Fernando Gamboa se sincera con Ovd Week y explica elporqué de su salida del club azul

Y además...El dilema de Sarriugarte en el centro del campoBusca tu 'foto' si estuviste en Ourense

Año 2013Número 21

"Ojalá la vida me vuelva a unir al Oviedo"

Con el Oviedo en la maletaEsta semana la maleta viajaba a Ou-rense, pero por primera vez vuelve sin goles en su interior. En todas las salidas del Real Oviedo había vuelto con goles, también es verdad que en algunas con derrota, pero siempre al menos los jugadores azules habían logrado batir al portero rival.logrado batir al portero rival.Todo en Ourense rozaba lo esper-péntico… Como si de algún torneo de verano se tratase se tomaron el partido en tierras gallegas. De-masiada parafernalia previa, con himno de Asturias, y hermanamiento máximo. Que todo eso está muy bien y no se me entienda mal, pero que desentona un poco para un partido de liga en el que al menos uno de los dos equipos se juega bastante.

El hermanamiento fue máximo ro-zando incluso el peloteo, pero se agradece el detalle por parte del Ou-rense. Pero quizás ese ambiente contagió a los jugadores que no ofrecieron un buen espectáculo aunque más entretenido que el último Real Madrid – Barcelona (a pesar de que no hacía falta demasiado)

Las calles de Ourense recibían el desplazamiento masivo de la tem-porada por parte de aficionados azules.

Las fotos no reflejan todo el ambiente, pero ayudan a intentar comprender lo que representa esta afición y lo que siente por su club.DuranteDurante el viaje por carretera la maleta del Oviedo iba viendo como autobuses llenos de color azul circu-laban por la A-52 (carretera en un estado pésimo) y viajaban con la ilusión de animar a su equipo. Algo que ocurrió durante los 90 minutos. Faltan cuatro viajes de Liga sin contar el desplazamiento a Luanco, uno a Leganés (el próximo), otro a Valdebebas, otro a Getafe y otro a Guijuelo y habrá color azul Oviedo en todos en lo que será una buena antesala para el ̒playoff̓ porque comocomo reza el h̒astag̓ de @OVDSport, #ESTEAÑOSÍ

Cristian Padilla OrtegaPeriodista

El día en el que el fútbol se dejó ensombrecer por la violenciaLas redes sociales y el foco infor-mativo en el que se han centrado al-gunos medios de comunicación –véase la portada de algún diario gallego- no engañan. El pasado do-mingo unos hechos lamentables acaecidos por las céntricas calles de Ourense en las horas previas al en-cuentro consiguieron oscurecer al fútbol. Por momentos la violencia le había ganado su pulso al deporte.Parece sorprendente que las “ruas” que durante la mañana habían sido protagonistas del buen rollo y el hermanamiento entre dos aficiones que se reencontraban después de mucho tiempo, se convirtiesen horas después en testigos de una batallabatalla campal alentada por una panda de descerebrados que hacen de la política y el terror el eje de su existencia en los campos de fútbol. Dejando de lado por completo lo que es su esencia, la pasión por el deporte.Parece difícil de creer que la Delegación del Gobierno no de-clarase partido de alto riesgo el en-cuentro del domingo. Más teniendo en cuenta que la presencia de Celtarras en la capital ourensana era más que posible, y que el espectáculo bochornoso se podía haber evitado con algo más de cui-dado por parte de las Fuerzas del Orden.

Unas “Fuerzas del Orden” que su-peradas por las circunstancias in-currieron en desorden. Tratando como criminales a las víctimas. De-jando que la violencia ganase el pulso al salir indemne ya que no se produjo, que sepamos, ninguna detención.Política y fútbol son un cóctel explo-sivo. Es como mezclar fuego con gasolina. La explosión es inminente. Esa explosión en estos términos se llama violencia, como se pudo com-probar el domingo.Son dos elementos que jamás se pueden juntar y son los clubes los primeros que tienen en su mano evitar la mezcla.EnEn el caso de los Celtarras la “excusa” fue la política, pero el tras-fondo era mayor, solo el mero deseo de armar gresca ya que sus ra-zonamientos políticos acerca de un sector de la afición del Real Oviedo se alejaban de la realidad. La política solo fue una mala justificación para infundir terror.Todo sea dicho, el fútbol también puso de su parte para dejarse ganar este pulso. Sobre el césped poco o nada de fútbol se pudo ver y la vio-lencia, en consecuencia, se aprovechó de ello para tomar las riendas informativas de la jornada. Pero eso ya es otro cantar…Pero eso ya es otro cantar…