peña ramiro nº 2

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Nº 2 JUNIO 2010 La Salva o el valor de la palabra Recuperamos el pasado… mirando al futuro “Se hace saber a todos los pastores que mañana hay Salva, a las cuatro de la tarde en la Plaza de los Olmos. Están cita- dos Manuel el Chirra, Salvador el del Molino y Rafael Ca- ñada. El pastor que no acuda será dañador de la partida.” pal actividad económica de Al- cublas ha sido siempre la agricul- tura, la ganadería ha ocupado un lu- gar de relevancia. La lucha de intereses entre agricultores y gana- deros es un hecho histórico en la gran mayoría de nues- tras comarcas. Siempre han existi- do estos proble- mas. En Alcublas, estos conflictos eran habituales. A pesar que la princi- “La Salva”, la eterna confronta- ción de la agricul- tura y el pastoreo. Hablamos con Carmen Negrín ALCUBLAS CULTURAL Peña Ramiro “La Salva” se reunía con carácter mensual y a ella asistían exclusivamente los ganaderos que, conjunta- mente con veedores y el presidente de “La Salva” llegaban al acuerdo econó- mico correspondiente. No siempre imperaba la cor- dialidad.

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Page 1: Peña ramiro nº 2

Nº 2

JUNIO 2010

La Salva o el valor de la palabra

Recuperamos el pasado… mirando al futuro

“Se hace saber a todos los pastores que mañana hay Salva, a las cuatro de la tarde en la Plaza de los Olmos. Están cita-dos Manuel el Chirra, Salvador el del Molino y Rafael Ca-ñada. El pastor que no acuda será dañador de la partida.”

pal actividad

económica de Al-

cublas ha sido

siempre la agricul-

tura, la ganadería

ha ocupado un lu-

gar de relevancia.

La lucha de

intereses entre

agricultores y gana-

deros es un hecho

histórico en la gran

mayoría de nues-

tras comarcas.

Siempre han existi-

do estos proble-

mas. En Alcublas,

estos conflictos

eran habituales. A

pesar que la princi-

“La Salva”, la

eterna confronta-

ción de la agricul-

tura y el pastoreo.

Hablamos con

Carmen Negrín

ALCUBLAS

CULTURAL

Peña Ramiro

“La Salva” se reunía con

carácter mensual y a ella

asistían exclusivamente los

ganaderos que, conjunta-

mente con veedores y el

presidente de “La Salva”

llegaban al acuerdo econó-

mico correspondiente. No

siempre imperaba la cor-

dialidad.

Page 2: Peña ramiro nº 2

UN TRIBUNAL RÁPIDO, ORAL Y DIRECTO

En Alcublas, un pequeño municipio de

la comarca del Serrans, muy próximo a

Valencia pero a su vez muy alejado a

ella por su aislamiento geográfico, fun-

cionó hasta principios de los años 70

un tribunal que resolvía y mediaba en

los conflictos entre agricultores y gana-

deros. Su nombre era “La Salva” y su

origen data de antes del s. XVII. Era

presidida por el justicia o regidor ma-

yor de la villa y con el paso de los años

pasó a ocupar dicho cargo el Presiden-

te de la Cámara Agraria.

término, éstos

debían traspasarlo

para que sus ani-

males pastasen en

los lindantes de

Jérica, Sacañet, An-

dilla y Altura.

En los primeros

años del siglo pasa-

do existían más de

ciento cincuenta

pastores desarro-

llando una impor-

tante actividad ga-

nadera en la locali-

dad . Con el paso

de los años el

número de pasto-

res fue disminuyen-

do, llegando a ser

unos cincuenta en

la década de los 70.

Al tratarse Alcublas

de un municipio

con un escaso

Una JUSTICIA bien reglada. Mojonadas, hitas...

entrar con su ganado.

Por otra parte, para

delimitar las lindes en-

tre las propiedades

agrícolas, se emplea-

ban “las hitas”, unas

piedras altas que cumplían la función de

marcadores territoria-

les.

Semejante número de

pastores, con sus con-

siguientes cabezas de

ganado, originaron

discordias con los

agricultores. Todo

entonces estaba bien reglado: los

campos de cultivo se

marcaban con mojo-

nadas, que eran pie-

dras de buen tamaño

pintadas con cal que

indicaban la prohibi-

ción de entrada del

ganado. En los campos

con vides, a éstas se les ataban unas cañas

altas que señalaban al

pastor que no debía

Peña Ramiro 2 Alcublas. La Salva o el valor de la palabra

Al hablar de

“La Salva”

hablamos de

una forma ya

extinguida de

administrar

justicia.

Page 3: Peña ramiro nº 2

La Salva. Su funcionamiento

El último Pastor de Alcublas

El valor de las fuentes orales para la historia

Pero ¿quién vigilaba el cumplimiento de estas normas? Para ello se creó la figura del

“veedor”. Existían dos veedores, uno defendía los derechos de los ganaderos y el otro el de los agri-

cultores. Visitaban conjuntamente los campos y negociaban, pactando la multa o indemnización. “La

Salva” se reunía con carácter mensual y a ella asistían exclusivamente los ganaderos que,

conjuntamente con veedores y el presidente de “La Salva” llegaban al acuerdo económico correspon-

diente. No siempre imperaba la cordialidad.

