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1 PROYECTO: Creencias y prácticas populares en torno al embarazo y parto: un enfoque sobre el proceso salud-enfermedad INFORME FINAL Investigadoras: Dra. Graciela Castellano Dra. Jimena Heinzen Soc. Soledad Nión Depto. de Medicina Preventiva y Social & Unidad de Sociología de la Salud Facultad de Medicina Universidad de la República Montevideo, noviembre 2011.

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PROYECTO:

Creencias y prácticas populares en torno al embarazo y parto: un enfoque sobre el proceso salud-enfermedad

INFORME FINAL

Investigadoras: Dra. Graciela Castellano Dra. Jimena Heinzen

Soc. Soledad Nión

Depto. de Medicina Preventiva y Social & Unidad de Sociología de la Salud Facultad de Medicina

Universidad de la República

Montevideo, noviembre 2011.

2

Resumen

La presente investigación vincula el campo de lo social con la salud, donde se

reafirma la importancia de lo sociocultural en la problemática global del proceso salud-

enfermedad. Destaca la importancia de la consideración de las creencias populares a la

hora de comprender los complejos procesos relacionados con la concepción de la

salud y la enfermedad, el modo en que estos influyen sobre los resultados terapéuticos

de la medicina convencional, así como el modo en que impactan a la hora de acceder a

los servicios, en aquellos casos donde el universo cultural de los usuarios no se ve

reflejado por el modelo asistencial predominante.

A través de metodologías principalmente cualitativas se abordará la búsqueda

de información relativa a las creencias y prácticas populares ligadas a la concepción de

la salud durante el embarazo y el parto.

Palabras y conceptos clave

Creencias - embarazo - parto – salud materna – modelo asistencial

Equipo de investigación Doctora en Medicina, Estudiante de Posgrado de Epidemiología (F. Medicina), Magister en Educación Popular, Asistente del Depto. Medicina Preventiva y Social, Facultad de Medicina, UdelaR Doctora en Medicina. Ayudante del Depto. Medicina Preventiva y Social, Facultad de Medicina , UdelaR Lic. en Sociología, Diploma en Metodología de la investigación social. Aspirante a Magister en Sociología (FCS), Asistente de la Unidad de Sociología de la Salud del Depto. Medicina Preventiva y Social, Facultad de Medicina, UdelaR

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INDICE

Introducción Pág. 5

Objetivos de investigación Pág. 8

Aproximación metodológica Pág. 9

CAPITULO 1. Creencias y prácticas de salud Pág. 15

1.1. La construcción social de la salud y de la enfermedad: existencia de

múltiples realidades Pág. 15

1.2. Papel de la medicina en la construcción de las experiencias de salud –

enfermedad Pág. 18

1.3. Creencias y prácticas de salud materna Pág. 21

CAPITULO 2. El modelo de atención a la salud uruguayo Pág. 26

2.1. Continuidades y ¿cambios? Pág. 26

2.2. Las reformas Pág. 28

2.3. La salud de la mujer en el marco del SNIS Pág. 32

2.4. Algunas reflexiones preliminares en torno al sistema asistencial y la salud

de la mujer en Uruguay Pág. 34

CAPITULO 3. Creencias y prácticas populares Pág. 36

3.1. Momento en que se capta el embarazo Pág. 37

3.2. El embarazo. Hábitos y cambios de hábitos, motivaciones,

recomendaciones médicas y sus dificultades Pág. 38

3.3. Creencias respecto al sexo del bebé Pág. 47

3.4. El parto Pág. 49

3.5. Miedos y estrategias frente a esos miedos Pág. 51

CAPITULO 4. Referentes socio-culturales familiares y comunitarios Pág. 55

4

4.1. Quiénes son valorados/as como referentes socio-culturales, familiares y

comunitarios Pág. 56

4.2. Significado de las recomendaciones de referentes no médicos Pág. 61

4.3. El rol de otras embarazadas como referentes socio- culturales Pág. 64

4.4. Las recomendaciones de los referentes socio- culturales con respecto al

parto Pág. 65

CAPITULO 5. Lugar de los profesionales de la salud en la construcción de la salud en el

embarazo y el parto Pág. 67

5.1. Saber y recomendaciones de los profesionales de la salud durante el

embarazo Pág. 67

5.2. Papel de los profesionales de la salud en el parto Pág. 73

Conclusiones Pág. 79

Bibliografía Pág. 84

Anexos Pág. 87

5

INTRODUCCIÓN

En el marco de la investigación “Exposición a subproductos de la desinfección

del agua durante el embarazo y el bajo peso al nacer en Montevideo en el bienio 2009-

2010”, proyecto desarrollado por el Departamento de Medicina Preventiva y Social

(Facultad de Medicina) con el apoyo de la Comisión Sectorial de Investigación

Científica (CSIC), de la Universidad de la República, (UdelaR), se ha desarrollado en el

2010 un Programa de Educación para la Salud orientado a mujeres gestantes de la

ciudad de Montevideo. El mismo se ha consolidado como un proyecto de extensión

“Educación para un embarazo saludable” (CSEAM 2009-2010), contando con el apoyo

del Ministerio de Salud Pública, de las autoridades del Área Salud Del Banco de

Previsión Social, y la Intendencia Municipal de Montevideo.

Dentro de las actividades educativas de dicho programa, surge la necesidad de

elaborar un marco teórico y una conceptualización de la salud que tenga en cuenta el

universo cultural de las participantes, es por ello que el presente equipo de

investigación se ha propuesto profundizar en el conocimiento sobre las concepciones,

creencias y prácticas populares vinculados a la salud materna, que sirva de sustento

teórico para el mejoramiento de programas de educación para la salud en el

embarazo, tanto el que se menciona anteriormente, como otros posibles.

En este sentido, esta investigación, comenzada en abril del 2010 y realizada en

el marco de las actividades de investigación y docencia dentro del Departamento de

Medicina Preventiva y Social & de la Unidad de Sociología de la Salud (F. Medicina –

UdelaR)1, pretende aportar un marco de referencia cultural sobre las concepciones y

prácticas populares vinculadas al cuidado de la salud materna, que sirva de sustento

teórico para el mejoramiento del diseño de programas de educación para la salud en el

embarazo, la auto identificación en el uso de estereotipos por parte del personal de

salud y de decisores de políticas, y el fomento de la participación de las mujeres en

programas de salud materna en Montevideo.

Se realizaron 28 entrevistas a mujeres embarazadas usuarias de policlínicas de

ASSE, BPS y del Hospital de la Mujer Paulina Luisi (Centro Hospitalario Pereira Rosell) y 1 Es decir, no se ha contado con financiación para la ejecución del proyecto.

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se aplicaron complementariamente 40 formularios auto administrados en salas de

espera.

El enfoque general desde el cual se parte es aquel que entiende que “Salud y

enfermedad expresan una relación que atraviesa el cuerpo individual y social,

confrontándose con turbulencias del ser humano en cuanto ser total. Son fenómenos

clínicos y sociológicos vividos culturalmente.” (Minayo, MCS).

En el marco de un enfoque integral de la salud, que prioriza la prevención y

promoción, la educación para la salud constituye una herramienta fundamental, ya

que a través de ella es posible crear un ámbito colectivo de construcción de nuevos

saberes, construir e incorporar nuevas concepciones acerca de la salud, así como

también propiciar la reflexión sobre las prácticas propias de los participantes y sobre

los estereotipos utilizados comúnmente en la práctica por profesionales de la salud.

Del mismo modo, es posible revalorizar aquellas creencias y prácticas beneficiosas de

las usuarias para el logro de una salud integral.

Por tanto, el proyecto contempla la premisa de que es necesario ampliar las

bases conceptuales de las ciencias de la salud, de modo de lograr una más amplia y

real aproximación a la complejidad de los fenómenos de salud- enfermedad. Esta

complejidad se ve reflejada en las concepciones y prácticas populares relativas a la

maternidad, sus creencias, siendo importante conocerlas e integrarlas a la hora de

diseñar e implementar programas de educación para la salud, de modo de que los

contenidos de dichos programas reflejen también las perspectivas culturales de la

población beneficiaria, su mirada sobre los fenómenos. Es necesario, entonces, aportar

una visión que permita, desde la perspectiva del saber científico, integrar, en lugar de

crear fracturas entre ambos mundos de vida y conocimiento.

Este trabajo fue posible gracias a la colaboración de responsables y equipo de

las policlínicas de: la Intendencia Municipal de Montevideo (Policlínica Paso de la

Arena, Policlínica Quintas de Batlle) del Banco de Previsión Social (Centro Materno

Infantil Sayago), policlínicas de Alto riesgo obstétrico y Policlínica de Adolescentes del

Hospital de la Mujer, con el aval de la Coordinadora Técnica de la Consulta

Ambulatoria del Hospital de la Mujer y la Dirección General del Hospital de la Mujer

“Paulina Luisi”.

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Muy especialmente gracias a las mujeres que accedieron a ser entrevistadas y a

contestar el formulario auto-administrado.

Respecto a la estructura del informe:

En el primer capítulo desarrollaremos el análisis teniendo como base la

conceptualización teórica vinculada a la construcción social de la salud y de la

enfermedad, el papel de la medicina en la construcción de las experiencias de salud –

enfermedad, y las creencias y prácticas populares en torno a la salud materna.

En el segundo capítulo, abordaremos el análisis del modelo de atención a la

salud uruguayo, la reforma del mismo y la salud de la mujer en el marco del Sistema

Nacional Integrado de Salud.

En el tercer capítulo, realizaremos el análisis de las entrevistas centrado en las

creencias populares, sus ejes fundamentales y puntos de contacto y ruptura con el

sistema de atención.

En el cuarto capítulo, abordaremos el rol de los referentes socio- culturales,

específicamente los familiares y comunitarios, en torno a las creencias y prácticas

populares en el embarazo y parto.

En el quinto capítulo, analizaremos el lugar de los profesionales de la salud en

la construcción de la salud en el embarazo y el parto.

Por último, presentaremos las conclusiones más relevantes que surgen del

análisis realizado en los capítulos anteriores.

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OBJETIVOS DE INVESTIGACIÓN

Objetivo general:

Comprender las creencias y prácticas populares vinculadas al cuidado de la

salud materna (durante el embarazo y el parto), desde la perspectiva de las mujeres

gestantes de Montevideo, usuarias de servicios de salud del sub-sector público.

Objetivos específicos:

1. Conocer y comprender las prácticas de las mujeres embarazadas en relación a

su salud durante el embarazo y parto, y la existencia de diferencias según

perfiles sociodemográficos.

2. Conocer y comprender las creencias que sustentan dichas prácticas.

3. Explorar el marco de referencia sociocultural de dichas creencias y prácticas

(referentes familiares y sociales).

4. Explorar el papel que los saberes y recomendaciones profesionales ocupan en

la construcción de la salud de dichas mujeres como gestantes.

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APROXIMACIÓN METODOLÓGICA

La metodología cualitativa busca estudiar y comprender los fenómenos en

profundidad, y por eso se centra en el descubrimiento del sentido y el significado de

las acciones sociales, descifrando valoraciones y representaciones sociales. Dicho

abordaje se centra en la percepción de la realidad como construcción compartida de

los individuos, entendiendo que la vida social es cambiante, mudable y dinámica, y los

individuos son agentes activos en la construcción de la realidad.

Larga es la tradición del uso de abordajes cuantitativos dentro del campo de la

medicina y la epidemiología. La investigación cualitativa en el área de la salud, por su

parte, consiste un campo de saberes y prácticas de creciente desarrollo en América

Latina (Mercado-Martínez, 2002), y en el cual se ha abierto un espacio para la práctica

multidisciplinaria lo que se traduce en una gran riqueza en la producción. En los

comienzos, el interés por la investigación y análisis cualitativos en temas de salud se

definía básicamente por el interés de los investigadores en las instituciones sanitarias.

Posteriormente, los investigadores en salud llegaron a esta perspectiva de análisis

buscando conocer dimensiones complejas de las que aportan poca o nula información

los registros clínicos habituales. (Amezcua Gálvez Toro, 2002)

En el caso de este proyecto, la mirada cualitativa fue la aproximación más

adecuada en la medida que permite aproximarse de manera contextual y profunda al

fenómeno aquí planteado (construcción de creencias y prácticas en salud materna) en

sus dimensiones social y cultural, de manera de comprender el mundo de significados

y valoraciones que construyen y se reconstruyen en torno al mismo. Se pretende

comprender los comportamientos y motivaciones de las madres enmarcadas dentro

de un sistema de relaciones sociales y familiares en el cual se comparte un esquema de

significaciones sobre la maternidad, la salud de la mujer, la salud del feto y los servicios

de asistencia sanitaria. Como señala Tarrés (2001) la comprensión de la experiencia

vivida por los seres humanos que, pese a la influencia de las estructuras, poseen

espacios de libertad y son sujetos portadores y productores de significados sociales o

culturales.

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Es así que, en el marco de un diseño abierto, exploratorio y descriptivo se utiliza un

enfoque principalmente cualitativo y complementariamente el uso de herramientas

cuantitativas (datos secundarios / relevamiento cerrado de datos). Por tanto, se

recogerán los datos a través de la triangulación de técnicas.

Los diseños de investigación cualitativos tienen básicamente un patrón cíclico y

son flexibles, aunque pueden diferir en su grado de flexibilidad de un proyecto a otro.

Dicho patrón cíclico refiere a que las actividades principales siguen un patrón en forma

de espiral en el cual se repiten una y otra vez de acuerdo a la información arrojada por

las observaciones en cada fase de la investigación.(Mansilla Sepúlveda, J., 2007) Ahora

bien, que la investigación sea flexible no implica necesariamente que no tenga un

orden especulativo a desarrollar y que guíe las distintas etapas de investigación, al

menos en el comienzo. (Op. Cit.)

En esta línea, se planteó un diseño abierto con lineamientos básicos a seguir,

mediante el cual fue posible ir realizando ajustes a medida que se fue desarrollando el

trabajo de campo.

Partiendo del discurso como fuente de información, desde una perspectiva

cualitativa, esta investigación se alimentó de técnicas que permitieron profundizar

sobre las percepciones de las mujeres sobre su salud en general, su salud sexual &

reproductiva, y su vínculo con los Centros de Salud, teniendo a la perspectiva de

género y de derechos como categoría transversal. De acuerdo a esto, al tipo de

conocimiento al cual se aspiró, considerando a su vez aspectos operativos, la técnica

de relevamiento adecuada y de mayor factibilidad fue la entrevista. Mediante dicha

técnica, a través de la recogida de un conjunto de saberes privados, se logra la

construcción del sentido social de la conducta individual o del grupo de referencia de

ese individuo. (Alonso, 1998)

En este sentido, se procuró realizar una reconstrucción retrospectiva sobre la

percepción de la mujer y su relacionamiento con los Centros de Salud, en tanto mujer

y madre. Para ello, se diseñaron pautas semi-estructuradas que orientaron la

aplicación de la técnica, según las distintas dimensiones de interés y contemplando las

características particulares de las distintas informantes de referencia.

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La pauta de entrevista estuvo enfocada a profundizar en las siguientes

dimensiones: caracterización de la entrevistada (si es primípara o multípara, por

ejemplo); actitud frente a la salud durante el embarazo, creencias sobre la salud en el

embarazo; características del grupo social de pertenencia; papel del médico/a en el

embarazo y el parto; papel de las recomendaciones profesionales frente a la salud en

el embarazo; papel de las recomendaciones y de las prácticas del grupo social de

pertenencia frente a la salud en el embarazo y el parto; miedos relacionados a la salud

durante el embarazo y en el parto; entre otras dimensiones que fueron surgiendo en el

transcurso del desarrollo de las entrevistas y el campo en general. (Ver pauta en Anexo

I)

A efectos de garantizar la calidad de la información, se contempló que la

entrevista tuviese una duración aproximada de entre 10 y 20 minutos, teniendo en

cuenta de antemano que las mismas se iban a desarrollar en las salas de espera de los

controles obstétricos. Con esta duración se logró en todos los casos presentar la

investigación y relevar la información de interés, sin ver interrumpida la entrevista.

Cabe señalar que en todos los casos se proveyó la información que la ética de

investigación propone (en qué consiste la actividad de entrevista, fines de la

investigación, formas de contacto del equipo de investigación). Sobre este punto en

particular sugerimos ver los Anexos II y III, aprobación Comité de Ética del Hospital

Pereira Rossell y Consentimiento Informado firmado/entregado, respectivamente.

Como es sabido, en la investigación cualitativa, la representatividad se da a

través de la selección de informantes (actores) estereotípicos dada la población y el

fenómeno que se quiere conocer. En este sentido, el reclutamiento de los informantes

resulta fundamental, donde muchas veces la solución considerada como óptima es

seleccionar los casos más típicos, el que representa un modelo ideal. A través de dicha

selección se busca lograr la representatividad en términos analíticos, tomando

distancia de la representatividad en términos estadísticos, es decir, lo que se da con

mayor frecuencia.

Por tanto, la investigación cualitativa utiliza el denominado muestreo teórico, el

cual permite al investigador encontrar categorías (de personas y/o de sucesos) en las

que interesa profundizar. Este tipo de muestreo no acaba hasta que dejan de surgir

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nuevos conceptos, es decir, hasta que se saturan los datos. Dicha saturación es

determinada mediante un análisis simultáneo al desarrollo del campo. Esto implica

que este muestreo no sigue un desarrollo lineal, porque no es posible tener una

muestra cerrada y estructurada antes del comienzo/cierre del campo. El número de

entrevistas a realizar, estuvo determinado –entonces- por el llamado criterio de

saturación teórica. Dicho criterio de saturación se basa en que la cantidad de

entrevistas o casos a seguir integrando en el trabajo de campo encuentra su límite en

el punto en el cual ya no aparecen temas que no hayan sido tratados en entrevistas

anteriores. Tal como señalan Beartaux – Bertaux Wiame (1993) cuando aparecen

elementos con cierta regularidad en base a las categorías relevadas, éstos ya no se

deben a características personales azarosas o decisiones individuales, sino que

implican rasgos culturales estructurales.

En esta investigación se utilizó la variante de muestreo por juicio: la selección

de las unidades se realizó a partir de ciertos criterios conceptuales, buscando una

especie de representatividad teórica del universo de estudio (Scribano, 2008). En

nuestro caso básicamente: mujeres adultas o adolescentes, policlínicas de atención

periféricas o centrales, que fuesen primíparas o multíparas, y con embarazos de alto o

bajo riesgo.

La estrategia de selección de los casos para componer la muestra se basó en la

búsqueda de casos típicos que representaran la población a estudiar según las

dimensiones teóricas de interés. Esto implicó la construcción de un tipo de acuerdo

con los rasgos necesarios y la selección de las mujeres embarazadas a entrevistar en

función del mismo.

Dado todo lo anterior, se realizaron en total 28 entrevistas a mujeres de

distintas semanas de gestación, las cuales se distribuyeron (a posteriori) de la siguiente

forma:

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Cuadro 1- Nº de entrevistas realizadas según perfiles teóricos

A grandes rasgos podríamos decir que, dadas las policlínicas seleccionadas para

realizar el estudio se está ante mujeres gestantes de barrios/localidades que si bien

representan una cierta heterogeneidad en términos de su situación socioeconómica,

corresponden en su mayoría a zonas de la sociedad desfavorecidas en este sentido.

