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PRESENTACIÓN Ante todo saludamos cordialmente al lector del presente trabajo, en esta oportunidad el presente grupo ha realizado el trabajo de El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH). El TDAH es un síndrome conductual de causa poco clara, en la que probablemente intervienen factores genéticos y ambientales y en el que existe una alteración en el sistema nervioso central, que se manifiesta mediante un aumento de la actividad, impulsividad y falta de atención. El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una de las causas más frecuentes de fracaso escolar y de problemas sociales en la edad infantil. El síndrome aparece en la infancia y puede persistir y manifestarse en la edad adulta

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PRESENTACIÓN

Ante todo saludamos cordialmente al lector del presente trabajo, en esta oportunidad el presente grupo ha realizado el trabajo de El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH).

El TDAH es un síndrome conductual de causa poco clara, en la que probablemente intervienen factores genéticos y ambientales y en el que existe una alteración en el sistema nervioso central, que se manifiesta mediante un aumento de la actividad, impulsividad y falta de atención.

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una de las causas más frecuentes de fracaso escolar y de problemas sociales en la edad infantil. El síndrome aparece en la infancia y puede persistir y manifestarse en la edad adulta

OBJETIVOS

Conocer sobre la patología del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad y como esta es una de las causas más frecuentes de fracaso escolar y de problemas sociales en la edad infantil que puede trascurrir hasta la edad adulta.

Saber las causas de la patología del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad.

Aprender los criterios de diagnóstico del trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH) establecidos en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales cuarta edición (DSM-IV) [1].

Investigar sobre como puede actuar el cirujano dentista frente a este tipo de trastorno y como el TADH influye en la salud bucal.

TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN

CON HIPERACTIVIDAD

1. DEFINICIÓN.

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es un síndrome conductual. Es un trastorno muy prevalente que, según estimaciones, afecta entre un 5 % y un 10 % de la población infanto-juvenil, siendo unas 3 veces más frecuente en varones. Se han demostrado diferencias entre diversas áreas geográficas, grupos culturales o niveles socioeconómicos. Representa entre el 20 % y el 40 % de las consultas en los servicios de psiquiatría infanto-juvenil.

Se trata de un trastorno del comportamiento5 caracterizado por distracción moderada a grave, períodos de atención breve, inquietud motora, inestabilidad emocional y conductas impulsivas. Tiene una respuesta muy alta al tratamiento, aunque se acompaña de altas tasas de comorbilidad psiquiátrica. Según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV): «Habitualmente, los síntomas empeoran en las situaciones que exigen una atención o un esfuerzo mental sostenidos o que carecen de atractivo o novedad intrínsecos (p. ej., escuchar al maestro en clase, hacer los deberes, escuchar o leer textos largos que no son de sus gustos, o trabajar en tareas monótonas o repetitivas)». Este «trastorno» se identificó primero en la edad infantil. Sin embargo, a medida que mejor se comprendía, se fue reconociendo su carácter crónico, ya que persiste y se manifiesta hasta después de la adolescencia (es difícil modificar comportamientos que ya están tan arraigados si antes no ha habido pautas correctoras de crianza). Los estudios de seguimiento a largo plazo han demostrado que entre el

60 % y el 75 % de los niños con TDAH continúa presentando los síntomas hasta su adultez.6

Históricamente, este trastorno ha recibido distintas caracterizaciones e innumerables denominaciones, lo que dificulta las consultas de la literatura especializada 7 (ver cuadro). Cabe agregar que la sigla inglesa ADHD (Attention-Deficit Hyperactivity Disorder) se usa ampliamente para referirse a este síndrome.

