I ^ I ^^II'^

Núm 1 - 72 H

LAEQUINOCOCOSIS

DOMINGO JULIAN SANDOVAL RUIZ

VETERINARIO

MINISTERIO DE AGRICULTURA

LA EQUINOCOCOSIS

En ganadería, además de las técnicas que se emplean paraobtener mayor rendimiento de los animales, tienen capital im-

portancia las enfermedades que padece el ganado, porque ori-

ginan pérdidas económicas irreparables, tanto por las muertes

que ocasionan, como por el descenso de productividad que ex-

perimentan los animales que las padecen de forma solapada.

Esta razón es más que suficiente para que todos cuantos sc^

dediean a la explotación de ganado, se preocupen del conoci-

miento de las enfennedades que pueden padecer sus animales y

muy especialmente de aquellas que no presentan síntomas aparen-

tes y que sitúan a estos animales en tm estado que lleva consigo

tma sensible merma de su productividad. El interés por conocer

las enfermedades dc: los animales debe ser todavía mayor si éstas

pueden transmitirse de una u otra forma a las personas que están

en contacto eon los animales que las padecen.t?na de estas enfermedades es la equinococosis o hidatidosis.

En un Congreso Internacional sobre esta enfermedad, celebradoen Buenos Aires, se acordó denominar hidatidosis a la enfermedad

causacla en los animales herbívoros y en el hombre por e.ste pará-

^ito, mientras que equinococosis se dejó para la enfermedad para-

sitaria que padece el perro cuando en eu intestino está la tenia

equinocaco en estado adulto. No obstante, es frecuente hablar

indistintamente de equinococosis e hidatidosis.

IMPORTANCIA Y CAUSAS DE LA ENFERMEDAD

La equinococosis es una enfermedad parasitaria, de difícildiagnóstico, que la padecen varias especies de animales domés-ticos, y tarnhién el hombre.

I^ig. I.- La eyuinococusis la padecen el hombre y diversas especies ganaderas,entre ellas las ovejas.

5i rnerece gran atenci^ín en ganaderia, por les ^^érdidas econó-

n^icas que ocasi^»ia, a^í como también por la gran difusión que

alcanza entre los ^^nimales don^^sticos quc^ ]a paderen, no es me-

n^^^ la que tic^ne en cl aspecto sanit^^rio, v^a quc la presetttaci^ín<Ic^ c^sta enfE:rmeda<1 c n c^l homhre, con^icler^^da como una de la^

más braves, la sitíia en orden de importancia, en segundo lugar

eutre las enfermedacles quirúr^;ieas, Nrecedida solamente por el

czínrer; a csto ^e debe el que las autoridades ^at^itarias la tengan

incluída en la acttialidad entre la^ enfermedades que son objeto

clc^ lucha.

I)c^ aquí el interés quc dc^he tc^ner toda ^x^rsona en conocer,

aiinqu^ se^i de forma elc^mental, l^^s características de la enfer-

me^dad, v l^^ forma en que c^^olucioua c I^^ar^^sit^^ causante de ella,ya qu^^ ^^n c•^to c^^t<ín l^^^sa<1o5 1>rincih^ln^cnte I^^^ métotl^r, cle luclta

r^mtr^i <licha entc^nue^lad v, }>or tanto, su errtidict^cidn.

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Fi^;. 2. Indi^ iclun ,idulto de 1 aenia ec'hinoceu^u.c.

Como hemos dicho anterionnente, se trata de wia enfermedadl^arasitaria, esto quicre decir, que el agentc^ que producc^ estc•

n^al es un par^sito; este parásito en estado adulto es una tenia

t>equeila, que recibe el nombre de Taenin echinococcus; su tamaño

aproximado es de 2,5 a 5 mm. de longitud; se aloja en el intestino

delgado de los animales camívoros, como el perro, el gato, el

lobo, el zorro y de algunos otro^ animalc^s, fuertemente adherida

a la mucosa intestinal. Pero de todos estos aiiimalcs, el pcrro es

cl que tiene mayor importancia para nosotro^, ya que ronstituve^

su huésped definiti^^o y habitual; cada perro infc^tado albergaen su intestino un ntímero cou.iderahlc^ cle e^t^s Ix^queño^ par^í-

sitos, aproximadamcnte 40.000.

