“pesca artesanal y agricultura familiar” lic....

“Pesca Artesanal y Agricultura Familiar” Lic. Victoria de Estrada, Centro de Investigaciones Geográficas/IGEHCS/CONICET; Dr. Roberto Gandolfi, Área de Pesca

Artesanal y Acuicultura de Recursos Limitados, Secretaría de Agricultura Familiar, Ministerio de Agroindustria, Argentina

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PESCA ARTESANAL Y AGRICULTURA FAMILIAR

Abstract

En este trabajo se analizan dos actividades enmarcadas en la Agricultura Familiar, actor que

se constituye como protagónico en la producción de alimentos, contribución a la soberanía y

seguridad alimentarias y al desarrollo rural.

Estas líneas constituyen un intento por estudiar un sistema que no está definido, pero es

definible. Se busca construir un diagnóstico sobre la pesca artesanal, proponiendo un

acercamiento a los aportes realizados por el investigador argentino Rolando García sobre

los sistemas complejos.

Siempre en aras de aportar al desarrollo de una actividad genuina, de gran valor cultural,

que incluye a las familias de los pescadores artesanales en el abastecimiento a la sociedad

y a sus propias familias de un alimento de altísimo valor nutricional.

Objetivos

Desde la Secretaría de Agricultura Familiar, perteneciente al Ministerio de Agroindustria, se

crea en el año 2014 el Área de Pesca Artesanal y Acuicultura de Recursos Limitados para

fomentar el desarrollo productivo del sector. La ausencia previa de políticas nacionales que

contemplen a la pesca artesanal y la acuicultura dentro de la Agricultura Familiar, brinda la

oportunidad de fortalecer la actividad, que por su particular visión, lógica, y accionar cuenta

con el potencial de proveer -a escala local y regional- de un alimento de alto valor nutricional

a un precio justo.

Por medio de esta presentación se busca sistematizar y difundir la labor realizada desde un

área del Estado destinada a un segmento productivo que no ha sido protagonista de las

políticas públicas. A su vez, se propone visibilizar la tarea desarrollada por estos actores,

que pese a poner en riesgo su vida por las condiciones climáticas que deben afrontar en

cada día de captura, no cuentan con el reconocimiento acorde en sus comunidades ni desde

los organismos públicos y privados.

El trabajo desplegado desde el Área busca consolidar a la pesca artesanal y la acuicultura

de recursos limitados como fuentes de producción y alimento que aportan a la seguridad y



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soberanía alimentaria1 local y regional, mejorando las condiciones de vida de los pescadores

artesanales y acuicultores de pequeña escala, indiscutibles proveedores de este alimento.

Entre sus objetivos específicos se encuentran:

- Visibilizar a los pescadores artesanales dentro de sus comunidades, propiciando la

circulación y el aumento de conocimientos acerca de la cultura, función, contribución y

capacidad potencial de la pesca artesanal.

- Lograr la apropiación del capital simbólico de la producción artesanal, disminuyendo la

penetración de los sectores concentrados en este nicho, y potenciando las ventajas

competitivas de la producción artesanal.

- Promover el desarrollo de cadenas de comercialización que acorten las distancias entre los

productores y los consumidores, mediante el fomento y promoción de puntos de primera

venta de pescado, donde se ponga en valor la calidad superior de los productos

provenientes de la Agricultura Familiar.

Metodología

Estas líneas constituyen un intento por estudiar un sistema que no está definido, pero es

definible. Se ha debido realizar un recorte de los datos empíricos para dar cuenta del estado

actual de la pesca artesanal, dejando de lado numerosos elementos que no han sido

incluidos, pero que serán estudiados en investigaciones posteriores.

Siempre en aras de aportar al desarrollo de una actividad genuina, de gran valor cultural,

que incluye a las familias de los pescadores artesanales y acuicultores de pequeña escala,

en el abastecimiento a la sociedad de un alimento fundamental para mejorar la calidad de

vida.

