : AÑO XI.-VOL. XI.-NÚM. 127. Madrid, julio 1933. Cálculo de arcos parabólicos de cuarto grado Por J. L O P E Z RODRIGUEZ (1) Mucho tiempo ha, cuando la afición a componer ar- tículos me entretenía preferentemente escribiendo sobre cosas de arcos, llegué casualmente a conocer y a tratar, algo, de cerca, una familia de parábolas de cuarto grado, poco distinguida por aquel entonces, que al cabo de los años ha temdo la fortuna de lograr brillar destacadamente. Ingenieros relevantes, mis compañeros Elul, Villalba y Martín Gil, al estudiar arcos de notables puentes, han encontrado ventajosa la adopción de directrices parabólicas de cuarto gra- do, sacadas de dicha familia de curvas, sobre la que van a versar estas notas breves, sencillas y modes- tas por demás. En efecto, arco de esa familia es el de 50 m. de luz del puente de Purchena, sobre el río Ahnanzora, citado (¡desdichadas erratas de impren- ta!) con una ecuación que no os la de su directriz, en las páginas 125 y 126 del toma IV de los "Puentes de fábrica y hormigón armado", de D. José Eugenio Ribera; e individuo más destacado de la misma fa- milia va con el arco de 200 m. de luz, del proyecto aprobado del viaducto sobre el Esla, para el ferro- carril de Zamora a Coruña. Yo, que me serví de los individuos de tal familia de curvas parabólicas, más para hacer mis pobres ar- tículos que para proyectos y obras, fiel a mi tradi- ción, he entrado en deseos de escribir el presente, que apenas ofrece novedad, dado que constituye una reedición algo corregida y ligeramente aumentada de uno de mis viejos trabajíllos en tomo a los arcos parabólicos de cuarto grado. Corregida digo, porque daré expresiones analíticas más sencillas que las pu- blicadas antaño; aumentada, porque adiciono a la obtención de la ecuación general de la familia la deducción, hecha de la más sencilla manera, de las expresiones de las líneas de influencia utilizables para el cálculo de arcos empotrados cuyas directrices sean curvas parabólicas o individuos de la familia en cuestión. Cúmpleme ante todo advertir que es particularísi- ma esa familia de curvas parabólicas de cuarto gra- de que nos ocuparemos; y no quiero dejar para después la sencilla tarea de justificar mi aserto, para lo que basta y sobra, definir su esencial caracterís- tica. Supongamos (lo cual no es mucho suponer), que el peso propio de un arco empotrado varíe según ima ley parabólica de segundo grado, tal como (para el (1) Ingeniero de Caminos. semiarco, naturalmente) se ha representado por la superficie rayada de la figura 1."; pues bien, la fu- nicular de ese peso propio, que muy bien pudiéramos dibujar siguiendo los conocidos procedimientos ele- mentales de la estática gráfica, nos daría uno de los individuos de la n u m e r o s a familia con la que estaremos en relación durante el breve discurso de estas modestísimas notas. Dividiendo esa superficie rayada de la figura 1." por verticales, todo lo próximas que el lector quiera, podemos obtener gráficamente la posición de la línea de acción de la resultante peso propio del semiarco; pero es en nuestro caso, más cómodo y breve, ope- rar analíticamente fijando esa recta QA por su dis- tancia D al eje de ordenadas, como sigue: La curva límite superior del área rayada tiene por ecuación: 1 + (/? - 1) L C [I] que nos da para — O el valor C del peso por metro de luz en la clave, y para Sj = L el valor RG del peso por metro en el arranque. Peso cuya relación al an- terior, que hemos llamado R^ es, como pronto vere- mos, el parámetro que para determinadas condicio- nes de luz (2L) y flecha (/), determinará las curvas o individuos de nuestra familia. El área de la superficie rayada o peso del semi- arco que consideramos es: dz, = CLj y por definición de centro de gravedad, tenemos que: = 1 (ií-i; i.2 ¡¡I dz-^ R+l CL^- de donde deducimos el valor de la distancia D^ que es: ^ 4 R + 2 Tal como se ha representado en la figura 1.®, es decir, haciendo abstracción del semiarco de la iz- quierda, tenemos en equilibrio el peso del semiarco, 345

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Año XI. Vol. XI. Núm. 127. Enero 1933. Fundación Juanelo Turriano.

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Page 1: Revista Ingeniería y Construcción (Julio, 1933)

n i » » : AÑO XI. -VOL. X I . - N Ú M . 127. Madrid, julio 1933.

Cálculo de arcos parabólicos de cuarto grado Por J. L O P E Z R O D R I G U E Z (1)

Mucho tiempo ha, cuando la afición a componer ar-tículos me entretenía preferentemente escribiendo sobre cosas de arcos, llegué casualmente a conocer y a tratar, algo, de cerca, una familia de parábolas de cuarto grado, poco distinguida por aquel entonces, que al cabo de los años ha temdo la fortuna de lograr brillar destacadamente. Ingenieros relevantes, mis compañeros Elul, Villalba y Martín Gil, al estudiar arcos de notables puentes, han encontrado ventajosa la adopción de directrices parabólicas de cuarto gra-do, sacadas de dicha familia de curvas, sobre la que van a versar estas notas breves, sencillas y modes-tas por demás. En efecto, arco de esa familia es el de 50 m. de luz del puente de Purchena, sobre el río Ahnanzora, citado (¡desdichadas erratas de impren-ta!) con una ecuación que no os la de su directriz, en las páginas 125 y 126 del toma IV de los "Puentes de fábrica y hormigón armado", de D. José Eugenio Ribera; e individuo más destacado de la misma fa-milia va con el arco de 200 m. de luz, del proyecto aprobado del viaducto sobre el Esla, para el ferro-carril de Zamora a Coruña.

Yo, que me serví de los individuos de tal familia de curvas parabólicas, más para hacer mis pobres ar-tículos que para proyectos y obras, fiel a mi tradi-ción, he entrado en deseos de escribir el presente, que apenas ofrece novedad, dado que constituye una reedición algo corregida y ligeramente aumentada de uno de mis viejos trabajíllos en tomo a los arcos parabólicos de cuarto grado. Corregida digo, porque daré expresiones analíticas más sencillas que las pu-blicadas antaño; aumentada, porque adiciono a la obtención de la ecuación general de la familia la deducción, hecha de la más sencilla manera, de las expresiones de las líneas de influencia utilizables para el cálculo de arcos empotrados cuyas directrices sean curvas parabólicas o individuos de la familia en cuestión.

Cúmpleme ante todo advertir que es particularísi-ma esa familia de curvas parabólicas de cuarto gra-

de que nos ocuparemos; y no quiero dejar para después la sencilla tarea de justificar mi aserto, para lo que basta y sobra, definir su esencial caracterís-tica. Supongamos (lo cual no es mucho suponer), que el peso propio de un arco empotrado varíe según ima ley parabólica de segundo grado, tal como (para el

(1) Ingeniero de Caminos.

semiarco, naturalmente) se ha representado por la superficie rayada de la figura 1."; pues bien, la fu-nicular de ese peso propio, que muy bien pudiéramos dibujar siguiendo los conocidos procedimientos ele-mentales de la estática gráfica, nos daría uno de los individuos de la numerosa familia con la que estaremos en relación durante el breve discurso de estas modestísimas notas.

Dividiendo esa superficie rayada de la figura 1." por verticales, todo lo próximas que el lector quiera, podemos obtener gráficamente la posición de la línea de acción de la resultante peso propio del semiarco; pero es en nuestro caso, más cómodo y breve, ope-rar analíticamente fijando esa recta QA por su dis-tancia D al eje de ordenadas, como sigue:

La curva límite superior del área rayada tiene por ecuación:

1 + (/? - 1) L C [I]

que nos da para — O el valor C del peso por metro de luz en la clave, y para Sj = L el valor RG del peso por metro en el arranque. Peso cuya relación al an-terior, que hemos llamado R es, como pronto vere-mos, el parámetro que para determinadas condicio-nes de luz (2L) y flecha (/), determinará las curvas o individuos de nuestra familia.

El área de la superficie rayada o peso del semi-arco que consideramos es:

dz, = CLj

y por definición de centro de gravedad, tenemos que:

= 1 ( i í - i ; i.2 ¡¡I dz-^ — R + l

CL^-

de donde deducimos el valor de la distancia D que es:

^ 4 R + 2

Tal como se ha representado en la figura 1.®, es decir, haciendo abstracción del semiarco de la iz-quierda, tenemos en equilibrio el peso del semiarco,

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Page 2: Revista Ingeniería y Construcción (Julio, 1933)

por las acciones del empuje en la clave y de la reac-ción del apoyo, y cuyas respectivas líneas de acción son las rectas EA y BA. Por consiguiente, si en una escala convencional tomamos el segmento EF para representación del peso del semiarco, trazando por sus extremos las paralelas a EA y a BA^ determina-remos gráficamente los valores PE del empuje y FP de la reacción del arranque, originados por el peso propio del arco que consideramos; pero podemos lle-gar también, con toda sencillez, analíticamente, a la deducción del empuje, como fácilmente puede verse por la figura 1.% tomando momentos respecto a B y sustituyendo S y D por sus valores que acabamos de calcular, de lo que resulta que:

PE./= EF{L - D) = S { L - D) =

R + 2 - CL R --2

R 12

de donde obtenemos, para el valor PE del empuje originado por el peso propio del arco, el que sigue:

7 + 5 CL^ .

Aún sacaremos más partido de la figura 1.='. Si la curva OJB en ella representada, es la funicular del

correspondiente a la de la superficie rayada de la fi-gura, comprendida entre el eje de ordenadas y la vertical del punto J para el cual tiene valor a el ángulo de la tangente a la curva OJB con el eje ho-rizontal. Superficie (peso parcial), que teniendo en cuenta la expresión [I] precedente, viene dada por:

z rz pdz = C l+(R-\) ds = C

R - 1 3 I X

Hechas las sustituciones, conviértese el valor de tga en el que sigue:

12/ Z.2

de donde, efectuando la integración, resulta que la ecuación de la familia de arcos parabólicos de cuarto grado, de que vamos a tratar, es la

jv = / R

( R - i ) L

+ 6 L

[11]

para los ejes rectangulares vertical de la clave (eje de ordenadas) y tangente al arco en la clave (eje de abscisas).

Dadas una luz (2L) y una flecha (/), para cada valor de la relación o parámetro R, que ya dijimos es el cociente de los pesos en el arco por metro de luz en el arranque y en la clave, obtenemos un indi-viduo de la familia. El más conocido de todos es la parábola de segundo grado, que resulta de hacer

= 1; y he utilizado para dibujar las figuras l.'' y 2." el correspondiente al valor R = 7, que nos da esta facilísima expresión:

/ 1 + [lili

Figura 1."

peso propio de un arco que varíe como expresa la parte rayada superior de dicha figura, es evidente que, envolvente esa curva del límite d.e los polígonos funiculares de número de lados creciente que pudié-ramos trazar con el polo P podemos afirmar y es-cribir que:

<b' ta" a = = -

dz PE '

expresión por la cual podremos obtener sencillamen-te la de la diferencial de nuestra familia de curvas, y mediante una sencilla integración la ecuación de ésta. Basta sustituir los segmentos ET y PE por los valores de las cantidades que representan. El del de-nominador es el empuje ya calculado; en cuanto al numerador, sabemos que es la parte del peso propio

Ya deducida la sencilla ecuación de nuestra fami-lia de curvas parabólicas de cuarto grado dada por la expresión [II], vamos a pasar a calcular, siguiendo el método abreviado de Müller-Breslau (con ligero disfraz que difícilmente advertirá el lector), las ex-presiones de las líneas de influencia más corrientes a emplear en el cálculo de arcos empotrados que ten-gan por directrices curvas de esa familia. Decir que recurriremos a utilizar el método de Müller-Breslau es lo mismo que decir que consideraremos las expre-siones que vamos a obtener, para aquellos casos en los que con aproximación aceptable puede reducirse el trabajo elástico total, a uno de sus sumandos, al:

El di [IV]-

que es, como sabemos, la, représentación del trabajo elástico originado por los momentos flectores a lo largo de la directriz del arco o en sus distintos pun-tos. En otro u otros artículos, si al lector place, po-dremos considerar o estudiar las influencias de otros esfuerzos o deformaciones.

Dejemos ya la figura 1." y fijémonos en la 2.»; supongamos que el momento de inercia en cada punto del arco venga dado (siendo /„ el de la sección de la clave), por la expresión:

7 = eos a [V]

Page 3: Revista Ingeniería y Construcción (Julio, 1933)

En este supuesto, asignando a cada elemento de di

directriz del arco el peso —, y admitiendo que ac-túen según paralelas al eje horizontal dichas fuerzas elementales, vamos a calcular la distancia D de su resultante a la tangente en la clave del arco. La si-metría nos permite escribir que:

rL {y

-ío L + 9 fL

R + b 5 ~DL = O

de donde se deduce el siguiente valor de la distan-cia Z):

r 3r-

valor de la integral / di de la expresión riVI del 2B/

trabajo, cuando se refieran a la parte de la directriz nueva, para la que 7 es infinitamente grande. Y co-mo, por otra parte, si los desplazamientos y giro en A son nulos, lo serán igualmente en el extremo li-bre O, tanto nos da hallar mediante el procedimiento pneral de la aplicación del teorema de Castigliano las reacciones en A, que tomar por incógnitas su-puestas conocidas las m, H y V en el origen de las coordenadas, representadas en la figura 2.% con cuyo

ig + 9 Z 5 [VI]

que nos sirve para fijar los ejes coordenados OZ y OY que son los de inercia de la estructura, requeridos (obligados, mejor dicho), para la aplicación del mé-todo de Múller-Breslau, y adoptados en nuestra fi-gura 2.-\ Distando evidentemente el origen de co-ordenadas así fijado de la horizontal de arranques del arco, en los de nuestra familia.

D t ^ f - D = f 1 -R

5 (7? + 5) _ R + 4 ^ R+'o • 5 J [VII]

La ecuación de nuestra familia de curvas parabó-licas de cuarto grado, referida a esos ejes OZ y OY de la figura 2.% es la:

y = /

/? -r 5 ( R - 1) ¿1 R + 9

; [Viin

que resulta algo menos elegante que la dada por la expresión [II].

Sigamos operando, conforme al método abreviado de Muller-Breslau con tenue disfraz. Diré y haré para ello, como si empleara el procedimiento general de la aplicación del teorema de Castigliano de las de-rivadas del trabajo elástico. Sabido es que, cuando este se aplica al cálculo de arcos empotrados (y de ello vamos a tratar, como precedentemente dije), se supone que se suelta el arco en uno de los arranques, el A por ejemplo, aplicando como fuerza que se supo-ne conocida en dicho extremo libre A (véase la fi-gura 2.= ), la reacción desconocida, cómodamente fija-da por sus componentes, según los ejes coordenados y momento respecto al punto A. Hecho esto, se calcu-lan los desplazamientos y giro en A, derivando la expresión del trabajo elástico, se igualan a cero, y asi se tiene un sistema de tres ecuaciones que nos de-termina la reacción debida a una fuerza"o peso P, que actúa a la distancia i de la vertical de la clave o a un conjunto de fuerzas cualesquiera, en el arran-que supuesto libre.

Pero vamos, mediante un pequeño artificio, a pro-ceder de otro modo. Unamos rígidamente al extre-mo A libre del arco, una pieza de extraordinaria ri-gidez (de momento de inercia infintainente grande, como SI dijéramos), cuyo extremo libre coincida jus-tamente con el origen de coordenadas de nuestra fi-gura 2.», como se ha dicho, determinado. Va a ser la nueva directriz de nuestro arco la OACB, en vez de la AOB, y el trabajo elástico nos resultará del mismo valor con la una o la otra, dado que en nada

incrementarán los sumandos elementales di el El

auxilio, una vez deducidas, tendremos los momentos y esfuerzos normales en cualquier punto del arco

Fijémonos en los momentos flectores r suponiendo conocidos m, H y V, tendremos en un punto cualquie-ra de nuestro arco los valores siguientes:

Para ~ L < z < i:

M — m + Hy+ Vz

Para i < z < L:

M = m Ar Hy + Vg ~ p {z — i)-,

expresiones de las que se deducen los siguientes va-lores de las derivadas:

dm (¡M dH = y

dM dV

las que, juntamente con las precedentes, nos permi-ten establecer por la expresión [IVJ del trabajo, el siguiente sistema determinado de ecuaciones resul-tantes de igualar a cero los recorridos originados en O por actuación de la fuerza o peso P a la distan-cia i, y por las m, íí y y en el origen de coordenadas:

1 í f - 1 + Hy + V.) ds=~-Jp _ o rf.;

1 'o J - i El,

•+L

1 1 ri-/-j -^y + f^-í) = ^j-J P { z - o zds;

Omito, en gracia a la brevedad, el detalle de las integraciones indicadas, sencillísimas todas, en las

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que, naturalmente, hay que sustituir y por su valor dado por la expresión [VIII]. La elección de ejes co-ordenados coincidentes oon los de inercia de ia es-tructura (la conocida abreviación del método de Mul-

no habiendo calculado, por la simetría, la ecuación, sencilla de hallar, para la línea de influencia de la clave correspondiente a los valores negativos de la abscisa X. . ^

Para terminar, he representado en las figuras y unos valores particulares de las expresiones [X] y [XI], que permiten juzgar la i n f l u e n c i a en las líneas de influencia de los momentos, del pará-metro R o de la figura de la directriz del arco. Se ha elegido arcos de flecha y semiluz iguales a 32 m. Y se ha dado a R los valores R = t (parábola de se-

gundo grado de ecuación y = — y = 7 (parábola 32

1 de cuarto grado, de ecuación Í/ = —

64 Las expresiones [X] y [XI], con dichos valores par-ticulares, nos han dado los que siguen:

1024

MOMENTOS FIJECTORBS EN EL ARRANQUE

Para R = 1:

= X ) (l - [8 - 10 (1 + Z)] P;

Para R = 7:

Figura 3.»

ler-Breslau), hace que cada una de las ecuaciones del precedente sistema nos sirva para calcular una de las incógnitas. Resultando para los valores de ésta ,

i designando por X la relación — de la abscisa que

L fija la posición de la fuerza P respecto a la clave, a la semiluz (L) del arco, las expresiones siguientes:

^ 103 L . {R-5)[{R-\)X-^+2R±}^ _ . ; . [ x ]

El memento en el arranque tiene, por tanto, el valor:

que sustituyendo m, Jí y 7 por los suyos, según las expresiones [IX] y JDI por el dado por la expre-sión [VII], conviértese en:

= - (I - Z) (1 - Z )

MOMENTOS FLECTORES EN LA CLAVE

(para valores positivos de X)

Para R ^ 1:

Para R = 7: = (1 -

"Esas expresiones son las represencadas en las fi-

• 21 {R+X)[iR-\)X^)+2R+l3] 4 77?H767?+232

[X]

El momento en la clave, para los valores positivos de Xj vale:

nic = nt — DH

o, lo que es igual (sustituyendo m,Hy D por sus va-lores, según las expresiones [IX] y [VII]):

1 Me

jj'' V\ X —^—^.'j

0 V K

PL 21 (/?+Q) [(^-l)ZH2i?+13] 7/?2+767?+232 ^ ' ; [XI]

Figura 4.«

guras 3. y 4.^ En la figura 3. están los momentos en los arranques; en la figura 4.% las líneas de in-fluencia de los momentos en la clave. Y en ambas se ha representado con línea más fina las correspon-

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dientes a la parabola de segundo grado {R = 1), que las referentes a la parábola de cuarto grado dada por el valor 7 del parámetro R, de la ecuación de la familia dada por la expresión [II] para L = / = 32.

No quiero dejar de repetir que las expresiones [IX] de los valores de las reacciones o sus líneas de in-fluencia, en los arcos empotrados cuya directriz pa-

tabólica de cuarto grado sea una curva de la fami-lia [II], se han obtenido en las hipótesis de que re-sulte aceptable la aproximación de tomar por tra-bajo elástico el dado por la [IV], en arcos cuyas sec-ciones sean tales, que varíen los momentos de iner-cia de las mismas con arreglo a la ley expresada por la [V].

El efecto corona y lo$ cables de aluminio Por G . P R A D O S

GENERALIDADES

El efecto corona, observado y estudiado en las máquinas electrostáticas, manifiesta su presencia' por incandescencia o descargas luminosas.

No fué factor de consideración en el diseño de apa-ratos eléctricos, hasta que las elevadas tensiones de las modernas líneas de transmisión acentuaron su im-portancia.

Los turboalternadores de gran tensión pueden, asimismo, sufrir los efectos de este fenómeno. La probabilidad de descargas disruptivas en la parte del devanado embebida en el tiierro del inducido es pe-queña, debido al empleo de la mica como aislante, pero en los extremos de las bobinas es difícil utili-zar la mica para dicho fin, y hay que recurrir al aire como aislante parcial, facilitándose notablemente la presencia del efecto corona, con sus descargas con-siguientes. Consecuencia de estas descargas es la desintegración y debilitación de los aislantes emplea-dos y su inutilización después de cierto tiempo de servicio. Esta deterioración del aislamiento puede ser debida a calentamiento local, vibracióil mecánica o formaciones químicas, como ozono, ácido nítrico, et-cétera.

Para lá explicación de la formación del efecto co-rona, partiremos de la hipótesis de la ionización par-cial del aire en cualquier instante. Esto es, que ade-más de las moléculas neutras de los diferentes gases que lo integran, existe una cantidad, relativamente pequeña, de moléculas que han perdido uno o más electrones, quedando por tanto con cargas positivas. En presencia de un campo electrostático, los iones y electrones estarán sometidos a fuerzas, iguales al producto de la intensidad del campo por la carga del ion o electrón correspondiente. Esta fuerza produce un movimiento acelerado, que continuaría indefinida-mente si no tuviesen lugar choques entre las partícu-las cargadas y entre éstas y las moléculas neutras. La velocidad que alcancen iones y electrones, depen-derá del camino recorrido sin choques con otras par-tículas. La distancia que puede recorrer una partícu-la cargada sin chocar con otra no está sujeta a nin-guna ley, pero en un medio ionizado con billones de partículas moviéndose en las mismas condiciones re-sulta posible calcular la d i s t an c i a media re-corrida por las partículas cargadas sin chocar. Esta

(1) Ingeniero industrial.

distancia media depende del tamaño de las molécu-las y de la temperatura y presión, ya que estas con-diciones determinan el número de moléculas por uni-dad de volumen.

La velocidad adquirida por una partícula cargada en el momento de la colisión, dependerá de su carga, su masa, la distancia recorrida y la intensidad de cam-po. Si dicha velocidad adquirida es suficientemente grande, la partícula, al chocar con una molécula, des-alojará de ésta uno o más electrones, quedando el ión correspondiente. Los electrones liberados seguirán el mismo proceso de aceleración y colisión, dando lugar a nuevos iones y electrones, y si la intensidad del campo es suficientemente grande para que este efecto sea acumulativo, el aire quedará ionizado. La ionización del aire modifica la distribución de la intensidad de campo y empieza a producirse en los alrededores de los conductores. Pueden ocurrir dos casos: 1.° La intensidad de campo en el espacio de aire que queda sin ionizar es superior a la necesaria para producir la descarga disruptiva, y ésta tiene lu-gar; 2° La intensidad de campo es inferior y queda ionizado el aire alrededor de los conductores, produ-ciéndose el efecto corona.

La intensidad de campo necesaria para producir la ionización acumulativa del aire a 25°C. y 760 mm. de mercurio es 30 kV por centímetro. Si tenemos esta intensidad crítica de campo en la superficie del conductor, el efecto corona no llegará aún a produ-cirse, debido a que la intensidad de campo a la dis-tancia media, donde tiene lugar el primer choque, re-sulta inferior a la señalada. Además, para que los iones puedan acumularse en cantidad suficiente es necesario que la intensidad de campo se mantenga igual o superior a la intensidad crítica hasta cierta distancia relativamente grande del conductor, y así, por choques repetidos, los iones podrán multiplicarse hasta producir el efecto corona.

CALCULO DE LA INTENSROAO DE CAMPO

Supongamos, para hacer el caso más general, que queremos calcular la intensidad del campo de la figu-ra que representa la sección transversal de una línea trifásica. Supondremos que el reparto de la car-ga sobre la superficie de los conductores es imiforme, lo que nos permitirá suponer dicha carga concentrada en los ejes.

Page 6: Revista Ingeniería y Construcción (Julio, 1933)

Aplicaremos el siguiente sistema de tensiones tri-fásicas equilibradas:

Vab-^ V + j-Q

Fj, = -0,05- F+y-0,866. F Vea - -0,05 • F-y-0,866 • V

[I]

Llamemos qa, qpj Qc a las cargas por centímetro de longitud. Consideremos cada conductor aislada-mente, para luego obtener los efectos resultantes.

La diferencia de potencial total entre conductores es igual a la integral de la intensidad de campo según una línea cualquiera que una los centros de dichos conductores.

Suponiendo que solamente actúa qa, tendremos: el flujo total que atraviesa un cilindro de radio x y

i r r

De donde: Dnh—r

I 2í7a Dab — r ^ ab~ I — • — ^Qa ' In

Con bastante aproximación:

V'ab = 2qa • In. Dab

Y suponiendo que solamente actúa qc:

In-

•ca

Dea

v'l = - 2qc In Dbc

Las tensiones resultantes se obtendrán de: V = V ' ^ V" + V"

De donde:

Vab = '2.{qa — qb)lri

Vbc = -

Vca = '¿{qc — qa)hí

Dab Y

Dbc r

Dea

•2qc In

•2qa\n

- 2qb In

Dbc

Dea

Dea Dab

Dba Dbc

Figura 1." Sección transversal de una línea trifásica en el caso

más general.

un centímetro de altura concéntrico al conductor a vale iirqa. El área lateral del cilindro es 2itX y la in-tensidad de campo:

4K(7fl 2qa

De estas tres ecuaciones, una cualquiera de ellas es consecuencia de las otras dos, por ser la suma de las tensiones igual a cero, y será necesario, para re-solver el problema con sus tres incógnitas, acudir a otra ecuación. Si suponemos que las fases están equi-libradas, tendremos:

qa-\- qb + qc =-0

que con las dos ecuaciones anteriores completan el sistema.

Llamémosla, gbj ge a las intensidades de campo en la superficie de los conductores; resultará:

ga = 2qa

gb = 2qb

ge = 2qc

y sustituyendo en el sistema anterior:

Vab = F + y • 0 = r , Dab Dbc (ga-gb)hi — há-c I n ^

ca

Vbc = - 0,5 F + y • 0,866 -V^r

I 1

M Dbc , (gb - ) In — h >[11]

ga+ gb + gc^^

que resuelven el problema.

V'ea = — 2qa • \n De,

V'bc = 2qa In De

Dab

Suponiendo que solamente actúa q¿,:

V'ab = -2qb\xi

v'ea = 2 <7/, In Dab Dbc

LEYES EMPÍRICAS DEL EFECTO CORONA APLICABLES A LINEAS MONOFASICAS A DOS HILOS Y A LINEAS TRIFASI-

CAS A TRES HILOS CON ESPACIADO EQUILATERO

Llamemos t e n s i ó n c r í t i c a d i s r u p t i v a a aquella cuya intensidad de campo correspondiente es 30 kV. ó 21,1 kV. efectivos por centímetro en la superficie del conductor, y t e n s i ó n c r í t i c a vi -s i b l e a la que produce la ionización acumulativa del aire en cantidad suficiente para que el efecto co-rona tenga lugar.

Las fórmulas empíricas para el cálculo de dichas tensiones y potencia perdida por efecto corona, se deben a F. W. Peek, ingeniero de la General Elec-

Page 7: Revista Ingeniería y Construcción (Julio, 1933)

trie Co., y fueron obtenidas con las siguientes ob-servaciones y experimentaciones diversas:

Las tensiones críticas no son constantes para una línea determinada y dependen de las condiciones at-mosféricas. Si suponemos que operamos la línea a una tensión ligeramente inferior a la crítica visible, las pérdidas por efecto corona serían despreciables con buen tiempo en toda la línea, pero en caso de tiempo tormentoso dichas pérdidas llegan a adqui-rir valores de consideración.

La niebla, el granizo, la lluvia y las tormentas disminuyen las tensiones críticas y aumentan las pér-didas. El efecto de la nieve es el más acentuado, y los aumentos de temperatura, así como los descensos de presión barométrica, producen análogo efecto.

La tensión crítica aumenta con el diámetro de los coductores y con su espaciado. Esta particularidad representa una ventaja en favor de los conductores de aluminio, que más adelante discutiremos. También aumenta la tensión crítica con las disposiciones ho-rizontal o vertical, debido a que la distancia media entre conductores resulta aumentada.

Las pérdidas debidas al efecto corona aumentan muy rápidamente después de rebasar la tensión crí-tica visual. Las líneas de transmisión de mucha ca-pacidad pueden presentar tensiones más elevadas en la recepción que en la generación, con la consiguiente Variación de las pérdidas por efecto corona. El ma-terial de que están constituidos los conductores no influye de modo alguno en las pérdidas. Algunas veces el efecto corona se manifiesta en conductores recién colocados, desapareciendo al cabo de algún tiempo. Este fenómeno puede ser debido a la presencia de partículas de sustancias extrañas que se eliminan con el tiempo.

Las pérdidas debidas al efecto corona aumentan con la frecuencia y con el cuadrado de la diferencia entre la tensión de la línea y la tensión crítica dis-ruptiva; son proporcionales a la raíz cuadrada del radio del conductor e inversam.ente proporcionales a la raíz cuadrada del espaciado.

La intensidad de campo g , correspondiente a la tensión crítica disruptiva, es independiente del ta-maño de los conductores, pero es proporcional a la densidad del aire, esto es, a su presión barométrica y temperatura absoluta. Puede ser considerado como la potencia dieléctrica del aire.

Las fórmulas de F. W. Peek referentes a tensiones críticas y potencia perdida por efecto corona fueron obtenidas con experimentaciones diversas, y concuer-dan con bastante aproximación con la realidad. Pue-den aplicarse a los dos casos mencionados en el epí-grafé de este capítulo, y son las siguientes:

«o = 2,302 wo o Srlog D

/ A Qr)« \ «t; = 2,302 mvgoorlí +

]¡r • o log D

242,3 (/+25) D

{e - .o)^ 10-5

[III]

N o t a c i ó n .—P = potencia perdida por conduc-tor en kV. por kilómetro,

e = tensión efectiva en kV. entre conductor y neutro.

% = tensión crítica disruptiva kV., entre con-ductor y neutro.

e = tensión crítica visible en kV. entre conductor y neutro.

= intensidad de campo correspondiente a la ten-sión crítica disruptiva a 25"C. y 760 mm. de mercu-rio. Vale 21,1 kV. por centímetro.

/ = frecuencia en períodos por segundo. m„ = factor de irregularidad con los siguientes va-

lores : 1,00 para hilos de superficie pulimentada. 0;98 a 0,93 para hilos mal acabados. 0,87 a 0,83 para cables de siete hilos. 0,85 a 0,80 para cables de 19, 37 y 61 hilos.

m = factor de irregularidad análogo al anterior: 1,00 para hilos de superficie pulimentada. 0,72 para cables con efecto corona local. 0,82 para cables con efecto corona total.

r = radio del conductor en centímetros. D = distancia entre conductores en centímetros:

3,92 b 273 + r

h = presión barométrica en centímetros de mer-curio.

T = temperatura en grados centígrados.

En las fórmulas anteriores se ha hecho la hipóte-sis de la existencia de buen tiempo y paralelismo de

Figura 2.»

ÜSíecto corona en un cable de cobre de 23 mm. de diáametro, sepianado de otro a 3,75 m. y a una

frecuencia de 60 períodos.

Tensiones aplicadas; fignra superior, 423 kV. ; fi-gura central, 511 kV. ; figura inferior, 734 kV.

los conductores. En caso de mal tiempo, la potencia perdida por efecto corona aumenta y obtendremos su valor tomando como valor de la tensión crítica disruptiva el 80 por 100 de su valor con buen tiempo.

Según las teorías de Peek, si los conductores pre-sentasen la superficie perfectamente pulimentada, no habría pérdidas por efecto corona hasta que la ten-sión de los conductores alcanzase un valor superior & e^, a, partir de cuyo valor sería aplicable la ecua-ción de potencia perdida.

Page 8: Revista Ingeniería y Construcción (Julio, 1933)

En el cuadro I han sido calculados los valores de 8, que multiplicados por g , nos dan el valor de la. in-tensidad de campo para valores diversos de presión y temperatura.

CUADRO I

A L T I T U D

en

m e t r o s

P R E S I Ó N

en

cm. de H g .

V A L O R E S D E 0 A L T I T U D

en

m e t r o s

P R E S I Ó N

en

cm. de H g . 0 ° C 2 5 ° C 50° c

000 76,0 1,090 1,000 0,923 200 74,2 1,066 0,976 0,901 400 72,4 1,040 0,952 0,879 600 70,7 1,015 0,930 0,858 800 69,0 0,991 0,908 0,838

1000 67,4 0,968 0,887 0,818 1200 65,8 0,945 0,865 0,799 1400 64,3 0,923 0,848 0,780 1600 62,8 0,901 0,826 0,762 1800 61,3 0,880 0,806 0,744 2000 59,8 0,858 0,787 0,726 2500 56,3 0,808 0,740 0,683 3000 53,0 0,761 0,697 0,643

CASO DE ESPACIADO IRREGULAR

Los cuadros anteriores, calculados para el caso de espaciado equilátero, pueden asimismo utilizarse pa-ra el caso de espaciado irregular, haciendo:

3

D = ^]Dab • Dbc • Dea [IV] La fórmula de la potencia perdida viene dada en

este caso por la expresión siguiente, en función de las intensidades de campo:

P = 1285 ( / + 2 5 ) log ^ ) 10-5 |(Víf por km. [V]

A continuación incluímos el cuadro II, que fija la tensión límite entre conductores por efecto corona. Estos valores han sido obtenidos de la fórmula de Peek para la tensión crítica disruptiva, suponien-do S = 1, es decir, que la línea está al nivel del mar y a 2 5 ° C . Los valores del coeficiente de irregularidad son m,Q = 0,87 para cables y mo = 0,93 pra hilos. Para transmisiones monofásicas o bifásicas basta multiplicar dichos valores por 1,16. Si las tensiones a utilizar en determinada línea de transmisión resul-tan ligeramente inferiores a los valores dados por el cuadro, es necesario -calcular las pérdidas de la línea con mal tiempo para verificar si está dentro de los límites admisibles. Para condiciones distintas de presión y temperatura basta multiplicar los valores del cuadro 11 por el valor correspondiente del cuadro I.

Las intensidades de campo correspondientes se calculan por el sistema de ecuaciones [11], utilizan-do el espaciado medio de la fórmula [IV]. Esta sus-titución de los espaciados reales por el equivalente, aunque errónea, es suficiente, pues, como sabemos, las condiciones atmosféricas modifican notablemente las pérdidas por efecto corona.

ESTUDIO COMPARATIVO DEL EFECTO CORONA EN CON-DUCTORES DE COBRE Y DE ALUMINIO

El mejor procedimiento para esta comparación nos parece la confección de un cuadro de potencias per-didas para el conductor de cobre y su equivalente de aluminio bajo el punto de vista de la resistencia al paso de la corriente.

Para el cálculo del cuadro in, consideraremos el caso de una línea trifásica con espaciado equilátero de 360 cm., y haremos el cálculo suponiendo las si-guientes constantes para este caso particular:

/ = 50 períodos. mo = 0,87.

• m^ = 0,72. go = 23,l.

C U A D R O I I

TENSIÓN LÍMITE ENTRE CONDUCTORES POR EFECTO CORONA EN KV. C A B L. E: s

DIAMETRO E S P A C I A D O E N T R E C O N D U C T O R E S DEL E N M E T K O S

CONDUCTOR 0,9 1.2 1,5 1,8 : 2,1 2,4 2,7 3,3 3,9 4,5 5,5 7,0

5 m/m. 46,6 49,1 50,9 52,3 53,5 54,6 55,5 57,1 58,4 59,5 61,1 63,0 6 . 54,4 57,1 59,2 61,0 62,4 63,7 64,8 66,8 68,3 69,7 71,6 73,9 7 » 61,7 64,9 67,3 69,4 71,1 72,6 73,9 76,1 78,0 79,6 81,8 84,5 8 » 68,8 72,5 75,3 77,6 79,8 81,2 82,7 85,4 87,5 89,3 91,8 95,0 9 . 75,7 79,8 83,0 85,6 87,8 89,6 91,4 94,3 96,6 98,7 101,6 105,0

10 » 82,4 87,4 90,3 93,4 95,9 98,0 99,9 103,1 105,9 108,1 111,3 115,0 12 » 95,6 101,1 105,3 108,7 111,8 114,3 116,6 120,4 123,6 126,3 130,3 134,7 14 » 108,0 114,4 119,4 123,4 126,8 129,9 132,4 137,0 140,7 143,9 148,3 153,7 16 . 120,1 127,4 133,1 137,8 141,6 145,0 148,0 153,2 157,3 161,0 166,2 172,3 18 » 131,6 140,8 146,3 151,5 155,8 159,7 163,0 168,8 173,5 177,7 183,4 190,3 20 . 143,0 152,1 159,2 165,1 170,0 174,3 177,9 184,2 189,5 194,3 200,5 208,2 22 » 154,0 164,0 171,8 178,3 183,8 18%3 192,4 199,5 205,1 210,3 217,2 225,8 24 » 164,8 175,7 184,2 191,2 197,1 202,1 206,7 214,1 220,6 226,1 233,9 243,0 26 » 175,0 187,0 196,0 203,5 210,0 215,4 220,3 228,8 235,5 241,5 249,7 259,9 28 . 185,2 198,0 205.0 216,1 222,9 229,0 234,0 243,1 250,5 256,9 265,8 276,5 30 » 195,0 208,7 219,3 228,0 235,4 241,8 247,4 257,0 265,0 271,7 281,3 292,8

H I L O S

5 m / m . 49,8 52,4 54,4 55,9 57,2 58,4 59,4 61,0 62,4 63,6 65,3 67,3 6 . 58,2 61,0 63,3 65,2 66,7 68,1 69,3 71,4 73,1 74,5 76,5 79,0 7 . 66,0 69,4 72,0 74,2 76,0 77,6 79,0 81,4 83,4 85,1 87,5 90,3 8 . 73,5 77,5 80,5 83,0 85,3 86,8 88,4 91,3 93,5 95,5 98,1 101,6 9 » 81,0 85,3 88,7 91,5 93,9 95,8 97,7 100,9 103,3 105,6 108,7 112,3

10 » 88,1 93,5 96,6 99,9 102,6 104,9 106,9 110,3 113,3 115,6 119,0 1V3,0 11 » 95,3 100,6 104,8 108,3 111,3 113,6 115,9 119,6 122,7 125,4 129,1 133,7 12 » 102,3 108,2 112,7 116,3 119,6 122,3 124,7 128,7 132,2 135,2 139,5 144,1

Page 9: Revista Ingeniería y Construcción (Julio, 1933)

utilizaremos cable de cobre de 19 hüos de 1,89 rom. de diámetro, siendo su diámetro total = 9,47 mm., y cable de aluminio constituido por seis hilos de alu-minio y uno de acero de 4,24 mm. de diámetro, sien-do su diámetro total — 12,72 mm. Puede compro-barse fácilmente que ambos cables tienen la misma resistencia por kilómetro.

Tensión crítica disruptiva:

1.° Buen tiempo. a) Cable de cobre: eo = 2,302 X O, 87 X 21,1 X 1, O X 0,474 X 2,88:

= 57,9 kV. entre conductor y neutro.

b) Cable de aluminio: eo = 2,302 X O, 87 X 21,1 X 1,0 X O, 636 X 2,75:

= 73,9 kV. entre conductor y neutro.

2° Mal tiempo. a) Cable de cobre: «o = 0,8 X 57, 9 = 46,4 kV.

h) Cable de aluminio: 6„ = 0,8 X 73, 9 = 59,2 kV.

