CRONICA

Política de investigacióny formación de personalen el II Plan de Desarrollo

LOS TRES OBJETIVOS

Los tres amplios objetivos de la investigación, entrelos cuales no pueden hacerse delimitaciones taxativasy que con frecuencia se superponen, son hacer avan-zar las ciencias y humanidades en sus numerosas ra-mas, formar personal y desarrollar la tecnologia ensus múltiples implicaciones. De acuerdo con ello, lostipos de investigación discurren desde la fundamentala la orientada, técnica y de desarrollo. La denomina-ción de esta última suele ser sólo «desarrollo»; peropara evitar confusiones tratándose de un Plan deDesarrollo será denominada «investigación de des-arrollo». Así, pues, la investigación fundamental, tam-bién llamada básica y en algunos casos pura. tienecomo objetivo esencial a medio y largo plazo contri-buir a ampliar, intensificar y aclarar todos los camposde la ciencia sin otras implicaciones inmediatas. Locual no excluye, y con frecuencia tiene lugar, que estabúsqueda desemboque en insospechadas e importan-tísimas aplicaciones. En los últimos lustros se ha lle-gado a una situación de compromiso entre la investi-gación básica y la aplicada, esto es , a la investigaciónfundamental orientada que, sin abandonar el rigorcientífico que caracteriza a aquélla, se centra en pro-blemas bien transferidos de la investigación aplicadacorno dignos de incrementar el acervo de la cienciao que necesitan un estudio cuantitativo, o bien proce-dentes de la intuición de posibles aplicaciones más omenos inmediatas.

Más fácil de describir es la investigación aplicada.a veces llamada investigación técnica, que tiende ala resolución de problemas o desarrollo de ideas acorto o medio plazo tendentes a conseguir innovacio-nes, mejora de procesos o productos, incrementos encalidad y productividad, etc. Este tipo de investigacióndebe preservarse de la posible tendencia a la rutinao a la excesiva rapidez en la obtención de resultadoscon detrimento de su valor intrínseco. Debe equilibrar-se entre sus fines económicos los medios tanto huma-nos como materiales utilizados, el plazo de su asequi-bilidad. la proporción del gasto y la probabilidad deéxito, factor este último que siempre debe considerarsey que en ciertas ocasiones se hace imprescindibleevaluar.

En cuanto a la investigación de desarrollo puede de-

Extracto y fragmentos tomados de la Memoriaelaborada por la Comisión de Investigación Cientificay Técnica de la Comisaria del Plan de Desarrollo, parala ejecución del II Plan previsto para los años 1968-1971.

cirse que implica la puesta en práctica, mediante losdiseños adecuados, de los resultados de la investigaciónaplicada, ya sea en la mejora de procesos convencio-nales o en procesos nuevos, mediante el paso interme-dio en muchos rasos a escala de planta piloto, estaciónexperimental, etc. Sus fases y conceptos varían mu-cho según el sector de la producción de que se tratepero, en general, tiene preferentemente lugar en elseno de las industrias u organizaciones de cualquiertipo que vayan a ser sus inmediatos beneficiarios.

Como factores imprescindibles para todos los tiposde investigación descritos figuran la información y lafácil transferencia de resultados a efectos de ahorrode esfuerzos y tiempo y en evitación de que sean asi-miladas técnicas que en la actualidad no sean ya devanguardia.

POLITICA DE DiVESTIGACION

El principio básico de la política de investigacióndebe consistir en la creación de un ambiente nacionaly de unas condiciones favorables a la innovación téc-nica y al desarrollo de la investigación, de forma quese llegue a sentir la necesidad de investigar como me-dio de competir en el mercado internacional.

1. Se concentrará el esfuerzo investigador en lossectores considerados estratégicos para el desarrollo,sin descuidar el necesario fomento de la investigaciónbásica.

2. Se concederá especial atención a la investiga-ción agraria, particularmente en los sectores ganaderoy hortofrutícola. en sus aspectos de producción e in-dustrialización.

3. Se impulsará la investigación de los recursosnaturales. En particular se abordará un programanacional de investigación minera que permita unaevaluación de los recursos nacionales y un mejorconocimiento de las condiciones de explotabilidad delas actividades mineras en curso.

4. Se intensificará la investigación en el campo dela energía nuclear, fundamentalmente en lo relativoa sus aplicaciones industriales.

5. Se estimulará la incorporación de innovacionestécnicas a los sectores industriales para perfeccionarnuestros procesos tecnológicos mediante la introduc-ción de nuevos métodos y procedimientos que permitanmejoras de la productividad. Con este fin se fomentarála creación y funcionamiento de asociaciones de in-vestigación, así como el establecimiento de contratosentre el Estado y empresas paraestatales y privadaspara la investigación de cuestiones específicas.

