puente fernando - todos los caminos no conducen

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Lecturas sobre las diferentes manifestaciones del poder y algunas propuestas de participacion

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  • INDICE

    - Dedicatorias y agradecimientos ..... 3Prlogo de Osvaldo Bayer ..... 4Prlogo de Luciano Drommi ..... 7Palabras preliminares ..... 9

    INTRODUCCIN ..... 11CRISIS ..... 15GLOBALIZACIN ..... 25

    3-1 INTRODUCCION A LA GLOBALIZACIN ... 253-2 GLOBALIZACION ECONOMICA ... 31

    3-2-1 DE LAS MEDIDAS .. 373-2-2 DE LAS CORPORACIONES

    TRANSNACIONALES .. 413-2-3 DEL TRABAJO .. 453-2-4 DE LOS DOS LADOS .. 473-2-5 DE LOS PROBLEMAS DE VERDAD .. 49

    3-3 GLOBALIZACION POLTICA ... 513-4 GLOBALIZACION Y ESTADO ... 563-5 GLOBALIZACION CULTURAL ... 60

    3-5-1 DE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGA .. 733-5-2 DE LA EDUCACIN .. 753-5-3 DE LA COMUNICACIN .. 783-5-4 DE LAS NUEVAS GENERACIONES .. 863-5-5 DE LOS DUEOS DE LA VERDAD .. 893-5-6 DEL INDIVIDUO .. 93

    OCURRENCIAS ..... 101A modo de eplogo ... 106Bibliografa ... 111Datos de contacto ... 112

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    1- 2- 3-

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  • Cuando de dedicatorias se trata. Alguna vez estuve conversando con un amigo acerca de escribir una nota sobre las dedicatorias. Para esto habamos planteado tomar una buena cantidad de libros de la Biblioteca y confeccionar una lista donde indicaramos autor, libro y dedicatoria. Pensamos entonces que podramos llegar a alguna conclusin. No lo hicimos, todava. An as no puedo dejar de mencionar que todo lo que hago tiene por supuesto como destinatarios primeros a todos quienes forman mi familia, a mi ahijada, a mis amigos, y este trabajo en particular, tambin a mis compaeros de Victoria. Todos ellos son quienes cada da me recuerdan quin soy.

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    Mi agradecimiento por la confianza y el apoyo

    Al Cro. Luciano Drommi

    Al Lic. Daniel R. Salazar

    Al Sr. Osvaldo Bayer

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  • LA CLARIDAD DE LA SENSATEZ *

    Por Osvaldo Bayer Ya el ttulo de esta obra nos predispone no slo a leer sino tambin a pensar, a proceder, a actuar, a criticar, a jugarnos, a debatir sin fin y con fin. A dudar pero creer en la accin hacia lo positivo que no puede ser otra cosa que la tica. Pero nada de caer en maximalismos sino en el anlisis profundo pero con consecuencia. La sensatez. Emplear todos los medios posibles de la racionalidad para llegar a la sensatez. No para resignar. Sino para sentirse en la obligacin de no quedarnos en la resignacin al ver que los bultos que nos aprietan contra el suelo son imposibles de arrojar. Lo demostraron ya los changadores del puerto a principios del siglo pasado: de las bolsas de 120 kilos pasaron a llevar 60 kilos. Pero con la lucha, con la valenta, con el deber de sentirse humanos. A pesar de la polica de Roca, de su ley 4144 de residencia, a pesar de los veintids charcos de sangre del 1 de mayo de 1909 como describe la represin antiobrera del coronel Ramn Falcn, el diario La Nacin. Pero el autor de este libro todo lo escribe con un humor limpio. Nos muestra la realidad con los anlisis de cerebros privilegiados de las academias de la bsqueda de soluciones a un mundo y siglo de hambres, desocupacin, guerras, multimillonarios, globalizacin. Punto por punto. Cientficamente. Para la reingeniera de la sensatez. Sensatez: lo nico y primordial que tendra que buscar la solucin. Sensatez ms que paraso. Claro, que tal vez para llegar a la sensatez haya que revolucionar las costumbres y la obediencia. O no. Si la humanidad fuera sensata leera las estadsticas. Y entonces dira: no, esto no puede seguir. Esas estadsticas me hacen recordar a una frase del cientfico espaol Bialet Mass, quien en 1904 (repito, 1904) hizo un informe para el ministro del Interior Joaqun V. Gonzlez, de la presidencia de Roca, acerca del trabajo en nuestro pas. Y deca algo fundamental: Me fijo en primer trmino en el indio, porque es el elemento ms eficiente del progreso e importante en el Chaco: sin l no hay ingenio azucarero, ni algodonal ni man, ni nada importante. Es l el cosechero irremplazable del algodn: nadie lo supera en el hacha ni en la cosecha del man. Solo los propietarios del Chaco miran este asunto con el mayor y ms crudo de los egosmos, pero ilustrado, seran humanitarios por egosmo, y cuidaran a los indios siquiera como a animales insustituibles para labrar sus fortunas; pero es seguro que no lo harn si la ley no lo impone y con mano fuerte. Esta frase sabia frente a la diatriba de la misma poca del presidente general Roca que, en carta al gobernador de Tucumn, le sealaba que se remplazen (sic) los indios olgazanes (sic) y estpidos que la provincia se ve obligada a traer desde el Chaco, por los pampas y ranqueles. Como se ve, Roca a pesar de haber estudiado en el colegio nacional de Concepcin del Uruguay, donde han puesto un busto de bronce de l, cometa horrores de ortografa en sus cartas. As se escribe la historia. Al valiossimo informe de Bialet Mass lo ignoraron durante un siglo, a Roca le hicieron monumentos por todos lados. Y bien, el autor de este libro, Fernando Puente, pide nada ms que sensatez, que no es otra cosa que sabidura. Pero nada de dictar ctedra. Primero nos pasea por todos los problemas del mundo actual. Y ah se pregunta algo bien esencial y primario: dnde perdimos el poder o la libertad- de decidir por nosotros mismos si es que alguna vez la tuvimos?. La pregunta bsica. Emociona al poner la palabra Libertad. La sabia palabra. Bella. Fundamental. Bsica para todo accionar. El autor primero nos mete en Ortega y Gasset, en Albert Einstein, en Ulrich Beck, en Jeremy Rifkin, Jean-Marie Guehenno, pero tambin en analistas y pensadores argentinos de la actualidad. Y se deja llevar por la antidemagogia al citar a Einstein: Podra afirmar, que gracias a Dios, la

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  • moral no puede ser substituda por el entendimiento. Claro, cuando Dios significa el armado de la Etica, que existe, a pesar de las bombas atmicas y los caones Krupp con que se la bombarde en toda la historia y se la sigue bombardeando. Y el libro se mete directamente con las preguntas sin respuestas hasta ahora, en este mundo de la muerte de nios por hambre: Puede uno como individuo- influir en un proceso global o realmente somos insignificantes?. Flor de pregunta. Pero con respuestas. Y anlisis cientfico previo. Para eso inicia la marcha con no hace falta repetir que no es fcil, hace falta repetir que es posible. Y comienza con la gran duda: Es una crisis la que estamos viviendo? Y si es as: es una crisis econmica?. Y entonces empieza el remover: cmo se originan las crisis? El contagio de las crisis es econmico, es comercial, es irracional? Y vienen las definiciones y los anlisis hasta llegar a la crisis del hombre y traer la palabra de Ortega y Gasset. Y vamos a no esquivar el bulto y gritarnos la verdad en la cara: El hombre ha estado yendo y viniendo a lo largo de su historia entre los topes del Ser y del No Ser. Estos son los cambios a los que debemos prestar atencin: los que se producen dentro del hombre. Y considerar a los otros cambios los que se producen fuera de l- tan slo como influencias, en algn caso como referente, tal vez como expresin de` o como alguna consecuencia. Claro, el camino es difcil, ms de una vez tendremos que, en el tnel, sentarnos y mirarnos en el espejo porque la pregunta radical de la historia se precisa, pues as: que cambios de la estructura vital ha habido? Cmo, cundo y porqu cambia la vida?. Y no dejar y dejarse de preguntar: en qu estriba la dificultad para salir de esta crisis?. Pero claro, la comprensin, ante todo, la comprensin ms amplia que abarque la dimensin social y humanitaria, y por tanto las hambrunas, la pobreza, la opresin, las catstrofes naturales y medioambientales y las epidemias. Puente cita a Bauman que llega a la cumbre cuando define en cuatro palabras la raz de la globalizacin que divide a la poblacin mundial en ricos globalizados y pobres localizados. Ya est. Que vengan ahora los simuladores y ganadores globalizados a pintarnos flores y jardines, les mostraramos como contrapartida un cuadro de Goya. Las citas son de una sabia irona que nos empuja a actuar, a protagonizar, a acabar con la clausura: Globalizacin es a buen seguro la palabra (a la vez eslogan y consigna) peor empleada, menos definida, probablemente la menos comprendida, la ms nebulosa y polticamente ms eficaz de los ltimos -y sin duda tambin de los prximos- aos. Y entonces el autor desde ese momento se pone con todo cuidado y verdad cientfica a desnudar el verdadero significado de la palabra mgica (para minoras) de globalizacin. Y Beck cambia el trmino globalizacin por globalismo: de los conceptos de globalizacin y globalidad se debe distinguir (y criticar) el globalismo, es decir, la ideologa neoliberal del dominio del mercado mundial. Comencemos por la UNICA VERDAD. La realidad: A la hora de los negocios el nico objetivo del capital es maximizar el retorno. Todas las facetas van pasando, hasta caer en la palabra comn del sistema: corrupcin. Y nos dice el autor en esto: durante la ltima dictadura militar la deuda externa se multiplic, y antes y despus de ese perodo tambin se acrecent. Si decimos o escuchamos- que no se sabe dnde est gran parte de ese dinero, o lo que es peor, se conocen casos en que el dinero est donde no debera estar... Y as podramos seguir con ejemplos de corrupcin un largo rato.No es entendible que los que trabajamos para vivir tengamos una sensacin de hasto? Y luego una pregunta clave para la Argentina: No incide esa corrupcin que tan bien aprendieron unos pocos- en el comportamiento de un pas?. Luego el libro aborda el captulo Medidas, que comienza con la pregunta Sirve el control de capitales? Y sigue con El tratamiento de la inversin extranjera y los otros temas fundamentales. Las diferencias que se ven en la Argentina, lo dice el autor, es que se haya trabajado tanto para no discriminar al capital financiero internacional y, por otra parte, no se

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  • haya encontrado solucin a la mortalidad infantil (ms de 50 chicos por da). Esto expresa ms que largos concilibulos internacionales. Bien, la discusin contina en todo el libro. Me entusiasmara seguir con este prlogo, pero dejemos hablar directamente al autor. Porque este libro debe provocar el gran debate. Ojal que sirva para avanzar varios metros a fin de dejar a un lado a los enfermos de poder como los designa el autor, que han perdido ya la condicin de humanos y del otro a aquellos quienes de la manera ms sencilla, estemos dispuestos a terminar nuestros das con la ms profunda conviccin de que es posible convertir a este planeta en un lugar donde la vida tenga sentido. Que es Honrar la vida. Un libro que me ha trado un placer enorme al descubrir los argumentos de la solidaridad, del coraje civil, de la preocupacin por el futuro. Del saber tomar la palabra y colocarla en el sitio justo. Entremos en sus pginas.