Tensión crítica visible:

a) Cable de cobre: 6 = 2,302 X O, 72 X 21, 1 X 1. O X 0,474 X

W 0,308 \ ^ 2 kV. . 0,632 )

b) Cable de aluminio: e = 2,302 X O, 72 X 21, 1 X 1, O X 0.636 X

1 2,75 = 84,7 kV. 0,797 /

Potencia perdida.—^Para el cálculo de los valores del cuadro III, nos hemos basado en el sistema [III], sustituyendo e» por las tensiones correspondientes ob-tenidas multiplicando el valor calculado de e por los valores correspondientes de S. Hemos supuesto que la altura media de la línea era de 400 m., y las pér-didas han sido calculadas para 0°C., 25''C. y 50°C., con buen y mal tiempo.

CUADRO III

PERDIDAS POR EFECTO CORONA EN LINEA TRIFASICA EN kV. POR Km. A. 50 PERIODOS KILOVOLTIOS

B U E N T I E M P O M A L T I E M P O

CABLE DE COBRE CABLE DE ALUMINIO CABLE DE COBRE CABLE DE ALUMINIO

ENTRE ENTRE CONDUC- DIÁM. = 9,47 m / m . DIÁM. = 12,72 m / m . . DIÁM. = 9 ,47 m / m . DIÁM. = 12,72 m / m .

L UJN JJ U L -

TORES TOR Y

NEUTRO 0»C. 8 = 1,04 eo = 60,2

25" C. 0 = 0,952 e^ = 55,1

50» C. 0 = 0,879 RO = 50,9

0»C. 0 = 1,04 £•0 = 76,9

25» C. 0 = 0,952 Í-O = 70,4

50 C. 0 = 0,879 ÍO = 64,9

0»C. 0 = 1,04 F„ = 48 2

25» C. 0 = 0,952 FO = 44,1

50» C. 0 = 0,879 Co = 40,7

0»C. 0 = 1,04 <>0 = 61,5

25» C. S = 0,952 FO = 56,3

50 C. 0 - 0.879 <•0 = 51,8

100 57,8 0,00 0,06 0,12 0,00 0,00 0,00 0,17 3,71 6,34 0,00 0,00 0,66

110 63,5 0,18 1,35 3,51 0,00 0,00 0,00 4,44 7,58 11,58 0,00 1,02 2,76

120 69,2 1,54 3,92 7,49 0,00 0,00 0,24 8,43 12,88 18,23 1,20 3,72 7,56

130 75,1 4,24 8,13 13,45 0,00 0,30 2,28 13,90 19,70 26,50 4,02 8,22 13,92

140 80,8 8,07 13,63 20,35 0,18 2,22 6,05 20,40 27,75 36,30 8,35 14,30 21,85

150 86,7 13,10 20,80 29,40 1,98 5,94 11,82 28,60 37,60 47,90 14,40 22,30 32,00

160 92,4 20,45 29,20 39,60 5,22 11,21 19,33 37,60 48,40 60,40 21,60 31,80 43,80

180 104,8 38,60 52,10 67,25 17,60 28,40 41,70 61,60 76,90 92,90 43,20 57,60 75,00

Con el espaciado establecido de 360 cm., para el cálculo de los valores del cuadro anterior podríamos utilizar como tensión de transmisión 120 kV.

Suponiendo que tenemos una línea de transmisión de 150 km. de longitud, sin derivaciones resultará que podremos transmitir 24.000 kW., aproximada-mente, a la tensión de 120 kV.

En el caso del condüctor de cobre, las pérdidas con buen tiempo y a 25°C., serán: 3,92 X 150 = 588 kW., que representa un 2,5 por 100 de pérdida.

Con mal tiempo la pérdida por kilómetro de línea es 12,88 kW., y resulta como pérdida total: 12,88 X X 150 = 1932 kW., equivalentes a 8 por 100 de po-tencia perdida por efecto corona.

Sin embargo, con el conductor de aluminio la po-

tencia perdida por efecto corona, con buen tiempo, representa O por 100 y 2,3 por 100 con mal tiempo en toda la línea. Fácilmente podrá apreciarse que con las tensiones utilizadas actualmente, el efecto coro-na represente un papel de suma importancia en el cálculo de las líneas de transmisión, y que con los proyectos de redes nacionales e interconexión actual-mente en boga, sea necesario acudir a las líneas de aluminio para disminuir las pérdidas que se origina-rían a dichas tensiones.

Con objeto de aumentar el diámetro de los cables de cobre para la misma sección, se utilizaron cables con alma de cáñamo, pero su comportamiento mecá-nico dejó mucho que desear, por lo que fueron aban-donados.

Page 10: Revista Ingeniería y Construcción (Julio, 1933)

Investigación sobre cimentaciones (1)

PROBLEMA FUNDAMENTAL.

Si suponemos una carga aplicada en la superficie del terreno, la presión que origina se transmitirá a través de éste, disminuyendo de intensidad en ambas direcciones horizontal y vertical alrededor del eje de

que se transforma análogamente en:

P, = 1

2/7 n\

•Kfl

p — 9 2// n\ it\

9

C

Para considerar los casos de aplicación a terrenos, se hace distinción entre dos modos de aplicación de la carga:

1) Cargas aisladas. 2) Cargas uniformemente repartidas.

Transmisión de cargas aisladas—^ste problema ha sido resuelto por Boussinesq, quien ha determinado la componente vertical de la tensión en cualquier pun-to de un macizo, al que se aplica una fuerza perpen-dicular al plano que lo limita, llegando a la expresión

- = K-P

donde P es la fuerza y K vale:

Figura 1.»

carga. Para examinar elementalmente el problema, supongamos una pila de rodillos, no pesados, como se indica en la figura Aplicando al superior un peso unidad, la distribución de presiones en los de las di-versas capas aparece indicada por las fracciones de la figura, viniendo dado el máximo de la capa n por:

/sr = 3 277 »• \2 1 5

1 + -

2 1 +

y resolviendo los factoriales mediante la fórmula aproximada de Stirling:

siendo r y s las distancias que aparecen en la figu-ra 2.\

En la figura 3.= aparece gráficamente la relación T

del coeficiente K con —, y ya en función de la carga z

y la profundidad puede determinarse la presión en cualquier punto del sólido, teniendo en cuenta que para que sean válidos los resultados hay que alejarse un poco del punto teórico de aplicación del esfuerzo.

y como la distancia vertical s es función lineal del número de la capa, la expresión puede ponerse bajo la forma

l

donde c es una constante. Si ahora suponemos, del mismo modo, una pirá-

mide de base cuadrada formada por esferas, de la cual la figura 1." representa una sección recta, la dis-tribución del máximo a través de las capas sucesivas vendrá dada por la expresión:

P

\ ' ^^^^

>

í V

\ ®

(1) Conmnicación pro-visional del Comité especial de Tierras j-Cimentaciones de la American Society of Civil Engineers. Ex-tracto de nuestro colaborador C. Fernández Casado, Ingeniero de Cíuninos.

Figura 2.»

Si se trata de varias fuerzas aisladas, el efecto to-tal se obtendrá sumando los parciales correspondien-tes a cada una de las fuerzas. Así en las figuras y 5." aparece la distribución de presiones para tres fuerzas aisladas, habiéndose considerado dos figuras

Page 11: Revista Ingeniería y Construcción (Julio, 1933)

a diferente escala para mayor claridad en la aprecia-ción de lo que ocurre a pequeña y a gran distancia, y así vemos la formación de lóbulos parciales para

\ \

\ \ 0 0.. í 0,

\

8 1 •> 1 e n . Valúes of f

Figura 3.» r Valores del coeficiente K en función de — z

cada fuerza, que luego se engloban en un lóbulo único.

El caso de distribución de presiones a través de un basamento general puede reducirse al anterior, subdividiendo la superficie del basamento en cuadra-dos, de tal modo, que puede considerarse el peso total, equivalente a una serie de pesos aislados, apli-

w 4) • f t

2 o X

íi w o •a 40

.2 so fí

70

a 2 .a •X. o o Q. 2 8

/ /

Pres sure In KIps .-íí \ \ / \\ - 3er sq f1 1 ^ \ f— \ 9-7 Oi) K/ 7 \ \ N

\ /

y / 1

\ \ M / / \ p,3

/ /

\ \

\ / \ / /

\ \ y

/ s y

OJ

Distancia en pies.

Figrura 4."

Distribución de presiones para tres fuerzas aisladas.

cados en el centro de cada cuadrado. Según las in-vestigaciones de Gilboy, para que esto sea admisible con un error inferior al 6 por 100, el lado de los cua-

drados ha de ser menor que la mitad de la distan-cia al punto donde se quiere determinar la presión; el error bajará de 3 por 100, si es menor que la ter-cera parte, y bajará de 4 por 100, si es menor que la cuarta parte de dicha distancia.

Cargas uniformemente repartidas. — Supongamos Po kilogramos por metro cuadrado, distribuidos en una longitud de 2h en sección transversal, e indefi-nidamente en ambas direcciones perpendiculares al plano de la figura. La tensión en un punto definido por : X, z, viene dada por:

a — sen a eos {a -)- a )

a lo largo del eje vertical tendremos:

Ps — — (a + sen a)= kpQ TT

que comparada con la de Boussinesq en un caso par-

a Cí 4

a 3

§ m 10

5

.a id o o a g a s 8

1 2 3 3

K Ftessure In 1 3 45678 (ipspersqft 876 5432 2 3 4 5 5 4 3 2 1

\ \ f

\ \ i

\ / \ /

/ 15 10 S O 5 10 15 20

Distancia en pies.

Figura 5."

Distribución de presiones para tres fuerzas aisladas.

ticular (tranmisión de 700 kilogramos por m en an-cho de seis metros), da resultados concordantes a partir de una profundidad de 15 metros.

TRANSMISIÓN DE PRESIONES EN ARCILLA.

El fenómeno de la transmisión de presiones en te-rreno arcilloso difiere en absoluto del correspondiente a terrenos de arena o fango, pues la arcilla se con-solida, disminuyendo de volumen al expulsar el a^a que retiene por imbibición. Se supone que la arcilla está compuesta de pequeños granos, rellenando el agua los espacios intermedios, que son de dimensio-nes pequeñísimas, por lo que la expulsión de aquélla se verifica muy lentamente, dependiendo de la per-meabilidad del terreno.

Page 12: Revista Ingeniería y Construcción (Julio, 1933)

Las propiedades intrínsecas de una arcilla se de-finen por un coeficiente de permeabilidad un coe-ficiente de compresión a, determinables ambos expe-rimentalmente, y un coeficiente derivado de los mis-mos ,c, denominado coeficiente de consolidación. El

1.00

0.96

0.S2

0.88

0.84

0.80

0.76

0.72

0.68

r s.

\ \

\ \ \

\

\ V.

\ \

\ \

) V

Figura 6.«

Coeficiente de huecos, en función de la pre-sión (indicada en toneladas por pulgada

cuadrada).

estado físico de una arcilla se define por el coeficien-te de huecos e, que es la relación del volumen de hue-cos a volumen de sólido.

La compresibilidad de ima arcilla bajo cargas está dada por una relación entre la presión aplicada y el coeficiente de huecos. En el momento de aplicar la carga, el agua que contiene la arcilla soporta toda la presión transmitida; pero a medida que va escapan-do, traslada una parte al esqueleto sólido, llegán-dose a una situación definitiva con un volumen de huecos, diferente según la carga, que actúe. La rela-ción puede obtenerse experimentalmente en laborato-rio, y así se ha llegado a las curvas logarítmicas de la figura 6.®

El coeficiente de consolidación vale

a(\ + e)

diente a im cierto plazo, es decir, a una consolida-ción parcial, habrá que afectar al anterior de un coe-ficiente Qj y entonces:

s, = es

En la memoria se calculan valores de Q para dis-tintos tipos de carga y naturaleza de terrenos, tam-bién se describe un aparato en el que se realiza ex-perimentalmente la consolidación para una muestra tomada en el terreno, y además se hace aplicación a casos de edificios determinados.

RELACIÓN DE ASIENTOS E N ESTRUCTURAS CONSTRUIDAS

La Comisión reconoce como de un extraordinario interés reunir datos sobre asientos de edificios actua-les, al mismo tiempo que las cargas correspondientes y naturaleza del terreno de cimentación. Esta labor tropieza con extraordinarias dificultades por parte de los propietarios de los edificios e ingenieros que los construyeron. El público en general y muchos in-genieros (los que proyectan según los absurdos crite-rios de tantas toneladas por pilote y tantos kilogra-mos por centímetro cuadrado de zapata) creen que en todos los casos es posible construir una cimen-tación inmóvil, y no se dan cuenta del estado de atraso en que se encuentra todavía la ciencia de las cimentaciones. Así creen que un asiento en cimientos equivale a una rotura parcial, y es un defecto de construcción.

El profesor Terzaghi ha logrado reunir datos de unas cuantas construcciones europeas—sobre las que pesa el secreto de publicación para algunos, y el si-lencio de la localización en otros—, y además ha pro-puesto un método que ha sido aceptado por la Comi-sión para la ordenación de los datos correspondien-tes a cada caso particular. Así propone la presen-tación de: a) Un plano de ubicación del edificio o estructura

con indicación de los puntos de sondeo y calicatas. SettJfcmml nil Weiglu 710 to 1230 Ib ptl sq R BulMimj , TMalUnd 2a50to4500n)p«rtilt!

Oon

. rmtoCoan* Sand «ith Som* Mué

V- CwfM nd and Gn f 1 2 y«itj

aunque a y Te (coeficiente de compresión y de permea-bilidad) varían con la carga, c permanece práctica-mente constante.

Para determinar el asiento correspondiente a la aplicación de una carga determinada, basta conocer el volumen de huecos antes y después de la consoli-dación y el espesor de la capa del terreno compresi-ble, obteniéndose por la fórmula

5 = , (í) COMPUTtD CURVES OF EqUAL SEITIEMENT FORÍPESIOOQf 7 MONTOS

f'í M OBSERVEO CURVES OF E(3U«. SETTIEMENT FOa » PEBOD OF 7 M0W7HS «í

6,- y 6/ volumen de huecos, antes y después se de-terminan mediante una curva análoga a la de la figura.

La fórmula anterior da el asiento para una con-solidación teórica completa, lo que se produciría en un tiempo infinito; para tener el asiento correspon-

Figura 7. '

Corte geológico del terreno sobre el cual se asienta la fábrica del caso A ; curvas de variación de la carga y del asiento, y curvas

de igual asiento.

6) Un plano simplificado de la cimentación del edificio indicando: 1), las cargas totales sobre cada zapata o macizo de cimentación; 2), la presión por

Page 13: Revista Ingeniería y Construcción (Julio, 1933)

unidad de superficie en el terreno debajo de la ci-mentación, y 3), situación de las calicatas y puntos de referencia. También se hará mención de las car-gas y sobrecargas actuales, así como de las máxi-mas especificadas en los Reglamentos de la localidad.

c) Resultados de los análisis del terreno y las pruebas de carga, etc., si se hubieren hecho.

d) Curvas de asiento de los puntos de referencia curvas de variación de la carga total en el mismo pe-riodo. Si fuera posible se dibujarán las lineas de igual asiento en planos a varias profundidades.

De los casos publicables se dan las siguientes re-ferencias :

Caso A.—Edificio de una fábrica sobre pilares ais-lados, cimentado sobre pilotes, de 20 a 23 metros de longitud. La superficie en planta es de unos 150 X 140 metros y la carga variaba de 2,50 a 4,00 kilogramos por milímetro cuadrado. En la figura 7." aparece el corte geológico del terreno, compuesto de una capa profunda de arenisca consistente, sobre la que existe una de arcilla dura, otra de arena con algo de fango y otra de relleno reciente. Los pilotes se hincaron en la capa de arena, obteniéndose un buen rechazo, pero el asiento empezó muy pronto.

En la misma figura pueden verse las curvas de va-

una relación de datos muy completa, pues hay obser-vaciones desde hace veinte años. En el subsuelo exis-te una capa de arciUa blanda entre dos de arena per-

120

60

_Bul[!lírB_ 82.0 ft

yCotntt Gnvtl

.'Fina Sanrf •-. (MPLANOFBUILDINO (o) SECTION '-Load in Tons per Squsra Fort

Figura 9.»

Corte del terreno, planta del edificio y curva de asientos, corres-pondientes al edificio de Correos de Austria, (caso C).

{-é

\ 1 1 1 i l

J i 1 1 1 1

< 1 1 1 1 1

\ 1 l 1 J \ 1 V 1 i 1 l 1 \

l«) \ i

2 rtirs

Figura 8.»

meable, cuya consolidación ha producido un asiento de cerca de sesenta centímetros. La hinca de pilotes hasta la segunda capa de arena hubiera resultado muy eficaz en este caso.

Caso D.—Depósito de aceite cimentado mediante pilotes de madera en una capa de arena y grava que reposaba sobre otra de fango. El rechazo obtenido con los pilotes resultó satisfactorio, y también las

Curva de asientos (izquierda) y corte del terreno (a- la derecha), referente al caso B.

nación de la carga y del asiento durante dos años y las líneas de igual asiento calculadas y observadas durante un período de siete meses. La concordancia entre las observaciones y el cálculo es lo suficiente para confirmar las hipótesis tenidas en cuenta.

Caso B.—Depósitos de aceite y cámara de hom-bas.—Formando un grupo de cinco depósitos y la cá-mara, construido en las proximidades de una ría en las Indias Orientales, y cimentado mediante basa-mento general.

El perfil geológico se compone de una capa super-ficial de arena hasta tres metros sobre arcilla muy blanda en una profundidad de 20 metros, a partir de la cual aparece un poco más consistente. Se pre-vieron los asientos y se dispuso las construcciones y maquinaria para sufrirlos; la cimentación sobre pi-lotes se había desacreditado en construcciones ve-cinas. En la figura 8. aparece la curva de asientos, que se tomó con gran cuidado; no se hicieron pruebas de carga preliminares sobre la arena, pues no hu-bieran tenido significación.

Caso C.—Casa de Correos en Austria.—Se tiene

naslic Umit 77%; Uquid Umil 85%; Watef Cortent Approxlmately 85% . (ejSECnON

2 Yeirs Figura 10.

Caso D.—Depósito de aceite.

pruebas de carga; pero la consolidación del fango originó un asiento de casi treinta centímetros en me-nos de cuatro años. Esto enseña a no fiarse dema-

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C u r v a s de a s i e n t o cíe v a r i a s c o l u m n a s del T e a t r o N a c i o n a l d e la •ciudad d e M é j i c o . (Gaso E . )

siado de las pruebas de carga sobre un pilote, ni sobre la superficie del terreno, pues éstas resultan ilusorias cuando haya una capa de terreno capaz de consolidarse bajo carga.

Caso E.—Teatro nacional de la ciudad de Méjico.— Este edificio ha experimentado un asiento de cerca de 1,50 metros, debido a la consolidación lenta del subsuelo, formado por ceniza volcánica que rellena un cráter en el que está emplazada la ciudad. La cons-trucción no se ha arruinado gracias a su plasticidad. Los püotes no hubieran aportado mejora, pues el sub-suelo se presenta de la misma composición en una pro-fundidad prácticamente indefinida.

Caso F. — Depósito circular, proyectado por Ter-zaghi para estudiar el comportamiento de un sub-suelo compresible y la distribución de presiones me-

F i g u r a 13.

M o n u m e n t o a W a s h i n g t o n . ( O a s o G . )

cilla hacia el exterior. El depósito se llenó primero de agua que producía una carga uniforme de 1,50 ki-logramos por mm.% y después con molasa, que da-ba 2,50, obteniéndose datos muy completos de repar-tición de asientos, pues se habría colocado un gran número de aparatos para denunciarlos. Sobre el efecto de consolidación de la arcilla no se tienen todavía da-tos suficientes.

Caso G.—Monumento de Washington, sobre el que

(aJELEVATION VeiyStitfCiay

Oct. 14. 1930 Nov. 24,1930

IM Oct 28,1930 NOV.9.193OJTI1T

29.5 ft (9m)

m DIAGRAM OF LOAD VARIATION THROUGHOUT TIME OF TEST

O | 0 . 5

|l.O «> 3 1.6

Vi

2.0

2.5

ige 1 f \

_ Slage Staee 1 V N \\ Stagí

^Stage I V ^ ' '^Slag e III Y x^Sta ge M / y

,3. : ft Anni jiarSpa :e (1 m) V •^Stag e.lll 1 1—92.pftDian lelerof fank (21 3 m ) — y'

y 1 G D, Dj D3 Ba Bj B, C £,

Points of Observation Points of Obsen/ation

Fig-ura 12.

C a s o F . — D e p ó s i t o c ircular .

diante un basamento muy deformable. Así, en lugar de proyectar un basamento general de hormigón ar-mado sobre pilotes, apoyó la base metálica directa-mente sobre el terreno, colocando un anillo exterior de hormigón armado que impedía la fuga de la ar-

se tienen observaciones de asiento desde el año 1879, habiendo sido construido en dos etapas y modificado su cimentación. Al principio se creyó que la capa; de arena y grava, sobre la que se cimentó, reposaba directamente en un banco de roca sólida; pero lue-

Page 15: Revista Ingeniería y Construcción (Julio, 1933)

go se ha puesto en claro que existe una capa de ar- pleado las fotoelasticidad de un modo intensivo, ya cilla compresible intermedia, que es la que ha dado se han deducido conclusiones de interés. lugar a los asientos. Pero éstos se han producido por igual y la estructura sigue a plomo.

p - 1585 Ib per sq in.

Fig-ura 15.

En la figura 14 se resume de un modo completo el estudio de un caso de transmisión de presiones, que

15011) I y'Steel Plato

p - 565 Ib p«r sq in.

DlSTf lBUClON PÍ ÉSIOM VERTlC/iL

Figura lá.

INVESTIGACIONES FOTOELÁSHCAS.

Estas se han llevado a cabo por el Laboratorio de la Universidad de Columbia (New York), especial-mente orientadas hacia la determinación de las líneas

Figura 16.

puede asimilarse al de la zapata de un pilar aislado. Aparecen en (a) las curvas isoclinas (igual dirección de las tensiones principales), obtenidas experimen-talmente, en (&) las isostáticas y en e las de má-ximas tensiones tangenciales o curvas de máximo

I Bakelite Plate~ T T

p =. 980 Ib per sq in i 0.5" '

- 2 . 0 "

i i i i 1 i i i i I i i i p = 245 Ib per sq in.

de igual presión vertical y a poner en evidencia los bulbos de transmisión de presiones al terreno.

La Comisión se ha dado cuenta del gran valor de estas investigaciones, y aunque todavía no se ha em- Figura 17.

Page 16: Revista Ingeniería y Construcción (Julio, 1933)

Steel Platón

501b

V/////// tf 501b

Steel Plate-^ 1 Steel Píate. iV/i /// rm

p - 635 Ib per sa in

Figura 18.

deslizamiento, deducidas directamente de las anterio-res, en (d) las curvas de distribución de la presión vertical, y en (e) las isocromáticas, obtenidas direc-tamente en las experiencias y que representan las curvas de igual tensión tangencial máxima.

Comparando estos resultados con los suministra-dos por la teoría de Boussinesq, se observa coinci-dencia en su aspecto formal, pero existe discrepancia en la cuantificación; pues en la experiencia se trata de una placa rectangular de dimensiones limitadas, mientras que aquella teoría supone macizo indefinido en todas direcciones.

Lo mismo que para este caso se han hecho estudios reproduciendo condiciones análogas a los sistemas de cimentación de un macizo sobre terreno compresible e incompresible, varias zapatas próximas y pilotes sobre terreno compacto.. En las figuras que reprodu-cimos se aprecia la aparición y superposición de bulbos de transmisión reproducidos por las curvas isocromáticas. En el caso de terreno compresible, es-tas curvas regularán en forma y cantidad el asiento del terreno.

En el caso de varias zapatas próximas, se obser-van bulbos de concentración inmediatamente debajo de éstas y también en los espacios intermedios. Unos y otros se componen formando un bulbo único, que será el que definirá el asiento de la estructura si el terreno es compresible.

En el caso de transmisiones puntuales, se obser-va la formación de bulbos directos e intermedios que se componen en un solo total, el cual da idea de la zona de terreno que será afectada por la distribu-ción. En este aspecto las experiencias han demostrado que no por aumentar el número de pilotes, reducien-do por consiguiente su separación, se obtiene ima me-jor transmisión de presiones. Si de una distribución óptima pasamos a incrementar el número de pilotes, ocurrirá que los añadidos ocuparán el lugar de los ló-bulos intermedios y no influirán en la composición del bulbo resultante, y, por el contrario, si se pasa a una gran concentración, se producirán anulacio-nes parciales, en detrimento, naturalmente, del radio de acción del bulbo resultante.

La Comisión no ha tenido tiempo de llegar a con-clusiones definitivas en cuanto a fijación de distan-cias entre los pilotes; pero considera que es imo de los problemas más interesantes a resolver, para lo cual la fotoelasticidad rendirá excelentes servicios.

50 Ib 501b 50 Ib

Steel Rol!

F i g u r a 19.

El suministro de carbón pulverizado en sacos de papel

En el campo <Je aplicación tan rápidamente extendida del carbón pulverizado ha sido estudiado muy atentamente el de las pequeñas instalaciones de generación de vapor, ya que son muchas las que queman carbón en condiciones muy desven-tajosas o como refuerzo utilizan el aceite.

Para estas instalaciones que queman pequeñas cantidades de carbón se ha proyectado el alimentador Yoss, que resuelve la utilización del carbón pulverizado.

La instalación comprende un pequeño alimentador, un ven-

tilador y im depósito de carbón. El alimentador se manda automáticamente por un interruptor de mercurio que funcio-na por la presión del vapor.

Eü carbón se recibe de la estación de pulverización en sa-cos de papel, que se vierten a mano en el depósito del alimen-tador.

Las instalaciones efectuadas hasta aliora funcionan perfec-tamente y abren un campo de gran amplitud a la utilización del carbón pulverizado.

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Pluviometría y aforos (1)

Por J. GELPi BLANCO (2)

AFOROS

Tienen por objeto la medida directa del caudal circuíame por un cauce, expresado en litros por segundo o en metros cú-bicos por seg:undo.

Los procedimientos de aforo varían según la importancia de los caudales, la precisión deseada, la clase de régimen, tranquilo o tumultuoso, etc. A continuación enumeramos los principales métodos que comentaremos brevemente:

a) Método de la cisterna. b) Vertederos en pared plana y delgada. c) Tubo de Pitot y contador Venturi. d) Flotadores. e) Molinetes. i ) Métodos colorimétricos y químicos.

El primer método, propio para pequeños caudales, ha lle-gado a usarse hoy en día hasta para 200 y 300 litros por se-gundo, mediante el uso de cisternas especiales suspendidas de cuatro tirantes, con una boca biselada y dejando tapado el resto para poder presentarla y retirarla rápidamente (fig. 6). Con un cronógrafo se mide el tiempo durante el cual ha re-cibido la vena líquida que cae por un vertedero.

El método déJ vertedero es aún el más usado para los cau-dales medianos, pudiendo utilizarse los de pared delgada o los de pared gruesa, aprovechando algún muro o presa existente. El primer sistema es el que tiene más garantías de exactitud.

Una de las fórmulas más precisas que se conocen para el caso de pared plana y delgada y sin contracción lateral, es la de Bazin, que da caudal Q en mVs:

siendo m ==

Q = /n 6 /! 1 2 g h

0,003 0,405 -!- 1 + 0,55 A y J

En ella b es el ancho del vertedero, h la carga sobre la cres-ta e la altura de la cresta sobre el fondo del lecho, expre-sadas todas en metros.

También puede emplearse la fórmula de Braschmann, en b 1

la que ?n. = 0,3838 + 0,0386 h 0,00053 —; pero siendo B h

aquí m independiente de la altura y, o sea de la velocidad del agua en el cauce, se comprende que sólo podrá dar esta fór-mula buenos resultados cuando y sea importante con rela-ción a h.

Con la fórmula de Bazin, en el caso de no existir contrac-ción lateral, pueden obtenerse los caudales con errores meno-res d3 1 a 2 por 100. Si hay contracción lateral la fórmula pierde bastante en precisión, conviniendo evitar aquélla cana-lizando el agua antes de llegar al vertedero. En caso obliga-do se obtiene el caudal sustituyendo en la fórmula dada el ancho b por otro b' dado por la expresión:

10 •h.

En todos los aforos por vertedero conviene asegurarse de que la vena líquida sea libre, es decir, que el aire circule sin

(1) V é a s e la pr imera parte en el número 126, de I N G E N I E R I A Y C O N S T R U C C I O N , iunio X933, pág ina 306.

(2) P r o f e s o r de la Escuela, de Ingenieros Industr iales de B a r -celona y de la Escue la Industr ial .

dificultad por debajo de la vena. Si no se toma esta precau-ción, los errores por exceso obtenidos pueden ser del orden de 10 por 100 ó más.

Estos vertederos, si han de ser permanentes, conviene que tengan la cresta formada por ima pletina de bronce, bisela-da por la parte exterior, y si su ancho es menor que el del canal o cauce, los lados verticales conviene tengan también el borde biselado.

Para medir la velocidad del agua a poca profundidad y de ella venir en conocimiento del caudal, puede usarse el tubo de Pitot o de Pitot-Darcy, así como también los flotadores. Los primeros, aunque regularmente exactos, sólo permiten el afo-ro en cauces poco profundos, por integración de los caudales parciales. Los ríos profundos no pueden aforarse por este sis-tema más que con grosera aproximación midiendo la veloci-dad superficial u, y aplicando la fórmula: v = K vs , sien-do K un coeficiente que depende del radio medio de la sec-ción mojada y de la rugosidad de las paredes, cuyos valores

Figura 6.» .'V.foro iiied.iauttí cisterniii basculanl-:-.

se encuentran en la mayor parte de las obras de Hidráulica. El contador Venturi, que propiamente es un indicador del

gasto, sabido es que se funda en la medida de la caída de presión piezométrica que se origina en la sección estrangula-da de un tubo de eje horizontal según el teorema de Bernou-lli. Es aparato preciso, pero caro de adquisición e instala-ción, por lo cual no se usa más que para instalaciones indus-triales permanentes y caudales pequeños.

Los flotadores permiten también medir la velocidad super-ficial, pero con más incertidumbre, pues muchas veces se des-plazan transversalmente al río o canal. También pueden usar-se como el tubo de Pitot para medir la velocidad a pequeñas profundidades, lastrando un pequeño flotador con una esfera metálica vacía, de tal manera que esta última quede a la pro-fundidad a la cual se quiere medir la velocidad. Como la es-fera tiene mucha más superficie que el flotador arrastra a este último y el conjunto adquiere ima velocidad próxima a la de los filetes que impulsan a la esfera.

En este último caso puede colocarse la esfera a los 3 /5 de profundidad del lecho del cauce, con lo cual, según las expe-riencias de Bazin, la velocidad encontrada será próximamen-te la media correspondiente a la vertical en que se ha movido el flotador.

Si se trata de caudales medianos o grandes, el método más exacto y corriente es el del molinete hidrométrico. El tipo primitivo de Woltmann se ha perfeccionado mucho hoy en día.

Page 18: Revista Ingeniería y Construcción (Julio, 1933)

La casa Kern de Aaarau, Suiza, especializada en la fabri-cación de aparatos de precisión, construye tipos de varias cla-ses que representan un avance importante por lo que se refie-re a la exactitud. En varias comprobaciones efectuadas con velocidades variando entre 0,4 y 2,3 m/s., las máximas dis-crepancias no ham excedido de 1 a 2 por 100. La hélice de di-cho aparato, construida de una aleación inoxidable y resisten-te, resulta prácticamente indeformable.. Tiene sólo dos paletas, guardando gran semejanza con el rodete de una turbina Bell, pero terminando dichas palas en punta. El eje es de acero templado e inoxidable, girando sobre bolas de acero, y en su extremo tiene un pivote apoyado sobre un rubí taladrado. Cer-ca del extremo está fileteado y engrana con una rueda heli-coidal de ebonita de 40 dientes, la cual tiene en su eje un disco con cuatro vastagos normales a su plano y de longitu-des diferentes. Un contacto eléctrico, que puede acercarse con un tornillo a dichos vástagos, permite cerrar el circuito de una pila que tiene intercalado un aparato sonoro electromag-

h, •

fe.. A

un tubo de hierro galvanizado de una pulgada y cuarto de diámetro, provista de agujeros cada 5 cm., lo que permite su-jetar el molinete con un pasador a la altura deseada. En el extremo del tubo se sujeta a rosca una punta de acero que

F i g u r a 8.»

A f o r o con doble lancha, cable sustentador y cable tensor. '

sostiene un plato limitador que evita se hunda la varilla en el fondo del lecho del cauce.

Para trabajar cómodamente, si se trata de un cauce de po-cos metros de anchura, es suficiente colocar, apoyados o sus-pendidos, un par de tablones en dirección normal al eje del cauce, pudiendo así el operador sostener la varilla del apara-to, estando derecho o sentado, de modo que quede frente a las señales marcadas previamente en dichos tablones.

En el caso de tratarse de un río ancho, pero de poca pro-fundidad, y en el que el. agua tenga poca velocidad, podrá utilizarse una pasarela de tablones sostenida por pies dere-chos de hierro clavados en el fondo del río.

Si el río es ancho y la velocidad importante, puede utili-zarse un puente construido, disponiendo un carro que pueda correr apoyado en el mismo puente, como puede verse en la figura 7.».

En el caso de velocidades medianas, puede disponerse un torno como el de 1 afigura 8.», apoyado sobre unos tablones que unan dos pequeñas lanchas situadas en la dirección de la co-rriente. El molinete va suspendido de un cable y tiene una paleta directora para que se coloque siempre contra la co-rriente y un peso lenticular que mantiene el cable vertical y,

Figura 7.»

A foro con molinete utilizando un puente existente.

nético, con amplificador, que produce un zumbido caracterís-tico. Seg-ún la distancia a que se coloque dicho contacto del disco cerrará sólo el circuito con el vastago más largo (una señal cada 40 vueltas), o con éste y otro opuesto (una señal cada 20 vueltas), o, por fin, con los cuatro (una señal cada^lO vueltas), pudiendo asi, sin complicaciones de engranajes, te-ner tres sensibilidades distintas.

El aparato permite calcular la velocidad en m/s. con la ayuda de la fórmula: v = a -¡- b : t, siendo a y b dos cons-tantes y í el período en segundos entre dos señales sonoras. Cuando se trata de velocidades algo grandes, el término a, que proviene de los rozamientos del aparato, puede despre-ciarse.

Efectuando dos ensayos del molinete a las velocidades co-nocidas V, y V.,, el sistema de acuaciones:

•fi = a + 6 •• ) V. = a + b :

permitirá deducir los valores de a y b que se anotan en la caja del aparato para cada una de las tres sensibilidades.

El molinete puede utilizarse con una varilla constituida por

F i g u r a 9."

A f o r o con nueve molinetes y cronógnaío a la entrada de la cá-mara. de una turbina.

por tanto, el eje del molinete horizontal. El torno de precisión permite arrollar el cable y subir o bajar el molinete, pudién-dose medir la profundidad a que se encuentra con una aguja indicadora. Para que en el caso de velocidades algo importan-

Page 19: Revista Ingeniería y Construcción (Julio, 1933)

tes la impulsión del agua no hiciera inclinar el cable, existe otro cable tensor que con otro torno permite mantener verti-cal el primero, lo cual se comprueba por la parte de cable que sale fuera del agua mediante una plomada.

Si el río es ancho y la velocidad es pequeña, se puede uti-lizar una lancha que, mediante una cuerda sin fin y dos po-leas fijadas en ambas márgenes, pueda correr transversal-mente al cauce, disposición análoga a la que debería usarse en el caso anterior. Pero el aparato va aquí simplemente sus-pendido de un cable que se arrolla sobre un torno de precisión y que se apoya sobre una polea situada en la punta de un pescante de madera, situado en voladizo en la proa de la lan-cha.

En el caso de aforos de precisión junto a las compuertas de las turbinas o en los canales industriales, puede usarse un bastidor vertical deslizando dentro de unas guías que tenga instalado 6 u 8 molinetes (ñg. 9.°). Con un cronógrafo múl-tiple electromagnético (fig. 10) quedaráji marcadas sobre la cinta de papel las señales de cierre del circuito de cada mo-linete en forma de líneas de trazos, y conocida la velocidad de traslación del papel, podrá deducirse el tiempo transcurri-do entre dos señales.

Con el mohnete se determina en general la repartición de velocidades en una vertical midiéndola en tres o más puntos. Esta repartición (ñg. 11), según experiencias de Alian Cun-ninhaham en el Ganges, es parabólica, y puede encajarse den-tro de la expresión:

permitirá calcular los tres parámetros v máx. A y z „ , defi-niendo, por tanto, la parábola. "" ~ ' ~ '

No obstante, acostumbran a medirse las velocidades en cua-tro o cinco puntos, porque a veces la parábola viene más o

V = V max. - A (z - z,)'^

• La mínima velocidad tiene lugar en el fondo, y la máxima, más cerca del nivel que del fondo. La velocidad media corres-ponde con bastaaite aproximación a la del filete situado a una profundidad respecto del nivel de 0,6 veces la altura de agua.

Para precisar esta parábola, teniendo en cuenta que su eje es horizontal, bastarán tres puntos, pues de las cinco condi-ciones necesarias para determinar una cónica tenemos ya co-nocidas el punto del infinito correspondiente al extremo del

Figura 10.

Cronógra fo de cinta "Vel ino" , con 16 plumas.

F i g u r a 11.

Distr ibución ele las velocidades del a g u a en una vertical de la sección de un cauce .

menos deformada, sobre todo en la proximidad de las márge-nes, o cuajido el cauce presenta en su fondo piedras o irregu-laridades.

Trazada la curva de repartición de velocidades en varias verticales, se determina, en general gráficamente, la velocidad media en cada vertical.

Previamente tiene que hacerse el dibujo del perfil transver-sal mediante una sonda, o más sencillamente, utilizando la varilla graduada del molinete.

En general, se escogen, para efectuar las mediciones, las verticales correspondientes a los vértices del perfil obtenido. Dibujando lineas equidistantes de dichas verticales tendremos las fajas en que la velocidad media es aproximadamente la calculada para la vertical que le corresponde, y multiplicando las áreas de dichas fajas, expresadas en metros cuadrados, por las velocidades medias y sumando los productos, tendremos el caudal total.

Los métodos colorimétricos y químicos se fundan en mez-clar una solución salina (generalmente sal común) o colorea-da (con rosanilina) con la corriente que trata de aforarse. El chorro de solución se deja derramar de una botella de Mariot-te de nivel constante. Si el título de la solución es d„ el del agua del cauce á y el de la mezcla <íj, recogida ésta después de un trayecto largo para que sea uniforme, siendo los cau-dales respectivos por segundo q¡, q y q„, por la ley de las mezclas podremos escribir:

diq-i = dq\d^q^ , q, = q\-q^ , A ((?-| - ) = ¿ ,7 + c/, (/,

d., q — d q = d, q, — d¿ q, d¡ - d.,

eje y la recta del infinito tangente en dicho punto. En efecto, el sistema de tres ecuaciones:

Vi — V máx. — A f z¡ —

V2 — V máx. — A {z., — ZqJ -

== V máx. — A fz.j — ^uJ '

Bastará, pues, determinar experimentalmente el gasto q¡ del frasco de Mariotte en litros por segundo y recoger una mues-tra de la solución, otra del agua que se afora y otra de la mezcla. Analizadas volumétricamente dichas soluciones, si se trata de una disolución salina, siendo los números de divisio-nes n y tu de la bureta, correspondientes al reactivo gasta-do en cada caso, proporcionales al título de las soluciones, bas-

Page 20: Revista Ingeniería y Construcción (Julio, 1933)

tará sustituirlos en la fórmula anterior, obteniendo así el gasto:

«I — n.> q = qi

n-i — n Si se tratara de una solución coloreada, los números inver-

sos de los espesores necesarios para obtener una misma in-tensidad de coloración en el colorímetro nos darán análoga-mente los números equivalentes a n y íh.

El análisis volumétrico en el caso de emplear la sol común, que es lo más frecuente, se efectúa dosando el Cl de la si-guiente manera: Preparada la disolución bien concentrada de ai Na para el frasco de Mariotte, se toma un volumen deter-minado de la misma, por ejemplo, 100 cm.", y se determina su titulo en divisiones de la bureta, mediante una solución de NO; Aij, con la cual se lleva dicha bureta. En la disolución de ci Na se echan unas gotas de cromato de plata como in-dicador, que sólo dan al líquido un color ligeramente amari-llento. Dejando caer gota a gota la soluciójn de NO.^ Ag, se forma un precipitado blanco de cloruro argéntico; pero cuan-do la plata ha neutralizado todos los cloruros, se combina con el cromato potásico, formando un precipitado rojo de ladrillo persistente de cromato de plata, lo que denota el fin de la reacción. Conviene agitar cada vez que se añaden las gotas de disolución de NO, Aij, sobre todo al acercarse el fin de la reacción.

