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  • Revista Virtual REDESMAoctubre 2008

    Vol. 2(3)

    Cambio Climático

    responsables

    José BlanesDiego De la Quintana

    editora

    Marthadina Mendizábal

    consejo editorial

    Carlos ArzeJosé Blanes

    Marianela CuriEduardo Forno

    Nicolo GligoJosé Leal

    Pablo PachecoRafael Navarro

    diseño

    Marcelo PintoManuel Rebollo

    foto de portada

    Glaciar Huayna Potosí Oeste(mayo 2006)

    (cortesía Dirk Hoffmann)

    PresentaciónEl último reporte sobre el Desarrollo Humano preparado por el PNUD, el cual se centra enla lucha contra el cambio climático y la búsqueda de solidaridad frente a un mundo dividi-do, establece que si no se toman acciones en el momento actual, el mundo ingresará enuna fase de alto riesgo y con altos impactos para su desarrollo. A ello se añade que losimpactos del cambio climático harán más vulnerables a los países en vías de desarrollo ypor tanto las economías de éstos se verán afectadas gravemente; por ende los pobresserán más pobres por las implicaciones del cambio climático.

    En ese contexto el cambio climático ya está haciendo sentir sus efectos a nivel global ylocal, allí donde glaciares están desapareciendo. Un ejemplo de ello es Bolivia, donde urgebuscar alternativas a la inminente reducción de la oferta de agua tanto para el consumo,la agricultura, la generación de energía y la pérdida de recursos en la industria del turis-mo. Al mismo tiempo, deberá buscarse mitigar el proceso de deterioro de la economíaindígena asentada en ecosistemas que se verán afectados por la pérdida de glaciares.

    Los eventos extremos (inundaciones, sequías, granizadas, heladas) asociados al cambioclimático en Bolivia han venido en aumento con frecuencias e intensidades cada vezmayores, generando pérdidas del orden de 400 millones de dólares anuales que implicancerca a un 4% de nuestro producto interno bruto. Para Bolivia, un país con niveles depobreza tan altos, este tipo de pérdidas ponen en riesgo su integridad económica. Este essólo un ejemplo que se reproduce en muchos otros países.

    Ante esta situación, la adaptación planificada de los sistemas vulnerables al cambio climá-tico, en materia de recursos hídricos, recursos energéticos, soberanía alimentaria y salud,son cruciales para reducir impactos y estar preparados para un mundo diferente en elfuturo mediato.

    No obstante, la adaptación al cambio climático no debe ser entendida como un términoabstracto, sino como herramienta concreta con capacidad para implementar acciones entodos los sectores y proyectos, de tal manera que coadyuven a enfrentar el cambio climáti-co y reducir sus impactos, en particular sobre los sectores de importancia económica y laspoblaciones más vulnerables. Hoy en día es imposible concebir cualquier proceso dedesarrollo sin considerar la variable del cambio climático y en especial las acciones deadaptación. De ahí la importancia de llevar a cabo procesos de incorporación de estavariable en los diferentes análisis. Los objetivos de la lucha contra la pobreza planteadadesde inicios del siglo XXI así como el logro de las metas del Milenio están en riesgo si nose impulsan tareas de adaptación en los países.

    En ese marco, se están planteando medidas de mitigación. Quisiera destacar otra vez elcaso de Bolivia, cuyo Mecanismo Nacional de Adaptación al Cambio Climático (MNACC)busca generar sinergias en cinco sectores trascendentales para la economía nacional y eldesarrollo, como ser el sector de los recursos hídricos, el sector de la agricultura que ga-rantice la seguridad alimentaria, el sector salud, el sector de los asentamientos humanos yla gestión del riesgo, y los ecosistemas. Este MNACC también considera acciones transver-sales que tienen que ver con la recuperación de los saberes ancestrales, la investigacióncientífica (ambas complementarias) y la educación.

    En un nivel regional, destaca el esfuerzo que se está gestando en el marco del ProyectoRegional Andino de Adaptación al Cambio Climático (PRAA) por el cual Bolivia, Perú yEcuador, llevaran a cabo proyectos piloto para empezar a generar la adaptación al cambioclimático por retracción de los glaciares a través de medidas que reduzcan el consumoindiscriminado de agua, las pérdidas en los sistemas de distribución, el desarrollo de obrasde arte que cumplan la función de acumuladores de agua sustitutos a los glaciares, y elmanejo adecuado del recurso hídrico en cantidad y en calidad. Otro valorable esfuerzo esel que están llevando adelante comunidades de montaña, donde se impulsan tareas quepermitirán principalmente, enfrentar desafíos de la agricultura al cambio climático.

    De esta manera, sin ser los principales causantes del cambio climático global, los países envías de desarrollo están obligados por las circunstancias de la historia a buscar formas quereduzcan los impactos, aunque en contrapartida, algunos países desarrollados o coneconomías en transición se resisten a asumir responsabilidades en el problema.

    Estos temas están ampliamente expuestos en la 5ta versión de la Revista de REDESMA queme corresponde presentar. El contenido, eminentemente técnico, es resultado de la selec-ción de autores, temas de investigación y referencias complementarias sobre el tema deglaciares, que contribuyen a divulgar el estado del conocimiento y por tanto, los esfuerzosde algunos países, en la mitigación de impactos y adaptación al cambio climático.

    Ing. Oscar PazCoordinador General del Programa Nacional de Cambios Climáticos

    PrólogoEl retroceso de los glaciares:Termómetro del Cambio Climático .................................................................. 5

    Glaciares: ¿cómo y dónde estudiarlos? ........................................................... 9

    Cambio Climático y retroceso de los glaciaresen la zona Andina: Consecuencias para laGestión de los Recursos Hídricos .................................................................. 19

    Adaptación al cambio climático:Experiencia en América Latina ...................................................................... 25

    Building resilience ofmountain communities to climate change .................................................. 33

    Un marco de adaptación al cambio climáticoa nivel local para la región Latinoamericana .............................................. 39

    Impactos del cambio climático y gestión del aguasobre la disponibilidad de recursos hídricospara las ciudades de La Paz y El Alto ............................................................ 49

    Integrando la adaptación al cambio climático enlas políticas de desarrollo: ¿Cómo estamos en Chile? ............................... 63

    La adaptación al cambio climático en Colombia ........................................ 73

    Contribución del Grupo de Trabajo II al CuartoInforme de Evaluación del Grupo Intergubernamentalde Expertos sobre Cambio Climático:Resumen para Responsables de Políticas .................................................... 81

  • Índice

    Revista Virtual REDESMAoctubre 2008

    Vol. 2(3)

    Cambio Climático

    responsables

    José BlanesDiego De la Quintana

    editora

    Marthadina Mendizábal

    consejo editorial

    Carlos ArzeJosé Blanes

    Marianela CuriEduardo Forno

    Nicolo GligoJosé Leal

    Pablo PachecoRafael Navarro

    diseño

    Marcelo PintoManuel Rebollo

    foto de portada

    Glaciar Huayna Potosí Oeste(mayo 2006)

    (cortesía Dirk Hoffmann)

    PresentaciónEl último reporte sobre el Desarrollo Humano preparado por el PNUD, el cual se centra enla lucha contra el cambio climático y la búsqueda de solidaridad frente a un mundo dividi-do, establece que si no se toman acciones en el momento actual, el mundo ingresará enuna fase de alto riesgo y con altos impactos para su desarrollo. A ello se añade que losimpactos del cambio climático harán más vulnerables a los países en vías de desarrollo ypor tanto las economías de éstos se verán afectadas gravemente; por ende los pobresserán más pobres por las implicaciones del cambio climático.

    En ese contexto el cambio climático ya está haciendo sentir sus efectos a nivel global ylocal, allí donde glaciares están desapareciendo. Un ejemplo de ello es Bolivia, donde urgebuscar alternativas a la inminente reducción de la oferta de agua tanto para el consumo,la agricultura, la generación de energía y la pérdida de recursos en la industria del turis-mo. Al mismo tiempo, deberá buscarse mitigar el proceso de deterioro de la economíaindígena asentada en ecosistemas que se verán afectados por la pérdida de glaciares.

    Los eventos extremos (inundaciones, sequías, granizadas, heladas) asociados al cambioclimático en Bolivia han venido en aumento con frecuencias e intensidades cada vezmayores, generando pérdidas del orden de 400 millones de dólares anuales que implicancerca a un 4% de nuestro producto interno bruto. Para Bolivia, un país con niveles depobreza tan altos, este tipo de pérdidas ponen en riesgo su integridad económica. Este essólo un ejemplo que se reproduce en muchos otros países.

    Ante esta situación, la adaptación planificada de los sistemas vulnerables al cambio climá-tico, en materia de recursos hídricos, recursos energéticos, soberanía alimentaria y salud,son cruciales para reducir impactos y estar preparados para un mundo diferente en elfuturo mediato.

    No obstante, la adaptación al cambio climático no debe ser entendida como un términoabstracto, sino como herramienta concreta con capacidad para implementar acciones entodos los sectores y proyectos, de tal manera que coadyuven a enfrentar el cambio climáti-co y reducir sus impactos, en particular sobre los sectores de importancia económica y laspoblaciones más vulnerables. Hoy en día es imposible concebir cualquier proceso dedesarrollo sin considerar la variable del cambio climático y en especial las acciones deadaptación. De ahí la importancia de llevar a cabo procesos de incorporación de estavariable en los diferentes análisis. Los objetivos de la lucha contra la pobreza planteadadesde inicios del siglo XXI así como el logro de las metas del Milenio están en riesgo si nose impulsan tareas de adaptación en los países.

    En ese marco, se están planteando medidas de mitigación. Quisiera destacar otra vez elcaso de Bolivia, cuyo Mecanismo Nacional de Adaptación al Cambio Climático (MNACC)busca generar sinergias en cinco sectores trascendentales para la economía nacional y eldesarrollo, como ser el sector de los recursos hídricos, el sector de la agricultura que ga-rantice la seguridad alimentaria, el sector salud, el sector de los asentamientos humanos yla gestión del riesgo, y los ecosistemas. Este MNACC también considera acciones transver-sales que tienen que ver con la recuperación de los saberes ancestrales, la investigacióncientífica (ambas complementarias) y la educación.

