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  • Perodo recomendado: PRIMAVERA E INVIERNO

    Perodo recomendado: PRIMAVERA E INVIERNO

    Perodo recomendado: INVIERNO

    Perodo recomendado: PRIMAVERA

    Perodo recomendado: PRIMAVERA, OTOO E INVIERNO

    Perodo recomendado: PRIMAVERA E INVIERNOP

    Perodo recomendado: PRIMAVERAPerodo recomendado: PRIMAVERA Y VERANO

    RECOMENDACIONES

    Perodo recomendado: PRIMAVERA

    Antes de adentrarnos en el campo, se recomienda visitar los Centros de

    Interpretacin para obtener informacin detallada sobre el lugar y las aves.

    Hay que evitar acercarse a las aves durante el perodo reproductor, espe-

    cialmente cuando existan nidos o colonias de aves.

    Tambin se debe evitar molestar a las aves durante los

    cortejos nupciales (avutardas), mantenindose los obser-

    vadores siempre en los bordes de caminos, carreteras o

    lugares sealizados.

    Muchas aves nidifi can en los roquedos, siendo preferible

    no subir a ellos para no causar molestias.

    Es mejor no aproximarse a las grandes concentraciones de

    aves (grullas, antidas, avutardas, etc.) y con ello evitare-

    mos ahuyentarlas.

    aves invernantes. Destacan en este perodo las poblaciones de nade real, nade rabudo, nade silbn, nade friso, pato cuchara, porrn comn, porrn moudo, cerceta comn y pato colorado. La inver-nada de somormujo lavanco, zampulln chico y zampulln cue-llinegro, llegar a ser de cierta importancia en algunos lugares.

    En invierno numerosos embalses son utilizados como dor-

    mideros comunales por grulla comn, gaviotas y cormorn grande.

    El guila pescadora puede verse en los embalses con re-gularidad durante sus migraciones y la cigea negra se con-centra en grandes bandos (superando incluso los 100 individuos) en

    colas de embalses y charcas en sus migraciones postnupciales.

    En los muros de las presas suele ser frecuente observar avin roquero y paloma brava y en ocasiones tambin roquero solitario, collalba negra o escribano montesino.

    Un gran nmero de embalses estn incluidos dentro de la red de ZEPA de Extremadura, destacando por su importancia Embalse de Orellana y Sierra de Pela, Llanos de Zorita y Embalse de Sierra Brava, Embalse de Los Cancha-les, Embalse de Montijo, Embalse de La Serena, Embalse de Arrocampo, Embalse de Brozas, Embalse de Borbolln, Embalse de Alcntara, Em-balse de Talavn, Embalse de Valdecaas, Embalse de Valuengo, Embalse de Gabriel y Galn y Embalse de Vegas Altas. Las charcas y lagunas ms destacables son: Llanos y complejo lagunar La Albuera, Complejo lagunar Egido Nuevo y Charca de la dehesa Boyal de Navalmoral.

    Los cursos fl uviales pueden ser muy diferentes dependiendo de la vegetacin asociada, de la anchura y profundidad de su cauce

    y de la altitud a la que se encuentren.

    Las especies ms frecuentes en los

    cursos de agua permanentes son los

    alisos, fresnos, chopos y sauces. En los cursos estacionales, casi

    siempre secos en los meses

    estivales, predominan especies muy adaptadas a la falta de

    agua como la adelfa y el tamujo.

    Son muchas las especies asociadas a la vegetacin de ri-

    bera, como ruiseor comn, zarcero comn, petirrojo,

    La eliminacin de los rboles de las dehesas, unido al abandono de los cultivos agrcolas y de la ganadera, as como otros factores

    como los incendios forestales, han fa-

    vorecido que se consolide una vegeta-

    cin con predominio de los matorrales

    y arbustos mediterrneos. Las formaciones ms comunes son los ja-rales, retamares, escobonales y acebuchares, mientras que

    en las zonas con mayor altitud son ms frecuentes

    los brezales y piornales.

    Las aves asociadas a este tipo de vegetacin son ms

    numerosas de lo que aparentemente cabra esperar, de-

    pendiendo en gran medida de la variedad de especies que

    compongan el matorral, su complejidad (altura, cobertura) y de la pre-

    sencia de otros elementos, como pastizales o rboles aislados.

    Entre las especies nidifi cantes destacan curruca rabilarga, curru-ca cabecinegra, curruca tomillera, curruca carrasquea, bisbita campestre, tarabilla comn, alzacola y pardillo comn.

