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INTRODUCCIÓN A LA GEOLOGÍA DEL PARQUE NATURAL DE LAS SIERRAS DE TEJEDA, ALMIJARA Y ALHAMA José M. Medina PREÁMBULO : Entre las provincias de Granada y Málaga se extienden un conjunto de sie- rras con direcciones preferentes ONO-ESE, de gran belleza paisajística y de natura- leza calcárea esencialmente. Geográficamente se incluyen en las comarcas natu- rales de Alhama, en el poniente granadino, y de la Axarquía, en el oriente mala- gueño. El núcleo de estos relieves está integrado por rocas metamórficas de dife- rente tipo que se incluyen dentro del Complejo Alpujárride, conjunto de unidades tectónicas alóctonas, intermedio entre el Nevadofilábride inferior y el Maláguide su- perior, que forma parte de las Zonas Internas de la Cordillera Bética (Dominio de Alborán), la más occidental de las cordilleras de plegamiento europeas, originadas

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INTRODUCCIÓN A LA GEOLOGÍA DEL PARQUE NATURAL DE LAS SIERRAS DE TEJEDA, ALMIJARA Y ALHAMA

José M. Medina

PREÁMBULO:

Entre las provincias de Granada y Málaga se extienden un conjunto de sie-

rras con direcciones preferentes ONO-ESE, de gran belleza paisajística y de natura-

leza calcárea esencialmente. Geográficamente se incluyen en las comarcas natu-rales de Alhama, en el poniente granadino, y de la Axarquía, en el oriente mala-

gueño. El núcleo de estos relieves está integrado por rocas metamórficas de dife-

rente tipo que se incluyen dentro del Complejo Alpujárride, conjunto de unidades

tectónicas alóctonas, intermedio entre el Nevadofilábride inferior y el Maláguide su-

perior, que forma parte de las Zonas Internas de la Cordillera Bética (Dominio de Alborán), la más occidental de las cordilleras de plegamiento europeas, originadas

durante la Orogenia Alpina por el acercamiento y choque entre las dos grandes pla-

cas tectónicas euroasiática y africana.

La complejidad geológica de esta área es muy grande, tanto por la cantidad

de estructuras de deformación que presenta como por el intenso metamorfismo al

que han sido sometidos los materiales alpujárrides de este sector central bético. No

obstante, la presencia mayoritaria de los mármoles le confiere al conjunto una gran

uniformidad geomorfológica, donde la acción geológica de las aguas superficiales y

subterráneas constituye el principal agente geológico modelador del relieve de la

región.

LOS TIPOS DE ROCAS:

Son las rocas metamórficas las que afloran en mayor extensión en la región y

dentro de ellas los mármoles son el tipo litológico más característico y representati-

vo.

Las sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, se incluyen entre los afloramientos

centrales del Complejo Alpujárride de la Cordillera Bética. En ellas se han dife-

renciado numerosas unidades tecto-metamórficas cuyos límites imprecisos y com-

plicados no han permitido hasta hace poco tiempo la correlación y simplificación de

la nomenclatura, necesarias para abordar su estudio con garantías. En la actuali-

dad la mayor parte de este sector interno de la cordillera se incluye dentro del con-

junto litoestratigráfico intermedio del Alpujárride y concretamente en la denominada

Unidad de Almijara (definida por Sanz de Galdeano y López Garrido en 2003), la

cual englobaría las anteriores unidades de La Herradura y de Salobreña. En los

bordes suroeste y norte afloran parcialmente los términos metamórficos de grado

medio-alto incluidos en el conjunto litoestratigráfico Alpujárride superior, formado

por la Unidad esquistosa de Los Guájares. Por último, en el borde noreste apare-

cen los términos detríticos terciarios (miocenos y pliocenos) de la Depresión de

Granada.

