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Suplemento especial fuera de serie. La música que nos gusta.TRANSCRIPT
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‘Pleno al 15’
15 meses, 15 numeros. ✠ Alguien dijo alguna vez que la
musica despierta los sentidos.
Pues a mí de jovencito me debio de
levantar bruscamente de mi sueno
porque me desperto todo y, ademas,
los sentidos. Es lo que tiene el
amanecer masculino. Alguna bella
melodía madrugo en mi conciencia
somnolienta y es la que me ha venido
acompanando durante el transcurso
de mi infancia primero, adolescencia
despues y madurez, para finalizar. O
para empezar, porque en el final el
principio tiene sentido. Esa banda
sonora no es otra que la musica
rock, pero sería un desagradecido
si no derribo diques musicales, si no
amplio generos y destruyo barreras
estilísticas. No lo voy a ser. Todas las
tendencias que en mí alborecieron
precozmente, ademas del R’n’R, me
han acompanado como escudero
fiel a caballero y como gasolina
necesaria a motocicleta. Así ha sido
desde el principio, desde siempre.
✠ Beethoven aseguraba que la
musica constituye una revelacion mas
alta que ninguna filosofía. Cierto, se
revelo para conmigo como ninguna
otra doctrina.
✠ Esas notas musicales que izaron el
mastil de mi guitarra han recorrido
los algodonales del blues. Han entrado
en la eucaristía del gospel y han
iluminado la bola de espejo. Han
calzado ‘Doc Martens’ mientras
pisaban cuadrículas de piso damero.
Se han vestido con camisas de
cuadros sobre ajados vaqueros rotos
en rebeldía. Han sentido el ‘quejio’ y
el ‘alma negra’ de la voz humana. El
rasgueo sureno de una guitarra y
el soplido funky de una trompeta o
saxofon al agitado compas de mis pies.
Las mismas que alargaron mis patillas
(las de mi rostro) mientras escuchaba
a Elvis. Esas que alzaron los cuernos
de mi mano con ritmo frenetico y
metalico. Aquellas que oí en grandes
aforos y pequenos garitos lugubres
de olor y sudor a rock. Las notas
musicales, tantas y diversas, que...
¡que me parta un rayo australiano!,
han provocado mi manifiesto
despertar repleto de curiosidad y
complicidad.
✠ Todo ello llevo, irrevocablemente,
a tomar una drastica decision vital:
a un lado u otro del escenario. Me
posicioné por la mas cobarde y menos
arriesgada. De ahí, admirar aun mas
a los musicos, por su trabajo diario
y porque desde la barrera se ve todo
mas facil. Todo. Con los anos y la
experiencia uno no sabe aun -no es
consciente- del camino elegido. No
sabe si caer en el arrepentimiento
o sonar que en la otra vida ha
permutado a interprete/ejecutante.
Si creer con vehemencia en la
reencarnacion como codiciada excusa
o imbuirse en la indiferencia mas
evidente como hecho real. Qui lo sa?
✠ El camino es largo y tiempo hay de
llorar o reir. Lo repudiado o lo anhelado.
Y en eso estamos. Solo el tiempo
adoquinara el trayecto o barrera las
piedras del viaje. Un viaje acuestas con
la mochila de anecdotas compartido
con todos vosotros, companeros de
recuerdos y conciertos; camaradas de
alegrias y cervezas. Copilotos de la
mejor ruta, gracias a todos. A Robert
Johnson que con/por el comenzo todo.
A Muddy Waters, que lo continuo.
Al patron Nacho ‘Mahou’ por la
oportunidad que me brindo (¡bravo
remero, dale a los remos, que nunca
se diga que nos vencieron!). A toda
la tripulacion de esta publicacion. A
todas las bandas que han aparecido en
RockON. A la familia Osorio Gaspar
por sus traducciones y conocimientos
musicales. A mis amigo/as (imposible
nombrarlos a todo/as) y a mi
familia. A mis padres y hermanas. Y,
especialmente, a Marisa... la luz que
me guia.