En forma análoga, paro tomando un volumen diez o cien veces mayor, o sea de uno o diez litros, se determina el títu-lo en divisiones del agua que trata de aforarse (que tendrá en general cloruros) y de la mezcla tomada aguas abajo. Los números de divisiones de reactivo gastado divididos por 10 ó por 100 serán los que deberán sustituirse en la fórmula últi-ma, para obtener el caudal q que trata de aforarse.

En corrientes tumultuosas o torrenciales y en las turbinas,, echando la disolución de Cl Na en la cámara de carga y re-

REGISTEO DE AFOROS

Los aparatos anteriores dan el aforo del agua en un mo-mento dado; pero cuando se quiere organizar un servicio de aforos conviene instalar aparatos registradores mucho más

Figura 12.

IJmiiígrafn K c r n de t a m b o r vertloal .

cogiendo la mezcla en el desagüe, este modo da muy buenos resultados, habiendo llegado a errores inferiores a 1 por 100. En cambio, en ríos de marcha tranquila (sin torbellinos) se producen distribuciones laminares de titulación que pueden originar errores de importancia.

F i g u r a 13.

Mecanismo posterior del l lmnígrafo Kern.

exactos y en definitiva más económicos que el antiguo méto-do de los E s c a 1 e r o s , encargados de leer sobre una escala el nivel del agua una o dos veces al día, ya que este perso-nal, por indolencia, muchas veces no se daba la molestia de ir al punto donde debía efectuarse la lectura, apimtando lo que más bien le parecía.

Los aparatos registradores de la altura del nivel del ag-ua sobre un plano prefijado se llaman l i m n í g r a f o s o f l u -v i ó g r a f o s , y se fundan en el empleo de un flotador cuyo hilo o cable sustentador produce el movimiento de una pluma inscriptora, que traza el gráfico de la referida altura sotare un papel arrollado en un tambor cilindrico, que puede ser de eje vertical o de eje horizontal. Cuando se trata de aforos por vertedero, el plano de referencia es el de la cresta, y el flo-tador se instala 3 a 5 m. aguas arriba de la misma, para te-ner en cuenta el descenso del nivel en las proximidades de dicha cresta.

Para establecer la correlación entre la altura del agua en el cauce y el caudal que circula, es preciso efectuar varios aforos con alturas distintas y luego trazar el gráfico de cau-dales en función de las alturas. Este gráfico nos permitirá es-tablecer una tabla que para cada altura nos dará el caudal correspondiente, la cual facilitará el trazado sobre el mismo papel del limnigrafo de la curva de caudales conjugada de la curva de altura marcada por la pluma del aparato.

Las hojas del limnigrafo corresponden a períodos de un día, de una semana o de un mes. Planimetrando las áreas de la curva de caudales que acaba de citarse, correspondientes a un día, semana o mes, y determinando su ordenada media, podremos deducir el caudal medio diario, semanal o mensual.

La figura 12 representa un limnigrafo de tambor vertical

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de la casa Kern funcionando con una cadena Galle sin fin, tensada entre dos poleas, a la cual va sujeta la aguja ins-criptora. La polea superior tiene un eje que atraviesa la caja del aparato y tiene fijado en la parte exterior un tambor es-trecho sobre el cual se arrolla el cable del flotador. Para que se mantenga tenso este cable en el mismo eje junto al tam-bor citado existe otro tambor más pequeño sobre el cual se arrolla en sentido contrario otro cable, del cual pende un con-trapeso, como puede verse en la figrura 13.

En otros tipos, como los de la casa Ott, de Kempten (Ba-viera), el eje del tambor del flotador, por medio de un piñón, ataca una cremallera, que se desliza paralelamente al eje del tambor que lleva arrollado el papel, y a la cual va sujeta la pluma inscriptora.

Los mencionados aparatos, como ya se ha dicho, registran la altura del nivel del agua sobre un plano de referencia; pero hay otros aparatos, llamados limnígrafos integradores, que además registran el caudal en metros cúbicos-segundo e in-tegran desde una fecha dada el volumen total en metros cú-bicos que ha circulado por el cauce cuyo caudal se mide.

La figura 14 representa uno de dichos aparatos. La plan-tilla 11 está fijada al eje del tambor que mueve el flotador y sus radios vectores circulares son proporcionales a los cauda-les correspondientes a cada ángulo de rotación, o sea a cada nivel del agua en el cauce. Una palanca de tres brazos, 12 y SO, por medio de un rodillo del brazo intermedio n , se apo-ya sobre el borde de la plantilla 11, con lo cual, aJ variar el nivel, dicha palanca girará un ángulo proporcional a la va-riación del caudal. El brazo 20, en cuyo extremo va sujeta una pluma, inscribirá sobre el papel del disco 19 el gráfico polar curvilíneo de caudales en función del tiempo, ya que di-cho disco gira a razón de una vuelta cada día o semana. El brazo inferior 12 lleva una rueda H de borde estrecho, cuyo plano pasa por el eje de la palanca angular, y que se apoya a presión suave sobre un disco 16, que gira proporcionaJmen-te al tiempo. Esta rueda acciona un cilindro registrador 15, que se moverá como la rueda, proporcionalmente, al tiempo y al caudal, o sea al volumen de agua circulado, que podrá leer-se directamente en metros ciibicos como en un contador.

También existen aparatos indicadores, registradores o inte-gradores a distancia, que mediante una corriente eléctrica alterna monofásica que enlaza el aparato transmisor, instala-do junto al cauce que se afora, y el aparato receptor coloca-do en la central u oficina, situada a veces a algunos kilóme-tros de distancia, permiten tener a la vista con toda comodi-dad las indicaciones y gráficos del aparato, evitando viajes inútiles y a veces imposibles por causa del mal tiempo.

El principio del funcionamiento de estos aparatos consiste en disponer las cosas en forma que el flotador del aparato transmisor y la aguja o pluma del aparato receptor se mue-van con perfecto sincronismo.

Esto se puede lograr de varias maneras. El sistema Trüb Tauber consiste en disponer dos equipos eléctricos iguales, constituidos por un estator y un rotor con sus correspondien-tes devanados, uno en el aparato transmisor y otro en el re-ceptor. El rotor del primero es accionado por medio del flo-tador y el del segundo mueve la aguja indicadora o la pluma inscritora. Los devanados de los estatores están alimentados en derivación por la corriente alterna monofásica de una lí-nea de baja tensión a 17 ó 220 V, y los dos rotores tienen uni-dos sus devanados en serie, resultando, por tanto, que la línea de enlace de los aparatos transmisor y receptor debe tener cuatro hilos. Al moverse el flotador y, por tanto, el rotor del aparato transmisor, la corriente, inducida por el estator en di-cho rotor, reacciona sobre el rotor del aparato receptor mo-viéndolo sincrónicamente.

Otro sistema es el de la casa Kern, de Aarau (Suiza), que se funda en el empleo de dos motores sincrónicos monofási-cos, alimentados por una línea de baja tensión, como en el caso anterior, que giran constantemente; imo de ellos está instalado en el aparato transmisor y el otro en el receptor.

En el aparato transmisor el tambor, movido por el cable del flotador, tiene en su eje un piñón que engrana con una rueda de engranaje, la cual lleva fija en su eje un disco que cerca de su borde tiene ima ruedecita de engranaje, que al

girar provoca la abertura, por un tiempo muy corto, del cir-cuito de baja tensión monofásico qus conduce una corriente al aparato receptor. Frente a este disco existe otro, que el motor sincrónico hace girar a razón de una vuelta por cada cinco minutos, y que en su borde tiene un pequeño sector den-tado que puede engranar con la ruedecita de engranaje del primer disco citado al pasar frente a la misma. Resulta, pues, que según sea la posición del flotador la interrupción del re-ferido circuito tendrá lugar en una fase determinada de la rotación del disco movido por el motor sincrónico.

El aparato receptor, si se trata de un limnígrafo, tiene el correspondiente tambor, con el papel arrollado, que gira im-pulsado por un mecanismo de relojería. El motor sincrónico, ya citado, acciona aqui lentamente el eje de una de las poleas que mantienen tensa la cadena que lleva la pluma inscritora, tardando ésta en su ascenso cinco minutos y cayendo rápida-mente al llegar a su límite superior. La pluma no toca nor-malmente al papel; sólo cuando se produce la interrupción de

Figura 14.

L imnígra fo integrador de la casa Kern.

corriente citada se aplica sobre el mismo por la acción de un resorte y deja marcada en él una raya vertical de 1 mm. de longitud. La separación de la pluma del papel viene produci-da por un pequeño electroimán que vence la tensión del re-sorte. Resulta así que las rayas que marca la pluma sobre el papel cada cinco minutos, siendo sincrónico el movimiento del disco del aparato transmisor, que tiene el sector dentado y el de la pluma del aparato receptor, quedarán a la altura correlativa a la posición de la ruedecita del disco movido por el flotador, o sea a la. altura correspondiente al nivel del agua en el cauce. El conjunto de las rayas, siendo entre sí muy pró-ximas, dará la impresión de un trazo continuo de 1 mm. de anchura.

La línea eléctrica de unión de las dos estaciones debe cons-tar de dos circuitos, alimentados ambos por la red de baja tensión, y como pueden tener un hilo común, en conjunto bas-tará que tenga tres hilos. El primer circuito es el de los mo-tores sincrónicos, alimentados en derivación por dos hilos de la red, y el segundo es el que manda la corriente al electro-

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imán de la pluma del aparato receptor. Valiéndose de la co-rriente de este segundo circuito y mediante una disposición eléctrica, cada cinco minutos, al empezar el ascenso de la pluma inscritora es sincronizada su posición junto con la del disco de sector dentado del aparato transmisor, de suerte que aunque ocurra una interrupción eventual de la tensión de la red, al cabo de pocos minutos el aparato vuelve a marcar con completa precisión.

Con las indicaciones de los limnigrafos y con la curva con-jugada de caudales correspondiente a cada altura registrada podrán trazarse los gráficos anuales de aforo del rio o cau-dal que se estudia, pero para que los resultados sean precisos es indispensable que haya correspondencia unívoca entre la altura del agua y el caudal correspondiente, o sea que a cada valor de ía altura corresponda solamente un valor del caudal. Para ello es preciso que el nivel de aguas abajo no pueda ser influido por la maniobra de alguna compuerta, por una creci-da accidental, etc., que altere, para un caudal dado, la pen-diente del nivel del agua y, por tonto, la velocidad de esta última.

La condición anterior se cumple siempre en un cauce na-tural, cuando se trate de puntos lejanos de la confluencia con otros cauces de importancia parecida o mayor que el que ¡se considera, y de cualquier toma o utilización artificial y, por tanto, variable a voluntad, situados aguas abajo del punto considerado.

En las condiciones artificiales, como en los canales para

PigTira 15.

AJoro en u n canal mediante un s i f ón con molinete, pudicndo retirarse este últ imo a voluntad.

centrales hidroeléctricas o para el riego, esta condición no queda en general satisfecha. Sólo en el caso de que las tomas sean muy lejanas (varios kilómetros aguas abajo) y las va-riaciones de nivel que ellas originen sean pequeñas; al lado del desnivel del agua entre el punto que se considera y las tomas que existan podrá considerarse que se cumple de un modo aproximado.

Refiriéndonos, por ejemplo, a un canal industrial para cen-tral hidroeléctrica, si instalamos el limnigrafo en el canal de conducción, el nivel del agua junto a dicho aparato depende-rá de la maniobra de las compuertas de las turbinas o de sus distribuidores, de forma que para los grandes caudales el ni-vel del agua será bajo, pues tiene que aumentar la pendiente en el canal, y para los pequeños caudales será alto, o sea lo contrario de lo que pasa en una corriente natural. Si en cam-bio lo instalamos en el canal de desagüe y este canal es cor-to, como ocurre casi siempre, las variaciones de nivel del río influirán y modificarán el nivel del agua junto al aparato aun cuando el gasto sea el mismo.

Para efectuar un aforo verdad en estos casos es preciso instalar un sifón, formando como una tubería rectangular o cilindrica y medir la velocidad en su centro con un molinete que se introduce a voluntad, como indica la figura 15. Estu-diada la repartición de velocidades una vez para siempre, del conocimiento de la velocidad en el centro puede deducirse la velocidad media.

También cabría instalar un tubo Venturi en el caso en que los caudales fuesen pequeños.

UTILIZACION DE LOS DATOS DE AFOROS.

Con las indicaciones de los limnigrafos y con la curva co-rrelativa de los caudales correspondientes a cada altura po-drán trazarse los gráficos anuales de aforo del río o corrien-te de agua que se estudia. Estos gráficos suelen presentarse con cuatro líneas trazadas muy interesantes, que representan;

a) Los caudales medios diarios en metros cúbicos-segundo. b) Idem id. mensuales en metros cúbicos-segundo. c) La curva de caudades clasificados en metros cúbicos-se-

gundo. d) La curva de caudales acumulados en metros cúbicos-día.

Las dos primeras Hneas, que se representan en forma que-brada con trazos horizontales y verticales, no necesitan nin-guna explicación.

La curva c) corresponde a la sucesión de los diferentes cau-dales medios diarios ordenados por sus valores crecientes, sien-do de gran utilidad para la deducción del caudal aprovecha-ble en los saltos no regularizados, una vez fijada la capacidad de instalación.

Mr. Coutagne quiso encajar dichas curvas dentro del gé-nero parabólico de orden n, lo que parece ajustarse a la rea-lidad para los ríos de régimen alpino. En cambio, para los ríos de régimen de lluvias, según estudios efectuados por la sección de Estadística Matemática de la Confederación Sindi-cal Hidrográfica del Ebro, parece que se adaptan más a cur-vas hiperbólicas.

En la curva d) de caudales acumulados se toman como or-denadas la integral de los volúmenes diarios de agua circula-do por el cauce desde el 1 de enero de cada año, pudiendo ex-presarse en metros cúbicos, o mejor en metros cúbicos-día.

Un metro cúbico-día equivale a un metro cúbico-segundo durante un día, o sea a 86.400 metros cúbicos, siendo más fácil obtener el volumen total con esta unidad, pues basta para ello sumar los caudales medios diarios en metros cúbicos-se-gundo desdé el 1 de enero hasta el día que se considera.

La principal aplicación de la curva de caudales acumula-dos se presenta en el cálculo de la capacidad útil de los em-balses reguladores.

Entre los valores característicos del caudal de un curso de agua figuran los que a continuación se expresan, que ponemos por orden de magnitud creciente:

Caudal mínimo absoluto en metros cúbicos-segundo. Caudal mínimo característico en ídem id. Caudal semipermanente en ídem id. Caudal medio anual o módulo en ídem id. Caudal máximo característico en ídem id. Caudal máximo absoluto en ídem id.

El primero es el más pequeño de los caudales medios dia-rios del año; segundo es el caudal número 11 de la curva de caudales clasificados, o sea aquel que sólo puede ser igual o inferior en diez días del año; el c a u d a l s e m i p e r m a -n e n t e es el número 182 ó 183 de la curva de caudales clasi-ficados, según que el año sea común o bisiesto, o sea que aquel que permanece durante medio año, o bien que durante medio año el caudal es igual o superior a él; el c a u d a l m'e -d i o a n u a l o m ó d u l o no hay que definirlo, pues su nom-bre indica claramente lo que es; el c a u d a l m á x i m o c a -r a c t e r í s t i c o es el número 355 ó 356 de la curva c), se-gún sea el año común o bisiesto, o sea aquel que sólo puede ser excedido o igualado durante diez días al año; y, por fin, el c a u d a l m á x i m o a b s o l u t o es el caudal medio diario más grande del año.

Dadas estas ligeras nociones sobre el régimen de las aguas que escurren y la manera de medir sus caudales, y explica-dos antes unos rudimentos de pluviometría, vamos ahora a relacionar unos y otros para poder deducir de los datos plu-viométricos los caudales de escorrentía correspondientes.

(Gontirmará.)

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Las sales potás icas en España (1)

Por A. MARIN y BERTRAN DE LIS

I. HISTORIA.

Después de im viaje efectuado por el Ingeniero de Mi-nas Thos y Codina a la cuenca potásica' de Stassfurt, leyó en la Academia de Ciencias de Barcelona, en la Junta general ordinaria celebrada el día 8 de abril de 1897, un tra-bajo sobre el famoso criadero que en aquella época p.roveia de potasa al mimdo entero. En dicho informe, Thos cita la opinión de Daubrée de que sin duda habría otros yacimientos potásicos distintos del alemán, desapercibidos y comprendi-dos con los de sal consiún, y por su cuenta agrega son del más alto interés hacer investigaciones en busca de sal potá-sica "donde quiera que se conozcan yacimientos de sal gema; y este interés sube de punto en países tan ricos en ellos como España y particularmente Cataluña que cuenta como un ver-dadero monumento geológico, entre sus magnificencias natu-rales, las renombradas salinas de Cardona" y a continuación indica el provecho grande que sería para el país si se des-cubriera la entonces extrañísima substancia.

Lástima es que la muerte se haya interpuesto entre el sueño del gran ingeniero y la realidad, y que no haya podido ver cómo se levantan hoy en el sitio de sus predicciones minas y fábricas; gracias a los trabajos de sondeos que han puesto al descubierto un criadero extenso al que se le puede aplicar sin exageración su expresión de monuncento geológico.

En el año 1912, unos particulares, los señores Viader y Macary, perforaron un pozo llamado de Casa Salí, de 60 metros de hondura, con objeto de explotar sal común a im kilómetro al Sur de Suria. En el fondo de este pozo abrieron una galería de unos 30. metros y observaron que el producto arrancado no era la sal buscada, porque los animales la reusa-ban y algunas de sus propiedades físicas eran muy distintas de las de la halita. Enviada a analizar a un químico de Barcelona, llamó éste la atención de los explotadores sobre la riqueza que podría existir si las sales analizadas se en-contraran con abundancia en el yacimiento.

Los explotadores, como resultado de este descubrimiento, ejecutaron con una pequeña máquina dos sondeos, que tienen un carácter histórico por ser los primeros que se efectuaron en la cuenca potásica subpirenaica. Fué uno horizontal, ubi-cado en el frente de la galería de 43 metros de longitud, y otro vertical desde el fondo del pozo de 133,50. Los resultados, como se pueden ver por el corte que acompañamos, fueron excelentes y pronto se esparció la noticia por el mundo en-tero y acudieron a visitar la zona potásica técnicos y finan-cieros de todos los países.

El Estado se preocupó bien pronto del asunto, y en febrero de 1913 vió la luz pública la primera Memoria sobre la cuen-ca, publicada en el Boletín del Instituto' Geológico de Es-paña (3).

De los cotos mineros denunciados por los particulares, la mayor parte extranjeros, antes de efectuarse la reserva de una gran comarca catalana a favor del Estado, fueron inves-tigados algunos de ellos no siéndolo tan activamente como fuera de esperar a causa de haber estallado la Gran Guerra y sólo preocuparse los beligerantes de arbitrarse los elemen-tos más indispensables para la lucha entablada. Sin embargo, tres sociedades emprendieron trabajos: la Sociedad Solvay, en Suria y alrededores, la Sociedad Fodina, en Vilanova la Aguda y terrenos comprendidos entre el Llobregós y el Car-

(1) E x t r a c t o de un interesante t raba jo del autor, publ icado con el miísmo título en e! "Bolet ín de Sondeos del Inst ituto Geo-lógico y Minero de E s p a ñ a " .

(2) Ingeniero de Minas. (.3) Sales potás i cas en Cataluña, por D . César Rub io y D. A.

doner, y la entonces Sociedad de Industria y Comercio, filial de la Unión Española de Explosivos, en Cardona. Las dos primeras ejecutaron sondeos: en número de trece la primera y de siete la segunda, y la tercera perforó directamente tres pozos de pequeño diámetro en la región de Cardona.

El Estado en 1919, comenzó tamibién las investigaciones e hizo 5 perforaciones.

La Sociedad Unión Española de Explosivos hizo varias per-foraciones en la Montaña Roja de Cardona con aparatos suyos que dieron por resultado poner de manifiesto una importante riqueza potásica, sobre todo en silvinita.

Posteriormente, ya en explotación las minas de potasa de Suria, el Estado hizo tres nuevos sondeos; la Sociedad Potá-

F i g u r a 1."

M n a s de potasa de Suria.

Pozo maestro y fábr ica . A l f o n d o los bancos de m a r g a s y arenis-cas que const i tuyen la r a m a sur del anticl inal meridional .

sicas Ibéricas, en la región de Sallent, descubrió con seis sondeos un yacimiento potásico importante, rico en silvinita; la entidad propietaria de la mina "Sálinas Victoria", perforó tres sondeos en la región de Cardona y Castelltallat; la So-ciedad La Minera efectuó dos sondeos muy importantes al Norte de Sallent; la Sociedad La Fodúia llevó a cabo tres perforaciones en los valles del Cardoner y Llobregat; Unión Española de Explosivos hizo un taladro profundo en la zona de Cardona a más de los de pequeña longitud que continua-mente hacen dentro de la mina para reconocimiento del yaci-miento y para la determinación de su método de laboreo y, por último, el Estado efectúa sondeos de investigación en la región de Sallent.

Coincidiendo con los primeros sondeos de esta última serie, se descubrió, a consecuencia de tres sondeos realizados en Navarra por el Estado, segiín los estudios hechos por los Sres. del Valle, Mendizábal y Cincúnegui, del Instituto Geológico de España, un yacimiento potásico muy interesante en e) borde de la cuenca oligocena de Navarra.

Es decir, que se han realizado en la cuenca potásica cata-lana 50 sondeos y .3 en la de Navarra. El resultado obtenido por estos sondeos y el renombre adquirido por la cuenca po-tásica subpirenaica, apenas nacida, ha producido una gran excitación potásica en el resto del país, y se han estudiado,

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a tal fin, todas las salinas de cierta importancia conocidas en España y, en algunas de ellas, se ha procedido a perforar son-deos. Debemos citar los de Calatayud para investigar una pequeña cuenca oligocena, los efectuados en la provincia de Sevilla con objeto de .reconocer los depósitos salinos impor-tantes del keuper, los de Cabezón de la Sal y Torreviaja y el efectuado hace muchos años en el keuper, cerca del na-cimiento del Cardoner, en Lérida.

II . LOS SONDEOS EN RELACIÓN CON LA GEOLOGÍA DE LA REGIÓN.

Entre los sondeos efectuados en busca de sales potásicas los hay de investigación general, profundos y con máquinas de importancia, y los hay poco hondos, empleando máquinas pe-queñas como los ya descritos en el pozo de Casa Salí y como los muchos realizados por la Unión Española de Explosivos. Estos últimos son más bien ejecutados para obtener las lineas directivas de la marcha del yacimiento y deducir en conse-cuencia el sistema de labores más a propósito para el bene-ficio del criadero.

En los sondeos realizados no ha presidido la misma línea de conducta. Ha sido muy diferente la idea que ha dirigido

Piírura 2.»

Interior do las IMinas clp Potas,a tie Siiria.

C a í a s de carnalita y sal común mostrando los pliegues.

la elección de ubicación de los sondeos por parte del Estado de la que presidió en la de los particulares.

De los perforados por el primero se puede decir que han sido de exploración, en cambio los de los segundos han sido de investigación y algunos de reconocimiento del yacimiento descubierto, con objeto de atemperar a los resultados obte-nidos el plaji de explotación del criadero.

Los sondeos del Estado han tenido por objeto resolver pro-blemas dudosos referentes a la índole, forma y extensión del yacimiento, sobre todo de exploración de zonas nuevas. Pri-meramente se pretendió con ello resolver el problema plan-teado en la cuenca potásica inmediatamente después de su descubrimiento, de si el criadero de Suria era una concentra-ción local o si se trataba de un yacimiento potásico, formando parte de un horizonte salino que constituía la base de la for-mación oligocena lacustre o continental que cubre la depre-sión del Ebro, es decir, que tenian casi todos los sondeos un carácter de aventura que caia dentro de la misión del Estado de descubridor de riqueza, pero que le era difícil realizar a las Sociedades que no pueden exponer con la misma libertad los fondos de los accionistas.

Desde luego, salta a la vista, que el éxito obtenido con los sondeos ha sido grande; de los 50 sondeos realizados sólo 7 se puede decir que han sido completamente negativos. Uno de ellos, el de Casa Llardella, realizado por el Estado, cortó el criadero a una profundidad inexplotable, pero arrojó mucha luz (tal vez el que más) sobre la estructura y extensión del yacimiento. Se obtuvo en nueve un resultado dudoso y en los

34 restantes se cortó un yacimiento explotable, aunque en dos se cortara a profundidades superiores a 1.000 m.etros. Es decir, que el número de sondeos en que el resultado ha sido comple-tamente positivo representa un 65 por ciento del total, cifra no alcanzada en ninguna cuenca extranjera, donde en la que más se ha llegado a im 50 por ciento.

Si se consideran los resultados obtenidos en Navarra lo impresión no puede ser más satisfactoria. Sondeos de explo-ración, fundados exclusivamente en estudios geológicos, han puesto de manifiesto (en los tres efectuados) la existencia de sales potásicas en el yacimiento a muy poca profundidad.

Los sondeos se han ubicado muchas veces en relación con los accidentes geológicos producidos como consecuencia de las conmociones tectónicas que ha sufrido la formación oligocena. Los accidentes principales son una serie de pliegues anticli-nales, cuyos ejes forman en el terreno curvas, pero que di-bujan en líneas generales una dirección E. O. paralela al Pirineo. Soñ varios y están representados (1) por nosotros tn distintos planos. De ellos son muy interesantes los llamados de Sur a Norte: Callús-Sallent; Suria-Balsareny; Torá-Car-dona y Vilanova la Aguda.

Estos accidentes no son sencillos, sino que muchas veces son constituidos par dos o tres pliegues y a veces fallas. El primero de estos accidentes aparece en Sallent como un solo pliegue en forma de N, pero en la región del Norte de Sam-pedor, en la rama Sur del mismo, se observan fracturas del terreno al parecer producidas por hundimientos. Fijándose sólo en las manifestaciones de la superficie parece que al Oeste de Sallent el accidente pierde intensidad y en Callús sólo se observa una ligera ondulación. Por el contrario hacia el Este, en Santa María de Oló, el pliegue se presenta con violencia, aimque no es probable la existencia de potasa.

El accidente llamado de Suria, en la región de Balsareny,. si se observa sólo allí la superficie parece que constituye un solo anticlinal, pero no creemos que debe ser así, sino que debe estar constituido por dos pliegues, según se deduce de los resultados obtenidos: por el sondeo de Balsareny, perfo-i'ado por el Estado, y por los realizados al Norte de Sallent. Es indudable que entre la ubicación de uno y otros sondeos existe algún pliegue o falla que ha acercado el criadero en la zona de Sallent a la superficie en 150 ó 200 metros con relación al de Balsareny. Este pliegue, no visible en los bancos que forman la superficie, debe ser prolongación del que aparece en el barranco del Tord'ell, del que ahora nos Ocuparemos.

En el valle del Cardoner, próximos a Suria, se ven perfec-tamente dos anticlinales; imo que pasa por Mix-Mond y otro por el barranco del Tordell, este último tan violento en el cruce con el río, que más bien es una falla que un pliegue. En el propio rio, en el sitio donde se ha instalado el pozo maestro, el accidente se complica aim m'ás y se presenta ima cúpula o domo en la sal cuya traza en el terreno se conoce muy bien por un banco de marga yesosa muy rojiza ^ue se destaca por su color sobre los demás materiales oligocenos. Este domo ha motivado ima a.proximación de la sal a la su-perficie, puesta de manifiesto por la gran diferencia de pro-fundidad a que se ha cortado el criadero en los sondeos 1 y 7 de los realizados en la zona de Suria, pues situados a pequeña distancia las profundidades a las que se halló el yaci-miento fueron respectivamente de 50 y 528 metros.

También se pueden explicar esas diferencias de profundidad halladas en los sondeos como resultado de la violencia de los citados accidentes geológicos que pudieron ocasionar corri-mientos o escamas. Se puede ver una de éstas y de dimen-siones pequeñas, en lo que antes hemos supuesto un domo y que el perímetro de la intersección de la escama de la misma con el terreno estuviera representada por el banco de marga yesosa al que antes hemos hecho referencia. La forma re-vuelta y a veces brechoide de presentarse las capas potásicas en las minas de Suria dan verosimilitud a esta hipótesis. El modo de verificarla de un modo completo sería hacer im son-deo en las minas comenzando en la sal común del muro del criadero y si existiera la escama debian cortarse nuevamente las capas potásicas.

(1) " L a Potasa" , por A . Marín.—Bol . Ins. Geol., t o m o 48, 2 vols.

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Al Oste del Cardoner, en la zona comprendida entre este río y el arroyo Llobregós, se ven claros dos pliegues anti-clinales e indicaciones de un tercero, muy cerca uno de otro, y que desaparecen cerca del citado arroyo en una rápida in-flexión hacia el Norte.

El anticlinal de Cardona, que forma una ligera ondulación en Puigreig, presenta en Cardona un domo muy imiportante y violento, hasta tal punto que después del sondeo efectuado recientemente junto a la fábrica de la Unión Española de Explosivos alcanzó el yacimiento potásico una profundidad de 613 metros y a los 300 metros al Oeste aquél aflora. Se ve también la forma de eczema tan marcada en los pozos de la referida Sociedad perforados en lá rama Norte del anticlinal y en donde la inclinación de los bancos de margas y sal que forman el techo del yacimiento, varía entre 30 y 50».

Al Sur de este pliegne y en dirección un poco oblicua con relación al mismo, se presenta otro próximo al Sur que, a semejanza de lo que ocurre en Suria, parece en sitios más bien tma falla. Los ejes de estos accidentes se unen en la zona de Pinos, cerca de donde 'el Estado hizo el sondeo lla-mado de Llardella.

El anticlinal de Cardona, que pasa por Torá, debe ser el mismo que se prolonga por la Sierra de Almenara en Lérida; sigue por Gerp al Norte de Balaguer, y al Norte, y muy próximo de los pueblos de Castelló de Farfalla, Algerri y Alfarraz, pasa a la provincia de Huesca al Norte de Tamarit, sigue al Sur de Barbastro y aparece el Eoceno en el eje del a,nticlinal en el Monasterio de Santa María de Pueyo. Sigue el eje por Abiego y cerca del río Gallego están erosionados los estratos oligocenos. Aparecen éstos otra vez formando las ramas del pliegue anticlinal en Agüero, pasa su eje al Norte de Biel, a unos 200 metros al Norte de TJrrues; sigue próximamente el curso del Onsella, en donde éste es diviso-ria de las provincias de Navarra y Zaragoza, pasa por Case-da, al Sur de Eslava y de Tafalla. Este accidente en casi toda la zona se desdobla en dos próximos y se conoce muy bien en el terreno por aparecer en el eje la formación de yesos, que nos parece es la miisma que cubre el criadero salino en Cataluña, aunque presenta en Aragón y Navarra mayor des-arrollo.

El anticlinal de Vilanova la Aguda forma en su límite oc-cidental un domo y precisamente en el centro del mismo, si-guiendo las indicaciones de un manantial salino, se realizaron los sondeos. Al Este se prolonga el eje de este anticlinal y pasa al Sur de Pons y Cubells y desaparece cerca del Segre.

Sin duda, debido a estos accidentes se ha acercado la sal a la superficie y por su aproximación se brinda a ser extraída par el minero en condiciones remuneradoras. A cinco kiló-metros al Norte del eje del anticlinal de Cardona los bancos se encuentran horizontales, que es lo mismo que decir que están fuera de la influencia del accidente. Un sondeo realizado en esta zona ha servido para indicamos que el yacimiento está a profundidades superiores a 1.200 metros, probable-mente a 1.400 metros. En el sinolinal comprendido entre los anticlinales de Cardona y Suria la hondura del yacimiento po-tásico será de 1.100 a 1.200 metros. En cambio, en el mismo eje de los anticlinales, la sal potásica aflora como en Cardona o se encuentra a 50 metros de profimdidad, como en Casa Salí, o a mayor hondura. Estas variaciones de profundidad son debidas a coincidir las ubicaciones de los sondeos con domos o con hoyas de los mismos ejes anticlinales.

En el sinclinal comprendido entre los anticlinales de Sallent y Suria las profundidades no son grandes a consecuencia de! pliegue oculto que afecta a esta zona. La máxima hondura puede ser de 700 u 800 metros.

Es muy interesante hacer observar la relación de la ri-queza del yacimiento potásico descubierto con la posición de los bordes de la cuenca. De los sondeos realizados no puede deducirse regla alguna sino que el límite de la zona salina no coincide con el límite de la formación oligocena. Como los depósitos oligocenos aparecen transgresivos con relación a los terrenos geológicos en que se apoya, habría algún fundamento al suponer que los bancos salinos ocuparían el centro de la íormación oligocena y que los estratos a ellos yuxtapuestos se extendieran más en los bordes y así resultaría que el ya-cimiento salino se iría empobreciendo desde el centro a la

periferia de la cuenca, como parecía demostrar la falta de afloramientos de restos arcillosos o margosos que indicaran la desaparición de las sales.

También parece lógico suponer que la parte más honda de la cuenca fuera la central y que en el período genético del yacimiento allí se acumularon las aguas madres que por evaporación depositaron las sales potásicas.

Mas los resultados de los reconocimientos realizados por sondeos no están de acuerdo con estas suposiciones, por lo menos en determinadas partes. En efecto, en dos de éstas, la una situada al Sudeste de la cuenca subpirenaica en la región de Sallent y la otra al Noroeste de la cuenca de Na-varra, se ha puesto de manifiesto que el criadero potásico, en excelentes condiciones de explotabilidad, llega hasta, o cerca, del mismo borde de la formación oligocena. En Nava-rra, en el sondeo de Salinas de Pamplona, se ve que la silvi-nita está en el mismo contacto del Oligoceno con el Eoceno, y en Sallent no habrá más de cinco kilómetros de distancia entre el sondeo de la Sociedad Potasas Ibéricas más al Sur de Sallent, donde se halló un rico criadero y el contacto del Oligoceno con el Eoceno. En este último sitio el empobreci-

miento potásico hacia el Sur se presenta muy rápidamente.

Figura 3."

Montaña Ro,ja (Cardona) .

F o r m a d a por sal común roj iza y gris con vetas de silvinita.

En contraposición con esto, el sondeo realizado en Pui-greig, a unos 17 kilómetros del borde, encontró a los 535 me-tros de profundidad el Eoceno, después de haber atravesado el horizonte de margas, areniscas, calizas y yesos del Oligo-ceno y no halló yacimiento alguno salino. En Callús se per-foró un sondeo que cortó a los 384 mietros el horizonte salino, pero la sal potásica cortada fué escasa. Este sondeo tenía con relación al anticlinal de Callús a Sallent la misma posición estratigráfica que el ejecutado por la Sociedad Potasas Ibé-ricas y que cortó un rico criadero.

En los afloramientos eocenos de Santa María de Pueyo, de Oliana, de Ringlos, etc., que rasgan los estratos oligocenos no se ven indicios de yacimiento salino; sin embargo, en un pozo de salinas de Jaca, junto al asomo eoceno y triásico, pero inmediato al gran anticlinal que va de Tafalla a Cardona, hemos extraído agua con cerca de cuatro gramos por litro de potasa, que no puede atribuirse a un depósito triásico donde ios análisis de todas las aguas halladas en este terreno es-casas veces pasan de un gramo y nunca llegan a dos. En varias salinas de Navarra, como en Javier, Montreal, etc., situadas en el contacto de los citados terrenos terciarios, la proporción de potasa en las aguas es muy alta.

Para explicar esta disposición de los depósitos salinos hay que suponer, ora que cerca del borde de la formación oligocena debió existir ima hoya, en donde se acumularon las aguas cargadas de sales potásicas, ora que fenómenos secundarios han podido alterar la situación en donde yacían las sales del primitivo criadero. A la primera hipótesis sería lógico atri-

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buir la formación del yacim'ento de Sallent; a la segimda tal vez el de Navarra.

En los sondeos realizados el éxito ha sido muy variable, aunque como ya hemos indicado, en la mayoría los resultados han sido satisfactorios. Sondeos sin encontrar el yacimiento salino no ha habido más que uno: el de Puigreig. Eln todos los demás se ha cortado sal común, En algnnos, como en Torá, se han atravesado 867 met.ros del horizonte salino, aun-que la sal no se presentaba pura sino con intercalaciones de anhidrita y margas y sin indicios de potasa. En otros como en Aviñó, Callús, Semis, Boxadors, las cantidades de sales potásicas halladas fueron tan pequeñas que no puede servir su riqueza de base para un negocio industrial. En otros son-deos, como en el de Llardella, la profundidaji fué tan grande (se cortó la potasa a 1.504 metros) que a pesar de la gran riqueza descubierta no se puede pensar, en aquel sitio, en la explotación del criadero. En la mayoría de los sondeos el criadero presenta excelentes condiciones de explotabilidad.

Los horizontes geológicos hallados varían mucho de unos sitios a otros, como sucede casi siemipre con los depósitos lacustres y continentales. Asi, por ejemplo, en los bordes de la cuenca se presentan conglomerados que no se encuentran en el centro de la misma, debido sin duda a que las aguas no pudieron arrastrar al centro del lago nada más que materiales finos, como los que forman las areniscas y margas, y que-daron los gruesos en la periferia constituyendo con el tiempo los conglomerados. Las distintas aportaciones laterales de aguas con materiales variables según los sitios en donde pro-cedían, han ocasionado esa diversidad de naturaleza y cons-titución de los depósitos sincrónicos. En unos sitios la sedi-mentación del carbonato de cal se pudo hacer en un medio tranquilo, pero en otros fué más o menos perturbada con materiales detríticos arenosos y por esta razón en una misnca capa se observa que en unos sitios está constituida por caliza, en otros por arenisca y en los más por rocas que constitu-yen un depósito intermedio entre las dos, como molasas y maciños.

Resulta así, que los cortes de los sondeos de los valles Llobregat, Ca.rdoner y Llobregós sólo tienen semejanzas de carácter muy general, pero en los detalles varían extraordi-nariamente, pues aunque no tiene relación alguna la actual orografía con la génesis y constitución de los depósitos oli-gocenos, es indudable que e ncada uno de los tres citados valles investigados se han atravesado con los sondeos dife-rentes terrenos y se cortó el yacimiento salino con caracte-rísticas y particularidades que no sólo agrupan los del mismo valle desde un punto de vista geográfico, sino también desde un punto de vista metalogénico, como se puede observar en los dibujos de los cortes que acompañan a este trabajo.

111. YACIMIENTO DESCUBIERTO.

En general, el yacimiento en toda la cuenca subpirenaica está constituido por un depósito de las sales potásicas carna-lita y silvinita, acompañadas de sal común. La primera en la parte más "alta del criadero y la segunda en la más baja. El techo lo forman unas margas grises o azuladas con capas y nódulos de sal, y el muro un potentísimo depósito de sal común. Los espesores de los distintos horizontes indicados varían mucho de unos sondeos a otros. Ha habido sondeos como en el de Balsareny, en donde el techo salino del criadero potásico, sólo tenía 0,90 metros de espesor, aunque se pre-sentaron, como siempre, las margas grises impermeables con un espesor de 33 metros.

En general, los sondeos se han suspendido después de atra-vesar el yacimiento salino y convencerse el investigador de que se había llegado al banco de sal común del muro. Sin embargo, en los sondeos hechos por Minas de Potasa de Su,ría en Callús, en Milor, en el situado inmediato al Norte de Suría, en el de Palá, en los dos hechos junto a la carretera de Balsareny, en el de Casa Torres y en el situado a un kiló-metro al Este del Cardoner en la rama Sur del anticlinal y, en el hecho por el Estado en Aviñó, se atravesó el banco de sal común atestiguando espesores generalmente de unos 250 metros. Sin embargo, en Aviñó sólo tenía 130 metros de es-pesor y en Navarra no existía apenas sal.

