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125
Trabalenguas Prof. Veríssimo Ferreira

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Page 1: Prof. Veríssimo Ferreira

Trabalenguas

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 2: Prof. Veríssimo Ferreira

1

A Benito un

mozalbete

le dio un gorro

pequeñito

diciendo:

“No es un juguete,

es un bonito bonete,

Benito”.

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Page 3: Prof. Veríssimo Ferreira

2

Alborotador, deja de alborotar,

que los alborotadores como tú

alborotadoramente vivirán.

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Page 4: Prof. Veríssimo Ferreira

3

El desenvalentonado

valiente

se envalentonó al

desenvalentonar

al envalentonado

valentón.

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Page 5: Prof. Veríssimo Ferreira

4

En esta calle vive,

vive e vivía

la novia de mi novio,

contraria mía.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 6: Prof. Veríssimo Ferreira

5

Viejito, viejo, viejito,

viejitito, viejito,

viejo,

tan duro está tu

pellejo.

Tan viejo, tan

viejitito, tan viejito.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 7: Prof. Veríssimo Ferreira

6

El cabrero Cabrales

cabrea cabras y

cabritos

cabreando a los

cabreros

que cabrean cabras

y cabritos.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 8: Prof. Veríssimo Ferreira

7

Se acabará mi querer,

se acabará mi llorar,

se acabará mi tormento

y todo se acabará.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 9: Prof. Veríssimo Ferreira

8

Pedro Pablo Pérez

Pereira,

pobre pintor

portugués,

pinta paisajes por

poco precio.

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Page 10: Prof. Veríssimo Ferreira

9

El Presidente de la República

avisa al público de la República

que el agua pública se va a acabar,

para que el público de la República

lleve agua pública

de la República a la ciudad.

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Page 11: Prof. Veríssimo Ferreira

10

Un podador podaba la parra

y otro podador por allí pasaba:

- Podador que podas la parra,

¿qué parras poda?

¿Podas mi parra o tu parras podas?

- Ni podo tu parra ni mi parra podo,

que podo la parra de mi tío Bartolo.

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Page 12: Prof. Veríssimo Ferreira

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Page 13: Prof. Veríssimo Ferreira

11

El platero plateador

platea la plateada

plata

de la plateresca

platería.

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Page 14: Prof. Veríssimo Ferreira

12

La pena y la que no es pena

todo es pena para mí;

ayer penaba por verte

y hoy peno porque te vi.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 15: Prof. Veríssimo Ferreira

13

Paco Peco, chico rico,insultaba

como un locoa su tío Federico,

y éste dijo:“Poco a poco,

Paco Peco,poco pico”.

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Page 16: Prof. Veríssimo Ferreira

14

Si Pancha plancha

con cuatro planchas,

¿con cuántas

planchas

Pancha plancha?

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 17: Prof. Veríssimo Ferreira

15

Si piensas

que en ti pienso,

has pensado mal;

ni pienso,

ni he pensado,

ni pienso

en pensar.

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Page 18: Prof. Veríssimo Ferreira

16

Había una vez un mero moro

enamorado de una mera mora,

pero la mera mora le dijo al mero moro:

“Yo de ti no me enamoro

por ser tan maromero”.

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Page 19: Prof. Veríssimo Ferreira

17

María Chucena tenía

una choza.

El viento se la

destechó.

¿Quién quiere

ayudar a María

Chucena

a techar su choza?

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Page 20: Prof. Veríssimo Ferreira

18

Los Morales

no son morales.

Si los morales

fueran morales,

moral hubiera en la

familia Morales.

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Page 21: Prof. Veríssimo Ferreira

19

Compró la mulata

Rita

una maleta barata.

Y Roque Pita le dijo:

“Tu maleta es

malita, mulata”.

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Page 22: Prof. Veríssimo Ferreira

20

Un limón

y medio limón

llaman a nueve

y medio limón.

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Page 23: Prof. Veríssimo Ferreira

21

Domestícame,

domesticador domesticado;

domesticador domesticado,

domestícame.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 24: Prof. Veríssimo Ferreira

22

No me mires,

que miran que nos

miramos.

Miremos la manera

de no mirarnos.

No nos miremos.

Y cuando no nos

miren,

nos miraremos.

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Page 25: Prof. Veríssimo Ferreira

23

-Dame la mano,

María,

que tu madre lo

mandó.

-Mi madre manda

en lo suyo,

en lo mío mando yo.