    * Nota del autor: El trabajo se registr originalmente con el ttulo La Reingeniera de la Sensatez (Hecho en Argentina), as fue como se lo presentamos al Sr. Osvaldo Bayer.

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  • Prlogo del editor

    Como se plantea en este trabajo, lo que dimos en llamar globalizacin es una suma de muy diversas situaciones, y la nica manera de entenderlas es revisarlas particularmente. Y necesitamos revisarlas no para intelectualizar, sino justamente porque los procesos globales afectan de mltiples maneras cada momento de nuestra vida cotidiana. Con esos procesos tiene que ver lo que podemos o no conocer, lo que podemos o no pensar, lo que podemos o no hacer. Se trata, en definitiva, de nuestra vulnerabilidad. Lamentablemente esos procesos han provocado que crezca a un ritmo alarmante la brecha que separa a la minora que puede acceder a crculos de poder y una situacin econmica privilegiada, de una mayora que no tiene acceso a condiciones dignas de vida, y millones de personas sin posibilidades de cubrir sus necesidades bsicas. Lo que hace que veamos en la globalizacin algo que cada vez ms nos afecta en formas negativas. Pero la globalizacin de los ltimos aos tiene mucho que ver con el desarrollo de tecnologas increblemente poderosas, con lo cual podemos ver ese aspecto como una herramienta. Y una herramienta es una posibilidad, y dada lo poderosa de esta herramienta, estamos frente a una posibilidad histrica. Demonizar la globalizacin es como pelear contra fantasmas, y no podemos perder de vista que las decisiones las tomamos personas de carne y hueso. Y de nosotros depende construir los escenarios positivos, las reales posibilidades que sin duda existen- de achicar las brechas entre ricos y pobres. Esto tanto en cada comunidad como a nivel mundial. Las herramientas que la tecnologa de hoy pone a disposicin son las que necesitamos utilizar cada da ms. Y son las que nos permitirn a partir de ahora trabajar en esta forma INTERACTIVA que se plantea ya imperativamente. Y debemos utilizarlas para desarrollar todas aquellas actividades que nos permitan acceder a una idea cada vez ms profunda del lugar que ocupamos, del lugar que queremos ocupar, y del lugar que ocupan los dems. Esa obligacin de recalificar los roles nos permitir proyectar todo el accionar que desde cada espacio podamos generar, lo que podamos exigir y exigirnos. Claro que al pensar en proyectos ambiciosos necesitamos trabajar con una cuota muy alta de sinceridad, y revisando a cada momento los preconceptos que, por ejemplo, nos hacen pensar que los ricos son malos y los pobres buenos. De ninguna manera ser pobre hace justicia con quienes se encuentran en esa situacin. No es bueno ser pobre como no es bueno perder el pensamiento crtico. Muchos otros preconceptos estn relacionados con los jvenes, sin embargo es observndolos y escuchndolos como podemos concluir que existen caminos alternativos para cada situacin. Nos lo han demostrado algunas veces ms respetuosamente que otras, pero sin duda las diferentes formas que encontraron para comunicarse son un contundente ejemplo. Felizmente esos jvenes estn entre nosotros. Coincido con Fernando en la gran mentira que encierra la propuesta del sistema en cuanto a proponer que pensemos que nuestra participacin individual no puede llegar a tener incidencia en ningn proceso. Por eso tenemos que tener bien presente que no hay tema que no pueda ser tratado, la sofisticacin del lenguaje no puede alejarnos del entendimiento, ni las ideas ni las opiniones merecen ese castigo.

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  • Todo se puede modificar en beneficio de la humanidad, si con franqueza pensamos en la sustentabilidad del planeta y lo que les tocar vivir a las generaciones venideras. Es por eso que las redes que estamos tendiendo deben involucrar a todos los actores, para que nos acerquemos cuanto nos sea posible a la libertad de expresin y con ello, a una participacin equitativa. En una sociedad democrtica tenemos el derecho y el deber de acceder a una informacin veraz y clara; y el rol de los medios masivos de comunicacin est hoy distante de aquella famosa trada que se haban propuesto: informar, entretener, Y FORMAR. Por eso tambin el trabajo en conjunto ser el que nos ayudar frente al riesgo de fomentar un falso xito, que terminar en la decepcin y el camino del fracaso. Ocuparnos de conocer la situacin del otro, sobre todo de aquellas personas que estn en inferioridad de condiciones, no se trata ya de pseudo solidarizarse, ni tiene que ver con emotivos programas de TV. La fraternidad y la empata hoy, y creo que as debi ser siempre, tienen que ver con la sensatez. Con la publicacin de este trabajo pretendo dejar claro el compromiso de participar cada vez ms activamente en cuanta actividad social me sea posible. Y con esta en particular, tomo parte en la iniciativa de promover el ejercicio de participar a travs de la opinin y el debate. Podr equivocarme al hacer, pero no estoy dispuesto a no hacer. Creo que estamos dando un paso importante, pero necesitamos que las mejores voluntades nos acompaen para juntos hacer realidad el proyecto que incluya a todos. Siento que ese momento no est lejos. Luciano Drommi

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  • PALABRAS PRELIMINARES Se nace o se hace?. Despus de repasar el largo camino que han recorrido estas lneas casi no se ve el origen, por lo que no resulta sencillo explicar el sentido de pensarlas plasmadas de este modo. La idea comenz con unas diez pginas que tenan como propsito reunir algunos compaeros para conversar acerca de las diferentes implicaciones de la tan (mal) mencionada entonces globalizacin. La intencin tena que ver con poner de manifiesto que era y sigue siendo, claro- un tema (s) frente al que no tendramos que hacernos los distrados. Deca entonces que ...cada vez ms estamos siendo afectados hasta en los ms mnimos detalles de la cotidianeidad. Busqu entonces autoridad intelectual en los diferentes autores de diferentes estratos, que se ocuparon de diferentes temas, en diferentes pocas y en distantes lugares, e intent ligar sus pensamientos para fundamentar la relacin que puede tener un suceso que desconocemos (en un lugar que desconocemos, etc.) con algo tan trivial como nuestro desayuno, con nuestras horas de reposo, o con la formacin del futuro de nuestros hijos. Di por finalizado ese trabajo en noviembre de 2001, antes de los lamentables sucesos. Al releerlo se puede observar que muchas de las profecas se cumplieron, y eso tal vez es lo que ms ayuda a la propuesta de participar que se formula. Desde aquel punto y aparte esos pensamientos fueron siendo esos pensamientos y su circunstancia. Divina circunstancia!!! Eje principal de toda esta cuestin: ninguna historia relatar tu propia circunstancia. No tiene vida propia la historia, sino los rasgos de la intimidad de quien la registra. Ese tal vez sea el mayor riesgo (desafo) de esta propuesta. Des-cubrirse. De nuestra participacin en la generacin de datos de maana depende un poco el futuro. (y hago hincapi en la figura del laburante, en sus infinitas circunstancias). Entiendo (estoy muy convencido) que quien escribe la historia, de una manera contundente, est haciendo la historia. Ya que solo eso sobrevivir, con infinitos matices desaparecidos en ningn recuerdo. La historia de los grandes descubrimientos est sostenida (enmarcada) por infinitas situaciones intrascendentes. Entre esas est mi propia historia, y pretendo defenderla. Pero qu curioso, no puedo hacerlo solo. Y se me ocurre que hasta ahora nadie pudo. Los que trabajan, los que buscan, los que intentan, los que ganan o pierden una lucha que s libraron, tienen su propia historia. Y a esas personas pretendo acercarles esta propuesta, donde las Ocurrencias no estn para decir, sino para averiguar. Esas personas tienen mucho para decir y eso es importante para todos. Y no estoy dispuesto a esperar a que vengan a contrmelo, por eso salgo a preguntar. Y esta es la mejor forma que encontr. La idea aproximada sera entonces proponer pensar (en) las circunstancias durante las circunstancias, no esperar el momento en que ya no importe, del mismo modo. Deca de alguna manera que necesitaba salir a preguntar, esto es, necesitaba vivenciar la presentacin de la propuesta, los rechazos y las aceptaciones, las sorpresas agradables y algn

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  • desengao, los pequeos-grandes descubrimientos. La tan mentada devolucin, el viento que te indica que ests en movimiento. Y tal vez los caminos que se pueden recorrer en estas lneas darn una ms acabada imagen de un pliegue de la misma historia. Aquel punto y aparte que mencion antes no fue ms que el inicio de la puesta en marcha del sitio web LA OPININ DE LA GENTE, del que dejo entonces para el final los comentarios. Esta no es una propuesta masiva, a pesar de las apariencias. Pero eso va para otro momento. Como se suele decir en algunos espacios: son micropolticas de accin molecular. Pero finalmente, cambia en algo el ocano despus de un chaparrn?, definitivamente, s. F. P.

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  • 1- INTRODUCCION Se preguntaba Jos Ortega y Gasset: Ya veo que hay ciertos hombres que se ocupan en averiguar el ser de las cosas: el matemtico, el fsico, el bilogo, el historiador, el filsofo son los intelectuales. Pero yo no pretendo sino ser un pobre hombre que se ha encontrado teniendo que vivir sin que se le haya consultado antes de nacer. Por qu tengo obligacin de ser intelectual?1 Y a la vez se responda: Lo esencial del hombre es no tener ms remedio que esforzarse en conocer, en hacer ciencia, mejor o peor, en resolver el problema de su propio ser y para ello el problema de lo que son las cosas entre las cuales inexorablemente tiene que ser. Esto: que necesita saber, que necesita quiera o no afanarse con sus medios intelectuales, es lo que constituye indubitablemente la condicin humana. El hombre no se ocupa en conocer, en saber simplemente porque tenga dotes cognoscitivas, inteligencia, etctera, sino al revs, porque no tiene ms remedio que intentar conocer, saber, moviliza todos los medios de que dispone aunque stos sirven muy malamente para aquel menester.2 Estamos viviendo otro momento, otra poca, otra situacin. Pero en todos los tiempos existieron y existirn aquellos que se pregunten. Ms an en poca de crisis. De ah que inducir al hombre a no pensar no es otra cosa que ir en contra de la verdad: pienso, luego existo, ir en contra de su ser. Y algo de esto est pasando. Lo que dijo Ortega y Gasset fue por el 1933. En el 2001, el Dr. Roberto Gargarella Profesor de Teora Constitucional Universidad de Buenos Aires / Universidad Di Tella- cuestionaba: Pareciera que todas las decisiones que hoy se toman en materia econmica resultan tanto en sus contenidos cuanto en sus formas- extraas a lo que cualquier demcrata sensato podra aconsejar (...) Desde su nacimiento, estas concepciones republicanas entendieron a la economa como dependiente de previos acuerdos colectivos (...) los republicanos insistieron con una misma lnea argumentativa: la organizacin econmico- social de la comunidad deba ser el resultado del autogobierno colectivo, a la vez que deba encontrarse al servicio de dicho autogobierno (...) mostraba estar bien justificada, al apoyarse en uno de los principios fundacionales de la modernidad: que las personas nacen libres e iguales (...) Hace aos que en la teora se discute acerca de la crisis de representacin (...) Y lo cierto es que los mejores autores que se ocuparon de la materia no han conseguido, todava, dar una respuesta contundente a sus interrogantes iniciales (...) Aquel principio bsico que nos enseaba que la voz de cada persona deba ser considerada igual que la de cualquier otra, aparece dejado de lado. Hoy todos sabemos que nuestra opinin cuenta muy poco a la hora de decidir cada nuevo plan de ajuste. Sabemos tambin que, para bien o para mal, la opinin que esta noche (cualquier noche) se forme algn inversor, algn gur econmico, o algn extrao tenedor de bonos acerca de nuestra economa, ser mucho ms relevante y decisiva que la que tengamos millones de ciudadanos al respecto (ciudadanos que, obviamente, vamos a vernos directamente afectados por las decisiones en juego) (...) Sorprende, en definitiva, que no se advierta, como ha ocurrido en otros campos, la grave tensin que existe entre el modo en que son concebidos los programas econmicos y cualquier entendimiento decente sobre lo que significa vivir en democracia.3