✠ Muy agradecido a los nombrados,
los ausentes, los lectores y, sobre
todo, a la musica, que me hizo ser
persona. Ese arte que entra por los
oidos y va al corazon, el mas directo.
Por el cual hoy ofrecemos este
suplemento extraordinario como
resumen armonico de estos ult imos
quince meses tripulando esta nave.
La nave ChopperON y su larga vida
al R’n’R. Suerte.
Ramón González Araújo
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Patrón y remero: Nacho MahouPiloto: Javi Arias Comodoro: Adriano García Autor del suplemento especial: Ramón González Araújo
ChopperON es una publicación On Line de
H4Y 111Ø71VØ Comunicación Creativa
PUBLICIDAD Y MÁRKETINGDaniel Paredes 619 724 887 [email protected]
04 Rock Sureño & Harley-Davidson.09 De cómo nació el género musical: R’n’R.�� 31 años de la muerte de Elvis Presley.�6 Especial Deep Purple. �0 AC/DC: el retorno esperado. �4 Ten Years After Now. �6 Guns N’ Roses. �8 Mitch Mitchell. �0 Relentless 7, la nueva aventura de Ben Harper. �� Entrevista a Jeff Espinoza, cantante de Red House. �6 Grateful Dead. �8 Motos y rock, dos mundos conexionados.4� Comúsica’09. 44 Los Reyes del K.O., el funky-blues español50 Simple Minds-U2, algo más que en común.57 Nuevo libro sobre Rick Rubin, productor musical.58 Chickenfoot, nuevo supergrupo de Joe Satriani. 60 Entrevista a The Chesterfield Kings. 64 La vida galopante de John Belushi. 66 Especial AC/DC. 74 The Stooges, su última biografía. 76 Them Crooked Vultures. 78 Les Paul. 80 Entrevista a F. Pardo, guitarrista de Los Coronas. 86 J. Brockman, miembro de Echo & The Bunnymen. 88 Nuevo disco de la Jeff Scheetz Band.90 Led Zeppelin, 1969/2009.
Tripulación
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Guitarras confederadas, arde el sur
Rock Sureño & Harley-Davidson
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En agosto de 2003 la revista Rolling
Stone declara a Duane Allman como
el segundo guitarrista –de cien, tras Jimi
Hendrix- más importante de todos los
tiempos. 32 años antes yacía en la carrete-
ra este icono del rock sureño. Y con él su
moto: una Sportster.
Harley-Davidson y el rock. El rock y Har-
ley-Davidson. Un binomio en estado puro
desde los inicios del rock más pantanoso
hasta nuestros días. El centenario de la le-
gendaria marca motorística acogió, como no
podía ser de otra manera, al grupo del recor-
dado guitarrista fundador de uno de los más
influyentes conjuntos de southern rock de la
historia, The Allman Brothers Band.
Duane, junto con su hermano Gregg, crea-
ron a finales de la década de los 60 del siglo
pasado la banda que impregnaba su apellido
de jazz, country, R’n’R, blues en lo que ven-
dría a ser con los años un estilo con denomi-
nación de origen puramente USA bajo una
mezcla de diferentes tendencias y géneros.
De tal coctelera y de la infinita capacidad de
improvisación nace ‘At Fillmore East’, uno
de los mejores directos del género.
Cogiendo el testigo de la banda de Georgia
y añadiendo un nuevo componente musical
airbrushbydavid.com
Lynyrd Skynyrd. Fondo: primera bandera confederada.
k-kamera.com
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a dicho estilo, el hard rock, los Lynyrd Skyn-
yrd dedican en ‘Free Bird’, uno de sus más
representativos temas, al tristemente falle-
cido Duane toda la herencia, el sentido y el
sentimiento de lo que es una balada sureña.
