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INDICE Página INTRODUCCION 1 I. TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO: CHILE 1860-1930 3 1. Descripción de los Indicadores 5 1.1. Valor de la producción agropecuaria, minera y gasto fiscal 5 1.2. Valor agregado del factor trabajo 6 1.3. Principales resultados 6 2. Breve Discusión de los Resultados 7 2.1. Comparaciones entre indicadores en el sector agropecuario y en el minero 8 2.2. Evolución de la economía por decenios 15 2.3. La distribución sectorial de la fuerza de trabajo 1860-1930 16 2.4. Remuneración por trabajador y valor agregado del trabajo per cápita 17 II. POBLACION Y FUERZA DE TRABAJO: CHILE 1540-1988 19 1. Población 19 2. Población, Tasa de Participación y Fuerza de Trabajo Total 23 2.1. Participación de la Población de 15 y más años 26 2.1.1. Estructural poblacional 26 2.1.2. Análisis de la observación correspondiente a 1895 27 2.1.3. El envejecimiento poblacional en los años 1980 31 2.1.4. Participación de la población de 15 años y más en la fuerza de trabajo 31 2.1.5. Otra estimación de la fuerza de trabajo de 1895 32 3. Fuerza de Trabajo por Sectores de Actividad 1854-1988 33 3.1. Ordenamiento de las profesiones 34 3.2. Composición del trabajo por sectores de actividad 1854-1988 34

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INDICE Página INTRODUCCION 1 I. TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO: CHILE 1860-1930 3 1. Descripción de los Indicadores 5 1.1. Valor de la producción agropecuaria, minera y gasto fiscal 5 1.2. Valor agregado del factor trabajo 6 1.3. Principales resultados 6 2. Breve Discusión de los Resultados 7 2.1. Comparaciones entre indicadores en el sector agropecuario y en el minero 8 2.2. Evolución de la economía por decenios 15 2.3. La distribución sectorial de la fuerza de trabajo 1860-1930 16 2.4. Remuneración por trabajador y valor agregado del trabajo per cápita 17 II. POBLACION Y FUERZA DE TRABAJO: CHILE 1540-1988 19 1. Población 19 2. Población, Tasa de Participación y Fuerza de Trabajo Total 23 2.1. Participación de la Población de 15 y más años 26 2.1.1. Estructural poblacional 26 2.1.2. Análisis de la observación correspondiente a 1895 27 2.1.3. El envejecimiento poblacional en los años 1980 31 2.1.4. Participación de la población de 15 años y más en la fuerza de trabajo 31 2.1.5. Otra estimación de la fuerza de trabajo de 1895 32 3. Fuerza de Trabajo por Sectores de Actividad 1854-1988 33 3.1. Ordenamiento de las profesiones 34 3.2. Composición del trabajo por sectores de actividad 1854-1988 34

Página 3.3. Estructura sectorial de fuerza de trabajo: comparación: censo y presente trabajo 38 4. Población Urbana y Población Rural 39 5. Estructura Ocupacional por Tipo de Contrato 39 6. Composición de la Fuerza Laboral Femenina por Sector de Actividad, 1920, 1930 44 III. REMUNERACION DEL TRABAJO. CHILE 1860-1930 53 1. Antecedentes 53 2. Discusión de los Antecedentes y Construcción del Indice General de Remuneraciones del Trabajo 54 2.1. Hipótesis en torno a la evolución de la estructura salarial del fisco 55 2.2. Indices de remuneraciones reales de Rojas 57 2.3. Remuneraciones en los ferrocarriles 64 2.4. La serie de remuneraciones de Muñoz (1971) 66 2.5. Indice de la remuneración real del trabajo en la economía chilena: algunas comparaciones 67 2.6. Remuneraciones: Antecedentes Adicionales 70 2.7. El indice general de remuneraciones 74 3. Estimación de la Remuneración Unitaria en el Sector Manufacturero 1924 77 3.1. Remuneraciones 77 3.2. Cálculo de la remuneración diaria promedio para el sector manufacturero: 1924 81 4. Estimación de la remuneración unitaria en los sectores restantes: 1924 82 4.1. Agricultura y pesca 82 4.2. Minería 83 4.3. Construcción 83 4.4. Comercio 83 4.5. Transporte 84 4.6. Servicios y otros 84 4.7. Remuneración diaria promedio para el trabajo por sectores 89

Página 5. Número de Días Trabajados: 1860-1930 89 6. Remuneración Real del Trabajo por Sectores: 1860-1930 92 IV. ESTIMACION DE LA PRODUCCION DE VACUNOS: CHILE 1860-1930 95 1. Fuentes 95 2. Análisis de los Antecedentes 98 2.1. El ciclo de exportación triguera y la ganadería 98 2.2. Importaciones de vacunos 100 3. Producción de Ganado Vacuno: Una Estimación Alternativa 103 3.1. Determinación del consumo per cápita 103 3.2. Proyección del consumo per cápita 105 3.3. Disponibilidad de Carne de Vacuno 1865-1983 111 3.4. Producción de Vacunos 113 Apendice 3.1. Transformación de Cabezas de Ganado en Toneladas 114 V. NOTA SOBRE EL NIVEL DE PRECIOS EN CHILE, 1830-1930 117 1. Información Disponible 117 1.1. Indice de precios agropecuarios, Latorre (1958) 117 1.2. Indice de precios de paridad internacional 118 2. Construcción del "Indice General de Precios" 118 2.1. Comparación de índices 118 2.2. Indice general de precios 119 2.2.1. Ponderaciones 1860-1913 120 2.2.2. Indice general de precios en relación al índice de Latorre extendido 121 3. Nota sobre el Precio Relativo de Productos Agropecuarios y Productos Importados 134 4. El Indice de Precios de Clavel y Ferraro 135

Página VI. NOTA SOBRE REMUNERACION DEL TRABAJO COMO INDICADOR DEL CRECIMIENTO: ALGUNOS ANTECEDENTES HISTORICOS DE EUROPA Y ESTADOS UNIDOS 137 1. Remuneración y Producto per cápita 137 2. Reflexiones sobre la remuneración del trabajo: Chile, Argentina y Reino Unido 139 VII. TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO: INDICADORES TOTALES Y SECTORIALES. CHILE 1860-1930 143 INDICE DE CUADROS CUADROS: NOTAS Y FUENTES 1. Valor de la producción Agropecuaria: Chile 1860-1930 147 1.1. Producción agropecuaria 147 1.1.1. Producción de trigo 147 1.1.2. Producción de papas 148 1.1.3. Producción de maíz 148 1.1.4. Producción de cebada 148 1.1.5. Producción de frejoles 149 1.1.6. Producción de vinos y chicas 149 1.1.7. Producción de ganado bovino 149 1.2. Precios del Producto Agropecuario 149 1.2.1. Precios de: trigo, maíz, cebada, frejoles y papas 150 1.2.2. Precio del vino 150 1.2.3. Previo de la vaca 150 1.3. Valor de la producción 150 1.3.1. Valor de la producción agrícola 150 1.3.2. Estimación del valor de la producción de garbanzos y arvejas 150 1.3.3. Valor de la producción de ganado y de la producción agropecuaria 151 2. Valor de la Producción del Sector Minero, Chile 1860-1935 151 2.1. Producción 151 2.1.1. Producción de carbón 151 2.1.2. Producción de oro 152 2.1.3. Producción de cobre 152 2.1.4. Producción de salitre 152 2.1.5. Producción de plata 153

Página 2.2. Precios de Minerales 153 2.2.1. Precio del salitre 154 2.2.2. Precios del cobre 155 2.2.3. Precios de la plata 156 2.2.4. Precios del oro 157 2.2.5. Precios del carbón de piedra 158 2.3. Valor de la producción del sector minero 158 3. Valor del Gasto Fiscal Chile 1860-1935 158 4. Construcción de Indicadores Agregados para el Valor de la Producción Agropecuaria, Minera y Fiscal 159 5. Valor Agregado del Trabajo 160 5.1. Fuerza de trabajo sectorial y total 1854-1940 160 5.2. Productividad del trabajador por sectores 5.3. Valor de la productividad - Valor agregado- del trabajo por sector de actividad 161 6. Tasas de crecimiento 161 CUADROS REFERENCIAS

INDICE DE CUADROS I

CUADRO 1 INDICADORES GLOBALES PARA EL PERIODO 1860-1930 CUADRO 2 DISTRIBUCION SECTORIAL DE LA FUERZA DE TRABAJO 1860, 1890, 1930 CUADRO 3 VALOR DE LA PRODUCCION COMO PORCENTAJE DEL VALOR AGREGADO DEL FACTOR TRABAJO: AÑOS SELECCIONADOS CUADRO 4. VALOR AGREGADO DEL TRABAJO Y VALOR DE LA PRODUCCION. 1860-1930. CRECIMIENTO SECTORIAL PROMEDIO SECTOR AGROPECUARIO Y SECTOR MINERO CUADRO 5 IMPORTACION DE BIENES DE CAPITAL PER CAPITA CUADRO 6 EXPORTACIONES Y PGB EN MONEDA CONSTANTE: 1930 SOBRE 1860 CUADRO Nº 7 INDICE DEL PGB PER CAPITA DE ACUERDO A DOS INDICADORES: 1860-1930

II CUADRO 1 POBLACION CHILENA 1540-1835 CUADRO 2 POBLACION CHILENA 1835 - 1988 CUADRO 3 POBLACION, TASAS DE CRECIMIENTO ANUAL CUADRO 4 TASA PARTICIPACION, POBLACION Y FUERZA DE TRABAJO. 1854 - 1988 CUADRO 5 POBLACION DE 15 Y MAS AÑOS, FUERZA DE TRABAJO Y TASA DE PARTICIPACION. 1865-1988 CUADRO 6 COMPOSICION DE LA FUERZA DE TRABAJO POR SECTORES DE ACTIVIDAD. 1854-1988 CUADRO 7 FUERZA DE TRABAJO SECTORIAL. 1854-1988

CUADRO 7B FUERZA DE TRABAJO SECTORIAL. 1854-1988 CUADRO 8 ESTRUCTURA SECTORIAL DE LA FUERZA LABORAL COMPARACION CENSO ESTE TRABAJO CUADRO 9 POBLACION URBANA Y RURAL CUADRO 10 ESTRUCTURA OCUPACIONAL POBLACION: 1930 CUADRO 11 FUERZA DE TRABAJO: COMPOSICION OCUPACIONAL: 1930 CUADRO 12 FUERZA DE TRABAJO: COMPOSICION OCUPACIONAL: 1930 CUADRO 13 SECTOR MANUFACTURAS: ESTRUCTURA OCUPACIONAL: 1930 CUADRO 14 MANUFACTURAS DE: VESTUARIO Y TEXTIL, PATRONES Y OBREROS: 1930 CUADRO 15 COMERCIO, NAVEGACION, COMUNICACIONES, ESPECTACULOS,

COMPOSICION DE LA POBLACION: 1930 CUADRO 16 MINERIA COMPOSICION POBLACION: 1930 CUADRO 17 AGRICULTURA Y PESCA: COMPOSICION POBLACION: 1930 CUADRO 18 TASA DE DESOCUPACION 1930 CUADRO 19 POBLACION ACTIVA FEMENINA RESPECTO DE POBLACION ACTIVA TOTAL POR SECTORES. 1920, 1930 ANEXO PROFESIONES Y SU ASIGNACION A RAMAS DE ACTIVIDAD ECONOMICA

III CUADRO T-1 INDICE DE REMUNERACIONES REALES, 1860-1935 CUADRO T-2 INDICE REAL DE REMUNERACIONES, 1860-1935 CUADRO T-3 INDICE REAL DE REMUNERACIONES, 1860-1935

CUADRO T-4 INDICE DE REMUNERACIONES REALES, 1860-1935: PROMEDIOS QUINQUENALES CUADRO T-5 INDICE DE REMUNERACIONES REALES, 1860-1935: PROMEDIOS DECENALES CUADRO T-6 INDICE DE REMUNERACIONES REALES EN FERROCARRILES DEL ESTADO 1890-1924 CUADRO T-7 INDICES DE REMUNERACIONES REALES ANUALES FERROCARRILES DEL ESTADO 1890-1924 CUADRO T-8 ESTRUCTURA DE REMUNERACIONES EN SECTOR MANUFACTURERO 1914-1940 CUADRO T-9 CONSTRUCCION DEL INDICE GENERAL DE REMUNERACIONES REALES 1926-1935 CUADRO T-10 REMUNERACIONES REALES DEL TRABAJO 1890-1924. COMPARACIÓN DE PROMEDIOS POR PERIODO DIVERSOS INDICES CUADRO T-11 REMUNERACIONES REALES DEL TRABAJO 1890-1924: DIVERSOS INDICES PROMEDIOS DECENALES; CAMBIOS PORCENTUALES ENTRE PERIODOS CUADRO T-12 INDICE DE REMUNERACIONES DE TRABAJO DE CALIDAD CONSTANTE 1859=100 CUADRO T-13 COMPARACION ENTRE DOS INDICES DE REMUNERACIONES 1860-1933 CUADRO T-14 INDICE DEL STOCK DE CAPITAL PER CAPITA: 1914-1935 CUADRO T-15 REMUNERACIONES DIARIAS AÑOS SELECCIONADOS CUADRO T-16 REMUNERACIONES DIARIAS AÑOS SELECCIONADOS CUADRO T-17 INDICE REMUNERACIONES DIARIAS AÑOS SELECCIONADOS

CUADRO T-18 INDICE GENERAL DE REMUNERACIONES 1860-1933 CUADRO T-19 SUELDOS Y SALARIOS MEDIOS 1924 INDUSTRIA MANUFACTURERA CUADRO T-20 DISTRIBUCION REGIONAL DE ESTABLECIMIENTOS: MANUFACTURAS 1912 CUADRO T-21 ESTRUCTURA DE REMUNERACIONES DIARIAS POR PROFESIONES

1924 CUADRO T-22 IMPORTANCIA RELATIVA DEL EMPLEO FEMENINO SOBRE EMPLEO TOTAL. SECTOR MANUFACTURERO

1920 Y 1930 CUADRO T-23 ESTIMACION FUERZA DE TRABAJO FEMENINA POR SECTORES DE ACTIVIDAD: 1930 CUADRO T-24 SALARIOS Y SUELDOS MEDIOS POR SECTORES: 1924 CUADRO T-25 SALARIOS Y SUELDOS MEDIOS POR ACTIVIDAD Y ZONA: 1924 CUADRO T-26 REMUNERACION DEL TRABAJO POR SECTORES: 1924 CUADRO T-27 DIAS DE TRABAJO POR AÑO (DL) 1860-1930 CUADRO T-28 DIAS EFECTIVAMENTE TRABAJADOS POR AÑO. 1860 - 1930

IV

CUADRO G-0 EXISTENCIA DE GANADO BOVINO. 1862-1935 CUADRO G-1 IMPORTANCIA DE LA ZONA SUR EN PRODUCCION TRIGUERA: 1860-1908 CUADRO G-2 IMPORTACIONES VACUNO: 1861-1886 CUADRO G-3 IMPORTACION DE GANADO VACUNO: 1851-1930

CUADRO G-4 CONSUMO PER CAPITA DE CARNE DE VACUNO Y GRADO DE URBANIZACION: 1906 CUADRO G-5 CONSUMO PER CAPITA DE VACUNOS: RURAL Y URBANO 1907 CUADRO G-6 BENEFICIO DE VACUNOS: SANTIAGO Y VALPARAISO, 1879 Y 1884 CUADRO G-7 CONSUMO PER CAPITA DE VACUNO: SANTIAGO Y VALPARAÍSO

1879, 1884 CUADRO G-8 CONSUMO GANADO VACUNO PER CAPITA 1906: SANTIAGO Y VALPARAISO CUADRO G-9 COEFICIENTE CONSUMO VACUNO SANTIAGO Y VALPARAISO.

1879-1906 CUADRO G-10 CONSUMO PER CAPITA DE CARNE VACUNO EN AREAS URBANAS. 1865-1907 CUADRO G-11 CONSUMO DE VACUNO. CHILE 1865-1907 CUADRO G-12 CONSUMO VACUNOS EN PAIS. 1907 CUADRO G-13 CONSUMO VACUNOS CHILE 1920 Y 1930 CUADRO G-14 PESO PROMEDIO DEL VACUNO VIVO CUADRO G-15 CONSUMO VACUNOS 1920 Y 1930 TRANSFORMACION DE TONELADAS EN CABEZAS CUADRO G-16 CONSUMO DE VACUNO EN RELACION A LA POBLACION DEL PAIS 1865 - 1930 CUADRO G-17 CONSUMO PER CAPITA DE BOVINOS: CHILE 1960-1983 CUADRO G-18 PESOS DE VACUNOS EN FERIA DE SANTIAGO 1964 Y 1968

V

CUADRO IP-1 INDICE DE PRECIOS AGROPECUARIOS (IPALS) 1860-1935

CUADRO IP-2 INDICES DE PRECIOS ESTADOS UNIDOS, GRAN BRETAÑA Y CHILE: 1830-1950 CUADRO IP-3 COMPARACION ENTRE INDICES DE PRECIOS AGROPECUARIOS LATORRE Y LATORRE EXTENDIDO CUADRO IP-4 INDICE DE PRECIOS BRITANICO Y AGROPECUARIO (IPB Y L) 1860-1932 CUADRO IP- 5 INDICE GENERAL DE PRECIOS CUADRO IP-6 COMPARACION ENTRE CINCO INDICES DE PRECIOS: 1913-1935 CUADRO IP-7 PRECIO AGRICOLA DOMESTICO RESPECTO DE PARIDAD BRITANICA: 1860-1932 CUADRO IP-8 CRECIMIENTO DEL NIVEL DE PRECIOS 1860-1899 DE ACUERDO A DIVERSOS INDICES

VI

CUADRO 1 REMUNERACION DEL TRABAJO EN ARGENTINA 1864-1932 CUADRO 2 INDICE DE REMUNERACIONES DEL TRABAJO EN EL REINO UNIDO. 1982-1914

VII

CUADRO A1 "PRODUCCION DE: TRIGO, MAIZ, CEBADA, FREJOLES Y PAPAS 1860-1935". CUADRO A1.1 "PRODUCCION DE ARVEJAS Y GARBANZOS 1860-1935". CUADRO A2 "PRODUCCION DE VINOS Y CHICHAS 1860-1933". CUADRO A3 "PRODUCCION DE GANADO VACUNO". 1860-1930. CUADRO A4 "PRECIOS DE PRODUCTOS AGROPECUARIOS, AÑOS SELECCIONADOS".

CUADRO A5 "VALOR DE LAS COSECHAS A PRECIOS CONSTANTES: TRIGO, MAÍZ, PAPAS, CEBADA,

FREJOLES;1860-1930". CUADRO A5.1 "VALOR COSECHAS POR PRODUCTO; BASE A (1862, 63, 64)". CUADRO A5.2 "VALOR COSECHAS POR PRODUCTO; BASE B (1908; 09, 10)". CUADRO A5.3 "VALOR COSECHAS POR PRODUCTO; BASE C (1928, 29, 30)". CUADRO A6 "VALOR DE LA PRODUCCION DE VINOS, 1860-1933". CUADRO A7 "VALOR DE LA PRODUCCIÓN AGRICOLA, 1860-1933". CUADRO A8 "VALOR DE LA PRODUCCIÓN DE GANADO BOVINO, 1860-1930". CUADRO A9 "VALOR DE LA PRODUCCION AGROPECUARIA 1860-1933". CUADRO MIN1 "PRODUCCION DE MINERALES: CARBON, ORO, COBRE, SALITRE Y PLATA..1860-1935". CUADRO MIN2 "PRECIOS DE LOS PRODUCTOS MINEROS". AÑOS SELECCIONADOS. CUADRO MIN3 "VALOR DE LA PRODUCCION MINERA 1860-1930; BASE A (1862, 63, 64)". CUADRO MIN4 "VALOR DE LA PRODUCCION MINERA 1860-1930; BASE B (1908, 09, 10)". CUADRO MIN5 "VALOR DE LA PRODUCCION MINERA 1860-1930; BASE C (1928, 29, 30)". CUADRO MIN6 "VALOR DE LA PRODUCCION MINERA 1860-1930; BASE A, B, C". CUADRO F1 "GASTO FISCAL, 1860-1930; BASE A,B,C". CUADRO F2 "GASTO FISCAL TIPO DE CAMBIO E INDICE GENERAL DE PRECIOS: 1860-1930".

CUADRO L1 "FUERZA DE TRABAJO SECTORIAL Y TOTAL 1854-1940; AÑOS CENSALES". CUADRO L2 "FUERZA DE TRABAJO SECTORIAL Y TOTAL 1854-1940". CUADRO L2.1 "COMPOSICION DE LA FUERZA DE TRABAJO SECTORIAL 1854-1940". CUADRO L3 "VALOR AGREGADO ANUAL POR TRABAJADOR Y POR SECTORES 1860-1935" ($ DE 1862, 63, 64)". CUADRO L4 "VALOR AGREGADO ANUAL POR TRABAJADOR Y POR SECTORES: 1860-1935" ($ DE 1908, 09, 10). CUADRO L5 "VALOR AGREGADO ANUAL POR TRABAJADOR Y POR SECTORES 1860-1935" ($ DE 1928, 29, 30). CUADRO L5.1 "VALOR AGREGADO ANUAL POR TRABAJADOR PROMEDIO

1860-1935". CUADRO L6 "VALOR AGREGADO POR EL FACTOR TRABAJO; TOTAL Y SECTORIAL" ($ DE 1862, 63, 64). CUADRO L7 "VALOR AGREGADO POR EL FACTOR TRABAJO, TOTAL Y SECTORIAL" ($ DE1908, 09, 10)". CUADRO L8 "VALOR AGREGADO POR EL FACTOR TRABAJO; TOTAL Y SECTORIAL ($ DE 1928, 29, 30)". CUADRO AGR-1 "VALOR DE LA PRODUCCION AGROPECUARIA, MINERA Y GASTO FISCAL 1860-1930". BASE A, B Y C". CUADRO AGR1-1 "VALOR DE LA PRODUCCION AGROPECUARIA, MINERA Y FISCAL POR SECTORES; BASE A". CUADRO AGR1-2 "VALOR DE LA PRODUCCION AGROPECUARIA, MINERA Y FISCAL POR SECTORES; BASE B". CUADRO AGR1-3 "VALOR DE LA PRODUCCION AGROPECUARIA, MINERA Y FISCAL POR SECTORES; BASE C". CUADRO AGR-2 "VALOR DE LA PRODUCCION COMO PORCENTAJE DEL VALOR AGREGADO DEL FACTOR TRABAJO; SECTOR AGROPECUARIO Y MINERO".

CUADRO AGR-3 "POBLACION 1835-1930". CUADRO AGR-4 "INDICE DEL VALOR DE LA PRODUCCION AGROPECUARIA,

MINERA Y FISCAL PER CAPITA 1860-1930; BASE A, B, C". CUADRO AGR-5 "INDICE DEL VALOR AGREGADO DEL FACTOR TRABAJO PER CAPITA 1860-1930". CUADRO TC-1 "TASA DE CRECIMIENTO ANUAL DEL VALOR DE LA

PRODUCCION AGROPECUARIA MINERA Y GASTO FISCAL 1860-1930".

CUADRO TC-2 "TASA DE CRECIMIENTO ANUAL DEL VALOR DE LA

PRODUCCION AGROPECUARIA, MINERA Y GASTO FISCAL 1860-1930. TASAS PARA PERÍODOS ACUMULADOS".

CUADRO TC-3 "TASA DE CRECIMIENTO ANUAL DEL VALOR DE LA PRODUCCION AGROPECUARIA POR SECTORES. 1860-1930". CUADRO TC-4 "TASA DE CRECIMIENTO ANUAL DE LA FUERZA DE TRABAJO SECTORIAL Y TOTAL 1860-1930". CUADRO TC-5 "TASA DE CRECIMIENTO ANUAL DEL VALOR AGREGADO DEL FACTOR TRABAJO SECTORIAL Y TOTAL 1860-1930". CUADRO TC-6 "TASA DE CRECIMIENTO DEL VALOR AGREGADO DEL FACTOR TRABAJO SECTORIAL Y TOTAL (PERÍODOS ACUMULATIVOS)". CUADRO TC-7 "TASA DE CRECIMIENTO ANUAL DE LA POBLACION 1540-1982 (PERIODOS INTERCENSALES)". CUADRO TC-8 "TASA DE CRECIMIENTO ANUAL DEL VALOR DE LA PRODUCCIÓN AGROPECUARIA, MINERA Y GASTO FISCAL PER CÁPITA 1860-1930". CUADRO TC-9 "TASA DE CRECIMIENTO ANUAL DEL VALOR AGREGADO DEL FACTOR TRABAJO PER CAPITA. 1860-1930". CUADRO TC-10 "TASA DE CRECIMIENTO DEL VALOR AGREGADO POR EL TRABAJADOR PROMEDIO 1860-1930". CUADRO TC-11 "TASA DE CRECIMIENTO DEL VALOR AGREGADO SECTORIAL

DEL TRABAJADOR INDIVIDUAL". 1860-1930".

INTRODUCCION

Las cuentas nacionales chilenas comienzan con el año 1940; para describir el período previo existen diversos indicadores menos ambiciosos, siendo el más conocido y extenso el de Ballesteros y Davis (1965), el cual entrega índices de producción agregada y sectorial a partir del año 1908. El índice en cuestión incluye la producción de los siguientes sectores: agricultura, industria, minería, gobierno y servicios de utilidad pública. Por otra parte y para el período 1861-1909, Jeftanovic (1990) ha construido una serie de crecimiento del producto total y sectorial, basado en los sectores agrícola y minero. El presente trabajo genera indicadores para el período 1860-1930, para lo cual se siguen dos procedimientos separados: primero, una serie de valor de la producción que incluye agricultura, minería y gobierno; segundo, series para el valor agregado generado por el factor trabajo en todos los sectores de actividad. Estos indicadores, junto con proporcionar una descripción de la evolución de la economía chilena, dan lugar también a numerosas interrogantes que se derivan tanto del procedimiento mismo de su construcción como de los resultados. No es éste un esfuerzo que pudiera clasificarse bajo el rubro de historia económica; más cercano está al campo de lo que Schultz (1989) denomina economía histórica, o sea, la aplicación del método de análisis de la disciplina económica a cuestiones pasadas. En todo caso, lo central es el intento de describir. El trabajo examina una gama de cuestiones distintas, que se han organizado por temas, todos los cuales se incluyen en esta publicación. Se comienza con "Trabajo, producción y crecimiento: Chile 1860-1930", donde figuran algunos de los resultados y se desarrolla una breve discusión sobre la validez de los diversos indicadores. Sigue el tema de "Población y fuerza de trabajo 1540-1988", en donde se presentan las cifras de los censos poblacionales y se construye una serie para la fuerza de trabajo total y sectorial. A continuación figura "Remuneración del trabajo, Chile 1860-1930", que discute la información sobre remuneraciones y donde se construyen las remuneraciones promedias del trabajo para los diversos sectores. En "Estimación de la producción de vacunos 1860-1930" se exploran algunas de las dificultades que ofrecen las estadísticas ganaderas y se genera una serie de producción y otra de consumo de ganado vacuno para el período. En "Una nota sobre el nivel de precios 1830-1930" se elabora un índice general de precios que se emplea para deflactar los valores nominales. Se incluye también una breve nota sobre "Remuneración del trabajo como indicador del crecimiento: algunos antecedentes históricos de Europa y Estados Unidos"; estas comparaciones internacionales proporcionan impresiones que resultan útiles al evaluar los resultados obtenidos. Por último, en "Indicadores totales y sectoriales 1860-1930", figuran los cuadros generales, acompañados por la sección "Notas y Fuentes", en la cual se explica su construcción. En general se ha procurado dejar constancia de los diversos pasos, cálculos y fuentes que dan origen al trabajo. Ello tiene por resultado que la lectura a ratos puede ser engorrosa; tiene la ventaja, sin embargo, que es fácil revisar la construcción de los indicadores y, eventualmente, incorporar cambios. Los diversos temas pueden ser revisados en forma independiente, incluyendo el primero, "Trabajo, producción y crecimiento: Chile 1860-1930", que es el capítulo que le interesará al lector que busque una síntesis apretada.

En 1975 se inicia el trabajo con la recolección de los antecedentes sobre agricultura y minería, pero la investigación avanza en forma muy irregular y esporádica. La impresión que tenemos a esta altura es que la construcción de indicadores como los que aquí se desarrollan constituye un buen ejemplo de lo que podría denominarse una tarea que no tiene fin evidente. A cada paso surgen nuevas preguntas y, sobre todo, se insinúa la posibilidad de mejorar las estimaciones con sólo explorar alguna fuente adicional y recalcular alguna variable o parámetro. Por otra parte, en todo momento se hace evidente que si se busca un antecedente más, tal vez pueda ser verificado o rechazado algún supuesto empleado en la estimación, o bien, tal vez sea posible generar nuevas variables que permitan evaluar valores generados con anterioridad, con el fin de adquirir así mayor confianza sobre su validez. El interés por seguir avanzando debe, sin embargo, ser sopesado y los medios disponibles -siempre escuálidos-, aconsejan detenerse en esta etapa de la investigación. Con todo, estimo que los resultados que aquí se proporcionan tienen el mérito de arrojar nueva luz sobre el proceso de crecimiento de la economía chilena. En este sentido espero que las hipótesis y controversias a que pudieran dar origen, sirvan para subrayar la necesidad de estudios adicionales y o complementarios, obviamente, siempre que se piense que el conocimiento del pasado tiene alguna utilidad, aunque sólo sea "de consumo". En diversas etapas de la investigación han colaborado las siguientes personas: Lenka Friedman, Consuelo Silva, María Eugenia Wagner, Marcela Correa y Sergio Cobo. Ana María Sagüez ha sabido, a lo largo de todo este tiempo, cómo transformar borradores en cuadros y textos claros y nítidos. Ana María Aguirre hizo muchas sugerencias, las que fueron todas acogidas, y que beneficiaron la distribución de comas, acentos y la redacción. A todos ellos mis agradecimientos. La Dirección de Investigaciones de la Pontificia Universidad Católica ha proporcionado apoyo para ayudantes y materiales en dos ocasiones, Proyecto 24/76 en 1976 y Proyecto DIUC 90-008 en 1990.

I

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO: CHILE 1860-1930*

La segunda mitad del siglo pasado y los treinta primeros años del actual, constituyen un período de la historia que claramente se distingue. Se sostiene que la Gran Depresión de los 1930, marca el inicio del tramo conocido como "desarrollo hacia adentro", el que se extendería hasta 1975, el cual comienza y termina con un colapso dramático de la economía. Por otra parte, a partir de más o menos 1850 el país vive diversos ciclos de exportación que profundizaron su inserción en la economía mundial y le permitieron establecer intercambios beneficiosos. El ciclo del trigo que cubre toda la segunda parte del siglo pasado con el auge y consecuente disminución de las exportaciones de este producto, ha sido documentado y estudiado por Sepúlveda (1959) y Bauer (1969). El cobre de alta ley también experimenta un ciclo con alza y subsecuente baja, al agotarse los yacimientos más evidentes (Reynolds, 1965); sólo años más tarde, principalmente en la tercera década del presente siglo, vuelven a retomar fuerza las exportaciones de este producto, esta vez sustentadas en la capacidad organizacional y técnica de empresas extranjeras. Por otra parte, las exportaciones de salitre emergen con extraordinario vigor después de la Guerra del Pacífico (1980's) pasando a constituir una importantísima fuente de ingresos fiscales, Humud (1974). Con todo, y después de la violenta expansión de exportaciones en la segunda mitad de la década del 1920, se hace muy evidente tanto la pérdida del monopolio mundial de oferta de este nitrato -ya notorio con alguna anterioridad-, como el empobrecimiento y proteccionismo que experimentará la economía mundial durante los años treinta y prácticamente hasta los cincuenta de este siglo1. De modo, entonces, que también se puede hablar de un ciclo del salitre durante el último cuarto del siglo diecinueve y los primeros treinta años actuales. Es interesante notar que estos ciclos no coinciden en el tiempo y aunque la sincronización nunca es tal, la declinación en uno de los productos en cierta forma coincide con el alza de otro, de manera que la economía chilena de esos años se encuentra bastante abierta al intercambio internacional, como confirman los índices de apertura -comercio/producto-, de Cortés, Butelman y Videla (1981) y también las no despreciables corrientes migratorias, Hurtado (1966). El sector manufacturero ha sido estudiado entre otros por Palma (1979), Kirsh (1973, 1977), Muñoz (1971), Cabrera (1987), dándose a entender que también aquí hubo un desarrollo significativo. Hurtado (1966), por otra parte, establece la existencia de un constante y fuerte proceso de urbanización, sugiriéndose así la presencia de importantes cambios en la localización y especialización de la producción nacional. Son sin duda Davis y Ballesteros (1965) quienes realizan el esfuerzo más global para cuantificar el desarrollo de la economía con posterioridad a 1908-09-10. Por otra parte, Jeftánovic (1990), aunque con menos sectores que los anteriores, ha aportado * El autor agradece los comentarios de Rolf Lüders a este capítulo. 1Cuando el mundo desarrollado recupera su dinamismo, cediendo nuevamente a la apertura comercial, es Chile quien se encuentra firmemente embarcado en un curso de acción aislacionista

antecedentes cuantitativos sistemáticos para la evolución del valor de la producción a partir de 1861. Debe también mencionarse a Mamalakis (1976, 1980), quien en un gigantesco esfuerzo ha ido recopilando, interpretando y sistematizando antecedentes dispersos y es en este sentido una fuente muy completa. Paralelo a todo esto se registra un crecimiento también significativo en los sectores crediticio y monetario, Prieto (1957), Holz (1969) y Lüders (1968); resulta razonable pensar que la expansión de la intermediación crediticia debe haber estado asociada a una especialización de la economía y ésta última, a algún crecimiento. Es el mismo Mamalakis (1976) quien sintetiza ésta, digamos, visión optimista respecto del crecimiento -pesimista en relación al nivel de vida a mediados del siglo pasado-, "...the annual growth rate between 1855 and 1930 was closer to 2% than to 1%" (pp.5), refiriéndose al producto per cápita. Sin embargo, este cuadro general de desarrollo y crecimiento registra también nubarrones que de algún modo constituyen advertencias para el investigador. Por una parte, son los ya citados Ballesteros y Davis (1965) quienes en una interesante reflexión respecto del crecimiento de la economía durante la segunda mitad del siglo pasado y los primeros diez años del actual -el período previo a sus propias series -, llegan a concluir que este debió haber sido pobre, no mayor de 1%, dicen. Por otro lado, Davis (1966) y posteriormente Rojas (1982) elaboran índices de remuneración para el trabajo, los cuales apuntan a un crecimiento nulo y más aún a una caída de la productividad del factor en el período 1860-1930. En consecuencia, la evidencia es contradictoria. Por una parte induce a pensar que el período 1860-1930 se caracterizó por un proceso de desarrollo sostenido, aunque no estable. Pero, y por otra parte, también sugiere que el desarrollo habría sido lento, sobre todo en el siglo pasado; en el mejor de los casos, la productividad del factor trabajo habría estado estancada. La presente investigación se aboca a este período construyendo indicadores que permitan apreciar la evolución del trabajo y de la producción en la economía chilena entre 1860 y 1930. Tal como se explica en la Introducción, junto al desarrollo de los indicadores propiamente (véase Capítulo 7, Notas y Fuentes y los Cuadros Generales A, Min, F, L, AGR, TC), hay diversos capítulos dedicados al examen de temas específicos que fueron surgiendo a lo largo de la investigación. Ellos son, "Población y fuerza de trabajo 1540-1988", "Remuneración del trabajo: Chile 1860-1930", "Estimación de la producción de vacunos: Chile 1860-1930", "Nota sobre el nivel de precio 1830-1930" y "Remuneración del trabajo como indicador de crecimiento: algunos antecedentes de Europa y Estados Unidos". En lo que resta del capítulo se proporciona, en primer lugar, una síntesis apretada de los principales rasgos de los indicadores aquí desarrollados, y enseguida se reflexiona sobre los resultados alcanzados.

1. DESCRIPCION DE LOS INDICADORES Con el fin de describir la evolución que experimenta la economía chilena en el período que transcurre entre 1860 y 1930 se construyen dos indicadores. El primero se basa en el valor de la producción agropecuaria, minera y gasto fiscal, mientras que el segundo corresponde a una estimación del valor agregado del factor trabajo en el país. Se proporcionan a continuación las principales características de los indicadores de la economía chilena en el período señalado, encontrándose en el Capítulo 7 la descripción detallada de su elaboración. 1.1. Valor de la producción agropecuaria, minera y gasto fiscal El valor de la producción agropecuaria se obtiene considerando los siguientes productos: trigo, maíz, cebada, frejoles, papas, vinos y chichas y ganado vacuno. Las cantidades físicas se transforman en valores utilizando tres sistemas de precios los que reflejan los precios promedio de tres períodos. Ellos son: 1862, 1863, 1864 1908, 1909, 1910 1928, 1929, 1930 Por otra parte, el valor de la producción de minerales incluye: carbón, oro, cobre, salitre y plata. Al igual que para el sector agropecuario, se emplean tres sistemas de precios para obtener los respectivos valores, correspondiendo ellos a los años ya indicados. Se generan, por último, tres series de gasto fiscal expresadas en pesos constantes, cuyo poder adquisitivo corresponde a los años ya señalados. Estos componentes -agropecuario, minero y fiscal- se suman para obtener el indicador global para el valor de la producción (Cuadro AGR 1). En general, los datos de produción y los de gasto fiscal reflejan estas variables tal como ellas fueron contabilizadas en su época por los respectivos organismos estadísticos. Sin embargo, y especialmente en el ámbito de la producción agropecuaria, hay períodos, sobre todo en la década de los años noventa del siglo pasado, en donde los datos básicos son estimados por no haberse encontrado los originales. Debe notarse que mientras las series agropecuarias y mineras corresponden a valores calculados con sistemas de precios que son constantes a lo largo de la respectiva serie, las de gasto fiscal real pueden estar reflejando cambios tanto en precio relativo como en cantidad. Sin embargo, y como ya fuera señalado, los componentes de cada indicador fiscal agregado se expresan en pesos de poder adquisitivo constante y comparable. En consecuencia, cada serie del indicador global -AGR-1- constituye una serie "real", pero en cuya composición se mezclan índices reales de cantidad con índices reales de valor.

1.2. Valor agregado del factor trabajo La identificación del valor agregado del factor trabajo exigió construir un indicador para la fuerza de trabajo y un segundo para la remuneración del recurso. La fuerza de trabajo se obtiene a partir de la información de los censos poblacionales2; para lograr la clasificación del trabajo por sectores de actividad, los antecedentes disponibles en los censos de 1920 y previos debieron primero reclasificarse, asignando las profesiones que en ellos figuran a sus respectivos sectores de actividad. La explicación detallada de la obtención de estas series se encuentra en "Población y fuerza de trabajo: Chile 1540-1988". El presente estudio no ha contado con los medios necesarios para construir series de remuneraciones a partir de información para cada año en cada sector. Por ello se optó por determinar un conjunto de remuneraciones sectoriales para un año determinado (1924), para luego obtener las series para todo el período 1860-1930, aplicando un índice de remuneraciones del trabajo. Es decir, partiendo de la estructura de remuneraciones de 1924, se construyen series de remuneración sectorial utilizando un único índice general de remuneraciones. Cabe notar también que las remuneraciones relativas con que se construyen las series no corresponden directamente al salario observado sino a una elaboración que intenta generar la remuneración media del trabajo en cada sector. Las series para el valor agregado del factor trabajo en la economía chilena figuran en los Cuadros L6, L7, L8; en ellos se aprecia tanto el valor total como el sectorial. Los tres cuadros en cuestión sólo difieren entre sí en cuanto al poder adquisitivo del peso, para lo cual se fijaron los mismos años base ya mencionados. Por último, la forma en que se elabora las series de remuneración se explica en "Remuneración del trabajo en Chile 1860-1930". 1.3. Principales Resultados Con el fin de proporcionar una visión general del desempeño de la economía en el período 1860-1930 se presentan a continuación dos cuadros que sintetizan algunos de los resultados logrados. El Cuadro 1 trae el promedio anual de las tasas de crecimiento a lo largo de todo este período para los indicadores agregados de producción y valor agregado del trabajo, ambos en términos totales y per cápita; se incluye también el crecimiento de la fuerza laboral y de la población. Por otra parte, el segundo cuadro contiene la distribución sectorial de la fuerza de trabajo por sectores de actividad para tres años seleccionados 1860, 1890 y 1930.

2Los años censales son los siguientes: 1854, 1865, 1875, 1885, 1895, 1907, 1920 y 1930.

CUADRO 1 INDICADORES GLOBALES PARA EL PERIODO 1860-1930

(Tasas de crecimiento, anual promedio) Valor de la producción per cápita 2,36 - 1,94 Valor agregado del factor trabajo per cápita 0,05 Valor de la producción 3,81 - 3,38 Valor agregado del factor trabajo 1,46 Fuerza de trabajo 1,18 Población 1,41 FUENTE: Cuadros TC.

