prólogo de jorge luis borges al confabulario, de juan josé arreola
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PRÓLOGO DE JORGE LUIS BORGES AL CONFABULARIO, DE JUAN JOSÉ
ARREOLA
Creo descreer del libre albedrío, pero si me obligaran a cifrar a Juan José Arreola
en una sola palabra que no fuera su propio nombre (y nada nos impone ese
requisito), esa palabra, estoy seguro, sería libertad. Libertad de una ilimitada
imaginación, regida por una lúcida inteligencia. Un libro suyo, que recoge textos de
1941, de 1947 y de 1953, se titula Varia Invención; ese título podría abarcar el
conjunto de su obra.
Desdeñoso de las circunstancias históricas, geográficas y políticas, Juan
José Arreola, en una época de celos y obstinados nacionalismos, fija su mirada en
el universo y en sus posibilidades fantásticas. De los cuentos elegidos para este
libro, me ha impresionado singularmente “El prodigioso miligramo”, que hubiera
ciertamente merecido la aprobación de Swift. Es capaz como toda buen fábula de
interpretaciones distintas y tal vez antagónicas; lo indiscutible es su virtud. La gran
sombra de Kafka se proyecta sobre el más famoso de sus relatos, “El
guardagujas”, pero en Arreola hay algo infantil y festivo ajeno a su maestro, que a
veces es un poco mecánico.
“Que yo sepa, Arreola no trabaja en función de ninguna causa y no se ha
afiliado a ninguno de ninguna causa y no se ha afiliado a ninguno de los pequeños
ismos que parecen fascinar a las cátedras y a los historiadores de la literatura.
Deja fluir su imaginación, para deleite suyo y para deleite de todos.
Nació en México en 1918. Pudo haber nacido en cualquier lugar y en
cualquier siglo. Lo he visto pocas veces; recuerdo que una tarde comentamos las
últimas aventuras de Arthur Gordon Pym”.
Referencia:
Borges, Jorge Luis, en Juan José Arreola, Confabulario, Argentina/España,
Biblioteca de los Cien.