Según las fuentes consultadas2 se trata de una población que concentra un importante

número de personas, que en una proporción significativa tiene y ha crecido en un

contexto histórico de inserción laboral precaria e inestable, clima educativo (formal)

bajo, con déficits de salud (porcentajes de retraso de talla grave), y padece de

exclusiones sociales múltiples. Por tanto, es una población para la cual el diseño de

programas de prevención y promoción si bien está difundido, demanda de un abordaje

específico, que se sitúe a partir del marco de referencia socio-cultural (de creencias, de

prácticas), y necesariamente sea acercado a profesionales y tomadores de decisiones

en tema de salud (sea trabajen directamente con la población o no).

Por último en términos del abordaje cualitativo, cabe señalar que se utilizó en

este estudio el software Atlas ti como herramienta que facilitó la condensación de los

datos, su análisis y presentación. Para la condensación de datos, se combinó lo que en

teoría fundada se llaman códigos in vivo con códigos que devienen de los constructos

sociológicos y de la salud pública, siendo que en este proyecto se estaba frente a un

tema relativamente nuevo para las disciplinas que lo abordaron (al menos en nuestro

país).

2 Observatorio de la Intendencia Municipal de Montevideo http://intgis.montevideo.gub.uy/sit/aplicaciones/urbal10/index.php - junio 2010- e Instituto Nacional de Estadística http://www.ine.gub.uy/microdatos/microdatosnew2008.asp -junio 2010-

POLICLÍNICA EDAD EXPERIENCIA Nº ENTREVISTAS

Periférica Adulta Multípara 7 Periférica Adulta Nulípara 3 Periférica Adolescente Nulípara 1 Central Adulta Multípara 8 Central Adolescente Multípara 1 Central Adulta Nulípara 7 Central Adolescente Nulípara 1

28 Total entrevistas realizadas

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Por otro lado, como técnica complementaria se utilizó el análisis de contenido

de leyes, programas, manuales, etc. que posibilitaron la contextualización del

fenómeno de interés en términos de:

- el sistema de salud y la Reforma que desde el 2005 se está implementando;

- políticas de salud materna en nuestro país;

- específicamente, la existencia de espacios en el sistema para la

participación de las usuarias; y

- la existencia de espacios en el sistema que contemplen las creencias y

prácticas de las mujeres en relación a su salud materna.

En definitiva, como veremos en los capítulos siguientes, aquel material que de

antemano nos pueda brindar pistas sobre la relación que en nuestro país existe entre

saber médico (a través de la medicalización y la asistencia sanitaria) y el saber popular.

Asimismo, se utilizó el relevamiento de información mediante un formulario

autoadministrado a las mujeres presentes en sala de espera de los controles

obstétricos donde se realizaban las entrevistas. En dicho formulario se abordaron

dimensiones relacionadas a las creencias de las mujeres en relación a la salud materna

y al rol de los médicos, más algunas variables de tipo sociodemográficas. En total se

aplicaron 40 formularios, y el tipo de muestra en este caso fue coincidental, buscando

de este modo cierta complementariedad descriptiva al abordaje cualitativo y sin fines

de inferencia poblacional. Ver formulario en Anexo IV.

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CAPITULO 1. CREENCIAS Y PRÁCTICAS DE SALUD

La temática de la construcción social de la salud ha sido poco estudiada como

tal en nuestra academia. Más allá de esto, encontramos teorías y antecedentes

empíricos internacionales y nacionales que van desde las llamadas micro-sociologías a

estudios concretos en los campos de antropología de la salud y de la salud sexual &

reproductiva. En el próximo capítulo nos concentramos en desarrollar aquellas

conceptualizaciones y antecedentes que ayudan a enmarcar nuestro problema de

estudio y el estado de situación del desarrollo del conocimiento en torno al mismo,

como así también la pertinencia de su estudio.

1.1. La construcción social de la salud y de la enfermedad: existencia de múltiples

realidades

A un nivel general, autores como Berger y Luckmann (2003) advierten de las

diversas realidades que coexisten en una misma sociedad y en el mundo: “Lo que es

real para un monje del Tíbet puede no ser real para un hombre de negocios

norteamericano. El conocimiento que tiene un criminal difiere del que posee un

criminalista. Se sigue de esto que las acumulaciones específicas de realidad y

conocimiento pertenecen a contextos sociales específicos….” (Op. Cit.: pág. 15) Analizar

la realidad del mundo de vida de una población de interés, nos aproxima a los

fundamentos del conocimiento que orienta la conducta en la vida cotidiana de ese

grupo, a las objetivaciones de los procesos (y significados) subjetivos por medio de los

cuales se construye el mundo intersubjetivo del sentido común.

Desde este punto de vista, el conocimiento de la vida cotidiana se comporta

como un saber práctico fundado en normas y valores, por tanto indagar en él implica

acercarse al “…fundamento incuestionado de todo lo dado en mi experiencia, el marco

presupuesto por así decir, en el cual se colocan todos los problemas que debo resolver”.

(Schutz, A. - Luckmann, T: pág. 25) Mundo éste que es compartido

intersubjetivamente, socialmente articulado, y que contiene un marco común de

interpretación y -por tanto- de acción.

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La salud y la enfermedad son dimensiones de la vida cotidiana de los individuos

concebidas dentro de ese conocimiento fundado en su mundo de vida natural. Tal

como señalan Mitjavila y Fernández

“Actualmente existen suficientes argumentos científicos como para sostener

que tanto la salud como la enfermedad no existen en si mismas en la naturaleza:

ambas son construcciones sociales. (…) los propios estados físicos y mentales del ser

humano, las formas de interpretarlos y las respuestas terapéuticas que reciben están

fuertemente condicionados por factores de naturaleza social.”(Op. Cit: pág. 506).

De esta forma, las situaciones bio psíquicas que se perciben e interpretan como

problemas de salud (incluso las enfermedades microbianas) tienen -en distintos

grados- una raíz sociocultural. (Op. Cit: pág. 506) Esto muestra claramente la necesidad

por parte de todos los actores involucrados a la prevención, la promoción y la atención

de la salud de comprender la estructura y los procesos sociales por detrás de la

producción, interpretación y actitudes frente a la salud y la enfermedad. En este

sentido, se afirma que la experiencia de la enfermedad y de la salud son fenómenos

que como tal ha existido siempre, pero que cobran distintas características según el

contexto socio histórico que se estén observando. (Op. Cit: pág. 507) Las creencias y

prácticas de salud variarán según las etapas de la historia, las culturas y sociedades,

grupos, etc.

En el plano de los comportamientos preventivos, por ejemplo, distintos estudios

muestran que dichos comportamientos no están explicados por un conjunto único de

razones, sino que dependen significativamente de la percepción que ellas tienen de la

“amenaza” de una enfermedad o conducta, y de la eficacia que la acción preventiva

tiene sobre la reducción de dicha amenaza. En este sentido, las creencias juegan un

papel muy importante en materia de salud y de conductas preventivas. Asimismo, la

adopción de acciones preventivas también se encuentra determinada por la evaluación

de viabilidad y eficacia que la persona realiza de dicha acción (una estimación subjetiva

de los beneficios potenciales en función de los costos físicos, sociales, económicos que

le implica). (Ver Lostao; 2000, por ejemplo)

17

Esta aproximación toma como base la experiencia del modelo de creencias de

salud, aplicado en diversos estudios desde la década de 1950, y fuertemente inspirado

en la tradición de la psicología cognitiva “…que considera dichos comportamientos [de

salud y preventivos de la enfermedad] como resultado del conjunto de creencias y

valoraciones internas que el sujeto aporta a una situación determinada.”(Moreno- Gil,

2003: pág. 91). Sin embargo, dicho modelo no está exento –como todo constructo

analítico- de limitaciones y críticas. Dentro de las mismas, se sitúan la existencia de

estudios que han arrojado resultados discordantes entre las creencias en salud y los

comportamientos (en nuestro caso prácticas) en salud. Bajo esta divergencia, el análisis

funcionalista cobra relevancia y trata de trascender la misma, planteando la necesidad

de considerar las creencias en salud como conducta verbal articulada y no

directamente como una variable explicativa de la conducta manifiesta de los sujetos.

(Moreno- Gil, 2003)

En todo caso, desde la perspectiva de las autoras aquí, no necesariamente las

limitaciones y aportes de una y otra corrientes analíticas deben ser tomadas como

contrapuestas. Los individuos viven en una continua movilización y actualización de

creencias y valoraciones que pueden o no llevar a la práctica dependiendo de las

habilitaciones y limitaciones que les brinda el contexto en el cual están insertos. Es

decir, dichas creencias y prácticas se entrecruzan en un tiempo y espacio determinado,

en una red de relaciones socio-económicas y culturales determinadas que fomentan la

actualización de dichas creencias pero que así mismo las limitan. Puede que esas

limitaciones sean plasmadas en prácticas divergentes. En todo caso, el modelo de

creencias de salud cognitivo adolece en su análisis de la inclusión de dimensiones

intermedias (como ser nivel socio económico de las personas/grupos, redes sociales de

pertenencia, características de la medicalización y atención sanitaria, características

del sistema de salud, entre otras) en la relación entre creencias y prácticas, y de ahí

deriva la “disociación” entre ambas.

Las creencias moldean las actitudes con respecto a la salud pero no

necesariamente se traducen en comportamientos acordes a dichas creencias. Como

señalan Aguinaga et al (1983) existen factores condicionantes de las actitudes con

respecto a las diferentes opciones sanitario-asistenciales (concepto de enfermedad,

tipificación del rol de enfermo, conocimiento de los distintos sistemas sanitario-

18

asistenciales, idea de muerte y su codificación cultural en relación con la enfermedad,

la ideología, especialmente, las creencias religiosas), y factores constitutivos de los

comportamientos, los cuales tienen que ver con“…la actuación que un individuo realiza

en una situación concreta, como respuesta a la misma.” (Aguinaga et al: pág.153)

Siguiendo a Mary Douglas (Romero, S., 2009), este es un conflicto cultural que se

puede reconocer –además de en campos como la religión- en aspectos referidos al

tratamiento del cuerpo, de la salud.

1.2. Papel de la medicina en la construcción de las experiencias de salud –

enfermedad

En esta construcción social del proceso salud- enfermedad cabe preguntarse,

¿cuál es el papel de la medicina como institución -y de los profesionales de la salud en

particular- en dichas construcción y experiencias?

La variación histórica y sociocultural de lo que se considera salud y/o

enfermedad se aplica tanto en lo que refiere al conocimiento popular como al

conocimiento científico. La legitimidad que posee la medicina, como señalan Mitjavila

y Fernández (1998), ha redundado en una naturalización de la manera médica de ver y

actuar frente a la salud y la enfermedad. Esto último advierte que

“En condiciones de incertidumbre, el médico clínico suele recurrir a conocimientos de

carácter general, a la experiencia propia y a la experiencia sistematizada por su

comunidad de pares, pero también a sus propios esquemas de percepción de la

realidad, y en estos últimos se incluye la categorización de pacientes en base a

estereotipos que son usados como puntos de referencia.” .

Desde el punto de vista de la construcción social de la salud y la enfermedad,

este concepto reviste importancia entre otras cosas porque la categorización realizada

por médicos y profesionales relacionados a la salud involucra por lo general la

utilización de estereotipos como punto de referencia para la elaboración de

diagnósticos y determinar las acciones preventivas. Los profesionales de la salud,

entonces, al igual que sucede con el resto de los individuos, utilizan sus esquemas de

referencia socio-culturales como marco para la interacción y definición de las

situaciones, dada la propensión ilimitada a la acción que caracteriza a la profesión

19

médica (Mitjavila, 1998: pág. 39). A saber “…a lo largo de la práctica sanitaria, los

médicos construyen activa y selectivamente durante los primeros años de ejercicio,

unos sistemas de categorías y de nociones mediante los cuales aprehenden las

enfermedades y a los enfermos con los que tienen relación, y organizan sus

intervenciones diagnósticas y terapéuticas.”(Devillard, M.: pág. 83)

Toda interacción social se encuentra cargada de tipificaciones, y la relación

entre profesional de la salud y pacientes no es una excepción. Tanto la atención como

los programas de prevención y promoción de salud se encuentran signados por las

valoraciones que los profesionales y el personal abocado a estas tareas tienen de

cuáles son las creencias y prácticas más extendidas entre las mujeres en relación a la

salud materna.

Concomitantemente, los profesionales de la salud legitiman los valores

dominantes en la sociedad, el rol de desviado del enfermo y cuándo éste vuelve a su

estado de normalidad. (Rodriguez, J., 1987) El saber médico, en este sentido, posee

una función normalizadora (Mitjavila, 1998)3. La medicina se presenta como una

autoridad cultural, como una institución de control social4, siendo la legitimidad de la

medicina un fundamento más de los procesos de medicalización del espacio social.

(Mitjavila, 1998)

En relación a la construcción social de la salud y la enfermedad, el control social

refiere a cómo los ideales culturales sobre la salud y la enfermedad determinan la

organización sanitaria de una sociedad. En dicha organización, la medicina en general y

el médico en particular, son quienes representan dichos valores y los objetivan

mediante la asignación de los individuos de “la normalidad” y/o “la desviación”

(Rodriguez, J., 1987). Ese control social es ejercido (sin intencionalidad y/o conciencia

necesariamente) a través de los mecanismos de medicalización y de asistencia

sanitaria.

3 “…para que alguna cosa pueda ser medicalizada es necesario que sea clasificada, evaluada,

caracterizada en términos de normalidad- anormalidad.” (Mitjavila, 1998: pág. 4) 4 Por control social se entiende “…toda instancia de regulación respecto de los cuerpos desde una

situación de poder, o en concordancia con él, en beneficio del orden instituido.” (Nievas, 1999: pág. 34)

20

La medicalización refiere a la intervención por parte de la medicina en la vida

de las personas. Como define Mitjavila son “…los procesos de expansión de los

parámetros tanto ideológicos como técnicos dentro de los cuales la medicina produce

saberes e interviene en áreas de la vida social que exhibían en el pasado un mayor

grado de exterioridad respecto a sus tradicionales dominios (Menéndez, 1985)”

(Mitjavila, 1998: pág. 2), donde “…el enunciado médico nos acompaña en la mesa (…),

nos rellena estratégicamente los ratos libres (…), nos dice cuánto trabajar, cómo

descansar (…) El mito de la privacidad es una ensoñación burguesa que la medicina (y

no sólo ella) hace añicos.” (Nievas, 1999: pág. 189)

La asistencia sanitaria (más concretamente su alcance y su calidad) consiste en

la distribución de los distintos recursos del sistema de salud en una sociedad. Es un

mecanismo de control mediante el cual se reproducen tanto las desigualdades socio-

económicas como los valores ideológicos dominantes. (Rodriguez, J., 1987) Las formas

actuales de asistencia sanitaria abarcan –además- un número importante de políticas y

programas de salud formales (estatales, con participación significativa de universidad y

organizaciones de la sociedad civil) muchos de ellos focalizados específicamente a los

sectores que viven en contextos críticos.

El consultorio es un pequeño modelo en escala de las relaciones de dominación

existentes en la sociedad, entre saberes. El “saber reificado” opera como una cortina

ideológica que media en dichas relaciones de dominación, de violencia. En dicho saber

experto se basa la confianza absoluta y ciega en la medicina, mediante el cual el

paciente es confiscado del control de su cuerpo, en lo que Nievas (13) llama un “ritual

de expropiación”. En esta misma línea, Devillard (1990) plantea que la posición de

poder que ocupa la medicina científica tiene que ver con la relación que se establece

entre saber y poder, y más específicamente a las condiciones sociales de clase que

permiten obtener dicho conocimiento. (Op. Cit) A su vez, el médico consigue su poder

gracias a ser él mismo la representación de las tendencias “racionales” en la sociedad.

(Ackerkhecht, E, 1985) En el caso específico de la salud femenina, Nievas señala que en

estos procesos de medicalización

21

“La ginecologización es la operatoria específica de intervención sobre la mujer, la

forma en que el saber médico la significa atrapándola en su función reproductora, con

lo que le confiere un status que trasciende las fronteras técnicas de la medicina y se

instala en lo social, definiéndola integralmente, reinventándola socialmente como

sujeto reproductor tutelado. Medicalización que es, de este modo, intervención

política sobre el cuerpo femenino, razón de Estado metamorfoseada en razón

médica.” (Nievas, 1999: pág. 187)

El papel de la medicina tradicional –entonces- es preponderante en sociedades

como la uruguaya donde el “saber experto” no sólo se impone al “saber profano”, sino

que también lo limita y permea constantemente.5 Creencias y prácticas populares

entran en puja con el saber médico legitimado.

1.3. Creencias y prácticas de salud materna

Como ya se ha mencionado, la decodificación cultural del estado de salud-

enfermedad del organismo se basa en los signos y síntomas que se consideran

indicadores de la situación de bienestar o malestar bio-psíquico, como así también, la

intensidad y frecuencia de los síntomas llevarán a considerar la mayor o menor

urgencia de esa condición. Estos elementos en su conjunto construyen una tipología

de enfermedades-síntomas-situaciones definida socio culturalmente por los

individuos, teniendo en cuenta causas, sintomatologías y afectaciones de las mismas.

De igual modo, “El modo de valorar la situación se verá también modificado en función

del tipo de relaciones que exista entre el sujeto activo y el sujeto paciente…” (Aguinaga

Roustan, et al, 1983: pág. 145) La tipificación del rol de enfermo (o de la condición de

salud particular) en el colectivo social determina para el individuo afectado un status

específico.

Etapas del ciclo vital -como puede ser el embarazo- determinan

transformaciones en dicha evaluación sobre el estado de salud (“vulnerabilidad”) y las

actitudes y comportamientos a tomar de acuerdo a la misma. Dentro del estudio de las

creencias y las prácticas populares en relación a la salud materna y el parto aparece

como dimensión fundamental, entonces, la valoración específica de la situación de

5 Y –a nuestro entender- no sucede de igual modo necesariamente a la inversa.

22

embarazo dentro del conjunto de valoraciones en torno a la salud de las mujeres en

general, en el entendido que surgen creencias y se propician prácticas específicas que

–aunque no necesariamente asimilen embarazo = enfermedad- sí sitúan dicho estado

como de mayor vulnerabilidad, cambiando de esta forma el patrón de referencia y

momentáneamente, en definitiva, el estatus asociado a esa persona dentro del

colectivo social.

Estudios recientes (por ejemplo Lartigue Becerra, T. 2001; Hecker, A. et al

2006; entre otros) señalan cómo para algunos individuos el embarazo es visto como

una situación de vulnerabilidad y “amenaza” en relación a la salud de la mujer, que le

impone límites y moderaciones para atender esa situación de “riesgo”. En otras

sociedades y grupos, el embarazo es visto como un evento natural en la vida de la

mujer, sin acarrear mayores problemas de salud y por tanto no se concibe como

necesario un sistema de prohibiciones estricto, aunque sí es considerado un estado

particular dentro de la condición de salud. (Hecker, A. et al, 2007) (Pesce, P, 1992)

Un estudio realizado en Méjico (Lartigue, T., 2001), por ejemplo, aborda la

importancia que adquiere la consideración de prácticas populares arraigadas en países

como Méjico donde aún existe una alta mortalidad infantil, y una alta tasa de muertes

maternas, ya que estas prácticas populares ayudan a la mujer y su familia a enfrentar

los diversos riesgos del período perinatal, marcando la importancia de instrumentar

estrategias de diagnóstico e intervención sensibles a la cultura. En el trabajo de

Pelcastre et al (2005) se puede apreciar que en regiones de Méjico donde los saberes

indígenas constituyen el marco de referencia para la solución de problemas de salud,

estas prácticas se mostraron útiles y benéficas para los cuidados perinatales, teniendo

en cuenta que son lugares sin servicios de salud.