El espesor dsl horizonte potásico es muy variable, aunque s ; pueda considerar como término medio 60 metros. La pro-porción de carnalita y silvinita en el yacimiento es suma-mente variable- y presenta algunas excepciones a la forma corriente de repartirse en profundidad. En algunos de los sondeos, como en el situado al Norte e inmediato a Surai, en el que hizo el Estado en Castellfullit, y en el situado al Sur de Suría, a un kilómetro al Ests del Cardoner, se ha podido comprobar la existencia de un gran pliegue en el yacimiento •potásico, y como consecuencia se ha cortado a éste dos veces j- en medio de ellas al potente banco de sal común; en el primero de estos sondeos el espesor de esta última, entre las dos ramas potásicas, ha sido de 510 metros.

El muro del banco grande de sal lo foi-ma anhidrita y yeso e inmediatamente debajo el Eoceno con fósiles, caracterizando el tramo príaboniense. En Navarra las margas eocenas son, al parecer, bartonienses.

En el sondeo situado en la carretera de Balsareny, a 2,5 kilómetros de Suria, se halló una pequeña capa potásica de-bajo del banco potente de sal, cuya presencia no se explica bien a no ser que tenga origen secundario por influencias de la falla del Tc.rdell o que el yacimiento de la parte superior

F i g u r a 5."

F á b r i c a de c loruro potás ico de l a Unión E s p a ñ o l a de Exp los ivos .

A l f ondo , y por deba jo del Castillo de Cardona, m a r g a s y .arcillas de la r a m a sur del anticlinal.

corresponde a una escama. Lo que se ha encontrado siempre debajo de la sal común, ha sido un banco de anhidrita que tiene en Cataluña de 4 a 13 metros de espesor y de unos dos metros en Navarra. Infrayacente a la anhidrita en el yaci-miento catalán se encuentra un banco de caliza, siendo difícil determinar de un modo exacto dónde termina el Oligoceno y da comienzo el Eoceno, aunque suponemos que empieza éste casi inmediatamente debajo del referido banco de an-hidrita.

I V . EJECUCIÓN M.ÍTERIAL DE LOS SONDEOS.

La ejecución mecánica del taladro ha sido igual en todos los sondeos; el aparato universalmente empleado es mixto; traba-ja por percusión para atravesar los terrenos muertos en que la obtención de testigos no es necesaria, y trabaja por rotación al llegar al yacimiento salino en donde se precisa una determi-nación completa de los terrenos atravesados, lo que única-mente se consigue extrayendo testigos. No se han empleado las sondas de cable ni ninguno de los sistemas americanos. En los taladros pequeños realizados en Cardona y en los pri-meros de Suria se usó la maquinaria Sullivan con buen éxito.

La apreciación de cuándo se debe cambiar el utillaje de percusión por el de rotación ha recaído siempre en el Inge-niero Director del sondeo. El, sirviéndose de la geología de la región, ha podido apreciar la profundidad aproximada a que se debía cortar el yacimiento. En muchos ayuda a obtener este conocimiento los análisis de las aguas extraídas en el sondeo. En ellas se observa si aumenta su salinidad en pro-

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porciones estimables, en cuyo caso la proximidad del yaci-miento es muy probable y se debe comenzar la extracción de testigos. En general, en los sondeos de Cataluña, el agua a la salida del taladro en los terrenos muertos no marcaba más de 1° Beaumé, medido con el densímetro. Pasando de 2° era preciso estar muy en gua,rdia, no sólo para variar el sistema de perforación sino también para emplear en el sondeo aguas saturadas en la forma que luego indicaremos.

El yacimiento se ha cortado fácilmente con las coronas corrientes y de metal especial con o sin diamante, y se ha podido conseguir en todos los taladros una gran longitud de testigos; superior al 80 por 100 de la longitud total de son-deo y en algunos de ellos al 100 por 100. Los testigos se obtenían en piezas 'cilindricas con longitudes a veces de dos y tres metros.

Como ya hemos indicado, la gran solubilidad de las sales potásicas exige precauciones especiales en la ejecución de los sondeos. Es la más importante el que no se pueda per-forar con el agua corriente en el momento que se llega con el trépano al yacimiento salino. Las aguas, en los sondeos de la cuenca subpirenaica, se saturaban con cloruro de mag-nesio, haciéndose la disolución en balsas construidas previa-mente. Nimca debe bajar la graduación de 32° B., puesto que saturada, el agua llega a 35°. Hemos podido observar que por bajo de 31" el agua disolvía con facilidad las sales potásicas. Creemos que en los sondeos realizados en Boxadors y Sana-huja, en la provincia de Lérida, no se ha cuidado mucho en conservar la saturación de las aguas empleadas en la per-foración, por lo que los datos facilitados no representan real-mente la verdadera constitución del yacimiento, ni conviene, por tanto, considerar su resultado como comipletamente nega-tivo; es decir, que se precisan nuevas investigaciones. A pesar de esto, el criadero potásico en estos sondeos no creemos tuviera gran potencia porque las sales buscadas se hubieran acusado en los testigos a pesar de la imperfección del pro-cedimiento; sólo pequeñas vetas pueden haber pasado des-apercibidas por haber sido completamente disueltas las sales potásicas que l8,s formaban.

Se ha procurado también, en todos los sondeos, incomunicar con el taladro las corrientes de agua encontradas encima del pendiente del yacimiento. Los procedimientos han sido varios, pero generalmente se ha taponado con cemento y alguna vez con arcilla; no ha habido que recurrir en ningún caso a poner doble tubería.

La marcha de la perforación ha sido muy variable. En el sondeo del Estado, en Sallént, y en el de Beta II, al Norte de Sallent, se ha llegado a perforar 35 metros en un día, y en el sondeo de Cardona, a profundidad de 1.544 metros, se ha alcanzado ima velocidad de 15,40 metros al día.

La mtedia de avance po,r día ha oscilado entre 7,50 y 10 me-tros. En el de Castellfullit se obtuvo una media total de 10.09 metros. En los sondeos, al atravesar el yacimiento salino y emplear la corona de diamantes, es cuando se obtuvieron las mayores velocidades; sin embargo, en la perforación por percusión en las margas, no muy blandas al principio de los sondeos, también se perforaba muy de prisa; por esta causa, en los sondeos realizados en la zona de Sallent es donde se obtuvieron mayores avances. Interviene mucho, como queda indicado, en la velocidad de perforación la naturaleza del terreno, pero también la suerte, pues hay sondeos en que las averías se repiten y se pierde mucho tiempo en el arreglo de las mismas, con gran detrimento del avance. Claro es que iio hay que olvidar que en la producción de averías influye mucho también la naturaleza del terreno. Así, en el sondeo Beta II, el tiempo perdido en averías no llegó al 2 por 100, y en el de Torá llegó al 19 par 100.

Desde otro punto de vista, la naturaleza del terreno tam-bién influye mucho en la marcha del sondeo, pues de ella depende la necesidad de entubar el taladro y la mayor o menor facilidad para hacer esta operación. En general, la represen-tación del tiempo empleado en entubar no pasa del 1 por 100 del total, poro en algunos de ellos, como en el de Balsareny, llegó al 7,43 por 100.

El sondeo, para darlo por terminado, es preciso taponarlo, con objeto de no dejar abierto el camino a las aguas, que pudieran producir disoluciones en el criadero, que no sólo

pongan en peligro la riqueza de éste, sino la seguridad de las minas contiguas que puedan establecerse y aun la de la superñcie. El procedimiento adoptado ha sido en casi todos el mismo, atemiperado a las características del yacimiento ha-llado. En la parte de yacimiento, la sal en muchos sondeos, ha sido substituida por arena, como material que menos se presta a la compresión. En otros por arcilla. El pendiente del yacimiento se ha reemplazado en ima longitud de 30 a 50 metros con cemento, y encima, hasta la superficie, con arcilla. Cuando se ha encontrado alguna corriente de agua por en-cima del criadero, se ha taponado con cemento. En algunos de ellos, 20 metros arriba y 20 metros abajo del venero de agua.

De nada serviría la realización del sondeo si no se obtu-vieran testigos que dieran completa idea de la naturaleza y constitución del criadero. Mas si se tiene en cuenta que las sales potásicas, y sobre todo la carnalita, que es tan soluble en el agua que hasta desaparece en el contacto de la atmós-fera, a causa de la humisdad que ésta encierra, las precau-ciones que se deben tomar con los testigos han de ser gran-des, para, que los análisis que se hagan de los mismos repre-senten la verdadera riqueza del yacimiento.

En los sondeos primeros realizados por el Estado, se ins-taló un laboratorio en la región, y se enviaban los testigos envueltos en papel parafinado, poco después de ser extraídos, y se 9,nalizaban en seguida. Como a pesar de estas precau-ciones el testigo, en la parte de la superficie, sufría pérdidas potásicas, se adoptaba el procedimiento para recoger la mues-tra, de serrar el testigo en dos o cuatro partes y el polvo obtenido en la operación era el que se sometía al análisis.

En los sondeos de Suria se han taladrado los testigos en el centro, por medio de un berbiquí, y en los sondeos reali-zados por la Sociedad Potasas Ibéricas las perforaciones se hacían lateralmente.

Los análisis han sido, en todos los sondeos efectuados en la cuenca subpirenaaica, muy numerosos; en algunos de los sondeos se ha realizado la toma de muestras cada dos cen-tímetros del testigo. La necesidad de hacer un gran número de análisis es evidente, a consecuencia de la gran irregula-ridad que presenta el criadero en el reparto de la sal potásica y de la sal común.

No se han encontrado en el yacimiento otras sales potásicas que carnalita y silvinita, acon-fpañadas de sal común y de vetillas de anhidrita y margas. Nada de sulfatos ni otras sales más raras halladas en los criaderos alemanes. Sólo se han podido recoger en las explotaciones de Suria algún cristal amarillo de bischofita, CLMg. 6 H.O, pero no ha sido ésta hallada en ningún sondeo. En Vilanova la Aguda se hallaron indicios de polihalita.

En el sondeo de Torá, de 1.200 metros de profundidad, se hicieron en la forma indicada por Larragán (1) experiencias para determinar el grado geotérmico, dando para éste un resultado de 30,35 metros.

SONDEOS EN EL VALLE DEL CARDONER

El Cardoner es un río que circula como muchos de los ríos de Cataluña, de Norte a Sur, de modo que el agua en su curso desde las estribaciones del Pirineo viene a atravesar los estratos normalmente, por ser la dirección de Jas capas la misma que tiene en conjunto la cordillera pirenaica. Esta misma dirección aproximadatronte es la que parecen tener los accidentes geológicos más importantes que atraviesan la cuenca oligocena. El río, por la simple inspección del terreno, parece discurrir por un valle de erosión; pero si se examina la coincidencia de que aparecen los domos más importantes de toda la cuenca, los de Suria y Cardona, junto al mismo rio en su cruce con accidentes geológicos, hace concebir la idea de que el curso del río esté trazado por una línea de débil resistencia del terreno, a consecuencia de un accidente tectónico Norte-Sur. La fuerza orogénica que ha producido éste, unida a la que ocasionó la línea tectónica E.-O., ha

(1) Datos ac?rca de los sondeos realizados en la cuenla potásica de Cataluña. "Bol . del Inst. Geol. de España" . T o m o X H V .

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podido producir esos domos tan interesantes desde el punto de vista minero, puesto que a ellos probablemente se debe la aproximación de la sal a la superficie y el haber llamado ésta la atención del hombre.

En el propio Manresa se encuentra, en el valle del Cardoner, el contacto del Oligoceno transgresivo con el Eoceno. Nos-otros, en el propio citado pueblo, hemos recogido Nummulites correspondientes al luteciense superior (1) y en la salida de la carretera se ven bien los bancos rojizos del sannoisiense. El sondeo más próximo a Majiresa de los ejecutados en este valle es el llamado de Callús, realizado par la Sociedad Minas de Potasa de Suria. En este sondeo de Callús el resultado fué negativo. Se encontró a 458 metros (mucho más hondo que el efectuado por el Estado al Sur de Sallent, al parecer en la misma situación estratigráfica) el yacimiento salino y se cortó en la parte alta una zona con vetas de carnalita de unos 18 metros de espesor, de los cuales los cuatro últimos tenían algo de potasa, pero sin poder constituir ima capa explotable. Nosotros interpretamos, como ya hemos indicado anteriormente, la zona por este sondeo como el borde de los depósitos efectuados por las ag:uas madres en el antiguo lago. Debajo del yacimiento potásico se cortó 73 mistros de sal co-mún gris, apoyada en ima capa de ocho metros de anhidrita y caliza y que consideramos como la base del Oligoceno.

F i g u r a 4."

Unión Española ele Explos ivos .

L o s dos pozos maestros .

Infrayacente a éste se cortaron las margas con fósiles que demuestran claramente que los depósitos son marinos y que pertenecen al Eoceno superior, probablemente de la parte más alta del luteceinse o el bartoniense.

El sondeo más próximo al anterior en el mismo rio es el número 6, que encontró al yacimiento en posición normal, con un espesor de 86 metros y en excelentes condiciones de riqueza. Es característico de este' sondeo que con las margas grises impermeables del techo se presentan unos bancos muy duros de arenisca, indicando la presencia de esta ,roca la gran variedad litológica de los diferentes horizontes oligocenos. Las margas del Eoceno en que se- apoya el gran banco de sal comxm gris de 185 mistros de potencia, son muy fosilifcras y certifican bien su edad.

El sondeo 7, situado junto al río e incluido en nuestro corte, atravesó todos los horizontes con .regularidad y con sus espe-sores normales, pero como las capas presentan inclinaciones de más de 60° en la mayor parte del sondeo, los metros atra-vesados en cada uno de dichos horizontes fué mucho mayor que en los cortados en otros en que la posición de los estratos era casi horizontal. Esta inclinación de los sondeos indica el barde de la cúpula, aunque la profundidad de 400 metros en que se empezó a cortar el depósito salino demuestra que el terreno atravesado corresponde al bloque hundido, no al emer-gente. En el caso de suponerse la existencia de una escama, este sondeo se ha realizado fuera de ella.

(1) V e r nuestra obtfa " L a Potasa" , yol . I.

El sondeo número 4, muy cerca de éste, a unos 450 metros de distancia, debe haber perforado ya los terrenos elevados en forma de cúpula puesto que el yacimiento salino fué ha-llado a los 256 metros de profundidad con los estratos incli-nados. Se encuentra este sondeo al Sur del accidente más meridional de los dos próximos que pasan junto al pueblo de Suria. En caso de existir hoja de arrastre este sondeo es-taría dentro de la misma.

Un sondeo efectuado como todos los anteriores, por la Sociedad Minas de Potasa de Suria, a un kilómetro al Oeste del río, en la mina "Sagazan", se cortó el yacimiento salino normal, pero con una potencia muy grande, de 416 metros comprendida la zona potásica. También el espesor de las margas grises del techo fué más grande que en los demás sondeos de la zona, indicando bien la irregularidad en el es-pesor de los horizontes y también variaciones de altitud en el fondo de la hoya en donde se formaron los depósitos salinos.

Los sondeos números 1 y 2, casi coincidiendo respectiva-mente en su ubicación con el pozo antiguo, hoy hundido, y con el pozo maestro de la Sociedad Minas de Potasa de Suria se encuentran en la zona de la cúpula o escama en donde más se ha acercado la sal a la superficie, pero al mismo tiempo se observa en esta zona más irregularidad en el cria-dero y mayores transtomos en los depósitos. Se pone bien de manifiesto en ellos la diferencia de plasticidad de la sal con relación a las otras rocas. Terrenos al parecer tranquilos ocultan pliegues y dobleces sumamente fuertes, en los que se somete a dura prueba la elasticidad de la sal. Las labores mineras realizadas desde el pozo maestro han confirmado las indicaciones del sondeo respecto al número y características de las capas. Hoy los mineros reconocen cuatro: Capa A, de silvinita roja; B, constituida por silvinita abajo y carnalita brechoide rosácea arriba; C, formada por un paquete de 3, 4 ó ñ capas estrechas que forman bolsadas; D, de carnalita rojiza de cinco metros de espesor con pintas de tono rojizo más acentuado.

Dos sondeos hizo también Minas de Potasa de Suria en esta zona, que ofrecen gran interés. Uno de ellos en la margen izquierda del Cardoner y el otro en la derecha, pero separados del mismo.

El situado en la margen izquierda, como a 1.200 metros del rio, al Este y a unos 750 metros del Pozo Maestro aproxi-madamente, está ubicado, al parecer, en la zona situada fuera de la cúpula o escama, pero sin duda en terrenos to-davía muy afectados por los accidentes geológicos. Se ob-serva en el corte del sondeo repetición de los horizontes po-tásicos, separados por un tramo de sal gris y también de los horizontes de margas grises y de margas yesosas, lo que indica bastante claramente la existencia de im pliegue en el yacimiento en la forma indicada en el corte. Y nos lleva esta hipótesis a suponer que de no haberse suspendido el sondeo a los 658 metros, en pleno horizonte yesoso del techo del criadero, se hubiera vuelto a cortar otra vez el criadero potásico, aunque sea imposible prever a qué profmdidad ni con qué riqueza.

Los ejes de los dos pliegues anticlinales vienen a tener ima situación tangente al pueblo, uno al Sur y otro al Norte del mismo. El del Sur, coincidiendo con el arroyo del Tordell, más bien tiene el aspecto de ima falla que de un pliegue, pero si nos separamos del pueblo ora a levante, ora a poniente hasta salir fuera de la cúpula, se ve bien claro que se trata de im doble pliegrue anticlinaJ aunque exista desgarramiento en el centro de los mismos.

El sondeo llamado número 10, realizado por la Sociedad Minas de Potasa de Suria al Norte del doble anticlinal, está muy inmediato al Mix-Mon o sea el desmonte de la carretera llamada así por aparecer la sección del pliegue más septen-trional. El corte de este sondeo es difícil de interpretar. Salta a la vista el excesivo espesor de los horizontes salinos: 183 metros el horizonte potásico superior y 508 el de sal común gris, espesores muy superiores a los normales del criadero aun después de haber hecho la debida reducción a causa de la gran inclinación' que presentaban los estratos.

Pero aun más inexplicable es el hallazgo de otro yacimiento potásico infrayacente a la sal gris. Se ha querido ver en este sondeo un pliegue del criadero salino, y se supone que

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aparece repetida la sal común del centro. Sin embarg-o, no nos inclinamos a esta opinión teniendo en cuenta que en el muro del yacimiento potásico inferior aparece anhidrita y calcita, como se encuentra siempre debajo de la sal gris. De haber existido el pliegue en el fondo del sondeo se debía haber cortado la marga gris del techo del criadero, lo que no ha ocurrido, como acabamos de decir. Parece pues, que en este sondeo existe una segunda capa potásica en la base del yaci-miento salino.

Muy separado del río, aunque en la cuenca del mismo, se han hecho tres sondeos en la proximidad del accidente geo-lógico de Suria; dos realizados por la Sociedad Minas de Potasa de Suria, junto a la carretera de Suria a Balsareny, o sea al Este de Suria, y otro por la Sociedad La Fodina, al Oeste de este último pueblo.

Uno de los sondeos realizados por la Sociedad Minas de Potasa de Suria está a unos dos kilómetros y medio del pue-blo de Suria, sobre la rama Norte del anticlinal Sur. Se en-contraron lo. i estratos muy inclinados aunque en formación regular at. presentan los horizontes en completa normalidad. Como consecuencia de la inclinación de los bancos los es-pesores del yacimiento potásico y de la sal gris son grandes: 154 y 247 metros, respectivamente, más desproporcionado el primero que el segundo.

El segundo sondeo, al Este de Suria, es el llamado número 13, casi en la misma divisoria de los ríos Cardoner y U o -bregat, junto al eje anticlinal. La formación hallada fué completamente normal y se puede considerar como típica. El yacimiento potásico tiene 90 metros de espesor, que redu-cido a su verdadera potencia serán unos 70 ó 75 metros. En este sondeo, a Ins 90 metros de la superficie, se cortó una capa de lignito de 0,50 metros de espesor. Recuerda con ello la formación oligocena de Mequinenza.

El sondeo llamado de Semis, ejecutado por la Sociedad La Fondina hace 16 años en la mina "Alfa" , al Norte del do-ble anticlinal de Suria y como a unos cinco kilómetros al Oeste de este pueblo, no tuvo el resultado que de él se es-peraba. La sal hallada a 655 metros de profundidad tenía indicios de potasa, pero a nuestro parecer sólo debió llegarse al pendiente del yacimiento potásico, por lo que fué lamenta-ble se suspendiera el sondeo a los 726 metros. El resultado obtenido con el sondeo de Saló, de que ahora nos ocupare-mos, situado a poca distancia de éste, comenzando casi a la misma altitud que aquél y donde la sal potásica se encontró a más de 1.000 metros de profundidad, parece confirmar plenamente que en el sondeo de Semis no debieron alcanzar la zona potásica.

En el sinclinal situado entre los anticlinales de Suria y Cardona, pero aun algo afectados por el primero de dichos accidentes, se ubicaron dos sondeos: uno por la Sociedad Minas de Potasa de Suria en Palá, muy cerca del Cardoner, y el otro por la Sociedad La Fodina en el arroyo de Saló, como a unos cinco kilómetros al Oste de su confluencia con el Cardoner. En el sondeo de Palá, nombrado 12, se encontró el yacimiento salino normal, alcanzando desarrollo mayor que de costumbre el horizonte de las margas grisis con sal del techo del criadero. , También se halló la formación bastante normal en el son-deo de Saló, y también alcanzó mucho desarrollo el horizonte de las margas grises. En este sondeo se encontró debajo de las capas de carnalita una potente capa de seite metros de sllvinita, aunque algo mezclada con sal, a una profundidad de 1.190 metros.

En el mismo sinclinal, pero un poco afectados por el acci-detne geológico de Cardona, se encuentran los tres sondeos realizados por los propietarios de las minas "Salinas Vic-toria" en terrenos de la mina de este nombre. El número 1 se ubicó junto al mismo río Cardoner y muy próximo al puente de la carretera de Manresa a Solsona. Los estratos tienen algo de inclinación, como formando ya parte de la rama Sur del doble anticlinal de Cardona. El sondeo alcanzó la profundidad de 1.236 metros y cortó a 1.016 metros de hondura un yacimiento potásico riquísimo, de 188 metros de potencia, en el que abunda mucho la silvinita, análogamente a como ocurre en la cúpula de Cardona. Los horizontes ha-llados presentaron un aspecto normal.

Los otros dos realizados en la mina "Salinas Victoria" se encuentran en el sinclinal comprendido entre los anticlina-les de Suria y Cardona. El llamado n." 2, en la orilla izquier-da de la riera de Hortons, frente al torrente de Cal Canet de Baix, alcanzó la profundidad de 1.236 metros, y aunque en los bancos superpuestos al criadero la estratificación se pre-sentaba normal, el yacimiento salino estaba trastornado y descompuesto, poniendo una vez más de relieve la plastici-dad de la sal y lo que marcan y resaltan cualquier esfuerzo tectónico por pequeño que éste sea. No queremos tampoco negar la posibilidad de que en el trastorno del criadero hayan podido influir fenómenos de metamorfismo, tal vez también iniciación de pérdida de riqueza por su proximidad al borde.

El sondeo número 3 se halla también en la orilla de la riera de Hortons, 100 metros más abajo que el pimto de afluencia del torrente Taulet. Su profundidad total fué de 1.309 metros y se cortó el yacimiento casi en su estado nor-mal y con un espesor de 83 metros.

En el accidente de Cardona se notan quebrantamientos en el terreno análogos a los de Suria. Se presentan también dos anticlinales, aunque sus ejes no son completamente pa-ralelos; forman un ángulo muy agudo. El del Sur es tan violento junto al Cardoner, que más constituye una falla que un pliegue. En el eje del anticlinal septentrional, en Cardona, en la margen derecha del Cardoner, se presenta una cúpula bien marcada. El centro está constituido por la famosa Montaría Roja, situada en el arroyo Salado, afluente del Cardoner, y alrededor de ella se ven los bancos buzando en todas direcciones y hacia afuera; asi, en la ladera donde está el pueblo buzan al Norte; en la otra margen del arroyo Salado al Sur; en donde están las instalaciones de la Unión Española de Explosivos buzan al Este, y al Oeste de la Montaña Roja, al Oeste; pero en los estratos que forman la cúpula., aunque determinan bien ésta con sus inclinaciones, se ve cierta tendencia al alargamiento Este-Oeste siguiendo el anticlinal, del cual la cúpula sólo es ima parte. La mina antigua de sal de Cardona está abierta en el banco grande de sal blanca que constituye el muro del yacimiento potásico, habiendo sido éste erosionado y disuelto en el arroyo Salado.

Los sondeos realizados por la Sociedad Unión Española de Explosivos en las dos márgenes del arroyo Salado, ha puesto de manifiesto bien los accidentes tectónicos que aca-bamos de indicar y la existencia de un yacimiento muy rico con ima gran cantidad de silvinita, aunque plegado e irre-gular, como es característico de toda esta clase de yaci-mientos.

Un sondeo realizado junto a las instalaciones en la margen izquierda del Cardoner por la Unión Española de Explosivos, en la rama Sur del anticlinal ha cortado los bancos muy in-clinados y ello ha sido causa de no encontrar el yacimiento IX)tásico hasta los 648 metros y también del gran espesor hallado de criadeto, 447 metros. Ocurre, como siempre, que aunque no exista un pliegue grande como lo parece demostrar la sucesión normal de arriba a abajo de carnalita, silvinita y sal vieja, los estratos salinos están afectados de muchos plieguecitos locales que producen repeticiones de los estratos, y como éstos se encuentran muchas veces a lo largo del son-deo, aumenta mucho el espesor del horizonte salino potásico.

Con los trabajos realizados en el pozo Alberto, de la So-ciedad Unión Española de Explosivos, se han puesto bien de manifiesto estos accidentes tan característicos de la lla-mada "tectónica de la sal". Parece que la capa de silvinita debe tener aproximadami3nte cinco metros de potencia y que ha sido plegada unas cinco veces, lo que representaría un espesor de silvinita de 50 metros si los estratos se presen-taran verticales y mayor al presentarse inclinados, siéndolo tanto más cuánto menor sea el ángulo de inclinación. En el pozo María Teresa los pliegues son menos numerosos.

La Sociedad Unión Española de Explosivos ha hecho en el domo de Cardona una gran cantidad de sondeos con ob-jeto, no sólo de reconocer el criadero, sino también para fijar las normas para la explotación del mismo. Nosotros unimos a este trabajo el corte de un sondeo horizontal realizado en la margen derecha del arroyo Salado, o sea en la rama Sur del anticlinal de Cardona. Resultado de la forma de presen-tarse el yacimiento y de la disposición de la sonda fué el

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que los horizontes salinos se cortaran en posición inversa a como se encuentran en los sondeos verticales.

En el sondeo de la Fábrica se aprecia mejor que en nin-guna otra parte de la forn:ación en cúpula del yacimiento de Cardona, pues a pequeña distancia del afloramiento de la silvinita, en la Montaña Roja, se cortó el criadero de esta sal en el sondeo a cerca de 1.000 metros de profundidad.

Si se sigue el Cardoner aguas arriba de Cardona, los bancos van perdiendo inclinación, y cuando ya se presentan casi horizontales, a cinco kilómetros del referido pueblo, junto al río, se hizo por el Estado un sondeo que alcanzó la pro-fundidad de 1.200 metros y se llegó al horizonte inferior de yesos, pe.ro teniendo en cuenta que faltaba por cortar parte del mismo y todo el horizonte de las margas grisis, se con-sideró que el yacimiento potásico se empezaría a cortar a una profundidad de unos 1.400 metros, que le quitaba todo interés industrial. Por lo demás, las formaciones atravesadas indicaban normalidad y por consiguiente, de prolongar el son-deo lo que fuera debido, se hubiera cortado el yacimiento potásico.

Los bancos oligocanos hasta llegar a la proximidad del accidente importantisinio de Oliana y San Lorenzo de Moru-nys, se presentan horizontales y sólo vemos la posibilidad de hallar el yacimiento en esta zona a una profundidad, que pudiéramos llamar industriad, en la proximidad del referido

accidente cerca ya del borde de la cuenca. Sin embarg'o, eíl toda esta zona no se ve manifestación salina alguna.

La ejecución mecánica de los sondeos se ha llevado bien a pesar de tratarse de sondeos en general profundos. En el sondeo de Saló se alcanzó un avance medio diario, teniendo en cuenta todos los días desde que se empezó a perforar hasta que se terminó a los 1.243 metros de profundidad, de 5,50 me-tros. Se alcanzaron las mayores velocidades de perforación en las capas superiores cuando se trabajaba a percusión, que llegó olguna vez a 18,20 y hasta 21 metros, y en las capas salinas a rotación con velocidades que llegaron a 16 y 18 me-tros por día.

En el sondeo llamado de Cardona la velocidad media fué de 4,9 metros, algo menor que en el anterior, porque las mar-gas eran menos consistentes y las areniscas m4ás detríticas y más difíciles de atravesar.

En el sondeo de Llardella, de 1.635 metros de profundidad, se tardaron imos 13 meses sólo en su perforación, lo que representa un avance medio de 3,5 metros diarios. No se consiguió niayor velocidad de perforación a causa del empleo de corona de granalla, que no dió buen resultado y que pro-dujo averías de importancia. Sin embargo, como ya hemos dicho antes, se alcanzaron, a profimdidades de 1.500 metros, velocidades grandes en la zona salina.

(Continuará.)

D o t r a s R e t

CONSTRUCCION

La "Presa Rodríguez" en el territorio de la b?ja California.—(fíev. Mexicana de Ingeniería y Arqui-tectura, 15 nov. 1932, pág. 437 y Proceedings of. Am. Soc. Civ. Eng., octubre 1932, pág. 1375.) En este extracto resumimos los artículos citados, debido el

primero de ellos al ingeniero F. Gómez Pérez, y el segundo al ingeniero consultor americano Charles P. Williams, a cuyo cargo corre la inspección técnica del proyecto y construcción de tan interesante presa.

La presa está situada sobre el río Tijuana, siendo la cuenca vertiente de 2.430 km.=; la capacidad de embalse adoptada, de 137 millones de m. (con regularización hiperanual, tenien-do en cuenta las alternativas de años húmedos y secos), y la superficie regable, de unas 3.000 Ha., pudiéndose disponer anualmente de 110 millones de m.'' para este riego y el abas-tecimiento de la ciudad de Tijuana. Dado el régimen torren-cial del río, se proyecta un vertedero para 4.250 m.yseg.

Se hizo un estudio geológico previo, realizándose varios son-deos, y se dictaminó que el emplazamiento élegido reunía acep-tables condiciones. Se adoptó el tipo Ambursen para la presa, desechándose la presa en arco por la posibilidad de temblores de tierra y el dique de tierra por la excesiva altura necesaria.

El proyecto de construcción fué realizado por la "Ambur-sen Dam Co", siendo la altura de 71 m. sobre cimientos y la longitud de coronación, 590 m. Será, por tanto, la presa de este tipo de mayor altura entre las construidas hasta la fe-cha. La estructura adoptada es la usual, siendo la inclinación del paramento de 45'', y el talud de los contrafuertes hacia aguas abajo, de 1/5.

El arriostramiento lateral se realiza por cuatro series de muros, que con los contrafuertes forman una estructura celu-lar, y por las vigas que se acostumbran a proyectar en este tipo de presas.

Los contrafuertes, cuya separación es de 6,70 m., van arma-dos para resistir a los esfuerzos de tracción de unos 5 kg./cm.= que se presentan en la parte de aguas arriba, a los causados por las variaciones de temperatura y para servir de unión en-tre iRS hiladas sucesivas. Una vez comenzada la construcción, se advirtió la conveniencia de dejar juntas de dilatación en

las masas de los contrafuertes, ensayándose durante la misma construcción varios sistemas, adoptándose finalmente el de jun-tas dobles formadas por bloques de 5 pies de ancho entre otros bloques de largo no mayor de 40 cm. y cuyas juntas si-guen las líneas de trayectoria de los esfuerzos principales, pretendiéndose con esta disposición eliminar los esfuerzos de tensión que tienden a abrir las juntas.

Muy interesante es el sistema adoptado para disminuir las tracciones en los contrafuertes, debidas a la dilatación de las losas del paramento. Estas, por efecto de un aumento de tem-peratura, tienden a dilatarse, y al no poderlo hacer hacia aba-jo por la reacción del terreno, se desplazan hacia arriba, transmitiendo por fricción considerables esfuerzos a los con-trafuertes. Se calculó que por esta causa las losas más altas "treparían", por decirlo así, hasta unos 2 cm., en el caso de apoyo libre, sobre las ménsulas de los contrafuertes, originan-do en éstos tracciones de unos 10 kg./cm." La solución adop-tada para dejar reducidas estas tracciones a 5 kg./cm.= con-siste en dotar de flexibilidad a la lengua del contrafuerte (del inglés "tongue", parte central del contrafuerte que llega hasta el contacto con el agua y que lleva lateralmente las ménsulas de apoyo de las losas) por medio de juntas transversales a la dirección del movimiento de las losas. Estas juntas van pro-vistas de una tira de corcho de una pulgada de espesor, que al comprimirse por causa de las dilataciones de las losas ab-sorberá los esfuerzos correspondientes, impidiendo que cean transmitidos al contrafuerte.

Indudablemente, la característica más destacada de esta obra es la forma original y atrevida como se ha resuelto la fundación de la presa sobre un terreno que, insuficientemente estudiado, resultó no reunir las debidas condiciones cuando ya se había realizado la importante excavación en tierra suel-ta y se había Instalado el equipo de medios auxiliares. En efecto, al hacer la excavación para el rastrillo se descubrió una importante falla próximamente paralela al eje del río, cuya presencia no había sido acusada por los deficientes son-deos realizados. El ancho de esta falla, rellena de materiales desintegrados, era de unos 20 pies, y además se pusieron de manifiesto otras zonas en que la roca presentaba muy malas condiciones para la fundación.

Fueron consultados los ingenieros doctor F. L. Ransome, doctor Paul Weitz y A. J. Wlley, los cuales consideraron que

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podían aprovecharse los trabajos realizados y aun conservar-se el sistema da presa Ambursen, siempre que el apoyo de ¡os contrafuertes no se efectuara directamente sobre el terreno en malas condiciones. Se pensó primeramente construir un

Figura 1.» Secci()n transversal tipo de la bóveda de apoyo de los contra-

fuertes .

Oiled jo int = junta de aceite.

piso continuo de hormigón armado de un espesor mínimo de 3 m. Sobre este piso se proyectaban unas grandes vigas de unos 30 m. de luz, apoyadas en las laderas sanas, que a su vez habían de servir de apoyo a los contrafuertes de la pre-sa. Teniendo en cuenta las enormes dimensiones de estas vi-gas, se proyectó construir en su interior arcos de descarga por medio de refuerzos metálicos. Este fué el primer paso ha-cia el proyecto definitivo, que consistió en construir una bó-veda coiTída en cañón de unos 30 m. de luz (figs. 1." y 2.») y espesores de clave variables, según las cargas, de 1,80 a 2,10 metros, con la que se salvaba el cauce del río en dudosas condiciones y que servía de apoyo a la presa Ambursen.

No hubiera sido necesario construir nada bajo esta bóveda; pero con objeto de aumentar la seguridad, se rellenó de hor-migón pobre, para que en el caso de que el lecho del río pu-diese soportar alguna carga, le fuese transmitida por este re-lleno, descargando así la bóveda.

Entre la superficie de este relleno (construido en bloques)' y el intradós de la bóveda se dispuso una junta con impreg-nación de aceite para evitar adherencias.

Otro problema que originó la existencia de la falla fué el garantizar la suficiente impermeabilidad, evitando las fugas a través de esta falla longitudinal. Para ello hubo que pro-fundizar el rastrillo hasta conseguir que las pérdidas de car-ga del recorrido de las filtraciones anulasen su velocidad, lle-gándose a la enorme profundidad de 300 pies al atravesar la falla. Este rastrillo es una estructura esencialmente rígida por sus dimensiones y empotramiento, y hubo que resolver su em-

F i g u r a 2.» Sección longitudinal de la b ó v e d a por el e je de uno de los con-

tnafuertes.

palme con la bóveda elástica construyendo un bloque interme-dio de transición cuya elasticidad fuese aumentando gradual-mente desde el rastrillo hasta la bóveda.

Se han dispuesto en numerosos puntos de esta complicada

fundación aparatos de medida de las subpresiones, cuyas in-dicaciones serán de gran importancia para juzgar de la ri-guridad de la estructura.

Nada se dice en estos artículos del coste de la obra, que ha debido ser elevadísimo, y seguramente hubiera podido ser disminuido si el examen geológico previo hubiese sido más detenido.—J. O. L.

Diques de tierra coa pantalla de hormigón. — (Gotthard Bohrisch, Deutsche Wasservcirtsclmft ma-yo 1933, pág. 90.)

Los diques de tierra presentan la ventaja,' actualmente muy estimable, de permitir el empleo de trabajadores no especia-lizados, sobre todo en el caso de diques con pantalla de hor-migón, que no requieren cuidados especiales para la construc-ción del núcleo impermeable. De aquí la gran importancia que se concede actualmente a esta clase de presas, como lo demuestran los diques de Sose y Sorpe en Alemania, (el pri-mero de 52 m de altura) que son los mayores de Europa.

Aiy'schcn-

Figura 1."

Junta doble propuesta por el autor.

Una dificultad constructiva de este tipo de diques consiste en la originada por los diferentes asientos y movimientos de la parte embebida en agua respecto a la parte de aguas abajo, los cuales ocasionan acciones sobre la pantalla que dan lugar a grietas peligrosas para la impermeabilidad que se trata de conseguir. Para vencer esta dificultad se ha recurrido en el dique de Priest, del proyecto de Hetch-Hetchy a dividir la pantalla de hormigón en gran número de losas, para permátir los movimientos relativos impidiendo las fisuracíones. (1). Este dispositivo tiene el inconveniente de que perjudica nota-blemente la impermeabilidad, que es la única misión de la pantalla.

(1) El dique de Priest tiene 42,2 m de altura, 300 m de lon-gitud y 600.000 m ' de volumen, habiendo sido e jecutado en menos de dos años. Su característ ica más de.stacada consiste en que la pantalla impermeabi l izadora de hormigón armado se ha cons -truido por losas aisladas de 15,24 m de largo por 4,88 m de alto, que van ensambladas unas con otras por ranuras holrizontales trapeciales y verticales semici l indricas.—N. del T.

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En el dique de Sóse se trató de mejorar la impermeabi-lidad disponiendo una junta horizontal única a 6 m del ci-miento, la cual sin embargo tiene el inconveniente de pre-sentar gran resistencia por rozamientos, no llegando a cumi-plir su misión de transmitir los esfuerzos de la zona embe-bida del dique sobre la seca, consiguiendo que formen un cuerpo resistente único. El autor propone la solución de este problema por la adopción de ima junta doble (fig. 1.»), colocada junto al pié de la pantalla, la cual ofrece mucho menor re-sistencia a los movimientos que se trata de permitir y por su situación puede ser impermeaDilizada por capas de arcilla apisonada con economía y eficacia. También se propone re-vestir las juntas con chapas de bronce, que faciliten el giro disminuyendo los rozamientos. Se asegura que este disposi-tivo, por su elasticidad, perrndte mantener la unidad del cuerpo del dique.-—J. C. L.

El puente Bixby Creek. — fMitchell, Eugineering News Records, lo abril 1933, pág. 467.) Sirve a la llamada "Coast Route" entre San Francisco y

Los Angeles, salvando con un arco de 97,50 metros de luz, el cañón de Bixby, cerca de su desembocadura en el mar.

El arco es de directriz parabólica, rebajamiento de 0,375, y consta de dos anillos de 1,40 metros de anchura y espesores variando de 1,50 en clave a 2,57 en arranques. El volumen total de hormigón es de 650 metros cúbicos, y la cuantía de armaduras 1,15 por ciento en clave.

La superestructura consiste en tramos de hormigón armado de 9 metros de luz, soportados po,r columnas. Los viaductos de acceso, son tramos de 12 metros de luz, también sobre columnas.

Las cimentaciones se han llevado a cabo sobre roca franca, admitiéndose presiones en los estribos de 18 kilogramos por centímetro cuadrado.

La manipulación de los materiales se llevó a cabo mediante cable transportador. La fabricación del hormigón, se llevaba a cabo en hormigonera de 3/4 m' a la que vertían directa-mente las tolvas de áridos con dosificadores por peso; el hor-migón se transportaba en cubos de abertura inferior hasta los depósitos de obra, desde los que caían con pequeño re-corrido al sitio de colocación.

