ProlongaciónLuis Antonio Silva | 2015

ProlongaciónLuis Antonio Silva | 2015

ProlongaciónLuis Antonio SilvaProyecto de grado

AsesoresCarmen GilRodrigo Facundo

JuradosAndrée SalomAndrés García La Rota

Mayo - Junio de 2015Universidad de los AndesDepartamento de ArteFacultad de Artes y Humanidades

Quiero agradecer a mis padres, Elizabeth y Arcadio, a mis profesores, Andrée Salom, Camilo George, Eduardo Pradilla y

Juan Fernando Herrán, a Luisa Fernanda y Juanita, a mis asesores, Carmen y Rodrigo y especialemente a Anyinson.

ProlongaciónExtensión, duración en el espacio o en el tiempo.

Encerrados en un ciclo, está él en el video y yo detrás de la cámara. Es un tiempo diferente: amorfo y pausado, serial y ansioso. Ninguno ha querido

esto como destino, simplemente son hechos irrefutables. Estoy yo, él, la cámara, un ritual, las mañanas, las noches, el sueño, el silencio, lo que siente

y lo que me cuesta no decir. El hecho se repite como una condena, como una sentencia, como un recordatorio de lo inevitable que es vivir el mismo día

una y otra vez. Dependiente al opio y dependiente yo de ti, dependiente de la imagen y de la necesidad de comprender, del dolor que es intransferible e

indescriptible, que por más que se convierta en experiencia estética no será más que un eterno Loop.

Este proceso empezó hace tres años, después de que a mi compañero le fuera diagnosticado cáncer. Es el resultado de la mediación que hace el video entre él y yo, en un momento bastante confuso; siento que la exploración medial y estética me han permitido relacionar la cotidianidad con el proceso de creación. Son las relaciones entre el tiempo, el dolor y el testigo las que lo han permitido.

El tiempoDurante la enfermedad, empezamos a hacer video-registros tres veces al día preguntándole qué había comido. Una pregunta que estaba cargada de más significados. Que hablaba del cambio de una cotidianidad por otra, no sólo la de él sino también la mía. Que alteró la forma en que percibimos el tiempo cada uno, entre los dos y volvió elástico el ritmo de cada quién. Fue una reflexión sobre los retazos de tiempo atrapados en cada clip, montados uno después del otro sin escape alguno. Al igual que el momento de comer, repitiéndose como una variación insignificante que sólo cobra sentido en un instante frágil, en un punto de quiebre, gracias a un hecho inesperado.1

Las secuela que dejó el cáncer fue una adicción a la metadona, que inició otra acción de video-registro, que sucede cada vez que el cuerpo pide esta droga. Esta vez, aunque las condiciones cambian, pues es el cuerpo el que exige sin prorroga ni clemencia, se repite la condena del tiempo atrapado. Un ciclo detrás del otro en una realidad de tiempos distintos: el primero de una inmediatez fugaz y el otro de una inmediatez cíclica.

1. El videoregistro se puede ver en http://luisantonio.co/lapso

En La imagen-tiempo de Deleuze se dice que el montaje2 : “…tiene la propiedad de «volver el presente pasado», de transformar nuestro presente inestable e incierto en «un pasado claro, estable y descriptible», en suma, de realzar el tiempo.”3 . Creo que esa es la fascinación por la repetición: al final se ve lo incómodo o lo desconocido como algo apacible porque ya sucedió, porque ya quedó atrapado en un tiempo condenado pero amaestrado. La sucesión de videos uno detrás de otro, sólo reafirma la idea de un tiempo maleable.

La metadona fue el único opiáceo con que lograron calmar el dolor, pero creó dependencia. Una suerte de cicatriz que dejó el pasado para que nunca se le olvide, al igual que el video difusa lo lineal y ni siquiera permite el olvido como una posibilidad porque siempre está volviendo a suceder. El video se vuelve una acumulación de hechos irrefutables que sirven como testigo.

Sigue Deleuze sobre el montaje: “…ésta es la operación de la muerte, no de una muerte ya establecida, sino de una muerte dentro de la vida o de un ser para la muerte («la muerte consuma un fulgurante montaje de nuestra vida»)," … el tiempo como representación indirecta que emana de la síntesis de imágenes.”