    En un nivel regional, destaca el esfuerzo que se está gestando en el marco del ProyectoRegional Andino de Adaptación al Cambio Climático (PRAA) por el cual Bolivia, Perú yEcuador, llevaran a cabo proyectos piloto para empezar a generar la adaptación al cambioclimático por retracción de los glaciares a través de medidas que reduzcan el consumoindiscriminado de agua, las pérdidas en los sistemas de distribución, el desarrollo de obrasde arte que cumplan la función de acumuladores de agua sustitutos a los glaciares, y elmanejo adecuado del recurso hídrico en cantidad y en calidad. Otro valorable esfuerzo esel que están llevando adelante comunidades de montaña, donde se impulsan tareas quepermitirán principalmente, enfrentar desafíos de la agricultura al cambio climático.

    De esta manera, sin ser los principales causantes del cambio climático global, los países envías de desarrollo están obligados por las circunstancias de la historia a buscar formas quereduzcan los impactos, aunque en contrapartida, algunos países desarrollados o coneconomías en transición se resisten a asumir responsabilidades en el problema.

    Estos temas están ampliamente expuestos en la 5ta versión de la Revista de REDESMA queme corresponde presentar. El contenido, eminentemente técnico, es resultado de la selec-ción de autores, temas de investigación y referencias complementarias sobre el tema deglaciares, que contribuyen a divulgar el estado del conocimiento y por tanto, los esfuerzosde algunos países, en la mitigación de impactos y adaptación al cambio climático.

    Ing. Oscar PazCoordinador General del Programa Nacional de Cambios Climáticos

    PrólogoEl retroceso de los glaciares:Termómetro del Cambio Climático .................................................................. 5

    Glaciares: ¿cómo y dónde estudiarlos? ........................................................... 9

    Cambio Climático y retroceso de los glaciaresen la zona Andina: Consecuencias para laGestión de los Recursos Hídricos .................................................................. 19

    Adaptación al cambio climático:Experiencia en América Latina ...................................................................... 25

    Building resilience ofmountain communities to climate change ................................................. 33

    Un marco de adaptación al cambio climáticoa nivel local para la región Latinoamericana .............................................. 39

    Impactos del cambio climático y gestión del aguasobre la disponibilidad de recursos hídricospara las ciudades de La Paz y El Alto ........................................................... 49

    Integrando la adaptación al cambio climático enlas políticas de desarrollo: ¿Cómo estamos en Chile? ............................... 63

    La adaptación al cambio climático en Colombia ....................................... 73

    Contribución del Grupo de Trabajo II al CuartoInforme de Evaluación del Grupo Intergubernamentalde Expertos sobre Cambio Climático:Resumen para Responsables de Políticas .................................................... 81

  • Prólogo

    El retroceso de los glaciares:Termómetro delCambio Climático

    Marthadina Mendizabal*

    * Marthadina Mendizábal, Economista ambiental, tiene Maestrías de las Universidades La Sorbona y Católica de Chile. Es auto-ra de diversos libros sobre temas ambientales.

  • Revista Virtual REDESMAoctubre 2008Vol. 2(3)

    Prólogo

    El retroceso de los glaciares:Termómetro delCambio Climático

    Marthadina Mendizabal*

    * Marthadina Mendizábal, Economista ambiental, tiene Maestrías de las Universidades La Sorbona y Católica de Chile. Es auto-ra de diversos libros sobre temas ambientales.

  • Revista Virtual REDESMA - octubre 2008 - Vol. 2(3)

    Centro Boliviano de Estudios Multidisciplinarios 66 esta es una publicación de CEBEM

    Prólogo - El retroceso de los glaciares: Termómetro del Cambio Climático [Marthadina Mendizábal]

    Los habitantes del planeta azul estamos protagoni-zando las consecuencias de cambios en las condicio-nes ambientales derivadas del cambio climático.Aunque tales cambios se han venido produciendodesde siempre y en particular desde la revoluciónindustrial, los cambios acelerados en las últimas dé-cadas están poniendo en jaque los esfuerzos crecien-tes de los países para mitigar impactos y salvaguardara poblaciones y ecosistemas vulnerables.

    Las primeras advertencias décadas atrás, señalancomo origen del aceleramiento de los cambios regis-trados, el comportamiento humano inspirado en unhommo economicus sobredimensionado en relaciónal insuficiente resguardo de las regulaciones que ga-rantizan la reproducción de las funciones de la bios-fera. Desde entonces, la investigación ha reveladoque el origen de los cambios en las condiciones am-bientales y en particular, del cambio de temperaturaplanetaria, no es atribuible sólo a los patrones de pro-ducción y el uso desmedido de las capacidades am-bientales por la economía humana; la mayor carga dela población humana y los patrones de consumo tie-nen también su parte en el problema.

    Las condiciones ambientales aptas para el desarrollode la vida no son sino aquellas a las que la especiehumana está adaptada, desde hace diez mil años, talcomo nos señala la ecología humana; incluyen, entreotros, cuerpos de agua y océanos necesarios para laformación de la atmósfera; una distancia respecto alsol tal, que la temperatura del planeta y los océanosse mantuvieran constantes; una permanencia de ga-ses en la atmósfera bien calibrada para que la energíadel sol sea absorbida en un 70% y el resto sea devuel-to al espacio; y ciclos del agua y del carbono sin loscuales no habría tenido lugar el desarrollo de la vidahumana ni de las especies vivas que la rodean.

    Tales condiciones, en interacción con todos los com-ponentes del ecosistema terrestre han funcionadoperfectamente en virtud de mecanismos de regula-ción y con variaciones perfectamente sincronizadas,dentro de estrechos límites de variación. Su funciona-miento ha permitido por siglos y siglos, la reproduc-ción de las condiciones naturales que constituyen el

    marco físico para la reproducción de la vida humanay de los elementos que ésta utiliza para su desarrollo.

    No obstante la especie humana -a diferencia del restode especies vivas-, es la única que, a través de instru-mentos técnicamente eficaces, degrada el medio en elque vive y se desarrolla. Los mecanismos de autorre-gulación de la naturaleza están siendo sobrepasados,y a estas alturas ya no cabe duda alguna acerca de lacontribución preponderante de la economía humanaal cambio en las condiciones ambientales y, en parti-cular, al cambio climático.

    En efecto, la intensificación del efecto invernaderopor concentración de gases producida principalmentepor naciones industrializadas se efectúa a ritmos quehan saturado la capacidad de resiliencia de la biosferaa nivel planetario. Como consecuencia, el planetaazul presenta síntomas que revelan inequívocamenteque está enfermo; el aumento de la temperatura pro-medio (cerca de 0,5°C en el último siglo) es sólo unamanifestación de una cadena de rupturas de los suti-les equilibrios naturales. Se nos señala que si el ritmode crecimiento de emisiones continúa, la temperaturapromedio del planeta para el año 2025 se habrá incre-mentado en un 1°C y para fines del próximo siglo, enun 3°C. Más aún, se nos informa que, aún pese alesfuerzo de algunas naciones para reducir sus emisio-nes, éstas continuarán haciendo sentir sus efectos,como consecuencia del comportamiento de empresasante la inminencia de la entrada en vigor de regula-ciones internacionales.

    En este contexto global, la modificación de las condi-ciones ambientales conlleva riesgos difíciles de con-trolar, y peligros ambientales que afectan a las socie-dades menos desarrolladas, más vulnerables e inde-fensas que paradójicamente son las que menos hancontribuido a tales cambios. Al estar insuficiente-mente dotadas con recursos financieros, tecnológicosy recursos humanos, los asentamientos humanos yecosistemas naturales en estas sociedades son al pre-sente, los más vulnerables y los que enfrentan losmayores peligros ambientales; la resiliencia ecológi-ca y social, pese a la ayuda de la comunidad interna-cional, están revelando limitaciones para hacer frentea los desafíos del cambio climático.

    Entonces, ante los hechos ya no hay cabida para lareflexión. Las acciones para enfrentar el cambio cli-mático se centran en la mitigación y la adaptación; yano queda tiempo para la discusión: la mitigación enla medida de las capacidades de minimización de laentropía, y la adaptación como medida de absolutaurgencia, en particular, en regiones donde el incre-mento de temperatura es mayor. Es en este sentidoque el Informe del Panel Intergubernamental sobreCambio Climático (IPCC) ha reiterado oportunamen-te la importancia de adaptarse lo más pronto posibleal cambio climático, para evitar mayores costos eco-nómicos y sociales de los que ya se experimentan.

    Pero la adaptación al cambio climático es un nuevo-viejo tema. Así como la especie humana detenta elmayor poder de devastación del entorno natural, es almismo tiempo, la que tiene mayor capacidad paraadaptarse a las condiciones ambientales más difíciles.La vida en el polo Norte o en altitudes elevadas sóloalgunos ejemplos. Pero más importante que la adap-tación biológica es la adaptación cultural, aquella quemarca la diferencia con el resto de especies vivas.Nos referimos a una adaptación que pone en movi-miento capacidades económicas para enfrentar losdesafíos, la capacidad de organización social paraponer en marcha cambios culturales, comportamien-tos, conductas y actitudes, y todo el arsenal de recur-sos, ingenio y destrezas para hacer innovaciones diri-gidas a mitigar, entre todos, los efectos del cambioclimático.

    Los impactos del aumento de temperatura son tre-mendamente grandes y variables de región a regiónen ámbitos del agua, agricultura, energía, biodiversi-dad y salud. Y también son diferentes los aspectos defrecuencia e intensidad de los fenómenos naturalesasociados, la vulnerabilidad humana y de los ecosis-temas naturales, las políticas, estrategias y accionesadoptadas por los países para facilitar la adaptación.Tal variedad y magnitud de los temas asociados alcambio, nos ha impuesto la necesidad de realizar unaselección de temas relacionados con el aumento detemperatura en el planeta. El criterio utilizado hasido el de compartir hallazgos y experiencias, princi-palmente en beneficio de países menos capacitadospara enfrentar los cambios, y teniendo presente el

    objetivo común de buscar la inserción permanente dela población humana en el ecosistema terrestre, através del esfuerzo mancomunado; la adaptacióncultural al cambio climático será más exitosa entretodos que si cada país emprende esfuerzos aislados.

    En la perspectiva de contribuir a este esfuerzo, laRevista ha optado por presentar como una primeraexpresión del cambio climático, el deshiele de losglaciares. Ello en atención a que, en el orden de prio-ridades para la sobrevivencia humana en un contextode catástrofes ocasionados por la creciente tempera-tura en el planeta, el agua ocupa el lugar de indiscuti-ble preeminencia. Sabemos pues, que numerosascivilizaciones y poblaciones, muchas más de las quenos enseña la historia humana, han desaparecido dela faz de la tierra por sequía cuando no por inunda-ciones. Consideración que corrobora la importanciade los recursos hídricos como condición clave en labúsqueda de la inserción permanente de la poblaciónhumana en los ecosistemas. Es así que en la actuali-dad, los pronósticos de escasez de agua dulce estánobligando a tomar medidas de resguardo para garan-tizar abastecimientos para el consumo, la agricultura,la energía y la industria en diferentes países.

