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estudios y cultura REVISTA ‘ESTUDIOS y CULTURA’ | Consejo de Redacción: José Babiano, Ramón Baeza, Bruno Estrada, Ana Fernández Asperilla, Pepe Gálvez, Amaia Otaegui, Félix Ovejero, Carmen Rivas, Fernando Rocha y Juan Vargas. Fundación 1º de Mayo. Centro Sindical de Estudios de CCOO. C/ Longares,6. 28022 Madrid. Tel.: 913640601. Fax: 913640838 | www.1mayo.ccoo.es | [email protected]. ISSN: 1989-4724 FUNDACIÓN 1 DE MAYO 74 • DICBRE-ENERO 2016 REVISTA SUMARIO Ramón Baeza | Cambio y continuidad en la Fundación Javier Doz | Crónica del II Congreso Economía, Trabajo y Sociedad Alfred Pfaller | La nueva desigualdad: la llave está en el mercado de trabajo Huelga no es delito: apoyo internacional Ana Fernández Asperilla | Más emigrantes, menos presupuesto para 2016 José Babiano | El espíritu del 76: Madrid en huelga El Ayuntamiento de Zaragoza se querellará contra los crímenes del Franquismo Félix Antonio Ovejero Torres | Hacia una Política de Estado: Algunos retos de la Cooperación Española Cumbre sobre el Cambio Climático: La CSI y CCOO valoran el acuerdo pero subrayan sus límites y falta de ambición Fernando Rocha Sánchez | Entender la clase, de Erik Olin Wright NICOLÁS SARTORIUS ‘El nacionalismo siempre resurge con las grandes crisis’ Entrevista realizada por Carmen Rivas

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Page 1: R FUNDAECIÓN V1 DE MAIYO S 74 • TDICBRAE-ENERO 2016

estudios y cultura

REVISTA ‘ESTUDIOS y CULTURA’ | Consejo de Redacción: José Babiano, Ramón Baeza, Bruno Estrada, Ana FernándezAsperilla, Pepe Gálvez, Amaia Otaegui, Félix Ovejero, Carmen Rivas, Fernando Rocha y Juan Vargas. Fundación 1º de Mayo. Centro Sindical de Estudios de CCOO. C/ Longares,6. 28022 Madrid. Tel.: 913640601. Fax: 913640838| www.1mayo.ccoo.es | [email protected]. ISSN: 1989-4724

FUNDACIÓN 1 DE MAYO 74 • DICBRE-ENERO 2016

REVISTA

SUMARIO

Ramón Baeza | Cambio y continuidad en la FundaciónJavier Doz | Crónica del II Congreso Economía, Trabajo y Sociedad

Alfred Pfaller | La nueva desigualdad: la llave está en el mercado de trabajoHuelga no es delito: apoyo internacional

Ana Fernández Asperilla | Más emigrantes, menos presupuesto para 2016José Babiano | El espíritu del 76: Madrid en huelga

El Ayuntamiento de Zaragoza se querellará contra los crímenes del FranquismoFélix Antonio Ovejero Torres | Hacia una Política de Estado: Algunos retos de la Cooperación Española

Cumbre sobre el Cambio Climático: La CSI y CCOO valoran el acuerdo pero subrayan sus límites y falta de ambiciónFernando Rocha Sánchez | Entender la clase, de Erik Olin Wright

NICOLÁS SARTORIUS

‘El nacionalismo siempre resurge con las grandes crisis’

Entrevista realizada por Carmen Rivas

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C uando los años tocan a su fin resulta casiimposible no hacer una pequeña pausa,echar la vista atrás, recapitular y sopesar

los éxitos y las inevitables decepciones experi-mentadas en el pasado más próximo. Esta refle-xión –válida para las personas pero también paralas organizaciones– parece especialmente per-tinente cuando en el tránsito se han producidotransformaciones significativas por más que és-tas hayan tenido lugar de forma discreta. Tal esel caso de la Fundación 1º de Mayo que, a lolargo de 2015, ha vivido una transformación tanimportante como exenta de estridencias y sobrela que creemos que es oportuno detenerse a re-flexionar.

Los años de calendario raramente coincidencon lo que podríamos denominar como los añosvividos. En el caso de la fundación, 2015 co-menzó a finales de 2014 y terminó –canónica-mente– en el mes de diciembre.

En octubre de 2014 renunció a la presidenciaRodolfo Benito; nadie puede poner en duda quedurante su mandato tanto las actividades comolas proyecciones externa e interna de la funda-ción experimentaron un crecimiento exponen-cial. El conjunto de la fundación intentó trans-formar los contratiempos inherentes a su salidaen oportunidades que permitieran efectuar cier-tas correcciones tendentes a mejorar el funcio-namiento de la institución. Esta nueva y difíciletapa, iniciada con no pocas incertidumbres, fuecapitaneada por Javier Doz.

Para este periodo se encomendaron a la fun-dación tres objetivos principales: mejorar elacompasamiento de sus trabajos con las priori-dades confederales, reconstruir su instituciona-lidad y culminar el proceso de fusiones iniciado.

El primero de ellos es un reto común a todoslos institutos sindicales europeos y para el quela práctica demuestra que no hay respuesta sen-cilla. Los institutos deben proporcionar análisisde la realidad y –en su caso– alternativas quepermitan una rigurosa adopción de decisiones alas direcciones sindicales. Su naturaleza, por lotanto, es esencialmente instrumental. No obs-

tante, para una efectiva consecución de este ob-jetivo, el instituto debe disponer de una autono-mía en la realización de sus trabajos que le per-mita huir tanto de actitudes meramentelegitimadoras como que le faciliten su vincula-ción con el mundo académico. Esta tensión –como señalaba, compartida con la totalidad delas instituciones análogas– ha sido respondidapor la fundación fortaleciendo la coordinación

de sus diferentes áreas de trabajo con las secre-tarías confederales y las federaciones sectorialesdurante 2015.

Estrechamente vinculado con el reto anteriorha estado la reconstrucción de la institucionali-dad de la fundación. Tras esta expresión nos re-ferimos a dotar de mayor claridad a la composi-ción y las atribuciones de los órganos de decisióny participación, de forma que el proceso de tomade decisiones sea transparente y previsible. A talfin se ha fortalecido el papel de dirección políticadel patronato, identificándolo –en la práctica–con la comisión ejecutiva confederal. Los nuevosestatutos de la fundación también establecencon claridad las competencias del comité de di-rección, órgano de ejecución de las directricesestablecidas por el patronato y de gestión de laactividad cotidiana de todas las actividades dela fundación. De igual forma se ha constituidoel consejo coordinador –con el fin de favorecerla vinculación de las federaciones sectoriales– yse ha rediseñado el consejo asesor –compuestopor personalidades de reconocido prestigio– conel fin de hacerlo más operativo e imbricarlo demanera efectiva a los trabajos de la fundación.

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Ramón Baeza Sanjuán | Director Gerente de la Fundación 1º de Mayo

Cambio y continuidad en la Fundación

Durante 2016 la fundaciónacompañará e impulsará lasreflexiones previas al congresoconfederal que se celebrará en

2017. Sin duda esta revista será uno de losespacios relevantes donde se debatananálisis, propuestas y alternativas.

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Por último, en el pasado mes de noviembre, elProtectorado de Fundaciones, dependiente delMinisterio de Cultura, ha otorgado su placet a lafusión por absorción de las Fundaciones Paz ySolidaridad – Serafín Aliaga y la Fundación deInvestigaciones Educativas y Sindicales con laFundación 1º de Mayo. Ha culminado así un pro-ceso emanado de una decisión directa del últimocongreso confederal, que ha necesitado de másde un año para su culminación y que ha sido deuna extraordinaria complejidad. Esta fusión obe-dece a la voluntad de obtener sinergias cuandolos recursos menguan pero también a la voluntadde incrementar la coherencia y la colaboracióndentro de la constelación del sindicato.

Por lo tanto en 2015 se han cumplido los gran-des objetivos encomendados a la fundación. Enconsecuencia, podemos afirmar que ha sido unaño de transición en el que se ha vivido unatransformación tan profunda como discreta.Transformación que se ha desarrollado sin quelas dos grandes almas tradicionales de la fun-dación –historia y estudios– dejaran de respon-der a su actividad habitual, con un fortaleci-miento del anclaje europeo de los trabajos, conun mayor rigor presupuestario y con una signi-ficativa merma de recursos derivada –en granmedida– de la desaparición de la secretaría con-federal de estudios. Un factor imprescindiblepara el éxito de estos cometidos ha residido enla calidad humana y profesional del equipo dela fundación cuyo compromiso ha permanecidoinalterado incluso en momentos de incertidum-bre, seguramente los más duros para cualquiercolectivo.

Finalmente 2015 se ha cerrado con una deci-sión estratégica: el nombramiento en diciembrede Ignacio Fernández Toxo como presidente dela Fundación 1º de Mayo. Resulta difícil no con-cluir que esta elección es un claro mensaje sobrela importancia que se otorga al papel que debejugar la fundación a la hora de facilitar la capa-cidad propositiva sindical en el próximo futuro.

Tras un año de transición, 2016 ha de ser unaño de consolidación de las transformacionesacometidas. Entre todas –fortalecimiento de lainstitucionalidad, mejor acompasamiento conlas prioridades sindicales…– me atrevo a desta-car una: la plena asunción del nuevo perímetro

de la fundación tras la fusión efectiva de Paz ySolidaridad. A las anteriormente aludidas almas

tradicionales que han configurado la personali-dad de la Fundación 1º de Mayo hay que incor-porar plenamente la cooperación sindical al de -sarrollo, para lo que se requiere el compromisoefectivo de todas las partes implicadas.

Junto con lo anterior, hay otros retos ineludi-bles para el año que ahora comienza. Entre ellosla formulación y ejecución de un plan de mejorade la capacidad de gestión, de gobernanza, esta-blecimiento de políticas de transparencia y buengobierno así como la evaluación y mejora de laincidencia de la fundación. Se trata de adecuar-nos a estándares de funcionamiento exigidos porredes de las que formamos parte y financiadoresexternos. Pero, por encima de todo, es un com-promiso ético con los afiliados a CCOO en primerlugar, extensible a todos los trabajadores y a laciudadanía en general.

La fundación también debe mejorar su funciónde espacio abierto y atractivo para investigado-res, académicos, profesionales que, compar-tiendo valores, deseen vincular sus actividadescon el sindicato. Los seminarios de la fundaciónson un instrumento adecuado para la consecu-ción de este objetivo, siendo uno de sus princi-pales retos conjugar una imprescindible auto-nomía de funcionamiento con el mantenimientode la coherencia con los objetivos y procedimien-tos generales.

En resumen, durante 2016 la Fundación 1º deMayo continuará con la labor que lleva reali-zando con notable acierto durante casi 30 años:incorporando la cooperación sindical al desarro-llo, fomentar el estudio, el debate y la investiga-ción con el fin de facilitar al sindicato la cons-trucción de una sociedad más justa y mássolidaria. Es decir promover la reflexión paraimpulsar el cambio social. Obviamente, teniendomuy presentes los cambios –tecnológicos, gene-racionales, culturales, de estructura empresarial,de ámbito político…– que con creciente rapidezconfiguran la realidad.

Durante 2016 la fundación acompañará e im-pulsará las reflexiones previas al congreso confe-deral que se celebrará en 2017. Sin duda esta re-vista será uno de los espacios relevantes dondese debatan análisis, propuestas y alternativas. 3

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ENTREVISTA REALIZADA POR CARMEN RIVAS

E s abogado y periodista pero desde haceaños su actividad se centra en la FundaciónAlternativas. Es una referencia intelectual

y política, siempre interesado y comprometidocon los asuntos públicos desde la seguridad deque son los de su país y los del mundo.

Nació en San Sebastián (Guipúzcoa) en 1938.Desde muy joven, cuando estudiaba derecho enla Complutense, comenzó su oposición al fran-quismo y a luchar contra la dictadura. Pegadoal terreno de la movilización a favor de la libertady la igualdad. Fue uno de los fundadores del sin-dicato Comisiones Obreras.

Detenido y condenado en varias ocasiones, es-tuvo procesado en el Sumario 1001 junto a Mar-celino Camacho y otros dirigentes sindicales detoda España. En total pasó seis años en prisión.Fue miembro del Secretariado, el Comité Ejecu-tivo y el Comité Central del PCE.

Participó activamente desde CCOO en las ne-gociaciones políticas durante la Transición Es-pañola y fue elegido diputado por Sevilla y Ma-

drid en las candidaturas del PCE e IzquierdaUnida, en tres legislaturas.

Desde la Fundación Alternativas desarrollauna importante actividad y dirige estudios muyrigurosos en torno a asuntos centrales de losproblemas y preocupaciones que afectan a nues-tra sociedad. El soberanismo en Cataluña, suplanteamiento, la repercusión, las consecuencias,las implicaciones jurídicas, su posición con res-pecto a Europa y viceversa, lo que se cuenta, loque se oculta, las medias verdades y las grandesmentiras. Trabajos y estudios cuyo objetivo siem-pre es encontrar respuestas a los problemas re-ales e incluso a aquellos que sin serlo se poten-cian en un intento de ocultar los auténticos.

Pregunta.: ¿Qué tenemos que saber para

comprender el conflicto abierto en la so-

ciedad catalana en su relación con el Es-

tado Español?

Respuesta.: Históricamente la relación de Ca-taluña con el conjunto de España, a la que hapertenecido durante siglos, ha sido unas vecesmás conflictiva y otras menos, pero casi siempre

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NICOLÁS SARTORIUS • VICEPRESIDENTE EJECUTIVO DE LA FUNDACIÓN ALTERNATIVAS

‘El nacionalismo siempre resurge con las grandes crisis’

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ha sido una situación complicada. Durante laRepública, hubo momentos donde declararon elestado catalán. Durante el periodo de la dicta-dura, en Cataluña y en España se crearon unoslazos muy fuertes de lucha en común por la de-mocracia que estableció una gran empatía entrelas distintas fuerzas que lucharon contra la dic-tadura y crearon una relación bastante sólidaentre Cataluña y el conjunto de España. La con-quista de la democracia, la entrada en Europafueron objetivos comunes importantísimos paratodos los demócratas. Tanto es así que, cuandose hizo el referéndum para aprobar la Constitu-ción de 1978, fue en Cataluña donde tuvo másrespaldo, donde la actual Constitución tuvo másvotos. Ahí hubo un momento de mucha unidad.Los sindicatos por ejemplo, La CONC estaba per-fectamente integrada, identificada en la luchacon Comisiones Obreras, fue un motor de la lu-cha contra la dictadura lo mismo que el PSUC,es decir, la izquierda catalana, tanto políticacomo sindical estaban en una línea muy de iden-tificación con las fuerzas de izquierda, progre-sistas que había en el conjunto de España. Esofue así durante mucho tiempo

P.: Hace más de treinta y cinco años que

vivimos en democracia. ¿Qué ha pasado

en este tiempo para que en Cataluña la

reivindicación independentista haya pa-

sado a ser la principal preocupación para

buena parte de la sociedad?