2. Deleuze citando a Pasolini al analizar la relación entre imagen-movimiento y tiempo.3. Gilles Deleuze, La imagen tiempo. Estudios sobre cine 2. (Buenos Aires: Ediciones Paidós), 56.

El registro del ritual de la dependencia, se convierte en una historia que empieza, termina y sólo le queda volver a empezar por donde inició y terminar por donde finalizó: no un tiempo finito y olvidado, sino prolongado y contenido.

El ritmo que marca la adicción, marca lo cotidiano. Logra que los tiempos no se perciban como en el mundo de afuera, que el día y la noche tengan otra interpretación, que los momentos de abstinencia se vuelvan eternos y los tiempos de dope, mientras se debate entre el consiente e inconsciente, sean casi incesantes. De ahí que el video divague, que vaya y venga, que sea difícil de percibir; quieto en ocasiones, difuso entre la imagen fija y movimiento.

Se pregunta Deleuze: “… ¿el presente puede valer a su vez para el conjunto del tiempo? Tal vez si, si conseguimos desprenderlo de su propia actualidad, así como distinguimos el pasado de la Imagen-recuerdo que lo actualizaba. Si el presente se distingue actualmente del futuro y del pasado, es por ser presencia de algo que justamente deja de ser presente cuando es reemplazado por «otra cosa». Sólo con relación al presente de otra cosa, se dicen de una cosa el pasado y el futuro. Pasamos entonces a lo largo de acontecimientos diferentes, conforme un tiempo explícito o una forma de sucesión que hace que cosas diversas ocupen, una tras la otra, el presente.”4

4. Gilles Deleuze, La imagen tiempo. 137.

Es el Loop una respuesta al tiempo real, al que se agota, (el concebido en segundos, minutos y horas). Este tiempo es su mismo reemplazo y aunque se debata entre ir y volver sigue siendo lo mismo. Se repiten el dolor, la ansiedad, la desesperación, los cuadros por segundo y el ritmo.

En The language of New Media (El lenguaje de los Nuevos Medios), Manovich dice, “A loop, a repetition, created by the circular movement of the handle, gives birth to a progression of events — a very basic narrative which is also quintessentially modern: a camera moving through space recording whatever is in its way. ”5. Un movimiento cíclico, que vuelve siempre a su punto inicial, registrándolo todo tal cual es. Circular como para reafirmar su propia paradoja: lo sistemático hace que en la repetición se revele, se vislumbre.

5. Lev Manovich, The language of New Media, 265. http://manovich.net/content/04-projects/112-language-of-new-media/language.pdf , consultado el 1 de mayo de 2015.

“Un loop, una repetición, creada por el movimiento circular de la manivela, da a luz una progresión de eventos — una narrativa bastante básica que es al mismo tiempo esencialmente moderna: una cámara moviéndose a través del espacio filmando lo que se le atraviese en el camino.” Traducido por el autor.

El dolor y el testigoEl dolor que compartimos, yo lo siento solo emocionalmente, no es físico, ¿es posible siquiera representarlo?, ¿se puede sentir el dolor otro? y si se llegará a sentir, ¿cómo se interpretaría?. Algo indescriptible, casi imposible, una utopía. El dolor no es tangible. ¿Cómo sin experimentar el opio, termino igual de adicto a su reglas, a su ritmo, a su dolor?

Dice Burroughs en Yonqui: “Es posible distanciarse uno mismo de la mayoría de los dolores —muelas, ojos y genitales presentan las mayores dificultades— de forma que el dolor sea experimentado como una excitación neutra. Pero de la carencia de droga no parece haber escapatoria alguna. La carencia de droga es el opuesto al impulso de la droga. El impuesto de droga es que es preciso tenerla. Los yonquis funcionan en tiempo de droga y con metabolismo de droga. Están sujetos al clima de la droga. Son calentados y enfriados por la droga. El impulso de la droga es vivir bajo condiciones de droga. No se puede escapar de la enfermedad de la droga igual que no se puede escapar al efecto de la droga.…”6 El dolor viene de la impotencia, del saber que no hay nada que controle la autonomía de la droga. Proviene de saber que por

6. William Burroughs, Yonqui, (Barcelona: Editorial Bruguera), 84.

más que esté mirando todo desde lo cenital, con otros ojos, desde el panóptico, no hay nada que pueda hacer más que la acción per se de contemplar.