2. ETIOLOGÍA.

Se han demostrado factores de origen hereditario (es decir, no adquiridos en el curso de la vida del individuo) en un 80 % de los casos. Diversos estudios demuestran que no hay una transmisión familiar del trastorno (a través de patrones educativos). En contraste, cabe destacar que la contribución estimada de factores no hereditarios a todos los casos de TDAH es de un 20 %.10 Para explicar esa minoría de casos, se ha propuesto la intervención de causas multifactoriales que suponen también factores genéticos, aunque en combinación con factores ambientales. La influencia de causas congénitas que podrían actuar durante la gestación (es decir, no hereditarias; con participación de factores genéticos o ambientales en proporciones variables), tales como la exposición en útero a lanicotina, no se consideran tan importantes como hace unas décadas. Es de notar que, incluso en casos que a primera vista se atribuyen a factores ambientales (como el recién mencionado), la intervención del factor netamente genético ofrece una explicación plausible. En ese sentido, se ha establecido que los índices de tabaquismo entre mujeres con TDAH son varias veces mayores que en la población general; y, en virtud de ello, ellas son también más propensas a fumar durante el embarazo; como corolario, la presencia del TDAH en el niño por nacer remite nuevamente a factores genéticos.

3. CARACTERÍSTICAS DIAGNOSTICAS.

La característica esencial del trastorno por déficit de atención con hiperactividad es un patrón persistente de desatención y/o hiperactividad-impulsividad. Que es más frecuente y grave que el observado habitualmente en sujetos de un nivel de desarrollo similar.

Algunos síntomas de hiperactividad –impulsividad o de desatención causantes de problemas pueden haber aparecido antes de los 7 años de edad.

Algún problema relacionado con los síntomas debe producirse en dos situaciones por lo menos. Por ejemplo .en casa y en la escuela o en el trabajo

Debe haber pruebas claras las interferencias en la actividad social, académica o laboral propia del nivel de desarrollo

El trastorno no aparece exclusivamente en el transcurso de un trastorno generalizado del desarrollo esquizofrenia u otro trastorno psicótico. Por ejem: trastorno del estado de ánimo, trastorno de ansiedad, trastorno disociativo o trastorno de la personalidad.

Las deficiencias de la atención pueden manifestarse en situaciones académicas, laborales o sociales. Los sujetos efectos de este trastorno pueden no prestar atención suficiente a los detalles o cometer errores por descuidos de las tareas escolares o en otros trabajos. El trabajo suele ser sucio y descuidado y realizado sin reflexión. Los sujetos suelen experimentar dificultades para mantener la tención en actividades laborales o lúdicas, resultándoles difícil persistir una tarea hasta finalizarla.

A menudo parecen tener la mente en otro lugar, como si no escucharan o no oyeran lo que se está diciendo.

Los sujetos diagnosticados con este trastorno pueden iniciar una tarea, pasar a otra, entonces dedicarse a una tercera, sin llegar a completar ninguna de ellas. No siguen instrucciones ni ordenes.

Pueden proceder a cambios frecuentes de una actividad no finalizada la otra.

La incapacidad para completar tareas solo debe tenerse en cuenta si se debe a problemas de atención y no a otras posibles razones. Estos sujetos suelen tener dificultades para organizar tareas y actividades.

Las tareas que exigen esfuerzo mental son experimentados como desagradables, en consecuencia estos sujetos evitan o experimentan un fuerte disgusto hacia actividades que exigen una dedicación personal y un esfuerzo mental o que implican exigencias o una notable concentración. Por ejem. tareas domesticas o tareas de papel y lápiz.

Los hábitos de trabajo salen estar desorganizados y los materiales necesarios para realizar una tarea acostumbran a estar dispersos, perdidos o tratados sin cuidado y deteriorado.

Sujetos que sufren este trastorno se distraen con facilidad e interrumpen frecuentemente las tareas que están realizando para atender ruidos.

Suelen ser olvidadizos en lo que concierne a actividades cotidianas.

En situaciones sociales, el déficit de atención puede expresarse cambios frecuentes en la conversación, no en escuchar a los demás, no entender las conversaciones y no seguir los detalles o normas de juego o actividades.

La hiperactividad puede manifestarse por estar inquieto o retorciéndose en el asiento.