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Page 26: Prof. Veríssimo Ferreira

24

Toma allá mi

corazón.

Si lo quieres matar,

puedes.

Pero cómo tú estás

dentro,

si lo matas, mueres.

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Page 27: Prof. Veríssimo Ferreira

25

Alfredo Alfaro

afila alfileres

que dan alfilerazos.

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Page 28: Prof. Veríssimo Ferreira

26

Francisco ofrece

frutas frescas

con fresas

refrescantes

para refrescar

a los cofrades

franciscanos.

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Page 29: Prof. Veríssimo Ferreira

27

Las tijeras están

desafiladas.

¿Quién las afilará?

El afilador que las

afile,

buen afilador de

tijeras será.

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Page 30: Prof. Veríssimo Ferreira

28

El fraile flaco y

fregón

frota y friega con

blusón.

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Page 31: Prof. Veríssimo Ferreira

29

El filántropo

filantrópico

flacucho

filosofa

flemáticamente.

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Page 32: Prof. Veríssimo Ferreira

30

Fortín está

fortificado

por fuerzas

federales;

por fuerzas

federales

fortín está

fortificado.

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Page 33: Prof. Veríssimo Ferreira

31

Falsas son tus

palabras,

falsas tu obras,

falsos tus

pensamientos,

tú falsa toda.

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Page 34: Prof. Veríssimo Ferreira

32

El acicalador acicalado acicala

la acicaladura acicalada.

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Page 35: Prof. Veríssimo Ferreira

33

Zoilo Zapico,

zapatero de

Zaragoza,

pacientemente

repasa a Paz

su par de zapatos.

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Page 36: Prof. Veríssimo Ferreira

34

Amor mío,

no pierdas las

esperanzas,

que en el pozo más

hondo

la soga alcanza.

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Page 37: Prof. Veríssimo Ferreira

35

Zamora y Zaragoza

son dos ciudades

con dos mil

cedaceros de

cereales.

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Page 38: Prof. Veríssimo Ferreira

36

Estaba una garza

griza

en su garzagrizal

con siete garzas

grizos

sin poderse

desengarzargrizar.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 39: Prof. Veríssimo Ferreira

37

Tristezas me ponen

triste;

tristezas salgo a

buscar,

para ver si con

tristezas

tristezas puedo

olvidar.

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Page 40: Prof. Veríssimo Ferreira

38

Tienes una cintura

que se parece

a un clavel en

maceta

que el viento mece.

¡Quién fuera viento

para poder mecerte

cada momento!

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Page 41: Prof. Veríssimo Ferreira

39

Dicen que dijiste que dije que dijo Diego

que, si hubiéramos dicho lo que dijimos,

ahora no dirían que dijiste

lo que dicen que dije.

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Page 42: Prof. Veríssimo Ferreira

40

Tú no duermes sola…

Mientes como hay

Dios,

porque de noche

con el pensamiento,

dormimos los dos.

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Page 43: Prof. Veríssimo Ferreira

41

La viudita,

la viudita,

la viudita

se quiere casar

con el conde,

conde de Cabra,

conde de Cabra

de este lugar.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 44: Prof. Veríssimo Ferreira

42

Yo no quiero al conde

de Cabra,

conde de Cabra,

triste de mí.

Yo no quiero al conde

de Cabra,

conde de Cabra,

sino a ti.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 45: Prof. Veríssimo Ferreira

43

Si tu gusto gustara del gustoque gusta mi gusto,

mi gusto gustaría del gustoque gusta tu gusto.

Pero, como tu gusto no gustadel gusto que gusta mi gusto,mi gusto no gusta del gusto

que gusta tu gusto.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 46: Prof. Veríssimo Ferreira

44

Si oyes doblar las

campanas,

no preguntes quien

ha muerto

porque a ti te lo

dirá

tu mismo

remordimiento.

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Page 47: Prof. Veríssimo Ferreira

45

¡Qué triste está

Tristán,

después de tan

tétrica

trama teatral!

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 48: Prof. Veríssimo Ferreira

46

Quisiera verte

y no verte,

quisiera hablarte

y no hablarte;

Quisiera

encontrarte a solas

y quisiera

no encontrarte.

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Page 49: Prof. Veríssimo Ferreira

47

Salas sala su salsa

con sal de Sales.

Si sala con sal

de Sales su salsa,

sala la salsa con sal

de Sales.