CUADRO 2 DISTRIBUCION SECTORIAL DE LA FUERZA DE

TRABAJO 1860, 1890, 1930 (% de la fuerza laboral total)

1860 1890 1930 Agricultura 43,5 40,3 38,9 Minería 3,3 3,7 5,7 Manufactura 27,9 23,6 15,2 Construcción 3,0 3,6 4,4 Comercio 3,1 6,0 11,1 Transporte 0,7 2,9 5,8 Servicio y otros 18,6 20,1 19,0 FUENTE: Cuadro L2.1. 2. BREVE DISCUSION DE LOS RESULTADOS Puede decirse que los indicadores calculados, valor de la producción y valor agregado del trabajo, constituyen ambos aproximaciones al PGB, o más bien a un índice de éste por cuanto ninguno tiene la cobertua como para poder representar el nivel del PGB en un año. De acuerdo al primero la tasa de crecimiento anual promedio del período asciende a 3,6%, mientras que el segundo arroja un valor substancialmente menor, 1,5% aproximadamente.

La conclusión, a esta altura, sería que la tasa de crecimiento de la economía en el período señalado corresponde a un valor dentro del rango así determinado. La diferencia entre los indicadores sólo sería indicativa de la naturaleza imprecisa del conocimiento elaborado y la cosa se podría dejar aquí. Sin embargo, la misma diferencia también puede ser vista como una interrogante, una anomalía y por tanto un desafío, y se podría intentar avanzar en su solución por medio de una evaluación de los méritos y desventajas de cada indicador. El análisis y discusión en esta sección se insertan en esta última línea, aun cuando se reconoce que una solución sólida deberá provenir de nuevas investigaciones, sean éstas complementarias o sustitutivas de la que se presenta en este informe. 2.1. Comparaciones entre indicadores en el sector agropecuario y en el minero En el Cuadro 1 salta a la vista la diferencia entre el crecimiento de la producción per cápita, con tasas de variación anual entre 2,36% y 1,94 dependiendo del sistema de ponderaciones elegido, y el crecimiento del valor agregado del trabajo en la economía, el cual para todos los fines prácticos es igual a cero. Tanto para el sector agropecuario como para el minero se dispone de ambos indicadores, esto es, el valor de la producción y el valor agregado del trabajo sectorial. En el Cuadro 3 figura el cuociente de ambos expresado como porcentaje del segundo. El resultado que se observa ciertamente no se esperaba, ya que el valor de la producción es considerablemente inferior al valor agregado del trabajo en ambos sectores y en los primeros años. En los dos crece la importancia relativa del valor de la producción a través del tiempo; en el sector agropecuario esta alcanza su máximo valor, alrededor de 50%, al final del período, en el año 1930. En la minería, por otra parte y a partir de 1893, el valor de la producción excede al valor agregado del trabajo, fluctuando de ahí en adelante en forma irregular. Por otra parte, en el Cuadro 4 figuran las tasas de crecimiento sectoriales. Al igual que para los indicadores agregados, en estos sectores el crecimiento del valor de la producción exc ede por mucho al aumento del valor agregado del trabajo.

CUADRO 3 VALOR DE LA PRODUCCION COMO PORCENTAJE DEL VALOR AGREGADO DEL FACTOR TRABAJO: AÑOS SELECCIONADOS

Sector 1860 1890 1930 Agropecuario 25,7% 24,4% 55,7% Minería 40,5% 141,4% 220,1% FUENTE: Cuadro AGR 2. Ponderaciones Base B (1908, 09, 10). Es evidente y salvo que se suponga una rentabilidad negativa del capital físico en cuestión, que por baja que sea la intensidad de capital de un proceso productivo como su adquisición de insumos a otros sectores, el valor agregado de un factor no debiera

exceder al valor de la producción3 ¿Cómo, entonces, entender los resultados que sintetiza el Cuadro 3? ¿Es acaso necesario dudar de las cifras? Pero en tal caso ¿de cuáles? ¿Está sobredimensionado el valor agregado o es el valor de la producción el que se encuentra subvaluado?. Aquí la atención recae de inmediato sobre la forma como se determinó la remuneración del trabajo: se trata de un factor construido y no directamente observado, como lo son producción y precios de los productos. Por otra parte, los datos de remuneraciones que se usan para establecer los niveles absolutos -1924-, o bien los supuestos que se hacen para determinar la remuneración promedio de cada sector, podrían estar sobreestimados, pero no contamos con antecedentes en tal sentido. En cuanto al valor de la producción en el sector agropecuario, es muy probable que no están considerados todos los productos; simplemente no se encontraron estadísticas sobre, por ejemplo, producción de gallinas, porcinos, zapallos, sandías, leche y lechugas, etc., etc. Sin embargo, una revisión de los productos incluidos (Cuadros A) demuestra que están muchos de los importantes, al menos en el área de lo que hoy en día se denomina agricultura tradicional. En el sector minero este fenómeno es menos agudo, aunque también estaría presente ya que los productos incluidos (Cuadros MIN) no consideran todas aquellas producciones en que participan trabajadores que fueron clasificados en el sector minero.

CUADRO 4 VALOR AGREGADO DEL TRABAJO Y VALOR DE LA PRODUCCION. 1860-1930

CRECIMIENTO SECTORIAL PROMEDIO SECTOR AGROPECUARIO Y SECTOR MINERO

(tasas anuales)

Sector Valor Producción Valor Agregado del Trabajo Agropecuario 2,25 - 2,29 1,14 Minero 4,75 - 4,45 2,1 FUENTE: Cuadros TC 3 y 5. Ambas cuestiones, la diferencia entre el valor agregado del factor trabajo y el valor de la producción en un punto dado del tiempo, como las distintas tasas de crecimiento a través del tiempo, no son enteramente separables. A continuación, entonces, se revisan diferentes argumentos que, eventualmente, pudieran ser contabilizados como explicación para cubrir estas brechas.

3Se rechaza sin mayor explicación, tanto la posibilidad de rentabilidad negativa del capital físico como la presencia de subsidios.

(i) Una posibilidad, como ya se decía, es que en ambos sectores los productos

excluidos del valor de la producción por no encontrarse las respectivas estadísticas, pero incluidos en el valor agregado del trabajo ya que éste considera todos los recursos del sector, hayan experimentado un crecimiento más lento que los que efectivamente se incluyen en el valor de la producción. Esta interpretación no puede ser ni corroborada ni rechazada por la razón ya señalada: no se encontraron estadísticas adicionales. Sin embargo, en ambos sectores y por los argumentos que aquí se proporcionan, se supone que se tiene contabilizada una fracción importante del respectivo producto, de modo que la explicación sería débil o más bien poco probable.

(ii) La naturaleza de la información básica de cada indicador es un tanto distinta. La

serie de valor agregado se alimenta de datos recogidos en censos de población, mientras que el valor de la producción se obtiene a través de encuestas anuales de producción. Lo normal sería que los censos poblacionales correspondan a un esfuerzo estadístico exhaustivo, mientras que los valores anuales se basan en encuestas y muestras, seguramente de cobertura menos amplia, aunque en ocasiones también los censos son criticados; sin embargo, pensamos que en general la afirmación tiene validez.

Al combinar este aspecto con un proceso de especialización en la economía,

desde un importante grado de producción para el "autoconsumo" o para ser intercambiado en ámbitos muy reducidos -con poco uso de recursos-, hacia una produción que, cada vez con mayor intensidad, se intercamb ia con terceros fuera de este círculo reducido, pudiera suceder que la serie de valor de la producción creciera más rápido que el valor agregado del trabajo, en tanto la primera se centrará primordialmente en la producción orientada hacia este intercambio amplio4.

En el caso agropecuario efectivamente se observa que el cuociente valor

producción a valor agregado crece a lo largo del tiempo, aunque queda siempre bajo la unidad. En la minería, y de acuerdo a este argumento, la integración al mercado habría sido mucho más acelerada. Con este argumento, ambos indicadores pueden estar en lo correcto y corresponder a distintas manifestaciones de una misma realidad sin sobre ni subestimaciones. Sin embargo en tal caso la capacidad de consumo se acercaría más al valor agregado del trabajo mientras que el valor de la producción sería un indicador de intercambio amplio.

(iii) En cuanto a la diferencia observada entre sector agropecuario y minero -la más

acelerada y completa integración al intercambio del segundo sector-, es interesante notar que el estado tuvo un interés claro en la minería5 y menos

4Cabe notar que los datos de Ballesteros y Davis para el período 1908-30, también pueden ser objeto de la misma crítica. 5Al comparar la tasa de crecimiento anual del valor de la producción minera con la del gasto fiscal para todo el período 1860-1930, se encuentra lo que muchos han señalado antes: la disponibilidad de recursos del estado se encontraba estrechamente ligada a la minería; las tasas en cuestión son muy parecidas para el período completo y cercanas al

nítido en la agricultura, ello, tal vez, a consecuencia de la diferencia en costos de transacción asociados al cobro de los impuestos, los cuales podían ser controlados en algunos pocos puertos del litoral norte pero mucho menos en el campo. La pregunta que cabe hacer es si esta presunta diferencial de interés del fisco, de alguna manera se traduce en distintos grados de cobertura estadística de la producción, en otras palabras, si los costos de transacción asociados al cobro de impuestos constituyen una proxy del costo de recoger información, y de ser así que ello repercuta en la calidad de las estadísticas sectoriales. Aunque ésta es una hipótesis interesante, por ahora al menos no es más que eso y no cabe concluir respecto de sobre o subestimaciones en materia de cobertura estadística.

(iv) El crecimiento del cuociente valor de la producción respecto del valor agregado

del trabajo también podría obedecer a un proceso de acumulación de capital que haya elevado la razón capital-trabajo en el proceso de producción.

CUADRO 5 IMPORTACION DE BIENES DE CAPITAL

PER CAPITA

Indice (1925-34 = 100) 1875-84 25 1885-94 76 1895-04 58 1905-14 165 1915-24 84 1925-34 100 Calculado a partir de Davis, 1966.

Los datos de Davis (1966), Cuadro 5, se refieren a importación de bienes de capital en dólares constantes; aun cuando ellos son muy fluctuantes, no es posible descartar una nítida tendencia de crecimiento en esta materia. Sin embargo, debe recordarse que un cambio en la importación de bienes de capital no es sinónimo de variación en la acumulación de capital y, no sería extraño que el crecimiento del índice recién mencionado, al menos en parte, pueda estar reflejando consecuencias del mismo proceso de especialización al que se aludía anteriormente, esta vez substituyendo la producción doméstica de bienes de capital por extranjera. Con todo, esta especialización no excluye la posibilidad de un "cambio tecnológico" que acelere el crecimiento de la producción en relación al valor agregado del trabajo.

4,5% anual. Esto lleva a pensar que al menos el valor de la producción de la minería muestra una tendencia consecuente con esta impresión histórica.

Respecto de este punto también se puede agregar que muchas veces se tiende a

sobreestimar la importancia de la maquinaria en el capital fijo. Así, Field (1985) señala: "the attention devoted to and importance ascribed to machinery by economic historians, theorists, and policymakers has been greatly disproportionate to its relatively small share in the value of national capital stock" (pp. 399). En parte ello podría deberse, señala, a generalizaciones incorrectas de evidencia concerniente a la maquinaria en manufacturas. Por otra parte, Sokoloff señala que alrededor de 1830 en Estados Unidos de América y exceptuando textiles, el capital en maquinaria y herramientas constituye sólo una fracción ínfima de los activos totales respectivos.

Estos argumentos llevan a concluir que el mayor crecimiento del valor de la

producción en relación al valor agregado del trabajo entendido como una consecuencia del eventual crecimiento de la razón capital trabajo, aunque posible en alguna magnitud, no resulta plausible, especialmente en cuanto a la magnitud requerida como para cubrir la diferencia en discusión. Tal vez recurriendo a otro tipo de capital, inventarios, etc., se pueda explicar algo; pero, no disponemos de antecedentes al respecto.

(v) En "Remuneración del trabajo como indicador del crecimiento: algunos

antecedentes históricos de Europa y Estados Unidos" se plantea la posibilidad de que parte del desarrollo económico no consista tanto en un incremento de la remuneración diaria del trabajador, sino en el crecimiento del número de días en que éste efectivamente se encuentra trabajando en la actividad en que registra su mayor productividad. O sea, en este sentido el desarrollo se deriva de un mayor aprovechamiento de lo que Adam Smith denominara la especialización del trabajo. De ser correcta esta interpretación, para la cual por ahora sólo contamos con antecentes muy indirectos de otros países, habría que concluir que las tasas de crecimiento del valor agregado del trabajo podrían estar algo subestimadas, en tanto que durante el período 1860-1930 la ocupación en el empleo principal expresada en número de días trabajados haya efectivamente aumentado y no se haya mantenido casi6 constante, como sugiere la metodología empleada. La hipótesis también es compatible con la diferencial observada entre producto y valor agregado en los primeros años, suponiendo que en producción no se incluyen "todos" los bienes que produce el trabajo. Sin embargo, no se ha examinado el tema y, por tanto, por ahora ésta es sólo una posibilidad y nada más.

(vi) Otro aspecto que pudiera conducir a algún error en el crecimiento del valor

agregado del trabajo tiene que ver con la importancia relativa de las mujeres y niños en la fuerza de trabajo. Tal como se señala en "Remuneraciones del trabajo, Chile 1860-1930", las estimaciones se basan en un coeficiente constante de la participación de mujeres, específicamente el correspondiente a 1920. Como la remuneración de mujeres y niños es inferior a la de hombres, una disminución

6"Casi", por cuanto hay una pequeña variación, entre 257 y 260, debido a variación en los feriados, que aquí se entienden como días no trabajados. Ver "Remuneración del Trabajo: Chile 1860-1930", Sección 5.

de la participación en la fuerza de trabajo de los primeros introduciría de inmediato un error en la evolución de la remuneración promedio del trabajo, frenando así la tasa de crecimiento del valor agregado del trabajo. A lo largo del período disminuye la tasa de participación total, esto es, fuerza de trabajo respecto de población, de modo que el punto señalado tendría algún asidero; sin embargo no se han revisado los censos como para poder atribuir la disminución de participación total a mujeres y niños, aun cuando resulta probable a consecuencia del proceso de urbanización que también se registra.

Sólo en base a los censos de 1920 y 1930 puede decirse que (a) la participación de la mujer en la fuerza de trabajo cae del año 20 al año treinta; (b) en cuanto a los sectores en que la mujer tiene mayor participación, manufactura y comercio, el cambio más importante en el empleo se registra en el primero el cual, además, disminuye su empleo total en forma importante (Cuadro 2), de modo que sería esta contracción una de las responsables de la disminución en la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo.

Entonces, y aceptando estos antecedentes parciales, cabe concluir que habría algo de subestimación en el crecimiento del valor agregado del trabajo por este concepto.

Un tema parecido, el del traslado de fuerza de trabajo -hombre o mujeres- de un sector de baja productividad media a otro de mayor productividad, fenómeno que efectivamente ocurre y que se aprecia al observar el Cuadro 2 "Distribución Sectorial de la Fuerza Laboral", es algo que está considerado en la metodología de cálculo.

(vii) El último argumento que se presenta tiene más relación con una percepción que

con una realidad establecida, pero no deja de ser interesante mencionarlo aquí. Se decía, al comienzo del capítulo que, "a partir de más o menos 1850 el país vive diversos ciclos de exportación que profundizaron su inserción en la economía mundial.....".

Con el fin de poner esta percepción en un escenario que permita alguna cuantificación se ha preparado el Cuadro 6. Este presenta los indicadores de exportaciones y de producto de 1930 y 1860 en moneda constante y en forma de cuociente; el número en cuestión expresa el valor por el cual se debe multiplicar el indicador de 1860 para llegar al de 1930.

CUADRO 6

EXPORTACIONES Y PGB EN MONEDA CONSTANTE: 1930 SOBRE 1860

Exportaciones : 10,2 Producto : 10,2 a 13,7 Valor agregado trabajo : 2,7

FUENTE: Calculado a partir de: Exportaciones "Proteccionismo en Chile: Una visión restrospectica", Cortés,

H.; Butelman, A; Videla, P. Cuadernos de Economía 54-55, 1981, Cuadro 3, pp. 173-174 ($US de 1976).

(Se tomó el promedio de tres años en torno a los años indicados). Producto: Cuadro AGR-1 Valor agregado trabajo: Cuadro L-6. En este escenario en donde el grado de inserción en la economía mundial se identifica por el crecimiento relativo de exportaciones y PGB, y aceptando también la válidez de la percepción ya señalada, es claro que la tasa de crecimiento que se ha medido para la producción no podría constituir una buena proxy para la evolución del PGB; el grado de inserción así expresado sería constante o decreciente. Por otra parte, al emplear el valor agregado del trabajo como proxy del crecimiento del PGB, los valores son concordantes con esta idea; sin embargo, debe reconocerse que una tasa de crecimiento del PGB, digamos el doble, tal vez más, de lo que indica el valor agregado del trabajo también generaría un cuadro compatible. De modo que el razonamiento no puede ser revertido. No se tiene, por ahora, un indicador respecto de la validez de la percepción, pero tampoco argumentos como para dudar de ella; al contrario la importancia que los historiadores asignan al salitre y a su exportación, como la feroz reducción de comercio internacional que experimenta el país al iniciarse la Gran Depresión de los treinta, son factores que pueden ser entendidos como un apoyo, aunque, claro está, sólo un apoyo tibio. (Véase también Jeftánovic (1990), quien identifica una disminución del precio de bienes transables). Sintetizando todos estos argumentos, y volviendo a la cuestión básica de la validez relativa de ambos indicadores globales, valor de la producción y valor agregado del trabajo, ¿cuál debe emplearse? Concluimos por ahora que ambos son válidos; lo que sucede es que constituyen respuestas a preguntas un tanto diferentes. Mientras el valor agregado del trabajo presumiblemente está más cercano a la evolución de la capacidad productiva de la economía chilena, el indicador del valor de la produción se acercaría más a la evolución de aquella parte de la producción objeto de un intercambio más intenso. Con todo, hemos visto que de los argumentos arriba presentados sólo dos -(v) y (vi)-, sugieren una subestimación del crecimiento del valor agregado del trabajo. Por otra parte, el argumento (ii) implica una sobrevaloración del crecimiento del valor de la produción al señalar que esta se refiere más a intercambio que a producción propiamente tal. La conclusión, entonces, y pensando ahora en un indicador único representativo del desarrollo en el período 1860-1930, apunta a un punto intermedio para el crecimiento

anual per cápita, algo entre 0% y 2,1%7, aunque debajo del respectivo promedio, probablemente aún inferior al medio por ciento. 2.2. Evolución de la economía por decenios En el Cuadro 7 figuran los índices correspondientes al valor de la producción y al valor agregado del trabajo, ambos per cápita. Los niveles corresponden a los promedios decenales. De acuerdo al primero, valor de la produción, la economía chilena habría pasado de un potencial de consumo per cápita igual a 100 en 1860-69, a 339 en 1920-30. Al considerar el valor agregado del trabajo como aproximación a la evolución del potencial de consumo per cápita, se puede decir que no hay cambio significativo entre los decenios extremos del período bajo estudio, incluso disminuye de 100 a 99.

CUADRO Nº 7

INDICE DEL PGB PER CAPITA DE ACUERDO A DOS INDICADORES: 1860-1930 (Promedios decenales)

Valor Producción Valor Agregado per cápita per cápita 1860-1869 100 100 1870-1879 122 103 1880-1889 175 112 1890-1999 213 99 1900-1909 248 85 1910-1919 309 89 1920-1930 339 99

FUENTE: Calculado de Valor producción per cápita: Cuadro AGR-4, base B. Valor Agregado del trabajo, per cápita: Cuadro AGR-5. Al comparar la evolución de ambos indicadores, decenio a decenio, se aprecia que el valor de la producción per cápita aumenta constantemente, aunque a tasas variables. El valor agregado per cápita, por otra parte, después de acompañar al primero en cuanto a la dirección de los cambios en los tres decenios iniciales, registra un ciclo profundo entre el promedio 1890-99 y el de 1920-30, alcanzando un mínimo con el promedio 1900-1909.

7Al respecto resulta interesante recordar la reflexión de Ballesteros y Davis (1965), pioneros en materia de estimación del desarrollo económico chileno en el pasado más lejano, quienes señalan, "el crecimiento económico habría estado limitado al 1% durante los últimos 100 años" a partir de 1855. (pp5) Aunque sólo es una reflexión puesto que su medición comienza en 1908, el número al cual llegan es sin duda interesante.

De aceptarse la superioridad del valor agregado del trabajo como indicador de la evolución económica del país, surge entonces con fuerza la interrogante, ¿qué ocurrió a partir de los años 90 del siglo pasado? ¿por qué hay un quiebre tan violento en relación a la tendencia de los primeros treinta años del período bajo análisis? Tal como se ha visto en la sección precedente no se puede descartar totalmente una respuesta que proponga que es éste un problema de datos y no de la economía; sin embargo, por ahora al menos esta explicación fácil no satisface y las preguntas siguen en pié. 2.3. La distribución sectorial de la fuerza de trabajo 1860-1930 En los setenta años que median entre 1860 y 1930 la agricultura pasa de emplear 43,5% de la fuerza laboral a un 38,9%, (Cuadro 2), de modo que en 1930 Chile sigue siendo un país fuertemente agrícola8. La minería es un sector en que la fuerza de trabajo crece a tasas elevadas entre 1890 y 1930, pero no es éste un sector importante en cuanto a empleo directo de mano de obra y el nivel más alto se alcanza en 1930, con un 5,7% de la fuerza de trabajo total. Comercio y transporte son las dos actividades que mejor simbolizan el proceso de especialización a este nivel de alta agregación; pasan, en forma conjunta, de 3,8% de la fuerza de trabajo total en 1860 a 16,9% en 1930, sin duda el cambio más espectacular del período. Por otra parte la fuerza de trabajo en el sector servicios es, lejos, la más estable, cercana al 20%. La manufactura, importante empleador en 1860, pierde peso a lo largo de estos setenta años. Hay que recordar que el trabajo en manufacturas se identifica aquí por el tipo de bienes que se producen y no por el tipo de función de producción, o por la mayor intensidad de capital físico respecto de capital humano o por la localización geográfica en áreas urbanas. El criterio aquí adoptado parece ser consecuente con la idea de sector; el criterio alternativo en el cual se tratan de identificar formas de producción modernas y distinguirlas de las que no lo sean, -las artesanales de aquéllas con fuerte énfasis en capital no humano y gran escala de producción-, si se aceptara, debiera hacerse extensivo también a todas las demás actividades. A modo de hipótesis, se avanzan tres explicaciones que podrían proporcionar argumentos para entender la pérdida de importancia del empleo manufacturero. a) se trata de un período de constante concentración de la población en ciudades

(Hurtado, 1966). Al mismo tiempo, es un período de disminución de costos de transporte; aun cuando no se han buscado los antecedentes cuantitativos que sustenten esta última tésis, es sabido que esos años registran la aparición de los ferrocarriles y de barcos de mayor tamaño y finalmente mayor velocidad media, lo que podría considerarse como evidencia indirecta de la disminución de estos costos.

b) por los factores citados en (a) tuvo lugar una concentración de la producción

redundando en una mayor productividad media del trabajo debido también a

8La importancia del empleo agrícola hoy en día está algo por debajo de 20%, de modo que los cambios en la distribución del trabajo en la economía fueron muchísimo más intensos en los sesenta años que siguen a 1930 que en los precedentes.

tecnologías que se benefician de la nueva localización y organización a mayor escala. Por lo tanto, y tomando (a) más (b) conjuntamente, el crecimiento de la fuerza de trabajo en el sector se habría visto frenado.

(c) al crecer la inserción de la economía chilena en la economía mundial, cambia

también el precio relativo de los bienes transables Jeftánovic (1990), rubro en el cual se incluye aquí a las manufacturas. Esta mayor especialización internacional, también habría frenado el crecimiento del trabajo en el sector9.

2.4. Remuneración por trabajador y valor agregado del trabajo per cápita La remuneración del trabajo por unidad de factor y en cada sector, crece al 0,13% anual en el período 1860-1930. Sin embargo, la tasa de crecimiento del valor agregado para el trabajador promedio de la economía es algo más que el doble, 0,28% anual (Cuadro TC 10, 11). Mientras la primera tasa tiene un claro significado sectorial -indica la evolución al interior de un sector (cualquiera)-, la segunda, y como el nombre indica, es un promedio de toda la economía, incorporando entonces el efecto del traslado de fuerza laboral de sectores de menor a sectores de mayor productividad del recurso. Ahora, como lo indica el Cuadro 1, el valor agregado del trabajo per cápita -valor agregado partido por población-, sólo crece al 0,05 anual en el período, o sea, bastante menos aún que la remuneración del factor trabajo en forma individual. Pero estas cifras son compatibles entre sí y lo que explica la diferencia es el hecho que mientras la tasa de crecimiento anual de la población es 1,41% anual, la que corresponde a la fuerza de trabajo es menor, 1,18% (Cuadro 1).

9Muñoz (1971) muestra elevadas tasas de crecimiento para la producción manufacturera en los últimos veinte años antes de 1930. Pero ello no es incompatible con el argumento desarrollado en (c) por cuanto éste se refiere a todo el trabajo manufacturero y no solo al que se registra en establecimientos industriales.

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II

POBLACION Y FUERZA DE TRABAJO: CHILE 1540-19881 El presente capítulo recopila y organiza las estadísticas sobre población y fuerza de trabajo dispersas en publicaciones de diverso tipo y en los censos nacionales. El principal resultado que se obtiene son las series de fuerza laboral por sectores de actividad a partir de 1854. La construcción de estas series para los años previos a 1930 exigió asignar la población activa por profesión, según consta en los respectivos censos, a los sectores de actividad usados en el resto de las publicaciones del presente siglo. 1. POBLACION Para la época de la conquista española, las estimaciones indican una población de un millón de indios, concentrados en la parte central del país; sin embargo, el rango de estas estimaciones va de 400.000 a 1.500.000 personas. Para el período de la colonia las estimaciones se basan en los registros de parroquias y municipios. Sin embargo, la composición social de la población y el estado de guerra permanente constituían impedimentos para lograr una adecuada cobertura. Operaciones censales basadas en visitas administrativas esporádicas proporcionan otros antecedentes, aunque también se caracterizan por metodologías y coberturas variables, basándose en conceptos que no corresponden siempre a los métodos censales desarrollados a partir del siglo 19. (Para una síntesis de la discusión en torno al nivel de la población en este período y el siguiente, véase Mamalakis (1980)). El Cuadro 1 reproduce la serie de población que puede ser considerada como "más probable" para el período de la Conquista y de la Colonia. Con la llegada de los españoles, la población del país desciende abruptamente; el fenómeno es atribuido tanto a las guerras como a las enfermedades. Entre 1570 y 1650, la población sigue decreciendo aunque a tasas cada vez menores. Esta situación se revierte a partir de mediados del siglo 17. Sin embargo, a fines de la colonia (1813) la población es tan sólo un 5,8% mayor que en 1570 y sólo en 1835 se habría logrado el nivel supuestamente existente en 1540.

1En la recopilación y el ordenamiento de los antecedentes se contó con la valiosa cooperación de Consuelo Silva.

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CUADRO 1 POBLACION CHILENA 1540-1835

(personas)

1540 1.000.164 1570 624.000 1590 582.000 1600 549.000 1620 557.000 1650 550.000 1700 590.000 1790 600.000 1813 660.000 1835 1.010.332

FUENTE: Mamalakis , M. (1980). Historical Statistics of Chile, vol.2. Demography

and Labor Force. Freewood Press. Construido en base a los cuadros 1.3, 1.4 y 1.5, pp. 8 y 9 del libro. Cabe

notar que estos antecedentes corresponden a estimaciones de diferentes autores. Incluyen españoles y europeos, otros blancos, negros, mestizos, indios, tanto bajo como fuera de la jurisdicción nacional.

El dato para el año 1835, corresponde al primer censo de población

propiamente tal realizado en el país. Al comienzo del siglo 19, el país se encuentra con un crecimiento importante y sostenido de la población; así, entre 1813 y 1854 el crecimiento alcanza, en promedio, aproximadamente al 1,9% anual.

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CUADRO 2 POBLACION CHILENA 1835 - 1988

1835 1.010.332 1843 1.038.801 1854 1.439.120 1865 1.819.223 1875 2.075.071 1885 2.492.000 1895 2.790.000 1907 3.213.000 1920 3.785.000 1930 4.365.000 1940 5.063.000 1952 6.356.611 1960 7.663.171 1970 9.339.665 1982 11.329.736 1988 12.500.700

FUENTE: 1835-1875: Censo Población 1907 pp XVII, Dir. General de Estadística

(corresponden al período censal diciempre-noviembre). 1885-1940: Mamalakis, M. (1980), op.cit. basado en DEC 1964. Población

Total por provincias 1885-1960. (Estimaciones al 30 de junio de cada año).

1952-1982: Banco Central, Boletín Mensual 718, diciembre 1987, pp. 3388; basado en INE.

1988: Encuesta Nacional Empleo INE. Cifras preliminares (septiembre-noviembre).

Entre 1875 y 1885 el territorio crece por anexión de las provincias norteñas y la consolidación de la administración de la Araucania.

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CUADRO 3 POBLACION, TASAS DE CRECIMIENTO ANUAL

(tasas anuales compuestas intercensales)

1813 - 1854 1,9 1854 - 1865 2,1 1865 - 1875 1,3 1875 - 1885 1,8 1885 - 1895 1,1 1895 - 1907 1,2 1907 - 1920 1,3 1920 - 1930 1,4 1930 - 1940 1,4 1940 - 1952 1,9 1952 - 1960 2,3 1960 - 1970 2,0 1970 - 1982 1,6 1982 - 1988 1,5

FUENTE: Calculado en base a Cuadro 2.

Al promediar el crecimiento intercensal se obtiene una tasa de incremento anual promedio de la población del orden de 1.4 para el período 1865-1930. Ella incluye el efecto de la ampliación geográfica con que termina la guerra del Pacífico y de la conquista definitiva de la Araucanía por esa misma época; pero, por otra parte, también incluye el efecto mismo de la mencionada guerra, de la revolución de 1891 y de la migración neta. Esta tasa, entonces, puede ser considerada una razonable aproximación de la evolución de la población chilena en la segunda mitad del siglo pasado y principios del actual. Al comparar la primera con la segunda mitad del siglo XIX, las cifras indican una clara diferencia en cuanto al ritmo de crecimiento de la población; al comienzo de siglo, el promedio anual de aumento poblacional es más o menos 2% y a partir de 1865 cae a 1,3%. La población, ¿realmente creció más en la primera parte del siglo o es esta diferencia tan sólo un fenómeno atribuible al mejoramiento en la cobertura estadística? Esta interrogante no puede ser dilucidada aquí, pero aun cuando no sea posible descartar un ciclo demográfico, hay que considerar, tal como ya fuera ya señalado, que la calidad de la estadística seguramente diferirá en ambos períodos. Por otra parte y pasando al siglo presente, a partir de los años treinta y cuarenta comienzan a manifestarse fenómenos demográficos en materia de mortalidad y luego de natalidad, los cuales conducen a importantes fluctuaciones en el desarrollo poblacional en la segunda mitad del siglo veinte. Específicamente se observa un ciclo demográfico que se caracteriza por un fuerte incremento en el crecimiento de la población, aproximadamente entre 1940 y 1970, el que luego vuelve a decaer, de 1970 en adelante.

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Véase Haindl, E. et.al. (1987), para el análisis del ciclo; Wagner (1990), para la discusión del impacto sobre la fuerza laboral. 2. POBLACION, TASA DE PARTICIPACION Y FUERZA DE TRABAJO TOTAL El crecimiento de la población es un elemento importante en la determinación del aumento de la fuerza de trabajo, adicionalmente a la disposición a participar en este mercado que muestre la población. Tanto los ciclos demográficos como la extensión del período medio de los estudios formales, la participación de la mujer en la fuerza de trabajo y los cambios en la expectativa de vida, son todas variables que inciden sobre la tasa de participación y que, a su vez, permiten entender evoluciones dispares de ambas series: población y fuerza de trabajo. Pero también deben mencionarse los aspectos censales que pueden afectar a la tasa de participación, como por ejemplo, el tratamiento que se le da a la servidumbre y a los familiares no remunerados que trabajan, los que en algunos casos - siglo pasado-, no son considerados parte constitutiva de la fuerza de trabajo, cuestión que debe corregirse al construir el indicador de fuerza de trabajo. Para obtener la fuerza de trabajo en cada año censal, aquí se ha optado por determinar la tasa de participación implícita en cada censo, aplicando ésta, en seguida, a la población del año. En el Cuadro 4 columna (1), figuran las tasas de participación (fuerza de trabajo/población) para el período 1854-1982. A pesar de las fluctuaciones que se aprecian entre uno y otro censo, la tendencia entre 1854 y 1970 es claramente decreciente; en 1854 la fuerza de trabajo constituía aproximadamente el 40% de la población total, mientras que en 1970 este coeficiente alcanza sólo al 29%. Por otra parte, la cifra de 1985 pareciera marcar un cambio de tendencia. La participación correspondiente a 1885 es la más alta, 45%, saliéndose claramente de la tendencia; al respecto conviene recordar que este censo se toma al finalizar la Guerra del Pacífico, conflagración que debió haber elevado la participación en forma excepcional. Este mismo hecho también podrá explicar la caída observada en 1895; sin embargo, sobre este último punto se vuelve más adelante.

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CUADRO 4 TASA PARTICIPACION, POBLACION Y FUERZA DE TRABAJO

1854 - 1988 (1) (2) (3) (4) Participación Población Fuerza de Trabajo ?% FT 1854 .405 1.439.120 582.843 - 1865 .388 1.819.223 705.858 1.7 1875 .408 2.075.071 846.628 1.8 1885 .454 2.492.000 1.131.368 3.0 1895 .326 2.790.000 909.540 -2.2 1907 .383 3.213.000 1.230.579 2.6 1920 .359 3.785.000 1.358.815 0.8 1930 .338 4.365.000 1.475.370 0.8 1940 .353 5.063.000 1.787.239 1.9 1952 .363 6.356.611 2.307.450 2.2 1960 .324 7.663.171 2.482.867 0.9 1970 .294 9.339.665 2.745.862 1.0 1982 .338 11.329.736 3.829.451 2.8 1988 .363 12.500.700 4.532.200 3.0 FUENTE: (1) Participación: Fuerza de Trabajo/Población. (Fuerza de Trabajo

incluye desocupados y servidumbre). Censos de Población años respectivos; 1988 INE,

Encuesta Nacional de Empleo (septiembre-noviembre) cifras preliminares.

(2) Población: Cuadro 2. (3) Fuerza Trabajo: (1) • (2) = (3). (4) Cambio porcentual anual compuesto intercensal de la fuerza de trabajo;

calculado en base a (3). (respecto del nivel inmediatamente anterior).

Otra desviación en la tendencia decreciente de la tasa de participación es la correspondiente a 1930; hay que recordar aquí que la tasa en cuestión incluye la desocupación (Cuadro 17), de modo que la caída que experimenta la tasa de participación en dicho año podría estar reflejando el fenómeno del "trabajador desalentado", es decir, al desocupado que no figura como tal porque no tiene expectativa razonable de encontrar trabajo y que por tanto, difícilmente puede ser registrado como desocupado. Recuérdese que de acuerdo a los indicadores de producto de Ballesteros y Davis (1965), el producto de 1930 es 11% más bajo que el de 1929.

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Para lograr una impresión más esquemática de la evolución en el tiempo de la tasa de participación de la población en la fuerza de trabajo, se presenta el siguiente cuadro de promedios de participación, el que excluye 1885, 1895 y 1930.

TASA DE PARTICIPACION DE LA POBLACION EN LA FUERZA DE TRABAJO

(Promedios de Períodos Seleccionados)

Promedio 1854 a 1895 .400 Promedio 1907 a 1920 .371 Promedio 1940 a 1952 .358 Promedio 1960 a 1970 .309 FUENTE: Elaborado en base a Col. 1, Cuadro 4.

A consecuencia de la caída en la tasa de participación, la fuerza de trabajo, en promedio y durante los últimos 130 años, ha estado creciendo al 1,44% anual mientras la población lo hacía al 1,66. (Promedios simples de tasas intercensales). Otra impresión del mismo fenómeno se obtiene empleando índices para fuerza de trabajo y población, los que muestran con claridad la creciente pérdida de importancia hasta 1970, de la primera en relación a la segunda como la posterior reversión de esta tendencia (Columna 3).

FUERZA DE TRABAJO Y POBLACION: INDICES AÑOS SELECCIONADOS

(1854 = 100) (1) (2) (3) Población Fuerza de Trabajo (2)/(1) 1854 100 100 100 1907 223 211 95 1930 303 253 83 1970 649 471 73 1982 787 657 84 1988 868 777 90 FUENTE: Elaborado en base a Cuadro 4.

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2.1. Participación de la Población de 15 y más años 2.1.1. Estructura poblacional La importancia relativa de la población de 15 y más años dentro de la población total, Cuadro 5, sigue un comportamiento que se puede esquematizar mediante los promedios que figuran a continuación.

POBLACION 15 Y MAS RESPECTO DE POBLACION TOTAL

Promedios de Períodos Seleccionados

(1) (2) Porcentaje Indice del % (65-75-85 = 100) Promedio 1865, 75, 85 59,30 100,0 Promedio 1895 55,00 92,7 Promedio 1907, 20, 30, 40, 52 62,29 105,0 Promedio 1960, 70 60,60 102,2 Promedio 1982, 88 68,66 115,8 FUENTE: Promedios construidos en base a Cuadro 5, columna 1. (2) Promedio correspondiente dividido por promedio 1865, 1875, 1885, todo multiplicado

por 100. Tomando los valores correspondientes a los períodos extremos de esta tabla resumen, se tiene que la importancia relativa de la población de 15 y más años respecto de la población total, crece a partir de un nivel 100 en 1865, 75, 85 hasta prácticamente 116 en la década del ochenta en el presente siglo. Sin embargo, una inspección más cuidadosa, permite concluir respecto de: (a) la existencia de un problema especial que plantea el año 1895, ya sea de orden real o solamente censal y, (b) un crecimiento vertiginoso del índice entre los años 1970 y 1982 atribuible al ciclo demográfico que se inicia en décadas previas.

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CUADRO 5 POBLACION DE 15 Y MAS AÑOS, FUERZA DE TRABAJO

Y TASA DE PARTICIPACION 1865-1988

(1) (2) (3) (4) ¡Error! Población 15 y más Fuerza Trabajo (3(/(2) 1865 .5971 1.086.258 705.858 .6498 1875 .5856 1.215.162 846.628 .6967 1885 .5963 1.485.980 1.131.368 .7614 1895 .5500 1.534.500 909.540 .5927 1907 .6279 2.017.443 1.230.579 .6100 1920 .6160 2.331.560 1.358.815 .5828 1930 .6213 2.711.975 1.475.370 .5440 1940 .6246 3.162.350 1.787.239 .5652 1952 .6264 3.981.781 2.307.450 .5795 1960 .6040 4.628.555 2.482.867 .5364 1970 .6080 5.678.516 2.745.862 .4835 1982 .6811 7.716.683 3.829.451 .4963 1988 .6920 8.650.484 4.532.200 .5239 FUENTE: (1) 1865-1930: respectivos Censos de Población. 1940: "La Economía Chilena en el Período 1940-63", U. de Chile,

1963, pág. 13. (basado en Censos de Población). 1952-1982: Indicadores Económicos y Sociales 1960-1985. Banco

Central de Chile 1986, pág. 360 (basado en Censos de Población).

1988: (septiembre-noviembre) cifras preliminares, Encuesta Nacional de Empleo, INE.

(2) Población Cuadro 2, multiplicada por Columna (1) Cuadro 5. (3) Cuadro 4. (4) Tasa de participación de la población de 15 y más años de edad en

fuerza de trabajo 2.1.2. Análisis de la observación correspondiente a 1895 En 1895 la composición de la población pareciera cambiar violentamente, disminuyendo la importancia relativa de los mayores desde 59,3%, promedio 1865, 1875, 1885 , al 55%. Con el fin de conocer más de cerca este fenómeno se estimaron las tasas de crecimiento intercensales, normalizadas para períodos de 10 años, tanto para la población de 15 y más años como para los menores de 15 años, las que figuran a continuación; se hace evidente, de inmediato, que entre 1885 y 1895 la población de 15 y más años se estanca mientras la menor de 15 años crece mucho.