R.: La transición de la dictadura a la democracia,la aprobación de la Constitución, la aprobacióndel Estatuto de Autonomía, que contó con unamplio respaldo, todo eso generó una fuerteunión entre todos. No parecía que pudiera suce-der lo que luego ha ocurrido. Ha habido siemprefuerzas nacionalistas. Estaba Esquerra Republi-cana que, hasta hace muy poco, era una fuerzamuy minoritaria, y luego Convergencia i Unióque durante toda la etapa de Pujol tampocoplanteó temas de soberanismo. Es más, era unafuerza bisagra para el PP y el PSOE, que se apo-yaban en ellos para conseguir estabilidad,cuando no tenían mayoría absoluta. Es un fenó-meno curioso, importante ver como de repentese desatan una serie de fuerzas.

P.: Una serie de fuerzas que han modifi-

cado el escenario político y que merece

un análisis detallado. ¿Qué análisis hace

de este fenómeno?

R.: Hay bastantes claves. Por un lado tenemosla crisis económica, que siempre es disgregadora.Los fenómenos disgregadores que estamosviendo en Europa: en Gran Bretaña, en Francia,en todos los sitios tienen una base económicaen la crisis. Las crisis, y esta ha sido una crisisbrutal, tan fuerte como la del 29. La crisis del 29y de los años 30 llevó, como todo el mundo sabe,a los fascismos y a la guerra. Ahora no hemosllegado a eso pero si ha tomado cuerpo el sálvese

quien pueda, cada uno a lo suyo. Es un fenómenono solo español. El nacionalismo siempre surgecon las grandes crisis porque es un reflejo de-fensivo y sobre todo en las regiones más ricas.En el caso de España el nacionalismo vasco, elnacionalismo catalán. Es muy curioso que enGalicia este asunto no se plantee con la mismafuerza. No es una casualidad que en medio dela crisis económica adquiera fuerza el naciona-lismo. También creo que se han cometido erroresimportantes que han echado leña al fuego. Todoel proceso de la tramitación del Estatuto de Ca-taluña fue un desastre. Primero no había unagran demanda para un nuevo estatuto, en se-gundo lugar la tramitación fue muy larga. Ter-cero no se puede pasar el Estatuto por el Parla-mento Catalán y Español, votarlo en referéndumy luego cuando llega el Tribunal Constitucionalque este lo recorte. Se ha creado una sensaciónenorme de agravio. Si lo unes a la crisis, al trata-miento de la crisis por parte de la derecha y a laactuación del presidente Mas, llegamos a estasituación. Mas fue el primero que comienza ahacer una política antisocial y de recortes en Es-

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La conquista de la democracia, laentrada en Europa fueronobjetivos comunesimportantísimos para todos los

demócratas. Tanto es así que, cuando sehizo el referéndum para aprobar laConstitución de 1978, fue en Cataluñadonde tuvo más respaldo, donde la actualConstitución tuvo más votos.

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paña. Viene a Madrid con una lista de peticionesy pidiendo un régimen fiscal diferente y Rajoyle dice que no. Vuelve a Cataluña y se envuelveen la bandera del independentismo, de la patria.Esa bandera oculta todas las trapacerías de ca-rácter social que hayas podido hacer y se pone ala cabeza de la manifestación. Ahí se genera unmovimiento que no es tanto Mas, ni los líderespolíticos, son movimientos sociales que se orga-nizan en ese momento, como ha sido la Asam-blea Nacional de Cataluña que se lanza a crearun movimiento de masas basado en el malestarsocial, malestar al tratamiento de Cataluña, enlos agravios que les hace el PP. Una serie deagravios que se utilizan por parte del sector na-cionalista que coincidía con el movimiento deprotesta en toda España. Ahí se mezclan muchascosas que se magnifican y se manipulan. Se ma-nipula la historia y eso arrastra a un sector muyimportante de la población y hace subir como laespuma los elementos nacionalistas e indepen-dentistas.

P.: Es una situación muy compleja que no

parece pueda encontrar una salida satis-

factoria para todos a corto plazo. ¿Cuál

es su opinión?

R.: Lo dramático es que a ese movimiento la iz-quierda no opone un relato distinto basado enlas cuestiones sociales, sino que se deja arrastrarpor las movidas nacionalistas. En la historia, elenemigo principal de los trabajadores y los mo-vimientos sociales es el nacionalismo. El nacio-nalismo es el que destruye a la izquierda. Y Laizquierda se ha dejado arrastrar por un nacio-nalismo que es todo lo contrario de lo que la iz-quierda representa que es la solidaridad. En Ca-taluña, la izquierda política y sindical no haestado a la altura de las circunstancias. Se handejado arrastrar, de hecho han participado enlas iniciativas de Mas y se han puesto detrás,han aceptado el liderazgo de un partido que estáhasta arriba de corrupción. A mi, el que fuerzasde izquierda se pongan detrás de Mas me pareceun error estratégico verdaderamente singular.La izquierda ha sufrido mucho con las movidasnacionalistas. El movimiento de trabajadores fuedestruido durante la primera guerra mundialporque primó la bandera de la patria, la unidadnacional por encima de los intereses sociales, de

los intereses de clase. Y luego, además, se hanproducido algunas confusiones de otro tipo. Aun-que las fuerzas de izquierda no han estado de-fendiendo el independentismo, si han defendidoel derecho a decidir y este derecho es un eufe-mismo que oculta el derecho a la autodetermi-nación.

P.: ¿Usted no está de acuerdo entonces

con que la salida a la situación de con-

flicto que vive Cataluña con el resto de

España se pueda resolver con un referén-

dum?

R.: El derecho a decidir es el derecho de autode-terminación, es decir que un territorio pueda

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El nacionalismo siempre surge conlas grandes crisis porque es unreflejo defensivo y sobre todo enlas regiones más ricas. En el caso

de España el nacionalismo vasco, elnacionalismo catalán.

También creo que se han cometidoerrores importantes que hanechado leña al fuego. Todo elproceso de la tramitación del

Estatuto de Cataluña fue un desastre.

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decidir si quiere estar o no dentro de España.Ese derecho no está reconocido ni en NacionesUnidas. Es un derecho para situaciones de colo-nialismo, de dictadura, de vulneración sistemá-tica de derechos humanos. Ese derecho a decidirtiene dos cosas muy negativas, que no son co-rrectas. Una es que la decisión de ese territorioafecta al conjunto de España. ¿Cómo es posibleque los demás no puedan participar en esa vo-tación? En todo aquello que afecta a alguien, esealguien tiene que tener la posibilidad de partici-par. Es muy discutible que el derecho a decidir,según se plantea desde el nacionalismo Catalán,sea democrático. La segunda es, que si el derechoa decidir no es una encuesta, si no que es vincu-lante, eso es la independencia. Eso es la sobera-nía, uno puede decidir cuando es soberano, sino, no decide. Si el estado español reconociera aCataluña a Canarias o a Andalucía el derecho apoderse separar, en ese momento estaría reco-nociendo esas comunidades como un sujeto so-berano que puede decidir como quiere relacio-narse con España. Pero en cambio España si estáobligada, no puede separarse de ninguno de losterritorios. En un matrimonio las dos partes pue-den decidir separarse pero en este asunto, segúnlo plantean los independentistas, solo una partepuede tomar la decisión.

P.: Estaríamos entonces ante contradic-

ciones jurídicas discriminatorias para el

conjunto, es decir para el Estado que po-

dría llevarnos en definitiva a un galima-

tías, a una situación donde la convivencia

no sería posible.

R.: Últimamente oigo algunos disparates. Sos-tienen que cada una de las autonomías debe po-der decidir como relacionarse con las demás ycon el conjunto del estado. Imaginémonos queCataluña dice que quiere una confederación, queAndalucía dice que quiere una federación y otrodice que quiere las autonomías, y otro el centra-lismo. Si cada uno dice como quiere relacionarsecon el resto, esto sería un caos. Eso es absurdo.Se oyen cosas absurdas que a mi me dejan estu-pefacto. Porque claro un territorio no puede porsi solo decidir como quiere relacionarse con elresto, los demás tendrán algo que decir. Se ponenejemplos que no tienen validez ninguna. Porejemplo Escocia. En primer lugar, Gran Bretaña

no tiene una constitución escrita, como la nues-tra. En ninguna constitución escrita europeaexiste el derecho a separarse. Eso en primer lu-gar. En segundo lugar la unión de Escocia conGran Bretaña no tiene nada que ver con la si-tuación de Cataluña y España. Escocia fue unreino independiente hasta mil setecientos y picoy luego por un cambio en la corona se acordó lo

que se llamó “acta de unión”. Por la cual, Escociacomo Estado independiente se une voluntaria-mente a Gran Bretaña. Cataluña nunca fue unestado independiente. El acta permitía que enalgún momento se pudiera replantear la situa-ción. Con una particularidad, que los indepen-dentistas escoceses siempre han dicho que ha-rían un referéndum si Gran Bretaña estaba deacuerdo. De hecho el referéndum fue convocadopor el Parlamento “inglés” que también hizo lapregunta y puso la fecha. Los nacionalistas es-coceses nunca se plantearon hacer algo ilegal o“desconectar” de Gran Bretaña.

P.: ¿Qué requisitos, qué pasos tendría que

dar la propuesta independentista para

que pudiera ser tenida en cuenta?

R.: El día que el Parlamento español, a través delos mecanismos constitucionales existentes, di-jese una cosa así, sería perfectamente legal ha-cerlo. Pero no como se está planteando desdeCataluña por las fuerzas más radicales. Ellos di-cen a nosotros nos da igual lo que diga el Tribu-nal Constitucional, nos da lo mismo lo que digaEspaña. Si es así no pueden al mismo tiempo

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En la historia, el enemigo principalde los trabajadores y losmovimientos sociales es elnacionalismo. El nacionalismo es

el que destruye a la izquierda.

Ami, el que fuerzas de izquierdase pongan detrás de Mas meparece un error estratégicoverdaderamente singular. La

izquierda ha sufrido mucho con lasmovidas nacionalistas.

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poner como ejemplo a Escocia porque Escocialo hizo legal, pactado y fue el parlamento inglésel que decidió toda la tramitación del asunto.No tiene nada que ver y se utilizan todo tipo deargumentos en los debates, creo que sin conocera fondo nada. La posibilidad de hacer un refe-réndum por parte de un territorio en Españapara decidir si quieren o no formar parte de Es-paña me parece que no es viable. Habría quecambiar completamente la Constitución espa-ñola y para cambiar completamente la Consti-tución tendría que decidirlo en votación todo elpueblo español. Y yo dudo que el pueblo españolacepte esto. Iríamos a una situación absurda, in-gobernable, no es sensata, ni es posible.

P.: En cuanto a las relaciones con Europa

¿en que situación quedaría un hipotético

territorio independizado de España?

R.: En esto tampoco se cuenta la verdad. Se lesha dicho que se quedan fuera de Europa porquese han hecho estudios muy sesudos sobre el tema.Ellos dicen que no, que solo se quedarán fuera alprincipio. Pero eso no es así, se quedan fuera deEuropa y eso la gente lo tiene que saber. La cues-tión de decir no a España es decir no a Europa.Ellos no se han dado cuenta de que la naturalezadel Estado Español ha mutado en el sentido deque el Estado Español ya no es el Estado-Naciónque hemos conocido, sino que hay una parte dela soberanía de España que ya es Europea, quese comparte en Europa. Por lo tanto no somosun estado-nación puro, en el sentido de que notenemos toda la soberanía sino que somos unEstado Hispanoeuro o Eurohispano. Hay unaparte de soberanía que está compartida, que noes que se la hayamos dado a otros países sinoque la compartimos con ellos. Por ejemplo, lapolítica comercial, la política monetaria, el BancoCentral, en fin un montón de cosas. Hay comoun sesenta por ciento de las decisiones que nosafectan que se toman en la Unión Europea. Porlo tanto, cuando dices que quieres irte de España,tienes que saber que estás diciendo: me voy de laUnión Europea. Te estás yendo de un estado queya no es el estado español es Euro-español. Y esoes una cosa que no se dice.

P.: Los vínculos de Cataluña y los catala-

nes con el conjunto del Estado son mu-

chos y muy estrechos, en una hipotética

votación ¿Considera que el independen-

tismo ganaría o, por el contrario que la

votación daría al traste con el sobera-

nismo?

R.: Hay un sentimiento muy fuerte en Cataluñade unidad con el conjunto de España. Tenemoslazos afectivos con Cataluña de todo tipo. Deamistad, de familia, de trabajo, de historia en

común. Todas las grandes cosas que hemos he-cho las hemos hecho juntos. Desde la Guerra dela Independencia hasta las Cortes de Cádiz, pa-sando por la lucha contra la dictadura a la con-quista de la democracia. Hemos estado juntosporque somos lo mismo, hemos estado en lasmismas cárceles, nos han reprimido los mismos.Eran policías catalanes, andaluces, castellanoslos que nos reprimían. Eso no se puede olvidar.Ahora plantearse una separación traumática, ile-gal no es la solución. La solución es sentarse anegociar la recomposición del estado del bien-estar, reforzar la cohesión social. Hay que pres-tigiar las instituciones. Y hablar de la cuestiónterritorial que son los tres pilares de un estadofuerte. Y la cuestión territorial se tiene que cla-rificar y conseguir una financiación que esté re-cogida en la Constitución. Hay que hacer reco-nocimientos de realidades históricas que existen.Hay que ir hacia ese gran pacto constitucionalque, o se hace por consenso o no se hace. Losderechos sociales tienen que pasar a la Consti-tución como derechos fundamentales. Yo esperoque los sindicatos y las fuerzas sociales empujenen esa dirección. 3

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La posibilidad de hacer unreferéndum en España por partede un territorio para decidir siquieren o no formar parte del

conjunto me parece que no es viable.Habría que cambiar completamente laConstitución española y para cambiarcompletamente la Constitución tendría quedecidirlo en votación todo el puebloespañol.

