UNIVERSIDAD CENTROOCCIDENTAL LISANDRO ALVARADO

DECANATO DE ADMINISTRACION Y CONTADURÍA

DEPARTAMENTO DE ADMINISTRACIÓN

PROBLEMÁTICA

DE LA ADMNISTRACION EN VENEZUELA

Luisnar Barrios C.I 22.313.349

Sección: M-03

Profesor: Adolfo Grateron

Venezuela es un país en el cual su economía depende en su totalidad de la producción de petróleo a base de la exportación de este producto ya refinado; a parte de esta dependencia nos encontramos en un Estado donde los dos sectores bases para el desarrollo de la economía como el sector público y el sector privado se encuentran afectados gracias a la administración pública, donde uno está en completo descuido (el público) y al otro se le ahoga con un sinfín de requerimientos y regulaciones que privan el desenvolvimiento de dicho sector en el mercado; debido a que el gobierno tiene como finalidad que todos los medios de producción trabajen en función del desarrollo social, mediante la nacionalización y expropiaciones de organizaciones dedicadas a llevar a cabo actividades económicas que sustentan las necesidades sociales.

Aunque la intensión de este gobierno sea buscar la igualdad social mediante la colaboración de entidades que trabajen en función de la propiedad social estableciendo relaciones de convivencia mediante el desarrollo de un modo de producción donde se trabaje en conjunto y donde el beneficio sea equitativo procurando un estado socialista, pero con esta iniciática se afectan otros medios como los que se desarrollan en el sector privado los cuales se ven limitados ante la amenaza de una posible disolución apoderándose de la propiedad privada para el hacer uso de ella en el beneficio de la nación.

Nos encontramos en una situación inestable donde las organizaciones se enfrentan a diversos escenarios; donde la pregunta sería ¿Cuál es la finalidad de este gobierno, trabajar en conjunto con el sector privado o hacerlo a un lado y que el desarrollo económico este basado únicamente en empresas de producción social y cooperativas?

Lo más lógico sería que se trabajara en conjunto y es lo que en ciertas ocasiones comenta, aunque sus acciones dan a demostrar lo contrario, puesto que cada vez se aprueban leyes y se reforman otras que de cierta forma lo que hacen es ataviar a las organizaciones privadas mediante regulaciones que van limitando más y más su posibilidad de desenvolverse en el mercado laboral. Entonces vemos que las empresas tienen que adaptarse a diversos cambios y tener una respuesta a cada situación que se presente. Para mantener en pie a la organización deben buscar y adaptar los medios necesarios a sus medios de producción para así llegar a satisfacer las necesidades de la sociedad donde muchas veces este esfuerzo se ve limitado al no poder adquirir la materia prima necesaria para producir, o que no se le concedan los permisos necesarios de importación, en momentos dados la mercancía es decomisada por supuestos

fallos y esto perjudica a cada organización trayendo como resultados que los venezolanos no puedan adquirir los productos necesarios que en muchos casos son los de más demanda en el hogar.

Por otra parte podemos mencionar que Venezuela ya no es un país atractivo para la inversión, gracias a la situación en la que se encuentra, tanto en economía como en lo político. No se considera un país rentable a consecuencia de las privativas impuestas por el gobierno y la amenaza constante ante la propiedad privada ¿A quién le gustaría invertir en un país donde en un momento se posee una empresa productiva que genera grandes ganancias y luego se ve sometida a una nacionalización o expropiación? Es arriesgarse fuertemente a protagonizar una situación incómoda donde se ven amenazados los bienes adquiridos y el trabajo que les ha costado sacarla adelante, donde se involucra a personas trabajadoras y que dependen de ese trabajo para sustentar su hogar, es arriesgarse a entrar en un entorno de incertidumbre donde las opciones son mas negativas que positivas donde el desconcierto prevalece, los precios suben y raramente bajan y los costos de producción son elevados.

Venezuela figura como uno de los países más rezagados en producción, dependiente de la producción de petróleo, importa la gran mayoría de los productos que consumimos teniendo la oportunidad de producirlos aquí ya que poseemos tierras fértiles y adecuadas para la explotación agrícola, y aunque se produzca no se obtiene el producto suficiente siempre la mejor opción es importar de otros países para comercializar sus productos al parecer producción y eficiencia no van de la mano aquí.

Y si hablamos de lo que han debido enfrentar las empresas que aún se mantienen en pie y se consideran productivas, las cuales han tenido que idear estrategias que se adapten a los cambios que ocurren de manera continua (de hoy para mañana) porque acá todo funciona así. Se han enfrentado a inestabilidad política, inseguridad jurídica, controles y regulaciones que afectan directamente su funcionamiento. Han tenido que sobrevivir por decirlo así en economía de altas y bajas, donde a pesar de que producen con esfuerzo los productos necesarios para satisfacer las necesidades del venezolano, tienen que competir ante importaciones que cada vez aumentan más y son de menos costos que lo es producido en el país a lo cual los consumidores que no puedan adquirir los bienes

Nacionales optan por adquirir los importados y esto no es rentable para las empresas privadas. Otro factor que afecta no solo a las empresas sino al bolsillo de cada venezolano es la inflación que se encuentra en un constante crecimiento disminuyendo la posibilidad de adquisición de los bienes necesarios para la producción ocasionando elevados costos en producción.

Pero a pesar de estas contingencias las organizaciones se han mantenido en pie y de cierta forma han tomado de lo malo, lo bueno utilizándolo como herramienta para así mantenerse firme en el mercado organizaciones como: empresas Polar, Farmatodo, Procter & Gamble, entidades bancarias como Banesco, BanValor, Seguros Mercantil, Banesco Seguros, entre otros. Estas entidades se han valido de las circunstancias y las han aprovechando a su manera manteniendo calma y arriesgándose a llevar a cabo sus planes.