porque la ropa de quirÓfano es verde
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PORQUE LA ROPA DE QUIRÓFANO ES VERDE
Las enfermeras siempre han llevado uniforme
blanco, pues este color es símbolo de pureza y,
además, es práctico para todo lo referente a la
higiene, ya que delata rápidamente cualquier
suciedad.
Los cirujanos también adoptaron el color blanco en la práctica médica hasta el año
1941, cuando un médico, que la historia guarda en el anonimato, decidió que el
contraste de la sangre con el blanco del uniforme era bastante repulsivo y
demasiado gráfico, sin que existiera un motivo que lo justificara.
Para reemplazar el albo color de su ropa de trabajo, eligió el verde que
neutralizaba el brillo y el contraste de la sangre roja. Si la medicina occidental
puede simbolizarse con un color, ese es el verde azulado de los pijamas de
cirujanos y de tantos otros productos de uso médico. Tanto es así que a este color
que inunda las salas de operaciones y recuerda a las hojas de las espinacas se le
llama “verde quirófano”.
El verde quirófano apenas tiene un siglo de existencia. Se introdujo en el “teatro
de operaciones” en 1914, en un hospital de San Francisco, según documenta
David Pantalony en un artículo publicado en el Canadian Medical
AssociationJournal (CMAJ). El cirujano Harry Sherman, molesto por el exceso de
brillos en el campo quirúrgico que impedían discriminar los detalles anatómicos,
pensó que la solución a sus problemas de visión sería cambiar el tradicional
blanco por otro color menos fatigoso. Y, recurriendo a la teoría del color, desarrolló
e implantó en el quirófano un color “verde espinaca” complementario del rojo de la
hemoglobina. Sus ojos lo agradecieron y otros cirujanos siguieron su ejemplo en
las décadas siguientes. Lo cierto es que el color verde azulado, por ser
complementario del rojo, significa un descanso perfecto para los ojos del cirujano
fijos durante horas en un campo quirúrgico ensangrentado. El cerebro del cirujano
acaba fatigado de percibir el rojo de la sangre y pierde poder de discriminación de
los matices rojizos. Además, un ojo harto de rojos puede “inventarse” verdes
inexistentes cuando se posa en un blanco. Sin embargo, posar la vista de vez en
cuando en el verde de uniformes, paños y paredes refresca el cerebro y ayuda a
mantener una buena percepción. Pantalony, que además de profesor de Historia
en la Universidad de Ottawa (Canadá) es el director del CanadaScience and
TechnologyMuseum, aduce también la influencia de ciertas consultorías
estadounidenses empeñadas en “poner color en el trabajo” y de la llamada
“terapia del color”. Cada color tiene ciertos efectos psicológicos, y el verde parece
promover la calma y la serenidad, dos estados que son sin duda apreciados por
médicos y pacientes.
La elección del verde quirófano no es pues azarosa en la medida en que este es el
color complementario del rojo de la sangre. Tampoco lo fue la omnipresencia del
blanco, el color de la higiene. Estos dos colores han monopolizado la medicina del
siglo XX, pero quizá las cosas estén cambiando. Los verdes se deslizan al azul y
los blancos se despliegan cada vez más en un arco iris que rompe la monotonía y
el aburrimiento en los hospitales. Si la vida es multicolor, bien podría ser este el
verdadero color de la salud.
TEMPERATURA NORMAL DE QUIRÓFANO
Hay evidencia que sugiere la utilización de medidas alternativas de
calentamiento activo para mantener la temperatura corporal: el control de la
temperatura ambiente, la administración de líquidos intravenosos calientes, el
calentamiento de la superficie con aire caliente, compresas de gel calientes,
calor radiante, mantas calientes o colchones de agua circulante. La elección de
la modalidad se hará de forma individualizada por el anestesiólogo en base a
las características del paciente y del procedimiento quirúrgico.
Un medio eficaz de mantener la normotermiaperioperatoria es la prevención
mediante el precalentamiento.
El conseguir una temperatura en el postoperatorio inmediato superior a 36 °
C es un objetivo importante, beneficioso, y realista para los pacientes
sometidos a anestesia general que dura más de 60 minutos.
La temperatura central es la mejor herramienta de medición. La medición
de la temperatura oral se recomienda como mejor método cuando
termometría central no es posible.
En la fase intraoperatoria, todos los pacientes deben tener una exposición
cutánea limitada, medidas pasivas de calentamiento, y la temperatura
ambiente del quirófano se ha de mantener entre 20 ° y 25 °
Si el procedimiento se prevé que sea de duración menor de 30 minutos y/o
el paciente está en riesgo de hipotermia o de sus complicaciones, debería
ser implementada la medida de calentamiento activo mediante aire.
Hay buena evidencia de que un aumento de la temperatura del quirófano
protege a los pacientes de la hipotermia, tanto durante la operación como
durante su ingreso en la unidad de cuidados intensivos.