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D el 21 al 23 de octubre se ha celebrado enMadrid, en el Auditorio Marcelino Cama-cho, el II Congreso Trabajo, Economía y

Sociedad, organizado por la Fundación 1º deMayo, con la colaboración de las fundacionesFriedrich Ebert y Ateneo 1º de Mayo y del Insti-tuto Sindical Europeo (CES). El lema del Con-greso ha sido “Crisis y desigualdad: AlternativasSindicales”.

En sus sesiones plenarias y sus cinco tallerestemáticos han participado más de 250 congre-sistas y han sido 400 las personas inscritas. Deellas, 173 fueron mujeres (42%). En las mesasredondas han intervenido 20 personas; 8 de ellashan sido mujeres (40%).

Los talleres temáticos abordaron el tema prin-cipal desde distintos enfoques sectoriales en basea las 45 comunicaciones presentadas. Asistierona los mismos 170 personas. Los temas tratadosfueron: 1.- Mercado de trabajo, relaciones labo-rales e intervención sindical. 2.- Política indus-trial e innovación. 3.-Economía política de la

igualdad; Gobernanza Económica Europea; Fis-calidad y políticas públicas. 4.- Educación eigualdad; Formación profesional y modelo pro-ductivo. 5.- Derecho del trabajo e igualdad. Poruna reforma del modelo de relaciones laborales.

El objetivo principal del Congreso fue explici-tado por el presidente de la F1M, Javier Doz, enla inauguración: “Queremos contribuir a que lalucha contra la pobreza y la desigualdad esténen el centro del debate político, de cara a las pró-ximas elecciones generales del 20 de diciembrey en los próximos años”. Tanto Doz como los se-cretarios generales de CCOO, confederal y deMadrid, Ignacio Fernández Toxo y Jaime Ce-drún, subrayaron que el incremento de los nive-les de pobreza y desigualdad en nuestro país hanalcanzado con la crisis y con las políticas que lahan gestionado, en la UE y en España, unos ni-veles insoportables que es necesario revertir, conel cambio de las políticas económicas y socialesy el modelo productivo.

La última oleada de datos de Eurostat, de oc-

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Javier Doz

UN CONGRESO CONTRA LA POBREZA Y LA DESIGUALDAD

Crónica del II Congreso Economía, Trabajo y Sociedad

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tubre de 2015, sobre pobreza y desigualdad enEuropa es concluyente. Entre 2008 y 2014, lapoblación en riesgo de pobreza y exclusión socialaumentó, en España, 5,7 puntos porcentuales,hasta alcanzar el 29,2% de la población total, esdecir 13,6 millones de personas. La cifra másalta, en términos absolutos, y la quinta tasa máselevada, tras Rumania, Bulgaria, Grecia e Ir-landa. La media europea es del 24,4%. La po-breza severa afecta a 3,2 millones de personas,el 6,85% de la población.

La desigualdad también ha crecido fuerte-mente. En el mismo período, el Índice de Gini(X100), aumentó de 31,9 a 34,7, un 8,7%, lo quesupone una velocidad muy elevada en un indi-cador muy sensible. La media de la UE pasó de30,6 a 31,0 (+1,31%). Medida por el cociente en-tre los ingresos anuales del 20% más rico de lapoblación y los del 20% más pobre, la desigual-dad pasó, en España, de un valor 5,5 (2008) a6,8 (2014), con un crecimiento del 24%. En elmismo período, la media europea del cociente20/20 pasó de 5,0 a 5.2, con un alza del 4%. Enambos indicadores de la desigualdad, España hapasado de estar en una zona media a ser el 2ºpaís más desigual de Europa, superando inclusoa Grecia. Sean cual sean los parámetros que seescojan, las cifras de España son desoladoras.La riqueza que acumula el 1% más rico de la po-blación es el 27% de la total; el 10% más rico

acapara el 55%. La desigualdad salarial es unfactor muy influyente de la desigualdad total.Según el reciente estudio de CC OO, sobre lasempresas del IBEX35, en el año 2014 sus pri-meros ejecutivos se incrementaron las retribu-ciones en un 80%, de media, los consejeros enun 30%, los directivos en un 14,3%, y los accio-nistas -sus dividendos- en un 72,4%. Por el con-trario, los trabajadores vieron disminuir sus sa-larios en un 1,5%. ¿Puede haber un balance másescandaloso?

La conferencia inaugural del Congreso fue pro-nunciada James K. Galbraith, uno de los mayo-res expertos mundiales sobre las relaciones entredesigualdad, crecimiento y desequilibrios eco-nómicos. Profesor de la Universidad de Texas,Galbraith afirmó que el crecimiento de la des-igualdad es una consecuencia directa de la he-gemonía de las políticas económicas neoliberalesque se han impuesto en EE U y en el mundo apartir de la década de los 80, coincidiendo con

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El crecimiento de la desigualdad esuna consecuencia directa de lahegemonía de las políticaseconómicas neoliberales que se

han impuesto en EE U y en el mundo apartir de la década de los 80.

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la actual oleada de mundialización del capita-lismo. La desigualdad se ha convertido, a su vez,en un gran factor de generación de los desequi-librios financieros y económicos que han pro-ducido la Gran Crisis que vivimos. La desigual-dad y la enorme corrupción en los mercadosfinancieros desregulados llevaron a la crisis. Muyconocido también por haber sido consejero delministro griego de finanzas, Yanis Varufakis,Galbraith fue muy crítico con las políticas deausteridad, que “han agudizado la crisis en Eu-ropa” y con las condiciones de los “rescates”, in-cluidas las del tercer rescate: “La troika no harescatado, ha ahogado la economía y la sociedadgriegas”. Preconizó también que sean institucio-nes de carácter social las que generan empleosnecesarios en campos como la educación, el me-dio ambiente y los cuidados personales.

En la mesa redonda “Crisis y desigualdad: cau-sas y consecuencias en Europa y España” mo-derada por Begoña Pérez Ramírez (Infolibre),todos los ponentes coincidieron en el efecto ne-gativo que la crisis ha tenido sobre la igualdaden todas sus vertientes. Alfred Pfaller (Funda-ción Ebert) expuso una visión del problema enAlemania centrada en la dualización de los em-pleos y analizó las consecuencias que el modeloneoliberal ha tenido en la segmentación del mer-cado de trabajo y las contradicciones que pro-mueve entre los trabajadores. Laura Nuño (Uni-

versidad Rey Juan Carlos) profundizó en el ne-gativo impacto de los recortes y las reformas la-borales en la igualdad de género. Y situó la igual-dad como un imprescindible elemento ético deconvivencia. Por su parte, Pedro Fuentes (Cári-tas Española) expuso los datos del último in-forme FOESSA que dan cuenta del aumento dela desigualdad en España y de cómo esta reper-cute de manera aún más negativa en las mujeresque ya partían de una situación de desventajaantes de la crisis. También Paula Rodríguez (Uni-versiad de Alcalá de Henares) abundó en el cre-cimiento de la desigualdad con el aumento de laprecariedad del trabajo de la mujer, la pérdidade empleo en el sector público y el aumento deltrabajo como cuidadora no remunerada al dis-minuir la ayuda a la dependencia.

En la mesa de los partidos políticos, que fuemoderada por Mercedes Jansa (El Periódico)Luís Garicano (Ciudadanos) destacó la necesidad

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Entre 2008 y 2014, la población enriesgo de pobreza y exclusiónsocial aumentó, en España, 5,7puntos porcentuales, hasta

alcanzar el 29,2% de la población total, es decir 13,6 millones de personas.

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de luchar contra la precariedad cambiando elmarco de relaciones laborales, poniendo en mar-cha el contrato único y estableciendo un com-plemento para los salarios más bajos. Preconizóla necesidad de llevar a cabo una revolución enel sistema educativo y una regeneración políticaque acabe con las ayudas a empresas que no tie-nen una buena política empresarial. Por su parte,Eduardo Gutiérrez (Podemos) dijo que la des-igualdad es el resultado de la política y que éstadebe promover una mejor distribución de larenta, la derogación de las reformas laborales,el establecimiento de una renta mínima garan-tizada y el aumento de la productividad y delgasto público en I+D+I. El representante de IU,José Antonio García Rubio, explicó que estamosante una crisis global y sistémica con un modeloproductivo perverso que requiere de un pactode estado para su superación. Planteó como al-ternativa reforzar el sector público, cambiar lasrelaciones laborales –derogando la reforma la-boral- y el sistema educativo, la renta mínima yla garantía del pan, el trabajo y la salud. La di-putada del PP, Macarena Montesinos, defendiólas políticas económicas del ejecutivo, valorómuy positivamente los datos de la última EPA yanticipó que el programa electoral del PP inclui-ría el objetivo de alcanzar 20 millones de em-pleos. Por último, la secretaria de bienestar socialdel PSOE, María Luisa Carcedo, expuso la nece-

sidad de hacer políticas que sitúen la creaciónde empleo en el centro de la actividad política altiempo que se lucha contra el fraude fiscal y seponen en marcha iniciativas para conseguir laigualdad real de todos los ciudadanos. Se pro-nunció por la derogación de la reforma laboraldel PP.

En sus intervenciones en la mesa redonda quecerró el Congreso, Sartorius y Toxo insistieronen la idea de que la lucha contra la desigualdaden la distribución de la renta no sólo es una prio-ridad por razones ideológicas y morales sinotambién porque es causa de las crisis y estas, asu vez, la agudizan. Las políticas de austeridad ydevaluación interna, impulsadas por las institu-ciones de la UE, han propiciado consciente-mente, desde 2010, la desigualdad, tanto en elámbito primario del reparto de la renta –la em-presa-, promoviendo el debilitamiento de la ne-gociación colectiva y la reducción general de loscostes laborales, como en el secundario, a travésde la reducción de las prestaciones sociales, el

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Estamos ante una crisis global ysistémica con un modeloproductivo perverso que requierede un pacto de estado para su

superación.

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deterioro de los servicios públicos esenciales, laregresividad de la fiscalidad y su no armoniza-ción a escala europea.

El debate final abordó no sólo el modo de re-vertir esta situación, actuando en los dos grandesámbitos de la distribución de la renta, sino tam-bién una reflexión sobre el sindicalismo, su pro-pia crisis y las vías para su renovación. Sin unsindicalismo fuerte, con sus capacidades con-tractuales y su influencia política y social forta-lecidas, las desigualdades no dejarán de crecer.Philippe Pochet, director del Instituto SindicalEuropeo, analizó la evolución de la afiliación yla densidad sindical en Europa, y consideró esen-cial que el sindicalismo sea capaz de ser agenteactivo de la “transición socio-ecológica”, paraque sea una “transición justa”, y de la organiza-ción del trabajo en las economías digitales. SegúnPochet, el sindicalismo también tiene que esta-blecer un nuevo tipo de relación, desde la auto-nomía sindical, con los partidos de izquierdacuyo deterioro político es evidente. Para el Ca-tedrático de Derecho del Trabajo de la Universi-dad de Castilla La Mancha, Antonio Baylos, lossindicatos tienen que “recobrar su capacidad deintimidación” para reconquistar el terreno per-dido en la negociación colectiva y el diálogo so-cial, trabajar más coordinadamente por la Eu-ropa Social y la democratización de la UE, y“escuchar más a su gente y a los trabajadores”.Para Nicolás Sartorius, “el capital se ha globali-zado; los trabajadores, no”. Para Sartorius, Vi-cepresidente ejecutivo de la Fundación Alterna-tivas, y fundador de CCOO, el sindicalismo “tieneque aparecer con fuerza en los espacios euro-peos; cuando organice una huelga general euro-pea se le tendrá en cuenta”. En su intervención,desarrolló algunos de los rasgos que debería te-ner el “nuevo internacionalismo sindical que hayque construir”.

Ignacio Fernández Toxo centró su intervenciónen las bases de la imprescindible renovación delsindicalismo, informando de las iniciativas dereflexión y propuesta que se han puesto en mar-

cha en CC OO para este fin. El secretario generalde CCOO coincidió con Sartorius en la necesidadde globalizar la acción sindical, empezando porel ámbito europeo, para lo que es necesario “ce-der soberanía a la CES”. Afianzar los derechosindicales, en particular el derecho de huelgatiene que convertirse en un objetivo principalcuando es atacado tan fuertemente como lo esen España por la aplicación abusiva del artículo315.3 del Código Penal –“que hay que derogar”-o por las patronales mundiales para quitarle elcarácter de “derecho fundamental” reconocido

por la OIT. Toxo concluyó con una dura críticaal comportamiento de las elites políticas euro-peas, por su acoso al gobierno griego de Syriza,que se enfrentó a sus fracasadas políticas de aus-teridad. Toxo acusó a esas élites de insolidaridad,impotencia y falta de respeto a las leyes interna-cionales por su modo de abordar la crisis de losrefugiados.

El Congreso fue clausurado por el director dela Oficina de la OIT en España, Joaquín Nieto.Sus palabras se centraron en la necesidad de im-pulsar políticas que creen empleo y universalicenel “trabajo decente”, “porque el problema no sonsólo los 204 millones de parados que hay en elmundo, los 40 o 50 millones de jóvenes que cadaaño se incorporan al mercado de trabajo, o losentre 500 y 600 millones de nuevos empleosque se necesitarán en las próximas décadas, sinoque el 60% de los trabajadores no tiene hoy con-trato, y el 80% carece de la protección social bá-sica”. 3

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Afianzar los derecho sindicales, enparticular el derecho de huelgatiene que convertirse en unobjetivo principal cuando es

atacado tan fuertemente como lo es enEspaña por la aplicación abusiva delartículo 315.3 del Código Penal.

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L a mayoría de los países de la Unión Europeaha experienciado en las décadas pasadasuna agudización significativa de la desigual-

dad. Podemos hablar de una polarización cre-ciente. Claro que la evolución en esta direcciónevidenció en los varios países grados, formas yvelocidades diferentes. El análisis de las diferen-cias nos ofrece llaves para el entendimiento delas causas y de las posibilidades políticas de con-trarrestar el proceso de polarización. Las siguien-tes tesis están informados de tal análisis, perono entran en una discusión explícita de él.

Son varios factores que han hecho las socie-dades Europeas más desiguales. Pero más im-portante con mucho es lo que ha pasado en losmercados de trabajo. En los países más desarro-llados el trabajo asalariado había devenido a tra-vés de varios decenios pos-guerra para la granmayoría de la población una fuente de ingresossuficientes para hablar de „inclusión social“, au-mentandose además al paso del crecimiento eco-nómico. En países que („todavía“, como se pen-saba) evidenciaban un grado significativo deexclusión social, aquello que se veía en Alemania,Países Bajos, Austria, Dinamarca etc. constituíael prospecto para el propio futuro.