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Page 50: Prof. Veríssimo Ferreira

48

El pensante pensamiento

que piensa al pensador

no pesa al pesador

que pesa y piensa

en el pensante pensamiento.

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Page 51: Prof. Veríssimo Ferreira

49

Consuelo consolante

consuela

consolantemente

al consolable

considerante.

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Page 52: Prof. Veríssimo Ferreira

50

Sola soy, sola nací,

sola me parió mi

madre;

sola me estoy

manteniendo

como la pluma en el

aire.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 53: Prof. Veríssimo Ferreira

51

Me quisiste y te quise,

me olvidaste y te olvidé.

No hay nada en este mundo

cosa tan falsa como el querer.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 54: Prof. Veríssimo Ferreira

52

Soñé que me querías

la otra mañana.

Y soñé al mismo tiempo

que lo soñaba

que a un infelice

aun las dichas soñadas

son imposibles.

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Page 55: Prof. Veríssimo Ferreira

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 56: Prof. Veríssimo Ferreira

53

El grano en el

granero no grana.

Si el grano que no

grana

en el granero

granara,

el granero tendría

más grano.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 57: Prof. Veríssimo Ferreira

54

¡Qué negros son mis pesares,

qué negra es mi fiera suerte!

Y si negras son mis penas,

más negra será mi muerte.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 58: Prof. Veríssimo Ferreira

55

No me llames, que no vengo,

que si vengo me detengo.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 59: Prof. Veríssimo Ferreira

56

Amor y fuego

encendido

no puede estar

escondido.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 60: Prof. Veríssimo Ferreira

57

Si la mar azul te

agrada,

a mí ni la mar ni

nada.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 61: Prof. Veríssimo Ferreira

58

A la puerta de nadie

no llame nadie,

porque no sabe nadie

cómo está nadie.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 62: Prof. Veríssimo Ferreira

59

Preso en la cárcel

estoy.

No tengas pena

por eso.

No dejo de ser

quien soy

ni yo soy el

primer preso.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 63: Prof. Veríssimo Ferreira

60

Yo quiero que tú quieras

que yo te quiera

como sabría quererte

si me quisieras.

Y aunque no quieras,

te he de querer,

pues quiero

que tú me quieras.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 64: Prof. Veríssimo Ferreira

61

En los olivares

madre

tenía yo mis

amores,

que marchitos por el

aire

se fuero como las

flores.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 65: Prof. Veríssimo Ferreira

62

La araña araña

el desarañado

arañazo

que la araña

desarañadora

arañó.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 66: Prof. Veríssimo Ferreira

63

Yo me enamoré del

aire,

del aire de una

mujer.

Como la mujer es

aire,

en el aire me quedé.

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Page 67: Prof. Veríssimo Ferreira

64

¡Ay, la Clara, la

Clara, la Clara!

Eres buena moza

pero estás casada.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 68: Prof. Veríssimo Ferreira

65

El perrito de Rita

me irrita.

Si el perrito de Rita

te irrita,

dile a Rita que

cambie el perrito

por una perrita.

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Page 69: Prof. Veríssimo Ferreira

66

Carlos Ríos pasó

por un puente y un

río.

Tantos ríos, poco

puentes,

poco ríos, tantos

puentes.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 70: Prof. Veríssimo Ferreira

67

Guerra tenía

una parra

y Parra tenía

Una perra.

Y la perra de Parra

mordió la parra de

Guerra.

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Page 71: Prof. Veríssimo Ferreira

68

Me río del río a la fuente,

de la fuente al río me río,

del río a la fuente,

de la fuente al río.

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Page 72: Prof. Veríssimo Ferreira

69

“R” con “r”

guitarra,

“r” con “r” barril.

¡Qué rápido ruedan

las ruedas del

ferrocarril!

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Page 73: Prof. Veríssimo Ferreira

70

Corro y corro

con el corro.

Si en el corro caigo,

me rompo el morro.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 74: Prof. Veríssimo Ferreira

71

Si Rosa Rizo, rusa,

reza en ruso,

¿cómo reza Rosa

Rizo, en ruso?

