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Red Econolatin www.econolatin.com
Expertos Económicos de Universidades Latinoamericanas
CHILE
Junio
2019
Profesor Gonzalo Martner
Facultad de Administración y
Economía de la Universidad de
Santiago. Centro de Políticas para el Desarrollo
Chile en desaceleración
1. SITUACIÓN ECONÓMICA
ACTIVIDAD ECONÓMICA
El PIB trimestral desestacionalizado se estancó en el primer trimestre de 2019 en relación con trimestre anterior. Este registro de las cuentas
nacionales trimstrales contrasta con el del cuarto trimestre de 2018, cuando el crecimiento experimentó un rebote y alcanzó un 1,3% (un 5,3% anualizado), luego de los lentos desempeños registrados en el segundo
(0,5%) y tercer trimestre de 2018 (0,1%).
El crecimiento anual alcanzó solo un 1,6% en el primer trimestre de 2019. No se ha visto confirmado el buen desempeño registrado entre el
segundo trimestre de 2017 y el primer trimestre de 2018, que marcó una significativa recuperación en comparación a la evolución del crecimiento de la economía en los tres años anteriores. Según el Índice Mensual de Actividad Económica más
reciente, en los cuatro primeros meses de 2019 la economía creció en 1,7% respecto al mismo período de 2018. En los dos próximos cuatrimestres la economía debiera crecer considerablemente para llegar al 3-
3,5% promedio anual, meta establecida por el presidente Piñera en la cuenta pública anual del 1 de junio, lo que el contexto internacional no
permite proyectar. La economía crecerá entre 2 y 3%.
El estancamiento del primer trimestre se explica por una fuerte desaceleración de la demanda
interna, la que en términos desestacionalizados creció solo un 0,2%, a comparar con el 1,6% registrado en el trimestre anterior. Esto ocurrió a pesar de que el principal componente de la demanda interna, el consumo de los hogares y del
gobierno, experimentó un repunte, creciendo un 0,9%.
Pero este factor no compensó la caída de la formación bruta de capital fijo (-1,0%). Al interior de este componente, la construcción
experimentó un buen desempeño en el primer trimestre, que no pudo compensar la fuerte caída (-5,4%) de la inversión en maquinaria y equipo. Esta caída es en parte explicada por la minería -que ha resentido sus expectativas de actividad
futura por la baja del precio del cobre en medio del conflicto comercial entre China y Estados Unidos- y en parte por la reciente devaluación del peso, que encarece la importación de bienes de equipo. Cabe tener presente que en 2018 el crecimiento de este componente fue muy fuerte (8,2%), por lo que al parecer estamos más ampliamente en presencia de un
cambio de fase en el ciclo de las decisiones de inversión de las empresas. Por su parte, la variación de existencias, que es parte de la inversión bruta, pasó del 1,3% del PIB en el cuarto trimestre de 2018 a un 1,5% en el primer trimestre de 2019, reflejando el estancamiento de la demanda agregada.
Gráfico 1: Tasa de variación del PIB trimestral desestacionalizado, marzo 2017-marzo 2019
Fuente: Banco Central de Chile.
Por el lado de la oferta, aunque en 2018 creció más la producción de bienes que la de servicios, en el primer trimestre de 2019 se volvió a la tendencia de largo plazo de un crecimiento mayor de la segunda
(2,4% anual entre 2013 y 2018) que de la primera (1,1% anual en el mismo período). En los últimos seis años, la minería y la industria han crecido a tasas inferiores al promedio.
El análisis de la composición sectorial de la evolución del PIB en el primer trimestre de 2019 respecto al trimestre anterior indica que el estancamiento agregado se debe a que la producción de bienes (un 35,6% del PIB a costo de factores)
disminuyó en términos desestacionalizados en -1,6%.
Especial relevancia tuvo la caída de la producción minera (-4,7%), la que registró impactos negativos por
menores leyes del mineral de cobre, por mantenciones realizadas en grandes yacimientos e inundaciones por lluvias durante febrero que mermaron la producción de yacimientos ubicados en el norte del
país. También incidió la caída en la industria manufacturera (-1,1%), por una menor producción de alimentos y de celulosa, sectores orientados a la exportación. En cambio, registraron expansiones de actividad tanto el sector de electricidad, gas y agua (1,6%) como la construcción (1,7%).
