presentacion resumen

Documento de

Aparecida

V Conferencia General del Episcopado de América Latina

y el Caribe - 2007

Todos sus miembros están llamados a ser discípulos y misioneros de Jesucristo, Camino, Verdad y Vida, para que nuestros pueblos tengan vida en Él.

Ellos expresan, junto con el Papa Benedicto XVI, que el

patrimonio más valioso de la cultura de nuestros pueblos es “la fe en Dios Amor”. Reconocen con humildad las luces y las sombras que hay en la vida cristiana y en la tarea eclesial. Quieren iniciar una nueva etapa pastoral, en las actuales circunstancias históricas, marcada por un fuerte ardor apostólico y un mayor compromiso misionero para proponer el Evangelio de Cristo como camino a la verdadera vida que Dios brinda a los hombres.

INTRODUCCION

• Aquí, encontramos la realidad de nuestros países, que a la luz de la Palabra, la VE, la JUZGA y nos llama a emprender una ACCIÓN de evangelización en nuestras familias, en el barrio y en la parroquia.

• Ojalá y que nos dejemos guiar de María, Primera Discípula y Misionera.

• Agradecemos a Dios por la hermosa creación, por el don de la vida y de la palabra (medio de comunicación); por el mejor regalo, Jesús, que es su Único Hijo y su Palabra para nosotros; agradezcamos por los sacramentos, por el regalo de María, primera discípula y misionera.

• En Jesucristo muerto y resucitado, vemos el rostro humillado de muchos hombres y mujeres de nuestro continente.

1ª PARTE. VER nuestra realidad a la luz de Dios.

Grandes CAMBIOS nos afligen, pero no nos desconciertan, pues hemos recibido dones que nos ayudan a observar la realidad como discípulos y misioneros, apreciando el mundo desde el amor de Cristo que es “Camino, Verdad y Vida” (Jn 14,6).

• Este momento histórico del postmodernismo excluye a Dios y presenta distracciones que tapan la realidad y no permiten la misericordia con el necesitado. La Globalización debería tener en cuenta la justicia para que los bienes lleguen a todos. La corrupción y la especulación inclinan toda autoridad a favor de los poderosos; y, la política, con promesas no cumplidas, genera desconfianza.

• El abuso de los recursos naturales produce el calentamiento global, y estamos sufriendo su impacto.


• La iglesia católica de América Latina y del Caribe, -nutrida con la Palabra y la Eucaristía-, anuncia el evangelio, sobre todo a los más pobres, promoviendo su dignidad, la justicia, los derechos humanos y la reconciliación.

• Los cambios culturales dificultan la trasmisión de la fe en la familia y sociedad. No hay presencia importante de la iglesia en el mundo universitario, ni a través de los medios de comunicación.


2ª PARTE. JUZGAR según Cristo.

• Somos imagen y semejanza de Dios, hijos en el Hijo y redimidos por su sangre para vivir en alianza con ÉL hasta compartir la vida eterna. Estamos llamados a proteger y promover la dignidad de la persona. Ante una vida sin sentido, Jesús nos revela la “Comunión Trinitaria” y nos propone gastar la vida para ser sal y luz del mundo. Sólo el Señor es autor y dueño de la vida, por eso la vida humana es sagrada.

• Jesucristo es el primer y más grande evangelizador, escuchémoslo, porque ÉL es el Único Maestro y sus palabras son espíritu y vida

• La familia es “Tesoro” y “patrimonio” de la humanidad, es fundamental en la educación. De ella recibimos la primera experiencia de fe y de amor. Dios la elevó a la dignidad de “Iglesia Doméstica” para vivir en ella el misterio del amor trinitario; el Sacramento del matrimonio es signo de la unión de Cristo con la iglesia. La oración en familia ayuda a superar problemas y abre caminos de esperanza.


•El trabajo nos hace partícipes de la tarea creadora de Dios, garantiza dignidad y libertad, unido a la oración sirve al progreso y a la santificación.

• Los avances de la ciencia permiten prolongar la vida y su calidad. La Teología debe interactuar con la

ecología.• Nuestros pueblos tienen en la Eucaristía la fuente de amor y de

civilización que los transformará.


El Padre nos llama a participar de su vida y de su gloria, nos revela su proyecto de vida y nuestra respuesta consciente ha de ser la de servir al necesitado porque la caridad fraterna es el verdadero destino del cristiano.