A partir de los años 1980 han empezado a cre-cer segmentos de trabajo precario en muchospaíses Europeos, “precario” significando salariosmuy por debajo del mediano, seguridad de em-pleo reducido, tiempos de trabajo amenudoopuestos a relaciones familiares y sociales esta-bles. El estandar de vida del creciente “preca-riado” se desligaba del poder productivo de laseconomías nacionales. Fases de crecimiento eco-nómico relativamente alto han facilitado de vezen cuando la migración de personas del seg-mento precario a los segmentos “buenos” delmercado de trabajo. Pero a lo largo nunca hasido suficiente para reversar la tendencia pola-rizadora. En los países, en los cuales el desarrolloeconómico nunca había llegado al punto de so-

portar un mercado de trabajo socialmente inclu-sivo, la perspectiva de un paulatino acercamientoa aquello ha desaparecido. Allí la po larización desiempre se ha recrudecido de nuevo.

La debilidad de los trabajadores

La reversión de la tendencia generalizada haciamercados de trabajo socialmente inclusivos sedebe al debilitamiento de los que deben ganarsu dinero con trabajo remunerado frente a lasempresas y organizaciones que les ofrecen em-pleo. Tiene una dimensión económica y una di-

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Alfred Pfaller

¿UNA ESTRATEGIA CONTRA LA POLARIZACIÓN SOCIAL EN EUROPA?

La nueva desigualdad:la llave está en el mercado de trabajo

Económicamente, la mano de obrano consigue una compensaciónmejor en varios segmentos delmercado de trabajo, porqué un

exceso de oferta (personas buscandoempleo) empuja el precio hacia abajo.

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mensión política. Económicamente, la mano deobra no consigue una compensación mejor envarios segmentos del mercado de trabajo, porquéun exceso de oferta (personas buscando empleo)empuja el precio (el salario y las varias gratifica-ciones que tal vez vienen con un puesto de tra-bajo) hacia abajo. En potras palabras, hay de-masiados buscadores de empleo dispuestos aacceptar un salario bajo, porqué la alternativasería que se queden sin empleo y por ende siningreso. Los empleadores consiguen suficientemano de obra, aunque paguen mal. Y una vezestablecido el salario bajo por un cierto tipo detrabajo, la competencia entre las empresas nopermite que un empleador pague más.

Desde el punto de vista económico un aumentosalarial exigiría que se reduzca la oferta de manode obra o que crezca la demanda. Ese último im-plicaría una expansión de la producción (bienesy servicios) más allá del crecimiento de la pro-ductividad.

Pero no cuentan solamente las cantidades demanos de obra (y cerebros) ofrecidas y deman-dadas. Cuenta también la manera en que ofertay demanda se materializan. A eso se refiere elconcepto de poder de negociación. Trabajadoresbién organizados no se hallan expuestos al crudo“tómalo o déjalo'” de los empleadores. Pueden–hasta un punto– imponer su propio “tómenloo déjenlo”. En este sentido el surgimiento detrabajo precario indica una disminución del po-der organizativo de la “clase obrera”. Han crecidolos segmentos del mercado de trabajo, donde losasalariados y los buscadores de empleo no pue-den confrontar a los empleadores in forma co-lectiva. Ésto se debe in parte a la perspectiva deldesempleo prolongado que paraliza la voluntadde luchar por un mejor trato. En parte se debetambién al surgimiento de nuevos sectores eco-nómicos, en los cuales no existen estructurassindicales, sino deberían ser desarrollados contrala resistencia patronal, ayudada por la abundantedisponibilidad de mano de obra.

La “contrarevolución neoliberal”

La política del Estado, especialmente la legisla-ción laboral, afecta la facilitad o dificultad de losasalariados de organizarse y aquella de los em-pleadores de impedir ésto. La actitud del Estado,in cambia, está influenciado por el clima ideoló-

gico que caracteriza el debate público. En estesentido hay que atribuir la polarización socialtambién a la “contrarevolución neoliberal”, queha atacado exitosamente la base ideológica del“capitalismo de bienestar” de los decenios pos-guerra y que ha logrado a afectar incluso el pen-samiento social-demócrata. Podemos constatarque bajo la supremacía neoliberal la opinión pú-blica, especialmente como aparece en los gran-

des medios, no ha considerado la polarizaciónsocial como un escándalo, sino más bién algonormal, correspondiente a las nuevas realidadeseconómicas.

Según la doctrina neoliberal, cada esfuerzo delevantar los salarios encima de lo que estipula elmercado es opuesto al bienestar general. Si elprecio de la mano de obra no refleja su escasez,una parte de ella va a quedar desempleada, loque constituye un despilfarro de recursos. Sitales ideas dominan, la lucha sindical encuentrapoca simpatía política.

¿Regreso a un mercado de trabajo social-

mente inclusivo?

¿Qué hacer para llegar a sociedades Europeasmenos polarizadas con respecto a la participa-ción en el prosperidad nacional? Hablando delas más grandes lineas estratégicas, se ofrecendos alternativas:

1. Hacer el mercado de trabajo un mecanismode inclusión social en vez de exclusión, lo queha devenido en parte significativa;

2. Asegurar la participación adecuada de todosen la prosperidad nacional a través de otros me-canismos (bienes públicos, ingresos pagados porel Estado, redistribución masiva del patrimoniopara hacer capitalistas/rentistas a todos).

Es posible que a lo large debemos despedirnosde la idea de la sociedad de trabajo socialmente

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Desde el punto de vista económicoun aumento salarial exigiría quese reduzca la oferta de mano deobra o que crezca la demanda.

Ese último implicaría una expansión de laproducción (bienes y servicios) más allá delcrecimiento de la productividad.

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integrada, la cual hasta ahora ha orientado lalucha social-demócrata por un capitalismo“bueno” y la cual también subyacía a los proyec-tos del Estado de bienestar tanto en su versiónescandinava como continental-europea. Puedeser que una sociedad justa va a ser alcanzablesolamente por la via de la redistribución masivade los ingresos ganados en el mercado y del pa-trimonio. Por el momento ésto parece un tantoutópico en el contexto de la economía de mer-cado capitalista. Más bién puede imaginarse queuna redistribución moderada (ingreso mínimogarantizado, bienes públicos gratuitos o subven-cionados) sirve como medio de mitigar la pola-rización, de sacarle su potencial político y de estemodo perpetuarla.

¡A hacer escasa la mano de obra!

Mantengo que es posible llegar a una sociedadsocialmente integrada a través del pleno empleoa salarios “decentes”, no obstante los cambioseconómicos que ha habido en los tres décadasdespués de la etapa “dorada” del capitalismo debienestar. Es posible en las economías altamentedesarrolladas si se logra movilizar la voluntadpolítica. Dejando al lado por el momento la cues-tión de la voluntad política, podemos abordar elproblema del mercado de trabajo polarizador dedos lados, el de la demanda por mano de obra yel de su oferta.

Para aumentar la demanda, hace falta una tasade crecimiento económico más allá del aumentode la productividad, y ésto sostenido hasta elpunto donde no hay más reservas de mano deobra barata. Claro que las calificaciones debencorresponder a las necesidades de la economía,algo que la política debe reconocer como desafío.También hay que aceptar que la desaparición demano de obra barata va a causar ajustes estruc-turales en la economía, en la producción y en elconsumo. Ciertos servicios (y cosas) van a sermás caros; empresas marginales, que no puedencompetir con salarios altos, van a fallecer. Elpeso de tales ajustes van a sentir también loshogares modestos. Sería el precio a pagar por laerradicación del trabajo precario.

Un crecimiento económico alto sostenido com-binado con la permanente recalificación de lamano de obra sería por si mismo propenso aeste resultado. Pero intensificaría también las

tendencias de rellenar las reservas de mano deobra a través de la inmigración. No sé hasta cualpunto se podría salvaguardar el pleno empleo asalarios altos contra el impacto de ésta. Perotampoco se vislumbra en estos días la situaciónde una carrera permanente entre el crecimientoeconómico y la migración laboral.

Ahora, que el crecimiento económico está lejosde aumentar significativamente la demanda pormano de obra, el desafío es otro. Es de reducirla oferta de mano de obra barata a través de unaacción colectiva intencional, aunque el mercadono sea propicio. El argumento esencial es el si-guiente:

• Para que los trabajadores tengan suficiente

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Las calificaciones debencorresponder a las necesidadesde la economía, algo que lapolítica debe reconocer como

desafío. También hay que aceptar que ladesaparición de mano de obra barata va acausar ajustes estructurales en laeconomía, en la producción y en elconsumo.

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poder de negociación de no admitir salarios muydebajo del mediano nacional, no debe haber de-masiado desempleo, ya que entonces los busca-dores de empleo desesperados van aceptar em-pleo por cualquier salario.

• Para evitar que la eradicación de salarios ba-jos deje muchos sin empleo, todos se ponen deacuerdo de trabajar menos tiempo (semanal,anual) hasta que el mercado de trabajo esté va-ciado. A lo mejor están dispuestos de trabajarmás de nuevo, si la demanda por mano de obrasube.

• Claro que la reducción de horas de trabajoimplica una reducción del salario anual por per-sona. Pero parte del esquema total es tambiénque los salarios sean alzados en la medida en quecrece la productividad promedia en la economía.Así es asunto de un alza reducido del salario brutoy no de una reducción en términos absolutos. Enel corto plazo, un gobierno simpatizante puedeneutralizar el efecto del tiempo de trabajo redu-cido con varios ajustes tributarios.

Estrategia poco realista, pero sin alterna-

tiva

No cabe duda que se encuentran muchos diablosen los varios detalles de una semejante estrate-gia. Uno de ellos es la competencia de inmigran-tes que buscan empleo. Otro es el gran diablo desiempre de la diferencia de intereses entre losque tienen y los que buscan empleo. Él quiendice que la reducción concertada de la oferta demano de obra es una idea poco realista, biénpuede tener razón. Pero la alternativa no es unaestrategia más realista sino la consolidación dela sociedad polarizada, donde muchos viven delo que los Americanos llaman “welfare” y los Ale-manes llaman “Hartz IV”. Y donde el acceso uni-versal a los entretenimientos del internet tal vezsirve de tranquilizante para los marginalizados.

La educación, ingrediente esencial de cualquierestrategia, por si sola tampoco ofrece una solu-ción. Si todos reciben una buena educación, queconlleva la perspectiva de trabajo bién remune-

rado, la separación de “ganadores” y “perdedo-res” no se efectua ya en la niñez, sino más tardeen la vida. Tal vez se puede hablar entonces dela igualdad de oportunidades, pero no del bien-estar para todos. Bién puede estabilizar la socie-dad polarizada, si los “perdedores” si inculpan asi mismos. Pero también puede hacerles más re-sentidos y rebeldes, así que van a ser más dis-puestos a cuestionar la legitimidad del sistemapolarizador y a organizarse con el fín de supe-rarlo.

El subdesarrollo de la perifería amenaza

la inclusión social en los centros

Lo que ho dicho hasta ahora tiene como tras-fondo las economías avanzadas de Europa (como

también de America y del mundo Pacífico). Enlas economías menos avanzadas el poder orga-nizativo de los trabajadores per sí solo no puedesuperar la polarización. Faltan los puestos detrabajo de productividad competitiva. Y los mu-chos que no consiguen empleo en el mercado detrabajo organizado buscan fuentes de ingreso enla economía informal, donde rege la explotaciónmás cruda. A lo largo se vuelven a los mercadosde trabajo de las economías más avanzadas,donde van a fortalecer la dinámica polarizadoray debilitar la lucha contra ella. Para quebrar estecírculo bastante vicioso hacen falta políticas dedesarrollo determinadas, inteligentes y sosteni-das. 3

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Para evitar que la eradicación desalarios bajos deje muchos sinempleo, todos se ponen de acuerdode trabajar menos tiempo

(semanal, anual) hasta que el mercado detrabajo esté vaciado. A lo mejor estándispuestos de trabajar más de nuevo, si lademanda por mano de obra sube.

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Para los sectores más conservadores, debilitarlos sindicatos, haciéndolos prescindibles, es unaprioridad, y a ello se ha sumado, además de alen-tar todo tipo de campañas, el propio gobierno,adoptando decisiones dirigidas al corazón de lasrelaciones laborales, e intentado con ello, limitarel poder contractual de los sindicatos.

Para ello, las autoridades públicas han abiertomúltiples causas y actuaciones penales contradelegados y delegadas sindicales, dirigentes sin-dicales y trabajadores que participaron legíti-mamente en las huelgas convocadas por los sin-dicatos contra las reformas laborales o losrecortes en el Estado Social y de Bienestar, porsupuestas actividades delictivas durante el des-arrollo de las mismas, que afectan a 300 perso-nas, a una parte de los cuales se les piden hasta8 años de cárcel, como es el caso de los compa-ñeros de AIRBUS, o 4 años y medio, en el casode la Secretaria General de Baleares, 2 para cadauno de los cinco compañeros de Rioja, entre ellosel Secretario General, 3 a compañeros de Na-vantia, o 2 a un compañero de Coca-Cola, o acompañeros de Fiesta, o los procesos abiertosen el País Valenciano, en Andalucía, Galicia…

Frente a estos ataques, los sindicatos han des-arrollado la campaña HUELGA NO ES DELITO,una campaña de denuncia y de movilizaciones,como las manifestaciones organizadas por CCOOy UGT en la práctica totalidad de las provincias,la concentración en la plaza de Callao de Madrido los numerosos actos celebrados para defenderlas libertades y protestar contra la criminaliza-ción del derecho de huelga y en apoyo a los com-pañeros encausados, que se resumen en esta ga-lería de imágenes1. 3

APOYO INTERNACIONAL

CONFEDERACIÓN EUROPEADE SINDICATOS

• Moción de Urgencia sobre los Derechos Fun-damentales en España. Adoptada en el 13 Con-greso de la Confederación Europea de Sindicatos(París, 29 septiembre-2 octubre 2015).Hace justo cinco años, el 29 de septiembre, losdos sindicatos españoles mayoritarios, CCOO yUGT, organizaron una huelga general contra las

HUELGA NO ES DELITOEn nuestro país se está produciendo un ataque sin precedentes al sindicalismo

democrático, a través de la acción penal contra el derecho de huelga.

