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Nueva época / No. 182 ISSN 0188-381X Número especial $25.00 LA REVISTA DE LOS ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS partida p u n t o de POESÍA DE ISRAEL

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Revista Universitaria de Literatura

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Nueva poca / No. 182ISSN0188-381XNmero especial $25.00noviembre-diciembre 2013 / 182punto de partidaUniversidad Nacional Autnoma de MxicoLA REVISTA DE LOS ESTUDIANTES UNIVERSITARIOSpartidapuntodePOES A DE I SRAELLA REVISTA DE LOS ESTUDIANTES UNIVERSITARIOSMichal Geva (Kibutz Ein Shemer, 1980). Curs la licenciatura en Bellas Artes en la Academia Ge-rrit Rietveld en msterdam y termin sus estudios en la Escuela de Arte Hamidrasha de Beit Berl en Israel. Fue becaria del programa de Alma, Casa para la Cultura Hebrea (2011-2013). En 2008 re-ci bi una beca de la Fundacin de Cultura Estados Unidos-Israel, y una de la fundacin Rabinovich en 2013. Ha participado en diversas exposiciones colectivas y ha tenido dos exposiciones individua-les en Tel Aviv: Shmita en 2011 y Shifts en 2013.Florinda Friedmann Goldberg (Buenos Aires, 1943). Docente e investigadora de literatura la-tinoameri cana en el Departamento de Estudios Romnicos y Latinoamericanos, Universidad Hebrea de Jeru saln, y en el Instituto de Historia y Cultura de Amrica Latina, Universidad de Tel Aviv. Es tra ductora de prosa y poesa del ingls, francs y hebreo al espaol. Tradujo, entre otros, a los poe-tas israeles Amir Or, Tal Nitzn, Dalia Rabicovich y Yehuda Amijai.Gerardo Lewin (Buenos Aires, 1955). Licenciado en Teatro, egresado del Instituto Universitario Nacional de Arte. Curs estudios en la Universidad Ben Gurin del Nguev y en la Uni versidad de Tel Aviv. Se especializa en traduccin de poesa hebrea contempornea, traducciones que publica en su blog .ILUSTRACIN DE ESTE NMEROTRADUCTORESIMAGEN DE PORTADAMichal Geva, Sin ttulo (al modo de Shift de Richard Serra), dptico, acrlico/tela, 130 350 cm, 2012l de partida 5CONTENIDOEDITORIAL7DEL RBOL GENEALGICO Supervivencia del ms apto / Rosa Beltrn8Poemas / Tal Nitzn10POESA DE ISRAELUn viaje hacia el interior / Tal Nitzn16Anat Levin18Yuval Paz23Alex Ben-Ari27Anat Zecharya30Dana Amir37Orit Gidali42Ad Asss46Tali Latowicki51Lyor Shternberg56Rafi Weichert61La risa como estrategia de supervivencia: Ephraim Kishon (ensayo) / Raquel Castro68Solosn (cuento) / Orlando Mazeyra Guilln71EL RESEARIOContra la vida alegre / Vctor Cabrera75Las razones del corazn / Rodrigo Martnez77UNIVERSIDAD NACIONALAUTNOMA DE MXICOJos Narro RoblesRectorMara Teresa Uriarte CastaedaCoordinadora de Difusin CulturalRosa BeltrnDirectora de LiteraturaNmero 182, noviembre-diciembre 2013Fundada en 1966Edicin: Carmina EstradaRedaccin: Itzel Rivas VictoriaAsistencia secretarial: Lucina Huerta Diseo original: Rafael OlveraDiseo de este nmero: Mara Luisa PassargeImagen de portada: Michal GevaIlustracin de este nmero: Michal GevaImpresin en offset: Imprenta de Juan Pablos S.A.2a. cerrada de Belisario Domnguez 19, Col. Del CarmenCoyoa cn, 04100, Mxico, D.F.La responsabilidad de los textos publicados en Punto de partida re cae exclusivamente en sus auto res, y su contenido no refleja ne-cesariamente el criterio de la ins titu cin. Punto de partida es una publicacin bimestral editada por la Di reccin de Literatura de la Coordinacin de Difu sin Cultu ral delaUniversidadNacionalAutnomadeMxi co.Insurgentes Sur 3000, Ciudad Universitaria, 04510 ISSN: 0188-381X. Certi-fi ca do de licitud de ttulo: 5851. Certificado de licitud de conte-ni do: 4524. Reserva de derechos: 04-2002-03214425200-102.DirigircorrespondenciaycolaboracionesaPuntodepar ti da, Direccin de Literatura, Zona Administrativa Exte rior, Edi fi cio C, primer piso, Ciudad Universitaria, Co yoa cn, Mxico, D.F., 04510.Tel.: 56 22 62 01Fax: 56 22 62 43correo electrnico: puntoenlinea@gmail.comwww.puntodepartida.unam.mxwww.puntoenlinea.unam.mxTiraje: 1000 ejemplares en papel cultural de 90 gramos,forros en cartulina Loop Antique Vellum de 216 gramos.LA REVISTA DE LOS ESTUDIANTES UNIVERSITARIOSl de partida 7EDITORIALPunto de partida dedica anualmente su nmero de fin de ao a la produccin lite-ra ria del pas invitado a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, esta vez Israel. He de decir que no fue fcil establecer los contactos para armar el dossier que hoy publicamos, y en este camino debo agradecer a Ruth Fine, de la Universidad Hebrea de Jerusaln, as como a Rosa Beltrn y Vicente Quirarte, quienes tendieron las redes hasta hacerme contactar con la poeta Tal Nitzn, antloga de esta muestra de poesa, y con Florinda F. Goldberg; y a Jorge Posada y Ezequiel Zaidenwerg, que abrieron la ruta hasta el traductor Gerardo Lewin. Elnmeroabre,enelrbolGenealgico,conlaobradedosautoras:elcuento Supervi vencia del ms apto, de la narradora mexicana Rosa Beltrn, quien borda con cida crudeza un retrato de la perversin: por un lado, el sadismo de un marido disfrazado de buena accin; por otro, la rendicin aparente de su prxima viuda. En la misma sec-cin hemos incluido un grupo de poemas de la israel Tal Nitzn, entre ellos un fragmen-to de En qu pas, notable manera de expresar la confusin en la pertenencia. Como antloga del dossier de poesa de Israel que presentamos, Nitzn ha seleccio-nado a diez poetas que integran la llamada generacin intermedia: no son todava autores consagrados pero cuentan ya con reconocimiento y ejercen una cierta in-fluencia en el campo de la literatura. Todos han escrito, en su momento, en una t nica ms de denuncia social, pero se han decantado por una apuesta a un discurso in-timista, personal, clido: una poesa que parte de la vivencia emotiva, modera el tonoyabreva,sinaspavientos,delobiogrfico;unapoesaqueseacercamsal bl samo que a la revuelta. Nitzn opt tambin por ampliar el rango de edad de los poetas incluidos (1964-1976) en aras de mostrar una afinidad temtica y formal que los ubi ca a unos y otros como miembros de una misma generacin. El dossier de poesa se complementa con un ensayo de Raquel Castro acerca de Ephraim Kishon, autor israel poco conocido en nuestro pas, cuya obra emparenta con la de Jorge Ibargengoitia. El nmero incluye tambin colaboraciones de Orlan-do Mazeyra, Vctor Cabrera y Rodrigo Martnez. La parte grfica de esta publicacin presenta reproducciones en blanco y negro de obra de la artista visual israel Michal Geva. Se trata de una serie de pinturas que re-interpretan la arquitectura de su pas a partir de una premisa: la arquitectura es v lida y existente; en cambio, los cimientos no lo son. Sus edificaciones, suspendidas en el aire, carentes de un eje horizontal que las ubique espacialmente, son una visin per-turbadora de la realidad, un montaje para un mundo que el ojo no percibe, segn Geva.Sirva esta pequea muestra de la obra potica y plstica de Israel como un atisbo a un mundo que nuestros ojos difcilmente perciben. Carmina EstradaP8 l de partidaDEL RBOL GENEALGICOSupervivencia del ms apto*Rosa BeltrnDesde que cumpl setenta aos, entreno a mi mujer todas las maanas a fin de que, llegado el caso, pueda asistirse en su viudez. Se podra pensar que es prematuro, pero las estadsticas me confirman que mis previsiones tienen un fundamento: los hombres nos vamos antes. Y alguien se ha detenido a pensar en las penalidades de la viuda cuando sus facultades menguan? La historia de la viuda ale-gre pertenece al cine y la literatura. En la realidad, las viudas se quedan ciegas, sor-das, cojas, etctera. Una vez se supo del caso de una viuda amnsica que se empeaba en cobrar su pensin a nombre de otra y pas aos sin conseguirlo. Mi mujer, cuando oye estas historias, se aterra. Por eso he decidido entrenarla en el arte del deterioro. Lo ideal sera ir de la cabeza a los pies, le digo, y la alecciono sobre las ventajas de ir siguiendo una lgica. A ver, pensemos. Cules son los verdaderos problemas de las viudas? Las tuertas, por ejemplo. Apenas si logran que alguien repare en ellas. En ge-neral no las atienden, las mandan a otras ventanillas. Podran despertar mayor inters si se decidieran por la solucin radical: o los dos ojos o ninguno. Optaremos por los dos. Mi mujer se agita. Tranquila, le aclaro, para eso est la profilaxis. Le pongo un pa-o grueso en los ojos y le digo: adelante, ten nimo. Ms vale empezar a tiempo. Lo primero es caminar por el cuarto sin que te tropieces. Ella da dos pasos y tira la lm-para de pie. Es que nunca antes he sido ciega!, se disculpa. Yo discrepo. Para ser ciega eres psima, le digo. No usas las yemas de los dedos ni adelantas un pie. No comprendes que la esencia del desplazamiento del ciego es huir del obstculo. Qu tal si me tiras encima la jarra de t caliente? Pero si t ya no estars!, responde. Muy bien, no estar, pero quin me garantiza que no te arrojars por la ventana? Los cie-gos palpan, tantean, abren bien los dedos tratando de emerger de las aguas profundas de esa otra falta de memoria que es la ceguera. En cambio t te confas mucho. Crees que todo es cosa de improvisar. Ella busca una salida. Dice que sabr si corre peligro gracias al odo, que tiene mucho ms fino que yo. Bueno, intentemos por ah, le digo, no sea que te quedes sorda. Despus de ponerle tapones, le ato unas cuerdas en los dedos anular y medio de las que tirar cada vez que alguien llame a la puerta. Pienso adaptarle un artefacto que cumpla esta funcin cuando yo no est. Tom esta medi-da porque antes probamos con un foco que encenda al accionar el timbre pero tard horas en darse cuenta. Cuando se lo hice ver, dijo que la razn era que se confunda: no saba si en ese momento era ciega o sorda. Tras varios intentos decid atarle cuer-* De El cuerpo expuesto, Alfaguara, 2013.l de partida 9DEL RBOL GENEALGICOdas por todo el cuerpo: en una pierna, para avisar que algo arda en la lumbre, en los brazos, para indicarle que alguien vena subiendo por la escalera. Con todo, fue mejor ciega que sorda. Le expliqu que si alguien se metiera a asaltarla no tendra forma de defenderse. Aument el grado de dificultad con una mordaza que le impeda gritar, pero ella tuvo otra idea. Los pies, querido, dijo. Pienso que se sera mi verdadero Wa-terloo. Cmo ira a cobrar la pensin si no pudiera moverme? No pude ms que son rer. Ya se ve la clase de viuda que sers. Invlida, pero avarienta. Procedimos. Ella dobl una pierna y sujetndola por detrs con