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PLA\TEAMIENTO DE ENSAYOS QUIENES trabajan en experimentación agraria acuden con frecuencia a los Agentes de Extensión, solicitando su ayuda para establecer campos de ensayo locales, encargándoles la realización de ob- servaciones en esos campos y en las explotaciones de los agricultores. Es evidente que, en el terreno del propio agri- cultor, es preciso ensa y ar, observar y comprobar, complementando así la labor de investigación y ex- perimentación realizada por organismos y personas especializadas. En este ensayo local, en el terreno del agricultor, el Agente de Extensión Agraria puede realizar una labor de gran interés, tanto actuando directamente como orientando a los agricultores, pues no cabe duda de que los ensayos son el más poderoso au- xiliar que existe para la mejora de la agricultura y sus resultados sirven de guía para la introducción de nuevas mejoras técnicas. Hemos de advertir que al emplear la palabra «técnica» a todo lo largo de este artículo lo hace- mos en su sentido más amplio, es decir, que no nos referimos sólo a la manera de hacer las cosas, sino también a las cosas en sí (variedades, productos fi- tosanitarios, etc.). Para que una innovación sea fructífera es im-

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Page 1: Revista de extensión agraria - mapa.gob.es · ensayo locales, encargándoles la realización de ob-servaciones en esos campos y en las explotaciones de los agricultores. Es evidente

PLA\TEAMIENTODE

ENSAYOS

QUIENES trabajan en experimentación agrariaacuden con frecuencia a los Agentes de Extensión,solicitando su ayuda para establecer campos deensayo locales, encargándoles la realización de ob-servaciones en esos campos y en las explotacionesde los agricultores.

Es evidente que, en el terreno del propio agri-cultor, es preciso ensa yar, observar y comprobar,complementando así la labor de investigación y ex-perimentación realizada por organismos y personasespecializadas.

En este ensayo local, en el terreno del agricultor,el Agente de Extensión Agraria puede realizar una

labor de gran interés, tanto actuando directamentecomo orientando a los agricultores, pues no cabeduda de que los ensayos son el más poderoso au-xiliar que existe para la mejora de la agricultura ysus resultados sirven de guía para la introducciónde nuevas mejoras técnicas.

Hemos de advertir que al emplear la palabra«técnica» a todo lo largo de este artículo lo hace-mos en su sentido más amplio, es decir, que no nosreferimos sólo a la manera de hacer las cosas, sinotambién a las cosas en sí (variedades, productos fi-tosanitarios, etc.).

Para que una innovación sea fructífera es im-

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prescindible que las «técnicas» que incluye corres-pondan a las necesidades de la realidad agraria encada caso, y, por consiguiente, es necesario que losensayos que constituyen la base de tales «técnicas»estén bien planteados y que sus resultados seancorrectamente interpretados y aplicados.

Los ensayos pueden hacerse sobre cualquier cues-tión de interés agrario, sea ello el cultivo de unanueva variedad, la modificación de una operaciónde laboreo, la utilización de un nuevo producto ola aceptación de una nueva ración alimenticia. Enlo que sigue, nos referimos, de un modo especial,a ciertos ensayos de tipo técnico sobre los que exis-te una metodología muy desarrollada que nos puedeservir de norma. Sin embargo, no debe olvidarseque las conclusiones a que lleguemos son aplica-bles, con las naturales excepciones, a ensayos decualquier tipo.

No nos referimos a trabajos de experimentación,sino a simples ensayos locales. La misión del Agen-te de Extensión Agraria no consiste en hacer ex-perimentación agraria, entendiendo como tal la com-probación y puesta a punto de las nuevas técnicascreadas por la investigación. Pero para ayudar alos agricultores a utilizar aquéllas el Agente nece-sita, en multitud de ocasiones, realizar algunos en-sayos. Esto es debido a numerosas causas que ex-ponemos a continuación:

EL MEDIO AGRARIO.

La primera de estas causas consiste en que laaplicación de las técnicas agrarias depende funda-mentalmente de las condiciones del medio. Ello haceque ninguna red de experimentación, por extensa,profunda y duradera que sea, permita determinarcon certeza y a priori el resultado que una nuevatécnica va a dar en todos y cada uno de los puntosy momentos en que se aplique. Esto sólo es po-sible en la industria, donde se pueden reproducirfielmente las condiciones físicas e incluso biológi-cas de una operación.