1 http://www.ccoo.es/cms.php?cd_cms_pag=12907&cd_cms_elcon_from=&cd_cms_elconmaster_to=21&cd_cms_conte=100401&opc_id=489ae92c94e37aa07fdc4b9a938889de

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reformas neoliberales que el gobierno españolestaba poniendo en marcha en España. El mar-tes, mientras se celebraba la apertura del Con-greso de la CES, los trabajadores españoles se-guían sufriendo el impacto de la crisis económica,las reformas laborales y una caza de brujas hacialos sindicatos, con 300 representantes sindicalesimputados por ejercer su derecho dehuelga.

Además, este mismo marteslos Tribunales españolesconfirmaron el inicio deljuicio a los ocho represen-tantes sindicales de AIR-BUS y la sentencia decondena a cinco repre-sentantes sindicales deARCELOR MITTAL comoresultado de su participa-ción en los piquetes durantelas dos últimas huelgas genera-les en España (2010 y 2012).

El derecho de huelga y la libertad sindical

están bajo amenaza en España. Por lo tanto,IndustriAll Europa, junto con las Federacionesde Industria de UGT y CCOO y las Confedera-ciones de CCOO y de UGT, piden el apoyo delCongreso de la CES para condenar enérgica-mente estos ataques contra los derechos funda-mentales de los trabajadores.

Las federaciones y confederaciones españolashacen un llamamiento al movimiento sindicaleuropeo para que se una a la campaña en curso“La huelga no es delito” mediante el envío deresoluciones, cartas y mails pidiendo que se re-tiren los cargos contra los trabajadores.

La defensa de los derechos de los trabajadoresno es un crimen, es nuestro derecho. 3

UNI GLOBAL UNION

• ¡Ayuden a evitar que sindicalistas vayan a pri-sión en España¡ UNI Global Union (9/12/2015).Imagine un país europeo moderno en el que unsindicalista puede ir a la cárcel por ejercer suderecho democrático a la huelga, imagine Es-paña.

Trescientos sindicalistas españoles se enfren-tan a procedimientos penales y administrativos

como consecuencia de un ataque sin precedentesa los derechos de los trabajadores que ha afec-tado al país con fuerza en los últimos años. Elgobierno incluso está utilizando un artículo delCódigo Penal de la dictadura franquista paracondenar a los trabajadores, que se utilizó en sumomento para suprimir las huelgas.

Entre los que afrontan pena de prisión estánDolores Villalba y Gonzalo Fuentes, am-

bos dirigentes de CCOO-Servicios,afiliada a la Federación de UNI

Global Union, así como ocho tra-bajadores empleados por Air-bus en Madrid por su partici-pación en piquetes durante lahuelga general de 2010. Se en-frentan un total de 64 años tras

las rejas.Villalba, que es Secretaria Ge-

neral de la Federación de Serviciosde Málaga, se enfrenta a tres años y

seis meses por participar en una huelga,dijo en el Consejo Ejecutivo Mundial de UNI ennoviembre:

“Necesitamos su apoyo. Estamos siendo cri-

minalizados”. No estoy asustada por la cárcel-

si tengo que ir me iré. Vamos a seguir luchando.

Hacer huelga no es un delito”.La reforma laboral en España está aplicándose

bajo el pretexto de la lucha contra la crisis eco-nómica del país, pero está claro que los verda-deros objetivos son restringir el derecho a la li-bertad de asociación y la negociación colectiva,y la privatización de los servicios públicos.

El Consejo Ejecutivo de UNI Global UniónMundial aprobó una declaración rechazando lapolítica del gobierno español y las leyes represi-vas que restringen los derechos laborales y laslibertades fundamentales de los ciudadanos yllamando a la solidaridad internacional. Los afi-liados españoles de CCOO y UGT recibieron elpremio UNI Global Unión de libertad del miedo,en reconocimiento de su valor frente a la repre-sión y en apoyo a su campaña por la justicia y laamnistía.

Es hora de decirle al gobierno español que yaes suficiente. Llamamos a nuestros afiliados aexpresar el apoyo al derecho de huelga y unacompleta solidaridad con las personas que afron-tan procesos penales. 3

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E n agosto de 2015 se iniciaba en España eldebate sobre los Presupuestos Generalesdel Estado (PGE). El adelanto al período

vacacional se traducía en una menor atenciónde los ciudadanos, incluidos los propios parla-mentarios, que señalaban la falta de interés po-lítico del debate, debido a la unilateralidad queel gobierno había impuesto a la aprobación delos presupuestos1.

Las críticas arreciaban desde la Comisión Eu-ropea, que reprochaba la falta de credibilidad,el electoralismo de los presupuestos y la necesi-dad de rectificarlos, aunque encomendaba latarea no al actual ejecutivo sino al que surgiráde las elecciones generales de diciembre de 2015.Desautorizaba pues las formas y el discurso eco-nómico. Las cuentas no cuadraban, la bajada deimpuestos y el incremento de gastos no erancompatibles, había fallos en política fiscal y seocultaba un agujero de 10.000 millones de euros.A los PGE les faltaba rigor, partían de datos irre-ales, excesivamente optimistas, que no conside-raban la desaceleración económica ni las turbu-lencias de los países emergentes. Se dudaba delcumplimiento del déficit en 2015 y en 2016.Eran, según la Comisión Europea, unos presu-puestos de los que el gobierno esperaba, con sutramitación anticipada, rédito electoral2.

Mientras el ejecutivo planteaba en España eladelanto presupuestario como un ejercicio deresponsabilidad, la oposición lo interpretaba ensentido contrario, como la intención de alargarlos efectos de la mayoría absoluta más allá de suposible vigencia. Como un afán de dejar “atadasy bien atadas” las políticas económicas, presu-puestarias y sociales.

No era legítimo que emprendiera el gobiernouna tarea que, en buena lógica, correspondía alfuturo ejecutivo. La actuación se tildaba de“fraude democrático”, de “fraude político a laciudadanía” y se situaba en “la frontera de la le-galidad constitucional”. Se objetaba la proximi-

dad de las elecciones generales, en las que po-drían ser elegidas mayorías distintas a la quehabía elaborado los PGE3.

La contradicción se acentuaba porque los pre-supuestos de 2016 inaugurarán un ciclo políticoy legislativo distinto, de modo que su aprobaciónanticipada podía condicionar la aplicación demedidas, opuestas al programa electoral con elque se había concurrido a las elecciones. Estabaademás el hecho de que el adelanto representaba

una ruptura del ciclo parlamentario, establecidoy respetado desde la restauración democrática.El abandono de los procedimientos parlamen-tarios ahondaba en el desprecio a las institucio-nes básicas del sistema democrático y soslayabala voluntad de los ciudadanos. El desprecio porlo formal se sumaba como fuente de deslegiti-mación. No obstante, lo que interesa aquí esconstatar si en los presupuestos se contemplanlas necesidades de dos millones de personas re-sidentes en el exterior.

Las necesidades de los emigrantes en los Pre-

supuestos Generales del Estado de 2016.

La sensibilidad hacia los emigrados es ahora in-ferior a la del período constituyente de 1978. Yello, aunque las salidas es han activado por lacrisis. El olvido de los de fuera se explica por suescasa incidencia política. Los emigrados en-cuentran trabas insalvables para el ejercicio del

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Ana Fernández Asperilla | Directora del Centro de Documentación de las Migraciones. Fundación 1º de Mayo

Más emigrantes, menos presupuesto para 2016

La sensibilidad hacia losemigrados es ahora inferior a ladel período constituyente de1978. Y ello, aunque las salidas es

han activado por la crisis. El olvido de losde fuera se explica por su escasa incidenciapolítica.

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voto en el exterior: breve plazo para votar, trá-mites burocráticos complejos, desinformación,desprecio en el recuento de los sufragios emiti-dos, retrasos en la llegada de la documentacióna los electores, etcétera. Son obstáculos que im-pedirán su participación en diciembre. Así loavalan los bajos índices de participación políticaen las elecciones últimas.

Entre 2008 y 2011 cayó drásticamente la par-ticipación de los emigrados. Pasó del 32% en2008 a menos del 5% en 20114. Si el PSOE re-formó la ley electoral en 2011 y suprimió o difi-cultó el derecho al voto, el PP no removerá losobstáculos para facilitarlo en diciembre de 2015.

En las circunstancias actuales, el sufragio delos expatriados adquiere relevancia porque lostrabajadores deciden emigrar al extranjero y seincrementa en consecuencia el cuerpo electoraldel exterior5. Los presupuestos contribuirán qui-zás al aumento de las salidas porque disminuiránen 2016 los recursos destinados a pagar el dere-cho al desempleo. Es decir, el gobierno ha op-tado por una menor protección a los parados ypor debilitar la situación de las personas que ca-recen de un puesto de trabajo.

La reducción del gasto para el desempleo en2016 redundará, probablemente, en que las per-sonas se inclinarán más por la emigración6. Asíen lugar del retorno, los presupuestos incenti-varan quizás las salidas, en contra del mandatoconstitucional.

Los emigrados son como un relámpago en lasagendas políticas. Apenas encuentran hueco. LosMinisterios les olvidan en sus cuentas públicasy la oposición tampoco les presta atención. LaSecretaría de Estado de Emigración e Inmigra-ción y una alusión del Ministerio de Exterioresa los sefardíes que deseen recuperar la naciona-lidad perdida en 1492 serían dos excepciones.

El olvido de los políticos resulta doloroso paramás de dos millones de personas residentes enel exterior, sin embargo, otros elementos debenanalizarse. A medida que la crisis se prolonga,aumentan las salidas de españoles y, por tanto,el colectivo del que el gobierno de la nación sedesentiende es mayor. Los recursos destinadosa cubrir las necesidades de la emigración se re-ducen en el presupuesto de 2016 un 1,4%. Habráun millón menos de euros7.

Resulta paradójico que el gobierno reconozca

el aumento de personas con nacionalidad espa-ñola que residen en el extranjero (un 6,1% en2014) y, a la vez, reduzca los recursos para aten-derles. La contradicción se acentúa cuando elejecutivo argumenta que las necesidades estaránbien cubiertas con menos recursos y, sobre todo,porque el descenso presupuestario es superiora lo que parece a primera vista.

Las cuentas públicas destinarán a cada emi-grante menos recursos de lo que sostiene el eje-cutivo. Así se deduce del subregistro de emigran-tes del INE (España), frente a las cifras oficialesde españoles reconocidas por los países de aco-gida.

Si dividimos la cantidad destinada a la emi-gración entre el número real –y no el oficial– deemigrados, lo asignado a cada residente en el

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Los emigrados son como unrelámpago en las agendaspolíticas. Apenas encuentranhueco. Los Ministerios les

olvidan en sus cuentas públicas y laoposición tampoco les presta atención.

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exterior desciende ostensiblemente. Además denuestras constataciones, lo corroboran las con-clusiones del INJUVE y otros demógrafos8.

La realidad es más hiriente si se desciende alos detalles. En especial porque el Ministerio deEmpleo y Seguridad Social ensalza el caráctersocial de las partidas, pero en el presupuestopara 2016 descenderán la cantidad para pagarlas prestaciones por razón de necesidad (-600.000 euros) y las destinadas a las pensionesde los niños de la guerra (-200.000 euros). Elgobierno justifica la disminución por las bajasbiológicas. Fallecen beneficiarios y otros, al me-jorar el estado de bienestar en América, se alejandel umbral de pobreza y no necesitan ayuda deEspaña.

Las rebajas en las partidas para costear la sa-nidad de quienes en América carecen de recursospara pagarla no se empleara en las necesidadesde la Nueva Emigración. Es decir, no se invertirálo ahorrado en los trabajadores que buscan em-pleo en Europa porque perdieron la esperanzade obtenerlo en España. Esto resulta grave por-que al disminuir los recursos para la protecciónde los parados, más trabajadores se inclinaránpor la emigración y se encontraran que, al cabode tres meses en el extranjero, España no su-fragará sus gastos de salud si caen enfermos.

No basta ya con cubrir las necesidades de losespañoles mayores en América, es preciso aten-der las que se registran en otras latitudes y lasde otros colectivos. De lo contrario, podría haberdiscriminación en función del país de acogida ode la edad. La cobertura sanitaria, ante la ca-rencia de recursos, debe garantizarse a los tra-bajadores españoles en el extranjero. La NuevaEmigración ha de tener garantizado el derechoa la salud hasta que encuentre un empleo fuera,ya que España no puede proporcionárselo.

La pobreza de la Nueva Emigración no debeprovocar desamparo en materia sanitaria. Losrecursos que la Secretaría de Estado de Emigra-ción e Inmigración ahorra en prestaciones porrazones de necesidad, debido al descenso demo-gráfico de los españoles pobres en América, de-berían destinarse a cubrir las necesidades sani-tarias de los nuevos emigrantes. Así lo evidenciael que en 2013, 323 españoles recibieran en Bél-gica una “Ordre de Quitter le Territoire” (OQT)9.Es decir una orden de la Oficina de Extranjeros

para abandonar el país. La expulsión implica laprohibición de residir en Bélgica durante dosaños y la de trabajar o formarse. La Oficina deExtranjeros revisa los datos de los europeos per-ceptores de ayudas sociales, de modo que tantola Nueva Emigración como los españoles quedesempeñan un empleo catalogado como ayudasocial corren peligro de expulsión. Su situación

es asemeja así a la de los “sin papeles”, a pesarde la aparente protección que otorga la librecirculación de ciudadanos europeos.

El motivo de su expulsión consiste en ser po-bres. Es decir, carecer de recursos financieros ode un seguro de salud privado. La derogaciónde la reforma de la sanidad pública del PP, quesuprimió el modelo universal, sería otra soluciónal desamparo.

A modo de conclusión. Los PGE arrastran iner-cias del pasado. No responden a las necesidadesni a los retos del nuevo panorama migratoriosurgido de la crisis de 2008.

Las políticas públicas ignoran las necesidadesde los emigrantes. No hay intención real de res-taurar los derechos políticos. En educación, nose menciona el derecho a la educación de los hi-jos de la Nueva Emigración a aprender la lenguay la cultura maternas. Y ello, a pesar de la de-manda de las familias en el exterior. Tampocose destinarán recursos para mejorar dicho pro-grama, deficiente en sus materiales didácticos yen la asignación de docentes, aunque los sindi-catos, la comunidad educativa y el Consejo Ge-neral de la Ciudadanía Española en el Exteriorhan pedido más atención al mismo. El gobiernoha hecho oídos sordos a las manifestaciones delas familias en el exterior, exhibiendo una actitudautista, y ha desaprovechado la oportunidad queel presupuesto le brindaba para mejorarlo.10

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Las políticas públicas ignoran lasnecesidades de los emigrantes.No hay intención real derestaurar los derechos políticos.

