panorama de la violencia feminicida en …fes-sociologia.com/files/congress/12/papers/4900.pdf ·...

16
PANORAMA DE LA VIOLENCIA FEMINICIDA EN MÉXICO: ESCENARIOS Y TRANSFORMACIONES CONTEMPORÁNEAS Autora: Irma Gpe. Aguirre Pérez (Gener@ndo Equidad y Libertad en Colectivo, A.C.) [email protected] La presente propuesta tiene como objetivo exponer el panorama actual de la violencia feminicida en México y en específico el caso del estado de Guerrero, desde una perspectiva antropológica y feminista. Se realizan aproximaciones a los conceptos de violencia, respecto de elementos, referencias, vínculos, materialización, producción y reproducción, así como del término feminicidio, desde un enfoque de género. Se presenta un panorama de la violencia feminicida a nivel nacional que recupera las estadísticas generadas por la Comisión Especial para el Seguimiento de los feminicidios en la República Mexicana y dedica atención de caso al estado de Guerrero. Debido a que es uno de los estados con mayor índice de feminicidios a nivel nacional, en escenarios de violencia social, criminalización de la participación política de las mujeres y narcoviolencia, suficientes condiciones, para considerarlo un laboratorio para el estudio de estos nuevos y complejos escenarios. Palabras clave: violencia feminicida, feminicidio, violencia de género, violencia social

Upload: hoanghanh

Post on 30-Sep-2018

215 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

PANORAMA DE LA VIOLENCIA FEMINICIDA EN MÉXICO:

ESCENARIOS Y TRANSFORMACIONES CONTEMPORÁNEAS

Autora: Irma Gpe. Aguirre Pérez (Gener@ndo Equidad y Libertad en Colectivo, A.C.)

[email protected]

La presente propuesta tiene como objetivo exponer el panorama actual de la violencia

feminicida en México y en específico el caso del estado de Guerrero, desde una

perspectiva antropológica y feminista. Se realizan aproximaciones a los conceptos

de violencia, respecto de elementos, referencias, vínculos, materialización,

producción y reproducción, así como del término feminicidio, desde un enfoque de

género. Se presenta un panorama de la violencia feminicida a nivel nacional que

recupera las estadísticas generadas por la Comisión Especial para el Seguimiento de

los feminicidios en la República Mexicana y dedica atención de caso al estado de

Guerrero. Debido a que es uno de los estados con mayor índice de feminicidios a

nivel nacional, en escenarios de violencia social, criminalización de la participación

política de las mujeres y narcoviolencia, suficientes condiciones, para considerarlo un

laboratorio para el estudio de estos nuevos y complejos escenarios.

Palabras clave: violencia feminicida, feminicidio, violencia de género, violencia

social

Introducción

A mitad de la década de los noventas, se hizo visible públicamente el fenómeno de las

mujeres asesinadas de Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua en la zona fronteriza

de México con Estados Unidos. A este fenómeno se le denominó coloquialmente

como las “muertas de Juárez”, como una primera manera de nombrarle popularmente.

¿Quiénes eran esas “muertas”? Eran mujeres asesinadas que aparecían en el desierto o

eran dejadas sin vida en alguna calle de la misma ciudad o sus alrededores. Este

fenómeno salió a la luz pública por dos principales motivos: la incontinencia del

fenómeno y el reclamo que hicieran las madres organizadas de las mujeres asesinadas,

de mayor relevancia.

Ante la evasión, desinterés y omisión de la solicitud de su investigación de parte de

los Ministerios Públicos y la Procuraduría General de Justicia del estado de

Chihuahua, la organización urgente para exigir justicia, la investigación de los

asesinatos, así como la identificación y por ende, la impartición de justicia para con

los responsables, por parte de las madres, marcaría el inicio de las movilizaciones de

mujeres, movimientos por la condena a la violencia feminicida, que generarían

instrumentos jurídicos y políticas públicas para prevenir, atender, sancionar y

erradicar la violencia de género en México.