Si los Allman Bros. hacían guiños musica-
les al jazz, Lynyrd Skynyrd lo hace al rock
sureño más duro. La potencia sónica es debi-
do, en gran parte, a la conjunción extrema de
sus tres guitarristas principales, circunstancia
poco común en el mundo del rock. En clara
respuesta a Neil Young y su tema ‘Alabama’,
los de Florida componen con su archicono-
cido ‘Sweet Home Alabama’, alegato de la
condición confederada.
Seis años más tarde de la pérdida de Duane
en un trágico accidente aéreo fallecían, ava-
tares irónicos del destino, Ronnie Van Zant,
a la sazón cantante de los Lynyrd Skynyrd.
Y con él su guitarrista. Y con él su corista. Y
con ella su manager. Pero no moría la esencia
que les hizo entrar en 2006 en el Rock and
Rock Hall of Fame.
En pleno auge del punk y explosión del
pop, surgen grupos exponentes de la tradi-
ción sureña para combatir la superficialidad
ochentera de la MTV. Entre ellos, los tejanos
ZZ Top , un trío de barbudos que se deja-
Izquierda: Portada del disco disco de Lynard Skynyrd Street SurvivorsDerecha: Black Crowes a toda vela.
edwardcoryell.com
Centro: Harley decorada con motivos sureños.Derecha: Blackfoot en directo, su punto fuerte.
deanguitars.com
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ban acompañar por rubias oxigenadas y cus-
tomizadas Harleys, deben parte de su éxito
precisamente a los clips televisivos y a la in-
clusión de sintetizadores para dar forma a su
genuino y característico rock.
Originarios de la misma ciudad que les da
nombre, Black Oak Arkansas se apuntan al
show bussines americano haciéndolo suyo en
sus propios conciertos gracias, en gran par-
te, a la actitud de Jim ‘Dandy’, su festivalero
excéntrico vocalista.
Menos juerguistas escénicos y más en lí-
nea a los Skynyrd se presentan los Molly
Hatchet, asistentes a la convención mundial
del 2004 de Harley-Davidson. Tomando el
nombre de una meretriz que decapitaba a
sus clientes, alcanzaron el éxito con la misma
fórmula de hard rock y rock sureño que años
antes ideó Van Zant pero ahora añadirían el
boggie rock con su sello particular.
‘Highway Song’ supuso para Blackfoot
lo que ‘Free Bird’ para Lynyrd Skynyrd. De
misma sonoridad, melodía y velocidad la
belleza de esta balada confederada consigue
lanzar a la fama al grupo con su solo de gui-
tarra. Rock sureño en estado puro. Y duro.
Coetáneos a estas bandas surgen también
desde Florida en 1972 Outlaws, clásico en-
tre los clásicos. Y con ellos, tres años más
tarde, los 38 Special en los que se acusa su
tendencia AOR pero sin olvidar la sonori-
dad sureña que caracteriza al hermano de
Johnny y Ronnie Van Zant, Donnie, líder
de unos de los grupos southern más respe-
tados en la actualidad.
Actualidad marcada por ‘Warpaint’ úl-
timo disco de reciente lanzamiento (mar-
zo del 2008) editado por el mejor grupo
sureño surgido en la pasada década: The
Black Crowes, donde nos retrotraen a su
época más dorada.
La banda de los hermanos Robinson
(Chris, vocalista y Rich, guitarrista) no
sólo son la esperanza sino el presente
y futuro de un género estigmatizado,
amén de sus continuas desgracias, por
miles de fieles seguidores hermanados
en un sentimiento común. El senti-
miento con olor a gasolina, sabor a
cerveza y baile de rock. El rock sureño.
ZZ Top, conocido como The Little Ol’ Band from Texas, formado en 1970 en Houston, Texas. Los miembros del grupo son Billy Gibbons (voz y guitarra), Dusty Hill (bajo y voz) y Frank Beard (batería). Todavía conserva sus miembros originales 38 años después.