En educación, no se menciona el derecho ala educación de los hijos de la NuevaEmigración a aprender la lengua y lacultura maternas.

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Los instrumentos de protección de la saludtampoco experimentarán una adaptación a lasnuevas necesidades de los expatriados. Así, laSecretaría de Estado de Emigración e Inmigra-ción desvaloriza el carácter laboral de los nuevosdesplazamientos y esto perjudica a los emigra-dos, pero también a la propia función del de-partamento ministerial, creado para abordar losproblemas surgidos de la relación laboral.

Ni en las agendas políticas de los gobernantesni de la oposición hay atisbo de preocupaciónpor las necesidades reales de los emigrantes. Eldebate presupuestario lo deja claro. A veces hayuna referencia de breves segundos que denotauna concepción antigua de la emigración, en-tendida como estrategia para aliviar el maltrechomercado de trabajo nacional, que desde el sigloXIX cíclicamente padece una suerte de plaga bí-blica en términos de desempleo.

Los PGE arrastran rémoras del pasado sin res-ponder a las demandas reales de los afectadosen el exterior, en materia laboral, educativa osanitaria. Los viejos mecanismos de protección,peor dotado de recursos en 2016, seguirán utili-zándose sin promover otros nuevos. Sin em-bargo, su ampliación es necesaria para respondera los retos de la Nueva Emigración.

Esta nueva emigración está constituida portrabajadores con estudios universitarios, eleva-das cualificaciones y experiencia profesionalcontrastada. Es decir, personas hipercualifica-das, bien formadas y con licenciaturas, que qui-zás posean un dominio de la lengua débil, peroque desearían, sobre todo, que sus hijos acce-dieran a un programa educativo en lengua y cul-tura maternas de calidad y supervisado por elMinisterio de Educación de España. Es decir,que el derecho a la educación de sus hijos estu-viera garantizado y tuviera un tratamiento lomás similar posible al de los niños en España, loque a la hora del retorno, sería una ventaja paralas familias. Esto se ha ignorado por completoen los Presupuestos Generales del Estado. 3

Madrid, 3 de diciembre de 2015.

NOTAS:1 Público, 14 septiembre 2015. “Baila, Moscovici, baila”,

El País, 14 de octubre de 2015 y “El aviso de Bruselases un serio revés para el gobierno”, El Mundo, 14 deoctubre de 2015

2 “Bruselas sospecha del interés electoral de las cuentasdel gobierno”, El País, 13 de octubre de 2015

3 Cfr, Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados.Presupuestos Generales del Estados 2016

4 “Los españoles que votan en el extranjero pasan del30% al 5%” y “ El PP rechaza eliminar las traba al votoen el exterior”, El País, 13 de octubre de 2015

5 Ramón Górriz, “Nueva Emigración versus nuevos pro-blemas y nuevos recursos sindicales”, Revista de estu-

dios y cultura, nº 72, 2015, pp.7-10. 6 Susana Alba, Ana Fernández Asperilla, “Nueva emi-

gración exterior y cuestión laboral”, Estudios, 91[http://www.1mayo.ccoo.es/nova/files/1018/Estu-dio91.pdf]. Susana Alba, Ana Fernández Asperilla,Ubaldo, Martínez Veiga Ubaldo, “Crisis y nuevo pa-norama migratorio en España”, 65, 2015,[http://www.1mayo.ccoo.es/nova/files/1018/Estu-dio91.pdf].

7 Los PGE destinarán 69,5 millones a favor de los emi-grantes. 63,7 millones para prestaciones por razón denecesidad y otras ayudas. 55,9 millones para presta-ciones económicas por ancianidad, incapacidad y asis-tencia sanitaria si los emigrantes carezcan en Américade cobertura sanitaria o ésta es insuficiente. 7,8 se de-dicarán a las pensiones de los “Niños de la Guerra”.1,7 millones para pensiones asistenciales de ancianidadpara retornados y otras cuantías menores a otras par-tidas, según datos de Luis Zarapuz.

8 Las diferencias entre el número de españoles que re-gistra el INE y los datos oficiales del país de destinoson enormes, Amparo González, “¿Se van los españo-les? Sí. Y deberíamos preocuparnos”, eldiario.es, 8-10-2012; “La nueva emigración española. Lo que sa-bemos y lo que no”, Zoom Político, 2013/18. Madrid,Laboratorio de Alternativas. INJUVE, La emigración

de los jóvenes en el contexto de la crisis. Análisis y

datos de un fenómeno difícil de cuantificar. Madrid,2012. [http://www.injuve.es/observatorio/economia-consumo-y-estilos-de-vida/emigracion-de-jovenes-en-la-crisis]

9 El dato en S. M. procedente de Dewulf, Koen (Federal

Migratie3centrum) (6/3/2015)”PP De Mobiele EU-

werknemer”.10 A. García Escolar, “Recortes en el derecho de los hijos

de los emigrantes al conocimiento de la lengua y cul-tura españolas”, Revista de Estudios y Cultura, 61,2014.

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La Libertad (…)Es el alba de un día de huelga general

JOAN MARGARIT

E n 1975 uno de cada cuatro trabajadoresmadrileños hizo huelga. Si tenemos encuenta que el país vivía todavía bajo la fé-

rula de la dictadura y que ese mismo año fueronpasados por las armas cinco militantes antifan-quistas, esa proporción representa una tasa no-tablemente alta. A finales de año, en diciembre,Getafe, la ciudad industrial del sur de Madridpor excelencia, se hallaba paralizada por unahuelga general de carácter local. Se trataba deun hecho inédito en la historia del municipio.Ese mismo mes hubo paros en Standard, ademásde en la construcción, en la banca y en el sectordel taxi. El 27 de noviembre y el 7 de diciembrese registraron manifestaciones masivas en lascalles de la capital, exigiendo la amnistía. Hacíaescasas semanas que había fallecido el dictador.

Luego, en enero la capital y su cinturón rojoentrarían en una situación generalizada de huel-gas. Continuó el metal, con Standard y las facto-rías de Getafe a la cabeza. Lo mismo hicieron laconstrucción y la banca, sumándose los sectoresde artes gráficas y seguros. Entraron asimismoen conflicto las grandes empresas públicas deltransporte y las comunicaciones: RENFE, Tele-fónica, Correos y el Metro, que enseguida fueronmilitarizadas –no hay reportaje sobre la Transi-ción en el que no aparezca la imagen de un sol-dado del Regimiento de Ferrocarriles abriendolas puertas de los vagones del metro en aquellasfechas-. Desde el punto de vista territorial, ade-más de la capital y Getafe, las huelgas afectarona Alcalá de Henares, Torrejón de Ardoz y SanFernando. Sectores inéditos hasta entoncesdesde el punto de vista de la movilización ini-ciaron procesos asamblearios, como los maestroso los funcionarios.

Parecía que la recurrente metáfora de la lle-

gada de la huelga general se había hecho reali-dad. Es decir, sin convocarla a fecha fija, los pa-ros se extendieron como una mancha de aceitehasta generalizarse. Si en diciembre participaronalrededor de 150.000 trabajadores, en enero lohicieron 400.000. En conjunto, a lo largo de1976 alrededor de los dos tercios de la mano deobra madrileña estuvo en huelga. Ni siquiera enla agitada primavera de 1936, la capital de Es-paña había conocido una situación en la que la

mayoría matemática de la fuerza de trabajo es-tuviese de brazos caídos.

Pocos meses atrás, en junio de 1975 habían te-nido lugar las últimas elecciones sindicales con-vocadas por la Organización Sindical Española(OSE), el sindicato vertical franquista que estabaintegrado en el aparato del estado. Las Candi-daturas Unitarias y Democráticas (CUD), im-pulsadas por las Comisiones Obreras y en lasque participó la USO, obtuvieron un éxito in-contestable. La revista Doblón, un semanario deprogresista de información política y económicade la época, tituló la portada del número corres-pondiente al 5 de julio con la frase siguiente:«Elecciones sindicales: Ha ganao el equipo co-lorao». Del mismo modo, la UGT, reunida en elexilio y que siempre había llamado al boicot aeste tipo de comicios, admitió que el grado departicipación superaba en esa ocasión al de lasanteriores. Así era, pues diversas fuentes calcu-

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José Babiano | Director del Archivo de Historia del Trabajo. Fundación 1º de Mayo

HACE 40 AÑOS

El espíritu del 76: Madrid en huelga

En 1975 uno de cada cuatrotrabajadores madrileños hizohuelga. Si tenemos en cuenta queel país vivía todavía bajo la férula

de la dictadura y que ese mismo año fueronpasados por las armas cinco militantesantifanquistas, esa proporción representauna tasa notablemente alta.

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laron que había votado entre el 80 y el 95 porciento del censo. Se trataba sólo de la primerafase, en la que se nombraban enlaces sindicalesy jurados de empresa. Luego, a la vuelta del ve-rano, el éxito se redondeó al conquistar los can-didatos de las CUD numerosos puestos en lasUTT (Uniones de Trabajadores y Técnicos) lo-cales y de sector.

En suma, las elecciones sindicales franquistasdel año en que murió el propio Franco constitu-yeron un ejercicio muy importante de moviliza-ción obrera. Se trataba de un desafío más que no-table a una dictadura cuya élite política estaba apunto de quedarse huérfana y, por eso mismo,bastante desorientada. El 20 de octubre asumióla jefatura del Estado el por entonces príncipeJuan Carlos. Inicialmente era con carácter provi-sional, mientras durase la enfermedad de Franco,tal y como lo había hecho el año anterior.

En otro sentido, las elecciones de 1975 situarona muchos militantes sindicales de la oposición–sobre todo de las Comisiones Obreras- al frentede la negociación colectiva desde los órganos re-conocidos por el propio régimen. Con ello seprodujo un desbordamiento del aparato verti-calista. Y no sólo eso, sino que a su vez hizo po-sible que la negociación de los convenios en lasgrandes empresas diese paso a una serie de pro-cesos asamblearios y de participación masiva delos trabajadores. Así, por ejemplo, el Antepro-yecto del Convenio Colectivo de Standard Eléc-trica de finales de 1975 se redactó mediante unaencuesta cumplimentada por 9.000 trabajadoresy como resultado de las deliberaciones efectua-

das en diversas asambleas en las que participa-ron unos 8.000. Otro ejemplo que puede citarseen este sentido es el caso de las asambleas reali-zadas durante la huelga de enero en el Metro,que fueron impulsadas y presididas por el Juradode Empresa, que, a su vez, había caído en manosde la Comisión Obrera de la compañía. La asam-blea trascendió más allá de constituir un meca-nismo de participación en la elaboración de pro-puestas para la negociación colectiva. De maneraque pasó a ser el órgano de decisión del conflicto,en el sentido de que la dirección del mismo so-metió cada paso a seguir a la consideración deestos cónclaves masivos. Dicho de otro modo,las asambleas se convirtieron en el órgano deci-sorio. Este fenómeno asambleario es uno de losdatos más importantes de aquellas semanas dehuelga.

A finales de 1975 se iniciaron los procesos denegociación y renovación de los convenios co-lectivos. Como todavía tuvieron lugar en el marcode la OSE y con la intervención de los nuevosenlaces y jurados de oposición, tal y como hemosseñalado, la acción colectiva inicialmente pudoextenderse con mayor facilidad, aunque rápida-mente desbordaría ese marco.

Desde luego, la muerte del dictador amplió la«estructura de oportunidades políticas». Dichode otro modo, cambió unas relaciones de fuerzadeterminadas en un determinado momento demanera que las posibilidades para acción colec-tiva se ampliasen. Y esto fue así, tanto en lo queconcierne al movimiento obrero como a las fuer-zas políticas de la oposición, tal y como puso de

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Asamblea de una huelga en Roca (Alcalá de Henares, 1976. Tomada de internet)

Huelguistas en Madrid. Enero 1976 (Fondo FotográficoGeneral, colección GDS, carpeta 01/037)

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manifiesto la ocupación del espacio público exi-giendo amnistía. Igualmente el decreto del pri-mer gobierno de la Monarquía estableciendo to-pes salariales en la negociación de los conveniosespoleó la movilización.

En la negociación de los convenios y tambiénen los diversos paros jugaron un papel esencialtanto las entidades del sindicato vertical copadaspor la oposición –caso del Jurado de Empresadel Metro o de la Junta Sindical de Standard–como organismos alternativos, del tipo de la Co-misión Asesora de la Construcción, surgidos dela movilización. Esto permitió una segunda ca-racterística del proceso huelguístico, que fue launidad en la acción. Más aún, claramente sepuede decir que la presión unitaria surgida deenero de 1976 permitió la creación de la Coor-diandora de Organizaciones Sindicales (COS),un frente unitario de CCOO-UGT-USO. La uni-dad de acción, por lo tanto, constituyó otro datoesencial del madrileño enero de 1976.

El rechazo a los topes salariales y las reivindi-caciones encaminadas a lograr un aumento delpoder de compra de los salarios que hicierafrente a la alta inflación, unificaron las tablasreivindicativas en la negociación colectiva. Perodel mismo modo, las plataformas de convenio,formuladas a finales de 1975 y a lo largo de laoleada de huelgas del mes siguiente, conteníande manera generalizada la exigencia de amnistíapara los presos y la vuelta de los refugiados po-líticos, además del sindicato obrero. Sindicatoobrero en el sentido de plena libertad de auto-organización de los trabajadores al margen delestado.

La respuesta de varias empresas no fue otraque el cierre patronal. Mientras tanto el Go-bierno militarizó el transporte y las comunica-ciones, servicios todos ellos prestados por em-presas publicas, y amplió ostensiblemente lapresencia policial en la calle. Igualmente, mandódetener a varias decenas de dirigentes sindicalesimplicados en la organización de las huelgas.

El 17 de enero se constituyó, en el punto álgidode la movilización, una Comisión Negociadorapara tratar de liberar a los detenidos, obtener

mejoras salariales en los convenios y organizarun «repliegue táctico» ordenado. La mayoría delmovimiento, contrastada en las asambleas, optópor ese «repliegue táctico», bajo el argumentodel desgaste producido después de más de unmes de conflicto. Hubo, no obstante, voces mi-noritarias que reclamaron un Comité de Huelga,en lugar de una Comisión Negociadora, así comola voluntad de alargar el conflicto, surgida enaquellas empresas y sectores que se habían su-mado a la movilización de manera más tardía.