Se empleaban gravas naturales añadiendo un 50 por ciento

mentó se mantuvo por bajo de 0,80, procurándose obtener en cada caso el hormigón más seco que pudiera emplearse.

Se utilizó una cimbra de entramado de madera apoyada directamente en el valle, por intermedio de pilarotes de hor-

•Length of bridge-lM'on U.highway -w Upamis ÍS)¡0'-}}0' Hi ^j-, - 6spansíai4!/'2'í0- v

4'oak

Sec+ion of " ihlíKlion Cross Girofer H-M

Figura 1."

puente ile Hixby Creek tprniiimi'.o.

de machaqueo para corregir la composición granulométrica. La arena era de excelente calidad, pero le faltaban finos, para remediar lo cual y obtener una manejabilidad adecuada se agregaba cemento de fraguado rápido. La relación agua ce-

F i g u r a 2."

A l i a d o y detalles del puente de B i x b y Creek.

Span = t r a m o ; Struts =: arriostramiento.

migón armado. Se guardaron especiales precauciones para evitar los asientos, pues se llegó hasta una altura de unos 72 metros.—O. Femánidez Casado.

ELECTROTECNIA

Las lineas de transporte de energía para la elec-trificación de los ferrocarriles italianos.— (The-scider-Dupré, Elettrotecuica, vol. XIX, pág. 785 )

En junio de 1931 los ferrocarriles del Estado italiano ha-bían instalado líneas de transporte de energía para fines de electrificación por una longitud total de 4.310 km. Se están constiuj'endo además otros 442 km. Las líneas se explotan a tensiones de 60 ó 130 kV., y los postes son de entramado de acero con aisladores de suspinsión. El material empleado más corrientemente para los conductores ha sido el cobre; pero varias líneas más recientes están equipadas con conductores de aluminio con alma d j accro, o, a modo de ensayo, de alea-ción de aluminio. Actualmente el cobre es más económico, GÍ se tienen en cuenta todos los factores que intervienen en el coste de las dos clases de lineas. Las condiciones atmosféri-cas varían grandemente en las diferentes regiones de Italia; las que dan lugar a mayores dificultades son las regiones mon-tañosas de los Apeninos, donde se han formado capas de hie-lo hasta de 25 cm. de diámetro. En tales regiones, la dispo-sición más favorable para los conductores ha sido la horizon-tal, ya que esto da la posibilidad de evitar el contacto entre aquéllos, debido a la variación de la carga de hielo. En todas las lineas se usa un hUo de .acero puesto a tierra.

El autor pone de relieve la importancia que tiene el tener en cuenta los esfuerzos de torsión que se pueden desarrollar en los postes a consecuencia de la rotura de conductores, y da

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. varias Uustraciones de torres que se han derrumbado a conse-cuencia de no haber tenido en cuenta la precaución de refor-zar los aisladores. El autor da algunos detalles de los crite-rios adoptados en el proyecto del sistema y de los diferentes tipos de aisladores, soportes, torres y cimentación usados. Du-rante un período de cinco años han sido renovados im 0,62 por 100 de aisladores rígidos y un 0,06 por 100 de aisladores de suspensión. Ba coste de una línea trifásica de 6ó kV. simple con conductores de cobre de 0,0394 pulgadas de diámetro mon-tada en torres de acero está comprendido entre 45.000 y 47.000 pesetas por kilómetro (60 pesetas = 100 liras), en las regio-nes llanas o montañosas, respectivamente, supuesta una carga de hielo de 0,7 a 1 kg. por metro. Para las líneas dobles de . "60 kV montadas sobre un mismo sistema de torres el coste aumenta en 50 por 100. El coste de las líneas simples a 130 kV. con conductores de cobre en 100 mm.^ de sección ha sido de unas 64.000 pesetas por kUómetro en las mismas condiciones. Estos valores de coste deben aumentarse en un 50 por 100 para las líneas que atraviesan terrenos montañosos.—^K. M.

El rectificador de mercurio aplicado a la electri-ficación de ferrocarriles en alterna.—(O. K. Mar-ti, Am. Ins. Elec. Eng. Transactions, vol. Ll, pá-gina 659.) M autor afirma que el rectificador de vapor de mercurio

se puede aplicar a diferentes usos cuando está provisto de una rejilla de control. La rejilla está aislada del ánodo y re-cibe su energía de una fuente extema, es decir, una batería, y absorbe solamente una fracción .de amperio. Si la rejilla está polarizada en sentido positivo con relación al cátodo

a

1 Transformer

Distributor

F i g u r a 1."

Esquema de acoplamiento de los arroUaimentos del rotor a los ánodos del reetiíioador de vapor de mer-

curio.

la corriente fluirá del modo usual del ánodo al cátodo. Invir-tiendo la polaridad de la rejilla se impedirá que fluya la co-rriente del ánodo al cátodo, supuesto que no fluyera ya cuan-do se ha aplicado a la rejilla el potencial negativo. La corrien-te contmuará fluyendo durante el resto del semiciclo en el que se ha cambiado el potencial de la rejilla, pero el arco no se restablecerá hasta que la rejilla se haya vuelto a polarizar positivamente. El autor demuestra que se puede conseguir la variación cíclica deseada del potencial de rejilla con ayuda de un juego de contactos mandados por im pequeño motor síncrono. En caso de sobrecarga, la rejilla puede ponerse au-tomáticamente a potencial negativo, consiguiendo así redu-cir a cero la corriente en uno de los semiperíodos. Se puede también reducir la tensión de la corriente rectificada por me-dio de la rejilla polarizada internmipiendo la rectificación al principio de cada semiperíodo. Un rectificador de esta clase puede alimetar un motor sin colector, y la posibilidad de in-vertir el proceso de rectificación permite el empleo del freno con recuperación. Supongamos que un motor tenga un cam-po giratorio que recibe la energía del rectificador, y sean

12 ánodos con rejilla de control conectados a igual número de arrollamientos fijos del motor. En el caso de que la re-jilla esté funcionando pasará la corriente sucesivamente por cada uno de los arrollamientos, produciéndose un campo gi-ratorio y una rotación continua del motor. Acoplando los 12 ánodos y el arrollamiento del estator en dos grupos de 6 en doble estrella se podrán utilizar los dos semiperíodos de la co-rriente (véase fig. 1.»). Se está construyendo con fines ex-perimentales una locomotora de 1.000 CV a 15.000 V.—R. M.

El laboratorio para ensayo de disyuntores de 1.500.000 kVA. de las fábricas Reyrolle en New Town (Inglaterra).~{Eng¿7ieer, 30 diciembre 1932.) En el año pasado se ha inaugurado el laboratorio para en-

sayo de disyuntores de gran potencia de las fábricas Reyrolle. Se compone de un alternador Parsons de 1.500.000 kVA pro-yectado especialmente y unido a un motor conectado a la red. El alternador gira a 2.400 r. p. m. La reactancia es muy débil, las pérdidas están reducidas al mínimo, y la energía disipada en el aparato que se ensaya, queda de este modo elevada al máximo. Según las conexiones establecidas en la caja de bor-nas, los arrollamientos están conectados en serie estrella, se-rie triángulo, paralelo-estrella, paralelo-triángulo, y se obtie-nen cuatro tensiones: 22.000, 12.700, 11.000 y 6.350 V. Para evitar que los ensayos repercutan sobre la red, la corriente que alimenta el motor queda cortada automáticamente du-rante la escasa duración de las experiencias. El grupo está lubricado a presión.

El edificio en el cual está instalado el grupo se compone de varios locales, estando ocupado el más importante por las reactancias y resistencias que regulan, según las necesidades, la potencia de cortocircuito y el factor de potencia; un local especial está reservado a los oscilógrafos sistema Cambridge. Las barras pueden soportar una corriente de 300.000 A du-rante un segundo; en una cabina exterior están montados tres transformadores monofásicos que suministran 600.000 A en el momento de producirse el cortocircuito. AI hacer un ensayo se cierran todas las puertas; si se declara un incen-dio, los locales se llenan de una atmósfera de ácido carbóni-co. Las bote l la de este ga.s pueden abrirse a mano o eléc-tricamente desde el puesto de observación, instalado a 45 m. del edificio, frente al local donde se encuentran los aparatos que se están ensayando.

Este laboratorio es el único de esta potencia que existe ac-tualmente, equipado con un alternador de gran velocidad. A fines del año 1932 se habíaji ensayado sin incidente alguno más de 2.000 disyuntores.—L. J.

FERROCAKRILES

Locomotoras eléctricas para Eusia. — (B. S. Cain, Rayl'way Age, vol. XCIV, pág. 17.)

En E n e (Filadelfia) se han construido, por encargo del Go-bierno ruso, para su empleo en la sección Zestafoni Kahashuri del ferrocarril trascaucásico, ocho locomotoras eléctricas para corriente continua a 3.000 voltios de 2.700 CV. La sección del ferrocarril mencionado tiene pendientes muy pronunciadas. Dos locomotoras han sido suministradas completas; pero los motores del resto del pedido se construirán en Rusia. Cada locomotora tiene una longitud total de 16 metros y pesa 145 t., todas ellas disponibles como peso adherente, ya que tienen tres ejes motores en cada uno de los dos carretones que soportan la locomotora. Dos locomotoras se emplearán para remolcar los trenes más pesados en las secciones de mayor pendiente. Estos trenes serán los compuestos por tanques de petróleo, con un peso total de 1.800 t. Se obtendrá una gran ventaja gracias al empleo del freno con recuperación, puesto que el tráfico de petróleo marcha principalmente en el sentido de descenso. Los seis motores de tracción tienen una potencia total de 2.2725 CV. a 30 km. por hora durante ima hora, o bien 2.405 CV. a 40 km. por hora y marcha continua. Son motores axiales suspendidos por la nariz, y la energía se trans-mite a las ruedas adherentes de 82,5 cm. a través de un en-

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granaje de relación 89/20. La velocidad máxima es de 60 km. por hora, La velocidad se puede regular haciendo con cada grupo de tres motores tres combinaciones distintas, y para cada una de éstas se puede variar la excitación en tres pun-tos; el freno recuperativo puede regularse a 15 velocidades distintas por combinación de los ajiteriores. Los ensayos han demostrado que se puede conseguir ima fuerza de tracción en el arranque de 36.000 kg. Aunque las locomotoras han sido construidas con elementos standardizados americanos, se ha tenido en cuenta, sin embargo, que las partes sometidas a ma-yor desgaste se han de reponer en Rusia, donde se emplea el sistema métrico y donde han de construirse por completo otras locomotoras eléctricas.—^R. M.

Nueva locomotora eléctrica para los lerrocarriles alemanes.— (H. TOrpisch y O. Michel, Elektrische Bahnen, vol. VIII, págs. 245 y 282.) Las experiencias llevadas a cabo en el banco de ensayos

de locomotoras de los ferrocarriles alemanes han tenido por consecuencia el proyecto de una nueva locomotora para mer-cancías cuya potencia unihoraria es de 2.040 kW. a 48 km. por hora (60 por 100 de la velocidad máxima). El autor des-cribe la locomotora proyectada para conseguir estas caracte-rísticas. Va montada sobre un doble carretón, y los motores van suspendidos por la nariz (Bj-Bo). La carcasa de los ftio-tores es soldada, en lugar de ser de hierro fundido de tipo co-rriente. El tipo es serie con polos de conmutación. La poten-cia de cada motor es 625 CV. a 104 r. p. m. Las principales características de la locomotora son las siguientes:

Longitud entre topes, 13,70 m. Distancia entre ejes, 8,70 m. Distancia entre los ejes de cada carretón, 3 m. Diámetro de las ruedas, 80 cm. Peso de la parte eléctrica, 30 t. Peso de la parte mecánica, 41 t. Número de motores, 4. Relación de transmisión, 4 : 21. Esfuerzo máximo de arranque, 27.000 kg. Velocidad máxima, 80 km. por hora.

La locomotora está en servicio desde la primavera de 1931 dando, hasta ahora, buen rendimiento.—^R. M.

INGENIEEIA MUNICIPAL

Recientes investigaciones sobre la depuración de aguas residuales por medio de la electricidad.— (Schmitz-Lenders y Dr. Jung, Gesundheits-Inge-nieur, 31 diciembre 1932). Los siguientes exjjeriimentos han sido llevados a cabo por

el Laboratorio de la "Niersverband", en la sección dedicada al estudio de la depuración de las aguas residuarias de su industria instalada en el Distrito de Düsseldorf (Alemania), que anuyen en el rio Niers, afluente del Maas, y que con arreglo a la ley del Reich de 22 de Julio de 1927, deben cum-plir las máximas condiciones biológicas de estabilidad.

HISTORIA.

La práctica eléctrica en la depuración de aguas residuales data del año 1889, en que Webster, en Inglaterra, intentó de-purar las provinentes de cuadras y establos, por medio de la electricidad. Los resultados obtenidos en cuanto a depuración fueron satisfactorios, no así en cuanto a economía, al exigir un consumo de corriente de 0,13 kWh y 43 gramos de 'hierro por cada metro cúbico de agua tratado; las dificultades del secado de los lodos resultantes también eran considerables.

Las investigaciones fueron continuadas por Claudio Fermi, quien sobre las dificultades que encontró en la fabricación de los electrodos tuvo que acumular el precio nada ventajoso de im marco por cada 100 litros de agua depurada; desde en-tonces, numerosos investigadores se han ocupado del proble-

ma, tropezando siempre con las dificultades económicas que en la actualidad parecen haberse superado por los autores, motivo que les induce a dar a la publicidad sus resultados.

TEORIA DEL PROCESO Y RENDIMIENTOS.

El proceso es, en su esencia, electroquímico, estando basado en la precipitación iónica del hierro que constituye el. ánodo en forma de hidróxido fácilmente sedimentable, arrastrando consigo las substancias en suspensión y con ellas casi la to-talidad de los coloides, quedando únicamente las substancias en disolución. El efecto es análogo al producido por la pre-cipitación, por el intermedio de sales químicas, dando, del mismo modo, lodos floculosos y fácilmente sedimentables. El grado de purificación obtenido es comparable al de las más modernas instalaciones de lodos activados, llegando a alcan-zar im rendimiento de 2/3 del de éstas. El consumo de per-manganato queda reducido en un 40 a 50 por 100 y el del "oxígeno bioquímico necesario" en un 60 por 100, lo que es suficiente, en la mayor parte de los casos, para librar a las aguas de una putrefacción posterior, que en caso negativo puede completarse con una simple depuración biológica.

En cuanto al factor económico, son condiciones indispen-sables para su buen rendimiento:

1." Que la energía eléctrica necesaria no sea muy superior a la que pueda obtenerse del gas producido en el proceso de putrefacción de lodos.

2." Que el coste del metal necesario sea lo suficiente bajo. 3." Que el tiempo de operación no exceda de un cuarto de

hora o a lo sumo de media hora, siendo ésta, por otra parte, su principal ventaja sobre la depuración bacteriológica.

Para el cálculo de la energía eléctrica consumida, sabemos por la ley de Faraday que un amperio en una hora liberta un gramo de hierro con dos valencias, y para las aguas re-siduales de una población, según sus investigaciones, será necesario diluir 50 gramos de hierro por metro cúbico de agua, por temúno medio, o sea una corriente de 50 amperios du-rante una hora, dependiendo el consumo de energía por me-tro cúbico a tratar de la tensión empleada. Por ejemplo, para im voltio, el consumo es de 0,05 kWh/metro cúbico. Ahora bien, la tensión depende de la composición y cantidad de agua que se trate en la unidad de tiempo, de la superficie libre de los electrodos y de la separación de éstos. La resistencia del agua es distinta en cada caso y no juega im gran papel, hasta el punto que resulta antieconómica la adición de sales para aumentar su conductibilidad. El tiempo de tratamiento será reducido y constante, y en cuanto a la construcción de electrodos se dedica una especial atención, reduciendo asimis-mo su distancia al mínimo practicable de -un centímetro, para que puedan circular las aguas. Una aproximación excesiva de electrodos puede llevar consigo dificiiltades previstas, tales como una desigual distribución del agua en las celdas por un ocasional taponamiento o ensuciamiento excesivo, para evitar lo cual se emplea una corriente de aire a presión que agita y mezcla el total de las aguas.

Unas aguas residuarias normales quedarán libres de todo lodo floculoso en quince minutos, con un consimio de energía de 0,15 kWh/metro cúbico. El lodo que se forma es grueso, pardo y de apariencia análoga al lodo activado, sedimentán-dose rápidamente después de una potente agitación por medio de aire. Este tiempo de manipulación varía, como se había calculado teóricamente, en razón iijver,sa al consumo de ener-gía eléctrica, sin perder de vista que una duración excesiva lleva consigo los antieconómicos efectos de ima polarización de electrodos. Según ésto, se dispondrá en la práctica el tiem-po que resulte de la corriente eléctrica disponible y obtenida por el gas de los lodos, cuyo cálculo se hará aproximado.

La cantidad media de aguas residuales en las ciudades ale-manas, está calculada a base de un consumo medio de agua potable de 150 1/c/h, o sea un metro cúbico por cada siete habitantes. El gas producido por los lodos con una buena putrefacción separada y calefacción, es de 15 litros por cabeza y día, que da 105 litros por metro cúbico de agua, y como el gas tiene un poder calorífico de 5.500 calorías por metro cú-bico, que hacen una energía efectiva de 1,6 kWh, tendremos 0,105 X 1,6 = 0,168 kWh; es decir, una cantidad superior a los 0,15 kWh que habíamos visto eran necesarios para un

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tiempo de tratamiento de quince minutos, cubriendo, por lo tanto, sus necesidades electrolíticas e incluso las de aireación, dado el tiempo tan reducido de ésta.

Otra de las cuestiones fundamentales para el rendimiento, es la cantidad de metal consumido, habiendo hecho ensayos con distintos metales para electrodos, cinc, cobre, níquel y hierro, dando todos ellos análogos rendimientos depuratorios, aunque no así sobre la obtención de gases de los lodos sobre los cuales el cinc y el cobre ejercían acción venenosa, que-dando únicamente el hierro como el más conveniente.

La cantidad de hierro necesaria en caso de tmas aguas de composición corriente, es de 50 gramos/metro cúbico, canti-dad análoga a la necesaria cuando se trata de precipitación por sales, aunque con la correspondiente reducción de peso de las primeras materias, por ir en este caso unido el hierro a otros cuerpos químicos, y lo mismo en cuanto a economía.

El precio del hierro en planchas varía, según la época, al-rededor de 130 marcos por tonelada, o sea 0,65 pf. por metro cúbico, y en forma de recortaduras y desperdicios, previamen-te prensados, puede reducirse hasta 50 marcos por tonelada, o sea 1/4 de pf. por metro cúbico, dándose casos de una ma-yor reducción aun en aquellas ciudades en que, teniendo es-tablecido un buen servicio de aprovechamiento de basuras, éstas contienen grandes cantidades de hierro; tal es el caso en la ciudad de Aquisgrán. Vemos, pues, que este aspecto del problema no ofrece mayores dificultades y gastos.

DESCRIPCIÓN DE LAS INSTALACIONES DE RHEYDT.

Basándose en los anteriores resultados de laboratorio, se ha construido en Rheydt una instalación de tipo electrolítico que puede funcionar aisladamente o acoplada con la general de lodos activados, prestando en este caso (con grandes venta-jas), el servicio encomendado a la parte de sedimentación pri-maria con dispositivos mecánicos. Las aguas tratadas poseen una fuerte concentración por provenir de industrias textiles y de curtidos. El tiempo de tratamiento es de hora y media, con un máximo consumo de 0,220 a 0,250 kWh/metro cúbico y 100 a 120 gramos de hierro por metro„ cúbico, resultados que comparados con los anteriormente obtenidos por medio de lodos activados en dos etapas y con una duración de diez horas, se pueden considerar como satisfactorios. Su influencia sobre el color del afluente también es decisiva, pues el color vira de obscuro hacia el amarillento.

En una comparación metódica con otra instalación com-pleta de lodos activados se pueden observar las siguientes ventajas: no necesitar la previa instalación de sedimenta-ción, bastando una rejilla fina y cámara de grasa, pues el lodo fresco de las aguas crudas no influye prácticamente. Una desventaja fácilmente evitable es la gran producción de gases, sobre todo hidrógeno, cuando el tiempo de manipulación es pequeño, gases, que fijándose sobre los lodos los hacen flotar, siendo necesaria una ligera aireación para hacerlos sedimen-tables sin necesidad de aumentar las dimensiones del estanque de sedimentación secundaria, siendo muy a propósito para este objeto los estanques Dortmimd.

Se considera también como ventajosa una reincoi^oración de los lodos finales, en los estanques de electrólisis, pues el lodo fresco con una gran cantidad de hierro conserva aún gran poder de absorción.

Otro aspecto de gran interés es el aprovechamiento de la gran cantidad de hidrógeno producido, sobre todo en instala-ciones importantes.

La influencia del hierro sobre el proceso de putrefacción de lodos no es grande, como era de temer, exigiendo única-mente im poco más capacidad de las cámaras de putre-facción.

Como comparación final de rendimientos con iguales perío-dos de aireación, se puede establecer: la duración del proceso electrolítico es, como máximo, de una hora, que añadida a la media hora necesaria para la sedimentación secundaria (pues la primaria no se precisa), dan un total de una hora y media en lugar de siete horas y cuarto que se precisan para una instalación de lodos activados (sedimentación primaria hora y cuarto, estanques de aireación cinco horas y sedimen-tación secundaria una hora). El coste de establecimiento es en la eléctrica 1/5 de la otra. Y en cuanto al coste de explo-

tación sólo entra en consideración el gasto de hierro que hemos visto es de 1/4 de pf. por metro cúbico de agua de-purada, precio que resiste con ventaja toda comparación con la diferencia favorable del coste de establecimiento. Todo esto para un rendimiento depuratorio que en el menor caso será de 2/3, pudiendo en la mayoría de ellos llegar al mismo que se obtiene con el proceso de lodos activados.—^P. Salvador Elizondo.

INGENIERIA QUIMICA El progreso de la gran industria química en

Rusia. — (A. Hircli, Chemical and Metallurgical Engineering, noviembre 1932). Antes del año 1914 la industria química rusa estaba limi-

tada a la fabricación de cerillas, artículos de caucho, medi-camentos, perfumes y un poco de ácido sulfúrico. La guer/a y la revolución dejaron completamente inutilizables las fá-bricas donde se producían estas materias. En el primer plan quinquenal se concedió un crédito de 1.400 millones de nib.'os para la formación de la gran industria química rusa.

Los principales centros de esta industria son los siguieptes: 1." Bierezniki-Salikamsk, a orillas del Kama, afluente del

Volga, en el cemtro de una región donde se encuentra: en Salikamsk uno de los mayores yacimientos potásicos del mundo; a 110 kilómetros hacia el sur existe petróleo y el rico yacimiento de hulla de Kizel-Choubakhski; el yacimien-to de apatita de Khibini (evaluado en 500 millones de tone-ladas) y al oeste los yacimientos de fosfatos de Tchernokho-lounitsi.

El yacimiento de potasa está compuesto de silvinita muy pura sin sulfatos y de camalita. En 1931 se extrajeron 150.000 tomeladas de estos minerales. El producto comercial prepa-rado en una fábrica comenzada en 1927 en Salikamsk con-tiene 85 por ciento de CIK, 13 por ciento de CiÑa, 1,5 por ciento de materias insolubles e indicios de cal y magnesia.

En este centro se encuentran: fábricas de ácido sulfúrico y superfosfatos, ácido nítrico, sosa cáustica, cloro y bromo y uína fábrica que produce por catálisis 90 t diarias de amo-níaco sintético. Esta fábrica ha sido construida y está diri-gida por el personal de la Chemical Engineering de Nueva York, y construye en la actualidad una segunda fábrica .

2." Bobriki, situado a 200 km al sur de Moscú. Es un centro de industrias electroquímicas; se encuentra en la proximidad de un importante yacimiejito de carbón, de arci-llas para obtener productos refractarios, mineral de hierro, fosfatos y arena procedente de cuarzo para fabricación del vidrio.

3." Tchernorieznitski, cerca de Nijni-Novgorod, donde se fabrica carburo y cianamida de calcio, ácido sulfúrico y ní-trico.

La U. R. S. S. cuenta actualmente con 50 institutos téc-nicos, doinde más de 10.000 investigadores estudian el apro-vechamiento de las inmensas riquezas de Rusia.—Jj. 3.

La instalación de Modderfontein en el Africa del Sur, para la fabricación de amoníaco sintético. (Journal ot the South African Institution of Engi-neers, vol. 30, pág. 121). La Compañía African Explosives and Industries ha ins-

talado una fábrica de amoníaco sintético de una capacidad de producción de 13 a 14 t de amoníaco al día; este produc-to se oxida después para obtener ácido nítrico destinado a la fabricación de explosivos.

Una instalación de oxidación está situada en la fábrica de Modderfontein, y otra en la fábrica de explosivos de El Cabo, cerca de Cape Town. El amoníaco se obtiene en ambas fá-bricas en solución acuosa al 25 por 100. Para la producción de amoníaco sintético se ha adoptado una modificación del proceso Haber. Se obtiene el hidrógeno de una instalación que funciona automáticamente para la obtención de gas de agua, instalación que gasifica diariamente 40 t. de coke. El gas que se obtiene contiene un tanto por ciento muy elevado

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de nitrógeno (24 por 100), debido a la admisión de una co-rriente de aire durante la gasificación, y contiene también cantidades, menores de la normal, de óxido de carbono (35 por 100) e hidrógeno (35 por 100); la proporción de anhídri-do carbónico asciende al 5 por 100. El gas de agua reac-ciona con el vapor en presencia de un catalizador, obtenién-dose así hidrógeno. El anhídrido carbónico producido durante la gasificación después de enfriado el gas se retira, laván-dolo con agua a una presión de 5,5 kg por cml Para ello se emplean seis compresores sucesivos, extrayéndose el gas para su lavado después de la cuarta etapa de compresión. Después vuelve d gas a las etapas de compresión quinta y sexta, con objeto de aumentax su presión a más de 210 kg antes de retirar el óxido de carbono con ima solución amo-niacal de cobre. Los gases obtenidos pasan después a los con-vertidores de amoníaco, de los cuales hay cuatro xmidades; cada una pesa, con sus aparatos accesorios, unas 21 t. A la salida de estos convertidores, el gas contiene un 8 por 100 de amoníaco, que se extrae con agua a presión. Al quitar la presión a este líquido, la solución acuosa cede la mitad del amoníaco que lleva disuelto, y entonces este amoníaco pasa a la instalación de oxidación, mientras la solución restante se envasa para transportaraa a la fábrica de explosivos de El Cabo.

La instalación de oxidación utiliza como catalizador 4 jue-gos de tela de platino de 80 mallas; recibe una mezcla de amoníaco y aire (de 8 a 9 por 100 en volumen), que se ca-lienta previamente a 300» C por los gases que vienen de las cámaras de reacción. Estos gases contienen de 92 a 97 por 100 de óxido nítrico, que se oxida posteriormente en el sistema refrigerante por un exceso de aire, formándose tetraóxido de nitrógeno. Absorbido este cuerpo por el agua, se produce ácido nítrico. Como la concentración del ácido es sólo el 50 por 100, es necesario concentrarlo en presencia de ácido sulfúrico hasta la proporción necesaria para obtener los de-rivados nitrados de la glicerina (92 a 98 por 100). Para ello se emplean cuatro alambiques de 9 m de altura y 56 cm de diámetro; la mezcla de ácido sulfúrico y ácido nítrico cae por estos destiladores, que al mismo tiempo están atravesa-dos por una corriente ascendente de vapor. De esta opera-ción resulta ácido sulfúrico de escasa concentración, que en la fábrica de El Cabo se utiliza para la producción de abo-nos o se vende; pero en la fábrica de Modderfontein se con-centra en torres Gaillard provistas de separadores eléctri-cos sistema Lodge-Cottrell, que retiran la niebla de ácido que se separa del vapor procedente de las torres. La concentra-ción se realiza con un rendimiento del 97 por 100.—1,. J.

INSTALACIONES TERMICAS

TJn nuevo grupo en que la caldera gira a la velo-cidad de la turbina.—(Dr. Ing H. Vorkauf, Poieer, 12 noviembre 1932, pág. 223.) En el grupo que vamos a describir no sólo se completa la

mecanización del generador de vapor, sino que se agrupan los componentes de toda la instalación generadora de energía en una sola unidad.

El principio de la operación se indica esquemáticamente en la figura 1.a Por calentamiento de la pata i del sistema tu-bular giratorio, se forma en ella una mezcla de agua y vapor más ligera que el agua contenida en a y la fuerza centrífu-ga, cuyo valor depende del diámetro, velocidad y diferencia de densidades, origina una determinada presión en el tu-bo b. Los valores de esta presión fueron estudiados en un mo-delo experimental y se señalan en la curva de la figura 2.", que nos muestra la posibilidad de aumento de presión sin bomba de alimentación, al mismo tiempo que se evita un sis-tema exterior para la circulación del agua, circulación que resulta de la misma transformación del agua en vapor.

En las figuras 3." y 4." se indica la disposición práctica de la instalación. El agua entra por n al eje hueco y atraviesa el precalentador de tubos a, de donde es forzada a través de los tubos b a los c dispuestos radialmente. El vapor se forma en los tubos b y c, y la fuerza centrifuga determina la pre-sión del mismo, que, para una velocidad de 3.000 r. p. m. y

Fignra 1.» Principio del luncionamlento de la caldera.

un diámetro exterior del sistema giratorio de 1,13 m., alcan-za im valor de 120 kg/cm^ en el colector íü.

El vapor, a 120 kg/cm'', pasa por el recalentador e y el co-

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Presión en función de la velocidad de giro. lios punios señalados al lado de la curva son los valores obtenidos ex-

perimentalmente.

lector / situado en el extremo izquierdo del eje hueco a los álabes de una turbina auxiliar, donde se expansiona hasta la presión deseada. El vapor expansionado se recalienta. en

Figura 3.» Sección longitudinal del generador de tipo industrial.

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los tubos h que rodean el horno y pueden utilizarse en otra turbina de baja presión o para otro uso cualquiera.

El grupo descrito, con un rendimiento de 85 por 100, eva-pora 1.815 kg. por hora, con ama expansión de 120 kg/cm=

Figura 4." Sección transversal del generador de tipo industrial.

a 380° C. hasta 25 kg /cm' y una potencia de 850 kW. Para el movimiento del generador, incluido el suministro de aire y las pérdidas por turbulencia en las superficies de calefac-ción, gasta 200 kW., lo que nos da ima potencia efectiva de 650 kW.

El vapor a 25 kg/cm" es recalentado a 450° C. en li. E2 retomo del agua condensada se regula por la misma ve-

locidad de calefacción, sin necesidad de regulación automá-tica.

La transmisión del calor se favorece por la velocidad de rotación, de tal modo que en este grupo se obtiene 36.500 cal/m= llora y grado de diferencia de temperatura, que segu-

Figura 5.»

Comparación de los espacios requeridos por una instalación co-rriente y del nuevo tipo.

ramente será mejorada, lo que origina una reducción de la 1

superficie de calefacción a de la normal. 15

Por otra parte, el rotor hace el papel de ventüador, y el

hecho de estar perfectamente cerrado le hace insensible aJ polvo y las cenizas, que son rechazadas y pueden recogerse por las aberturas o.

El coste del grupo es aún menor que el de una caldera de baja presión con la misma evaporación, y la fabricación en serie le disminuiría seguramente. Además, la instalación se simplifica de manera notable, como indica la comparación grá-fica de la figura 5."

El grupo caldera-generador descrito puede utilizarse con cualquier tipo de combustible: gaseoso, líquido o pulverizado. Su construcción ligera y compacta le hace apropiado para barcos, locomotoras, etc.; bien como instalación auxiliar o p r i n c i p a l . — M . de la Madrid.

MATERIALES DE CONSTRUCCION La conductividad térmica de varios materiales de

construcción. — (I. S. Cammerer, Gesundheits In-genieur, vol. 54, pág. 637). El autor ha realizado ensayos sobre 29 paredes, techos y

suelos para deteiuninar sus respectivas transmisiones de calor en condiciones ordinarias. No indica las dimensiones de la habitación donde se han verificado los ensayos, pero estable-ce que con objeto de obtener resultados con un error menor del 10 por 100 de la superficie de la pared ensayada debe me-dir por lo menos de 63 a 81 m^ y que es necesario emplear ima potencia de 2 kW para la calefacción de la habitación.

M A T E R I A L .

Paredes sólidas: Muros de ladrillo Hormigón poroso Hormigón de escorias Hormigón de piedra pómez

Paredes huecas: Ladrillo con un espacio de aire de 22 % Dos losas de hormigón Dos muros de ladrillos huecos y un espa-

cio de aire

Techos: Vigas de madera y espacio de aire

Suelos: Vigas de madera y enlucido de yeso Hormigón armado

Conductividades relativas.

1,0 0,48 0,69 0,71

0,85 0,35

0,63

0,66

0,27 1,33

En cada uno de los ensayos el autor ha indicado la humedad, espesor y edad del material empleado (que varía desde un año a treinta años). En el cuadro adjunto se com-paran las conductividades de los materiales corrientemente empleados con las del ladrillo de igual espesor.—L. J.

Mejoras introducidas en la fabricación de alea-ción Silumin y en su utilización en fundición.— (G. Sachs, Carnet de la Metallgesellschaft, abril 1933, pág. 20.) El silumin es ima aleación de aluminio y silicio, fabricado

por electrólisis partiendo de primeras materias extraordina-riamente puras, por lo que resulta más caro que la mayor parte de las aleaciones corrientes que se encuentran en el mercado. Comparado con el electrón, aleación de magnesio, el silumin tiene el inconveniente de una densidad más elevada.

Para que haya podido responder a las condiciones cada vez más severas de la técnica moderna, ha sido necesario introdu-cir notables mejoras, no sólo en la composición sino en la for-ma de trabajar en la fundición. La realización de tipos esen-ciales de silumin ha abierto amplios campos para su aplica-ción en aquellos casos en que a la complicación de la forma

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de las piezas hay que añadir la necesidad de que cumplan de-terminadas condiciones, tanto mecánicas como quimicas. Las mejoras introducidas en las técnicas de fusión, moldeado y colado, han permitido elevar la regularidad y calidad de las piezas a un grado tal de perfección, que se puede decir que el silumin, si la colada se ha hecho por operadores experi-mentados, asegura las mismas garantías que la aleación la-minada.

El gran desarrollo y las numerosas aplicaciones que el si-lumin ha encontrado desde su aparición son debidas, en pri-mer lugar, a su fácil colada, lo que permite hacer piezas de paredes extraordinariamente delgadas que posean propiedades mecánicas muy regulares. Haciendo la colada sobre arena, que es el procedimiento más empleado en la fundición del si-lumin, es necesario hacer un afinado con sodio, o por medio

Figura 1.»

Tiirte superior do un cárter protector do motor de automóvi l , f u n -dido en coquilla, en si lumin; peso, 32 Kgs .

de una sal que lo ponga en libertad, para obtener las carac-terísticas especiales buscadas en la pieza.

En las piezas no afinadas, la homogeneidad desaparece de-bido a la presencia de cristales de silicio, bajo la forma de placas exagonales, rodeadas de una masa resistente de alu-minio. Por la acción del afinado los cristales se redondean y reducen de tamaño, actuando como inclusiones y aiunen-tando la dureza de los cristales de aluminio o sin perjudicar al conjunto. Esta acción afinadora del sodio no está aún ex-plicada.

Se ha podido apreciar que cuando la .colada se hace en ma-las condiciones las superficies presentan pequeños agujeros que le dan un aspecto desagradable, aunque a causa de su tamaño y forma redondeada no influyen apreciablemente en la resistencia de las piezas. Después de largos estudios se ha conseguido llegar a hacer desaparecer casi en absoluto estas pequeñas picaduras, completando el refinado por sodio con otro realizado por medio de sales. Los estudios no se han terminado todavía y, por consigruiente, no se puede dar un método preciso de trabajo.

Cuando se tiene que trabajar para piezas en serie con mol-des metálicos el silumin presenta unas ventajas extraordina-rias con relación a las otras aleaciones a causa de ser una aleación eutéctica, por lo que ésta no pasa por el estado pas-toso, extraordinariamente sensible desde el punto de vista me-cánico, y durante el cual se producen las grietas, debidas a la contracción durante la solidificación, no tomando la pieza por los mismos motivos la forma exacta del molde; por el contrario, al encontrarse siempre el silumin, bien en estado sólido, o estado líquido, nunca en estado intermedio, no se producen grietas y la pieza es una perfecta reproducción de to-dos los detalles del modelo. La pieza más grande que se ha colado en estas condiciones es el cárter de un motor de au-tomóvil. El enfriamiento rápido que se obtiene asegura un cierto afinado en la estructura, que no es posible obtener tra-bajando con arena.

El silumin se emplea igualmente en gran escala en cola-das a presión, forma extraordinariamente práctica cuando se trata de piezas de una gran complicación. El enfriamiento, extraordinariamente brusco, asegura un nuevo aumento de las características mecánicas.

El sUumin de cobre fué más tarde modificado con adición de manganeso en pequeña cantidad (0,3 por 100), que a la vez que aumenta algo la dureza tiene como principal objeto co-rregir la acción del hierro o la del cobre, cuando cualquiera de estos dos elementos, bien por defecto de dosado o por ma-nipulaciones defectuosas se encuentra en cantidades excesivas. El cromo y el cobalto tienen las mismas propiedades que el manganeso.

Sometiendo después la aleación a im tratamiento térmico adecuado se pueden mejorar notablemente las condiciones: así un simple revenido permite mejorar notablemente la dureza y el limite elástico. Con tratamientos más complicados se pue-den hacer variar otras propiedades.—L. N.

MAQUINAS Y MOTORES La combustión en los motores de aceite pesado.—

(Biilletin Technique dii Bureati Ventas, Septiem-bre 1932).. En el proceso general de la combustión en los motores

de aceite pesado, distinguen los autores tres fases, denomi-nada la primera "fase de retardo". El artículo estudia el efecto de la naturaleza del combustible sobre esta fase de retardo y sobre los "choques de combustión", el efecto del tamaño de las gotas de combustible, de la temperatura, de la presión, de la velocidad del motor y de otros factores. De este estudio deducen que conviene escoger los combusti-bles entre los que presenten menor período de retardo, y reducir este período por medio de un aimiento de presión y de temperatura del aire, sobre todo en el trayecto que recorre el combustible pulverizado. En estas condiciones, estando anulado sensiblememte el período de retardo, podrá regularse la combustión enteramente por disposiciones adecuadas de la bomba de combustible y del pulverizador. El problema será además tanto más difícil cuanto mayor sea la velocidad del motor; el aumento de la compresión no conseguirá un aumen-to del rendimiento efectivo más que cuando los rozamientos no hayan aumeintado proporcionalmente.

En los límites de las presiones máximas admitidas en los cilindros, el ciclo a volumen constante no ocasiona un rendi-miento superior al del cilindro mixto de la misma presión máxima. En cambio, el ciclo mixto presenta las ventajas de una presión y de una temperatura más elevadas en el mo-mento de la inflamación, lo que conduce a una reducción del período de retardo y por lo tanto a mejorar notablemente el rendimiento de la combustión. El aumento de presión y tem-peratura deberá completarse por medio de disposiciones apro-piadas del aparato de pulverización y turbulencia; esta últi-ma no debe interveinir, siempre que ello sea posible, para calentar el aire durante el periodo de admisión, sino para sobrecalentarlo en la próximidad del pulverizador, a fin de reducir el periodo de retardo. La combustión se hará entonce,? enteramente bajo la dependencia del pulverizador y de la bomba de combustible, sin una presión máxima exagerada.

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En lo que se refiere a los pulverizadores, los de válvula automática a presión parecen actualmente lo más satisfac-torios y menos costosos, pero también se pueden disponer pulverizadores de válvula accionada mecánicamente.—L. J.

METALURGIA

Nuevo sistema de concentración y amalgama-c i ó n . — a n d Mining Journal, volumen CXXXIII, pág. 402).

El jefe del Departamento de Metalurgia del Michigan Col-lege of Mines and Technology (Estados Unidos) ha proyec-tado un aparato que forma parte del equipo de concentra-ción para lavar arenas auríferas y concentrar y amalgamar el oro. Llámalo su inventor "Concentrador Amalgamador", y sus características más salientes pueden verse represen-tadas esquemáticamente en las figuras 1.» y 2.°, asi como en la 3." se ve el modo en que se aplica al lavadero.