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6. El factor humano se considera fundamental parael éxito de las tareas investigadoras. En este sentido :

a) Se impulsará en los centros de Enseñanza supe-rior toda iniciativa que tienda a mejorar el clima ylos medios necesarios para despertar vocaciones in-vestigadoras e iniciar la investigación.

b) Se fomentará la formación y especialización depersonal investigador en los centros de investigación.

o) Se procurará la plena dedicación del personala las tareas investigadoras, para lo cual se concederáatención preferente a su remuneración adecuada y alincremento de su prestigio.

d) Se impulsará la ampliación del personal inves-tigador.

7. Se coordinarán las actividades de los centros deinvestigación existentes y se fomentarán todas lasformas de cooperación posibles entre la industria pri-vada y los centros de investigación.

8. Se dará la máxima importancia a la rápida di-fusión y aprovechamiento de la información técnicay científica que continuamente se produce en las na-ciones más adelantadas, como contribución indispen-sable para el aumento de nuestros conocimientos téc-nicos.

9. Se determinará una política de colaboración y deintercambio de personal en los centros de investiga-ción internacionales, especialmente con aquellos a cuyosostenimiento contribuye España mediante el pago decuotas establecidas.

ENTIDADES CON ACTIVIDADESINVESTIGADORAS

Las actividades de investigación se desarrollan tan-to en el sector público como en el sector privado, y enocasiones por colaboración entre ambos.

En la actualidad en el sector público existen 170 cen-tros de investigación, de los que 80 cultivan humani-dades y ciencias sociales. De aquéllos, 160 están agru-pados en 18 grandes organizaciones, mientras que losrestantes, por sus peculiaridades propias y su diferentetamaño, se consideran por separado.

El volumen de los 170 centros de investigación estálejos de ser considerado como óptimo medio, pues deellos 144 ocupan a menos de 10 investigadores cuali-ficados, 17 ocupan a un número de este personal com-prendido entre 10 y 20; siete centros poseen un nú-mero de investigadores cualificados entre los 21 y 50 ysólo dos poseen entre 51 y 100. Posiblemente, y siemprehablando en términos medios, los intervalos señaladosen segundo y tercer lugar, o sea 24 centros en total,se encuentran en el tamaño óptimo o muy próxi-mo a él.

Dentro del sector público merecen una mención es-pecial como entidades investigadoras del Ministeriode Educación y Ciencia numerosos departamentos ycátedras universitarias y algunas Escuelas TécnicasSuperiores, dadas no sólo su brillante actividad inves-tigadora actual, sino también su potencialidad futuraen estas tareas y en la formación de personal inves-tigador.

De las 533 cátedras que aparecen en nuestra con-testación al cuestionario y que, por consiguiente, des-arrollan actividades investigadoras en mayor o menorescala de acuerdo con sus posibilidades, 213 pertenecena facultades científicas, 40 a Escuelas Técniecis Supe-riores y 280 a Facultades de Letras y Derecho. Muchasde ellas elaboran programas coordinados con centresdel CSIC.

En cuanto a la investigación en el sector privadopuede decirse que Se cuenta con una información defi-

ciente debido a la amplitud y peculiaridades del mis-mo, y que se concreta a los laboratorios enclavadosen 80 empresas que declararon consumir en estas ac-tividades 492 millones de pesetas en 1964. De ellassólo 16 tenían un gasto en investigación superior alos 10 millones por año; nueve, entre los cinco y 10millones; 25, entre uno y cinco millones, y los restan-tes dedicaban cifras inferiores al millón de pesetas.En conjunto empleaban en estas tareas a 1.483 per-sonas, de las que sólo 213 poseían título superior.

Las asociaciones de investigación creadas por de-creto de la Presidencia del Gobierno (1765/1961) seestructuran a base de empresas pertenecientes a unamisma actividad industrial interesadas en el desarro-llo con carácter cooperativo de programas de investi-gación y la resolución de problemas de asistencia téc-nica. disfrutando de personalidad jurídica indepen-diente y ajena a la actividad productora y mercantilde las empresas miembros. Tienen carácter privado,sin perjuicio del patronato que sobre ellas ejerce laComisión Asesora de Investigación Científica y Téc-nica. Las empresas encuadradas en las asociacionesexistentes alcanzaban en 1964 la cifra de 1.432, em-pleando a un total de sólo 36 titulados superiores.