    1- Jos Ortega y Gasset En torno a Galileo. 2 - Jos Ortega y Gasset Obra citada. 3 - Dr. Roberto Gargarella Nota de Pgina 12 28/08/2001

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  • Libres e iguales, deca el Dr. Gargarella. Y acerca de la libertad, se preguntaba Fromm: Qu es la libertad como experiencia humana? Es el deseo de libertad algo inherente a la naturaleza de los hombres? Es la libertad ausencia de presin exterior o es tambin presencia de algo? Y, siendo as, qu es ese algo?.4... Y las preguntas acerca de la libertad casi completaban la pgina. En cuanto a la igualdad, me vino a la memoria lo que ordenaron escribir los pintorescos cerdos de la granja de Orwell: Todos los animales somos iguales, pero algunos somos ms iguales que otros.5 Sobre qu se pregunta la gente? Sobre la libertad y la igualdad? Sobre la justicia, y segn esto, sobre lo que les corresponde? Sobre la felicidad, o sobre qu cosas significaran felicidad? Sobre cmo debera ser la vida, o cmo estara mejor el mundo? Nos preguntamos siempre o solamente en pocas de crisis? Se pregunta el hombre sobre la justicia cuando le toca vivir la parte de la vida en que no necesita nada ms de lo que tiene, o solamente nos preguntamos aquellos que estamos del otro lado? El Dr. Gargarella manifestaba en su artculo una evidente disconformidad con la situacin. A m se me ocurri incluso que estaba indignado y que senta impotencia. Sobre todo cuando manifestaba su molestia porque otros decidieran por l. O por millones de ciudadanos. Repasando nuestra Constitucin Nacional, puedo imaginar los feos sentimientos de un profesor de Teora Constitucional, una persona que est formando profesionales a los que les ensea una Constitucin al tiempo que reconoce que no se aplica. Sin ser profesor de la Universidad, al leer por ejemplo- los artculos 14 y 14bis, donde se establece el derecho a trabajar, y en condiciones dignas, etctera, cualquiera y todos- debieran sentirse indignados e impotentes. Esto vale para gran parte de la Constitucin. Qu est pasando con esos millones de ciudadanos que no pueden decidir su propia vida? No son libres de decidir? Por qu dicen o decimos- que otros deciden y mal- por nosotros? Y si fuera as, por qu lo permitimos? Dnde reside el poder que les permite actuar de esa manera? O, desde nuestro lado, dnde perdimos el poder o la libertad- de decidir por nosotros mismos si es que alguna vez la tuvimos? Siempre fue as, o solo en pocas de crisis? Luego viene la lectura, luego los anlisis, luego las comparaciones con las conclusiones que arrebatamos a las situaciones cotidianas. Luego, slo por un instante, entendemos toda la filosofa que guardaba la respuesta de Scrates al Orculo de Delfos: HOC UNUM SCIO: NIHIL SCIRE (Esto solo s: que no s nada). Pero inmediatamente vuelve Don Ortega a recordarnos que el hombre piensa por necesidad. Y no por necesidad de sobrevivir mediticamente, sino por sobrevivir como especie. A todo esto, qu dice la gente? Sin duda, la mayora dice que estamos mal, que esto no puede seguir as. Al mismo tiempo, creo que la mayora espera que de la clase dirigente surja una salida a esta crisis, que aparezca el mapa con el rumbo correcto. Escucho decir: En qu manos estamos!, Dnde vamos a ir a parar!. Tambin escucho, en otro sentido, manifestar la esperanza de que aparezca un lder, que por supuesto tiene casi todas las caractersticas de un sper hroe. No dejan de hacer su aporte aquellos que castigan a la juventud que no quiere hacer nada, que lo quieren todo servido, sin saber lo que quieren castigar en realidad. Tal vez estn emparentados con los que sostienen que la culpa es de los que nos dejaron un pas en

    4 - Erich Fromm El miedo a la libertad. 5 - George Orwell Rebelin en la Granja.

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  • ruinas. Sigue una lista con culpables: potencias internacionales, imperialistas, el poder financiero internacional, etctera. Con respecto a lo que dice la gente opinaba don Ortega: Ese mundo de las creencias colectivas que se suele llamar las ideas de la poca, el espritu del tiempo, tiene un peculiar carcter que no tiene el mundo de las creencias individuales, a saber: que es vigente por s, frente y contra nuestra aceptacin de l. Una conviccin ma, por firme que sea, slo tiene vigencia para m. Pero las ideas del tiempo, las convicciones ambientes son tenidas por un sujeto annimo, que no es nadie en particular, que es la sociedad. Y estas ideas tienen vigencia aunque yo no las acepte, esa vigencia se hace sentir sobre m, aunque sea negativamente. Estn ah, ineludiblemente, como est ah esa pared, y yo tengo que contar con ellas en mi vida, quiera o no, como tengo que contar con esa pared que no me deja pasar a su travs y me obliga a buscar dcilmente la puerta o a ocupar mi vida en demolerla. Mas esta sociedad a la que me entrego implica que previamente he renunciado a mi soledad, que me he embotado y cegado para ella, que huyo de ella y de m mismo para hacerme los otros. Mis opiniones consisten en repetir lo que oigo decir a otros. Pero, quin es ese o esos otros a quienes encargo ser yo? Ah!, nadie determinado: Quin es el que dice lo que se dice? Quin es el sujeto responsable de ese decir social, el sujeto impersonal del se dice? Ah!, pues... la gente. Y la gente no es ste ni aqul la gente es siempre el otro que no es precisamente ste ni aqul es el puro otro, el que no es nadie. La gente es un yo irresponsable, el yo de la sociedad o social. Y al vivir yo de lo que se dice y llenar con ello mi vida, he sustituido el yo mismo que soy en mi soledad por el yo-gente me he hecho gente. En vez de ser mi autntica vida me la desvivo alterndola. He aqu cmo hoy nos aparecen bajo nuevo cariz esos dos modos de la vida que son la soledad y la sociedad, el yo real, autntico, responsable, y el yo irresponsable, social, el vulgo, la gente. Y de hecho nuestra vida va y viene entre ambos modos.6 Es cierto, estas verdades de la gente estn ah, son una pared que no podemos negarnos a ver. Pero tambin es cierto que esas verdades se modifican en el tiempo. Cmo se modifican? por qu se modifican? y quin decide las modificaciones? Hay que tener en cuenta que las cosas que dice la gente no surgen en su totalidad de la gente. Existe todo un sistema -que luego veremos- que busca permanentemente cmo hacernos sentir insignificantes. Todo un trabajo para convencernos de que los problemas del mundo de hoy son demasiado complejos para el hombre comn. Pero qu hacemos entonces? cmo seguimos disimulando nuestra indignacin e impotencia de la que hablamos? hasta dnde vamos a participar con nuestra inaccin- de la construccin de este mundo tan hostil y con un futuro tan oscuro? No tenemos ms opciones, y no tenemos ms tiempo. Personalmente, no quiero creer que esto es lo normal. No quiero creer que est bien que nos quejemos mientras esperamos que alguien encuentre la solucin. No quiero acostumbrarme. No quiero entender que lo normal es que la gente sufra y que los chicos se mueran de hambre. Y que adems, eso ya no nos afecte. Entonces, si veo una realidad que nos est pidiendo a gritos que hagamos algo, si creo que las cosas se pueden y deben- cambiar. Si creo que esta sociedad, este mundo y esta vida que nos toca vivir pueden ser mejor, si decido incorporar ese sueo a mi vida y llevarlo dentro por siempre. Por dnde comienzo? Por hacer preguntas. Tantas como sean necesarias hasta que las repuestas me convenzan. Estamos realmente confundidos, enojados con nosotros mismos, angustiados y sin presentir siquiera un futuro mejor. Es esto una crisis? Qu es una crisis? La crisis de la que hablamos, tiene que ver solamente con el aspecto econmico? 6 - Ortega y Gasset Obra Citada.

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  • Cul es la relacin con la globalizacin? Qu es la globalizacin? Tambin la globalizacin tiene que ver slo con la economa? Participamos en el proceso de globalizacin o solamente somos espectadores? Como pas, somos tan vulnerables que nos sacudimos cuando una maceta se cae de un balcn en un pas que ni siquiera conocemos? Qu rol desempea el Estado-Nacin en este nuevo esquema? Para ese rol, es posible y necesario- definir nuevas reglas polticas? Puede uno -como individuo- influir en un proceso global, o realmente somos insignificantes? Existen de verdad unos pocos poderosos que manejan el mundo? Existe alguna forma de relacin entre los que estamos a uno y a otro lado de la globalizacin? Si el mundo de maana es totalmente distinto, cmo se define la forma de educar a nuestros hijos? Cmo es la nueva cultura del nuevo mundo? Si cambian las definiciones de cultura, cambian tambin las formas de comunicarse? Formulo estas preguntas porque como trabajador- creo en la participacin. Seguramente alguien que lea este trabajo dir que no es ms que mi opinin personal. Y Yo estar entonces completamente de acuerdo. Por eso aclaro que soy plenamente consciente de la cantidad de material que an desconozco y desconocer siempre. No pretendo con estas lneas y esto quedar claro, espero, al final- ofrecer ninguna solucin concreta a ningn problema concreto. Pero estoy convencido de que, an corriendo el riesgo de equivocarme en mis apreciaciones tanto por mis limitaciones personales como por lo que corresponde a la naturaleza humana- no debo, ni quiero, eludir mi obligacin moral de participar. En cuanto al resultado, como deca Einstein: El xito, cuando se trata de estas cosas tan importantes, no es cuestin de sabidura o de astucia, sino de honradez y confianza. Podra afirmar que, gracias a Dios, la moral no puede ser substituida por el entendimiento.7 Dicho lo cual, contino: NO HACE FALTA REPETIR QUE NO ES FACIL, HACE FALTA REPETIR QUE ES POSIBLE. Esta frase, que desde hace tiempo repito, fue el bastn que me acompa antes y durante- de comenzar este trabajo. Para m, pronunciarla en voz alta tiene sentido. 7 - Albert Einstein - Poltica y pacifismo.