Esta incertidumbre es mayor cuanto mayor seala dependencia que la aplicación de la nueva téc-nica muestre con respecto a las condiciones delmedio en el punto y momento elegido. Por eso,en la práctica es mucho más fácil usar las moder-nas técnicas avícolas, utilizando en todos los lu-gares la misma raza, el mismo ambiente de galli-nero, la misma alimentación y las mismas medici-nas, que utilizar las modernas técnicas de laboreodel suelo.

EL MEDIO BIOLÓGICO.

No debe olvidarse que, desde el punto de vistaagrícola, el medio en que una técnica se aplica estádeterminado por tres grandes grupos de factores:físicos (suelo y clima), biológicos (plantas, anima-les, parásitos) y humanos.

Suele conocerse bastante bien la importancia yefectos de los factores físicos o ambientales, pero nosucede lo mismo respecto a los factores biológicos,pese a que hay una diferencia fundamental entreellos.

Los factores físicos son, a efectos prácticos, rela-tivamente estables, fluctuando alrededor de unamedia (clima) o evolucionando de una manera len-tísima y con capacidad de reversibilidad (suelo).Los factores del medio biológico evolucionan irre-versiblemente y pueden hacerlo de una manera ra-pidísima, como sucede con la creación de razas re-sistentes a nuevos insecticidas.

Entre los factores del medio biológico están in-cluidas las mismas plantas cultivadas y los anima-les domésticos. Esto es muy importante y muy detener en cuenta cuando la técnica de los ensayospuede tener dependencia respecto a las variedadeso razas. Esta dependencia parece ser mayor, enmuchos casos, de lo que antes se pensaba.

Un ejemplo típico lo constitu ye la introducciónde un nuevo insecticida cuya eficacia contra cier-tas plagas ha sido perfectamente demostrada.

Tras las simples indicaciones de la etiqueta delproducto está acumulada la experiencia de muchostécnicos que lo crearon, lo ensayaron y aprobaronsu uso. Es difícil, aunque no imposible, que unacomarca tenga características tan peculiares que mo-difiquen su eficacia, debido, por ejemplo, a laexistencia de razas de plagas que sean resistentesal insecticida en cuestión, antes de su introducción.Por consiguiente, en general, puede tenerse sufi-ciente seguridad, pero nunca la certeza de que di-cho insecticida actuará con eficacia, si se emplea deacuerdo con las instrucciones técnicas idóneas.

Pero lo que ya es más probable es que en unacomarca se cultiven variedades especiales de algu-na planta que haya de ser tratada con dicho in-secticida y que estas variedades no se hayan inclui-do en los ensayos básicos realizados con el produc-to, con lo que. se desconoce el posible efecto fito-tóxico que el insecticida puede causar. Por tanto,un ensayo nos permite no sólo demostrar la efica-cia del insecticida, sino comprobar la consecuenciade su uso.

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Los FACTORES HUMANOS.

Las técnicas agrarias son aplicadas por los agri-cultores con una finalidad económica y esta finali-dad ha de ser tenida muy en cuenta.

La heterogeneidad del medio físico y biológicode las distintas comarcas españolas se complica consu heterogeneidad humana, y muchas técnicas adap-tadas al medio físico-biológico pueden no estaradaptadas al medio económico.

Además, hay que considerar siempre los facto-res sicológicos que juegan un gran papel en todasaquellas técnicas que, de un modo u otro, tienenrelación con la vida privada del agricultor.

Por ejemplo: Si en una comarca existe una de-cidida preferencia por el consumo de las lechu-gas «romanas verdes», puede ser muy difícil in-troducir una variedad de lechuga arrepollada y detintes rojizos, si se utiliza para el autoconsumo,•aunque se trate de una variedad mucho mejor quela corrientemente usada. Una mejora de las varie-dades utilizadas en los huertos familiares de unacomarca requiere, pues, un ensa yo que permita de-terminar las variedades que más se adaptan a losgustos del consumidor.

En la mayoría de los casos, sin embargo, sonlos factores económicos los que imponen o rechazanuna nueva técnica ambientalmente adaptada.