No permaneciendo sentado cuando se espera que lo haga así. Exceso de correr o saltar en situaciones en que resulta

inadecuado hacerlo.

Dificultad para jugar o dedicarse tranquilamente en actividades de ocio.

Aparentando estar a menudo “en marcha” o como si “tuviera un motor”. Hablando excesivamente.

La hiperactividad puede variar en función de la edad y el nivel de desarrollo del sujeto: el diagnostico debe establecerse con cautela en niños pequeños. Los niños pequeños y preescolares con este trastorno difieren de los niños pequeños normalmente activos por estar constantemente en marcha y tocarlo todo:

Corren por toda la casa. Salen de casa antes de ponerse el abrigo. Experimentan dificultades para participar en actividades

sedentarias de grupo en las clases preescolares.

Los niños de edad escolar despliegan comportamientos similares, pero usualmente con menos frecuencia que los pequeños. En los adolescentes y adultos, los síntomas de hiperactividad adoptan la forma de sentimientos de inquietud y dificultades para dedicarse a actividades sedentarias tranquilas. La impulsividad se manifiesta por impaciencia. Dificultad para esperar un turno. E interrumpir e interferir frecuentemente a otros hasta el punto de provocar problemas en situaciones sociales. Los sujetos efectos de este trastorno típicamente hacen comentarios fuera de lugar, no atienden las normas que se les dan. Inician conversaciones en momentos inadecuados. Las manifestaciones atencionales y de comportamiento suelen producirse en múltiples contextos, que incluyen el hogar, la escuela, el trabajo y las situaciones sociales. Es muy poco frecuente que un sujeto despliegue el mismo nivel de disfunción en todas partes o permanentemente en una misma situación. Habitualmente, los síntomas empeoran en las situaciones que exigen una atención o un esfuerzo mental sostenido o que carecen de atractivo o no edad intrínsecos. Los síntomas tienden a producirse con más frecuencia en situaciones de grupo: en grupos de juegos o ambientes laborales.

4. SUBTIPOS.

Aunque la mayor, parte de los individuos tienen síntomas tanto de desatención como de hiperactividad-impulsividad, en algunos predomina uno u otros de estos patrones.

El subtipo apropiado (para un diagnostico actual) debe indicarse en función del patrón asintomático predominante durante los últimos 6 meses.

Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo cambiado:

Este subtipo debe utilizarse si han persistido por lo menos durante 6 meses, 6 o más síntomas de desatención y 6 o más síntomas de hiperactividad – impulsividad.

La mayor parte de los niños y adolescentes con este trastorno se incluye en el tipo cambiado.

Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo con predominio del déficit de atención:

o Este subtipo debe utilizarse si han persistido por lo menos durante 6 meses, 6 o más síntomas de desatención, (pero menos de 6 síntomas de hiperactividad-impulsividad).

o En muchos de estos casos la hiperactividad todavía puede ser una característica clínica significativa mientras en otros los problemas de atención puros son los más frecuentes.

Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo con predominio hiperactivo-impulsivo:

Este subtipo debe utilizarse si se ha persistido por lo menos durante 6 meses, 6 o más síntomas de hiperactividad impulsividad (pero menos de 6 síntomas de desatención).

5. PROCEDIMIENTOS DE TIPIFICACION.

Algunos sujetos que en un primer estadio del trastorno presentado el tipo con predomino de déficit de atención o de tipo con predominio hiperactivo-impulsivo puede llegar a desarrollar el tipo cambiado o viceversa. El subtipo apropiado para el diagnóstico actual debe indicarse a partir del patrón sintomático predominante durante los últimos 6 meses. Si se mantienen síntomas clínicamente significativos apropiado es el de trastorno por déficit de atención con hiperactividad, en remisión parcial.

Cuando los síntomas de un sujeto no cumplen actualmente todos los criterios del trastorno y no queda claro si tales criterios se cumplían con anterioridad, debe diagnosticarse un trastorno por déficit de atención con hiperactividad no especificado.