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  • 2- CRISIS Sin duda estamos atravesando un tiempo difcil, complicado. Y el tiempo que ha transcurrido desde que comenzamos a decir hay algo que est mal es mucho. Y las cosas desde entonces siguen mal, y por lo que se puede percibir, empeoran. Se podra decir que es un tiempo extrao. Extrao le resulta a los mayores ver tantas diferencias con los ms chicos, al punto de llegar, en muchos casos, a no encontrar la forma de comunicarse. Extraas nos resultan situaciones cotidianas, como observar la forma en que algunas personas canalizan una suerte de bronca, de angustia, de mal-estar. Desde increbles depresiones hasta discusiones absurdamente ardorosas por motivos que ya en el medio de la situacin perdieron todo sentido. Extraos nos resultan los rostros de la gente y extraos nos llegamos a sentir ante actitudes que nosotros mismos adoptamos muchas veces. Extrao nos resulta dudar acerca de lo que est bien y lo que est mal, extraas nos resultan las relaciones con los dems. Extrao nos resulta el mundo. Y frente a este mundo extrao, frente a las cosas que empeoran, frente al tiempo que transcurre tan velozmente y frente a los cambios que se suceden vertiginosamente, sencillamente, no sabemos que est pasando, y por ende, no sabemos qu hacer. Deca Ortega: No sabemos lo que nos pasa, y esto es precisamente lo que nos pasa, no saber lo que nos pasa: el hombre de hoy empieza a estar desorientado con respecto a s mismo. Tal es siempre la sensacin vital que se apodera del hombre en las crisis histricas. La descripcin que Ortega hace de la situacin a la que denomina crisis histrica- es asombrosamente adaptable a la situacin que vivimos hoy, casi un siglo despus. Pero si bien la historia tiene sus ciclos, no podemos des-conocer que son las caractersticas del hoy las que nos diferencias del ayer y del maana, caractersticas o entorno- que hacen a la singularidad histrica de cada momento. Por lo que considerando las definiciones de Ortega una excelente referencia, formularemos las preguntas en funcin a lo que hoy contamos como entorno. Lo que dice la gente hoy es confuso, tan distintas son las expresiones como tantas fragmentaciones se pueden observar en nuestra sociedad. El nico punto en el que parecera coincidir la mayora de la gente es en la creencia de que con dinero solucionara todos o casi todos- sus problemas. Por eso la pregunta: Es una crisis lo que estamos viviendo? Y si es as: es una crisis econmica? CRISIS ECONOMICA (O FINANCIERA) Veamos entonces si de eso se trata. Comenzando por su historia, nos cuenta el Sr. Ferrer, hablando de procesos especulativos: Los que la historia recuerda como los ms clebres son el de los bulbos de tulipanes en Amsterdan a principios del siglo XVII y, un siglo ms tarde, el de los billetes emitidos por el Banque Royale en Pars y el de la llamada Burbuja de los Mares del Sur en Londres.

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  • En los tres casos, la euforia especulativa fue extraordinaria y dio lugar a situaciones disparatadas. En el caso de los tulipanes, en 1636, un bulbo lleg a cotizarse entre 25.000 y 50.000 dlares. En del Banque Royale, la emisin de billetes para financiar el dficit fiscal contaba con el respaldo e los supuestos yacimientos de oro de la regin de Lousiana en el Nuevo Mundo. En cuanto a la Burbuja, la South Sea Company consolid la deuda pblica ingresa a cambio del privilegio de emitir acciones respaldadas por el monopolio de la explotacin de supuestas riquezas del Nuevo Mundo. Las cotizaciones de los tulipanes, billetes y acciones subieron vertiginosamente hasta que se instal el pnico y el derrumbe de las cotizaciones, dejando un tendal de damnificados. Entre estos ltimos figura Sir Isaac Newton. Poco antes de entrar a especular en los papeles de la South Sea Company, Newton haba dicho: Yo puedo medir el movimiento de los cuerpos celestes, pero no la estupidez humana. La misma que lo llev a perder 20.000 libras de la poca (un milln de dlares de hoy) cuando estall la burbuja (...) Estos acontecimientos, que conmovieron a las principales plazas de la poca, se vieron, sin embargo, limitados a las fronteras de sus respectivos mercados. La repercusin en otros pases fue escasa.8 Es importante tener esto ltimo en cuenta a la hora de establecer las diferencias con lo que sucede hoy, con un entorno distinto. El economista Martn Redrado menciona un par de definiciones: - Raymond Goldsmith en La Trampa dice que una crisis es un deterioro agudo, breve y

    ultracclico de todos o la mayora de los condicionadores financieros. - Paul Krugman. Una crisis es la manera brusca que tiene el mercado de decirle a un pas que

    su poltica econmica no es sostenible. Su manifestacin ms concreta es el retiro masivo de capitales.9

    CCooiinncciiddee ccoonn KKrruuggmmaann eenn ccuuaannttoo aa qquuee uunnaa ccrriissiiss ffiinnaanncciieerraa::

    es un retiro masivo de capitales de un pas. Y en cuanto a lo que esto implica, dice: Para la mayora de los individuos y naciones del mundo, el crdito representa su nica chance de crecer. Una crisis financiera es, sobre todo, una crisis de confianza. Si uno debe y, adems, necesita seguir endeudndose para mantenerse en desarrollo, lo peor que le puede pasar es que quienes tienen capital de digan. Seor, no creemos ms en usted. Nos vamos con nuestro dinero a otra parte. COMO SABEMOS, CONCRETAMENTE, CUANDO SE INICIA UN PERIODO DE CRISIS? Un proceso de desconfianza tiende a manifestarse con una huida de la moneda local por parte de los inversores, que tratan de sustituirla por la divisa extranjera que perciban ms fuerte. Es lo que denominamos corrida cambiaria. Luego, se generaliza el retiro de depsitos y otras colocaciones del sistema financiero local, algo que se conoce como corrida financiera. Por ltimo se produce un repliegue de los fondos que financian al sector pblico. Esto es una corrida fiscal (...) Toda crisis es una crisis de confianza: el pblico desconfa de que sus activos financieros estn seguros, y por lo tanto los reclama en el acto y trata de ponerlos en un lugar seguro o de convertirlos en un activo al que perciban ms seguro, como el dlar (...) La nica manera de recomponer la confianza es proveyendo dos pruebas irrefutables de solidez: caja y aval. Es decir: suficiente liquidez y suficientes garantas para contrarrestar la desconfianza general. COMO SE ORIGINAN LAS CRISIS? Redrado sostiene que: las crisis pueden originarse por - Debilidad en los fundamentals (principales indicadores econmicos y financieros), ya sea en el

    frente fiscal, en el financiero o en el externo. - Por cambios bruscos en las expectativas de los inversores (profeca autocumplida). - Por contagio. QUE SON LOS FUNDAMENTALS?

    8 - Aldo Ferrer Historia de la Globalizacin II 9 - Martn Redrado Cmo Sobrevivir a la Globalizacin.

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  • - El frente fiscal. - El frente financiero. - El frente externo.

    El frente fiscal tiene que ver con la cantidad de dinero que tenemos a nuestra disposicin. En resumen, cuidar el frente fiscal es no gastar ms dinero del que se recauda. Frente externo Es el resultado positivo o negativo- de las compras y ventas (importaciones exportaciones) realizadas con el exterior. Dice Redrado que si descuidamos este frente: Tarde o temprano, la economa ajustar. Y lo ms probable es que lo haga en forma traumtica: crisis de la balanza de pagos. Frente financiero Cuidar el frente financiero es, entonces, contar con capital suficiente para hacer frente a la situacin cuando se produce ese retiro masivo de fondos. Un detalle importante es que la experiencia indica que basta presentar debilidades estructurales en slo uno de los tres frentes para que la crisis se pueda abrir paso: una cadena es tan dbil como el ms dbil de sus eslabones. En sntesis, para que un pas resulte inmune a una crisis, es condicin necesaria aunque no suficiente que cuente con un sistema financiero slido, una posicin fiscal controlada y una situacin externa que garantice el equilibrio intertemporal de la balanza de pagos. CONTAGIO DE UNA CRISIS Y VAS DE TRANSMISION. Dice Redrado que 1929 (ao en que se produjo el crack burstil), era un tiempo en el cual los pases haban comenzado a intercionalizarse, pero los shocks financieros todava eran vistos como fenmenos aislados, no exportables (...) Producto de la globalizacin y del progreso tecnolgico, que permiten transferir millones de dlares de una plaza a otra mediante una simple orden a la computadora, la situacin es hoy claramente diferente. La posibilidad de que una crisis salte caprichosamente de un pas a otro ha sido definida cono contagio. Y distingue tres grandes vas de transmisin:

    1- EL CONTAGIO ECONOMICO 2 - EL CONTAGIO COMERCIAL. 3- EL CONTAGIO IRRACIONAL.