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On the rock again
De cómo nació el género musical: Rock and Roll
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Cuenta la leyenda marinera inglesa que
durante siglos al vaivén hacia delante y
detrás de los barcos en la mar se le denomi-
nó con el término rock por su bravía dureza,
siendo roll su movimiento lateral deslizante.
Cuenta, sin embargo, otra leyenda en su
acepción más libidinosa y de contenido y
contexto morboso que en slang (argot ame-
ricano) refieren de este termino al concepto
mismo del acto sexual.
Otros orígenes remontan su significado
más místico al entorno religioso del gospel
allá por la década de los 40 del siglo pasado.
El rocking era ritmo que imprimían en sus
cánticos grupales.
En efecto, grumetes avispados, marineros
de primera y remeros de la carretera… esta-
mos hablando de la procedencia genérica y
terminológica del estilo musical más impor-
tante de la historia, del tipo de música por
antonomasia: el Rock ‘n’ Roll.
Nosotros nos apropiaremos con la li-
bre traducción de contonearse y rodar.
Mola más.
De la fusión de ritmos de diversa proce-
dencia estilística como el Rhythm and Blues,
el country, el swing y, fundamentalmente, la
aceleración de los doce acordes básicos del
blues nació la métrica musical del rock.
Lo que coronaría al olimpo a artistas
blancos de alma y corazón negro surgió a
finales de los años 40. Si bien Elvis Presley
reinó durante décadas y décadas conviene
retrotraerse tiempo antes para entender y
conocer el devenir de esta música de negros
para blancos.
El R’n’R nació como sinónimo de ruptura
con los géneros musicales anteriores, como
imposición generacional ante una sociedad
norteamericana enclavada en el rancio puri-
tanismo. Nació porque los jóvenes lo quisie-
ron. Los negros y los blancos. La reivindica-
ción de nuevas inquietudes se plasmaron en
esta nueva música.
Musicalmente su aportación era la deri-
vación de los doce acordes bluseros como
estructura básica en un tempo dinámico y
enérgico de 4/4. La base rítmica con la bate-
ría como elemento preponderante adquiría
mayor poder y presencia. Además, la guita-
rra -antes el saxofón- era protagonista cons-
tante tanto en la melodía como en los ‘solos’,
sustituyendo en la mayoría de los casos a la
armónica y el piano a diferencia del blues.
Con estos elementos sumados a unas líri-
cas claramente explícitas alusivas al sexo la
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Aprovechando el reciente alumbramiento de ChopperON nos sumergimos con este número en el nacimiento del género que más gusta para rodar. Para escuchar y para vivir. Una forma de vida. Oh, Yeah!
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Fats Domino (abajo a la derecha) con su grupo The Vibrators alcanzó el éxito en la década de los ‘50.
El malogrado Buddy Holly, autor de ‘Peggy Sue’, éxito llevado a la gran pantalla.
El incendiario piano de Jerry Lee Lewis. Uno de los precursores más polémicos que conquistaron la fama en el rock.
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Chuck Berry, para muchos, el creador del R’n’R. El padre de todo.
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juventud desfloró rápidamente y convirtió al
Rock en su referente de cabecera.
Artistas noveles, grupos de la nada y ganas
de tocar, campaban a sus anchas por las emi-
soras radiofónicas.
Así salieron los primeros artistas blancos
-Jerry Lee Lewis, Buddy Holly, Eddie Co-
chran, los Everly Brothers, Bill Haley- y ne-
gros-, Chuck Berry, Little Richard, Ike Tur-
ner, Bo Diddley, Fats Domino-… mucho
antes de Elvis Presley.
En los años 40 canciones pinchadas en las
radios incluían en sus textos y títulos el tér-
mino rock. ‘Good Rockin’ Tonight’ de Roy
Brown en 1947 y dos años más tarde ‘Rock
The Joint’ de Jimmy Preston son unas de las
primitivas y precursoras.