Por su parte, en un estudio realizado por la Universidad del Valle del Rio de los

Sinos los investigadores (Luz A.M. - Bernini, S, 2007) analizan los mitos y tabúes

relativos al cuidado después del parto en una población de usuarias de servicios de

salud pública en el Estado de Rio Grande del Sur. En este caso, los mitos atraviesan las

vidas de las participantes, y refieren al equilibrio salud / enfermedad, a la higiene

23

posparto, a la protección de la integridad del recién nacido y proveen alternativas para

la solución de problemas de salud.

En el trabajo de Perovic et al (2006) queda demostrada la importancia de

algunas creencias de la comunidad indígena toba relativos a la alimentación durante la

gestación, ya que los mismos condicionan la nutrición de la madre: en algunos casos de

manera beneficiosa y en otras operan en detrimento de otros nutrientes como el

pescado, que se asocia con anomalías en el futuro bebé. (Perovic, et al, 2006)

En nuestro país, los estudios del Programa de Antropología y Salud (Dpto. de

Antropología Social - Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación - UdelaR),

reafirman la importancia de lo sociocultural en la problemática global de la salud

reconociendo definitivamente la especificidad ontológica de ese dominio que puede ser

también abordado profesionalmente y responsablemente por la antropología.

(Romero, S., 2009).

Complementariamente, desde la Cátedra Libre en Salud Sexual y Reproductiva,

Sexualidad y Género (Facultad de Psicología de la Universidad de la República), se

aporta la necesidad de trascender en Uruguay la concepción de la salud como la

ausencia de enfermedad y la superación del paradigma médico hegemónico tradicional

por un concepto de salud entendido como un proceso al mismo tiempo singular que

colectivo, entretejido por diferentes factores, entre ellos el género (Benedet, L. -

Ramos, V., 2009). Desde la Conferencia Internacional de Naciones Unidas sobre

Población y Desarrollo que se realizó en el Cairo en 1995, se puso sobre la mesa la

necesidad de construir políticas públicas de salud desde una perspectiva de derechos y

de género, superando así el paradigma de la atención materno infantil por un

paradigma de Salud Sexual y Reproductiva; incluyendo las relaciones de género como

relaciones de inequidad entre mujeres y varones que juegan un rol en el proceso salud

enfermedad a través de los Determinantes Sociales propuestos por la Comisión de

Determinantes Sociales de la Salud de la OMS en 2005. (Benedet, L. - Ramos, V., 2009)

24

Asimismo, en el Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias sociales

se desarrollan estudios relacionados a la economía de la salud. Dentro de ellos

encontramos el estudio reciente de Balsa y Triunfo (2011) acerca de los determinantes

del bajo peso al nacer, específicamente el impacto del control pre-natal en la

reducción del bajo peso al nacer para una base de datos longitudinales pertenecientes

a mujeres usuarias de ASSE que al menos han dado a luz dos bebés entre 1995 y el

2008. Asimismo, las autoras señalan que “Características no observables por el

econometrista, tales como la dotación de la salud del feto, los hábitos de salud de la

madre, su propensión a embarcarse en conductas de riesgo, o la medida en que se

desea el embarazo se asocia tanto con el uso de atención prenatal y los resultados del

embarazo.6” (Op. Cit.: pag 4), como así también mencionan la influencia del médico

sobre el comportamiento de las mujeres en el embarazo y de la preparación para el

parto, elementos que –como se verá en los capítulos posteriores- resultan de suma

importancia a la luz de nuestro análisis (Op. Cit: pág. 19). En este sentido, el estudio de

las creencias y prácticas populares resulta complementario de este tipo de análisis más

cuantitativos de la economía de la salud.

Más allá de estos estudios, en Uruguay es necesario profundizar en

investigación específica en el tema. Sobre todo si tenemos en cuenta que ligada a la

propia construcción cultural de la salud y la enfermedad, en el caso de la salud

materna confluye el hecho de que la maternidad, siendo un fenómeno social, también

se configura a través de significaciones socio-culturales del imaginario social que no

necesariamente tienen relación directa con la maternidad en términos biológicos, sino

que son el producto de una operación simbólica que le da significado a la dimensión

materna de la feminidad y por ello, son portadoras de sentido.(Amorín, D, 2006: pág.

148) Por tanto, así como la salud y la maternidad son vivenciadas de manera

diferencial entre e intra sociedades, la salud materna constituye un fenómeno socio-

cultural específico en sí mismo, que contempla estas valoraciones, creencias y

construcciones sociales subyacentes a procesos de índole macro.

6 Traducción de las autoras. La cita original es: Characteristics unobservable by the econometrician, such

as the health endowment of the fetus, the mother's health habits, her propensity to embark in risky behavior, or the extent to which the pregnancy is desired are associated both with the use of prenatal care and pregnancy outcomes. (Balsa – Triunfo, 2011: 4)

25

Si bien existen diferentes referencias en la literatura de la región y a nivel

nacional en torno a las implicancias de las creencias y prácticas populares en el

continuo del proceso salud enfermedad de la mujer embarazada así como de la salud

fetal y neonatal, las mismas son parciales y correspondientes a grupos poblacionales

específicos.

Dicha especificidad dificulta las posibles extrapolaciones al universo de las

mujeres embarazadas que se atienden en el primer nivel del sub sector público en

Montevideo, que será la población objeto de la presente propuesta. Esto conlleva la

ausencia de esta mirada en la práctica asistencial, en los programas de promoción y

educación para la salud, en la enseñanza de pre y posgrado, así como en el diseño de

políticas públicas integrales e inclusivas, que incorporen la perspectiva de las usuarias,

en clave de derechos humanos, género, y participación efectiva. Cabe preguntarse

entonces, cómo sin ese conocimiento es posible integrar dichas creencias en un modelo

asistencial de salud acorde a los marcos de referencia de las usuarias, en comunión con

el saber de los profesionales de la salud.

26

CAPITULO 2. EL MODELO DE ATENCION A LA SALUD URUGUAYO

2.1. Continuidades y ¿cambios?

“A partir de 1900 la sociedad uruguaya convirtió a la salud en el valor supremo.

De él derivó un poder opaco pero absoluto, el del médico, y un sometimiento

inconfesado pero total, el del paciente” (Barrán, 1992).

El modelo asistencial y la atención médica se ven profundamente influidos por

el contexto histórico y sobre todo, por la concepción que la cultura ofrece respecto a la

salud y la enfermedad. El Uruguay se enfrenta actualmente a un cambio en el

paradigma biomédico, marcado sobretodo por un fuerte cuestionamiento social al

modelo hegemónico. (Romero, 2009)

La medicalización de la sociedad uruguaya ocurrida en el 1900, según Barrán

(1992), ocurrió a tres niveles: el primer nivel, la consideración de la salud como valor

supremo de la sociedad; en el nivel de la atención, con una creciente participación del

médico en el tratamiento de la enfermedad (a diferencia del siglo anterior, donde,

barberos, curanderos y curanderas, así como cirujanos de bajo prestigio, soldados

rasos en algunos casos, eran los depositarios de la capacidad de curar, sin contar la

enorme participación de las mujeres en la vida familiar, la automedicación y auto

cura). Y finalmente, en un tercer nivel, la asunción por parte de la sociedad de

conductas cotidianas, valores colectivos e imágenes derivados directamente del saber

médico. El campo de la salud en el Uruguay no ha sido una excepción y ha estado

hegemonizado por el saber y la institución médica. Como lo demuestra la

reconstrucción histórica realizada por este autor, el poder médico se afianzó en el siglo

pasado, ligado al modelo patriarcal, al rol de autoridad ejercido por el padre, el Estado

y las Instituciones. (Barrán et al, 1992).

En los últimos años, han ocurrido cambios que muestran una cierta fractura en

este modelo hegemónico, los cuales comienzan por la masificación de la profesión

médica, la feminización de la misma, la integración más democrática, así como

médicos cada vez más jóvenes; cambios todos que desestabilizan la base de la

autoridad y ponen en cuestión su tradicional poder.

27

Parte de los cambios refieren al impacto de la divulgación masiva de temas de

salud, que genera actitudes menos pasivas por parte de los pacientes, así como la

creciente denuncia de errores médicos, iatrogenias, todo en su conjunto genera una

nueva actitud por parte de la población que sumado a la menor valoración del estatus

médico, configura una verdadera “revolución cultural” en el campo de la salud,

mediante la cual el saber profano se ve permeado por la popularización del saber

experto. Es así que las personas reclaman una atención cualitativamente diferente, y –

concomitantemente- crecen en los últimos años las medicinas denominadas

“alternativas” (Romero, 2009).

Sin embargo, tal como manifiesta Romero (2009), en el caso concreto del

Uruguay la autoridad médica se mantiene vigente diferencialmente según la población

usuaria “…la modalidad autoritaria predomina y perdura como habitus asistencial en

las relaciones médico paciente, sobre todo en el marco de la asistencia gratuita o de la

Salud Pública. (S. Romero, 2003).” Esta posición jerárquica del médico –que establece

la existencia de un habitus asistencial autoritario- en la situación “personal” con el

paciente se encuentra predeterminada por la valorización social de su rol, mediante la

cual se lo habilita a ejercer ese poder, esa autoridad. Una de las consecuencias de

dicho habitus, es el “retraimiento” –término acunado por Mary Douglas, y la

consecuente búsqueda de soluciones alternativas al mismo. Pero esta posibilidad de

“resistirse” a las formas preponderantes en el sistema de atención de salud es desigual

según los distintos sectores en la sociedad: se logra con mayor efectividad en los

sectores medios y altos (en términos de poder adquisitivo). (Ver también Moreira, N.

2004).

Por otro lado, el modelo asistencial uruguayo ha sufrido algunas

transformaciones en los últimos años, dando señales de un “esfuerzo adaptativo” ante

esta “revolución de la salud”. Estas transformaciones adquieren su máxima expresión

en la reforma del sistema de salud, con la conformación del nuevo Sistema Nacional

Integrado de Salud y en la reforma curricular de la carrera Doctor en Medicina de la

Facultad de Medicina de la Universidad de la República, con el nuevo plan de estudios

2008.

28

2.2. Las reformas

Es así que la actual reforma de la salud pretende generar un modelo asistencial

que concibe a la salud desde una perspectiva más amplia, privilegiando la prevención,

la promoción de la salud y la educación para la salud, sobre la cura y el control del

cuerpo, al menos en términos discursivos. La Ley 18.211 promulgada en noviembre de

2007 reglamenta la reforma del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) que se

venía desarrollando desde el año 2005; la misma incorpora como principios rectores

del sistema, entre otros:

“A) La promoción de la salud con énfasis en los factores

determinantes del entorno y los estilos de vida de la población. B) La

intersectorialidad de las políticas de salud respecto del conjunto de las

políticas encaminadas a mejorara la calidad de vida de la población. C)

La cobertura universal, la accesibilidad y la sustentabilidad de los

servicios de salud. D) La equidad, continuidad y oportunidad de las

prestaciones. E) La orientación preventiva, integral y de contenido

humanista…I) La participación social de trabajadores y usuarios. J) La

solidaridad en el financiamiento…”.

Estos principios reflejan la intencionalidad antes mencionada de aproximar el

cuidado a la salud a la vida cotidiana de las personas, así como promover un mayor

control por parte de la población de su propia salud desde una perspectiva de

derechos. En esta línea se ha promovido el fortalecimiento de la estrategia de Atención

Primaria de la Salud (APS), la cual privilegia el primer nivel de atención como “puerta

de entrada” al sistema. Es así que en el proceso de reforma del sistema sanitario se ha

promovido la generación de espacios de participación social y coordinación

intersectorial en aspectos relacionados a la promoción y prevención de la salud. Esto

se ha constatado fundamentalmente en el sub sector público de la mano del

fortalecimiento de ASSE7 como prestador integral, del MSP8 en su rol de rector y

7Administración de los Servicios de Salud del Estado

8Ministerio de Salud Pública

29

definidor de políticas de atención a la salud, y la inserción de distintos servicios de la

Universidad de la República a nivel territorial.

Los sistemas de salud basados en la APS, como el uruguayo, tienen como

objetivo principal alcanzar el máximo nivel de salud para toda la población, haciendo

especial énfasis en la equidad y la solidaridad. Con respecto a los principios que

sustentan los sistemas de salud basados en la APS se destacan: Dar respuesta a las

necesidades de salud de la población, la participación y la justicia social, entre otros. El

objetivo de dar respuesta a las necesidades de la población en el marco de la

“Renovación de la APS” incluye la mirada objetiva desde los servicios de salud, así

como la mirada subjetiva, lo percibido por las poblaciones, es decir: “Esto supone que

la APS debe atender las necesidades de la población de forma integral y basarse en la

evidencia, al tiempo que debe respetar y reflejar las preferencias y necesidades de las

personas independientemente de su situación socioeconómica, cultura, género, raza u

origen étnico.” (OPS/OMS, 2007)

Para cumplir con los objetivos propuestos para el nuevo SNIS se han propuesto,

entonces, cambios en tres niveles fundamentales:

-cambio en el modelo de atención, el cual privilegia la atención integral y continua

en el marco de la Estrategia de Atención Primaria de la Salud, con un fuerte

fortalecimiento del Primer Nivel de Atención.

-cambio en el modelo de gestión, parte de esta estrategia incluye la

descentralización de ASSE, la cual anteriormente estaba dentro de la órbita del MSP.

Asimismo, se prevé que el MSP asuma el rol de rector y regulador del sistema; se

incluyó la participación de usuarios y funcionarios del sistema en la gestión tanto a

nivel de la Junta Nacional de Salud (máximo órgano de conducción del sistema) como

de la gestión local de servicios.

-cambio en el modelo de financiamiento, basado en el principio de justicia

distributiva, se busca disminuir las inequidades preexistentes en cuanto a inversión en

salud. Para ello se crea el Fondo Nacional de Salud que luego será remplazado por el

Seguro Nacional de Salud (Tomasina-León, 2008).

A pesar de estos esfuerzos el modelo se haya aún fuertemente mediatizado por la

visión médico hegemónica de la salud, con una importante relevancia de la mirada

clínica – individual - curativa del proceso salud – enfermedad.

30

La participación de los trabajadores y los usuarios en el sistema, es considerada

una de las dimensiones centrales en este análisis, en el entendido de que la

participación social de alguna manera puede ser quien lleve la voz, las visiones y

percepciones de los distintos usuarios y usuarias del sistema a los niveles de

gerenciamiento y gestión del mismo a fin de ser incluidas en programas de educación y

promoción de la salud. En el año 2005 se promovió la creación del Consejo Consultivo

Nacional de la Salud y los Consejos Consultivos Departamentales los que nuclearon los

distintos actores vinculados a la salud (representantes gubernamentales, empresarios,

trabajadores y usuarios); estos tenían como objetivo el avanzar en el proceso de

reforma del sistema sanitario. Como ya se ha mencionado, en el 2007 se aprueba la ley

que reglamenta la creación, funcionamiento y financiamiento del SNIS, la misma

establece:

“Artículo 12.- Para integrar el Sistema Nacional Integrado de Salud es

preceptivo que las entidades públicas y privadas cuenten con órganos

asesores y consultivos representativos de sus trabajadores y usuarios. La

reglamentación determinará la naturaleza y forma de los mismos, según el

tipo de entidades de que se trate. (…)

Artículo 53.- Los usuarios del Sistema Nacional Integrado de Salud tendrán

el derecho de participar en los órganos a que refiere el artículo 12 de la

presente ley, en los términos que determine su reglamentación” (Ley

18.211, 2007).

No se puede ser ajeno al hecho de que se ha avanzado en este aspecto, ya que

se han incorporado representantes de los usuarios en los órganos de conducción

generales del SNIS y a nivel local en muchos servicios, fundamentalmente en el sub

sector público. Sin embargo, queda mucho por avanzar en lo que hace a la

construcción colectiva de esta participación y sus significaciones para los distintos

actores del sistema para que la misma sea realmente un ámbito democratizador y no

otra estructura jerárquica y burocratizada alejada de las perspectivas y expectativas a

nivel local. Más aún, en la inclusión no sólo de su voz si no también de los

fundamentos que guían sus creencias y prácticas cotidianas, lo que implica la

31

legitimación del saber popular como complementario al saber científico-profesional.

Con respecto a las construcciones sociales en torno a la participación social Iñiguez

concluye: “El significado social de la atención sanitaria no es el mismo para todos los

agentes implicados. Una amplia gama de elementos configuran las diferentes

posiciones que miran y significan qué es, cómo se hace, y qué expectativas se crean en

relación a la sanidad y al sistema sanitario” (Iñiguez et al, 2008). Futuras

investigaciones e intervenciones a nivel comunitario deberán indagar y acompañar

procesos de construcción colectiva en torno a conceptos como salud y participación

social de los distintos actores involucrados en vistas a favorecer ámbitos dialógicos que

promuevan un mayor control de su salud por parte de las comunidades, y garanticen

un mayor éxito de las estrategias de prevención y promoción de salud.

En la actualidad, los cambios acaecidos en la formación de los médicos reflejan

el proceso que la sociedad uruguaya está transitando, observándose cambios

estructurales en la currícula tendientes básicamente a la generación de un médico

humanista, inserto en un modelo que prioriza un enfoque de la salud donde los

determinantes sociales adquieren mayor relevancia. Es así que en consonancia con el

perfil del egresado aprobado por la Asamblea del Claustro (1995), se aprueba el Nuevo

Plan de Estudios (NPE) en su sesión del día 27 de diciembre de 2007. El mismo es

ratificado por el Consejo de Facultad de medicina el 26 de marzo de 2008 y por el

Consejo Directivo Central de la Universidad de la República en diciembre del mismo

año. El NPE se encuentra en proceso de implementación; siendo un proceso con

dificultades entre otras cosas por las resistencias que provoca la necesaria

incorporación de otras miradas y otras prioridades a la formación médica.

En relación al caso uruguayo, en términos generales y tal como señala Romero

(1993), podemos pensar que “…la medicina [a la luz de estas transformaciones

mencionadas] produce igualmente sus propias vías de transformación en valores y

alternativas, aunque no todas con la misma profundidad. Mantenemos la convicción de

que la diversidad cultural llegó para quedarse en el campo de la salud, no es un cambio

menor.”

32

2.3. La salud de la mujer en el marco del SNIS

En los últimos 5 años en el marco de la Reforma del Sistema Sanitario se han

dado algunos avances importantes específicamente en materia de salud sexual y

reproductiva. Abracinskas & López Gómez en su estudio “Monitoreo de Políticas

Públicas en Salud Sexual y Reproductiva” para el período marzo 2005 – febrero 2006,

manifiestan “…la constatación de un avance lento pero progresivo del estado de las

políticas de salud sexual y reproductiva en nuestro país” (Abracinskas - Lopez, 2006). En

dicho estudio se plantea la existencia de tres niveles: los programas, las normativas

sanitarias y guías clínicas, y los mecanismos o ámbitos creados para la consecución de

los objetivos planteados. Como aspecto positivo, las investigadoras destacan la

creación del Programa Nacional de Salud de la Mujer y Género, incluyendo en la

agenda temáticas no tradicionales como violencia de género, salud del varón, entre

otros.