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 75: Prof. Veríssimo Ferreira

72

Si tu madre quiere

un rey,

la baraja tiene

cuatro:

rey de oros, rey de

copas,

rey de espadas, rey

de bastos.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 76: Prof. Veríssimo Ferreira

73

Cuando te encuentro

en la calle

y se roza ropa con

ropa,

el sentido se me

quita

y la sangre se me

alborota.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 77: Prof. Veríssimo Ferreira

74

Deja correr el

caballo,

no le tires de la

rienda;

que puede ser que

algún día

quiera correrlo y no

puedas.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 78: Prof. Veríssimo Ferreira

75

A la flor del romero,romero verde,

si el romero se seca,ya no florece.

Ya no florece,ya ha florecido;

a la flor de romeroque se ha perdido.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 79: Prof. Veríssimo Ferreira

76

Camino de la sierra

van mis suspiros,

Derribando

carrascas,

robles y pinos.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 80: Prof. Veríssimo Ferreira

77

De la raíz del olivo

nació mi madre

serrana,

y yo,

como soy su hijo,

nací de la misma

rama.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 81: Prof. Veríssimo Ferreira

78

El costal se deshilaza

por la deshilazadura

que la hiladura

deshilazada

deshilazó.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 82: Prof. Veríssimo Ferreira

79

Hilo lino, hilo lana,

hilo lo que me da

la gana.

Hilo lana, hilo lino.

Lo que me da

la gana, hilo.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 83: Prof. Veríssimo Ferreira

80

El cielo está engalanado.

¿Quién lo desengalanará?

El desengalanador

que lo desengalane,

buen desengalanador será.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 84: Prof. Veríssimo Ferreira

81

Muchos hilos de

tristeza,

pocos hilos de

alegría,

forman muy

entretejidos

esta tela de la vida.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 85: Prof. Veríssimo Ferreira

82

Tamaño paño

tiñe el maño Nuño

con uña de año

y moña de puño.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 86: Prof. Veríssimo Ferreira

83

Año a año

el arañado cuñado aniñado

añade añicos de caña

al dañado apaño

de Doña Maña.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 87: Prof. Veríssimo Ferreira

84

Mañana, mañanita,

mañana de llover,

de llover.

Así estaba la

mañana

cuando te empecé

a querer.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 88: Prof. Veríssimo Ferreira

85

Mañana, mañanita,

mañana de nevar,

de nevar.

Así estaba la

mañana

cuando te empecé

a olvidar.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 89: Prof. Veríssimo Ferreira

86

Si la cigüeña que

cigüeñea

con los cigüeñines

no cigüeñease,

los cigüeñines que

cigüeñean

con la cigüeña

no cigüeñearían.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 90: Prof. Veríssimo Ferreira

87

Charo está chalada

por el muchacho

del chándal.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 91: Prof. Veríssimo Ferreira

88

Chasco Estrecho

por la calle ancha

pasaba ancho

por ser estrecho.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 92: Prof. Veríssimo Ferreira

89

La chacha

chacharea

chacharamente

con el chacharero

que está de

cháchara

con la chacha.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 93: Prof. Veríssimo Ferreira

90

La cucaracha

echada

en un desconchón del

techo

le ha pinchado a la

chacha

en el codo derecho.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 94: Prof. Veríssimo Ferreira

91

Y yo le he dicho:

¡Vete, bicho!

¿Ves qué has hecho?

¿Por qué has

pinchado a la

chacha

en el brazo derecho?

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 95: Prof. Veríssimo Ferreira

92

María Chucena su choza techaba.

Le dijo un techador que por allí pasaba:

- ¿Techas tu choza o techas la ajena?

- Ni techo mi choza ni techo la ajena

que techo la choza de María Chucena.

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Page 96: Prof. Veríssimo Ferreira

93

Cuchichean

que las cucharas

del cucharero

tienen cucarachas.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 97: Prof. Veríssimo Ferreira

94

Me han dichoque has dicho un dicho,un dicho que dicho yo.

Ese dicho que te han dicho,que dicen que he dicho yo,ese dicho no lo he dicho.Pero si lo hubiese dicho,

ese dicho estaría bien dichopor haberlo dicho yo.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 98: Prof. Veríssimo Ferreira

95

- Alcachofera

alcachofada,

¿quién te alcachofó?