Entrados en la década del rock, los 50, los
disc-jockeys norteamericanos amenizaban
con la primera canción de rock en llegar al
Bo Diddley, el ‘correcaminos’ del rock
✠ “Mucha gente
piensa que yo inicié
este negocio, pero
el R´n´R estaba aquí
mucho tiempo antes de
que yo llegara. Nadie
puede cantar esa clase
de música como la
gente de color. Yo lo
sé.” Esta afirmación de
Elvis Presley destaca
taxativamente e l fiel
reflejo de los inicios y
e l camino del rock . Y,
precisamente, uno de sus
orígenes está ligado a
la figura recientemente
fallecida de Bo Diddey.
El músico negro creador
de mít ico ‘Roadrunner’,
copiado hasta la
saciedad, ‘Pretty
Thing’, ‘Cadillac’,
‘Mona’ y ‘I´m Man’;
entre otros, ha influido
a mult itud de art istas
contemporáneos.
Músico que con el paso
del t iempo agranda el
panorama del rock .
Rendimos un humilde
tributo aquí al rockero
que murió sin ret irarse
no por celebridad sino
por necesidad. Lo que e l
dinero dio a otros se lo
quitó al gran Diddley.
Pero lo que no dio a otros
permanecerá para los
anales de la historia en
el carisma de los millones
de fieles seguidores de uno
de los padres fundadores
del R’n’R.
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Nº1 en los charts: ‘Rock Around The Clock’
que supuso la consagración de sus intérpre-
tes, Bill Haley And His Comets.
Como también lo fue en ese mismo año,
1954, ‘That´s All Right (Mama)’ para el ar-
tista en ciernes y futuro Rey del Rock, Elvis
Aaron Presley, Elvis ‘Pelvis’ el verdadero
icono musical de este género.
Si hasta ahora el peso artístico, escéni-
co o interpretativo recaía en el cantante
(Little Richard y su piano en ‘Tutti Fru-
ti’, Jerry Lee Lewis y su piano en ‘Great
Balls On Fire’ o Elvis Presley y sus cade-
ras en ‘Jailhouse Rock’ son un ejemplo),
con la sabia nueva como Chuck Berry el
verdadero protagonismo a finales de los
50, y sobre todo a comienzos de los 60,
lo adquiere ahora y para siempre el ins-
trumento amplificado de seis cuerdas que
cambió el rumbo del rock: la guitarra.
‘Maybellene’ es considerado el primer y
verdadero R´n´R con guitarra eléctrica.
A él le siguieron ‘Johnny B. Goode’ y un
guitarrista de la banda de Berry, Jimi Hen-
drix. El resto es historia.
Desde Memphis, Nueva Orleans hasta
Chicago las grandes compañías discográficas
se frotaban las manos. RCA había fichado a
Elvis, ‘el baile del pato’ de Berry hacía furor,
guitarras eléctricas se vendían por doquier…
el rock triunfaba. El mundo cambiaba.
Y mientras tanto, las carreteras atisbaban
en su horizonte más lejano todo un paraí-
so sonoro por explotar, descubrir y rodar.
Viajando para rockear. Rodar para eso. En
un mundo libre, como diría el espíritu in-
domable de Neil Young.
A la máxima motorista de ‘Live To Ride’
añadimos ahora -y más que nunca- la pro-
clama rockera por excelencia del ‘Long Live
R’n’R’. Por los siglos de los siglos. R’n’R: Por
las siglas de las siglas. Amén.
THE DETALLES ES UNA SELECCIÓN DE TROZOS DE GLORIA, ENCUADRES DE RASGOS QUE CONFIEREN PERSONALIDAD A LAS MOTOS DEL ESPECTÁCULO, EN INGLÉS, ‘SHOW BIKES’.