    En este contexto, la importancia de los glaciares escreciente desde que, en virtud de mediciones e inves-tigación científica se ha constatado la retracción. Nopodría ser menos si se considera que estas imponen-tes represas naturales amortiguan la caída y alimen-tan las aguas superficiales y subterráneas y por tantoconstituyen las principales fuentes de agua para con-sumo para los asentamientos y actividades humanas.Adicionalmente, los glaciares cumplen una funciónecológica importante en el resguardo de los equili-brios de la temperatura; son pues, un factor que juegacontra el recalentamiento; por otra parte, son la basepara la generación de energía eléctrica, la agriculturay el turismo entre otros.

    Por tanto el deshiele registrado a través de monitoreoen varios países tiene impactos no sólo ambientales,sino también económicos y sociales, que hay quemitigar. Parte de los esfuerzos se dirigen a garantizarel acceso de las poblaciones más vulnerables, al aguaen las zonas de montaña. Esfuerzos que se inscriben

  • Revista Virtual REDESMA - octubre 2008 - Vol. 2(3)

    Centro Boliviano de Estudios Multidisciplinarios 77 esta es una publicación de CEBEM

    Prólogo - El retroceso de los glaciares: Termómetro del Cambio Climático [Marthadina Mendizábal]

    Los habitantes del planeta azul estamos protagoni-zando las consecuencias de cambios en las condicio-nes ambientales derivadas del cambio climático.Aunque tales cambios se han venido produciendodesde siempre y en particular desde la revoluciónindustrial, los cambios acelerados en las últimas dé-cadas están poniendo en jaque los esfuerzos crecien-tes de los países para mitigar impactos y salvaguardara poblaciones y ecosistemas vulnerables.

    Las primeras advertencias décadas atrás, señalancomo origen del aceleramiento de los cambios regis-trados, el comportamiento humano inspirado en unhommo economicus sobredimensionado en relaciónal insuficiente resguardo de las regulaciones que ga-rantizan la reproducción de las funciones de la bios-fera. Desde entonces, la investigación ha reveladoque el origen de los cambios en las condiciones am-bientales y en particular, del cambio de temperaturaplanetaria, no es atribuible sólo a los patrones de pro-ducción y el uso desmedido de las capacidades am-bientales por la economía humana; la mayor carga dela población humana y los patrones de consumo tie-nen también su parte en el problema.

    Las condiciones ambientales aptas para el desarrollode la vida no son sino aquellas a las que la especiehumana está adaptada, desde hace diez mil años, talcomo nos señala la ecología humana; incluyen, entreotros, cuerpos de agua y océanos necesarios para laformación de la atmósfera; una distancia respecto alsol tal, que la temperatura del planeta y los océanosse mantuvieran constantes; una permanencia de ga-ses en la atmósfera bien calibrada para que la energíadel sol sea absorbida en un 70% y el resto sea devuel-to al espacio; y ciclos del agua y del carbono sin loscuales no habría tenido lugar el desarrollo de la vidahumana ni de las especies vivas que la rodean.

    Tales condiciones, en interacción con todos los com-ponentes del ecosistema terrestre han funcionadoperfectamente en virtud de mecanismos de regula-ción y con variaciones perfectamente sincronizadas,dentro de estrechos límites de variación. Su funciona-miento ha permitido por siglos y siglos, la reproduc-ción de las condiciones naturales que constituyen el

    marco físico para la reproducción de la vida humanay de los elementos que ésta utiliza para su desarrollo.

    No obstante la especie humana -a diferencia del restode especies vivas-, es la única que, a través de instru-mentos técnicamente eficaces, degrada el medio en elque vive y se desarrolla. Los mecanismos de autorre-gulación de la naturaleza están siendo sobrepasados,y a estas alturas ya no cabe duda alguna acerca de lacontribución preponderante de la economía humanaal cambio en las condiciones ambientales y, en parti-cular, al cambio climático.

    En efecto, la intensificación del efecto invernaderopor concentración de gases producida principalmentepor naciones industrializadas se efectúa a ritmos quehan saturado la capacidad de resiliencia de la biosferaa nivel planetario. Como consecuencia, el planetaazul presenta síntomas que revelan inequívocamenteque está enfermo; el aumento de la temperatura pro-medio (cerca de 0,5°C en el último siglo) es sólo unamanifestación de una cadena de rupturas de los suti-les equilibrios naturales. Se nos señala que si el ritmode crecimiento de emisiones continúa, la temperaturapromedio del planeta para el año 2025 se habrá incre-mentado en un 1°C y para fines del próximo siglo, enun 3°C. Más aún, se nos informa que, aún pese alesfuerzo de algunas naciones para reducir sus emisio-nes, éstas continuarán haciendo sentir sus efectos,como consecuencia del comportamiento de empresasante la inminencia de la entrada en vigor de regula-ciones internacionales.

    En este contexto global, la modificación de las condi-ciones ambientales conlleva riesgos difíciles de con-trolar, y peligros ambientales que afectan a las socie-dades menos desarrolladas, más vulnerables e inde-fensas que paradójicamente son las que menos hancontribuido a tales cambios. Al estar insuficiente-mente dotadas con recursos financieros, tecnológicosy recursos humanos, los asentamientos humanos yecosistemas naturales en estas sociedades son al pre-sente, los más vulnerables y los que enfrentan losmayores peligros ambientales; la resiliencia ecológi-ca y social, pese a la ayuda de la comunidad interna-cional, están revelando limitaciones para hacer frentea los desafíos del cambio climático.

    Entonces, ante los hechos ya no hay cabida para lareflexión. Las acciones para enfrentar el cambio cli-mático se centran en la mitigación y la adaptación; yano queda tiempo para la discusión: la mitigación enla medida de las capacidades de minimización de laentropía, y la adaptación como medida de absolutaurgencia, en particular, en regiones donde el incre-mento de temperatura es mayor. Es en este sentidoque el Informe del Panel Intergubernamental sobreCambio Climático (IPCC) ha reiterado oportunamen-te la importancia de adaptarse lo más pronto posibleal cambio climático, para evitar mayores costos eco-nómicos y sociales de los que ya se experimentan.

    Pero la adaptación al cambio climático es un nuevo-viejo tema. Así como la especie humana detenta elmayor poder de devastación del entorno natural, es almismo tiempo, la que tiene mayor capacidad paraadaptarse a las condiciones ambientales más difíciles.La vida en el polo Norte o en altitudes elevadas sóloalgunos ejemplos. Pero más importante que la adap-tación biológica es la adaptación cultural, aquella quemarca la diferencia con el resto de especies vivas.Nos referimos a una adaptación que pone en movi-miento capacidades económicas para enfrentar losdesafíos, la capacidad de organización social paraponer en marcha cambios culturales, comportamien-tos, conductas y actitudes, y todo el arsenal de recur-sos, ingenio y destrezas para hacer innovaciones diri-gidas a mitigar, entre todos, los efectos del cambioclimático.

    Los impactos del aumento de temperatura son tre-mendamente grandes y variables de región a regiónen ámbitos del agua, agricultura, energía, biodiversi-dad y salud. Y también son diferentes los aspectos defrecuencia e intensidad de los fenómenos naturalesasociados, la vulnerabilidad humana y de los ecosis-temas naturales, las políticas, estrategias y accionesadoptadas por los países para facilitar la adaptación.Tal variedad y magnitud de los temas asociados alcambio, nos ha impuesto la necesidad de realizar unaselección de temas relacionados con el aumento detemperatura en el planeta. El criterio utilizado hasido el de compartir hallazgos y experiencias, princi-palmente en beneficio de países menos capacitadospara enfrentar los cambios, y teniendo presente el

    objetivo común de buscar la inserción permanente dela población humana en el ecosistema terrestre, através del esfuerzo mancomunado; la adaptacióncultural al cambio climático será más exitosa entretodos que si cada país emprende esfuerzos aislados.

    En la perspectiva de contribuir a este esfuerzo, laRevista ha optado por presentar como una primeraexpresión del cambio climático, el deshiele de losglaciares. Ello en atención a que, en el orden de prio-ridades para la sobrevivencia humana en un contextode catástrofes ocasionados por la creciente tempera-tura en el planeta, el agua ocupa el lugar de indiscuti-ble preeminencia. Sabemos pues, que numerosascivilizaciones y poblaciones, muchas más de las quenos enseña la historia humana, han desaparecido dela faz de la tierra por sequía cuando no por inunda-ciones. Consideración que corrobora la importanciade los recursos hídricos como condición clave en labúsqueda de la inserción permanente de la poblaciónhumana en los ecosistemas. Es así que en la actuali-dad, los pronósticos de escasez de agua dulce estánobligando a tomar medidas de resguardo para garan-tizar abastecimientos para el consumo, la agricultura,la energía y la industria en diferentes países.

    En este contexto, la importancia de los glaciares escreciente desde que, en virtud de mediciones e inves-tigación científica se ha constatado la retracción. Nopodría ser menos si se considera que estas imponen-tes represas naturales amortiguan la caída y alimen-tan las aguas superficiales y subterráneas y por tantoconstituyen las principales fuentes de agua para con-sumo para los asentamientos y actividades humanas.Adicionalmente, los glaciares cumplen una funciónecológica importante en el resguardo de los equili-brios de la temperatura; son pues, un factor que juegacontra el recalentamiento; por otra parte, son la basepara la generación de energía eléctrica, la agriculturay el turismo entre otros.

    Por tanto el deshiele registrado a través de monitoreoen varios países tiene impactos no sólo ambientales,sino también económicos y sociales, que hay quemitigar. Parte de los esfuerzos se dirigen a garantizarel acceso de las poblaciones más vulnerables, al aguaen las zonas de montaña. Esfuerzos que se inscriben

  • Revista Virtual REDESMA - octubre 2008 - Vol. 2(3)

    Centro Boliviano de Estudios Multidisciplinarios 88 esta es una publicación de CEBEM

    Glaciares:¿cómo y dónde estudiarlos?