La columna litológica Alpujárride general de la Unidad de Almijara está

integrada por diferentes tramos metamórficos:

- Tramo metapelítico inferior. Formado por la alternancia de esquistos y

cuarcitas oscuras con minerales metamórficos índice como la distena, an-

dalucita, estaurolita, granates y la sillimanita, seguidos de esquistos y

cuarcitas de colores claros con minerales de biotita, clorita y epidota, que

intercalan periódicamente anfibolitas. Todos estos materiales afloran en la

vertiente sur de Sierra Tejeda, al norte de las localidades de Canillas de

Aceituno y Sedella. Se les ha calculado una potencia superior a los 500

m. y la edad es Paleozoico superior- Triásico inferior.(Pérmico-Anisiense).

- Tramo carbonatado inferior. Mayoritariamente está integrado por már-

moles calizos blancos, recristalizados y muy potentes (más de 800 m). El

tramo comienza con calcoesquistos y termina con una alternancia de 300

m de cuarcitas, esquistos y calcoesquistos que los separa del tramo de

mármoles superiores. Es el tramo que aflora con más extensión en el par-

que natural (los picos de el Lucero y de Navachica están formados por es-

tos mármoles). La edad es Trías medio-superior. (Ladiniense-Carniense).

- Tramo carbonatado superior. Constituido por mármoles dolomíticos

muy deformados y triturados que contienen minerales de tremolita e in-

tercalan niveles de calcoesquistos hacia el techo. El pico de la Maroma y

todo el sector noroeste del parque está ocupado por estos materiales. La

potencia es de 500 m y la edad es Trías superior.(Carniense-Noriense).

- Tramo metapelítico superior. Con él termina la serie litológica Alpujárri-

de, aunque no aflora en el parque natural. Está formado por una alternan-

cia de esquistos, calcoesquistos y mármoles en capas delgadas. La po-

tencia es de 200 m aproximadamente y la edad Trías terminal-Jurásico

basal. (Rhetiense-Hettangiense).

LOS TIPOS DE DEFORMACIONES:

La característica más destacada de las rocas que aparecen en las Zonas

Internas de las Cordillera Bética es la intensa deformación que han sufrido. En par-

ticular los términos metamórficos alpujárrides que afloran en el parque natural. A

pequeña escala los tipos de estructuras deformacionales que presentan, se relacio-

nan con el grado de metamorfismo, medio y a veces alto, que han sufrido tanto los

términos metapelíticos (esquistos, cuarcitas y cuarzoesquistos) como los carbona-

tados (mármoles calizos y dolomíticos). A mayor escala aparecen estructuras de-

camétricas y kilométricas como pliegues y fallas de diferentes tipos.

1. Entre las texturas metamórficas más destacadas destacan:

- Esquistosidad. Es muy patente en los términos esquistosos y en menor

medida en los mármoles. Se pueden apreciar hasta tres tipos de esquis-

tosidad diferentes, tanto de plano axial como de crenulación.

- Brechificación. Particularmente los mármoles superiores están muy tritu-

rados (“kakiritizados”), lo que favorece que la erosión deje al pie de los

escarpes extensos depósitos coluviales.

- Recristalización. Es muy patente en los mármoles inferiores, donde se

aprecia a simple vista los pequeños romboedros de dolomita.

- Foliación. Típica textura penetrativa de las rocas metamórficas sometidas

a una elevada compresión que se puede observar bien en los micaes-

quistos y en los neises inferiores, por la reorientación planar de minerales

como el cuarzo y la ortosa.

- Lineación. Se observa muy bien en los mármoles y calcoesquistos

superiores por la orientación de minerales de tremolita y en los esquistos

inferiores por minerales de distena y sillimanita.

2. Los pliegues que afectan a los esquistos y mármoles alpujárrides son de varios

tipos y tamaños:

- Micropliegues. Muy abundantes en los esquistos y calcoesquistos inter-

calados entre los mármoles. En ellos se pueden ver frecuentes segrega-

ciones de cuarzo, carbonatos, micáceos o de silex, en los mármoles, que

dibujan pliegues fluidales y similares muy llamativos.