una mano me dijo: Mira, podra caminar as, a saltitos. Le expliqu que las cojas tienen problemas mucho peores que moverse o no moverse. De hecho, tienen mayores problemas que las tuertas. Un cojo est condena-do a la soledad, expliqu. Jams vers cojos en compaa de otros cojos. No son como los ciegos que suelen andar en fila india, como un ejrcito desorientado pero solida-rio. Hay escuelas para ciegos, tours de ciegos, pero has visto excursio nes de cojos? Tuvo que admitir que no. Un cojo no es slo un cojo, es una frmula compensatoria que va ms all del pie: un cojo siempre est cojo de la compaa de otro. Un para-l tico, en cambio, es el centro de atencin. Piensa y vers: no hay quien se niegue a empujar una silla de ruedas, aunque lo haga de mal modo. A regaadientes se hinc. Trat de avanzar de este modo pero el sobrepeso y las pantorrillas le estor baban. Es que no puedo!, dijo. Volv a sonrer. Ya vers que sin m la vida no es tan sencilla co-mo parece. Y an nos queda la parlisis, aad. La conduje al lecho y la at de pies y manos. Acostada en la cama sin poder desplazarse, qu podra hacer? Podras recor-darme, suger. Me respondi: para qu. Para matar el tiempo, por ejemplo. Si lo nico que tendra sera el tiempo, para qu querra matarlo?, dijo. Las viudas tienen una lgica implacable. Haba que prepararla para cuando la perdiera. A ver, haz de cuenta que no soy el que t crees, quin soy?, pregunt. Eres un visitante! No. Eres un asal-tante! No. Eres el perro! Cuando se cans, dijo: T lo que quieres es volverme lo-ca. Est bien, admit, dejemos este ejercicio. No conocers esta herramien ta. No, por favor!, suplic. Continuemos, te lo ruego. Los locos son convincentes hasta ese grado en que aun rebelndonos, acaban por tener la razn.Rosa Beltrn (Ciudad de Mxico). Narradora y ensayista. Es licenciada en Lengua y Literaturas Hispnicas por la UNAM, maestra y doctora en Literatura Comparada por la Universidad de California, Los ngeles. Es profesora del posgrado de Literatura Compara-da de la UNAM y ha sido invitada como profesora visitante a distintas instituciones educativas, entre ellas la Universidad Hebrea de Jerusaln. Actualmente es Directora de Literatura de la UNAM. Ha publicado las novelas La corte de los ilusos (Premio Planeta 1995), El paraso que fuimos (Seix Barral, 2002), Alta infidelidad (Alfaguara, 2006), Efectos secundarios (Mondadori, 2011) y El cuerpo expuesto (Alfaguara, 2013); los libros de cuento Amores que matan (Joaqun Mortiz, 1996), Optimistas (Aldus, 2006); y los de en-sayo Amrica sin americanismos (UNAM, 1997) y Mantis: sentido y verdad en la cultura literaria posmoderna (UAM, 2010). Parte de su obra ha sido traducida al ingls, italiano, francs, holands y esloveno. En 2011 fue editada en Francia su novela Le paradis cetait nous y este ao aparecer Haut Infidelit, por ediciones La Diffrence. Ha sido miembro del Sistema Nacional de Creadores y becaria del Centro Mexicano de Escritores. .P10 l de partidaDEL RBOL GENEALGICOPoemasTal NitznEn los tiempos del cleraEstamos frente a frente,de espaldas a las desgracias del mundo.Tras los ojos cerradosy las cortinas corridasazotan de repenteel siroco y la guerra.El siroco se calmar antes,la leve brisano revivir a los muchachos baleados,no enfriarla furia de los vivosEl incendioAunque demore ha de llegar,Har falta tanta agua etc.,nuestros brazos no alcanzan ms allde nuestro cuerpo:somos una masa azuzadaa aferrarnos y mordernos,amurallarnos en la camamientras arriba, en el ozono,se abre una sonrisa burlona.Traduccin de Florinda F. Goldbergl de partida 11DEL RBOL GENEALGICOEl canario(Diseo de interior)Pasaremos el canario de la cocina al baopasaremos el ordenador del balcn a la cocinaal nio y su cuarto pasaremos al balcnmeteremos nuestra cama en un rincn de su piezameteremos a la nia en el espacio que sobrtomaremos otro medio empleotomaremos otro medio prstamorenunciaremos a otra hora de sueopediremos otra ltima prrrogaborraremos del alma elrecuerdo querido deel auto robadoel monedero perdidola ventana rotay si se estrecha ampliaremosy si se amarga endulzaremosy si empieza a agrietarsetenderemos los brazos y lo rodearemos todo.Traduccin de Florinda F. GoldbergTarde con niaTe levantaste con mejillas ardientesy la carita contrada por la pena de despertar.Tristeza de tres aos:presentimiento de las tristezas que an te aguardan.Qu podra consolarte.12 l de partidaDEL RBOL GENEALGICOSigo escribiendo con una mano,acaricindote con la otra.T no piensas en m quizs en un caramelo o un len,quizs en un tren.Yo tampoco pienso en ti en la fra bruma de eneroque flotara entre la pantalla y yosi no te acurrucaras aqu.Ahora empiezas a impacientarte.Yo tambin:Me estorbas escribir el poema sobre ti.Traduccin de Florinda F. GoldbergEn qu pas(fragmento)Sentada al borde de la piscina, chapoteo con mis pies.Alguien me empuja y caigo al agua. Quizs no me hubiera empujadode haber sabido que no s nadar, pienso mientras me hundo.Me sumerjo hasta que los dedos de mis pies tocan el fondo y subo.Saco afuera mi cabeza y s que ahora debo gritar auxilio! antes de hundirme nuevamente pero me olvid en qu pas estoy y en qu idioma hay que gritar.Traduccin de Gerardo Lewinl de partida 13DEL RBOL GENEALGICOEl punto de la ternuraat the hour when we aretrembling with tendernesslips that would kissform prayers to broken stone.T.S. Eliot Aqu reside la ternura.Aun si al corazn, en su mutismo,se lo trag la ciudad como a una piedra, debes saber: ste es el punto de la ternura.Dame la mano en este mundo.Vi a una madre hablndole rencorosa a su hijo,asolndolo con palabras;vi plegarse un edificio hasta el polvocon lentitud, un piso dentro de otro.Cunto debemos apiadarnos,cunto apaciguar.Cuando se cierra la nochesobre una nuca no besadaya no hay remedio: cada ahogode cada garganta,tiene slo una cura.Mira, simplemente, ste es el punto.Traduccin de Gerardo LewinTal Nitzn (Jaffa, Israel). Poeta, editora y destacada traductora de literatura latinoamericana y espaola al hebreo. Ha publicado cin-co libros de poesa. Ha compilado y traducido dos antologas de poesa latinoamericana. Obtuvo, entre otros, el Premio del Ministerio de Cultura para Poetas Principiantes, el Premio al Primer Poemario, el Premio del Ministerio de Cultura para Traductores, el Premio del Primer Ministro para Escritores. Su obra ha sido traducida a varios idiomas, y antologas de sus poemas se han publicado en italiano, francs, lituano, portugus y espaol.Poesa de Israel16 l de partidaPOESA DE ISRAELUn viaje hacia el interiorTal NitznLos poetas hebreos publicados en esta seleccin pertenecen al grupo conocido co-mo la generacin intermedia, integrado por autores que si bien no se han con-solidado an como conos estatus del cual algunos de ellos reniegan, ya han logrado reconocimiento y gozan de cierta influencia, principalmente en el m bito de la poesa aunque tambin en campos aledaos como la traduccin, la edicin, la investigacin o el performance. Este estatus por un lado no venerable y por el otro no joven en el sentido que implica lucha, rebelin y quiebre les otorga cierta libertad potica, tanto en lo temtico como en lo estilstico.En cuanto al tono y al planteamiento, la suya es, en general, una poesa desape-gada de lo pico o lo sublime; que renuncia a lo cerebral, a la excesiva sofisticacin, al experimentalismo per se o a los juegos de la irona, y que opta por un discurso in-timista, personal, clido, muchas veces dirigido a una segunda persona, a un t. La vivencia emotiva es tanto el punto de partida como el hbitat de esta obra potica. As, es posible discernir algunos de sus principales ejes temticos: un tratamiento in-tensivo de lo biogrfico, lo familiar, lo domstico: amor, (p)maternidad, acercamientos y separaciones. Son poemas en los que se regresa a lo interior, que parten en una tra-vesadebsquedaemocional.Tratanacercadefamiliasquebradasoalternativas (cabe destacar que entre los poetas seleccionados en esta muestra hay dos parejas: Alex Ben-Ari y Orit Gidali por un lado, y Anat Levin y Ad Asss por el otro, que no pocas veces han escrito acerca de los mismos sucesos, con pticas y tratamientos es-tilsticos diferenciados), o son textos hacia y acerca de los padres y los hijos, los exis-tentes y aquellos que no han nacido an, los deseados.*Rafi Weichert ha escrito un ciclo completo de poemas en el que cierra cuentas con su padre, y dos de sus libros se ocupan en forma exclusiva de su hija. Anat Levin de-dic su ltimo poemario a su madre, en un tono que refleja identificacin y piedad. Nio, reciente publicacin de Ad Asss, se dirige a un hijo ansiado, al que sin em-bargo no logra concebir. En cambio, Anat Zecharya escribe no me hagas un nio en uno de sus poemas. El nio no entiende, dice Yuval Paz tanto desde la visin del * Los alcances de esta muestra impiden, por supuesto, extenderse sobre el panorama completo: es importante destacar que en el seno de este grupo se ha escrito tambin poesa de denuncia polti-ca y social, no incluida en esta seleccin. (Nota de la antloga.)l de partida 17POESA DE ISRAELnio como desde la de su padre. Nadie me ama como mi padre, escribe Alex Ben-Ari. No s responderte casi a nada, hijo dice Orit Gidali quien trata profusa-mente el tema de la maternidad. El cuarto libro de Lyor Shternberg, En la clida luz, transcurre en la brecha abierta entre las vivencias de una infancia dura y la repa-radora alegra que le produce el nacimiento de su hija. El primer libro de quien esto firma, titulado no por azar Domstica (2002), constituye un punto de inflexin al ser uno de los primeros que trataron estos temas como motivos poticos centrales, otorgndoles legitimidad.En lo que se refiere a la forma, el lenguaje empleado en los poemas suele ser colo-quial, creble y carente de adornos retricos. Sus metforas son moderadas, extradas de una realidad cercana y reconocible. Se percibe, en gran parte, el abandono de los distintosmoldesdelarimaylamtricasinrenunciaraunamusicalidadlibrey natural.Los poetas antologados en esta muestra son plenamente conscientes del posmoder-nismo y de los movimientos post que lo sucedieron; de todos los cambios, revueltas y quiebres esenciales que siguen producindose en la poesa. Incluso muchos fueron parte activa en estas transformaciones. Su eleccin una poesa lrica que se ocupa de temas aparentemente tradicionales es, en ese sentido, una eleccin arriesgada y concienzuda.Traduccin: Gerardo LewinPpp. 