PROPAGACION

La tenia ecluinococo está formada Iror c^abeza, cuello y tres

anillos, de los ^^uales el último de cllos ticne uu tamaño quc^ vienc^

a rel^resentar casi la mitad de la longitud total del parásito (fig. 2) ;

cuando este anillo está maduro se desprende dcl resto dc^l par^ísito,

c-onteniendo en su ii^terior más de 5{)0 huevos, los cuales ^e^ mei-c^la^i c^on el contei^ido ii^testinal y^on expulsados al exterior jun-

tamente con lc^ ehcremento^; csto da lugar a una gran disemina-

c^ibn de c^stos huevo5 en el medio ambic^nte, y a c7uc^ sc pon^an

íácilmente en contacto con las aguas, hierbas, verduras, ete, con-

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tamin^índola^, y en las que se mantienen vivos mucho tiem^^o,

^lehi,l^^ a ^u <^ran ^^italiclad ^^ resistcncia.Una ^^ci r^^ntaminadas las E>rade^ras y las aguas c^ori los huevos

clc Tue^iia echii^ococu^s, expulsados por el perro eon sus deposi-

ciones, se conit^rende que nuestros animales doméstieos, la vaea

^^ la oveja espccialmente, se co^ltagien fácilmente al ingerir estas

hierbas o aguas contaminadas.También se puede contagi^^r con la misma facilidad el hon^-

bre, al ingerir verduras crridas contaminadas o al beber a^uas que

c^ontengan estos hucvos; pero no sólo de esta forma puede con-

h-aer la enfermedad, ya que es posible que ingiera los huevos

directamente; muchas p^erson^s tienen la costumbre de acariciar

a los perros o de permitir que coman en su propio plato, o les

laman la^ tnanos v la cara; estas manifestaciones cariilosas con

los }^erros entrai^aii iin grandísimo peligro para la salud del hom-

Pi;. 3. - Las vacas _̂^ lt^s ovejas se coutagian lácilmeute, ,i ingieren agua, i^hierbas contaminaclas.

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bre, pues ^on muchísimos lo; perros infestados de ^1'aenici e^^hino-

coccus, que con su^ excrementos expulsan millares de huevos;

muchos de ellos quedan adheridos al esfínter del ano y son espar-

cidos posteriormente por toda la piel del animal, al lamerse, que-

dando entre los pelos. Se ha comprobado que en la cabeza del

perro el nítmero de huevos de tenia es muy escaso o no se en-

cuentran, pero a medida que se aproxima a la región de la grupa

^^an en aumento y en esta zona es donde se alcanza el máximo

^iúmero de huevos.

Otra forma de propagación de esta enfermedad se produce

por medio de la mosca doméstica, que al posarse sobre materias

contaminadas y luego llevar los huevos adheridos en sus pataso en su trompa, los deposita fácilmente sobre los alimentos queeneuentra a su alcance.

COMO SE PRODUCE LA ENFERMEDAD

Una vez ingeridos los huevos de esta tenia por el hombre o

por los animales receptibles, vaca, oveja, cerdo, llegan al estó-mago, donde los jugos gástricos dejan libre un embrión, que tieneunas 20 a 25 micras ( U dc diámetro y que goza de gran fle^:ibili-dad, lo que le permite alargarse, adelgazándose, y de esta forma

franquear trayectos estrechos, pudiendo decirse que es capaz depasar por donde pase un glóbulo sanguíneo.

EI camino seguido por este embrión es bastante variaclo. Unasveces desde el intestino, por los capilares de la mucosa intestin^alpenetra en el sistema sanguíneo de la vena porta, siendo arras-trado por su corriente hasta el hígaclo, donde se aloja enquistán-dose. Otras, estando en esta víscc:ra, atraviesa los capilares delhígado, penetra en la vena hepática que lo conduce hasta el co-razón derecho, siendo a continuación arrastrado al pulmón conla sangre de la arteri^a pulmonar, cnquistándose en esta víscera.Otras, finalmente, continíta su peregrinar tx>r el organismo delnuevo huésped, penetrando en los capilares pulmonares y por ellosllega al corazón izquierdo, desde donde es transportado por lagran circulación arterial a los órganos más diversos, pudienclo de

(1) La micra es la milésima parte del milímetro.