La metodología propuesta para acercarnos al estudio del sector proviene de los aportes

realizados por el investigador argentino Rolando García sobre los sistemas complejos. El

primer objetivo para el estudio de un sistema complejo consiste en establecer un

diagnóstico, entendido como una interpretación de los procesos que han conducido al

estado actual del sistema (García, R. 2006).

1“La soberanía alimentaria da prioridad a las economías locales y a los mercados locales y nacionales, y otorga el poder a los campesinos y a la agricultura familiar, la pesca artesanal y el pastoreo tradicional, y coloca la producción alimentaria, la distribución y el consumo sobre la base de la sostenibilidad medioambiental, social y económica” (Declaración de Nyéléni, 2007 Mali).



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La selección de los componentes del sistema –es decir, los elementos, los límites del

sistema, y sus interrelaciones, tanto internas como externas, nos lleva a analizar procesos

institucionales, jurídicos y económicos. Los límites del sistema se refieren por un lado, a la

forma de producción –artes de pesca2 enmarcados en la agricultura familiar; y por otro, a las

fronteras geográficas – comunidades costeras donde se realiza pesca artesanal.

El interés por estudiar la pesca artesanal surge de lo que Rolando García señala como

principal motivación de los estudios de sistemas complejos: poder actuar sobre el sistema.

Debido principalmente a dos factores: la fragilidad de la Agricultura Familiar en Argentina,

que corre el riesgo de transformarse, en un futuro no muy lejano, en una expresión

folclórica, y el hecho de que los pescadores artesanales son los garantes de la conservación

de los recursos naturales y la biodiversidad de nuestras aguas.

Desarrollo

Desde la antigüedad, la pesca constituye para la humanidad una fuente importante

de alimentos y proporciona empleo y beneficios económicos a quienes se dedican a esta

actividad.

En el caso de la acuicultura, en América Latina es impulsada a mediados del siglo

XX por programas gubernamentales para diversificar la producción de alimentos y mejorar la

seguridad alimentaria en zonas rurales. La acuicultura de recursos limitados corresponde a

“la actividad que se practica sobre la base de autoempleo; sea de forma exclusiva o

complementaria, en condiciones de carencia de uno o más recursos que impiden su auto-

sostenibilidad productiva y la cobertura de la canasta básica familiar en la región que se

desarrolle” (FAO, 2012).

En paralelo, después de la Segunda Guerra Mundial se ha constatado que los

recursos acuáticos, aun siendo renovables, son limitados y tienen que someterse a un

aprovechamiento adecuado si se quiere que su contribución al bienestar nutricional,

económico y social de la población sea sostenible.

Al final de los años ochenta resultó evidente que los recursos pesqueros no podrían

ya sostener una explotación y desarrollo tan intensos y a menudo no controlados y que

2 Sistema de elementos que sirve para la captura de peces (INIDEP). En nuestro país, debido a la diversidad de las regiones donde se lleva a cabo la pesca artesanal existe una gran variedad: rastrillo para recolección de almejas, cebos para recolección de caracoles, alambre rígido con su extremo doblado en forma de gancho para la recolección de pulpos, tramallo, espinel, trampas, nasas, palangres, redes (de playa, de fondeo, de arrastre, de tiro de playa), entre otras.



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hacía falta formular con urgencia nuevos criterios de ordenación pesquera que tuvieran en

cuenta los aspectos relativos a la conservación y el medio ambiente.

La introducción generalizada de las zonas económicas exclusivas (ZEE), a mediados

de los años setenta, y la adopción, tras largas deliberaciones, de la Convención de las

Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, en 1982, ofrecieron un nuevo marco para la

ordenación de los recursos marinos. El nuevo régimen jurídico del océano reguló los

derechos y responsabilidades de los Estados ribereños en materia de ordenación y

aprovechamiento de los recursos pesqueros dentro de sus ZEE, abarcando alrededor del 90

por ciento de la pesca marítima mundial.