14-15: Sin ttulo, acrlico/formica, 20 35 cm, 201318 l de partidaPOESA DE ISRAELAnat Levin18Estoy lista siempre.Todo lo que realmente necesitocabe en el bolso ms pequeo:cepillo de dientes, tampones, pasaporte, calzn, lapicera,tu foto de beb sobre el csped en Rusia,donde el papel carcomido desdibuja tu llanto.Falta slo tu manoy me puedo ir.Poema de cumpleaos 2006Fue un ao difcil.Estuve enfermacasi todo el tiempo y casi todo el tiemporumi pensamientos terminalesy hablquiz sin cesarlas palabras se adherirn a tu cuerpo lisol de partida 19POESA DE ISRAELy las concebirs por m de modo quenavegar en tu vientre, luminoso pececillo plateado,hasta que me des a luz en el lecho de una lengua tiernay resuelta como aguapero quedamos vivosaferradosasidos de las palmas.*Y me sentar en l y no saldr de ltres das y tres nochesy de da leer las historiasde quien dio nombres al mundoy leer muchos nombresy los pronunciar muchas vecesde noche yacer en una hamacacolgada del techoy leer eternamente los numerosos nombreshasta que un sordo se acerque a mi lechoy le dar mi propio nombrey la bveda del cielo me conceder almohaday el mar me arropar en sus infinitas mantas.Anat Levin (Jaffa, 1973). Es egresada del Departamento de Cine y Comunicacin de Hunter College, Nueva York. Actualmente traba-ja como correctora de estilo en el diario israel Haaretz. Su primer poemario, Ana en lenta rotacin (Ahuzat Bait, 2007), obtuvo el Pre-mio del Ministro de Ciencia, Cultura y Deporte a escritores noveles. Asimismo recibi los premios Poetas Principiantes (2002) y Poesa en Marcha (2006). En 2011 gan el Concurso de Cuentos Haaretz. Su segundo poemario, De boca a boca (Keshev, 2012), obtuvo el Premio Akum de estmulo a la creacin literaria y fue recibido elogiosamente por la crtica. .20 l de partidaPOESA DE ISRAELPoema de cumpleaos 20051.Nacimos mudoscapullo de carne plidadebimos incorporarnos desde el sueloaferrarnos al aire como a una vigahaba verdades claras que recordar, por ejemplolas manos hacensupimos de algunos que intentaron volary se estrellaron contra el techo del cielonos quedamos sentadoslentamente aprendimos a hablaren singular y luego en plural.Sin ttulo, leo/formica, 20 45 cm, 2012l de partida 21POESA DE ISRAELTMe da miedo que te duermas antes que yo,quedar colgada sola en lo oscuro,en tinieblas sin una estrella.Temo que me dejes,que una mujer rica en sabidura o pechoste tiente a sus eras y no sabr cmo salvarme.O que una mujer de bello trasero (erespersona prctica, delicada, crees en el trasero)quiera sentarse contigo, en ti o sobre ti.oque sea yo quien te deje, que el guardabosquesme encuentre, me murmure un hechizo,que necesite marcharme.Me da miedo que tras todo este tiempo, trasel dolor amargo (el tiempo estril)nos nazca finalmente un nio feo.Temo que una gran guerra ennegrezcael corazn, la sangre, la piel,que reine la muerte, ouna pequea guerra22 l de partidaPOESA DE ISRAELTemo no volver a escribirque se pudran las letras en la copa del aire,que se deshojen las palabras inmaduras, caiga el rbolo que se seque la tinta de la ltima pluma,permanecer clavada con memoria y sin papelo con papel cuadriculadoque quedemos sin trabajo y sinlugar para escondernos, que nos hieran,que enceguezcamos, que despertemos llorando yotemo que te mueras antes que yoque todo lo mo que desnudo ante tise invista de mujer altiva y solitaria(es un camino cruel, sin salidas,quizs, por un momento,saboreemos un t con pastas).Traducciones de Florinda F. Goldbergl de partida 23POESA DE ISRAELYuval PazEl nio no entiendeEl nio an no sabe leerla maestra le pone una mano en el hombrono entiendecorre por las calleshuye de los monstruos de las palabrasoye cuchichear a mam y pap las palabras le silban en los odosy no entiendeangustiado patea la pelotarompe la ventanay no sabe leerlas palabras lo persigueny l gasta sus zapatosen una carrera infinitay no sabe leerlas palabras le arden en los ojosy no entiendeslo quiere respirary correr lejosla maestra no lo vemam y pap callansentado de cara a la paredescribe su nombre con sangreSin ttulo, acrlico y leo/tela, 120 90 cm, 201224 l de partidaPOESA DE ISRAELMaana tal vezNadie lo vio.En el recreo le pegaron en el pelo goma de mascary la vergenza baj con l las escalerascuando sali a frotarse en la cerca del patioabsorto en el estrpito del trnsito.Slo Dios sabe cunto quisoser bueno con todos.Y los sbados viajaba con pap al aeropuertoa ver los aviones estacionados en la pista.Estaba tan cercapero prisionero de los cuchicheos.Lo usaban de juguete y rean cuando se rompay gustaban de segarlo hasta que la noche cubralos ojos enrojecidos.Y a veces paseaba con pap por Dizenghoffy coma heladoscon cerezas y crema.Maana tal vez me llamen.Entretanto es posibleandar en bicicleta a lo largo del roy luego baarse con pap en el mary saltar por sobre las olas.Yuval Paz (Tel Aviv, 1969). Da clases de literatura en un instituto y es estudiante de doctorado en Literatura. Reseas, cuentos y poemas suyos fueron publicados durante aos en varios peridicos y revistas. Su primer poemario, Deja los monstruos en silencio, apareci recientemente.l de partida 25POESA DE ISRAELVenVen esclavo a deleitarte con el amoNo dejes que el dolor trepe por las escalerasPiensa en la embriaguez de las profundidadesy deja que los monstruos rieguen en silenciolos corales de dolor que brillan ah abajoLo ms parecido a un besoEsta soledadpuede sentarteen una mesa sucia del fondo,para morder un trozo de pizzaque dejaron dos mujeres bellas.Sin ttulo, acrlico/tela, 140 160 cm, 201126 l de partidaPOESA DE ISRAELNave pirataNavegamos por un tiempo plano,al frente se alza una cascada.En la mano heladatiembla una botella vaca.Por la noche nos detenemos.Arrojamos una red al agua,extraemos de las profundidades un puado de amory lo esparcimos en el aire.Amor.Quizs el amor calmela marea de juguetes muertosen tus orillas.Y juntos veremos cmo un viento buenoecha de golpe a pique la nave pirata de tu almay sabremos que todo termin.Traducciones de Florinda F. Goldbergl de partida 27POESA DE ISRAELAlex Ben-Ari*Nadie me ama como mi padre. Nadieme abraza como mi padre, circunvalndomecomo un ejrcito a una ciudad. Como el mara sus peces.Nadie me nutre como mi padre, me hace crecercomo mi padre, desplegado en torno a mcomo una vasta mquina telrica.La barba de mi padre es un bosque encantado.El olor de su cuello el aliento del alba.Sus brazos atareados las aspas de la usinaque mueve al mundo.Pero mi padre no sabe todo esto.Da vueltas por la vida como un rey trocado al nacery todas estas imgenes cuelgan en m como cuadros en una galera desolada.*Agoniza toda la nochebajo el matorraluna enorme liblula.28 l de partidaPOESA DE ISRAELAlex Ben-Ari (Kishinev, URSS, 1973). Reside en la ciudad de Rehovot con sus cuatro hijos y su mujer, la poeta Orit Gidali. Su primer poemario, Das clandestinos, se public en 2008. Prximamente aparecer su segundo libro.*Desde el extremo del talloun caracol contemplael silencio del valle.*El negro escarabajo se aleja. De espaldasal sol poniente. *Sol de invierno.Sobre la acera, uno junto a la otra,un perro negro y su sombra.*Trabajan juntosel tronco del rboly el pjaro carpintero.*Franqueo el bordedel pozo abierto.Paseo vespertino.Sin ttulo, tcnica mixta/formica, 35 38 cm, 2013l de partida 29POESA DE ISRAEL*Camino de ida,camino de vuelta,la misma baldosa rota.*Sendero sin curvas.En el centro del charco,un pepino.*Bebo solitariomi taza de t. Me envuelveun viento de otoo.*Colgada entre dos rbolesla mitad vacade la luna.Traducciones de Florinda F. GoldbergSin ttulo, tcnica mixta/formica, 35 38 cm, 201330 l de partidaPOESA DE ISRAELAnat ZecharyaCom un ngelMe com un ngelde pie junto al fregaderolo levant del piso con una manosujetndolo como a un aviny me tragu su elevacin.Las alas que fueron las ltimas en entrarcrujieron entre mis dientes cuando se instalen mis espacios redondos desplegndosesobre la nada.Eso era justo lo que me faltabauno que tiemble en lo ms hondo de mmientras yo an palpitocumplo con mi funcin de vivir.Quien espera siempre consiguemientras tanto slo se sabe de mque respiro.Sin ttulo, acrlico/tela, 170 120 cm, 2012l de partida 31POESA DE ISRAELEl mundo verdaderoYacamos una junto al otrotocndonos rodillas, muslos, manospudimos hacer un hijomultiplicarnos con tanta feen ello.Y poda haber dicho: alabada sea la rutina,pero siempre quise ir al bosqueArrojar de m la manta y decirle a alguien:toma por favor lo que te corresponde.Suelto a los perrosatrapo ciervos de gran cornamentamato y pierdo(y me apuro mucho quiero ir al bosque)Aqu hay demasiado caf, comida china,demasiados chinos y deseosde decir cosas brillantesAqu me falseo, me fustigome siento bien.Ser simptica con todosme va biena ojos de los hombres soy o asexuadao interesante.(Y me apuro mucho quiero ir al bosque)Aqu correr para adelante es una muerte lentacon pretensiones deportivas.Humillan y halagan,nada se vuelve ms bellocon el tiempoY si finalmente alguien/t preguntaadnde vas ahora?Al bosquea bailar bailar bailar.32 l de partidaPOESA DE ISRAELHerzl dijoHerzl dijomanos arribaHerzl dijopon las manos sobre la cabezaHerzl me dijo cuentahasta tresHerzl dijo lmetelos labiosHerzl me dijo pontede rodillasHerzl dijo hueleel olor del varn es buenopara la saludHerzl dijo venahora nos desnudaremosHerzl dijo yo profetizo desde mi carnebrete de piernasdate vuelta.Herzl, dije,yo me dilato yo me expandoyo contemplo mi jardn del ednperdido para tiporque la verdad me sobrevienenicamente cuando estoy solamordiendo una manzana.Anat Zecharya (1974). Dirige talleres de escritura y es crtica de danza en el diario Yediot Ajaronot. Obtuvo el premio Poesa en Ca-mino de la Municipalidad de Tel Aviv (2005 y 2007), el Premio a Poetas Jvenes en Lengua Hebrea del Festival Internacional de Poesa Shaar (2005) y una mencin honorca en el Festival de Poesa de Metula (2008). Fue invitada a representar a Israel en el festival Poe-sa Parnaso realizado en Inglaterra en el marco de la Olimpiada Cultural 2012. Ha publicado los poemarios Tan pronto como sea bella (2008) y Por error humano (2012).l de partida 33POESA DE ISRAELEl lenguaje del agujeroMe interesan los agujerospero procuro no hacer de ellouna ideologaEn carne propia aprendo pronunciooral anal flico genitalvago sistemticamente de uno al otroen un agujero chupo tragocomo si fuera oxgeno muerdo maldigodoy besos francesescon delicado canibalismo prdigoen placer en dolor.Hay agujeros muy significativosllenos de