oswaldo reynoso

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Oswaldo Reynoso / En octubre no hay milagros 27ene10 El objetivo de esta novela se declara en una de sus frases: llamar a la acción colectiva para una revolución socialista en Perú. Según los diarios de hoy, no ha habido revolución socialista en Perú. No importa para los criterios literarios: En octubre no hay milagros es una revolución en cada una de sus líneas. En primer lugar, vuelca la pregunta de Vargas Llosa del pasado a un presente continuo y demuestra cómo se joden, día a día, Perú y otros países análogos. En segundo lugar, su voluntad obsesiva de exponer llagas individuales y de clase voltea el mundo consuetudinario del revés, lo cual es la forma más práctica de entender la verdad. En tercer lugar, cada frase se desprende de una opción contra el lugar común y se movilizan para esto una cantidad ingente de recursos: sinestesia, jerga juvenil, montaje, iteración, monólogo interior, entre otros. En cuarto lugar, esta novela es una demostración elegante de que en Latinoamérica la triangulación astronómica de vanguardia, realismo y estructura social ha creado una literatura única y

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Oswaldo Reynoso / En octubre no haymilagros 27ene10El objetivo de esta novela se declara en una de sus frases: llamar a la accin colectiva para una revolucin socialista en Per. Segn los diarios de hoy, no ha habido revolucin socialista en Per. No importa para los criterios literarios:En octubre no hay milagroses una revolucin en cada una de sus lneas. En primer lugar, vuelca la pregunta de Vargas Llosa del pasado a un presente continuo y demuestra cmo se joden, da a da, Per y otros pases anlogos. En segundo lugar, su voluntad obsesiva de exponer llagas individuales y de clase voltea el mundo consuetudinario del revs, lo cual es la forma ms prctica de entender la verdad. En tercer lugar, cada frase se desprende de una opcin contra el lugar comn y se movilizan para esto una cantidad ingente de recursos: sinestesia, jerga juvenil, montaje, iteracin, monlogo interior, entre otros. En cuarto lugar, esta novela es una demostracin elegante de que en Latinoamrica la triangulacin astronmica de vanguardia, realismo y estructura social ha creado una literatura nica y apetecible; Reynoso se suma a una lista de nombres entre los que se cuentan Reynaldo Arenas, Andrs Caicedo, Lorenzo Garca Vega, Gonzalo Milln, Lucho Hernndez, Fernando del Paso, Juan Jos Saer, Manuel Puig: escritores de los 60 y 70 (con la excepcin de Garca Vega, un adelantado y un sobreviviente, un sonriente galpago) crispados por la primera ola de globalizacin cultural, la excentricidad de sus escrituras y el ments craso de un continente oprimido por el autoritarismo cvico-militar.En un da de festividad religiosa, se desarrolla con ritmo y vigor la odisea de un hombre pequeo que busca casa, la involuntaria cada en la corrupcin de su hija, la dura adolescencia de su hijo menor y la vacilacin entre el miedo y la vocacin poltica de su hijo mayor. En contrapunto, la jornada del dueo de un pulpo empresarial que manipula un gobierno adicto a sus intereses y se solaza en el fango de una relacin paga con un bello joven, que le permite simular el amor y ejercer el poder. En Reynoso se podra verificar la siguiente hiptesis: si el realismo decimonnico no es imitacin directa de la materia social, sino que sta est mediada por una ideologa pequeoburguesa capaz de agudizar contradicciones y echar mano a variadas fuentes tericas (y adems elige como figura tutelar a Napolen), el realismo urbano, etiqueta corriente para la obra del peruano, es el fruto de un escritor pequeoburgus cuya nica fuente terica es el marxismo-leninismo local, fuente slo til para los relatos con claro mensaje socialista a los que se alude burlonamente, y que por lo tanto debe esforzarse en una percepcin lo ms sincera posible de la materia social para cuya expresin debe romper los moldes estilsticos transparentes del realismo y saquear tcnicas vanguardistas adaptndolas a las necesidades, an realistas, de la denuncia moral y la indagacin metdica de la sociedad existente. Las figuras tutelares de este laberntico circuito de carreras participan del claroscuro tico de Napolen: son Fidel Castro y Ernesto Guevara, dictadores y revolucionarios. El resultado es un fresco alucinatorio donde se confunden la descripcin de una religiosidad carnal y una obscenidad espiritual: una Lima ms parecida a Interzona que las ejemplificadoras ciudades tercermundistas concebidas por realistas de segunda clase a la manera de Graham Greene.