La actividad de servicios (un 64,3% del PIB), por su parte, creció al 0,8% en el primer trimestre respecto al cuarto trimestre de 2018. En la
actividad de servicios destacaron con un crecimiento superior al promedio en el trimestre los servicios financieros (6,0% del PIB) y empresariales (10,6% del PIB), así como el comercio (10,2% del PIB) y los servicios
personales (12,9% del PIB). El transporte apenas creció (5,6% del PIB), mientras el sector de las comunicaciones y servicios de información registró una caída en
términos desestacionalizados de -0,2% (representa un 3,7% del PIB). La actividad de la administración pública (5,0% del PIB) tuvo, por su
parte, un bajo crecimiento.
Cuadro 1: Variables macroeconómicas principales (variación porcentual,
proporción sobre el Producto Interno Bruto y valores), 2010-2019
Variables 2014 2015 2016 2017 2018 2019 (*)
PIB 1,8 2,3 1,7 1,3 4,0 1,6
Inflación 4,6 4,4 3,8 2,3 2,6 2,3
Demanda Interna -0,5 2,5 1,3 3,1 4,7 2,8
Remuneraciones reales 2,4 0,8 2,0 3,4 1,2 2,6
Empleo 1,4 1,5 1,0 2,3 0,7 1,4
Consumo hogares 2,4 2,1 2,2 2,4 4,0 3,2
Consumo de gobierno 3,8 4,8 6,3 4,0 2,2 1,7
Formación Bruta Capital Fijo -4,2 -0,3 -0,7 -1,1 4,7 2,9
Tasa de inversión/PIB 22,6 22,6 21,5 21,6 22,5 23,9
Exportaciones 0,3 -1,7 -0,1 -0,9 5,0 -1,8
Paridad dólar/peso -15,2 -14,7 -3,5 4,1 1,4 -5,0
Precio del cobre -6,4 -19,8 -11,2 26,7 5,7 -4,6
Cuenta corriente/PIB -1,3 -2,0 -1,4 -1,5 -3,1 -1,4
Términos del intercambio -2,4 -2,9 3,1 9,0 -1,8 -0,4
Bonos Chile (puntos base) 143 186 201 130 133 139
PIB per cápita a PPP, US$ 23.214 23.758 24.162 24.676 25.978 ..
Fuentes: Instituto Nacional de Estadísticas, Banco Central de Chile y FMI.
(*) PIB trimestral enero-marzo respecto al mismo período del año anterior. Mayo respecto al mismo mes
del año anterior para IPC y abril para remuneraciones reales. Trimestre móvil terminado en abril para empleo respecto al mismo período del año anterior. Primer trimestre respecto al mismo período del año
anterior para demanda interna, consumo, FBCF, exportaciones, términos del intercambio y spread de EMBI de bonos chilenos. Promedio enero-mayo respecto a promedio del año anterior para paridad dólar/peso y
precio del cobre. Primer trimestre para balance de la cuenta corriente sobre PIB.
SECTOR EXTERIOR
Se produjo una caída en las
exportaciones netas de importaciones en el primer
trimestre, por lo que el sector
externo no contribuyó al
crecimiento.
Las exportaciones cayeron en -
1,5% y las importaciones en -0,8% en el primer trimestre en
términos desestacionalizados, en
contraste con la fuerte expansión de ambas variables en 2018. Luego
de tres años (2014-2017) de caída
de las exportaciones reales de
bienes y servicios (que representan un 28,8% del PIB), se había
registrado un incremento de los
envíos al exterior en 2018 de 5,0%, mientras las importaciones habían
experimentado una expansión
anual de 7,6%, con mayores
compras al exterior de automóviles y maquinarias de uso industrial, así
como de combustibles y productos
químicos.
El déficit de la cuenta corriente
fue del 1,4% en el primer trimestre, a comparar con el –
3,1% del PIB en 2018.
El ingreso nacional bruto
disponible real creció 1,8%, tras
hacerlo en 1,2% en el trimestre anterior. En el resultado incidieron
las rentas del exterior, donde
aumentaron tanto las pagadas
como las recibidas, predominando el efecto de estas últimas, Los
términos de intercambio no
presentaron una variación
significativa.