deseo. Yo me inclinopor los vacos que rechazan significadospero abren posibilidades.Un agujero es una especie de estorbolocal, estacin terminal.Quiero mirar en su interiorslo para descubrir que me devuelveuna mirada hecha de carne desgarradaque cuida de sus bordes.No es que yo quiera entrary salir de todos, quieroser un pozo atemporal,marco de un agujerosin lugar sin centroY cuando me desborde, que alguna cosase detenga y otra irrumpa.El animal debe crecer.Corro pierdo corro encuentroen eterno afn de llenarme.Entretantole paso un segundo dedo en torno Sin ttulo (detalle), acrlico/tela, 110 100 cm, 201234 l de partidaPOESA DE ISRAELcon curiosidad, sin insolenciaporque s que no estoy del ladode Dios, donde el sol esel poderoso ano del mundo.Estoy exactamente del otro ladoel sol no amanece desde mi trasero.Sin ttulo 2011Dicen que todo tiene que ver con todo,una gaviota que agita sus alas cambia el clima para siempre;un tornado en Texasno es slo un tornado en Texas,un bosque no es slo rboles.Arrojas una piedra al lagoy las olas se expanden en todas direccioneshasta que a un pez en Australiale brotan manos y piernasprefiere caminar a nadarse arrastra fuera del aguatoma una piedra y golpea las cabezasde tres pecesnos recuerda todo lo queya sabamos sobre la sangre.Hace mucho que no estamos defendidosdel blanco de las paredes.Sudarios de plstico acolchado cuidan que nuestras manosno hagan el mal.Lo ms fcil es entregarse al rojo y al oro.l de partida 35POESA DE ISRAELBasta con preguntarnos:Cul es nuestro nombre?Estar perdidos, querer salir,salir a las avenidas para ver,ver la textura del sol,que algo se mueve entre las ramas y no cesa,toda murmuracin se vuelve consigna,simplemente bailamos en torno al becerroo sacudimos el trigo en el lagar para resguardarlotodos juntos.Nuestras manos olvidaronlo que saban,sin sabidura no hay harina,y nosotros hacemos una cosapara compensar otra.As funciona el mundo.Y estamos hacinados, tan hacinados,todos quieren estar en el centro.Los ltimos espacios abiertos que nos quedensern los aeropuertos.FelicidadEmite tus gemidos de perraas suena en ti la felicidadcuando te sorprende en accincon la lengua afuera,luego pagars,no es castigo, es simplementeas.Traducciones de Florinda F. Goldberg36 l de partidaPOESA DE ISRAELSin ttulo (detalle), tcnica mixta/formica, 35 38 cm, 2013l de partida 37POESA DE ISRAELDana AmirY tu vida est aferrada a mi almaPodrs creerlo, despus de todos estos aosme planto desnuda por fuera de mi ventana iluminada y el tiempoviaja dentro de m.No me reconocers, ahora que el marrn de mis ojos tiritacomo la llama de la velaAntes, cuando era ms leve que el aire, sabas distinguir mis pasossegn el ngulo entre mi pequeo cuerpoy la tierra.Supe tu amor como supe los nombrescon que me llamaban antes de nacer.Todos los aos te contempl, ntegra la clave que oculta lo roto,lo que tiembla desprotegido.Muchas cosas desparecieron en el momento en que dejaste de mirarlas.Pero es porque slo existan en tu mirada.Y si preferiste las partes del cuerpo al cuerpo enteroes porque en ellas moraban los anhelos.El tiempo era gajos de naranja, la miel, el pan.El cuerpo reunido sin lamentos. El almaque confabula y permanece.Eras el latido del corazn.38 l de partidaPOESA DE ISRAELEn las noches en que el nico clculo era la distancia desde la casaestuviste junto a m por los caminos,resistindote a indicar el rumbo, y tu vida,estaba aferrada a mi alma,fijada a la tierra comobase de palanca.Dana Amir (Haifa, 1966). Es psicloga clnica, psicoanalista, poeta e investigadora literaria. Public cuatro libros de poemas y dos libros sobre psicoanlisis. Obtuvo el Premio Nacional de Poesa (1993), el Premio Bahat a libros de investigacin (2006), el Premio en Memoria de Frances Tustin (2011), el Premio del Primer Ministro a Escritores Hebreos (2012) y el Premio Sacerdoti de la API. Su segundo libro terico recibi recientemente la Beca de la Fundacin Cientca de Israel.Sin ttulo (detalle), dptico, acrlico/tela, 160 260 cm, 2012l de partida 39POESA DE ISRAELAlgo como nocheEn las callejuelas de Kababir las plantas de malva se aferran como venas entrelazadasa la tierra seca.Las palabras son msculos contra el miedo. La memoria es cerapara sellar lo que nunca se pens.Una fuente de pepinos con crema. Huevos pasados por agua. Mesa de madera gruesaengrapada a la pared. Buenas noches Dana, buenas noches Aya.Las voces se ocultan en las voces: abran el portn y entraremos por l,novio y novia en un carruaje leve.Orgullosa, te mantuviste helada en el corazn de ese infierno.Del otro lado de la cortina los latidos de mi corazn fueron tu nico testimonio,el vencedor.El rostro de la nia que fuiste a la altura de la hierba fina, de las piedras del patio,de las paredes bajas.La muerte que toda la vida te qued debiendo..Desde entonces tu vida va y viene sobre las aguas, sin salida.Te hablo como el monte le habla al abismo: levntate,te digo.Pronuncia t tambin la palabra final.Desde aquella herida te alzas y te pones de pie, giras hacia mla palma de tu mano y algo sombro, algo como la nocheasciende de ellay florece.Sobrevivimos los duros decretos de diciembre.Yacemos echadas una junto a la otracomo dos silencios.Un instante ms y fuimos.40 l de partidaPOESA DE ISRAELPoemas de la sala de emergenciasTodos se fueron a dormir. La nia rabe en la cama de al lado,su madre cuyo nombre se parece a Alegra, la secretaria de la salaque se llama como habramos llamado a tu hermana si tuvieras hermana.Estoy sentada en tu cama en la oscuridad,acechando al dolor como a un violador emboscado.Tu cuerpo se va reduciendo y slo tu cara crece en la noche,Las cuencas de tus ojos se abren como crteres secos.Tambin el miedo es seco, penetra sin ruido en los huesos.Me empeo en vestirte con ropas que huelen a nuestro jabn.As sealo que no perteneces aqu.Ests tan confuso, comienzas las frases por la mitad,te ofendes porque no te entienden, porque necesitas,como todos nosotros, de palabras.Mides el dolor como se mide la altura.Yo sueo sueos que duran el lapsoentre suspiro y suspiro.La noche traduce el amor en actos simples: alisar la almohada,lavar el orinal, arroparte. Tomar los olores con indiferencia,contar tareas en vez de minutos. Hijo, te digo. Hijo.Y recuerdo cmo el da de tu circuncisin me preguntaronsi eras mi primer hijo.Y yo me llen de lgrimas retenidas, silenciosas, como un lago.l de partida 41POESA DE ISRAELSlo una fbulaTus ojos hoy estn llenos de miel.En la blancura que nos rodea como una luz rechazo con ternuratodas tus propuestas de vestirte,levantarte,la fina sbana trasluce tus pezones firmes y oscuros como uvas maduras,y el viejo zorro est preso en las vias de tu cuerpodonde la opcin es slo una fbula,pero el dolor es vino.Hasta que venga la tierraContempla ese rostro.Algo se disimula en esa palidez y no s si es un signo de eternidado de olvido. Observa las venas pequeas, las lesionadas, las que exhibenel desgaste del tiempo.Debo gritar mi nombre en la entrada. Todos mis nombres.Slo el que ahora caiga la noche no significaque dejan de existir los objetos. Mira tu cuerpo, por ejemplo. Ese cuerpo de piedra.Hasta que venga la tierra.Del otro lado, la lluvia llena las copas de las hojas. Lo que oyes ahorano es muerte.sino vida que adquiere sus formas.Variantes ligadas a lo que vale, a lo que est,a lo que se acumula para bien.Traducciones de Florinda F. Goldberg42 l de partidaPOESA DE ISRAELOrit GidaliNioTe apareces en la sala a la hora de dormirenarbolando el pasaporte de una pregunta simpleque comienza siempre con qu quiere decir y terminacon porque s no es respuesta.No s responderte casi a nada, hijo,no a qu ordena la tabla peridica,no a qu hay ms all del espacio si es que hay algo,pero frente a ti sientoque ya no me queda mucho por aprendere incluso que quizs ya he llegado.Cuando arrastras los pies de vuelta a la cama,enano a simple vista, gigante para la que te mira,s que ahora puedo callar por aossin decir por favor,por aos puedo nada ms escucharte a travs de la puertaleer hasta que te duermes.Hay algo ms all del espacio, nio, que lo sepas.Y por ese algo me acerco a tu cabecera,apago la lmpara, la enciendo, de nuevo la apago,guiando el ojo a las estrellas desde dentro de la casa.l de partida 43POESA DE ISRAELOrit Gidali (Tel Aviv, 1974). Es poeta y educadora. Conduce talleres de escritura y da clases sobre comunicacin en dos universida-des. Ha publicado los poemarios Veinte muchachas para envidiar (2004) y Proximidad (2009), as como el volumen de cuentos in-fantiles Nuna la lectora de pensamientos (2007), este ltimo traducido al ingls.Podramos vivir tan bien dices, y la contemplas, an bellaEn un rato ser sbado en el Sharn y los semforos se desnudan del rojo, los cordones se desatan y liberan los pies, y los rcords mundiales se renen dentro de un libro y descansan de su afn por superarse, y el vuelto en la billetera destaca el triunfo de lo mucho y lo pequeo, y las fechas de vencimiento de la leche no amenazan borrarse, y las primicias respiran dentro de las bolsitas cerradas, y el hielo del congelador toma la forma de la bandeja, segura de s misma, y el poliestireno se deshace en pequeas bolitas intiles, y los acondicionadores no se disculpan por falsificar el calor, y las pantallas no se excusan por falsificar el brillo, y el canto apaga el piso de linleo y enciende el cielorraso,y los adolescentes se ponen amables y no gruen al decir gracias, y lo que se condensa se condensa y lo que se escinde se escinde, y los afanes de las nubes son por el campo y los afanes del campo por el cardumen que navega entre hierbas imaginarias, y en los viedos las uvas se vuelven pasas y otras vino y no todo lo dulce se infesta de larvas, y quien pide por el diluvio no piensa en destruccin sino slo en una lluvia torrencial, y las personas importantes vuelven a casa y se renen con sus familias, y la generosidad se revela virtud y no un acto de jactancia, y los errores se borran del corazn de las cosas, y el metabolismo es correcto, y lo que es de todos es de todos y lo que es de cada uno es,y las frutas pagan su diezmo y no se echa de menos la parte que falta, porque son ms livianas y ms dulces, y toda rama injertada se acopla a su tronco, y los capullos se estiran hacia afuera,y las abejas imaginan la miel, y los rboles eligen rey segn sus flores, y el asfalto conquista la tierra y libera al borde del camino lo mejor de ella, y las corolas de los pensamientos mecen sus colores, y el polvo retrocede ante el polen, y toda llovizna es posibilidad de arcoris, y el verde de los matorrales casi supera al del follaje, y en el parque de los ancianos se abren las regaderas del invierno en torno a ustedes, y realmente de pronto sopla un buen viento del sur,44 l de partidaPOESA DE ISRAELslo que ella no te responde cuando preguntas, te ahorra el no hay. Tus palabras se deslizan por el puente de su nariz cuando te apoyas en el bastn y la contemplas, contemplas las flores, contemplas el asfalto (podramos vivir tan bien, dices) y recuerdas la tierra.