6. SINTOMAS Y TRASTORNOS ASOCIADOS.

Características descriptivas y trastos mentales asociados: Las características asociadas varían en función de la edad y del estado evolutivo, pudiendo incluir baja tolerancia a la frustración, arrebatos emocionales, autoritarismo, testarudez, insistencia excesiva y frecuente en que se satisfagan sus peticiones, labilidad emocional, desmoralización, disforia, rechazo por parte de compañeros y baja autoestima. Con frecuencia el rendimiento académico está visiblemente afectado y devaluado, lo que conduce típicamente a conflictos con la familia y el profesorado. La inadecuada dedicación a tareas que requiere un esfuerzo sostenido suele interpretarse por los demás como pereza, escaso sentimiento de responsabilidad y comportamiento oposicionista. Las relaciones familiares acostumbran a caracterizarse por resentimientos y antagonismo especialmente a causa de la variabilidad de las características

sintomáticas, lo que facilita la creencia de que todo el comportamiento anómalo es voluntario. Con frecuencia se observa conflictos familiares e interacciones padres-niño negativas, que acostumbra a disminuir con un tratamiento satisfactorio. En general, los individuos con trastorno por déficit de atención con hiperactividad obtienen grados escolares inferiores que sus compañeros y alcanzan menos logros profesionales. Asimismo, los niños con este trastorno suelen tener un nivel intelectual varios puntos inferiores al de sus compañeros de la misma edad. Al mismo tiempo, se evidencia una gran variabilidad en el CI: los individuos con trastorno por déficit de atención con hiperactividad pueden presentar una capacidad intelectual por debajo del promedio o situarse en la franja de la supeditación. En su forma grave el trastorno es muy incapacitante, afectando la adaptación social, familiar y académica. Los tres subtipos se asocian a discapacidades significativas. Los déficit académicos y los problemas relacionados con la escolaridad tienden a ser más pronunciados en los tipos en que predomina la falta de atención (tipos con predominio del déficit de atención y combinación), mientras que el rechazo de los compañeros y, en menor medida las lesiones accidentales son más frecuentes en los tipos caracterizados por la hiperactividad e impulsividad (tipos con predominio hiperactivo-impulsivo y combinado). Los individuos que presentan el tipo con predominio del déficit de atención tienden a ser socialmente pasivos y parecen ser más bien desestimados que rechazados por sus compañeros.

Una proposición sustancial (aproximadamente la mitad) de los niños con trastornos por déficit de atención con hiperactividad derivados a la clínica también presenta un trastorno negativita desafiante o u trastorno disocial. Las tasas de coocurrencia del trastorno por déficit de atención con hiperactividad con otros trastornos de comportamiento perturbados son más elevadas que las referidas a otros trastornos mentales, siendo a un más probable en el caso de los dos subtipos caracterizados por hiperactividad-impulsividad (tipos hiperactivo-impulsivo y combinado). Otros trastornos

asociados incluyen trastornos del estado de ánimo, trastorno de ansiedad, trastorno de aprendizaje y trastorno de la comunicación en niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Aunque el trastorno por déficit de atención por hiperactividad se presenta en por lo menos 50% de los individuos con trastorno de la tourette derivados a la clínica, la mayor parte de los sujetos con trastorno por déficit de atención con hiperactividad no sufren de trastorno de la tourette concomitante. Cuando los dos trastornos coexisten, el inicio de trastorno por déficit de atención con hiperactividad acostumbra a preceder al inicio del trastorno de la tourette.

Puede existir historia de maltrato o abandonado infantil, acogidas familiares múltiples, exposición a neurotóxicas (p, ejemplo: envenenamiento por plomo), infecciones (p, ejemplo: encefalicitis), exposición a fármacos inutero o retraso mental. Aunque el bajo peso en el nacimiento a veces puede estar asociado al trastorno por déficit de atención con hiperactividad la mayor parte de los niños con bajo peso en el nacimiento no presentan dicho trastorno y la mayoría de los niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad no tienen una historia de bajo peso en el nacimiento.