Este es el episodio más reciente en la historia de la organización y participación en el

Movimiento Amplio de Mujeres (MAM)1 por parte de las mexicanas, pero no ha sido

el único en este mismo tamiz, lo antecede el movimiento de las madres, las hermanas,

las esposas y las hijas, de los y las desaparecidas en el periodo de la guerra sucia en

México, a fines de los años sesenta y durante la década de los setenta. (Aguilar Tarrés,

2014). Lo que sí es innovador, es que ha logrado conjuntar los diversos feminismos y

1 Es un consenso la denominación de Movimiento Amplio de Mujeres (MAM), para referirse al

movimiento que incluye la participación de las mujeres con diversos intereses de género y agendas, que

no siempre se consideran ni adscriben como feministas, ya que la motivación para la movilización, parte

justamente del cumplimiento cabal de su papel tradicional como mujeres.

movimientos de mujeres, en el cumplimiento de una demanda impostergable: la

eliminación de la violencia de género y la violencia feminicida.

1.-Encuadre conceptual y metodológico de la violencia feminicida

Para la comprensión e interpretaciones hipotéticas de la violencia feminicida en

México, parto de los siguientes enfoques para su análisis: la sociología de la

violencia, teoría del conflicto y la perspectiva de género.

Desde el enfoque de la sociología de la violencia, este tipo de prácticas, son

considerados “hechos sociales”, determinados por una historicidad, que pueden

generar comunicación e incluso cohesión. Propone el interesante enfoque, de que el

uso de la fuerza, no es un acto de descontrol y ejercicio desmedido, sino al contrario

un empleo racional y administrado de la fuerza: “no es el uso ciego de la fuerza, está

calculada dicha fuerza y requiere que la víctima tenga una percepción de que está

siendo agredida en su integridad física y moral o en sus valores. No es una cualidad

de la estructura, puede actuar como estructurante”. (González Calleja, 2000: 165).

De otra parte, hace énfasis en su carácter relacional, entendido como hechos y

prácticas inmersas en relaciones sociales, asimétricas de poder: “el carácter relacional

y deliberado del fenómeno, donde la fuerza como factor objetivo de la violencia pasa

a segundo plano. Puede ser ingrediente de una estrategia de negociación que dé lugar

a nuevas normas sociales, pero en la mayoría de los casos actúa como elemento

precipitante o consecuente de la ruptura de un compromiso… Es un modo muy

peculiar de comunicación extralingüística” (González Calleja, 2000: 166,167).

De acuerdo con Michaud, citado por González Calleja, la percepción de estar siendo

objetivo de violencia, es crucial en la interpretación y las narrativas sobre violencia,

tanto en los imaginarios como en los discursos que (des) naturalizan: “hay violencia

cuando, en una situación de interacción, uno o varios actores actúan de forma directa

o indirecta, masiva o dispersa, dirigiendo su ataque contra uno o varios interlocutores

en grado variable, sea en su integridad física, sea en su integridad moral, en sus

posesiones o en sus participaciones simbólicas y culturales” (González Calleja, 2000:

165). Para este autor, las condiciones bajo las cuales se percibe como una transgresión

y como un abuso particular insoportable, es relevante.

De tal manera que si admitimos la relevancia del carácter relacional de la violencia,

reconocemos, que ésta sólo es la manifestación de un conflicto ampliado, por ello

desde la teoría del conflicto, la violencia es entendida como síntoma, elemento

parcial, ingrediente, etapa, proceso dentro del más amplio contexto del conflicto

social. No es el origen, ni el desenlace de un conflicto, sino un medio o probabilidad

de resolución. (González Calleja, 2000).

Coser, citado por Eduardo González Calleja, define la manifestación de la violencia

en relación al conflicto como: “la lucha de valores o pretensiones a estatus, poder y

recursos escasos, en la cual los objetivos de los grupos concurrentes no son sólo

obtener los valores deseados, sino también neutralizar, lesionar o eliminar los rivales”.

(González Calleja, 2000:172)

Estas diversas acotaciones conceptuales respecto del fenómeno de la violencia, aun

cuando no refieren a la violencia de género y están orientadas al estudio de la

violencia social y su relación con el Estado, el cual Weber2 definió como aquel que

tiene el monopolio de la violencia, nos son útiles para identificar y mostrar que la

violencia de género y su expresión extrema: la violencia feminicida, son los

desafortunados síntomas de un conflicto mayor, el de las relaciones asimétricas y

desiguales de poder, que sumando la perspectiva de género, nos señala que son las

mujeres, principalmente quienes han sido objeto de la violencia feminicida por parte

hombres, en territorio mexicano.