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^^^ta f^^rn^a ir a 1^ijar^e en cl cerebro, ba^^^, ri^i^ín, ete. También^niede desde el intestino ^eguir la ^^ía linfática, es decir, penetraren los quilíferos intestinales y pasar a los ganglios y vasos linfá-ticos del ahdomen, enquistándose en los ganglios.

Esta emigracibn del emhrión por el organismo del nuevo huÉ^s-

E>ed nos da iaea de las posibles localizacioues para su nuevo asen-

tamient^^, ^^ lo que c^s lo mismo, la víscera en la cual se va aenquistar, ^ieiido las ^nás frecuentes las localizaciones de hígado

y pulmón, y muy raramente en corazón, bazo, riClones, cerebro,

etcétera; de todas formas, en cualquiera de ellas, el embrión, w^a

vez aser^tado, se transf^rma en larva y se forma el quiste hid.atí-dico, que puede llegar a tener un tamat^o semejante al de la ca-

beza de un hombre, contrastando este c^^norme volurnen de la fase

larv.aria con la pequeñez del animal adulto.

El quiste hidatídico tiene fonna de vesícula, constituída por

una membrana externa o cutícula y^>tra interna de aspecto gra-

Fig. 4. -`Cres quistes de equino-^ocos, de gran tamaño, alojadus

en el híRado de una vaca.

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nuloso, Ilamada membrana germinativa, que está limitando tma

cavidad ocupacía por un líquido transparente, incoloro, como agua

de roca. De todas estas partes de que está formado el quiste hida-

tídico, la membrana germinativa es la más importante, ya quc

ella es asiento de una activísima proliferación que da lugar a di-

versas transfor^maciones, que originan al final nuevas vesículas.

Como eonsecuencia de esto podemos distinguir la eguirzococosis

priniitiva, debida al desarro^llo del embrión, procedente de los

huevos ingeridos por el huésped intermediario, y la eciuinococosi,ti^

secimdaria, ocasionada por la fijación y desarrollo de nuevos

quistes, que pueden formarse como consecuencia de la rotura

del quiste primitivo, donde se ha p^roducido la proliferación de lamembrana germinativa, como se ha dicho anteriormente. También

es neeesario distinguir la eqt.tin^o^cocosis siynple, es decir c.uando

hay un solo quiste, de la e^uinococosis niúltiple, cuando existenvarios.

Dispersos por el mundo existen varios tipos de equinococos,

como son el equinococo granitlo^so, el equinococo multilocularis,el oliga^us del Brasil, etc, pero los más importantes son el granu-

losa y el multilocularis; en España es principalmente el primer^el que causa c^^ta enfermedad.

SINTOMAS

La presencia de estos quistes en el hombre o en los animales

es lo que pone de manifiesto la enfermedad, que se conoce conlos nombres de equinococo^is, hidatidosis o quiste hidatídico,

cuya sintomatología y pronóstico son extraordinariamente varia-

dos y están en consonancia con el círg^ano afectado. Existen todos

los tértninos intermedios imaginables, desde los más afortunados,

porque el quiste está localizado en un órgano de importancia

^ecuncíaria para la vida, o porque su eliminación se ha producid^^

de tma forma espontánea, hasta aquellos en que por asentar en

órganos de importancia vital, o bien por la persistencia del hid^i-

tide, pueden acarrear la muerte del enfermo.

De todas formas, los síntomas presentan características poco

acusadas para determinar de una forma concluyente un diagnós-

tico positivo, por lo que suele suceder, que los animales que pa-

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decen esta enfermedacl, siu t>retientar unr>s ^íntr>mas claro^, ^^an

tx^c^r a t^oc^ ► t^erclien^l^ ► ^^italiclacl, c^^n l^^ que a ĉu ^^ei ^^a dismi^

nuyend^ paulatinan ► e^nte su rentabilidad.