El precio del cobre bajó en -4,6% en enero-mayo respecto al
promedio de 2018 y alcanzó 282
centavos de dólar la libra (273 en
mayo), frente a una proyección gubernamental inicial de 300
centavos. En contraste, este precio
había aumentado en 2018 en 5,7% y en 2017 en 26,7%, dejando atrás
cinco caídas anuales consecutivas
previas. La atonía coyuntural del
mercado es fruto de la guerra comercial entre Estados Unidos y
China y de las revisiones a la baja
del crecimiento previsto en las principales economías. El aumento
del riesgo en los mercados
financieros ha mantenido, además, a los inversores especulativos con
baja exposición al cobre en sus
carteras de inversión.
SECTOR PÚBLICO Y POLÍTICA FISCAL
La ley de presupuestos aprobada en noviembre de 2018 prevé que el
gasto público crecerá un 3,2% en
2019 y los ingresos en 3,4%.
La meta de déficit efectivo establecido para 2019 por el
gobierno para alcanzar un
déficit estructural de -1,6% del PIB, es de -1,7% del mismo. No
obstante, en el primer trimestre de
2019 los ingresos aumentaron en
doce meses en solo 1,7% y el gasto lo hizo en 3,9%. Es probable que la
meta no se cumpla, salvo un fuerte
ajuste de gasto, lo que tendría un efecto procíclico en un contexto en
el que el gobierno de Chile posee
importantes reservas fiscales y
capacidades de endeudamiento a tasas bajas (el spread de riesgo
país alcanzó en el primer trimestre
139 puntos base) como para sostener sin graves costos un
déficit fiscal más amplio sin
abandonar la meta de déficit
estructural a mediano plazo.
El déficit fiscal efectivo de 2018
fue de -1,7% del PIB, inferior al previsto por las autoridades
económicas en septiembre de 2017 gracias a menores gastos que los
presupuestados y mayores
ingresos dado el rendimiento de la reforma tributaria y un mejor
precio del cobre. El déficit
estructural de 2018 alcanzó a -
1,5%, también inferior al previsto.
Este último se calcula, en lugar de
los ingresos efectivos año a año, con los “ingresos cíclicamente
ajustados” que provienen de la
recaudación de impuestos que resulta del crecimiento estimado de
la economía en un horizonte de
cinco años y del precio del cobre
previsto para los siguientes diez
años.
Este método no considera los gastos de carácter cíclico en su
cálculo. En 2017 se había
registrado un déficit efectivo (devengado) de –2,8% del PIB y
uno de –2,0% del PIB en el balance
estructural. El anterior gobierno
había optado por un mayor impulso fiscal en su último año, con un
gasto que creció en dos puntos
porcentuales adicionales a lo
presupuestado, para evitar una
recesión.
Cuadro 2: Indicadores de política fiscal, tasas de crecimiento y
porcentaje sobre el PIB, 2000-2019
Fuentes: Banco Central y Ministerio de Hacienda
La razón deuda pública/PIB
pasó de un 23,6% en términos
brutos en 2017 a un 25,6% en 2018, con tasas favorables. Esta
magnitud ha crecido desde 2008,
cuando la deuda bruta alcanzó un
3,9% del PIB a raíz del boom del precio del cobre, pero se mantiene
en rangos bajos en la comparación
internacional.
La nueva meta fiscal quedó
fijada en la reducción anual del déficit estructural en 0,2
puntos del PIB durante el
actual gobierno. En 2022 —
último año cuyo presupuesto será establecido por la actual
administración— el compromiso del
gobierno de Sebastián Piñera es
que este déficit alcance no más de
un 1% del PIB.
El ministro de Hacienda, Felipe
Larraín, por otra parte, no ha
logrado hacer avanzar
sustancialmente la reforma tributaria que propuso en 2018, a
pesar de haber logrado en mayo la
aprobación de la idea de legislar. El proyecto de reforma incluye
nuevas amnistías tributarias y la
reintegración total de los impuestos a las utilidades de las empresas
como crédito en la tributación de
las personas (que se habían
separado parcialmente – a razón de
35%- en la reforma de 2014).