La perspectiva de género, de tal manera, no es útil para identificar y reconocer un

conflicto de intereses, que generan manifestaciones extremas de violencia, en el

entramado de las diversas expresiones de la violencia social. ¿Qué aporta la

2 En su obra La política como vocación, Weber atribuye el ejercicio de la fuerza como una de las

atribuciones que definen al Estado.

perspectiva de género al análisis de la violencia? Señalar el tipo de violencia que

responde a aquellas que se han denominado por “razones de género”.

Estas razones de género, refieren al hecho de que por haber nacido mujeres u

hombres, tenemos la obligatoriedad moral de dar cumplimiento al mandato social, es

decir cumplir con nuestros roles tradicionales de género. La violencia de género se

legitima cuando una de las partes, la que concentra el mayor poder, que generalmente

son hombres (pero también pueden ser otras mujeres, en menor proporción),

considera que se requiere una sanción por no haber cumplido ese mandato y/o por

ende, se ha transgredido la norma social y con ello, deslegitimado el sistema

patriarcal.

La violencia feminicida entonces, es la manifestación extrema de la violencia de

género y se refiere al asesinato de las mujeres por el incumplimiento o la transgresión

a su mandato genérico. Por lo que el asesinato se convierte en el castigo permisible, si

así el sistema patriarcal, representado de facto en lo masculino que tiene el

“monopolio” y el permiso social, para administrar el orden y “corregir” las amenazas,

si así lo considera.

Por tanto, los homicidios por razones de género, es decir los feminicidios, se

distinguen de los homicidios de mujeres, porque los primeros ocurren como una

consecuencia, un hecho, una medida correctiva y un castigo ejemplar a las mujeres

que no cumplieron los mandatos de género (aun cuando éstos puedan adquirir

demandas absurdas). Los segundos no ocurren por las mencionadas anteriormente:

razones de género, responden a diversas razones asociadas a la desigualdad, pero no

de género. Esa es una de las principales distinciones que Marcela Lagarde y de los

Ríos, señala cuando acuña el término feminicidio:

“La categoría feminicidio y la teoría sobre el feminicidio, de la que forma parte,

emerge del bagaje teórico feminista. Sus sintetizadoras son Diana Russell y Jill

Radford. Me basé en su trabajo teórico y empírico, además del de investigadoras

como Janet Caputi, Deborah, Cameron…ubica los crímenes contra niñas y mujeres en

el patriarcado y los considera el extremo de la dominación de género contra las

mujeres. Algunas lo llaman genocidio otras más lo consideran terrorismo de

género…La traducción de femicide es femicidio. Sin embargo, traduje femicide

como feminicidio y así la he difundido. En castellano femicidio es una voz homóloga

a homicidio y sólo significa homicidio de mujeres. Por eso, para diferenciarlo, preferí

la voz feminicidio y denominar así al conjunto de violaciones a los derechos humanos

de las mujeres que contienen los crímenes y las desapariciones de mujeres y que,

estos fuesen identificados como crímenes de lesa humanidad. El feminicidio es el

genocidio contra mujeres y sucede cuando las condiciones históricas generan

prácticas sociales que permiten atentados violentos contra la integridad, la salud, las

libertades y la vida de niñas y mujeres… y son, de hecho, crímenes de odio contra las

mujeres. (Lagarde, 2008:216).

Desde este aporte teórico es que se define y tipifica la Ley General de Acceso de las

Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en el año del 2007. “La Ley se estructura de

acuerdo con los principios jurídicos sustentados en los derechos humanos: igualdad,

libertad, integridad, dignidad y seguridad”. (Incháustegui, T & López, Paz, 2011:14).

Define la violencia contra las mujeres como cualquier acción u omisión, basada en su

género, que les cause daño o sufrimiento psicológico, físico, patrimonial, económico,

sexual o la muerte, tanto en el ámbito privado como en el público. Contempla cinco

tipos de violencia: física, sexual, psicológica, económica y patrimonial. Define,

además, cinco modalidades de violencia: familiar, comunitaria, laboral y educativa,

institucional y feminicida.