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POBLACION DE 15 Y MAS AÑOS Y POBLACION DE MENOS DE 15 AÑOS

TASAS DE CRECIMIENTO INTERCENSALES 1865-1920

Período Población 15 y + Población menor 15 1865 - 1875 11,9% 17,3% 1875 - 1885 22,8% 17,0% 1885 - 1895 3,3% 24,8% 1895 - 1907 26,3% -3,9% 1907 - 1920 11,9% 16,6% FUENTE: Calculado en base a Cuadros 4 y 5. Nota: Tasas de variación intercensal, normalizadas a períodos de 10 años. La Guerra del Pacífico se ubica al interior del período 1875-1885, años en los cuales la población menor de 15 años mantiene su crecimiento y la de la población mayor se duplica, ambas observaciones referidas al período previo. Estos antecedentes no permiten pensar en un estrago demográfico mayor causado por la guerra, aun cuando el crecimiento de la población menor de 15 en el período siguiente, 1885-95 podría ser compatible con alguna contención de natalidad en el período de guerra (pero también puede deberse en parte al fuerte crecimiento de los mayores de 15 años en el período previo). Pero lo que más llama la atención es el bajo ritmo de crecimiento de la población de 15 y más años entre 1885 y 1895; sólo 3,3% en todo el período. Al respecto cabe señalar que la Guerra Civil de 1891 registra gran cantidad de víctimas, las cuales, si se asignan integramente a este grupo de edad podrían explicar parcialmente esta situación. Estas, sin embargo, girarían en torno a 10.0002, lo que parece insuficiente para explicar el fenómeno3. Una posible explicación para este fenómeno descansa en un eventual temor de la población a , por ejemplo, una conscripción obligatoria, lo que habría tenido por efecto que se declarasen como menores personas que en realidad eran mayores de 15; se 2En un programa radial (Radio U. de Santiago, 2/9/91) el Profesor Luis Ortega proporciona una estimación de los muertos en la guerra civil, la que se encuentra en el rango de 10.000 a 15.000. En todo caso si esta cifra se proyecta a la población de 1990 utilizando el nivel de la población de 15 y más años, se llega a cifras que oscilan entre 58.000 y 87.820 muertos, lo que indica, entonces, que la guerra de 1891 fue un conflicto de enormes proporciones. 3Al agregar a la población de 15 y más años de 1995 el máximo estimado de víctimas, 15.000, la tasa de crecimiento intercensal para esta población sube sólo al 4,3%.

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entendería así tanto el elevado crecimiento de la población menor, 24,8%, como el bajo crecimiento de la población mayor de 15 años, 3,3% en el período 1885-1895. Además, la explicación es compatible con el crecimiento negativo de los menores de 15 años en el período siguiente. Otro factor que eventualmente pudo haber estado operando es la emigración chilena hacia el sur argentino; cabe recordar al respecto, que el dominio Argentino sobre la Patagonia se consolida poco antes, comenzando a explotarse esas tierras por población que anteriormente no residía en ellas. Finalmente, también se trata de períodos de incorporación de nuevos territorios, en los cuales los criterios censales pueden haber diferido del empleado en los territorios antiguos4. Por otra parte, al observar la evolución de las tasas de crecimiento de la población total, Cuadro 3, se aprecia que la cifra del crecimiento de ésta para 1885-95, aunque sustancialmente menor al promedio previo, no lo es tanto si se le compara con el crecimiento correspondiente a los decenios siguientes. De modo que hay dos hipótesis para explicar estos fenómenos; la primera plantea que la cifra de 1885 está equivocada. La segunda identifica problemas con la cifra correspondiente a 1895. Hipótesis I: La caída del crecimiento de población se pone de manifiesto a partir de 1865 (Cuadro 3), siendo la alta tasa de aumento de la población para 1875-85 un problema de registro estadístico en este último censo, tal como señala Crocco. A su vez el elevado crecimiento de la población de 15 y más años en el mismo período 1875-85 es congruente con la idea que los individuos ficticios que han de votar son también mayores, ¡al menos mayores de quince! A su vez, la sobredeclaración de mayores de 15 desaparece en 1895, con lo cual la tasa de crecimiento decenal de este contingente poblacional resulta ser muy baja. Hipótesis II: En 1895 existiría una sobredeclaración de menores y subdeclaración de mayores, además que la migración internacional y la guerra civil lograron afectar la población de mayores. El crecimiento total de la población cae violentamente, tanto por los últimos fenómenos señalados como por un cambio demográfico permanente. En síntesis, el repentino rejuvenecimiento de que es objeto la población chilena en 1895 (Cuadro 5), puede obedecer tanto a fenómenos reales como corresponder solamente a un problema puramente censal, o bien, a una combinación de ambos. Aquí se opta más bien por la Hipótesis II para construir la fuerza de trabajo, reconociendo, sin embargo, que este tema merece atención adicional, lo que en esta ocasión no puede hacerse.

4Crocco, J. (1947) señala que el censo de 1885 se habría sobreestimado en 85.494 personas con el fin de poder realizar fraudes electorales (pp. 23).

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ANEXO: UNA ESTIMACION DE LA POBLACION MENOR DE 15 AÑOS PARA 1895 POBLACIÓN MENOR DE 15 AÑOS: 1865-1920

1865 732.965 1875 859.909 1885 1.006.020 1895 1.255.500 1907 1.195.557 1920 1.453.440

FUENTE: Calculado como diferencia entre Población (Cuadro 2) y Población 15 y más (columna 2, Cuadro 5). La tasa implícita de crecimiento de la población menor de 15 años para el período 1885-1920, es levemente mayor al 1% anual (compuesto). Si se determina la población menor de 15 de 1895 mediante esta tasa, se obtiene el valor estimado que figura a continuación.

POBLACION MENOR QUE 15: VALORES CENSALES Y ESTIMADOS

Estimada Censo Diferencia 1895 1.111.271 1.255.500 144.229 1907 1.252.207 1.195.557 -56.650 1920 1.425.128 1.453.440 error por 1% FUENTE: Censo (cuadro anterior); estimada: calculada con tasa de crecimiento de 1%. El coeficiente estimado, población de 15 y más años/población, para el año 1895, pasa así a .6016, lo que se encuadra bien en la tendencia general (Cuadro 5, Col. 1). Siguiendo con el mismo procedimiento, para el año 1907, se obtiene un coeficiente de .6102, algo inferior al .6279 que registra el mismo Cuadro 5. A modo de ejercicio se agrega la diferencia de 144.229 personas a los mayores de 15 años y a la fuerza de trabajo, suponiendo que todos ellos corresponden también a trabajadores. Se obtendría así una fuerza de trabajo total para 1895 igual a 1.053.769 personas y un coeficiente población de 15 y más años respecto de la población total de .60169.

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 31

31

2.1.3. El envejecimiento poblacional en los años 1980 En el presente siglo, durante los primeros cincuenta años, el cuociente, población de 15 y más años sobre población total oscila en torno al 62%, para caer en las dos décadas siguientes los 1960 y 70, a cifras cercanas al 60%. El cambio más importante se presenta en la década del 80, indicando que el país aparentemente se encuentra en medio de un giro demográfico de importancia. En los años ochenta al coeficiente en cuestión es por lejos el más alto de la historia censal chilena, en promedio 68,6% (Cuadro 5). Este punto se encuentra más desarrollado en Haindl, E.; Palomera, J.; Díaz Muñoz, J.P. (1987). 2.1.4. Participación de la población de 15 años y más en la fuerza de trabajo El coeficiente de la fuerza de trabajo partido por la población de 15 y más años -Cuadro 5, Col 4-, muestra una tendencia decreciente entre 1865 y 1982, a pesar de presentar también importantes fluctuaciones entre censos. Así, el promedio para 1865-1875 es 67,3% mientras que en 1982 este coeficiente es sólo 49,6%. En 1885 esta participación sube mucho, a 76,1%; sería posible que este aumento correspondiese a un efecto de la guerra ya que éstas se caracterizan por desplazar la demanda por trabajo, libre y forzado; sin embargo una interpretación alternativa se basa en una supuesta falla censal, tal como lo insinúa la Hipótesis I en 2.1.2. En 1895 se aprecia una caída fuerte, la que se recupera algo al año 1907. Ya señalamos que las cifras correspondientes a 1895 pudieran estar subestimadas para la población de 15 y más años, pero no es fácil saber como este fenómeno pudo haber afectado a la declaración de fuerza de trabajo. Más allá del caso particular de 1895, puede decirse que el coeficiente sigue disminuyendo hasta 1930, recuperándose algo en los censos de 1940 y 1952, pero sólo para seguir cayendo de ahí en adelante. La década de 1970 y hasta el censo de 1982 marcan el nivel más bajo en toda la historia; aparentemente y a juzgar por el dato correspondiente a 1988, en la década de 1980 se inicia una recuperación, (pero no debe olvidarse que este último antecedente no proviene de un censo). A pesar de las dificultades señaladas, las magnitudes envueltas son decidoras y se puede concluir respecto de una tendencia decreciente de este coeficiente de participación. Uno de los factores importantes que explica esta tendencia es el paulatino debilitamiento tanto de la demanda como de la oferta de trabajo de personas en su segunda década de vida. Los sucesivos gobiernos han estimulado adicionalmente la disminución de trabajo en este rango de edad por medio de los programas gratuitos de educación; por otra parte, también es posible que el mismo camb io tecnológico como la localización geográfica de la producción y la tendencia a la urbanización, hayan afectado la demanda por trabajo. Por otra parte, en la década del 1980, pero en especial en 1988 ya que 1982 fue un año de depresión severa, hay dos indicadores claros de cambio en esta tendencia histórica de disminución de la participación: (a) de cada habitante de 15 o más años, trabaja una proporción mayor que en las décadas previas y (b) la importancia misma de la población de 15 y más años respecto de la población total se ha incrementado. Ambos factores se expresan en un alto crecimiento de la fuerza de trabajo en relación al pasado. Sin embargo, deberán esperarse los resultados del censo poblacional de 1992 para lograr una impresión más definitiva sobre el cambio de tendencia en esta materia.

32 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

2.1.5. Otra estimación de la fuerza de trabajo de 1895 A nuestro entender la cifra correspondiente a la fuerza de trabajo de 1895, generada a partir de la población total y del coeficiente global de participación del mismo censo, no puede por ahora ser confirmada o descartada en forma definitiva. Existen argumentos reales para pensar en una disminución de la fuerza de trabajo -migración, revolución-, pero y por otra parte, también se encuentran indicios de un problema puramente censal, el que se manifiesta a través de la elevada tasa de crecimiento de la población menor de 15 años en el período 1885-1895 (ver sección 2.1.2). Esto lleva a postular dos niveles para la fuerza de trabajo de 1895. El primero, se obtiene a través del procedimiento descrito, denotando una caída de la fuerza laboral total (Cuadro 4, columna 3). El segundo estimador también se construye a partir de la población total pero, a diferencia del anterior, supone que la tasa de participación no registra un bache, como muestra el Cuadro 4 columna 1, y que este coeficiente en 1895 alcanza un nivel que corresponde al promedio de 1875 y 1907 (se excluye 1885, ya que se supone que la tasa de participación correspondiente registra un alto coyuntural por efecto de la guerra recién terminada).

Tasa participación 1895 (E) = 2

383.408. += .3955 (ver Cuadro 4)

Con la tasa de participación estimada para 1895, se logra una participación y una fuerza de trabajo que se integran mejor a las tendencias de largo plazo que en esta materia se aprecian, lo que se observa en el cuadro siguiente.

FUERZA TRABAJO 1854 - 1930 (personas y cambio porcentual)

Año Fuerza ?% FL de Trabajo 1854 582.843 - 1865 705.858 1.7 1875 846.628 1.8 1885 1.131.368 3.0 1895 1.103.445 -0.0 1907 1.230.579 1.0 1920 1.358.815 0.8 1930 1.475.370 0.8

FUENTE: Excepto 1895, FL corresponde al Cuadro 4; 1895 se estimó de acuerdo a explicación arriba. Los cambios porcentuales de la Fuerza de Trabajo son promedios intercensales anuales (?% FL)

Con este procedimiento se preserva el crecimiento coyuntural de la fuerza de trabajo en 1885 y por consiguiente, el crecimiento en 1895 es prácticamente nulo; además

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 33

33

la tasa de crecimiento de la fuerza de trabajo para el período 1895-1907 alcanza un valor similar a los crecimientos intercensales posteriores. En síntesis, para el año 1895 hay tres indicadores para la fuerza de trabajo i) Metodología inicial (Cuadro 5) = 909.540 ii) Metodología (sección 2.1.2, Anexo) = 1.053.768 iii) Metodología (sección 2.1.5) = 1.103.445 Los antecedentes aportados no permiten descartar ninguno de los resultados. Sin embargo, para construir los cuadros definitivos de fuerza de trabajo (Cuadro 7 y 7B) se opta por las variantes i) y ii). La primera, porque corresponde a la metodología general empleada en todos los casos y la segunda, por los motivos señalados en 2.1.2. Se descarta la tercera por ser la variante construida en forma menos argumentada. Sin embargo, en todos los casos se emplea la misma estructura ocupacional (distribución de la fuerza de trabajo por sectores). 3. FUERZA DE TRABAJO POR SECTORES DE ACTIVIDAD 1854-1988 La información básica para la construcción de las series de población y fuerza de trabajo sectorial corresponde a los censos de población, exceptuando los antecedentes para la década del ochenta del presente siglo, los cuales provienen directamente de las encuestas trimestrales del INE (Instituto Nacional de Estadísticas). Los cambios tecnológicos y el proceso de especialización experimentados en todo este período deben tenerse presentes al evaluar las estadísticas sectoriales y el concepto de fuerza de trabajo. La mayor parte de los censos, y en especial los del siglo pasado, más que intentar una clasificación sectorial de la mano de obra de acuerdo al producto final que elaboran las personas, ordenan la fuerza de trabajo por profesiones, o sea, podría decirse, por tipo de capital humano. Sólo los últimos censos proceden directamente con el criterio sectorial (1930 en adelante). Para lograr series continuas las profesiones se ordenan en sectores de acuerdo a lo que buenamente puede esperarse de la tecnología de la época y teniendo como criterio básico la generación del producto final. El criterio empleado para la clasificación sectorial de la fuerza de trabajo se atiene finalmente, al tipo de necesidad que satisface el producto y no a la ubicación geográfica de la producción o a la tecnología específica que en ella se emplea; esto es, al grado de mecanización, la intensidad de capital no humano o el tamaño del establecimiento. Resulta entonces, por ejemplo, que el empleo utilizado en la producción de textiles, de muebles o de calzado, siempre es considerado como empleo correspondiente al sector manufacturero, aun cuando éstos productos hoy en día se generen principalmente en las áreas urbanas y en el siglo pasado, fundamentalmente en áreas rurales; hoy en fábricas y talleres y antes, generalmente en forma artesanal.

34 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

3.1. Ordenamiento de las profesiones Las profesiones que figuran en los censos se organizaron en áreas sectoriales, tal como figura en el anexo adjunto. Estas listas incluyen todas las profesiones; sin embargo no todas ellas figuran necesariamente en un mismo censo. Los sectores son los siguientes:

0 Agricultura 1 Minería 2 Manufacturas 3 4 Construcción 6 Comercio 7 Transporte 8 Servicios 9 Otros X Rentistas Y Fuerzas Armadas

Debido a que en dos de los censos, 1895 y 1907, no fue posible separar el empleo de manufacturas del de la construcción, también se presenta una serie para ambos sectores en conjunto. Además, en los cuadros se ha refundido el sector Y con el sector 8 bajo el rubro general de Servicios. Las series así elaboradas no permiten distinguir entre empleados públicos y trabajadores que se desempeñan en el sector privado; éste, por lo demás, es un rasgo característico de las cifras de empleo en las estadísticas chilenas hasta hoy día. Por último, el grupo X, no se considera parte de la fuerza de trabajo. 3.2. Composición del trabajo por sectores de actividad 1854-1988 En el período 1854-1930 los censos clasifican la población activa por profesiones y no por sectores, tal como ya fuera explicado; a partir de 1930, por otra parte, se atienen al concepto de sector de actividad. Distribuyendo las profesiones proporcionadas por los censos de acuerdo al criterio expuesto en el Anexo, se obtiene la composición porcentual de la fuerza de trabajo por sectores de actividad. (Cuadro 6).

CUADRO 6

COMPOSICION DE LA FUERZA DE TRABAJO POR SECTORES DE ACTIVIDAD. 1854-1988

(% del Total)

(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9)

Año Agricultura Minería Manufac. y Comercio Transporte Servicios Otros Manufacturas Construcción

Construc.

1854 43,53 3,09 34,36 2,91 0,64 15,47 0,00 31,97 2,39

1865 43,42 3,46 28,35 3,24 0,78 20,64 0,01 24,97 3,38

1875 45,73 3,53 26,20 3,80 0,91 19,60 0,21 23,34 2,86

1885 42,36 3,82 25,61 4,99 1,30 21,81 0,11 22,57 3,04

1895 38,00 3,63 28,73 6,99 4,58 18,07 0,00 28,73 0,00

1907 37,78 2,73 25,05 6,83 3,28 24,14 0,18 25,05 0,00

1920 39,98 4,41 18,62 9,42 6,56 21,00 0,00 14,15 4,46

1930 38,90 5,71 19,54 11,06 5,75 17,85 1,16 15,18 4,36

1940 34,95 5,41 19,51 9,19 4,20 20,34 6,38 16,24 3,28

1952 30,07 4,70 23,71 10,34 4,42 23,17 3,59 18,96 4,75

1960 27,73 3,81 23,63 10,09 4,94 23,58 6,22 17,95 5,68

1970 21,18 2,89 21,62 13,23 5,96 26,42 8,68 15,93 5,70

1982 14,40 1,70 18,60 16,20 6,10 38,50 4,30 13,90 4,70

1988 20,30 2,00 22,10 17,10 6,40 31,90 0,00 15,70 6,40

Fuente: Elaborado en base a los Censos de Población. 1854-1970.

1982: Encuesta Nacional Empleo INE (octubre-noviembre 1982). Indicadores Económicos y Sociales, 1960-85. Banco Central de Chile,

1986. pp. 235.

1988: "Encuesta Trimestral". INE, agosto 1989.

1982 y 1988: Servicios incluye: Electricidad, Gas, Agua, Servicios Financieros, Servicios Comunales Sociales y Personales.

Agricultura: incluye pesca.

Nota: La suma de las columnas (1) a (7) constituye el 100% de la fuerza de trabajo, salvo errores de redondeo.

Las columnas (8) y (9) descomponen la columna (3); nótese que ello no resulta posible en 1895 y 1907.

CUADRO 7

FUERZA DE TRABAJO SECTORIAL. 1854-1988

(Personas)

Año Agricultura Minería Manufac. y Comercio Transporte Servicios Otros Total Manufacturas Construcción

Construc.

1854 253.712 18.010 200.265 16.961 37.30 90.166 - 582.843 186.335 13.930

1865 306.484 24.423 200.110 22.870 5.506 145.689 71 705.858 176.252 23.858

1875 387.163 29.886 221.817 32.172 7.704 165.939 1.778 846.629 197.603 24.214

1885 479.247 43.218 289.743 56.455 14.708 246.751 1.245 1.131.368 255.350 34.394

1895 345.625 33.016 261.311 63.577 41.657 164.354 - 909.540 261.311 -

1907 464.913 33.595 308.260 84.049 40.363 297.062 2.215 1.230.579 305.430 2.830

1920 543.254 59.924 253.011 128.000 89.138 285.351 - 1.358.815 192.272 60.603

1930 573.919 84.243 288.287 163.176 84.834 263.353 17.114 1.475.370 223.961 64.326

1940 624.640 96.689 348.690 164.247 75.064 363.524 114.026 1.787.239 290.248 58.621

1952 693.850 108.450 547.096 238.590 101.989 534.636 82.837 2.307.450 437.492 109.603

1960 688.499 94.597 586.701 250.521 122.654 585.460 154.434 2.482.867 445.675 141.027

1970 581.573 79.355 593.655 363.277 163.653 725.457 238.341 2.745.862 437.416 156.514

1982 551.441 65.100 712.279 620.371 233.596 1.474.339 164.666 3.829.451 532.293 179.984

1988 923.853 91.020 1.005.771 778.221 291.264 1.451.769 - 4.551.000 714.507 291.264

Nota: Elaborado con antecedentes proporcionados por Cuadro 6 y Cuadro 4 columna (3).

CUADRO 7 (B)

FUERZA DE TRABAJO SECTORIAL. 1854-1988

(Personas)

Año Agricultura Minería Manufac. y Comercio Transporte Servicios Otros Total Manufacturas Construcción

Construc.

1854 253.712 18.010 200.265 16.961 37.30 90.166 - 582.843 186.335 13.930

1865 306.484 24.423 200.110 22.870 5.506 145.689 71 705.858 176.252 23.858

1875 387.163 29.886 221.817 32.172 7.704 165.939 1.778 846.629 197.603 24.214

1885 479.247 43.218 289.743 56.455 14.708 246.751 1.245 1.131.368 255.350 34.394

1895 400.432 38.252 302.745 73.658 48.263 190.416 0 1.053.769 302.748 -

1907 464.913 33.595 308.260 84.049 40.363 297.062 2.215 1.230.579 305.430 2.830

1920 543.254 59.924 253.011 128.000 89.138 285.351 - 1.358.815 192.272 60.603

1930 573.919 84.243 288.287 163.176 84.834 263.353 17.114 1.475.370 223.961 64.326

1940 624.640 96.689 348.690 164.247 75.064 363.524 114.026 1.787.239 290.248 58.621

1952 693.850 108.450 547.096 238.590 101.989 534.636 82.837 2.307.450 437.492 109.603

1960 688.499 94.597 586.701 250.521 122.654 585.460 154.434 2.482.867 445.675 141.027

1970 581.573 79.355 593.655 363.277 163.653 725.457 238.341 2.745.862 437.416 156.514

1982 551.441 65.100 712.279 620.371 233.596 1.474.339 164.666 3.829.451 532.293 179.984

1988 923.853 91.020 1.005.771 778.221 291.264 1.451.769 - 4.551.000 714.507 291.264

Nota: Elaborado con antecedentes proporcionados por Cuadro 6 y Cuadro 4 columna (3).

Se exceptúa el año 1895, el cual se determinó a partir de una fuerza de trabajo igual a 1.053.769 personas (Sección 2.1.5. hipótesis (ii). La

composición porcentual es la misma que en el Cuadro 7.

38 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

De paso cabe señalar que, debido a la clasificación de acuerdo a profesiones, las personas son asignadas a sectores, independientemente de su trabajo efectivo; o sea, con el procedimiento adoptado el trabajador desocupado también queda asignado a un sector. Para determinar la fuerza de trabajo que se desempeña en cada sector (Cuadro 7), se emplea la composición sectorial que emerge del censo, Cuadro 6, en combinación con la serie de fuerza de trabajo elaborada a partir de las tasas de participación y de los datos de población (Cuadro 4). Aunque las diferencias con los datos absolutos de los censos en general no son importantes, este procedimiento ofrece la ventaja de estar basado en cifras de población total en torno a las cuales el grado de aceptación puede ser algo mayor que respecto de las cifras originales (censales), incorporándose así buena parte de las correcciones por omisiones censales. 3.3. Estructura sectorial de fuerza de trabajo; comparación: censo y presente trabajo Hasta 1920 inclusive y como ya fuera señalado, los censos clasifican la fuerza de trabajo por profesiones y no por sectores de actividad; sólo a partir de 1930 el censo trae una clasificación por sectores. Sin embargo, en la publicación del censo de 1930 (DEC, Volumen III) la Dirección de Estadística y Censos intenta, a modo de ejercicio, una clasificación sectorial para 1920. En el Cuadro 8 que figura a continuación se compara la estructura sectorial de la fuerza de trabajo elaborada en el presente trabajo con la que es proporcionada por el censo mencionado. Para ello se clasifica en un sector denominado servicios + otros, a los sectores que el censo agrupa bajo defensa nacional, administración pública, profesiones liberales, servicio doméstico, varios y espectáculos. Asimismo se suman navegación y comunicaciones, sectores del censo, para constituir la categoría, sector transporte y comunicaciones.

CUADRO 8 ESTRUCTURA SECTORIAL DE LA FUERZA LABORAL

COMPARACION CENSO ESTE TRABAJO

1930 1920 Censo Este Trabajo Censo Este Trabajo Agricultura 40.8 38.9 40.1 40.0 Minería 6.2 5.7 4.6 4.4 Manuf. y Construcción 23.8 19.5 30.2 18.6 Comercio 11.9 11.1 10.1 9.4 Transporte 5.7 5.8 5.7 6.6 Servicios + otros 12.1 19.0 8.6 21.0 100.0 100.0 100.0 100.0

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 39

39

Las principales diferencias corresponden a los sectores: manufacturas y servicios, otorgando la clasificación DEC -censo- una mayor importancia al primer sector. Ahora bien, al examinar las cifras se aprecia que la clasificación sectorial de la fuerza laboral del presente trabajo muestra una estructura que es más estable en el tiempo que la elaborada por la DEC para 1920 y 30. 4. POBLACION URBANA Y POBLACION RURAL Para la clasificación urbana-rural de la población se ha utilizado la información que proporciona Hurtado (1966), la cual está homogeneizada con respecto a una definición de urbano y rural. En consecuencia, esta clasificación no refleja lo que en los distintos períodos históricos se ha considerado urbano o rural, como lo hace la clasificación de cada censo.

CUADRO 9 POBLACION URBANA Y RURAL

(% respecto a población total) Año Población Urbana Población Rural 1854 - - 1865 21,88 78,12 1875 26,00 74,00 1885 31,75 79,31 1895 33,98 65,41 1907 37,62 61,82 1920 42,82 57,15 1930 48,24 51,76 1940 50,74 49,26 1952 57,98 42,06 1960 64,07 35,94 1970 75,89 24,00

FUENTE: Construido en base a antecedentes de Hurtado R.T. Carlos. "Concentración de Población y Desarrollo Económico". Universidad de Chile, 1966.

5. ESTRUCTURA OCUPACIONAL POR TIPO DE CONTRATO Esta sección presenta, sin mayor explicación, algunos antecedentes sobre población, empleo y fuerza de trabajo según el censo de 1930, único para el cual se dispone de la estructura de la población activa por tipo de contrato de trabajo; aparentemente esta información no se obtuvo en los censos anteriores. (En esta sección no se examinan los censos que siguen a 1930). Mientras en el Cuadro 10, los empleados figuran aparte de las personas que el censo denomina "población inactiva", en el Cuadro 11 los desocupados y la servidumbre se integran a la fuerza de trabajo.

40 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

CUADRO 10 ESTRUCTURA OCUPACIONAL POBLACION: 1930

(Personas) Hombres Mujeres Total Población Activa 1.055.708 185.305 1.241.013 Patrones 274.547 94.817 369.364 Empleados 137.165 35.435 172.600 Obreros 643.996 55.053 699.049 (Obreros inquilinos) (101.725) 2.844 104.569 Población Inactiva 1.067.001 1.979.431 3.046.432 Miembros familia 953.196 1.873.775 2.826.971 Servidumbre 12.494 84.313 96.807 Desocupados 101.311 21.343 122.654 FUENTE: Censo Población 1930.

CUADRO 11 FUERZA DE TRABAJO: COMPOSICION OCUPACIONAL: 1930

(Personas) Hombres Mujeres Total Fuerza de Trabajo 1.245.415 218.047 1.460.462 Patrones 301.680 104.185 405.866 Empleados 150.714 38.935 189.649 Obreros 796.789 68.158 864.947 (Obreros inquilinos) (101.725) (2.844) (104.569) FUENTE: Elaborado en base a información Cuadro 10. Los desocupados se distribuyen de acuerdo a estructura ocupacional (tasa de desocupación igual para todos); la servidumbre se integra con obreros, pero no se considera en inquilinos.

CUADRO 12

FUERZA DE TRABAJO: COMPOSICION OCUPACIONAL: 1930 (%)

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 41

41

Hombres Mujeres Total Fuerza de Trabajo 85,1 14,9 100,0 Patrones 74,3 25,7 27,8 Empleados 79,5 20,5 13,0 Obreros 92,1 7,9 59,2 (Obreros inquilinos) (% de obreros) (12,8) (4,2) (12,1) FUENTE: Calculado en base a Cuadro 11.

CUADRO 13

SECTOR MANUFACTURAS: ESTRUCTURA OCUPACIONAL: 1930

Personas Composición Población 809.757 - Inactivos 513.556 - Activos 296.201 100,0 Patrones 92.717 31,3 Empleados 19.135 6,5 Obreros 184.349 62,2 FUENTE: Censo Población 1930.

42 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

CUADRO 14 MANUFACTURAS DE: VESTUARIO Y TEXTIL,

PATRONES Y OBREROS: 1930 (Personas)

Vestuario Textil Patrones 59.960 5.116 Obreros 33.574 6.000 FUENTE: Censo Población 1930.

CUADRO 15 COMERCIO, NAVEGACION, COMUNICACIONES, ESPECTACULOS,

COMPOSICION DE LA POBLACION: 1930 (Personas y %)

Comercio Navegación Comunicaciones Espectáculos Total Población 469.737 40.449 171.419 14.151 695.756 Inactivos 321.931 24.899 117.189 8.980 472.999 Activos 147.806 15.550 54.230 5.171 222.757 Patrones 73.428 804 8.083 1.286 83.601 Empleados 48.788 3.085 11.422 2.375 65.670 Obreros 25.590 11.661 34.725 1.510 73.486 Activos 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 Patrones 49,7 5,2 14,9 24,9 37,5 Empleados 33,0 19,8 21,1 45,9 29,5 Obreros 17,3 75,0 64,0 29,2 33,0 FUENTE: Censo Población 1930.

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 43

43

CUADRO 16 MINERIA COMPOSICION POBLACION: 1930

Personas Composición Población 193.722 - Inactivos 116.153 - Activos 77.569 100,0 Patrones 1.677 2,2 Empleados 7.559 9,7 Obreros 68.333 88,1 FUENTE: Censo Población 1930.

CUADRO 17 AGRICULTURA Y PESCA: COMPOSICION POBLACION: 1930

(Personas y %) Personas Composición Agricultura Pesca Agricultura Pesca Activos 502.440 3.901 100,0 100,0 Patrones 148.632 666 29,6 17,1 Empleados 11.081 40 2,2 1,0 Obreros 342.727 3.195 68,2 81,9 (Inquilinos) (104.509) - - - Inactivos 1.243.640 8.196 Miembro Fam. 1.204.900 7.960 Servidumbre 16.289 20 Desocupados 22.451 216 POBLACION TOTAL 1.746.080 12.097 FUENTE: Censo Población 1930.

44 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

CUADRO 18 TASA DE DESOCUPACION 1930

Agricultura Pesca Resto Total Fuerza de Trabajo (Pers.) 541.180 4.137 915.157 1.460.474 Desocupados (Pers.) 22.451 216 99.897 122.564 Tasa de Desocupación 4,1% 5,2% 9,2% 8,3% FUENTE: Cuadros anteriores (16, 9). Nota: Fuerza de Trabajo = Activo + Desocupados + Servidumbre. * Esta cifra es levemente inferior a la fuerza de trabajo total que entrega el Cuadro 4.

La diferencia se debe a que las cifras del Cuadro 18 son las del censo, mientras que las del Cuadro 4 fueron obtenidas según procedimiento indicado.

6. COMPOSICION DE LA FUERZA LABORAL FEMENINA POR SECTOR DE

ACTIVIDAD, 1920, 1930. El Cuadro 19 proporciona la importancia relativa de la fuerza de trabajo femenina en los diversos sectores de actividad, definidos ahora de acuerdo al procedimiento del Censo de 1930. Debe considerarse que el sector "servicio doméstico", que el censo en cuestión trata como inactivos, no pudo ser descompuesto por sexo, de modo que las cifras del cuadro lo excluyen.

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 45

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CUADRO 19 POBLACION ACTIVA FEMENINA RESPECTO DE

POBLACION ACTIVA TOTAL POR SECTORES. 1920, 1930 (%)

1920 1930 1. Agric. y Pesca 10.2 5.0 2. Minería 0.8 0.8 3. Industria 40.3 31.6 4. Comercio 18.8 19.1 5. Navegación 0.0 0.7 6. Comunicación 4.5 5.8 7. Defensa Nacional 0.0 0.9 8. Administración Pública 11.7 17.6 9. Prof. Liberales 52.8 53.5 10. Varios 33.7 16.4 11. Espec. 15.7 16.4 TOTAL 21.0 14.9 FUENTE: Censo Población 1930, Vol. 3. Es decir y a modo de ejemplo, en 1920 las mujeres representaban 21% de la fuerza laboral del país; por otra parte y en el mismo año, 40,3% de la fuerza laboral del sector "Industria" fue femenina.

46 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

ANEXO PROFESIONES Y SU ASIGNACION A

RAMAS DE ACTIVIDAD ECONOMICA

GRUPO 0 AGRICULTURA - GANADERIA Agricultores Gañanes Agrónomos Hortelarios Amansadores Horticultores Apicultores Jardineros Arboricultores Jornaleros Arrieros Labradores Avicultores Lecheros Buzos Leñadores Carboneros Mantequilleros Cazadores de Aves Pescadores Colmeneros Podadores Chicheros Queseros Enjalmeros Viñateros Esquiladores

GRUPO 1 MINERIA Arena y ripio Mineros Cal y Cemento Otros Caleros Petróleo Canteros Piedras Carbón (Min. del Carbón) Sal Cobre Salinas Fierro Salineros Fundidores Salitre y yodo

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 47

47

GRUPO 2-3 MANUFACTURAS Aceiteros Elaboración del crin Alfareros Empresarios Almidoneros Encuadernadores Alpargateros Escoberos Amasanderos Escobilleros Armeros Esmaltadores Artesanos Estereros Aserradores Estriberos Barnizadores Fab. Aguardiente Bordadores Fab. almidón Botoneros Fab. Art.Caucho Brocheros Fab. Azúcar Broncistas Fab. betún Bruñidores Fab. Cañones Calafateros Fab. Carretas Caldereros Fab. Carruajes Canasteros Fab. Cola Canasteros y Escoberos Fab. de cuerdas Carroceros Fab. de chocolate Cedaceros Fab. de fideos Cereros Fab. de fig. de yeso Cerrajeros Fab. de jarcia Cerveceros Fab. de juegos pirotécnicos Cesteros y jauleros Fab. de Juguetes Cigarreros Fab. de paño Coheteros Fab. de pianos Colchoneros Fab. de pólvora Constructores Navales Fab. de sacos Cordoneros Fab. de tejas y ladrillo Corsetería Fab. de tejidos Costureras Fab. de velas para buques Cuchareros Fab. Escobillas Cuerderos Fab. Flores artif. Curtidores Fab. Fósforos Chocolateros Fab. Hielo Destiladores Fab. Licores Doradores Fab. Papel Dulceros Fabricantes Ebanistas Gasistas Elab. de Café Guanteros Elab. de Cal y Cemento Guitarreros

48 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

GRUPO 2-3 MANUFACTURAS

Elab. de Carne Herreros Elab. de Conservas Hilanderos Elab. de Corcho Hojalateros Elab. de Leche Horneros Elab. de Madera Hornilleros Elab. de Pesca Impresores Elab. de Piedras Ind. Alfombras Ind. Algodón Plateros Ind. Auxiliar ind. textil Plomeros Ind. Cortinas Plumereros Ind. Electrotécnica Polvoreros Ind. Fotográficas Prod. de fierro Ind. Lana Prod. de Maquinaria Ind. Tejido de Punto Producc. de Huaipe Industriales Quincalleros Jaboneros Refinador de azúcar Joyeros Relojeros Laceros Rienderos Litógrafos Sastres Madereros Sericultores Maquinistas Silleteros Matarifes Sombrereros Mecánica fina y óptica Talabarteros Metalurgia Talladores Miñaqueros Tapiceros Modelistas Tejedores Modistas Tejeros Molineros Tinajeros Niqueladores Tintoreros Panaderos Tipógrafos Papeleros Toneleros Paragueros Torneros Pasteleros y Confiteros Trenzadores Peineteros Vaseros Peleteros Vasijeros Pelloneros Veleros Perfumistas Vidrieros Petaqueros Zapateros

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 49

49

GRUPO 4 CONSTRUCCION Agrimensores Emp. de asfalto Albañiles Empapeladores Arquitectos Estucadores Carpinteros Ingenieros Constr. Edificios Marmolistas Construcción Pavimentadores Contratistas Pintores

GRUPO 6 COMERCIO Abastecedores Floristas Agentes mercántiles Fondistas Aseguradores Hoteleros Avisadores Librerías Barberos Martilleros Bodegoneros Peluqueros Buhoneros Posaderos Carniceros Prenderos Cobradores Prestamistas Comerciantes Suplementeros Comisionistas Vendedores Corredores Vendedores ambulantes Empaquetadores Yerbateros Farmaceúticos

GRUPO 7 TRANSPORTE Aguadores Choferes Armadores Domadores Arregladores de caballos Emp. de carruajes Aviadores Equitadores Barqueros Estivadores Birlocheros Ferrocarrileros Bodegueros Fleteros Borrigueros Fogoneros Caballerizas Herradores Camineros Lancheros Careneros Mandaderos Cargadores Maquinistas Carreros Marina Mercantes Carreteros Mecánicos Carretoneros Telefonistas Carteros Telegrafistas Cocheros Tranviarios Conductores Vulcanizadores Costaleros Otros

50 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

GRUPO 8 SERVICIOS Abogados Lamparistas Acróbatas Lavanderos Actores y empl.teatros Legos Administradores Limpiabotas Afiladores Marinos Afinadores de piano Masajistas Agentes diplomáticos Matronas Agua Mayordomos Artistas Médicos Astrónomos Militares Bailarinas Ministros Disidentes Baños Músicos Boleteros Naturalistas Botánicos Nodrizas Boxeadores Notarios Públicos Cantores Oculistas Científicos Ortopedistas Cinematógrafos Panoramistas Cocineros Periodistas Cónsules Pintores de decoración Contadores Pintores de historía Coristas Policiales Corógrafos Porteros Curanderos Preceptores Dentistas Prestidigitadores Deportes Procuradores y Recept. Desinfección Prof. y artistas liberal Eclesiásticos Profesores Electricidad Químicos Empleados Particulares Quiropedistas Empleados Públicos Radio Empresarios de barridos Religiosas Empresarios sin especif. Retratistas Ensayadores Sacerdotes Escribiente Saltimbanquis Escritores Sangradores - Practicantes Escultores Sirvientes Esgrimadores Taquígrafos y Dactilográfos Fotógrafos Vacunadores

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GRUPO 8 SERVICIOS Funcionarios Veterinarios Funeraria Volatineros Gas Gásfiter Gimnásticos Grabadores Hospitales Inspectores

GRUPO 9 OTROS Cortahojas Otras Profesiones Sin ocupación fija

GRUPO X Billaleros Rentistas Hojeros Titiriteros Mendigos Viajeros Propietarios

GRUPO Y Marinos Policiales Militares

FUENTE: 1854: Censo de 1854, en Biblioteca Nacional. 1865: IV Censo de Población, 1865, en Biblioteca INE. 1875: V Censo de Población, 1875. 1885: VI Censo de Población, 1885. Resumen de profesiones. Biblioteca IEUC. 1895: VII Censo de Población. Resumen de Profesiones. 1907: VIII Censo de Población. Biblioteca, IEUC. 1920: IX Censo de Población, 1920. Sección Profesiones. Biblioteca IEUC. 1930: X Censo de Población, Vol. 3: Ocupaciones. En Biblioteca IEUC. 1940: XI Censo de Población. INE. 1952: XII Censo de Población. INE. 1960: XIII Censo de Población. INE. 1970: XIV Censo de Población. INE.

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53

III

REMUNERACION DEL TRABAJO. CHILE 1860 - 1930

El objetivo del presente capítulo es el de estimar las remuneraciones tanto sectoriales como totales del trabajo, en el período 1860-1930. El procedimiento general que se emplea consiste en determinar la remuneración promedio del trabajador en cada sector y para cada año para luego multiplicarla por el número respectivo de trabajadores. La remuneración del trabajador individual, también valor agregado individual, se construye combinando la remuneración sectorial promedio para un año con un índice de remuneraciones para todo el período. La sección primera registra los principales antecedentes disponibles. En la segunda se examinan estos antecedentes y se construye un índice general de remuneraciones para el período 1860-1930. La composición de este índice general de remuneraciones se resume en la sección 2.7 y los datos se presentan en el Cuadro T-28 (el orden de los cuadros no es estrictamente secuencial). En la tercera sección se desarrolla una estimación para la remuneración unitaria -individual-, del trabajo promedio en el sector manufacturero en el año 1924. En la cuarta, la metodología desarrollada se aplica a los restantes sectores. En la quinta sección se discute la evidencia referente a los días trabajados y se concluye con estimadores para este concepto en el período 1860-1930. Por último, en la sección seis se explica brevemente como se pasa de la remuneración unitaria sectorial a las series de remuneración del trabajo en la economía chilena. 1. ANTECEDENTES 1.1. Davis (1966) presenta una serie de salarios reales de empleados públicos, la que se

extiende de 1860 hasta 1958. La fuente de los datos es la colección "Presupuestos Anuales de la Nación"1

1.2. Rojas (1982), continuando con el enfoque iniciado por Davis (op.cit.), construye series de sueldos y salarios para el sector fiscal, 1860-1940. Distingue seis categorías (agrupaciones), abarcando desde el Presidente de la República hasta las remuneraciones más bajas; determina series reales haciendo uso de cuatro índices de precios distintos. La fuente de los datos es la Cuenta General de Entradas y Gastos de la Nación y, a partir de 1927, la Ley de Presupuesto de la Nación.