    Cuando se abren claros en el matorral y aparecen

    pastizales, es frecuente encontrar tambin collaba gris, collalba rubia, cogujada monte-sina e incluso el aguilucho cenizo.

    En las zonas de mayor altitud,

    a menudo con nieve en invierno,

    donde slo crecen brezales y piornales alternando con pastizales de

    montaa, pueden encontrarse como nidifi cantes acentor comn, escri-bano hortelano y pechiazul.

    Entre las ZEPA con importantes superfi cies de matorrales destacan Sie-rra de Gata y Valle de las Pilas, Hurdes y Nacimiento del Ro Gvora.

    Las ZEPA ms representativas de este tipo de vegetacin son: Sierra de San Pedro, Monfrage y las dehesas del entorno, Sierra de Villuercas y Valle del Guadarranque y Ro Tajo Internacional y Riveros.

    Las dehesas son, sin lugar a dudas, el paisaje ms representativo de Extrema-dura, ocupando aproximadamente el

    35% del territorio. Las dehesas son el

    resultado del progresivo aclaramiento

    del bosque mediterrneo, al reducirse

    el nmero de rboles y la presencia de

    matorrales y arbustos. A la vez, median-

    te la poda peridica de los rboles y el

    desbroce de los matorrales, el hombre ha logrado crear un complejo

    ecosistema, smbolo inequvoco del desarrollo sostenible en la regin.

    Las dehesas se componen principalmente de encinas y de alcornoques, mientras que en zonas de mayor altitud tambin existen dehesas de ro-bles o incluso de quejigo.

    En las dehesas con alta densidad de arbolado (20-40 r-

    boles/ha), las especies de aves son las tpicamente forestales,

    destacando durante el perodo reproductor la abubilla, paloma torcaz, trtola comn, pito real, herrerillo comn, carbonero comn, pinzn vulgar, mirlo co-

    mn, zorzal charlo, papamoscas gris, curruca mir-lona, alcaudn comn, rabilargo, gorrin chilln, gorrin moruno y verdern.

    C u a n - do la dehesa conserva matorrales como jaras, retamas, brezos, cantueso o incluso chaparros (encinas jvenes que nunca han sido podadas), se enriquece con la presencia de otras especies como to-tova, curruca cabecinegra, curruca mirlona, curruca carrasquea y curruca rabilarga.

    Cuando disminuye la densidad de rboles (>15 rboles/ha) y

    predominan los pastizales con matorrales dispersos, surgen otras

    especies como la cogujada montesina, tarabilla comn, trigue-ro o incluso alcaravn.

    En invierno, una de las especies ms representativa es la

    grulla comn, autntico smbolo de las dehesas durante esta poca de ao. Del mismo modo, la paloma torcaz, atrada tam-bin por la abundancia de bellotas, llega en grandes bandos a los

    encinares adehesados. Otras especies frecuentes durante la invernada

    son avefra, lavandera blanca, petirrojo, colirrojo tizn, zorzal co-mn, zorzal alirrojo, mosquitero comn y camachuelo comn.

    La dehesa es tambin el hbitat de nidifi cacin de numerosas

    rapaces como elanio azul, milano negro, ratonero comn, guila calzada o guila culebrera y tambin acuden en busca de alimento otras como el guila imperial ibrica, guila perdicera o rapaces necrfagas como el buitre leonado, buitre negro o alimoche.

    Las ZEPA ms representativas de este tipo de hbitats son: Embalse de Cornalvo y Sierra Bermeja, Dehesas de Jerez, Vegas del Ruecas, Cubilar y Moheda Alta, Monfrage y las dehesas del entorno, Puerto Pea y Sierra de los Golondrinos, Sierra de la Moraleja y Piedra Santa, Sierra de Siruela y Sierra de Hornachos.

    Dentro de las especies limcolas, son importantes los efectivos de za-rapito real, cigeuela comn, archibebe comn, archibebe oscuro, chorlito dorado comn, agachadiza comn y combatiente.

    Entre las rapaces, merece destacar las poblaciones de aguilu-cho lagunero y aguilucho plido, que suelen instalar sus dor-mideros en arrozales, elanio azul, ratonero comn, milano

    real, esmerejn y lechuza campestre.

    Existen ZEPA designadas exclusivamente para proteger las aves de los cultivos de regado, como Arrozales de Palazue-

    lo y Guadalperales, Vegas del Ruecas, Cubilar y Moheda Alta y Llanos de Zorita y Embalse de Sierra Brava.