    Bernard Francou, Bernard Pouyaud

    El presente artículo fue presentado originalmente en la Sección 2 (31-41 pp.) de la publicación: ¿El fin de las cumbres neva-das? Glaciares y cambio climático en la Comunidad Andina. Presentado por la Secretaría General de la Comunidad Andina,Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Oficina Regional para América Latina y El Caribe y la Agencia Espa-ñola de Cooperación Internacional.

    en las estrategias de adaptación adoptadas por lospaíses. De hecho, algunos de los estudios selecciona-dos nos describen el riesgo derivado del retroceso deglaciares, de consumo de fuentes subterráneas deaguas contaminadas por parte de poblaciones, enparticular, de montaña en países en desarrollo. Deigual manera, se señala impactos de la reducción derecursos hídricos en el conjunto de actividades eco-nómicas, y en particular, en la agricultura y por ende,en la alimentación. Se nos advierte en fin que lasconsecuencias para el mundo pueden ser caóticas,debido al aumento en el nivel de los océanos. Se pro-nostica que más de un cuarto de la actual masa globalde glaciares montañosos podría haber desaparecidoen 2050, y más de la mitad en 2100. Esto es alarman-te no sólo a nivel local, sino global, si se considera eldeshiele sistemático de la Antártica, que representael 90% de la totalidad de los hielos que existen en elplaneta y el 70% de las reservas de agua dulce.

    En el presente número hemos querido mostrar, a tra-vés del material seleccionado, la situación de los gla-ciares y el esfuerzo de adaptación de algunos paísespara reducir los riesgos derivados del deshiele, comoejemplo de medidas inscritas en el esfuerzo para so-brellevar las consecuencias derivadas del aumento detemperatura.

    En esta misma dirección destaca el esfuerzo de orga-nización de los países, a través de estructuras institu-cionales responsables de las tareas de adaptación, eintegración de los factores del cambio climático enlas políticas medio ambientales y de desarrollo, lasestrategias, programas y proyectos. Complementaria-mente hemos incluido ejemplos que ilustran la capa-cidad organizativa de las sociedades, expresada en laformulación de planes y estrategias participativas deadaptación, pero sobre todo, en la capacidad de mo-vilización de recursos humanos, técnicos y financie-ros para pasar del papel a la acción. El desarrollo decapacidades locales está presente en los trabajos se-leccionados, lo mismo que el papel clave de las po-blaciones locales en este sentido, pues en este niveles donde residen el ingenio, destrezas y capacidadespara innovar y buscar formas de adaptación culturalpara enfrentar el desafío del cambio climático.

    Deseamos agradecer a nuestros colaboradores, quie-nes desde varios lugares del mundo han puesto anuestra disposición material sobre el tema para com-partirlo con nuestros lectores; a Inwent que nos habrindado el valioso material producido sobre el tema.Al IRD que está llevando a cabo valiosa investiga-ción en el tema de los glaciares y que ha aceptadocompartir sus resultados con los lectores. El InstitutoBoliviano de Montañas, que ha apoyado la iniciativaa través de material valioso y fotografías para nuestraGalería de Fotografías; el Programa Nacional deCambio Climático de Bolivia que está a la vanguar-dia en la tarea de adaptación al cambio; la CAN,WWF, UICN, entre otros muchos. La gratitud sehace extensiva también a nuestros auspiciadotes einvestigadores de entidades académicas que hanaceptado preparar artículos para el presente número,y a los lectores que nos siguen y nos alientan en esteesfuerzo que está creciendo en cada número.

    Prólogo - El retroceso de los glaciares: Termómetro del Cambio Climático [Marthadina Mendizábal]

  • Revista Virtual REDESMAoctubre 2008Vol. 2(3)

    Glaciares:¿cómo y dónde estudiarlos?

    Bernard Francou, Bernard Pouyaud

    El presente artículo fue presentado originalmente en la Sección 2 (31-41 pp.) de la publicación: ¿El fin de las cumbres neva-das? Glaciares y cambio climático en la Comunidad Andina. Presentado por la Secretaría General de la Comunidad Andina,Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Oficina Regional para América Latina y El Caribe y la Agencia Espa-ñola de Cooperación Internacional.

    en las estrategias de adaptación adoptadas por lospaíses. De hecho, algunos de los estudios selecciona-dos nos describen el riesgo derivado del retroceso deglaciares, de consumo de fuentes subterráneas deaguas contaminadas por parte de poblaciones, enparticular, de montaña en países en desarrollo. Deigual manera, se señala impactos de la reducción derecursos hídricos en el conjunto de actividades eco-nómicas, y en particular, en la agricultura y por ende,en la alimentación. Se nos advierte en fin que lasconsecuencias para el mundo pueden ser caóticas,debido al aumento en el nivel de los océanos. Se pro-nostica que más de un cuarto de la actual masa globalde glaciares montañosos podría haber desaparecidoen 2050, y más de la mitad en 2100. Esto es alarman-te no sólo a nivel local, sino global, si se considera eldeshiele sistemático de la Antártica, que representael 90% de la totalidad de los hielos que existen en elplaneta y el 70% de las reservas de agua dulce.

    En el presente número hemos querido mostrar, a tra-vés del material seleccionado, la situación de los gla-ciares y el esfuerzo de adaptación de algunos paísespara reducir los riesgos derivados del deshiele, comoejemplo de medidas inscritas en el esfuerzo para so-brellevar las consecuencias derivadas del aumento detemperatura.

    En esta misma dirección destaca el esfuerzo de orga-nización de los países, a través de estructuras institu-cionales responsables de las tareas de adaptación, eintegración de los factores del cambio climático enlas políticas medio ambientales y de desarrollo, lasestrategias, programas y proyectos. Complementaria-mente hemos incluido ejemplos que ilustran la capa-cidad organizativa de las sociedades, expresada en laformulación de planes y estrategias participativas deadaptación, pero sobre todo, en la capacidad de mo-vilización de recursos humanos, técnicos y financie-ros para pasar del papel a la acción. El desarrollo decapacidades locales está presente en los trabajos se-leccionados, lo mismo que el papel clave de las po-blaciones locales en este sentido, pues en este niveles donde residen el ingenio, destrezas y capacidadespara innovar y buscar formas de adaptación culturalpara enfrentar el desafío del cambio climático.

    Deseamos agradecer a nuestros colaboradores, quie-nes desde varios lugares del mundo han puesto anuestra disposición material sobre el tema para com-partirlo con nuestros lectores; a Inwent que nos habrindado el valioso material producido sobre el tema.Al IRD que está llevando a cabo valiosa investiga-ción en el tema de los glaciares y que ha aceptadocompartir sus resultados con los lectores. El InstitutoBoliviano de Montañas, que ha apoyado la iniciativaa través de material valioso y fotografías para nuestraGalería de Fotografías; el Programa Nacional deCambio Climático de Bolivia que está a la vanguar-dia en la tarea de adaptación al cambio; la CAN,WWF, UICN, entre otros muchos. La gratitud sehace extensiva también a nuestros auspiciadotes einvestigadores de entidades académicas que hanaceptado preparar artículos para el presente número,y a los lectores que nos siguen y nos alientan en esteesfuerzo que está creciendo en cada número.

    Prólogo - El retroceso de los glaciares: Termómetro del Cambio Climático [Marthadina Mendizábal]

  • Revista Virtual REDESMA - octubre 2008 - Vol. 2(3)

    Centro Boliviano de Estudios Multidisciplinarios 1010 esta es una publicación de CEBEM

    Glaciares: ¿cómo y dónde estudiarlos? [Bernard Francou, Bernard Pouyaud]

    Esta sección proporciona algunas definiciones bási-cas sobre los glaciares y la manera en que se estu-dian. Veremos que para estudiarlos, los glaciares sonmonitoreados desde diversos ángulos; y que comoobjetos sensibles a la variabilidad climática, puedenservir de indicadores del cambio climático. Por últi-mo, describiremos la red de monitoreo de glaciaresen los Andes.

    Los glaciares y su estudio

    Un glaciar es una masa de hielo que transforma aguasólida (nieve, granizo o escarcha) en hielo y la resti-tuye en forma de vapor (por evaporación o sublima-ción) o en forma líquida (agua escurrida por el to-rrente emisario). La relación entre estas ganancias ypérdidas de masa se conoce como el balance de masade un glaciar.

    Debido a que la acumulación neta es generalmentepositiva en las partes altas de un glaciar (zona deacumulación), un exceso de carga produce flujos dehielo hacia la parte baja (zona de ablación). Este fe-nómeno se produce debido a que el hielo, desde unpunto de vista mecánico, se comporta como un cuer-po visco-plástico que se deforma bajo el efecto de supropio peso.

    El hielo acumulado en las partes bajas es sometido auna intensa ablación debido a la fusión producida enla superficie. La fusión hace que el hielo desaparezcapor el frente del glaciar.

    Este proceso de transferencia del hielo de la zona deacumulación hacia la zona de ablación del glaciar,está controlado por (i), el balance de masa, que repre-senta el componente climático de la evolución de unglaciar; y (ii), por las características topográficas delglaciar (pendiente, morfología del lecho rocoso, pre-sencia de agua a este nivel, etc.), que representan elcomponente dinámico del glaciar. De este segundocomponente depende el tiempo de respuesta del gla-ciar a un cambio climático, el cual puede variar entrealgunos años y más de un decenio.

    El enfoque de los estudios glaciológicos practicadosactualmente en los Andes Centrales por el Institut deRecherche pour le Développement (IRD) y sus con-trapartes considera el glaciar como un objeto hidroló-gico cuya masa cambia a corto plazo en función delas características del clima. Estos estudios se enfo-can en los siguientes aspectos:

    1. El balance de masa, que representa el equiva-lente en agua de lo que gana y de lo que pier-de un glaciar en un tiempo determinado. Esteindicador se obtiene a partir de medicionesrepetidas, ya sea de manera directa (balance

    Resumen

    Glaciares: ¿cómo y dónde estudiarlos?, proporciona algunas definiciones básicas sobre los glaciares, las metodologí-as para estudiarlos, y la descripción de la red de monitoreo de glaciares existente para la Región Andina. Asimismo,describe cómo los glaciares son monitoreados desde diversos ángulos, y que como objetos sensibles a la variabilidadclimática, pueden ser utilizados como indicadores del cambio climático.

    glaciológico) u indirecta (balance hidrológi-co).

    2. Los cambios de longitud, superficie y volu-men ocurridos en el pasado: el desempeño deestos indicadores proporciona informaciónsobre la respuesta de un glaciar a los cambiosde masa acumulados. Para medir dichos cam-bios, se utilizan métodos geodésicos de terre-no, análisis de fotografías aéreas e imágenessatelitales, y reconstrucciones hechas en basea análisis geomorfológicos o de investigacio-nes históricas.

    3. La sensibilidad del glaciar al clima, que con-siste en identificar las correlaciones entre laevolución de un glaciar y el clima. Estos aná-lisis se basan en el estudio directo de los pro-cesos ocurridos en la superficie del glaciar apartir de un balance energético. La sensibili-dad también puede ser analizada a través derelaciones estadísticas entre el balance de ma-sa y diversas variables climatológicas medidasen estaciones meteorológicas o estimadas através de modelos de circulación general.