Año Ingresos Gobierno Central
Gasto Gobierno Central
Presupuestado
Gasto Gobierno Central Efectivo
Balance Gobierno Central/
PIB
Balance Estructural
/ PIB
Gasto Gobierno Central/
PIB
2009 -17,5 5,7 16,5 -4,3 -3,1 23,3
2010 28,6 4,3 6,6 -0,5 -2,1 21,9
2011 15,3 5,5 3,1 1,3 -1,0 21,3
2012 4,6 5,0 4,7 0,6 -0,4 21,6
2013 0,8 5,0 4,1 -0,6 -0,5 21,5
2014 6,2 3,9 6,1 -1,6 -0,5 22,2
2015 10,0 9,8 7,4 -2,1 0,5 23,2
2016 5,3 4,4 3,8 -2,7 -1,0 23,5
2017 7,0 2,7 4,7 -2,8 -2,0 23,7
2018 8,8 3,9 3,4 -1,7 -1,5 23,5
2019 (p) 3,4 3,2 .. -1,7 -1,6 22,9
EMPLEO
De acuerdo con la encuesta de empleo del Instituto Nacional de
Estadísticas, se constata en el
trimestre móvil febrero-abril una reanimación de la creación neta
de empleos, al aumentar en
1,4% en ritmo anual. Esta evolución contrasta con el bajo
crecimiento registrado a partir del
segundo trimestre de 2018, luego
de expansiones cercanas o mayores a 2% en los meses
previos.
La tasa de desocupación en el
trimestre móvil febrero-abril
2019 alcanzó un 6,9% de la
fuerza de trabajo, dos décimas más que hace un año. Esta variable
oscila desde 2014 entre poco
menos de 6% y poco más de 7%. El aumento de la tasa de
desocupación fue consecuencia de
la menor alza de los ocupados (1,4%) que de la fuerza de trabajo
(1,5%), mientras que los
desocupados aumentaron (3,4%). La población inactiva -la que se
encuentra fuera de la fuerza de
trabajo- creció en 2,3% anual.
El 28,5% del empleo es
informal, una cifra muy alta en el
contexto de los países de la OCDE y baja en el contexto
latinoamericano. No obstante, los
cotizantes dependientes (con contrato formal de trabajo) en el
sistema de pensiones AFP
aumentaron en el trimestre
diciembre 2018-febrero 2019 en 3,3% en doce meses, según la
Superintendencia de Pensiones, lo
que indica una tendencia a una
cierta formalización del empleo.
Gráfico 2: Tasa móvil trimestral de desocupación y tasa de crecimiento anual del empleo (en porcentajes), enero 2018-abril 2019
Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas.
Las remuneraciones reales
crecieron, según el INE, en 2,6%
en 12 meses en abril de 2019.
Este crecimiento del empleo y de las remuneraciones es el que
sostiene el consumo y el que ha
permitido que la actividad
económica no haya entrado en
recesión, en un contexto de caída en la inversión y de las
exportaciones en el primer
trimestre de 2019.
Gráfico 3: Tasas de crecimiento de las remuneraciones nominales y reales,
enero 2017-marzo 2019
Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas.
POLÍTICA MONETARIA,
INFLACIÓN Y TIPO DE CAMBIO
En materia de política monetaria,
el Banco Central bajó el 7 de junio
en 0,5% la Tasa de Política Monetaria, llevándola de 3 a 2,5%.
La autoridad monetaria reconoció
que “a la luz de la actualización de
los parámetros estructurales, la recuperación de la economía no ha
sido suficiente para cerrar la brecha
de actividad e impulsar la inflación. Por ello, estimó necesario recalibrar
el impulso monetario”. Esta
sorpresiva decisión viene después de una secuencia que parte en
mayo de 2017 con una tasa
estabilizada en 2,5%, y que el
Consejo del Banco Central aumentó
en octubre de 2018 y enero de
2019 en 0,25% cada vez, llevándola de 2,5 a 3%. Su
explicación en su momento fue que
“la evolución de las condiciones
macroeconómicas sigue justificando una gradual reducción
del estímulo monetario”,
sobreestimando el repunte de la inversión. Parece haber pesado
más su preocupación por la
“credibilidad institucional” y las predicciones previas de cierre
rápido de brecha entre producto
efectivo y potencial (que terminó
aumentando al incorporar en sus
cáculos el impacto posticvo de los flujos migratorios) por sobre la
observación de los datos de
coyuntura que indicaban una desaceleración de la producción y
un aumento del nivel general de
precios por debajo de la meta de
3% anual.