• Todo cristiano debe anunciar el Evangelio, esta es su vocación, y como lo hizo Cristo, compartirlo con toda clase de personas. El Espíritu Santo forma misioneros decididos y valientes, sus diversos carismas facilitan esta labor, y su refuerzo es la Eucaristía.

• Jesús llamó a sus discípulos, les habló al corazón, y les enseñó a vivir en comunidad Trinitaria, La iglesia refleja el amor de Dios y crece no por proselitismo sino por “atracción”, por la fuerza del amor de Cristo.


• El cristiano encuentra y reconoce a Jesucristo: -En LA DIOCESIS, comunidad misionera, pues Dios no nos salva aisladamente. -En la PARROQUIA donde se forman los discípulos misioneros.

-En las PEQUEÑAS COMUNIDADES, células estructuradoras de la iglesia, focos de evangelización y que se alimentan con la Palabra, los sacramentos y la oración. En el OBISPO, los SACERDOTES, los PÁRROCOS, los DIÁCONOS PERMANENTES, los CONSAGRADOS, y en los mismos LAICOS.

• Debemos salir al encuentro de los bautizados que le han dado la espalda a Cristo y a su iglesia, tal y como el propio Dios va tras la oveja perdida.


Hay que promover el diálogo

ecuménico e interreligoso para que todo el mundo

crea y para construir una nueva

humanidad.

• Los APÓSTOLES y los mártires son los verdaderos modelos de un discípulo misionero. Los pasos de la formación del discípulo misionero son: 1º. Encuentro con Jesús. 2º. Conversión. 3º. Discipulado. 4º. Comunión. 5º. Formación integral kerigmática permanente desde varias dimensiones y en todos los lugares (familia, parroquia, seminario, universidad, etc.).


•Un auténtico itinerario de formación de los discípulos misioneros se establece sobre el sólido fundamento de la Trinidad-Amor: Encontrándose con Jesús en la iglesia, en la Palabra, en la liturgia, en los sacramentos, en la oración (charla con el AMIGO), en los pobres y enfermos, en las celebraciones populares y con María, discípula y misionera.

3ª PARTE. ACTUAR desde la iglesia.

• Hemos de vivir la Nueva Vida en Cristo y comunicarla a nuestros pueblos; por el bautismo se nos regaló esa Vida y quien vive en Cristo ha de dar testimonio de coherencia.

• Jesús siempre sirvió a los más humildes (ciegos, prostitutas, leprosos, hambrientos, etc.) y lo encontramos en el más necesitado.

• El amor a Dios y al prójimo nos impulsa a eliminar las desigualdades sociales y a desarrollar una vida plena y digna en comunión fraterna y justa.

• Nuestra iglesia pide a gritos un nuevo pentecostés: una conversión pastoral y una renovación misionera que

sacuda e impregne las estructuras eclesiales y con la fuerza del Espíritu Santo dé testimonio de los valores evangélicos

• Nuestro compromiso es que Cristo llegue a todas las personas en su contexto, para que las transforme y las comprometa a anunciarlo con sus vidas.

• El discípulo misionero debe proclamar un Reino de Dios que transforme este mundo hacia una verdadera justicia social y una real caridad cristiana practicando las Bienaventuranzas para dignificar a cada uno, promoviéndolo como protagonista de su propio desarrollo.

• La cultura actual nos propone modas contrarias a la naturaleza y a la dignidad humana, pero el ser humano tiene un Valor supremo, ha sido creado por el amor de Dios. El cristiano debe revisar las clases sociales y los rostros sufrientes de nuestros hermanos, ser solidario con ellos y defender sus derechos. Nos deben doler los pobres que viven en las calles, los migrantes, los enfermos, los adictos y dependientes de drogas alucinógenas y los detenidos en las cárceles.


• ACCIONES PASTORALES:• Debemos proclamar la VIDA,

defenderla como un regalo de Dios y cuidarla desde su concepción hasta la muerte natural. Procurar que todo cristiano estudie moral familiar, cuestiones éticas y bioéticas, y asegurar que”la objeción de conciencia” se integre a la legislación.

• El VARÓN Y PADRE DE FAMILIA debe dar testimonio vivencial de Jesús, por eso hay que revisar las catequesis que se le dirigen, profundizar en su rol de constructor de la “ iglesia doméstica” y denunciar la mentalidad neoliberal que lo reduce a productor de riqueza y simple proveedor de la familia.