PROBLEMAS DEL PERSONAL INVESTIGADOR

Como consecuencia de lo anterior, primer Plan yarios previos, la estructuración del personal tanto enla investigación como en la enseñanza o en la in-dustria y los servicios no es la que debiera ser, porsu número, distribución y formación adecuada a cadapuesto de trabajo. A éstos pueden añadirse los siguien-tes factores:

1. La masificación de la enseñanza como conse-cuencia del desarrollo económico y social y su con-centración por la industrialización y el menor nivelde vida de los pequeños núcleos urbanos hace que lalabor de un profesorado altamente capaz y preparadono alcance el rendimiento deseable en número y ca-lidad. ya que, por un lado, no puede impartir la en-señanza en condiciones humanas deseables, y, porotro, no puede proporcional al alumno todo el bagajeexperimental necesario. En el mejor de los casos, es-tas deficiencias se suplen en las cátedras o en los cen-tros en el período de posgraduados, aunque con pér-dida de bastantes meses de aprovechamiento en sulabor de formación investigadora.

2. La existencia de becas, cortas en número, muyinsuficientes en dotación y sometidas a veces a rígidosplazos de solicitud, impide seleccionar para la inves-tigación a la cabeza de las promociones. Estos, antela oferta de puestos bien remunerados en los servicios,pasan a desempeñar ocupaciones muy por debajo desu capacidad intelectual y , en la mayoría de las oca-siones, con escasa o ninguna relación con los estudioscursados. En el mejor de los casos van a pasar a laindustria, aunque en general faltos, entre otras cosaspor lo dicho antes, de una determinada especializa-ción, y, en ocasiones, de la iniciativa necesaria.

3. La falta de un alto rango económico-social delpersonal investigador, de unas etapas bien definidas ensu profesión y de un equilibrio de o pción y fluidez en lademanda, constituyen con mucho los principales fac-tores para que tenga lugar una selección negativa delpersonal y se produzca el éxodo del existente, quetanto tiempo y esfuerzo ha costado formar, hacia elextranjero o los puestos que no necesitan de tan ele-vada calificación.

4. La estabilización en las plantillas de los centros,

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arrastrada, por uncs u otros motivos, desde hace dcceo quince años, y que ha perdurado en el I Plan,ha hecho perder a los centros y a las cátedras per-sonal bien dotado y formado, muy difícil de sustituir,y ha originado una larga «cola» de espera, que oca-siona a los mismos situaciones de verdadera preocu-pación ante la ausencia de perspectivas reales queofrecer y la defraudación de las vocaciones surgidaspor el contacto diario con la labor investigadora.

FONDOS PARA INVESTIGACION EN 1968-71

Las directrices aprobadas por el Gobierno para lapolítica de investigación, transcritas en el primerapartado de esta crónica. señalan en líneas generaleslos objetivos que este sector tiene marcados para elII Plan de Desarrollo, de los que como puntos esen-ciales podemos señalar los siguientes:

a) Hacer atractiva la profesión de investigadormediante una remuneración adecuada en relación conotras profesiones y una clara definición de las etapasa cubrir en la carrera correspondiente.

b) Formar investigadores al mayor ritmo que per-mitan las actuales disponibilidades, tanto de gradua-dos como de laboratorios (universitarios de EscuelasTécnicas Superiores o de centros de investigación)donde pueda realizarse esta formación.

c) Fomentar el crecimiento de los centros de in-vestigación existentes en relación, para cada uno, conla importancia económica y prioridad otorgada alsector a que está afectado y con sus posibilidades enlo que se refiere a reclutamiento del personal idóneo.

d) Fomentar por cuantos medios sea posible, in-cluyendo la legislación adecuada, el crecimiento de lainvestigación en el sector privado, en general y muyparticularmente en la industria y en la agricultura.

Por otro lado, al considerar el esfuerzo que nuestropaís ha de realizar en la investigación científica y téc-nica deben tenerse en cuenta las siguientes realidades :1) El desfase que presentamos en gastos en investiga-ción con respecto a los otros países tiende a crecer yno a disminuir, y 2) la escasez del esfuerzo puede con-vertirse pronto, si no lo es ya, en el principal factorlimitante del desarrollo cuya verdadera medida, en elfuturo, vendrá reflejada en gran manera en el volu-men que vayan alcanzando nuestros gastos de inves-tigación.

Por ello. si se tratan de alcanzar, en éste o en elsiguiente Plan, unos gastos de investigación del ordendel 1 por 100 del producto nacional bruto, «la tasa decrecimiento de estos gastos habrá de ser más alta quela general prevista para el PNB». Como por otra par-te, y en tanto no se cree la demanda industrial ade-cuada. «la mayor parte de los gastos ha de corres-ponder al sector público», será preciso aplicar lo pre-visto en el punto A-6 de las directrices de políticafinanciera y fiscal del II Plan, que dice : «En la pro-gramación de los gastos corrientes se tendrá en cuentano sólo los gastos necesarios para el desempeño de laactividad ordinaria del sector público, sino tambiénlos que tengan su origen en actividades productivasde la Administración, tales como extensión agraria,enseñanza, investigación, etc., y los que se deriven dela puesta en funcionamiento de nuevas inversiones ode la plena utilización de las existentes.»