    1 Contagio econmico. De cada nacin se puede hacer un identikit macroeconmico. La situacin fiscal, el crecimiento econmico, la inflacin, el desempleo, el sistema financiero y el equilibrio externo conforman el esqueleto de un pas. Los inversores tienden a usar ese identikit para individualizar potenciales plazas riesgosas. Un ejemplo clsico de la va macroeconmica de contagio es el efecto que el tequila tuvo sobre la Argentina. 2 Contagio comercial En el mercado global, el esquema se complica. Nadie hace operaciones con un solo pas; cada nacin tiene varios socios comerciales, y, a travs del comercio exterior, todos resultarn

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  • mutuamente afectados con las decisiones monetarias de cada uno. Por otra parte, la balanza comercial (la diferencia entre exportaciones e importaciones, expresada como porcentaje de la produccin total de un pas) es uno de los indicadores que los organismos de crdito y la comunidad de inversores internacionales tienen en cuenta a la hora de calificar la solidez de los pases, por lo cual una asimetra monetaria puede retroalimentarse y generar un peligroso efecto cascada. 3 - Contagio irracional. La teora econmica habla de contagio irracional como el proceso por el cual una situacin crtica puede transmitirse de un lugar a otro, an sin que parezca haber motivos reales para que se produzca tal transmisin. Para que haya una fuga irracional de capitales, tiene que haber existido antes una concentracin irracional de capitales. Pero esa concentracin slo puede haberse dado si existi, aunque sea vagamente, un mnimo atisbo de lgica para tanto entusiasmo. ALGUNAS CONCLUSIONES - Tras la globalizacin, y por efecto del contagio, un colapso bancario en Indonesia puede provocar menores ventas de automviles en Brasil. La crisis puede transmitirse por identificacin macroeconmica, por vnculos comerciales, o simplemente por la aparente irracionalidad de los inversores (...) - El contagio irracional puede ser devastador en sus inicios, sin discriminar entre mercados solventes e insolventes, pero sus efectos sern efmeros si el pas en cuestin no presenta grandes disturbios reales (...) - En cambio, tanto la va comercial como la macroeconmica, fundadas en alguna debilidad real del pas infectado, podrn tener un impacto geogrfico ms acotado, pero a la vez ms duradero (...) - En consecuencia, an en un mundo globalizado, la sensatez de las polticas nacionales sigue dando sus frutos. A la larga... la macro importa (...) - Cada va de contagio exige su propio mecanismo de profilaxis. Las precauciones tomadas para el contagio irracional no sirven para el macroeconmico o el comercial y viceversa (...) - El contagio macro obliga a no descuidar ningn frente. No basta con tener casi todo en orden: aunque se demuestre fortaleza en dos de los tres grandes frentes, la debilidad del restante ser suficiente para convertirse en la puerta de entrada de una crisis externa (...) - El contagio comercial exige repartir las exportaciones por regiones y por productos (...) - Por ltimo, es difcil prevenir unilateralmente la posibilidad de un contagio irracional. Caja y aval es todo lo que pueden conseguir las autoridades de un pas emergente para protegerse. La solucin definitiva exige una redefinicin por parte de las grandes potencias de las reglas de juego del mercado financiero internacional, incluyendo una reforma de los organismos supranacionales y una mejora en la calidad de informacin.10 Es importante conocer estos conceptos de crisis financieras para entender el por qu de algunas medidas sino todas- que se tomaron en nuestro pas en cuanto al tratamiento del mercado de capitales. Luego nos preguntaremos acerca de esas medidas, sus actores y sus consecuencias. Pero si bien la economa como ciencia parece haber cobrado gran importancia en el mundo de hoy, no podemos dejar de observar que la administracin de los recursos materiales tema que precisamente trata- depende de un orden superior, que tiene que ver con las distintas formas culturales que el hombre fue desarrollando como ese conjunto de soluciones al dilema de la vida. Ampliando entonces el espectro, vemos que el hombre carece de soluciones en ms de un sentido. No es la economa, por tanto, la que est en crisis, sino el hombre. 10- Martn Redrado Obra Citada.

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  • LA CRISIS DEL HOMBRE. Continuando con Ortega y Gasset: El concepto de crisis histrica se refiere a lo que la vida histrica tiene de cambio. La crisis es un peculiar cambio histrico. Nos encontramos con dos formas de cambio vital histrico: 1- Cuando cambia algo en nuestro mundo. 2- Cuando cambia el mundo. Esto ltimo, hemos visto, acontece normalmente con cada generacin. Ahora nos preguntamos qu tiene de especial el cambio de mundo que llamamos crisis histrica. Lo normal es que a la figura de mundo vigente para una generacin suceda otra figura de mundo un poco distinta. Al sistema de convicciones de ayer sucede otro hoy con continuidad, sin salto; lo cual supone que la armazn principal del mundo permanece vigente al travs de ese cambio o slo ligeramente modificada. Eso es lo normal. Pues bien: hay crisis histrica cuando el cambio de mundo que se produce consiste en que al mundo o sistema de convicciones de la generacin anterior sucede un estado vital en que el hombre se queda sin aquellas convicciones, por tanto, sin mundo. El hombre vuelve a no saber qu hacer, porque vuelve a de verdad no saber qu pensar sobre el mundo. Por eso el cambio se superlativiza en crisis y tiene el carcter de catstrofe. Es un cambio que comienza por ser negativo crtico. No se sabe qu pensar de nuevo slo se sabe o se cree saber que las ideas y normas tradicionales son falsas, inadmisibles. Se siente profundo desprecio por todo o casi todo lo que se crea ayer, pero la verdad es que no se tienen an nuevas creencias positivas con que sustituir las tradicionales. Como aquel sistema de convicciones o mundo era el plano que permita al hombre andar con cierta seguridad entre las cosas y ahora carece de plano, el hombre se vuelve a sentir perdido, azorado, sin orientacin. Se finge a s mismo estar convencido de esto o de lo otro. En las pocas de crisis son muy frecuentes las posiciones falsas, fingidas. Generaciones enteras se falsifican a s mismas, quiero decir, se embalan en estilos artsticos, en doctrinas, en movimientos polticos que son insinceros y que llenan el hueco de autnticas convicciones. Pues bien: la vida, como crisis, es estar el hombre en convicciones negativas. Esta situacin es terrible. La conviccin negativa, el no sentirse en lo cierto sobre nada importante impide al hombre decidir lo que va a hacer con precisin, energa, confianza y entusiasmo sincero. Todo lo que haga, sienta, piense y diga ser decidido y ejecutado sin conviccin positiva, es decir, sin efectividad. Como en el fondo no est convencido de nada positivo, por tanto, no est verdaderamente decidido a nada, con suma facilidad pasar el hombre y pasarn las masas de hombres de lo blanco a lo negro. En las pocas de crisis no se sabe bien lo que es cada hombre porque, en efecto, no es nada decisivamente; es hoy una cosa y maana otra. Pero la existencia humana tiene horror al vaco. En torno a ese estado efectivo de negacin, de ausencia de convicciones, fermentan grmenes oscuros de nuevas tendencias positivas. Es ms: para que el hombre deje de creer en unas cosas es preciso que germine ya en l la fe confusa en otras (...) la sensacin de hallarse en la divisoria de dos formas de vida, de dos mundos, de dos pocas. Y como la nueva forma de vida an no ha granado, an no es lo que va a ser, slo podemos buscar alguna claridad respecto a ella, respecto al futuro nuestro, volviendo la mirada a la vieja forma de vida, a lo que parece que acabamos de abandonar.

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  • Aqu tienen ustedes el origen de la historia. El hombre hace historia porque ante el futuro, que no est en su mano, se encuentra con que lo nico que tiene, que posee, es su pasado. Slo de l puede echar mano: es la navecilla en que se embarca hacia el inquieto porvenir (...) El que slo est desorientado, espera orientarse. Mas en cuanto desorientado y an no reorientado, est desesperado (...) La situacin extrema que inunda al hombre de azoramiento, que le desequilibra y desorienta, lleva con igual facilidad a lo mejor y a lo peor y por lo pronto no se puede distinguir lo uno de lo otro. Es natural: la vida se ha hecho ella misma equvoca y son tiempos de inautenticidad. Recurdese que el origen de la crisis es precisamente haberse el hombre perdido porque ha perdido contacto consigo mismo. De aqu que pulule en tales pocas una fauna humana sumamente equvoca y abunden los farsantes, los histrinicos y, lo que es ms doloroso, que no se pueda estar cierto de si un hombre es o no sincero.11 Leyendo estas lneas puede uno sentir que Ortega est entre nosotros. Qu difcil resulta agregar algo. Y a la vez qu fcil encontrar en la vida cotidiana ejemplos que se adapten a estas definiciones. Es de lo ms comn encontrar personas que hablan de su poca en desmedro, por supuesto, de lo que hoy nos toca. Y no tiene slo que ver con aquello de todo tiempo pasado fue mejor, sino que de verdad no pueden entender hacia dnde se dirige el hombre. Es por lo mismo comn encontrar personas que no se pueden comunicar, no slo con la sociedad, sino con ellos mismos. Tambin se pueden encontrar, como define Ortega, estilos artsticos, doctrinas y movimientos polticos insinceros. Y finalmente, tambin es de los ms comn encontrar personas que no estn convencidas de nada. Entre el SER y el NO SER. Esta falta de convencimiento tiene que ver con el NO SER del hombre. El hombre ha estado yendo y viniendo a lo largo de su historia entre los topes del Ser y del No Ser. Esos son los cambios a los que debemos prestar atencin: los que se producen dentro del hombre. Y considerar a los otros cambios los que se producen fuera de l- tan slo como influencias, en algn caso como referente, tal vez en otros como expresin de o como alguna consecuencia. Veamos algunos ejemplos de situaciones que, a travs de la historia, han ido modificando realmente la estructura del hombre.

    - Se demuestra que la Tierra no es plana. El mapa de Ptolomeo (siglo II d.J.C.) pierde validez.

    - Coprnico (1473-1543) presenta la teora del doble movimiento de los planetas, sobre s mismos y alrededor del Sol. La Iglesia consider esta teora contraria a las Sagradas Escrituras.

    - Si bien la teora de Coprnico no cobr vida entonces, lo hizo ms tarde con los aportes de Galileo (1564-1642).

    - Ren Descartes (1596-1650) se plantea encontrar la verdad ltima dudando metdicamente de la realidad y buscando las respuestas nicamente a travs de la razn. Queda propuesta entonces la dicotoma mente-cuerpo o pensamiento-materia.

    - Darwin (1809-1882) plantea la posibilidad de que descendamos de los monos. Presenta La evolucin de las especies.

    11 - Ortega y Gasset En Torno a Galileo.

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  • - El Dr. Freud (1856-1939) nos explica que cada uno tiene dentro una parte que tal vez nunca podamos llegar a conocer: El Inconsciente.

    Y podemos as continuar citando descubrimientos e inventos que pasaron a constituir los hitos de la historia. Todos ellos modificaron, ya sea las convicciones del hombre o su conducta frente a nuevos desafos. Finalmente, tenemos como dato que aproximadamente en el ao 2003 se conocer el secuenciamiento definitivo del mapa del Genoma Humano. Y despus qu? Qu es entonces la verdad? Nunca podremos confiar en que algo sea realmente cierto, verdadero? O son las realidades slo vlidas para un espacio, para un tiempo? Si pensamos en la siguiente verdad: Hay una fuerza ejercida por la Tierra que tiende a atraer los cuerpos hacia su centro. Y decimos adems que esa fuerza, en relacin a un cuerpo, es medible y est en relacin con la masa de ese cuerpo, afirmamos: es la fuerza de gravedad. Por otro lado, cuando vemos a una criatura creciendo, y tira por primera vez conscientemente- un objeto al piso, vemos a esa criatura extasiada, maravillada. Al punto que comienza a repetir el acto tantas veces como sean necesarias para que nos pasemos un buen rato alcanzndole el objeto para que vuelva a tirarlo. Ese chico descubri entonces algo. Incorpor a su vida una verdad que todos conocemos pero que nadie se la poda transmitir. Pero no ocurre as con todas las verdades. La mayora nos son enseadas, y as, sin ms, las incorporamos como tales. Ortega explicaba: La creacin de un repertorio de principios y normas culturales trae consigo un inconveniente constitutivo y, en rigor, irremediable. Precisamente porque se ha creado una efectiva solucin, precisamente porque ya est ah, las generaciones siguientes no tienen que crearla sino recibirla y desarrollarla. Ahora bien, la recepcin que ahorra el esfuerzo de la creacin tiene la desventaja de invitar a la inercia vital. El que crea una idea no tiene la impresin de que es un pensamiento suyo, sino que le parece ver la realidad misma en contacto inmediato con l mismo. En cambio, el hombre que no crea, sino que recibe una idea, se encuentra entre las cosas y su propia persona con la idea ya creada que le facilita su relacin con aquellas como una receta. Tender pues, a no hacerse cuestin de las cosas, a no sentir autnticas necesidades, ya que se encuentra con un repertorio de soluciones antes de haber sentido las necesidades que provocaron aquellas. De aqu que el hombre ya heredero de un sistema cultural se va habituando progresivamente, generacin tras generacin, a no tomar contacto con los problemas radicales, a no sentir las necesidades que integran su vida y, de otra parte, a usar modos mentales ideas, valoraciones, entusiasmos de que no tiene evidencia, porque no han nacido en el fondo de su propia autenticidad. Trabaja, pues y vive sobre un estrato de cultura que le ha venido de fuera, sobre un sistema de opiniones ajenas, de otros yos, de lo que est en la atmsfera, en la poca, en el espritu de los tiempos; en suma, de un yo colectivo, convencional, irresponsable, que no sabe por qu piensa lo que piensa ni quiere lo que quiere.