    Los dos ros principales, Tajo y Guadiana, se encuentran em-balsados prcticamente en su totalidad a su paso por Extremadura,

    estando dedicados a la produccin elc-

    trica y al abastecimiento de agua para la

    poblacin y los cultivos de regado. La

    escasez de agua en los meses estivales,

    que en ocasiones puede llegar a ser prolongada, ha hecho necesaria la

    construccin de numerosos embalses y charcas. De hecho, Extremadura

    es la regin de la Pennsula Ibrica con ms longitud de costa interior,

    aproximndose a los 2.000 km. Estas zonas hmedas artifi ciales son utili-

    zadas intensamente por las aves, constituyendo verdaderos oasis.

    En las islas de los embalses es posible encontrar colonias de reproduc-

    cin de charrancito, pagaza piconegra, canastera, cigeuela, chor-litejo chico y ocasionalmente charrn comn. El cormorn grande ha comenzado a nidifi car tambin en los ltimos aos en algunos embalses.

    En las charcas poco profundas y con vegetacin fl otante nidifi can

    zampulln chico, somormujo lavanco, focha comn y en ocasiones fumarel cariblanco y avefra. Entre las antidas nidifi cantes, cabe des-tacar al nade friso y pato cuchara y puntualmente tambin pato colorado y porrn comn.

    El valor ornitolgico de estas zonas hmedas es mu-

    cho mayor en invierno, siendo Extremadura una de

    las regiones ibricas con mayor importancia para la

    invernada de especies acuticas, superando cada ao las 250.000

    curruca capirotada, pjaro moscn, oropndola y escribano soteo. Tambin especies de hbitos nocturnos como el chotacabras pardo.

    En los ros de norte de la regin es frecuente la presencia

    del mirlo acutico, as como la lavandera cascadea y lavandera blanca, esta ltima, mucho ms exten-dida por todo tipo de zonas hmedas en la regin.

    En los cauces con abundante vegetacin emer-

    gente nidifi can pequeas aves como el carricero comn, carricero tordal, ruiseor bastardo, incluso especies ex-ticas como el bengal rojo o el pico de coral. Cuando la vegetacin

    emergente ocupa grandes superfi cies, tambin es posible encontrar

    poblaciones de garza imperial, avetorillo, rascn o incluso especies mucho ms raras como el calamn o la buscarla unicolor.

    Existen importantes colonias de garzas en los rboles de las riberas,

    algunas con miles de aves, donde nidifi can conjuntamente garcilla bue-yera, garceta comn, garza real, martinete y cigea blanca, a

    las que se le unen en ocasiones garcilla cangrejera y esptula.

    En los cortados arenosos de las orillas de los ros construyen sus

    colonias el avin zapador y el abejaruco, as como el martn pesca-dor. En ocasiones, los huecos de estas aves son aprovechados tambin por carraca o gorrin chilln.

    Entre las ZEPA que incluyen cursos fl uviales merece destacar Azud de Badajoz, Embalse de Montijo, Ro y pinares del Ti-

    tar, Riveros del Almonte y Vegas del Ruecas, Cubilar y Moheda Alta.

    Muchos pueblos y ciudades de Extremadura son ex-celentes lugares para la observacin de las aves ya que ofrecen

    adecuados lugares para su nidifi cacin

    y se encuentran prximos a sus reas

    d e alimentacin. En ocasiones, los edifi cios histricos (iglesias,

    palacios, castillos, casas) son los emplazamientos seleccionados

    por las aves para nidifi car por la abundancia de huecos y soportes

    para instalar sus nidos. Los enormes nidos de cigea blanca en los campanarios de las iglesias de Extremadura, constituyen una

    de las imgenes ms representativas de la regin, evidenciando la

    ntima convivencia de las aves y el hombre en estas tierras.

    Los pastizales son la ltima eta-pa en la degradacin del bos-que mediterrneo, una vez que ha desaparecido la mayor parte de los

    rboles y de las especies arbustivas y de

    matorral acompaantes. Con frecuen-

    cia, es difcil creer que en otro tiempo

    esos mismos terrenos tuvieron una densa vegetacin. Suelen ocupar

    grandes extensiones de terreno, confi gurando un peculiar paisaje de

    llanura. Generalmente los pastizales estn asociados a la presencia de

    cultivos de cereales de secano, principalmente trigo, cebada o avena.

    Muchas especies de aves encuentran aqu un hbitat

    ptimo para la reproduccin, mientras que otras estn

    presentes en los pastizales atradas por la abundancia

    de alimento y su hbitat de nidifi cacin se encuentra

    en roquedos, bosques o dehesas.