Cuando los veedores conocían la identidad del ganadero infractor, la cosa era mucho más sencilla. Pe-

ro en ocasiones no había testigos directos y ningún pastor asumía los daños causados. En estos casos,

los veedores acordaban con el presidente de “La Salva” que todos los ganaderos que frecuentaban con

sus rebaños la partida en cuestión, debían hacer frente a los gastos ocasionados. En los casos en los

que no habían testigos era preciso llevar a cabo algún tipo de investigación. Si un pastor

afirmaba que su ganado no había pastado en un determinado bancal, negando la acusación del agricul-

tor, el veedor lo comprobaba de una manera muy sencilla. Si el rebaño había pastado anteriormente

en el bancal, volvía a hacerlo. Si no era así, el ganado nunca rebasaba la linde. Una forma muy curiosa

de encontrar al infractor.

dad por la UNESCO. La-

mentablemente el des-

censo de la actividad ga-

nadera en Alcublas y el

cambio en el estilo de

vida llevó a la desapari-

ción de “La Salva” hace

ya más de treinta años.

Al hablar de “La Salva”

hablamos de una forma ya

extinguida de administrar

justicia. Se utilizaba un

procedimiento rápido,

oral, directo y sin de-

recho de apelación.

Los conflictos se re-

solvían con las pala-

bras. Se buscaban media-

dores, para que las solucio-

nes fuesen justas y asumidas

por todas las partes. Enton-

ces las palabras tenían mu-

cho valor, todo su valor.

Podríamos hacer un símil

con el Tribunal de las

Aguas de la Vega Valen-

ciana, declarado Patrimo-

nio Inmaterial de la Humani-

perros de José, tendrán que bus-car a su dueño en ciudades que serán manico-mios para él. Lástima que en las ciudades ni el recuerdo, ni el olor de sus dueños sobre el asfalto les condu-cirá hasta ellos...

José Manuel Jorge Orrios es el último pastor de Alcublas. Es propietario de 280 ovejas y 2 cabras. Cada día del año que el tiempo lo permite, José sale con sus ovejas a pastorear dado que los piensos son muy caros y los pastos en Alcublas suelen ser en oca-siones abundantes y pro-porcionan una alimenta-ción más sana. En verano, cuando escasean los pastos

cercanos se alejan más del pueblo y se ve obligado a pernoctar con las ovejas para que no se metan en los sembrados, etc. Cuando José Manuel diga basta, perderemos muchas cosas. Perderemos al último pas-tor, perderemos un oficio, perderemos unas tradicio-nes como “La Salva”… Y los perros pastores, también se quedarán sin oficio, y como Lola, Paco y Brenda, los

Peña Ramiro 3 Alcublas Cultural

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"... la guerra se pierde cuando da uno la guerra por perdida. El

perdedor lo proclama al vencido: no es él quien se erige en

vencedor. Y mientras haya espíritu de resistencia, hay posibilidad de

triunfo". (Juan Negrín. Discurso ante la Cámara de Diputados. 1938)

Hablamos de sus orígenes,

de sus abuelas (la rusa y la

americana, mujeres de gran

carácter), de su hermano

Juan, de sus padres, y por

supuesto de su abuelo, el

Dr. Juan Negrín.

En este punto nuestras vivencias

se acercaron a pesar de las evi-

dentes diferencias en nuestros

trayectos. Nos contó cómo

su abuelo le transmitió el

sentido de la justicia, la soli-

daridad, el respeto, el com-

promiso, valores que cons-

tituyen el andamiaje de su

vida y a los que se ha entre-

gado activamente trabajan-

do para la UNESCO en di-

versos proyectos humanitarios.

"La palabra,

el diálogo es

la única ma-

nera de resol-

ver conflic-

tos...".

Tuvimos la ocasión de charlar largamente

con ella. Nos acercamos a una mujer sencilla,

discreta y de una asombrosa amabilidad. La

figura de su abuelo ha marcado su carácter:

"mi abuelo nos enseñó a vivir para los demás, a

servir a los demás". Ella lo ha demostrado este

sábado, con su sonrisa franca, con una mirada cer-

cana y sobre todo con sus palabras.

Hablamos del exilio, de la "indigna huida" de todos

los que se vieron obligados a escapar. De su vida

en Estados Unidos, en México, en París con

su abuelo. Nos contó cómo vivían los españoles

que llegaron a México y de qué manera fueron re-

haciendo sus vidas. Pero tambien hablamos de los

que se quedaron: la posguerra, el hambre, la

salvaje represión franquista, el miedo... de un

exilio más doloroso y cruel, "el exilio inter-

ior" que marcó la existencia de muchos de

nuestros padres y abuelos.

Alcublas cultural

Carmen Negrín trajo consigo la

chaqueta, el gorro y la camisa que

su padre usó en aquellos meses y

que entregó al pueblo de Alcublas

ya no solo como homenaje a su

padre sino como símbolo vivo de

la tragedia que se vivió en aque-

llos tres terribles años.

Estuvimos con CARMEN NEGRÍN