Es decir, que por tratarse de una actividad produc-tiva, la tasa de crecimiento «no tiene que limitarseal 5 por 100». como en campos puramente adminis-trativos.

Todavía más importante es que «las cifras que sehabiliten para investigación en el II Plan tienen quecubrir tanto las nuevas inversiones como los incremen-tos en gastos» de personal y servicios, sin los cualeslas inversiones del I Plan quedarían sin aprovechar yse introduciría un nuevo paréntesis de cuatro anos enel desarrollo de la investigación.

En caso que se presentara la imposibilidad cr-siderar dentro del Plan de Inversiones Públicas losincrementos de gasto correspondientes a personal yservicios, deberán habilitarse por la Hacienda, reco-giéndose en las previsiones presupuestarias de los dis-tintos departamentos ministeriales, como gastos deri-vados de la puesta en ejecución del II Plan de Des-arrollo.

Es de suma importancia para la buena aplicaciónde los fondos que se habiliten, el que se doten conuna «gran agilidad administrativa» que permita suutilización en condiciones semejantes a las que disfru-ta una empresa privada.

FORMACION, CONSERVACIONY RECLUTAMIENTO DE PERSONAL

INVESTIGADOR; SU ESTATUTO

En el apartado anterio se ha puesto de manifiesto laprecaria situación a que se ha llegado como conse-cuencia de haberse prescindido en el mismo de la for-mación de personal investigador. En el preámbulo deéste, se ha señalado como condición imprescindiblepara el desarrollo de la investigación y el propio des-arrollo económico atender a la necesidad imperiosade personal investigador.

La Comisión de Investigación Científica y Técnicaencargada de la preparación del II Plan, en lo queafecta a su sector y teniendo en cuenta las priorida-des y necesidades de los otros, ha otorgado un carác-ter de «extrema urgencia y de condición determinan-te» a la formación de personal investigador, a la con-servación del existente y a la recuperación del perdidodentro y fuera del pais. Esta inquietud unánime, quela Comisión se esfuerza en transmitir, procede del pe-ligro que el creciente desfase en potencial humanopresenta para las etapas que se avecinan en las rela-ciones político-económicas de España con el exteriory de la imposibilidad de improvisar en un momentodado un personal que necesita de tiempo y estímulopara formarse.

En este sentido no puede ser más claro el últimoinforme de la OCDE al Consejo de Europa, en quejunto con referencias expresas a nuestra situación eco-nómica, dice : «Estos últimos años se han señalado entodos los países miembros por una expansión rápidade las actividades concernientes a la ciencia y la edu-cación, expansión que refleja la convicción cada vezmás firme de que un esfuerzo creciente en investiga-ción y un aumento de personal calificado pueden con-tribuir poderosamente a la elevación de la productivi-dad, al crecimiento económico y a la realización de losobjetivos sociales. Así, la ciencia y la educación tienenhoy en las políticas nacionales un lugar importante, ylos Gobiernos tienen el cuidado de definir, en estosdos terrenos, una linea de conducta a seguir.»

En el seno de esta Comisión se creó la Subcomisiónpara el Estudio de la Investigación Básica y la For-mación de Personal para la Investigación, que en elmes de enero presentó al Pleno un informe, cuyo tex-to completo se incluye en el correspondiente anexode esta monografía y del que ahora nos ocuparemossólo brevemente.

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Según el mismo, la única limitación que debiera en-contrar el desarrollo de la investigación en un paíscomo el nuestro, es la capacidad de formación y espe-cialización de nuevos investigadores. La mejor escuelapara dicha formación, a nivel de posgraduados, es lainvestigación básica, pudiendo afirmarse que un perío-do de entrenamiento en investigación, de tres o cuatroaños en un centro apropiado, aporta a la capacidadprofesional de nuestros técnicos un elemento formati-vo de tanto valor como el que procede de la enseñanzamedia o de la superior. Representa, por consiguiente,un tercer ciclo totalmente obligado para los que vayana ocupar posiciones de vanguardia en el desarrollo tec-nológico de nuestras industrias, en el profesorado delos centros de Enseñanza superior y en los cuadros delos propios centros de investigación.

Debido a la falta de un móvil económico de carác-ter inmediato y a la dificultad de estimar numérica-mente la evidente repercusión económica de la inves-tigación básica, ha de ser el sector público y no elprivado el que asuma la mayor parte de los gastosde la misma.