A nivel específicamente de normativas y leyes las autoras destacan el desarrollo

de:

-la normativa de Atención Sanitaria y Guías de práctica clínica de la ordenanza 396/04

del MSP, “Asesoramiento para una maternidad segura. Medidas de protección

materna frente al aborto provocado en condiciones de riesgo”;9

-el Decreto Nº47/2006, que retoma y reglamenta la Ley Nº 17.386 del año 2001 que

disponía el derecho de toda gestante al acompañamiento en el parto por una persona

de su elección; y

-el Decreto Nº 271/2005 que establece la “exoneración del pago de la tasa moderadora

a todas las mujeres embarazadas, de los estudios paraclínicos que se recomiendan en

el protocolo para un adecuado control del embarazo de bajo riesgo”.

Posteriormente al período analizado por Abracinskas & López Gómez (2006), se

han sucedido otros decretos y ordenanzas ministeriales orientadas a la mejora en la

atención a mujeres en el ámbito de la salud sexual y reproductiva. Son de destacar:

-Ordenanza número 402/006 del MSP de julio del año 2006 por la cual se exoneraron

los costos de la Colpocitología Oncológica y Mamografías; y la

9 Si bien fue aprobada en el 2004 su implementación corresponde al período estudiado (Briozzo, 2007).

33

-Ley Nº 18.426 de Defensa del Derecho a la Salud Sexual y Reproductiva, la cual fue

aprobada en diciembre de 2008, previo debate a nivel social y legislativo. La misma

representa un avance importante en materia de Derechos Sexuales y Reproductivos a

pesar de su resolución final en el poder ejecutivo (Ley 18.426).

Asimismo, en el marco de la implementación del SNIS se llevó adelante un Plan

de seguimiento y auditoria de la Reforma a través de la selección de indicadores

vinculados a Programas de Salud, donde se dispone la evaluación del cumplimiento de

determinadas Metas Asistenciales, en las que se incluyen indicadores referentes a la

Salud del Niño y de la Mujer, así como formación de recursos humanos en salud y

médico de referencia. Dichas metas asistenciales suponen parte del financiamiento del

SNIS, su objetivo es: “…que el financiamiento pueda ser funcional a los objetivos

sanitarios de la Reforma, o dicho de otra manera, generar estímulos económicos que

promuevan mejoras en la calidad de la asistencia a la población.” (JUNASA, 2010).

Específicamente con respecto a la salud de las embarazadas se evalúa:

-Porcentaje de mujeres afiliadas que presentan 1 parto/cesárea en el

trimestre y cuentan con 6 o más controles obstétricos realizados al

momento del parto;

-Porcentaje de mujeres afiliadas que presentan 1 parto/cesárea en el

trimestre y que tienen su Historia Clínica Perinatal Básica completa;

-Porcentaje de mujeres afiliadas y captadas en el primer trimestre que

presentan un parto/cesárea en el trimestre y cuentan con análisis

paraclínicos de VDRL Y HIV en el 1º y 3º trimestre de embarazo;

-Porcentaje de mujeres embarazadas afiliadas a la institución que

tuvieron su primer control prenatal en el período, siendo este control

dentro del primer trimestre de embarazo;

-Porcentaje de mujeres afiliadas que presentan 1 parto/cesárea en el

trimestre y que tuvieron derivación odontológica antes de los 6 meses de

embarazo.

Se puede apreciar que dentro de dichas metas se jerarquiza la captación del

embarazo, su control y cierta paraclínica asociada al mismo.

34

Se han publicado además Guías en Salud Sexual y Reproductiva. En el período

analizado por Abracinskas & López Gómez (2006) se elaboró el Capítulo de

Anticoncepción y las Pautas de Diagnóstico, Tratamiento y Control Epidemiológico de

Infecciones de Transmisión Sexual. Posteriormente en el año 2007 y 2008 se publica el

Capitulo Normas de Atención a la Mujer Embarazada y Normas de Atención a la Mujer

en el Proceso de Parto y Puerperio, respectivamente. En dicho capítulo se hace

referencia específica, por un lado que en la formulación del concepto de riesgo se

tenga en cuenta no solo las causas médicas, sino también las diferentes situaciones

sociales y culturales de las mujeres; y, por otro que en la educación de la mujer

embarazada, se aborden “fantasías, mitos y creencias, miedo al parto, a la muerte, al

dolor”.

2.4. Algunas reflexiones preliminares en torno al sistema asistencial y la salud de la

mujer en Uruguay

En este apartado se pretende realizar un primer acercamiento al análisis de las

políticas públicas enfocadas en la atención a la salud de las mujeres uruguayas. Se

realizó una revisión de la normativa vigente y de los lineamientos generales de estas

políticas; estos incluyen los programas, ordenanzas ministeriales y pautas de atención,

entre otros.

A pesar de la intencionalidad política de abordar la salud sexual y reproductiva

de forma integral, en las conclusiones del trabajo Abracinskas & López Gómez (2006)

destacan: “Esta voluntad no siempre se correlaciona en la práctica, debido a que

muchas veces prevalece la inercia de una tradición institucional caracterizada por la

formulación de políticas sectoriales y temáticas, que resisten la transversalización de la

perspectiva de género en programas, muchas veces enunciada pero no siempre

traducida en objetivos y acciones”. Con respecto a la inclusión de la perspectiva de los

usuarios y usuarias específicamente, se destaca una gran tradición de organizaciones

sociales organizaciones de mujeres y feministas y de derechos humanos. Sin embargo,

estas no han sido integradas de manera directa en el diseño e implementación de las

reformas planteadas. Si bien la presente administración se ha planteado como

35

objetivos principales profundizar en la participación social y en las políticas de género

desde una perspectiva de derechos, no se cuenta aún con elementos para evaluar su

impacto real, más allá de la transformación en el plano normativo y discursivo en

materia de políticas de salud y del modelo de asistencia. Esto último, en vistas de los

resultados de algunos estudios anteriores, que planteaban la existencia de costos

políticos en materia de reformas del sistema de salud, que redundaron en cambios

leves del sistema pero no en transformaciones sustantivas (Mitjavila et al, 2002).

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CAPITULO 3. CREENCIAS Y PRÁCTICAS POPULARES

En nuestro medio, la perspectiva sociocultural dominante está marcada

fuertemente por la medicalización, observándose una relativa desvalorización de las

creencias populares que quedan restringidas mayoritariamente al dominio de la

indagación del sexo del futuro bebé, o creencias sobre el manejo del estrés del parto y

el desencadenamiento del mismo ligado a fenómenos naturales: las tormentas, las

fases de la luna, entre otros.

Analizaremos los hallazgos de acuerdo a los siguientes aspectos:

3.1. Momento en que se capta el embarazo

3.2. El embarazo. Hábitos y cambios de hábitos, motivaciones, recomendaciones

médicas y sus dificultades

3.3. Creencias respecto al sexo del bebé

3.4. El parto

3.5. Miedos y estrategias frente a esos miedos

Tal como mencionamos en el capítulo metodológico, las entrevistas fueron

realizadas en el ámbito hospitalario, así como en centros de atención del primer nivel

de la periferia de Montevideo. Las entrevistas del hospital incluyeron policlínicas de

embarazo de alto riesgo, donde se asisten las embarazadas derivadas de los centros de

atención primaria por patologías que requieren una atención especializada y un mayor

control médico. A pesar de las diferencias que desde la perspectiva médica conllevan

un embarazo de bajo riesgo y uno de alto riesgo, no existe diferencia con relación a las

vivencias expresadas por las mujeres entrevistadas, tanto en lo referente a sus miedos

y preocupaciones, como en torno al eje que nuclea este trabajo que son las creencias y

prácticas populares.

37

3.1. Momento en que se capta el embarazo

Afirmando la idea anterior respecto a la medicalización de la sociedad, las

mujeres relatan una asistencia inmediata al control médico, una vez se presume un

embarazo o se constata por métodos rápidos (examen de orina de venta libre). Por

otro lado, el embarazo es percibido en nuestra sociedad, por la mayoría de las mujeres

como una situación más cercana a la enfermedad que como una etapa vital del ciclo de

vida de la mujer.

1- Si yo te entiendo… este y ¿cuándo consultaste al médico? Ahora, en este embarazo digamos… 2- Enseguida, ni bien tuve la confirmación del embarazo, enseguida.10 (Policlínica periférica, Adulta, Multípara)

1- Y en general los embarazos te controlabas con alguien o… 2- Si 1- ¿O fue en algunos si y en otros no? 2- No en todos, en distintos lugares pero en todos. (Policlínica central, Adulta, Multípara)

Y no me venía la menstruación y me hice los análisis, vine a la emergencia porque estaba con dolores y ahí me hicieron los análisis y una ecografía y me dijeron que estaba embarazada. (Policlínica periférica, Adolescente, Nulípara)

Tengo todos los controles, me controle bien todo. (Policlínica periférica, Adulta, Nulípara) Mirá, igual no me ha pasado nada que diga tuve que salir… solo al principio del embarazo que tuve una pequeña pérdida que fue que ahí sí salí corriendo al médico, pero después no, no me pasó nada, digo que me hiciera dudar que había algo mal, que había que ir al médico. (Policlínica periférica, Adulta, Multípara) Mi familia, que me dice que me controle, me exige que venga al control. (Policlínica periférica, Adolescente, Nulípara)

10

A partir de aquí 1 refiere a la entrevistadora y 2 a la entrevistada.

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La medicina y los equipos de salud en general, ejercen distintos niveles de

control social sobre la población general y, como vimos en las entrevistas, en las

mujeres en situación de embarazo y en sus familias. Este control, intencional o no, se

manifiesta a partir de dos fenómenos: la medicalización y la asistencia sanitaria; en

este caso en particular podríamos decir que hay una fuerte presencia de ambos tanto

en el discurso de las entrevistadas como en sus prácticas, específicamente a través del

control del embarazo.

3.2. El embarazo. Hábitos y cambios de hábitos, motivaciones, recomendaciones

médicas y sus dificultades

Tal como se señaló en el marco teórico, siguiendo a Lartigue, Becerra, Hecker,

entre otros autores, para algunos individuos el embarazo es visto como una situación

de vulnerabilidad y “amenaza” en relación a la salud de la mujer, que le impone límites

y moderaciones para atender esa situación de “riesgo”. En otras sociedades y grupos,

el embarazo es visto como un evento natural en la vida de la mujer, sin acarrear

mayores problemas de salud y por tanto no se concibe como necesario un sistema de

prohibiciones estricto, aunque sí es considerado un estado particular dentro de la

condición de salud. (Hecker, A., 2007) (Pesce, P., 1992).

Los hábitos que aparecen en las entrevistas como importantes en tanto motivo

de interés y preocupación, vinculados al cuidado de la salud, son sobre todo los

relativos a la alimentación, el control de los esfuerzos físicos, así como también la

importancia del control de las emociones para transitar por un embarazo sano y dar a

luz un bebé sano. Este último parece ser un aspecto poco abordado por parte del

sistema de salud.

1- Entonces, en la familia o en el barrio, ¿la gente te dice más o menos lo mismo que acá? 2- En realidad me dicen que haga caso lo que me dice el medico. (Policlínica central, Adulta, Multípara)

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Lo que pasa que como vivía afuera la partera te atendía… vivía en San José, en el interior... y era medicina general, ella no era partera, te atendía de las dos cosas... igual me hacía la ecografía…los consejos eran no dejes de venir, controlate… (Policlínica central, Adulta, Multípara)

No, no, mi marido siempre me dice el tema de no mover las cosas. (Policlínica central, Adulta, Multípara) Lo de la sal. (Policlínica central, Adulta, Multípara) Comer sin sal y ta más sano de lo que yo comía. (Policlínica central, Adolescente, Nulípara) Bueno saqué los fritos y empecé a comer más verduras, que antes muy rara vez comía. (Policlínica central, Adolescente, Nulípara) Soy muy especial con la comida, incluso la comida de la noche no la como, tuve problemas con eso porque estuve tres meses internada y me cuidaban así pero no podía comer. (Policlínica central, Adulta, Multípara)

Las mujeres entrevistadas parecen tener muy presente la importancia de una

alimentación balanceada, pero sus hábitos alimentarios serían bastante diferentes a

los propuestos desde la medicina.

1- Y en tu casa ¿qué son las cosas que te cuesta comer? 2- A, el guiso, verduras, frutas 1- Eso no te gusta y ¿qué te gusta más comer? 2- Milanesa al pan, papas fritas... todo comprado sino no te como nada, en todos me ha pasado 1- ¿Ah, sí? Eso es siempre o especialmente durante el embarazo? 2- No, no solo en los embarazos. 1- ¿Solo en los embarazos? ¿Es como un antojo o qué? 2- A, no me preguntes porqué (risas), solo sé que lo fundo a mi marido, nunca me pregunté eso. (Policlínica central, Adulta, Multípara)

40

Como indica el cuadro 2, en el análisis del cuestionario autoadministrado

también se da cuenta de esta noción de preocupación por una alimentación saludable

durante el embarazo, siendo la recomendación de cuidado más frecuentemente

enunciada por las embarazadas.

Es de destacar que las otras dos recomendaciones más frecuentemente

mencionadas- control del embarazo y no fumar ni permitir que fumen- entran dentro

de lo considerado “correcto”, es decir, están en consonancia con las recomendaciones

generales que suelen darse desde los equipos de salud. Esto puede deberse a que la

totalidad de las mujeres entrevistadas fueron invitadas a participar en el presente

proyecto en el marco de instituciones de atención a la salud y de su control de

embarazo; este aspecto será abordado en profundidad en el capítulo 5.

En las entrevistas también se hace mención a cambios de hábitos

recomendados desde los equipos de salud y socialmente aceptados como parte del

conjunto de prácticas saludables y de cuidado a la salud.

Un poquito, de a poquito, no me pidan milagros, no, no, ya deje de fumar hace poquito. (Policlínica central, Adulta, Multípara) 1- ¿Fumas? 2- Fumo menos pero fumo igual. 1- Ahí está cambiaste, bajaste la cantidad de cigarrillos que fumas, porque alguien te dijo o porque… 2- Si me dijeron todo el mundo y la partera, que dejara de fumar y ta… dejarlo no lo dejé pero ta bajé un poco. (Policlínica periférica, Adolescente, Nulípara)

1º Cuidar la alimentación

2º Control del embarazo

3º No fumar ni permitir que fumen

CUADRO 2 - TOP 3 de Recomendaciones durante el embarazo

(datos formulario autoadministrado)

41

Y, cuando te dicen del peso, a veces tenés ganas de comer te vienen ganas de comer pero ta te tenés que aguantar, eso de la sal yo estuve de acuerdo o sea no me obligo a comer sin sal pero ta es feo comer sin sal. (Policlínica central, Adolescente, Nulípara)

Suelen ser importantes las menciones a cambios de hábitos durante el

embarazo que refuerzan la idea de vulnerabilidad, de estado particular del mismo, ya

mencionado anteriormente.

Si... y a mi marido le dice: “ella tiene que comer esto o aquello” y mi suegra también… Además mi cuñada estudia medicina y mi prima también y ella va al Pereira. Cuando me embaracé por segunda vez, ella estaba yendo a asistir partos… y está re informada... tenés que hacer esto o aquello. (Policlínica periférica, Adulta, Multípara) Mi madre, me dice que yo me tengo que cuidar, que tengo que cuidar la criatura, y que tengo que alimentarme. (Policlínica periférica, Adolescente, Nulípara) 2- Si que no anduviera en moto 1- Que no anduvieras en moto,¿por?, ¿Qué te decían? 2- Dicen que los golpes son malos, viste que la moto va vibrando todo el tiempo… y que usara crema para las estrías (Policlínica periférica, Adolescente, Nulípara) A Si bailar si, ir a bailar y tomar, si ya no voy más. (Policlínica periférica, Adolescente, Nulípara) Ya no puedo hacer algunas cosas, ya no puedo jugar a la pelota, o cargar cosas. (Policlínica periférica, Adolescente, Nulípara) Como se desarrolló en el marco teórico del presente informe, las actitudes con

respecto a la adopción de determinadas conductas en salud, cambios de hábitos y

acciones de prevención dependen de las percepciones que se tengan de amenaza con

respecto a una situación concreta. Esta evaluación de riesgos y beneficios se

encuentra transversalizada por factores histórico- culturales, en los que las creencias

juegan un rol muy importante. Aparentemente las mujeres entrevistadas, así como su

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contexto familiar y comunitario, entienden el embarazo como un estado en el que la

ecuación se inclina hacia la adopción de determinados cambios y cuidados.

1- ¿Y seguís haciendo de todo en tu casa? 2- Lo único que no te cocino, por cinco seis meses no te cocino, incluso hasta igual que tenga, soy muy arisca a la cocina, estando así no, incluso abro la heladera y la tengo que cerrar porque no lo aguanto. (Policlínica central, Adulta, Multípara) 1- Contame, en el momento que te enteraste, en esta situación en particular además, que fue lo que dijiste: bueno ahora tengo que dejar de hacer o empezar a hacer… 2- Todo, dejar de hacer todo, porque yo trabajo en el campo, tenés que cuidarte más que un embarazo común. (Policlínica central, Adulta, Multípara)

Lo que no hay que hacer son cosas excesivas para tu cuerpo, por ejemplo, lavar pisos no puedo… caminar mucho tampoco, estuve internada con riesgo que nazca antes. No comer nada que te caiga mal es lo principal… no bañarte sola, ya casi me caí dos veces… no estar sola lo principal es no estar sola, estas vulnerable… (Policlínica central, Adulta, Multípara) Si amigas, me decían, no andes en moto, no andes en moto que le hace mal. (Policlínica central, Adolescente, Nulípara)

Algunas encuentran dificultades para seguir estas recomendaciones, en algunos

casos porque se les resta importancia en cuanto a la percepción de riesgo que

conllevan, y en otros simplemente por la imposibilidad o resistencia de cambiar dichos

hábitos.

Que estando embarazada que no barra, yo barro igual. (Policlínica central, Adulta, Multípara)

1- Y decime, en el momento que tu te enteras que estas embarazada, en este o en los anteriores, ¿tenés algún tipo de cuidado en particular? En el momento que te enteras decís: bueno ahora tengo que dejar de hacer tal cosa… 2- No, no, la sigo haciendo, soy muy terca. (Policlínica central, Adulta, Multípara)

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No puedo hacer fuerza, me tengo que cuidar, pero hago lo contrario, si ya me conocen como soy, que hago lo contrario de lo que me piden. (Policlínica central, Adulta, Multípara) 2- Todo, no levantar peso, no me dejaban barrer, que parece una cosa tan insignificante… 1- ¿Quiénes te aconsejaban esas cosas? 2- Los médicos primero que nada, porque ya que lograste ahora a cuidarlo, por lo menos hasta los 3 meses, después de los 3 meses ya podía hacer alguna cosa más pero yo que se después para que arriesgarte, yo que se… (Policlínica central, Adulta, Multípara) Los consejos médicos muchas veces se contraponen a la perspectiva popular,

como en este caso, con relación a los hábitos alimenticios y a la idea de que la mujer

embarazada debe comer en abundancia y sin límites.