- Pliegues de gran radio. La gran estructura antiforme que forma la mole

marmórea de las sierras del parque natural están afectadas por grandes y

apretados pliegues sinclinales y anticlinales tumbados, a veces isoclina-

les, con direcciones E-O en la parte occidental y ONO-ESE o NO-SE en

la oriental. Tienen una doble vergencia, hacia el norte los pliegues de las

vertientes sur de las sierras, y al sur los de las vertientes norte. En Sª Te-

jeda se da la mayor complejidad estructural que va disminuyendo hacia el

este, apareciendo pliegues más suaves que incluso llegan a desaparecer,

dando estructuras tabulares en la Sª de Almijara.

3. Son numerosas las fallas que fragmentan y dislocan los materiales plegados

alpujárrides, de naturaleza y dimensiones diferentes. Se reconocen muy bien sobre el

terreno porque dan escarpes muy llamativos. El Complejo Alpujárride está delimitado

por despegues extensionales, que aparecen en forma de mantos de corrimiento, y

que lo separan de los otros dos complejos tectónicos mayores de las Zonas Internas

de la Cordillera Bética: el Maláguide y el Nevadofilábride. A su vez, los esquistos y

mármoles alpujárrides están afectados por fallas inversas con dirección E-O que

llegan a producir despegues (al norte del pico Maroma y entre Canillas de Aceituno y

Sedella); por fallas normales de bajo ángulo NO-SE (al norte de los picos Puerto y

Lucero) y por fallas de salto en dirección con dirección E-O (en el borde sur entre

Alcaucín y Canillas de Albaida). Todas las fracturas tienen grandes recorridos y

fragmentan el complejo tectónico. Estas estructuras se originaron en la última etapa

de deformación terciaria (Mioceno superior) que afectó al sector occidental bético.

LOS TIPOS DE FORMAS DE MODELADO:

Las sierras que se extienden por el parque natural forman en conjunto un

gran antiforme ONO-ESE desarrollado principalmente sobre los mármoles calizos y

dolomíticos que son el tipo litológico más extenso de la región. Por tanto el tipo de

morfogénesis dominante es la de tipo cárstico, aunque presenta un grado de desarro-

llo menor. En las áreas bajas, al pie de los grandes relieves, donde afloran los térmi-

nos esquistosos más blandos, se desarrollan formas de tipo denudativo asociadas

con los numerosos cursos fluviales que jalonan el sistema montañoso carbonatado.

Las formas exocársticas están poco

desarrolladas en los mármoles, dominando en

ellos las morfologías fluviales superficiales,

en una serie de cañones y barrancos ligados

a los cursos principales que descienden des-

de las cumbres de la sierras Tejeda. Alhama y

Almijara. Sobresalen las gargantas de los ríos

Alcázar, al oeste, y Chillar y La Miel, al este; y

la de varios arroyos: en la vertiente norte, los

Tejos, Presillejos, Espartal, Potril y Piletas, y

en la vertiente sur, Almanchares, La Fuente,

Cajula, e Higuerón.

En los mármoles dolomíticos superiores

del sector occidental aparecen varios sistemas

de simas, algunos de gran recorrido como el

que se abre cerca del pico de La Maroma (co-

nocida como sima K12). En esta zona las for-

mas exocársticas son más escasas ya que las

capas de mármoles tienen un buzamiento alto,

las pendientes son elevadas y hay numerosa

intercalaciones de calcoesquistos que impiden

el desarrollo vertical. Por el contrario, en la zona

NE, donde afloran extensamente los mármoles

calizos inferiores más potentes y con menor in-

clinación, se pueden observar sistemas de doli-

nas que siguen las direcciones de fallas norma-

les principales y numerosos campos de lapiaces (alrededores del pico Lucero). En

estos materiales se enclava la Cueva de Nerja, emblema del modelado endocárstico

de Andalucía con la gran

variedad de espeleotemas

que la caracteriza. También

aparecen cavidades no tan

espectaculares en la vertiente

norte (cueva del Linarejo en

Játar).

Los materiales es-

quistosos del sur están muy

erosionados apareciendo en

ellos frecuentes acarcava-

mientos y deslizamientos.