Hallazgos de laboratorio asociados: En la evaluación clínica del trastorno por déficit de atención con hiperactividad no se ha establecido pruebas de laboratorio, evaluaciones neurológicas o evaluaciones de la tensión que resulte que resulte diagnosticas. Se ha observado que en ciertas pruebas se requiere un procesamiento mental laborioso, los resultados son anormales en grupos de individuos con trastorno por déficit de atención con hiperactividad comparados con los sujetos de la misma edad, pero estas pruebas no han demostrado su utilidad cuando se trata de determinar si un individuo concreto sufre el trastorno. No se conoce los déficit cognoscitivos fundamentales responsables de tales diferencias de grupo.

Hallazgos de la exploración física y enfermedades medicas asociadas: No existen características fiscas específicas asociadas al trastorno por déficit de atención con hiperactividad aunque pueden producirse algunas anomalías físicas menores (p. eg:hipertelorismo, paladar ojival, implantación baja de los pabellones auditivos) con una frecuencia superior a la observada en la población general. También puede darse una frecuencia superior de lecciones fiscas y accidentales.

7. SINTOMAS DEPENDIENTES DE LA CULTURA, LA EDAD Y EL SEXO.

Se sabe que el trastorno por déficit de atención con hiperactividad ocurre en distintas culturas, con variaciones en su prevalencia entre distintos países occidentales, probablemente a causa de que las prácticas diagnósticas son distintas, y no a consecuencia de diferencias en la presentación clínica del cuadro.

Es difícil establecer este diagnóstico en niños de edad inferior a los 4 o 5 años, porque su comportamiento característico es mucho más variable que el de los niños de más edad, pudiendo incluir características similares a los síntomas del trastorno por déficit de atención con hiperactividad.

Ciertos síntomas de desatención en niños pequeños no suelen observarse con facilidad, puesto que dichos niños habitualmente experimentan pocas exigencias de atención sostenida.

La atención de los pequeños puede mantenerse con cierta persistencia en algunas situaciones (por ejemplo el niño promedio de 2 o 3 años típicamente puede sentarse junto a un adulto y mirarlos grabados de un libro). Por el contrario, los pequeños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad se mueven excesivamente y suelen ser difíciles de contener y controlar. En el caso de un niño pequeño, para asegurar la obtención de un cuadro clínico completo es útil interrogar acerca de comportamientos muy distintos.

A medida que los niños maduran, los síntomas tienden a ser menos conspicuos. En él último período de la infancia y el inicio de la adolescencia son menos frecuentes los signos de actividad motora excesiva (por ejemplo correr y saltar en exceso, no permanecer sentado), de modo que los síntomas de hiperactividad pueden limitarse a inquietud motora o a un sentimiento interno de desazón.

En niños de edad escolar, los síntomas de desatención afectan las tareas en clase y el rendimiento académico. Los síntomas impulsivos también pueden dar lugar a alteraciones de las normas familiares e interpersonales y escolares. En la vida adulta la inquietud motora puede dar lugar a dificultades para participar en actividades sedentarias, así como a la evitación de pasatiempos y ocupaciones que permitan pocas oportunidades para el movimiento espontáneo (por ejemplo tareas de despacho). Este trastorno es mucho más frecuente en varones que en mujeres, con proporciones que oscilanentre 2:1 y 9:1 en función del tipo (el tipo con predominio del déficit de Atención aparece menos ligado al sexo) y las circunstancias (los niños derivados a la clínica son más frecuentemente del sexo masculino).