Un estudio de las posibilidades que ofrece nuestropaís obliga a considerar tanto las necesidades de per-sonal formado 9n investigación como la capacidad denuestros centros para su formación y los gastos ne-cesarios que llevarla a cabo. Teniendo en cuenta ialimitación que procede de la reducción de las previsio-nes efectuadas por la Comisión al 50 por 100, y aunqueestá por bajo de las necesidades del país, el número deinvestigadores que podráá formarse a lo largo del cua-trienio será de 2.000, con lo que contando con los 2.700que aproximadamente existen en la actualidad, su evo-lución en el II Plan será del siguiente orden :

1968 1969 1970 1971

3.000 3.500 4.000 4.700

siendo estas cifras compatibles con los titulados pro-cedentes de la Enseñanza superior durante los añosinmediatamente anteriores. Los nuevos investigadorespermitirían ampliar los cuadros de los departamentosuniversitarios, de los centros de investigación y aten-der a la necesidad creciente de la industria. En el in-forme se señala a titulo tentativo la distribución porespecialidades de aquéllos.

Sin embargo, para que este crecimiento pueda lle-varse a cabo cuidando mucho la selección de los másaptos, es necesario des pertar lo antes posible las vo-caciones investigadoras y crear atractivos de prestigio,dotaciones económicas y perspectivas. Urge, por con-siguiente, mejorar la retribución económica del perso-nal investigador, crear el número suficiente de plazasy señalar bien las etapas de su carrera, para hacerlaatractiva a la juventud y eliminar el éxodo de los yaformados.

Con el fin de cubrir determinadas áreas carencialeso poco desarrolladas, es muy recomendable arbitrar losmedios prácticos para atraer a España a algunos com-patriotas, científicos destacados, que están desempe-ñando un papel excelente en varios países extranjerosy cuya incorporación a nuestra vida científica elevariasu nivel de forma inmediata. Sera también oportuno,para cumplir el plan previsto, contratar a algunos pro-fesores o científicos extranjeros de determinadas ma-terias.

Es igualmente necesario Crear un determinado tipode becas, que fuera suficiente en número y cuya do-tación media anual no fuera inferior a las 120.000 pe-setas. Para proporcionar a los centros los medios nece-sarios para impartir la formación de estos becarios, sepuede estimar en aproximadamente 120.000 pesetas la

cantidad adicional que deberían recibir anualmentepor cada una de estas personas.

El fondo asignado a la Comisión de InvestigaciónCientífica y Técnica para la formación de personala lo largo del II Plan, en millones de pesetas, presentala siguiente evolución :

1968 1969 1970 1971

300 450 760 1.000

en que están comprendidos el Fondo de Ayuda a laInvestigación en las Universidades y Escuelas TécnicasSuperiores y la dotación de las becas de formación deinvestigadores.

INVESTIGACION BASICAY FORMACION DE PERSONAL

Al trazar un plan para el desarrollo de la investiga-ción española en los próximos cuatros arios, es forzosodedicar atención preferente a la formación y especia-lización de personal investigador, actividad que vaesencialmente ligada al propio desarrollo de la inves-tigación básica.

Hasta tal punto es importante este aspecto, que, se-gún opiniones internacionalmente aceptadas. la únicalimitación que debiera encontrar el desarrollo de lainvestigación en un país como el nuestro, es la capaci-dad de formación y especialización de nuevos inves-tigadores. La mejor escuela para dicha formación, anivel posgraduado, es la investigación básica. Puedeafirmarse que un periodo de entrenamiento en inves-tigación, de tres a cuatro arios en un centro apropiado,aporta a la capacidad profesional de nuestros técnicosun elemento formativo de tanto valor como el queprocede de la Enseñanza media o de la superior. Re-presenta, por consiguiente, un tercer ciclo, de valorcomparable a los dos anteriores que, si es muy conve-niente para todos los profesionales, resulta totalmenteobligado para los que vayan a ocupar posiciones devanguardia en el desarrollo tecnológico de nuestrasindustrias, en el profesorado de los centros superioresy en los cuadros de investigadores de los propios cen-tros de investigación.

Esta clase de formación y especialización puede im-partirse, en general, en los centros de enseñanza su-perior, en los centros de investigación y en los labora-torios industriales apropiados para ello. Al hablar decentros de investigación deben considerarse compren-didos tanto los básicos como los aplicados, pues si bienes mayor la contribución de los primeros a la tareade formar personal investigador, también los centrosele investigación aplicada pueden desempeñar un apre-ciable papel en este campo.