1.3. Antecedentes sobre remuneraciones anuales canceladas por la Empresa de Ferrocarriles del Estado, FFCC, una empresa fiscal, recopilados especialmente para este trabajo en la propia empresa; cubren el período 1890-1924. Fuente: Boletines de Sesiones de los Ferrocarriles del Estado.

1Ver también Gillmore D. Eduardo (1960). Estudio sobre remuneraciones reales del sector público 1860-1926. Tesis Ingeniero Comercial Universidad Católica de Chile.

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1.4. Serie del promedio de remuneraciones del sector industrial manufacturero de Muñoz (1971). Estas se obtienen al dividir remuneraciones anuales por el número de trabajadores. La fuente primaria es la Dirección de Estadística (DEC), en su publicación Anuarios de Industria.

1.5. Información fragmentaria sobre salarios específicos a zonas, años, actividades y profesiones, dispersa en publicaciones varias.

2. DISCUSION DE LOS ANTECEDENTES Y CONSTRUCCION DEL INDICE

GENERAL DE REMUNERACIONES DEL TRABAJO La serie de Davis (1966), conformada por índices de remuneración individual, cubre el período 1860-1958; sin embargo, el autor señala que existe un problema de continuidad a partir de 1925, año en que se debió cambiar de fuente registrándose un aumento de 64% en el salario real entre ese año y 1926. Esta serie indica que durante el siglo que se inicia en 1860 los salarios reales del sector público cayeron en 30%, al menos. Por otra parte, para el período 1860 hasta 1925, en que la fuente es homogénea, la serie también indica una caída. Sin perjuicio de esta tendencia general se aprecia la presencia de ciclos importantes, correspondiendo el mayor nivel de la remuneración real a la década de 1890 y a los tres años que terminan con el inicio de la Primera Guerra Mundial. Davis (op.cit.) señala además que el índice corresponde a una canasta agregada de series por ocupaciones o cargos, las que no son incluidas en la publicación; afirma que la evolución del indicador compuesto no sería sensible a cambios en las ponderaciones de las series individuales. Los índices de salarios de Rojas (op.cit.), permiten no sólo conocer la evolución del índice agregado, sino también apreciar lo ocurrido con las diversas agrupaciones de empleados fiscales que componen al primero. Este autor distingue seis subconjuntos -categorías- en base al grado de calificación -establecido a priori-, de las respectivas funciones; ellas van desde el grupo A (Presidente de la República, Embajador y Presidente de la Corte Suprema), hasta la categoría H (Portero, Mayordomo, Cartero, Ordenanza y Mensajero). En realidad la clasificación en cuestión sigue de cerca el ordenamiento de las remuneraciones de acuerdo a sus niveles. El índice por categoría es un índice del promedio simple de las remuneraciones de los diversos cargos que la componen. A su vez, el índice general, es un promedio simple de las diversas categorías. En el período largo la tendencia general que describen los índices de salarios fiscales de Rojas (op.cit.) proporcionan una impresión global similar a la que se obtiene con el índice de Davis (op.cit.). Así, el índice general de Rojas (op.cit.) para el decenio 1920-29, queda 45% por debajo de las remuneraciones pagadas en la década del 1860, manifestándose la caída a partir de 1900 (pp.26). A pesar de esta coincidencia global en cuanto a tendencia, debe decirse que la evolución anual de ambas fuentes en ocasiones difiere bastante. Sin embargo, ambas coinciden en señalar un crecimiento exhorbitante entre 1925 y 1926 y ello en todas las categorías. Al examinar la evolución relativa de las diversas agrupaciones se puede reconocer una asimetría marcada entre la categoría H, los empleados fiscales supuestamente menos calificados y el resto de las categorías; los primeros, en la década de 1920, registran una remuneración

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superior a la de la década que se inicia en 1860. Las restantes categorías, muestran todas, sin excepción, una caída similar a la ya señalada para el índice general. Adicionalmente es necesario destacar que la categoría H, la de los menos calificados, no incluye: "jornaleros, camineros y soldados rasos", o sea, y con la eventual excepción de los soldados, el trabajo de menor calificación relativa. El gasto fiscal en este tipo de trabajo no explicita el salario de cada función y solamente se proporciona un ítem general y agregado para tales fines, sin ni siquiera especificar el número de estos trabajadores (jornaleros, camineros y soldados rasos). 2.1. Hipótesis en torno a la evolución de la estructura salarial del fisco De los planteamientos precedentes se pueden sintetizar dos conclusiones: i) el índice de Rojas (op.cit.) y por ende también el de Davis (op.cit.), en más de 80%

se refieren a cargos que exigen un contingente no despreciable de capital humano. ii) la existencia de una asimetría en cuanto a la evolución en el período largo, entre las

remuneraciones del trabajo fiscal calificado -todas las categorías excepto H- y el menos calificado, la categoría H.

Estas conclusiones permiten pensar en tres interrogantes, las cuales se plantean a continuación. (α) ¿Constituye la evolución de los sueldos fiscales una razonable aproximación a la

evolución de las remuneraciones en toda la economía? (β) La diferente evolución de las remuneraciones de calificados y no calificados que

entrega Rojas (op.cit.) ¿es indicativa de lo que ocurre en general en la economía? (γ) La evolución del índice de la categoría H, la única que muestra un crecimiento en el

período largo, ¿permite inferir igual tendencia respecto del comportamiento de los salarios de jornaleros y otras personas de baja calificación en el resto de la economía?

Cabe señalar que la expansión cuantitativa del sector fiscal fue espectacular en el período bajo estudio; entre 1860 y 1930 la población del país pasa de un índice 100 a 267 y la fuerza de trabajo de un índice 100 a 2292, mientras que los empleados públicos, excluyendo jornaleros, camineros y soldados rasos, aumentan, de 2.525 a 47.193 personas (Rojas, op.cit.), o sea, de un nivel 100 a 1869. En otras palabras, la importancia relativa de los empleados públicos respecto de la fuerza de trabajo es 3,1% en 1930 y sólo levemente más que 1/3 de 1% en 1860. Al especular en torno a las causas que pudiesen subyacer tanto a la evolución general de las remuneraciones fiscales como a su composición, surgen algunas hipótesis, relacionándose en ellas la tendencia de las remuneraciones fiscales con la expansión real del estado.

2Ver Población y Fuerza de Trabajo: Chile 1540-1988.

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(i) en el siglo que se inicia en 1860 la oferta de personal calificado habría aumentado en relación al crecimiento de la fuerza de trabajo. La educación formal primaria y secundaria se expande apreciablemente, como lo ilustra Hamuy (1960)3. Por otra parte, la creación de la Universidad de Chile a mediados del siglo pasado, debió influir en forma importante en la oferta total de profesionales4. Otro factor que puede haber incidido es el movimiento migratorio desde el exterior hacia el país, especialmente a comienzos del presente siglo.

La primera hipótesis señala que el crecimiento de la dotación de recursos con relativamente más capital humano habría llegado a deteriorar la remuneración de este tipo de trabajo. El problema con este enfoque, que puede ser apropiado para entender la evolución de la estructura de remuneraciones en el período largo en un determinado contexto histórico, es que aquí se trata de una caída absoluta de la remuneración del personal más calificado, una disminución de su poder de compra respecto de una "canasta" de bienes. Solo un desequilibrio inicial realmente gigantesco o un constante adelanto tecnológico en la formación de capital humano en el contexto de una economía estancada podrían justificar esta hipótesis.

(ii) Una segunda interpretación diría que los índices reflejan la remuneración monetaria,

pero que ésta y en forma creciente, se estaría complementando con una remuneración en especie, por ejemplo, el usufructo de una casa, etc. Aunque ello puede haber sido el caso de cargos como el de Presidente de la República, Corte Suprema, Intendente o Director de Correos y Telégrafos, nos parece una explicación poco plausible para el ingeniero, el jefe de sección, el cajero o el archivero cargos, cuyas remuneraciones registran similar tendencia que los de la máxima jerarquía.

(iii) Supóngase que en las profesiones -categorías-, exista, en cada cual, una amplia

gama de calificaciones y por ende, de precios de oferta. O sea, las profesiones no están representadas por un conjunto de trabajadores en que cada uno detenta el mismo nivel de calidad de capital humano, sino que se trataría de personas con distintas habilidades y destrezas en su respectiva área, heterogéneas en cuanto a su productividad. En la medida en que el estado expanda su papel en la economía, recurriendo a personas de menor remuneración -productividad- en la respectiva profesión se observaría una reducción en las remuneraciones registradas. Este resultado podría obedecer a una demanda por trabajo de parte del fisco, en que a mayor escala de operación fiscal se intensifica el uso de personas con calificación

3Señala este autor (pp.14) que el índice de servicio educacional, esto es, matriculados en educación primaria respecto de población, pasa de 10,9% en 1865 a 60,6% en 1930. 4Respecto de este punto, sin embargo, debe tenerse cuidado. La Universidad de Chile, al menos al nacer, no tiene el objetivo de formación de profesionales o científicos. Sólo más tarde adopta esta meta.

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perteneciente al estrato relativamente menor dentro de cada profesión o categoría; ello, a su vez, sería consecuencia de características de la tecnología de producción (organizacional), tal vez debido a eventuales "economías de escala".

Para completar el argumento habría que postular que en el caso de la categoría H, (los de menor remuneración), o bien no existe tal dispersión de calidades en la oferta, o la función de producción del estado no aconseja la contratación de aquéllos que registran las menores remuneraciones en esta categoría.

De ser válida la interpretación el deterioro de remuneraciones registrado tanto por Davis (op.cit.) como por Rojas (op.cit.) no sería tal, sino que obedecería a peculiaridades de la oferta o a la demanda derivada por trabajo que genera el mismo fisco; en tal caso no se podría concluir, necesariamente, que las remuneraciones cayeron entre 1860 y 1930.

Sin embargo el argumento es reversible; pasando a la categoría H, la de los menos calificados dentro del empleo público exceptuando a jornaleros y similares, no hay nada que asegure que aquí no se esté frente al fenómeno contrario al descrito en (iii) arriba, o sea, un desplazamiento hacia la oferta de mayor precio en la categoría y que, por tanto, tampoco se pueda descartar la presencia de una tendencia decreciente en las remuneraciones de la categoría.

La primera hipótesis (i) podría entenderse como un intento de explicación -aunque fracasada-, para la disminución de la remuneración del trabajo que se observa para la economía. Por otra parte, las siguientes, (ii) y (iii), buscan rescatar la posibilidad de que el indicador de remuneraciones está subestimando la verdadera evolución de la productividad del trabajo en la economía y que eventualmente no existió tal disminución. Pero aunque ello no se pueda descartar, pienso que no constituyen explicaciones muy convincentes. Esto no significa que se propone aceptar el índice de Davis o el de Rojas, sólo que debe continuarse con el examen de la situación, lo que se hace en las secciones siguientes.

2.2. Indices de Remuneraciones Reales de Rojas (op.cit.) En los Cuadros T1 a T5 figuran los índices de remuneraciones fiscales elaborados por este autor. A modo de referencia, en T-3 a T-5 se incluye también el índice de Davis (op.cit.). En el cuadro T3 (Indice por decenios) figura además la desviación estándar de cada decenio. Para el índice total de Rojas (op.cit.) es posible distinguir 3 períodos en lo referente a la dispersión por decenios; ellos son: Las tres hipótesis, aunque con éxito mu y discutible, pretenden proporcionar explicaciones para la disminución de la remuneración del trabajo en la economía que registra el índice de Rojas y también el de Davis. Seguramente es posible agregar otras adicionales; sin embargo lo importante para el objetivo de esta investigación no es la búsqueda de explicaciones.

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Desviación Estándar de Remuneraciones Anuales

D.S. 1860 - 1879 .07 1880 - 1919 .19 1920 - 1935 .56 FUENTE: T-3.

Es decir, las fluctuaciones en el índice de remuneración fiscal total fueron creciendo a lo largo del tiempo. En cuanto al último período 1920-35, el crecimiento de la inestabilidad se debe principalmente a un ciclo que se extiende entre 1925 y 1935, el que se inicia con un gran salto de las remuneraciones en 1926 y que coincide con un ciclo violento de términos de intercambio y de entrada de capitales. Otro aspecto por resaltar en cuanto a la dispersión de las remuneraciones por decenios, es que la desviación estándar del índice de la categoría H, los menos calificados exceptuando jornaleros y soldados, sigue una trayectoria que no es muy distinta a la del índice total, aunque el crecimiento del estadígrafo se adelante algo respecto de este último en el período 1910-19 (Cuadro T-3). Esta similitud sugiere que la categoría H proviene de un régimen de determinación de remuneraciones que, al menos en cuanto a fluctuaciones anuales, no difiere mucho de las restantes categorías.

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CUADRO T-1 INDICE DE REMUNERACIONES REALES, 1860-1935

A B C D E H Total 1860 1,41 1,83 1,43 2,19 2,31 0,67 1,64 1861 1,46 1,90 1,48 2,27 2,39 0,69 1,70 1862 1,38 1,80 1,41 2,15 2,27 0,66 1,61 1863 1,35 1,77 1,37 2,11 2,22 0,65 1,58 1864 1,43 1,87 1,45 2,23 2,35 0,74 1,68 1865 1,49 1,95 1,51 2,32 2,45 0,77 1,75 1866 1,52 1,98 1,53 2,36 2,48 0,80 1,78 1867 1,49 1,95 1,51 2,32 2,45 0,82 1,76 1868 1,49 1,95 1,51 2,32 2,45 0,82 1,76 1869 1,52 1,98 1,54 2,36 2,49 0,84 1,79 1870 1,53 1,99 1,54 2,37 2,50 0,84 1,80 1871 1,45 1,89 1,51 2,25 2,37 0,80 1,71 1872 1,36 1,77 1,42 2,11 2,22 0,93 1,63 1873 1,30 1,69 1,43 2,02 2,13 0,89 1,58 1874 1,33 1,73 1,46 2,06 2,18 0,95 1,62 1875 1,33 1,73 1,46 2,06 2,17 1,04 1,63 1876 1,30 1,80 1,50 2,02 2,13 1,21 1,66 1877 1,23 1,70 1,45 1,91 2,02 1,14 1,58 1878 1,30 1,79 1,53 2,02 2,12 1,02 1,66 1879 1,22 1,69 1,44 1,89 1,85 1,13 1,59 1880 1,10 1,52 1,30 1,71 1,94 1,02 1,43 1881 1,11 1,53 1,39 1,73 1,96 1,03 1,46 1882 1,24 1,72 1,55 1,93 2,19 1,18 1,63 1883 1,34 1,70 1,56 1,89 2,01 1,15 1,66 1884 1,37 1,77 1,69 2,29 3,27 1,15 1,92 1885 1,19 1,53 1,51 1,99 2,83 1,07 1,69 1886 1,18 1,62 1,50 1,98 2,84 1,29 1,73 1887 1,21 1,66 1,54 2,03 2,89 1,32 1,78 1888 1,21 1,80 1,55 2,13 2,89 1,32 1,82 1889 1,24 1,88 1,67 2,40 3,35 1,35 1,98 1890 1,15 2,07 1,88 2,24 3,13 1,43 1,98 1891 0,80 1,58 1,44 1,71 2,39 1,09 1,50 1892 1,26 1,70 1,52 1,80 2,52 1,15 1,66 1893 1,24 1,44 1,25 1,48 2,07 0,94 1,40 1894 1,12 1,30 1,12 1,32 1,85 0,85 1,26 1895 1,63 1,74 1,57 1,77 2,47 1,13 1,72 1896 1,73 1,84 1,66 1,87 2,62 1,25 1,83 1897 1,66 1,77 1,60 1,80 2,53 1,20 1,76 1898 1,62 1,58 1,43 1,61 2,25 1,07 1,59 1899 1,51 1,47 1,32 1,49 2,09 0,99 1,48

60 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

A B C D E H Total 1900 1,53 1,49 1,34 1,51 2,12 1,01 1,50 1901 1,52 1,48 1,42 1,49 1,16 1,00 1,35 1902 1,44 1,40 1,35 1,42 1,63 1,02 1,37 1903 1,75 1,51 1,45 1,53 1,75 1,10 1,52 1904 1,68 1,45 1,39 1,46 1,68 1,05 1,45 1905 1,59 1,37 1,32 1,39 1,59 1,15 1,40 1906 1,46 1,30 1,25 1,27 1,46 1,27 1,34 1907 1,27 1,18 1,15 1,20 1,27 1,22 1,21 1908 0,98 0,91 0,89 0,93 0,98 0,94 0,94 1909 1,02 1,06 1,03 1,05 1,02 0,98 1,03 1910 1,00 1,03 1,08 1,03 1,00 1,07 1,04 1911 1,32 1,20 1,11 1,02 0,99 1,07 1,12 1912 1,38 1,86 1,34 1,43 1,63 2,09 1,62 1913 1,25 1,74 1,31 1,29 1,47 1,88 1,49 1914 1,15 1,61 1,49 1,79 1,36 1,73 1,52 1915 0,95 1,38 1,29 1,54 1,17 1,60 1,32 1916 1,00 1,45 1,38 1,62 1,23 1,68 1,39 1917 0,98 1,43 1,37 1,59 1,21 1,65 1,37 1918 1,02 1,45 1,39 1,61 1,22 1,68 1,40 1919 0,83 1,36 1,31 1,34 1,00 1,37 1,20 1920 0,85 1,19 1,15 1,17 0,87 1,19 1,07 1921 1,36 1,32 1,19 1,19 1,37 1,37 1,30 1922 1,31 1,34 1,21 1,23 1,32 1,32 1,29 1923 1,28 1,31 1,18 1,20 1,29 1,29 1,26 1924 1,34 1,25 1,20 1,15 1,23 1,23 1,23 1925 1,24 1,40 1,23 1,06 1,15 1,14 1,20 1926 1,75 1,58 1,83 2,15 2,23 2,05 1,93 1927 1,73 1,58 1,85 2,13 2,20 2,03 1,92 1928 1,64 2,98 2,63 2,96 2,68 2,42 2,55 1929 1,80 2,96 2,94 2,92 2,65 2,47 2,62 1930 1,82 3,04 2,92 2,90 2,63 2,45 2,63 1931 2,19 3,37 3,32 3,40 2,78 2,59 2,94 1932 1,59 2,14 2,31 2,48 2,16 1,95 2,10 1933 1,28 1,67 1,87 2,04 1,74 1,57 1,69 1934 1,28 1,67 1,87 2,04 1,73 1,57 1,69 1935 1,36 1,65 1,90 2,00 1,70 1,67 1,71 FUENTE: Resulta de la división entre: (a) Indice nominal remuneraciones: "Sueldos y Salarios: 1860-1940". Rojas (1982). Anexo

18. (b) Indice General de Precios de "El Nivel de Precios 1830-1930".

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 61

61

CUADRO T-2 INDICE REAL DE REMUNERACIONES, 1860-1935

(Promedio aritmético por quinquenio) Período A B C D E H Total Davis

1860-64 X - 1,41 1,83 1,43 2,19 2,31 0,68 1,64 1,01 S 0,04 0,05 0,04 0,06 0,07 0,04 0,05 0,22

1865-69 X - 1,50 1,96 1,52 2,34 2,46 0,81 1,77 1,10 S 0,02 0,02 0,01 0,02 0,02 0,03 0,02 0,11

1870-74 X - 1,39 1,81 1,47 2,16 2,28 0,88 1,67 1,06 S 0,09 0,12 0,05 0,15 0,15 0,06 0,09 0,18

1875-79 X - 1,28 1,74 1,48 1,98 2,06 1,14 1,62 1,01 S 0,05 0,05 0,04 0,08 0,13 0,07 0,04 0,30

1880-84 X - 1,23 1,65 1,50 1,91 2,27 1,11 1,62 1,21 S 0,13 0,12 0,15 0,23 0,57 0,08 0,20 0,14

1885-89 X - 1,21 1,7 1,55 2,11 2,95 1,27 1,8 1,24 S 0,02 0,14 0,07 0,17 0,22 0,11 0,11 0,16

1890-94 X - 1,11 1,62 1,44 1,71 2,39 1,09 1,56 1,28 S 0,19 0,29 0,29 0,35 0,49 0,22 0,28 0,18

1895-99 X - 1,63 1,68 1,52 1,71 2,39 1,13 1,68 1,32 S 0,08 0,15 0,14 0,15 0,22 0,10 0,14 0,10

1900-04 X - 1,58 1,47 1,39 1,48 1,67 1,04 1,44 1,05 S 0,13 0,04 0,05 0,04 0,34 0,04 0,08 0,09

1905-09 X - 1,26 1,16 1,13 1,17 1,26 1,11 1,18 0,93 S 0,27 0,18 0,17 0,18 0,27 0,15 0,20 0,08

1910-14 X - 1,22 1,49 1,27 1,31 1,29 1,57 1,36 1,05 S 0,15 0,36 0,17 0,32 0,29 0,47 0,26 0,24

1915-19 X - 0,96 1,41 1,35 1,54 1,17 1,60 1,34 0,94 S 0,08 0,04 0,04 0,12 0,10 0,13 0,08 0,10

1920-24 X - 1,23 1,28 1,49 1,19 1,22 1,28 1,23 0,85 S 0,21 0,06 0,02 0,03 0,20 0,07 0,09 0,05

1925-29 X - 1,63 2,10 2,10 2,24 2,18 2,02 2,04 1,38 S 0,23 0,80 0,69 0,79 0,62 0,53 0,58 0,26

1930-35 X - 1,59 2,26 2,37 2,48 2,12 1,97 2,13 1,15 S 0,36 0,76 0,62 0,57 0,48 0,45 0,54 0,23 Columnas A, B, C, D, E, H y Total; calculado a partir del Cuadro T-1. Davis: calculado a partir de Davis, T (1966). Cuadro 5, pp. 97. X: promedio quinquenal simple. S: desviación standard.

62 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

CUADRO T-3 INDICE REAL DE REMUNERACIONES, 1860-1935

(Promedio aritmético por decenio) Período A B C D E H Total Davis

1860-69 X_

1,45 1,90 1,47 2,26 2,39 0,75 1,71 1,06 S 0,06 0,08 0,06 0,09 0,09 0,07 0,07 0,17

1870-79 X_

1,34 1,78 1,47 2,07 2,17 1,01 1,65 1,03 S 0,09 0,10 0,04 0,15 0,18 0,15 0,07 0,24

1880-89 X_

1,22 1,67 1,53 2,01 2,61 1,19 1,71 1,23 S 0,09 0,12 0,12 0,22 0,54 0,13 0,18 0,14

1890-99 X_

1,37 1,65 1,48 1,71 2,39 1,11 1,62 1,30 S 0,30 0,22 0,22 0,26 0,36 0,16 0,22 0,14

1900-09 X_

1,42 1,32 1,26 1,32 1,47 1,07 1,31 0,99 S 0,26 0,20 0,18 0,20 0,36 0,11 0,90 0,10

1910-19 X_

1,09 1,45 1,31 1,43 1,23 1,58 1,35 1,00 S 0,18 0,24 0,13 0,26 0,21 0,33 0,18 0,18

1920-29 X_

1,43 1,69 1,64 1,72 1,70 1,65 1,64 1,12 S 0,30 0,69 0,66 0,76 0,67 0,53 0,58 0,33

1930-35 X_

1,59 2,26 2,37 2,48 2,12 1,97 2,13 1,15 S 0,36 0,76 0,62 0,57 0,48 0,45 0,54 0,23 FUENTE: Ver Cuadro T-2.

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 63

63

CUADRO T-4 INDICE DE REMUNERACIONES REALES, 1860-1935: PROMEDIOS QUINQUENALES

(1860-64 = 100) Período A B C D E H Total Davis 1860-64 100 100 100 100 100 100 100 100 1865-69 106 107 106 107 106 119 108 109 1870-74 99 99 103 99 99 129 102 105 1875-79 91 95 103 90 89 168 99 100 1880-84 87 90 105 87 98 163 99 120 1885-89 86 93 108 96 128 187 110 123 1890-94 79 89 101 78 103 160 95 127 1895-99 116 92 106 78 103 166 102 131 1900-04 112 80 97 68 72 153 88 104 1905-09 89 63 79 53 55 163 72 92 1910-14 87 81 89 60 56 231 83 104 1915-19 68 77 94 70 51 235 82 93 1920-24 87 70 83 54 53 188 75 85 1925-29 116 115 147 102 94 297 124 137 1930-35 113 126 166 113 92 290 130 114 FUENTE: Calculado a partir de Cuadro T-2.

CUADRO T-5 INDICE DE REMUNERACIONES REALES, 1860-1935: PROMEDIOS DECENALES

(1860-69 = 100) Período A B C D E H Total Davis 1860-69 100 100 100 100 100 100 100 100 1870-75 92 94 100 92 91 149 96 97 1880-89 84 88 104 89 109 159 100 116 1890-99 94 87 101 76 100 148 95 123 1900-09 98 69 86 58 62 143 77 93 1910-19 75 76 89 63 51 211 79 94 1920-29 99 89 112 76 71 220 96 106 1930-35 234 119 161 110 89 263 125 108 FUENTE: Calculado a partir de Cuadro T-3.

64 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

2.3. Remuneraciones en los Ferrocarriles Distingue entre tres grupos o tipos de trabajadores: profesionales, empleados y obreros. El índice real, Cuatro T-7, resulta de las remuneraciones anuales nominales deflactadas por el Indice General de Precios (Cuadro 5, Nivel de Precios en Chile 1830-1930). La composición de los tres subgrupos es la siguiente: Profesionales: Promedio simple de las remuneraciones anuales de: director general,

secretario, abogado, director explotación, inspector de sección, inspector general del telégrafo, director vías y edificios, ingeniero antiguo, contador jefe, médico de Santiago.

Empleados: Promedio simple de remuneraciones anuales de: cajero central, oficial 1a,

jefe estación, guarda equipaje 1a, mayordomo 1a, telegrafista 1a, conductor 1a.

Obreros: Promedio siple de remuneraciones anuales de bodeguero 1a, dibujante

1a, tornero-maestro, carpintero-maestro, cabo palanquero. La información disponible -el principal vacío corresponde a la primera década del actual siglo-, se sintetiza en el Cuadro T-6, el que presenta el índice promedio por década de las remuneraciones en ferrocarriles.

CUADRO T-6

INDICE DE REMUNERACIONES REALES EN FERROCARRILES DEL ESTADO 1890-1924

(Promedios por década) Profesionales Empleados Obreros 1890-99 103 149 154 1900-09 92 123 130 1910-19 110 113 100 1920-24 83 94 90 FUENTE: Calculado en base a antecedentes del Cuadro T-7. La tendencia general de las remuneraciones en Ferrocarriles del Estado es claramente decreciente en las tres categorías, profesionales, empleados y obreros; la tendencia es muy nítida en los dos últimos casos, mientras que la remuneración de los profesionales es más fluctuante e incluso muestra su mayor nivel en el decenio 1910-19.

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 65

65

CUADRO T-7 INDICES DE REMUNERACIONES REALES ANUALES

FERROCARRILES DEL ESTADO 1890-1924 (Promedio 1909-10 = 100)

Profesionales Empleados Obreros 1890 132 146 155 1891 - - - 1892 - - - 1893 87 110 94 1894 - - - 1895 105 151 170 1896 111 180 197 1897 107 165 167 1898 91 166 159 1899 85 128 136 1900 84 133 143 1901 84 135 146 1902 - - - 1903 - - - 1904 - - - 1905 - - - 1906 - - - 1907 - - - 1908 - - - 1909 108 100 100 1910 92 100 100 1911 93 109 100 1912 140 117 112 1913 134 94 101 1914 129 91 92 1915 109 131 104 1916 120 142 127 1917 - - - 1918 75 118 70 1919 97 120 100 1920 - - - 1921 87 107 98 1922 83 86 88 1923 83 102 95 1924 80 81 79 FUENTE: Salarios nominales: Fuente Ferrocarriles del Estado. Deflactación: Indice General de Precios; Cuadro 5 de "El Nivel de Precios en

Chile 1830-1930.

66 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

2.4. La serie de remuneraciones de Muñoz (1971) Solamente dos observaciones de esta serie caen dentro del período bajo estudio, el promedio 1914-15-16 y el promedio 1922-23-24. El índice se refiere a remuneraciones medias reales por trabajador de once subsectores manufactureros, expresadas en escudos de 1950. El índice agregado para todo el sector manufacturero alcanza los niveles siguientes: 1914-15-16 30,4 1922-23-24 29,2 1938-39-40 26,2 Al comparar la observación del segundo con aquella del tercer decenio resulta que las remuneraciones difieren sólo en 4%. En el decenio siguiente son ostensiblemente menores, reflejando, seguramente, el impacto de la gran depresión. Sin embargo, no debe olvidarse que un índice de remuneraciones medias no sólo se altera por variaciones en la remuneración de un determinado tipo de trabajo, sino también por cambios en la composición de trabajadores con diferentes niveles de remuneración. En parte el índice podría estar captando la substitución de artesanos por obreros de remuneración relativamente menor; pero no es éste un tema que se explore aquí.

CUADRO T-8 ESTRUCTURA DE REMUNERACIONES EN SECTOR

MANUFACTURERO 1914-1940 (alimentos = 100)

X_

1914-15-16 1922-23-24 1938-39-40 Prod. Alimenticios 100 100 100 100 Bebidas 92 87 104 86 Tabaco 75 62 73 89 Textiles 119 122 103 133 Vestuario y calzado 103 111 97 101 Madera y Muebles 107 104 83 134 Papeles, Cartones, Imprenta 84 82 58 111 Cuero y Caucho 88 85 84 96 Químicos 47 39 38 63 Minerales no Metálicos 76 91 56 80 Prod. Metálicos 105 85 126 104 Total 97 94 91 105 FUENTE: Construido en base a información de Salarios reales de Muñoz (op.cit.) pp. 194. X: promedio simple de las tres observaciones.

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Por otra parte, la estructura de las remuneraciones entre los diversos subsectores, Cuadro T-8, entendemos, corresponde a un mercado único, que refleja las diferencias de productividad del trabajador promedio. En este sentido el sector textil es el que emplearía más trabajo calificado y el sector químico, aquél que opera con tecnologías en que la intensidad de trabajadores calificados sería menor. 2.5. Indice de la Remuneración Real del Trabajo en la Economía Chilena: Algunas

Comparaciones En esta sección se compara la evolución de los índices ya presentados para el período 1890-1924 (Cuadro T-9, T-10 y T-11). Al comparar el decenio 1890-99 con 1900-09, se encuentra que todos los índices señalan idéntica dirección en los cambios: las remuneraciones promedio decenio disminuyen en todos los casos, aunque las magnitudes difieran entre sí. En el período siguiente, promedio 1900-09 a promedio 1910-19, la situación es menos nítida, por cuanto algunos índices indican aumento y otros disminución de las remuneraciones. Finalmente, para 1910-19 a 1920-24, la evolución se parece más al primer tramo y los índices coinciden en cuanto a la dirección del cambio, aunque también aquí difieren los porcentajes en forma importante. Al comparar para 1900-09 y 1910-19, la evolución de los índices correspondientes a empleados y obreros de ferrocarriles con la categoría H, ésto es los empleados fiscales menos calificados exceptuando jornaleros, la diferencia es muy marcada; el último grupo de trabajadores (categoría H) experimenta un crecimiento de 48% mientras que los empleados y obreros de ferrocarriles, caídas de 8% y 25% respectivamente. Las extremas variaciones que sufre el índice de la categoría H, como su marcadísima diferencia con los índices de ferrocarriles, tanto de empleados como de obreros, llevan a pensar que el índice H no constituye la mejor proxy para la evolución de las remuneraciones del trabajo en Chile. Por otra parte, el índice total de Rojas (op.cit.) se asemeja, en cuanto a la evolución de los promedios decenales, al promedio de los ferrocarriles; sin embargo, es evidente que están lejos de ser idénticos. Además al comparar el índice total de Rojas (op.cit.) con el de Davis (op.cit.), se visualiza que el primero presenta fluctuaciones menos marcadas. Por último, y para el período 1910-19 a 1920-24, el índice total de Rojas (op.cit.), es el que más se aproxima al índice de Muñoz. Aunque el índice de Muñoz también tiene una amplia cobertura, solamente proporciona dos observaciones para todo el período bajo estudio, lo cual también lleva a preferir el Indice Total de Rojas (op.cit.). Sopesando todos estos factores se llega a la conclusión que el índice de remuneraciones laborales más apropiado para identificar esta variable en la economía chilena en el período 1860-1930, es el Indice Total de Rojas (op.cit.). Asimismo, se trata del índice que tiene la mayor cobertura de diferentes tipos de trabajo y en este sentido resulta más apropiado que otros para construir una serie de la remuneración promedia del trabajo en esta economía.

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Sin embargo, no se emplea este índice para los años que siguen a 1926. Ya se ha señalado que se registra en esos años un violento incremento del índice, lo que a nuestro entender refleja no tanto un incremento de la productividad física del trabajo en la economía chilena, como un aumento del poder adquisitivo atribuible al mejoramiento de los términos de intercambio y a la entrada de capitales. Ambas beneficiaron al fisco, expandiéndose su gasto en forma importante, especialmente a partir de 1928. De modo que para la construcción del Indice General de Remuneraciones a partir de 1926, éste se asociará a una variable que ofrezca mayor garantía de no depender de factores coyunturales no relacionados con la productividad del trabajo. Para ello se ha elegido la evolución del índice agregado de stock de capital per cápita de Davis (1966), aún cuando también este último indicador puede estar influenciado por la entrada de capitales de los años veinte. En las secciones siguientes, 2.6 y 2.7 y con la ayuda de antecedentes adicionales identificados posteriormente, se reexamina la validez del indicador de Rojas (op.cit.) para los fines de este estudio.

CUADRO T-9 CONSTRUCCION DEL INDICE GENERAL DE REMUNERACIONES REALES 1926-1935

(1) (2) (3) Capital/cápita Indice Total Indice General Rojas 1923 93.0 1.26 1.26 1924 94.2 1.23 1.23 1925 95.7 1.20 1.20 1926 98.6 1.93 1.26 1927 100.0 1.92 1.28 1928 102.4 2.55 1.31 1929 107.2 2.62 1.37 1930 112.3 2.63 1.44 1931 113.0 2.94 1.45 1932 109.9 2.10 1.41 1933 106.8 1.69 1.37 1934 103.4 1.69 1.33 FUENTE: (1) "Stock Bienes Capital per Cápita" (Agregado)". Davis (1966). (2) Indice Total Rojas (op.cit.): Cuadro T-1. (3) A partir de 1926: Promedio (2) para años 1923-24-25, multiplicado por (1)

tomado como año base de este último el año 1925.

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CUADRO T-10 REMUNERACIONES REALES DEL TRABAJO 1890-1924

COMPARACIÓN DE PROMEDIOS POR PERÍODO DIVERSOS INDICES

Ferrocarriles Rojas PonceDavis Muñoz Profesionales Empleados Obreros Total H 1890-99 103 149 154 95 148 123 1900-09 92 123 130 77 143 93 1910-19 110 113 100 79 211 94 94** 1920-24 83 94 90 72* 170* 81* 91*** FUENTE: Cuadros T-5, T-6, T-8. * Calculado a partir de T-4. ** 1914-15-16 (Promedio). *** 1922-23-24 (Promedio). Nota: Los índices sólo sirven para realizar comparaciones en sentido vertical.

CUADRO T-11 REMUNERACIONES REALES DEL TRABAJO 1890-1924: DIVERSOS INDICES PROMEDIOS DECENALES; CAMBIOS PORCENTUALES ENTRE PERIODOS

Ferrocarriles Rojas PonceDavis Muñoz Profesionales Empleados Obreros Total H 1890-99 -11% -18% -15% -19% -3% -25% 1900-09 1900-09 +20% -8% -25% +3% +48% +1% 1910-19 1910-19 -25% -17% -10% -9% -20% -10% -3% 1920-24 FUENTE: Calculado en base información de cuadros anteriores.

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2.6. Remuneraciones: Antecedentes Adicionales Alvarez (1936) proporciona algunos antecedentes sobre remuneraciones, los cuales se presentan en el Cuadro T-15. Al expresarlas en pesos del año 1924 con el Indice General de Precios, se obtienen series para años seleccionados de las remuneraciones reales por oficios (Cuadro T-16). Por último el Cuadro T-17 muestra el índice para cada serie, con 1933=100. Alvarez (op.cit.) no se explaya mayormente respecto del origen de estas remuneraciones y sobre el tipo de trabajo a que corresponden. A nuestro entender hay tres oficios, carpintero, albañil y mecánico, que podrían haber cambiado poco a lo largo de este tiempo y para los cuales el pago por período es una modalidad claramente establecida. Los demás posiblemente hayan experimentado cambios de importancia en cuanto al capital humano requerido, o bien, como en el caso de zapateros y herreros, el pago por pieza puede ser el caso más general, de tal modo que la interpretación del concepto de remuneración diaria es difícil, ya que en un período extenso como el de estas cifras, ambos aspectos pueden experimentar cambios que no son posibles de controlar sin emprender un estudio más exhaustivo. Se construye, pues, un índice promedio basado en los tres primeros oficios: carpintero, albañil y mecánico, el que puede ser entendido como un indicador para la remuneración de un trabajo de calidad constante a través del tiempo. (T-12)

CUADRO T-12 INDICE DE REMUNERACIONES DE TRABAJO DE CALIDAD CONSTANTE 1859=100

Año 1859 1893 1913 1923 1933 Indice 100 100.3 90.3 102.1 95.8 FUENTE: Calculado a partir de T-16; índice del promedio simple de remuneraciones de

carpintero, albañil y mecánico. El Cuadro siguiente, T-13, compara este índice (T-12), con el índice total de Rojas (op.cit.), (T-1).

CUADRO T-13 COMPARACION ENTRE DOS INDICES DE REMUNERACIONES 1860-1933

Año 1860 1893 1913 1923 1933 Base Alvarez 100* 100.3 90.3 102.1 95.8 Base Rojas 100 85.4 90.9 76.8 83.5 FUENTE: Alvarez, Cuadro T-12. Rojas, se calcula a partir de T-1 y T-11. * = 1859.

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En los años 1893 y 94 el índice de Rojas tiene una baja que puede ser calificada de ocasional; así, el promedio de la década en Rojas es prácticamente 99 (siempre para 1860 = 100); es decir, aproximadamente hay coincidencia entre el índice con base Alvarez y el de Rojas interpretado en este sentido más amplio. De modo que ambos índices evolucionan prácticamente igual en el tramo 1860 a 1913. La diferencia importante surge en 1923, subiendo la base Alvarez a un nivel similar al año 1860, pero con la base Rojas hay una clara caída respecto de 1913. Por otra parte, entre 1923 y 1933 la base Alvarez cae mientras que la serie Rojas aumenta. Dado el carácter extraordinariamente grave que tuvo la depresión del 30 para la economía chilena, el movimiento que indica la base Alvarez tiene algo de plausible. Pero, tanto la lejanía de 1923 respecto de la depresión, como el extraordinario crecimiento de la economía en la segunda mitad de los veinte (Ballesteros y Davis, 1965) no permiten afirmarlo en forma más categórica. Sin embargo, al considerar tanto la reflexión previa sobre estos índices en los años 1913 a 1923 y, el análisis para 1923-33, surge, y ahora con más fuerza, la noción de que el año 1923 en Rojas constituye un índice que subestima el nivel de la productividad del trabajo. Esto no quiere decir que el dato de Rojas esté malo; sólo significa que los empleados públicos experimetaron en esos años una baja respecto de la evolución general de las remuneraciones. Una "prueba" indirecta de lo recién asegurado se presenta poco más tarde con el violento alza del índice de Rojas en 1926 y después en 1928 (T-1). Siguiendo con esta línea argumental la pregunta importante que debe hacerse es, ¿en qué momento se inicia la separación entre las remuneraciones fiscales y la remuneración del trabajo general en el país? Es interesante considerar también lo que ocurre con el índice del stock de bienes de capital de Davis (1966). A partir de 1914 y hasta 1923 inclusive, puede decirse que éste no crece (1923 excede en 2,6% al stock per cápita 1914). Para todos los fines prácticos este índice es constante en la década que se inicia con el comienzo de la primera guerra mundial. Este indicador puede ser interpretado como un índice de la demanda por trabajo per cápita, ya sea en un sentido ricardiano o bien como simple factor complementario en la función de producción; en ambos casos cabría concluir que la demanda por trabajo per cápita y por ende, la remuneración del trabajo, no debieran haber cambiado mayormente5. Este argumento, entonces, sería otra evidencia indirecta en favor de la tesis que el índice de Rojas (op.cit.) para el año 1923 muestra una disminución que no puede ser entendida como indicativa de la evolución de la productividad del trabajo en el país.

5Como la tasa de participación de la población en la fuerza de trabajo cae en el período (Población y Fuerza de Trabajo 1540-1988, Cuadro 4), el argumento es aún más fuerte.