El ensayo de dicha técnica permite averiguar lascausas por las cuales su uso es económicamente con-veniente o no, en una comarca y momento deter-minado, lo que permite ayudar a los agricultorescon mejor conocimiento de causa. Además, si di-cha técnica representa realmente un progreso, cuyologro se encuentra obstaculizado por factores eco-nómicos propios de la comarca y fácilmente supe-rables, un ensayo orientará al Agente en su laborde superar dichos obstáculos. No hay que olvidarque las condiciones económicas pueden variar tanrápidamente que invaliden en pocos meses unasconclusiones obtenidas a lo largo de varios arios.

OTROS ASPECTOS.

Con bastante frecuencia son los agricultores, almargen de toda red oficial o privada de experimen-tación, quienes introducen una nueva técnica enuna comarca. Es cosa que tiene sus ventajas y susinconvenientes, pero que es una realidad incuestio-nable; hay multitud de ejemplos sobre ello.

El Agente se encargará de que estas innovacio-nes sean conocidas por los Centros de Investiga-ción y , más tarde o más temprano, estas técnicasentrarán en la fase normal de experimentación, perohay un período, especialmente en la zona de don-de ha partido la iniciativa, en que no existe infor-

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mación adecuada. El Agente que se encuentre enzona alcanzada por los efectos de esa introduccióndebe, entonces, procurarse directamente la informa-ción necesaria mediante sus propios ensayos.

Algo análogo sucede con las recomendacionesrelativas a productos de uso agrícola. En muchoscasos (pesticidas, semillas, abonos, etc.) la propa-ganda e instrucciones referentes a estos producto;están sometidas a la aprobación oficial, a tenor delos resultados que dichos productos han dado enla red de experimentación, pero esta regulación noalcanza a todos los productos, ni en la práctica seajusta a ella la personal actuación de todos y cadauno de los agentes comerciales que venden estosartículos al agricultor.

Finalmente, los ensayos sirven para ver las co-sas. Hay mucha diferencia entre saber una técnicapor las informaciones de los demás y saberla porhaberla practicado. Frecuentemente se sabe lo mis-mo que antes, pero se sabe de muy distinta ma-nera. Esto es harto conocido en un Servicio cuyolema es, precisamente: «Aprender haciendo».

NORMAS BÁSICAS PARA LOS ENSAYOS.

Ensayo es la prueba de una cosa antes de su uso.Todo ensayo se verifica en unas condiciones deter-minadas y se realiza para cumplir unos objetivosprevistos.

La primera norma que hay que tener en cuen-ta en el planteamiento e interpretación de ensayoses que sus resultados absolutos no son generaliza-bles más que en los casos en que se mantengan lascondiciones y los objetivos iniciales. Un ejemplo:

Los resultados de unos ensayos de variedades decebada en secano con bajos niveles relativos deabonado nitrogenado y destinadas a pienso, no son

generalizables cuando, manteniendo las mismas va-riedades, se cultiva en regadío forzando los nivelesrelativos de abonos nitrogenados y la cebada sedestina a maltería.

Esto es debido a que la capacidad de absorciónde nitrógeno y la eficacia de su utilización difierede unas variedades a otras y a que el criterio de va-loración de la cebada, en lo que respecta a su con-tenido en proteína bruta, es totalmente distinto se-gún la utilización a que se destine.

Esto no quiere decir que los resultados de losensayos sólo son útiles cuando se pueden reprodu-cir las condiciones y objetivos iniciales. Ambas co-sas son muy difíciles de hacer, y de ser esta premi-sa necesaria, ningún ensayo tendría utilidad.

Lo que hay que tener en cuenta es que en unensayo jamás se puede concretar simplemente enun resultado, sino en unas condiciones, unos obje-tivos y unas conclusiones, y que cuando cambiancondiciones y objetivo, las conclusiones anterioressólo tienen un valor relativo de orientación. Así,si se ensayan dos variedades de cebada con unabonado nitrogenado de 50 kilogramos de nitróge-no por hectárea y si obtienen producciones de2.000 y 2.500 kilogramos-hectárea de grano, pode-mos pensar con razonable certeza que si el abona-do nitrogenado se duplica, permaneciendo igualeslos restantes factores, la producción de ambas va-riedades será buena, más elevada que anteriormen-te y bastante semejante, pero nunca podremos afir-mar que la segunda variedad seguirá produciendoun 25 por 100 más que la primera.