Si su loe^aliraci^ín eá e q híbado pucclen existir trastorno^ dige^-

tivos pertinace^, quc clurati largo tiem}>o, mtry raramente se obser-

^^a ietericia, nunca ele^^aci<ín de la te ►nperatur^^, a no ^er que esta

enfermedacl curse rniicla a alguna otra de tipo infeccioso; si la^

^^esícr^las ^on de gran tarnai►o, o si el níu^iero de vesícula^ que al-herga es muy grancle, puede obser^^arse inflamacicín en la regi^ín

cr>rre^pondie ► ^te, así cr>mo macidez a le ► t^ercu^i^^n en esa regi<ín.

En su localizacicín en pulmon so ► ^ sí ► itomas de tipo pulmonar,

talc:^ corno tc^5 apagacla, disnea, esto en el caso de quistes muv

v^^luminosos <^ si son muchos los qt.tistes que alberga; la percusión

y auseultaci^ín puecle dar algún clato, no ohstante como ya se ha

clicho, todos lo; sínt<rmas qt_te podemo^ recoger e ►i et► alquiera cle^us localizaci<mes ► iwica sori característicos ni sirven, por lo tant< ► ,

t^ara clz► r un clias:n<í ĉ tico precis^>, p^^r l^ ► que c^n esta ^luda la en-

fennedad continú^ ► lentan^ente y el animal quc, sin estar de una

f<^rma clara cnferm^^, tam}^oc^r est^í normal, poco a}xrco ^^a per-

clienclo eu^alidades que nos haeeu t^ensar en t ► n e^taclrr tratolrít;ic ► rc7ue recluce su prodr ► ctividacl.

Fig. 5.-Híeado ^le vacri con equinococosis múltiple; los yui,tes no son ,ran-des, pern ,í muv n^imcrosos.

F.I a;pecto ^olapado clc^l c^.^rso dc^ esta entermedad c^ lo que

nos ohliga cn ganadería a tenerla muy en cuenta v a adoptar

las siguientes medicla^: en primer lugar, c:vitar que nuestros ani-

n^ales en explotación puedan contagiarse, ya que, una vez con-

tagiados, poco podemos hacer, y, en segundo término, hacer

un diagnóstico precoz en aquellos animales que la padecen, cosa

difícil, con el fin de sacrificar lo m^ís pronto posible estos ani-

males para evitar que aumenten las pérdidas económicas, pues

no exi5te un tratamiento efica^.

LA SEGUNDA PARTE DEL CICLO DEL PARASITO

I:I punto ►nás importante o por lo meno^ uno de los que más

interés tienen en la lucha contra esta enfermedad es evitar que

los perros se contatninen y queden infectados de tenias equi-

nococo,, }xn- ^er ellos los principalcs sujctos en la propagaeión,

ya que sin sti intervencióu queda cortado el eic]o.

Scgún dir^^ Devé, el ciclo evol^itivo de este parásito compren-de un m^ovimiento de ida v otro cle vi^^ltu. El movimieuto deida dc I parásito, es decir, del perro al herbívoro o al hombre,que heiuos descrito anteriormente, consiste, de fonna resumida,en lo siguiente: el parásito adulto ÍI ^ueniu equino^coccusl se alojac^n el intestino del perro; este animal, por medio de sus depo-siciones, est^í sembrando continuamente huevos de la tenia, que,al ser ingeridos por los animales receptibles y por el hombre,liberan en su estómago los embriones, quc: luego van a enquis-tarse en sus vísceras, formando las larvas del parásito, que sonlos equinococos, causa del estado patológico en los animales yen el hombre.

A partir dc aquí comien^a cl inol>i^^tie^tlo die retorflo, quc:

consiste en que estas vísceras que contienen quistes hidatídicos,

al ser ingeridas por el perro L ► otro animal carnívoro, llegan al

estómago de estos animales y los quistes, al romperse, liberan

millares de cabezas de teni^l, que se fijan en la mucosa intesti-

nal y se transforman en tenias eqtiinococos adultas, pasando

así a ser nuE:^^an^ente el perro el huésped definitivo. Esta segun-

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Fig. 6. - EI ganado lanar y el vacuno son intermediariu, eii la e^ ulucibn cle la7^aenin echinocnccns.

da parte o fase del ci^clo evolutivo de este parásito cierra pc^rcompleto dicho ciclo, pucliendo iniciarse de nuevc^ c^l prc^cc^s<^qc^e hemos dcscritc^ h^a^ta aquí.