La extracción de pescado por encima de su tasa de renovación tiene como resultado

el agotamiento de las poblaciones de peces. Las malas prácticas de pesca destruyen los

hábitats y las capturas excesivas afectan al equilibrio natural de los seres vivos presentes en

sistemas marinos.

El mismo ecosistema es aprovechado de maneras disímiles por la pesca de gran

escala y por pescadores artesanales. La salud de los ecosistemas acuáticos y la

biodiversidad asociada con ellos constituyen la base fundamental para la subsistencia de los

pescadores artesanales.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura –FAO-

hace referencia a la pesca en pequeña escala y artesanal como un sector con una gran

diversidad, que no cuenta con una única definición, ya que ésta debe determinarse en cada

contexto nacional, reconociendo sin embargo algunas características comunes (FAO, 2014):

-son pescadores autónomos y generalmente suministran pescado para consumo

directo en sus hogares o comunidades;

-tiende a estar firmemente arraigada en las comunidades locales, lo que suele

responder a vínculos históricos con los valores, las tradiciones y los recursos pesqueros

adyacentes;

-representa una forma de vida y encarna una riqueza cultural y variada de

importancia mundial;

-desempeña una importante función en la seguridad alimentaria y la nutrición, la

erradicación de la pobreza, el desarrollo equitativo y la utilización sostenible de los recursos.



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En este trabajo la pesca artesanal y la acuicultura de recursos limitados son

analizadas dentro de la Agricultura Familiar, actor que se constituye como protagónico en la

producción de alimentos, contribución a la soberanía y seguridad alimentarias y al desarrollo

rural. La Agricultura Familiar integra al pescador y al acuicultor, a su familia, en un contexto

de desarrollo humano y productivo que incluye a toda la comunidad. Son los garantes de la

producción de alimentos y aliados estratégicos en la conservación de los recursos naturales

y la biodiversidad.

En Argentina, la Agricultura Familiar reúne el 60% de los productores, unos 250.000

que producen el 20% de la producción agropecuaria a pequeña escala (Subsecretaría de

Fortalecimiento Institucional, 2015).

La pesca artesanal es llevada a cabo tanto en comunidades de la costa marítima del

territorio, como en áreas lacustres y fluviales: lagos, lagunas, ríos. Se caracteriza

principalmente por el uso de artes de pescas pasivas y técnicas relativamente simples y no

depredadoras. Constituye una actividad productiva de bajo impacto ambiental y de alta

selectividad. Las capturas se seleccionan de acuerdo a las posibilidades de

comercialización, determinando de esta manera la sostenibilidad del recurso.

Desde el punto de vista socioeconómico, estas actividades contribuyen al

abastecimiento interno con productos de buena calidad y a la generación de empleos e

ingresos dignos para un importante sector de las comunidades.

Al interior de las familias de los pescadores y acuicultores de recursos limitados,

provee un alimento que aporta elementos indispensables para la nutrición: valiosas

proteínas de alta calidad (aminoácidos esenciales); minerales como calcio, hierro, fósforo; y

vitaminas. Esta contribución a la alimentación familiar reviste mayor importancia en los

casos de familias de bajos recursos económicos.

Para mejorar la calidad de vida de los pescadores artesanales y los ingresos

económicos obtenidos por esta actividad, desde el Estado se propone el aumento de su

participación en los circuitos cortos de comercialización. Entendidos éstos como “una forma

de comercio basada en la venta directa de productos frescos o de temporada sin

intermediario –o reduciendo al mínimo la intermediación- entre productores y consumidores”

(CEPAL, 2013).



