¿por qué la luz me deslumbra cuando mi palabra riela como la estela de un barco en el azul de la...

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Page 1: ¿Por qué la luz me deslumbra cuando mi palabra riela como la estela de un barco en el azul de la mar, o mi silencio escribe en el agua palabras transparentes
Page 2: ¿Por qué la luz me deslumbra cuando mi palabra riela como la estela de un barco en el azul de la mar, o mi silencio escribe en el agua palabras transparentes

¿Por qué la luz me deslumbracuando mi palabra riela

como la estela de un barcoen el azul de la mar,

o mi silencio escribe en el aguapalabras transparentesde un amor ilusionado

que por prudencia es mejor no pronunciar?

Page 3: ¿Por qué la luz me deslumbra cuando mi palabra riela como la estela de un barco en el azul de la mar, o mi silencio escribe en el agua palabras transparentes

Náufrago seré en mi propia historia,si vivo un presente inciertocuando agoreros y abundantes profetas falsosme dicen que eso de la felicidadsólo es allá, arriba en la eternidad,como si la vida presenteno estuviera ya grávida de radiante eternidad.

Page 4: ¿Por qué la luz me deslumbra cuando mi palabra riela como la estela de un barco en el azul de la mar, o mi silencio escribe en el agua palabras transparentes

No es Dios el gran ausente,en asunto de felicidad,es el hombre quien se ausentadel Dios Padre que es amor,el que del barro, aún caliente,hizo del hombre artífice eficientedel tiempo y su eternidad.

Page 5: ¿Por qué la luz me deslumbra cuando mi palabra riela como la estela de un barco en el azul de la mar, o mi silencio escribe en el agua palabras transparentes

Conviene, pues, estar vigilante,cuando el día va cayendo,suavemente,y llega en silencio la noche,para guardar la lámpara y el aceitede nuestra pequeña historia,sabiendo que al día siguientevolverá a alumbrar radiante con su luz el sol resplandeciente.

Page 6: ¿Por qué la luz me deslumbra cuando mi palabra riela como la estela de un barco en el azul de la mar, o mi silencio escribe en el agua palabras transparentes

Yo creo en el Dios que aparentemente ausente,es Amor, y está presenteen el hombre y sus cuitas cada día,y creo en la eternidad y el hombreque se estrena aquí y ahoraen el afán de cada día.

Page 7: ¿Por qué la luz me deslumbra cuando mi palabra riela como la estela de un barco en el azul de la mar, o mi silencio escribe en el agua palabras transparentes

No es Dios quien niega al hombre,aunque el hombre no recuerdeque el barro también floreceen destellos fehacientesde tiempo y eternidad.De ahí que caber no puedala soledad abisalel hombre, pues su barro primordial,guarda fragancia de luz inmortal.

Page 8: ¿Por qué la luz me deslumbra cuando mi palabra riela como la estela de un barco en el azul de la mar, o mi silencio escribe en el agua palabras transparentes

El barro también florece

¿Por qué la luz me deslumbracuando mi palabra riela como la estela de un barcoen el azul de la mar,o mi silencio escribe en el aguapalabras transparentesde un amor ilusionadoque por prudencia es mejor no pronunciar?Náufrago seré en mi propia historia,si vivo un presente inciertocuando agoreros y abundantes profetas falsosme dicen que eso de la felicidadsólo es allá, arriba en la eternidad,como si la vida presenteno estuviera ya grávida de radiante eternidad.No es Dios el gran ausente,en asunto de felicidad,es el hombre quien se ausentadel Dios Padre que es amor,el que del barro, aún caliente,hizo del hombre artífice eficientedel tiempo y su eternidad.

Conviene, pues, estar vigilante,cuando el día va cayendo,suavemente,y llega en silencio la noche,para guardar la lámpara y el aceitede nuestra pequeña historia,sabiendo que al día siguientevolverá a alumbrar radiante con su luz el sol resplandeciente.Yo creo en el Dios que aparentemente ausente,es Amor, y está presenteen el hombre y sus cuitas cada día,y creo en la eternidad y el hombreque se estrena aquí y ahoraen el afán de cada día.No es Dios quien niega al hombre,aunque el hombre no recuerdeque el barro también floreceen destellos fehacientesde tiempo y eternidad.De ahí que caber no puedala soledad abisalel hombre, pues su barro primordial,guarda fragancia de luz inmortal.

Juan Manuel del Río