Asimismo define a la violencia feminicida, como “ la forma extrema de violencia de

género contra las mujeres, producto de la violación de sus derechos humanos, en los

ámbitos público y privado, conformada por el conjunto de conductas misóginas que

pueden conllevar impunidad social y del Estado y puede culminar en homicidio y

otras formas de muerte violenta de mujeres (Presidencia de la República, 2007: 6).

2.-Panorama nacional de la violencia feminicida

Tuvieron que pasar más de diez años para que este fenómeno se colocara en una

agenda política y se atendiera el fenómeno. La movilización exhaustiva de las

madres de las asesinadas de Juárez, logró llegar a la agenda del movimiento feminista,

que ya había mostrado interés, profunda preocupación y mayor indignación ante la

evasiva de las gestiones gubernamentales, autoridades políticas y así como

procuración de justicia del estado de Chihuahua, con dichas responsabilidades.

No es si no hasta 2005 que desde la Comisión de Equidad de Género de la Cámara de

Diputados, presidida por Marcela Lagarde y de los Ríos, que se logra atender esta

problemática con la investigación diagnóstica sobre los homicidios dolosos de

mujeres en las 32 entidades federativas que integran la República Mexicana, con la

obligada participación de las Procuradurías de Justicia Estatales, en respuesta al

mandato de proporcionar el número de homicidios dolosos y culposos desagregados

por sexo.

La sistematización de estos datos y la investigación sobre políticas públicas y

presupuestos destinados a la atención a la violencia, se integraron en el Diagnóstico

de la violencia feminicida en la República Mexicana y en el 2005 pudimos conocer

por primera vez la dimensión de la violencia feminicida en México. Esta

investigación mostró una terrible realidad para las mujeres mexicanas: demostró que

Chihuahua no era el estado con el más alto índice de homicidios de mujeres, no solo

ello, se constató que el fenómeno de las mujeres asesinadas ocurría en todo lo ancho y

alto de la República Mexicana.

El impacto que generó dicho conocimiento, además de hacer visible y demostrable la

violencia feminicida en México, derivó en la creación y promulgación en el 2007 de

la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida libre de Violencia, en donde se

tipificaron las distintos tipos de violencia género, se acuñó además el concepto de

violencia feminicida y se creó la Comisión Especial para el Seguimiento de los

Feminicidios.

Un segundo momento en la investigación de este fenómeno, es posible en LVI

legislatura, donde se logra la continuidad al diagnóstico de la problemática que bajo la

coordinación de la presidenta de esta misma Comisión y con la colaboración de ONU

Mujeres México, se publicó el libro Feminicidio en México: Aproximaciones,

tendencias y cambios 1985-2009 en el año 2011, que en un primer momento, fuera el

Informe de dicha Comisión. Esta investigación, agregó un mayor número de variables

a la investigación, las cuales hicieron de nuestro conocimiento, entre la vasta y

relevante información ahí expuesta que:

Entre 1985 y 2009 en México ocurrieron 34 176 defunciones de mujeres con

presunción de homicidio

Los años de mayor repunte entre 1985 y 2009 fueron: 1995, 1998 y 2009.

En 1995 se cometieron 1504 defunciones de mujeres con presunción de

homicidio

En 1998 se cometieron 1525 defunciones de mujeres con presunción de

homicidio

En 2009 se cometieron 1858 defunciones de mujeres con presunción de

homicidio.

En 2009, fue el estado de Chihuahua, el estado con mayor incidencia de

defunciones femeninas con presunción de homicidio.

Entre 1985 y 2008 la entidad federativa con la tasa más alta de defunciones

femeninas con presunción de homicidio ha sido el Estado de México.

El Estado de México, ha ocupado en 24 años, por 14 ocasiones el primer lugar

como la entidad federativa con la mayor tasa de defunciones femeninas con

presunción de homicidio.

El estado de Chihuahua ha ocupado en 24 años, por 3 ocasiones el primer

lugar como la entidad federativa con la mayor tasa de defunciones femeninas

con presunción de homicidio.