Están surcados por numero-

sos arroyos y ríos que con-

forman una densa red hidro-

gráfica de tipo dendrítico.

La línea de crestas integrada por los picos más altos del parque natural: La

Maroma (2.065 m), Cuascuadra (1.570 m), Cerro Albucaz (1.731 m), Mota (1.664 m),

Lucero (1.779 m), La Cadena (1.645 m), Navachica (1830 m), representa la divisoria

hidrográfica entre la Cuenca del Guadalquivir, al norte, a la que pertenecen los ríos

Alhama, Játar, Cacín y Cebollón; y la Cuenca Sur, meridional, con los ríos, Alcaucín,

Salares, Sayalonga, Torrox, Seco, Higuerón, Chillar y de La Miel. Todos estos ríos

tienen en cabecera o a lo largo de su tramo alto numerosos manantiales relacionados

con surgencias cársticas de caudal muy variable y casi siempre difuso. En la ver-

tiente sur destaca el Manantial de Maro y las áreas de surgencia a lo largo de los ríos

Chillar y La Miel, con caudales medios superiores a los 300 l/sg en el primero y de

varios m3 en los dos ríos. En la vertiente norte sobresalen los manantiales del Naci-

miento del Río Alhama, Cacín y Játar con caudales decrecientes desde más de 1000

l/sg en el primero hasta algunos cientos de l/sg en el último. Como curiosidad hidro-

lógica cave destacar a los manantiales del Río Játar, los cuales forman un área de

surgencias con un funcionamiento sifonado (vauclusiano o de tipo “trop-plein”) que

cuando “rompen” producen un gran estruendo que es oído en el pueblo que está a

más de un kilómetro de los manantiales, constituyendo un acontecimiento en la

región, también por las leyendas que sobre este fenómeno hídrico natural se cuentan

en la localidad.

Además de los grandes manantiales loca-

lizados al pie de las alineaciones de mármoles y

que se relacionan con el nivel freático regional

de la extensa unidad hidrogeológica Tejeda-

Almijara-Alhama, dentro de las sierras se locali-

zan multitud de pequeñas fuentes que se rela-

cionan con la presencia de barreras hidrogeoló-

gicas locales que delimitan pequeños acuíferos

colgados. Así asociadas con las intercalaciones

de niveles de calcoesquistos entre los mármoles

aparecen fuentes como la Tacita de Plata, al

este de La Maroma y la de la Rábita, al norte de

Canillas de Aceituno; o con la existencia de fa-

llas, como la de la Palomica, en la cabecera del arroyo de los Presillejos y las de

Nicar y Fajara al noroeste de Canillas de Aceituno.

La tasa de erosión en el parque natural es media, con áreas más erosiona-

das, localizadas en los límites del parque, donde afloran materiales esquistosos más

blandos, muy cultivados y desforestados. A ello contribuye también el régimen de

lluvias de la región, muy desigual en las dos vertientes de la alineación montañosa,

que producen un claro efecto barrera ante los frentes atlánticos que descargan inten-

samente en el lado occidental, con más de 800 mm/año, frente a los escasos 400

mm/año de la comarca de Alhama. La mayor parte de las precipitaciones son de

carácter torrencial.

La naturaleza de las rocas,

las fuertes pendientes, el diferente

régimen de precipitaciones y la

escasa y desigual distribución de la

vegetación natural del parque natu-

ral no permiten que se desarrollen

suelos potentes, estando poco des-

arrollados. La mayoría son litosoles

y rendsinas con transiciones en las

zonas más favorables a regosoles y

cambisoles.