8. CURSO.

La mayor parte de los padres observan por primera vez la actividad motora excesiva cuando sus hijos son pequeños, coincidiendo frecuentemente con el desarrollo de la locomoción independiente. Sin embargo, puesto que bastantes niños pequeños muy activos no presentaran un trastorno por déficit de atención con hiperactividad, debe presentarse una especial atención a diferenciar la hiperactividad normal de la hiperactividad característica del trastorno por déficit de atención con hiperactividad antes de formular este diagnóstico con los primeros años de vida. Habitualmente el trastorno se diagnostica por primera vez durante los años de enseñanza elemental, cuando resulta afectada la adaptación escolar. Algunos niños que presentan el tipo con predominio del déficit de atención pueden no llegar a la clínica

hasta el final de la infancia. En la mayoría de los casos visitados en los centros clínicos, el trastorno se mantiene relativamente estable a lo largo de los primeros años de la adolescencia. En muchos sujetos, los síntomas (en particular la hiperactividad motora) se atenúan a medida que avanza la adolescencia y durante la vida adulta, aunque una minoría experimenta el cuadro sintomático completo del trastorno por déficit de atención con hiperactividad en plena edad adulta. Otros adultos pueden mantener solo algunos de los síntomas, en cuyo caso debe utilizarse el diagnostico de trastorno por déficit de atención con hiperactividad, en remisión parcial. Este último diagnostico se aplica a sujetos que ya no sufren el trastorno completo, pero que todavía presentan algunos síntomas que causan alteraciones funcionales.

9. PATRÓN FAMILIAR.

Se ha observado que el déficit por trastorno de atención con hiperactividad es más frecuente en los familiares biológicos en primer grado de niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad que en la población general. Son numerosas las pruebas que atestiguan la hiperactividad e inatención evaluados dimensionalmente. Sin embargo, las influencias familiares, escolares y de los compañeros también resultan cruciales en determinación del grado de discapacidades y de comorbilidad. Los estudios realizados también sugieren la existencia de una mayor prevalencia de trastornos del estado de ánimo, trastornos de ansiedad, trastornos de aprendizaje, trastornos relacionados con sustancias y trastorno antisocial de la personalidad en miembros de la familia de personas con trastornos por déficit de atención con hiperactividad.

10. DIAGNOSTICO DIFERENCIAL

El término diagnóstico diferencial define a los otros diagnósticos posibles que no son el diagnóstico establecido finalmente, aquellos en los que el médico puede pensar en función de los diferentes síntomas que presenta el paciente. El diagnóstico diferencial también puede designar los diferentes métodos utilizados por un

médico para establecer el diagnóstico correcto. El diagnóstico diferencial combina los conocimientos teóricos y prácticos adquiridos durante los estudios médicos, el examen clínico , los síntomas del paciente y los exámenes complementarios, biológicos y radiológicos. El médico analiza estos diferentes elementos para determinar la patología responsable y ofrecer el tratamiento adecuado al retraso mental leve es equivalente en líneas generales a lo que se cconsidera en la categoría pedagógica como «educable». Este grupo incluye a la mayoría (alrededor del 85 %) de las personas aafectadas por el trastorno. Consideradas en su conjunto, tales personas suelen desarrollar habilidades ssociales y de comunicación durante los años preescolares (0-5 años de edad), tienen insuficiencias mínimas en las áreas sensorias motoras y con frecuencia no son distinguibles de otros niños sin retraso mental hasta edades posteriores.

Durante los últimos años de su adolescencia, los sujetos con comportamiento negativita se pueden resistir a realizar tareas laborales o escolares que requieren dedicación personal a causa de su renuencia aceptar las exigencias de otros. Estos síntomas deben diferenciarse de la evitación de tareas escolares tareas escolares observadas en sujetos con trastorno por déficit de atención con hiperactividad el incremento de la actividad motora que puede presentarse en el trastorno déficit debe distinguirse de la conducta motora repetitiva q caracteriza al trastorno de movimiento estereotipados en este trastorno la conducta puede ser delimitada por ejemplo balaceo corporal mordiscos auto inferido .

El trastorno por déficit no se diagnostica si los síntomas se explican mejor por la presencia d de otro trastorno mental por ejemplo el trastorno por el estado de ánimo especialmente en trastorno bipolar. Trastorno de ansiedad trastorno disociativo etc.