Parece necesario que el Banco
Central revise su concepto de
“impulso monetario”, basado en
reglas obsoletas frente a una relación entre desempleo e
inflación que ha cambiado
sustancialmente en todo el mundo (en Estados Unidos el desempleo
bajó desde la gran crisis de 2009 de
10% a menos de 4% pero la
inflación ha permanecido en menos de 2% anual) y al parecer también
en Chile.
Gráfico 4: Índice de Precios al Consumidor, mensual y en doce meses, marzo 2017-mayo 2019
Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas.
El registro anual de la inflación
alcanzó un 2,3% en mayo, con
un 0,6% de aumento del IPC en el mencionado mes y 0,3% en
abril, en contraste con el
estancamiento de los dos primeros
meses del año. Este aumento se debe coyunturalmente al aumento
de las tarifas de la electricidad.
Los precios de los bienes no sujetos
al comercio internacional (“no
transables”), constituidos por servicios como restaurantes y
hoteles, salud y educación,
mostraron un aumento anual de
2,9% en mayo. Los precios de los
bienes sujetos al comercio
internacional (“transables”), han
aumentado en 1,9% anual en abril, a un ritmo superior al de inicio de
año, influenciados por la
devaluación del peso y el
importante aumento del precio del
petróleo.
Desde el 3,1% anual registrado en septiembre de 2018, el IPC bajó a
cerca de la mitad, para repuntar en
marzo-mayo. El lento crecimiento de la demanda interna se mantiene
como un factor moderador, a pesar
del efecto en los precios de la
devaluación reciente.
Gráfico 6: Paridad peso/dólar de Estados Unidos, 2013-2019
Fuente: Banco Central de Chile.
El peso chileno, en directa
relación con la caída del precio
del cobre, se devaluó en relación al dólar en enero-mayo
en -5,0% respecto al promedio de
2018, alcanzando 672 pesos por dólar (693 en mayo). El peso
chileno se había revaluado el año
pasado en 1,4%. No obstante, la tendencia a la devaluación se viene
observando desde junio de 2018.
Esta tendencia se inscribe en el proceso global de retiro de
capitales desde los países
emergentes, que provocó crisis agudas en países como Turquía y
Argentina desde fines de 2018.
Este retiro resultó tanto de los
incrementos en las tasas de interés de la FED, hoy postergados, como
de la baja de impuestos a las
utilidades del capital en Estados Unidos, lo que impulsó el valor
bursátil de las empresas y estimuló
adicionalmente los flujos de capital fuera de los países emergentes.
En lo que va de 2019 prevalece una
amplia volatilidad en los precios internacionales de los activos más
riesgosos. El conflicto comercial
entre China y Estados Unidos ha puesto entre paréntesis la
proyección de una nueva racha
alcista de los mercados de materias
primas que pudiera impulsar el peso chileno a una revaluación
significativa. A esto se agrega la
inestabilidad económica en la región, especialmente en Argentina
y Brasil.
2. PERSPECTIVAS
ECONÓMICAS
En 2014-2017, el crecimiento del
PIB registró solo un 1,8% anual
promedio, mientras el crecimiento mundial fue de 3,4% en el mismo
período. Este ciclo de menor
crecimiento de la economía chilena
se inició en el tercer trimestre de 2013 y fue provocado básicamente
por una caída sustancial de la
inversión minera durante cuatro años seguidos, que arrastró a la
infraestructura, lo que finalmente
impactó en la creación de empleo,
las remuneraciones y el consumo.
El lento aumento del consumo de
los hogares no fue compensado por una mayor demanda externa.
Este cuadro de desaceleración
prolongada empezó a revertirse en la segunda parte de 2017,
gracias a un mejoramiento
coyuntural de los términos del intercambio, lográndose una
recuperación en 2018 con un
crecimiento de 4%. Estos en el caso
de Chile dependen de los precios respectivos del cobre (principal
exportación) y el petróleo (que el
país casi no produce) e inciden significativamente en las
fluctuaciones coyunturales de la
economía. La política fiscal y monetaria no tuvo un sesgo
suficientemente anticíclico y no
contrapesó las tendencias
recesivas provenientes de los shocks externos, lo que volvió a
experimentarse en lo que va del
año 2019, con una reacción tardía en materia de política monetaria.