72 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

CUADRO T-14 INDICE DEL STOCK DE CAPITAL PER CAPITA: 1914-1935

1914 = 100 Año Indice Año Indice 1914 100.0 1925 105.6 1915 99.7 1926 108.8 1916 100.2 1927 110.4 1917 101.9 1928 113.0 1918 101.9 1929 118.3 1919 102.4 1930 124.0 1920 100.5 1931 124.7 1921 101.5 1932 121.3 1922 102.4 1933 117.9 1923 102.6 1934 114.1 1924 104.0 1935 110.0 FUENTE: Calculado en base a Davis (1966).

CUADRO T-15

REMUNERACIONES DIARIAS AÑOS SELECCIONADOS ($ de cada año)

1859 1893 1913 1923 1933 Carpintero 1.21 2.50 4.50 10.00 14.00 Herrero 0.81 2.50 4.30 11.00 7.00 Zapatero 0.50 4.00 5.00 8.50 12.00 Albañil - 2.50 5.00 10.00 14.00 Peón - 0.60 2.00 6.00 - Ob.tejidos 0.25 a 0.75 -2 3.50 8.00 12.00 Ob.cervecero 1.21 - 4.00 8.50 19.00 Ob. paños 0.50 a 1.00 - 3.00 5.00 10.00 Mecánico - 3.50 6.00 11.00 14.00 FUENTE: Adaptado de: Alvarez (1936), pp. 344. Nota: La remuneración de carpinteros, herreros y cerveceros de 1859 es mensual en

Alvarez (op.cit.). Se transformó en diaria con los días de trabajo por año, 1860-1885, Cuadro T-27; no se usó el concepto de día de trabajo efectivo, el que incorpora el efecto del desempleo por cuanto se supone que estas remuneraciones son válidas para quienes efectivamente trabajaron.

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CUADRO T-16 REMUNERACIONES DIARIAS AÑOS SELECCIONADOS

($ de 1924)

1859 1893 1913 1923 1933 Carpintero 10.39 9.37 8.32 10.46 10.15 Herrero 6.95 9.37 7.95 11.51 5.7 Zapatero 4.29 14.99 9.25 8.89 8.70 Albañil - 9.37 9.25 10.46 10.15 Peón - 2.25 3.70 6.28 - Ob.tejidos 4.29 - 6.47 8.37 8.70 Ob.cervecero 10.39 - 7.40 8.90 13.78 Ob. paños 6.43 - 5.55 5.23 7.25 Mecánico - 13.12 11.10 11.51 10.15 FUENTE: Se calcula con las remuneraciones diarias nominales, Cuadro T-15 y, el Indice

General de Precios (IGP) Cuadro IP-5 "El Nivel de Precios en Chile 1830-1930". En los casos en que el Cuadro T-15 presenta rangos se ha considerado el

respectivo promedio.

CUADRO T-17 INDICE REMUNERACIONES DIARIAS AÑOS SELECCIONADOS

(1933 = 100)

1859 1893 1913 1923 1933 Carpintero 102.4 92.3 82.0 103.1 100 Herrero 121.9 164.4 139.5 201.8 100 Zapatero 49.3 172.3 106.3 102.2 100 Albañil - 92.3 91.1 103.1 100 Peón - - - - - Ob.tejidos 49.3 - 74.4 96.2 100 Ob.cervecero 75.4 - 53.7 64.6 100 Ob. paños 88.7 - 76.6 72.1 100 Mecánico - 129.6 109.4 113.4 100 FUENTE: Calculado en base a Cuadro T-16.

74 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

2.7. El Indice General de Remuneraciones En base a la discusión de las secciones previas se concluye que: a) tanto el índice de Rojas como el construido en base a Alvarez son más o menos

coincidentes hasta la primera década del presente siglo (1913). b) el índice de remuneraciones de Rojas muestra en la segunda y tercera década del

presente siglo una evolución que lleva a pensar que las remuneraciones fiscales del período se apartaron de la productividad del trabajo hasta, aproximadamente, 1926 o 19276.

c) entre 1913 y 1923, al caer el indicador fiscal respecto de la base Alvarez, se aparta de la evolución de la productividad del trabajo en Chile. En otras palabras, la recuperación a partir del bajo nivel de 1913 se obtiene entre ese año y 1923 y no sólo en 1926, como insinúa la serie de Rojas.

d) respecto de la evolución con posterioridad a 1923, todo lleva a pensar que efectivamente debió haber existido un aumento de la remuneración. Supondremos que el nivel correspondiente 1926 y 27, de acuerdo a Rojas, fue logrado también por la productividad de los trabajadores, sin embargo, ello sólo habría ocurrido en 1929, año en que la producción nacional es máxima y en el cual ya se manifiesta la mayor parte del aumento del stock de capital per cápita. De ahí y hasta 1933, la productividad caería hasta el nivel indicado por Alvarez.

El Indice General de Remuneraciones (IGR) que en definitiva se adopta para determinar la evolución de la productividad del trabajo en el país se compone de la siguiente manera:

i) 1860-1913 Indice Total Rojas (T-1). Para el período 1907-1913, el mencionado índice experimenta un ciclo profundo; considerando la evolución positiva del total de capital per cápita, Davis (1966), el IGR se incrementa gradualmente a partir del nivel de 1906 para alcanzar el nivel de 1913 en ese año. Para la distribución en los diversos años también se considera el índice del stock de capital per cápita.

ii) 1914-1923 Evolución de forma tal que en 1923 se recupera el nivel promedio, 1860-1-2, de Rojas.

iii) 1924-1929 Evolución de forma tal que en 1929 se alcanza el nivel de Rojas para 1926.

iv) 1930-1933 Caída para alcanzar finalmente el nivel de Alvarez correspondiente al año final.

6No se ha realizado un estudio histórico propiamente tal, por ejemplo, un análisis de información de diarios, que pudiera servir para apoyar o debilitar esta conclusión.

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CUADRO T-18 INDICE GENERAL DE REMUNERACIONES 1860-1933

IGR IGR (1924 =100) 1860 1.64 97.6 1861 1.70 101.2 1862 1.61 95.8 1863 1.58 94.0 1864 1.68 100.0 1865 1.75 104.2 1866 1.78 105.6 1867 1.76 104.8 1868 1.76 104.8 1869 1.79 106.5 1870 1.80 107.1 1871 1.71 101.8 1872 1.63 97.0 1873 1.58 94.0 1874 1.62 96.4 1875 1.63 97.0 1876 1.66 98.8 1877 1.58 94.0 1878 1.66 98.8 1879 1.59 94.6 1880 1.43 85.1 1881 1.46 86.9 1882 1.63 97.0 1883 1.66 98.8 1884 1.92 114.3 1885 1.69 100.5 1886 1.73 103.0 1887 1.78 105.9 1888 1.82 108.3 1889 1.98 117.9 1890 1.98 117.9 1891 1.50 89.3 1892 1.66 98.8 1893 1.40 83.3 1894 1.26 75.0 1895 1.72 102.4 1896 1.83 108.9

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IGR IGR (1924 =100) 1897 1.76 104.8 1898 1.59 94.6 1899 1.48 88.1 1900 1.50 89.3 1901 1.35 80.4 1902 1.37 81.5 1903 1.52 90.5 1904 1.45 86.3 1905 1.40 83.3 1906 1.34 79.8 1907 1.35 80.4 1908 1.38 82.1 1909 1.39 82.7 1910 1.41 83.9 1911 1.44 85.7 1912 1.47 87.5 1913 1.49 88.7 1914 1.50 89.3 1915 1.51 89.9 1916 1.52 90.5 1917 1.53 91.1 1918 1.54 91.7 1919 1.56 92.9 1920 1.58 94.0 1921 1.60 95.2 1922 1.62 96.4 1923 1.65 98.2 1924 1.68 100.0 1925 1.72 102.4 1926 1.76 104.8 1927 1.81 107.7 1928 1.86 110.7 1929 1.92 114.3 1930 1.77 105.4 1931 1.62 96.4 1932 1.60 95.2 1933 1.58 94.0 1934 1.58 94.0 1935 1.58 94.0 FUENTE: Ver texto sección 2.7 y anteriores. IGR = Indice General de Remuneración del Trabajo.

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3. ESTIMACION DE LA REMUNERACION UNITARIA EN EL SECTOR MANUFACTURERO 1924

En esta sección se determina la remuneración unitaria por trabajador para el sector manufacturero. En las secciones siguientes se emplea el procedimiento general que aquí se desarrolla, para determinar las remuneraciones en el resto de los sectores para el mismo año 1924. 3.1. Remuneraciones Contreras (1924) entrega antecedentes sobre sueldos y salarios medios para el año 1924 en la industria manufacturera, distinguiendo zonas, profesiones y sectores; las que se presentan en el Cuadro T-19.

CUADRO T-19

SUELDOS Y SALARIOS MEDIOS 1924 INDUSTRIA MANUFACTURERA

($ de 1924 por día)

$/Dic. Norte 25 Central 18 Sur 16 Austral 25 FUENTE: Contreras, (1924). pp.45.

Para obtener un promedio nacional, estas remuneraciones se ponderan de acuerdo al número de establecimientos manufactureros por zona geográfica; se utiliza para ello el dato más cercano, 1912.

CUADRO T-20

DISTRIBUCION REGIONAL DE ESTABLECIMIENTOS: MANUFACTURAS 1912

Número % Norte 540 8,7 Central 3.029 48,7 Sur 2.543 40,9 Austral 101 1,6 Total 6.213 100,0 (Santiago) (1.232) (19,8) FUENTE: Tomado de Cabrera, (1987).

78 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

Antes de continuar, una disgresión sobre la cobertura de estos antecedentes sobre remuneraciones. Debe reconocerse que una fracción importante del empleo manufacturero es de carácter rural (Ver Población y Fuerza de Trabajo 1540-1988) y que, por otra parte, los establecimientos manufactureros generalmente tienen ubicación urbana. En la fuente citada para el empleo manufacturero, éste es tanto urbano como rural; más aún, durante el período 1860-1930 se manifiesta una migración de población en dirección a la gran ciudad, lo que también sucede con la producción manufacturera y por ende, con su empleo de trabajo; o sea, durante este período de 70 años la distribución del empleo manufacturero entre el área rural y el urbano no fue constante. Para muchos autores la manufactura rural no es tal, no tanto por su ubicación sino y en lo fundamental, por cuanto asocian el proceso productivo manufacturero rural con una función de producción intensiva en trabajo, tal vez intensiva en capital humano; además lo relacionan con una organización industrial caracterizada por un alto grado de integración vertical. De hecho, estos autores, al referirse al trabajo manufacturero rural hablan de artesanos, de oficios y no de manufacturas. Esta distinción, sin embargo, tiene su origen en una preocupación muy distinta a la simple construcción de indicadores de producción. En ella la "industrialización" constituye un hito especial en el raconto del crecimiento económico, por cuanto se visualiza el despegue económico de la sociedad, en términos de un proceso en que la forma de producción cambia, tal vez, bruscamente, optándose por tecnologías más intensivas en capital físico -máquinas y edificios-, y por organizaciones bastante más especializadas y verticalmente desintegradas en relación a la tecnología de la artesanía. No es éste el lugar para entrar en una discusión sobre esta visión del desarrollo económico, pero podemos afirmar que la distinción no tiene mayor importancia cuando sólo se trata de construir indicadores de producción o de valor agregado. Asignarle una importancia especial a la manufactura urbana equivaldría, en términos actuales, a proponer algo así como que la producción o el valor agregado en el sector, por ejemplo de computación, debiera recibir un tratamiento distinto al que se acuerde para, digamos, la producción de casimires. De modo que tratar como empleo manufacturero el empleo rural y el urbano, el de los artesanos como el de obreros, empleados y patrones de una fábrica, parece enteramente justificado a la luz del objetivo de construcción de índices de producción, que es el fin último de todo este esfuerzo. La única pregunta realmente pertinente se refiere a la remuneración que se les debe atribuir. Entendemos que el migrante no es un artesano en el ápice de su ingreso ciclo de vida, sino, más bien, alguien que está cerca del período de entrada a la fuerza de trabajo y que, por tanto, incorpora mucho menos capital humano que lo que posee el primero. Vemos a la migración como un proceso social que corrije desequilibrios, ya sea que éstos últimos se originen en la ciudad o en el campo. Se trata de procesos que en cada momento restablecen el equilibrio, de modo que la riqueza esperada para una persona, individuo joven que entra a la fuerza de trabajo, no depende de su desempeño en el área rural o urbana aunque, y en un sentido agregado, la migración sea condición necesaria para que la proposición tenga validez al nivel marginal. Es en este sentido que las remuneraciones urbanas se pueden

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hacer extensivas al campo, siendo éste el criterio que se adopta aquí. Por cierto que sería preferible contar directamente con un conjunto de remuneraciones desagregadas, pero ése no es el caso del presente estudio. Entonces, y volviendo ahora al cálculo de la remuneración nacional para el sector, la remuneración media para el empleo manufacturero que así se obtiene asciende a $17,83 para 1924 en pesos del mismo año. (Sueldos y Salarios Medios por región ponderados por el porcentaje de establecimientos por región). (T-19 y T-20). Este promedio diario correspondería tanto al empleo manufacturero urbano como al rural, de artesanos y otros trabajadores independientes del sector, a obreros y empleados de fábrica. Pero también reflejaría al promedio en el sentido de ciclo de vida de los ingresos. Ahora bien, la estructura ocupacional en la manufactura, de acuerdo al censo de 1930 (Población y Fuerza de Trabajo 1540 - 1988; Cuadro 13) es la siguiente: Patrones 31,3% Empleados 6,5% Obrero 62,2% ______ Empleo Total Manuf. 100,0% La remuneración media diaria calculada para el año 1924, esto es $17,83, entendemos que corresponde al agregado de empleados más obreros. En cuanto a los patrones, se trata de una categoría heterogénea en donde la dispersión puede ser amplia. Sin disponer de mucho más antecedentes, pero enfatizando que sólo se trata de remuneración de los patrones como dueños de capital humano, excluyendo su eventual propiedad de capital físico (herramientas y construcciones de artesanos, máquinas, edificios y vehículos de patrones de fábrica), se supone que su remuneración es equivalente a la de profesionales de empresas, las que figuran en el Cuadro T-21.

CUADRO T-21 ESTRUCTURA DE REMUNERACIONES DIARIAS POR PROFESIONES 1924

(Jornaleros = 100) Profesionales Oficios Sirvientes Jornaleros Varios Norte 200 83 47 100 Central 250 80 40 100 Sur 180 56 28 100 Austral 200 63 38 100

X_

Nacional 208 71 38 100 FUENTE: Construido a partir de Contreras, (1924).

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En esta clasificación empleados y obreros no figuran directamente, pero se supone que el sueldo y salario medio de $17,83 puede ser asociado con el jornalero. Estos últimos están por encima del grupo "oficios varios", el que podría acercarse a la remuneración del obrero con contrato permanente; sin embargo, en los $17,83 también se incluyen los empleados, los cuales presumiblemente tienen una remuneración superior a la de jornaleros. Siguiendo con esta línea de argumentación y tomando los promedios nacionales del cuadro se llega a que los patrones obtienen una remuneración de $37,08 (= 2.08 x 17,83). Antes del cálculo de la remuneración final habría que tomar en cuenta que buena parte de la fuerza de trabajo manufacturera es femenina, con una remuneración que es menor al valor ya indicado. Contreras (op.cit.) indica que la remuneración de la mujer queda 20% por debajo de la del hombre y la del niño 30%. Se podría pensar que la diferencial mujer-hombre es aún algo mayor por cuanto el empleo femenino se concentra relativamente más en el grupo de mujeres jóvenes y, por ende, de menor acumulación relativa de capital humano. Tomando en cuenta los antecedentes arriba indicados se concluye que la remuneración femenina es 25% menor que el promedio masculino7. Por otra parte, la importancia relativa del empleo femenino asciende en 1924, a 36,85%. (Ver Cuadro T-22).

CUADRO T-22

IMPORTANCIA RELATIVA DEL EMPLEO FEMENINO SOBRE EMPLEO TOTAL. SECTOR MANUFACTURERO 1920 Y 1930

1920 1930 % empleo femenino 40,3% 31,6%

FUENTE: Población y Fuerza de Trabajo 1540-1988. Cuadro 19. Nota: El porcentaje para 1924 -interpolación simple- es 36,85%.

7No se hace otra corrección para la presencia de niños en fuerza de trabajo, pero se podría entender que el mencionado 25% capta también algo de este efecto.

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81

3.2. Cálculo de la Remuneración Diaria Promedio para el Sector Manufacturero: 1924 RM = RB (1 - α) [a + b I] + RB (α)(g) RM

1924,1924 = 17.83(.632) [(.677)1 + (.313)2.08)] + 17.83(.368)(.75) RM

24,24 = 19.886 8

RM = Remuneración diaria promedio sector manufacturero. αt = Porcentaje de participación de la mujer en la fuerza trabajo manufacturero en año

t. αt : Para período 1920-30 valores censales e interpolaciones; en la estimación de

la serie 1860-1930, para los años pre 1920, se mantiene constante el valor de 1920 (ver Sección 6).

a = participación de empleados y obreros en empleo del sector manufacturero.

b = participación de patrones en empleo del sector manufacturero.

a+b = 1; en mujeres a = 1 y b = 0. I = Indice de remuneración de patrones en relación a empleados y obreros; I = 2.08.

RB = Remuneración promedio base; $17,83 de 1924 y para 1924.

g = remuneración femenina sobre remuneración masculina.

Recojemos, finalmente, una posible crítica a esta metodología, pero que a nuestro entender sería infundada. Se podría sostener que por tratarse de sueldos y salarios medios, los datos de Contreras (1924) ya representan RM y que, por tanto, el cálculo que engloba la fórmula equivaldría a ponderar dos veces por los distintos elementos que la componen. En otras palabras, la crítica en cuestión diría que RB ya representa RM . Pero, no es así. En primer lugar, los patrones suelen no incluirse bajo el rubro de remuneraciones; al patrón suele asociarse a un ingreso residual, de modo que difícilmente podría considerarse incluido en el ítem "sueldo y salario medio". En segundo lugar, el antecedente que entrega Contreras (1924) señala explícitamente que las remuneraciones de

8Para tener un punto de comparación digamos que el saco de trigo al por mayor tenía en 1924 un precio de $37 (saco de 74 Kg.) (Latorre; 1958). De modo que la remuneración diaria promedio del empleo del sector manufacturero, en 1924 equivale a 39.8 Kg. de trigo al por mayor.

82 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

la mujer son inferiores en un 20% a los sueldos y salarios medios proporcionados. De modo que también por este concepto debe corregirse el RB . 4. ESTIMACION DE LA REMUNERACION UNITARIA EN LOS SECTORES

RESTANTES: 1924. La metodología básica que se emplea para determinar la remuneración del resto de los sectores de la economía, es la utilizada para el sector manufacturero. Es decir, primero se determina un sueldo y salario medio por sector, -RBi respectivo-, (Ver Cuadro T-24 y sus Notas). En seguida se transforma esta última variable en una remuneración media del sector, de acuerdo a la especificación desarrollada para el sector manufacturero (Sección 3.2). 4.1. Agricultura y Pesca RB = $ 10,76 (Cuadro T-24) α = 13,2% (Cuadro T-23) a = 72,6% (Población y Fuerza de Trabajo 1540-1988; Calculado en base a

Cuadro 24). b = 27,4% (Se incluye servidumbre y desocupados en la fuerza de trabajo). g = 80% Ver Cuadro T-25. I = 1,7 Al igual que en servicios se supone un índice algo menor que el promedio

nacional. El elevadonúmero absoluto de patrones, cercano a 149.000, justifica un índice menor que el promedio nacional ya que los establecimientos son, presumiblemente "pequeños".

17.12$. =AGRIC

PESCAR

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 83

83

4.2. Minería RB = $ 24 (Cuadro T-24) α = 0 (Cuadro T-23) a = 88.1% (sólo obreros) Cuadro 16 “Población y Fuerza de Trabajo b = 11.9% (patrones y empleados) en Chile 1540-1998” I = 2 Cuadro T-21 (Zona Norte)

RMINERIA = $ 26.86 4.3. Construcción RB = $ 17,83 α = 0 (Cuadro T-23) a = 88.1% (sólo obreros) Cuadro 16 “Población y Fuerza de Trabajo b = 11.9% (patrones y empleados) en Chile 1540-1998” I = 2.08 Cuadro T-21 (Promedio Nacional)

RCONSTRUCCION = $ 20.12 4.4. Comercio RB = $ 35,94 (Cuadro T-24) α = 14.3% (Cuadro T-23) a = 50.3% Cuadro 16 “Población y Fuerza de Trabajo b = 11.9% en Chile 1540-1998”

84 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

I = 1,5 Debido al elevado porcentaje de patrones, lo que hace presumir que hay también mucho comercio "chico", se rebaja el índice I a 1,5 (Promedio Nacional 2.08)

RCOMERCIO = $ 38.46 4.5. Transporte RB = $ 17,50 (Cuadro T-24) α = 0 (Cuadro T-23) a = 90% Cuadro 15 “Población y Fuerza de Trabajo en Chile 1540-1998”. Promedio b = 10% simple de Navegación y Comunicaciones. I = 2.08 Cuadro T-21 (Promedio Nacional).

RTRANSPORTE = $ 19.39 4.6. Servicios y Otros RB = $ 19,50 (Cuadro T-24) α = 38.7% (Cuadro T-23) a = 72.2% (Empleados y obreros) Cuadro 12 “Población y Fuerza de Trabajo en Chile b = 27.8% (Patrones) 1540-1988” (corresponde al promedio nacional) I = 1,7 Se supuso un índice algo menor que el promedio nacional (Cuadro T-21).

g = 80% Cuadro T-25

RSERVICIOS = $ 20.32

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 85

85

CUADRO T-23 ESTIMACION FUERZA DE TRABAJO FEMENINA POR SECTORES

DE ACTIVIDAD: 1930 Personas Distribución Agricultura y Pesca 28.695 13,2 Minería 674 0,3 Manufacturas 70.722 32,4 Construcción 514 0,2 Comercio 31.166 14,3 Transporte 1.900 0,9 Servicios + otros 84.376 38,7 Fuerza Trabajo Femenina 218.047 100,0 FUENTE: Construido en base a información de Cuadros 7 y 19 "Población y Fuerza de

Trabajo en Chile 1540-1988. La importancia relativa de la fuerza de trabajo femenina es: Cuadro T-26: Agricultura, Minería, Manufactura, Comercio, Transporte (.7

Navegación + .3 Comunicación). Construcción: Se usa el coeficiente de minería. Servicios: Residuo = Fuerza de Trabajo femenina menos fuerza de trabajo

sectores previos.

86 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

CUADRO T-24 SALARIOS Y SUELDOS MEDIOS POR SECTORES: 1924

($/día trabajador)(RBi)

Agrícola 10,76 Minería 24,00 Manufacturas 17,83 Construcción 17,83 Comercio 35,94 Transporte 17,50 Servicio y Otros 19,50 Promedio Nacional 17,73

Nota: (a) Distribución Población 1930 I II III Norte Grande 6.8 Norte 6.8%

%5.614.55;1.6;

CentroalNorteCentr

NorteChico

%6.287.7

;9.20.Sur

LosLagosFronteraConcep

Los Canales 3.2 Austral 3.2% Población País 100.0% FUENTE: Columna I: Calculado en base a información, pp.144, Hurtado, (1966) Columna II: Ubicación de las regiones Norte, Central, Sur y Austral de

Contreras (1924), pp. 45 en el ordenamiento de Hurtado. Columna III: Distribución Población en zonificación II. (b) La información básica de salarios y sueldos proviene del Cuadro T-25. (b.1) Agricultura: Para el cálculo se emplean los sueldos y salarios medios

de Contreras (1924), Cuadro T-25 por zona, ponderando por la respectiva población de la zona.

(b.2) Minería: en 1930, aproximadamente, 45.000 personas trabajan en salitreras (Hurtado, op.cit.) sobre un empleo total de alrededor de

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 87

87

84.000 trabajadores en el sector en el país. Se supuso que la ponderación de la Zona Norte es aquí 50% y el 50% restante se reparte entre Centro y Sur.

(b.3) Manufacturas. Ver Sección 3.2. (b.4) Construcción: se supone idéntico a Manufacturas. (b.5) Comercio: Se toma el promedio de comercio al por mayor y por menor;

las ponderaciones corresponden a la población. (b.6) Transporte: promedio de transporte marítimo y terrestre, ponderación

de acuerdo a población. (b.7) Servicios: los sirvientes representan aproximadamente 37% del

empleo de servicios (Cuadros 7 y 10, Población y Fuerza de Trabajo 1540-1988). Se considera que en cada zona la remuneración base es un promedio conformado por los salarios de sirvientes, jornaleros, ambos con 45% cada uno y 10% para profesionales. Para agregar las zonas, el promedio se calcula ponderado por población.

(b.8) Promedio Nacional: Remuneración sectorial del Cuadro, ponderado por fuerza de trabajo 1930 (Cuadro 6, Población y Empleo Chile 1540-1988).

88 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

CUADRO T-18 SALARIOS Y SUELDOS MEDIOS POR ACTIVIDAD Y ZONA: 1924

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 89

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4.7. Remuneración diaria promedio para el trabajo por sectores Finalmente, en el Cuadro T-26, figura la remuneración diaria promedio para el trabajo en los diferentes sectores, resume los resultados de los cálculos de 3.2, 4.1, 4.2, 4.3, 4.4, 4.5, 4.6.

CUADRO T-26 REMUNERACION DEL TRABAJO POR SECTORES: 1924

($/día)(Ri)

Agricultura y Pesca 12,17 Minería 26,86 Manufacturas 19,87 Construcción 20,12 Comercio 38,46 Transporte 19,39 Servicios (y otros) 20,32

FUENTE: Corresponde a las remuneraciones determinadas en 3.2 y 4.1 a 4.6. Nota: Se refiere a la remuneración promedio de todo el trabajo en la actividad

incluyendo el trabajo de patrones que figuren en las estadísticas laborales. 5. NUMERO DE DIAS TRABAJADOS: 1860 - 1930 Jobet, (1955), cita a Nicolás Palacios señalando que el período anual de trabajo, en 1904, constaba de 296 días, descontando 52 domingos, 15 festivos religiosos y 2 civiles. Por otra parte el "Almanaque Chileno", publicado por Librería El Mercurio de Valparaíso señala que la frecuencia de feriados religiosos es la siguiente:

Período Feriados religiosos 1875 - 1885 13 1885 - 1890 16 1891 - 1913 13 1914 en adelante 10

90 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

En base a estos antecedentes se determinó la cantidad de días de trabajo (DL) en el período 1860 y 1930.

CUADRO T-27 DIAS DE TRABAJO POR AÑO (DL) 1860-1930

Período Feriados Domingos DL Religiosos Nacionales 1860-1885 13 2 52 297 1886-1890 16 2 52 294 1891-1913 13 2 52 297 1913-1930 10 2 52 300 FUENTE: Ver Texto. El concepto DL, se entiende como un conjunto potencial de días por trabajar, pero es el comportamiento del trabajador el que determina los días efectivamente trabajados, teniendo por tope DL. Waidele (1943), en base a una encuesta realizada en el mismo año a establecimientos manufactureros grandes en Santiago, señala que el ausentismo medio mensual asciende a 6,55%. Las causas que identifica son: enfermedad, sin permiso, maternidad, preventivo y accidentes. Respecto del último punto, se trata sólo de accidentes con inhabilitación pasajera; los accidentes que generan invalidez permanente se reflejan directamente en la magnitud de la fuerza de trabajo observada por el censo de población. (Éstos, los que producen invalidez permanente, son frecuentes en esa época; es precisamente ésta una de las razones que se esgrimieron para establecer la previsión socia l obligatoria en 1924, ver Novoa (1977). Debe también recordarse que en los censos de población previos a 1930, la fuerza de trabajo es identificada a través de las profesiones, de modo que el grueso de la desocupación queda automáticamente incorporada al concepto. En consecuencia, para llegar al trabajo efectivo y sin entrar en la discusión si es éste un asunto de demanda o de oferta, es preciso restar la desocupación. Al respecto el único antecedente que se tiene corresponde al año 1930 (Véase Población y Fuerza de Trabajo: Chile 1540-1988). La tasa de desempleo fue en ese año, 8,7% para hombres y 10,3% para las mujeres. Ahora bien, de acuerdo al índice de producción de sectores básicos del país elaborado por Davis y Ballesteros (1965), en 1930 la producción cae en 11%. (El fondo de la depresión se alcanza en 1932 con un nivel de PGB que es 46% inferior al de 1929). Sin embargo, al examinar el impacto sectorial de la caída en producción en 1930, se tiene que ésta se concentra en la minería; los demás sectores o bien mantienen su producción, el caso de las manufacturas, o bien, la incrementan. Agricultura se incrementa en 2,4%, Gobierno en casi 10% y Servicios de Utilidad Pública en 8,6% (Ballesteros, M.; Davis, T. (1965)).

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91

La minería representa, en 1930, 5,7% de la fuerza de trabajo total, de modo que si se supone que los aumentos de producción en los demás sectores se lograron con un empleo constante y que el desempleo es proporcional a la caída de la producción en la minería -26,8%-, entonces se llega a una tasa de desempleo total atribuible al ciclo igual a 1,52%. Si en vez de una elasticidad empleo-producto de tipo unitario, implícita en la estimación anterior, se considera una algo mayor, digamos 1,2, entonces la tasa de desempleo total atribuible al ciclo alcanzaría a 1,83% [= .268 (1.2) (.057)].

Estimación Tasa de Desempleo No Cíclico. 1930

Registrado No Cíclico ε = 1 ε = 1.2 Hombres 8,7% 7,18 6,87 Mujeres 10,3% 8,78 8,47

FUENTE: Ver Texto.

La elasticidad empleo mayor que la unidad puede resultar más apropiada para el cálculo del desempleo no cíclico. En efecto, para 1930, año en que la fase descendente del ciclo ya era un hecho, resulta plausible pensar que las expectativas referentes a demanda futura fueron inciertas por parte de los demandantes de trabajo, originando un comportamiento prudente y permitiendo, por ende, un mayor desempleo9. Por otra parte, de acuerdo a los censos, la importancia de la fuerza de trabajo femenina dentro del total es de 14.9% en 1930 y 21% en 1920. (Población y Fuerza de Trabajo 1540-1988, Cuadro 19). Considerando que esta fracción trae una tendencia decreciente, se pondera el desempleo femenino con .25 al calcular la tasa de desempleo total no cíclico. Tasa desempleo no cíclica = .0847 (.25) + .0687 (.75) (total fuerza trabajo) = 0.7269 También debe notarse que aquí se identifica el impacto del ciclo a través de la incidencia de la caída de la producción de la minería y que, por otra parte, se incorpora el

9Otro factor que aboga en favor de la presencia de desempleo más alto, es el comportamiento de la tasa de participación de la población en la fuerza de trabajo, que en 1930 registra una baja en relación a 1920 y 1940, compatible con un fenómeno de "trabajador desalentado". Ver Población y Fuerza de Trabajo. Chile 1540-1988, sección 2.

92 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

desempleo femenino al cálculo, siendo que la presencia de la mujer en este sector es ínfima. Implícitamente se supone entonces, que el desempleo en cuestión se esparce por toda la economía, y que la evolución del sector minero sólo se usa para determinar el impacto cuantitativo global. Finalmente, debemos reconocer que el supuesto de tasa de desempleo constante para el período 1860-1930 e igual al nivel no cíclico estimado para 1930, va a tender a atenuar el impacto de los ciclos económicos sobre las series de producción. Por ahora, sin embargo, no se cuenta con un indicador independiente del ciclo que permita incorporar este elemento al cálculo. Para determinar los días efectivamente trabajados, DEL, los días de trabajo se corrijen por la tasa de ausentismo, a, y por la tasa de desempleo, d. DEL = DL (1-a)(1-d) DEL = DL (1 - .0655) (1 - .07269) DEL = .8665711 (DL) Por consiguiente,

CUADRO T-28

DÍAS EFECTIVAMENTE TRABAJADOS POR AÑO 1860 - 1930

Período DEL 1860 - 1885 257 1886 - 1890 255 1891 - 1913 257 1914 ∅ 260

FUENTE: Ver Texto. 6. REMUNERACION REAL DEL TRABAJO POR SECTORES: 1860-1930 La determinación de esta serie procede en dos etapas; primero, la remuneración sectorial diaria para el trabajador medio (T-26) se transforma a remuneración anual con los días efectivamente trabajados, Cuadro T-28. Las series de la remuneración real anual por trabajor para cada sector, para el período 1860-1930, se obtienen multiplicando las remuneraciones anuales promedias por trabajador por el Indice General de Remuneraciones determinado en la sección 2.7. La serie así obtenida está expresada en $ de 1924.

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 93

93

O sea,

A

tiR 1924 = remuneración anual del trabajador promedio del sector i en el año t en $ del

año 1924. iR 1924 = remuneración diaria del trabajo sector i en 1924 (Cuadro T-26).

DELt = días efectivamente trabajados en año t (Cuadro T-28). IGRt = Indice General Remuneraciones en t (Cuadro T-18).

[ ]1924

19241924 IGRIGR

DELRti

R tiA =

La productividad anual por trabajador en pesos del año 1924 -valor agregado por

trabajador-, A

tiR 1924 , se presenta en los cuadro L-3, L-4, L-5 en "Indicadores totales y

sectoriales de la producción en Chile 1860-1930" (Capítulo 7). Estas series se expresan en poder adquisitivo correspondiente a 1862-63-64 (L-3), 1908, 09, 10 (L-4) y 1928, 29, 30 (L-5); para ello los datos en pesos de 1924 se transforman con el índice general de precios (IGP) del capítulo "El Nivel de Precios en Chile 1830-1930". (Cuadro IP-5). Por último en los Cuadros L6, L7, L8 (Indicadores totales y sectoriales 1860-1930), se encuentra el valor agregado anual del trabajo por sector y el total para la economía. Este resulta de multiplicar las remuneraciones anuales por trabajador en sus respectivas bases (L-3, L-4, L-5) por la fuerza de trabajo sectorial (Cuadro L-2).

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 95

IV

ESTIMACION DE LA PRODUCCION DE VACUNOS CHILE 1860-1930

Similar a otros productos del agro, las estadísticas referentes a la ganadería para el período 1860-1930 registran períodos sin información. Sin embargo, el caso es más complejo por cuanto existe aquí la posibilidad de un registro estadístico del stock ganadero o de la producción anual, dando origen así a dificultades adicionales de interpretación en tanto el criterio de recolección de antecedentes experimente variaciones a lo largo del tiempo. Por otra parte, si el stock de ganado se emplea como indicador para determinar recaudaciones tributarias se proporciona un argumento para que los afectados intenten ocultar parte de la masa. Esto y la eventual variabilidad del esfuerzo que puedan realizar los encargados de producir las estadísticas puede, entonces, traducirse en fluctuación del stock o de la producción, dependiendo de la variable que sea registrada. Fenómenos como los descritos hacen de la producción ganadera un caso especial, siendo el objeto del presente capítulo el desarrollar una estimación de la producción de vacunos para el período ya señalado. Se finaliza con la construcción de un indicador de la evolución del consumo per cápita de este producto, serie que se extiende hasta el presente. 1. FUENTES La serie correspondiente a existencia de ganado vacuno figura en el Cuadro G-0. Los antecedentes provienen de los Anuarios Estadísticos de la República de Chile (1862-1890 y 1908-1935) y de la Sinópsis Estadística de la República de Chile (1901-1980). [DEC]. A partir de 1910 se dispone, adicionalmente, de la serie de Correa y Fernández (1970). En lo fundamental ambas series coinciden, aunque esta última registra en la segunda mitad de los años veinte más espacios en blanco que la primera. Por último, está el Censo Ganadero de la República de Chile de 1906. [Ministerio de Industria y Obras Públicas, Sección Estadísticas e Información Agrícola, Imprenta y Litografía Universo]. El total de bovinos -existencia- de acuerdo al Censo, para el año 1906, asciende a 2.674.666 unidades. Para el mismo año, la Sinópsis Estadística registra sólo 892.472, o sea, el 33.4%. En 1910, como señalan Correa y Fernández (op.cit.) las vacas constituían un 32.4% de la existencia de bovinos, fracción que con algunas bajas esporádicas se mantiene hasta 1968. Los porcentajes casi idénticos, 33.4% y 32.4%, ciertamente que podrían ser consecuencia de la simple casualidad, pero y aceptando que un censo es una tarea de gran envergadura estadística, que envuelve un esfuerzo considerable en relación a la recopilación anual y periódica de datos, la diferencia entre sinopsis y censo constituye una advertencia que no puede ser ignorada.

96 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

96

CUADRO G-0 EXISTENCIA DE GANADO BOVINO. 1862-1935

Años Nº de cabezas 1862 934.354 1863 759.080 1864 629.229 1865 - 1866 2.653.408 1867 2.503.028 1868 2.344.292 1869 1.080.492 1870 1.677.440 1871 966.028 1872 1.046.008 1873 956.788 1874 996.872 1875 - 1876 1.329.480 1877 - 1878 1.535.690 1879 - 1880 976.200 1881 1.023.764 1882 1.152.560 1883 1.191.428 1884 1.236.732 1885 1.216.696 1886 977.568 1887 799.168 1888 728.404 1889 722.604 1890 - 1891 - 1892 - 1893 - 1894 - 1895 - 1896 - 1897 - 1898 - 1899 - 1900 -

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 97

Años Nº de cabezas 1901 829.953 1902 - 1903 969.368 1904 2.380.292 1905 897.676 1906 892.472 1907 - 1908 2.303.659 1909 - 1910 1.635.140 1911 1.640.322 1912 1.760.272 1913 2.083.997 1914 1.968.620 1915 1.943.954 1916 1.869.053 1917 2.029.942 1918 2.225.323 1919 2.163.141 1920 - 1921 - 1922 1.995.539 1923 - 1924 - 1925 1.918.433 1926 2.167.165 1927 1.976.290 1928 2.108.880 1929 2.103.135 1930 2.205.365 1931 1.968.535 1932 2.135.560 1933 2.326.660 1934 2.242.895 1935 2.462.730

FUENTES: 1. "Anuarios Estadísticos de la República de Chile" (1862-1890 y 1908 - 1935). 2. "Sinopsis Estadística de la República de Chile". 1901-1908. Nota: Existencia es el stock de ganado bovino de cualquier edad.