Las fotos han sido realizadas desde finales de 2008 en Rosmalen hasta 2009 en Castellón. Las cámaras de ChopperON ha retratado por varios países europeos los mejores Bike Shows. De las motos transformadas hemos realizado una selección de los detalles más curiosos.
Esperamos que lo disfrutéis en 2010.
Pídelo en PDF (DIN A-3) a [email protected]
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#� Agosto/Septiembre08
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Contrapicado de El Rey sobre una Harley, su marca favorita de motos. Todavía en Graceland se puede ver algún modelo suyo peculiar.
Parca y H-D de la policía. Elvis siempre ha simpatizado con la ley y el orden.
Elvis Presley a los mandos de una Triumph, tenía buen gusto para las motos, incluyendo las inglesas.
Los que controlan
el negocio31 años de la muerte de Elvis Presley
Al morir Elvis Presley hicieron inscri-
bir en su tumba a golpe de martillo
y cincel con letras fundidas en oro las tres
siglas que significaron en su vida toda la
filosofía que representaba el pensamien-
to único de un artista volcado en lo suyos
y en él mismo. Todo ello firmado con un
rayo, símbolo de rapidez e inmediatez,
como a él le gustaba hacer las cosas.
TCB quedó grabado también en su
anillo, en los collares de sus chicas (en su
versión TCL, ‘Tender Loving Care’), en los
regalos de sus propios empleados y hasta
en su avión privado.
Esta forma de vida, al más puro estilo
del far-west con tintes mafiosos, era el es-
tilo inconfundible que hizo de un hom-
bre que pasara a la historia por sus extra-
vagancias, su patriotismo y camaradería
con los suyos. Amante de la familia tradi-
cional yankee y rompedor de reglas tradi-
cionales americanas en su propia contra-
dicción anidaba un comportamiento que
le hizo ser único.
Su afición a las armas le llevó a lími-
tes insospechados. El Rey era el mayor
músico coleccionista de armas del mun-
do. Aún cuelgan pistolas en Graceland,
su museo-vivienda que le vio morir. El
mismo vaquero rockero que entró en el
Despacho Oval y le regaló en su visita
sorpresa a Nixon siete balas de plata; ade-
más de un Colt-45. Salió con una chapa
de Agente Federal. Aquel cuyas novias
eran agasajadas con revólveres desagra-
decidos; esos mismos que eran dispara-
dos en las habitaciones de los hoteles en
los que Elvis, de espíritu pacificador pero
con cinturón negro en karáte, se hospe-
daba en sus giras.
Con todo y con ello, hizo de su vida su
forma de ser bajo un estilo y un sello ge-
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Cuando Elvis insistía en que unos pocos controlaban el ‘cotarro’ no sabía la magnitud de sus palabras. Hasta tal punto que ‘Taking Care Of Business’ obsesionó su círculo más intimo. TCB significó a lo largo de su trayectoria su modus vivendi en todos sus comportamientos, profesionales o personales. “Los que se hacen cargo del negocio” era el pensamiento de Presley de que todo iría no sólo perfectamente sino, además, se haría a su estilo. El estilo de vida de El Rey.
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nuino con carácter indomable hasta el final
de sus días.
Ya en sus principios era diferente en sus
comportamientos respecto al resto. En sus
bailes pélvicos ya se rebela potencialmente a
su manera a pesar de la negativa de los pro-
ductores a reproducirlos en directo en la tele-
visión norteamericana. Craso error, aquello
significó la histeria colectiva de las masas que
lo solicita en cada representación escénica.
El autor de más de cien discos de oro, un
hombre blanco con afecto por la música
negra en la América conservadora, luchó
contra todo desde el inicio de su carrera.
Sus raíces musicales encontraron cobijo en
el country, blues, Rhythm ‘n’ Blues de Mem-
phis, lugar al que llegó con su familia para
vivir en casas de bajo alquiler en los barrios
más pobres. Se convirtió en el más rico de la
ciudad. Y de su país.