Para 2019, el escenario base de este informe sostiene que el PIB
mantendrá una tasa de expansión
del orden de 2 a 3%, inferior a la
prevista inicialmente y más alejada del crecimiento potencial (3-4%
anual). No se puede excluir, sin
embargo, que mayores turbulencias externas y pérdidas de
dinamismo del consumo afecten
aún más las perspectivas de
crecimiento.
3. SITUACIÓN
POLÍTICA
El escenario político chileno ha
estado recientemente marcado por
la crisis de diversas instituciones y por las dificultades políticas en el
avance de la agenda legislativa
impulsada por el gobierno desde
marzo de 2018, y en especial en las reformas tributaria, educacional,
laboral y del sistema de pensiones
que constituyen parte del núcleo
del programa del presidente de
centro-derecha, Sebastián Piñera.
Este ha buscado hacer avanzar
reformas legales en estos temas, pero con éxitos parciales, en un
contexto en que el gobierno no
dispone de una mayoría
parlamentaria automática y debe esforzarse por obtener algunos
votos de los sectores de centro de
la oposición (una parte de los parlamentarios de los partidos
demócrata cristiano y radical) en
cada proyecto de ley relevante. En la última semana de marzo el
presidente intentó buscar acuerdos
con la oposición, reuniéndose con
sus líderes principales, pero sin lograr pactos estables sino
destrabar parte del tratamiento de
su agenda legislativa.
El gobierno se ha visto envuelto en
diversas contingencias no previstas. Primero fueron los
problemas en la acción policial en la
Araucanía, que ocuparon buena
parte de la agenda en la segunda parte de 2018. Ahora, en lo que va
de 2019, diversas instituciones han
visto agudizada una crisis de credibilidad por hechos de
corrupción que son objeto de
investigación y amplia difusión y
debate público. Los más importantes han sido la ampliación
de investigaciones en el desvío
organizado de fondos desde el alto mando en la principal institución
policial, Carabineros, por más de
cuarenta millones de dólares, el mayor monto conocido en la
historia de Chile, y las
irregularidades detectadas en el
uso de recursos en el alto mando del Ejército, en especial la compra
de pasajes y el uso de recursos
institucionales por familiares, lo que mantiene a ex altos oficiales,
incluyendo un ex Comandante en
Jefe, en prisión.
A esto hay que sumar el enjuiciamiento por cobros
indebidos de tres magistrados de la
Corte de Apelaciones de la región de O’higgins, al sur de Santiago y
las inusitadas disputas entre las
dos principales autoridades de la
Contraloría General de la República, órgano autónomo
encargado del control de legalidad
de los actos de la Administración, y entre los principales fiscales, con
acusaciones mutuas ante los
tribunales de manipulación de procesos, también en la región de
O’higgins.
El presidente Piñera ha sido, además, objeto de fuertes
reproches por haber sido
acompañado en su viaje a China y Corea del Sur del 18 al 20 de abril
por dos de sus hijos empresarios.
Estos participaron en reuniones con las grandes empresas tecnológicas
chinas. A esto se agregó una multa
por el no pago del impuesto
territorial en una propiedad de veraneo del presidente Piñera. Por
su parte, el hijo del Ministro de
Economía, José Valente, participó acompañando a su padre en
reuniones oficiales en la OCDE en
París.
Durante mayo se conoció,
adicionalmente, que los datos del
Índice de Precios al Consumidor fueron manipulados en dos
ocasiones al alza y a la baja en
2018, aunque los datos mantuvieron el mismo promedio de
variación.
Todos estos hechos han generado un clima de desprestigio de las
instituciones públicas y una caída
de la popularidad del presidente y de su gobierno.
En materia legislativa, el gobierno
obtuvo la aprobación de una ley que endurece las sanciones
disciplinarias en la escuela, pero no
ha logrado hacer avanzar su propuesta de terminar con el
sistema de ingreso escolar que no
discrimina a la entrada aprobado
por el gobierno anterior.