*Est bien que conversemos ahora,que an no vimos ambas a los nios que nacern de mi hermano, tu hijo,o el casamiento de mi hija mayor o qu pascon el pas.Y nosotras todava nos apasionamos por igual por todo asunto importante,no temo contarte qu perdiste y qu por ello se me perdi a m por dentro,no temo decirte ven, sintate.Una madre necesita visitar a su hija en todo momento,aun de noche como ahora cuando nuevamente no puedo dormiry pienso en ti en tus profundidades, la fuerza de tu cuerponutriendo el pasto verde.Tambin en la oscuridad sigues hacindonos sitio a todospara sentarnos y conversar.Sin ttulo (detalle), acrlico/tela, 110 150 cm, 2013l de partida 45POESA DE ISRAELPiedras pesadasTodo el tiempo estoy sentada a tu lado,todo el tiempo como una modulacin continuada,pese a que algn extrao me hechiz,y ahora soy hermosa no slo gracias a ti.Todos los das que pasamos juntos se acumulan sobre nosotros como abrigos,justamente cuando necesitamos una ventana abierta y leves brisas primaverales.No te vayas, dices. No me ir, digo,y te aferro con fuerza.Dos anillos en nuestras manos dibujan un infinito vacilante,y yo me consagro a ti,pero slo con votos temporarios.Deposito de nuevo en ti el para siempre pero esta vez con precaucin.Mira, digo,este oro fue extrado de la roca y pulido capa a capa.Mira, pienso,los aos vuelven a amontonarse sobre l como pesadas piedras.Traducciones de Florinda F. Goldberg46 l de partidaPOESA DE ISRAELAd AsssSlo un poeta ciegoSlo un poeta ciegopuede en verdad compararlas pupilas con el sol.Moja su plumaen la oscuridad,escribe en su diario:Esta maana decidrobar el fuego de los ojosde mi amada.A la entrada de la cociname clav su mirada.Mis alas se derritieron.Otra vez me conform con ensalada y huevo frito.l de partida 47POESA DE ISRAELDon mi cuerpo a la oficinaLa oficina me aguarda. La oficiname abre los prpados y se alegraal descubrir que an estoy.La oficina me roe las uascon la firme esperanza de que reaccione.La oficina mide con un termmetro baratola temperatura del formolen que estoy sumergido.La oficina consideraque tomando en cuenta mis datosfsicos y otrossoy capaz de ms.La oficina me exigemucho ms.La oficina depositami traserosobre una silla de tapizado roto.La oficina expande mis dedosa todo lo anchodel teclado.La oficina orientami ojoa la pantalla del computador.La oficina dibuja un blanco sobre la pizarray da en l con mi cabeza.La oficina me exige mucho ms.Sin ttulo, leo/formica, 50 35 cm, 201348 l de partidaPOESA DE ISRAELAd Asss (Tel Aviv, 1967). Ha publicado dos libros de poesa, Las armas de fuego (Helikon, 2009) y Nio (Helikon, 2013). Este ltimo obtuvo el Premio Nathan Ionathan de la Sociedad Israel de Autores y Msicos a manuscritos inditos en 2011. Tambin obtu-vo el Premio de Poesa Teva en el Festival de Poetas de Metula, 2013. En 2004 obtuvo el primer premio en el concurso de cuentos del diario Haaretz. Sus poemas han sido traducidos al ingls y al turco. Es director artstico del Festival Internacional de Poesa Shaar.La oficina me fija al cuelloun collar de identificacin,me tapona la bocacon billetes de bancoLa oficina me pega un rabopara que pueda sacudirlo contento.La oficina me manda a casa.La oficina me exige mucho ms.Llam a DiosGrit Dios. Y no hayDios. Pero huboDios porque yo exclamDios. Y si no hubiera Diosa quinllam? Y yo llam. GritDios. Y hubo, aun si por soloun instante, y habr. Nomorir. Todo el tiempoque yo vuelva a gritarDios.l de partida 49POESA DE ISRAEL1.No tienes carnenio, eres sangreque fluye entre las piernasde tu madrehacia el fondo de la taza.Ni una de las inyeccionesde retencin que apliquretuvo.Del embarazo slo te dejaste un bultitoen la nalga.Sin ttulo, acrlico/tela, 120 150 cm, 201350 l de partidaPOESA DE ISRAELEl especialista en abortos no sabe qu decirmira de reojoel vientre de su secretarianos receta otro exameny escribe la cuenta.8.Oht eres la madre la niaque mece una cuna con palabrasnuestro amorno se hace carne y tampocoel espritu santote ha fecundado,ni en la noche del sbado,no, en Navidad.cenamos en un restorn mexicanobarato de Miami, bendecimosla tortilla, el tequila, y nubesque sontus paalessiempre secos.Traducciones de Florinda F. GoldbergSin ttulo (detalle), acrlico/tela, 110 100 cm, 2012l de partida 51POESA DE ISRAELTali LatowickiSignos de separacinNo impondr el tiempo sobre nosotros:Fuimos. Noseremos. Nonosotras.Ya no puntuar ms distanciascon otros signos diacrticos.No hay forma en la oscuridad de abiertas faucesni existe idioma para las sealesque abandonan mis dedos la maana de enero.Pues slo es finde enero, ahora.Tajante y verde.52 l de partidaPOESA DE ISRAELEs necesario que una heladaMientras el sol sea an bello al salir y al ponersey las estrellas en lo alto no dejen de tintinear para mJ. N. BialikMi amada viaj a una tierrablanca, extranjera,el pas de los casados.Cun largo fue suviaje. Qu lejana.All trineos cruzanla sintaxis casualdel hielo en las conversaciones,y una campanilla elctricaen rtmicos destellossuaviza el dulzor de los besos.Dicen que ya no volverpero yo tiendo a no creerlo. No an. Es necesario que una helada golpee en la oquedad del pecho,que el corazn ennegrezca, que la madera de esta vigaestalle.Slo entonces desistir.l de partida 53POESA DE ISRAELTali Latowicki (1976). Investiga y edita libros de poesa y prosa. Da clases en el Departamento de Literatura Hebrea de la Universi-dad Ben Gurin del Nguev. Sus poemas han sido publicados en diversos peridicos y han sido traducidos al italiano, polaco e ingls. Camera obscura, una antologa de sus poemas en traduccin de Sara Ferrari, fue editada en 2008 en Italia (Belforte). Trata de usar palabras ms abarcativas, su primer poemario, fue editado en 2010 (Keshev-Le-Shir).El poema de la metfora errneaEs divertido: cada vez que me enamoro,siempre eres t.Chet BakerHacia la madrugada cae la lluvia.Cae como un perro viejoy ciego que deambulainquieto por las habitaciones.Ha trocado su amorque se aleja de mpor el eterno y repentino golpearsecontra muebles.No se te parece en nadani tampoco la lluviaroza tus hombrosno los que aparecen en el sueoni aquellos, que duermen lejos de aquy slo por ti me implora,como siempre, el obstinado. 54 l de partidaPOESA DE ISRAELTrabajos de la tristezaA Jaguit, en agradecimientoEn el campo de trabajo de la tristezaseveridad es el pan de la maana,cojn del dolor, cabecera en mi cama.Me cubro de nostalgia: una manta agujereadapor donde asoman los ngelesde aliento congelado.Se baan, fuera, en belleza los brazos;la piel desea y se broncea.Regresar a mi casa para la requisa nocturna,saludar tu desaparicin, temblarn mis rodillas y machacar hasta el alba en el mortero del recuerdopara erigir frgiles urbes de tristezacuyas murallas son la ira y la ansiedad.Se cierne sobre m sin incluirmelo libre de tu ausencia.Mi salvacin es tu salvacinaun cuando estamos ambas en el mundo presente.*El mundo se despoja de su belleza, se transforma en arena.Y t en adulta. De repente has saltado desde esa nial de partida 55POESA DE ISRAELa esto, y slo ella an sostiene tu mano, todava intenta,en sus ojos contina brillando la luz de aquella niaque todo lo poda, pues de su corazn todo fluacon fuerza poderosa y nada es fro ante el contacto:ni el mar, ni el fuego ni la piedra.Hechizarte, pero en tu cabellera hay hilos ya de platay est tu hogar desierto de presencias humanasy todas cuantas hechizaste ya han partidoo t te despediste de ellasy el mundo queda vaco y fraudulento.Traducciones de Gerardo LewinSin ttulo (al modo de Partially Buried Woodshed de Robert Smithson, tcnica mixta/formica, 50 60 cm, 201256 l de partidaPOESA DE ISRAELLyor Shternberg*sta es la contradiccin: amar al mundoy hablarle con poemas. Pues quin entre los humanos,mujeres con sus galas, hombres jugando al ftbol,los que visten camisas de punto y nueva piel en la primaveral maana de la plaza,perros que agitan su cola y nios que vuelan sus cometas,quin leer, aunque sea, slo un poema tuyo. El corazn se te escapa.De no haber sido por la vergenza mismahabras ya extendido los brazos y cantado,rajando el da con tus discordancias.Mas por lo menos tu amor por ellos es sincero.Te sientas en la sombra,sostienes tu libreta, la lapicera negra,le escribes a quin,esparces palabras en el viento del mundo(cometas, perros, nios que brillan bajo el soltodo el amor )l de partida 57POESA DE ISRAELLa cuchara huecaAmarte ahora, en contra de m mismo,en contra del miedo que me devora el alma con la cuchara hueca, contra el mundo que llama a destruir el cuerpo del alma de mi cuerpo con toma de otros cuerpos rehenes, contra la conciencia que baila consigo misma hasta la muerte. Todas esas danzas de la nada, todos estos intestinos ojos desperdigndose en cielos falsificados, trampas de red heladas, azuladas. Tu desaparicin es tu regalo nocturno, no porque te elija como la gran faltante o porque te desee por suave o por lejana sino porque en el extremo de tu ausencia espera tu cercano, humano cuerpo, para hacerme un espacio real en el mundo.Lyor Shternberg (Petaj Tikva, 1967). Poeta y traductor. Vive en Jerusaln, donde da clases de literatura, escritura y cine. Es egresa do del taller de escritura de la revista Helikon y curs una maestra en la Universidad Hebrea. Ha publicado tres libros de poesa, todos ellos galardonados. Traduce del ingls y se ha especializado en poesa irlandesa. Es miembro fundador del grupo literario Ktovet. En 2006 obtuvo el Premio del Primer Ministro para Escritores en Hebreo.58 l de partidaPOESA DE ISRAELSalir de los poemasQue los poemas me enseen a salir de los poemas.Contemplar bellas personas que pasan por las callesy marchar como el sol hacia tu nombre, nueva amada ma.Est sucediendo, sucede, miren, est sucediendo:es un fuego que no desprecia el kitsch.Porque si el kitsch es los clidos ojos de la nochetu cabello se extiende como nocturno