El estado de Guerrero ha ocupado en 24 años, por 5 ocasiones el primer lugar

como la entidad federativa con la mayor tasa de defunciones femeninas con

presunción de homicidio.3

3 Información obtenida de Incháustegui, T & López, Paz (2011), Feminicidio en México:

Aproximaciones, tendencias y cambios 1985-2009, Comisión Especial para el Seguimiento de los

Feminicidios, INMUJERES, ONU Mujeres, México. pp.33.

En este orden, Guerrero ha sido el la entidad federativa después de Estado de

México y antes que el estado de Chihuahua con mayor ocurrencia de

defunciones femeninas con presunción de homicidio en 24 años.

Estos feminicidios no pueden desvincularse de los escenarios regionales, que

conjuntan un escenario nacional con la presencia de otro tipos de violencias: la de

Estado, social, la guerra contra el narcotráfico, la guerra entre cárteles, etc. Entre

enero y octubre de 2015, siguiendo las cifras de Semáforo delictivo nacional, se

contabilizan 14 069 incidencias de homicidios a nivel nacional entre enero y octubre

2015.

Tabla I

Número de homicidios entre enero y octubre de 2015

México

Mes

Número de

incidencia

de

homicidios

Enero Febrero Marz

o

Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubr

e

Total

1289 1256 1315 1379 1465 1448 1454 1563 1477 1423 14069

Fuente: Elaboración propia, con base a datos de Semáforo delictivo nacional

http://www.semaforo.com.mx/Semaforo/Incidencia

A estas cifras, habría que agregar el reconocimiento de la existencia de subregistros:

homicidios que desconocemos y son parte de las cifras de personas desaparecidas,

homicidios que ni siquiera se han denunciado y están en la invisibilidad absoluta,

además de los criterios administrativos para la conformación de una base de datos

oficial, que también contribuye al conteo (in) exacto y/e (in)concreto. A continuación

podemos observar una gráfica de las cifras mencionadas:

Gráfica 1

Número de homicidios entre enero y octubre de 2015

México

Fuente: Elaboración propia, con base a datos de Semáforo delictivo nacional

http://www.semaforo.com.mx/Semaforo/Incidencia

Ahora bien, ¿en dónde ocurren las incidencias de homicidio?, ¿podríamos hablar de

una regionalización de la violencia? A continuación se presenta una tabla donde

podemos observar por entidad federativa y el Distrito Federal, el número de

incidencias de homicidios, así como el porcentaje que cada estado presenta respecto

del total nacional. De igual manera se incluyeron categorías para identificar

visualmente, un mapeo de concentración de la violencia homicida.

Tabla II

Número de incidencias de homicidio y porcentaje proporcional del total nacional, por

entidad federativa

Enero-octubre 2015

Entidad federativa Número de

incidencias de

homicidios entre

enero y octubre

Porcentaje respecto

del total nacional

%

1. Aguascalientes 35 .3

2. Baja California 683 5

3. Baja California

Sur 139 1

4. Campeche 43 .3

5. Coahuila 248 2

6. Chihuahua 823 6

7. Chiapas 424 3

8. Colima 113 .8

9. Distrito Federal 709 5

10. Durango 202 1.5

11. Guanajuato 741 5.2

12. Guerrero 1651 12

13. Hidalgo 114 .8

14. Jalisco 802 5.7

15. Estado de México 1723 12.2

16. Michoacán 615 4.3

17. Morelos 402 2.8

18. Nayarit 60 .5

19. Nuevo León 395 2.8

20. Oaxaca 611 4.3

21. Puebla 411 3

22. Querétaro 118 .8

23. Quintana Roo 189 1.3

24. San Luis Potosí 186 1.3

25. Sinaloa 807 5.7

26. Sonora 450 3

27. Tabasco 198 1.4

28. Tamaulipas 457 3.2

29. Tlaxcala 46 .3

30. Veracruz 444 3

31. Yucatán 39 .3

32. Zacatecas 191 1.4

Total 14069 100

Entre 1 y 50 incidencias de homicidios

Fuente: Elaboración propia, con base a datos de Semáforo delictivo nacional

Este cuadro, contribuye a identificar las regiones y entidades federativas en donde se

concentran los índices más altos de comisión de homicidios. El estado de México y

Guerrero se colocan por encima de Sinaloa, en un más del cien por ciento. Es decir la

brecha entre los dos primeros lugares que encabezan este rojo registro, es de más del

cien por ciento en lo que refiere al tercer lugar, es decir por más de 800 homicidios.