BASE DEL PLANTEAMIENTO.

En el planteamiento de un ensayo hay que te-ner en cuenta, por tanto, los siguientes puntos:

1. 2 Condiciones ambientales y agrarias.

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2 2 Objetivos técnicos, humanos y económicos.

3. 9 Variantes, es decir, nuevos elementos o téc-nicas.

4. 9 Testigos; elementos o técnicas en uso.

5. 9 Planteamiento estadístico.

Cuando se habla de planteamiento correcto deun ensayo suele entenderse con bastante frecuenciaque ello significa un correcto planteamiento esta-dístico.

En cierta manera esto es verdad, puesto que uncorrecto planteamiento estadístico sólo puede efec-tuarse después de haber tenido en cuenta todos losdemás puntos enumerados antes que él.

Supongamos que se trata de ensayar nuevas va-riedades de trigo para cultivo en secano, en unaregión determinada. Lo verdaderamente importan-te en este caso es la elección de las variedades quehan de ensayarse, de las tierras sobre las que se vaa hacer el ensayo, del modo de cultivo y , sobretodo, del criterio de valoración. Una v¿ que setenga decidido todo esto, es decir, los puntos 1.9al 4. 9 de los anteriormente mencionados, podemosempezar con el planteamiento estadístico.

Un error importante en alguna de las decisionesanteriores puede inutilizar el ensayo, al menos des-de un punto de vista práctico, aunque el plantea-miento estadístico sea correcto y el análisis esta-dístico indique unos resultados significativos y sa-tisfactorios.

Basta, por ejemplo, con que las tierras elegidaspara realizar los ensayos no sean verdaderamenterepresentativas de los secanos de la comarca, o conque la variedad elegida como testigo sea una varie-dad ya anticuada, en trance de desaparecer.

La elección del testigo y del criterio de valora-ción son, quizá, los puntos más importantes, nosólo porque son los que con más frecuencia condu-cen a conclusiones erróneas, sino porque son losque más se prestan a ser manejados a fin de obte-ner del ensayo un resultado previamente determi-nado.

La segunda e importante norma que hay que te-ner en cuenta en el planteamiento e interpretaciónde los ensayos es que la «honestidad» de éstos debeser absoluta. Quizá la expresión resulte un pocofuerte, pero la realidad es que muchos ensayos seplantean, consciente o inconscientemente, más bienpara confirmar una opinión que para encontrar un

resultado. Esto es algo contra lo que hay que es-tar constantemente en guardia.

LA BASE ESTADÍSTICA.

Existen dos peligros al considerar el aspecto es-tadístico de los ensayos. Uno de ellos consiste endesvalorizarlo, considerándolo una cuestión pura-mente «teórica», sin valor práctico. El otro con-siste en estimar que lo verdaderamente importantees la «disposición estadística», cuadrado latino, blo-ques al azar, celosías, etc., cuyos modelos puedenencontrarse en los libros de consulta.

Intentaremos centrar esta cuestión. Lo verdade-ramente importante del planteamiento estadísticoes la comprensión de que el azar existe, de que suinfluencia puede ser muy grande en los resultadosde un ensayo y de que se han de poner los me-dios para evitarlo.

Cuando las condiciones en que se realiza un en-sayo están rigurosamente controladas y se puedenvolver a reproducir tantas veces como sea necesario,no sólo en sucesivos ensayos, sino al aplicar en lapráctica los resultados obtenidos, el azar juega unpapel muy limitado. Igualmente, cuando las dife-rencias de resultados entre distintas variedades esmuy grande, la influencia debida al azar puede nollegar a compensarlas nunca.

Pero cuando las condiciones son incontrolablese irreproducibles y las diferencias de resultados en-tre las variantes es pequeña, solamente el plantea-miento estadístico puede compensar la influenciadel azar.

Un ensayo único realizado con dos variedadesde trigo, en dos parcelas contiguas de 10 metroscuadrados de superficie, y que indique una diferen-cia de producción de 100 kilogramos-hectárea, nosirve para la valoración relativa de esas variedades.