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2. ANÁLISIS DE LOS ANTECEDENTES Al examinar la serie del Cuadro G-0 se aprecian violentas fluctuaciones con anterioridad a 1913. Por otra parte, el análisis de la serie de existencia de ganado de otros países, específicamente USA, como la evolución de la serie chilena a partir de esa fecha y hasta 1968, sugieren que el stock de ganado cambia lentamente y no experimenta fluctuaciones anuales mayores (Véase Correa y Fernández, op.cit., pp. 25 y para USA, Livestock and Meat Statistics, 1957. US Department of Agriculture, Washington, D.C. pp.2, en que figura la existencia a partir de 1867 y hasta 1958 para ese país). Es difícil pensar que la economía chilena haya experimentado, en la segunda mitad del siglo pasado, shocks que puedan justificar las fluctuaciones que registra la serie del Cuadro G-0 antes de 1913; más bien, cabe pensar que el concepto "bovino" fue cambiando en forma un tanto errática al elaborarse las estadísticas y/o que, tal vez por consideraciones de evasión tributaria, los encargados de elaborar las estadísticas enfrentaban dificultades variables para establecer la existencia total de animales. Dan fé de este aspecto, tanto los mismos documentos de la DEC (Dirección Estadísticas y Censos) como sucesivos Boletines de la Sociedad Nacional de Agricultura, publicaciones en que se hace referencia no sólo a confusiones no sistemáticas entre producción, existencia y nacimientos durante los diversos períodos estadísticos, sino, además, se señala la presencia de un fenómeno de subdeclaración que se derivaría de sucesivos intentos de aplicar o elevar la tributación agropecuaria. En el Cuadro G-0 llama la atención también el nivel de la existencia para los años 1866, 67 y 68, el que es parecido y levemente mayor al de los años 1933, 34, 35, 1904 y 1908. Sin embargo en 1862, 63, 64 la existencia registrada sólo alcanza al 31% de los años 1866, 67, 68. Lo anterior lleva a pensar que, en buena medida, se está ante un problema definicional y que el nivel de la existencia total de bovinos en la década de 1860 está alrededor del nivel registrado en 1866, 67, 68; además, que la cantidad registrada en los primeros años de la misma década corresponde sólo a un subconjunto, presumiblemente el de las vacas. Aceptar este diagnóstico implica que el stock total de vacunos a inicios del período 1860-1930 no difiere mayormente del stock final e, incluso, que éste habría caído levemente. Por otra parte, si esta proposición se combina con el antecedente anteriormente citado respecto del lento cambio que registra, en general, la variable existencia de vacunos, se tendría que el stock de ganado vacuno fue aproximadamente constante a lo largo de todo el período 1860-1930, sin perjuicio de algún ciclo o fluctuación de carácter leve. 2.1. El ciclo de exportación triguera y la ganadería Existe un aspecto del desarrollo ganadero vacuno en la segunda mitad del siglo pasado que conviene tener presente: se trata de la gran expansión de las exportaciones trigueras que se materializa a partir de mediados de la década de 1860 y de las consecuencias que de ella se derivan para la ganadería. Tanto la Sociedad Nacional de Agricultura (Boletines de años diversos) como Sepúlveda (1959) señalan que el ciclo de comercio exterior triguero significó utilizar tierras que previamente se habrían dedicado a la ganadería; se habla de un desplazamiento de la ganadería desde las tierras más

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 99

apropiadas para granos. Pensamos, a su vez, que no existen indicadores que pudieran justificar un cambio tecnológico simultáneo, el que hubiera podido compensar o substituir la disminución en el uso de insumos por parte de la ganadería, de modo que la expansión triguera debió significar una reducción en el stock y en la producción de vacunos. Las exportaciones de trigo suben vertiginosamente en los años 1864 y 65, manteniendo, aunque con fluctuaciones, el nivel de 1865 hasta 1895. De ahí en adelante, sólo esporádicamente se vuelve a estos niveles y el ciclo de las exportaciones de trigo se encuentra en su fase descendente, aunque en forma muy fluctuante (Véase Sepúlveda (1959) Apéndice 1). En consecuencia y por causa del menor uso del insumo tierra, la existencia y, por ende, la producción de vacunos debieron caer a partir de 1865, aproximadamente. Sin embargo, el desplazamiento de la producción de vacunos causado por la expansión de la producción triguera no pudo haberse ext endido hasta 1895, a lo largo de todo el ciclo de comercio exterior de este producto. Ya en 1885, el argumento de la disponibilidad de tierra deja de tener asidero si se considera que a partir de más o menos 1880 la oferta de tierra se expande en forma importante debido a la apertura de la Araucania y Región siguiente1. Hurtado (1966) proporciona los siguientes datos sobre distribución regional de la producción triguera del país:

CUADRO G-1

IMPORTANCIA DE LA ZONA SUR EN PRODUCCION TRIGUERA: 1860-1908 Año Producción Concepción Frontera y Los Lagos Producción Nacional Total 1860 10% 1870 12% 1880 5% 1885 27% 1908 46%

FUENTE: Calculado a partir de Hurtado (1966). Por otra parte, de acuerdo al Cuadro A-1 (Producción Agrícola), la producción total nacional de trigo no aumenta mayormente entre comienzos de la década de 1870 y fines de la siguiente, lo cual indicaría que el incremento de la producción del cereal en la zona sur entre los años 1880 y 1885, se debió compensar con una disminución de siembras en la zona central. Es decir, a más tardar en 1885, se estuvieron liberando terrenos en la zona central, los cuales, en parte al menos, debieron o pudieron significar una recuperación de la ganadería vacuna. Finalmente, la incorporación de tierras sureñas

1Se dice también que el bosque nativo ocupaba durante el siglo pasado una extensión muchísimo mayor que la actual. Cabe pensar entonces que parte de la mayor disponibilidad de tierra en las regiones tradicionales pudo provenir del corte de bosques.

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a la economía nacional también debió estimular la ganadería; así, en 1916, el 40% de la existencia de vacunos se ubicaba en la región comprendida por Arauco y Magallanes (Correa y Fernández, op.cit., pp.29). (Este porcentaje sube a 64% en 1965). Combinando los diversos aspectos hasta aquí señalados se tiene un escenario caracterizado por los puntos siguientes: (a) argumentos que permiten pensar que el stock de ganado vacuno a principios de

1860 no difiere demasiado de aquel que se registra alrededor de 1930, setenta años más tarde.

(b) un ciclo de exportaciones trigueras que habría provocado un ciclo en la existencia de vacunos, el cual se extendería, cima a cima, por un período de aproximadamente 20 años que median entre 1865 y 1885.

2.2. Importaciones de vacunos Un segundo aspecto, adicional al impacto ejercido por la expansión triguera sobre la ganadería, es la expansión de las importaciones de vacuno. La expansión de la producción triguera que se manifiesta de lleno a partir de mediados de la década de 1860, al desplazar producción ganadera logra estimular la importación de estos animales. Tal como indica el Cuadro G-2, estas importaciones se duplican si se compara el promedio anual del período 1861-66 con el siguiente, 1867-71; además, ellas vuelven a crecer en los años siguientes, sugiriendo que el efecto que tuvo el ciclo triguero sobre la producción de vacunos no logró manifestarse de igual forma en el consumo doméstico del producto.

CUADRO G-2 IMPORTACIONES VACUNO: 1861-1886

(Promedio anual)

Período Unidades (Promedio Anual) 1851-1860 15.679 1861-1866 24.566 1867-1871 48.264 1872-1873 77.133 1874-1878 59.437 1879-1881 29.735 1883-1886 77.373 1888-1896 92.622 1897-1898 55.712 1899-1900 27.727 1901-1907 54.158

FUENTE: Calculado a partir del Cuadro G-3. Nota: En 1896 se aplica un impuesto a la importación de ganado, desincentivando

así esta actividad.

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 101

CUADRO G-3 IMPORTACIÓN DE GANADO VACUNO: 1851-1930

(Cabezas) Año Importación 1851 6.146 1852 17.045 1853 3.089 1854 38.668 1855 21.378 1856 10.535 1857 9.124 1858 16.055 1859 20.583 1860 14.167 1861 26.086 1862 22.540 1863 22.498 1864 27.108 1865 20.504 1866 28.634 1867 46.015 1868 56.447 1869 41.973 1870 46.180 1871 45.706 1872 70.516 1873 83.751 1874 59.817 1875 61.325 1876 67.287 1877 61.647 1878 47.108 1879 25.930 1880 29.633 1881 33.642 1882 41.983 1883 73.636 1884 67.924 1885 73.683 1886 94.247 1887 31.545 1888 72.777 1889 112.237

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Año Importación 1890 76.799 1891 85.598 1892 107.652 1893 94.490 1894 83.279 1895 108.005 1896 92.762 1897 68.912 1898 42.512 1899 27.561 1900 27.893 1901 47.267 1902 45.990 1903 56.170 1904 60.211 1905 48.103 1906 53.337 1907 68.031 1908 105.238 1909 129.565 1910 - 1911 - 1912 83.075 1913 62.911 1914 41.366 1915 28.272 1916 29.935 1917 51.029 1918 73.948 1919 34.084 1920 47.422 1921 26.651 1922 29.692 1923 87.637 1924 50.584 1925 55.565 1926 128.828 1927 -- 1928 104.388 1929 238.920 1930 84.460

FUENTE: "Estadística Comercial de la República de Chile". "Anuario de Comercio Exterior".

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 103

3. PRODUCCIÓN DE GANADO VACUNO: UNA ESTIMACIÓN ALTERNATIVA En esta sección se desarrolla una estimación para la producción de ganado vacuno en base al consumo per cápita de años seleccionados. 3.1. Determinación del Consumo per cápita Los datos de beneficio de vacunos por municipio que proporciona el Censo Ganadero de 1906, pueden ser expresados en términos de un consumo de carne de vacuno en pié, per cápita y por municipio (Ver Apéndice 3.1 para transformación de cabezas en toneladas). Se usó para ello la población por municipio del Censo de Población de 1907, sin ajustar por el año de diferencia; sin embargo, la falta de sincronización total de los datos -el denominador corresponde a 1907 y el numerador a 1905 (reportado en 1906)-, tiene efectos muy secundarios, de modo que este aspecto es ignorado en los cálculos. Una primera impresión que se obtuvo al observar los coeficientes así calculados, se puede sintetizar del modo siguiente: el consumo per cápita es "alto" en el norte grande y en las grandes aglomeraciones urbanas, pero es muy bajo en las comunas más rurales. Ahora bien, se podría racionalizar este hecho con el argumento que en las últimas la población se encuentra más dispersa y, por ende, también el beneficio de animales, induciendo así a un subregistro de beneficios por razones de cobertura estadística. Pero existe una interpretación alternativa: de acuerdo a ella los datos del Censo Ganadero son básicamente correctos, siendo las áreas rurales las que realmente consumen menos vacuno. Esta última interpretación calza bien con la información esporádica y dispersa que se ha podido reunir sobre la dieta de trabajadores y campesinos. Un segundo aspecto que nos lleva a concluir en la misma dirección, es la evolución del consumo per cápita de vacunos en el período largo; éste, por los antecedentes recogidos -ver más adelante-, cae en las ciudades a través de los decenios, al menos desde los años 1870. Es decir, a medida que la urbanización del país avanza, el consumo per cápita urbano disminuye, sugiriendo ello que los nuevos miembros de la clase urbana consumían relativamente menos vacuno que el promedio anterior. Este comportamiento tal vez pueda ser atribuido a diferencias de riqueza entre inmigrantes y citadinos ya establecidos, tal vez a simples diferencias en preferencias; no es éste un tema que se profundice aquí. Estos argumentos nos llevaron a aceptar los antecedentes proveniente del Censo Ganadero y en consecuencia, los coeficientes de consumo per cápita que de él se derivan. Con el fin de explorar en forma más sistemática la relación entre el consumo de vacuno per cápita y el carácter rural-urbano de los diversos municipios, se hizo un ordenamiento en siete categorías de municipios. En el Cuadro G-4 figuran los promedios de los coeficientes de consumo per cápita de cada categoría. Asimismo y para cada municipio, se determinó el grado de urbanización a través del cuociente población urbana del municipio dividida por la población total del mismo calculado a partir del Censo Población 1907. La categoría más alta, consumo per cápita de 0,15 toneladas/año y más, corresponde, en general, a municipios del norte del país, resaltando en muchos su

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carácter minero. La categoría siguiente, 0,10 hasta 0.1499 toneladas año per cápita, corresponde en lo fundamental a las grandes ciudades, Santiago y Valparaíso-Viña, etc. El Cuadro G-4 confirma las impresiones generales que se obtuvieron con la inspección inicial de los datos por municipio; ésto es: (a) una relación positiva nítida entre consumo per cápita de vacuno y grado de

urbanización. (b) la excepción a la tendencia señalada en (a) corresponde a las comunas de mayor

consumo, la primera categoría en el cuadro. Se trata de mu nicipios en la región I y II, salvo poquísimas excepciones, en donde presumiblemente prima el carácter minero y, además, se trata de localidades en que el costo de transporte debe ser un factor de importancia en la determinación del precio de alimentos. Hasta cierto punto hay aquí también un problema definicional con el concepto de urbano, en especial en lo referente a los campamentos mineros.

CUADRO G-4

CONSUMO PER CAPITA DE CARNE DE VACUNO Y GRADO DE URBANIZACION: 1906

Por categorías Promedios Ponderados Categorías País Consumo Grado de Población (%) per cápita Urbanización (1) (2) (3) (4) .15 y más 2,7 .2014 .5801 .10 - .1499 19,7 .1177 .9301 .075 - .0999 8,2 .0858 .8249 .05 - .0749 9,8 .0645 .4787 .025 - .0499 13,0 .0348 .3464 .0001 - .0249 41,8 .0127 .1908 0 4,7 0 .0465 100,0 Columna (1) Categorías de consumo municipal per cápita; en toneladas de vacuno

vivo por año. (agregación de municipios de consumo similar). (2) Porcentaje de la población total del país que registran los municipios

caracterizados por el consumo señalado por la categoría. (3) Consumo per cápita de la categoría: promedio ponderado por

población del respectivo municipio. (consumo municipio por población municipio respecto de población categoría).

(4) Población urbana/Población total de cada municipio; ponderado por población del respectivo municipio en cada categoría.

FUENTE: Construido en base a los antecedentes del Censo Ganadero 1906 y del Censo de Población 1907.

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 105

3.2. Proyección del consumo per cápita La población total de los municipios incluidos en las primeras cuatro categorías de mayor consumo per cápita (hasta categoría .05 - .0799), alcanza a 1.277.538 personas, lo que coincide aproximadamente con la población urbana para 1907 de acuerdo a Hurtado (1966) (1.222.298 personas). El promedio ponderado por población del consumo per cápita de estas cuatro categorías "urbanas", asciende a 0.1038 ton. Las restantes categorías (tres) y que corresponden a los municipios de menor consumo, también se agruparon ponderando por las respectivas poblaciones. Con este procedimiento las siete categorías se refunden en solo dos, "urbana" y "rural".

CUADRO G-5 CONSUMO PER CAPITA DE VACUNOS: RURAL Y URBANO 1907

(ton. vivos por año)

Coeficiente "urbano" .1038 Coeficiente "rural" .0165

FUENTE: Calculado a partir de G-4 de acuerdo a procedimiento descrito en texto. La proyección del consumo para los decenios anteriores a 1906 se obtiene aplicando la población rural y urbana, tal como ésta es reportada por Hurtado (op.cit.), a los coeficientes de consumo per cápita, "rural" y "urbano", respectivamente. Sin embargo, para Santiago y Valparaíso-Viña, existen dos observaciones adicionales de beneficio de vacunos para años previos a 1907. De acuerdo a Boletines de la Sociedad Nacional de Agricultura, el beneficio de vacunos en 1879 y 1884 fué el siguiente: (cabezas de ganado).

CUADRO G-6 BENEFICIO DE VACUNOS: SANTIAGO Y VALPARAISO, 1879 Y 1884

(cabezas)

1879 1884 Santiago 62.699 66.273 Valparaíso 36.485 40.118

FUENTE: Boletines SNA.

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La población de ambas ciudades para esos años se ha estimado interpolando linealmente los datos de los censos poblacionales de 1875 y 1885 (Hurtado, op.cit.). Así los coeficientes de consumo per cápita (en cabezas de ganado) son:

CUADRO G-7

CONSUMO PER CÁPITA DE VACUNO: SANTIAGO Y VALPARAÍSO 1879, 1884 (vacunos/persona)

1879 1884 Santiago .3763 .3591 Valparaíso .3625 .3848 Stgo.-Valpo. .3711 .36.84

FUENTE: Cuadro G-6 para consumo total; Población: interpolación lineal de

poblaciones censales, Hurtado (op.cit.). Por otra parte, en 1906 y de acuerdo al Censo Ganadero de ese año y a los datos del Censo de Población de 1907, los coeficientes son los siguientes:

CUADRO G-8 CONSUMO GANADO VACUNO PER CAPITA 1906:

SANTIAGO Y VALPARAISO

Beneficio Población Coeficiente (cabezas) Santiago* 94.945 332.724 .2853 Valparaíso** 53.527 188.709 .2836 Santiago+Valpo. 147.472 521.433 .2847 * Incluye Santiago, Providencia, Ñuñoa y San Miguel. ** Incluye Valparaíso y Viña. FUENTE: Beneficio: Censo Ganadero 1906. Población: Censo Población 1907. Tomando ambas ciudades en conjunto se tiene que el consumo per cápita disminuye a un ritmo creciente a partir de 1879.

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 107

CUADRO G-9 COEFICIENTE CONSUMO VACUNO SANTIAGO Y VALPARAISO

1879-1906

Coeficiente Indice (1906=100) 1879 .3711 130,3 1884 .3684 129,4 1906 .2847 100,0

FUENTE: Calculado de Cuadros G-7, G-8. Entonces, para calcular los coeficientes de consumo per cápita para los años previos al censo ganadero, se incrementa el coeficiente determinado para 1906 de acuerdo al índice del Cuadro G-9. Este ajuste se realiza exclusivamente para el coeficiente urbano. El coeficiente rural para los años anteriores en 1906 se mantiene al nivel de dicho año. (La hipótesis implícita es que la caída del consumo urbano, se asocia a la migración proveniente de áreas rurales). En síntesis los coeficientes de consumo per cápita de ganado vacuno -ahora en toneladas por año-, para los años censales serían los siguientes:

CUADRO G-10

CONSUMO PER CAPITA DE CARNE VACUNO EN AREAS URBANAS 1865-1907(1)

(toneladas vivas por año)

Indice* Consumo per cápita** 1865 133 .138 1875 131 .136 1885 127.7 .133 1895 115.7 .120 1907 100.0 .104

* El índice es una interpolación lineal a partir de los datos de 1906, 1884 y 1879. Fuente: Calculado en base a Cuadro G-9.

** Consumo per cápita año t = coeficiente urbano 1907 x Indice año t. (1) La tendencia decreciente del índice se puede contrastar con lo que ocurre con el

consumo de carne per cápita entre 1928 y 1965 del presente siglo. Según Correa y Fernandez (op.cit.) la carne de vacuno disponible per cápita es 27 Kg. en 1928, disminuyendo a 15,4 Kg. en 1965 (pp.23), ésto es 43% en 37 años.

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El paso siguiente consiste en calcular el total para el país del consumo de ganado vacuno, para lo cual se multiplica la población urbana y la población rural por sus respectivos coeficientes de consumo de carne de vacuno per cápita.

CUADRO G-11 CONSUMO DE VACUNO. CHILE 1865-1907

(años censales) (toneladas vivas)

Población Coeficientes Consumo Consumo (1) Consumo(2) País(3) Corregido Rural Urbana Rural Urbano Rural Urbano Total (4) 1865 1.420.995 398.228 .0165 .1381 23.441 55.194 78.635 84.628 1875 1.535.553 539.518 .0165 .1360 25.336 73.374 98.710 106.233 1885 1.779.537 712.462 .0165 .1326 29.362 94.472 123.834 133.272 1895 1.836.099 953.901 .0165 .1201 30.296 114.563 144.859 155.900 1907 1.997.522 1.215.478 .0165 .1038 32.959 126.166 159.125 171.253 FUENTE: (1) Porcentajes de población rural y urbano según Hurtado (op.cit.) multiplicados

por Población Cuadro 2 de "Población y Fuerza de Trabajo". (2) Rural: Cuadro G-5; urbano: Cuadro G-10. (3) (1) x (2). (4) Consumo corregido = Total (171.253/159.125). Para la explicación ver texto que

sigue. Ahora bien y tal como se aprecia en G-12, de acuerdo al Censo Ganadero el consumo de vacunos en el país en 1907 (1905) alcanzó a 171.253 toneladas.

CUADRO G-12

CONSUMO VACUNOS EN PAIS. 1907

Cabezas Peso (1) (2) (3) Bueyes 90.335 .65 58.717 Novillos 124.766 .42 52.401 Vacas 136.509 .42 57.334 Terneros 18.671 .15 2.801 Consumo Vacunos 171.253 FUENTE: (1) Censo Ganadero (op.cit.) (2) Apéndice 3.1. (3) Peso en toneladas = (1) • (3)

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 109

Al comparar este total con el que resulta para 1907 con el método aquí desarrollado, se obtiene una diferencia a favor del Censo Ganadero de 7% (171.253/159.125 = 1.07). Se optó, entonces, por incrementar en 7% los consumos obtenidos por este método, generando así la última columna del Cuadro G-11 (Consumo Corregido). A continuación se emplea el mismo método general para determinar el consumo de vacunos a partir de 1907 y hasta 1930.

CUADRO G-13

CONSUMO VACUNOS CHILE 1920 Y 1930 (toneladas vivos)

Población Consumo/ Consumo Consumo cápita Total Corregido Rural Urbana Rural Urbano Rural Urbano Total 1920 2.163.506 1.621.494 .0165 .088 35.698 142.691 178.389 191.985 1930 2.259.324 2.105.676 .0165 .077 37.279 162.137 199.415 214.615 FUENTE: Idem Cuadro G-11. El índice que altera el consumo urbano per cápita sigue la

trayectoria del período 1889-1907 (igual tendencia).

Con el fin de comparar el consumo de vacunos así obtenido con los antecedentes sobre beneficio de animales de la Dirección de Estadística y Censos (reproducidos en Correa y Fernández, op.cit.), se determina un peso promedio del vacuno beneficiado. El peso de los diversos animales, de acuerdo al Apéndice 3.1, se pondera por la importancia relativa de los diversos bovinos en las estadísticas de "Beneficio en Algunas Ciudades Importantes" para 1934 (primer año disponible); ver Correa y Fernández, op.cit. pp. 41.

CUADRO G-14

PESO PROMEDIO DEL VACUNO VIVO (toneladas)

Peso(1) Ponderación (2) Bueyes .65 .092 Novillos .42 .28 Vacas .42 .431 Terneros .15 .196 Vacuno .3878

FUENTE: (1) Apéndice 3.1. (2) Correa y Fernández op.cit. pp. 41.

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Las toneladas consumidas en 1920 y 1930 se transforman así en cabezas de ganado.

CUADRO G-15

CONSUMO VACUNOS 1920 Y 1930 TRANSFORMACIÓN DE TONELADAS EN CABEZAS

Toneladas Cabezas (1) (2) 1920 191.985 495.062 1930 214.615 553.416

(1) Cuadro G-13, consumo corregido. (2) (1) Por peso vacuno promedio (.3878).

El beneficio en los mataderos del país de acuerdo a DEC (Correa y Fernández, op.cit. pp 37), en 1930 asciende a 441.776 cabezas de vacunos, mientras que la cantidad estimada con nuestra metodología es 553.416, es decir un 25,3% mayor. Una posibilidad para esta diferencia es que la estadística de la DEC, una serie anual, no cubra la totalidad de los mataderos del país sino sólo una muestra representativa de ellos. Por otra parte, nuestra estimación señala que en 1930, el consumo rural representaba casi 19% del consumo total, con lo cual se podría cubrir buena parte de la diferencia en cuestión. Sin embargo, aunque esta posibilidad pueda parecer plausible debido al mayor costo de tomar muestras en mataderos rurales que en los urbanos, la explicación sólo tiene el carácter de especulación y no tenemos un argumento más sólido que éste para fundamentarla2. Pero y a modo de conclusión, quedamos con la impresión que la diferencia entre los valores estimados por el presente método y los valores de la DEC no logra invalidar los niveles de consumo establecidos con la ayuda del método desarrollado aquí. Se opta, entonces, por aceptar los niveles de consumo estimados en esta sección; por otra parte, las fluctuaciones anuales de la serie "Beneficio de Ganado" de la DEC (Correa y Fernández, op.cit.), podrían emplearse para determinar fluctuaciones en los niveles de consumo arriba señalados.

2Nótese que la diferencia señalada también disminuiría en tanto las ponderaciones elegidas para determinar el precio promedio, asignaran mayor importancia a los animales de mayor peso.

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 111

3.3. Disponibilidad de Carne de Vacuno 1865-1983 Correa y Fernández, op.cit. (pp 23) indican que la disponibilidad de carne de vacuno es de 27 Kg. por habitante en 1928, reduciéndose a sólo 11,6 Kg. en 1965 (carne faenada), o sea, hubo un decrecimiento a un ritmo medio, simple, de 1,5% por año. ¿Qué ocurre previamente con dicho consumo? Para responder, se recurre al consumo estimado de vacuno en pié, encontrándose que el consumo per cápita es creciente hasta 1895 y que en alguna parte del período 1895-1907, comienza a disminuir en forma sistemática. O sea y en términos de la metodología desarrollada para construir la serie, en el período 1895-1907, el efecto del mayor consumo nacional que significa la migración de áreas rurales al sector urbano deja de compensar el efecto negativo de la reducción del consumo urbano por la incorporación a las ciudades de habitantes de bajo consumo 3.

CUADRO G-16 CONSUMO DE VACUNO EN RELACION A LA POBLACION

DEL PAIS 1865 - 1930 Consumo Total Población País Kg.Vivos/Población (1) (2) (3) 1865 84.628 1.819.223 46,5 1875 106.233 2.075.071 51,2 1885 133.272 2.492.000 53,5 1895 155.900 2.790.000 55,9 1907 171.253 3.213.000 53,3 1920 191.985 3.785.000 50,7 1930 214.615 4.365.000 49,2 (1) Consumo corregido de los cuadros G-11 y G-13. (2) Cuadro 2 de "Población y Fuerza de Trabajo; Chile 1540-1988".

3Una posibilidad es que la migración rural-urbana haya comenzado por los recursos humanos de relativamente mayor productividad y que, hacia comienzos del siglo 20, la migración se haya concentrado en forma creciente en personas de menos riqueza que sus colegas de decenios anteriores y, en consecuencia, con menor gasto per cápita en carne de vacuno.

112 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

112

Al combinar los antecedentes aquí elaborados con los ya señalados de Correa y Fernández, tenemos una tendencia decreciente en el consumo de vacuno que se extiende desde, aproximadamente, comienzo de siglo o muy poco antes, hasta al menos 1965. Para extender esta descripción hasta el presente se emplea la serie de "animales beneficiados en matadero" (Indicadores Económicos y Sociales 1960-1988", Banco Central de Chile pp. 77), la que se divide por la población (Cuadro 2, Población y Fuerza de Trabajo: Chile 1540-1988). El resultado es el siguiente:

CUADRO G-17

CONSUMO PER CAPITA DE BOVINOS: CHILE 1960-1983

Año [Bovino Beneficiado/Población] x 100 1960 7,67 1970 7,18 1982 6,89 1983 6,39

FUENTE: Ver Texto.

Entonces y si se acepta la idea de inferir el consumo de carne de vacuno a partir de estos indicadores disímiles, tendríamos que la tendencia decreciente del consumo se extiende a lo largo de todo el siglo 20 hasta el presente. Por cierto que las causas que pueden buscarse para explicar esta tendencia no tienen que ser únicas en los diversos subperíodos. Volviendo al inicio de la tendencia decreciente, alrededor de 1900, hay dos aspectos o coincidencias que cabría subrayar. Por un lado está la literatura de la "crisis" chilena. -Palacios, Encina y otros-, que ubica el inicio del fenómeno, por cierto un asunto un tanto subjetivo de cada autor, alrededor de la misma fecha. Un segundo aspecto se encuentra en la política arancelaria; en la segunda mitad de la década del noventa del siglo pasado (1896) se establece un impuesto a la importación de ganado4 (Gonzalo Izquierdo, señala que a comienzos del siglo 20 hubo una huelga en Santiago reclamando contra esta política).

4Sin embargo y considerando exclusivamente los precios de A.4 en Capítulo 7, el precio de la vaca aparentemente no subió, incluso bajó.

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 113

3.4. Producción de Vacunos Para determinar la producción de vacunos (Cuadro A3), se construye, en primer lugar, una serie de consumo por año, interpolando los datos del consumo corregido de los Cuadros G-11 y G-13. Al consumo anual así determinado se restan las importaciones [cabezas importadas, Cuadro G-3, convertidas a toneladas con el peso determinado en Apéndice 3.1(220 Kg.)]. Este procedimiento tiene el defecto de simplificar el papel del ganado importado. Una estimación más precisa implicaría ingresar las importaciones al stock de vacunos para luego aceptar como producción anual tan sólo la productividad del capital.

114 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

114

APENDICE 3.1. TRANSFORMACION DE CABEZAS DE GANADO EN TONELADAS

El Censo Ganadero de 1906 proporciona el beneficio en matadero de bueyes, novillos, vacas y terneros, en términos de cabezas. Para construir un índice agregado de beneficio de vacunos, se emplean las siguientes ponderaciones (que expresan el peso del animal vivo en toneladas): Bueyes (.65) Novillos (.42) Vacas (.42) Terneros (.15) Hasta, aproximadamente, mediados de 1960 el peso de los animales beneficiados fue considerablemente mayor que el arriba señalado. Correa B., J.E.; Fernández, V.B. (1970), indican los pesos siguientes para animales de beneficio en ferias de Santiago:

CUADRO G-18 PESOS DE VACUNOS EN FERIA DE SANTIAGO 1964 Y 1968

(toneladas por animal)

1964 1968 Novillos .560 .526 Vacas .483 .480 (1967) Bueyes .712 .701

Agregan que la reducción en el peso en sólo cuatro años entre 1964 y 1968, cabe atribuirla a la eliminación de una regulación que, a través de una restricción al número de cabezas por beneficiar, incentivaba un peso del animal por encima del que hubiese tenido sin tal decreto gubernamental. Suponemos, aunque sin haber realizado una investigación sobre el punto, que esta regulación no existía en el período 1860-1930. Por otra parte, la Revista Semanal del Campo que publica el diario El Mercurio, entrega pesos promedios para 1991 claramente inferiores a los arriba señalados para 1964 o 1968, lo que resulta compatible con la tesis de Correa y Fernández. Los pesos seleccionados para los cálculos resultan ser algo inferiores a los que se observan en la actualidad, tomando en cuenta así cambios en tecnología (transporte), raza y eventualmente, una tasa de interés superior en el período 1860-1930.

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 115

Finalmente, para convertir los vacunos importados en Kg. se considera un peso de 220 Kg. Ello resulta de considerar los siguientes factores: - llegan animales relativamente jóvenes capaces de resistir el viaje y mostrar

posterior capacidad reproductora (vaquillas). - el transporte, por pasos cordilleranos, provoca una pérdida importante de peso. O sea, 220 Kg. por cabeza corresponde al producto efectivamente importado. El posterior aumento de peso y la crianza se consideran producción nacional.

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 117

V

NOTA SOBRE EL NIVEL DE PRECIOS EN CHILE, 1830-1930

El presente estudio identifica un indicador para la evolución del nivel general de precios de la economía chilena para el siglo que comienza en 1830. El Indice General de Precios -IGP-, que se propone se configura en la forma siguente: 1830-1860 Precios Externos 1860-1912 Precios Externos y Precios Agropecuarios Domésticos 1913-1935 Indice de Precios de la Dirección de Estadística y Censos Este índice se encuentra en el Cuadro IP-5. En la sección uno, que figura a continuación, se examina la información general disponible. En la segunda sección se desarrollan diversas comparaciones entre estos indicadores, concluyendo con la elección del índice general. En la tercera sección se examina la tendencia entre precios agropecuarios y productos importados como una aproximación a un concepto de tipo de cambio. Por último, en la cuarta, se extiende la comparación desarrollada en 2 a un indicador anteriormente no considerado en este trabajo. 1. INFORMACION DISPONIBLE 1.1. Indice de precios agropecuarios, Latorre (1958) Corresponde a precios agropecuarios del mes de diciembre, de Santiago y Valparaíso ("El Mercurio" de Santiago, "El Mercurio de Valparaíso y "El Ferrocarril" de Santiago). Básicamente se trata de precios a nivel urbano y "al por mayor". Las ponderaciones empleadas por este autor, son las siguientes: Trigo 27.2 Cebada 4.5 Frejoles 13.6 Lentejas 4.5 Maíz 4.5 Papas 13.6 Lana 9.0 Vacas 23.1 _____ 100.0 El índice calculado por Latorre se inicia en 1879; sin embargo, su recopilación de precios se extiende a partir de 1860 y hasta 1957, aunque con algunas lagunas menores. Para extender el índice al tramo 1860-1879 se emplean los precios y el procedimiento de

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118

Latorre: se deflactan los precios de cada año por el precio correspondiente de 1940; se suman los valores así obtenidos para los diversos productos de acuerdo a las ponderaciones. Se recalcula así la serie completa entre 1860 y 1935. Para los años en que exis ten lagunas de información, los que son pocos, se consideró que las observaciones disponibles, con sus ponderaciones, constituían el cien por ciento del índice. Un caso especial lo constituye la determinación del precio de las vacas en 1940; se utiliza para ello el índice general y el precio de las vacas en 1915. El precio de vacas para 1940 que resulta así es de $837 la unidad. Con este procedimiento general se obtiene el Indice de Precios Agropecuarios Latorre Extendido (IPALS) Cuadro IP-1. Para comp arar el índice original de Latorre (IPAL) con el extendido cuya construcción recién se describió, se calculó el cuociente entre ambas series para el período 1879 - 1935 (Cuadro IP-3). Esta razón muestra una tendencia decreciente a lo largo del tiempo, además de algunas fluctuaciones anuales. Se puede decir, entonces que el índice de precios construido de acuerdo a las líneas arriba indicadas -Indice de Precios Latorre Extendido (IPALS)- arroja un crecimiento de precios algo mayor que el índice original de este autor. Entre 1879 y 1930, período que cubren ambos indicadores, IPALS se multiplica por 13.9 mientras que IPAL solo por 10.8. 1.2. Indice de precios de paridad internacional Este índice es el producto entre el tipo de cambio y un índice de precios, una vez de Gran Bretaña (B), otra de Estados Unidos (US). Este es un indicador del nivel de precios interno chileno en la medida que el tipo de cambio y los precios externos fueran sus determinantes. Construcción: ver Cuadro IP-2. 1.3. A partir de 1913 existe el índice de precios elaborado por la Dirección de Estadística y Censos (Indice DEC). Este cubre los principales sectores de bienes físicos. 1.4. Precios del siglo pasado de Clavel y Ferraro (1990), basados en los archivos del convento de San Francisco. 2. CONSTRUCCION DEL "INDICE GENERAL DE PRECIOS" 2.1. Comparación de Indices Al comparar el índice de precios de paridad de Estados Unidos con el de Gran Bretaña, Cuadro IP-2, Col. 8 y 12, se aprecia que ambos siguen una evolución pareja, aunque no totalmente estable. Las desviaciones más importantes entre ambos indicadores se manifiestan en la década de 1860 (1860-64 y 1868-70), en que el primero, el indicador norteamericano, queda por debajo del británico y después sucede todo lo contrario. Para la construcción de un índice general de precios para Chile, el índice de paridad británico resulta más apropiado. Inglaterra fue, durante gran parte del período, el país dominante en materia de comercio mundial; por otra parte, la cotización peso-libra

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 119 esterlina constituye un precio de mercado directamente observado, mientras que la del dólar - peso chileno tiene carácter estimado para varios subperíodos. A su vez, la evolución relativamente pareja de ambos indicadores permite empalmar la serie británica con la americana, lo que resulta razonable para los años posteriores a 1930, en que disminuye la supremacía de la libra esterlina en el comercio mundial , siendo ésta reemplazada por el dólar estadounidense. La comparación entre los índices de precios agropecuarios, IPAL e IPALS, indica para ambos una evolución más o menos similar, aunque con fluctuaciones, entre 1879 y 1894 . La tendencia de largo plazo de ahí hasta 1935, muestra una tasa de crecimiento mayor para el IPALS. Sin embargo, esto se manifiesta en forma escalonada. El cuociente entre ambos evoluciona en forma bastante fluctuante entre 1895 y 1916. En este último año el IPALS registra un "salto" significativo respecto del IPAL y de ahí en adelante el cuociente se estabiliza, aproximadamente. Por otra parte, el índice IPAL y con respecto al índice IPPB -Indice de Precios de Paridad Británica, Columna 11, Cuadro IP2- crece más en el período largo, (1879-1935). En comparación al IPALS la diferencia es, entonces, aún mayor. Estas diferencias pueden tener múltiples orígenes, tema que aquí no se explora (aranceles crecientes, elementos básicos de oferta y demanda relativa, contenido doméstico de IPAL e IPALS, etc.). A partir de 1913 se dispone además del índice de precios DEC de la Dirección de Estadística y Censos. Se puede apreciar (Cuadro IP-6) que éste crece menos que los índices de precios agropecuarios IPAL e IPALS y que el índice de paridad IPPB. También se estimó un índice de precios de paridad agropecuaria de Estados Unidos, que se comparó con el IPAL. Aún cuando en el largo plazo (1879-1929) ambos siguen una tendencia bastante parecida, año a año se producen fluctuaciones importantes en la evolución del cuociente respectivo. En base a toda esta información se llega a concluir que la evolución de los índices IPAL e IPALS, aun cuando tienen la virtud de representar precios efectivamente observados en el país, no representan sólo el nivel general de precios imperante en el país; IPAL e IPALS, por estar referidos sólo a productos agropecuarios y esto medido a nivel urbano, contienen un importante elemento de precio relativo. 2.2. Indice General de Precios Con el fin de lograr un indicador de la evolución del nivel de precio de la economía chilena entre 1830 y 1935 se construye el índice que figura en el Cuadro IP-5, Indice General de Precios (IGP). Su conformación es la siguiente: 1830 a 1860 Indice de Precios Paridad Británica (IPPB). 1860 a 1913 Indice de Precios Paridad Británica (IPPB) combinado con Indice

de Precios Agropecuarios (IPALS). 1913 a 1935 Indice de Precios de la Dirección de Estadística y Censos (DEC).

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2.2.1. Ponderaciones 1860-1913 Al juzgar la importancia del sector agropecuario a través de la fuerza de trabajo que éste emplea, habría que concluir que en todo el período 1860-1913 esta fuerza no cae por debajo de 38% (Ver Cuadro 6, Población y Fuerza de Trabajo. Chile 1540-1988). Pero, reflexiones preliminares en torno a la importancia relativa de la producción de los diversos sectores de la economía señalan que la participación de la agricultura debe haber sido inferior al mencionado 38%. A fines de la década de 1920 el Indice de Precios al por Mayor de la Dirección de Estadística y Censos asigna un peso de 24% a los productos agrícolas y ganaderos. En el Indice de Precios al por Menor de la DEC, el rubro alimentos asciende a 45%, pero en este último los productos agrícolas ya se han combinado con otros insumos para constituir el rubro alimentos. Hay que considerar que IPAL como IPALS obtienen sus antecedentes básicos de cotizaciones en Santiago y Valparaíso. El fuerte crecimiento que experimenta la población de estas ciudades a partir de 1860 (Hurtado, 1966), induce a pensar que el abastecimiento marginal de productos agropecuarios debió haberse alejado de éstas, periódicamente. Aun cuando la aparición y ampliación de la red ferroviaria debió bajar el costo de transporte, pensamos que el proceso de urbanización y la consiguiente demanda por alimentos lograron incrementar la demanda por las tierras en torno a la ciudad, de modo que los precios de los bienes agropecuarios debieron crecer más en Santiago y otras grandes ciudades que en el país en general. Se supone que esta tendencia no fue revertida por aumentos de productividad agropecuaria. Tampoco hay que olvidar que se trata de un período de expansión de exportaciones y, eventualmente, de disminución en el tipo de cambio real, de modo que el índice de precios británicos puede contener un elemento de subestimación del verdadero índice de precios. Así, Jeftanovic (1990) estima que entre 1900 y 1930 hay alguna evidencia del síndrome holandés, el que se manifestaría en una revaluación de la moneda local. Se ha señalado, por diversos autores, que el período coincide con proteccionismo creciente. Aunque ello puede haber sido así para algunos bienes en particular, los antecedentes sobre el arancel promedio que grava el comercio exterior, dan a entender que el proteccionismo global permaneció constante o incluso disminuyó entre 1880 y 1925. (Véase Cortés, H.; Butelman, A.; Videla, P. (1981). Todos estos antecedentes nos llevaron a construir un índice general de precios conformado en un 80% por el Indice Paridad Británica y un 20% por IPALS (Cuadro IP-4) para el período 1860-1913 (en IP-4 figura el índice de precios británicos y Latorre, [IPB y L (IPB y L = (.2) IPALS + (.8) IPPB] para todo el período 1860 - 1932; es éste el índice que se usa para el IGP de 1860 a 1913)1.

1Ver también punto (vii) Capítulo 1.

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 121 2.2.2. Indice general de precios en relación al índice de Latorre extendido Tal como se señaló el Indice General de Precios se encuentra en el Cuadro IP-5. El efecto combinado de: (a) emplear el 80% del índice de paridad británica y 20% de IPALS en el período 1860-1912 y, (b) continuar de ahí en adelante con el índice DEC, se aprecia al comparar el crecimiento en el tramo 1879-1930 del índice de precios agropecuarios y del índice general. Así

IPALS (1930) = 13.9 IPALS (1879) IGP (1930) = 7.22 IGP (1879)

es decir, el índice de precios agropecuarios IPALS casi duplica el crecimiento del índice general de precios IGP que aquí se adopta. Pero también IPAL, el índice original de Latorre, crece más que IGP en este período ya que IPAL (1930) = 11.2 [IPAL(1879)].