vstago,entonces, por favor! que suenen los clarines! soltad palomas!Un tonto ha resuelto abjurar de lo triste,venderse por un plato de lentejas en un da de sol.Que los poemas me enseen a salir de los poemas.A vivir.Sin ttulo, acrlico y leo/tela, 120 170 cm, 2012l de partida 59POESA DE ISRAELPanViniste a m en mi sueoy com en la maana el pan que habas horneado.Alzamos nuestros prpados,descorrimos un veloy un tapiz desplazado revella baldosa faltante y la sencilla tierraque es tambinla vida.A propsito de una de las guerras1Todos somos combatientes de las divisiones del desierto,entrenados en supervivencia, fielesa los deseos que transmite la comandanciapor los canales secretos. Nuestro rumbo es sabido.El objetivo no es el nuestro pero es claroy nuestras armas se adecan, como los ojos y la piel,al bao de arena que roe lentamente la conciencia.Todos somos soldados de mirada dura,heridos de nostalgias, con almas entrenadas en arrastrarsey una fe que arde en nosotroscomo estanques de gasolina.Sbita y sola, la desolacin nos atacacomo bestia herida el corazn.60 l de partidaPOESA DE ISRAEL2Qu imagen le corresponde al hombreen el estruendo de estos ruidos?Entre la propaganda y los noticieros en vivo,el veneno de las transmisiones satelitales.Existen otros senderos caprinos,el golpe contra el molusco en la playa invernal,y hay un lugar en el que el vientono atesora en su palma un puo de metal.Pero en el universo noticioso parecieraque el natural es avanzarcon un casco en el crneo,encerrado en cajones de hierro,decidido, ofensivo, comido por los aos,sin una roca de luzsin un trino de pjaro matinal.Traducciones de Gerardo Lewinl de partida 61POESA DE ISRAELRa Weichert DormidaDuermes, tu cabeza apoyada en mis rodillascon la seguridad absoluta de los nios.La luz centellea en la pantalla.Las imgenes se suceden en silencio tejiendo una con la siguiente remotos acontecimientos.Baj la voz, para que no interfiriesela realidad con el sueo.Ahora debo permanecer en mi postura.Cualquier movimiento te arrancarade esos fantsticos parajes hacia los que has zarpado.Quizs tambin discurran en tus sueosvisiones que tu tranquilo aliento no revela.Percibo en un momento el delicado tiempo que fluye y nos rodea, se aleja de nuestros cuerposy se expande, como ondas. 62 l de partidaPOESA DE ISRAELEl fin de la poesaltimamente me he encontrado con algunos poetas que me dieron a entender que se les haba acabado el estro. Uno escribe mini-relatos, el otro redacta algo as como un epistolario. Un tercero dej de escribir literatura. En cuanto a m, se me dificulta el decidir si esta situacin comporta una amenaza de parlisis, una necesidad de aspirar versos molidos con un canuto que se tap y me asfixia o si trae una sensacin de ilimitada libertad. Ya no resulta imperioso prestar odo a aquellos ritmos que llegan desde lejanas y se aproximan lentamente hasta vestir la forma del poema, a las palabras que comienzan a infiltrarse, al conjunto que acumula una suerte de energa musical sobre el papel y adquiere significado, habla acerca de tu vida, de tu muertey de lo que has perdido y de las encrucijadas que atravesaste, errando tu camino.Sin ttulo (detalle), tcnica mixta/tela, 130 180 cm, 2011l de partida 63POESA DE ISRAELAnticuariosLas libreras viejas conservan an su magia. Cunta nostalgia en esos volmenes, en esos cuadernillos con los bordes romos, inhallables en otros sitios. Desde joven soy un adicto al contacto del polvo, un enamorado del olor del papel, un fiel amante de los tomos que se sumergieron en el tiempo sin ahogarse en l. Los mejores das de mi juventud transcurrieron en espacios estrechos, mal iluminados, entre los estantes, trepado a escaleras, en descubrimientos que me cortaban el aliento, a centmetros del techo. Hay locales cuyos dueos fallecieron. Apareci una generacin nueva que desconoce mis gustos, mis deseos. Pero esos amados huecos permanecen, por breves horas, an dispuestos para nuestras citas unilaterales. Lo que tienen que hacer es slo abrir la hoja chirriante de su puerta y permitir que desnude all dentro mi soledad, que miles de libros viejos no lograron an amortiguar.64 l de partidaPOESA DE ISRAELPoema acerca de la lenguaMe clavo una aguja en la lenguay observo cmo sangra.Ahora investigo el puntoen el que la sangre brota, clida,oscura flor purpreaen el blanco y spero campode la lengua.PoesaSiempre que lo deseote imagino aqu en mi cuarto,discutiendo acerca de aquel poema o de aquel otro. El poder de la poesareside, dices, en que un hombre olvidelmites, sobrevuele fronteras.La poesa, dices, es una fuerzaque te permite evocar a un hombremientras habla, sentado frente a ti.Ra Weichert (Tel Aviv, 1964). Poeta, traductor y editor. Ha publicado ocho poemarios. Es considerado uno de los mejores traducto res de poesa polaca contempornea al hebreo. Es editor de Keshev Publishing House desde 1997, donde publica poesa hebrea actual, poesa en traduccin al hebreo y ensayos. Dio clases de Literatura Hebrea y Escritura Creativa en la Universidad de Tel Aviv. En 2003 obtuvo el Premio del Primer Ministro de Poesa. l de partida 65POESA DE ISRAELTumba de un poetaAlgunas palabras en la marmrea lpida,lneas de tu poema.Es ley antigua que el poetasea enterrado con sus versos.Sobre la tumba un pjaro prosigue con su trino.Ha anidado en la ciudad ingente de los muertos.Lgica, carente de conciencia, la vidaborra a su paso la inexistencia prximay todo extrae su valorde la contradiccin de sus opuestos.As, ya el amor no es un acto incidentaly cesa la poesa su complacencia muda.Traducciones de Gerardo LewinSin ttulo, acrlico y leo/tela, 120 170 cm, 201268 l de partidaENSAYOLa risa como estrategia de supervivencia: Ephraim KishonRaquel CastroSe puede rer despus de haber vivido una gran tragedia? Ephraim Kishon (1924-2005) demuestra que s. Considerado el ms gran de humorista israe-l, ha sido traducido a treinta y siete idiomas y uno de sus libros, Historias familiares de Ki shon (de cuentos humorsticos) es el segundo texto en hebreo ms ven-dido en el mundo, tan slo despus de la Biblia. En estos tiempos en los que se pien-sa que slo la novela vende y que la gente slo quiere historias realistas, sobre temas solemnes, no es poca cosa. Es raro, eso s, que Kishon sea tan poco conocido en nuestro pas, donde su obra po-dra ser considerada hermana de la de Jorge Ibargengoitia por su crtica aguda pero risuea de la vida cotidiana en un pas catico. Tambin es de extraar que no sea re-editado justo aho ra que otro cuentista israel, Etgar Keret, goza de tanta popularidad, pues bien podra ser considerado su antecesor espiritual. Probablemente, el motivo de su casi total invisibili dad en esta parte del mundo se deba no slo a la propen sin mexicana a la literatura seria, sino, tambin, a que Ephraim Kishon proviene de una cultura que en realidad conocemos poco: la de los emigrados europeos a Israel. Sin embargo, valdra mucho la pena acercarse a este autor, quien fue, adems de cuentista, articulista en va rios peridicos, dramaturgo, guionista y director de cine con premios internacionales: fue nominado en dos ocasiones para los scares y obtuvo el Globo de Oro en tres ocasiones. Sin embargo, su historia no es tan humorstica como su obra, al menos no su prime-ra parte: en su primera vida, Kishon se llamaba Hoffman Ferenc y viva en Bu dapest, Hungra, donde haba nacido. Muy al princi pio no le iba mal: su padre era director de un banco y, en general, la familia tena una buena situacin econmica y una reputacin honorable. Entonces llegaron los nazis. Hoffman fue enviado a un campo de trabajo for-zado y se salv apenas de ser mandado a un campo de exterminio en Checoslovaquia. Pas los siguientes aos en diver sos escondites, pero finalmente fue a dar a un campo de trabajo sovitico, donde estuvo hasta el final de la gue rra. Cuando volvi la tranqui-lidad, se enrol en la Universidad de Budapest, donde estudi Historia del Arte y Es-cultura. Ya desde entonces escriba: en esta poca gan un premio nacional de novela y escriba una columna satrica en uno de los diarios ms reconocidos de Hungra.Con todo, se senta ajeno en su propio pas. Ajeno e inseguro: antes haban sido las l de partida 69ENSAYOpersecuciones nazis, pero para este momento la amenaza eran los soviticos, que no vean con buenos ojos a los satiristas (ni a cualquier otro tipo de opositor). Tanto as que en 1949 emigr a Israel, pas que acababa de ser fundado, sin hablar yi ddish o hebreo. Cuando lleg a Israel, no slo cambi de vida: el funcionario de aduanas que lo re-cibi pens que el apellido Ferenc era muy raro y de un plumazo se lo cambi, con to do y nombre. La nueva vida de Ephraim incluy muchos otros ajustes: en 1950 se asent en el kibbutz Kfar Hachoresh, donde trabaj como electricista, granjero, criador de caballos y encargado de la limpieza de las letrinas. Fue hasta 1951 que inici sus estudios de hebreo en la escuela local. Alumno brillante o enamorado de la lengua, lo cierto es que apenas un ao despus de haber empezado con las lecciones comenz a escribir una columna diaria, ya en hebreo, en el diario Maariv; la firmaba con el seudnimo Chad Gadja (que significa oveja) y la mantuvo durante treinta aos.Podra parecer curioso que un sobreviviente del Holocausto eligiera expresarse a travs del humor. Todava ms cuando el de Kishon no es un humor mordaz o destruc-tivo, torturado o amargo. Antes bien, se trata de un humor festivo, inteligente y crtico, lleno de amor y simpata por su patria y por su gente. Las descripciones que hace son vvidas y sealan con exactitud los vicios y defectos del gobierno y el pueblo israeles, pero tambin muestra sus virtudes, y todo con un estilo que acen ta el lado ameno de cada situacin. Por ejemplo, en su cuento Un tropel de mdicos, incluido en el libro Ar ca de No, clase turista (1964), se re un poco de s mis mo y de su tragedia durante la Segunda Guerra a causa de un dolor de estmago, a la vez que aprovecha para criti-car los hbitos de los mdicos: por la pantalla de mi mente desfilaron mi triste infancia, mis aos de labor productiva en el campodetrabajosforzadosymideclinacinperiodstica.EntoncestelefonealdoctorBlau-milch y su esposa me contest que su marido no atenda enfermos en los das impares y que de-ba llamar al doctor Gruenbutter.Al final del cuento consigue movilizar la solidaridad internacional para que enven un autntico ejrcito de mdicos, lo que despierta a su vecino y doctor de cabecera, quien