En la fig. 1." se indican los rasgos característicos del nuevo aparato: un recipiente cónico (1) cuyas paredes tienen una inclinación comprendida entre la vertical y el ángulo de re-poso de los lodos espesos; dentro del cono y montadas sotare un eje (2) van unas cuantas paletas horizontales dispuestas de tal modo que la pulpa que entra por el canal (6) las hace girar, aprovechando de este modo para agitar la pulpa una energía que de no utilizarse en esto, se perdería. La descarga del fondo del cono va en una caja o cubeta llena de mer-curüo (4) bajo cuya superficie el mineral descargado es im-pelido por una hélice aspirante (5) dispuesta en el extremo inferior del eje central (2), siendo la altura del mercurio por encima del pimto de descarga del cono, suficiente para mantener la altura deseada de la pulpa. Los materiales que flotan en la superficie del cono tienen su salida por la canal (6); los de la cubeta del mercurio por la canal (7), y la descarga de la amalgama del fondo de la cuba se hace por el conducto (8) y está dispuesta de modo que el trabajo sea continuo.

En los experimentos realizados se ha visto que la inclina-ción más conveniente de las paredes del cono es de 60®, y que no es necesario que el diámetro guarde relación con la altura. Excepto la hélice aspirante del fondo, las paletas pue-den tener la inclinación que se quiera, pues no es preciso que sean verticales ni inclinadas; no obstante se ha demos-trado en algunos casos que la inclinación más conveniente era de 45°.

El funcionamiento del aparato es como sigue: en la figura

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Figura 1."

Esquema; del concentrador-anialgamador.

I." el depósito de mercurio (4) está lleno, de modo que la altura del mercurio, o sea la profundidad de inmersión del extremo del cono, equilibre la presión hidráulica debida a los lodos de mineral que llenan el cono concentrador. La

mezcla de mineral y agua, o sea la pulpa, introdúcese por la canal de alimentación (9) sumergida por debajo del nivel del líquido en el cono; la pulpa queda a una altura conve-niente, H, y entra en el cono tangencialmente golpeando la ancha paleta impulsora; parte de su energía cinética se con-vierte en trabajo y hace girar al eje solidario con las pale-tas; su caudal y velocidad pueden ser regulados por el ta-

, maño del canal de entrada, y la altura de éste con relación a la altura de carga que tiene en el punto de entrada al cono.

Al tratar los lodos, el choque de las partículas de mineral

Kepreseaitaclón esquemática tlel concentrador - amalgamador en

proyección horizontal.

y del agua contra las paletas haciéndolas girar, disminuye la velocidad de dichas partículas, y las mayores se sedimen-tan en el centro del cono, mientras que las más ligeras, por efecto del constante remolino ocasionado por la entrada tangencial de la pulpa, son lanzadas a la periferia. Cuando se tratan arenas es necesario promover la rotación del eje por medios mecánicos.

La presencia del mineral en el cono aupienta la densidad del agua, y los lodos y las partículas de arena más pequeñas son rechazados tangencialmente en la periferia saliendo por el canal superior (6); las partículas de arena más grandes y más pesadas que se van sedimentando en el fondo del cono, son impelidas hacia abajo a través de la superficie del mer-curio, por las pequeñas héUces propulsoras, teniendo lugar de este modo la consiguiente amalgamación o bien la sedi-mentación de aquellas partículas más pesadas que el mer-curio, mientras que las más ligeras flotan en la superficie del mercurio para mojar estos materiales, y también es con-veniente agitar la superficie del azogue. Además la descarga de cualquier aparato de concentración puede igualmente for-zarse bajo la superficie del mercurio, bien por medios mecá-nicos o bien dando altura suficiente a la columna de pulpa, esto es, de la mezcla de agua y mineral.

Se descargará la amalgama por las válvulas V y VI, y los metales pesados que no amalgaman se recuperarán ce-rrando V y abriendo VI; una vez que el exceso de azogue haya sido eliminado de la amalgama o convenientemente des-tilado de ella, podrá recuperarse el mercurio.

Los caracteres más salientes de este aparato son: 1.» que favorece la flotación de los minerales ligeros en la superficie, como estériles; 2." que ayuda a himdirse a los minerales pe-sados como el oro y otros más pesados que el mercurio; 3." que fuerza el contacto de todos los minerales pesados con el mercurio, haciéndolos pasar a través de él y promoviendo así la amalgamación; 4.° que impide el paso a través del azogue, de un gran volumen de materiales que producirían su emulsión, y consiguientemente, la pérdida de una gran parte de él con los estériles; 5.° que permite la extradición de los productos amalgamados y de los metales más pesados que el mercurio, que no se amalgaman, y 6.°, que la agita-ción de la mezcla en contacto con el mercurio limpia la superficie de las partículas metálicas y hace más probable la amalgamación.

El agua que se desborda por la superficie libre del cono es fácil de recuperar por procedimientos corrientes emplea-dos para agotar los lodos y volverla de nuevo al lavadero.

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La flg. 3.» muestra el aparato de que nos ocupamos inter-calado en una planta de concentración que funciona del modo siguiente:

tanque de sedimentación (1) recibe los finos de una caja

Figura 3.« Una de las posibles apl icaciones del concentrador-amalgiamador.

de lavado (11), y se desborda sobre el concentrador-amalga-mador (2); el fino pasa a uno o más concentradores-amaiga-madores (3) dispuestos en serie, en paralelo o bien de ambas maneras, en los cuales se quita el oro y otros metales pe-sados. El azogue arrastrado por los materiales que flotan en la superficie de la cubeta se recupera en la p u r ^ (5); el liquido que rebosa del concentrador (3) se trata én €l con-centrador-amalgamador (10). También vemos en la figura otro cono concentrador (8) que trata los concentrados pro-cedentes del (3). El cono concentrador (9) es para tratar los tamaños menudos y los finos procedentes de una caja de lavado. Los (6) y (7) muestran la posibilidad de trata-miento de los concentrados por el remolido y amalgamación, o bien por otros procedimientos; el (12) es un tanque de sedimentación.—T. Hevia»

Gonce atración de miaerales ligeramente magné-ticos.—f&zá' 'Meenwá- and Mining Jonrnal, volu-men CXXXIII, pág. 403.)

La Dings Magnetic Separator Company de Milwaukee (Wisconsin, Estados Unidos), ha patentado un concentrador magnético cuyas principales ventajas son ima gran capacidad y un poder intenso de separación no alcanzado hasta ahora con ningún otro.

Las separaciones que pueden hacerse con él son: la mica del feldespato; el óxido de hierro de la bauxita; la dolomita del yeso, y las partículas de óxidos de hierro cementadas en arena silícea, de esta ganga. Considerando que además del hierro existen un gran número de minerales magnéticos en cierto grado, se adivina la posibilidad de hacer separaciones completas y delicadas, las cuales significarían mejoramiento de un producto ya concentrado; reducir el precio de obtención de ciertos materiales que requieren separación; y por fin, y esto es quizá lo más importante, obtener la separación mag-nética y purificación práctica de los minerales y depósitos de minerales considerados hasta ahora como intratables por los procedimientos conocidos. Damos a continuación una lista que contiene 36 clases de minerales magnéticos en la cual se representa el poder magnético de cada mineral con relación al del hierro tomado como ciento.

Como se muestra en el esquema adjunto, el efecto mag-nético utihzado se produce con un electroimán de tipo de herradura, que tiene los polos apuntados; entre estos y la armadura van unos cilindros que corresponden uno enfrente de cada polo; la armadura tiene los extremos curvos para adaptarse a los cilindros, y entre estos y la armadura queda el menor espacio posible a fin de reducir la resistencia opuesta al paso del flujo magiiético; de este modo la líneas de fuerza quedan concentradas casi por completo en el espacio que

separa los polos de los cilindros. El campo magnético des-arrollado posee una intensidad de 18.000 Gauss.

Su funcionamiento es como sigue: El material cae de la tolva sobre el primer cilindro inductor, el cual, por ser de hiero magnetizado, atrae a su superficie las partículas mag-néticas del material, manteniéndolas allí hasta que pasan por la arista inferior inactiva de los ciUndros.

Aunque se supone que el primer cilindro quita la mayor parte de las partículas magnéticas, no obstante, cuando se trata dé partículas débilmente magnéticas o magnetizadas, se coloca un segimdo cilindro, en el cual es tratado de nuevo el material no magnético; de este modo pasa cuatro veces por la zona magnética; en sucesivas pasadas van obteniéndose más partículas magnéticas hasta que llega un momento en que la cantidad así concentrada es infinitesimal.

Para materiales como la areina silícea, la capacidad de pro-ducción calcúlase en ocho toneladas por hora, que en opinión del fabricante es ocho veces mayor que la de ningún otro se-parador magnético de gran intensidad de los fabricados has-ta el día.

Los fabricantes han prestado mucha atención a que cuan-do se emplea el electroimán en forma de herradura las líneas de fuerza no se desvíen, de modo que el flujo pueda ser con-

Brídge bar

Coi!

^nd magnef'ic Non-maqmfit product prodocf

Figura l.« Esquema del concentrador de mine-

nales magnéticos.

centrado en el punto donde ha de aplicarse. Se ha obtenido un consumo uniforme y relativamente bajo de corriente eléc-trica empleando bobinas de muchas espiras y una pequeña intensidad.—T. Hevia.

PODER MAGNÉTICO DE VARIOS MINERALES CON RELACIÓN AL DEL HIERRO TOMADO

100,00 Magnetita 40,18 Franklinita .... 35,38 Ilmenita 24,70 Pirrotita 6,69 Siderita 1,82 Hematite 1,32

1,01 Limonita 0,84 Corundo 0,83 Pirolusita 0,71 Manganita 0,52 Calamina 0,51

0,40 Cuarzo 0,37 Rutilo 0,37 Cerusita 0,30 Cerargirita .... 0,28

Argentita Oropimente .. Esfalerita .... Molibdenita .. Dolomía Bornita A.patita Willemlta Tetraedrita .. Talco Arsenopirita Magnesita .... Calcopirita ... Fluorina Cincita Celestita Cinabrio

0,27 0,24 0,23 0,23 0,22

0,22 0,21 0,21 0,21 0,15 0,15 0,14 0,12 0,11 0,10 0,10 0,10

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S E C C r O N D E E D I T O R I A L E S E I N F O R M A C I Ó N G E N E R A L

Año XI . -Vol . Xl . -Wúm. 127. Madrid, julio 1933

I N G E N I E R Í A Y C O N S T R U C C I Ó N REVISTA MENSUAL HISPANO-AMERICANA

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Secretarlo de Redacción: É. Rodrignez Mata.

Sumario: P á ? s .

Cálculo de arcos parabó-licos de cuarto grado, por J. L ó p e z Rodr í -guez

El efecto corona y los ca-bles de aluminio, por G. Prados

Investigación sobre c i -mentaciones

El suministro de carbón pulverizado en sacos de papel

Pluviometría y a for os por J. Gelpí B lanco

Las sales potásicas en España, por A. Marín y Bertrán de Lis

D E OTRAS REVISTAS:

La "Presa Rodríguez" en el territorio de la baja California

Diques con pantalla de hormigón

El puente Bixby "Ó'reek.'.'. Las líneas de transporte

de energía para la elec-trificación de los ferro-carriles italianos

El rectificador de mercu-rio aplicado a la electri-ficación de ferrocan-iles en alterna

El laboratorio para ensa-yo de disyuntores de l.eoo.ooo hVA de las fá-bricas Reyrolle en New Town (.Inglaterra)

Locomotoras e l é ctricas para Rusia

Nueva locomotora eléctri-ca para los ferrocarriles alemanes

345

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376

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377

377

378

Págs.

Recientes investií/aciones sobre la depuración de aguas residuales por medio de la electricidad. 378

El progreso de la. gran in-dustria química en Ru-sia

La instalación de MÓd'der-fontein en el Africa del Sur, para la fabricación de amoníaco sintético... 379

Un nuevo grupo en que la caldera gira a la veloci-dad de la turbina 380

La conductividad térmica de varios materiales de construcción 351

Mejoras introducidas en la fabricación de aleación Silumin y en su utiliza-ción en fundición 381

La combustión en los mo-tores de aceite pesado... 382

Nuevo sistema de concen-tración y amalgama-ción 383

Concentración de minera-les ligeramente magné-ticos .384

EDITORIALES : La Conferencia Económi-

ca Internacional 38j

INFORMACIÚN GENERAL:

El plan de obras hidráu-licas del Ministro de Obras Públicas 386

La acequia del Flumen... 387 El pantano de Linares del

Arroyo 3g8 NOTICIAS VARIAS 389 BIBLIOURAFIA 400

E d i t o r i a l e s La Conferencia Económica Internacional.—Se

senta y siete naciones han enviado' representantes a ^ reuniones que en el Museo Geológico de South Kensmgton (Londres) se;, vienen celebrando con mo-tivo de la Conferencia Económica Internacional, ter-cera asamblea de este género que se celebra desde la terminación de la guerra. La primera tuvo lugar hace once años en Génova y la segunda, en 1927, en Gi-nebra. Sus resultados fueron casi nulos, a pesar de

lo cual la Conferencia de Londres ha despertado grandes ilusiones que se van disipando conforme transcurren los días y las semanas, sin que de sus trabajos se deduzca consecuencia alguna práctica v concreta.

Cada vez se acusa más la oposición existente entre los problemas económicos de orden internacional y las exigencias de la estabilidad económica interna de las grandes naciones que llevan en Londres la voz cantante. Los Estados Unidos, con una gran produc-ción sin mercado, piden la supresión de las barreras aduaneras, pero se niegan terminantemente a ofrecer garantía alguna en lo que se refiere a la estabiliza-ción de su moneda, en cuya desvalorización ven un arma más para conquistar compradores en otros países. El Gobierno inglés sostiene que no se arre-glará nada mientras no se llegue a una solución de-^ t i v a del problema de las reparaciones y deudas de guerra, y al mismo tiempo trata de convencer a las demás naciones de la necesidad de estabilizar los cambios, medida queu afecta especialmente a los Estados Unidos, ya que la continuada baja del dólar ha producido grandes daños al comercio britámco.

.Remanía, llena de deudas, asegura que nunca po-dra liquidar éstas si no se la dan grandes facilidades para la exportación. Francia asustada por la polític inflacionaria de otros países se pronuncia decidida-mente por la estabilización. Rusia protesta de las di-ficultades con que tropieza su comercio exterior, que de hecho representan una situación de guerra eco-nómica. Y hasta ahora nada hace prever la posibi-lidad de que las enormes diferencias que separan entre sí estos puntos de vista puedan ser salvadas.

Ni aun en el terreno teórico puede señalarse una orientación definida. Algunos han tratado de presen-tar la Conferencia como una manifestación del fra-caso de la economía dirigida. Sin embargo, como muy acertadamente ha hecho notar el político y econo-mista italiano Stéfani, los que tal afirmen olvidan que el programa de la Conferencia ni siquiera ha osado rozar uno de los problemas fundamentales de la economía liberal. Ni en dicho programa ni en mo-mento alguno de la Conferencia se ha hablado de la libertad de movimiento de los hombres, como si la libertad de movimiento de las mercancías y de los capitales tuviera, desde el punto de vista econó-mico, más importancia que la del movimiento de las personas. Italia, con una formidable densidad de po-blación, siente más que país alguno este problema y ve con cierto escepticismo que se habla de frater-nidad internacional mientras los italianos tropiezan con enormes dificultades para enviar fuera de su país el exceso de su población que podría encontrar fácil asentamiento en otros, como los Estados Unidos to-davía poco poblados. '

En resumen, la Conferencia Económica Interna-cional va camino de seguir una trayectoria semejante a la de su predecesora la Conferencia del Desarme Muchas palabras, muchas buenas intenciones v nada mas.

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I n f o r m a c i o n g e n e r a

El plan de obras hidráulicas del ministro de Obras Públicas La Prensa de Madrid ha publicado

unas declaracidnes del ministro de Obras Públicas, acerca del plan de obras hi-dráulicas. Según estas declaraciones, se pedirá al Consejo de Obras Hidráulicas su dictamen sobre ese proyecto de plan, y simultáneamente se solicitarán las opiniones de los ingenieros directores de las Mancomunidades Hidrográficas y jefes de los Servicios Hidrográficos, a fin de contar con su parecer por lo que respecta a la parte de plan que corres-ponda a las respectivas zonas. Esto, por lo que se refiere a organismos depen dientes del Ministerio, pues la informa-ción se extenderá a otros centros y per-sonas, poniéndose singular ahinco en la ilustración de la parte económica del plan, tan interesante o más que la téc-nica.

Cinco mil millones de pesetas en vein-ticinco años.

Se trata de una inversión de cinco mil millones de pesetas, que distribuidas en veinticinco años supondrá una cantidad de doscientos millones anuales. El plan del Cemtro de Estudios Hidrográficos habrá de ser discutidisimo. En realidad se ha abierto ya el debate con la impug-nación que ha formulado el Consejo de Obras Hidráulicas tras un breve exa-men del proyecto. Ahora se le dará ma-yor holgura, para que sin apremios pue-da hacer un estudio a fondo, sin verse obligado a formular su juicio sobre la base de ligeras lecturas.

Síntesis del proyecto.

El proyecto de plan formulado por el Centro de Estudios Hidrográficos, pre-sentado ya al Parlamento con caráctei oficial y que en breve se imprimirá con los gráficos que lo ilustran, a fim de que pueda conocerlo todo el país, atiende de un modo preferente al aspecto agríco-la, o sea a las obras de riego, aunque sin desatender, ni siquiera olvidar, el importante aspecto industrial hidroeléc-trico, por cuanto esa atención la han merecido singularmente las obras de mayor y más dilatada influencia econó-mica, en las cuales la conveniencia in-dustrial se superpone a la agrícola de dotar antiguos, nuevos o futuros rega-díos.

Aspirando además el plan a consentir una racionalización de nuestras produc-ciones agrarias, un verdadero reajuste lógico y reproductivo en grado máximo de los cultivos, están atendidas igual-mente, y en la medida indispensable

para ofrecer un cuadro general, algunos otros interesantes aspectos, como el fo-restal y el comercial, deduciéndose de todo ello consecuencias aprovechables en orden a la seguridad ribereña y a la sa-nidad del campo.

Han servido de base para la forma-cióm del plan: de un lado, la experien-cia que ofrece el desarrollo de los ante-riores, singularmente del que aún, al fin de tantas alteraciones locales, puede considerarse como vigente en el orden legal, y de otro, algunos estudios fun-damentales, de los cuales la memoria del plan reproduce los principales tér-minos y más interesantes consecuemcias para aprovechat sus enseñanzas.

Antecedentes de otros planes.

Indica después el señor Prieto los an-tecedentes históricos del plan que reco-ge la Memoria deteniéndose en el pro-yecto de 1902, que comprendía 270 obras de derivación y regulación, o sea de ca-nales y pantanos.

De aquellas obras hay 29 en explota-ción, 15 en ejecución, 55 en estudio y 171 desechadas.

Comprendían 1.469.922 hectáreas; pe-ro si se tienen en cuenta los proyectos y aun obras adicionados después, la su-ma abarcada por el plan vigente es de unos dos millones de hectáreas.

De esa amplia zona supeditada a la acción oficial se han beneficiado hectá-reas 178.154, que referidas al plan pri-mitivo representan un 12 por 100. El coste medio unitario ha sido de 1.084 pesetas por hectárea, que se refiere, na-tural y exclusivamente, a la gran obra hidráulica, o sea al pantano y a los ca-nales principales.

En la actualidad, la superficie total abarcada es, según se dijo, de unos dos millones de hectáreas, sin incluir algu-nas, bastantes más, de regadíos even-tuales e inseguros, que será forzoso re-gularizar, como empeño previo común a cualquier plan e impuesto por una rea-hdad inmediata e ineludible. De esa su-perficie se han beneficiado por obras re-cientes 270.000, de las cuales, 187.000, o sea el 70 por 100, corresponden al Ebro y ofrecen una base de experiencia.

Aspecto económico.

Un estudio detenido de nuestro co-mercio exterior ha permitido clasificar las distintas partidas y estimar que la salida más importante de numerario es precisamente la impuesta por la necesi-dad de adquirir productos, que podrían

serlo de nuestro suelo, en la siguiente proporción: productos forestales, 189 millones; ganaderos, 212, y agrícolas, 831. En total 1.232 millones de pesetas anuales, de los cuales son evitables, 262, y debidos a manufacturas que sólo lo soin en parte, 136; en resumen: unos 900 millones de pesetas anuales de salida corregible.

Los términos precisos se deducen de estudios parciales completos del trigo, algodón, tabaco, diversos cereales y le-gumbres, piensos, forrajes, productos ganaderos y forestales, entre los de con-sumo; naranja, patata, fruta y sus pul-pas, pimentón y cebolla, entre los expor-tables.

Sin imprudente exclusivismo, el con-sumo nacional habrá de ser preferente-mernte atendido en su día, por las zonas interiores, y los productos explotables habrán de encontrar su zona de elec-ción en la litoral mediterránea mejor comunicada con el exterior.

Desarrollo del plan.

El plan se divide en dos etapas: una primera, que tiene como finalidad la so-lución de aquel problema inicial e inelu-dible, y como base, las obras en marcha más adelatntadas y fáciles, y otra segun-da, que es la de desarrollo complemen-tario y con la que se tiende a una nor-malidad constructiva, muy atenuada.

Se justifica en la memoria del plan la posibilidad de un plazo de veinticinco años, previa revista de las dificultades previsibles y de las realidades naciona-les en orden a capacidad adquisitiva y consumidora, población, recursos... Se estima que la mayor dificultad estriba en la creación del Instrumento apto pa-ra la gran empresa y en la forzosa li-mitación de la capacidad constructiva del país, que ya ha sido pulsada y va-lorada .

La primera etapa comprende 553.170 hectáreas para las exigencias del con-sumo, con la ayuda de 215.440 hectáreas transformables en productoras de frutos vendibles. En la segunda etapa se in-cluyen 414.790 hectáreas para el des-arrollo de aquel cometido, y se reser-van 318.940 hectáreas para im posible y verosímil incremento del comercio ex-terior.

Resulta para la primera etapa, que es la fundamental, menos de la mitad de la superficie incluida en el plan primi-tivo de 1902, y para el conjunto previs-to al cabo de veinticinco años, una mi-tad de lo que cuenta en la actualidad.

Ya se anunció que el plan lo sería de ordenación y moderado si había de cum-

Page 43: Revista Ingeniería y Construcción (Julio, 1933)

plir sus fines y ofrecer garantías de se-riedad y eficacia.

Goste de las obras.

A pesar de ello, la cifra resultante es la mayor conocida, aunque muy inferior a la que se atribuye.

Hasta ahora, en efecto, o se formaron los planes sin el inmediato y necesario coñiplemento del coste pro cable, o sea sin base de juicio, o se daban incomple-tamente y con muy limitado alcance.

Refiriéndonos a la obra hidráulica pro-piamente dicha y al coste medio por hectárea, único utilizado hasta ahora y utilizable por tratarse de una unidad ñnal y la que interesa a la opinión, y utilizando los datos resultantes, no de la experiencia, sino de la estadística, con un promedio de 1.474 pesetas por hectárea — incluidas acequias principa-les—, el importe será de unos 1.895 mi-llones de pesetas.

Nunca se háin estimado distintos ele-mentos ni motivos de gastos; pero para juzgar del importe presupuestario desde un punto de vista estatal hay que aña-dir otros motivos de inversión, como de-fensas y encauzamientos, aDastecimien-tos de aguas potables, conservación de la obra y servicios permanentes, que elevan esta cifra a 2.270 millones.

Pero al país le interesa saber que hay que gastar además en obras de protec-ción y en redes de distribución y nive-lación—no atribuíbles al Estado, y por tanto al presupuesto nacional, sino en parte—, con lo que la cifra se eleva a 3.795 millones.

Pero ni aun esto basta; precisa ade-más la construcción de caminos y vi-viendas, nuevos aperos y capital de des-envolvimiento, y así se le informa de que el esfuerzo colectivo y nacional para un empeño de esta naturaleza represen-ta un sacrificio a realizar valorable en 5.000 millones.

Distribución de las obras.

En cuanto al completo desarrollo del plan, la cifra total se distribuye del si-guiente modo: Pirineo Oriental, 24.000 hectáreas; Ebro, 380.000; Júcar, 138.000; Segura, 123.000; Sur, 61.480; Guadalqui-vir, 200.620; Guadiana, 108.000; Tajo, 110.000; Duero, 124.000; Miño y Nor-te, 16.000.

En cada cuenca se señalan los obje-tivos esenciales y las obras destinadas a cumplirlos con carácter preferente, todo ello distribuido por etapas y some-tido, naturalmente, a las modificaciones a que dé lugar la redacción detallada de planes parciales, para los cuales el plan general sólo puede y debe servir de orientación. Se incluyen, por fin, para cada cuenca las obras a estudiar por los servicios y a estimar en su caso, en sen-das listas por orden alfabético, algunas tan copiosas como la del Guadalquivir, que comprende 37 obras, o como la del Duero, que cuenta con 95.

La a c e q u i a del F l u m e n En la revista de la Mancomunidad

Hidrográfica del Ebro ha publicado el ingeniero señor Armengol un artículo que describe la acequia del Flumen, cu-ya recepción provisional se ha verifica-do recientemente, después de efectuadas las pruebas que resultaron satisfacto-rias.

Las características principales de es-ta obra son las siguientes:

Está alimentada por el Canal de Mo-negros. Su origen está situado en el Co-llado de Tardienta. La longitud total se aproxima a 60 kilómetros. La zona de riego dominada es de 28.750 hectáreas,

resultando su dotación de 0,49 litros por segundo y hectárea, mayor que la del Canal de Aragón y Cataluña, que no pasa de 0,33 litros .

Interesa el riego a los términos mu-nicipales de Tardienta, Torralba, Sanga-rrén, Barbués, Torres de Barbués, AI-muniente, Grañén, Vicién, Tabernas, Bu-ñales, Albero Bajo, Callén, Piracés, Tra-maced, Fraella, Marcén, Usón, Lalueza, Poleñino, Alberuela de Tubo, Capdesa-so, Huerto y Sariñena.

La calidad de la zona que comprende es excelente, no sólo por la naturaleza de las tierras, sino por sus coindiciones

Sifón del ílumeii.

Sección del tubo eri los estribos.

Sifón del Flumen.

Vista general del sifón.

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de nivelación, problema importantísimo que en este caso será poco costoso, por existir grandes extensiones perfecta-mente niveladas. De tal modo es esto asi, que el agua vertida por las almena-ras en las pruebas ha sido ya aprove-chada, regando considerables extensio-nes los pueblos de Callén, Almuniente, Tramaced, Grañén, Us6n, Alberuela de Tubo y Capdesaso.

El trazado se desarrolla desde el río Flumen, contorneando el macizo de la Serreta, que hace de divisoria entre es-ta acequia y el proyectado Canal del Cinca.

Pasan de 300 obras de fábrica las que se han construido, siendo las más importantes: un sifón para cruzar el río Flumen, de 1.620 metros de longitud; otros dos sifanes en Vicién y Alberuela de Tubo, de 100 metros; cinco acueduc-tos, ocho saltos, dos túneles, tres pasos superiores para cruce con el ferrocarril, once para carreteras y caminos vecina-les, setenta desagües y otras de menor importancia.

A pesair de estar revestida casi en su tercera parte, su coste total es del orden de nueve millones de pesetas, resultando por hectárea regada a 313 pesetas, can-tidad, como se ve, muy económica.

El proyecto de esta obra se empezó a estudiar en el verano de 1925, y se terminó en marzo de 1926; la construc-ción ha dürado cuatro años.

Es doblemente interesante la zona afectada, por estar cruzada por el fe-rrocarril de Tardienta a Jaca, y de Za-ragoza a Barcelona por Lérida; carre-teras de Almuniente a Grañén, de Gra-ñén a la estación de Huesca, de Huesca a Robres, de Sesa a Tramaced, de Ven-ta Ballerías a la estación de Poleñino, de Huesca a Sariñena; caminos vecina-les de Vicién a Sangarrén y de Marcéai a la estación de Poleñino.

El volumen de agua que ha de inver-tir está garantizado, teniendo en cuen-ta que el Pantano de la Sotonera para el verano actual podrá alcanzar 40 millones de metros cúbicos, pudiendo llenarse varias veces amualmente .

En la actualidad hay construidas 24 tomas de agua y varias en proyecto.

El sifón del Flumen, construido para cruzar el río de dicho nombre, consta, dada la topografía del terreno, de tres alineaciones rectas, con una disposición análoga a la del sifón de Albelda para el saneamiento de la obra. El cruce pro-piamente dicho coin el rio lo hace, como puede verse en las fotografías que ^e acompañan, haciendo de puente el mis-

mo tubo,.ercual está calculado para la presión interior, la acción transversal debida al empuje estático del agua y a la longitudinal debida al peso total, con-siderado como viga de tres tramos, de 15 metros de luz cada uno.

El caudal de conducción es de 10 me-tros cúbicos por segundo. El diámetro interior es 2,60 metros, y el espesor va-riable de 0,15 a 0,25 metros. Los apoyos son rodillos de acero. Las juntas de di-latación son de cobre, pudiendo camr biarse fácilmente, y la carga piezomé-trica 14 metros. Esta obra lleva carga-da cerca de dos años, sin que se haya notado la menor filtración ni resuda-ción.

El pantano de Linares del Arroyo Ha sido aprobado definitivamente por

el Ministerio de Obras Públicas, el prcr yecto del Pantano de Linares del Arro-yo, que forma parte del plan de obras de la Mancomunidad hidrográfica del Duero.

Se encuentra emplazado este panta-no sobre el río Riaza, inmediatamente aguas abajo del puente para cruce de la carretera de Aranda a Ayllón, en lag proximidades del pueblo de Linares (provincia de Segovia).

Las caracteristicas principales de la presa de embalse son las siguientes:

Altura de la presa, desde cimientos, 39 metros.

Longitud en la coronación, 110 metros. Fábrica de la presa, hormigón en

masa. En el cuerpo de la presa se construi-

rán, los desagües de fondo, tomas para la central hidroeléctrica y tomas de negó.

Silón del Flumon. Aspecto de las obras del s i fón durante su construcc ión.

El volúmen de agua que será embal-sado, se eleva a 59 millones de metros cúbicos, afectando la curva de embalse de 482 hectáreas. Será expropiada la totalidad del pueblo de Linares del Arroyo, pues quedará cubierto, por las aguas su caserío y gran parte del tér-mihp municipal. . ..Existe la idea de que los vecinos del pueblo que acepten esta forma de ex-

. propiación, se trasladen a terrenos de la vega del Duero, donde se establece-ría una colonia de regadío, mejorándose extraordinariamente sus actuales me-dios de vida, y realizándose, al propio tiempo una interesante obra de coloni-zación.

Quedará también contorneada por las aguas del embalse, la Ermita de la Ve-ra-Cruz del siglo XI, cuya capilla absi-daJ tiene notables pinturas murales de gran valor históricoartístico. Se ejecu-tarán las obras de protección necesa-rias,' para que tan interesante monu-mento no sufra el menor daño.

Con la construcción del embalse de Linares, se conseguirá la total regula-rización de la aportación anual del rio Riaza, que asciende a 110 millones de metros cúbicos de caudal medio, y el aprovechamiento integral de sus aguas, consiguiéndose entre el salto de pie de presa y la mejora de los actuales aprovechamientos inferiores, un au-mento de potencia de unos 3.000 caballos en estiaje. Después las aguas reguladas por el pantano, serán utilizadas en'el riego de imas 7.200 hectáreas.

La zona regable, afecta a numerosos términos municipales, de las provin-cias de Segovia, Burgos y Valladolid, comprendiendo la totalidad de la vega del rio Riaza, desde Montejo de la Ve-ga, hasta Berlangas de Roa, y parte de la vega del Duero. Los pueblos interesa-dos son los. siguientes: Pontejo de .la Vega, (Segovia); Milagros, Torrega-lindo, Hontangas, Adrada de Haza, Fuentemolinos, Haza, Fuentecén, Ho-yales de Roa, Berlsingas de Roa, Roa, Fuentelisendo, Valdezate, Nava de Roa, Castrillo de Duero, Cueva de Roa, San Martin de Rubiales (Burgos); Hocos de Duero, Curiel, Peñafiel, Pesquera de

Page 45: Revista Ingeniería y Construcción (Julio, 1933)

Duero, Valbuena de Duero, Olivares de Duero y Sardón (Valladolid).

El presupuesto total de las obras, as-ciende a 4.500.000 pesetas, con un pla-zo de ejecución de tres años. Durante ellos- podrán tener colocación en la construcción de la presa, variante de la carretera de Aranda a Ayllón y obras auxiliares, unos 200 obreros.

Los vecindarios de los pueblos men-cionados, vienen • demostrando una ]us-tiflcada preocupación por el Panteno de Linares del Arroyo, habiéndose apre-surado a ratificar los compromisos de auxilio en la forma regrlamentaria.

Es autor del proyecto, el Ingeniero del Cuerpo de Caminos, Canales y Puer-tos, don Carlos Alcón, que, auxiliado del personal técnico correspondiente, se encuentra ya trabajando en la redacción del replanteo previo a la subasta.

La Delegación de.Servicios Hidráuli-cos del Duero, ha dado cuenta al señor Director General de Obras Hidráulicas de la grata impresión que ha producido en las comarcas de Segovia, Burgos y Valladolid la aprobación de este pro-yecto.

Electricidad y energía OonstitHción de la Electra de Salamanca

Se ha constituido una nueva Sociedad en Salamanca, que se titula Electra de Salamanca, S. A., con capital de ocho millones de pesetas en acciomes de 500 pesetas. Dicha entidad adquirió todas las instalaciones de las entidades Unión Salmantina, Electricista Salmantina y Sección de Redes de Saltos del Duero en Salamanca, que suministrará energía •eléctrica a Salamanca y parte de su provincia.

La Electra Salamanca, S. A., es pro-pietaria de centrales eléctricas que ha-cen ima potencia total de 2.900 CV., y arrendataria de otras que representan 970 CV. de potencia. Ultimamente ha suscrito un contrato de suministro con Saltos del Duero, y tiene en gestión otros contratos de adquisición de ener-gía eléctrica con la Hidroeléctrica de Navarra y El Porvenir, de Zamora. Sur-tirá de emergía a la capital y 21 pue-blos de la provincia y dos de Avila, lo que absorberá unos diez millones de ki-lovatios-hora, con 16.000 abonados. Pien-sa construir una linea directa de Sala-manca a la central del Salto del Esla.

Como director-gerente figura D. José Fora Leblanc. y en el Consejo, presidi-do por D. Julio Arteche, ha tenido re-cientemente acceso D. José Orbegozo, in.s'eniero de los Saltos del Duero.

Los dos millones de acciones a 97 por 100 serán puestos en circulación por Saltos del Duero, avalados por el Ban-co de Bilbao y la Banca salmantina-Blanco Cobaleda.

Congreso de la Unión Internacional de Productores y Distribüidores de Electri-

cidad.

Durante el verano del año próximo de 1934 se celebrará en Suiza un Con-greso de la Unión Internacioinal de Pro-ductores y Distribuidores de Energía eléctrica. A continuación publicamos la lista de los diferentes Comités de Estu-dios que se han formado para preparar ios trabajos del citado Congreso:

Comité número I. — Producción hi-dráulica. .

Presidente, M. R. A. Schmidt. Comité número II. — Producción tér-

mica. Secretariado: Sindicato Profesional de

Productores y Distribuidores de Ener-gía Eléctrica, rué de la Baume, París 8.

Presidente, M. Pinson. Comité número m A. — Distribución

(cables de alta tensión). Secretariado: Vereenigingvan Direc-

t e . u r e n van Electriciteitsbedrijven in Nederlan, Nachtegaalspad 1, Arahem (Pays-Bas).

Presidente, M. Bakker. Comité número III B. — Distribución

(transporte en alta tensión). Secretariado: Unione Nazionale Fas-

cista Industrie Elettriche, 31, Foro Bo-naparte, Milano, 109 (Italia).

Presidente, M. Cario Palestrino. Comité número III C. — Distribución

a media y baja tensión. Secretariado: Elektrotechnicky Evaz

Ceskoslovensky, 3, Vocelova, Praha XH (Tchéscoslovaquie).

Presidente, M. Armín Weiner. Comité número n i D. — Distribución

(factor de potencia). Secretariado: Association Gén é r a l e

des Producteurs et Distributeurs d'Ener-gie électrique en Roumanie, S. 1, gira-da, Constantin Mine (Sfjindar), Nr. 8, Bucarest (Roumanie).

Presidente, M. C. Budeanu. Comité número IV A.—^Venta, tarifi-

cación, seguridad (venta y tarificación). Secretariado:. Vereeniging van Direc-

t e u r e n van Electriciteitsbedrijven in Nederlan, Narchtegaalspad 1, Arnhem (Pays-Bas).

Presidente, M. Lulofs. Comité número IV B.—Venta, tarifi-

cación,' seguridad (teaslón no peligrosa). Secretariado: Vereeniging vea Direc-

t e u r e n van Electriciteitsbedrijven in Nederland, Nachtegaalspad 1, Arnhem (Pays-Bas).

Presidente, M. Lohr. Este Comité ha terminado j'a sus tra-

bajos. Comité número IV C.—Venta, tarifi-

cáción, seguridad (seguridad). Secretariado: Electro':eclmiclcj? Svas

Ceskoslovensky, 3, Vocelova, Praha XH (Tchéscoslovaquie).

Presidente, M. Vladimir List. Comité número V.—Aplicaciones, pro-

paganda. Secretariado: Z w i a z e k Eaektrouni

I G O M A S Y T U R O S PARA I I N D U S T R I A S H U T C H I N S O N

Polskich, 8, Kopernika, Warszawa (Po-logme).

Presidente, M. Casimir Straszewski. Comité número VI.—Le.gislación. Secretariado: Union des Exploitations

Electriques en Belgique, 63, rué Ducale, Bruxelles (Bélgica).

Presidente, M. Uytborck. Comité número VII.—^Estadísticas. Secretariado: Union de Centrales suis-

ses d'Electricité, 301, Seefeldstrasse, Zu-rich 8 (Suisse).

Presidente, M. R. A. Schmidt. Comité número VIII.—Cuestiones ge-

nerales. Secretariado: Secrétariat de l'Union

Internatioinale des Producteurs et Dis-tributeurs 'd'Energie Electrique, 26, rué de la Baume, París 8.

Presidente: El presidente de la Unión Internacional.

La dirección de la Unión Internacio-nal de Productores y Distribuidores es la siguiente: 26, rué de la Baume, Pa-rís 8.

Saltos del Duero en 1932.

La Memoria de esta Empresa da cuen-ta de que durante el ejercicio de 1932 continuaron construyéndose las obras e instalaciones de esta entidad. Por este motivo, la Memoria se limita a exponer la marcha de las obras.

El estado de la construcción del Sal-to del Esla no da lugar a suponer una probable prolongación del plazo previs-to para la puesta en explotación. Las perturbaciones sufridas—la más impor-tante de las cuales fué una hnelga—se resolvieron en términos que han permi-tido continuar desarrollando el progra-ma trazado.

Los ú n i c o s expedientes digaas de mencionarse que se hallan en tramita-cíón, aparte de los referentes a esfii®-piaciones con motivo de las obras y tel embalse, son: el relatiTo a la serroáramii-bre sobre los terrenos que ocmpa la lí-nea de alta tensión que, parBaando ásü Salto del Esla, llega, a Biltao, iwsíaj®a® por Zamora, Aí'alladolidl y BmrgB®, y él expediente de elevacióii y apinoni?e«tei-mieoto de aguas para Is de los transformadories «le : ción de Alonsátegui íViacay

En lo que respecta a la Bilbao, y simuItámeaKieBite com la. tra-mitación del espeáiemte fc reíereaieia., se ha cuidado «te gestienar, «?fic5(ae»!mi®¡B-te, con los propietarias, avKnmtías par-ticulares que pemiitem oeopair sam te-rrenos, haMeni® cemsfegutíiia) .'siwriiMir coai'raaíos cttn la iiQiaKftsa maywrSa ifc ellos en cancScJeji)?® muy isusESttaWítSi. "Es-tos e x p e d i r t e pniefea ffaffísif,, fnwfS;, p w praettestMíente «ltiiiaa,(tes,

Ija persewRMfteaa ®® M <E®5»3iiiiffi1tai #<»& el primeof jm©»!»!® injíspaete «jípiropiai-cioaes «le te teirwiiss tommifeutes e » el emtoatse íM EaJa, «®ti, itonés» iissmBItaífes eatla dia mas gfatíwí Ja aaajwia de lo® interesKíííiS', wwivwieites ae nae te of i» -

C O R R E A S , " T R A N S M I S I O N Y T R A N S P O R T A D O R

Page 46: Revista Ingeniería y Construcción (Julio, 1933)

Puentes americanos.