No. Solamente de la alimentación, ahora me acordé que la partera me dice que no coma mucho y mi padre me dice si, comé, comé! (risas) (Policlínica periférica, Adolescente, Nulípara) Pensé que tenía que dejar de hacer muchas cosas, que se me complicó dejar de hacerlas la verdad, pero que las tenía que dejar de hacer. (Policlínica central, Adolescente, Nulípara) No, hacía poca actividad física y después… ba prácticamente no nada, lo único caminar, traté de caminar… pero ya te digo incluso se me hizo difícil por el tema de que me dolían los pies, las piernas, todo… Entonces también ya ahí me empezó a costar cada vez más y cada vez menos, menos, menos… y ta el tema es que aumente mucho de peso, entonces también ahora me duelen las piernas, las rodillas, todo! Entonces…cuesta… (Policlínica periférica, Adulta, Multípara)

Las recomendaciones desde el equipo de salud pueden implicar limitaciones para

una mujer que, en general, divide su tiempo entre múltiples actividades, domésticas,

del hogar, el cuidado de los niños, pero también las tareas laborales externas.

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1- ¿Y te cuesta tener que cambiar eso? 2- Sí me cuesta porque con mi nene… de repente la ropa no la puedo lavar, la tiene que lavar mi suegra porque yo no puedo andar haciendo fuerza y para limpiar y con mi hijo no puedo que tengo que andar cinchando de acá para allá… (Policlínica central, Adulta, Multípara)

El entorno próximo de las mujeres entrevistadas, centra sus recomendaciones en

torno al auto- cuidado y la tranquilidad como cambios de hábitos a incorporar durante

el embarazo.

Mi madre me da recomendaciones, que no hacer, que no limpie, que no haga esfuerzo, no puedo barrer… no me dan otras recomendaciones, nadie más. (Policlínica central, Adolescente, Nulípara) O sea de amigos... también, sí sobretodo que me cuide, que me quede tranquila, me alimente consejos básicos, que todo el mundo te dice... como algo positivo siempre. (Policlínica periférica, Adolescente, Nulípara) Mi familia... mis padres, estoy como muy apoyada… sobretodo tengo un trato muy bueno, con todos. Me escuchan, hablamos… (Policlínica periférica, Adolescente, Nulípara) 2- Sí, que no andara en bicicleta, que no andara en moto… 1- ¿Quién? Vecinas, amigas… 2- Mis padres más bien… son los que me cuidan más (Policlínica periférica, Adolescente, Nulípara) La alimentación, la pareja, la contención de la pareja… estar tranquila. (Policlínica periférica, Adulta, Multípara)

Aparentemente éstos y otros cambios se dan durante los embarazos pero no

son sostenidos fuera de ellos, siendo que muchos son recomendaciones generales de

promoción de la salud, que aplican a la población general. Esto refuerza la visión del

embarazo como un estado particular dentro de la biografía de las mujeres.

45

Una mención especial merecen otras recomendaciones, en las que se ponen en

juego saberes populares que no necesariamente son abordados en la consulta.

2- Ah sí, que no tome café 1- Que no tomes café, y ¿por qué?, ¿quién te dice eso? 2- Las viejas, yo tomo igual. (Policlínica central, Adulta, Multípara)

Aquí vemos como se introduce la idea de la mujer anciana como portadora de un

saber diferente, o portadora de un saber, que aunque no se respeta en este caso, es

tenido en cuenta, existe. El rol de los referentes socio-culturales, tanto familiares como

comunitarios, será desarrollado en profundidad en el próximo capítulo.

Dicho saber también es considerado como un saber persistente a pesar de los

cambios en la sociedad.

No, sigue igual, sigue igual... según el grupo de gente, si hay muchas embarazadas, si hay viejas… eso siempre va a estar. (Policlínica periférica, Adulta, Multípara)

Aunque poco relacionados con los cambios en los hábitos durante el embarazo,

aparecen otro tipo de consejos que muchas veces operan como depositarios de

esperanzas, miedos, posibles explicaciones a problemas, entre otras cosas.

Sí, cosas que te dicen, como no lavar la ropa del bebe, te dicen que no laves la ropa del bebe antes de los 3 meses que te puede pasar algo. En el primero no lo hice, en este lo hice, lave la ropa y antes de los 3 meses y después empecé con todo tipo de problemas y pensé: ¡hay no te lo puedo creer! ¡Y todo el mundo me decía que no lavara la ropa del bebe! ¡No aprontes el bolso! En este embarazo hice todo lo que no hice en el otro y empecé con problemas… (Policlínica central, Adolescente, Multípara) Claro, las creencias populares…. que las lunas no sé, por ejemplo respecto a tu fecha de parto, a los antojos, los dolores, la picazón de acá… hay cosas que a uno le dicen permanentemente… (Policlínica periférica, Adulta, Multípara)

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Después mi suegra me dijo que una embarazada no podía andar en la arena descalza porque se puede agarrar infección urinaria… y eso lo escuché de un ginecólogo que me dijo lo mismo… y después no tener la panza al aire, al sol… (Policlínica periférica, Adulta, Multípara) 1- ¿Otras recomendaciones en el barrio? 2- No, lo único que escuché es que a mi se me ponía la panza dura y yo hacía así, -se masajea en círculos el abdomen- y me dijeron que no hiciera eso que se da vuelta el bebé o puede ahorcarse en el cordón… (Policlínica periférica, Adulta, Multípara)

A pesar de estar presente, este saber popular parece ser desvalorizado, poco útil, o –cuando es tenido en cuenta- el mismo opera reforzando las recomendaciones médicas.

No, no, nada de eso, inclusive con mi bebé que es nacido quieren que le de yuyitos y yo que sé… (Policlínica central, Adulta, Multípara)

1- ¿Y cosas que te hayan recomendado más tipo amigas o parientes? 2- Sí, pero yo que sé, pero como que no escucho mucho esas cosas. (Policlínica central, Adulta, Nulípara) 2-Ay yo que sé, en este momento no me acuerdo pero hay una vecina que es muy de los yuyos y esas cosas, viste que siempre está, pero no me acuerdo, se que me había dicho algo, no me acuerdo ni porque era, porque yo vómitos y eso no tuve, bueno no sé, se que algo me dijo y no… 1- ¿Ni la escuchaste?. 2- Y si porque no sabés si te hace bien o qué, si fuera en otro momento capaz que si, viste no estando embarazada. (Policlínica central, Adulta, Nulípara) Lo que por ahí se dice lo tomo con pinzas. (Policlínica periférica, Adulta, Nulípara)

47

Con respecto a la religiosidad popular, que escasamente afloró en las

entrevistas, en el caso citado abajo, el apoyo y la influencia positiva confluyen hacia el

saber médico como el referente más importante.

Mi madre es mae, somos umbandistas ahora, hace 5 años, mi madre es jefa. (…) El espíritu me guió a la policlínica, me ayudó a llegar. (Policlínica periférica, Adolescente, Nulípara) Con el anterior vino prematuro, estuvo en incubadora casi un mes, me vino con un problemita del corazón, que me lo operan en 3 meses, y no estaba preparada, y con él aprendí todo lo que no estaba, todo, todo, todo. De lo más que no me lo esperaba nada de eso, incluso me preguntan ellos porque me cuidé en todo y tuvo que pasar y paso y bueno. (Policlínica central, Adulta, Multípara) Bueno si sigue sigue, y sino que sea lo que Dios quiera. Sí, mientras que venga bien que sea lo que quiera, ya me acostumbre. (Policlínica central, Adulta, Multípara)

La religiosidad o al menos la sensación de falta de control sobre ciertas

cuestiones, forman parte de las creencias que participan de las construcciones en

torno al estar sana o enferma, a la interpretación de los procesos y resultados.

3.3. Creencias respecto al sexo del bebé

Entre las creencias populares que se sostienen y persisten están las ligadas a la

indagación del sexo del bebé, éstas adoptan múltiples formas, desde las pruebas

externas con objetos, hasta la observación de la forma del abdomen, o ligadas a

determinadas conductas maternas.

Estos conocimientos siempre se expresan en sentido jocoso, y afloran luego de

que se genera un clima de confianza en la entrevista. Este saber persiste, oculto, se

transmite entre mujeres y se percibe a las mujeres mayores como sus depositarias.

No, sigue igual, sigue igual... según el grupo de gente, si hay muchas embarazadas, si hay viejas... eso siempre va a estar. (Policlínica periférica, Adulta, Multípara)

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Sí, si le das la espalda al dormir a tu esposo, es varón, yo no podía dormir mirándolo a él, estaba cómoda mirando al otro lado, esto me lo dijo primero una señora mayor en la policlínica, luego yo lo comprobé. También están las pruebas de la cuchara y el tenedor, eso me lo dijeron mis hermanas… (Policlínica central, Adulta, Multípara)

2- Viste esa era otra cosa que me decían: la panza es de varón. 1- ¿Según qué?, ¿la forma? 2- Sí que si es para adelante así, es de varón y la niña como que se desparrama así para el costado” (Policlínica central, Adulta, Multípara) 1- Alguna otra recomendación que te hayan hecho, cosas que estaba bueno que hicieras… no sé para descubrir el sexo… 2- O juegos… 1- ¿Cómo qué? 2- El de la aguja con el hilo o el tenedor y la cuchara… 1- El de la aguja no lo tengo, ¿cómo es? 2- Es una aguja, le pones un hilo, tenés que hacer así 3 veces en la panza y te lo ponen en la mano y si hace una línea es varón y si hace un cerito una nena. (Policlínica central, Adulta, Multípara)

1- Mirá no sabía, el del tenedor y eso lo conocía… 2- Sí esos me los hizo mi padre. (Policlínica periférica, Adulta, Nulípara) La aguja que gira…que más… ¡A! y la chancleta….si tenés una zapatilla y cae al revés es nena, si no varón….y también una nena no se te acerca si tenés una nena… (Policlínica periférica, Adulta, Multípara)

La indagación del sexo del niño o niña no parece tener mayores repercusiones o

riesgos para la salud de la embarazada o el feto, sin embargo forman parte de los

rituales que llevan adelante muchas de las mujeres y sus familias. En este sentido y

dado que estas tradiciones están cargadas de expectativas no deberían ser excluidas

49

de los intentos de comprensión del embarazo en tanto estado particular no solo físico,

sino social y afectivo.

3.4. El parto

La experiencia en torno al parto, centraliza las expectativas relativas al

embarazo, sobre todo en embarazadas primíparas adolescentes, pero que se observa

de todos modos en multíparas adultas, pues cada situación renueva la incertidumbre y

pone a prueba la capacidad de la mujer de lidiar con el miedo, el dolor, y la posibilidad

de lo imprevisible.

No en el primero no tenía miedo porque no sabía lo que pasaba, quería que pasara todo tan rápido que no me daba cuenta de lo que me estaba pasando, tenía 16 años. (Policlínica central, Adulta, Multípara)

2- No me cuentan, no me quieren contar 1- ¿No te quieren contar?, ¿y a vos por qué te parece que no te quieren contar? 2- Porque está salado. (Policlínica central, Adolescente, Nulípara) La única preocupación es que venga complicado el parto. (Policlínica periférica, Adulta, Multípara) Sí, del parto… pasó tanto tiempo: 6 años del último parto. (Policlínica periférica, Adulta, Multípara)

1- Bueno y hoy estuvimos hablando un poco de los miedos y que miedos podían llegar a tener, ¿tenés algún miedo en particular que vos te hayas planteado con respecto al embarazo? 2- Mi miedo es del dolor del parto… 1- ¿Y qué te han dicho de eso? 2- Nada escuchas de todo, que parece que se te desgarrara todo, que esto que lo otro… (Policlínica periférica, Adolescente, Nulípara)

50

El miedo al parto está presente más allá de las experiencias previas de las

mujeres y en ocasiones, incluso, condicionado por las mismas o experiencias de

mujeres cercanas.

1- ¿Y qué te da miedo? ¿la parte del parto en sí? 2- Sí porque viste que hablas con mujeres que te dicen: hay casi me muero del dolor y hablas con otra y te dice: yo no tuve dolor ninguno y yo pienso ojala que yo sea así (risas), ta eso nada más los comentarios, hasta que no te pase a ti no sabes porque de repente te asustan y a ti te va divino. (Policlínica central, Adolescente, Nulípara) Que es un ratito, que aguante que es un ratito. Si yo que sé, uno miedo tiene, hasta que no llegue el momento. Viste que vos decís ta si todas tienen porque no voy a tener yo, llegado el momento, bueno vos sabes porque ya tenés uno. (Policlínica central, adolescente, nulípara)

A mi me pasó de que tengo un sobrino que nació por cesárea por… digamos no tenía nada le indicaron cesárea creo que porque ya había tenido otras cesáreas la mamá y justo salió con dos vueltas de cordón y tuvo un problema pulmonar que no estaba detectado… entonces pensas entre que salió con ese problema pulmonar y que tenía dos vueltas de cordón, si la hubiera mandado a parto!... Qué sabes que hubiese pasado, fue como una casualidad que tuvieron que hacerle la cesárea, sino el parto hubiera sido más dificultoso. Entonces a ese tipo de cosas si le tengo miedo… (Policlínica periférica, Adulta, Multípara)

Con relación a los consejos que recibe una embarazada, siguen teniendo

importancia como recurso para enfrentar el momento del parto, además de los

consejos médicos, los que recibe la mujer de las mujeres de su entorno inmediato.

Sí, mi hermana, mi hermana la única que me dice es un dolor más fuerte que el de una muela pero es el dolor más lindo que vas a sentir en tu vida, después nada… tomo los consejos más bien de mi madre y mi hermana. (Policlínica periférica, Adolescente, Nulípara)

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Por otro lado y con relación a las creencias populares ligadas a este

acontecimiento, persiste la idea entre las mujeres de una relación entre el parto y

algunos fenómenos naturales, como las tormentas y las fases de la luna.

Por ejemplo, si llueve, si llueve y hay tormenta se adelantan los partos… yo que sé. Qué otra cosa… si perdés el tapón mucoso enseguida vas a tener familia…y se sabe que no es tan rápido, algunas ni lo pierden o ni se enteran... y hay otras que son más rústicas, ahora no me acuerdo… si comés mucho chocolate te ayuda a adelantar el parto. Son unas cuantas, si se hace la luna…tenés familia. Antiguamente se usaba, no me acuerdo si es luna llena o luna nueva… (Policlínica periférica, Adulta Multípara)

Otras cosas, el cambio de luna… dicen que cuando viene el cambio de luna viene el parto. Igual con las tormentas, pero cuantas tormentas han pasado y nada… las tormentas siempre esperé, pero nada, ni ahí. (Policlínica periférica, Adolescente, Nulípara)

Las creencias populares persisten, expresando para algunas mujeres una idea

de integralidad entre el parto como fenómeno fisiológico y el resto del mundo natural.

3.5. Miedos y estrategias frente a esos miedos

Es en la trayectoria del proceso de pre- parto y parto donde afloran

mayormente los miedos, siendo aquellos relacionados al trato (más específicamente al

“maltrato”) y atención por parte del personal de salud los que emergen con mayor

relevancia. Dicho miedo se alimentaría tanto por experiencias propias anteriores -en

aquellas mujeres multíparas- como de experiencias de referentes socio-culturales

(familiares y amigas).

Entonces ta, te tienen que tratar igual sea el primero o el último o sea quien sea, después le agarre el brazo al doctor pero no se porque motivo, ah porque yo estaba acostada en emergencia y dijo ya esta en completa, se ve que ya venía y yo le agarre el brazo porque pensé que se iba; y la enfermera me dijo: no lo toques; no podes tocar al médico y yo me puse… porque yo no lo quería tocar por nada. (Policlínica central, Adulta, Multípara)

1- ¿Algún miedo que tengas del parto mismo? 2- Que me cosan. (Policlínica central, Adulta, Nulípara)

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Llegué como a las 5 de la mañana y a las 7 nació, y me hicieron pujar en la sala de pre- parto, me hicieron pararme y caminar hasta la sala de parto a tenerlo ahí y como que no salía más y después me cortaron mucho y me cosieron todo mal y me trataron re mal, hasta el día de hoy tengo todo mal por ellas. (Policlínica central, Adulta, Multípara)

El reclamo de un buen trato, se repite en mujeres de todas las edades y

experiencias previas, tanto nulíparas como experimentadas.

Lo agarré por un impulso de no quedarme sola ahí, porque llega a nacer o algo vos qué sabes, por más que tengas 10 no sabés, no es que uno tiene lo agarra y ta te vas. Y ta, que te traten bien, no? Digo. (Policlínica central, Adulta, Multípara) 2- Te dicen cosas con respecto al parto, siempre te están diciendo de eso. 1- ¿Por ejemplo? 2- De que te cortan de y que te cosen y que te gritan, que te tratan mal, todo eso. (Policlínica central, Adulta, Multípara) 1- ¿En relación a tu salud en particular, algún miedo o algo? 2- No con mi salud no. Miedo siempre tengo al ir, no al dolor, porque doler te va a doler, está escrito en la Biblia que te va a doler. Miedo a cómo te traten, que te traten bien cuando vas a tener. Porque todas dicen que te tratan mal, que te relajan que yo que se cuanto, yo que sé… (Policlínica central, Adulta, Multípara)

Un factor que puede estar en juego con respecto al miedo al parto es la

ausencia de espacios, en términos generales, para la preparación del mismo en el sub-

sector público. En este marco, el desconocimiento actúa como un factor productor de

ansiedad.

Claro ya te vas preparando, en el primero como que: ay ¡voy a tener un hijo! Pero después como que le vas tomando más respeto al asunto, no es tanto el miedo o lo que te hagan, porque no te van a hacer nada malo; el tema es como te hablan, porque yo soy muy sensible de cómo me hablas si a mi me gritan estúpida me muero. (Policlínica central, Adulta, Multípara)

53

Tengo una nena de 4 y el varón de 8; y el primer parto como que uno no sabe a lo que va, se supone que sabes que vas a sufrir dolor, pero siendo primeriza una no sabe, pregunta muchas cosas y los médicos no te quieren responder o les molestan un montón de cosas. No la pase muy bien en el primer parto… me tocaron médicos que no me trataron bien, no me conformaron, las pediatras me trataron bien. El partero que me atendió no me trató bien, no me insultó pero estaba muy nerviosa, estuve como 23 horas de trabajo de parto… y ya estaba cansada, y no me atendieron como debieron. (Policlínica central, Adulta, Multípara)

Sobresale en el discurso de las entrevistadas la necesidad de “ser escuchadas”

por el personal de la salud durante todo el proceso (gestación y nacimiento) como así

también contar con la compañía de la pareja o familiar próximo en el momento del

parto. Cabe señalar que esta necesidad de intercambio sobre la experiencia del

embarazo no encuentra eco, en esta población, en la posibilidad de asistir a clases de

preparación para el parto como sí sucede en aquellas mujeres que asisten a

mutualistas o servicios privados. Esto último, sería incluso una necesidad que las

propias mujeres embarazadas sienten, tanto para poder intercambiar experiencias

como para poder incorporar los conocimientos que le permitan transitar durante el

embarazo y el parto con mayor tranquilidad sobre lo que les está sucediendo

(necesidad de saber que “está todo bien”, que es “normal” lo que sucede).

Este aspecto también es expresado por la mayoría de las mujeres que

contestaron el formulario autoadministrado mediante la pregunta ¿Cuáles son las tres

cosas más importantes a

tener en cuenta en el

momento del parto para

garantizar la salud de la madre?, donde se destacan las respuestas sobre la

importancia de estar acompañadas y tener una atención adecuada.