Como es bien sabido, la investigación básica tiendea conseguir un avance general de los conocimientos,sin obedecer a un objetivo práctico inmediato, aunquepuede estar orientada, en sus grandes directrices, ha-cia los campos que, en conjunto, puedan resultar másinteresantes para el país. Está mundialmente recono-cida la importancia de la investigación básica comofuente de la que se nutren la investigación aplicada yel desarrollo tecnológico, los cuales no pueden florecersin el desarrollo de las ciencias básicas.

Por citar un solo ejemplo, cabe mencionar el re-ciente estudio de la Academia de Ciencias y el Con-sejo de Investigaciones de los Estados Unidos, en elque se han examinado con detalle los antecedentes decuarenta inventos o descubrimientos prácticos reali-zados desde 1946, como son el hallazgo del teflón, lapuesta a punto de esteroides antiartríticos o el des-

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cubrimiento de psicoestimulantes. Las referencias, da-das por los propios autores, proceden en un 77 por 100de artículos publicados en revistas de investigación bá-sica, que constituyeron así el antecedente obligado deun progreso práctico evidente.

Las dificultades que, sin embargo, encuentra la fi-nanciación de la investigación básica son manifiestas.Esto se debe, .intre otras, a dos razones principales:a) la falta de un móvil económico de carácter inme-diato: b) la dificultad de traducir en cifras, aunquesea de un modo global, la evidente repercusión econó-mica de la investigación básica.

Debido a ambas razones, pero sobre todo a la pri-mera, ha de ser el sector oficial y no el privado, elque asuma la mayor parte de los gastos de esta clasede investigación. Tan sólo en algunos países muy des-arrollados hay una contribución apreciable de la pro-pia industria, interesada en su sostenimiento.

En España. la investigación básica no se cultiva, almenos de modo apreciable, en la industria. Se desarro-lla en los centros de investigación y en los laboratoriosde varias cátedras de los centros de Enseñanza supe-rior. A ellos debe encomendarse su fomento en el pró-ximo cuatrienio, uniendo esta actividad a la forma-ción y especialización del personal antes mencionado.Sin perjuicio de la conveniencia de un avance de ca-rácter general, es aconsejable concentrar una partede la ayuda en unos cuantos núcleos de capacidad yeficacia probadas, que servirían de auténticos polos dedesarrollo del elemento básico de todo plan, el personal.

Un estudio de las posibilidades que a este respectoofrece nuestro país en el momento actual obliga aconsiderar dos cuestiones: a) necesidades de personalformado en investigación en los próximos cuatro años:b) capacidad de nuestros centros para la formacióndel mismo y necesidades que habrían de satisfacersepara hacer posible el plan. A ambos puntos nos referi-mos a continuación :

a) NECESIDADES DE PERSONAL FORMADO

EN INVESTIGACIÓN

El desarrollo de la investigación en España lleva unretraso considerable. La comparación con otros paísesofrece un cuadro desalentador, al que únicamente cabeoponer la esperanza que representa su declaración desector prioritario en el II Plan de Desarrollo.

Concretándonos al número de investigadores, en elsiguiente cuadro se reúnen datos comparativos de va-rios países.

Número de investigadores por cada 100.000 habitantes

Estados Unidos 145Rusia, Inglaterra 103Suecia, Bélgica 59Irlanda 21España 8

Efectivamente, los datos más recientes indican queel número total de investigadores en España no pasade 2.700. Si España invirtiese en investigación, comosería de desear, al menos el 1 por 1.000 de su productonacional bruto, eso representaría en 1966 una inversiónaproximada de 13 millones de pesetas. Cifrando en1,2 millones el gasto en investigación por cada inves-tigador en activo, dicha cantidad representaría la exis-tencia de cerca de 11.000 investigadores, con lo que

nuestro indice por cada 100.000 habitantes subiría a 32,valor todavía modesto en el marco de la tabla an-terior.

En definitiva, el número de investigadores que ne-cesitaríamos formar durante el período de vigencia delII Plan de Desarrollo sería de unos 8.000, para situar-nos en un nivel más bien moderado, sobre todo si setiene en cuenta que los restantes países también pro-seguirán su desarrollo.

Por desgracia, con un criterio realista, vemos difícilalcanzar incluso la meta señalada, ya que el personalinvestigador no se improvisa. Una tasa de crecimien-to superior al 20 por 100 anual es difícil de lograr, yaun para conseguir ésta se necesita mejorar muy sus-tancialmente las dotaciones actuales de nuestros cen-tros. Operando con dicha tasa, resultaría el siguientedesarrollo del número de investigadores durante elII Plan.

