resumen de la 4ª sesión
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Resumen de la intervención de Amalia González Suárez en el seminario "Trabajando por la igualdad en los centros educativos".TRANSCRIPT
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Seminario:
Trabajando por la Igualdad
en los Centros Educativos
Resumen de la 4ª sesión
24 de febrero de 2010
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En esta ocasión contamos con la presencia de Amalia González Suárez,
doctora en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid y
Catedrática de Filosofía del IES “Padre Feijoo” de Gijón.
Amalia es autora de La conceptualización de lo femenino en la filosofía de
Platón (Madrid, Ediciones Clásicas), Aspasia (Madrid, Ediciones del Orto) e
Hipatia (Madrid, Ediciones del Orto) y coautora del programa de educación
afectivo-sexual Ni ogros ni Princesas, que se está llevando a cabo en
varios institutos de Asturias.
Recientemente ha publicado un manual de Filosofía para 2º de
Bachillerato, Mujeres varones y filosofía, en el que incluye, por primera
vez en este tipo de publicaciones, las aportaciones de las mujeres a la
filosofía.
Ha venido a nuestro Seminario para explicarnos las razones por las que
las mujeres han sido consideradas inferiores a los hombres, sus saberes
despreciados e invisibilizadas sus aportaciones a la Historia de la
Humanidad.
Y también a contarnos que se decidió a escribir su manual de Filosofía
porque, desde el momento en el que empezó a utilizar los que estaban en
uso cuando comenzó a impartir esta materia, se dio cuenta de que cuando
se hablaba del “hombre”, a pesar de que este término, supuestamente,
incluya a las mujeres, en realidad no era así, sino que se identificaba
hombre con varón.
Amalia González Suárez sostiene que el concepto de inferioridad de la
mujer con respecto al varón proviene de las ideas desarrolladas por los
filósofos griegos, herederos de los pensamientos egipcios y orientales
como de Persia, India, China…, desde el comienzo de esta disciplina, que
consideraron a las mujeres seres inferiores e incompletos, destinados a
servir al hombre, a darle descendencia y a permanecer recluidas en el
ámbito de lo privado, sin derecho a la educación ni, mucho menos, a la
promoción personal.
Recluidas en sus hogares, o en los conventos, las mujeres que accedieron
a la educación fueron despreciadas y criticadas, sobre todo por esos
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grandes pensadores y científicos que han sentado las bases del
pensamiento occidental.
Fueron muchas las mujeres, y algunos hombres, que reivindicaron los
derechos de la mujer. La reivindicación de estos derechos recibe el
nombre de Feminismo1.
Amalia González Suárez realizó un recorrido por la historia del Feminismo,
que ella define como el “hijo no querido de la Filosofía moderna”, en la
que distinguió tres etapas:
—Desde la Antigüedad hasta el s. XIX. Reivindicación del derecho a la
educación, que ya propugnó Carlomagno.
—Finales del XIX y principios del XX. Sufragismo: reivindicación del
derecho al voto.
—Mediados del s. XX hasta la actualidad. Construcción del cuerpo teórico
del feminismo, hijo no deseado de la Filosofía.
A partir de la obra de Simone de Beauvoir, “El segundo sexo”, se revisa la
historia del pensamiento y se acuñan nuevos términos, como
Androcentrismo2 o se redefinen otros como trabajo, en relación con el que
realizan las mujeres en el ámbito doméstico, y se establecen las
diferencias entre sexo y género, naturaleza y cultura, o público y privado.
Así pues, el Feminismo es la respuesta a las teorías androcentristas que
han dominado el pensamiento occidental desde el origen de la Filosofía.
Amalia González Suárez hizo un recorrido por las ideas de los grandes
pensadores, desde Platón a Aristóteles, pasando por San Agustín, Tomás
de Aquino, hasta llegar a Rousseau, por citar algunos de los que
justificaron, con diferentes métodos, la inferioridad de la mujer en todos
los aspectos, tanto en el intelectual como en el sensorial y moral.