En este último punto se podría pensar –tan solo a modo de hipótesis- que la

mención a la importancia de la compañía guarda estrecha relación, entre otras cosas,

con la campaña de promoción de algunos derechos de las mujeres en el momento del

parto, siendo entonces reflejo del éxito de esa estrategia de atención sanitaria (Ley

1º Tranquilidad / Estar acompañada

2º Atención adecuada

(datos formulario autoadministrado)

CUADRO 3- TOP 3 de Recomendaciones durante el parto

54

17.386). Estos elementos se traducen, entonces, en algunas de las recomendaciones

para el embarazo y el parto de las entrevistadas.

En resumen, la posibilidad de generar espacios para la formación pero también

para el intercambio entre iguales, enriquecería los programas de salud sexual y

reproductiva que se enfocan en la prevención y la promoción de la salud de la mujer

embarazada.

55

CAPITULO 4. REFERENTES SOCIO-CULTURALES FAMILIARES Y COMUNITARIOS

Este capítulo abordará el rol de los referentes socio- culturales,

específicamente los familiares y comunitarios, en torno a las creencias y prácticas

populares en el embarazo y parto de las usuarias del sub sector público de Montevideo

entrevistadas en el presente proyecto de investigación.

Los referentes socio-culturales son aquellas personas o grupos de personas que

participan en la construcción de la realidad social de un individuo o colectivo; es decir,

son co- constructores de objetivaciones de los procesos (y significados) subjetivos por

medio de los cuales se construye el mundo intersubjetivo del sentido común.

Identificamos como referentes socio-culturales aquellas personas que forman parte de

los vínculos interpersonales cercanos de las mujeres.

Dentro de estas redes de vínculos sociales distinguimos dos grupos: los y las

referentes familiares y los y las referentes comunitarias.

Los y las referentes familiares son aquellas personas que por vínculos de

consanguinidad, legales o afectivos son identificados por las mujeres como parte de

sus familias. Los y las referentes comunitarias son aquellas personas que forman parte

de las redes de vínculos sociales extra familiares. No abunda la referencia en la

literatura con respecto a este fenómeno, sin embargo podemos caracterizar estos

referentes comunitarios de manera similar a la caracterización que Maritza Montero

(2003) realiza de los líderes comunitarios. La autora señala que éstos comparten con el

resto de la comunidad "...un sentido de pertenencia, identificación histórica común,

elementos de vida compartidos...lo cual supone compartir sentimientos, conocimientos

y actividades...". Dadas las características mencionadas es importante señalar que los

individuos que forman parte del equipo de salud no son considerados, a los efectos de

esta investigación, como referentes comunitarios. El vínculo con el equipo asistencial y

su rol en tanto referentes de las mujeres será abordado en el siguiente capítulo de este

informe.

56

El análisis del presente capítulo se centrará en los siguientes aspectos

considerados relevantes a partir del análisis de las entrevistas:

4.1. Quiénes son valorados/as como referentes socio-culturales, familiares y

comunitarios

4.2. Cómo se significan las recomendaciones de referentes no médicos, qué

valor se le da

4.3. El rol de otras embarazadas como referentes socio- culturales

4.4. Las recomendaciones de los referentes socio- culturales con respecto al

parto

4.1. Quiénes son valorados/as como referentes socio-culturales, familiares y

comunitarios

Como veíamos anteriormente las diferentes construcciones subjetivas en torno

a la salud y la enfermedad están relacionadas con el contexto sociocultural en que los

individuos están inmersos. Estos procesos son dinámicos, por lo que se da una

continua movilización y actualización de creencias y valoraciones que pueden o no ser

llevadas a la práctica dependiendo de las habilitaciones y limitaciones que les brinda el

contexto en el cual están insertos. En este sentido consideramos importante

profundizar en torno a quiénes son referenciados por las entrevistadas como

referentes de este contexto socio-cultural. En el entendido que dicho contexto está

condicionado por un momento y un espacio determinado, así como por una red de

relaciones socio-económicas y culturales, las personas que forman parte de este

entorno próximo toman relevancia en cuanto a la habilitación o limitación de

determinadas creencias o prácticas en salud.

En los discursos de las mujeres entrevistadas se destacan como referentes en lo

que hace al cuidado de la salud en el proceso de embarazo personas del entorno

cercano, principalmente familiar.

Mi familia…mis padres, estoy como muy apoyada….sobretodo tengo un trato muy bueno, con todos. Me escuchan, hablamos…. (Policlínica Periférica, Nulípara, Adulta)

57

2- Si, que no andara en bicicleta, que no andara en moto… 1- Quién? Vecinas, amigas… 2- Mis padres, más bien…son los que me cuidan más (Policlínica Periférica, Nulípara, Adulta) Mi familia, que me dice que me controle, me exige que venga al control. (Policlínica Central, Multípara, Adulta)

Entre los referentes familiares son significativas las menciones a referentes

familiares femeninos, es decir: madres, abuelas, hermanas, entre otras. Esto enfatiza

lo mencionado en el capítulo 3; el consejo está fuertemente mediatizado por la

dimensión de género, teniendo especial relevancia la recomendación "de mujer a

mujer”:

Mi madre, me dice que yo me tengo que cuidar, que tengo que cuidar la criatura, y que tengo que alimentarme. (Policlínica Periférica, Multípara, Adulta) 1- ¿Consejos por fuera de la policlínica...que alguien te haya dado? 2- Si, mi mamá… (Policlínica Periférica, Multípara, Adulta) 1-Qué miedos surgieron? ¿tuviste algunos miedos en relación al embarazo? 2-Ay decile a mi madre! (Policlínica Central, Nulípara, Adolescente)

Las experiencias previas de embarazos de estas mujeres parecen darles

legitimidad en cuanto a las recomendaciones de cuidado a la salud durante el

embarazo, así como señales de alarma y distintas recomendaciones para el tránsito

por esta etapa de la vida de las mujeres. Estos y otros aspectos han sido considerados

en el capítulo previo y serán evaluados en siguientes secciones de este capítulo.

Si mi hermana, mi hermana la única que me dice es un dolor más fuerte que el de una muela pero es el dolor más lindo que vas a sentir en tu

58

vida, después nada…tomo los consejos más bien de mi madre y mi hermana (Policlínica Periférica, Nulípara, Adulta) La abuela la tía, la vecina, la amiga (Policlínica Periférica, Multípara, Adulta) Mi madre me da recomendaciones, qué no hacer, que no limpie, que no haga esfuerzo, no puedo barrer….no me dan otras recomendaciones, nadie más…. (Policlínica Central, Nulípara, Adulta) 1- Aparte de las dudas en la policlínica…..pedis consejo o ayuda en otro lado o con otras personas? 2-Si con mi suegra o mi mamá.. 1-que cosas consultas con ellas? 2-No sé, algún síntoma o molestia….yo a veces me asusto por cosas pequeñas… (Policlínica Central, Multípara, Adulta) Yo, mamá y después le comenté a la partera y me dijo que estaba bien. (Policlínica Central, Nulípara, Adolescente)

En esta última cita es interesante destacar como la entrevistada ante una

situación específica, produce su percepción propia la que comparte con su madre, en

tanto referente familiar calificada; sin embargo consulta con su partera. Podría decirse

que esto se da en busca de cierto nivel de respaldo desde el equipo de salud. Esto

surge en otras entrevistadas como:

Sí, mi mamá por ejemplo, que me tranquilizara, que estaba muy nerviosa..que hiciera caso al médico…. (Policlínica Central, Multípara, Adulta)

Como se mencionó anteriormente, la medicina convencional tiene una presencia

importante en sociedades como la uruguaya donde el “saber experto” se impone al

“saber profano”, permeándolo constantemente. La relevancia del equipo de salud en

tanto referente, así como la legitimidad que se le adjudica a las recomendaciones de

los referentes socio-culturales serán abordadas más adelante en este capítulo, así

como en el capítulo 5.

59

Como referíamos en secciones anteriores de este informe, la atención a la mujer

gestante durante mucho tiempo se centró en el binomio madre- hijo, dejando de lado

perspectivas más integrales que comprenden las mujeres más allá de su función

reproductora y nutritiva. El enfoque Género en Desarrollo contribuye a la visualización

de las mujeres en tanto personas y sujetos de derechos, también en lo que a la salud

refiere. Desde esta perspectiva los hombres también son incluidos como protagonistas

y no como meros "acompañantes"; este protagonismo de los hombres se refleja en los

discursos de las entrevistadas al ser identificados como referentes importantes en el

proceso de embarazo y parto.

Primero hablamos con mi esposo (Policlínica Periférica, Multípara, Adulta) Si…y a mi marido le dice “ella tiene que comer esto o aquello y mi suegra también “…Además mi cuñada estudia medicina y mi prima también…y ella va al Pereira… (Políclinica Periférica, Multípara, Adulta)

Dejar la droga que era bastante complicado, pero con ayuda de mi pareja salí adelante (Policlínica Central, Nulípara, Adolescente)

No, no, mi marido siempre me dice el tema de no mover las cosas, de no correr las cosas, un día llegó y estaba el ropero en el medio del comedor (risas) (Policlínica Central, Multípara, Adulta)

A pesar de la preponderancia de las referentes femeninas en tanto voz

autorizada a la hora de recomendar y mantener vigentes las creencias y prácticas

populares, los hombres, en tanto compañeros y sujetos activos del proceso de

gestación y parto también son incluidos, fundamentalmente como apoyo emocional y

de cuidado.

60

Como mencionáramos en los párrafos introductorios de este capítulo, los

referentes comunitarios no familiares también están presentes a la hora de hacer

recomendaciones con respecto al embarazo.

Alguna amistad, alguien así (Policlínica Periférica, Multípara, Adulta)

O sea de amigos...también, si sobretodo que me cuide, que me quede tranquila, me alimente, consejos básicos, que todo el mundo te dice...como algo positivo…siempre (Policlínica Periférica, Nulípara, Adulta)

Si, si le das la espalda al dormir a tu esposo, es varón, yo no podía dormir mirándolo a él, estaba cómoda mirando al otro lado, esto me lo dijo primero una señora mayor en la policlínica, luego yo lo comprobé. También están las pruebas de la cuchara y el tenedor, eso me lo dijeron mis hermanas… (Policlínica Central, Multípara, Adulta)

El discurso de los referentes comunitarios, se centra en recomendaciones de

cuidados durante el embarazo, pero también en la transmisión de costumbres y

prácticas populares (fundamentalmente relacionadas con la indagación del sexo del

bebé) y como consulta. En este sentido las compañeras de trabajo también aparecen

como referentes del entorno comunitario de relevancia:

No, generalmente por una cuestión de tiempo, al trabajar ocho horas estas más en tu trabajo que en tu casa, generalmente cuando me pasa algo…y como acá me siento más segura porque hay más gente lo consulto acá, por ejemplo de repente te viene un dolor en el momento y no vas a estar llamando que a tu madre que a tu tía, como tenés gente acá venís acá y consultas acá, después lo planteas con tu familia pero…a mi al menos me paso que primero acá. (Policlínica Periférica, Multípara, Adulta)

No, acá la mayoría son enfermeras y todas tuvieron hijos, todas te pueden ayudar…no la primera pregunta generalmente la haces en tu sector, digo yo nada que ver, trabajo en el sector odontológico y de repente le preguntas a alguna que tengas ahí cerca y después vas y le preguntas a la enfermera (Policlínica Periférica, Multípara, Adulta)

61

Cabe destacar que el discurso de la entrevistada anterior puede estar

condicionado por ser funcionaria de un centro asistencial, sin embargo, al referirse a

sus compañeras de trabajo se destacan sus experiencias de maternidad previas, no sus

conocimientos técnicos. Esto está en consonancia con el hecho de que los consejos y

recomendaciones no solo predominan entre las mujeres, sino que las mujeres que ya

han tenido hijos son consideradas especialmente como referentes calificadas.

Como veremos en el próximo capítulo, los referentes comunitarios pueden en

algunas ocasiones participar en la construcción de miedos o mitos negativos.

2. Y ahí me mandaron para la cesárea y ahí me asuste un poco, porque me decían: cuantas mueren en las cesáreas y mirá que…entonces ahí estaba re asustada, pero salió todo bien por suerte… 1. ¿Y quienes te decían eso? 2. Los vecinos, mujeres que ya han tenido hijos y todo. Y te decían, cuídate porque era la época que todo el mundo decía que robaban bebes y eso y yo estaba re mal y decía y ahora no me despierto, porque yo sabía que después de la anestesia me iba a dormir un poco porque estaba re cansada y cuando me desperté lo buscaba por todos lados y me decían madre quede tranquila que su bebé esta acá. (Polilclínica Central, Multípara, Adolescente)

Como veremos en el próximo capítulo, estos mitos negativos se asocian

frecuentemente con las prácticas en los centros asistenciales.

4.2. Significado de las recomendaciones de referentes no médicos

El capítulo 3 del presente informe recoge las principales creencias y prácticas

populares referidas por las entrevistadas. Prácticamente la totalidad de estas

recomendaciones son realizadas por referentes de las embarazadas, ya sea de su

entorno familiar o comunitario.

Este "saber profano" ha adoptado discursos y prácticas provenientes del "saber

experto", en esta línea se hayan las recomendaciones con respecto a la alimentación,

al no consumo de determinadas sustancias como tabaco y café, el cuidado del peso,

algunas conductas (andar en moto), entre otras.

62

Como ya vimos, muchas de las recomendaciones conllevan la consideración del

embarazo como un estado de especial vulnerabilidad en la que se le restringen las

actividades y posibilidades a la embarazada, fundamentalmente desde el discurso del

cuidado:

Mi madre me da recomendaciones, qué no hacer, que no limpie, que no haga esfuerzo, no puedo barrer….no me dan otras recomendaciones, nadie más…. (Policlínica Central, Nulípara, Adulta)

Sí, no correr tanto los muebles, soy muy de correr todo y ahora que estoy embarazada digo ta no voy a correr nada, aunque a veces me dan ataques digo: hay esa cama por favor! No, no, mi marido siempre me dice el tema de no mover las cosas, de no correr las cosas, un día llegó y estaba el ropero en el medio del comedor (risas) (Policlínica Central, Multípara, Adulta)

Ahora bien, muchos de los consejos no están relacionados con el “saber experto”

y contribuyen a la transmisión generacional de determinadas creencias y prácticas

populares.

Si, cosas que te dicen, como no lavar la ropa del bebe, te dicen que no laves la ropa del bebe antes de los 3 meses que te puede pasar algo. En el primero no lo hice, en este lo hice, lave la ropa y antes de los 3 meses y después empecé con todo tipo de problemas y pensé hay no te lo puedo creer! Y todo el mundo me decía que no lavara la ropa del bebe! No aprontes el bolso! En este embarazo hice todo lo que no hice en el otro y empecé con problemas… (Policlínica Central, Multípara, Adolescente)

No, coser la ropa del bebé, me enteré ahora que no se puede coser (Policlínica Central, Multípara, Adolescente)

Durante las entrevistas suele mencionarse en primera instancia aquellas

recomendaciones que, como decíamos anteriormente, están alineadas con las

recomendaciones aceptadas desde los servicios de asistencia sanitaria. Esto puede

tener que ver con que las entrevistas son realizadas a mujeres que son captadas en el

sistema de atención. En el transcurso de las entrevistas van surgiendo otras creencias y

63

prácticas, arraigas en el acervo familiar o comunitario. Estas suelen tener asignado un

valor especial, en la mayoría de los casos de respeto y credulidad. Parece ser que

“saber popular” y “saber experto” conviven pero no comparten espacios.

1- ¿Crees que esas creencias son importantes? 2- Sí muy importantes…. 1- Si tuvieras que citar algunas, las que te parezcan más importantes? 2- Por ejemplo, si llueve, si llueve y hay tormenta se adelantan los partos … (Policlínica Periférica, Multípara, Adulta)

Sin embargo esto no siempre es así, las recomendaciones no médicas de los

referentes socio- culturales suelen ser despojados de valor o relevancia.

2-A mi me encanta el café yo tomo igual, pregunto y te dicen no tomes café porque hace abortos, hace esto y lo otro, yo siempre tome café 1-Que no tomes café, y porqué, quién te dice eso? 2-Las viejas, yo tomo igual (Políclinica Central, Multípara, Adulta)

Lo que por ahí se dice lo tomo con pinzas… (Policlínica Periférica, Multípara, Adulta)

Sí he escuchado, pero yo no creo. (Policlínica Periférica, Multípara, Adulta) 1-Y cosas que te digan otras personas, tipo amigas… 2-No hago caso (Policlínica Central, Multípara, Adulta)

1-Contame ¿alguna otra cosa que te hayan recomendado, no de acá sino parientes o alguien cercano, de por ejemplo de medicina que se le dice más alternativa, de por ejemplo tomar algo en particular? 2- Si algunos si, pero yo esas cosas así estando así no (Policlínica Central, Nulípara, Adulta)

En este caso vuelve a estar presente la percepción del estado de embarazo como

un estado de vulnerabilidad de la mujer, se plantea el acceso a medicinas alternativas

o complementarias y la entrevistada aclara que en esta situación no. Cabe

preguntarse, no estando embarazada: ¿sí sigue estas recomendaciones o prácticas?,

64

¿sí se accede a medicinas alternativas?, ¿cómo se da este fenómeno en el cuidado del

recién nacido?

2-Ay yo que se, en este momento no me acuerdo pero hay una vecina que es muy de los yuyos y esas cosas, viste que siempre esta, pero no me acuerdo, se que me había dicho algo, no me acuerdo ni porque era, porque yo vómitos y eso no tuve, bueno no se se que algo me dijo y no… 1-Ni la escuchaste. 2-Y si porque no sabés si te hace bien o qué, si fuera en otro momento capaz que si, viste no estando embarazada (Policlínica Central, Nulípara, Adulta)

“Saber profano” y “saber experto”, como veíamos, muchas veces conviven.

Aparece una suerte de doble discurso o discursos paralelos, en los que aparentemente

predomina el respeto por el “saber experto” que permea y condiciona el saber

popular. En otros casos se dan pequeños "enfrentamientos" entre estos paradigmas:

2. No solamente de la alimentación, ahora me acordé que la partera me dice que no coma mucho y mi padre me dice si come come! (risas) (Policlínica Periférica, Nulípara, Adulta)

2. No nunca he escuchado…son cosas mas bien de la gente de antes… (Policlínica Periférica, Multípara,Adulta) 2-ah si que no tome café 1-que no tomes café, y porque, quién te dice eso? 2-Las viejas, yo tomo igual (Policlínica Central, Multípara, Adulta)

Estos conflictos suelen dirimirse adjudicando, al menos en los discursos, dichas

creencias a otra época, cosas que solo dicen “las viejas”.

4.3. El rol de otras embarazadas como referentes socio- culturales

Como se desarrolló en el capítulo 3 del presente informe, surge de las

entrevistadas la necesidad de ser escuchadas, de compartir con otras mujeres sus

tránsitos por los distintos embarazos. Esto se complementa con el análisis de la

65

dimensión de género entre los referentes socio-culturales familiares y comunitarios

trabajado en este capítulo, con una fuerte relevancia de los consejos y de las

experiencias previas de otras mujeres.

En este sentido otras embarazadas del entorno cercano aparecen como

referentes importantes.