El puente de hormigón a r m a d o Mendota, cruza el río Minnesota. Tiene una altura de 36 metros y una longitud de 1.200 metros . Su coste ha sido dos mil lones y medio de

dólares.

cimientos de Salto.s del Duero, S. A., contienen un razonable margen de ge-nerosidad y de que se resiste tenazmen-te mayores pretensiones, se han deter-minado a tratar amistosamente a una avenencia con las tres cuartas partes de los dueños y éstos han ocupado más de las dos terceras partes de la extensión afectada por el embalse. Se confia fun-dadamente en que salvo inevitables ex-cepciones, logrará la Sociedad adquirir oportunamente la otra tercera parte, correspondiente, casi en su totalidad, a grandes fincas situadas en la zona final del embalse.

Los expedientes de expropiación, des-tinados a veincer las disidencias y a per-feccionar los contratos privados, se pro-siguen activamente, habiéndcise ya ulti-mado los de doce de veintiún términos municipales afectados.

En la actualidad está ya dispuesta la maquinaria, formada por dos grupos hi-droeléctricos. Se están construyendo lí-neas a 138.000 voltios desde el Salto de Bilbao, por Valladolid y Burgos a Ma-drid. Se ha contratado y i la maquina-ria para la subestación de Bilbao, y ne-gocia acuerdos para participar en el mercado de Avila y unificar el servicio en Salamanca, controlando varias dis-tribuidoras en su zona de influencia.

I.a producción de la Chade en el año filtimo.

La producción de energía an las cen-trales de la Compañía Hispano Ameri-cana de Electricidad, ha sido en 1932 de 932.160.000 kWh. En 1931 fué de 851.300.000 kWh.; en 1930, de 829.000.000 kilovatios-hora. Los beneficios de 1932 alcanzan la suma de 76.764.908,77 pese-

tas oro contra 85.075.826,07 pesetas oro en 1931. El beneficio neto repartible es de 35.813.585,58 pesetas oro en 1932 contra 41.378.675,86 pesetas oro en 1931.

La Hidroeléctrica del Amnurdán en 1933

En el año último la recaudación de esta Empresa por suministro de ener-gía para alumbrado y usos domésticos e industriales registra un aumento so-bre el año anterior de 95.000 pesetas. En la pa.rtida de gastos se ahorraron unas 27.000 pesetas por menor consu- . mo de combustibles y lubricantes, de-bido al normal régimen de lluvias y cau-dal de las centrales hidráulicas, y cons-ta como el mayor importe el de 80.000 pesetas en jornales y remi'íieracíones del personal como consecuencia obliga-da del aumento de las consignaciones.

A fines del año hubo que reparar al-gunos desperfectos de relativa impor-tancia, debidos a las lluvias torrencia-les, extraordinarias avenidas e.inunda-ciones consiguientes. Con este motivo, las presas y canales de sus centrales hi-dráulicas, singularmente las de Vilerl, Orfans, Darnius y Roadella, sufrieron aquellas contingencias de que se hace mérito, así como algunas lineas de alta pero sin que alterasen sensiblemente la continuidad del servicio.

Las cifras globales del balance y li-

C. FERNANDEZ CASADO INGENIERO DE CAMINO.S

METALICAS - HORMIGON ARMADO Estudios.—Proyectos.— Presupuestos

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quidación de 1932 son satisfactorias. Después de atender a los gastos gene-rales se reparte un dividendo activo de 50 pesetas por acción.

Fuerzas Motrices del Valle de Lecrín en 1932.

Los beneficios obtenidos durante el año último demuestran una sensible diS' minución comparados con los de la an-rior, por lo que no se hará pago de di-videndo. Dicho beneficio fué de pese-tas 273.375.

Las centrales e instalaciones conti-núan funcionando satisfactoriamente, y teniendo en cuenta la difícil situación creada por la depresión existente en la agricultura y en la industria en general, los resultados obtenidos pueden conside-rarse halagüeños. El número de abona-dos fué de 16.124 nontra 14.768 en 1931. La venta de electricidad fué de 9.650.069 kilovatios-hora contra 12.835.203 en 1931.

Inauguración de una central hidroeléc-trica en Francia.

El día 12 de junio se ha inaugurado en Aveyron (Francia), con asistencia del presidente de la República france-sa, un importante aprovechamiento hi-droeléctrico, situado en el río Truyére. La presa del nuevo salto tiene 105 me-tros de altura por 220 de longitud. El canal de conducción mide cinco kilóme-tros y medio, y el salto útil es de 260 metros. La central está provista de tres turbinas de 42.000 CV.

Esta obra forma parte de una serie de trabajos encaminados a crear a tra-vés de Francia una red de centros pro-ductores de energía eléctrica, gracias á los que se establece en el país un con-junto bien arinonizado de centrales ple-namente autónomas independientes del carbón extranjero.

Ferrocarriles El emplazamiento de instalaciones ferro-

viarias dentro de las grandes urbes.

El ministro de Obras Públicas ha pre-sentado a las Cortes xin proyecto de ley según el cual el Ministerio de Obras Públicas podrá disponer el cambio de emplazamiento de instalaciones ferro-viarias de cualquier clase dentro de las grandes urbes si se estima que el actual perjudica al desarrollo urbanístico o es-torba al desenvolvimiento de servicios de carácter público.

Cuando por efecto de las modificacio-nes quedasen terrenos o solares sobran-tes, el Ministerio de Obras Públicas po-drá destinarlos a edificios del Estado u otros servicios públicos, o cederlos a los Municipios mediajnte convenios.

El Estado no abonará por los terre-nos y solares sobrantes cantidades su-periores a las pagadas por las Compa-ñías cuando se posesionaron de ellos. El importe, así justipreciado, se deduci-rá de la aportación del Estado para am-pliación y mejora de las líneas férreas

Page 47: Revista Ingeniería y Construcción (Julio, 1933)

cuando se trate de Empresas en con-sorcio con el Estado. Si la modificación de instalaciones afectara a Compañías fuera del régimen de copsorcio, el Mi-nisterio de Obras Públicas estipulará con ellas los oportunos convenios.

El tráfico de turismo y las empresas ferroviarias.

Recientemente ha realizado un viaje a Mallorca el consejero delegado de la Compañía del Norte D. Juan Antonio Bravo, cuyo objetivo principal ha sido estudiar las facilidades que para visi-tar la Península puedan obtener los nu-merosos turistas que llegan a aquella isla y cuyo número pasa de 400.000. Se-gún parece, se han concretado tarifas y combinaciones con la Compañía Trans-mediterránea, hasta el punto de que se confía crear billetes de ida y vuelta cu-yo costo de Madrid a Mallorca en pri-mera clase acaso no llegue a las 200 pe-setas.

Los concursos del enla«e ferroviario de Madrid.

Se ha adjudicado definitivamente a la Sociedad anónima "Montañesa de Obras y Pavimentos" la subasta de las obras del trozo cuarto de la segunda sección del enlace de la estación de Atocha con la de Las Matas, por 2.259.967,46 pese-tas.

Se ha. adjudicado a la S. A. Ingenie-ría y Construcciones Marcor el concur-so para la ejecución de las obras del trozo quinto de la segunda sección del enlace de la Estación de Atocha con la de Las Matas por 1.162.508,04 pesetas.

Los enlaces ferroviarios de Barcelona.

Al regresar de su reciente viaje a Barcelona, el ministro de Obras Públi-cas ha hecho algunas manifestaciones acerca de los enlaces ferroviarios de aquella ciudad.

En primer lugar indicó que había si-do aprobado el plan técnico que era Ja misión encomendada a la Comisión de Enlaces. La labor a realizar se puede dividir en dos etapas. Una de ellas, la menor por su volumen y por su coste, comprende una serie de obras que se re-putan indispensables. Constituyen la se-gunda obras de mayor importancia que, sin ser indispensables, se estiman con-venientes. Desde luego, no ha habido' discrepancias en el seiao de la Comisión, formada por técnicos del Estado, de la Generalidad, del Ayuntamiento y de las Empresas ferroviarias. Con gran satis-facción ha visto la forma en que han acreditado todos el celo, el interés y el entusiasmo puestos servicio de los cargos que les dió él Gobierno.

Las obras se llevarán a cabo en tres agrupaciones: primera, obras exclusi-vamente ferroviarias, es decir, sin más finalidad que la mejora de las líneas; segunda, obras mixtas de carácter fe-rroviario y municipal, es decir, modifi-cación de diversos trazados, llevándolos

subterráneamente en vez de ir por la superficie, como ahora, con objeto de obtener mejoras urbanísticas como su-presión de pasos a nivel, cubrimiento de trincheras y aprovechamientos de sola-res sobrantes; y, tercera, obras de ca-rácter eminentemente social, como es el aprovechamiento de la playa de Cas-telldefels, proveyéndola de una buena comunicación ferroviaria.

En cuanto a las primeras obras del primer grupo, no hay inconveniente en darles comienzo en seguida, porque se puede consignar para ellas alguna f)ar-te del crédito que figura en el presu-puesto de Obras Públicas para mejora, ampliación y enlace de redes ferrovia-rias, crédito que se destina a auxiliar a las Compañías con objeto de que cargue en el pasivo de las mismas como apor-tación del Estado.

Por lo que respecta al segundo grupo, será indispensable que el Ayuntamiento de Barcelona y las Compañías del Nor-te y de M. Z. A. se pongan de acuerdo con respecto a la parte que correspon-de al Municipio y a las Empresas en esa clase de mejoras que interesan más principalmeinte al Municipio que a las Compañías, las cuales, desde el punto de vista estrictamente jurídico, se ha-llan en condiciones muy ventajosas. Y respecto a las obras del tercer grupo, es decir, las que afectan a la playa de Cas-telldefels, será necesario crear un con-sorcio entre el Estado, la Generalidad y el Ayuntamiento que haga posible des-arrollar este plan con toda su variedad, mediante la urbanización de grandes superficies de terreno en aquellos luga-res, gracias a la expropiación y el esta-blecimiento de zonas de reposo, lugares de recreo, etc.

El ministro indicó después que había advertido gran entusiasmo en todos los elementos relacionados con estos pro-yectos.

Según ha manifestado el alcalde de Barcelona, las obras de enlaces ferrovia-rios de dicha ciudad tienden a centra-lizar en la plaza de Cataluña todas las comunicaciones férreas. Con esto se lo-grará el deseo de los catalanes de que Castelldefels sea la playa de Cataluña. Las obras durarán de diez a doce años, costarán alrededor de 259 millones y cooperarán el Estado, las Compañías y la ciudad. Se electrificarán varios kiló-metros para que los habitantes en los pueblos distantes 50 kilómetros de Bar-celona puedan ir a la ciudad a hacer sus compras. Se tiende también a que la población se desplace a los pueblos cercanos.

Los enlaces de Bilbao.

La Comisión de Enlaces Ferroviarios de Bilbao ha ultimado tres proyectos, que su presidente, Sr. Barceló, ha pre-sentado al ministro. El primero consis-te en el emplazamiento en Abando de la estación central de viajeros y la de gran velocidad. El segundo, en la insta-

lación en la Vega de San Mamés de la Estación del Norte de pequeña veloci-dad, armonizando este servicio con Jos ferromarítimos de la Junta de Obras del

-Puerto, y el tercero, en el enlace de Ja linea del Norte con el puerto de San-turce.

La Comisión de enlaces, que hasta ahora venía celebrando sus reuniones en las oficinas de la Junta de Obras, ha alquilado unos locales en el edificio del Hotel Carlton, donde en adelante cele-brará sus deliberaciones y tendrá sus oficinas propias.

La electrificación del Bilbao-Portugalete.

Se ha declarado desierto el concurso anunciado para Ja electrificación del fe-rrocarril de Portugalete al puerto exte-rior de Bilbao, y la Junta de Obras del puerto de Bilbao queda autorizada para llevar a _cabo el servicio por el .sistema de administración.

La Compañía de los Ferrocarriles An-daluces en el año último.

Los ingresos han sido en el año 1932 57.3T4.137 pesetas, contra 61.990.990 en 1932, o sea inferiores en 4.616.852. Los gastos se han mantenido casi iguales a los del ejercicio anterior, pues a pesar del incremento que por algunos concep-tos ajenos a la voluntad de la Compa-ñía han experimentado, el aumento re-sultante ha sido sólo de 138.872, pasan-do de 58.888.992 en 1931 a 59.027.865.

Las principales causas de la baja en los ingresos han sido, con la competen-cia de los transportes por carretera, la situación económica y social de la región andaluza y el considerable descenso del tonelaje de minerales salido por los puertos.

El coeficiente de explotación fué de 102,88 por 100, contra 95 en 1931.

Transportes de gran velocidad: Los productos por el tráfico de este régimen durante el año, relacionándolos con Jos obtenidos en el anterior, acusan un des-censo en la recaudación de 310.104 pe-setas, que es debida principalmente a los menores transportes de mensajerías (187.395), pescado fresco (62.919) y ca-rruajes y ganados (47.944), que repre-sentan baja de 4,68, 3,49 y 34,76 por 100, respectivamente, con relación al ingreso total de cada uno de Jos conceptos men-cionados.

Las causas principaJes de estos des-censos son Ja crisis general de negocios y Ja competencia de los automóviles; pe-ro ha de hacerse notar que en 1932 se han transportado las uvas de la zona de Almería en pequeña velocidad, en tanto que en 1931 ese tráfico tuvo su desarrollo en gran velocidad. De ahí que el concepto "Frutas y legumbres" acusa en 1932 un mayor ingreso de 166.895.

Transportes por pequeña velocidad: En 1932 hubo una disminución total de productos por este concepto de pesetas 4.247.762 sobre Jos de 1931. Los trans-portes que han experimentado mayor baja, por orden de importancia, son los

Page 48: Revista Ingeniería y Construcción (Julio, 1933)

I ' i ientes .americanos. Sobre el estrecho de Carquinez, en California, está tendido este puente de 1.400 metros de longitud, cuyo coste f u é de ocho millones de dólares. L a anchura de la calzada es

de diez metros.

siguientes: minerales y brea, abonos, re-molacha, hulla y cok, materiales de construcción, aceites vegetales, hierro y maquinaria, plomos y materiales texti-les y vegetales.

El resultado del ejercicio de 1932 arro-ja un déficit de 12.577.279 pesetas.

- —TÍJ Las contratas de obras ferroviarias.

La Asociación Nacional de Contratis-tas de Obras Públicas (sección de Fe-rrocarriles) se ha reunido para cambiar impresiones sobre la situación actual de las contratas de estas obras como con-secuencia de la escasa consignación que tienen en el presupuesto vigente y el continuo aplazamiento de la discusión parlamentaria del proyecto para resol-ver el problema de los ferrocarriles de nueva construcción.

Los reunidos acordaron rogar a los poderes públicos que den solución a la situación verdaderamente angustioso, por que atraviesan dichos contratistas. Sé acordó igualmente aconsejar a los compañeros que no pudiesen resistir los quebrantos que le imponen estas cir-cunstancias que presenten instancia so-licitando la rescisión de sus contratas.

Minas y metalurgia. La fiomisión para estudiar y resolver el

problema del carbón.

Como informamos a nuestros lectores, según un decreto de Agricultura del 18 de marzo último se creó una Comisión interministerial para estudiar el proble-ma del carbón y buscar las soluciones más adecuadas. Esta Comisión ha que-dado nombrada el 27 de abril, y la com-ponen los señores siguientes:

Presidente, señor director general de Minas y Combustibles.

Vicepresidente, señor jefe de la Sec-ción de Combustibles.

Vocales representaintes del Consejo ordenador de la Economía Nacional: D. Ramón González Peña y D. Enrique Rodríguez Mata. Suplente, D. Epifanio Ridruejo y Botija.

Del Comité ejecutivo de Combusti-bles: D. Ultano Kindelán y Duany y don Francisco de Orueta y Estébanez Cal-derón.

De la Federación de Obreros Mineros: D. Amador Fernández Montes y D. Gra-ciano Antuña Alvarez. Suplente, D. .Be-larmino Tomás.

De la Federación de Sindicatos Carbo-neros de España: D. Gerardo Berjano y Prieto y D. Luis Gamir y Espina. Su-plentes: D. Eustaquio Fernández Miran-da, D. Santiago Baselga y D. José Luis Aguirre.

De las Empresas que son a la vez productoras y consumidoras: D. Eduar-do Merello y Llasera.

De la Asociación de Empleados mine-ro-metalúrgicos de Asturias: D. Félix Cases Fueyo.

De la Asociación de Ingenieros de Mi-nas: D. Manuel Saenz de Santa María y Alonso y D. Ricardo Gondra y Lazur-tegui.

Del Ministerio de Hacienda: D. José Gil de Ramales.

Del Ministerio de Trabajo: D. Fran-cisco Galiay.

J. - A R M E R O INGENIERO DE CAMINOS

I N G E N I E R I A H I D R O E L É C T R I C A Organización y explotación de empresas. Proyectos. — Construcción- — Peritajes. G o y a , 34. — M A D R I D . — Te lé f . 13.256

De las Compañías de Ferrocarriles: D. Federico Vargas y Soto.

De la Asociación de Ayudantes y Ca-pataces facultativos de Minas y Fábri-cas metalúrgicas de Asturias: D. Pan-cracio García y López.

De la Asociación de Sindicatos de al-macenistas e importadores de carbón: D. Juan Majnuel Moreno y Luque.

Secretario: D. Gustavo Morales y de las Pozas.

La Comisión se reunió en pleno por primera vez el día 3 de mayo, celebran-do después dos sesiones más, en las cua-les se acordó el plan de trabajos si-guiente :

Capitulo I: Cuestiones •previas.—Ges-tiones urgentísimas para el cumpli-miento inmediato de lo dispuesto en el decreto de 28 de marzo de 1933 ("Gace-ta" del 29), respecto del auxilio econó-mico indispensable a las Empresas pro-ductoras para que éstas atiendap prefe-rentemente a la Caja de Jubilaciones y Subsidios que por aquel decreto se crea para la cuenca de Asturias y a las de-más necesidades apremiantes de la in-dustria carbonera.

Capítulo II: Medidas de efecto inme-diato para situar rápidamente la indus-tria carbonera en un estado de desen-volvimiento normal y estable.

Se recogerán Inmediatamente datos y elementos de juicio para determinar el precio medio de coste por cuencas, re-giones y tipos de carbón, así como el precio de venta que se juzgue indispen-sable para el normal desenvolvimiento de la industria productora y compatible con el de las industrias consumidoras y la economía nacional.

Organización, si se juzga indispensa-ble, de una estructuración comercial que impida el falseamiento de los pre-cios de venta oficialmente fijados.

Medidas encaminadas a estimular el consumo de menudos y a revalorizarlos.

Medidas que se opongan a la impor-tación de chatarra; que reduzcan a tér-minos justificados el trato de favor de que disfrutan los aceites pesados extran-jeros y que favorezcan en términos ade-cuados las instalaciones de gas pobre en nuestro país.

Capítulo III: Disposiciones comple-mentarias de aplicación, por efecto gra-dual, que perfeccionen y amplíen las me-didas necesarias para el normal desen-volvimientó de la industria carbonera.

Jomadas y jornales. Mejora del precio de coste, favore-

ciendo a tal fin cuando sea preciso la concentración de minas colindantes en grandes cotos mineros, y perfecciona-miento de la técnica de la explotación, encaminado a aumentar el rendimiento por obrero y la proporción de carbones granados.

Cooperativismo en las compras de los principales suministros a las m.inas.

Medidas para que el consumo de car-bóin absorba la producción nacional.

Page 49: Revista Ingeniería y Construcción (Julio, 1933)

Racionalización de las tarifas ferro-viarias y de todos los gastos hasta lle-gar al consumidor (fletes, comisiones de intermediarios, etc.).

La Comisión se ha dividido en cinco ponencias.

La primera se ocupará en el estudio de los precios de coste y venta.

La segunda, de la estructuración co-mercial y del aumento del consumo de menudos y su revalorización.

La tercera, de la importación de cha-tarra y aceites pesados, de las instala-ciomes de gas pobre, de las medidas en-caminadas a que el consumo de carbón absorba la producción nacional, y de las tarifas ferroviarias y otros gastos. ^

La cuarta, de la jornada y los jorna-les.

Y la quinta, de la mejora de los pre-cios de coste y del cooperativismo en las compras.

Se espera que los trabajos de la Co-misión contribuyan a resolver, o por lo menos reducir la crisis de la industria del carbón, en beneficio, ante todo ,de la economía nacional.

Altos Hornos de Vizcaya en 1933. Durante el año último los beneficios

obtenidos por esta Sociedad ascendieron

a 5.041.110,51 pesetas, que unidas al re-manente anterior, hacen un total dispo-nible de 6.612.016,37 pesetas. Se repar-te un dividendo del 3 por 100.

Durante el año pasado ha sido tan aguda la crisis en esta industria, que sólo se hajn recibido pedidos de carriles por unas 8.500 toneladas. Esa cifra re-presenta las necesidades normales de España durante poco más de un mes en los años anteriores a la guerra. Confia-mos, dice la Memoria, que como en el actual ejercicio se han consignado can-tidades de relativa importancia para la colocación de carriles, podamos recibir mayores pedidos.

Para hacer frente a esta situación se ha dedicado preferente ateinción a colo-car los productos en el mercado extran-jero, enfrentándose con la competencia internacional. El primer intento fué un éxito: se vendieron 10.688 toneladas de carriles a los ferrocarriles Portugueses y 16.000 (en 1933) a la Argentina. Para ello se ha recibido ayuda eficaz del Go-bierno y del Banco Exterior de Espa-ña. El siguiente cuadro de producciones da idea de la influencia que en el des-censo de trabajo ha tenido el mercado consumidor ferroviario y de construc-ción naval.

Lingotes de acero 324.869 452.342 399.636 213.518 192.834 Carriles, placas, etc 82.832 126.056 72.353 14.928 33.435 Chapas de mas de 3 mm. y

planas 24.033 32.115 37.887 20.090 11.464 Hierros comerciales y cha-

pas finas 123.428 157.414 168.985 101.835 71.210 Hojalata y cubos 8,218 8.495 6.811 12.037 15.533

Para no agravar la crisis de la mano de obra continúa la semana reducida de trabajo en la mayoría de los departa-mentos, aunque ello origina gastos im-portantísimos, por el menor rendimien-to unitario y obligada aplicación de las leyes sociales a un mayor número de obreros en plantilla. La cifra total de cargas sociales se aproxima a cinco mi-llones de pesetas, lo que supone más del 14 por 100 de la mano de obra.

Con la batería de hornos de cok ha terminado el programa de nuevas ins-talaciones y mejoras. Es la más moder-na de todas las europeas. Por la calidad de cok, compitiendo fácilmente con el nacional y extranjero, se llega a colo-car, a pesar de la crisis de consumo, unas 2.000 toneladas mensuales.

La valoración de la cartera hecha so-bre cotizaciones a fin de ejercicio sufre baja de 1.657.118 pesetas respecto al año anterior, que se cancelará con car-go a los beneficios del ejercicio, 828.559 pesetas, o sea un 50 por 100, y la otra mitad, a cuenta del fondo de previsióp.

En terrenos, inmuebles y maquinaria se han invertido 4.436.310,55 pesetas. Y el transporte efectuado por los siete bu-ques de la Sociedad suman 524.766 to-neladas, de ellas 259.549 de carbones pa-ra consumo propio, procedente de las hulleras del Turón. El mineral arranca-do durante el año por cuenta de la So-ciedad se eleva a 209.303 toneladas, y

además ha adquirido eo el mercado to-neladas 145.753. El importe de obliga-ciones amortizadas durante el año, co-rrespondiente a varias, emisiones, es de 1.812.000 pesetas, y de diversas cuen-tas del capítulo "Inmovilizado", pesetas 1.813.000.

Por accidentes del trabajo se han sa-tisfecho 744.317,36 pesetas; por retiro obrero, 223.090,60 pesetas; por vacacio-nes retribuidas, 585.324,41 pesetas; pen-siones, 327.159; y socorros, 57.516; es de-cir, cerca de dos millones de pesetas.

Las sales potásicas en España.

La Junta Superior de explotación de las sales potásicas ha publicado la Me-moria correspondiente al año 1932, en la que comienza expresando su satis-facción porque el desarrollo de las in-dustrias potásicas españolas en Cata-lu '-ía sigue su curso ascendente, que es debido a dos causas principales: al co-mienzo de la explotación normal de las minas de la Unión Española de Explosi-vos y a que una nueva mina de la So-cidedad de Potásicas Ibéricas comienza a fine.s de 1932 a, vender sus productos.

La producción total de sales potási-cas en España ha sido de 410.000 tone-ladas en números redondos, de las que corresponden 200.000 toneladas extraí-das de las minas de potasa de Suria,

cerca de otras 200.000 extraídas de Ex-plosivos y cerca de 20.000 de Potasas Ibéricas.

De ahí se deduce que Suria ha produ-cido cantidad casi igual a la de 1931, y en cambio Explosivos ha cuadruplicado su producción. Potasas Ibéricas ha co-menzado a producir a últimos del año.

Las sales potásicas se han vendido en una cantidad de 30.000 toneladas en Es-paña y de 86.000 en el extranjero. Es decir, que en el año 1932 fué un 174 por 100 de 1931. España interviene en el mercado potásico mundial con un 4 y medio por 100 de su total.

En cambio los abonos que se han ven-dido a los agricultores, aunque han au-mentado en un 25 por 100 con relación a 1931, todavía son inferiores en un 10 por 100 a los que se vendieron en 1930.

El total de abonos potásicos consumi-dos por la agricultura es de 24.000 to-neladas, de las cuales 9.000 son proce-dentes de la importación y el resto pro-ducción nacional.

También contiene la Memoria un in-teresante estudio del ingeniero de Mi-nas y secretario de la Comisión, señor Marín y Bertrán de Lis, realizado en unión de otros técnicos oficiales, sobre la influencia que las aguas proceden-tes de las fábricas de sales potásicas ejercían en la salinidad de las que co-rren por el río Uobregat, y, en conse-cuencia, abastecen indirectamente la ciudad de Barcelona.

El Comité Ejecutivo de Combustibles.

Según dispone una orden de Agricul-tura e Industria publicada en la "Gace-ta" del 26 de mayo último, el Comité ejecutivo de Combustibles, constituido como lo está en la actualidad, se regirá por las mismas disposiciones que regu-lan su actuación, pero dependerá provi-sional y directamente de la Subsecreta-ría que, mientras lo aconsejen las cir-cunstancias, quedará encargada de la presidencia con todas sus atribuciones, en sustitución de la Dirección general de Minas y Cobustibles.

La Sección de Combustibles, sin per-juicio de la parte en que la afecta esta disposición seguirá bajo la directa de-pendencia de la Dirección general de Mi-nas y Combustibles.

Congreso de Fundición en Checoeslova-quia.

Del 9 al 16 de septiembre próximo se celebrará en Praga un Congreso Inter-nacional de Fundición, organizado por la Asociación Técnica de Fundición Che-coeslovaca. AI mismo tiempo se celebra-rá la reunión del Comité Internacional de Asociaciones Técnicas de Fundición. Con el Congreso se verificará también una Exposición de piezas artísticas co-ladas.

Los Congresistas podrán visitar la Fe-ria de Praga y realizar un viaje de es-tudio por los principales centros indus-triales de Checoeslovaquia.

Page 50: Revista Ingeniería y Construcción (Julio, 1933)

Nombramientos y traslados. El nuevo director general de Caminos.

Don Vicente Olmo, que durante varios años ha dirigido nuestra Revista, ha si-do nombrado director general de Cami-nos.

Excusamos expresar la satisfacción con que vemos el reconocimiento hecho a las condiciones que concurren en nues-tro antiguo director al elevarle a este importante cargo.

Hace ya algunos años que el Sr. Ol-mo se ha dedicado a cuestiones de ca-rreteras y caminos vecinales, y nuestros lectores recordarán que en pro de estas últimas obras desarrolló desde nuestra Revista una intensa y bien orientada campaña. Posteriormente entró al ser-vicio del Estado y fundó la revista "Fe-rrocarriles y Tranvias". Poco después pasó a formar parte del Gabinete téc-nico de Accesos y Extrarradio de Ma-drid, donde su talento y su trabajo le han hecho merecedor del cargo que aho-ra ocupa.

A la toma de posesión, que se celebró en el Ministerio de Obras Públicas, asis-tieron gran número de compañeros del nuevo director general y el personal del Ministerio, poniéndose de relieve las sim-patías con que cuenta el Sr. Olmo.

Por nuestra parte, sólo hemos de de-cir que estamos plenamente convencidos de que D. Vicente Olmo ha de desarro-llar en la Dirección General de Caminos una labor acertada y positiva.

— Se ha nombrado director general de Minas a D. Santiago Pi y Suñer.

— Se ha nombrado vocal de la Comi-sión de Enlaces Ferroviarios de Madrid a los señores D. Silvio Rahola Puignau, ingeniero industrial; D. Enrique Gras-set, director adjunto de la Compañüa del Norte, y D. Domingo Mendizábal Fer-nández, subdirector de la Compañía de Madrid, Zaragoza y Alicante.

— Se ha nombrado vocal del Consejo Nacional de Cultura a D. José Martínez Roca, profesor de la Escuela de Inge-nieros Industriales de Madrid.

— Ha sido nombrado profesor encar-gado del curso para explicación de las asignaturas Materiales empleados en la construcción civil y Construcción civil e hidráulica de la Escuela de Ingenieros Navales a D. Felipe Garre y Comas, in-geniero naval y de Caminos.

Para asistir a la VII reunión de la Conferencia Intemacional de Grandes Redes Eléctricas, celebrada últimamente en París, fué designado el ingeniero in-dustrial D. Carlos Montañés.

— Por el Ministerio de Obras Públi-cas ha sido nombrado vocal del Consejo

Nuevo sistema de transporte.

La Dirección de los Ferrocarriles alema-nes ha maug-urado un servicio de trans-porte de vagones enteros por carretera El cliente que no dispone de apartadero pue-de instalar una v ía ,a la aue se adosan dos carretones, cada uno de ocho ruedas, sobre

los que ha de descansar el vagón.

Superior de Ferrocarriles, D. Francisco Pérez Blesa, en representación de los agentes y obreros ferroviarios.

— Han sido nombrados director y sub-director del Canal de Experiencias Hi-drodinámicas, los ingenieros navales se-ñores González Alado y López-Acebedó, que con los señores Lago y Rodrigo for-man el equipo técnico de ingenieros de dicho Canal de Experiencias.

— Ha sido designado para concurrir al I Congreso Internacional del Vidrio y de la Cerámica, el ingeniero industrial don José Antonio de Artigas, vicepre-sidente de L'Union de Chimie.

— Han sido nombrados ingenieros de la Sociedad Española de Construcciones Metálicas, talleres de Zorroza, los inge-nieros industriales D. Julio G. Borre-guerro y D. Fernando Lozano.

— Se ha declarado desierta la cátedra de Cálculo y Electrotecnia, vacante en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid.

— El Ministerio de Instrucción Públi-ca ha dispuesto que el ingeniero de Ca-minos D. Rafael López Egoñez asista como delegado a la reunión de la Comi-sión Internacional permanente de los Congresos de carreteras que se celebra en París.

SERVICIOS D E L E S T A D O

Ingenieros agrónomos. — Se concede primera prórroga de licencia por enfer-mo al ingeniero tercero D. Antonio Fer-

nández Fernández, afecto a la Sección Agronómica de León.

Se concede el pase a situación de su-pernumerario, a su instancia, al inge-niero tercero D. Gabriel Urlguen Larra-ñaga.

Se concede la situación de supernu-merario, a 'su instancia, aJ ingeniero tercero D. Juan Antonio Lauzón Lledós.

Ha sido designado secretario de Sec-ción del Consejí Agronómico, D. Fran-cisco Ruiz Fernández Mata, jefe de pri-mera clase afecto a la Sección Agronó-mica de Segovia.

Han sido destinados: para la Sección de Fitopatología, D. Agustín Alfaro Mo--•eno, ingeniero tercero pendiente de des-tino, a la estación Patológica Vegetal de Zaragoza; D. Carios García Gisbert, ingeniero tercero, a la estación de Pa-tología Vegetal de Almería.

Para la Sección de Viticultura y Eno-logía, D. Alberto CataJá Toribio, inge-niero tercero, a la de Almendralejo, co-mo director de dicho centro; D. Ignacio María Rodríguez Fuguera, ingeniero tercero, a la de Requena, y D. Juan Augusto Pedrere Pérez, ingeniero ter-cero, a la de .Valdepeñas.

Para la Sección de Olivicultura de Santa Cruz de Tenerife; don Miguel Troncoso Sagredo, ingeniero tercero, ro, para la de Santander; D. Eladio Mo-rales Fraile, ingeniero tercero, para la de Teruel; D. Juan José Fernández Ur-quiza, ingeniero tercero, para la de Va-Iladolid, y D. Francisco de la Flguera Bemard, ingeniero tercero, para la de Zamora.

Don José Galicia Alonso, jefe de la Sección Agronómica de León, pasa a prestar sus servicios a la Sección Agro-nómica de Granada como ingeniero je-fe de la misma.

Don Antonio Diez Gómez, ingeniero tercero afecto a la estación de Horti-cultura y Jardinería de Granada, pasa a prestar sus servicios a la Sección Agronómica de Málaga.

Don Vicente Rivadeneira Villasuso, se-gundo jefe de la Sección Agronómica de Orense, pasa a prestar sus servicios a la Sección Agronómica de Jaén.

Se destina al servicio del Catastro de-pendiente de la Dirección General de Propiedades y Contribución Territorial los siguientes ingenieros agrónomos que se hallaban pendientes de destino: Don Antonio María de Acuña y Armijo, je-fe de primera clase; D. Emiliano Enrí-quez Jl.arrondo, ingeniero primero; don Luía García de los Salmones, ingeniero tercero; D. Miguel Oroz Pérez, inge-aiero tercero; D. Simón Panlagua Sán-chez, ingeniero tercero; D. Agustín Sán-chez Buedo, ingeniero tercero; D. Eleu-terio Sánchez Buedo, ingeniero tercero; D. Francisco Roig Ballesteros, ingeniero tercero, y D. Mariano Arenillas Alvarez, ingeniero tercero.

Ingenieros de Caminos.—^Han sido ju-bilados : por tener más de cuarenta años

PARLAMENTO 9-11

Page 51: Revista Ingeniería y Construcción (Julio, 1933)

de servicios, el inspecto general D. .An-tonio Herbella y Zóbel, y por haber cum-plido la edad reglamentaria, el inspec-tor general D. Leopoldo Soler Galí.

También han sido jubilados por edad: el inspector general D. Federico Gómez Membrillera, que servía como director de la Junta de Obras del puerto de Va-lencia, y el de igual clase D. José Al-belda y Albert, que desempeñaba la Di-rección de las obras del puerto de Huelva.

Ha sido nombrado director de las obras de regulación y aprovechamiento del río Jarama y sus afluentes, con ex-cepción del Henares y el Manzanares, el jefe de segunda D. José Salmerón García.

Ha sido declarado en la situación de disponible el segundo D. Tomás Gómez Acebo, que servía en la Comisaría de la zona S'ur.

Ha sido jubilado, por haber cumplido la edad reglamentaria, el Inspector gene-ral D. Félix Ramírez Doreste, que des-empeñaba, en situación de supernume-rario, la Jefatura del Circuito Nacional de Firmes Especiales.

Ha sido declarado en la situación de sueprnumerario, fuera del servicio ac-tivo, el jefe de primera clase D. Casto Méndez-Núñez y Velázquez, que desem-peñaba el cargo de subdirector del puer-to de Vigo, cuya plaza ha sido amor-tizada.

Ha sido trasladado de la cuarta Je-fatura de Construcciones de Ferrocarri-les a la de Obras públicas de Huesca, el jefe de segunda b . Ramón Martínez de Velasco.

A D. Juan Romera García, supernu-merario, segunda Jefatura de Estudios y Construcciones de Ferrocarriles, se le nombra ingeniero subalterno en la Je-fatura de Obras públicas de Santa Cruz de Tenerife. '

Ingenieros Industriales, — Se ha dis-puesto: Que D. Vicente Reig Genovés, actualmente ingeniero jefe de Industria de Valencia, sea nombrado para igual cargo en Málaga.

Que D. Manuel Prieto Peláez, actual-mente ingeniero jefe de Vizcaya, sea nombrado para igual cargo en Falencia.

Que D. Jiüián González Suso, actual-mente ingeniero subalterno de Guipúz-coa, sea nombrado ingeniero jefe de Viz-caya.

Que D. Alfonso Segura Sánchez, ac-tualmente ingeniero subalterno de Va-lencia, sea nombrado ingeniero jefe de la misma provincia.

Que D. Enrique Castro de la. Peña, ac-tualmente ingeniero jefe interino de Ceuta, sea nombrado para igual cargo en propiedad.

Que D. José García Faria sea nombra-do jefe de industria interino de Cádiz, y D. Joaquín Marqués Bennaser, jefe de industria interino de Baleares.

Han sido destinados los ingenieros terceros recientemente .ingresados: don José Capmaniy Arbat, al Consejo de In-dustria; D. Celedonio José Pueyo Lues-ma, a la Jefatura de Industria de Hues-ca; D. Antonio Robert Robert, a la de

Nuevo sisteTiia, de transporte.

Los carretones, ya Eep-arados, sostienen los ejes del vagón, y el conjunto es arrastrado por un potente tractor.

Sevilla; D. Víctor de Buen Lozano, a la de Avila; D. José Cucurella Alsina, a la de Sevilla; D. José María Sagarra Mon-tolíu, a la de Sevilla; D. Julián Carmona Rodríguez, a la de Granada; D. José Ca-lera Ubis, a la de Granada; D. Francis-co Rahola de Flagas, a la de Baleares; D. José María Salvadores Apellanes, a la de Málaga; D. José Muñoz-Repiso Va-ca, a la de Segovia; D. Gabriel Torres Gost, a la de Málaga; D. Agustín Chá-varri Zuazo, a la de Burgos; D. Juan Jo-sé Córdoba Machimbarrena, a la de Cá-diz; D. Arturo Amal Guast, a la de Jaén; D. Manuel Taboada Bonastre, a la de Cádiz; D. Franco Gultart Sivilla, a la de Avila; D. Ramón P. Martín Ló-pez, a la de León; D. José María Pobla Jou, a la de la Coruña; D. Prudencio Oliveras García, a la de Salamanca; don Francisco Ferre Casamada, a la de So-ria; D. Ricardo Claret Martí, a la de Ciu-dad Real; D. Felipe López Morales, a la de Almería; D. Ramiro Pascual Cros, a la de Cádiz; D. César Sagaseta Mar-colain, a la de Cuenca; D. Manuel Sa-grera Bertrán, a la de Jaén; D. Tomás Moreno Garbayo, a la de Logroño; don Luis Arruz Alonso, a la de Valladolid; D. Casimiro Meliá Pena, a la de Teruel; D. Pedro Ruibal Sabio, a la de Orense; D. Eugenio Rugarcía González, a la de Zamora; D. Mariano Zúñiga Galindo, a la de Teruel; D. Isaac Royo Alfonso, a la de Huesca; D. Enrique García Mar-tí, a la de Soria; D. Aurelio Sol Pagán, a la de Badajoz; D. Luis Llatas Serrat, a la de Badajoz; D. Leonardo Herrán Rucabado, a la de Ceuta; D. Juan De-songles Sagarra, a la de Santa Cruz de Tenerife; D. Antonio de Aranzadi e Iru-jo, a la de Cuenca; D. Antonio López Monis, a la de Palencia; D. Joaquín Co-res Masaveu, a la de Cáceres: D. Manuel

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Peñalver Oliva, a la de Santa Cruz de Tenerife; D. Enrique Domenech Roura, a la de Melilla; D. Luis Leach Ansó, a la de Melilla; D. José Castiñeyra Alfon-so, a la de Cáceres; D. José Salas Mo-las, a la de Cáceres.