    Variaciones geométricas

    La dinámica de un glaciar puede ser analizada estu-diando el desplazamiento de las balizas que sirven

    para estimar el balance y su cambio de altura a partirde un punto fijo. Un balance neto positivo, por ejem-plo, se refleja por un aumento de la velocidad y delespesor del glaciar.

    La respuesta de un glaciar a un cambio de balance esvariable. Esta depende de su tamaño, espesor, geo-metría del lecho rocoso, pendiente promedio, de lacantidad de agua entre el hielo y el lecho, y de latemperatura del hielo a nivel de lecho. Los glaciaresque presentan una fuerte pendiente, amplias zonas deacumulación, hielo a temperatura de fusión y unageometría regular del lecho rocoso (cercana a un ci-lindro perfecto) son los que usualmente respondenrápidamente a series sucesivas de balances positivoso negativos.

    El movimiento del frente del glaciar en un año deter-minado (avance, retroceso o estabilidad) es el resulta-do del efecto combinado de la ablación producida enel frente y de la dinámica del glaciar. Esta últimadepende, a su vez, del efecto acumulado de los balan-ces de los años precedentes y del espesor máximo delglaciar.

    En el caso de glaciares de pequeño tamaño(inferiores a 1 km2), la extensión de las zonas de acu-mulación y de ablación varían cada año, por lo que esposible que durante ciertos años la superficie enteradel glaciar se convierta en una zona de ablación o en

    Cálculo del balance de masaLa ecuación básica del balance en un punto del glaciar entre dos periodos de medición db/dt se escribe de la siguiente manera:

    db/dt = pdh/dt + ∫dp/dt dz

    donde p es la densidad del hielo de espesor h, que varía según el tiempo t.

    El primer término de la ecuación representa el cambio de la masa de hielo (con densidad constante) durante un periodo de tiempo. Elsegundo término es el cambio de densidad de la columna de espesor z sobre el periodo de tiempo t.

    Para extender el balance a todo el glaciar, se utilizan diversos puntos de medición (balizas, pozos, sondeos) distribuidos de acuerdo auna red bien definida. El principio básico consiste en ponderar el balance medido por el área del rango relativo del glaciar, según lasiguiente expresión:

    Bn = (1/S) [Σ(bn1S1 + bn2S2 + … + bnjSj)]

    donde Bn corresponde al balance específico del glaciar; S a su superficie total; bn1, bn2, bnj al balance ponderado por el área Sj dentro delos rangos de altura (j) generalmente de 20, 50 ó 100 metros, según la amplitud altimétrica del glaciar.

  • Revista Virtual REDESMA - octubre 2008 - Vol. 2(3)

    Centro Boliviano de Estudios Multidisciplinarios 1111 esta es una publicación de CEBEM

    Glaciares: ¿cómo y dónde estudiarlos? [Bernard Francou, Bernard Pouyaud]

    Esta sección proporciona algunas definiciones bási-cas sobre los glaciares y la manera en que se estu-dian. Veremos que para estudiarlos, los glaciares sonmonitoreados desde diversos ángulos; y que comoobjetos sensibles a la variabilidad climática, puedenservir de indicadores del cambio climático. Por últi-mo, describiremos la red de monitoreo de glaciaresen los Andes.

    Los glaciares y su estudio

    Un glaciar es una masa de hielo que transforma aguasólida (nieve, granizo o escarcha) en hielo y la resti-tuye en forma de vapor (por evaporación o sublima-ción) o en forma líquida (agua escurrida por el to-rrente emisario). La relación entre estas ganancias ypérdidas de masa se conoce como el balance de masade un glaciar.

    Debido a que la acumulación neta es generalmentepositiva en las partes altas de un glaciar (zona deacumulación), un exceso de carga produce flujos dehielo hacia la parte baja (zona de ablación). Este fe-nómeno se produce debido a que el hielo, desde unpunto de vista mecánico, se comporta como un cuer-po visco-plástico que se deforma bajo el efecto de supropio peso.

    El hielo acumulado en las partes bajas es sometido auna intensa ablación debido a la fusión producida enla superficie. La fusión hace que el hielo desaparezcapor el frente del glaciar.

    Este proceso de transferencia del hielo de la zona deacumulación hacia la zona de ablación del glaciar,está controlado por (i), el balance de masa, que repre-senta el componente climático de la evolución de unglaciar; y (ii), por las características topográficas delglaciar (pendiente, morfología del lecho rocoso, pre-sencia de agua a este nivel, etc.), que representan elcomponente dinámico del glaciar. De este segundocomponente depende el tiempo de respuesta del gla-ciar a un cambio climático, el cual puede variar entrealgunos años y más de un decenio.

    El enfoque de los estudios glaciológicos practicadosactualmente en los Andes Centrales por el Institut deRecherche pour le Développement (IRD) y sus con-trapartes considera el glaciar como un objeto hidroló-gico cuya masa cambia a corto plazo en función delas características del clima. Estos estudios se enfo-can en los siguientes aspectos:

    1. El balance de masa, que representa el equiva-lente en agua de lo que gana y de lo que pier-de un glaciar en un tiempo determinado. Esteindicador se obtiene a partir de medicionesrepetidas, ya sea de manera directa (balance

    Resumen

    Glaciares: ¿cómo y dónde estudiarlos?, proporciona algunas definiciones básicas sobre los glaciares, las metodologí-as para estudiarlos, y la descripción de la red de monitoreo de glaciares existente para la Región Andina. Asimismo,describe cómo los glaciares son monitoreados desde diversos ángulos, y que como objetos sensibles a la variabilidadclimática, pueden ser utilizados como indicadores del cambio climático.

    glaciológico) u indirecta (balance hidrológi-co).

    2. Los cambios de longitud, superficie y volu-men ocurridos en el pasado: el desempeño deestos indicadores proporciona informaciónsobre la respuesta de un glaciar a los cambiosde masa acumulados. Para medir dichos cam-bios, se utilizan métodos geodésicos de terre-no, análisis de fotografías aéreas e imágenessatelitales, y reconstrucciones hechas en basea análisis geomorfológicos o de investigacio-nes históricas.

    3. La sensibilidad del glaciar al clima, que con-siste en identificar las correlaciones entre laevolución de un glaciar y el clima. Estos aná-lisis se basan en el estudio directo de los pro-cesos ocurridos en la superficie del glaciar apartir de un balance energético. La sensibili-dad también puede ser analizada a través derelaciones estadísticas entre el balance de ma-sa y diversas variables climatológicas medidasen estaciones meteorológicas o estimadas através de modelos de circulación general.

    Variaciones geométricas

    La dinámica de un glaciar puede ser analizada estu-diando el desplazamiento de las balizas que sirven

    para estimar el balance y su cambio de altura a partirde un punto fijo. Un balance neto positivo, por ejem-plo, se refleja por un aumento de la velocidad y delespesor del glaciar.

    La respuesta de un glaciar a un cambio de balance esvariable. Esta depende de su tamaño, espesor, geo-metría del lecho rocoso, pendiente promedio, de lacantidad de agua entre el hielo y el lecho, y de latemperatura del hielo a nivel de lecho. Los glaciaresque presentan una fuerte pendiente, amplias zonas deacumulación, hielo a temperatura de fusión y unageometría regular del lecho rocoso (cercana a un ci-lindro perfecto) son los que usualmente respondenrápidamente a series sucesivas de balances positivoso negativos.

    El movimiento del frente del glaciar en un año deter-minado (avance, retroceso o estabilidad) es el resulta-do del efecto combinado de la ablación producida enel frente y de la dinámica del glaciar. Esta últimadepende, a su vez, del efecto acumulado de los balan-ces de los años precedentes y del espesor máximo delglaciar.

    En el caso de glaciares de pequeño tamaño(inferiores a 1 km2), la extensión de las zonas de acu-mulación y de ablación varían cada año, por lo que esposible que durante ciertos años la superficie enteradel glaciar se convierta en una zona de ablación o en

    Cálculo del balance de masaLa ecuación básica del balance en un punto del glaciar entre dos periodos de medición db/dt se escribe de la siguiente manera:

    db/dt = pdh/dt + ∫dp/dt dz

    donde p es la densidad del hielo de espesor h, que varía según el tiempo t.

    El primer término de la ecuación representa el cambio de la masa de hielo (con densidad constante) durante un periodo de tiempo. Elsegundo término es el cambio de densidad de la columna de espesor z sobre el periodo de tiempo t.

    Para extender el balance a todo el glaciar, se utilizan diversos puntos de medición (balizas, pozos, sondeos) distribuidos de acuerdo auna red bien definida. El principio básico consiste en ponderar el balance medido por el área del rango relativo del glaciar, según lasiguiente expresión:

    Bn = (1/S) [Σ(bn1S1 + bn2S2 + … + bnjSj)]

    donde Bn corresponde al balance específico del glaciar; S a su superficie total; bn1, bn2, bnj al balance ponderado por el área Sj dentro delos rangos de altura (j) generalmente de 20, 50 ó 100 metros, según la amplitud altimétrica del glaciar.

  • Revista Virtual REDESMA - octubre 2008 - Vol. 2(3)

    Centro Boliviano de Estudios Multidisciplinarios 1212 esta es una publicación de CEBEM

    una de acumulación. Dichos glaciares tienen unadinámica poco activa con una velocidad muy reduci-da.

    Por otro lado, los glaciares más grandes pueden tar-dar entre cinco y diez años en responder a cambiosdel entorno. Esto quiere decir que el movimiento delfrente de un glaciar durante un año determinado de-pende tanto del balance de masa en la zona de abla-ción durante ese mismo año, como del exceso o défi-cit acumulado en toda la superficie del glaciar duran-te los diez años anteriores. Esto explica porqué elanálisis decenal de las variaciones en el frente de unglaciar (análisis de datos registrados durante periodosde diez años) ofrece valiosa información sobre latendencia de la variación del clima.

    El balance de masa

    El balance de masa constituye la información básicamás importante para el estudio de los glaciares: Es elcambio de masa (medido como un volumen de aguaequivalente), ocurrido durante un periodo de tiempo,normalmente la duración del año hidrológico. El ba-lance de masa anual se denota bajo su forma específi-ca en mm w.e. a-1 (milímetros de agua equivalentepor año)

    Son dos las principales variables a medir: la acumu-lación neta y la ablación.