11. RELACIÓN CON CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DE INVESTIGACIÓN DE LA CIE-10.

Los criterios del DSM-IV para el diagnostico de este trastorno son casi idénticos a los Criterios de Investigación de la CIE-10, pero no así los códigos diagnósticos, ya que la CIE-10 define unas categorías más estrictas. Mientras que el diagnostico del DSM-IV requiere seis síntomas de inatención o bien seis de hiperactividad/impulsividad, los Criterios Diagnósticos de Investigación de la CIE-10 requieren al menos seis síntomas de inatención, al menos tres de hiperactividad y por lo menos uno de impulsividad. En vez de subtipificar el trastorno sobre la base del tipo predominante, al CIE-10 subespecífica esta entidad en función del posible cumplimiento de los criterios diagnósticos de un trastorno disocial. En la CIE-10, este trastorno se denomina trastorno de la actividad y la atención, y viene recogido dentro del grupo de trastornos hipercinéticos.

12. CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICOS DE TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD.

I. Si presenta A o B

A) Seis o más de los siguientes síntomas de inatención que hayan estado presentes en la persona por lo menos durante 6 meses al punto de que sean inadecuados para el nivel de desarrollo:

Inatención

a) A menudo no presta la debida atención a los detalles o, por descuido, comete errores en las tareas de la escuela, el trabajo y otras actividades.

b) A menudo tiene problemas para concentrarse en las tareas o en los juegos.

c) A menudo parece que no escucha cuando se le habla directamente.

d) A menudo no sigue las instrucciones y no termina las tareas de la escuela, los quehaceres o cualquier otra responsabilidad en el trabajo (no por conducta oposicional ni por no entender las instrucciones)..

e) A menudo le cuesta organizar actividades.f) A menudo evita, rechaza o se niega a hacer cosas que

requieren mucho esfuerzo mental por un periodo largo (como tareas escolares o quehaceres de la casa).

g) A menudo pierde las cosas que necesita para hacer ciertas tareas o actividades (p. ej. juguetes, trabajos escolares, lápices, libros, o herramientas).

h) A menudo se distrae fácilmente.i) Tiende a ser olvidadizo en sus actividades cotidianas.

B) Seis o más de los siguientes síntomas de hiperactividad con impulsividad que hayan estado presentes en la persona al menos durante 6 meses, al punto de que sean inadecuados y tengan un efecto perturbador para el nivel de desarrollo:

Hiperactividad

a) A menudo juguetea con las manos y los pies o se retuerce cuando está sentado.

b) A menudo se levanta de la silla cuando debe permanecer sentado.

c) Con frecuencia corre o trepa en lugares y en momentos inoportunos (es posible que los adolescentes y los adultos se sientan muy inquietos).

d) A menudo se le dificulta jugar o disfrutar tranquilamente de las actividades recreativas.

e) A menudo “está en constante movimiento” o parece que le hubieran dado “cuerda”.

f) A menudo habla demasiado.

Impulsividad

g) A menudo suelta una respuesta sin haber oído toda la pregunta.

h) A menudo le cuesta esperar su turno.i) A menudo interrumpe al que esté hablando o se entromete

con los demás (p. ej., irrumpe bruscamente en las conversaciones o los juegos).

A. Algunos de los síntomas que causan alteraciones se presentaron desde antes de los 7 años de edad.

B. Algunas alteraciones producidas por los síntomas ocurren en dos o más entornos (p. ej., escuela o trabajo y casa).

C. Debe haber clara evidencia de una alteración clínicamente considerable en el funcionamiento social, escolar o laboral.

D. Los síntomas no se presentan únicamente cuando la persona sufre de trastorno generalizado del desarrollo, esquizofrenia u otro trastorno psicótico. Los síntomas no se atribuyen mejor a la presencia de otro trastorno mental (p. ej., trastorno del humor, trastorno de ansiedad, trastorno disociativo o trastorno de la personalidad).