CUADRO IP-1

INDICE DE PRECIOS AGROPECUARIOS

(IPALS) 1860-1935

(Latorre Extendido)

Cebada Frejoles Lentejas Maíz Trigo Lana Papas Vacas Indice

(IPALS)

1860 0.086 0.032 0.062 0.044 0.031 0.021 0.037

1861 0.033 0.024 0.065 0.028 0.042 0.019 0.035

1862 0.037 0.042 0.062 0.044 0.050 0.025 0.044

1863 0.059 0.025 0.059 0.042 0.033 0.025 0.034

1864 0.037 0.019 0.059 0.029 0.018 0.023 0.022

1865 0.047 0.022 0.098 0.035 0.018 0.023 0.028

1866 0.028 0.022 0.078 0.026 0.023 0.019 0.026

1867 0.039 0.033 0.052 0.039 0.037 0.014 0.034

1868 0.054 0.032 0.049 0.028 0.036 0.014 0.033

1869 0.052 0.025 0.049 0.030 0.034 0.014 0.031

1870 0.058 0.029 0.045 0.039 0.033 0.013 0.032

1871 0.045 0.029 0.065 0.035 0.048 0.011 0.038

1872 0.052 0.040 0.104 0.050 0.037 0.016 0.041

1873 0.060 0.030 0.039 0.031 0.041 0.013 0.035

1874 0.042 0.030 0.078 0.038 0.039 0.013 0.036

1875 0.042 0.054 0.039 0.046 0.044 0.019 0.042

1876 0.050 0.037 - 0.046 0.040 0.016 0.036

1877 0.045 0.062 - 0.070 0.061 0.016 0.053

1878 0.043 0.041 - - 0.042 - 0.041

1879 0.033 0.025 0.024 0.017 0.040 - 0.004 0.026

1880 0.045 0.019 0.024 0.028 0.043 0.024 0.005 0.041 0.030

1881 0.050 0.019 0.027 0.039 0.038 0.023 - 0.046 0.033

1882 0.033 0.023 0.039 0.028 0.030 0.022 0.027 0.054 0.033

1883 0.031 0.043 - 0.053 0.036 0.020 - 0.054 0.041

1884 0.048 0.046 - 0.046 0.036 0.020 - 0.056 0.040

1885 0.060 0.025 - 0.031 0.051 0.018 - 0.059 0.042

1886 0.067 0.024 - 0.050 0.051 0.025 - 0.056 0.043

1887 0.045 0.045 - 0.048 0.042 0.027 0.061 0.056 0.047

1888 0.042 0.058 - 0.039 0.057 0.018 0.075 0.068 0.057

1889 0.052 0.041 - 0.071 0.064 0.026 - 0.056 0.050

1890 0.064 0.032 - 0.052 0.055 0.027 - 0.057 0.046

1891 0.088 0.041 0.093 0.060 0.058 0.027 0.047 0.059 0.054

1892 0.100 0.045 - 0.068 0.066 0.025 - 0.059 0.054

1893 0.100 0.052 - 0.065 0.056 - - 0.065 0.061

1894 0.114 0.053 0.120 0.071 0.070 0.033 - 0.069 0.064

1895 0.092 0.060 - 0.049 0.069 0.026 0.023 0.083 0.060

1896 0.075 0.074 - 0.069 0.060 0.027 0.088 0.083 0.059

1897 0.114 0.078 - 0.074 0.077 0.028 0.035 0.081 0.069

1898 0.112 0.054 - 0.069 0.071 0.036 0.031 0.086 0.065

1899 0.122 0.045 - 0.072 0.082 0.038 0.059 0.093 0.073

Continuación IP-1

Cebada Frejoles Lentejas Maíz Trigo Lana Papas Vacas Indice

(IPALS)

1900 0.100 0.080 - 0.088 0.111 0.024 0.053 0.133 0.093

1901 0.118 0.087 0.066 0.071 0.084 0.021 0.041 0.146 0.087

1902 0.140 0.048 0.078 0.075 0.076 0.037 0.071 0.191 0.097

1903 0.110 0.052 0.141 0.085 0.068 0.042 0.047 0.191 0.094

1904 0.106 0.096 - 0.072 0.081 0.038 0.114 0.166 0.104

1905 0.102 0.129 - 0.083 0.111 0.054 0.061 0.173 0.114

1906 0.160 0.090 0.241 0.105 0.096 0.059 0.071 0.155 0.111

1907 0.252 0.071 0.181 0.134 0.141 0.064 0.051 - 0.112

1908 0.220 0.168 0.150 0.156 0.176 0.051 0.112 - 0.148

1909 0.160 0.245 0.126 0.156 0.153 0.075 - 0.238 0.185

1910 0.200 0.180 0.181 0.156 0.153 0.075 - 0.238 0.175

1911 0.220 0.119 - 0.241 0.137 0.070 0.184 - 0.166

1912 0.220 0.109 - 0.241 0.143 0.071 0.297 0.143 0.161

1913 0.180 0.193 0.205 0.170 0.175 - 0.410 0.209 0.222

1914 0.190 0.245 0.259 0.156 0.154 - 0.307 0.209 0.211

1915 0.260 0.303 - 0.177 0.275 - 0.287 0.227 0.262

1916 0.400 0.245 0.211 - 0.275 0.363 0.184 - 0.267

1917 0.320 0.342 0.645 0.440 0.297 0.376 0.636 - 0.404

1918 0.340 0.290 0.470 0.269 0.309 0.427 0.390 - 0.342

1919 0.560 0.316 0.464 0.269 0.343 0.365 0.390 - 0.364

1920 0.741 0.316 0.416 0.255 0.561 0.319 0.369 - 0.439

1921 0.681 0.264 0.410 0.198 0.515 0.175 0.287 - 0.375

1922 0.741 0.342 0.887 0.284 0.492 0.178 0.266 - 0.414

1923 0.681 0.394 0.730 0.369 0.389 0.235 0.595 - 0.444

1924 0.801 0.387 0.670 0.568 0.423 0.436 0.349 - 0.450

1925 0.981 0.562 0.585 0.809 0.572 0.525 0.513 - 0.593

1926 - - - - - - - - -

1927 - - - - - - - - -

1928 0.808 0.304 - - 0.488 - 0.344 - 0.434

1929 0.622 0.512 0.901 0.517 0.477 0.208 0.527 - 0.496

1930 0.446 0.423 0.400 0.354 0.364 0.120 0.421 - 0.362

1931 0.431 0.294 0.213 0.371 0.429 0.068 0.268 - 0.318

1932 0.905 0.485 0.808 0.580 0.600 0.203 0.371 - 0.521

1933 1.004 0.623 0.879 0.528 0.829 0.676 0.560 - 0.722

1934 0.923 0.452 0.916 0.564 0.714 0.959 0.435 - 0.662

1935 1.054 0.442 1.139 0.846 0.742 0.888 0.574 - 0.723

FUENTE: Reconstruido (ver Notas), en base a los antecedentes proporcionados en "Indice de Precios

Agropecuarios". A. Latorre S. Tesis, Universidad Católica, 1958.

CUADRO IP-2 INDICES DE PRECIOS ESTADOS UNIDOS, GRAN BRETAÑA Y CHILE: 1830-1950

(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) (11) (12) (13) IPBUSA TICA IPUSA IPAL IPBGB TICUSL IPBAB (1)/(7) TICAL (5)•(9) (4)/(10) (3)/(10) Indice •TICA • TICUSL Paridad Británica 1830 91 1.31 119.21 132.6 4.1469 549.88 0.1655 5.45 722.67 0.16496 29.67 1831 94 1.29 121.26 133.8 4.1739 558.47 0.1683 5.39 721.18 0.16814 29.61 1832 95 1.27 120.65 128.4 4.2105 540.63 0.1757 5.33 684;37 0.17629 28.09 1833 95 1.30 123.50 124.4 4.1290 513.65 0.1850 5.38 669.27 0.18453 27.47 1834 90 1.27 114.30 121.4 4.1379 502.34 0.1991 5.25 667.70 0.17119 27.41 1835 100 1.29 129.00 118.6 4.1649 493.96 0.2024 5.36 635.70 0.20293 26.10 1836 114 1.30 148.20 133.6 4.1290 551.63 0.2067 5.36 716.10 0.20695 29.40 1837 115 1.29 148.35 132.4 4.1558 550.23 0.2090 5.37 710.99 0.20865 29.19 1838 110 1.29 141.90 137.3 4.1290 566.91 0.1940 5.33 731.81 0.19390 30.04 1839 112 1.28 143.36 146.4 4.1026 600.62 0.1865 5.27 771.53 0.18581 31.67 1840 95 1.29 122.55 143.9 4.0938 589.10 0.1613 5.30 762.67 0.16069 31.31 1841 92 1.27 116.84 137.1 4.1379 567.31 0.1622 5.27 722.52 0.16171 29.66 1842 82 1.26 103.32 124.6 4.1739 529.07 0.1577 5.25 654.15 0.15795 26.85 1843 75 1.27 95.25 111.9 4.1649 466.05 0.1609 5.27 589.71 0.16152 24.21 1844 77 1.07 82.39 114.8 5.0000 574.00 0.1342 5.37 616.48 0.13365 25.31 1845 83 1.29 107.07 116.9 4.1649 486.88 0.1705 5.39 630.09 0.16993 25.87 1846 83 1.15 95.45 120.7 4.7064 568.06 0.1461 5.40 651.78 0.14645 26.76 1847 90 1.11 99.90 128.8 4.8951 630.49 0.1428 5.45 701.96 0.14232 28.82 1848 82 1.15 94.30 105.8 4.7952 507.33 0.1616 5.53 585.07 0.16100 24.02 1849 82 1.11 91.02 100.3 4.8174 483.19 0.1697 5.34 535.60 0.16994 21.99 1850 84 1.06 89.04 104.4 4.8951 511.05 0.1644 5.20 542.88 0.16401 22.29 1851 83 1.07 88.81 101.7 4.9007 498.40 0.1665 5.24 532.91 0.16665 21.88 1852 88 1.07 94.16 105.8 4.8951 517.90 0.1699 5.22 552.28 0.17049 22.67 1853 97 1.04 100.88 128.8 4.8840 629.06 0.1542 5.08 654.30 0.15418 26.86 1854 108 1.10 118.80 138.3 4.8063 664.71 0.1625 5.30 691.50 0.17180 28.39 1855 110 1.09 119.90 137.0 4.8174 659.98 0.1667 5.25 719.25 0.16670 29.53

Continuación IP-2 (1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) (11) (12) (13) IPBUSA TICA IPUSA IPAL IPBGB TICUSL IPBAB (1)/(7) TICAL (5)•(9) (4)/(10) (3)/(10) Indice •TICA • TICUSL Paridad Británica 1856 105 1.08 113.40 137.0 4.8507 664.55 0.158 5.26 720.62 0.15737 29.58 1857 111 1.08 119.88 142.4 4.8452 689.96 0.1609 5.25 747.60 0.16035 30.69 1858 93 1.09 101.37 123.4 4.8563 599.27 0.1552 5.30 654.02 0.15500 26.85 1859 95 1.08 102.60 127.5 4.8618 619.88 0.1533 5.26 670.65 0.15300 27.53 1860 93 1.14 106.02 134.2 4.8214 647.03 0.1437 5.49 736.76 0.14390 30.24 1861 89 1.12 99.68 132.9 4.7766 634.81 0.1402 5.37 713.67 0.13967 29.30 1862 104 0.95 98.80 137.0 5.5749 763.76 0.1362 5.28 723.36 0.13659 29.70 1863 133 0.78 103.74 139.7 7.1169 994.23 0.1338 5.57 778.13 0.13332 31.94 1864 193 0.55 106.15 142.4 9.9123 1411.51 0.1367 5.42 771.81 0.13753 31.68 1865 185 0.70 129.50 137.0 7.4525 1020.99 0.1812 5.24 717.88 0.18039 29.47 1866 174 0.76 132.24 138.3 6.7408 932.25 0.1867 5.15 712.25 0.18567 29.24 1867 162 1.06 171.72 135.6 4.8560 658.47 0.2460 5.13 695.63 0.24686 28.56 1868 158 1.07 169.06 134.2 4.8693 653.46 0.2418 5.21 699.18 0.24180 28.70 1869 151 1.08 163.08 132.9 4.8400 643.24 0.2348 5.21 692.41 0.23553 28.42 1870 135 1.08 145.80 130.2 4.8494 631.39 0.2138 5.26 684.85 0.21289 28.11 1871 130 1.07 139.10 135.6 4.8591 658.89 0.1973 5.22 707.83 0.19652 29.06 1872 136 1.07 145.52 145.2 4.8440 703.35 0.1934 5.18 752.14 0.19348 30.88 1873 133 1.13 150.29 151.9 4.8010 729.27 0.1824 5.36 814.18 0.18459 33.42 1874 126 1.11 139.86 146.9 4.8575 713.57 0.1766 5.38 790.32 0.17697 32.44 1875 118 1.13 133.34 140.4 4.8463 680.42 0.1734 5.48 769.39 0.17331 31.58 1876 110 1.22 134.20 137.1 4.8588 666.14 0.1651 5.92 811.63 0.16535 33.32 1877 106 1.18 125.08 140.4 4.8450 680.24 0.1558 5.71 801.68 0.15602 32.91 1878 91 1.25 113.75 131.1 4.8313 633.38 0.1437 6.06 794.47 0.14318 32.61 1879 90 1.50 135.00 17 125.0 4.8338 604.23 0.1490 7.27 908.75 0.01871 0.14856 37.31 1880 100 1.61 161.00 19 129.0 4.8250 622.43 0.1607 7.77 1002.33 0.01896 0.16063 41.15 1881 100 1.61 165.83 22 126.6 4.8075 608.63 0.1692 7.76 982.42 0.02239 0.16880 40.33 1882 108 1.40 151.20 19 127.7 4.8375 617.75 0.1748 6.78 865.81 0.02195 0.17463 35.54

Continuación IP-2 (1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) (11) (12) (13) IPBUSA TICA IPUSA IPAL IPBGB TICUSL IPBAB (1)/(7) TICAL (5)•(9) (4)/(10) (3)/(10) Indice •TICA • TICUSL Paridad Británica 1883 101 1.41 142.41 26 125.9 4.8238 607.32 0.1663 6.81 857.38 0.03032 0.16610 35.20 1884 93 1.56 145.08 25 114.1 4.8325 551.39 0.1687 7.56 862.60 0.02898 0.16819 35.41 1885 85 1.95 165.75 27 107.0 4.8438 518.29 0.164 9.44 1010.08 0.02673 0.16410 41.47 1886 82 2.09 171.38 28 101.0 4.7950 484.30 0.1693 10.03 1013.03 0.02640 0.16918 41.59 1887 85 2.03 172.55 26 98.8 4.8275 476.96 0.1782 9.80 968.24 0.02685 0.17821 39.75 1888 86 1.89 162.54 30 101.8 4.8425 492.97 0.1745 9.14 930.45 0.03224 0.17469 38.20 1889 81 1.88 152.28 32 103.4 4.8075 497.10 0.1695 9.04 934.74 0.03423 0.16292 38.37 1890 82 2.08 170.56 29 103.3 4.7925 495.07 0.1656 9.97 1029.90 0.02816 0.16561 42.24 1891 82 2.65 217.30 31 106.9 4.8175 514.99 0.1592 12.76 1364.04 0.02273 0.15931 56.00 1892 76 2.63 199.88 35 101.1 4.8538 490.72 0.1549 12.76 1290.04 0.02713 0.15494 52.96 1893 78 3.31 258.18 39 99.4 4.8400 481.10 0.1621 16.00 1590.40 0.02452 0.16234 65.29 1894 70 3.92 274.40 42 93.5 4.8775 456.05 0.1535 19.10 1785.85 0.02352 0.15365 73.31 1895 71 2.93 208.03 37 90.7 4.8800 442.62 0.1604 14.28 1295.20 0.08567 0.16062 53.17 1896 68 2.84 193.12 35 88.2 4.8400 426.89 0.1593 13.76 1213.63 0.02884 0.15913 49.82 1897 68 2.84 193.12 39 90.1 4.8200 434.28 0.1566 13.67 1231.67 0.03166 0.15680 50.56 1898 71 8.18 225.78 38 93.2 4;8175 448.99 0.1581 15.30 1425.96 0.02665 0.15834 58.54 1899 77 3.44 264.88 46 92.2 4.8138 443.83 0.1735 16.55 1525.91 0.03015 0.17359 62.64 1900 82 2.97 243.54 55 100.0 4.8125 481.25 0.1704 14.29 1429.00 0.03849 0.17043 58.66 1901 81 3.13 253.53 46 96.7 4.8350 467.54 0.1733 15.12 1462.10 0.03146 0.17340 60.02 1902 86 3.27 281.22 54 96.4 4.8288 465.50 0.1848 15.80 1523.12 0.03544 0.18463 62.53 1903 87 3.00 261.00 56 96.9 4.8125 466.33 0.1866 14.43 1398.27 0.04005 0.18666 57.40 1904 87 3.02 262.74 59 98.2 4.8475 476.02 0.1828 14.66 1439.61 0.04098 0.18251 59.10 1905 88 3.19 280.72 64 97.6 4.8200 470.43 0.1871 15.36 1499.14 0.04269 0.18725 61.54 1906 90 3.50 315.00 64 100.8 4.7763 481.45 0.1869 16.70 1683.36 0.03802 0.18713 69.10 1907 95 3.92 372.40 83 106.0 4.7975 508.54 0.1868 18.82 1994.92 0.04161 0.18667 81.89 1908 92 5.14 472.88 98 103.0 4.8488 499.43 0.1842 24.94 2568.82 0.03815 0.18409 105.45 1909 99 4.59 454.41 97 104.1 4.8463 504.50 0.1962 22.26 2317.27 0.04186 0.19610 95.13

Continuación IP-2 (1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) (11) (12) (13) IPBUSA TICA IPUSA IPAL IPBGB TICUSL IPBAB (1)/(7) TICAL (5)•(9) (4)/(10) (3)/(10) Indice •TICA • TICUSL Paridad Británica 1910 103 4.62 475.86 103 108.8 4.8225 524.69 0.1963 22.26 2421.89 0.04253 0.19648 99.42 1911 95 4.68 444.60 108 109.4 4.8288 528.27 0.1798 22.59 2471.35 0.04370 0.17990 101.45 1912 101 4.93 497.93 103 114.9 4.8100 552.67 0.1828 23.70 2723.13 0.03782 0.18285 111.79 1913 102 5.12 522.24 107 116.5 4.8113 479.17 0.2129 24.62 2868.23 0.03731 0.18208 117.74 1914 99 5.74 568.26 117 109.0 4.9296 537.47 0.1842 26.76 291684 0.04011 0.19482 119.74 1915 101 6.07 613.07 160 134.7 4.7570 640.97 0.1576 29.09 3918.42 0.04083 0.15646 160.86 1916 125 5.37 671.25 131 159.4 4.7660 759.84 0.1645 25.35 4040.79 0.03242 0.16612 165.88 1917 172 4.07 700.04 171 192.3 4.7644 916.40 0.1877 18.85 3624.86 0.04717 0.19312 148.80 1918 191 3.47 662.77 158 222.2 4.7651 1058.67 0.1804 16.45 3655.19 0.04323 0.18132 150.05 1919 202 5.21 1052.42 173 236.6 4.4258 1047.02 0.1929 22.68 5366.09 0.03224 0.19612 220.28 1920 226 5.73 1294.98 214 273.6 3.6643 1002.55 0.2254 19.89 5441.90 0.03933 0.23797 223.40 1921 143 8.84 1264.12 188 247.9 3.8490 954.11 0.1499 32.80 8131.12 0.02312 0.15547 333.79 1922 141 8.41 1185.81 198 199.5 4.4292 883.82 0.1595 36.54 7289.73 0.02716 0.16269 299.25 1923 147 8.21 1206.87 207 189.3 4.5748 865.81 0.1698 37.07 70.1735 0.02950 0.17198 288.07 1924 143 9.29 1328.47 211 190.3 4.4171 840.51 0.1701 41.45 7887.94 0.02675 0.16842 323.81 1925 151 8.55 1291.05 262 191.3 4.8289 923.84 0.1634 40.99 7841.39 0.03341 0.16465 321.90 1926 146 8.15 1189.90 228 187.2 4.8582 909.46 0.1605 39.58 7409.38 0.03077 0.16059 304.16 1927 139 8.27 1149.53 206 182.1 4.8610 884.98 0.1571 39.31 7158.35 0.02878 0.16059 293.86 1928 141 8.22 1159.02 248 180.0 4.8662 875.92 0.1587 39.55 7119.00 0.03484 0.16281 292.24 1929 139 8.25 1146.75 252 177.9 4.8569 864.25 0.1608 39.56 7037.72 0.03581 0.16294 288.91 1930 126 8.26 1040.76 190 171.8 4.8621 835.17 0.1509 39.87 6849.67 0.02774 0.15194 281.19 1931 107 9.45 1011.15 154 160.5 4.5350 4.5350 0.1470 42.86 6879.03 0.02239 0.14699 282.39 1932 95 36.10 3429.50 240 156.3 3.5061 548.15 0.1733 126.57 19782.89 0.01213 0.17336 812.11 1933 96 34.02 3265.92 315 152.2 1934 109 24.74 2696.66 301 153.3 1935 117 25.07 2933.19 333 157.4 1936 118 27.85 3286.30 1937 126 26.11 3289.86

Continuación IP-2 (1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) (11) (12) (13) IPBUSA TICA IPUSA IPAL IPBGB TICUSL IPBAB (1)/(7) TICAL (5)•(9) (4)/(10) (3)/(10) Indice •TICA • TICUSL Paridad Británica 1938 115 27.14 3121.10 1939 112 32.03 3587.36 1940 115 32.82 3774.30 1941 127 31.54 4005.58 1942 144 31.63 4554.72 1943 150 32.16 4824.00 1944 152 31.53 4792.56 1945 154 32.05 4935.70 1946 177 34.42 6092.34 1947 222 47.15 10467.30 1948 241 59.82 14416.62 1949 226 77.74 17569.24 1950 236 89.88 21211.68

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 129

CUADRO IP-2 SIGLAS Y FUENTES

Columna (1) : IPBUSA = Indice de Precios de Bienes de EE.UU. Base 1880 = 100

(1830 - 1932). Historical Statistics of the United States 1789-1945; Historical

Statistics of the US: Colonial Times until 1957. Columna (2) : TICA = Tipo de Cambio ($/US$). D'Ottone, H.; Cortés, H. (1965).

Tasas Cambiarias en Chile en Relación al Dólar y Libra Esterlina. 1830-1964". Banco Central de Chile, Boletín Mensual 450. Agosto pp 1100 -1104.

Columna (3) : IPBUSA • TICA = Indice de Precios de Bienes de EE.UU. en pesos chilenos.

Columna (4) : IPAL = Indice de Precios Agrícolas Latorre. Base 1908 - 09 - 10 = 100.

"El Circulante y los Precios en Chile". A. Latorre, 1958. Columna (5) : IPBGB = Indice de precios de bienes de Gran Bretaña. Base 1900 =

100. : Desde 1830 a 1913 "The Fontana Economic History of Europe. The

emergence of industrial societies - 2". Ed. Carlo M. Cipolla. Desde 1913 a 1930, serie de "Cost of Living" de "Occupation and

Pay in Great Britain 1906-60". Guy Routh. Columna (6) : TICUSL = Tipo de Cambio dólar/libra esterlina, D'Ottone y Cortés,

(op.cit.). Columna (7) : IPBGB • TICUSL = Indice de Precios de Bienes Británicos en

dólares. Columna (8) : IPBUSA/(IPBGB • TICUSL = Indice de Precios de Bienes

Norteamericanos Relativo al Indice de Precios de Bienes Británicos, ambos en dólares.

Columna (9) : TICAL = Tipo de Cambio, pesos chilenos/libra esterlina. D'Ottone y Cortés (op.cit.).

Columna (10) : IPBGB • TICAL = Indice de Precios de Bienes Británicos en pesos chilenos.

Columna (11) : IPAL/(IPBGB • TICAL) = Indice de Precios de Bienes Agrícolas chilenos relativo al índice de precios de bienes británicos en pesos chilenos.

Columna (12) : (IPBUSA • TICA)/(IPBGB • TICAL) = Indice de Precios de Bienes Norteamericanos en pesos chilenos respecto al Indice de Precios de Bienes Británicos en pesos chilenos.

Columna (13) : IPPB: Indice de Precios de Paridad Británica. Columna 10 con base 1908-9-10 = 100.

DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

130

CUADRO IP-3 COMPARACION ENTRE INDICES DE PRECIOS AGROPECUARIOS

LATORRE Y LATORRE EXTENDIDO (1940 = 100)

IPALS IPAL IPAL/IPALS IPALS IPAL IPAL/IPALS 1879 0.026 3.7 1.42 1907 0.112 17.6 1.57 1880 0.030 4.1 1.37 1908 0.158 20.7 1.40 1881 0.033 4.7 1.42 1909 0.185 20.6 1.11 1882 0.033 4.1 1.24 1910 0.175 21.9 1.25 1883 0.041 5.5 1.34 1911 0.166 22.8 1.37 1884 0.040 5.4 1.35 1912 0.161 21.7 1.35 1885 0.042 5.7 1.36 1913 0.222 22.6 1.02 1886 0.043 5.9 1.37 1914 0.211 24.6 1.17 1887 0.047 5.5 1.17 1915 0.262 33.8 1.29 1888 0.057 6.5 1.14 1916 0.267 27.6 1.03 1889 0.050 6.9 1.38 1917 0.404 36.1 0.89 1890 0.046 6.2 1.35 1918 0.342 33.2 0.97 1891 0.054 6.7 1.24 1919 0.364 36.3 1.00 1892 0.054 7.5 1.39 1920 0.439 45.1 1.03 1893 0.061 8.3 1.36 1921 0.375 39.6 1.06 1894 0.064 8.9 1.39 1922 0.414 41.6 1.00 1895 0.060 7.8 1.30 1923 0.444 43.5 0.98 1896 0.059 7.5 1.27 1924 0.450 44.4 0.99 1897 0.069 8.2 1.19 1925 0.593 55.1 0.93 1898 0.065 8.0 1.23 1926 - - - 1899 0.073 9.8 1.34 1927 - - - 1900 0.093 11.6 1.25 1928 0.434 52.1 1.20 1901 0.087 4.7 1.11 1929 0.496 53.0 1.07 1902 0.097 11.4 1.18 1930 0.362 40.1 1.11 1903 0.094 11.9 1.27 1931 0.318 32.5 1.02 1904 0.104 12.4 1.19 1932 0.521 50.4 0.97 1905 0.114 13.6 1.19 1933 0.722 66.2 0.92 1906 0.111 13.1 1.18 1934 0.662 63.3 0.96 1935 0.723 70.0 0.97 FUENTE: IPAL : Indice Precios Agropecuarios de Latorre. Cuadro IP-2 IPALS : Indice Precios Agropecuarios de Latorre, extendido. Cuadro IP-1. IP-3

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 131

CUADRO IP-4 INDICE DE PRECIOS BRITANICO Y AGROPECUARIO

(IPB Y L) 1860-1932 - (1908 - 9 - 10 = 100) IPALS IPB IPB y L IPALS IPB IPB y L 1860 0.2183 0.3024 0.2851 1897 0.4082 0.5056 0.4861 1861 0.2053 0.2930 0.2754 1898 0.3846 0.5854 0.5452 1862 0.2615 0.2970 0.2889 1899 0.4319 0.6264 0.5875 1863 0.2035 0.3194 0.2962 1900 0.5503 0.5866 0.5793 1864 0.1313 0.3168 0.2797 1901 0.5147 0.6002 0.5831 1865 0.1656 0.2947 0.2688 1902 0.5739 0.6253 0.6150 1866 0.1538 0.2924 0.2545 1903 0.5562 0.5740 0.5704 1867 0.2011 0.2856 0.2687 1904 0.6153 0.5910 0.5958 1868 0.1952 0.2870 0.2686 1905 0.6745 0.6154 0.6272 1869 0.1834 0.2842 0.2640 1906 0.6568 0.6910 0.6841 1870 0.1893 0.2811 0.2627 1907 0.6627 0.8189 0.7876 1871 0.2248 0.2906 0.2774 1908 0.8757 1.0545 1.0187 1872 0.2426 0.3088 0.2955 1909 1.0946 0.9513 0.9799 1873 0.2071 0.3342 0.3087 1910 1.0355 0.9942 1.0024 1874 0.2130 0.3244 0.3021 1911 0.9822 1.0145 1.0080 1875 0.2485 0.3158 0.3023 1912 0.9526 1.1179 1.0848 1876 0.2130 0.3332 0.3091 1913 1.3136 1.1774 1.2046 1877 0.3136 0.3291 0.3260 1914 1.2485 1.1974 1.2076 1878 0.2426 0.3261 0.3094 1915 1.5503 1.6086 1.5969 1879 0.1538 0.3131 0.3292 1916 1.5798 1.6588 1.6430 1880 0.1785 0.4115 0.3647 1917 2.3905 1.4880 1.6685 1881 0.1952 0.4033 0.3616 1918 2.0236 1.5005 1.6051 1882 0.1952 0.3554 0.3233 1919 2.1538 2.2028 2.1930 1883 0.2426 0.3520 0.3301 1920 2.5976 2.2340 2.3067 1884 0.2366 0.3541 0.3306 1921 2.2189 3.3379 3.1141 1885 0.2485 0.4147 0.3814 1922 2.4497 2.9925 2.8839 1886 0.2544 0.4159 0.3836 1923 2.6272 2.8807 2.8300 1887 0.2781 0.3975 0.3736 1924 2.6627 3.2381 3.1230 1888 0.3372 0.3820 0.3730 1925 3.5088 3.2190 3.2769 1889 0.2958 0.3887 0.3661 1926 - - - 1890 0.2721 0.4224 0.3923 1927 - - - 1891 0.3195 0.5600 0.5119 1928 2.5680 2.9224 2.8515 1892 0.3195 0.5296 0.4875 1929 2.9349 2.8891 2.8982 1893 0.3609 0.6529 0.5945 1930 2.1420 2.8119 1.6779 1894 0.3787 0.7331 0.6622 1931 1.8816 2.8239 2.6354 1895 0.3550 0.5317 0.4963 1932 3.0828 8.1211 7.1134 1896 0.3491 0.4982 0.4683 NOTA: IPALS (.2) + IPB (.8) = IPB y L FUENTE: IPALS : Cuadro IP-1. IPB : Indice de Precios Británicos; Columna 13 Cuadro IP-2.

DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

132

CUADRO IP - 5 INDICE GENERAL DE PRECIOS

(1908 - 9 - 10 = 100) Indice ? % Indice ? % Indice ? % 1830 27.97 1866 26.46 -1.56 1902 61.50 5.47 1831 27.92 -0.18 1867 26.87 1.55 1903 57.04 -7.25 1832 26.48 -5.16 1868 26.86 -0.04 1904 59.58 4.45 1833 25.90 -2.19 1869 26.40 -1.71 1905 62.72 5.27 1834 25.84 -0.23 1870 26.27 -0.49 1906 68.41 9.07 1835 24.61 -4.76 1871 27.74 5.60 1907 78.86 15.13 1836 27.72 12.64 1872 29.55 6.52 1908 101.87 29.34 1837 27.52 -0.72 1873 30.87 4.47 1909 97.99 -3.81 1838 28.32 2.91 1874 30.21 -2.14 1910 100.24 2.30 1839 29.86 5.44 1875 30.23 -0.07 1911 100.80 0.56 1840 29.52 -1.14 1876 30.91 2.25 1912 108.48 7.62 1841 27.96 -5.28 1877 32.60 5.47 1913 120.46 11.04 1842 25.31 -9.48 1878 30.94 -5.09 1914 130.55 8.38 1843 22.82 -9.84 1879 32.92 6.40 1915 151.79 16.27 1844 23.86 4.56 1880 36.47 10.78 1916 144.13 -5.05 1845 24.39 2.22 1881 36.16 -0.85 1917 146.80 1.85 1846 25.23 3.44 1882 32.33 -10.59 1918 144.72 -1.42 1847 27.17 7.69 1883 33.01 2.10 1919 177.56 22.69 1848 22.65 -16.64 1884 33.06 0.15 1920 203.43 14.57 1849 20.73 -8.48 1885 38.14 15.37 1921 199.95 -1.71 1850 21.01 1.35 1886 38.36 0.58 1922 208.19 4.12 1851 20.63 -1.81 1887 37.36 -2.61 1923 212.95 2.29 1852 21.37 3.59 1888 37.30 -0.16 1924 222.81 4.63 1853 25.32 18.48 1889 36.61 -1.85 1925 239.99 7.71 1854 26.77 5.73 1890 39.23 7.16 1926 229.08 -4.55 1855 27.84 4.00 1891 51.19 30.49 1927 231.87 1.22 1856 27.89 0.18 1892 48.75 -4.77 1928 232.91 0.45 1857 28.93 3.73 1893 59.45 21.95 1929 235.93 1.30 1858 25.31 -12.51 1894 66.22 11.39 1930 237.67 0.74 1859 25.96 2.57 1895 49.63 -25.05 1931 224.91 -5.37 1860 28.51 9.82 1896 46.83 -5.64 1932 247.42 10.01 1861 27.54 -3.40 1897 48.61 3.80 1933 307.33 24.21 1862 28.99 5.27 1898 54.52 12.16 1934 307.53 0.07 1863 29.62 2.17 1899 58.75 7.76 1935 313.85 2.06 1864 27.97 -5.57 1900 57.93 -1.40 1865 26.88 -3.90 1901 58.31 0.66 Construido en base a: 1830-1860 IPPB. Cuadro IP-2 Col.13 1861-1912 IPB y L. Cuadro IP-4 1913 - 1935 Indice de Precios DEC. Dirección de Estadística y Censos, Chile.

DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

134

CUADRO IP-6 COMPARACION ENTRE CINCO INDICES DE PRECIOS: 1913-1935

(1913 = 100) DEC IPALS IPAL IPPB IPARUS (R) 1913 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 1.00 1914 108.38 95.04 109.35 101.70 108.81 1.00 1915 126.01 118.01 149.53 136.62 117.39 1.07 1916 119.65 120.27 122.43 140.88 128.53 0.93 1917 121.87 181.98 159.81 126.38 134.05 0.91 1918 120.14 154.05 147.66 127.44 126.91 0.95 1919 147.40 163.96 161.68 187.09 201.52 0.73 1920 168.88 197.74 200.00 189.73 247.97 0.68 1921 165.99 168.91 175.70 283.49 242.06 0.69 1922 172.83 186.48 185.05 254.15 227.06 0.76 1923 176.78 200.00 193.48 244.66 231.10 0.77 1924 184.97 202.70 197.20 275.01 254.38 0.73 1925 199.23 267.11 244.86 273.39 247.21 0.81 1926 190.17 213.08 258.33 227.85 0.84 1927 192.49 192.52 249.57 220.12 0.88 1928 193.35 195.49 231.78 248.20 221.93 0.87 1929 195.86 223.42 235.51 245.37 219.58 0.89 1930 197.30 163.06 177.57 238.81 199.29 0.99 1931 186.71 143.24 143.93 239.84 193.62 0.96 1932 205.40 234.68 224.30 689.73 656.69 0.31 1933 255.13 325.22 625.38 0.41 1934 255.30 298.19 516.37 0.49 1935 260.54 325.67 561.66 0.46 FUENTE: DEC : Indice de PreciosDEC. Dirección de Estadísticas y Censos. IPALS : Indice de Precios Agropecuarios Latorre Extendido; Cuadro IP-1. IPAL : Indice de Precios Agropecuarios Latorre. Cuadro IP-2. IPPB : Indice de Paridad Británica. Cuadro IP-2, Col. 13. IPAR US : Indice de Paridad USA, Cuadro IP-2, Col. 3. R = DEC/IPARUS

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 135 3. NOTA SOBRE EL PRECIO RELATIVO DE PRODUCTOS AGROPECUARIOS Y

PRODUCTOS IMPORTADOS En el Cuadro IP-7 figura el Indice de Precios Agropecuarios (IPALS) deflactado por el Indice de Precios de Paridad Británica (IPPB), por quinquenios, entre 1860 y 1932. A simple vista se distinguen tres subperíodos, aún cuando al interior de ellos se registran fluctuaciones importantes. Los promedios respectivos calculados del Cuadro IP-7 figuran a continuación:

Período Indice 1860-1899 100 1900-1929 154 1930-1932 92

El abaratamiento relativo de los bienes importados, sin considerar aranceles, corresponde al período 1900-29. Cabe recordar que las exportaciones agropecuarias, importantes en la segunda mitad del siglo pasado, lentamente son desplazadas de los mercados mundiales hacia fines del siglo. Por otra parte, a inicios del presente siglo se produce una de las primeras huelgas laborales registradas, y ello precisamente a causa del arancel a la importación de ganado. Se podría pensar, entonces, que el nexo entre los precios agropecuarios y los precios externos correspondientes, fué más débil en el período 1900-29 y en relación al período previo. En este sentido puede considerarse el índice de precios agropecuarios, especialmente a partir de más o menos 1900, como un precio de productos en alguna medida no transables y, en consecuencia, el precio relativo del Cuadro IP-7 y la periodización arriba presentada, podrían entenderse como un tipo de cambio real en el sentido de no transables respecto de transables. Por lo tanto, el período de deterioro del tipo de cambio real se extiende a lo largo de los primeros 30 años del siglo presente2. La posterior recuperación a inicios de los treinta, dado el dramático proteccionismo y caida de actividad en el resto del mundo, difícilmente puede entenderse, sin mayor estudio, como indicativo de una mayor competitividad de los productos chilenos en el mercado mundial.

2Jeftánovic (1990) afirma que para el período 1900-30 "existe cierta evidencia de Síndrome Holandés", conclusión a que llega a través del análisis de los sectores productivos.

DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

136

CUADRO IP-7

PRECIO AGRICOLA DOMESTICO RESPECTO DE

PARIDAD BRITANICA: 1860-1932

Período IPBIPALS

1860-1864 .667

1865-1869 .623

1870-1874 .700

1875-1879 .724

1880-1884 .559

1885-1889 .707

1890-1894 .571

1895-1899 .702

1900-1904 .946

1905-1909 .960

1910-1914 1.006

1915-1919 1.147

1920-1924 .855

1925-1929 1.000

1930-1931 .714

1932 .380

FUENTE: Calculado en base a Cuadro IP-4.

IPALS: Indice de Precios Agropecuarios Latorre Extendido.

IPB: Indice de Paridad Británica (Indice de Precios Británicos en Pesos

Chilenos.

4. EL INDICE DE PRECIOS DE CLAVEL Y FERRARO

Clavel y Ferraro (1990) han calculado índices de precios para diversos bienes en

base a los registros del Convento de San Francisco. En el Cuadro IP-8 figura el

crecimiento de los precios de acuerdo a los diversos índices aquí desarrollados (Cuadros

IP-1 a IP-6), y de acuerdo a los índices calculados por Clavel y Ferraro, considerando para

ello los años 1860 y 1899. Se aprecia que para este período el crecimiento de los índices

de Clavel y Ferraro exceden al índice general de precios aquí estimado (IGP); la excepción

la constituye el caso denominado "proxy de transables" por estos autores, en donde el

cambio es casi idéntico.

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 137

CUADRO IP-8 CRECIMIENTO DEL NIVEL DE PRECIOS 1860-1899

DE ACUERDO A DIVERSOS INDICES

Indice 18601899

IndiceIndice

1. IPALS (Cuadro IP-1) 1.97 2. IGP (Cuadro IP-5) 2.06 3. I Clavel-Ferraro, Alimentos 2.21 4. I Clavel-Ferraro, Hogar 2.24 5. I. Clavel-Ferraro, Vestuario 2.65 6. I Total Clavel-Ferraro 2.28 7. I Proxy Transables (Clavel,Ferraro) 2.08 8. I Latorre Modificado (Seg.Clavel y Ferraro) 1.91 9. I Quinquenal Clavel, Riveros, Ferraro 2.40 (aprox.)

FUENTE: Calculado en base a Cuadro IP-1 y IP-5 además de Clavel Ferraro (op.cit.).

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO

137

VI

NOTA SOBRE REMUNERACION DEL TRABAJO COMO INDICADOR DEL CRECIMIENTO: ALGUNOS ANTECEDENTES

HISTORICOS DE EUROPA Y ESTADOS UNIDOS En esta nota se revisa evidencia referente a la relación entre el desarrollo de la remuneración del trabajo en períodos pasados y la evolución del respectivo ingreso per cápita de un país; aunque parcial y de otros países es conveniente tenerla presente al evaluar los indicadores desarrollados para el período 1860-1930 de la economía chilena. Subproducto de esta revisión son los planteamientos sobre la periodicidad del trabajo a lo largo del año y sobre la existencia de ocupaciones principales y secundarias, aspectos que inducen a mirar bajo nueva perspectiva los cálculos para el valor agregado del trabajo aquí desarrollado, incluyendo la determinación del número de días trabajados por año. Se finaliza con una breve reflexión en torno a la evolución de las remuneraciones en el Reino Unido, Argentina y Chile. 1. REMUNERACION Y PRODUCTO PER CAPITA Basado en estimadores elementales, Goldsmith (1984) identifica indicadores para el estándar de vida de trabajadores comunes en la época del Imperio Romano y lo compara con indicadores equivalentes para algunos países europeos en el siglo previo a la Revolución Industrial. Su conclusión es que no hay cambios demasiado dramáticos y en muchos aspectos, salvo tal vez expectativa de vida, la situación no cambia mayormente en el milenio, o algo así, que transcurre entre esos períodos. Ello no excluye, de ninguna manera, que el país experimente crecimiento de su producto (sin cambio mayor en la productividad por período del trabajo común)1. Zamagni (1989) encuentra que para Francia, Alemania, Italia, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos los salarios reales crecen en todos estos países entre 1890 y el inicio de la Primera Guerra Mundial, salvo Francia y Reino Unido, donde se estancan antes, alrededor de 1900. Por otra parte Scholliers y Hannes (1989) señalan que los salarios del trabajo crecieron a un ritmo anual de 0% en Alemania entre 1820 y 1850, subiendo esta tasa en los veinte años siguientes a 0,23%. Los mismos autores dan para el Reino Unido una tasa anual de crecimiento de 0,56% para 1780-1820. Es decir, fuera de la posibilidad de que el inicio del crecimiento económico difiera mucho entre países, el ritmo de aumento de la remuneración del trabajo puede ser bajo, 1North y Thomas (1973) ubican el inicio del crecimiento económico unos cinco o seis siglos atrás, pero no es mucha la información empírica en forma de indicadores de tipo general que permita evaluar su hipótesis, la cual, en último término, descansa sobre el aprovechamiento de oportunidades de intercamb io y el desarrollo de instituciones.