    1. La acumulación neta es la cantidad de nievey hielo acumulada a lo largo de un año hidro-lógico. Proporciona información acerca de lacantidad de precipitaciones sólidas recogidaspor el glaciar durante un año hidrológico.Esta variable se estima abriendo un pozo orealizando una perforación en el glaciar y mi-diendo el espesor y la densidad del hielo. Elresultado es un “perfil de densidad” que puedetomar la forma indicada en la Figura 1.En este caso, la primera capa basal (formadaantes de la temporada de acumulación 2002-2003) está a 130 cm de profundidad, lo queindica una acumulación neta posterior de unos530 mm de agua durante este ciclo. La segun-da, formada antes de la temporada de acumu-lación 2001-2002, está a 320 cm, lo que co-rresponde a una acumulación neta posterior deunos 870 mm de agua. Sin embargo, hay queconsiderar que una parte de la acumulaciónoriginal ha podido perderse por sublimación ofusión. El viento también ha podido removerla nieve, produciendo una redistribución enotras partes del glaciar.

    (Continúa en la página 14)

    Figura 1. Densidades medidas por perforación en el cuello norte del Coropuna (Perú)fuente: IRD-Great Ice, de acuerdo a una medición realizada en 2003 (Francou et al, 2004)

    ¿Cómo se mide el balance de masa?Varios métodos permiten estimar el balance de masa de un glaciar. Los más precisos requieren de un monitoreo en el terreno.

    1. Método directo mediante pozos y balizas en diversos puntos del glaciar

    El método más comúnmente utilizado mide directamente en el terreno el cambio de masa del glaciar. Esta medición se lleva a cabo apartir de la instalación de una red de estacas (llamadas “balizas”) en la mayor parte del glaciar. En la sección alta, donde generalmentela acumulación supera a la ablación, se excavan pozos o se hacen perforaciones en donde se mide directamente la cantidad de nieve ode hielo acumulada entre el inicio y el fin del año hidrológico. Posteriormente esta cantidad es convertida en su equivalente en agua.

    El procesamiento de datos se lleva a cabo a través de tres etapas. La primera corresponde a la división del glaciar en rangos de alturaque fluctúan generalmente entre 500 y 100 metros (aunque en glaciares pequeños, los rangos pueden ser de 25 metros). En la segundaetapa, se calculan los valores medios para cada rango. En el caso de que ninguna baliza haya sido instalada en un rango, los valoresdel balance son obtenidos por interpolación. Finalmente, el balance neto específico Bn es el valor de balance ponderado por su superfi-cie relativa utilizando la siguiente ecuación:

    Bn = Σ(Bi (si/S)

    donde Bi corresponde al balance de un rango de altura i, si a la superficie del rango de altura y S a la superficie total del glaciar.

    2. Métodos topográficos de terreno

    Este método consiste en realizar anualmente un levantamiento topográfico detallado del glaciar, con el objetivo de medir su superficie ycontorno. Con los resultados de dichas mediciones se construye un “Modelo Digital de Terreno” que permite comparar las últimas medi-ciones con aquellas de años anteriores y así calcular las pérdidas de área y volumen. Las pérdidas distribuidas sobre todo el glaciar yconvertidas en equivalente agua proporcionan el balance de masa por rango de altura. Finalmente, se confecciona un mapa calculandolas líneas de igual balance de masa.

    Es importante destacar que este método se adapta mejor a glaciares de tamaños pequeños o a aquellos en los cuales se efectúan me-didas una vez cada varios años.

    3. Método de restitución aerofotogramétrica

    La restitución aerofotogramétrica permite estimar los cambios de superficie y de volumen de hielo a través del análisis de pares este-reoscópicos compuestos por fotografías aéreas de fechas diferentes (generalmente varios años).

    Algunas imágenes satelitales permiten llevar a cabo este tipo de análisis (ASTER, SPOT, ALOS, por ejemplo). Sin embargo, el uso deeste método para el estudio de los glaciares de montaña ubicados en los Andes Centrales está limitado en muchos casos por ser toda-vía, en vertical, de más baja resolución que las fotografías aéreas.

    4. Método indirecto del balance hidrológico

    Este método establece una comparación anual entre la cantidad de hielo acumulado por las precipitaciones sólidas medidas o estima-das (P) y la ablación (evaporación y sublimación) medida o estimada (E). También se considera la fusión (R) medida directamente através de una estación limnigráfica ubicada sobre el torrente emisario a poca distancia del glaciar. Luego, una primera aproximación delbalance hidrológico (Bh) se obtiene aplicando la siguiente ecuación:

    Bh = P - R - E

    Sin tomar en cuenta la sublimación, pero considerando el promedio de las precipitaciones colectadas por los pluviómetros (P), la superfi-cie del glaciar (SG), el caudal de derretimiento (D), la superficie total de la cuenca donde se localiza (S) y el coeficiente de escurrimiento(ce), el balance hidrológico bh se puede obtener de la siguiente manera:

    bh = P - 1/SG [D - (S - SG) ce P]

    Cabe mencionar que estos diversos métodos para obtener el balance de masa deben ser llevados a cabo paralelamente para podervalidar y comparar los resultados.

    Glaciares: ¿cómo y dónde estudiarlos? [Bernard Francou, Bernard Pouyaud]

  • Revista Virtual REDESMA - octubre 2008 - Vol. 2(3)

    Centro Boliviano de Estudios Multidisciplinarios 1313 esta es una publicación de CEBEM

    una de acumulación. Dichos glaciares tienen unadinámica poco activa con una velocidad muy reduci-da.

    Por otro lado, los glaciares más grandes pueden tar-dar entre cinco y diez años en responder a cambiosdel entorno. Esto quiere decir que el movimiento delfrente de un glaciar durante un año determinado de-pende tanto del balance de masa en la zona de abla-ción durante ese mismo año, como del exceso o défi-cit acumulado en toda la superficie del glaciar duran-te los diez años anteriores. Esto explica porqué elanálisis decenal de las variaciones en el frente de unglaciar (análisis de datos registrados durante periodosde diez años) ofrece valiosa información sobre latendencia de la variación del clima.

    El balance de masa

    El balance de masa constituye la información básicamás importante para el estudio de los glaciares: Es elcambio de masa (medido como un volumen de aguaequivalente), ocurrido durante un periodo de tiempo,normalmente la duración del año hidrológico. El ba-lance de masa anual se denota bajo su forma específi-ca en mm w.e. a-1 (milímetros de agua equivalentepor año)

    Son dos las principales variables a medir: la acumu-lación neta y la ablación.

    1. La acumulación neta es la cantidad de nievey hielo acumulada a lo largo de un año hidro-lógico. Proporciona información acerca de lacantidad de precipitaciones sólidas recogidaspor el glaciar durante un año hidrológico.Esta variable se estima abriendo un pozo orealizando una perforación en el glaciar y mi-diendo el espesor y la densidad del hielo. Elresultado es un “perfil de densidad” que puedetomar la forma indicada en la Figura 1.En este caso, la primera capa basal (formadaantes de la temporada de acumulación 2002-2003) está a 130 cm de profundidad, lo queindica una acumulación neta posterior de unos530 mm de agua durante este ciclo. La segun-da, formada antes de la temporada de acumu-lación 2001-2002, está a 320 cm, lo que co-rresponde a una acumulación neta posterior deunos 870 mm de agua. Sin embargo, hay queconsiderar que una parte de la acumulaciónoriginal ha podido perderse por sublimación ofusión. El viento también ha podido removerla nieve, produciendo una redistribución enotras partes del glaciar.

    (Continúa en la página 14)

    Figura 1. Densidades medidas por perforación en el cuello norte del Coropuna (Perú)fuente: IRD-Great Ice, de acuerdo a una medición realizada en 2003 (Francou et al, 2004)

    ¿Cómo se mide el balance de masa?Varios métodos permiten estimar el balance de masa de un glaciar. Los más precisos requieren de un monitoreo en el terreno.

    1. Método directo mediante pozos y balizas en diversos puntos del glaciar

    El método más comúnmente utilizado mide directamente en el terreno el cambio de masa del glaciar. Esta medición se lleva a cabo apartir de la instalación de una red de estacas (llamadas “balizas”) en la mayor parte del glaciar. En la sección alta, donde generalmentela acumulación supera a la ablación, se excavan pozos o se hacen perforaciones en donde se mide directamente la cantidad de nieve ode hielo acumulada entre el inicio y el fin del año hidrológico. Posteriormente esta cantidad es convertida en su equivalente en agua.

    El procesamiento de datos se lleva a cabo a través de tres etapas. La primera corresponde a la división del glaciar en rangos de alturaque fluctúan generalmente entre 500 y 100 metros (aunque en glaciares pequeños, los rangos pueden ser de 25 metros). En la segundaetapa, se calculan los valores medios para cada rango. En el caso de que ninguna baliza haya sido instalada en un rango, los valoresdel balance son obtenidos por interpolación. Finalmente, el balance neto específico Bn es el valor de balance ponderado por su superfi-cie relativa utilizando la siguiente ecuación:

    Bn = Σ(Bi (si/S)

    donde Bi corresponde al balance de un rango de altura i, si a la superficie del rango de altura y S a la superficie total del glaciar.

    2. Métodos topográficos de terreno

    Este método consiste en realizar anualmente un levantamiento topográfico detallado del glaciar, con el objetivo de medir su superficie ycontorno. Con los resultados de dichas mediciones se construye un “Modelo Digital de Terreno” que permite comparar las últimas medi-ciones con aquellas de años anteriores y así calcular las pérdidas de área y volumen. Las pérdidas distribuidas sobre todo el glaciar yconvertidas en equivalente agua proporcionan el balance de masa por rango de altura. Finalmente, se confecciona un mapa calculandolas líneas de igual balance de masa.

    Es importante destacar que este método se adapta mejor a glaciares de tamaños pequeños o a aquellos en los cuales se efectúan me-didas una vez cada varios años.

    3. Método de restitución aerofotogramétrica

    La restitución aerofotogramétrica permite estimar los cambios de superficie y de volumen de hielo a través del análisis de pares este-reoscópicos compuestos por fotografías aéreas de fechas diferentes (generalmente varios años).

    Algunas imágenes satelitales permiten llevar a cabo este tipo de análisis (ASTER, SPOT, ALOS, por ejemplo). Sin embargo, el uso deeste método para el estudio de los glaciares de montaña ubicados en los Andes Centrales está limitado en muchos casos por ser toda-vía, en vertical, de más baja resolución que las fotografías aéreas.