Hablamos y todas tienen cosas diferentes que contar (Policlínica Periférica, Multípara, Adulta)

Las mujeres mayores que tienen muchos hijos, ellas son las que saben más cosas, hacen pruebas para adivinar el sexo, como la tijera…pero yo no creo en eso….también la forma de “panza” , es que las señoras de antes no tenían controles... (Policlínica Central, Nulípara, Adulta)

Hay que creer en el instinto de madre…. (Policlínica Central, Nulípara, Adulta)

Hablo mucho con mi hermana, que ya tiene 3, ella es mas chica pero tiene experiencia…ella está loca, tiene muchos! Tiene que parar…A los 17 tuvo el primero. Aparte que hay muchas cosas para cuidarse ahora. (Policlínica Central, Nulípara, Adulta)

La experiencia previa en la maternidad otorgaría, entonces, el derecho al consejo. Se

establece un saber cuasi experto relacionado a la experiencia de la situación de

embarazo y parto.

4.4. Las recomendaciones de los referentes socio- culturales con respecto al parto

Un capítulo aparte lo constituyen las recomendaciones de los referentes socio-

culturales familiares y comunitarios con respecto al parto.

1-Y algo que te hayan recomendado amigas, vecinas o familiares para ese momento? viste que todos te dicen para ese día tal cosa o hacé tal cosa… 2-Si, que no llore, que no grite y que ta que este tranquila (Políclinica Central, Nulípara, Adolescente)

66

Que es un ratito, que aguante que es un ratito. Si yo que sé, uno miedo tiene, hasta que no llegue el momento. Viste que vos decís ta si todas tienen porque no voy a tener yo, llegado el momento, bueno vos sabes porque ya tenés uno.(Policlínica Central, Nulípara, Adulta)

1-Y qué te da miedo? La parte del parto en sí? 2-Si porque viste que hablas con mujeres que te dicen: hay casi me muero del dolor y hablas con otra y te dice: yo no tuve dolor ninguno y yo pienso ojala que yo sea así (risas), ta eso nada más los comentarios, hasta que no te pase a ti no sabes porque de repente te asustan y a ti te va divino. (Policlínica Central, Nulípara, Adulta)

2-No me cuentan, no me quieren contar 1-No te quieren contar, y a vos porque te parece que no te quieren contar? 2-Porque está salado (Policlínica Central, Nulípara , Adulta)

El parto aparece como un evento importante, clave en los tránsitos del

embarazo, no sólo por estar relacionado con el nacimiento de sus hijos, sino como

experiencia individual como mujeres.

67

CAPITULO 5. LUGAR DE LOS PROFESIONALES DE LA SALUD EN LA CONSTRUCCIÓN DE

LA SALUD EN EL EMBARAZO Y EL PARTO

Tal como se ha esbozado en capítulos anteriores, los profesionales de la salud,

más específicamente su status como referentes expertos legitimados en la sociedad,

ocupa un lugar privilegiado en la construcción de la salud de las mujeres entrevistadas

tanto en el embarazo como en el parto. Asimismo, las actitudes de los profesionales

de la salud (y el personal relacionado a los centros de atención de salud en general)

son altamente significativas en la construcción de la vivencia del embarazo y el parto

de estas mujeres. Como veremos en los párrafos siguientes, dichos referentes actúan

tanto como fuentes de confianza y certidumbre, como de miedos y represiones.

5.1. Saber y recomendaciones de los profesionales de la salud durante el embarazo

En primer lugar, cabe destacar la legitimidad de la perspectiva médica

existente en los discursos de las mujeres entrevistadas. En este sentido vemos que en

general existe confianza en la manera médica de encarar los cuidados durante el

embarazo y el parto, aun sin entender las indicaciones por parte del médico tratante.

Las recomendaciones médicas difícilmente se cuestionan –como vimos en los

capítulos previos-, aún cuando se generen dificultades para su cumplimiento.

1- ¿Y los consejos que te dan los médicos, te parecen importantes?, ¿te sirven o te parecen que no tienen nada que ver con lo que vos podés hacer? 2- No, yo al contrario, si yo no sé nada, yo trato de hacer lo que ellos dicen, aparte me tengo que cuidar, más por el problema que tiene el bebé tengo que tratar de cuidarme más, porque se que si nace antes tiene pila de problemas más que los que ya tiene, entonces tengo que cuidarme, me cuesta pero trato de hacer lo que me dicen. (Policlínica central, Adolescente, Multípara) 1- Entonces, en la familia o en el barrio, ¿la gente te dice más o menos lo mismo que acá? 2- En realidad me dicen que haga caso lo que me dice el medico. (Policlínica central, Adulta, Multípara)

68

1- ¿Tenés confianza en las recomendaciones que te hace el médico? 2- Antes no, pero ahora si… este médico es muy atento. Esta en todo, entonces uno se siente más segura, estando bien controlada es otra cosa… si le pido que me haga una eco que no la necesito, él igual me la manda para que yo esté tranquila… Me escucha…eso es importante. (Policlínica central, Adulta, Multípara)

De los médicos, si, es como que lo sabes pero hasta que no te lo dicen, decís bueno como que voy a esperar que me rezonguen pero no si, por indicación médica.

(Policlínica periférica, Adulta, Multípara)

Claro, con mi embarazo anterior lo pase excelente, nada tuve, y con este que las contracciones antes de tiempo, para mi no era nada normal con 5 meses tener contracciones. Pero igual cualquier dolorcito o cosa rara yo consulto viste, por las dudas… (Policlínica central, Adolescente, Multípara)

Cabe tener en cuenta que las entrevistas han sido realizadas en salas de espera

y consultorios en los días que las mujeres concurrían a realizarse los controles del

embarazo de rutina, por tanto, todas las entrevistadas presentan algún grado de

adherencia a la manera médica de cuidar su salud en este período de sus vidas. Esto

último puede ser considerado un sesgo de la propia realización del trabajo de campo

de la investigación a tener en cuenta, que se refleja en los discursos recogidos, no

obstante no invalida la relevancia de la información recolectada.

La medicalización de estas mujeres es ejemplificada en la asistencia inmediata

ante la presunción de un posible embarazo y/o la atención de los malestares

asociados al mismo en el primer trimestre.

Porque me empecé a sentir mal, con vómitos y mareos, y fui al hospital y me hicieron un examen, me dijeron que estaba embarazada. (Policlínica central, Adulta, Nulípara) 1- Y ¿cuándo consultaste al médico, enseguida? ¿O acá en la policlínica? 2- Si enseguida. (Policlínica periférica, Adulta, Nulípara)

69

Asimismo, este discurso medicalizado se traduce en las recomendaciones

atribuibles a un buen estado de salud en el embarazo ya mencionadas en los capítulos

anteriores: control de la alimentación, asistencia a todos los controles médicos, no

fumar, entre otros.

Y, cuando te dicen del peso, a veces tenés ganas de comer te vienen ganas de comer pero ta; te tenés que aguantar, eso de la sal yo estuve de acuerdo o sea no me obligo a comer sin sal pero ta es feo comer sin sal. (Policlínica central, Adolescente, Nulípara) 1- Los consejos que te dan acá te aparece adecuados? 2- Sí, están bien, consejos de otro no porque siempre me atiendo acá… bueno el cigarro, el cigarro., todo el mundo me dice. (Policlínica central, Adulta, Multípara) 2- Todo, no levantar peso, no me dejaban barrer, que parece una cosa tan insignificante… 1- Y quiénes te aconsejaban esas cosas? 2- Los médicos primero que nada, porque ya que lograste ahora a cuidarlo, por lo menos hasta los 3 meses, después de los 3 meses ya podía hacer alguna cosa más pero yo que se después para que arriesgarte, yo que sé… (Policlínica central, Adulta, Nulípara)

Una de las recomendaciones por excelencia es la asistencia a los controles

durante el embarazo, de importancia para las mujeres entrevistadas (sobre todo en

aquellos embarazos definidos como de riesgo), explicado –como vimos- por la

medicalización de estas mujeres y también como uno de los consejos de su entorno

más inmediato.

Lo que pasa que como vivía afuera la partera te atendía… vivía en San José, en el interior... y era medicina general, ella no era partera, te atendía de las dos cosas... igual me hacía la ecografía…los consejos eran no dejes de venir, controlate… (Policlínica central, Adulta, Multípara)

Tengo todos los controles, me controle bien todo. (Policlínica periférica, Adulta, Multípara)

70

1- ¿Cuándo consultaste al médico?, ahora, en este embarazo digamos… 2- Enseguida, ni bien tuve la confirmación del embarazo, enseguida (Policlínica periférica, Adulta, Multípara) En este sentido, tal como se esbozó en el capítulo 4, vemos que los referentes

comunitarios operan en la mayoría de los casos como refuerzos en el proceso de

medicalización de estas mujeres.

1- ¿Recomendaciones que hayas tenido sobre cómo cuidarte, por fuera del ámbito del hospital? 2- Si, mi mamá por ejemplo, que me tranquilizara, que estaba muy nerviosa... que hiciera caso al médico. (Policlínica central, Adulta, Multípara) Mi familia, que me dice que me controle, me exige que venga al control. (Policlínica central, Adulta, Multípara)

Algunas de las entrevistadas consideró importante la posibilidad de concurrir a

clases de preparación del proceso de pre- parto y parto, sin embargo no fueron

visualizadas como de utilidad una vez llegado el momento. No obstante, tal como

vimos con anterioridad, las clases de parto y los espacios de intercambio son una de

las necesidades mayormente señaladas en las entrevistas. Cabe reflexionar una vez

más en torno al diseño de los contenidos de dichos espacios y –tal vez- a la necesidad

de incorporar en parte las creencias y prácticas de las mujeres embarazadas como

insumos a su diseño, tal como la propia pertinencia de este proyecto sugería.

Fui a clase del parto, porque era adolescente me lo exigían… pero las clases no me sirvieron de mucho…practiqué todo el embarazo y cuando llego el momento no sabía respirar…. (Policlínica central, Adulta, Multípara) A grandes rasgos se observa que el saber médico es aquel que está legitimado,

pero que también es inaccesible para las gran mayoría de las entrevistadas salvo en

los casos que les toque un/a médico/a comprensivo/a que les explique. Esto implica,

en términos generales, un saber médico que si bien está ampliamente aceptado (e

incluso aplicado) es también poco accesible, poco claro y temido.

71

Yo que sé, capaz que para mi no porque soy una gurisa y no entiendo mucho de eso, creo que se tendrían que expresar un poco más con las cosas (Policlínica central, Adolescente, Nulípara) Son medios secos los médicos. (Policlínica central, Adolescente, Nulípara) Sí, que te expliquen. (Policlínica central, Adolescente, Nulípara) No, no es que haya tanta gente, sino la información… no te dan mucha información… (Policlínica central, Adulta, Multípara) Pero siendo primeriza una no sabe, pregunta muchas cosas y los médicos no te quieren responder o les molesta. (Policlínica central, Adulta, Multípara) No todos, algunos te atienden te controlan te pesan te mandan los análisis y ta, pero hay unos que te hablan y que te dicen y todo. (Policlínica central, Adulta, Multípara)

1- Y respecto a la atención acá, ¿te parece adecuada, estas conforme? 2- Si me parece que está buena, te ayudan en todo y te aconsejan. 1- ¿Responden a tus inquietudes? 2- Si yo pregunto y me saco todas las dudas… esta bien. (Policlínica central, Adulta, Multípara)

Ahora bien, cuando esa relación con el/la profesional de la salud es vivido con

confianza, cubriendo las necesidades de información y de escucha, ese saber

legitimado se transforma en una fuente de seguridad en la vivencia del embarazo.

1- ¿Tenés confianza en las recomendaciones que te hace el médico? 2- Antes no, pero ahora si… este médico es muy atento. Esta en todo, entonces uno se siente más segura, estando bien controlada es otra cosa… si le pido que me haga una eco que no la necesito, él igual me la manda para que yo esté tranquila… Me escucha…eso es importante. (Policlínica central, Adulta, Multípara)

72

Mira, igual no me ha pasado nada que diga tuve que salir… solo al principio del embarazo que tuve una pequeña pérdida que fue que ahí si salí corriendo al médico, pero después no, no me pasó nada, digo que me hiciera dudar que había algo mal, que había que ir al médico. (Policlínica periférica, Adulta, Multípara) Si, porque yo si tengo una duda pregunto y lo importante es que confíes en el médico, sino para que venís, ¿no? (Policlínica central, Adulta, Multípara) Confío en el médico. (Policlínica periférica, Adulta, Multípara) Tomo en cuenta el profesional que me atiende acá. (Policlínica periférica, Adulta, Multípara) 1- ¿Algo que no te haya preguntado y te parezca importante o que me quieras contar? 2- No, no, vos sos la de las preguntas... le pregunto a mi médico igual. (Policlínica central, Adulta, Multípara) Lo demás ta, porque lo que te vayan a hacer vos que sabes, porque si te cortan te tienen que cortar si te meten algo es porque te lo tienen que hacer… (Policlínica central, Adulta, Multípara)

Muchas veces los controles obstétricos son los que generan la relación con el

profesional que atiende el embarazo, siendo allí donde –a decir por las entrevistas

realizadas- surge mayormente el proceso de medicalización para las mujeres, lo cual

refuerza la idea del embarazo como momento particular en la historia de salud de una

mujer. En otros casos, la medicalización correspondía a una situación particular previa

ligada a la propia salud sexual y reproductiva de estas mujeres.

Mira, al único médico que iba era al ginecólogo, pero creo que también por el tema del antecedente, de hacerme los controles estrictos de rutina, ¿viste? Después el resto de los médicos no… (Policlínica periférica, Adulta, Multípara)

73

2- No fue enseguida, porque me iban a operar de una ligadura, vine acá a este mismo consultorio y me mandaron un examen de orina y dio positivo y estaba de poquito de unas 12 semanas. 1- ¿Y ya te atendías acá? 2- Si por el tema de la operación, vine dos veces y no se dio, ahora si no me operan me encadeno a la puerta del hospital (risas) agarro un cuchillo y me opero yo (risas) (Policlínica central, Adulta, Multípara) No, empecé de cero acá. (Policlínica central, Adolescente, Multípara) Si con la doctora que es la misma que me atendió antes en mi otro. (Policlínica central, Adulta, Multípara) 1- ¿Te atendés acá siempre? 2- No es la primera vez, me atendía antes en el CASMU. Pero como me quedé sin sociedad… (Policlínica central, Adulta, Multípara) 1-¿Y siempre te atendiste con el mismo médico? 2- Cuando vine ya estando embarazada, cuando venía allá a la policlínica de fertilidad no, me atendía con otro. No la atención la verdad que… algunos me decían y por qué no te pones en una sociedad por ejemplo, siempre está eso de que parece que es mejor, yo no tuve problemas. (Policlínica central, Adulta, Nulípara) 1- Y en general los embarazos te controlabas con alguien o… 2- Si 1- ¿O fue en algunos si y en otros no? 2- No en todos, en distintos lugares pero en todos. (Policlínica central, Adulta, Multípara)

Cuando estas mujeres quieren resaltar las experiencias positivas en la atención

de su embarazo en los distintos centros de salud hacen referencia primordial a dos

elementos: el buen trato y la posibilidad de diálogo con quien se atienden. Esto se

74

ejemplifica tanto en las citas relacionadas al tema de la información y a las de la

relación con los profesionales que ya planteamos, como en las siguientes:

Si con la doctora que es la misma que me atendió antes en mi otro embarazo, me trata bien, estoy conforme con la atención. (Policlínica central, Adulta, Multípara) 2- y tenes confianza en las recomendaciones que te hace el medico? 1- Antes no, ´pero ahora si…este medico es muy atento,. Esta en todo, entonces uno se siente más segura, estando bien controlada es otra cosa…soi le pido que me haga una eco que no la necesito, el igual me la manda para que yo esté tranquila…me escucha…eso es importante. (Policlínica central, Adulta, Multípara)

Además como te atienden acá…yo decidí atenderme acá y no en la sociedad y la verdad el trato con la gente todo, es mejor acá… la doctora todo… (Policlínica periférica, Adulta, Multípara) No medicamentos cero, y sino vengo y pregunto a los médicos. Por ejemplo cuando vine a emergencia me dieron unos medicamentos que ni yo sabía si los podía tomar. Y dije bueno si me los mandaron los tengo que tomar, pero antes le pregunte a mi partera y me dijo si, si quedate tranquila que los podes tomar y ta. (Policlínica central, Adolescente, Multípara)

No, les tengo mucha confianza, la verdad que desde que me atiendo acá jamás, me han hablado muchas cosas pero me entraban por un oído y el otro. (Policlínica central, Adulta, Multípara) No, no, nada de eso, inclusive con mi bebé que es nacido quieren que le de yuyitos y yo que sé, pero yo no dejá que los médicos...no le di nada a ellos. No y a mi nada, nunca ni me puse otra cosa ni me di otra cosa que no sea los médicos que me recomiendan, jamás (Policlínica central, Adulta, Multípara) En términos generales, se puede observar una relación unidireccional de un

marco de referencia sociocultural sobre otro, no existiendo – a entender de las

75

entrevistadas- espacios en el sistema médico para sus creencias y necesidades de tipo

emocional.

5.2. Papel de los profesionales de la salud en el parto

A las recomendaciones durante el embarazo se agregan las referidas al

control/inhibición de las emociones, sobre todo en el momento del parto:

tranquilidad, autocontrol, “no gritar”, hacer caso a todo lo que el personal de salud

indique, etc. Dichas recomendaciones encuentran su justificación en parte en la

vivencia de la situación de parto (propia o de allegadas) y mantiene estrecha relación

con los miedos en ese momento. Esto implica que los profesionales de la salud en el

momento del trabajo de pre- parto y parto pueden llegar a resultar fuentes de miedo

y ansiedad para estas mujeres11.

1- ¿Y algo que te digan de que vos tenés que hacer en el parto? 2- Quedarte calladita, calladita y nada más, nunca me dijeron: tenés que hacer fuerza así o allá, cosas útiles no te dicen, te dicen siempre cosas inútiles. Pero ahora como que ta. (Policlínica central. Mujer adulta, multípara).

Tal como señalamos en el capítulo 3, las entrevistadas dan cuenta de una mayor

cantidad y relevancia de los miedos depositados al momento del trabajo de pre- parto

y parto. Dentro de estos miedos aparecen como sumamente significativos los

relacionados al trato por parte del personal de salud y derivan en la estrategia,

entonces, de inhibición de las emociones.

Miedo siempre tengo al ir, no al dolor, porque doler te va a doler, esta escrito en la Biblia que te va a doler. Miedo a como te traten, que te traten bien cuando vas a tener. Porque todas dicen que te tratan mal, que te relajan que yo que se cuanto, yo que sé… (Policlínica central, Adulta, Multípara)

Esto implica que durante el proceso de pre- parto y parto, las mujeres y sus

acompañantes se centran en el control y cuidado de sus emociones (y en que las

11

Existe un trabajo en el cual se indaga sobre Magnone, N. (2011) “Derechos sexuales y reproductivos en tensión: intervencionismo y violencia obstétrica.” Trabajo presentado en las X Jornadas de Investigación de la Facultad de Ciencias Sociales. UdelaR. Montevideo. 13 y 14 de setiembre.

76

mismas no incomoden a quienes las están atendiendo), descuidando su propia

vivencia de este momento. El miedo al parto y al trato durante el mismo es un

elemento resaltado tanto por aquellas mujeres que aún no han vivido su primera

experiencia de parto (alimentado por las experiencias de otras mujeres referentes)

como así también en aquellas multíparas. Entre estas últimas existe la referencia en

torno a un trato diferencial por parte de algunos/as profesionales por el hecho de ser

multíparas; quienes no tendrían en cuenta –según su visión- el hecho de que cada

parto puede no transcurrir de manera similar a los anteriores. A pesar de ser

“experimentadas” en cuanto al proceso de pre- parto y parto, entienden necesaria la

posibilidad de expresar su dolor/ansiedad.