138 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150 incluso cero, para tramos extensos. Por lo tanto, si se encuentra que para un determinado país la productividad del trabajo no cambió mayormente en un período largo, como en los setenta años entre 1860 y 1930 en Chile, y sin perjuicio de fluctuaciones más o menos cíclicas, ello no contraviene necesariamente la evidencia internacional. Ahora bien, una segunda interrogante se refiere a la relación entre remuneración unitaria del trabajo y crecimiento económico. Bairoch (1989) relaciona la remuneración diaria de un trabajador urbano no calificado con el producto nacional bruto per cápita para una serie de países. Encuentra un valor promedio de 197 bastante estable para el período anterior a la primer guerra mundial que se inicia en 1830. O sea, al multiplicar esta remuneración por 197 se obtendría el producto per cápita a precio de mercado2. En consecuencia, de aceptarse la idea de un coeficiente fijo y si se la aplica a un país sin mayor crecimiento en la remuneración del trabajo, habría que concluir que su producto per cápita tampoco experimentó cambios mayores. Pero, por otra parte, Schwarz (1989) al discutir la noción de salario del trabajo en una perspectiva histórica, hace ver que es un concepto lleno de dificultades. Primero subraya que la remuneración en dinero muchas veces es sólo una fracción de la remuneración, la cual se complementa con pagos en especie. Esta costumbre, que en el siglo veinte ha sobrevivido principalmente en la agricultura, habría tenido una difusión bastante mayor en épocas previas. En consecuencia, el cálculo de la producción se complica en tanto las estadísticas sólo registran el pago en dinero, lo que parece ser lo más común; el sesgo llevaría a sobreestimar el crecimiento al incrementarse, a través del tiempo, la fracción de pagos monetarios. Un segundo aspecto que señala Schwarz se refiere a la proyección anual de cifras diarias; indica que hay en el pasado mucho trabajo que es de tipo ocasional, de modo que una multiplicación simple por los días del año podría inducir a un error de estimación de la productividad anual del trabajo. En una línea similar, Lucassen (1989) indica que una ocupación complementaria era un fenómeno común, ya sea que se trabajara para autoconsumo o para el intercambio. Esto lleva a pensar que aun cuando había mucho trabajo ocasional, existía también la posibilidad de transformar la ocupación complementaria en ocupación principal en aquellos días, semanas o meses, no ocupados con el primer trabajo. No es este el lugar para refleccionar sobre el valor de la productividad del trabajo en una u otra actividad, la principal y la complementaria; pensar que ellas son necesariamente iguales, aun cuando es eventualmente válido para la hora marginal, posiblemente no lo sea para el promedio. En fin, son las reflexiones de estos autores las que llevan a concluir que sería muy útil para evaluar nuestras series de remuneración poder contar con antecedentes sobre la regularidad del trabajo (días trabajados) y sobre ocupaciones complementarias, en definitiva sobre la distribución del tiempo de los trabajadores de antaño, además de la forma en que se cancelaban sus remuneraciones.

2Este procedimiento parece no arrojar resultados confiables hoy en día, seguramente debido al crecimento de la razón capital-trabajo y a la presencia del enorme componente fiscal en el producto.

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 139 Tal vez , entonces, el desarrollo económico deba entenderse mucho más, siguiendo ahora la línea de pensamiento de North (1990) y North y Thomas (1973), en términos de aprovechamientos crecientes de oportunidades de intercambio o de nuevas oportunidades; mucho más en términos de nuevos contratos y arreglos organizacionales que sustentado sólo en cambios de la razón capital/trabajo, en el avance tecnológico implícito en el proceso de producción o de la calidad de los factores. Significaría ello que el desarrollo económico, en alguna de sus etapas, más que cambiar el salario diario, alteraría el número de días trabajados en la actividad "principal", lo cual en definitiva no sería otra cosa que un aumento en el grado de especialización como seguramente observaría Adam Smith. Esta reflexión se ve reforzada si aceptamos las estimaciones de la importancia del capital en los procesos productivos a comienzos del siglo pasado en USA (ver Capítulo I). En esta última perspectiva, y es algo que subraya van den Exckhout (1989), incluso cabe el caso de una reducción en la remuneración diaria acompañada por un incremento en el número de días trabajados (pp. 44), resultando en una remuneración anual superior. En fin, por una parte no hay en esta evidencia histórica nada que impida que la remuneración del trabajo no haya crecido mayormente entre 1860 y 1930 en Chile, pero tampoco nada que apoye este resultado en contra de otras hipótesis. Pero ella significa un llamado de atención y subraya la necesidad de estudios adicionales sobre distribución del tiempo de los trabajadores para poder comprender cabalmente lo ocurrido en el período. 2. REFLEXIONES SOBRE LA REMUNERACION DEL TRABAJO: CHILE

ARGENTINA Y REINO UNIDO Williamson (1992) explora la existencia y funcionamiento de un mercado laboral mundial a partir de 1830 y hasta el presente, con miras a encontrar procesos de convergencia (divergencia). Para ello se basa en una muestra de 15 países, la mayoría de los cuales hoy en día goza de alto ingreso; sin embargo, la muestra también incluye Argentina (a partir de 1864). En el Cuadro 1 se puede apreciar el promedio de este índice para la Argentina por decenios. El índice indica la remuneración real del trabajo en Argentina en relación a la misma en el Reino Unido. En consecuencia, si el índice en cuestión se mantiene constante las remuneraciones evolucionan ambas al mismo ritmo (> 0; < 0; = 0). La impresión que se puede derivar del cuadro es que hay períodos de comportamiento divergente entre ambas remuneraciones, pero se parte en los años 1860 con un nivel de 94,5 y para la déca del 1920 se tiene 99, mientras que en la última década del siglo pasado y en la primera del actual el índice es 104 y 107 respectivamente, o sea, e interpretado en forma amplia, las remuneraciones son bastante parecidas. (Nótese que esto definitivamente deja de ser así después de la Segunda Guerra Mundial y Argentina experimenta una disminución dramática frente al Reino Unido, alcanzando en 1988 un nivel de 30).

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CUADRO 1

REMUNERACION DEL TRABAJO EN ARGENTINA 1864-1932 (remuneración en Reino Unido = 100)

Períodos Indice 1864-70 94,5 1871-80 71,2 1881-90 90,3 1891-1900 104,5 1901-10 107,3 1911-20 85,0 1921-30 99,0

FUENTE: Calculado a partir de Williamson (1992) Apéndice 2. El índice del cuadro es el promedio simple de los índices anuales

proporcionados por este autor. Ahora bien, para el período 1892-1914 hemos calculado una serie de remuneración real para el Reino Unido la que figura en el Cuadro 2.

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 141

CUADRO 2 INDICE DE REMUNERACIONES DEL TRABAJO EN EL

REINO UNIDO. 1982-1914

Año Indice 1892 96 1893 102 1894 106 1895 107 1896 110 1897 106 1898 104 1899 113 1900 111 1901 110 1902 108 1903 105 1904 105 1905 105 1906 109 1907 109 1908 106 1909 104 1910 103 1911 103 1912 100 1913 103 1914 108

FUENTE: Calculado como Money Wage/Cost of Living. Money Wage: Mitchell, B.R. (1980). European Historical Statistics 1750-

1975 2n ed. Mc Millan, pp. 194. Cost of Living: idem money wage, pp. 780. La impresión que se obtiene del Cuadro 2 coincide gruesamente con la de Zamagni (op.cit.), aun cuando este último señala que el estancamiento de las remuneraciones para este país se inicia aproximadamente en 1900; de acuerdo al Cuadro 2 ello habría ocurrido algo antes, a mediados de la última década del siglo pasado. Ahora bien, las remuneraciones Argentinas en relación a las del Reino Unido mantienen su nivel si se compara las dos décadas en torno al cambio de siglo, de modo

142 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150 que las remunerciones argentinas no habrían crecido mayormente si se compara la década de 1890 con la primera del 1900. Entonces, si Argentina mantuvo en dichos períodos una integración de su mercado laboral con el del Reino Unido como sugiere Williamson, ¿puede decirse lo mismo de Chile?. La respuesta de nuestros indicadores de remuneraciones -Cuadros L-, es un poco diferente, por cuanto el promedio de las remuneraciones de la década del 1890 es 100, mientras que el de la década siguiente es sólo 89. Entonces, ¿cómo interpretar estas diferencias? ¿Acaso Chile no se encontraba integrado al mercado mundial o al argentino y estaba experimentando una evolución independiente? Es posible que la respuesta dependa mucho del método que emplea Williamson para comparar los poderes de compra, pero por ahora esta interrogante queda sin aclarar al igual que las consecuencias para las productividades del trabajo estimadas en esta investigación.

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VII

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO: INDICADORES TOTALES Y SECTORIALES. CHILE 1860-1930

Este capítulo presenta los indicadores construidos. En el índice de cuadros se encuentra el listado de las diversas series incluidas como también sus tasas de crecimiento para diferentes períodos. En Notas y Fuentes se explica la forma como fueron elaboradas las series y se señalan también las correspondientes fuentes básicas. En algunos casos la explicación completa exige revisar también el capítulo previo respectivo; estos casos están claramente identificados en el texto.

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INDICE DE CUADROS

CUADRO A1 "Producción de: trigo, maíz, cebada, frejoles y papas 1860-1935". CUADRO A1.1 "Producción de arvejas y garbanzos 1860-1935". CUADRO A2 "Producción de vinos y chichas 1860-1933". CUADRO A3 "Producción de ganado vacuno". 1860-1930. CUADRO A4 "Precios de productos agropecuarios, años seleccionados". CUADRO A5 "Valor de las cosechas a precios constantes: trigo, maíz, papas,

cebada, frejoles;1860-1930". CUADRO A5.1 "Valor cosechas por producto; base A (1862, 63, 64)". CUADRO A5.2 "Valor cosechas por producto; base B (1908; 09, 10)". CUADRO A5.3 "Valor cosechas por producto; base C (1928, 29, 30)". CUADRO A6 "Valor de la producción de vinos, 1860-1933". CUADRO A7 "Valor de la producción agrícola, 1860-1933". CUADRO A8 "Valor de la producción de ganado bovino, 1860-1930". CUADRO A9 "Valor de la producción agropecuaria 1860-1933". CUADRO MIN1 "Producción de minerales: carbón, oro, cobre, salitre y plata..1860-

1935". CUADRO MIN2 "Precios de los productos mineros". Años seleccionados. CUADRO MIN3 "Valor de la producción minera 1860-1930; base A (1862, 63, 64)". CUADRO MIN4 "Valor de la producción minera 1860-1930; base B (1908, 09, 10)". CUADRO MIN5 "Valor de la producción minera 1860-1930; base C (1928, 29, 30)". CUADRO MIN6 "Valor de la producción minera 1860-1930; base A, B, C".

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CUADRO F1 "Gasto fiscal, 1860-1930; base A,B,C". CUADRO F2 "Gasto fiscal tipo de cambio e índice general de precios: 1860-1930". CUADRO L1 "Fuerza de trabajo sectorial y total 1854-1940; años censales". CUADRO L2 "Fuerza de trabajo sectorial y total 1854-1940". CUADRO L2.1 "Composición de la fuerza de trabajo sectorial 1854-1940". CUADRO L3 "Valor agregado anual por trabajador y por sectores 1860-1935" ($

de 1862, 63, 64)". CUADRO L4 "Valor agregado anual por trabajador y por sectores: 1860-1935" ($

de 1908, 09, 10). CUADRO L5 "Valor agregado anual por trabajador y por sectores 1860-1935" ($

de 1928, 29, 30). CUADRO L5.1 "Valor agregado anual por trabajador promedio 1860-1935". CUADRO L6 "Valor agregado por el factor trabajo; total y sectorial" ($ de 1862,

63, 64). CUADRO L7 "Valor agregado por el factor trabajo, total y sectorial" ($ de1908,

09, 10)". CUADRO L8 "Valor agregado por el factor trabajo; total y sectorial ($ de 1928, 29,

30)". CUADRO AGR-1 "Valor de la producción agropecuaria, minera y gasto fiscal 1860-

1930". Base A, B y C". CUADRO AGR1-1 "Valor de la producción agropecuaria, minera y fiscal por sectores;

base A". CUADRO AGR1-2 "Valor de la producción agropecuaria, minera y fiscal por sectores;

base B". CUADRO AGR1-3 "Valor de la producción agropecuaria, minera y fiscal por sectores;

base C".

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CUADRO AGR-2 "Valor de la producción como porcentaje del valor agregado del factor trabajo; sector agropecuario y minero".

CUADRO AGR-3 "Población 1835-1930". CUADRO AGR-4 "Indice del valor de la producción agropecuaria, minera y fiscal per

cápita 1860-1930; base A, B, C". CUADRO AGR-5 "Indice del valor agregado del factor trabajo per cápita 1860-1930". CUADRO TC-1 "Tasa de crecimiento anual del valor de la producción agropecuaria

minera y gasto fiscal 1860-1930". CUADRO TC-2 "Tasa de crecimiento anual del valor de la producción agropecuaria,

minera y gasto fiscal 1860-1930. Tasas para períodos acumulados". CUADRO TC-3 "Tasa de crecimiento anual del valor de la producción agropecuaria

por sectores. 1860-1930". CUADRO TC-4 "Tasa de crecimiento anual de la fuerza de trabajo sectorial y total

1860-1930". CUADRO TC-5 "Tasa de crecimiento anual del valor agregado del factor trabajo

sectorial y total 1860-1930". CUADRO TC-6 "Tasa de crecimiento del valor agregado del factor trabajo sectorial

y total (períodos acumulativos)". CUADRO TC-7 "Tasa de crecimiento anual de la población 1540-1982 (períodos

intercensales)". CUADRO TC-8 "Tasa de crecimiento anual del valor de la producción agropecuaria,

minera y gasto fiscal per cápita 1860-1930". CUADRO TC-9 "Tasa de crecimiento anual del valor agregado del factor trabajo per

cápita. 1860-1930". CUADRO TC-10 "Tasa de crecimiento del valor agregado por el trabajador promedio

1860-1930". CUADRO TC-11 "Tasa de crecimiento del valor agregado sectorial del trabajador

individual". 1860-1930".

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CUADROS: NOTAS Y FUENTES

En esta sección se explica la construcción y las fuentes de los cuadros: A.1 - A.9; MIN1 - MIN6; F.1 - F.2; L.1 - L.8; AGR1 - AGR5; TC1 - TC11. 1. VALOR DE LA PRODUCCION AGROPECUARIA: CHILE 1860-1930. El valor de la producción agropecuaria se calculó multiplicando el precio de cada item por la cantidad producida de éste. La agregación de estos valores resulta en el valor de la producción agropecuaria total. Se incluyeron los siguientes productos: trigo, maiz, cebada, frejoles, papas, vinos y chichas, y ganado vacuno. Se consideraron tres conjuntos de precios: Base A: promedio de los años 1862, 63, 64 B: promedio de lso años 1908, 09, 10 C: promedio de los años 1928, 29, 30 los que originan tres bases para el valor de la producción. A continuación se describe la forma en que se obtuvo cada componente. 1.1. Producción Agropecuaria 1.1.1 Producción de trigo El cuadro A1 presenta la serie de producción anual de trigo expresada en quintales métricos, para el período comprendido entre 1862 y 1935. En su construcción se utilizaron las siguientes fuentes: a) para los períodos 1862-1890 y 1926-1935: "Anuarios Estadísticos de la República

de Chile". b) para el período 1902-1925: "Sinopsis Estadística de la República de Chile". La serie incluye: trigo blanco, amarillo y candeal. Los años en que no fue posible encontrar información se estimaron de la siguiente forma: a) para los años 1860, 1861 se utilizó el promedio de la tasa de cambio de la

producción de trigo de los años 1862-1865. b) para los años 1868, 1869, 1878, 1905, 1919 y 1924, la interpolación es lineal en

base a los años precedentes y siguientes . c) para el período comprendido entre 1887 y 1901 no se encontró información de

producción en las fuentes señaladas. Durante ese período las exportaciones de trigo y harina fueron importantes [Bauer, A. (1969); Sepúlveda, S. (1959)],

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decayendo al final de éste. Dado lo anterior, una simple interpolación lineal entre la producción de los años 1886 y 1902 no reflejaría la verdadera producción si se considera un consumo per cápita estable. Para los cálculos se procedió de la siguiente forma: de la producción total de trigo de 1886 y 1902 se restó las exportaciones correspondientes a esos años (Sepúlveda (1959)), obteniéndose así el consumo interno. Para el tramo 1887 a 1901 se estimó el consumo interno mediante interpolación lineal utilizando como años base, 1886 y 1902. A la serie de consumo interno así generada se sumó la cantidad exportada, obteniendo la serie de producción para 1887-1901.

1.1.2. Producción de papas El cuadro A1 presenta también la serie de producción anual de papas, expresada en quintales métricos, la que se obtuvo de la siguiente forma: a) para los períodos 1862-1890 y 1926-1935: "Anuarios Estadísticos de la República

de Chile". b) para el período 1902-1925: "Sinopsis Estadística de la República de Chile". Para el año 1861 se utilizó el promedio de la producción de 1862, 1863, 1864; y para los años 1868, 1869, 1878, 1887 a 1901, 1906, 1919 y 1925, todos sin información, la producción se genera interpolando linealmente. Finalmente, para el año 1860 se determinó igual producción que en 1861. 1.1.3. Producción de maíz En el mismo cuadro A1 está la serie de producción anual de maíz, expresada en quintales métricos. En su construcción se utilizaron las siguientes fuentes: a) para los períodos 1862-1890 y 1926-1935: "Anuarios Estadísticos de la República

de Chile". b) para el período 1902-1925: "Sinopsis Estadística de la República de Chile". Para los años 1868, 1869, 1878, 1887 a 1901, 1906, 1919 y 1925 no se cuenta con información directa de las fuentes; la producción se estima, en el caso de los dos primeros años, con el promedio de los años 1862, 1863, 1864; y para el resto de los años por interpolación lineal. Para los años 1860 y 1861 se utiliza el promedio de la producción de 1862 a 1867. 1.1.4. Producción de cebada El Cuadro A1 presenta la producción anual de cebada, expresada en quintales métricos, para los años 1862 a 1935. En su construcción se procedió de la misma forma que en el caso de la serie del maíz.

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1.1.5. Producción de frejoles El Cuadro A1 presenta la serie de producción anual de frejoles expresada en quintales métricos, para los años 1862 a 1935. En su construcción se procedió de la misma forma que en el caso de la serie de maíz. 1.1.6. Producción de vinos y chichas El Cuadro A2 contiene la serie anual de producción de vinos y chichas expresada en litros, para el período 1862-1933. Fuentes utilizadas: a) para los períodos 1862-1900 y 1925-1933: "Anuarios Estadísticos de la Républica

de Chile". b) para el período 1900-1925: "Sinopsis Estadística de la República de Chile". Para los años 1868, 1869, 1876, 1878, 1880, 1881, 1882, 1887 a 1900, 1902, 1906 a 1910, 1916, 1919 y 1926 no se encontró información; los dos primeros se estimaron utilizando el promedio de la tasa de cambio de la producción de los años 1865, 1864, 1863, 1862 y el resto por interpolación lineal. Para los años 1860 y 1861 se utiliza el promedio de la producción de los año 1862 a 1867. 1.1.7. Producción de ganado bovino La serie de producción de ganado vacuno 1860-1930 (en toneladas) figura en el cuadro A3. La explicación completa de la forma en que se obtuvo esta serie está en el capítulo: "Estimación de la Producción de Ganado Vacuno: Chile 1860-1930". 1.2. Precios del Producto Agropecuario Para el cálculo del valor de la producción se utilizaron tres conjuntos de precios, -tres bases-, para cada producto agropecuario: Las bases son: A: promedio de precios de 1862, 1863, 1864. B: promedio de precios de 1908, 1909, 1910. C: promedio de precios de 1928, 1929, 1930. El poder adquisitivo del peso corresponde a los años de la respectiva base.

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1.2.1. Precios de: trigo, maíz, cebada, frejoles y papas El cuadro A4 contiene los promedios de precios de los diferentes productos para cada uno de los períodos base; éstos se obtuvieron de Latorre,(1958) y de El Mercurio. En el caso de las papas falta la información para el primer período base (A), estimándose éste con el precio relativo papas-trigo promedio para los años 1882, 1887 y 1888, multiplicando luego por el precio del trigo de la base A. 1.2.2. Precio del vino El precio del vino y de la chicha en pesos por litro figura en el cuadro A4, para cada un de las bases. a) para los períodos base 1908, 09, 10, y 1928, 29, 30, se obtuvo la información de

"El Mercurio". b) para el período base 1862, 63, 64, el precio se determinó a partir del precio vino-

trigo de la base B. 1.2.3. Precio de la vaca Estos precios se obtuvieron de: a) para 1908, 1909, 1910 y 1928, 1929, de Latorre,(1958). b) para 1862, 1863, 1864 se calculó como precio relativo vaca-trigo, tomando el

promedio de las bases B y C. La transformación de cabezas a toneladas presupone un peso de 420 Kg. por animal vivo (ver capítulo, "Estimación de la producción de ganado vacuno: Chile 1860-1930"). 1.3. Valor de la Producción 1.3.1. Valor de la producción agrícola En el cuadro A5 figura el valor de las cosechas a precios constantes para los tres periodos base. Estas se componen de la suma del valor de la producción de: trigo, maíz, cebada, frejoles y papas; (multiplicación de la producción (cuadro A1),por los precios (cuadro A4)). El valor de la producción de vinos y chichas se encuentra en el cuadro A6. A su vez la suma de los valores de la producción de cosechas y vinos y chichas genera el valor de la producción agrícola la que figura en el cuadro A7. 1.3.2. Estimación del valor de la producción de garbanzos y arvejas Garbanzos y arvejas no han sido incluidos en las series de producción agrícola. En los primeros cálculos estos productos no fueron incorporados por no disponerse de

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los correspondientes precios y más adelante simplemente quedaron al margen. En lo que sigue se realiza una estimación del valor de la producción de estos cultivos para el año 1930, para así apreciar la importancia relativa de esta omisión. La producción figura en el Cuadro A.1.1. Para precios se empleo el relativo arvejas/frejoles de 1930. Precios 1992 Producción 1930 Arvejas/frejoles = .55 Arvejas : 201.161 (qqm) Garbanzos/frejoles = 1.73 Garbanzos : 63.527 Precio frejoles 1930 (Base C) = 64 $/quintal métrico Se obtiene así los siguientes valores para la producción Valor producción Base C (1928, 29, 30) Garbanzos $ 7.051.497 Arvejas $ 7.040.635 Total $ 14.092.132 Esta cifra representa 1,8% del valor de las cosechas en 1930 (esta cantidad es poco importante en relación a la diferencia entre valor agregado del trabajo y valor de la producción; ver también Capítulo 1). 1.3.3. Valor de la producción de ganado y de la producción agropecuaria El cuadro A8 presenta las series de valor de la producción de ganado; se calculó multiplicando los precios del cuadro A4 por la producción (A3). Al sumar los valores del Cuadro A7 con los del A8, se obtiene el valor de la producción agropecuaria, Cuadro A9. 2. VALOR DE LA PRODUCCION DEL SECTOR MINERO, CHILE 1860-1935 2.1. Producción 2.1.1. Producción de carbón El cuadro MIN 1 presenta la serie de producción anual de carbón expresada en toneladas, para el período 1860 a 1930. Fuentes utilizadas: a) para el período 1862 a 1883: "Boletín de la Sociedad Nacional de Mineria" y

"Anuario Estadístico de Chile".

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b) para el período 1900 a 1932: "Industrias extractivas de Chile" M. Astaburuaga (Biblioteca Congreso Nacional).

Para los años 1860-1861 se utilizó el promedio de los años 1863 y 64. Para el período 1884 a 1900 se realizó una estimación basada en la diferencia entre el promedio de los años 1881 y 1882, y de los años 1901 y 1902, utilizando interpolación lineal. 2.1.2. Producción de oro El cuadro MIN 1 presenta la serie de producción anual de oro , expresada en gramos, para el período comprendido entre 1860 y 1930. Dicha serie se construyó utilizando las siguientes fuentes: a) para el período 1862 a 1897: "Estadística Comercial de la República de Chile"

D.G.E. b) para el período de 1884 a 1934, la fuente es Hurtado (1966). La producción para los años 1860 y 1861 se consideró igual al promedio de los años 1864, 1865. 2.1.3. Producción de cobre (Cuadro MIN 1) La serie de producción anual de cobre, expresada en kilogramos, para el período 1860 a 1930, se construyó con las siguientes fuentes: a) para 1862 a 1897: "Estadística Comercial de la República de Chile" Dirección

General Estadística. b) para 1897 a 1930: "El Cobre Chileno ", Corporación Nacional del Cobre. Sutulov y

otros. Para años 1861 y 1862 se supuso que la producción de cobre es igual a la producción promedio de los años 1862 y 1863. 2.1.4. Producción de salitre El cuadro MIN 1 presenta la serie de producción anual de salitre expresada en kilogramos, para el período 1960 a 1930. Esta serie se construyó utilizando las siguientes fuentes: a) para el período 1862 a 1878: " Memoria de Hacienda",1902, pág 29. b) para el período 1878 a 1897: "Anuario Estadístico de la República de Chile"

D.G.E. c) para el período 1898 a 1930: La Industria Salitrera en Chile". R.Gutiérrez,

(Biblioteca Congreso Nacional).

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 153

153

d) los años 1861 y 1862 se supusieron iguales a los dos años siguientes, con una producción anual igual a 64,200 Kg.

2.1.5. Producción de plata El cuadro MIN 1 presenta la serie de producción anual de plata, expresada en gramos, para el período 1860 a 1930. Dicha serie se obtuvo de las siguientes fuentes: a) para el período 1862 a 1897: "Anuarios Estadísticos de la República de Chile"

D.G.E. b) para el período 1897 a 1920, Estadística Minera de Chile". c) para el período 1920 a 1930: "Industrias Extractivas de Chile", M.Astaburuaga

(Biblioteca Congreso Nacional). d) la producción de plata para los años 1860 y1861 se estimó igual al promedio de

los años 1863, 1864, 1865. 2.2. Precios de Minerales Base A: promedio de precios de 1862,1863 y 1864. Base B: promedio de precios de 1908,1909 y 1910. Base C: promedio de precios de 1928, 1929 y 1930. Los precios seleccionados para el cálculo del valor de la producción se presentan en el cuadro MIN 2 expresados en $ del año base respectivo.

154 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

154

2.2.1. Precio del salitre Los precios expresados en $/quintal métrico, seleccionados para el salitre son: Fuente Año Precio Promedio ($) ($) "Estadística Comercial 1897" 1878 5.4 "Estadística Comercial 1897" 1879 7.9 "Estadística Comercial 1897" 1880 6.8 6.7 "Mineria Chilena 1545-1975",A.Sutulov 1878-81 12.0 1889-92 7.8 1878-81 8.4-9.4 9.4 "Estadística Comercial" 1906 12.3 "Estadística Comercial" 1906 12.5 "Estadística Comercial" 1907 12.5 "Estadística Comercial" 1908 11.5 12.2 "Estadística Comercial", Pisagua 1922 11.70 "Estadística Comercial", Pisagua 1923 11.52 "Estadística Comercial", Pisagua 1924 10.98 "Estadística Comercial", Antofagasta 1924 11.00 11.3 "Estadística Comercial",Barado Pto.Salida 1922 31.92 31.92 Construcción de las bases Base A (1862, 1863, 1864): el precio promedio según "Estadística Comercial 1897" correspondiente a 1878, 1879, 1880 se deflactó por el Indice General de Precios (Nivel de Precios en Chile 1830-1930, Cuadro IP-5), llevándolo a $ del año base (1862-1863-1864). Base B (1908, 1909, 1910): el precio promedio 1906-1908 $12.2, se llevó a $ de 1908, 1909, 1910 (idem base A). Hay un fuerte crecimiento del IGP entre 1907 y 1908, lo que implica que los 12.2 arriba, se transformen en $ 14.69. Base C (1928, 1929, 1930): el precio promedio obtenido usando dos veces el promedio de 1922 a 1924 más el precio de 1929, se corrige con Indice General de Precios [2 ($11,3 x 1.092) + $31.92] ÷ 3 = $18.83.

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 155

155

En consecuencia los precios a utilizar para el cálculo del valor de la producción del salitre son: Base A (*) 5.78 Base B (*) 14.69 Base C (*) 18.83 (*) $ del respectivo año base por quintal métrico. 2.2.2. Precios del cobre Los antecedentes de precios para el cobre expresados en $ por quintales métricos son: Fuente Año Precio($) Promedio($) "Estadística Comercial" 1862 38.7 1863 37.0 1864 39.9 38.5 "Estadística Comercial" Valparaiso 1906 104.25 "Estadística Comercial" Coquimbo 1906 103.42 "Estadística Comercial" Valparaiso 1907 88.8 "Estadística Comercial" Coquimbo 1907 100.9 "Estadística Comercial" 1908 72 "Estadística Comercial" 1908 74 "Estadística Comercial" 1908 71 87.77 "Comercio Int. y Comunicaciones"Arica 1922 81.82 "Comercio Int. y Comunicaciones" Tocop. 1922 75.15 "Comercio Int. y Comunicaciones" Valp. 1922 89.17 "Estadística Comercial" Tocopilla 1923 71.86 "Estadística Comercial" Valparaiso 1923 79.93 "Estadística Comercial" Valparaiso 1924 75.43 "Estadística Comercial" Coquimbo 1924 63.53 76.7 "Comercio Interior y Comunicaciones" 1929 267.46 267 Los precios utilizados son: Base A: promedio 1862, 63, 64, o sea $38.5/qqmm. Base B: promedio 1906, 07, 08, o sea $87.8/qqmm. Base C: [2(76.7) 1.092 + 267] ÷ 3 = $144.84.

156 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

156

2.2.3. Precios de la plata (Cuadro MIN 2) Fuente Año Precio Promedio ($/gramos) ($/gramos) "Estadística Comercial" 1862 0.045 1863 0.045 1864 0.046 0.045 "Estadística Comercial" Iquique 1906 0.057 "Estadística Comercial" Caldera 1906 0.057 "Estadística Comercial" 1907 0.056 "Estadística Comercial" 1908 0.044 0.0535 "Comercio Int. y Telecomunicaciones" 1922 0.06 "Comercio Int. y Telecom." Taltal 1922 0.048 "Estadística Comercial" Caldera 1922 0.043 "Estadística Comercial" Iquique 1923 0.046 0.049 "Estadística Comercial" Iquique 1924 0.474 "Estadística Comercial" Caldera 1924 0.36 0.417 "Estadística Comercial" Londres 1929 0.13 0.13 Precios utilizados en cálculo del valor Base A: .045 $/gr. Base B: .054 $/gr. Base C: promedio [(1922-23-24) 1.092 y 1929] = .192 $/gr.

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 157

157

2.2.4. Precios del oro Fuente Año Precio Promedio ($/gr.) ($/gr.) "Estadística Comercial" 1862 0.547 "Estadística Comercial" 1863 0.547 "Estadística Comercial" 1864 0.514 0.536 "Estadística Comercial" 1906 1.8 "Estadística Comercial" 1907 1.8 "Estadística Comercial" 1908 1.8 1.8 "Estadística Comercial" Caldera 1922 1.59 "Estadística Comercial" Caldera 1923 1.46 "Estadística Comercial" Taltal 1924 0.75 "Estadística Comercial" Caldera 1924 1.75 1.3875 Precios seleccionados Base A: 0.536 $/gr. Base B: 1,8 $/gr. Base C: 1,8 $/gr. ; por no disponer del precio de 1929 se optó por

mantener la base B.

158 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

158

2.2.5. Precios del carbón de piedra Fuente Año Precio Promedio ($/qqmm) ($/qqmm) "Estadística Comercial" 1862 0.55 "Estadística Comercial" 1863 0.64 "Estadística Comercial" 1864 0.65 0.613 "Estadística Comercial" 1906 4 "Estadística Comercial" 1907 4 "Estadística Comercial" 1908 4 4 "Estadística Comercial" Arica 1924 2 "Estadística Comercial" Pta. Arenas 1924 2 2 "Estadística Comercial" 1929 7.05 7.05 Precios Seleccionados ($/toneladas) Base A: 6,13 Base B: 40,0 Base C: 38,6 ( = [(4 x 1.092) + 7.05] / 3) 2.3. Valor de la Producción del Sector Minero En primer lugar se calculó la serie del valor de la producción para cada mineral: carbón, oro, cobre, salitre y plata, multiplicando la producción física de cada año por el respectivo precio base. Los resultados de estas operaciones se presenta en los cuadros MIN 3, Min 4, MIN 5. La suma de las series anteriores dan como resultado el valor de la producción minera, cuadro MIN 6. 3. VALOR DEL GASTO FISCAL CHILE 1860-1935 La fuenta básica es Humud (1974). Sin embargo, al cotejar los datos con la tesis de doctorado del mismo autor "Chilean Economic Policy During Nineteenth Century" (B. Phil Dissertation, University of Oxford 1971) se constata que las mismas cantidades que en la publicación de 1974 corresponden a pesos en la tesis (1971) corresponden a dólares. Para dirimir esta diferencia se recurrió a "Cuentas Fiscales de Chile 1925-1957". Ministerio de Hacienda, Depto. de Estudios Financieros, Santiago 1959, las que señalan un gasto fiscal total efectivo del gobierno central para 1930 equivalente a 1.166 millones de pesos. Al multiplicar el dato de Humud por el tipo de cambio que figura en la misma

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159

tesis se obtiene un gasto total 1.366 millones de $ para dicho año. La diferencia entre ambas cifras se aproxima, no exactamente, al rubro empresas públicas en la publicación ya mencionada del Ministerio de Hacienda. Todo ésto lleva a concluir que los datos de Humud se encuentran efectivamente expresados en dólares. En consecuencia, se utilizó estos datos y para transformarlos a pesos de los respectivos años base se procedió como sigue. Primero se construye el gasto fiscal en pesos de cada año para lo cual se multiplica el dato en dólares por el tipo de camb io $/dólar. Se emplea para ello el tipo de cambio que figura en Humud (71) (y que corresponden a D'Ottone, H. y Cortes H. (1965) "Tasas Cambiarias de Chile en relación al dólar y libra esterlina 1830-1964". Banco Central de Chile, Boletín Mensual Nº 450, pp. 1103-04). A continuación y con ayuda del índice general de precios (Indice General de Precios, del Capítulo "El Nivel de precios. Chile 1830-1930". Cuadro IP-5) se construyen tres series de gasto fiscal a precios constantes: $ de 1862-63-64 $ de 1908-09-10 $ de 1928-29-30 Estas series figuran en el cuadro F1; mientras que en F2 se encuentran el gasto fiscal en pesos de cada año. 4. CONSTRUCCION DE INDICADORES AGREGADOS PARA EL VALOR DE LA

PRODUCCION AGROPECUARIA, MINERA Y FISCAL AGR-1 y AGR 1.1, 1.2, 1.3: se obtienen como suma de los cuadro A9, MIN6 y F1;

corresponden al valor de la producción de estos tres sectores. AGR-2 AGR1 dividido por L6, L7, L8 respectivamente. El Cuadro AGR-2 muestra el

cuociente entre valor de la producción y el valor agregado del trabajo para el sector agropecuario y el minero.

AGR-3 "Población 1835-1940" corresponde a una interpolación lineal de los datos

censales. Fuente Cuadro 2 en "Población y Fuerza de Trabajo: Chile 1540-1988".

AGR-4 Valor de la producción per cápita; es el valor de la producción

agropecuaria, minera y gasto fiscal, AGR-1, dividido por la población AGR-3, expresado como índice tomando 1930=100. Los cambios anuales corresponden al cambio en este índice.

AGR-5 Indice del valor agregado del factor trabajo per cápita; se obtiene

dividiendo el valor agregado del trabajo -L6, L7, L8-, por la población

160 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

160

AGR3, respectivamente. Se expresa como índice con 1930=100. Las diferencias que se observan en el Cuadro entre las diversas bases reflejan ajustes por decimales y niveles; en rigor los índices resultantes debieran ser idénticos.

5. VALOR AGREGADO DEL TRABAJO 5.1. Fuerza de Trabajo Sectorial y Total 1854-1940 (Cuadro L-1 y L-2) Fuente básica: Capítulo "Población y Fuerza de Trabajo: Chile 1540-1988" (los números de

los cuadros y secciones señalados a continuación corresponden al mencionado capítulo).

L-1 Fuerza de trabajo sectorial y total 1854-1940, años censales. Se construye

multiplicando la composición de la fuerza de trabajo por sectores (Cuadro 6) por la fuerza de trabajo (Cuadro 4-B). En la fuerza de trabajo del año 1895 se cambia a la opción (ii) mencionada en la sección 2.1.2. Adicionalmente, se corrigen los datos para la construcción correspondientes a 1895 y 1907 para lo cual se emplea como base los datos de fuerza de trabajo de la construcción de 1885 y 1920; la fuerza de trabajo así generada para el sector construcción en 1895 y 1907, se disminuye de manufacturas en esos años.

L-2 Fuerza de trabajo sectorial y total 1854-1940. Interpolación lineal de los

datos Cuadro L-1. L-2.1 Composición de la fuerza de trabajo sectorial 1854-1940, construido a partir

de L2. 5.2. Productividad (Valor Agregado) del Trabajador, por Sectores (Cuadro L-3, L-4, L-

5) En lo fundamental se trata de series de remuneración del trabajo construidas en

base a índices de Sueldos y Salarios. La productividad se presenta en pesos de los tres años base, A, B y C; sin embargo su evolución real es idéntica.

La explicación de la construcción de la productividad del trabajo sectorial, se encuentra en el capítulo "Remuneración del Trabajo: Chile 1860-1930", Sección 6.

L-3-L-4-L-5 Valor agregado anual por trabajador y por sector 1860-1935. L-5.1 Valor agregado anual por trabajador nacional promedio 1860-1935. Se trata del

promedio ponderado del valor agregado por trabajador y por sector (L3, L4, L5)

TRABAJO, PRODUCCION Y CRECIMIENTO 161

161

en que las ponderaciones corresponden a la fuerza de trabajo sectorial (Cuadro L2.1).

5.3. Valor de la Productividad -Valor Agregado- del Trabajo por Sector de Actividad Cuadro L-6, L-7, L-8. El valor agregado del trabajo por sector se obtiene al multiplicar las cifras de productividad anual por trabajador y por sector con la cantidad de trabajadores también por sector. [L.6 = (L.2) (L3); L7 = (L.2) (L.4); L.8 = (L.2) (L.5)]. El valor agregado se expresa en moneda de los tres períodos base: A (1862, 63, 64); B(1908, 09, 10); C (1928, 29, 30); sin embargo, la evolución real debe ser idéntica en las tres series. 6. TASAS DE CRECIMIENTO Los Cuadros TC presentan las tasas de crecimiento implícitas en algunos de los

cuadros anteriores. Se obtienen estimando g en la ecuación siguiente. Valor año más reciente = Valor año inicial (1 + g)n en que n es el número

correspondiente de años. TC-1 y TC-2: Se obtienen a partir del Cuadro AGR-1, mientras TC-1 trae las tasas

anuales correspondientes a períodos decenales, TC-2 cubre períodos acumulativos a partir de 1860; ésto es, 1860-70; 1860-80; 1860-90; 1860-1900; 1860-10; 1860-20; 1860-30.

TC-3: Presenta las tasas de crecimiento anuales sectoriales implícitas en TC-1 y

2; se obtiene de los cuadros AGR 1-1; 1-2; 1-3. Para el gasto fiscal las tasas de crecimiento son independientes del año base.

TC-4: Presenta las tasas de crecimiento correspondientes a la fuerza de trabajo

sectorial y total. Las tasas fueron calculados a partir de la información Cuadro L-2.

TC-5: Presenta las tasas de crecimiento anual del valor agregado sectorial y total

del factor trabajo por períodos decenales; fueron calculadas a partir del Cuadro L-7.

Estas tasas también son independientes del año base.

162 DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 150

162

TC-6: Tasa de crecimiento anual acumulada por períodos para el valor agregado total del factor trabajo.

TC-7: Tasa crecimiento anual de la población 1540-1982; períodos censales. TC-8: Tasa de crecimiento anual del valor de la producción agropecuario minera

y gasto fiscal per cápita 1860-1930. Calculada a partir de AGR4. TC-9: Tasa de crecimiento anual del valor agregado del factor trabajo per cápita

1860-1930. Calculado a partir de los índices del Cuadro AGR-5. TC-10: Tasa de crecimiento del valor agregado por el trabajador nacional

promedio 1860-1930; calculado a partir del cuadro L 5.1. TC-11: Tasa de crecimiento del valor agregado sectorial del trabajador sectorial

1860-1930; calculado a partir de L3.

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