    4. Método indirecto del balance hidrológico

    Este método establece una comparación anual entre la cantidad de hielo acumulado por las precipitaciones sólidas medidas o estima-das (P) y la ablación (evaporación y sublimación) medida o estimada (E). También se considera la fusión (R) medida directamente através de una estación limnigráfica ubicada sobre el torrente emisario a poca distancia del glaciar. Luego, una primera aproximación delbalance hidrológico (Bh) se obtiene aplicando la siguiente ecuación:

    Bh = P - R - E

    Sin tomar en cuenta la sublimación, pero considerando el promedio de las precipitaciones colectadas por los pluviómetros (P), la superfi-cie del glaciar (SG), el caudal de derretimiento (D), la superficie total de la cuenca donde se localiza (S) y el coeficiente de escurrimiento(ce), el balance hidrológico bh se puede obtener de la siguiente manera:

    bh = P - 1/SG [D - (S - SG) ce P]

    Cabe mencionar que estos diversos métodos para obtener el balance de masa deben ser llevados a cabo paralelamente para podervalidar y comparar los resultados.

    Glaciares: ¿cómo y dónde estudiarlos? [Bernard Francou, Bernard Pouyaud]

  • Revista Virtual REDESMA - octubre 2008 - Vol. 2(3)

    Centro Boliviano de Estudios Multidisciplinarios 1414 esta es una publicación de CEBEM

    El sistema de observación de glaciares en losAndes Centrales

    A pesar de que varios tipos de observaciones de gla-ciares en los Andes Centrales se llevaron a cabo conanterioridad, recién a principios de la década de losnoventa se empezó a desarrollar una red integrada demonitoreo en el área andina.

    Este sistema se desarrolló en varias etapas. Empezóen 1991 en Bolivia, con la observación de los glacia-res Zongo y Chacaltaya; y continuó en 1994 en elEcuador, con la observación de los glaciares Antiza-

    na 15α y Carihuairazo. Se extendió finalmente alPerú en los años 1998-2000, que ya tenía informacio-nes sobre varios glaciares, en particular en la Cordi-llera Blanca.

    En el Mapa 1 se presenta la ubicación de los glacia-res más monitoreados de los Andes Centrales en laactualidad. Otros glaciares que también son monito-reados permanentemente son los de los nevados San-ta Isabel (Parque Los Nevados, Colombia) y Cajap(Cordillera Blanca, Perú).

    2. La ablación es el resultado directo del balanceenergético a la superficie del glaciar (la sumade fusión y sublimación). Se mide entre meseso años a partir de balizas repartidas sobre lazona de medición.

    En el Recuadro “¿Cómo se mide el balance de ma-sa?” se muestran los diversos métodos empleadospara medir el balance de masa en un punto, tomandoen cuenta las diferentes densidades de nieve y hielo.

    Racoviteanu et al (2007) estudiaron el área de glacia-ción del nevado Coropuna (6,420 msnm) utilizandosensores espaciales. Este nevado está ubicado en laCordillera Ampato, en el sur del Perú. Los resultadosfueron que el área de glaciación, que se estimaba en82.6 km2 en 1962, se había reducido a 60.8 km2 enoctubre de 2000.

    La ablación como producto del balance deenergía

    Las mediciones meteorológicas en la superficie delos glaciares permiten calcular el balance de energíaentre el glaciar y la atmósfera, y así comprender có-mo el glaciar responde físicamente a las variablesmeteorológicas. El cálculo del balance de energía se

    (Viene de la página 12) realiza mediante una estimación de los flujos energé-ticos (radiativos, conductivos y turbulentos) entre elglaciar y la atmósfera. Para este fin, el IRD ha des-arrollado un tipo de estación meteorológica llamadaSAMA (Station Automatique Météorologiqued’Altitude), la cual se aprecia en la Figura 2.

    Balance hidrológico en cuencas glaciares

    Una cuenca vertiente es el espacio geográfico sobreel cual se analiza el balance hidrológico. Dos elemen-tos diferencian las cuencas que poseen una superficieglaciar significativa de aquellas que no las poseen:

    1. Como las superficies glaciares y no glaciarestienen comportamientos hidrológicos extrema-damente distintos, los procesos y regímeneshidrológicos en ambos tipos de cuencas sontambién muy diferentes.

    2. Las dinámicas hidrológicas y glaciológicasocurren simultáneamente, pero en diferentesperiodos de tiempo.

    Cabe señalar que el balance hidrológico de una cuen-ca con un fuerte componente glaciar se analiza enperiodos de tiempo relativamente largos, que vandesde mensual a interanual.

    Figura 2. Vistas de una estación SAMA

    Balance hidrológicoLa ecuación del balance hidrológico para una cuenca vertiente en un periodo de tiempo determinado resulta ser la traducción de laecuación de conservación:

    P + V = D + E + (V + ΔV)

    Donde P son las precipitaciones líquidas y sólidas; V el almacenamiento de agua (agua de superficie, subterránea, humedad del suelo,nieve, hielo, etc.); D el escurrimiento que sale de la cuenca (superficial y subterráneo); E la evaporación (incluye la sublimación de lanieve y hielo y la evapotranspiración de la cobertura vegetal); y V + ΔV los estados de almacenamiento al final del paso de tiempo delbalance. Cabe mencionar que los componentes del balance hídrico se expresan usualmente en volúmenes (m3) o en altura de agua(mm), si los relacionamos con la superficie S de la cuenca.

    Esta ecuación nos dice que la diferencia entre la cantidad de agua entrante y saliente de una cuenca durante un periodo determinado esigual a la variación del volumen (ΔV) de agua almacenada por el sistema durante dicho periodo:

    ΔV = P - E - D

    La diferencia (P - D) es también llamada déficit de escurrimiento. En el caso de una cuenca hidrológica sencilla, relativamente imper-meable, sin glaciares ni aguas subterráneas, podemos considerar que ΔV es cero. En este caso, la ecuación se convertiría en E = P - D,lo que quiere decir que para este tipo de cuencas el déficit es más o menos equivalente a la evaporación de la cuenca (incluyendo subli-mación y evapotranspiración) y que las variaciones del almacenamiento son mínimas.

    Para que esta formulación pueda aplicarse a las cuencas con superficie glaciar considerable, la acumulación debería ser igual, en pro-medio, que la ablación ocurrida por deshielo y sublimación. Sin embargo, en un contexto de cambio climático, la cantidad de agua alma-cenada en los glaciares que es restituida a la cuenca es mucho mayor que la que se acumula por precipitación. En este caso, ΔV ya nosería despreciable y corresponde al volumen de derretimiento F correspondiente al volumen de hielo perdido o ganado por el glaciar:

    F = P - E - D

    Lamentablemente, no es posible medir con exactitud ni el nivel de precipitaciones (P) ni el de evaporación (E). Estas variables son esti-madas para un periodo determinado como la cantidad de nieve y de hielo acumulada (P - E) en la zona de acumulación o desaparecidaen la zona de ablación (P - E - F).

    La comparación de P - E, con D es muy instructiva:

    Si P - E > D, eso quiere decir que los glaciares aumentan en volumen y avanzan.

    Si P - E < D, eso traduce en lo contrario a desglaciación y retroceso de los glaciares.

    Glaciares: ¿cómo y dónde estudiarlos? [Bernard Francou, Bernard Pouyaud]

  • Revista Virtual REDESMA - octubre 2008 - Vol. 2(3)

    Centro Boliviano de Estudios Multidisciplinarios 1515 esta es una publicación de CEBEM

    El sistema de observación de glaciares en losAndes Centrales

    A pesar de que varios tipos de observaciones de gla-ciares en los Andes Centrales se llevaron a cabo conanterioridad, recién a principios de la década de losnoventa se empezó a desarrollar una red integrada demonitoreo en el área andina.

    Este sistema se desarrolló en varias etapas. Empezóen 1991 en Bolivia, con la observación de los glacia-res Zongo y Chacaltaya; y continuó en 1994 en elEcuador, con la observación de los glaciares Antiza-

    na 15α y Carihuairazo. Se extendió finalmente alPerú en los años 1998-2000, que ya tenía informacio-nes sobre varios glaciares, en particular en la Cordi-llera Blanca.

    En el Mapa 1 se presenta la ubicación de los glacia-res más monitoreados de los Andes Centrales en laactualidad. Otros glaciares que también son monito-reados permanentemente son los de los nevados San-ta Isabel (Parque Los Nevados, Colombia) y Cajap(Cordillera Blanca, Perú).

    2. La ablación es el resultado directo del balanceenergético a la superficie del glaciar (la sumade fusión y sublimación). Se mide entre meseso años a partir de balizas repartidas sobre lazona de medición.

    En el Recuadro “¿Cómo se mide el balance de ma-sa?” se muestran los diversos métodos empleadospara medir el balance de masa en un punto, tomandoen cuenta las diferentes densidades de nieve y hielo.

    Racoviteanu et al (2007) estudiaron el área de glacia-ción del nevado Coropuna (6,420 msnm) utilizandosensores espaciales. Este nevado está ubicado en laCordillera Ampato, en el sur del Perú. Los resultadosfueron que el área de glaciación, que se estimaba en82.6 km2 en 1962, se había reducido a 60.8 km2 enoctubre de 2000.

    La ablación como producto del balance deenergía

    Las mediciones meteorológicas en la superficie delos glaciares permiten calcular el balance de energíaentre el glaciar y la atmósfera, y así comprender có-mo el glaciar responde físicamente a las variablesmeteorológicas. El cálculo del balance de energía se

    (Viene de la página 12) realiza mediante una estimación de los flujos energé-ticos (radiativos, conductivos y turbulentos) entre elglaciar y la atmósfera. Para este fin, el IRD ha des-arrollado un tipo de estación meteorológica llamadaSAMA (Station Automatique Météorologiqued’Altitude), la cual se aprecia en la Figura 2.

    Balance hidrológico en cuencas glaciares

    Una cuenca vertiente es el espacio geográfico sobreel cual se analiza el balance hidrológico. Dos elemen-tos diferencian las cuencas que poseen una superficieglaciar significativa de aquellas que no las poseen:

    1. Como las superficies glaciares y no glaciarestienen comportamientos hidrológicos extrema-damente distintos, los procesos y regímeneshidrológicos en ambos tipos de cuencas sontambién muy diferentes.

    2. Las dinámicas hidrológicas y glaciológicasocurren simultáneamente, pero en diferentesperiodos de tiempo.

    Cabe señalar que el balance hidrológico de una cuen-ca con un fuerte componente glaciar se analiza enperiodos de tiempo relativamente largos, que vandesde mensual a interanual.