LA SISMICIDAD:

La intensa deformación sufrida por Cordillera Bética durante la Orogénia

Alpina no ha concluido todavía, por lo que toda la región se sigue considerando hoy

día como una zona geológicamente muy activa, lo cual se confirma con el elevado

fondo sísmico que mantiene este sector bético. Los terremotos de mayor magnitud

sísmica que se han producido históricamente en España se localizan en los alrededo-

res del parque natural. Entre todos ellos destaca el ocurrido el 25 de Diciembre de

1.884, conocido como terremoto de Andalucía, que tuvo el epicentro en la localidad

granadina de Arenas del Rey, pero que afecto a toda la región. Se le ha calculado

una magnitud próxima a los 7 grados en la escala de Richter y sus efectos fueron

catastróficos, de intensidad de grado X en la escala MKS. No obstante también se

tiene constancia de otros terremotos ocurridos en la región en siglos anteriores (los

de Málaga de 1.494, 1.581y 1.767) y los de Vélez Málaga, Torrox y Alhama en el

siglo pasado.

Todos los terremotos importantes han sido de magnitud media, a veces alta,

y superficiales, entere 30 y 40 Km de profundidad y se han asociado con el movimien-

to de fallas profundas, normales y de salto en dirección, relacionadas con los siste-

mas de fracturas de borde que jalonan las sierras de Tejeda y Alhama.

APLICACIONES DIDÁCTICAS

El Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, es un entorno

geológico adecuado y variado para llevar a cabo con los alumnos y alumnas de ESO

y de Bachillerato, diversas actividades prácticas con las que puedan fijar las ideas

básicas de las ciencias de la Tierra con el fin de alcanzar los objetivos generales que

se han establecido para las materias de Ciencias Naturales en los distintos ciclos y

etapas educativos.

Un número importante de actividades deben tener como hilo conductor el agua, y todos los aspectos relacionados con ella, ya que es uno de los dos elementos

naturales y geológicos más característico del parque, en múltiples facetas. De esta

forma se plantearán las actividades siguientes:

- Realizar y estudiar los climogramas obtenidos en las estaciones meteo-

rológicas de Alhama de Granada y de Cómpeta, con el fin de analizar la

influencia del efecto barrera sobre la lluvia.

- Estudio del hidrograma del manantial de Maro comparándolo con las pre-

cipitaciones medias producidas en la región.

- Realizar y comparar los perfiles longitudinales de los ríos Chillar y Al-

hama.

- Comparar los análisis químicos de las aguas de los manantiales de Al-

caucín, Maro y Balneario de Alhama.

- Estudiar el grado de esfericidad y de redondez de cantos de distinta natu-

raleza recogidos en los lechos de los ríos Alhama, Cacín, Alcázar y To-

rrox.

- Dibujar la red hidrográfica del parque natural, diferenciando las subcuen-

cas más importantes.

- Hacer una recopilación de las formas endocársticas (espeleotemas) más

representativas de la Cueva de Nerja.

La otra característica destacada del parque natural es la intensa deforma-ción que afecta a los materiales alpujárrides, junto al grado medio-alto del meta-morfismo regional que han sufrido. Esta circunstancia permite plantear otra serie

de actividades como las siguientes:

- Realizar un recorrido en la vertiente norte, desde la zona recreativa del

Robledal hasta el pico de la Maroma, recogiendo muestras de las rocas

metamórficas atravesadas y dibujando las estructuras de deformación

más llamativas que se observan.

- Dibujar el corte geológico general del recorrido realizado.

- Observar con lupa las texturas metamórficas más características de los

mármoles y esquistos recogidos durante el recorrido.

- Reconocer en las muestras de rocas los minerales índice de metamorfis-

mo presentes, estableciendo las paragénesis y los tipos de facies meta-

mórficas más representativas de los términos alpujárrides de la región.

- Realizar tres cortes topográficos en el mapa del parque natural, en el

sector occidental, central y oriental.

- Dibujar las posiciones paleogeográficas supuestas que se han sucedido

a lo largo de la Orogenia Alpina en la Cordillera Bética.

- Estudiar el terremoto de Arenas del Rey de 1884, analizando las causas

que explican la alta intensidad que tuvo.

- Estudiar la sismicidad de la región en los diez últimos años, investigando

las causas que producen los terremotos en esta zona.

- Señalar en un mapa las canteras más importantes que explotan las rocas

de la región y resaltar los impactos ambientales que han originado en el

parque natural.

- Hacer una selección de los puntos de interés geológico más destacados

del parque.