Hay débil evidencia que muestra temperaturas centrales significativamente
más altas durante la intervención en pacientes sometidos a cirugía en un
quirófano más cálido (21 ° C a 24 ° C) en comparación con un entorno más
frío (18 ° C a 21 ° C).
Hay evidencia aceptable para demostrar que el efecto de la temperatura del
quirófano tiene más efecto en procedimientos con anestesia general
cuando se compara con la anestesia regional.
Temperatura y humedad
La temperatura del quirófano debe ser de 18º a 21º, aunque se necesitan
temperaturas mayores durante la cirugía pediátrica y en pacientes
quemados. La humedad suele mantenerse entre 50 y 60%. La humedad
superior produce condensación mientras que la humedad menor favorece la
electricidad estática.
Ventilación: El objetivo que se pretende alcanzar con la ventilación de los
quirófanos es la disminución en la concentración de partículas y bacterias.
¿QUE DICE LAS LEYES EN EL ECUADOR?
En el Ecuador, se da un promedio de 121,2
denuncias de malas prácticas médicas cada año, las
que han causado la muerte, invalidez o trauma de
los pacientes. No obstante, esto no ha sido
suficiente para que los legisladores tipifiquen estos
casos en el Código Penal, por lo que los galenos,
enfermeras, tecnólogos médicos, anestesistas, laboratoristas, etc., están libres de
culpa y sanción. En la Comisión de Salud de la Asamblea Nacional, no hay ningún
proyecto de ley al respecto. El Ministerio de Salud Pública (MSP), ente rector de
las políticas sanitarias del país, tampoco ha abierto el debate para aportar a la
tipificación. Diversas federaciones y colegios médicos dicen que están dispuestos
a aportar con una propuesta de ley sobre la responsabilidad profesional, pero que
sea amplia y no solo sancionadora. Las malas prácticas, errores y negligencias
médicas aumentan cada año en el Ecuador, lo que deja muertos, incapacitados y
traumas, sin que exista legislación que lo sancione.
Según estadísticas de la Fiscalía, en 2007 se denunciaron en el país 89 casos de
homicidio inintencional, delitos contra la salud pública por imprudencia, negligencia
o impericia, y la prescripción o suministro de medicinas que comprometen la salud
o causan la muerte. En 2008, se denunciaron 147 casos; en 2009, 112; en 2010,
166, y de enero a marzo de 2011, hubo 92 denuncias.
Eso significa que de 2007 a marzo de 2011, se han receptado 606 denuncias,
equivalente a 121,2 por año. Guayas es donde más se denuncia (ver gráfico
página 11).
Sin embargo, las denuncias no han pasado de eso, pues los galenos y demás
implicados no han recibido sanción por la falta de tipificación en el Código Penal.
Daniela Camacho, de la Fiscalía de Pichincha, dijo que los asambleístas no
regularon la mala práctica médica, por lo que no se puede juzgar la negligencia.
En la Comisión de Salud de la Asamblea, se admite que no hay ni siquiera un
proyecto de ley en análisis.
Solo para los casos de homicidio inintencional, es decir, cuando el paciente ha
muerto, hay sanción: multa de $8 a $77 y prisión de seis meses a cinco años.
De nada sirvió que Andrea Saá advierta que era alérgica
El 28 de mayo de 2009, Andrea Monserrat Saá Toro, de 36 años, acudió al
servicio de Alergología del Hospital de las FFAA de Quito. Tenía un eritema
multiforme y estomatitis. Llegó a las 11:50 junto a su esposo, el coronel de la
Fuerza Aérea (FAE) Hugo Lanas Vasco, de 48 años.
La doctora Mercedes Morales, según Lanas, no quiso atenderlos. Su argumento
fue que no había espacio para internar a otro paciente. Esto causó el reclamo del
oficial y, ante su insistencia, se la atendió y le asignaron la habitación 47 del piso
12.
Lanas alertó a Morales y en enfermería que su esposa era alérgica a mariscos,
lácteos, huevos y colorantes, y al medicamento levotiroxina. Pese a ello, le
sirvieron queso, leche, huevos, etc., que ella no comió. Esto obligó al oficial a
insistir en los problemas alérgicos de su esposa.
El 30 de mayo, cuando Lanas regresó al hospital luego de ver a sus hijos, su
esposa le contó que creía que le dieron pescado en el almuerzo y que lo probó
porque parecía pollo. Le dijo también que se sentía mal desde las 12:35, pero no
recibió atención hasta las 14:10, luego de que Lanas insistió.
Según la denuncia entablada en la Fiscalía, Andrea Merizalde, médico residente,
es quien acudió a la habitación de Saá y pidió a Lanas salir del cuarto.