    Figura 2. Vistas de una estación SAMA

    Balance hidrológicoLa ecuación del balance hidrológico para una cuenca vertiente en un periodo de tiempo determinado resulta ser la traducción de laecuación de conservación:

    P + V = D + E + (V + ΔV)

    Donde P son las precipitaciones líquidas y sólidas; V el almacenamiento de agua (agua de superficie, subterránea, humedad del suelo,nieve, hielo, etc.); D el escurrimiento que sale de la cuenca (superficial y subterráneo); E la evaporación (incluye la sublimación de lanieve y hielo y la evapotranspiración de la cobertura vegetal); y V + ΔV los estados de almacenamiento al final del paso de tiempo delbalance. Cabe mencionar que los componentes del balance hídrico se expresan usualmente en volúmenes (m3) o en altura de agua(mm), si los relacionamos con la superficie S de la cuenca.

    Esta ecuación nos dice que la diferencia entre la cantidad de agua entrante y saliente de una cuenca durante un periodo determinado esigual a la variación del volumen (ΔV) de agua almacenada por el sistema durante dicho periodo:

    ΔV = P - E - D

    La diferencia (P - D) es también llamada déficit de escurrimiento. En el caso de una cuenca hidrológica sencilla, relativamente imper-meable, sin glaciares ni aguas subterráneas, podemos considerar que ΔV es cero. En este caso, la ecuación se convertiría en E = P - D,lo que quiere decir que para este tipo de cuencas el déficit es más o menos equivalente a la evaporación de la cuenca (incluyendo subli-mación y evapotranspiración) y que las variaciones del almacenamiento son mínimas.

    Para que esta formulación pueda aplicarse a las cuencas con superficie glaciar considerable, la acumulación debería ser igual, en pro-medio, que la ablación ocurrida por deshielo y sublimación. Sin embargo, en un contexto de cambio climático, la cantidad de agua alma-cenada en los glaciares que es restituida a la cuenca es mucho mayor que la que se acumula por precipitación. En este caso, ΔV ya nosería despreciable y corresponde al volumen de derretimiento F correspondiente al volumen de hielo perdido o ganado por el glaciar:

    F = P - E - D

    Lamentablemente, no es posible medir con exactitud ni el nivel de precipitaciones (P) ni el de evaporación (E). Estas variables son esti-madas para un periodo determinado como la cantidad de nieve y de hielo acumulada (P - E) en la zona de acumulación o desaparecidaen la zona de ablación (P - E - F).

    La comparación de P - E, con D es muy instructiva:

    Si P - E > D, eso quiere decir que los glaciares aumentan en volumen y avanzan.

    Si P - E < D, eso traduce en lo contrario a desglaciación y retroceso de los glaciares.

    Glaciares: ¿cómo y dónde estudiarlos? [Bernard Francou, Bernard Pouyaud]

  • Revista Virtual REDESMA - octubre 2008 - Vol. 2(3)

    Centro Boliviano de Estudios Multidisciplinarios 1616 esta es una publicación de CEBEM

    En la Tabla 1 se precisan los glaciares sobre los cua-les se realizan mediciones periódica y permanente-mente. Nótese que las series de datos completos más

    largas provienen de Bolivia (Zongo y Chacaltaya,desde 1991); seguidos por las del Antizana 15α, des-de 1994. El monitoreo de los demás glaciares se ini-

    Mapa 1. Glaciares monitoreados en los Andes Centrales con el apoyo de IRDLos triángulos negros corresponden a nevados donde el IRD participó en la extracción de testigos de hielo por perforaciones profundas

    ció después del año 2000, aunque ya se habían hechomediciones parciales de algunos glaciares de la Cor-dillera Blanca.

    Cabe mencionar que la red de monitoreo de estosglaciares forma parte de una red de observación másextensa. En la Tabla 2 se puede observar la lista de

    los glaciares monitoreados actualmente en los Andesy México por diversas instituciones que en el año2004 decidieron formar un grupo de interés científicoy técnico, con apoyo del programa hidrológico de laUNESCO y otras instituciones.

    Tabla 1. Glaciares del área andina monitoreados permanentemente y métodos utilizadosTabla 2. Glaciares monitoreados en los Andes y México

    fuente: Grupo de Trabajo en Nieves y Hielos (GTNH)

    Glaciares: ¿cómo y dónde estudiarlos? [Bernard Francou, Bernard Pouyaud]

  • Revista Virtual REDESMA - octubre 2008 - Vol. 2(3)

    Centro Boliviano de Estudios Multidisciplinarios 1717 esta es una publicación de CEBEM

    En la Tabla 1 se precisan los glaciares sobre los cua-les se realizan mediciones periódica y permanente-mente. Nótese que las series de datos completos más

    largas provienen de Bolivia (Zongo y Chacaltaya,desde 1991); seguidos por las del Antizana 15α, des-de 1994. El monitoreo de los demás glaciares se ini-

    Mapa 1. Glaciares monitoreados en los Andes Centrales con el apoyo de IRDLos triángulos negros corresponden a nevados donde el IRD participó en la extracción de testigos de hielo por perforaciones profundas

    ció después del año 2000, aunque ya se habían hechomediciones parciales de algunos glaciares de la Cor-dillera Blanca.

    Cabe mencionar que la red de monitoreo de estosglaciares forma parte de una red de observación másextensa. En la Tabla 2 se puede observar la lista de

    los glaciares monitoreados actualmente en los Andesy México por diversas instituciones que en el año2004 decidieron formar un grupo de interés científicoy técnico, con apoyo del programa hidrológico de laUNESCO y otras instituciones.

    Tabla 1. Glaciares del área andina monitoreados permanentemente y métodos utilizadosTabla 2. Glaciares monitoreados en los Andes y México

    fuente: Grupo de Trabajo en Nieves y Hielos (GTNH)

    Glaciares: ¿cómo y dónde estudiarlos? [Bernard Francou, Bernard Pouyaud]

  • InWent

    El presente documento, es producto de la reflexión efectuada durante el evento realizado en Quito, Ecuador (Oct/ 2006) sobre“Cambio Climático y Retroceso de Glaciares en América Latina: Consecuencias para los Recursos Hídricos”, organizado porInWent y el Ministerio Federal de Cooperación y Desarrollo de Alemania.

    Cambio Climático y retrocesode los glaciares en lazona Andina:Consecuencias para la Gestiónde los Recursos Hídricos

  • Revista Virtual REDESMAoctubre 2008Vol. 2(3)

    InWent

    El presente documento, es producto de la reflexión efectuada durante el evento realizado en Quito, Ecuador (Oct/ 2006) sobre“Cambio Climático y Retroceso de Glaciares en América Latina: Consecuencias para los Recursos Hídricos”, organizado porInWent y el Ministerio Federal de Cooperación y Desarrollo de Alemania.

    Cambio Climático y retrocesode los glaciares en lazona Andina:Consecuencias para la Gestiónde los Recursos Hídricos

  • Revista Virtual REDESMA - octubre 2008 - Vol. 2(3)

    Centro Boliviano de Estudios Multidisciplinarios 2020 esta es una publicación de CEBEM

    Cambio Climático y retroceso de los glaciares en la zona Andina [InWent]

    Los glaciares y especialmente los tropicales, son ex-celentes indicadores de la evolución del clima; sonecosistemas vulnerables y constituyen las reservassólidas de agua dulce. Este recurso hídrico es utiliza-do en el consumo, agricultura, hidroelectricidad, acti-vidad minera y proyectos agroindustriales, juega unrol importante en el desarrollo socioeconómico de laspoblaciones y una reducción en su disponibilidadgenerará una crisis en los suministros y calidad.

    El aumento temporal del caudal provocada por eldeshielo podría, en algunas situaciones, podría, si seadopta mecanismos adecuados, permitir el crecimien-to de la superficie agrícola. Situación seductora desdeluego, porque para muchos otros sistemas naturaleslos efectos negativos son devastadores, con riesgosde inundaciones, sobre todo si la temperatura superaciertos valores, aumentará la sequía y la desertiza-ción.

    En síntesis, los glaciares de la zona andina, desempe-ñan un papel clave en el sistema hidrológico; juntocon los páramos tienen la función de amortiguadoresque contribuyen a mitigar fluctuaciones naturales,estacionales y otras por ejemplo, debido al fenómenode El Niño.

    Impactos económicos

    Los glaciares andinos tienen una gran importanciaeconómica. Sus aguas de deshielo suministran aguapotable a las principales capitales y ciudades andinasy generan energía hidroeléctrica para las regionesurbanas y rurales. En el mismo sentido, es muy signi-ficativo el riesgo de la parte del Pacífico, especial-mente la zona árida, donde se encuentran grandescentro agro industriales. La particularidad e impor-tancia de los glaciares para gran parte e los habitantese la región andina es de ser los gigantescos reservo-rios de agua que definen la variabilidad climática dela zona y las actividades.

    Las comunidades que dependen de los suministros deagua provenientes de los glaciares, están en estrecharelación con las actividades económicas y las necesi-

    dades vitales de la población. La disminución se re-flejará en la reducción energética de las plantashidroeléctricas, así como la reducción en la disponi-bilidad de agua para actividades agrícolas y el consu-mo humano.

    La disminución de los recursos hídricos elevarán loscostos en la captación y el tratamiento del agua, ele-vando la tarifa de consumo y disminuyendo las posi-bilidades de ampliar la cobertura a otras regionesmarginales. Un encarecimiento de los servicios afec-ta el alcance de las capas más pobres de la sociedad yesta tendencia a futuro podría volver el recurso máscostoso que el combustible.

    El mundo empresarial, luego de conocer las conclu-siones del Panel Intergubernamental sobre CambioClimático de Naciones Unidas en 2006, viene estu-diando los nuevos retos y oportunidades que se pre-sentan, en particular frente al desafío socioeconómicoque enfrentan nuestros países. Este sector no esperasorpresas y elevarán los precios de sus productosantes que suban las temperaturas y desaparezcan losglaciares.

    La poca disponibilidad de agua para la producciónagraria afectará el nivel de producción, especialmenteaquella que requiere flujo constante de agua talescomo los cultivos agroindustriales y hortalizas deconsumo cotidiano. Esta situación obligará a recurrira la explotación de aguas subterráneas, o al uso denuevas tecnologías y cambio en los patrones de culti-vo. Todas estas nuevas actividades están relacionadascon la capacidad económica y tecnológica, y tambiénse manifestarán en los costos de producción y la ofer-ta.

    Diferentes culturas andinas en zonas altas han mane-jado los ecosistemas de forma sostenible; allí, el défi-cit hídrico ocasionaría la ampliación altitudinal de lafrontera agrícola (agricultura extensiva y pastoreo) yla conversión de humedales a usos agrícolas; imposi-ción de esquemas de desarrollo agr