Con base en estos criterios, se identifican tres tipos de TDAH:

1) TDAH tipo combinado: si en los últimos 6 meses se ha cumplido el criterio 1A y el 1B

2) TDAH tipo predominantemente inatento: si en los últimos seis meses se ha cumplido el criterio 1A pero no el 1B

3) TDAH tipo predominantemente hiperactivo-impulsivo: si en los últimos seis meses se ha cumplido el criterio 1B pero no el 1A.

13. EL MEDICO CIRUJANO FRENTE A UN CASO DE TDAH.

Consideraciones odontológicas.

Este tipo de alteración no viene acompañada de manifestaciones bucales particulares, sin embargo la experiencia en la práctica ha sugerido que los niños con TDAH tienden a tener un índice mayor de

dientes cariados, perdidos y obturados (CPOD) que los niños sin esta condición. Esto debido a la pobre habilidad y motivación para realizar una buena higiene bucal, además los padres de estos niños gustan premiar las conductas positivas con regalos cariogénicos como las golosinas, lo que hace que esta población de niños sea un grupo de mayor riesgo a poseer caries dental

Como debe actuar el cirujano dentista frente a un caso de TADAH.

Al igual que todos pacientes niños la primera cita suele ser la más importante, ya que preparará el campo para las citas futuras. Se debe disponer de tiempo suficiente como para hablar con los padres y el paciente antes de iniciar cualquier atención denta. Los siguientes procedimientos han sido efectivos para establecer la relación odontólogo-paciente y reducir la ansiedad en la atención odontológica:

Dar breve paseo por el consultorio antes de iniciar el tratamiento para que el paciente se familiarice con el diseño y mobiliario, así reducir el temor a lo desconocido.

Hablar lentamente y con términos sencillos. Asegurarse de que las explicaciones sean entendidas por el paciente.

Dar solo una instrucción a la vez. Felicitar al paciente luego de haber finalizado exitosamente una acción. Mantener sesiones cortas. Progresar gradualmente a procedimientos más difíciles, luego que el paciente se haya familiarizado con el ambiente odontológico.

Citar a los pacientes a primeras horas del día, cuando tanto el odontólogo como el paciente se encuentran menos fatigados, tanto física como mentalmente.

En los niños con TDAH, la conducta que presentan suele verse reforzada cuanta más atención se le presta por lo tanto las conductas normales quedan desatendidas completamente; una técnica muy aceptada es cambiar estas preferencias, ignorar la mala conducta y reforzar los comportamientos

adecuados. El incremento a las conductas deseables se establecen por medio de: recompensas sociales (atención, alabanzas, afecto, privilegios) y recompensas materiales por la emisión de la conducta deseada; utilización de puntos-fichas canjeables por determinados reforzadores, si se produce la conducta-objetivo; tomar a los compañeros de clase, amigos, miembros de la familia como modelos para imitar conductas positivas

CONCLUSIONES

El TDAH es un cuadro sintomá- tico heterogéneo desde el punto de vista clínico y pronóstico. Se caracteriza básicamente por una atención lábil y dispersa, impulsividad e inquietud motriz exagerada para la edad del niño.

El TDAH puede ser que influya adversamente en la salud bucal, debido a la pobre habilidad y motivación para realizarse una buena higiene bucal y a los medicamentos ingeridos.

El TDAH puede aumentar el riesgo de caries dental de un niño, por lo que se debería aumentar las medidas preventivas: tales como el fluoruro tópico, y monitoreo de los padres de las prácticas de higiene oral.

Una de las estrategias básicas en el manejo conductual para el tratamiento odontológico en niños con TDAH que hay que tener en cuenta es la relajación, atención y concentración.

Hay diversas técnicas de manejo de conducta que pueden permitir al odontopediatra lograr la colaboración del niño con TDAH en el tratamiento dental, lo importante es aplicar esto correctamente teniendo en cuenta el comportamiento y personalidad de cada niño en particular.

BIBLIOGRAFÍA

DSM-4 Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales pag.97 – 107

http://www.upch.edu.pe/faest/publica/2007/ vol17_n1/vol17_n1_07_art8.pdf