le sugiere cuidar ms lo que come.70 l de partidaENSAYORaquel Castro (Ciudad de Mxico, 1976). Es guionista y narradora. Su novela Ojos llenos de som-bra obtuvo el Premio de Literatura Juvenil Gran Angular 2013. Otra muestra entraable de su humor/amor es la pelcula Ervinka (1967), escrita y dirigida por l, en la que crea a un pcaro inolvidable no slo por su ingenio y ci-nismo, o por la hermosa interpretacin del actor Haim Topol, sino porque a pesar de ser un personaje de un lugar y un tiempo muy precisos (habitante de una Tel Aviv que ya slo existe en el celuloide), es tambin un personaje universal capaz de hacernos rer, incluso aqu y ahora, de varias de nuestras propias flaquezas.En realidad, la valoracin del humor, incluso en la desgracia, forma parte de una antigua tradicin juda. De acuerdo con los estudiosos del tema, esta capacidad de rerse del propio infortunio puede verse desde los textos bblicos (hay quienes aseguran que el libro de Job es una obra humorstica), pero se ha acentuado a partir de la dis-pora y crece en los tiempos difciles, como una estrategia de autoproteccin mental. Tal vez sa sea la explicacin del genio de Kishon para burlarse de su pasado difcil y de su talento para hacer que el lector reconozca sus propias flaquezas en las de l y se anime a rer tambin. Quiz por eso Kishon lleg a ser conside rado uno de los escritores ms importantes de Israel, sin que se le encasillara como autor de subg-nero. De hecho, en 2002 se le otorg el Premio Israel, el ms importante de su pas, por su contribucin especial a la sociedad y al Estado.Aqu, donde la solemnidad parece ser antnimo del humorismo, podra no enten-derse este reconocimiento, pues el humor es visto como un arte menor (cuando bien le va). Pero la obra de Kishon fallecido en 2005 en Suiza demuestra que la risa tam-bin cumple con una la bor social, tambin es bella, tambin es arte. Y slo por eso val-dra la pena rescatarlo del olvido en nuestra lengua. Pl de partida 71CUENTOSolosnOrlando Mazeyra GuillnAntes era con cuentos. Ahora con reflexiones, desmedidos alientos y estmulos vanos; pero siempre lo hago dormir (con ayuda de esos somnferos que ya lleva aos tomando). Recuerdo ntidamente que el primer cuento, que inven-t para l, lo titul Solosn. Trataba de un perrito polica, un hermoso pastor ale-mn, que pierde a su amo en un horrible accidente y se queda solo y sin nadie, de esa redundancia su nombre se justifica como un triste vaticinio: Solosn. Tambin le con-taba historias de animales enigmticos: dragones soberbios, serpientes malignas y unicornios alados. Tendr la culpa entonces de que, de un momento a otro, le diera por escribir? Por qu todas tus historias son tan tristes, mam? fue la primera pregunta que me hizo y, quiz, la que nunca le supe responder. No lo s y me prometa a m misma imaginar historias con finales felices pa-ra las noches siguientes. Era una tarea ilusoria, porque siempre me dejaba ganar por la truculencia y los endemoniados reveses. l est ahora por cumplir treinta aos. Pero sigue aqu, pidindome que no apague la luz, comportndose como un prvulo tremendista o un anciano derrotado por el vi-cio. Yo le ruego que haga su tesis, que se titule, que la gente lo pueda llamar ingenie-ro, y que se olvide para siempre de sus frustraciones y de esa obsesin por ser escritor que lo est matando. Nos est matando! En realidad, lo que lo est matando es el alcohol. Cada da que pasa, mi hijo se pa-rece ms a su padre. Mi hermano, que es el psiquiatra de la familia, me dijo que va camino a superarlo. No voy a permitir que lo supere. Puedo permitir todo, menos eso. He aprovechado que est resfriado. Mol veinte pastillas de alprazolam y las mez-cl con su jarabe.Esto est demasiado amargo me dijo hace un instante y se recost dndome la espalda. Tengo el plpito de que intuye algo porque l siempre me mira y me con-versa; toma mis arrugadas manos y me habla de sus viejas y consabidas desazones y yo le digo que la vida es dura, que vaya al grupo (as llamamos eufemsticamente a los Alcohlicos Annimos) y que supere esa maldita enfermedad. Nunca me escucha Se parece tanto a su padre. Por qu me das la espalda, hijo? 72 l de partidaCUENTOPorque ya no puedo ms. Todava tienes a tu madre para cuidarte, no lo olvides. Quisiera que me duerman, una cura de sueo, no s, salir de esta crcel. Ya me he encargado de eso le dije sin pensar. A qu te refieres, mam? A nada, no me hagas caso me excus. Todava recuerdas aquella historia del perrito Solosn? Claro que la recuerdo, a veces pienso que yo soy ese perro. Qu tonteras dices! Creo que tienes razn: he estado pensando que lo mejor que puedo hacer para sal varme es retomar la tesis. No me interesa ser ingeniero, t lo sabes mejor que na-die, pero quiero conseguir un trabajo. Quiero salir de la casa y olvidarme de todo, de absolutamente todo!, empezando por mi pap. La tesis! S, la tesis, mam. La maldita tesis, no es eso lo que quieres? S que no vas a morir tranquila si no me titulo. Pierdo el tiempo tratando de escribir una novela que nunca me sale, leyendo libros que se me caen de las manos. Hay que ponerle un alto a todo. Quiero cambiar. Hasta podras volver a buscar a Fiorella aad como completando el ensue-o. Yo creo que si te ve trabajando volvera a tu lado, t sabes todo lo que te quie-re esa nia, porque todava te quiere! Ella ha sido un regalo del cielo. Fiorella suspir, amodorrado. No sabes cunto extrao a Fiorella. Quieres que la llame? No, mam, son las once de la noche. Djala dormir, no le ruegues que vuelva, es toy harto de que hagas eso. Entiende: ella nunca volver. Al final, yo no soy para ella ni ella es para m. Soy un solitario, no tengo a nadie, slo a ti que no eres nadie. Se call. Qu fuerte ese jarabe! exclam de pronto. Me ha tumbado, creo que no to-mar la pastilla de alprazolam S, con el jarabe es suficiente. Acomod ligeramente la almohada, se persign y empez a dormir. l de partida 73CUENTOUn sudor fro me subi por la espalda. Todava estaba a tiempo de llamar al hospi-tal o, en todo caso, tomar un taxi y llevarlo a emergencias. No todo estaba perdido, lo importante era actuar rpido y sin titubeos. De la otra recmara llegaban los ronquidos de mi marido que dorma plcidamen-te su ltima borrachera. Apoderada por el absurdo ms envolvente, dese haberle dado ese preparado a mi esposo. Pens miles de cosas en silencio, sumida en un limbo per-verso, hasta que el ladrido de un perro callejero me volvi a la realidad. Algo, haba que hacer algo cuanto antes! Atin a besarlo en la mejilla y apagu la luz del velador. A oscuras sent que la muerte se iba presentado de a poco, a cuenta-gotas. Cerr los ojos para no ver a los recuerdos saliendo de sus escondites. Me pro-met corregir el final, y empec: Haba una vez un hermoso perrito llamado SolosnOrlando Mazeyra Guilln (Arequipa, Per, 1980). Es escritor y cronista, editor cultural de la Universidad La Salle y colaborador de Hildebrandt en sus trece. Su ltimo libro, Mi familia y otras miserias, apareci bajo el sello Tribal (Lima, 2013). Publica ccin y no ccin en El Malpensante (Colombia), y otros trabajos narrativos en revistas literarias virtuales como Ciberayllu, Cervantes Virtual, El Hablador, Letralia, Hermano Cerdo, Badosa.com y Destiempos. Tambin participa en el Proyecto Patrimonio de Santiago de Chile. Ha sido incluido en las antologas Disidentes 2. Los nuevos narradores peruanos 2000-2010 (Ediciones Altazor, 2012) y 17 cuentos peruanos desde Arequipa (Biblioteca Regional Mario Vargas Llosa, 2012). Desde 2004 administra el blog . Pl de partida 75EL RESEARIOContra la vida alegreVctor CabreraJulio Csar ToledoManual de autodepresin. Gua prctica para arruinarse la vidaLa Cifra Editorial, Mxico, 2013.La primera desgracia es nacer y la segunda, no morir en el acto, declar el elo cuen-te Sileno en medio de alguno de sus tantos trances de lucidez etlica. Superados esos primeros dos inconvenientes, la existencia deviene un curso de estimulantes desazo-nes que podran resumirse de manera no menos sabia en la sencilla dialctica de vi-vir y no morir en el intento. Pero, inexorable, irremediablemente, lo sabemos, vivir mata, y en el aplazamiento de esta real y nica certeza, en el intil conjuro del ca-bal cumplimiento de su sentencia, los seres humanos fincamos la ilusoria y para-d jicamente tangible pretensin de una vida plena (o, de perdida, plana).Como el visionario mentor de Dioniso con cuyas estatuas guarda el autor un sos pe-choso parecido, Julio Csar Toledo proclama la existencia como un mal necesario si no se tuvo la infinita suerte de curarse de l instantneamente durante el parto; una prolongadsima enfermedad terminal al menos tratable de aplicarse oportunamente los consejos paliativos que sin ninguna generosidad nos regala este opsculo que pa-rece adherirse lnea a lnea al postulado de Cioran: Sobre un planeta gangrenado deberamos abstenernos de hacer proyectos, pero seguimos hacindolos, dado que el optimismo es, como se sabe, un tic de agonizante. Pero ojo: la de Toledo no es la bri-llante opacidad del misntropo rumano, sino la hipcrita camaradera de un infiltra-do que se divierte erigiendo el castillo de cartn de su falsa pesadumbre. Ms stiro hedonista que filsofo abrumado pues, como confiesa en estas pginas, en el fondo l es tambin un optimista, antes que hacer justicia a su ttulo y mostrarnos el me jor camino para autoapalearnos emocionalmente hasta la propia conmiseracin tarea que, podra apostarlo, cualquiera de ustedes, hipcritas lectores, ha llegado a culmi-nar con notable xito, Toledo asume la siempre grata misin de abofetear al lector con el percudido guante blanco de su desdn irnico para hacerle ver lo evidente: que la felicidad o mejor, la concepcin ms banal y frvola de sta es un construc-to que le impedir ser una persona normal.As, la paciente labor de Julio Csar titnica por infructuosa ser la de desmon-tar algunas de las falacias en las que se funda esa endeble construccin para tratar dep. 74: Sin ttulo, tcnica mixta/formica, 35 38 cm, 201376 l de partidaEL RESEARIOconvencer a su (no) lector ideal aquel que tras devorar ultravitaminadas sopitas de pollo para el alma no sabe por qu regurgita hbitos de gente altamente ineficien-te de que su bsqueda de dicha y plenitud est signada de antemano por la morali-na y la gazmoera de los libros de superacin personal, por el espejismo bobo de la publicidad y la mordedura voraz del consumo, por el balbuciente