Entonces ta, te tienen que tratar igual sea el primero o el último o sea quien sea, después le agarre el brazo al doctor pero no se porque motivo, ah porque yo estaba acostada en emergencia y dijo ya está en completa, se ve que ya venía y yo le agarre el brazo porque pensé que se iba; y la enfermera me dijo: no lo toques; no podes tocar al médico y yo me puse… porque yo no lo quería tocar por nada. Lo agarré por un impulso de no quedarme sola ahí, porque llega a nacer o algo vos qué sabes, por más que tengas 10 no sabés, no es que uno tiene lo agarra y ta te vas. Y ta, que te traten bien, no? Digo.

(Policlínica central, Adulta, Multípara) …Y yo estaba esperando para que me atendieran y llamaron y mi prima dijo, tiene una contracción y la enferma dijo bueno que trate de pararse y yo ya estaba ¡ay me van a matar y lloraba! (risas) y cuando les dije que era el 5º ya ni pelota me dieron viste (risas). (Policlínica central, Adulta, Multípara) Tengo una nena de 4 y el varón de 8; y el primer parto como que uno no sabe a lo que va, se supone que sabes que vas a sufrir dolor, pero siendo primeriza una no sabe, pregunta muchas cosas y los médicos no te quieren responder o les molestan un montón de cosas. (Policlínica central, Adulta, Multípara) Llegué como a las 5 de la mañana y a las 7 nació, y me hicieron pujar en la sala de pre- parto, me hicieron pararme y caminar hasta la sala de parto a tenerlo ahí y como que no salía más y después me cortaron mucho y me cosieron todo mal y me trataron re mal, hasta el día de hoy tengo todo mal por ellas.(Policlínica central, Adulta, Multípara)

77

2- Te dicen cosas con respecto al parto, siempre te están diciendo de eso. 1- ¿Por ejemplo? 2- De que te cortan de y que te cosen y que te gritan, que te tratan mal, todo eso. (Policlínica central, Adulta, Multípara) 1- ¿En relación a tu salud en particular, algún miedo o algo? 2- No con mi salud no. Miedo siempre tengo al ir, no al dolor, porque doler te va a doler, está escrito en la Biblia que te va a doler. Miedo a cómo te traten, que te traten bien cuando vas a tener. Porque todas dicen que te tratan mal, que te relajan que yo que se cuanto, yo que sé… (Policlínica central, Adulta, Multípara) Claro ya te vas preparando, en el primero como que: ay voy a tener un hijo! Pero después como que le vas tomando más respeto al asunto, no es tanto el miedo o lo que te hagan, porque no te van a hacer nada malo; el tema es como te hablan, porque yo soy muy sensible de cómo me hablas si a mi me gritan estúpida me muero. (Policlínica central, Adulta, Multípara) No la pase muy bien en el primer parto… me tocaron médicos que no me trataron bien, no me conformaron, las pediatras me trataron bien. El partero que me atendió no me trató bien, no me insultó pero estaba muy nerviosa, estuve como 23 horas de trabajo de parto… y ya estaba cansada, y no me atendieron como debieron. (Policlínica central, Adulta, Multípara) En pando no, me trataron muy mal. Pero ta después que me subieron a la sala de partos acá me trataron espectacular, la doctora XX. XX, ahora le pregunte al médico este y me dice que la conoce que estaba con ella recién, no divina, arriba en la sala de parto me trataron divino. Se ve que en emergencia estaban medios saturados y ta… (Policlínica central, Adulta, Multípara)

Es interesante señalar que tal como sucede con el rol del profesional de la salud

durante el embarazo, la relación con el mismo y la confianza depositada en su saber,

78

operan en muchos casos como fuentes de seguridad para un mejor tránsito del

momento del parto.

Sí, mi madre y mi suegra, pero no es lo mismo…es esencial que alguien te este apoyando…que sepa… Me tranquiliza mi madre al lado, pero más si tuviera un médico que me dijera lo que tengo que hacer… En el segundo parto el partero, estaba ahí, no se movió… es importante que uno llame al partero y venga no como te dicen ya voy, ya voy, y nunca viene… (Policlínica central, Adulta, Multípara) 1- Respecto al parto, ¿qué expectativas tenés? 2- Que salga todo bien, que sean natural… y además la atención que me dijeron que es buena acá… (Policlínica central, Adulta, Multípara)

Por lo expuesto anteriormente resulta relevante la posibilidad de establecer

vínculos estables y de confianza entre las mujeres embarazadas y el equipo de salud,

que tengan en cuenta las creencias y la legitimidad de los referentes socio- culturales,

favoreciendo un verdadero diálogo entre saberes.

79

CONCLUSIONES

El presente trabajo ha pretendido ser un esfuerzo de reflexión en torno a las

consideraciones teóricas de las creencias y prácticas en salud materna, y la integración

efectiva de las mismas en el modelo asistencial para el caso uruguayo, entendiendo la

necesidad de profundizar tanto a nivel teórico como programático en este sentido.

Se considera que no es posible construir modelos de salud integrales, capaces

de responder a las necesidades reales de la población, que generen resultados

positivos para el conjunto del colectivo social, si no se tienen en cuenta las bases

culturales y el modo de vida de quienes hacen usufructo de los servicios. Si no se

establece, en definitiva, un verdadero vínculo entre saber popular y saber experto.

El Uruguay se encuentra frente a lo que varios autores/as consideran una

“revolución de la salud”. Como respuestas a dicha revolución es posible identificar tres

grandes procesos: 1) la respuesta institucional estatal, representada por la Reforma del

Sistema de Salud, con la creación del Sistema Nacional Integrado de Salud; 2) el

esfuerzo por parte de la Facultad de Medicina de adaptar su plan de estudios a una

nueva concepción de atención a la salud, con mayor énfasis en un modelo de

prevención y promoción. Y por último, 3) el incremento del uso de medicinas

alternativas que como vimos, son opciones a las que accede un sector particular de la

población, de mayores recursos tanto culturales como económicos, y que refleja la

búsqueda no institucionalizada de soluciones, una suerte de “resistencia” al modelo

predominante.

En relación a estas manifestaciones colectivas de respuesta, creemos que sobre

todo en lo que concierne a la respuesta institucionalizada estatal, el modelo que se ha

caracterizado aquí, se encuentra inmerso en un proceso de cambio, que ofrece un

marco y un entorno propicio a la inclusión de nuevas miradas y concepciones de la

salud, en donde habría cabida para la inclusión de la “perspectiva popular” (la

perspectiva de valores y creencias acerca de la salud de amplios sectores de la

población). En cierta medida, dicha inclusión sería coherente con el esfuerzo tendiente

80

a estimular la participación de los usuarios en la gestión del sistema en los distintos

órganos de dirección a nivel general y local.

Obviamente, es necesario considerar los plazos históricos para el análisis de los

resultados ante cambios que son aún incipientes, y que -si bien ofrecen un contexto en

teoría apropiado para los objetivos analizados aquí- sigue siendo compleja la

articulación real de la participación y la inclusión de las miradas populares en el diseño

y programación en salud. Por tanto, es necesario un marco temporal más amplio para

poder arribar a conclusiones. Este es un tiempo de elaboración de cambios, de

generación de nuevas subjetividades en torno a la atención a la salud, lo que implica

un largo proceso donde existen múltiples responsabilidades.

La sociedad como un todo atraviesa este proceso, y sus manifestaciones son

múltiples y diversas. Por un lado se observa un esfuerzo de participación en algunos

sectores populares en la gestión del actual sistema de salud, lo cual implica un avance

significativo si comparamos con el modelo anterior. Por otro lado, diversas

organizaciones sociales vinculadas sobre todo a las cuestiones de género, reclaman no

haber sido incluidas en las etapas de planificación y diseño de programas de salud

sexual y reproductiva.

En su conjunto, entonces, la sociedad busca modos de enfrentar la complejidad

de este proceso, donde se contrapone el gran desarrollo tecnológico de la medicina

biomédica, con la necesidad de una medicina más humanizada e integral. Pero este

esfuerzo no es susceptible de ser aprovechado por todos los grupos sociales, en la

medida que el diseño de las estrategias de participación sigan basándose en la

concepción técnico hegemónica de la salud y de las políticas sociales en general.

Futuras investigaciones e intervenciones a nivel comunitario deberán indagar y

acompañar procesos de construcción colectiva en torno a conceptos como salud y

participación social de los distintos actores involucrados, en vistas a favorecer ámbitos

dialógicos que promuevan un mayor control de su salud por parte de las comunidades.

Asimismo, la integración del conocimiento sobre las creencias y prácticas de las

usuarias en materia de salud materna serán un pilar fundamental para el éxito de las

81

políticas orientadas a la promoción de las conductas preventivas en este tema, sin el

cual los indicadores podrán brindar resultados cuantitativos significativos pero

cualitativamente alejados de los marcos de referencia de la población objetivo.

Como se ha podido apreciar en los capítulos precedentes, las mujeres

entrevistadas sin distinción de edad ni tipo de embarazo experimentan su situación de

salud como paradigmática en sus vidas. Esto implica la necesidad de cuidados

especiales durante el embarazo, impulsados en muchos casos tanto por los y las

profesionales que acompañan su situación como así también por sus referentes socio-

culturales. Dentro de esos cuidados muy especialmente cobran relevancia aquellos

relacionados a la visión médica hegemónica: alimentación saludable, no consumo de

tabaco, alcohol o drogas, entre otros. Esto nos sugiere un nivel de medicalización

significativo entre las entrevistadas no sólo por su concurrencia a los controles

obstétricos (donde fueron captadas por nuestra investigación) si no también en la

priorización de los elementos insoslayables a una buena salud durante el embarazo. En

este sentido, “saber profano” y “saber experto” no conviven dentro de los marcos de

las instituciones de salud. El primero se mantiene latente e incluso se desprestigia

frente a la legitimidad social del segundo.

No obstante, el discurso médico-científico es ajeno a estas mujeres, e incluso

en muchos casos la figura de los profesionales de la salud puede ser fuente de

incertidumbre, ansiedades y miedos. Dentro de esos miedos encontramos el

provocado por el desconocimiento de lo que sucede tanto en el pre-parto como en el

parto, como así también aquel relacionado al trato por parte del equipo de salud.

Ahora bien, también hemos observado en las entrevistas la oportunidad que significa

para el buen tránsito durante el embarazo cuando el vínculo con los y las profesionales

de la salud es de confianza y comprensión. En este sentido, las referentes mujeres con

experiencias relacionadas al embarazo y parto ofician como fuentes de refuerzo tanto

de dichos temores como de seguridad. Se puede ver dentro de este vínculo altamente

feminizado cierta oportunidad para el trabajo tanto de los miedos en el embarazo y el

parto como así también de legitimación de ciertas prácticas, tanto de las que aquí

hemos llamado “científicas” como de aquellas relacionadas al acervo popular.

82

Observamos, entonces, que el vínculo estrecho y continuo con profesionales de

la salud, enfocado a empoderar a las mujeres tanto en el transcurso del embarazo

como en el parto, como así también la legitimidad de las mujeres referentes socio-

culturales y la posible interacción con otras embarazadas para el intercambio, serían

marcos altamente significativos para: i) la vivencia del embarazo y el parto como

situaciones que marcan hitos en la vida de estas mujeres, y ii) el mayor éxito de las

recomendaciones médicas para dicho período.

Parece importante no olvidar la necesidad de elaborar políticas de salud

materna para esta población de mujeres, y programas de formación de los

profesionales de la salud, que estén en estrecho conocimiento de los derechos de las

personas en general y de las mujeres en particular, como así también que revaloricen

las creencias y las prácticas de las usuarias. Siendo claro que, tanto el marco cultural de

referencia de las usuarias como la vivencia del vínculo con los profesionales de la

salud que las atienden, son susceptibles de convertirse en factores explicativos de

algunos de los problemas de la salud que actualmente generan preocupación en

nuestro país, como por ejemplo la captación tardía de los embarazos, más aún en

adolescentes. En este sentido, no desconocemos –si bien no ha sido objeto de

investigación en particular aquí- la necesidad de mejorar las condiciones en las cuales

se ejerce la práctica profesional en el ámbito de la salud12 y de expandir/efectivizar las

posibilidades de participación de los/las usuario/as en él, tal como se da cuenta en

otras investigaciones.

Asimismo, en vistas de lo anteriormente dicho resulta de relevancia acceder a

aquellas mujeres embarazadas o que ya han pasado por situaciones de embarazo no

captadas por el sistema o con un nivel de medicalización bajo (posiblemente, captadas

en manera tardía), para de esta forma conocer sus creencias y prácticas relacionadas a

la salud materna y ver su posible vínculo con dicho fenómeno, incluso para

compararlas con las mujeres sí medicalizadas a las cuales se accedió en este estudio.

12

Algunos de estos elementos son presentados en el trabajo Stolovas et al. (2010) “Trabajadores médicos jóvenes: violencia en el ejercicio de la residencia.” REv. Med. Del Uruguay. 2011; 27:21-29. Montevideo.

83

Entonces, si bien tanto en materia académica como de políticas de salud queda

mucho por recorrer aún, consideramos que en nuestra investigación hemos logrado

generar un primer cúmulo en la temática que permite seguir desarrollando

conocimiento a ser aplicado, sea por el presente equipo o por otros. En este sentido,

tal como el propósito de investigación se planteaba, se ha podido constituir un primer

marco de referencia susceptible de ser integrado en la elaboración de políticas de

educación para la salud para las mujeres embarazadas y de formación de recursos

humanos en salud. Asimismo, constituye una contribución al desarrollo aún incipiente

(aunque no por eso poco significativo) de estudios sobre la construcción social de la

salud y la enfermedad en el Uruguay, y al desarrollo de investigación interdisciplinaria.

84

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87

ANEXOS

1. Consentimiento informado

2. Aprobación Comité de Ética CHPR

3. Pauta de entrevista

4. Formulario auto administrado

5. Nota de aval Dra. Gorgoroso

88

ANEXO 1-

UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA

FACULTAD DE MEDICINA

DEPTO. DE MEDICINA PREVENTIVA Y SOCIAL - USS

CONSENTIMIENTO PARTICIPACIÓN EN ENTREVISTA DE INVESTIGACIÓN

Montevideo, ____ de _______de 2010

Quien suscribe ____________________________, con documento _______________,

doy mi consentimiento para participar de la investigación “Creencias y prácticas

populares en torno al embarazo y el parto, un enfoque sobre el proceso salud

enfermedad”.

A través de ésta investigación se pretende profundizar en el conocimiento respecto a

la salud de las mujeres embarazadas, en particular en lo que hace a creencias y

prácticas populares vinculadas al cuidado de la salud materna y fetal durante el

embarazo y el parto. Pretendemos que la misma sirva para el mejoramiento de

programas de educación para la salud en el embarazo ya existentes, entendiendo la

salud como una dimensión que atraviesa todos los aspectos de la vida y por lo tanto

también se ve influida por las tradiciones, creencias y prácticas.

Doy fe de haber sido informada sobre las siguientes garantías y condiciones:

- La participación consiste en la realización de una entrevista personal, cuya duración

aproximada será de 15 minutos, realizada por técnicos de la Facultad de Medicina,

Universidad de la República.

- Durante la entrevista, la identificación personal se restringirá al nombre de pila o a un

seudónimo.

- La misma será registrada en formato de audio digital (grabación).

- La entrevista es individual, por lo cual la misma debe ser realizada a solas y sin la

presencia de persona ajena al equipo de investigación y a la propia entrevistada.

- La colaboración con la investigación no devendrá en remuneración económica

alguna.

- Se podrá desistir de participar en cualquier momento del desarrollo de la entrevista,

independientemente de la firma del presente Consentimiento. En ese caso, el Equipo

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de Investigación hará entrega al participante de todo el material registrado hasta el

momento.

- La información volcada en la entrevista será utilizada con absoluta confidencialidad y

reserva, tanto respecto a la identidad como a su contenido. Su uso será exclusivo para

los objetivos de la investigación.

- Durante el procesamiento de la información obtenida en la entrevista se sustituirán

datos específicos de la persona con códigos genéricos, a efectos de garantizar el

anonimato a lo largo del proceso de investigación, incluida la difusión de los

resultados.

- El equipo de investigación se compromete a informar a los participantes sobre los

resultados de la investigación.

Firma de la entrevistada_________ ______________

Aclaración de la firma _________________________

POR CONSULTAS DIRIGIRSE A: Investigadoras responsables Proyecto Dra. Graciela Castellano –

Soc. Soledad Nión Departamento de Medicina Preventiva y Social. Tel. 4871288 int. 301-302-203

Las entrevistadas conservaron una copia del consentimiento.

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ANEXO 2 - APROBACIÓN COMITÉ DE ÉTICA CHPR

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ANEXO 3- PAUTA PARA ENTREVISTAS

Presentar investigación. Contrato de entrevista.

1. ¿Es / fue tu primer embarazo? (si no, preguntar cuántos tuvo y si todos llegaron a término).

2. ¿Cómo y cuándo te enteraste que estabas embarazada?

3. ¿En el momento de estar embarazada cambiaste algún hábito? ¿por qué? (si

NO menciona de manera espontánea preguntar específicamente por: CIGARRO, ALCOHOL, ALIMENTOS, EJERCICIO FÍSICO, TAREAS DE TRABAJO DOMÈSTICAS FÌSICAS, DROGAS –personales o de alguna persona con la que conviva)

4. ¿Cómo fue la primera mitad del embarazo en términos de salud? ¿Cómo fue la

2da mitad en términos de salud?

5. ¿Cuándo consultaste el médico/a por primera vez en este embarazo? ¿por qué lo consultaste en ese momento?

6. ¿Cuándo consultabas en general al médico/a durante el embarazo? ¿por qué?

7. ¿Siempre consultaste al mismo médico/a? ¿por qué?

8. ¿Crees que tu médico/a te brindo consejos importantes para tu salud durante

el embarazo? ¿Cuáles?

9. ¿Te sentís/ías a gusto, bien atendida cuando concurrís/ías a atenderte por tu embarazo? ¿por qué?

10. ¿Qué otras personas te brindaron consejos útiles durante tu embarazo?

¿Cuáles fueron esos consejos?

11. Si tú tuvieras que brindar las principales recomendaciones a una embarazada, ¿cuáles serían?

12. ¿Cómo describirías tu salud antes de estar embarazada?

13. ¿Cuáles son tus miedos respecto al embarazo?.¿.como haces para solucionar

tus dudas , miedos e inquietudes?..¿hablas con alguien?

14. ¿Cuáles son tus miedos respecto al parto?..¿cómo haces para solucionar tus dudas, miedos e inquietudes?..¿hablas con alguien?

15. Has escuchado cosas respecto al embarazo y el parto…comentarios, consejos,

sugerencias….

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16. ¿Conoces alguna otra forma de medicina que no sea la que se ofrece en la policlínica?

17. ¿Existe en tu entorno alguna persona o personas que recurran a otra forma de

medicina? ¿Qué piensas de eso? Agradecer y finalizar

NOTA: ESTA PAUTA TIENE UN CARÁCTER INDICATIVO Y FLEXIBLE EN FUNCION DIRECTA

DE LA EVOLUCION DE LA ENTREVISTA RESPECTIVA.

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ANEXO 4- FORMULARIO AUTO ADMINISTRADO

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ANEXO 5 - NOTA DE AVAL DRA. GORGOROSO