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Elvis Presley, El Rey del TCB
Extraordinario. Alguien fuera de lo normal, e l orden y lo diario. Así era El Rey.
Leal. A los suyos… y los suyos a él: TCB
Visceral. Todo él era vísceral , pasión y fervor.
Inconfundible . Elv is no se confundía con lo establecido: personalidad, est ilo, música y vest imenta.
Sexy. Su movimiento al bailar, sus fotos, su imagen, su escena… todo era sexy en el t iempo que v iv ió.
Popular. El músico más exitoso de la historia según el Libro Guinness.
Rey. El monarca del rock . Nadie, hasta hoy, le ha destronado. El cetro permanece a su lado y pertenece a él .
Escénico. Encima del escenario era único y diferente . Un animal escénico.
Sensible . Por su amor materno, a su familia... del rock pasó a las baladas que sólo él sabía entonar.
Lúdico. Diversión en escena y extravagancia, estridencia… lo definían.
Exito. Alcanzó la fama viniendo de la nada. ‘El sueño americano’ hecho realidad.
Yace en el jardín de Graceland, donde falleció prematuramente a los 42 años.
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Las siglas TCB eran
una constante en su
vida. Toda la filoso-
fía mafiosa que ad-
quiría el significado
de las mismas se
representaba en
todo su contexto y es-
plendor con sus allegados y su personal en
nómina. Era El Rey para todo. No sólo del
rock. De tal manera, se convirtió a lomos de
su H-D en un icono del siglo XX y en una de
las figuras más relevantes de la Historia.
Taking Care Of Business no era sólo enten-
der la vida con un estilo propio. Era, aún más,
la propia vida entendida como tal. La vida de
El Rey. Para mal o para bien, porque él estaba
por encima de todo eso. Del bien y del mal.
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Curiosidades:@ Es gemelo de Jesse Garon que nace muerto.
@ Con 10 años recibe como regalo de cumpleaños su
primera guitarra.
@ En sus primeras actuaciones con movimiento
de pelvis, le aconsejaron que volviera a su antigua
profesión, conductor de camiones.
@ Por su primer triunfo con susodicho movimiento
instó al público femenino a visitarle en los camerinos.
Siempre odió el apodo ‘Elvis The Pelvis’,le parecía
infantil, aunque le encantaba moverse de esa forma.
@ Con tan sólo 20 años firmó un contrato
multimillonario con RCA sin precedentes similares en
la industria discográfica y al año siguiente ganó su
primer Disco de Oro (un millón de copias vendidas).
@ Globo de Oro por Mejor Documental en 1972 a la
filmación ‘Elvis On Tour’.
@ Ese mismo año entra en la Historia por ser el
primer artista en vender en su totalidad la taquilla de
los cuatro conciertos consecutivos que ofrece en el
Madison Square Garden.
@ …y al siguiente año, ídem: ‘Elvis: Aloha From
Hawaii’ es el programa televisivo más visto del mundo:
más de mil millones de espectadores lo vieron.
@ En total grabó 75 álbumes y más de 30 películas.
@ Su último concierto fue el 26/7/1977 en el
Market Square Arena de Indianapolis.
@ Descansa eternamente no en un camposanto
sino en el jardín de su casa Graceland, lugar que se
ha convert ido en el monumento más v isitado tras
la Casa Blanca.
@ Su nombre no t iene patente alguna. Su v iuda
nunca ha conseguido e l propósito de ser la única
persona en la Tierra con el derecho de explotar
comercialmente e l nombre/marca con denominación
de origen Elvis Presley.
@ Nadie, hasta hoy día, ha cobrado su seguro de vida.
•@ Es el persona muerta que más ingresos genera
tras su fallecimiento, sólo superado en 2006 por Kurt
Cobain. Año tras año su legado es eterno. El legado de
EL REY DEL ROCK.