Número de investigadores a lo largo del II Plande Desarrollo

1967 1968 1969 1970 1971

2.700 3.240 3.888 4.666 5.600

Esto representa un aumento de 2.900 investigadores.Contando además con un 5 por 100 anual de bajaspor fallecimiento, jubilación o excedencia, el númerototal de investigadores a formar seria de 3.440. Estacifra es variable, si se cuenta con el apoyo económiconecesario. Puede citarse, por ejemplo, a título com-parativo, que en los últimos arios (1957 a 1964), se hangraduado en las facultades universitarias españolascerca de 500 doctores anuales. Bastaría duplicar estacifra para lograr un ritmo de formación de 4.000 doc-tores en el cuatrienio, una parte importante de loscuales podrían nutrir los cuadros de nuevos investi-gadores. Los restantes saldrían de las escuelas técni-cas y de licenciados de las propias facultades univer-sitarias, a los que se daría la formación investigadoranecesaria, que, en muchos casos, no ha de conduciral grado de doctor, ni siquiera ha de tener un con-tenido que se nueda equiparar con dicho grado.

Los 3.440 nuevos investigadores permitirían ampliarlos cuadros de los actuales departamentos universita-rios y centros de investigación, orientándose, además,una parte de ellos hacia la industria.

Es evidente 2a falta que este personal hace en nues-tra industria, si se quiere atenuar su actual dependen-cia técnica del extranjero. De ello se hablará en otrocapítulo de la memoria general, pero deseamos apun-tar aquí la conveniencia de llegar incluso al envío deinvestigadores de los centros de investigación estatalesa determinadas industrias, para que estudien y pon-gan en práctica programas de investigación. Irían enpequeños grupos, por períodos de dos-tres arios y cos-teados por el propio centro del que dependieran, queles abonaría todos sus haberes normales más un plusde estímulo. Transcurrido el período de tiempo acor-dado, las empresas decidirían si se quedaban con losinvestigadores, ya a su costa, disponiendo con ello delgermen de un grupo de investigación.

Otro modo de fomentar la investigación industrial,que quizá recomienden las directrices de politica parael II Plan, es su establecimiento en algunas empresaspúblicas, susceptibles de realizar la investigación porsí mismas. También esta medida exigirá disponer deun cierto número de investigadores.

Por último, las asociaciones de investigación han de

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cubrir sectores crecientes de nuestra actividad indus-trial, y su fomento en el próximo cuatrienio requerirála incorporación a ellas de nuevas promociones de in-vestigadores.

Una distribución aproximada, por especialidades, delos nuevos investigadores a formar en el cuatrienio esla siguiente (su carácter es sólo indicativo. entre otrasrazones, por la dificultad de señalar fronteras claras alas distintas especialidades):

b) CAPACIDAD DE FORMACIÓN EN NUESTROS CENTROS

Y NECESIDADES QUE PLANTEA

Una exigencia básica para que pueda cumplirse elplan de formación arriba señalado es disponer de lacantera suficiente en número y selecta en calidad. Encuanto al número, las promociones de nuestras Uni-versidades y Escuelas Técnicas permiten atenderlo ra-zonablemente bien. Lo que es necesario es despertar,lo antes posible, vocaciones investigadoras y crearatractivos de prestigio, dotaciones económicas y pers-pectivas, para que acudan a la investigación las per-sonas más capaces. Si en toda actividad es importan-te el elemento humano, en investigación es esencial,de forma que malgastaremos esfuerzos y dinero si nologramos atraer hacia este campo a personas inteli-gentes y de buena preparación inicial. Urge, por con-siguiente, mejorar la retribución económica del per-sonal investigador y crear el número suficiente denuevas plazas, para hacer atractiva la carrera investi-gadora. Con ello se conseguirá, al mismo tiempo, con-servar y estimular al personal que actualmente existey sobre el que ha de recaer la responsabilidad de laformación y especialización de los nuevos investiga-dores.

Con el fin de cubrir determinadas áreas carencialeso poco desarrolladas, es muy recomendable arbitrarlos medios prácticos adecuados para atraer a Españaa algunos compatriotas, científicos destacados, que es-tán desempeñando un pa pel excelente en varios paísesextranjeros y cuya incorporación a nuestra vida cien-tifica elevaria su nivel de forma inmediata. Tambiénserá necesario, para lograr un desarrollo más rápidoy equilibrado de nuestra investigación básica y podercumplir el plan previsto de formación y especializa-ción de investigadores, contratar a algunos profesoreso científicos extranjeros de determinadas materias.

Es igualmente necesario crear un fondo de becas decuantía razonable para hacerlas atractivas a los jó-venes licenciados o ingenieros. El programa actual debecas a la investigación, sostenido principalmente confondos del PIC), cumple unos objetivos modestos, peronecesarios, si bien es claramente insuficiente para losfines del presente proyecto. Habrían de crearse unasbecas de especialización en investigación, con una do-tación media anual de 150.000 pesetas, que debería ser

de cuantía creciente con el tiempo, alrededor de lamedia citada.