    La especie ms representativa de los pastizales es la

    avutarda, con poblaciones en Extremadura que su-peran los 6.500 individuos y cuyo espectacular cor-

    tejo nupcial es uno de los principales atractivos del turismo ornitolgico

    en la regin. En este hbitat de llanura son tambin frecuentes otras aves

    como sisn, ganga, ortega, canastera, mochuelo comn y alcaravn.

    En los cultivos de cereal se establecen colonias de aguilucho cenizo que a veces estn acompaados por algunas parejas de aguilucho lagu-nero y ms raramente de aguilucho plido.

    En las casas de campo es frecuente que nidifi que la carraca o se ins-talen colonias de cerncalo primilla, siendo tambin ambas especies los principales inquilinos de cientos de cajas-nido artifi ciales instaladas en

    los postes de los tendidos elctricos de la regin.

    Al igual que en las dehesas, la abundancia de urracas hace posible la presencia del cralo, el parsito de sus nidos.

    Las comunidades de pjaros son tambin muy nume-

    rosas, destacando las poblaciones de cogujada mon-tesina, cogujada comn, calandria, terrera comn, bisbita campestre, buitrn, collalba rubia, alcaudn

    real y triguero. Es el hbitat por excelencia de la perdiz roja y en ocasiones de la codorniz.

    El bosque mediterrneo pue-de considerarse el hbitat ms similar a las formaciones origi-nales que hace miles de aos cubrieron

    las tierras de Extremadura. La accin

    transformadora del hombre a lo largo

    de la historia ha provocado la evolucin

    del bosque hacia otros tipos de vegeta- c i n

    tambin de gran valor, como es el caso de las dehe-sas, los matorrales o los pastizales.

    Los bosques mediterrneos mejor conservados se en-

    cuentran an en las laderas y partes altas de algunas sierras, as como en

    determinados valles fl uviales. Las especies dominan-

    tes son la encina, el alcornoque y el roble, presen-tando siempre una alta densidad de rboles, llegando

    a entremezclar sus copas. Suelen estar acompaados

    de numerosas especies arbustivas y de matorral, que

    en ocasiones alcanzan tal desarrollo que el bosque se

    convierte en una impenetrable maraa de vegetacin.

    Algunas de las aves ms amenazadas de la Penn-

    sula Ibrica utilizan este hbitat para nidifi car, buscan-

    do la proteccin que ofrece la densa vegetacin de las

    laderas de las sierras. Es el caso del buitre negro, el guila imperial ibrica o la cigea negra, que generalmente eligen grandes rboles para instalar sus nidos.

    Con frecuencia, el bosque est formado exclusivamente por rboles

    y se ha eliminado gran parte de los matorrales, abundando entonces

    las especies de aves tpicamente forestales: arrendajo, pico picapinos, pico menor, torcecuello, trepador azul, agateador comn, colirrojo real, herrerillo capuchino, mito, pinzn vulgar o picogordo. En los bosques de robles tambin est presente el mosquitero papialbo.

    Cuando el estrato arbustivo es abundante, aparecen

    como nidifi cantes el petirrojo, ruiseor comn, chochn o curru-ca capirotada. Es tambin el hbitat idneo para muchas rapaces, como el halcn abejero especialmente en los robledales, azor, gaviln, bho chico y crabo.

    Los edifi cios antiguos tambin acogen

    nutridas colonias de cerncalo primilla, que en ocasiones llegan a superar las 50 parejas.

    Tambin conviven en los mismos lugares gra-jilla, vencejo plido, vencejo comn y lechuza comn.

    En los grandes puentes, algunos de ellos de la

    poca romana, se instalan los vencejos reales, como en la ciudad de Mrida, con una poblacin superior a 70 individuos.

    Los tramos urbanos del ro Guadiana a su paso por Mrida y Badajoz,

    han sido elegidos por las garzas para instalar sus bulliciosas colonias de reproduccin, ajenas completamente a la intensa actividad humana.

    Estas colonias pueden superar las 2.500 parejas de aves, constituyendo

    un asombroso espectculo para los ornitlogos y tambin el resto de

    los habitantes. Igualmente llamativas son las colonias de avin comn en muchos edifi cios y puentes, compartiendo los ncleos urbanos con

    la golondrina comn y, en los pueblos ms norteos, tambin con el avin roquero.

