novela telúrica

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Novela telúrica Fecha de creación: 05-Nov-2007 1. INICIO 2. Géneros y subgéneros literarios 3. Novela 4. Novela telúrica Acepciones en las historias y materiales afines Eduardo Pachón Padilla en el espacio dedicado a la novela en la Enciclopedia de Colombia, expone como a través del tiempo el hombre hispanoamericano ha sido relacionado con el elemento telúrico. Según el autor, Europa ha simbolizado la historia, lo humano, mientras que América ha representado la geografía, lo territorial. No obstante, este predominio de la tierra dentro de la tipología hispanoamericana no implica una carencia espiritual, ni una falta de interés por nuestro devenir histórico y humano. Según Pachón Padilla, la novela en Hispanoamérica reflejaba la expresión de su propia realidad, sin embargo, la mayoría daba más importancia a su propia esfera geográfica, prestando poca atención a lo humano universal. Así, “los caracteres y conflagraciones que en ella se planteaban se hallaban subyugados en mucho al factor telúrico y social de su medio circundante” (p.217). Esto, según Pachón Padilla, podría deberse al proceso de adaptación del hombre a las diversas condiciones que lo rodeaban, condiciones como “(…) los irresistibles elementos de la naturaleza indomada, que poco a poco iban modelando su temperamento y sus hábitos, acaso porque la extensión ilimitada ejercía una especie de imperativo categórico sobre su existencia.” (p. 217). Por otra parte, Antonio Curcio Altamar en su obra Evolución de la novela en Colombia, centra el apartado dedicado a la novela terrígena en el estudio de La vorágine, novela del colombiano José Eustasio Rivera. Según el autor, ésta se presenta como la primera

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Novela telrica

Novela telrica

Fecha de creacin: 05-Nov-2007

1. INICIO2. Gneros y subgneros literarios3. Novela4. Novela telrica

Acepciones en las historias y materiales afines

Eduardo Pachn Padilla en el espacio dedicado a la novela en la Enciclopedia de Colombia, expone como a travs del tiempo el hombre hispanoamericano ha sido relacionado con el elemento telrico. Segn el autor, Europa ha simbolizado la historia, lo humano, mientras que Amrica ha representado la geografa, lo territorial. No obstante, este predominio de la tierra dentro de la tipologa hispanoamericana no implica una carencia espiritual, ni una falta de inters por nuestro devenir histrico y humano.

Segn Pachn Padilla, la novela en Hispanoamrica reflejaba la expresin de su propia realidad, sin embargo, la mayora daba ms importancia a su propia esfera geogrfica, prestando poca atencin a lo humano universal. As, los caracteres y conflagraciones que en ella se planteaban se hallaban subyugados en mucho al factor telrico y social de su medio circundante (p.217). Esto, segn Pachn Padilla, podra deberse al proceso de adaptacin del hombre a las diversas condiciones que lo rodeaban, condiciones como () los irresistibles elementos de la naturaleza indomada, que poco a poco iban modelando su temperamento y sus hbitos, acaso porque la extensin ilimitada ejerca una especie de imperativo categrico sobre su existencia. (p. 217).

Por otra parte, Antonio Curcio Altamar en su obra Evolucin de la novela en Colombia, centra el apartado dedicado a la novela terrgena en el estudio de La vorgine, novela del colombiano Jos Eustasio Rivera. Segn el autor, sta se presenta como la primera novela propiamente americana despus de aos de imitacin y reproduccin de las formas novelsticas europeas. Para Curcio Altamar, el nuevo aporte de esta novela consisti en la presentacin artstica de () la agresividad maligna y misteriosa de la selva tropical que casi como factor humano penetraba tambin en la tragedia del hombre contra el hombre. (p. 205). De esta manera, la preocupacin por temas propios del modernismo y hasta del mismo romanticismo qued atrs dando cabida a () lo orgistico-demonaco de las regiones inextricables y sin poetizar, de Colombia (p.205).

En La Vorgine, arquetipo de la novela telrica, se manifiesta el equilibrio entre la tierra y el elemento subjetivo, la pasin de la selva se combina con la vivencia humana, estando ambos factores enlazados en una misma lnea vital. En este sentido, Curcio Altamar afirma que los hombres en esta novela aparecen () como pedazos trgicos de la jungla, y como desprendidos de ella por un solo punto: el intil afn intelectual de pensar el hombre la selva como ser aparte. Y es ste el plano donde se rie la batalla real y novelesca, que la tierra gana. (p.208).