Si la media de producción es de 2.000 kilogramos-hectárea esta diferencia de 100 kilogramos-hectá-rea representa solamente una diferencia de 100 gra-mos entre una pesada de 1,950 kilogramos y otrade 2,050 kilogramos. Esta diferencia no puede serachacada únicamente a que las variedades ensa-yadas sean distintas, sino también puede ser debi-do a la variación de la calidad de la tierra en unaparte de las parcelitas, a una desigual distribuciónde abono, agua de riego o lluvia y a muchas otrascausas naturales. Esto, en los casos afortunados;en otras ocasiones, y no es exageración, esa dife-rencia puede depender, en parte, de la mayor o me-nor limpieza de las dos muestras, del uso de unsaco mayor y de más consistencia si se realiza la

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ta que las diferencias entre los distintos resultados,son solamente orientativas y nunca absolutas. Parauna comprobación, este dato es suficiente.

Los FACTORES LI M ITANTES

Esta pesada es poco precisa para un ensayo. Tradu-cida a Kg./Ha. puede dar lugar a confusiones.

pesada en bruto, o simplemente, de que se ha usa-do una báscula cuya verdadera sensibilidad es elmedio kilo. Estos errores, que se denominan «sis-temáticos» para distinguirlos de los debidos al azar,que se denominan «accidentales», no están compen-sados por el planteamiento estadístico y ha de po-nerse el mayor cuidado en evitarlos.

Aun teniendo la seguridad máxima de que noexisten errores sistemáticos ni accidentales, es de-cir, que la diferencia de 100 kilogramos-hectáreaes real (lo que es muy difícil de afirmar en ensayosde cultivo), ello solamente significa que lo es en lasprecisas condiciones de este ensayo. Estas condi-ciones son irreproducibles, puesto que al año si-guiente y sobre el mismo lugar, siendo constantestodos los demás factores, el tiempo será distinto.Como consecuencia, los resultados no son genera-lizables.

Dado que los ensayos que han de realizar losAgentes de Extensión sólo deben tener por objetola comprobación de que una técnica ya probada esadecuada a su comarca, está claro que no se nece-sita un planteamiento estadístico complicado y bas-ta con repetir algunas veces las variantes, tanto enel espacio (varias parcelas en cada ensayo, variosensayos en la comarca) como en el tiempo (variosarios). Ni siquiera es preciso realizar ningún cálcu-lo estadístico; basta tomar como resultado de cadavariante la media de las parcelas y tener en cuen-

Es imposible, aun en los ensayos más compli-cados, tomar en consideración todos los factoresque en él intervienen. Esto quiere decir que encada ensayo los objetivos han de ser forzosamentelimitados y tanto más cuanto más sencillo sea elensayo.

En los ensayos sencillos, sobre todo en los ensa-sayos de demostración, generalmente no puede ha-ber más que un objetivo. Supongamos, por ejem-plo, que deseamos ensayar una nueva variedad detrigo. Es relativamente fácil hacer un ensayo coneste único objetivo, pero si queremos comprobar laadaptación de diversas variedades, diferentes abo-nados y distintas separaciones entre líneas, el ensa-yo se complica extraordinariamente.

De la misma manera hemos de proceder con losfactores limitantes que fijan la condición en que seha de efectuar el ensayo ; por regla general, hemosde dar importancia a un factor limitante. Está cla-ro que resulta imposible aislar diversas condicionesy objetivos. Si ensayamos variedades de trigo ensecano, el énfasis debemos ponerlo, generalmente,sobre la resistencia a la sequía y la producción uni-taria, pero no cabe duda de que esa resistencia a lasequía está relacionada con el abonado, la densi-dad de siembra, las labores, etc.

VISIÓN DEL FUTURO.

Al plantear un ensayo o una serie de ellos, hemosde considerar el cambio previsible de todos los fac-tores capaces de evolucionar apreciablemente en unlapso de tiempo de mayor o menor amplitud.

Como ya se ha indicado, es mu y importante ele-gir el «testigo» cara al futuro. Nunca debe servirde término de comparación una técnica que estéa punto de desaparecer.

Quizá sea este aspecto el que más justifique lanecesidad de los ensayo.;. El Agente de Extensiónno sólo conoce muy bien su comarca, sino que tie-ne un atisbo del futuro agrario de esta comarcaque pocos poseen como él, puesto que este futurodepende en gran parte de su actuación, de sus in-quietudes y de su dedicación a la tarea de ayu-dar al agricultor.

FERNANDO BESNIER

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