• Las MUJERES son mayoría y las primeras transmisoras de la fe, se debe promover su valoración y respeto, así como su excelente misión de maternidad acogiendo y acompañando una nueva vida.

• La FAMILIA se funda en el matrimonio católico. Hay que trabajar en una Pastoral Familiar “intensa y vigorosa” que la convierta en EJE TRANSVERSAL de toda evangelización.


•Hay que estudiar pedagogías apropiadas para iniciar a los NIÑOS en la fe, valorar su capacidad misionera y proteger sus derechos.

• Los JÓVENES son un gran potencial para sus pueblos y para la iglesia, hay que plantearles “CATEQUESIS ATRACTIVAS” y proponerles a Jesús como su amigo y modelo.

• Los ANCIANOS nos transmiten sus sabias experiencias, Dios nos invita a respetarlos y acompañarlos en su soledad.


• Debemos emplear los MEDIOS DE COMUNICACIÓN y los ESPACIOS CIBERNÉTICOS para difundir eficazmente la Palabra de Dios y para promover una cultura de valores.

• Se deben formar PENSADORES que estén en niveles de decisión, empleando su esfuerzo y su creatividad en la evangelización de todo profesional. A su vez, formar un laicado competente, interlocutor entre iglesia y sociedad, y viceversa, para lograr una ciudad y un país que vaya de la mano del proyecto de Dios.


• Se invita a los agentes pastorales a que desarrollen una actividad coherente con el momento histórico. Se requiere mayor presencia en los espacios de decisión de la ciudad

• Es doloroso que el continente de mayor número de católicos, también sea el de mayor inequidad social. “No hay duda de que las condiciones para establecer una paz verdadera son la restauración de justicia, la reconciliación y el perdón. (…) la iglesia no tiene como tarea propia entablar una batalla política, sin embargo, tampoco puede ni debe quedarse al margen de lucha por la justicia.”


CONCLUSIONES

• 1. Los obispos reconocen que elaboraron este documento bajo la asistencia del Espíritu Santo y que “¡Necesitamos un nuevo Pentecostés!”.( A 547-548)

• 2“En este esfuerzo evangelizador… (…) hay que dialogar con todos, en espíritu de comprensión y de delicada caridad... (…) especialmente con los pobres… (…) que son los destinatarios privilegiados del Evangelio.” (A 550)

• 3“Conservemos la dulce y fortalecedora alegría de evangelizar, incluso cuando hay que sembrar entre lágrimas” (A 552)

• Todo Agente de Pastoral, que se sienta lleno de ímpetu y audacia evangelizadora, y que en verdad desee desempeñarse como discípulo y como misionero, debe REEMPEZAR en Cristo, con CRISTO, y para CRISTO; y prepararse a profundidad en los temas que le competen así como actualizarse en las pedagogías más apropiadas.(A 549)

CONCLUSIONES

APÉNDICE

--En su Discurso de Inauguración, en el numeral 3, nos recuerda que por el bautismo se nos llama a ser discípulos y misioneros de Cristo, lo que conlleva a: -Seguirlo, (-conocerlo), -vivir en intimidad con ÉL, -imitar su ejemplo, y dar testimonio, es decir, enraizarnos el ÉL. Se pregunta: -¿Quién conoce a Dios? (Inmediatamente responde) –“Sólo su Hijo y Él nos lo ha contado (Jn 1, 18) que es de rostro humano, y

•

- El Papa, cuando autoriza la publicación de este documento, señala como muy importantes: 1º. “dar prioridad a la Eucaristía”. 2º. “La santificación del Día del Señor”. “Que cada Domingo y cada Eucaristía sea nuestro encuentro personal con Cristo y el centro de nuestra vida cristiana”, y 3º. La formación cristiana de los fieles, con especialidad, los Agentes de Pastoral.

• -¿Cómo conocer realmente a Jesucristo?• –Por medio de la Palabra. • Por eso, “Hay que educar al pueblo en la lectura y la

meditación de la Palabra de Dios”: que sea su alimento y la vean como “Espíritu y Vida”.

• Y - ¿el método?• – Utilizando “Catequesis sencillas y substanciales”,

para formar discípulos enamorados de Cristo que se sientan impulsados a testimoniarlo con su vida cristiana y a anunciarlo como el único que nos salva (Hch 4,12).

APÉNDICE

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