    Extremadura es de las pocas regiones europeas que ha designado ZEPA den-tro de los ncleos urbanos, contando en la actualidad con 17 pueblos y ciudades protegidos por su importancia para las aves, especialmente por sus colonias de cerncalo primilla. Se recomienda la visita de las localidades de Cceres, Trujillo, Llerena y Zafra que adems cuentan con un gran atractivo turstico. Tambin existen importantes colonias de cerncalo primilla en edifi cios histticos de las localidades de Almendralejo (Iglesia de la Purifi cacin), Acedera, Brozas, Belvs de Monroy, Fuente de Cantos, Garrovillas, Guarea, Ribera del Fresno, San Vi-cente de Alcntara, Saucedilla y Jaraz de La Vera.

    En invierno se enriquece con la presencia de nuevas aves llegadas del

    norte, es el caso de la grulla comn, chorlito dorado comn, avefra, aguilucho plido, esmerejn, bisbita comn, alondra comn, jilguero o lavandera blanca.

    La abundancia de alimento favorece la pre-

    sencia de otras aves interesantes que nidifi can en hbi-

    tats muy diferentes, como es el caso del guila imperial ibrica, guila perdicera, guila real y guila culebre-ra o aves necrfagas atradas por los grandes rebaos

    de ganado, como el buitre leonado, buitre negro y alimoche.

    Las ZEPA con mayor superfi cie de pastizales y cultivos son La Serena Llanos de Cceres, Llanos de Trujillo, Magasca, Llanos de Alcntara y Brozas y Campia Sur y Embalse de Arroyo Conejo. Tambin son impor-tantes determinadas reas dentro de Dehesas de Jerez, Llanos y complejo lagunar de La Albuera y Llanos de Zorita y Embalse de Sierra Brava.

    En Extremadura existen ms de 200.000 ha dedicadas a los cul-tivos de regado, favorecidos por la extensa red de presas y canales

    existente en la cuenca del Ro Guadiana

    y en menor medida en la del Tajo.

    Desde el punto de vista de las aves, los cultivos de regado ms in-

    teresantes son el maz y el arroz (Extremadura, con 25.000 ha es la se-

    gunda regin espaola en produccin de arroz), especialmente en in-

    vierno. Una vez cosechados estos cultivos (entre octubre y noviembre),

    las aves aprovechan principalmente el grano desperdiciado que queda

    en los rastrojos tras la cosecha. Adems, los arrozales permanecen

    inundados durante la mayor parte del invierno, con-

    virtindose en atractivas zonas hmedas de aguas

    someras. Pese a ser reas dedicadas a agricultura in-

    tensiva, acogen importantes poblaciones de aves

    y un elevado nmero de especies.

    Entre las aves asociadas a los cultivos de regado desta-

    can las poblaciones invernantes de grulla comn, aguja coline-gra, gaviota sombra, gaviota reidora, morito, garza real, garcilla bueyera, garcilla cangrejera, garceta comn, garceta grande, cige-a blanca, nsar comn, nade rabudo, pato cuchara y avefra.

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    Muchas de las sierras extre-meas estn coronadas por grandes roquedos de cuar-cita, que emergen sobre la densa orla de vegetacin del bosque mediterr-neo o de las dehesas.

    La seguridad de las rocas, con frecuen-cia inaccesibles, y la densa barrera que constituye la vegetacin de las laderas, propician que algunas aves seleccionen estos lugares para nidificar y eviten as las molestias humanas o de sus depredadores naturales.

    Entre las tpicas aves nidificantes de los roquedos se encuentran muchas rapaces amenazadas, como guila perdicera, guila real, halcn pere-grino y bho real. Ms de un 40% de la poblacin de cigea negra elige para nidificar los roquedos de cuarcita en lugar de los grandes rboles.

    Este hbitat es tambin muy especfico de algunas especies durante la reproduccin, como es el caso del avin roquero, vencejo real, vencejo cafre, collalba negra, roquero solita-rio, roquero rojo, escribano montesino, grajilla, cuervo y chova piquirroja. En invierno, en sierras de altitud media y alta

    se puede observar el acentor alpino y muy excepcionalmente el treparriscos.

    Los mejores roquedos para ver aves se encuentran en las si-guientes ZEPA: Dehesas de Monfrage y su entorno (Salto del Gitano, Portilla del Titar), Embalse de Orellana y Sie-rra de Pela (Puerto Pea), Sierra de Villuercas y Valle del

    Guadarranque (Pico Villuercas), Canchos de Ramiro y Ladrone-ra (Sierra de la Garrapata), La Serena y sierras perifricas (Sierra de Tiros), Sierras de Pealsordo y Capilla (Torozo), Sierra de la Moraleja, Sierra de Hornachos y Sierras centrales y Embalse de Alange.