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Se estima que en el territorio nacional existen 9.750 pescadores artesanales,

identificados por los referentes territoriales. En el Registro Nacional de Agricultura Familiar

hay 3.692 Núcleos de Agricultura Familiar inscriptos: región Centro 1.970, región Cuyo 38,

región NEA 911, región NOA, 691, región Patagonia 82, según datos suministrados por la

Dirección de ReNAF y Monotributo Social Agropecuario (Ministerio de Agricultura,

Ganadería y Pesca de Nación, 2015).

De la experiencia del trabajo territorial realizado durante el período comprendido

entre los años 2012-2016, se han destacan determinados elementos que ayudan en la

construcción de sistema de la pesca artesanal y la acuicultura de recursos limitados.

Siguiendo a García (2006), un hecho puede ser considerado como un observable a partir del

momento en que es interpretado, es decir revestido de una significación relativa a un

contexto más amplio.

La observación sobre las condiciones de vida de las familias de los pescadores

artesanales y acuicultores de pequeña escala se vincula con el carácter informal de la

actividad, es decir con la imposibilidad de legalizar distintas etapas del proceso productivo:

- para la pesca artesanal, en la captura, al no acceder a los permisos de pesca

otorgados por cada provincia;

- en la acuicultura de recursos limitados, en el cultivo, al no habilitar los criaderos;

- en el procesamiento, debido al escaso equipamiento de cámaras de frío, o a la falta

de habilitación municipal de las mismas;

- en el traslado, en parte por la escasez de móviles con equipo de frío, pero también

el riesgo de confiscación de la mercadería, al no poder garantizar la trazabilidad;

- y en la comercialización, debido a la baja existencia de mercados o ferias donde la

población acceda a los productos pesqueros recién extraídos, y los pescadores y

acuicultores obtengan un mejor precio en la venta directa.

En los últimos diez años, se han generado algunos cambios vinculados a la

Agricultura Familiar en términos institucionales que detallamos a continuación, ya que

actúan respaldando y motorizando la implementación de políticas destinadas a este

segmento productivo:



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- El 29 de marzo de 2006 a través de la Resolución Nº 132 de la Secretaria de

Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, se institucionalizó oficialmente el Foro Nacional

de Agricultura Familiar, como espacio de diálogo político entre el Sector Estatal y las

Organizaciones de la Agricultura Familiar, con el fin, entre otros, de proponer políticas,

proyectos y normativa que tengan impacto en los productos del sector.

- El 26 de octubre de 2007 por medio de la Resolución Nº 255 se estableció en el

ámbito de la Secretaria de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, el Registro Nacional

de Agricultura Familiar (ReNAF).

- El 7 de abril de 2008 mediante el Decreto 571/2008 se crea en el ámbito del

Ministerio de Economía y Producción, la Subsecretaría de Desarrollo Rural y Agricultura

Familiar, con el objetivo de identificar, diseñar y ejecutar políticas y programas que atiendan

las necesidades específicas del sector de la agricultura familiar.

- El 2 de octubre de 2009 mediante el Decreto 1366/09 se crea el Ministerio de

Agricultura Ganadería y Pesca, jerarquizando la política pública para el sector rural en su

conjunto.

- El 15 de abril de 2010 mediante la Decisión Administrativa 175/2010 se aprueba la

estructura organizativa del primer nivel operativo de la Secretaría de Desarrollo Rural y

Agricultura Familiar, dentro del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.

- El 19 de julio de 2010 mediante la Resolución Conjunta entre la Secretaría de

Coordinación y Monitoreo Institucional, la Secretaría de Desarrollo Rural y Agricultura

Familiar y la Administración Federal de Ingresos Públicos 4263/2010, 9/2010 y 2880 se

implementa el Monotributo Social Agropecuario a costo cero para incorporar a los

productores rurales familiares a la economía formal.

-El 26 de junio de 2014 por medio del Decreto 1030/2014 se establece que resulta

conveniente jerarquizar la unidad encargada de la Agricultura Familiar, aprobándose la

estructura organizativa de la Secretaría de Agricultura Familiar, ex Sub Secretaría del

Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.