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  • No se puede decir con esto que cada hombre deba construir desde el llano toda su realidad, descubrir por s todas sus verdades. No se puede decir que el conjunto de soluciones, como lo llama Ortega, deba ser desechado o que tengamos que despojarlo de autenticidad por corresponder su origen y su historia a otras generaciones. S es importante considerar -al igual que cuando hablamos de individuo planteamos que es nico- que cada circunstancia tiene su singularidad histrica. Y en virtud de tal singularidad adaptar las verdades para que sean entonces vlidas como nueva creacin en funcin de nuestro tiempo. No ya como verdad nica, igual a la que fue til al estadio que nos precedi, ni tampoco luchar para imponerla a los que vienen detrs. Cuando as actuamos no hacemos ms que destruir el brote de la nueva semilla que ya est entre nosotros- y demorar el nacimiento de la verdad que ya debe crecer y hacerse fuerte para servir a nuestros hijos. Si cultura es, como dice Ortega: la interpretacin que el hombre da a su vida, la serie de soluciones, ms o menos satisfactorias, que inventa para obviar a sus problemas y necesidades vitales, o como dice mi viejo diccionario: El resultado de haber ejercitado el hombre su entendimiento en cultivar los conocimientos humanos, me parece, despus de todo, que esta crisis respetando, como dije, su singularidad histrica- tiene como punto de contacto con las anteriores su carcter absolutamente cultural. Y es all donde tenemos que fijar nuestra atencin. Y no dispersarnos o justificarnos- mirando de a ratos y sin responsabilidad, que acontece con ciencias que slo tienen que ver con la administracin. No pasa entonces el tema por preguntarnos tanto hacia dnde nos estn conduciendo, y preguntarnos ms hacia dnde queremos ir. No qu hacen los administradores de la poltica o de la economa, sino qu esperamos, qu queremos que hagan. No en qu se est convirtiendo el mundo como si lo hiciera por s- sino en qu queremos que se convierta, en qu mundo queremos vivir. Por lo que antes de preguntarnos qu esperamos del mundo cabe preguntarnos acerca de una parte muy importante de ese mundo, una parte sobre la que si slo tuviramos coraje y decisin- podramos tener una gran influencia: Nosotros Mismos. Ah es donde comienza el cambio, y ah mismo donde nuestra responsabilidad es como ya dije- ineludible. Ah es donde encontraremos la posibilidad de maravillarnos como la criatura que tira una y otra vez su juguete al suelo, donde podremos Re-Crear la primer maravilla del mundo: el Ser Humano. LAS CRISIS GLOBALES Deca Ortega: Cada uno de nosotros se encuentra, en efecto, sumergido hoy en un sistema de problemas, peligros, facilidades, dificultades, posibilidades e imposibilidades que no son l, sino que, al contrario, son aquello en que est, con que tiene que contar, en manejar y luchar con lo cual consiste precisamente su vida. Si hubisemos nacido cien aos hace, an poseyendo el mismo carcter e iguales dotes, el drama de nuestra vida hubiera sido muy distinto. La pregunta radical de la historia se precisa, pues, as: Qu cambios de la estructura vital ha habido? Cmo, cundo y por qu cambia la vida?.

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  • Sin duda nuestra vida hubiera sido muy distinta si hubisemos nacido cien aos antes, tan distinto como es haber nacido casi cien aos despus. De ah la necesidad, como dije antes, de adaptar las verdades de Ortega a nuestro tiempo para que puedan ser verdades tambin nuestras. Estamos hablando, hasta ac, de cambios que producen crisis. Y hoy estamos frente a uno de ellos. Estamos frente a un tiempo que nos exige a cada momento buscar soluciones, conociendo de antemano que el momento siguiente nos exigir otras. Esto por la vertiginosidad de los cambios por un lado, y por otro, el hecho de que un cambio que no depende en principio de nosotros, que sucede en algn lugar distante (o no) del planeta , puede bien o mal- afectarnos; esto es, que incorporamos a nuestra vida la incertidumbre. No estamos preparados para actuar con eficiencia frente a tal exigencia y no tenemos respuestas, lo cual nos coloca en una situacin que denominamos crisis. Con los datos que tenemos acerca de la situacin de la poltica, de la economa, de la tecnologa y dentro de esta ltima, de los medios de comunicacin, podemos inferir que los cambios van a continuar sucediendo con similar vertiginosidad que la que podemos observar hoy. Con lo que el planteo central no tendra como eje responder a una situacin determinada del presente, sino abocarnos al desarrollo de nuestra capacidad de adaptabilidad a cualquier nueva situacin. Y dentro de esto, la consideracin y el estudio de los valores humanos universales que nos permitan establecer los indicadores necesarios para tener la conviccin a pesar de las variaciones permanentes de forma- de estar siempre en el camino correcto.

    /./././././././././ Algunos autores insinan otros lo dicen directamente- que estos cambios que hoy estamos viviendo casi carecen de importancia en comparacin con otros que ha vivido el hombre a lo largo de la historia. La ingenuidad de esa observacin parece no tener en cuenta que la gravedad de los problemas est dada por la capacidad con que se cuente en ese momento para procesarlos. No se puede compararlos con una simple enunciacin de los mismos. Para un chico puede resultar tan terriblemente trgico que se rompa su juguete preferido como para un empresario tener que enfrentar una quiebra. Para dos personas, un mismo problema tiene significaciones totalmente distintas. Esto depende de lo que esa situacin implique para cada uno de ellos y la estructura y los elementos con que cuente para encontrar la solucin. Lo mismo vale para distintas sociedades, para distintos pases, y en distintos momentos de la historia. Creo que estas afirmaciones no hacen ms que sumar al trabajo consciente en pro de la insignificancia del individuo de hoy, del hombre de la sociedad globalizada. No hacen ms que generar angustia y confusin, frenos para intentar siquiera la observancia del problema radical. Si tan poco significativos son, si tantos ms adelantos tenemos a nuestro alcance, en qu estriba la dificultad para salir de esta crisis? Para acercarnos entonces a las caractersticas que conforman la singularidad histrica de la CRISIS DE HOY, consideraremos este nuevo aspecto: el de globalidad.

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  • Recordaremos entonces esto a lo largo del trabajo: una crisis global es, antes, una crisis local. Lo que decimos en principio es que toda crisis de hoy por compartir (o intersectarse) su estado con una determinada disponibilidad de los medios de comunicacin, entre otras cosas- lleva implcita la capacidad de convertirse en CRISIS GLOBAL. Esto es: la globalizacin de los medios de comunicacin que veremos ms adelante- hace posible, por un lado, que similares situaciones que suceden simultneamente en distintos lugares del planeta, se pongan en contacto y a su vez se retroalimenten. Por ejemplo, si antes tenamos el problema del sistema de salud del pas X, el problema del sistema de salud del pas Y y lo mismo del pas Z, hoy tendramos: la crisis de los sistemas de salud, o tal vez la noticia sera: El sistema de salud mundial est en crisis. Y por otro, que una situacin determinada, por ser percibida masivamente de una manera similar, se convierta en crisis global. Ulrich Beck pone como ejemplo una confrontacin blica: ...es la implantacin y construccin mediante los medios de comunicacin de la importancia global de una confrontacin blica local lo que a la vez activa a la sociedad civil global y la dimensin global del conflicto. Segn esto, se pueden determinar dos nuevos criterios para las crisis polticas globales. Las crisis globales pueden responder enteramente, como la guerra del Golfo, a los criterios tradicionales en cuanto que resultan de conflictos de intereses en los que estn directa o indirectamente implicados otros Estados y mbitos del sistema internacional. Pero an cuando no se cumplan estos criterios, pueden producirse conflictos en cuanto a que existe una percepcin a escala mundial de la muerte masiva de personas y de la sistemtica violacin de principio globalmente respetados, percepcin que en gran medida depende de si los medios de comunicacin informan o no detalladamente al respecto. Ms all de eso, una crisis se convierte en global cuando para su resolucin se produce una intervencin que est avalada por el mandato internacional o que todo el mundo anhela (...) Esta nueva definicin de crisis polticas globales abre la puerta a una comprensin ms amplia de las crisis globales, que abarque tambin la dimensin social y humanitaria, y por tanto las hambrunas, la pobreza, la opresin, las catstrofes naturales y medioambientales y las epidemias.12 Vaso medio lleno o vaso medio vaco? Podemos frente al primer ejemplo decir -como lo hace un gnero catastrofista-: El fin del sistema de salud o decir: Tenemos hoy la posibilidad histrica de encontrar una solucin definitiva al problema de los sistemas de salud del mundo. Es importante destacar tambin que junto al concepto de Crisis Global se ha incorporado un grave riesgo, y es el de considerar la existencia de una Metacrisis, donde concurren todas las situaciones que nos estn reclamando soluciones. Y el riesgo consiste en darle a cada problema, a cada crisis, la caracterstica de parte. Cualquier crisis que otrora pudo haber sido no ms que una transitoria situacin de emergencia- tiene hoy, desde su aparicin, una inmediata adherencia a la Crisis Global. Decimos cotidianamente: est todo mal. Podemos y sera lo ideal, sera lo que debiramos estar ya poniendo en prctica- analizar cada situacin en forma focalizada teniendo en cuenta el contexto global, pero lamentablemente y este es el grave riesgo- tendemos a justificar nuestra irresponsable inaccin haciendo alusin a nuestra imposibilidad frente a una situacin que nos excede. Es nuestro desconocimiento de (qu podemos hacer?), nuestro temor a (nadie sabe qu va a pasar). Es la GLOBALIZACIN. 12 - Ulrich Beck Qu es la globalizacin.