En todo caso, el repliegue resultó menos orde-nado de lo inicialmente previsto.

En ese contexto apareció el debate sobre lahuelga general. Un debate suscitado asimismoen un marco general de huelgas y paros que afec-taron hasta marzo a Barcelona, Valencia o el PaísVasco, entre otras zonas urbanas e industriales.No hubo huelga general alguna –más allá de lasrealizadas a nivel local-, de manera que interro-garse sobre que hubiera pasado si… resulta unejercicio fútil. Lo cierto es que a resultas de laacción obrera del primer trimestre de 1976, cayóel Gobierno Arias. A partir de julio, sería Suárezquien tomaría definitivamente la iniciativa polí-tica. Entre tanto, el movimiento obrero habíadinamitado el aparato franquista del sindicatovertical e impuesto de facto su reconocimiento.De hecho, si en el proceso de transición hubo unelemento de ruptura, éste fue el que concierneal trabajo y a las relaciones laborales, como re-cogió la Constitución de 1978. Ese fue el espíritudel 76. 3

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Desde luego, la muerte deldictador amplió la «estructurade oportunidades políticas».Dicho de otro modo, cambió

unas relaciones de fuerza determinadas enun determinado momento de manera quelas posibilidades para acción colectiva seampliasen.

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Jacinto Lara (Presidente de la Asociación Pro-

Derechos Humanos de España)

G racias señor Alcalde, gracias a los Conce-jales de esta Corporación. Desde el año2010 se tramita en el Juzgado Criminal y

Correccional Federal 1 de Buenos Aires la deno-minada «querella argentina», único procedi-miento judicial en el mundo que investiga y en-juicia los crímenes contra la humanidadcometidos durante la dictadura franquista, envirtud del principio de justicia universal.

He querido comenzar esta breve intervencióncitando a la denominada «querella argentina»porque sin el esfuerzo de todos aquellas personasy organizaciones que comenzaron dicha andadura

hace ya más de cinco años, sin el tesón del movi-miento memorialista y de la sociedad civil en suconjunto durante quince años, muy probable-mente no nos estaríamos planteando las cuestio-nes que han sido introducidas en la moción y queserán objeto de debate en este plenario.

La «querella argentina» ha representado y re-presenta un elemento fundamental para erosio-nar y agrietar la política de impunidad mante-nida por el Estado español en relación con lainvestigación y enjuiciamiento de los graves crí-menes cometidos durante la dictadura fran-quista.

Como todos ustedes saben y conocen, durantemás de cuarenta años se produjeron en nuestropaís violaciones masivas y sistemáticas de los

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El Ayuntamiento de Zaragoza se querellarácontra los crímenes del Franquismo

E l pasado 22 de diciembre el Pleno del

Ayuntamiento de Madrid aprobó el cam-

bio de de nombre de un total de treinta

calles y plazas de la capital. Se trataba de eli-

minar denominaciones que evocan a figuras

centrales de la dictadura franquista, muchos de

ellos probados criminales de guerra. La corpo-

ración madrileña está elaborando en la actua-

lidad sendos planes integrales de memoria his-

tórica y derechos humanos que incluirán

acciones contra la impunidad del franquismo.

Al día siguiente, 23 de diciembre, el Pleno del

Ayuntamiento de Zaragoza aprobaba, a pro-

puesta del Grupo Municipal de la Chunta Ara-

gonesista (CHA), una moción que incluía diver-

sos puntos instando al Gobierno de la Ciudad.

Entre ellos destaca el referido a que dicho Go-

bierno interponga «querella criminal ante los

Juzgados de Instrucción de Zaragoza a los efec-

tos de iniciar una investigación por los crímenes

contra la humanidad cometidos por la dicta-

dura franquista en a ciudad de Zaragoza, de

manera que se conozcan las circunstancias en

que fueron perpetrados, quiénes fueron sus res-

ponsables y, en su caso, se proceda a su impu-

tación, procesamiento, juicio y condena, dando

traslado de este acuerdo al Juzgado Nacional

de lo Criminal y Correccional Federal nº 1 de

Buenos Aires». El Pleno aprobó asimismo instar

al Gobierno de la Ciudad para que revise el ca-

llejero zaragozano, se homenajee a los miem-

bros de la Corporación y a sus empleados ase-

sinados por la dictadura franquista y se

establezca una Ruta de la Memoria así como

un Centro de Memoria Histórica en la capital

aragonesa. Por último, instó al Parlamento de

Aragón a que apruebe una Ley Aragonesa de

Memoria Histórica. El debate en el Pleno co-

menzó con una intervención de Jacinto Lara,

presidente de la Asociación Pro-Derechos-

Humanos de España, en nombre de la CEAQUA

–Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella

Argentina-. A continuación reproducimos inte-

gra dicha intervención, cuyo indudable interés

obedece a que ilustra con claridad la lógica de

la Justicia Universal para concluir con la im-

punidad de los crímenes contra la humanidad

cometidos por la dictadura franquista.

LA POLITICA DE IMPUNIDAD DEBE FINALIZAR

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derechos humanos. Se cometieron en un con-texto de crímenes contra la humanidad –portanto, imprescriptibles y no amnistiables- delitostales como asesinatos, detenciones ilegales y ar-bitrarias, desapariciones forzadas, robo de niños,torturas, agresiones sexuales, trabajos forzados,internamientos en campos de concentración, et-cétera. La represión política y social ejercida porel sistema dictatorial contra buena parte de nues-tra población fue absolutamente feroz y sangui-naria.

La política de impunidad mantenida por el Es-tado español en relación con las más graves vio-laciones de derechos humanos debe finalizar deinmediato. Es impropio de un estado democrá-tico y de derecho que se les niegue el acceso a lajusticia a las víctimas. Han transcurrido más decuarenta años desde la muerte del dictador. Laimplicación de las instituciones públicas paraponer fin a dicha situación resulta trascendentaly de suma importancia para estimular la actua-ción de la justicia. En este caso concreto la im-plicación de la Corporación Municipal de Zara-goza a la que tenemos el placer de dirigirnosdesde la CEAQUA –Coordinadora Estatal deApoyo a la Querella Argentina-, es sustancial ydebería marcar un camino que no admitirá re-trocesos.

Cuando nos enfrentamos y abordamos los pro-blemas tan sumamente graves que generan lasviolaciones masivas y sistemáticas de derechoshumanos, y desde un enfoque basado en los ci-tados derechos, el reconocimiento de los mismosa las víctimas es un deber inexcusable por partede los poderes públicos. Ya sabemos cuáles sonlos derechos que asisten a dichas víctimas: ver-dad, justicia, reparación y garantías de no repe-tición. Es el Estado, en su más amplia acepción,incluyendo, por supuesto a las Corporacionesmunicipales, el que debe implementar todos ycada uno de los mecanismos que supongan y re-presenten un reconocimiento efectivo de dichosderechos, no olvidemos de carácter inalienablee irrenunciable. Dicha obligación dimana del De-recho Internacional consuetudinario, de los Tra-tados y Convenios Internacionales suscritos yratificados por España que, no olvidemos, for-man parte de nuestro ordenamiento jurídico in-terno conforme a lo establecido en el artículo 96de la Constitución Española.

En este sentido conviene recordar la adopciónpor la Comisión de Derechos Humanos de Na-ciones Unidas en 1.997 del conjunto de princi-pios para la protección y la promoción de losDerechos Humanos mediante la lucha contra laimpunidad, principios que fueron actualizadosen 2005. Entre ellos se subraya la aplicaciónefectiva del deber de los Estados de luchar contrala impunidad mediante la correcta administra-ción de la justicia penal, cuyo fin único y últimono sólo es la delimitación de responsabilidadesen ese ámbito, sino también una forma esencialde hacer valer el derecho a la verdad, la deno-minada verdad judicial.

El Estado español ha sido criticado y censu-rado de forma clara y taxativa, en cuanto a lapolítica de impunidad que mantiene en relacióncon la investigación y enjuiciamiento de los crí-menes contra la humanidad cometidos por ladictadura franquista, por parte de diferentesmecanismos del Consejo de Derechos Humanosde las Naciones Unidas. Así, y sólo en el últimoaño, se han pronunciado en tal sentido el Grupode Trabajo de Desapariciones Forzadas o Invo-luntarias, el Relator especial para la promociónde la verdad, la justicia, la reparación y las ga-rantías de no repetición, el Comité contra laTortura y el Comité de Derechos Humanos, en-cargado de monitorizar el cumplimiento porparte de los Estados de los preceptos incorpo-rados al Pacto Internacional de Derechos Civilesy Políticos.

Por ello, apelamos al Pleno para que esta Cor-poración Municipal lleve a cabo un ejercicio deresponsabilidad asumiendo las obligaciones in-ternacionales que le corresponden en relacióncon esta cuestión, que no son otras que el reco-nocimiento efectivo de los derechos que asistena las víctimas del franquismo. La invocación delos derechos humanos por parte de los gruposmunicipales en particular y de las fuerzas políti-cas en general, no puede quedarse en mera re-tórica, requieren de una aplicación efectiva que,en este caso concreto y en cuanto al derecho a lajusticia, supone y representa impulsar el ejerciciode acciones en el ámbito penal y de esta formaestimular a la Administración de Justicia paraque cumpla con su mandato constitucional queno es otro que el juzgar y hacer ejecutar lo juz-gado. 3

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L a cooperación española deberáafrontar una serie de retos sinoquiere seguir en una senda

de irrelevancia en la acción ex-terior española. Retos que seenmarcan en la construcciónde una política pública de Es-tado, que cuente con la par-ticipación, además de losPartidos Políticos y sus Gru-pos Parlamentarios, de las or-ganizaciones sindicales y empre-sariales (incluidas las de economíasocial) más representativas, Universi-dades y las Organizaciones No Gubernamen-tales de Desarrollo. La base de esta construccióndebería ser una hoja de ruta que culmine enuna actualización de la Ley de Cooperación In-ternacional para el Desarrollo de 7 de julio de1998 en la próxima legislatura, y que contengacomo mínimo:

• El establecimiento de un calendario para elcumplimiento del compromiso internacional,asumido voluntariamente por España, de alcan-zar el 0,7% de su Renta Nacional Bruta a políticasde cooperación internacional para el desarrollo,que tenga en cuenta las capacidades del sistemade cooperación para poder gestionar de maneraeficaz y eficiente los recursos.

• Una reforma integral de la arquitectura ins-titucional del sistema de cooperación que rede-fina el papel y las funciones de la Agencia Espa-ñola de Cooperación Internacional para elDesarrollo superando la preponderancia en suseno de las direcciones geográficas y apostandopor una sectorialización coherente con las prio-ridades de la cooperación española.

• La concentración de las prioridades secto-riales de la cooperación española. Gobernabili-dad democrática, desarrollo económico, género,sostenibilidad ambiental, migración y desarrollo,cultura por la paz y educación para el desarrollo

son ámbitos en los que la cooperaciónespañola tiene experiencia acumu-

lada, un reconocimiento inter-nacional y aporta un valor

añadido que no tienen otrascooperaciones además deentroncar con el núcleo dela Agenda 2030 aprobadarecientemente por las Na-

ciones Unidas.• La redefinición de países

prioritarios de la cooperaciónespañola que supere la lista que

clasifica los países a partir de su PNB

per cápita según el Método Atlas del BancoMundial. La profundización en el enfoque re-gional, para el conjunto de actores, por parte dela cooperación española permitiría afrontar demanera inteligente el mapa global de la pobrezaademás de complementar la política bilateralcon la multilateral y establecer marcos que fa-vorezcan la cooperación triangular y la coopera-ción delegada de la Unión Europea. Esta pro-fundización además avalaría la apuesta de la co-operación española por los Países de RentaMedia y las estrategias desarrolladas para pro-mover la integración regional.

• La revisión de los principales instrumentos

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Félix Antonio Ovejero Torres | Director de Paz y Solidaridad Fundación Primero de Mayo

Hacia una Política de Estado:Algunos retos de la Cooperación Española

La cooperación española deberáafrontar una serie de retos sinoquiere seguir en una senda deirrelevancia en la acción exterior

española. La base de esta construccióndebería ser una hoja de ruta que culmineen una actualización de la Ley deCooperación Internacional para elDesarrollo de 7 de julio de 1998 en lapróxima legislatura

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utilizados por la Cooperación Española y suadaptación a las prioridades fijadas. Esta revisióndebería conllevar una simplificación de los pro-cedimientos de gestión que facilite la ejecuciónde los fondos y reduzca la importante fragmen-tación de la ayuda española.

• Incorporación real de los diferentes actoresde la cooperación española en la implementaciónde las políticas. Esta incorporación ya se ha rea-lizado en la etapa de diseño de políticas, en elmarco principalmente del Consejo de Coopera-ción donde el conjunto de actores tiene la capa-cidad de incidir en la definición de la política decooperación. El camino que puede llevar a la in-corporación plena del conjunto de actores pasapor los principios de confianza, de no compe-tencia por los recursos y de especialización decada uno de los actores. El establecimiento deacuerdos estratégicos entre el sistema de coo-peración y cada uno de los actores, respetandosu autonomía, facilitaría una mayor coordina-ción, complementariedad, corresponsabilidad yun enriquecimiento de la política de coopera-ción.

• Aumentar la coordinación de la Administra-ción General del Estado, y de ésta con las Co-munidades Autónomas y Entidades Locales paralograr una mayor Coherencia de Políticas parael Desarrollo. Esta coordinación debía efectuarseen las tres etapas que conforman la política decooperación, diseño, implementación y evalua-ción. La creación en la próxima legislatura deuna Comisión Delegada del Gobierno para laAgenda 2030 para el desarrollo sostenible y lacoherencia de políticas supondría un avance ins-titucional que situaría a la cooperación interna-cional para el desarrollo en un espacio políticomás relevante. Respecto a la coordinación conlas Comunidades Autónomas y Entidades Loca-les podría impulsarse la elaboración de un Có-digo para la Coordinación, la Complementarie-dad y la Coherencia al estilo del Código deConducta de la UE relativo a la división del tra-

bajo en el ámbito de la política de desarrollo de2007.

• Fortalecimiento del Consejo de Cooperación,estableciendo una dotación presupuestaria ade-cuada y revisando el Real Decreto de 2004 sobrecompetencias, funciones, composición y orga-nización del Consejo de Cooperación al desarro-llo, promoviendo que la Presidencia y Vicepre-sidencia del Consejo sean personas expertaspropuestas la primera por la Administración yla segunda por la sociedad civil con el fin de fa-

vorecer el cumplimiento de las funciones quetiene establecidas.