ASPECTO GANADERO DE LA ENFERMEDAD

La in^portancia de e^ta enfermedacl en ganeclería se ha^a

en que su curso insiclioso y lento hace necesario un diagncístia^

r^ípiclo, con objeto de destinar af sacrificic^, lo ante^ posihlc^, lo^

animale^ que la paclecen, evit^ando de esta fonna quc sean mtr-

yores las pérdida^ económica^, pues no es ^^^osible establc^cer un

tratamiento positivo.

A esto hay que añadir ]a frecuencia de presentación de ^a

enfermedad según las estadísticas recogidas en los mataderos; así

^ emos qne en el n^atadero de Madrid se han encontrado qui^-

tes hidatídicos en las ^^í^ceras, tanto hígado como pul ►ncín, en

porceutajes que van clescle el 60 al 65 en el gar^ado ^aci^n<^,algo menos en el ganado lanar, de un 40 a un 50 }^r 100,

y en el ganaclo porcino de un 55 a un 65 por 100.

Estos datos estadísticos no son fijos; de hech^ varían, au-mentando o clisminuyendo, cle unas regiones a otras, en fun-

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cióu de un^a may<^r o menor infestac^ión de la po^blacibn ca-

nin^^. Por cjc^ni^^lo, cn c^l mafa^lero m^n^icip^^l de Astarga se ha

oh5ervado en los í^ltimas diez ^aiios una not^ahie disminución de

c^ta c•ufermcdad en el gauado porcino, que ha pasado de un

70 por 100 en 19(^0 a un 20 por 100, aproximadamente, en la

actualidad, de}>icl^^, ^^>osil^lementc, a una mejor explotación de

cste gan^do en alojamientc^s m;íti higiénicos y con una alimen-

tación a base de piensos compuestos, que impide la contami-

nación de los animales. Por otro lado, la inspección eontinuada

de toda clase de sacrificios en ^anedo porcino, destruyendo

todas las vísceras decomisadas a causa de la enfermedad, pa-

rec^e haher influido en ]t^ disininución tan acusada de la pre-

sencia de quisteŝ de equinococos en esta espeeie.P^^r lo que res^ecta al ganado vacw^^o, los easos observa-

d^>^ en este mi^i^^o r^lazo de tic^n^po no son tan optimistas, a

^>esar de hab^erse notado también una sen^iblc disminución, pue^

^c ha pasado del 65 al 45 por 100; otro tanto o^curre cot^ el

ganado lanar, clue sigue manteniéndose en un 40 por 100 de

decomisos.

Esta frecuc^i^ci^^ e!^ la pre sentación t^e esta enfcrmedad ennuestros animales domésticos de;^e hacernos meditar pro^fwzda-mente c^n los rnedio^ qiie dehen^os aplicar ^a^ra c^onseguir laerradicación y evitar p^^rclidas cc<m^í^liicas, tai^to individiialesromo en la ganaderí^a n^cional.

Pig. '. -?'iilmón de ima vACa con equinococosis; véase cl oran tamañ^^ dP los^^^^^st^s.

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Fig. S. - Arriba, pnluibn de vaca cun equin^^c^^cu,is, ^^isto por su cara ^^iilericir.

L^a in^^a,ión e, ;randísima. ;1baj^^, ^^I mismu pulmón mostrando In ^ nre pos

lerior, también mup^ invadida.

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ASPECTO SANITARIO

La posible contaminación clel homhre por esta enfermeclad

determina por sí sola la importancia sanitaria que entraña, mt^^

aún si esta posibilidad constituye un auténtico peligro para las

personas.

Par otro lado, hay que tener e^n cuenta que la hidatidosis,

desde el punto de vista hwnano, constituye la .^egunda enfer-

medad quirúrgica de la actt.talidad, ya que el íutico tratamic^n-

to que puede dar resultados satisfactorios es la intervenci^ín

quirúrgica, extirpanclo los quistes o el quiste, y no alcanzana^>

siempre éxito positivo.