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  • 3- GLOBALIZACION 3-1 INTRODUCCION A LA GLOBALIZACION Antes de intentar alguna definicin de globalizacin, vamos a insistir con el tema de los cambios de hoy y sus caractersticas. A riesgo de ser reiterativos, necesitamos conocer esos cambios para poder adaptarnos. Ante esa bsqueda, ante la pregunta En qu estriba la singularidad histrica de la globalizacin presente? responda Beck: Radica actualmente en la ramificacin, densidad y estabilidad de sus recprocas redes de relaciones regionales-globales empricamente comprobables y de su autodefinicin de los medios de comunicacin, as como de los espacios sociales y de las citadas corrientes icnicas en los planos cultural, poltico, econmico y militar (...) Los escpticos de la globalidad se preguntarn: qu hay de nuevo en todo esto? Para luego sentenciar: nada del otro mundo. Pero se equivocan desde los puntos de vista histrico, emprico y terico (...) Nuevo no es slo la vida cotidiana y las transacciones comerciales allende las fronteras del Estado nacional al interior de un denso entramado con mayor dependencia y obligaciones recprocas; nueva es la autopercepcin de esta transnacionalidad (en los medios de comunicacin, en el consumo, en el turismo); nueva es la translocalizacin de la comunidad, el trabajo y el capital; nuevos son tambin la conciencia del peligro ecolgico global y los correspondientes escenarios de actividad; nueva es la incoercible percepcin de los otros transculturales en la propia vida, con todas sus contradictorias certezas; nuevo es el nivel de circulacin de las industrias culturales globales; nuevo es tambin el paulatino abrirse paso de una imagen estatal europea, as como la cantidad y poder de los actores, instituciones y acuerdos transnacionales; y, finalmente, nuevo es tambin el nivel de concentracin econmica que, pese a todo, se ve contrarrestado por la nueva competencia de un mercado mundial que no conoce fronteras. Finalmente, y en consecuencia, globalizacin significa tambin: ausencia de Estado mundial.13 Segn Bauman: Lo nuevo de la era global es que se ha perdido el nexo entre pobreza y riqueza, y esto es a causa de la globalizacin que divide a la poblacin mundial en ricos globalizados, que dominan el espacio y no tienen tiempo, y pobres localizados, que estn pegados al espacio y tienen que matar su tiempo, con el que no tienen nada que hacer. Entre estos ganadores de la globalizacin y estos perdedores de la globalizacin, sostiene Bauman, no parece existir ni unidad ni dependencia. La consecuencia primordial es que la dialctica amo-siervo ha tocado as su fin. Ms an: se ha roto el lazo que tornaba la solidaridad no slo necesaria, sino tambin posible. Esta relacin de dependencia, o al menos de compasin, que subyaca hasta ahora bajo todas las formas de desigualdad se despliega ahora en un nuevo en ningn lugar de la sociedad mundial. Por ahora, la palabra glocalizacin es tambin un eufemismo. Nos hace creer ilusoriamente que se producen situaciones ms all de la unidad y la dependencia para las que no tenemos ningn nombre ni ninguna respuesta.14 Por su parte, desde el punto de vista de la economa, Redrado opina: En qu nos afectan exactamente esta globalizacin, estos cambios, estas crisis, da tras da? En qu son distintos los cambios globales de hoy? Una respuesta posible es: hasta hace 30 aos, los grandes cambios de la aldea global estaban reservados para aventuras excepcionales, como la llegada del hombre a la Luna. Hoy, un chico jugando en su PC tiene ms tecnologa al alcance de la mano que la que tuvieron Amstrong, Collins y Adrin en el Apolo XI. 13 - Ulrich Beck Qu es la Globalizacin. 14 - Bauman En Qu es la Globalizacin (de Beck)

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  • El progreso sali de los recintos especializados y se desparram por la vida cotidiana. El mundo est cambiando, pero no lo hace a la misma velocidad en todos lados. En algunos lugares encuentra ms resistencia que en otros. Todas las actividades humanas estn expuestas a este cambio; est cambiando la forma de educar, de trabajar, de formar una pareja, de criar una familia, de hacer la guerra. Y las finanzas, las fuerzas de la economa que regulan la distribucin de nuestros recursos y definen la calidad de vida de los habitantes del planeta, tambin estn cambiando. Una de las caractersticas sobresalientes de esta nueva era es el surgimiento del capital financiero internacional como motor del crecimiento econmico. Sus principios son transparentes: maximizar el retorno de la inversin, sin preocuparse por identidades nacionales, orgullos corporativos o consecuencias polticas y sociales. No slo las capitales del mundo se han dispersado: tambin lo han hecho los capitales. Otro cambio importante es el que ha ocurrido con la estrategia de las grandes empresas internacionales para alcanzar el xito. Hace algunas dcadas, las empresas y las naciones crean que la concentracin explcita de recursos era la mejor manera de crecer. Haba una fiebre por comprar nuevos negocios y hacerse cargo de todos sus asuntos. La idea subyacente era que si uno haba triunfado en un campo, poda hacerlo bien en cualquier otro. Esa creencia dio lugar en EEUU especialmente despus de la II Guerra, cuando ese pas comenz a sentirse seguro de su preponderancia mundial al surgimiento de grandes conglomerados empresariales, que no slo fabricaban toda clase de productos, sino que tambin se encargaban de su distribucin y comercializacin. Algunos de esos ejemplos sobreviven hoy. IBM, Coca-Cola (...) Este modelo hacelotodo tambin forma parte de lo que est cambiando.15 Y Jeremy Rifkin, que define a esta poca como la era del acceso, dice: EL ESPIRITU SUPERA A LA MATERIA. La batalla por redefinir nuestros mtodos contables es el reflejo de otros cambios ms profundos que se producen en la transicin desde una era caracterizada por la potencia fsica a otra cuyo rasgo distintivo es la perspicacia mental. El mundo de la era industrial estaba marcado por la fuerza bruta, corporal y muscular. Se diseaban herramientas gigantescas para descubrir, expropiar y transformar el mundo fsico en bienes materiales. Se trataba de una poca en la que medamos nuestros resultados por la altura y el peso, y clasificbamos a partir del convencimiento de que cuanto mayor, mejor (...) En una era en la que la propiedad y los mercados se expresaban en valores materiales, conseguir estar en todas partes era el objetivo soado. Todo propietario anhelaba poder expandir su presencia fsica mediante la expropiacin de tantos bienes materiales como le fuera posible. Por el contrario, la nueva era se nos presenta ms inmaterial e intelectual. Es un mundo de formas platnicas; de ideas, imgenes y arquetipos, de conceptos y ficciones. A diferencia de los individuos de la era industrial que se preocupaban por expropiar y dar nuevas formas a la materia, la primera generacin de la era del acceso est mucho ms preocupada por manipular la mente. En la era del acceso y de las redes, en la que las ideas constituyen la fuente principal del comercio, el objetivo soado es adquirir el conocimiento de todo. Lo que ahora es el motor de la actividad comercial en cualquier industria es la posibilidad de expandir la propia presencia mental, estar conectado universalmente para poder actuar y transformar la conciencia humana. Adems de pan y vino, todos necesitamos ideas y pensamientos para poder vivir. Si la era industrial alimentaba nuestro ser fsico, la era del acceso alimenta nuestro ser espiritual, emocional y mental. Mientras que el control del intercambio de bienes era lo que caracterizaba la poca que est terminando, la nueva era que surge se caracteriza por el control del intercambio de 15 - Martn Redrado Cmo sobrevivir a la globalizacin.

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  • conceptos. En el siglo XXI las ideas sern los objetos con los que comercien las instituciones, y las personas comprarn cada vez ms el acceso a esas ideas y a las formas fsicas en las que se encarnen esas ideas. La habilidad para controlar y vender pensamientos es la ltima expresin de las nuevas capacidades comerciales. Los productos ms ligeros, la miniaturizacin, la reduccin de los bienes inmuebles, los inventarios al instante, el leasing y la externalizacin, constituyen indicadores de la devaluacin de la perspectiva materialista que enfatizaba los aspectos fsicos. Sin embargo, esto no quiere decir que el egosmo, la codicia y la explotacin se reduzcan a la par. De hecho es probable que la era del acceso sea bastante ms explotadora. En el mundo de hoy el control de las ideas es ms poderoso que el control del espacio y del capital fsico. Los intentos del sector financiero de invertir en el puro capital intelectual, con cifras de cientos de miles de millones de dlares es un claro testimonio del cambio de sensibilidades en un sistema capitalista cuya misma identidad ha estado vinculada durante mucho tiempo al capital fsico. La creciente importancia de las ideas en la esfera comercial produce un espectro preocupante. Cuando el pensamiento humano se convierte en una mercanca tan importante, qu le ocurre a otras ideas que an siendo importantes puede que no sean comercialmente atractivas? Queda sitio para las opiniones, las consideraciones y los conceptos no comerciales en una civilizacin en la que las personas se ven abocadas crecientemente a la esfera comercial para conseguir las ideas con las que viven sus vidas? En una sociedad en la que todos lo tipos de ideas estn atrapadas en la forma de propiedad intelectual controlada por las megacorporaciones, cul puede ser el efecto que produzca esto en muestra conciencia colectiva y en el futuro del discurso social?.16 Son diferentes visiones y seguramente cada una de ellas encierra su verdad. Pareciera que en estos tiempos, cualquier afirmacin merece ser considerada verdadera por cuanto resultan casi infinitos los puntos de vista. Tiene que ver esto con la globalizacin? Segn Beck: Globalizacin es a buen seguro la palabra (a la vez eslogan y consigna) peor empleada, menos definida, probablemente la menos comprendida, la ms nebulosa y polticamente la ms eficaz de los ltimos y sin duda tambin de los prximos- aos.17 Veamos entonces ejemplos en los que podemos encontrar algunas analogas o sobre los que podamos intentar un cierto paralelismo. La Historia de la Msica es en s Una Historia. Dentro de ella podemos considerar la historia de los instrumentos de cuerda, o la de los de viento. Tambin la historia de un determinado gnero musical o la historia de una banda. Tenemos asimismo, registros de nacimientos de msicos clebres ordenados cronolgicamente. Ahora bien, en una misma poca en que se populariz un instrumento musical o una obra musical alcanz la fama, pudo haber sucedido una batalla o se pudo haber descubierto una especie botnica. Esto sin que alguno de los sucesos tuvieran entre s otro punto en comn que la fecha del suceso. Son las facetas de la poca. A diferencia del antes, en el ahora tenemos acceso algunos- a conocer todas las facetas o muchas- al mismo tiempo. Esto de ninguna manera implica que debamos necesariamente encontrar su nexo, aunque creamos y hasta sea posible- que exista. La poca de la globalizacin tiene tambin sus facetas:

    - La globalizacin econmica. 16 - Jeremy Rifkin La era del acceso. 17 - U. Beck Obra Citada.