Según la versión de Merizalde ante la Fiscalía, Morales ordenó poner adrenalina a
la paciente y fue la enfermera Ximena Cueva quien cumplió esa disposición. A
través del suero, le suministraron 10 cc de adrenalina racenica directo a la vena,
pese a que ese medicamento solo se debe poner vía inhalatoria. En 30 segundos,
la paciente murió.
En la denuncia interpuesta en la Fiscalía, consta que el hospital no quiso dar
información sobre lo sucedido, pero por orden del jefe de la FAE, Leonardo
Barreiro, y por pedido legal, se entregó la historia clínica.
Lanas las denunció por homicidio simple y, en primera instancia, ganó. No
obstante, Merizalde y Cueva fueron sentenciadas pero por homicidio
preterintencional a cuatro años de cárcel por el Tribunal Quinto Penal de
Pichincha. Los abogados apelaron y el caso pasó a la Segunda Sala Penal de la
Corte de Pichincha, donde en abril pasado, se declaró la nulidad de la sentencia y
se devolvió el proceso al Tribunal Quinto.
Cirugía ambulatoria lo tuvo 5 meses al borde de la muerte
El 23 de enero de 2011, Miguel Silva Torres, de 32 años, casado y padre de
familia, acudió a la Clínica Hermano Miguel, ubicada en las avenidas Michelena y
Mariscal Sucre, sur de Quito.
Según la evaluación médica, sufría de problemas al respirar por "un desvío
septopiramidal de tabique, con antecedente de trauma contuso nasal de hace 10
años, por lo que presentaba episodios de rinitis, sinusitis, por problemas de desvío
septal hacia la derecha".
La doctora María Augusta Flores le dijo que la cirugía costaría $1 300, que sería
ambulatoria y de pronta recuperación.
La operación se realizó a las 06:00 del 24 de enero y tras salir del quirófano, fue
remitido a una habitación. Las horas pasaron y Silva sangraba y no podía mover la
pierna derecha. En la clínica, le dijeron que eso era normal y que ya podía irse a
casa. No obstante, por pedido de los parientes, permaneció internado esa noche.
El 25 de enero le dieron de alta, pese a que cada vez su rostro se inflamaba más e
iba perdiendo facultades físicas. Su familia, casi cargándolo, se lo llevó.
Al verlo mal, lo condujeron al día siguiente a la Clínica Pichincha. Por medio de
exámenes, determinaron que, a causa de la cirugía, se le había formado un
aneurisma que impedía a una de las arterias irrigar sangre al cerebro, lo cual
explicaba por qué perdió el movimiento de la pierna, el olfato, el estado anímico…
Tenía, además, afectada la base del techo del cráneo. Los médicos dijeron que
harían lo posible por salvarle, antes de que se produzca una embolia cerebral.
En una primera operación, el 3 de febrero, corrigieron el aneurisma. El 27 de abril
le reconstruyeron la base del techo del cráneo y le colocaron titanio y malla para
corregir el daño.
Silva ha recuperado el movimiento en la pierna, no así la fuerza. Perdió el olfato y
eso difícilmente lo recuperará. En su cabeza, de izquierda a derecha, conserva
una gran cicatriz que ahora se está cubriendo con el cabello que le está creciendo.
Iniciará acciones legales contra Flores, quien se limitó a decir que le apenaba lo
sucedido y que su intención no era causar daño. Hasta tanto, Silva tiene que tratar
de cubrir las deudas dejadas por la mala práctica médica, pues para salvar su
vida, sus familiares se endeudaron en unos $35 mil.
CARRERA DE ENFERMERÍA
MISIÓN:Formar profesionales con excelencia que aportan a la solución de problemas de
salud del individuo y comunidad.
VISIÓN:Ser una Unidad Académica reconocida, con liderazgo y responsabilidad en la
formación de profesionales competitivos con excelencia.
UNIVERSIDAD TECNICA DE MANABI
FACULTAD CIENCIAS DE LA SALUD
CARRERA DE ENFERMERIA
TRABAJO DE MEDICO QUIRURGICO II
TEMA:
PORQUE LA ROPA DE QUIRÓFANO ES VERDE, DE CUANTO ES
LA TEMPERATURA NORMAL DE QUIRÓFANO, ¿CUÁLES SON
LOS ASPECTOS LEGALES DE LA MALA PRACTICA MEDICA EN
EL ECUADOR?
DOCENTE:
LCDA. EDITA SANTOS ZAMBRANO
RESPONSABLE
ZAMBRANO OLMEDO JESSENIA
V NIVEL “B”
04 / 10 / 2012
BIBLIOGRAFIA
http://www.monografias.com/Salud/General/index.shtml
http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/FichasTecnicas/
NTP/Ficheros/856a890/859w.pdf
http://thevault101.blogspot.com/2010/03/por-que-las-batas-de-quirofano-
son.html
http://www.salud.gob.ec/