- El 17 de diciembre de 2014 se sanciona con fuerza de Ley 27.118 la Reparación

Histórica de la Agricultura Familiar para la construcción de una nueva ruralidad en la

Argentina.



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Desde la Secretaría de Agricultura Familiar, a partir del año 2014 se crea el Área de

Pesca Artesanal y Acuicultura de Recursos Limitados. Durante 2015 se desplegaron

recorridas por el territorio nacional para realizar una caracterización más acabada del sector

que permita planificar las políticas públicas. De esta manera, se visitaron más de 40

localidades de todo el país donde se desarrolla tanto la pesca artesanal como la acuicultura

de pequeña escala, Provincias: de Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Río Negro,

Neuquén, Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Chaco, Misiones.

La propuesta que guía el accionar del área se basa en tres pilares: el reconocimiento

y la valoración de la pesca artesanal y la acuicultura de recursos limitados a la soberanía y

seguridad alimentarias; el acceso de la población a los productos de la agricultura familiar en

forma directa; y la defensa del uso racional y sustentable de nuestros recursos naturales.

Durante este breve período se propuso la consolidación de diversas instancias

participativas para debatir y generar consensos sobre diseños e implementación de políticas

públicas: acompañando, por un lado, la conformación de la Federación de Pescadores

Artesanales y Recolectores Costeros –por medio de encuentros provinciales y nacionales de

organizaciones de pescadores y recolectores-, y por el otro, con la creación del Consejo

Consultivo de la Pesca Artesanal y Recolectores Costeros, como un espacio de articulación

institucional que agrupe a diferentes unidades de gestión estatal y a las organizaciones. Del

mismo modo, se conformó un espacio de Coordinación de Unidades Mínimas de

Producción Acuícola.

Del diagnóstico que se ha ido construyendo destacamos que persiste un alto

porcentaje de pescadores artesanales y acuicultores de recursos limitados con una situación

de vulnerabilidad por no ser parte de la economía formal, contar con un ingreso económico

poco estable, no acceder a jubilación, careciendo de cobertura de salud (inclusive sus

familias).

Considerando los fenómenos que determinan el desarrollo de la pesca artesanal,

resulta ineludible mencionar al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria

(SENASA): responsable de ejecutar las políticas nacionales en materia de sanidad y calidad

animal e inocuidad de los alimentos, así como verificar el cumplimiento de la normativa

vigente en la materia. Para el sector que abordamos en este trabajo, SENASA constituye

una estructura de difícil acceso en la resolución de conflictos suscitados al momento de

intentar ingresar en la economía formal los productos pesqueros.



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Dentro de los avances obtenidos por la Agricultura Familiar durante los últimos años,

la presidencia de SENASA tomó la decisión de adecuar la normativa vigente a la escala de

la agricultura familiar, preservando siempre el nivel de protección sanitaria apropiado, en

materia de sanidad y calidad agroalimentaria. Reconociendo las dificultades con las que se

encuentra la Agricultura Familiar sobre todo con la manera de encauzar formal y

comercialmente el destino de su producción, crea mediante la Resolución 759/2009 la

Comisión de Agricultura Familiar (SENAF). En línea con este proceso, en 2015 incorpora

mediante la Resolución 562/2015, como nuevo Capítulo XXXIII “De los Productos

Provenientes de la Agricultura Familiar” al Reglamento de Inspección de Productos,

Subproductos y Derivados de Origen Animal aprobado por el Decreto N°4.238 del año 1968.

La Comisión de Agricultura Familiar de SENASA cuenta con cuatro grupos de

trabajo: pesca artesanal, plantas de faena, lácteos, conservas/escabeches. Como parte de

la búsqueda por integrar a la actividad de la pesca artesanal dentro de la cadena formal de

captura, acondicionamiento y comercialización de los productos de la pesca, desde el Área

participamos activamente en el desarrollo de una guía de procedimientos para la pesca

artesanal, trabajando en la adaptación y generación de normas que contemplen la sanidad e

inocuidad de sus productos.