La distancia que nos separa entre el lente y lo retratado representa ese dolor: no se puede ver, el otro no lo puede tocar, es de ambos, pero imposible de transmitir, de explicar, de vivir. Sin embargo, es esa misma distancia la que nos permite respirar, decantar, entender. El registro se vuelve la puerta al discernimiento.

Quisiera citar a Annie Leibovitz al hablar sobre su trabajo A Photographer’s Life, 1990 – 2005 (La vida del fotógrafo, 1990-2005) en que registró a su pareja, la escritora Susan Sontag, a lo largo de los años acompañándola en su enfermedad: “You know, one doesn’t stop seeing…One doesn’t stop framing. It doesn’t turn off and turn on. It’s on all the time…You find yourself reverting to what you know… t’s almost like a protection of some kind. You go back into yourself. You don’t really know quite what you’re doing. I didn’t really analyze it. I felt driven to do it.”7. El medio es una herramienta del testigo, el video me da la posibilidad de

7. Janny Scott, “From Annie Leibovitz: Life, and Death, Examined”, New York Times, octubre 6, 2006, consultado el 1 de mayo de 2015, http://www.nytimes.com/2006/10/06/arts/design/06leib.html

de estilizar la realidad. Me deja revisar y decantar. Esta a la mano, es veraz, es lo que es. Cada retazo va formando la acumulación, que de un momento a otro dan ganas de atesorar.

Una de las obras que más me llama la atención es “Nantes Triptych (1994)” de Bill Viola, donde el artista es testigo. Un tríptico en el que yuxtapone la vida y la muerte: un recién nacido, un viaje metafórico entre estos dos representado por un cuerpo flotando en el agua8 , y el registro de su madre en coma muriendo en el hospital. Me interesa la intimidad con que se aborda la muerte. El hecho que sea su madre quien está muriendo, propone que el autor, el testigo, sea parte esencial de la obra. Una experiencia visual desde una perspectiva subjetiva. Se va haciendo visible al no mostrarse.

Sobre el proceso de esta obra, Viola dice: “I was probing myself in a medium that is exactly made for that. It takes you, flips you around and shows you yourself…”9. Es el registro una forma de revelarse. En este caso, lo que permite develarse, es un proceso íntimo, hecho en un principio para conversar sólo entre dos y

8. “Nantes Trypthic, Bill Viola”, Tate, consultado el 1 de mayo de 2015, http://www.tate.org.uk/art/artworks/viola-nantes-triptych-t06854/text-summary.Traducido por el autor.9. Nicholas Wroe, “Bill Viola: 'People thought I was an idiot and that video would never last’”, The Guardian, 23 de mayo de 2014, consultado el 1 de mayo de 2015,

posteriormente expuesto. El espectador es testigo del tiempo y el dolo.

Susan Sontag en Ante el dolor de los demás dice “No debería suponerse un «nosotros» cuando el tema es la mirada al dolor de los demás.”10 Creo que cuando se habla de lo frágil, de lo íntimo e intransferible, se evoca a la colectividad. De alguna forma, ser testigos del dolor nos une a todos a través de lo particular. Nos permite volver a experimentar placer ó interés por el tiempo en que vivimos.

10. Susan Sontag, Ante el dolor de los demás. (Bogotá: Alfaguara), 15.

Bibliografía

Burroughs, William.Yonqui. Barcelona: Editorial Bruguera, 1980.

Deleuze, Gilles. La imagen tiempo. Estudios sobre cine 2. Buenos Aires: Ediciones Paidós, 1987.

Manovich, Lev. The language of New Media. Consultado el 1 de mayo de 2015. http://manovich.net/content/04-projects/112-language-of-new-media/language.pdf

Sontag, Susan. Ante el dolor de los demás. Bogotá: Alfaguara, 2003.

Luis Antonio Silvawww.luisantonio.co

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