Además, han persistido las
dificultades en el Parlamento para hacer avanzar la reforma tributaria,
que disminuye la tributación de las
personas de altos ingresos al permitir que la totalidad del pago
del impuesto a las utilidades de las
empresas que se realiza mes a mes
se impute como pago del impuesto anual al ingreso de las personas
propietarias de esas empresas (la
reforma de 2015 permitía que esa imputación ocurriera solo a razón
del 65% de lo tributado por
concepto de renta empresarial) y hace más laxas las normas de
evasión tributaria.
Si bien el gobierno logró el 13 de abril que se aprobara la idea de
legislar en la Comisión de
Hacienda, a pesar del acuerdo de la oposición que tiene mayoría en la
Cámara de Diputados en sentido
contrario, el proyecto no ha
registrado avances y se prevé una lenta tramitación durante 2019. El
acuerdo previo fue roto por el
Partido Demócrata Cristiano, lo que ahondó sus divisiones internas.
Desde entonces, se ha profundizado el quiebre de la
oposición. Por un lado se sitúa la
mayoría de los diputados del PDC
(aunque no es el caso de los miembros de ese partido en el
Senado, que en Chile tiene
facultades legislativas equivalentes a las de la Cámara de Diputados),
y del Partido Radical, que se han
manifestado proclives a pactar con
el actual gobierno en ciertos temas,
reivindicando una lógica de centro político (con un 14% del electorado
en la elección de 2017 entre ambos
partidos), y las fuerzas más a la izquierda (que suman un total del
43%) del emergente Frente Amplio
(con un 17%), del Partido
Socialista y el Partido por la Democracia (con un 16%) y del
recientemente creado
conglomerado Unidad para el Cambio del Partido Comunista, el
Partido Progresista y la Federación
Regionalista Verde (con un 10% del electorado).
Por su parte, en este nuevo
contexto, la reforma a las pensiones fue también aprobada el
16 de mayo en el pleno de la
Cámara de Diputados con los votos DC y radicales. Esta reforma
básicamente aumenta las
cotizaciones salariales obligatorias del 10% a 14%, pero mantiene la
lógica de capitalización individual
de los fondos ahorrados, e
incrementa del 0,8% al 1,1% del PIB el aporte del Estado a la
pensión básica solidaria (hoy de
unos 160 dólares al mes) y a los complementos a las pensiones
contributivas de menor monto. La
moneda de cambio fue que una
nueva entidad pública sea la que administre las cotizaciones
adicionales. No obstante, los
detalles siguen sin precisarse y también se prevé una tramitación
lenta en este tema.
Además, el gobierno propuso una
nueva legislación en el sistema de
indemnizaciones por años de
servicio, con la propuesta de una baja en nuevos contratos del
sistema de un mes por año de
contrato en caso de despido, y un nuevo procedimiento de acuerdo
individual de derogaciones a los
horarios de trabajo de aplicación
general, que no han encontrado
posibilidades de avance rápido en el Parlamento.
En este contexto, el 22 de mayo el
presidente Piñera lanzó un programa que llamó “Red Clase
Media Protegida”, una iniciativa que
busca articular diez ministerios
para "reconocer, priorizar y fortalecer a la clase media". El
programa incluye, entre otras
medidas, la mayoría de las cuales ya se encuentra en tramitación
legislativa, fortalecer el seguro de
desempleo, crear un nuevo seguro de salud que limite el gasto
máximo de los usuarios ante
enfermedades catastróficas y, en el
caso de los seguros privados, se ofrezca un plan único sin costo
diferenciado entre hombres y
mujeres, así como aumentar los subsidios de compra y alquiler de
viviendas. El presidente Piñera
señaló en la ocasión: "aprovecho de hacerle un llamado a los
parlamentarios que están en
proyectos de ley que están en plena
discusión en el Congreso Nacional y que necesitamos que se aprueben
con prontitud para completar y
darle fuerza y eficacia a la Red Clase Media Protegida", afirmó el
mandatario. De este modo, el
presidente Piñera procura retomar
los hilos de la agenda con proposiciones de política menos
controvertidas para buscar superar
la ausencia de mayoría parlamentaria de su coalición de
gobierno.
En mayo, el presidente Sebastián
Piñera, según la encuestadora CEP,
recibió una aprobación de 25% de
la población y una desaprobación de un 50%. La asociación del
presidente Piñera a la idea de
conflictos de interés, dada su proveniencia empresarial, junto a
la pérdida de dinamismo
económico, explican esta situación.