La equinococosis es una enfermedad co,mopolita, atuiyuc

la incidencia de la misma es mayor en unos paíscs qu^^ en

otros. En Espaita es muy frecuente, si hien hay tamhién dife-

rcncias en su clifusi<ín, segíiii ]as regioncs, dcbidas a la mayor

o menor infestación de la poblaeión canina. De toclas fonna^,

al referirse a esta enfermedad, Espaiia es citada por numc^roso^

parasitólogos, así como por los cirujanos.

PROFILAXIS

Todos estos conocimientos elementales son la base para or-denar de una forma eficaz la profilaxis de e^ta enfermedad,que debemos combatir evitando su propagación.

Teniendo presente todo lo dicho sobre el ciclo biológico

dc este parásito, dos son los momentos más ^^ropicios p^^ra c^^r

tar este ciclo y de esta forrna yugularlo.

El primero es cuando se produce la diseminación de huevos

por el medio ambiente a partir de las deyecciones de perros

que albergan tenias. El segwido es cuando se sacrifican ]os ani-

males explotados por el hombre, porque las vísceras que contie-

nen equinococos son ingeridas en muchas ocasiones por anima-

les carnívoros, especialmente por cl perro, y el animal vuelvc^

a ser contaminado. De aquí que sea necesaria ]a destrucción

por cremación de todas las vísceras u órgano^ quc contengan

equinococos, evitando dc c^te nioclo quc sean comiclos por lc^^

t>erros.

FiQ. 9. - Pulmñn de va-

ca ^utalmente in^^adidn

por cquinococas.

Para impedir la diseminación de huevos es preciso un mi-

nucioso control sanitario de todos los perros, con la finalidad

de conseguir la ausencia de tenias en su intestino; esto resrrltadifícil de conseguir por las autoridades sanitarias si tenemo^

presente la cantidad de perros vagabundos o que, aw^ tenien-

do dueño, no se les presta la menor atención; hay que conven-

cer a todas las personas de quc el hecho de poseer rul perro

obliga a facilitarle tres cosas esenciales: alojamiento, comida

y tratamiento sanitario; ^i no se^ les proporcionan estos cr_rida-

dos a lo^s animales no hay que considerarse dueño de ellos;

las medidas sanitarias quc han dc^ prodigarse a los perros, ade-

más de otras ohligatorias, consisten en la desparasitación pe-riódica a hase de tenicidas, con cl fin de estar en un constante

^ilc^rta ante la po^ibilidad dc la ^rre:^^nciri de estos parásitos y

c^vitar de esta f^rrma su ditusi^">n.

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P^ra la urofil^xis de c^^ta enfermedad, y en espccial para

evitar ^u contaminacidn a las }>er ĉonas, n ►► es menos importan-

tc^ el abstenerse de com^i^^ir con e^cesi^-a fia ►niliaridad eon los

pcrros, por las raz ► >ncs ► ^ue ya he ►nos a^^u ►Ztado al exponer e1

meeanismo rn^ís trec ►► ente de infestaci ►ín cn el hombre.

Como rest ► men diremos que esta enfermedad podría ^rra-

clic^rse re^lizando un ce ►►so ^^eraz de todos los perros para evi-

tar la existe ►^cia de }^erros vagabundos y po^der so^meterlos a

una desparasitación peri^ídica y destruyendo todas las vísceras

u<írgano^ q ►_► c^ contengan equinococos, para evitar que sean co-

n^ido^ p^^r lo^ }>erro^.

I)e est2^ forma, ponien<lo t< ►dos un poco dc buen^ ► v< ►ltnitad,

^e ^>odría llegar, si no ^ ► la eliminació ►^ total de esta enferme-

dad, sí a disminuirla a un ► ^í► mero tan pequeño que dejaría

de tener la in ► ^^ortancia ^7ue tie ► le en la acti ► alidad, t^nnto en c^l

^► ^^x^cto ganaclcro como c^n el sanitario.

PUBLICACIONES 6E EXTENSION AGRARIA

Bravo Murillo, 101. Madrid-20

Se autoriza la reprodiacción íntegrade esta publicación mencionandosu origen: «Hojas Divulgadoras delMinisterio de Agricultura^^.

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