Asimismo han sido destinados: Don Diego López Cubero, como ingeniero subalterno, a la Jefatura de Industria de Madrid.

Don Santiago Bergareche, como ídem ídem, a la de Vizcaya.

Don Alejandro Pons, como ídem id., a la de . Castellón.

Don Julio Castellano, como ídem id., a la Dirección General de Industria.

Don Juan Gómez Miralles, como ídem ídem, a la Dirección General de Indus-tria.

Don Sergio Indurain, como ídem id., a la Jefatura de Industria de Guipúzcoa.

Don José Alcántara, como ídem id., a la ídem de León.

Don Francisco Zubillaga, como ídem ídem, a la de Navarra.

Don José López Vargas, como ídem ídem, al Consejo de Industria.

Don Angel Faura, como ídem íd„ a la Jefatura de Industria de Zaragoza.

Don Rafael Manera, como ídem id., a la de Baleares.

Han sido destinados: Don Feliciano Mayo Surio, para Jefe de Industria de Granada; don Narciso Masoliver Ibarra, para Jefe de Industria de Lérida; don Manuel Velasco de Pando, para Jefe de Industria de Ciudad Real; don José Ló-pez Vargas, para Jefe de Industria de Avila; don Mariano de las Peñas Mes-qui, para Ingeniero subalterno de la Je-fatura de Industria de Madrid;"Bon Ser-gio Indurain Echandi, para Ingeniero subalterno de la Jefatura de Industria de Zaragoza; don José López Bertrán, para Ingeniero subalterno de la Jefatura de Industria de Lérida.

Vacante la plaza de ingeniero segun-do en el Cuerpo de ingenieros industria-les al servicio del Ministerio de Agricul-tura, ha sido nombrado para ocuparla don Julio Castellano de la Pedraja.

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A petición propia, para seguir desem-pe liando el cargo de ingeniero del Ayun-tamiento de Sevilla, ha sido concedida la excedencia al ingeniero industrial don Luis Estrada Acebal, del Cuerpo del Mi-nisterio de Agricultura, Industria y Co-mercio.

Ingenieros de Minas.—Se destina al distrito Minero de Murcia al ingeniero tercero D. Leopoldo Sanjuán Otero.

Se nombra jefe del distrito minero de Salamanca a D. Gregorio Barrientos.

Con motivo de la vacante originada por jubilación de D. Pedro Pérez Sán-chez, se produce el siguiente movimien-to de escala:

Ascienden: a ingeniero primero, don Isidoro Rodrigáñez y Sánchez-Guerra; a ingeniero segundo, D. José Moya y Ló-pez del Castillo.

Ha sido jubilado D. Alfonso Fernán-dez y Menéndez Valdés, ingeniero jefe de primera clase del Cuerpo de Minas.

Se ha nombrado ingeniero jefe de pri-mera clase del Cuerpo de Minas a don Juan de la 'Escosura y Alaminos.

Idem ingeniero jefe de segunda clase del Cuerpo de Minas a D. Domingo Gon-zález Regueral.

Ingenieros de Montes.—^Pasa a super-numerario, a su instancia, el ingeniero tercero D. Valentín Prieto Rincón.

Fallece el ingeniero jefe de segunda don Antonio Llansó Ruiz.

Para a supernumerario, a su instan-cia, el ingeniero jefe de segunda clase don Teodosio .José Torres Elarre.

Se destina al distrito forestal de Cuen-ca, cesando en el de Albacete, a don Carlos de la Fuente y Serrano.

Se destina de secretario del Instituto Forestal de Investigaciones y Experien-cias a D. Herminio González Real, que resa en el distrito forestal de Albacete.

Se nombra profesor de la Escuela y cesa en el Instituto Forestal de Inves-tigaciones y Experiencias, a 'D. Juan Bautista Díaz Rodríguez .

Re traslada de la sexta División Hi-drológica Forestal de Zaragoza al ne-gociado tercero de la Sección segunda del Ministerio, a D. Mariano Borderás Monforte.

Se traslada al Negociado tercero, Sec-ción sngunda del Ministerio, a la Jefa-tura dol distrito forestal de Granada, a don Mfircos Pérez de la Cuesta.

Se traslada del distrito forestal de ,Snnta Cruz de Tenerife al distrito fo-restal de Albacete a D. Juan Antonio Delgado y Montoya.

Se traslada de la segunda División Hidrológica Forestal de Valencia al dis-trito forestal de Albacete a D. Juan Manuel T.encina y Lencina.

Se traslada a la segirada Divi.sión Hi-drológicoforestal de Valencia a la Je-fatura del distrito forestal de Tarrago-

na-Castellón, a D. José María Belenguer y Alagón.

Se traslada del distrito forestal Ta-rragona-Castellón a la tercera División Hidrológicoforestal.

Se traslada de la Reforma Agraria al distrito forestal de Toledo al ingenie-ro jefe D. Manuel de la Arena y de la Arena.

Se destina a la quinta División Hidro-lógicoforestal de Sevilla, al ingeniero tercero D, Juan José Villagráu y Abau-rrea.

Se nombra profesor de la Escuela y cesa en el distrito forestal de Jaén, el ingeniero tercero D. Manuel Corripio y González.

Se traslada del distrito forestal de Santander al de Huesca la ingeniero don Alfredo Pellón Escalera.

Se traslada del distrito forestal de Huesca al de Santander al ingeniero don Roberto Villegas Vega.

Se traslada de la tercera División Hi-drológicoforestal de Murcia a la sexta División Hidrológicoforestal de Zarago-za, al ingeniero D. Jenaro Brun y Arqué.

Se ha nombrado ingeniero jefe de se-gunda clase del Cuerpo de Montes a don Juan Farias Barona. '

Obras públicas y municipales.

Plan general de regáSíGS en Levante.

Seg-ún una orden de Obras Públicas inserta en la Gaceta del 15 de Mayo, se encomienda al Centro de Estudios Hidrográficos:

a) El anteproyecto general de un plan de mejora y ampliación de los re-gadíos de Levante y de la regulación de las cabeceras de los ríos Tajo y Guar diana.

b) El proyecto de las obras inte-grante del plan general de Levante y de las obras de regulación de las cabe-ceras del Tajo y del Guadiana.

c) -El plan general de aprovecha-miento del Tajo.

La Dirección general de Obras hi-dráulicas determinará el orden de pre-lación en que deban ejecutarse los es-tudios a que se refieren los apartados anteriores.

Serán sometidos a conocimiento e in-forme del Centro los proyectos ya re-dactados o en curso de ejecución, in-cluidos en los referidos planes.

Los trabajos a que se refiere el apar-tado primero de esta orden se iniciarán con e) personal incorporado o agregado al Centro para la formación del plan.

Los servicios de Puesta en Riego.

La "Gaceta" del 17 de mayo publica una orden de Obras Públicas relativa a la organización de los Servicios de Pues-ta en Riego. El Servicio de Óbras de Puesta en Riego constituirá una Delega-ción del Ministerio de Obras Públicas, que tendrá atribuidos todos los servicios qué se determinan en la Ley de 13' de abril de 1932 y disposiciones comple- . mentarías de la misma.

Dependientes del Delegado ministerial, existirán: Una Sección de Construcción, otra Agronómica, otra 3e Cartografía y otra de Contabilidad. El Jefe de cada Sección tendrá la Jefatura directa del personal de la Sección correspondiente. .

El Delegado del Ministerio 'de Obras Públicas actuará con las atribuciones fi-jadas para los Delegados de los Servi-cios Hidráulicos y con las que se indican en la citada orden.

Primera Asamblea de Ingenieros Muni-cipales de España.

El día 13 de junio se celebró la sesión de apertura de esta Asamblea, cuyas reunioines se han verificado en la Unión de Municipios españoles. A la sesión de apertura asistieron delegados de todas las regiones, estando, por tanto, repre-sentados la mayoría de los ingenieros de España. Fué presidida por D. José Casuso, actuando de secretario el señor Paz Maroto, y designada la Mesa de discusión, cuya vicepresidencia desem-peña el Sr. Segarra, delegado de Cata-luña, actuando de vocales los señores Pichó, delegado de Valencia, y Azofra, delegado de Andalucía.

Por la tarde se reunió nuevamente la Asamblea, discutiemdo las bases de crea-ción del Cuerpo de Ingenieros Munici-pales, reinando entre los reunidos gran entusiasmo.

Al día siguiente continuaron las se-siones por la mañana y por la tarde, discutiendo las bases que han de propo-ner para la futura ley Muinlcipal en re-lación con el Cuerpo de ingenieros mu-nicipales que se trata de crear.

El espíritu que ha dominado, y que se refleja en las bases aprobadas, ha si-do el de exigir la mayor idoneidad y garantías para los que hayan de des-arrollar su actividad profesional en los Municipios, armonizándolo con el ejerci-cio de la autonomía municipal, nue so respeta al máximo. Al propio tiempo, con dichas bases se trata de alcanzar todo cuanto tiende a dignificar el ejer-cicio de su función profesional y garan-tice en el futuro a los miembros del Cuerpo, regulando sus derechos y debe-res.

Por último se ha preocupado también la Asamblea de asegurar el mayor per-feccionamiento para el porvenir y de dis-

Gf)MAS%f ORP^AS - EMPAQUETADURAS i r t FÍTSÍ Vr BARCELONA BÍ l ;BAO SEVILSTA VALENCÍA

• y . V / : >\partedo 24 Sagasta, 19 Pablo Iglesias, 61 Ledesma/8 Valparaíso, 7 Doctor Sumsi> 30

Page 53: Revista Ingeniería y Construcción (Julio, 1933)

poner de un órgano apto para ser uti-lizado por las corporaciones y el Estado en cuanto se refiera al progreso de la téqnica municipal.

Los delegados intervinieron con todo entusiasmo y las conclusiones acordadas lo fueron por unanimidad.

Una Comisión de ingenieros asisten-tes a esta Asamblea visitó al alcalde para ponerse a sus órdenes y manifes-tarle el buen fruto de los trabajos rea-lizados en ella.

Un la sesión celebrada en la mañana del dia 15 de junio se sometieron a dis-cusión las conclusiones definitivas, lo que dió lugar a animados debates, en los que intervinieron con graji acierto los delegados de Cataluña, Valencia, An-dalucía y Castilla, perfilándose todos aquellos extremos que han de reforzar la convicción de los poderes públicos y locales de la conveiniencia de la acepta-ción de la propuesta que ha de hacér-seles, con la vista puesta en el interés de los Municipios, que lo es al propio tiempo de los ingenieros municipales.

La sesión de clausura revistió asimis-mo solemnidad, y después del discurso-resumen del secretario, Sr. Paz Maroto, declaró terminada la Asamblea el pre-sidente, señor Casuso, dejando sentada la primera piedra de una organización que permitirá a la ingeinieria municipal alcanzar pronto la extensión que en otros países modernos ha conseguido, redundando todo ello en beneficio de los intereses locales y de los generales del país. .

Por último se discutieron y aprobaron los Estatutos de la Asociación, que ha quedado constituida para iniciar una efi-caz actuación colectiva.

El túnel submarino del Estrecho de Gibraltar.

Efectuadas en Medina Sidonia expe-riencias previas necesarias para deter-minar algunas características de los te-rrenos que se encuentran en ambas ori-llas del Estrecho de Gibraltar, la Sec-ción Geofísica del Instituto Geológico y Mnero, dirigida por D. José García Si-ñériz, realiza algunas investigaciones en las dos orillas de dicho Estrecho condu-centes a terminar los trabajos geológi-cos que desde hace varios años hace la Comisión de estudios del Túnel Subma-rino Hispanoafricano.

Las primeras prospecciones se han iniciado en la zona de Tarifa, y ahora contijaúan en la zona africana, cerca de Alcázar Seguer.

Como es sabido, hasta la fecha todos los sondeos efectuados hasta 600 metros de profundidad han dado resultado fa-vorable, encontrándose terreno absolu-tamente impermeable, y el objeto de las prospecciones geofísicas que van a eje-cutarse es, provocando conmociones, que vienen a ser como terremotos arti-ficiales producidos por fuertes explosio-nes, averiguar el espesor de esta capa Impermeable y la clase de terreno sobre la que se apoya.

Con esas experiencias y las que efec-

tuará el Instituto Oceanográfico, así co-mo la Dirección de Navegación, dará un gran paso hacia su terminación la la-bor de la Comisión de estudios, cuyo ñn es la determinación científica de la po-sibilidad de construcción del túnel his-panoafricano.

El puente de Aranjuez sobre el Tajo.

Se ha adjudicado a D. Eugenio Gras-set y Echevarría la subasta de las obras de sustitución del puepte sobre el rio Tajo, en Aranjuez, kilómetro 47 de la carretera de Madrid a Cádiz, por pese-tas 263.887,52.

Reunión del Consejo de la Asociación Nacional de Contratistas de Obras Públicas.

El día 31 de mayo se reunió el Con-sejo de la Asociación de Contratistas de Obras Públicas, dando posesión a los nuevos consejeros elegidos en la última asamblea general.

Se acordó dar una nota a la Prensa re-ferente al problema ferroviario, pro-puesta por la Sección de Ferrocariles.

Se ocupó el Consejo de la dificultad puesta a algunas Einpresas sobre lega-lización de la firma de sus gerentes a las proposiciones para optar a las su-bastas de obras. Se acordó elevar un escrito al ministro de Obras Públicas .solicitando la resolución de este asunto.

Igualmente se ocupó el Consejo de una propuesta del Sr. Sánchez Castillo, refe-rente a convenio con una Empresa de cementos, para que los compañeros del Norte puedan adquirirlo a un precio con-veniente.

El consejero-gerente enteró al Con-sejo de las gestiones realizadas para conseguir que los contratistas de obras públicas puedan seguir haciendo el se-guro en Compañías legalmente estable-cidas, por aplicar éstas condiciones más beneficiosas que la Caja Nacional, dan-do cuenta de los escritos dirigidos a las Cortes, al ministro de Trabajo, al Consejo Nacional del Trabajo y al Con-sejo de Administración de la Caja Na-cional del Seguro, así como de las vi-sitas realizadas.

También se ocupó el Consejo de la ju-risdicción de los Jurados mixtos de Obras Públicas y de las bases de trabajo para las obras públicas en la provincia de Madrid, acordando elevar escritos y vi-sitar al director del Trabajo, Sr. Ba-raibar.

Referente a la situación económica de la Asociación, el Consejo se manifestó más decidido que nunca a que ésta se consolide para que la Asociación pueda vivir, pese a quien pese, y acordó acep-tar bajo la responsabilidad de las fir-mas particulares de los asistentes, un crédito bancario. También acordó la creación de socios protectores, suscri-biéndose todos los consejeros.

La Asociación entra bajo una fase nueva y pese a las asechanzas e inten-ciones de algunos elementos, ha de vivir y ha de conseguir sus propósitos, cada

vez más firmes, de que el contratista no sea un parásito, sino algo digno y res-petable.

El Consejo directivo de la Asociación Nacional de Contratistas de Obras Pú-blicas ha quedado constituido en la si-guiente forma:

Presidente, D. Ramón de Caso y Suá-rez; vicepresidente. Construcciones Ber-nal; consejero-gerente, D. José Sánchez Castillo; tesorero, D. Antonio González Barros; vocales, Marcor, S, A.; D. Emi-ho García Loro, A l o m a n , S. A., Pavi-mentos Asfálticos, Construcciones Gam-boa y Domingo, Sociedad Constructora Ferroviaria, Delmor, S. A., Sociedad Ge-neral de Obras y Construcciones, don José Entrecanales, D. José Navarro Martínez, señores Mayo Hermanos, don Ramón Beamonte del Río, Riegos As-fálticos, S. A., señores Eguinoa Herma-nos y D. Antonio Rodríguez Sacristán; aesosor secretario, D. José Martínez Agulló.

Varios.

Pruebas de ima estructura en la Ciudad Universitaria.

En las obras que se están ejecutando en la Ciudad Universitaria con destino al Hospital Clínico han tenido lugar in-teresantes pruebas de una parte de su estructura.

En esta obra, cuyo proyecto es del arquitecto D. Manuel Sánchez Arcas, la estructura, de hormigón armado, ha sido calculada por el ingeniero D. Eduardo Torroja Miret, el cual ha proyectado una cubierta para las cátedras, de una gran originalidad.

La estructura cubre una superficie

Vista superior de la estructura probada hace unos dias en la Ciudad Universitaria.

circular de 22 metros de diámetro, sin apoyos intermedios, y con la particula-ridad de dejar en el centro una clara-boya octogonal de 10 metros. Las vi-gas radiales que arrancan de los apoyos exteriores, al llegar al anillo de esta claraboya se doblan formando los mon-tantes de los ocho ventanales que la ro-dean, y sobre ellos apoyan en la parte alta ocho nervios radiales, en arco re-bajado, para cubrir la claraboya. La ri-gidez del conjunto se obtiene con los mismos montantes de estos ventanales,

Page 54: Revista Ingeniería y Construcción (Julio, 1933)

En BILBAO:

S O L D A D U R A E L É C T R I C A 1. Por hidrógeno

atomizado. Grupo para dos

operarios. Grupo portátil. Máquina automática. Grupo de motor

de gasolina. ^ Aparato para

corriente alterna. 7. Aparato con avance continuo

del electrodo. 8. Aparato para soldadura con-

tinua de cubiertas de barcos. oooooooooooooooo

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Pídanse detalles a los Representantes -

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Page 55: Revista Ingeniería y Construcción (Julio, 1933)

que en unión de los dos anillos, supe-rior e inferior de la claraboya, forman una viga Vierendel circular de arrios-tramiento.

Por la gran elasticidad de la estruc-tura y la dificultad de su cálculo y eje-cución, era de gran interés el apreciar con gran detalle los movimientos de la estructura durante su descimbramiento y pruebas de carga, para lo cual los fle-ximetros corrientes no daban la apre-ciación que se deseaba.

En vista de ello, la Casa Icón, cons-tructora de aparatos de precisión para investigaciones de la construcción y la-boratorios para ensayo de materiales, ofreció su concurso, enviando un tele-

Otro aspecto de u n a parte de la estructura del' Hospital Clínico en construcc ión en la

Ciudad Universitaria.

microdefórmetro de su construcción y ocho auscultadores de tensión, que co-locados en los puntos que debieran acu-sar su máxima deformación. Sindicasen todos los movimientos de la estructura por pequeños que fuesen. El grado de apreciación de estos aparatos llega a una "milésima de milímetro".

A las pruebas asistieron los señores Torres Quevedo (padre e hijo). Cabre-ra, Peña Boeuf, Palacios, Fungairiño, Aguirre (D. J.), García Reyes, San Ro-mán y otros .

El descimbramiento se hizo sin nove-dad alguna, resistiendo la estructura las sobrecargas de cálculo ampliamente, siendo felicitados ios autores del pro-yecto.

II Congreso de Ingeniería Naval.

En el salón de actos de la Unión Ibe-ro Americana se inauguró el día 8 de junio el II Congreso de Ingeniería Na-val, bajo la presidencia del subsecre-tario de Marina, Sr. Martín Echeverría. El presidente de la ^.sociación de inge-nieros navales, D. Miguel Reches, diri-

gió un saludo a los congresistas, y a continuación, el Sr. Rubí dió cuenta de la labor desarrollada por la Asociación en el año último.

El subsecretario de Marina cerró el acto ofreciendo estudiar con el mayor interés la labor que realice el Congreso.

Una vez terminada la ceremonia de inauguración, el Congreso comenzó sus tareas con la lectui'a de las comimlca-ciones de los señores González Aledo y Crespo, acerca de "Estudio económico de imas líneas de buques de pasaje" y "Barcazas basculadoras".

El día 9, por la mañana, visitaron los congresistas el Museo Naval.

En la tarde del día 10 se celebró la sesión de clausura. Presidió D. Claudio Aldereguia, quien dió las gracias a los concurrentes por el interés demostrado, tanto con la presentación de trabajos, muy interesantes todos ellos, como por el elevado espíritu con que se han lle-vado las discusiones. Quedó clausurado el Congreso en medio del mayor entu-siasmo.

Los diversos trabajos, por el orden que han sido leídos, son los siguientes:

1." Estudio económico de unas líneas de buques de pasaje, por D. Jaime G. de Aledo; 2." Barcazas basculadoras, por don Rafael Crespo; 3.» Notas sobre el disco de máxima carga, por D. Carlos Gadino; 4." Nota sobre los métodos de cálculo para la determinación de la es-lora inundable y su relación con la Conferencia Internacional para la segu-ridad de la vida humana en el mar, de 1929, por D. Carlos Gadino; 5." Cálcu-20 de anillos elásticos sometidos a una presión normal y uniforme, por D. Ra-fael de León; 6.° La soldadura eléctrica como elemento constructivo, por don

' José Rubí; 7.° Resistencia mecánica de las hélices, por D. Andrés C. Barcala y D. Germán G. Monzón; 8." Estudio de la defensa de los buques de guerra contra el ataque de las bases, por D. Rafael G. Redruejos y D. Jaime G. Aledo; 9." Cons-trucción propulsiva, por D. Mateo Abe-11o; 10. Sobre el cálculo del casco resis-tente de un submarino, por D. Amadeo Fernández Avila; 11. Causas de. incen-dio a bordo de los buques y medio de combatirlas, por D. Simón Ferrer Del-gado y D. Luis B. Dublang; 12. Un nue-vo método práctico de comparación de potencias propulsoras de buques, por D. Ramón Zubiaga y Aldecoa.

Viaje de estudios a los Estados Unidos.

El Instituto Nacional de Organización Científica del Trabajo ha organizado un viaje de estudios a los Estados Unidos, que durará desde el 4 de octubre ai 13 de noviembre próximos, con el sigruiente re-corrido: Nueva York-Washington-Akron-Chicago-Detroit-Buffalo-Boston - Nueva York. Se visitarán los principales esta-blecimientos industriales y comerciales situados en las ciudades antes mencio-nadas.

El conjunto del viaje, comprendidos barcos, trenes, hoteles, etc., desde el puerto de embarque en Europa hasta el desembarque en el mismo puerto costa-

rá de 3.500 a 4.000 francos suizos. El precio de 3.500 corresponde a una parti-cipación mínima de 15 personas y una estancia de dieciocho días en los Esta-dos Unidos. Los miembros del Instituto deberán pagar la cuota de un año de miembro afiliado, o sea 50 francos sui-zos, lo cual les dará derecho a todas las ventajas concedidas a esta clase de miembros.

El plazo de inscripción termina el 25 de julio. Para adhesiones, dirigirse al Instituí International d'Organisation Scientifique du TravaU, 2, Boulevard du Théatre, Genéve (Suiza).

Exposición Electrotérmica en Essen.

Varias Asociaciones de la Industria y la Economía alemanas han organiza-do una Exposición Electrotérmica en Es-sen, ciudad situada en el centro de la región industrial renano-westfaliana. Es-tán distribuidas sus secciones en tres grandes pabellones, siendo las más in-teresantes las siguientes: aplicación del calor en el hogar, en la industria hote-lera y en el lavado; siderurgia y metalur-gia, calefacción de locales, agricultura y jardinería, y aplicaciones terapéuti-cas del calor; y, por último, en el ter-cer pabellón se exponen las instalacio-nes demostrativas de la aplicación del calor producido por la electricidad a la soldadura. La mayor parte de los apa-ratos, máquinas e instalaciones, se pre-sentan en funcionamiento, dando así a los visitantes toda clase de demostracio-nes. La Exposición, que pe ha abierto el día 1 de julio, se terminará el 13 del próximo mes de agosto.

Nueva fábrica de productos químicos.

Con im capital de 300.000 pesetas se ha constituido en Bilbao una eintidad de-nominada "Sociedad Electro-Química Hispania", para dedicarse a la industria química. Son sus fundadores D. José Orbegozo, D. Leo. H. di Tarziani y don Joseph Breslaner.

La Prensa técnica en la Feria de Mues-tras de Barcelona.

La Asociación Española de la Prensa récnica ha acordado concurrir a la Fe-ria de Muestras de Barcelona, donde exhibirá en su stand todas las revistas técnicas asociadas.

Iji Feílerííción Nacional de Ingenieros, suspendida.

A petición del Instituto de Ingenieros Civiles, y en defensa de respetables in-tereses profesionales, la Dirección Ge-neral de Seguridad, con fecha 22 de ma-yo, ha ordenado la suspensión de la en-tidad denominada Federación Nacional de Ingenieros, eliminándola, por tanto, del Registro de Asociaciones, y ha or-denado a su presidente, D. Antonio Val-verde Gil, que haga entrega en la Di-i'ección General de Seguridad de los car-nets de identidad de ios asociados de la misma.

Page 56: Revista Ingeniería y Construcción (Julio, 1933)

B i b l i o g r a f í a SCIENCE ET INDUSTRIE

Metalurgie, Constructions mecaniques, Energie.

En el número de febrero de este año, nos referíamos en esta misma sección a la gran revista francesa S c i e n c e e t I n d u s t r i e , ocupándonos de su edi-ción dedicada a la C o n s t r u c c i ó n y O b r a s P ú b l i c a s . La que hoy DOS ocupa es la sección cuyo título .en-cabeza estas líneas.

La Sociedad editora ha sabido agrupar en el Comité técnico firmas tan presti-giosas como las de B a r r i 11 o n , E y -d o u x , L e i b l a n c , L e m o i n e y H . P a r o d i , por no citar más que alg -nos, conocido entre nosotros el últi-mo 'or sus artículos de colaboración en revit as españolas y su cooperación en algunas electrificaciones.

La confección de la revista es seme-jante en las dos ediciones en que se divide, y lo mismo ima que otra se com-pletan con una extensa sección de in-formación documental.

Como dato interesante para nuestros lectores, a quienes recomendamos calu-rosamente la lectura de S c i e n c e e t I n d u s t r i e , indicaremos que, en Es-paña, la suscripción a una de las dos ediciones importa 125 francos, y a las dos juntas, 200. El domicilio social es: 29, rué de Berri, París (VlUe) .

ELECTROTECNIA Radiotelegrafía y radiotelefonía, por Ru-

fino Gea Sacasa.—703 páginas, 300 figuras y tablas.—^Editor: Editorial Reus, S. A., Preciados, 1 y 6, Madrid. Precio: 25 pesetas. C o m i e n z a e s ta o b r a c o n un cap í tu lo de-

d i cado al es tudio de las corr ientes a l ter -n a s descr ib iendo en f o r m a b a s t a n t e ele-menta l las n o c i o n e s re lat ivas al m o v i m i e n -to v ibra tor i o y carac ter í s t i cas de es ta c lase de corr ientes . E l au tor s u p o n e que ajl c o -munzar la obra , el l e c tor t iene los c o n o -c imientos pr imord ia les de l o s c i r cu i tos de corr iente cont inua, su f i c i en tes p a r a poder presc ind ir del estudio de las leyes q u e ri -g e n esta c lase de f e n ó m e n o s . D e s p u é s de h a b e r es tud iado las prop iedades de los c ir -cu i tos según la c o l a b o r a c i ó n en el los de u n a Inductanc ia y u n a capac idad , t rata de los c i rcui tos osc i lantes , intercailando en el t e x -to a l g u n o s e j erc i c i os n e c e s a r i o s p a r a a c l a -rar las ideas del lector .

El cap í tu lo t e r cero e x a m i n a la c a r g a y d e s c a r g a de c ondensadores , y después de estudiar los d i ferentes a c o p l a m i e n t o s de c i rcui tos , s e ded i can dos cap í tu los al cá l -cu lo de c a p a c i d a d e s y de inductanc ias , in -c l u y e n d o var ias tab las de g r a n uti l idad para estos cá lculos .

L o s cap í tu los s iguientes t ra tan de las d iversas c lases de a n t e n a s y sus prop ie -dades y carac ter í s t i cas , e s tud iando d e s -p u é s las l á m p a r a s de dos y tres e lectro -dos y o t ros m o d e l o s m á s m o d e r n o s . L o s ú l t imos cap í tu los están ded i cados a ra -d io te l e f on ía y rad iogon iometr ía , descr ib i en -do los s i s temas de emis ión en o n d a s c o r t a s y e x t r a c o r t a s . E l c o n j u n t o de la o b r a es tá a v a l o r a d o p o r re fer i r se c o n t i n u a m e n t e a mater ia les e insta lac iones nac i ona les y a j u s t a r s e en t odo m o m e n t o a las c o n d i c i o -nes en q u e se desenvue lven las c o m u n i c a -c iones i n a l á m b r i c a s en nuestro pa í s .—H. C.

MET.\LTJRGIA

Metall-imd Legienmgskunde, por el doc-tor ingeniero Preiherr M. v. Schwarz. 383 páginas, 337 figuras y cuadros.

Editor: Ferdinand Enke, Stuttgart (Alemania). Precio: 26,10 RI>Í.

L a o b r a q u e r e s e ñ a m o s es la s e g u n d a ed ic ión a m p l i a d a d e l a s e c c i ó n " a l e a c i o n e s " , p u b l i c a d a en p r i m e r a e d i c i ó n en la enc i -c l o p e d i a t i tu lada "Cheimische. T e c h n o l o g i e der N e u z e i t " .

C o m i e n z a es te que , p o r su c a n t i d a d de f i guras , p o d r í a m o s l l a m a r t r a t a d o g r á f i c o de m e t a l o g r a f í a , p o r un c a p í t u l o en el que se e x p o n e c l a r a m e n t e l a d i f e r e n c i a entre los c o n c e p t o s m e t a l y a l e a c i ó n , al q u e si-g u e n otros , entre los q u e d e s t a c a el ded i -c a d o a l e s tud io de las p r o p i e d a d e s de los m e t a l e s y a l e a c i o n e s , p a r a p a s a r luego a la p a r t e q u e c o n s t i t u y e l a o b r a p r o p i a m e n t e d i c h a ; es decir , el es tudio de los meta les y a l eac i ones m á s i m p o r t a n t e s , y a q u e el es -tudio c o m p l e t o de t o d a s l a s a l eac i ones a c -t u a l m e n t e ex i s t entes r equer i r ía el e s p a c i o de u n a v e r d a d e r a enc i c l oped ia . Se es tud ian c o n m a y o r de ten imiento las a leac iones del cobre , del n íque l y del coba l to , del a l u m i -n io y de l os m e t a l e s b l a n c o s , ded i cando en e s ta se c c i ón u n c a p í t u l o espec ia l a l a s a l eac i ones p a r a co j ine tes .

L a ú l t ima p a r t e e s t á d e d i c a d a a los ín-dices , el p r i m e r o de l o s cua les se re f i e re a la e n u m e r a c i ó n p o r o r d e n a l f a b é t i c o de las a leac iones m á s i m p o r t a n t e s , a m p l i a d o c o n re lac ión a l a p r i m e r a ed i c ión en 300 a leac iones . S i g u e n u n í n d i c e de autores y otro , a l fabét i co , p o r m a t e r i a s . — L . S. .

Cromatura elettroUtica, por Osvaldo Maochia.-^89 páginas, 204 figuras y 45 tablas.—^Editor: Ulrieo Hoepli, Ga-llería de Cristóforis, 59-65, Milán (104). Precio: 50 liras.

L a s ap l i cac i ones del c r o m a d o e lectro l í t i -c o pana u s o s d e c o r a t i v o s y m e c á n i c o s h a n t o m a d o , en l os ú l t i m o s se is años» u n d e s -arro l l o notable , y l a s n u m e r o s a s insta la -c lones d e d i c a d a s a e s t a industr ia , d e m u e s -t ran c l a r a m e n t e l a i m p o r t a n c i a q u e h a a d -quir ido este asunto . E l a u t o r h a c e p r i m e r o u n a h is tor ia d e l o s p r o c e d i m i e n t o s de c r o -m a d o , desc r ib i endo d e s p u é s las p r o p i e d a d e s y ap l i cac i ones d e l os d e p ó s i t o s e lectro l í t i -c o s de c r o m o . P a s a d e s p u é s a es tud iar la parte e l éc t r i ca de l p r o c e s o y l a t e o r í a del c r o m a d o e lectro l í t i co , i n d i c a n d o el e f e c t o per jud ic ia l de a l g u n a s so luc i ones y d a n d o n o r m a s h ig i én i cas p a r a u n a rea l i zac i ón p e r -f e c t a de es tos p r o c e s o s . D e s c r i b e , p o r últ i -mo , la t é c n i c a de l c r o m a d o y el c o s t o de las d i f e rentes o p e r a c i o n e s . — E . C.

QUIMICA Chemische Technologie für Bauingenieu-

re und verwandte Berufe, por el pro-fesor doctor Franz Hemmelmayr.— 123 páginas, cuadros y 27 figuras.— Editor: Ferdinand Enke, Stuttgart (Alemania). Precio: 7,65 RM.

Chemische Technologie für Maschinen-ingeiüeure und verwandte Berufe, por el Prof. Dr. Franz Hemmelmayr.— 129 páginas, 39 figuras y cuadros.— Editor: Ferdinand Enke, Stuttgart (Alemania). Precio: 7,65 RM.

E l ingen iero que s e o c u p a de t r a b a j o s prác t i cos neces i ta en m u c h a s o c a s i o n e s a l -g u n o s c o n o c i m i e n t o s de q u í m i c a de la p a r -te de es ta c i enc ia l l a m a d a q u í m i c a - t é c n i -c a o t e c n o l o g í a q u í m i c a . L a "B ib l i o t e ca E n k e de Q u í m i c a v T é c n i c a " ded ica los t omos X V I I y X V I I I a los p r o b l e m a s de tecno log ía a u l m i c a út i les a los Ingenieros espec ia l i zados en m á q u i n a s el pr imero , y a los c o n s t r u c t o r e s el s egundo .

Se a c o s t u m b r a dividir la t e c n o l o g í a quí -m i c a en dos s e c c i o n e s : u n a d e d i c a d a a las sus tanc ias y o t r a a l a energía , e s tud iando m e t ó d i c a m e n t e los t e m a s s e g ú n es ta d iv i -sión. P e r o en los l ibros de e s ta c o l e c c i ón n o se g u a d a r í g i d a m e n t e este orden , sino que se t ratan los p r o b l e m a s q u í m i c o s que interesan a l a c l a s e de ingen ieros a q u e c a d a t o m o es tá d e d i c a d o , c o n s i g u i e n d o así d a r a la o b r a un c a r á c t e r e m i n e n t e m e n t e prác t i co .

E n el pr imero de l o s t o m o s a que n o s re-f e r i m o s se d e d i c a u n a par te a es tud iar el

p r o c e s o de c o m b u s t i ó n , i n d i c a n d o l os p r o -c e d i m i e n t o s de m e d i d a de a l t a s t e m p e r a t u -ras q u e t i enen a p l i c a c i ó n en la p r á c t i c a . S i g u e n o t ros cap í tu los d e d i c a d o s a l estudio de los c o m b u s t i b l e s só l idos , l íquidos y g a -seosos . L a s e g u n d a par te t r a t a de los lu-br i cantes , y l a ú l t ima, d iv id ida en c u a t r o capí tu los , e s tá d e d i c a d a a l a g u a de al i -m e n t a c i ó n de ca lderas , i n d i c á n d o s e en el ú l t imo d e e l l os los p r o c e d i m i e n t o s p a r a la p u r i f i c a c i ó n dol a g u a q u e h a de a l imentar las ca lderas de v a p o r .

E l t o m o d e d i c a d o a los ingen ieros c o n s -t r u c t o r e s d e d i c a su p r i m e r a par te a l a g u a y su p u r i f i c a c i ó n , c u a n d o h a y a d e dest i -n a r s e a la beb ida , c o n un cap í tu lo ded i -c a d o a la ut i l i zac ión industr ia l de l as a g u a s res iduales . S i g u e u n a í e g u n d a p a r t e de -d i c a d a a la i l u m i n a c i ó n y a las d is t intas s u s t a n c i a s e m p l e a d a s p a r a la i l u m i n a c i ó n p o r l l a m a . Y , p o r ú l t imo , u n a t e r c e r a y c u a r t a partes , de g r a n interés , q u e es tu -dian las s u s t a n c i a s ' e x p l o s i v a s y las m a -ter ias de c o n s t r u c c i ó n : m o r t e r o s , p iedras art i f i c ia les , ladr i l los y a s f a l t o .

I n d i c e s a l f a b é t i c o s a l f ina l de c a d a uno de los v o l ú m e n e s c o n t r i b u y e n a r e a l z a r la ut i l idad de es tas o b r a s de c o n s u l t a . — í . S.

PUBLICACIONES RECIBIDAS El hccho de que una obra

aparezca en esta sección nc impide que posteriormente nos ocupemos de ella con más detalle.

LIBROS L e s C o u r t s de Tenn i s , p o r R e n é C h a m p l y . - ^

63 p á g i n a s y 41 f i g u r a s . — E d i t o r : L i b r a i -r ie Centra le des Sc iences , D e s f o r g e s , '--i-r a r d o t & Cíe. , 29, Qua i des G r a n d s - A u -gust ins , P a r í s V I . — P r e c i o : 10 f r a n c o s .

C.anadian L i m e s t o n e s f o r B u i l d i n g P u r p o -ses , por M . F . Coudge.—196 p á g i n a s , f i g u -r a s y f o t o g r a f í a s . — P u b l i c a c i o n e s del D e -p a r t m e n t o f Mines , O t t a w a ( C a n a d á ) .

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Manuale pe í t rac c ia inento delle c u r v e f e r -rov l e e s t rade corret t iere , p o r G. H . A . Krohnke .—167 pág inas , tab las y f i g u r a s . E d i t o r iTJirico Hoep l i , Gal ler ía de Cr is tó -f o r i s , 59-65, Mi lano ( I ta l ia ) . — P r e c i o ; 6 l iras.

FOLLETOS Y MEMORIAS A b a c o par,a el cá l cu lo de l a c i l indrada y

p o t e n c i a í i s c a l de l os m o t o r e s de exp l o -s ión de c u a t r o t i e m p o s e m p l e a d o s en au-t o m o v i l i s m o , por M a n u e l A r i a s P a z , ca -p i tán de Ingen ie ros .—Min i s te r i o de la Guerra .

S o c i e d a d del F e r r o c a r r i l de Alcantiaril la a L o r c a , 32.» e j e r c i c i o s o c i a l . — M e m o r i a c o -r respond iente a l a ñ o 1932.

L o s m é t o d o s g e o e l é c t r i c o s s u e c o s , p o r Kar l Sundberg .—15 p á g i n a s . — F r a n c i s c o G a n j o . ingen iero de Minas , r epresentante de AK-t iebo laget E l e k t r i k M a l m l e t n i n g .

M e m o r i a c o r r e s p o n d i e n t e a l a ñ o 1933.—Sie-mens , I n d u s t r i a E l é c t r i c a , S. A . , B a r q u i -llo, 38.

E l pe t ró l eo e u Méx i co .—13 pág inas , cua -dros , l á m i n a s y t a b l a s . — P u b l i c a c i o n e s de la E m b a j a d a de M é x i c o en E s p a ñ a .

Mi t te i lungen B b e r Versi inl ie a u s s e f U h r t voni Os ter re l ch i s chen E l s e n b e t o n - A u s s c h u s s . Fasc ico i lo 13 . -106 pág inas , f i g u r a s y cua -dros . E d i t o r : Osterrec l i i s chen Ini íenieur — u n d A r c h i t e k t e n — V e r e i n , W í e n .

CATALOGOS R e c e p t o r e s " F a d a " , p l a n c h a e l é c t r i c a "Cci i -

t u r y " , c a l e n t a d o r i n s t a n t á n e o de a g u a " In 'duc to termo" , fuelle.» eléctricofs "CatU-l lac " , a n t e n a a n t i - s t á t l o a " S a m s o n " , ven-t i ladores " C e n t u r y " os c i lantes , de techo , r o ta t ivos . " P o l a r C u b " , o s c i lantes fi.ios.— A n g l o E s p a ñ o l a de E l e c t r i c i d a d , S. A. , Cortes , 525. B a r c e l o n a .

B . E . A . Class i f i ed H a n d b o o k o f M c m b e r s a n d the ir m a n u í a c t u r e s . — 2 8 5 p á g i n a s -P u b l i c a d o p o r T h e Br i t i sh E n g i n e e r s ' A s -soc iat ion , 32, V i c t o r i a Street , Londres , S. W . 1.