En comparación con otras ocupaciones, la pesca artesanal sigue siendo una de las

más peligrosas. De hecho, la depredación del recurso pesquero en aguas argentinas

repercute en la seguridad de los pescadores, ya que se deben desplazar de las zonas

tradicionales de pesca para extraer el recurso en zonas distantes, sin disponer de los

instrumentos de navegación, seguridad y auxilio apropiados.

En consecuencia, desde el Área se pone especial énfasis en capacitaciones agua,

navegación elemental, primeros auxilios, prácticas ante accidentes como caída al agua,

hundimiento, colisión entre embarcaciones o aproximación riesgosa de barcos.

En aras de mejorar las condiciones de trabajo de los pescadores, desde el Área se

procura colaborar en la superación de los obstáculos económicos por la limitada capacidad

de los pescadores para la adquisición de equipos de seguridad, tanto para el salvamento

como para la localización. La presentación de proyectos de desarrollo de sistemas de alerta

temprana, así como destinados a la adquisición de equipos modernos e instrumentos de

seguridad para las embarcaciones pesqueras de menor tonelaje, ejemplifican esta

búsqueda.



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Resultados Logrados

Desde el comienzo de la gestión del Área de Pesca Artesanal y Acuicultura de

Recursos Limitados se propuso el desarrollo de estrategias conjuntas entre la Secretaría de

Agricultura Familiar y las universidades nacionales, así como otras instituciones dedicadas

al conocimiento científico del sector, como INIDEP (Instituto Nacional de Investigación y

Desarrollo Pesquero) y CENADAC (Centro Nacional de Desarrollo Acuícola).

Como resultados obtenidos de esta articulación vale la pena destacar:

Junto a la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (Universidad Nacional de Mar del

Plata), el diseño de la Diplomatura en Gestión Pesquera Artesanal y Acuicultura de Pequeña

Escala.

Capacitaciones en Acuicultura a cargo del equipo de la Dirección de Acuicultura del

Ministerio de Agroindustria y del Centro Nacional de Desarrollo Acuícola (CENADAC) a

técnicos de la Secretaría de Agricultura Familiar de las regiones del noroeste, nordeste y

litoral argentino.

Presentación de proyectos a Convocatorias:

- Tecnologías para la Inclusión Social, del Ministerio de Ciencia, Tecnología e

Innovación Productiva de la Nación. Se presentó la idea-proyecto N°143: “Base de

Datos Georeferenciada de la Pesca Artesanal en la Provincia de Buenos Aires”, en la

línea Agricultura Familiar, junto al Municipio de Mar Chiquita y el Centro de

Investigaciones Geográficas de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de

Buenos Aires.

- Agrovalor II (2015) de un proyecto destinado a crear un Centro de Capacitación y

Transferencia Tecnológica para el Fortalecimiento de la Pesca y Acuicultura

Artesanal. Se logró un financiamiento de $2.500.000 aportados por el Ministerio de

Agroindustria, el Ministerio de Educación de la Nación y el Consejo Interuniversitario

Nacional. El monto será administrado por la Universidad Tecnológica Nacional,

Facultad Regional Chubut con sede en Puerto Madryn.

- 23°Convocatoria de Proyecto de Vinculación e Innovación Tecnológica “Universidad

y Desarrollo” de la Secretaría de Políticas Universitarias, Ministerio de Educación de

la Nación. Proyecto 138, Número 44-140-138, titulado “Manual para el Desarrollo de

la Pesca Artesanal en la Provincia de Buenos Aires”, fue presentado por el Área de



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Pesca Artesanal en articulación con el Centro de Investigaciones

Geográficas/IGEHCS-CONICET y organizaciones de pescadores artesanales de la

provincia.