Ante el ocultamiento oficial de los datos, es un deber ético la reconstrucción de los

hechos desde un enfoque científico.

3.- Estudio de caso del estado de Guerrero

El 2015 ha colocado de nueva cuenta al estado de Guerrero como uno de los más

violentos a nivel nacional. Entre enero y octubre de 2015, la asociación civil

Semáforo delictivo nacional, que sistematiza los homicidios publicados en la prensa

nacional y de los estados, toma en cuenta datos oficiales y denuncias anónimas, ha

contabilizado 1651 homicidios en el estado de Guerrero, colocándolo por encima de

la media nacional y por encima de Chihuahua y Sinaloa.

Tabla III

Número de homicidios entre enero y octubre de 2015

Guerrero

Mes

Número de

incidencia

de

homicidios

Enero Febrero Marzo Abril May

o

Ju

nio

Julio Agosto Septiembre Octubre Total

138 140 155 194 175 141 179 199 163 167 1651

Entre 51 y 100

Entre 101 y 200

Entre 201 y 300

Entre 301 y 400

401-500

Entre 501 y 750

Entre 751 y 1000

1001-1500

Entre 1501 y 1750

Fuente: Elaboración propia, con base a datos de Semáforo delictivo nacional

http://www.semaforo.com.mx/Semaforo/Incidencia

Estas estadísticas son tan solo un indicador de la violencia, situación e inseguridad

pública en la que conviven 3, 389 000 habitantes4. Escenario que no se puede ni

negar, ni ocultar, ni invisibilizar. Resulta innegable e imposible su ocultamiento. Tan

solo entre enero y octubre, había fallecido por homicidio el 0.5 % de su población.

Estas cifras las podemos observar de manera visual en el siguiente gráfico:

Gráfica 2

Número de homicidios entre enero y octubre de 2015

Guerrero

Fuente: Elaboración propia, con base a datos de Semáforo delictivo nacional

http://www.semaforo.com.mx/Semaforo/Incidencia

Si bien el estado de Guerrero, presenta una de las más altas tasas y mayor número de

incidencias respecto del país, tampoco es privativo de la entidad y más bien refleja el

escenario nacional, en donde tampoco es posible la negación de esta compleja

realidad.

En este violento escenario, donde el estado de Guerrero ocupaba hasta octubre de

2015 el segundo lugar de incidencias de homicidios, sin ser una entidad fronteriza e

identificada como uno de los estados con mayor presencia de pobreza alimentaria,

4 Datos obtenidos del Censo de Población y Vivienda 2010 del Instituto Nacional de

Geografía y Estadística e Informática.

estructural, patrimonial y salarial. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política

de Desarrollo Social (CONEVAL), para el 2014 midió que un 65.2% de su población

vive en condición de pobreza y de este porcentaje, el 24. 5% se encuentra en

condiciones de extrema pobreza5.

Todo ello obliga a preguntarnos: ¿qué factores y coyunturas se amalgaman en ese

territorio para que se encuentre en el actual estado de cosas? Hasta ahora los

argumentos que se consideran explicativos desde el centro del país y el gobierno

federal se limitan a señalar al atraso (planteado como una naturaleza adyacente a la

identidad local), la “incivilidad” y la actuación de la identidad conflictiva que

caracteriza a la población guerrerense (lo que deriva en un territorio sin ley), como las

razones estructurales de la violencia homicida en el estado de Guerrero; como si éste

fuera una isla desvinculada de la nación en términos, políticos, económicos,

administrativos y electorales, entre otros. De ahí que, de igual manera nos convoca la

obligación a dar respuestas desde la antropología y la sociología que contribuyan a

una explicación científica y pueda generar un análisis científico (con sus limitaciones,

delimitaciones, parcializaciones, sesgos, etc) que sea de utilidad y contribuya (de

alguna manera y medida) a promover iniciativas de medidas para, en principio la

contención, luego la atención, prevención y la ideal posible eliminación de la

violencia homicida y feminicida en el estado de Guerrero.