1 Feminismo. Movimiento social, político, filosófico, económico, científico y cultural que denuncia, devela y transgrede el sistema social imperante: el patriarcado. Su objetivo es la igualdad de oportunidades de mujeres y hombres. Rosario Carrasco y Ana Cubillo
2 Androcentrismo. La palabra Androcentrismo proviene del griego Andros (Hombre) y define la mirada masculina en el centro del Universo, como medida de todas las cosas y representación global de la humanidad, ocultando otras realidades, entre ellas la de la mujer.
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También, por las de las filósofas que les replicaron y pusieron las bases a
las teorías feministas, como Mary Astell, que fundó unos internados para
fomentar la educación de las mujeres y para que puedan tener una vida al
margen del matrimonio y replicó a Descartes y a Hobbes. Astell se
pregunta “¿Si todos los hombres nacen libres, cómo es que todas las
mujeres nacen esclavas?”.
Hobbes, en su “Contrato social”, afirmaba que “el único lugar en el que el
hombre puede tener libertad (para elegir esposa, dónde vivir, qué
comer…) y seguridad es el hogar. Mary Astell, en su obra “Algunas
reflexiones sobre el matrimonio”, le responde lo que significa el hogar
para la mujer.
Mary Wollstonecraft, que responde a las ideas expuestas por Rousseau
en su “Emilio, o De la educación”. En esta obra, el filósofo francés
propugna que se eduque a Emilio en libertad y en el estímulo de la
curiosidad natural, mientras que Sofía debía ser educada en la sujeción y
en la obediencia.
Mary Wollstonecraft consideraba que la educación un elemento muy
poderoso para la mejora de la sociedad, y ésta debe de ser tanto para
varones como para mujeres.
Olympe de Gouges, que murió en la guillotina, a manos de sus
correligionarios de la Asamblea francesa por reivindicar “Los derechos de
la Mujer y de la Ciudadana”, al comprobar que la “Declaración Universal
de los Derechos Humanos” no incluía los de las mujeres.
Ya en la Edad Contemporánea, las voces que se alzaron a favor de la
igualdad de derechos y oportunidades de mujeres y varones se
multiplicaron, Harriet y Stuart Mill, Rosa de Luxemburgo, Clara Zetkin,
Clara Campoamor, María Zambrano y, por supuesto Simone de Beauvoir
que con su obra “El segundo sexo” da inicio a la tercera ola del
feminismo.
Desgraciadamente, se nos acabó el tiempo y tuvimos que dejar el
recorrido por esta última etapa del Feminismo en la que tantas y tantas
mujeres han desarrollado teorías del pensamiento que ponen en solfa las
de la mayoría de sus compañeros varones.
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Como homenaje a esas mujeres, dos citas de dos grandes filósofas
contemporáneas, extraídas del libro de Amalia González Suárez, Mujeres
varones y filosofía, que resumen el momento actual de la lucha por la
igualdad; una igualdad que si bien está legalizada, aún no está
legitimada:
“Me niego a entrar en el estúpido juego de tener que demostrar el doble
para obtener la mitad”
Amelia Valcárcel3
“[Hilvanemos] hilos violeta que marquen nuestras estrategias para que
otro mundo sea posible”
Celia Amorós4
3 Amelia Valcárcel. Impartió docencia en la Universidad de Oviedo durante tres décadas. En la actualidad es Catedrática de Filosofía Moral y Política de la U.N.E.D., Consejera de Estado, Vicepresidenta del Real Patronato del Museo del Prado y miembro de los jurados que otorgan los Premios Príncipe de Asturias. Trabajó la heterodesignación "mujer", el concepto de poder, el concepto de igualdad, y su papel en la génesis del pensamiento moderno.
4 Celia Amorós. Filósofa y teórica del feminismo, es una de las pensadoras más destacadas en la actualidad. Abandera el llamado feminismo de la igualdad y ha centrado una parte importante de su investigación en la construcción de las relaciones entre Ilustración y feminismo. Su libro Hacia una crítica de la razón patriarcal constituye un nuevo enfoque desde la perspectiva de genero (estudios de género) de la filosofía, pone de manifiesto los sesgos del androcentrismo y reivindica una revisión crítica por parte de las mujeres de la misma.