- Un alcachofero

alcachofado

que me alcachofó.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 99: Prof. Veríssimo Ferreira

96

La chiquilla, con la

lluvia,

a la villa lleva la

llave.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 100: Prof. Veríssimo Ferreira

97

No hay pueblo como

mi pueblo,

ni valle como

mi valle,

ni casa como

mi casa,

ni calle como

mi calle.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 101: Prof. Veríssimo Ferreira

98

Aunque ahora me

desprecias,

algún día fui

yo bueno;

calla tú,

y callar yo,

y así los dos

callaremos.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 102: Prof. Veríssimo Ferreira

99

Caballo y caballero

en el llano llanean

bajo el cielo

estrellado.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 103: Prof. Veríssimo Ferreira

100

Llevan las sevillanas

en la mantilla

un letrero que dice:

“¡Viva Sevilla!”

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Page 104: Prof. Veríssimo Ferreira

101

Estrella, tú te estrellas

en perseguirme;

no has de ser tú la estrella

que ha de seguirme.

Que en tal querella,

temo que me persiga

la mala estrella.

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Page 105: Prof. Veríssimo Ferreira

102

Ya viene mayo, mayo,

mocitas, mozas.

Ya viene mayo, mayo

para nosotras.

Ya viene mayo, mayo,

ya viene el rumbo.

Ya viene la alegría

para todo el mundo.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 106: Prof. Veríssimo Ferreira

103

¡Ay, mal haya,

mal haya

mi cobardía;

que por ser yo

cobarde,

no eres tú mía!

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Page 107: Prof. Veríssimo Ferreira

104

El guitarrero en la guitarrería

dijo al guitarrista:

“Guitarrista, ¿qué guitarra quieres

de la guitarrería?”

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Page 108: Prof. Veríssimo Ferreira

105

Grajos y grajas

en un grajero

grajean

graciosamente.

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Page 109: Prof. Veríssimo Ferreira

106

El cangrejo dijo

a los cangrejitos:

“Cangrejitos,

estamos acangrejados”.

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Page 110: Prof. Veríssimo Ferreira

107

Jacinto cortó la

faja

de la caja con la

navaja.

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Page 111: Prof. Veríssimo Ferreira

108

En los jardines de

Jaén

jamás faltan

jazmines.

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Page 112: Prof. Veríssimo Ferreira

109

Los padres de San Francisco

han escrito al General

que el padre Cajones

hace cajoncitos

para encajonar.

Qué cojines,

qué cajones,

qué cajoncitos hará.

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Page 113: Prof. Veríssimo Ferreira

110

Perejil comí,

perejil cené.

Y de tanto comer perejil,

me emperejilé.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 114: Prof. Veríssimo Ferreira

111

¡Jaime, baja la jaula!

Y si no la bajas, déjala.

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Page 115: Prof. Veríssimo Ferreira

112

Juan Jiménez se

enjabona con jabón

en la vieja jabonera

de Ginés.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 116: Prof. Veríssimo Ferreira

113

Mi marido fue a las Indias,

y me trajo una navaja

con un letrero que dice:

“Si quieres comer, trabaja.”

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 117: Prof. Veríssimo Ferreira

114

Nunca compres

mulas cojas

pensando que

sanarán,

pues si las sanas

cojean,

las cojas, ¿qué es lo

que harán?

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 118: Prof. Veríssimo Ferreira

115

Mirando al firmamento,

dijo una niña:

“Los gustos de este mundo,

vienen de arriba.”

Y le dijo el majo:

“Unos vienen de arriba,

y otros de abajo.”

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Page 119: Prof. Veríssimo Ferreira

116

La mujer y la

sombra

tienen un símil:

que buscadas,

se alejan;

dejadas, siguen.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 120: Prof. Veríssimo Ferreira

117

Poco a poco,

Paco empaca

las pocas copas

que, poco a poco,

Paca saca.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 121: Prof. Veríssimo Ferreira

118

No compre coco,

compadre,

porque el que mucho

coco compra

mucho coco come.

Prof. Veríssimo Ferreira

Page 122: Prof. Veríssimo Ferreira

119

Hombre pequeño compra poca capa parda,

porque el que compra poca capa parda,

poca capa parda paga.

Yo que poca capa parda compré,

poca capa parda pagué.

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Page 123: Prof. Veríssimo Ferreira

120

El rey de Roma

rompió su ropa.

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Page 124: Prof. Veríssimo Ferreira

121

Ninguno por cantar

bien

hable mal de aquel

que canta:

unos cantan lo que

saben

y otros saben lo que

cantan.

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Page 125: Prof. Veríssimo Ferreira

122

Canta, mi vida,

canta.

Canta y no llores,

que cantando se

alegran

los corazones.

Prof. Veríssimo Ferreira