Por último, en forma permanente se lleva adelante una exhaustiva recolección de datos e

información sobre el sector a través del relevamiento de fuentes indirectas por medio de

fuentes estadísticas y bibliográficas: informes de la Dirección de Acuicultura, CENADAC,

Centro Nacional Patagónico, Clúster Acuícola del NEA, Clúster de Pesca Artesanal y

Maricultura de Chubut, Clúster de Pesca Artesanal de Tierra del Fuego, informes realizados

por la FAO, documentos de áreas pertenecientes a organismos públicos de países de

América Latina, publicaciones científicas, entre otras.

Como resultado de este relevamiento se presentó en el ámbito científico el trabajo “Pesca

Artesanal en Argentina: Institucionalización para la Agricultura Familiar” en el marco de las

IX Jornadas Interdisciplinarias de Estudios Agrarios y Agroindustriales argentinos y

latinoamericanos, Facultad de Ciencias Económicas, Universidad de Buenos Aires.

En colaboración con el Instituto de Geografía, Historia y Ciencias Sociales (CONICET) se

logró la geo-referenciación de las comunidades de pescadores artesanales del territorio

argentino. Ver Mapa 1.



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Mapa 1



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Conclusiones

Desde el Estado –nacional, provincial, municipal- existen diversos intereses con respecto a

la pesca artesanal y la acuicultura de recursos limitados. Como sucede con otro tipo de

actividades económicas enmarcadas en la agricultura familiar, las producciones de menor

escala se encuentran con serias dificultades en el cumplimiento de las normativas –

generalmente diseñadas para escalas mayores.

El panorama con que nos encontramos está determinado por el conjunto de reglas,

instituciones y organismos públicos creados en el país que han logrado afianzar y legitimar

la pesca de escala industrial cuyo principal destino es el comercio exterior y la obtención de

divisas, así como la acuicultura emprendida por grandes empresas, donde Rosamonte lidera

esta actividad de gran escala.

Diferente sería la realidad económico-social de los pescadores artesanales y acuicultores de

recursos limitados si la formulación de las obligaciones que deben cumplimentar sería

diseñada en base a la pequeña escala y el circuito corto que podrían transitar los productos

pesqueros al ser destinados para el consumo local.

La baja cantidad de toneladas extraídas por la pesca artesanal –dato inexistente en nuestro

país- potenciado por la captura de especies de consumo de alto valor comercial, podrían ser

procesadas o comercializadas en fresco en cada comunidad, con la participación de los

gobiernos municipales, provinciales, nacionales y con el apoyo de instituciones de

investigación y desarrollo (como INIDEP o las universidades nacionales) con una muy baja

inversión. Por ejemplo, se podría impulsar la aplicación de medidas que fomenten el

consumo de las especies capturadas por la pesca artesanal en cada lugar en detrimento de

especies foráneas. En la misma sintonía, se podría desarrollar una política de fomento al

crecimiento de las ferias francas, donde los pequeños acuicultores comercializan en forma

directa.

El análisis de sistema complejos constituye un valioso aporte para analizar aspectos de la

agricultura familiar, donde interactúan diversos factores, intereses, organismos y procesos –

económicos, sociales, culturales. A medida que se avance en el conocimiento de las

interrelaciones existentes entre estos procesos, podremos potenciar el desarrollo de una

actividad esencial para la vida de miles de personas en Argentina, así como fomentar el

acercamiento entre los productos de la escala familiar y los consumidores locales. En

comparación con el pescado proveniente de la flota industrial, los productos de la pesca



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artesanal tienen amplios beneficios: bajo nivel de deterioro, bajo nivel de aplastamiento,

períodos breves entre la captura y el desembarco, entre otros. Estos factores podrían

optimizarse para diferenciar el producto, en base a su calidad superior y así aumentar el

nivel de ingresos, de forma de dignificar el trabajo de los pescadores y sus familias.

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