Junto a todo ello, es preciso dotar convenientemen-te de instalaciones y medios materiales a nuestros cen-tros. La investigación básica es muy costosa. Las in-versiones que para este fin hacen todos los países estánalargando la distancia que nos se para de los más ade-lantados, por lo que urge una sustancial mejora eneste campo, que ha de ser atendido, como dijimos an-tes. prácticamente de un modo total por el sectoroficial.

Aunque no conocemos todavía las necesidades plan-teadas por los diversos centros que cultivan la inves-tigación bàsica (que están cumplimentando en estosmomentos sus cuestionarios), podemos evaluar la cifranecesaria para desarrollar el plan previsto, medianteun cálculo basado en el número de personas que vana recibir formación o especialización en investigación.

Por lo que se refiere a las ciencias experimentalesy contando nuestros centros con unos presupuestos quepermiten mantener su infraestructura, podemos cifraraproximadamente en 250.000 pesetas la cantidad adi-cional que habría que poner a disposición de los cen-tros encargados del programa, por cada persona y ariode formación y especialización (1). Para las especiali-dades no experimentales esta cifra seria alzo más baja;la estimamos en 600.000 pesetas por investigador for-mado en los cuatro años. Conviene, además, tener encuenta que para lograr la formación de 3.440 nuevosinvestigadores hay que contar con una cifra algo ma-yor, por las bajas y deserciones inevitables. Estimandoéstas en un 25 por 100, resulta el siguiente cuadro denecesidades económicas:

Millonesde pesetas

Para la formación de 3.825 investigadores arazón de 1.000.000 de pesetas 3.825

Para la formación de 475 investigadores arazón de 600.000 pesetas 285

Tan'. 4.110

Con esta cantidad podrían completarse las retribu-ciones insuficientes del persona] , deteniendo su éxodopresente, y mejorar los medios materiales de nuestroscentros. La distribución de esta suma entre dichos cen-tros podría hacerse por la Comisión Asesora de Inves-tigación Científica y Técnica, o incluso por nuestrapropia Comisión de Investigación del Plan de Des-arrollo, dependiente de aquélla, si así se estima oportu-no. Serviría de criterio el potencial investigador de losdiversos grupos y, sobre todo, su capacidad para im-partir la formación y especialización proyectadas, segúnse desprenda de los informes facilitados por los propioscentros y de los datos que posea o adquiera la Comi-sión Asesora. Con el fin de evitar la dispersión de es-fuerzos, concentraría una parte de la ayuda en unospocos centros de mayor capacidad, sin perjuicio deatender con el resto a otros núcleos menores, suscep-tibles de desarrollo.

A la cifra señalada hay que añadir las partidas pre-vistas para la dotación de becas y la contratación depersonal procedente de países extranjeros. Resulta asíel siguiente resumen;

(1) La cifra que asi resulta por persona formada enel cuatrienio es de un millón de pesetas, cantidad rela-tivamente modesta. En un reciente estudio realizadoen los Estados Unidos y publicado en Chem. Eng. News,29-11-65. pág. 80. cifran el coste de formación y espe-cialización de investigadores en 4.5 millones de pesetas.

Matemáticas 110Física 360Química 540Biología 270Ciencias básicas de la Medicina 180Ciencias de la Tierra 180Ciencias del Cosmos 90Tecnología industrial 900Tecnología agrícola 540Sociología y Economia 90Humanidades 180

TOTAL 3.440

INVESTIGACION Y FORMACION DE PERSONAL EN EL II PLAN... [165] 33

Millonesde pesetas

8101.0501.2801.510

195 . LXVII POLITICA DE

Resumen de necesidades para la formación y especia-lización de investigadores y el desarrollo de la inves-

tigación básica en el cuatrienio 1968-71 1968 1969

Millonesde pesetas 1970

1971 Dotaciones a los centros que realicen las ac-

tividades de formación y especialización de3.440 nuevos investigadores 4.110

Fondo para la creación de 800 becas anualesde 150.000 pesetas, por termino medio 480

Fondo para la contratación de 100 hombres-año procedentes del extranjero (a 600.000pesetas) 60

TOTAL 4.650

Una distribución de esta suma por anualidades pue-de estimarse como sigue :

TOTAL 4.650

Finalmente, en este trabajo se desea destacar que eIcálculo hecho aquí se basa en las necesidades del paisy en sus posibilidades actuales reales. Ello ha condu-cido a cifrar las dotaciones económicas necesarias enunas cantidades que, en el caso de ser reducidas, im-plicaría una reducción en el número de personas quepudieran formarse en el cuatrienio, sin que sea reco-mendable en ningún caso disminuir la cantidad calcu-lada por investigador formado.