Además de estos retos están la evaluación y lacapacidad/voluntad del sistema para respondera las conclusiones/recomendaciones que se plan-tean en las evaluaciones, la transparencia y larendición de cuentas, elementos que se han idoconsolidando en los últimos años y que deberíanfortalecerse.

En 2016 debe comenzarse a elaborar el nuevoPlan Director de la Cooperación Española. UnPlan que debe huir de la retórica y los lugarescomunes y definir el papel que quiere jugar lacooperación española en la nueva Agenda 2030.Los retos planteados anteriormente deberíanconformar las líneas maestras del nuevo ciclo deplanificación que debería ponerse en marcha en2017 para construir una política de cooperaciónal desarrollo incluyente y eficaz que colabore enla lucha contra la pobreza y la desigualdad. 3

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En 2016 debe comenzarse aelaborar el nuevo Plan Directorde la Cooperación Española. UnPlan que debe huir de la retórica

y los lugares comunes y definir el papel quequiere jugar la cooperación española en lanueva Agenda 2030.

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E l cambio climático ya está destruyendo lavida y los medios de subsistencia de másde 2,6 millones de personas desplazadas

por fenómenos meteorológicos extremos y loscambios en las estaciones. Esta situación todavíava a empeorar.

Las decisiones de París reconocen los retosexistentes y hacen avanzar las medidas a escalamundial, pero aun cuando las conclusiones dela Cumbre mencionan como objetivo no superarun límite de 1,5 grado, la capacidad para impul-sar la ambición en la escala requerida para esta-bilizar el planeta sigue pendiente y se deja a lasgeneraciones futuras.

El 90% de la población del mundo desea quese tomen medidas en relación con el clima. Lossindicatos, la sociedad civil, las empresas res-ponsables y los inversores se unieron para pedirun objetivo ambicioso a largo plazo que limite elaumento de la temperatura a 1,5 grado, con unmecanismo de revisión contundente que lo hagaposible1. Las economías en desarrollo solicitaronla financiación prometida para ayudar en el pro-ceso de mitigación y adaptación. Se pidió a todoslos Gobiernos que se respeten los derechos hu-manos y una transición justa para los trabaja-dores y sus comunidades.

Los logros de París se ven comprometidos poraquellos países que anteponen la protección desus intereses nacionales inmediatos a contar conun planeta sostenible y un futuro común.

La CSI había establecido tres líneas superiorespara la Cumbre.

1. Mayor ambición y percatarse del potencialde las medidas climática en lo relativo al em-pleo.

Aun cuando los Gobiernos se comprometierona conservar la temperatura muy por debajo deuna evolución de 2 grados y se mencionó 1,5°Ccomo objetivo ideal, la realización de este com-promiso requiere mayor ambición antes de 2020y la revisión de cada objetivo nacional (y no so-

lamente una evaluación colectiva) antes de queel acuerdo entre en vigor en 2020. (Propuesta

insuficiente).2. Cumplir con la financiación prometida para

el clima y apoyar a los más vulnerablesSe han puesto sobre la mesa 100 mil millones

de dólares estadounidenses anuales con el com-promiso de equilibrar la adaptación y la reduc-ción de las emisiones, pero al margen delAcuerdo de París. Este es un precio a pagar muybajo para salvar a la raza humana (Es débil).

3. Comprometerse a asegurar una transiciónjusta para los trabajadores y sus comunidades.

Nos enfrentamos a la transformación indus-trial más grande y más rápida de la historia. Auncuando se han incluido en el preámbulo unatransición justa para los trabajadores y el respetode los derechos humanos, un número demasiadoimportante de Gobiernos se negaron a compro-meterse con ambos principios en las secciones

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CUMBRE SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO

La CSI y CCOO valoran el acuerdo pero subrayan sus límites y falta de ambición

Los logros de París se vencomprometidos por aquellospaíses que anteponen laprotección de sus intereses

nacionales inmediatos a contar con unplaneta sostenible y un futuro común.

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operativas. (Un primer paso que será preciso

continuar).

Valoración de CCOO

Para CCOO, después de la COP los sindicatostendrán que exigir a sus respectivos gobiernosun diálogo para desarrollar planes nacionalespara un cambio de modelo productivo y energé-tico que reduzca las emisiones de carbono y quedesarrolle las energías renovables y el empleo;planes que incluyan el compromiso de garantizaruna transición justa para todos y todas.

CCOO considera que a pesar de su carácter demínimos, el Acuerdo de París puede permitir al-gunos mecanismos para reconducir al alza loscompromisos y objetivos en un futuro. En primerlugar, establece la obligación para todos los paí-ses de comunicar periódicamente sus inventariosde emisiones y la captura de gases de efecto in-vernadero, además de informar regularmentesobre la adaptación, la financiación, la transfe-rencia de tecnología y el fomento de la capacidad.El texto precisa que esta información será so-metida a un examen técnico individual, realizadopor expertos que incluirá propuestas de mejorapara cada país. Se realizará un primer balancemundial en 2023 y a partir de entonces, cadacinco años, para valorar el avance global del cum-plimiento de los objetivos del acuerdo.

Se establece un mecanismo para incrementarla ambición climática antes de que entre en vigoren 2020 y se organiza para 2018 la realizaciónde un balance de los esfuerzos colectivos y delavance en el logro del objetivo a largo plazo paraorientar la preparación de las contribuciones na-cionales.

Además, todos los países tendrán que comu-nicar un compromiso nuevo o renovado para elaño 2030, entre 9-12 meses, antes de la Confe-rencia de las Partes (COP) de 2020.

La revisión al alza de la ambición podría con-cretarse en un futuro, pero mientras tanto sepueden perder algunos años importantes parareducir emisiones y frenar el calentamiento. 3

NOTAS:1 http://www.ituc-csi.org/IMG/pdf/call_for_dial-ogue_es.pdf

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Principales resultados de la Cumbre

de Cambio Climático de París

• Informe de Valoración de CCOO:http://www.ccoo.es/cms/g/public/o/8/o62425.pdf

• Informe Nuevos Frentes de la CSI Justi-cia Climática: Edición Especial para laCOP 21:http://www.ituc-csi.org/informe-nuevos-frentes-de-la-csi?lang=es

Para CCOO, después de la COP lossindicatos tendrán que exigir a susrespectivos gobiernos un diálogopara desarrollar planes nacionales

para un cambio de modelo productivo yenergético que reduzca las emisiones decarbono y que desarrolle las energíasrenovables y el empleo

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L a magnitud y prolongación de los efectos dela “Gran Recesión” ha provocado una reno-vada atención sobre una temática clave para

el sindicalismo como la desigualdad social y que,durante años, ha estado excluida─con estimables excepciones, natu-ralmente─ del foco de debate me-diático, institucional e incluso aca-démico.

Este renacido interés se manifiestapor ejemplo en el inusitado éxito deventas registrado por estudios queantaño raramente lograban traspa-sar las fronteras del ámbito univer-sitario, como es el caso paradigmá-tico del ya celebérrimo libro deThomas Pikettyi. Pero, sobre todo,se refleja en los informes de institu-ciones y organismos internacionalesnada sospechosas de izquierdismo –tales comola Comisión Europea, el Fondo Monetario Inter-nacional y la Organización para la Cooperación yel Desarrollo Económico– que en los últimos añoshan reiterado su alarma ante los crecientes nivelesde desigualdad registrados por las sociedades conmayores niveles de desarrollo. Una tendencia im-pulsada en buena medida, dicho sea de paso, porlas políticas de “austericidio” recomendadas e im-puestas por dichas instituciones.

El resurgir de la desigualdad social como objetode análisis e intervención representa sin duda unabuena noticia. Ahora bien, cuando se revisa el de-bate generado no puede dejar de señalarse unalaguna notoria, como es la práctica ausencia dereferencias al concepto de clase. Un concepto que,en el mejor de los casos, sólo es aludido de formavaga e imprecisa para referirse al ya manido tópicodel “empobrecimiento de las clases medias”.

La omisión del concepto de clase se halla asi-mismo en la raíz de otro hecho igualmente lla-mativo, como es el silenciamiento de los conflictoslaborales en la mayoría de los análisis realizadossobre el auge de la protesta social en el contexto

de la presente crisis. Y ello, a pesar de que losconflictos laborales en sus diversas manifestacio-nes –huelgas, paros, manifestaciones, protes-tas…– han registrado un notable aumento desde

2008i. Un fenómeno del que si ha to-mado buena nota el gobierno del Par-tido Popular, que ha impulsado elendurecimiento del Código Penal ycon ello la apertura de causas y jui-cios contra 300 sindicalistas por suparticipación en huelgas (y que enalgunos casos, como los compañerosde AIRBUS, deben afrontar penas dehasta ocho años de cárcel).

En este marco, es motivo de cele-bración la publicación de un nuevolibro de Erik Olin Wright: sociólogoestadounidense encuadrado conven-cionalmente dentro de la corriente

del marxismo analítico, y que en esta obra añadeun eslabón más a los estudios que viene realizandodesde hace décadas sobre la revisión de la teoríamarxista de las clases sociales, y su adecuación alos cambios registrados en el capitalismo contem-poráneo.

El libro recoge un conjunto de textos escritosentre 1995 y 2015, publicados previamente en sumayoría en revistas especializadas, y en los queel autor aborda tres grandes cuestiones: (a) el de-bate con los diferentes enfoques sobre clases so-ciales propuestos por distintos autores, clásicos ycontemporáneos, a partir de diversas corrientesde pensamiento; (b) la elaboración de un marcoanalítico complejo sobre las clases sociales, quepermita integrar las aportaciones realizadas pordiferentes tradiciones teóricas; y (c) el análisis delos conflictos de clase y los compromisos de claseen el contexto del capitalismo del siglo XXI.

El análisis en detalle sobre las diferentes temá-ticas específicas abordadas en el libro excederíacon mucho los objetivos y límites de la presentereseña. Pero merece la pena referirse brevementea tres de las cuestiones de debate planteadas por

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Fernando Rocha Sánchez | Director Area de Estudios. Fundación Primero de Mayo

Entender la claseERIK OLIN WRIGHT. Understanding Class. London, Verso, 2015, 260 págs.

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el autor, y que son de especial relevancia en elcontexto del debate sindical.

Así, una primera controversia se plantea con elenfoque analítico sobre la desigualdad social pro-puesto en el mencionado libro de Thomas Piketty.Una obra de indudable interés, y repercusión, queentre otros elementos positivos aporta un notablevolumen de información estadística sobre la evo-lución histórica de la desigualdad. No obstante,se trata de un libro en el que se prescinde de cual-quier referencia al concepto de clase, y por tantoal conflicto capital-trabajo como una fuente pri-maria de desigualdad en la primera distribuciónde la renta. Un hecho que como señala Wright,en consonancia con otros autores como Vincenc

Navarro, no sólo dificulta la comprensión de lasraíces de la desigualdad, sino asimismo las pro-puestas políticas para la intervención.

Otro debate que ha tenido asimismo una nota-ble resonancia concierne al fenómeno del preca-riado, tal como ha sido teorizado de forma signi-ficada por Guy Standingiii. Un autor cuyaproposición más controvertida es la consideracióndel precariado como una nueva clase, e incluso asu juicio las más “peligrosa” para el capital enfunción de su potencial de transformación social.

A pesar de reconocer las aportaciones de Stan-ding a la hora de poner de relieve los cambios enel mundo del trabajo, la posición de Wright esque no puede considerarse al precariado comouna nueva clase sino como un segmento más vul-nerable de la clase trabajadora, que comparte in-tereses generales con el resto de la misma, aunquesus prioridades específicas pueden diferenciarsee incluso contraponerse en momentos determi-nados.

Finalmente, resulta especialmente sugerente laúltima parte del libro, en la que el autor aborda eldesarrollo de los conflictos y compromisos de cla-ses en el contexto del capitalismo contemporáneodel siglo XXI. En particular, en el texto que cierrala obra Wright plantea la necesidad de elaborarpropuestas alternativas para superar el impassede la izquierda política y social ante los desafíosplanteados en el contexto de la Gran Recesión.

Entre las mismas, cabe mencionar la reivindi-cación del cooperativismo y la economía socialcomo formas de trabajo que –aún funcionando

dentro del marco de la economía capitalista– per-miten potenciar proyectos productivos más sos-tenibles desde la perspectiva económica, social ymedioambiental. En este sentido, la promociónde la economía social es una apuesta tambiéncompartida desde el ámbito sindical, que históri-camente ha apoyado el desarrollo de las coopera-tivas como alternativa de autoempleo colectivo ysolidario.

En suma, se trata de un libro sumamente reco-mendable que aporta una visión renovadora yfresca sobre el concepto de clase social y su utili-zación como una herramienta analítica impres-cindible ─aunque no sea la única─ para abordarla complejidad y desafíos del capitalismo contem-poráneo en el siglo XXI.

Y es que, como señala el propio autor, “la clasepuede que no sea la causa más poderosa o funda-mental de la organización social, y la lucha de cla-ses puede que no sea la fuerza más transforma-dora en el mundo actual. La primacía de clase,como un principio explicativo generalizado detoda explicación social no es plausible. Sin em-bargo, la clase permanece como un determinantesignificativo y en ocasiones poderoso de muchosaspectos de la vida social. Las fronteras de clase,especialmente la frontera de propiedad, continúansiendo barreras reales en las vidas de las personas;la desigualdad en la distribución de los patrimo-nios continúan teniendo consecuencias reales so-bre los intereses materiales; las empresas capita-listas continúan afrontando el problema deextraer trabajo de los empleados; y las localiza-ciones de clase continúan teniendo un impactoreal, aunque variable, sobre las subjetividades in-dividuales”iv. 3

NOTAS:i Thomas PIKETTY. El Capital en el siglo XXI. Madrid,Fondo de Cultura Económica de España. 2014. 663págs.

ii José Daniel LACALLE. Conflictividad y crisis. España2008-2013. Madrid, El Viejo Topo, 2015.196 págs.

iii Guy STANDING. El Precariado. Una nueva clase so-cial. Barcelona, Pasado y Presente, 2013. 300 págs.; y:Precariado. Una carta de derechos. Madrid, CapitánSwing, 2014. 400 págs.

iv Erik Olin WRIGHT. Understanding Class. London,Verso, 2015, 260 págs (cita en p. 155).

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