Un mecanismo discursivo similar se presenta cuando al interior del estado de

Guerrero se cuestiona a los gobiernos estatales y a las instituciones responsables de

impartir y administrar justicia, al demandárseles el esclarecimiento de homicidios de

mujeres con presunción de violencia feminicida. A octubre de 2015, el periódico El

Sur, de circulación local, contabilizaba 44 mujeres asesinadas a octubre de 2015,

mientras que para el Colectivo Nosotras, organización feminista pendiente de

seguimiento al tema y conteo de las mujeres asesinadas, para principios de diciembre

de 2015, iban cerca 100 mujeres asesinadas.

5 Datos obtenidos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo

Social, http://www.coneval.gob.mx/Medicion/MP/Paginas/AE_pobreza_2014.aspx

“En cuanto a las cifras… desgraciadamente no hay un número oficial, por lo que

mientras que la Fiscalía General del Estado tiene sus propias estadísticas, cada

organización maneja números diferentes y en este sentido, de acuerdo al conteo

del propio Colectivo Nosotras, en el 2014 se registraron poco más de 118

feminicidios, en tanto que en este 2015 ya van alrededor de 100 y falta un mes

para que cierre el año”.6

Una gran dificultad se plantea en el registro de los feminicidios en este estado, (y

otras entidades presentan similares obstáculos), las cifras oficiales no corresponden

con el fenómeno que a la vista pública y de criterio común preocupa. La Fiscalía

General del estado de Guerrero tiene contabilizada una cifra muy inferior a la que

registran las organizaciones de mujeres y los medios de comunicación. La razón es

que no los consideran homicidios por razones de género y los atribuyen a la

narcoviolencia, como la principal razón de los homicidios de mujeres. Como

anteriormente se mencionó, para el caso de los homicidios, existe una importante

situación de subregistro a nivel nacional y ocurre de igual manera en esta entidad.

Aunado a ello, la invisibilidad y el desconocimiento de la perspectiva de género, así

como la propia condición de desigualdad, asimetría genérica, de clase y de

subordinación en la que viven las mujeres, el subregistro es mayor. Aun cuando en el

estado existe una Fiscalía Especializada en Feminicidios, no existen registros

fidedignos, ni cifras oficiales coherentes con la realidad que se observa. Tan solo en

julio de 2015, se presentó la comisión de 11 homicidios en 11 días, solo en el puerto

de Acapulco7.

6 Jiménez Rosales, B (3 de diciembre de 2015), Desde hace muchos años es

Guerrero el primer lugar en feminicidios: Garfías, Diario de Guerrero.

http://www.diariodeguerrero.com.mx/secciones/noticias-del-dia/7744-desde-hace-mu

chos-anos-es-guerrero-el-primer-lugar-en-feminicidios-garfias

7 Carbajal Arcos, C. (24 de julio de 2015) En 11 días, 11 mujeres han sido

asesinadas en Acapulco; ONGs exigen alerta de género, Sin embargo,

http://www.sinembargo.mx/24-07-2015/1426937

Bibliografía

Aguilar Tarrés, Luz (2014), Guerrilleras, México.

Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Medición de la

pobreza, México, 2014.

Incháustegui, T. y López, P. (2011), Feminicidio en México: Aproximaciones,

tendencias y cambios 1985-2009, Comisión Especial para el Seguimiento de los

Feminicidios, INMUJERES, ONU Mujeres, México.

Instituto Nacional de Geografía y Estadística e Informática, Censo de Población y

Vivienda 2010, Guerrero, México, 2012.

Jiménez Rosales, B. (3 de diciembre de 2015). “Desde hace muchos años es Guerrero

el primer lugar en feminicidios: Garfías” en Diario de Guerrero.

Lagarde y de los Ríos, M. (2008), Antropología, feminismo y política: violencia

feminicida y derechos humanos de las mujeres en Bullen, M y Diez Mintegui, C.

(Coord.), Retos teóricos y otras prácticas, Ankulegi, 2008, pp. 209-239.