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  • - La globalizacin poltica. - La globalizacin social. - La globalizacin cultural. - La globalizacin ecolgica.

    Y podemos seguir confeccionando la lista. Imaginemos ahora un diamante. Imaginemos tambin, en detalle, sus mltiples cristalizaciones. Una cara est en contacto con algunas y no lo est con muchas otras. Podemos ver las caras externas y, a su travs, las internas. As podemos imaginar las distintas globalizaciones que podamos considerar. Hay entre ellas, como bien lo plantea Beck, una afinidad. Pero a la hora de la observacin, debe cada una de ellas tener para nosotros, un sentido propio. Esto antes de verlas actuar en mutua interdependencia. Beck explica la irrevisabilidad de la globalidad resultante y dice: la globalizacin significa los procesos en virtud de los cuales los Estados nacionales soberanos se entremezclan e imbrican mediante actores transnacionales y sus respectivas probabilidades de poder, orientaciones, identidades y entramados varios. Y agrega: No se puede encontrar un denominador comn para las distintas dimensiones y controversias sobre la globalizacin? Sin duda que s. En general, se puede afirmar que se ha venido abajo una premisa esencial de la primera modernidad, a saber, la idea de vivir y actuar en los espacios cerrados y recprocamente delimitados de los Estados nacionales y de sus respectivas sociedades nacionales. Globalizacin significa la perceptible prdida de fronteras del quehacer cotidiano en las distintas dimensiones de la economa, la informacin, la ecologa, la tcnica, los conflictos transculturales y la sociedad civil, y, relacionada bsicamente con todo esto, una cosa que es al mismo tiempo familiar e inasible difcilmente captable que modifica a todas luces con perceptible violencia la vida cotidiana y que fuerza a todos a adaptarse y a responder.18 Incorporamos ahora otro trmino Globalidad, que Beck define: hace ya bastante tiempo que vivimos en una sociedad mundial, de manera que la tesis de los espacios cerrados es ficticia. No hay ningn pas ni grupo que pueda vivir al margen de los dems. Es decir, que las distintas formas econmicas, culturales y polticas no dejan de entremezclarse y que las evidencias del modelo occidental se deben justificar de nuevo. As, sociedad mundial significa la totalidad de las relaciones sociales que no estn integradas en la poltica del Estado nacional ni estn determinadas (ni son determinables) a travs de sta. Aqu la autopercepcin juega un papel clave en cuanto que la sociedad mundial en sentido estricto para proponer un criterio operativo (y polticamente relevante)- significa una sociedad mundial percibida y reflexiva. La pregunta de hasta qu punto se da dicha sociedad se puede convertir empricamente, segn esto (de acuerdo con teorema de Thomas, segn el cual lo que los hombres consideran real se convierte en real), en la pregunta de cmo y hasta qu punto los hombres y las culturas del mundo se perciben en sus diferencias respectivas y hasta qu punto esta autopercepcin desde el punto de vista de la sociedad mundial se torna relevante desde el de la conducta (...) La suposicin principal es que slo as se puede abrir la perspectiva y el espacio del quehacer poltico. Por qu? Porque slo as se puede acabar con el hechizo despolitizador del globalismo, pues slo bajo la perspectiva de la pluridimensionalidad de la globalidad estalla la ideologa de los hechos consumados del globalismo (...) La globalidad nos recuerda el hecho de que, a partir de ahora, nada de cuanto ocurra en nuestro planeta podr ser un suceso localmente delimitado (...) La globalidad irrevisable significa, como hemos dicho anteriormente, que vivimos desde hace algn tiempo en 18 - U. Beck Obra Citada.

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  • una sociedad mundial, lo cual implica dos cosas bsicas: por un lado, un conjunto de relaciones de poder y sociales polticamente organizadas de manera no nacional estatal y, del otro, la experiencia de vivir y actuar por encima y ms all de las fronteras. Finalmente, sobre el globalismo. Dice Beck: De los conceptos de globalizacin y globalidad se debe distinguir (y criticar) el globalismo, es decir, la ideologa neoliberal del dominio del mercado mundial (...) Por globalismo entiendo la concepcin segn la cual el mercado mundial desaloja o sustituye al quehacer poltico; es decir, la ideologa del dominio del mercado mundial o la ideologa del liberalismo. Esta procede de manera monocausal y economicista y reduce la pluridimensionalidad de la globalizacin a una sola dimensin, la econmica, dimensin que considera asimismo de manera lineal, y pone sobre el tapete (cuando, y si es que, lo hace) todas las dems dimensiones las globalizaciones ecolgica, cultural, poltica y social slo para destacar el presunto predominio del sistema de mercado mundial.19 Con estos elementos, vamos a entrar ahora al diamante, vamos a mirar -desde el punto de vista de un trabajador- hacia algunas de sus caras. Para eso y para que esa observacin sea lo ms objetiva posible- debemos realmente aceptar que estamos dentro de l. Esto es: la globalizacin existe, y somos parte de ella. Recordemos un principio de la fsica que dice: un cuerpo tender a mantenerse en equilibrio cuando no exista una fuerza -o un sistema de fuerzas desequilibrado- que tienda a modificar ese estado. Si a un cuerpo en equilibrio le aplicamos una fuerza, segn lo anterior, le modificamos ese estado. Pero la realidad nos dice que esto no es cierto, si nos apoyamos sobre una mesa esta, en principio, puede suceder que esta no se mueva. La fsica nos explica entonces que al aplicar nosotros una fuerza, aparece inmediatamente otra en sentido contrario: La Resistencia. Y que para vencerla debemos aumentar la nuestra lo suficiente. Recordemos por ltimo el carcter de rigidez o elasticidad de un cuerpo. Si cuando vencemos la resistencia el cuerpo es rgido, se quiebra. Si el cuerpo es elstico, toma otra forma. La fsica nos habla de la materia o de conjunto de fuerzas que operan en interrelacin a travs del tiempo-, pero se pueden aplicar, sino los mismos, similares principios para la observacin del comportamiento social. Vale decir, una sociedad puede tener mayor o menor- resistencia al cambio, y, frente a la presin de un cambio, se puede hablar de su rigidez o su elasticidad. En funcin de esto podemos decir que nos sentimos presionados por la globalizacin, y tambin podemos notar tanto una fuerte resistencia como una gran rigidez. Tal vez sea el tiempo de considerar:

    - Independientemente de nuestra opinin sobre el tema como ya lo dijimos- la globalizacin existe y est entre nosotros. Y esto pareciera ser irreversible.

    - No podemos ni defendernos ni sacar provecho de algo que no conocemos, por lo que aparece como fundamental el tratamiento del tema.

    - La globalizacin no es sinnimo de crisis. Estamos en crisis porque no entendemos cmo debemos actuar.

    - O sera lo mismo decir: no es la globalizacin la que nos perjudica o nos favorece, sino nuestra propia actitud ante ella.

    19 - U. Beck Obra Citada.

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  • De la misma manera que podemos decir que ser paciente no es manifestar resignacin, tambin podemos decir que ser adaptables no es ser dbiles. Ni considerar posibilidades significa resignar nuestras verdades. No ponemos en duda que despus de la noche amanecer. Slo nos dedicamos a planificar si queremos que nuestro siguiente da de vida nos resulte satisfactorio. Vamos entonces a considerar que:

    - La economa es la administracin de los recursos. - La poltica, el espacio donde nos resulta posible ser partcipes de la construccin de

    nuestro propio destino. - La cultura, el espacio donde encontramos la posibilidad de realizarnos como individuos.

    Veamos esas caras del diamante. Sus cambios, sus efectos, sus interrelaciones.

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  • 3-2 GLOBALIZACION ECONOMICA Vamos a recordar, antes de introducirnos en el mundo de las finanzas o las finanzas del mundo- tres definiciones bsicas:

    - Economa domstica: Orden en el gasto de una casa. - Economa poltica: Ciencia que trata de la produccin, la distribucin y el consumo de

    las riquezas. - Economa social: Ciencia de las leyes que rigen la sociedad y sus intereses.

    Finalmente, como definicin rectora de economa agregamos: Virtud que consiste en evitar los gastos intiles: la economa es el nico medio de llegar a la fortuna (material). En principio deberamos suponer que necesariamente existe una relacin entre las tres definiciones, una familia ordena su economa en funcin de lo que conoce como la economa poltica de su pas, ya que ese conocimiento es el que le permite formular un proyecto econmico a su vez relacionado con un proyecto de vida planteado por los integrantes de la familia. A su vez, confa en esa economa poltica y las posibilidades que le brinda porque conoce que su planificacin est en estrecha relacin con la economa social, que tiene en cuenta sus intereses. Todo esto, en referencia a un sistema democrtico donde esa familia eligi sus representantes para que deliberen y gobiernen en su nombre. Estos representantes pasan a formar entonces parte del Estado nacional el rol del cual veremos ms adelante- , y a partir de all se relacionan con otros actores internacionales y transnacionales. Ya en ese plano de relaciones, se dan cita distintos actores con distintos intereses y distintos niveles de crecimiento. Hay pases, o corporaciones transnacionales, con ms riquezas, ms poder negociador y menos escrpulos que otros. Ya repetiremos ms adelante que a la hora de los negocios, el UNICO OBJETIVO DEL CAPITAL es maximizar el retorno. A diferencia de un tiempo en que las relaciones eran entre pases, hacemos ahora incapi en la existencia de las CTs. Si bien no son nuevas, vamos a ver cmo actan en el escenario de hoy, que por otra parte, esas mismas CTs disearon. Ya vimos en crisis financiera que los diseos nacionales de una economa poltica estn afectados a merced, dira yo- por los diseos internacionales y una vez ms- transnacionales. Por lo que no pueden al menos en pases emergentes- estar en concordancia con lo que dijimos de poltica social. Ya que, sencillamente, el capital financiero internacional carece por representarse slo a s mismo y no a sociedad alguna- de una poltica social. Veamos entonces cmo describen algunos autores los cambios en el escenario de la economa poltica. Segn Kulfas: La economa mundial de los aos noventa es descripta como un perodo de mundializacin o globalizacin. Para algunos, la globalizacin consiste en la expansin del comercio internacional hacia todas las regiones del globo y en magnitudes muy superiores a la del producto bruto global. Otros apoyan su explicacin en la expansin, tambin global, de mercados de capitales cada vez ms entrelazados, unido a la proliferacin de nuevos instrumentos financieros ms sofisticados y movilizando enormes volmenes diarios de dinero de una manera, en apariencia, escindida de la evolucin de la economa real.

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  • A su vez, estas caractersticas no escapan en las diversas teorizaciones del extraordinario impacto de los cambios tecnolgicos en las comunicaciones como condicin necesaria para la instrumentacin del proceso de globalizacin.20 Coincide con lo que Beck define como globalismo, en cuanto a que: El marco ideolgico neoliberal aparece como ideologa dominante en los noventa transmitiendo un discurso aperturista en lo comercial. Beck dice que: Se trata de la desnacionalizac