patrioterismo de la prensa deportiva o la quimera melcochosa del amor de tarjeta Hallmark. Su obje-tivo no es, pues, como sugiere su subttulo, arruinarle la vida a nadie, sino aligerarla de gravedad y fruslera hacindonos ver el despropsito, la necedad de una empre-sa a todas luces ridcula por desorbitada, y hacernos conscientes, como dice en su prlogo el aburrido Luigi Amara, de un da a da miserable que slo puede ir de mal en peor y arrastrarnos en su cada. [De que] La bsqueda continua, machacona, aca-so enfermiza de la felicidad es una de las principales causas de que seamos infeli-ces. En este sentido, el Manual de autodepresin de Julio Csar Toledo se inscribe en una curiosa tradicin de libros ligera y gozosamente pesimistas que buscan, a su modo, di-namitar las convenciones del deber ser, la falsa premisa de lo polticamente correc to. Ya en 1992, Charles Sherwood Dane escriba en el prefacio de su antimanual de culto Lifes Little Destruction Book (El pequeo destructivo para la vida, como se tradujo):Una oleada de consejos y buena voluntad cubren la Tierra como si fueran el halo de un ngel y nos presionan para mejorarnos constantemente y siempre hacer lo correcto. [] Son demasia-das las cosas buenas que tenemos que hacer. Esta bsqueda desenfrenada de la perfeccin amenaza con hacer desaparecer las pequeas debilidades, chifladuras y peculiaridades que hacen que nosotros seamos nosotros. Si nos vol-vemos tan slo un poco ms amables, bien portados, ms sociables, dichosos o reprimidos po-dramos terminar convertidos en una nacin de asesinos desenfrenados. Veintin aos despus, cuando la nuestra ha terminado por convertirse, justamente, en una nacin de asesinos desenfrenados, la tarda aparicin de esta obrita acaso solamente nos auxilie a distraernos por un rato de esa otra realidad asoladora que nos espera ms all del umbral de nuestras casas.Lasciate ogni speranza voi chentrate, reza el prtico del Infierno de Dante. Es-cribo este libro con la oculta y secreta esperanza de que triunfe: se venda y sea ledo, declara a la entrada de su ameno Purgatorio nuestro cnico jarocho, evidentemente menos modesto y ms ambicioso que el Florentino. Como sea, l lo sabe, eso no su-ceder. Y eso terminar por convertirlo en otro clsico desconocido. En eso radicar su xito.Vctor Cabrera (Arriaga, Chiapas, 1973). Es autor de las plaquettes Diez sonetos (2004) y Filipo contra los persas y otros cuantos epigramas (2012), del volumen de fbulas y prositas Episodios clebres (2006), y de los libros de poemas Signos de traslado (2007) y Wide Screens (2009). Coordin el volumen colectivo Una raya ms. Ensayos sobre Eduardo Lizalde (2010). Trabaja como editor de la Direccin de Literatura de la UNAM desde 2004. Fue becario del programa Jvenes Creadores del Fonca en el rubro de Poesa, y actualmente es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Pl de partida 77EL RESEARIOLas razones del coraznRodrigo MartnezLas razones del coraznArturo RipsteinMxico / Espaa, 2011Mujer ansiedad empotrada como adolescente en un silln. Mujer deseo que goza y su fre con el saxofonista que ensaya piezas en la azotea. Mujer rin que noms bronquea al marido todas las noches. Mujer interiorizada que apenas si percibe la presencia de su hija en los pasillos nada ms grises del departamento de inters social. Mujer anhelos que cuenta todo a la cmplice en la mesa de la sala. Mujer maternal, como perro de defensa, cuando grita a los embargadores para proteger sus posesiones hogareas. Mu-jer siempre en presencia en los planos medios y cerrados de la pelcula nmero trein-ta y siete de Arturo Ripstein: Las razones del corazn aborda las derivas sentimentales del ser humano para tratar en un blanco y negro lo que parece ser un estado de ob-sesin.Harta de una vida conyugal sin lujos ni sorpresas, Emilia intenta reavivar un amo-ro con un joven saxofonista. La mujer ignora a su hija menor y rie con su marido cada vez que est en casa. Mientras intenta recuperar a su amante, recibe una advertencia de embargo que amenaza la posesin de un departamento en un barrio medio de la ciu-dad. Reducida a una suerte de encierro voluntario en el edificio multifamiliar donde forj un matrimonio, Emilia slo deja de buscar al msico cuando autoridades deco-misan varias posesiones en su departamento.Con este trabajo, Ripstein y su copartcipe Paz Alicia Garciadiego, adaptaron la novela Madame Bovary, de Gustave Flaubert. Segn el director, ms all del tema del amor, el inters de esta pelcula fue aproximarse a un acontecimiento que, a decir suyo, le pareci infinitamente ms importante: la idea de morir de amor. Si bien el pretexto argumental se encuentra en la desilusin de una mujer, esta produccin del cineasta naturalizado espaol aborda las obsesiones que derivan de los males-tares cotidianos del mismo modo que en cintas recientes como La perdicin de los hombres (2000) y La virgen de la lujuria (2002).Filmada en blanco y negro en un edificio del centro de la Ciudad de Mxico, Las razones del corazn es un seguimiento de dos horas del desamor de amantes padeci-do por Emilia. Ms que una interpretacin cinematogrfica de la tragedia magistral 78 l de partidaEL RESEARIOde la literatura francesa, la resolucin visual de esta pelcula tiene la forma de un me-lodrama que mezcla rasgos del teatro y de la televisin casi con la misma estrategia que emple el realizador en El imperio de la fortuna (1986): una cmara que busca, por encima de todo, la cara de la protagonista. Subraya la presencia dramtica de la actriz principal, recurre a estereotipos, emplea dilogos rebuscados que tambin combinan modos de hablar y usa algunos gags humorsticos. A semejanza de una telenovela, la propuesta visual resta importancia al manejo del encuadre y del espacio para resaltar gestos y movimientos corporales en un ir y venir de dilogos con resonancias grandi-locuentes en espacios domsticos donde slo el alto contraste de la fotografa distin-gue a la pelcula del lenguaje televisual.Salvo por las irrupciones de los diversos personajes secundarios (el marido, el m-sico, la confidente), Ripstein concentra el desarrollo dramtico en la relacin madre e hija. Incluso en esta decisin argumental, la cmara prefiere mirar a la protagonista por encima de todo. Casi siempre en encuadres medios o primeros planos, Arcelia Ra-mrez sostiene con entereza toda una serie de registros y monlogos tratados con se-cuencias de larga duracin. Ya sea en habitaciones, salas, pasillos, escaleras o azoteas, la imagen persigue la presencia femenil y se olvida de trabajar los escenarios con todo y el sugerente contraste de la fotografa en blanco y negro de un edificio multifamiliar.Amn del esfuerzo decidido y sincero de la actriz, quien sin duda logra convertir se en la virtud del filme, Las razones del corazn no aprovecha con plenitud las posibi-lidades expresivas del espacio. Una de las cualidades de la filmografa de Ripstein, que alcanz su forma definitiva en El castillo de la pureza (1973), es que los escena rios comunicaban sentidos o estados de nimo. Ahora, en cambio, el edificio de departa-mentos no parece tener significado ni plasticidad. La puesta en escena ofrece estados anmicos inexplorados por la presencia casi permanente de personajes en el campo visual. Tiene que pasar ms de una hora para que la cmara se atreva a mostrar pasi-llos y habitaciones vacas: una elipsis antes que un temple de nimo; una pausa antes que una expresin con todo y que el campo vaco es un recurso ms que vigente en el cine mexicano contemporneo (Temporada de patos, Fernando Eimbcke, 2004). La idea de adaptar Madame Bovary a un ambiente tpico de clase media de la capital mexicana prometa numerosas posibilidades visuales, pero la pelcula nunca encuen-tra una figura de expresin cinematogrfica porque se conforma con la textura melo-l de partida 79EL RESEARIOdramtica del argumento. Quizs con el deseo de lograr un tono de stira, el equipo de direccin delega la labor de significacin a la gestualidad de Arcelia Ramrez.En una serie de declaraciones difundidas en 2011 durante el Festival de San Sebas-tin en Espaa (septiembre 29, diario ABC), Arturo Ripstein declar que no vol vera a participar en dicho encuentro cinematogrfico porque se convirti en un certamen subnormal y en vas de desarrollo. El cineasta tambin desestim a miembros del jurado como Frances McDormand (una actriz que no ha salido nunca de Pensilva-nia) y el realizador Alex de la Iglesia. Y es que al trmino de la edicin ms reciente de un encuentro donde el mexicano gan el mximo reconocimiento en dos ocasiones, Las razones del corazn no figur entre las pelculas premiadas. Pocos das despus, el director de Principio y fin (1993) se disculp en una carta pblica donde argumen-t que sus dichos provinieron del rencor. Habl la ira, dijo entonces a la prensa (octubre 4, La Jornada).Con Las razones del corazn parece que Arturo Ripstein busc una renovacin de su propuesta. Este objetivo coincide con un esfuerzo similar del realizador manche-go Pedro Almodvar. En una de sus pelculas recientes, titulada La piel que habito (2011), el cineasta espaol hizo una mezcla de gneros y estilos que, si bien result forzada, muestra una hechura diferente a pesar de que trata otra vez el tema de la ob-sesin. A diferencia del enfant terrible del cine ibrico, el director mexicano, quien tambin ha inventado varios personajes obsesivos, no busc un cambio en las cuali-dades formales de su estilo. Es posible que a ello se deba que sus cinco produccio-nes ms recientes parezcan ser la variacin de una misma idea. Esto quizs tambin explica el rencor de un cineasta que no ha vuelto a repetir momentos afortunados del cine mexicano como los que logr con las cintas El lugar sin lmites (1978) y El castillo de la pureza.Rodrigo Martnez (Ciudad de Mxico, 1982). Es doctorando en Ciencias Polticas y Sociales (Comunicacin) por la Facultad de Ciencias Polticas y Sociales de la UNAM. Ha publicado en las revistas Punto de partida, El Universo del Bho, Viento en vela, La revista y Peridico de poesa, y en espacios culturales de los peridicos El Financiero y El Universal. Es profesor de asignatura en la FCPyS y colaborador de la revista electrnica F.I.L.M.E (www.lmemagazine.mx).PPNueva poca / No. 182ISSN0188-381XNmero especial $25.00noviembre-diciembre 2013 / 182punto de partidaUniversidad Nacional Autnoma de MxicoLA REVISTA DE LOS ESTUDIANTES UNIVERSITARIOSpartidapuntodePOES A DE I SRAEL