+info www.elvis.com
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#4 Octubre08
Surgidos de la psicodelia
sesentera más progresi-
va y alzados -bajo el cobijo
de un sinfín de músicos- en
el culmen del rock más po-
tente, Deep Purple tiene el
honor de haber cimentado
las pautas de la corriente
más dura del universo del
rock.
De una de las mentes
compositivas más grandes
del siglo XX nació el hard
rock al amparo de otras
bandas británicas como
Led Zeppelin o Black Sa-
bbath. Ritchie Blackmore,
el genial guitarrista y alma
máter de la banda, cofundó
en 1968 una de las forma-
ciones musicales más im-
portantes de la historia.
El pentagrama púrpura
ha sido base didáctica y pe-
dagógica como fuente con-
tinua de inspiración para
principiantes, virtuosos y
curiosos del legado prolífi-
co de su música.
Hoy ya sin Blackmore la
banda toma otros derrote-
ros musicales y escénicos.
Si en un principio la base
de sus shows en vivo era la
total improvisación de sus
miembros -debido a gran
parte por sus dotes y vir-
tuosismo instrumental- así
como la constante búsque-
da estilística de la fusión del
rock con la música clásica,
psicodélica y hasta jazzís-
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El eterno legado de la
Saga Púrpura
Especial Deep Purple
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Celebrando los cuarenta años en la carretera la legendaria formación británica se acercó este mes a tierras hispanas para deleitar a sus incondicionales en la edición XXV Big Twin de Castellón (foto de apertura). Aprovechamos este acontecimiento para dar un repaso a la trayectoria de una de las bandas más longevas e importantes de la historia del rock duro. Como una piedra.
tica, aderezado todo ello
con la potencia sónica de
la típicas jam sessions de los
70; hoy en día todo aquello
queda en el mejor de los re-
cuerdos. Aún así, se puede
ver (y oir) la influencia del,
todavía hoy, mejor ejercicio
de estilo de lo que es una
banda en directo. Carretera
tienen a sus espaldas.
Tiempos atrás quedan las
huidas en helicóptero con
la policía a sus talones por
incendiar, romper y alterar
el escenario en plena filma-
ción televisiva. Los mismos
en los que los mástiles de
seis cuerdas crujían en ro-
tura para regocijo de su
atónita audiencia o aque-
llos en los que las luchas in-
ternas de egos eran diarias.
Ya los Purple no tienen
entre sus filas las excentri-
cidades y genialidades de
Blackmore, dando paso a
la estabilidad grupal con el
correcto y previsible Steve
Morse.
La tónica por la perfección
no sólo afectaba a su música
sino también a sus músicos.
Las habituales disoluciones,
cambios, retornos y peleas
han sido constantes entre
sus miembros... pero ac-
tualmente todo aquello ha
pasado a mejor vida y la es-
tabilidad anida en el seno de
la banda.
Quizá por ello echemos
de menos mejoras en sus
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composiciones, nuevos ai-
res, hits y bríos que antes
eran constantes. Ya sucedió
en cada formación (Mk).
Cada uno aportaba su pro-
pio sentimiento interno, so-
lapando la democracia del
combo. Vivimos el cambio
del pop a la psicodelia; del
rock progresivo a la clá-
sica pasando por el hard
rock; del funk a los medios
tiempos, de las baladas al
soul, del blues improvisado
a... hoy en día: el rock, sin
más pretensiones.
El saber estar y el forma-
lismo de Deep Purple es su
mejor valedor en esta sose-
gada década sin transición.
Todos sabemos que Gillan
ya nunca fue el mismo tras
su operación de garganta
en los 80’s, que el sonido
del órgano Hammond B3
de Lord ya no luchará con
la Stratocaster de Black-
more, que la sensual voz de
Coverdale ya no acompaña
a los agudos gritos de Hug-
hes o qué hubiera sucedido
si hubieran permanecido
Satriani y Bolin mayor
tiempo... pero también sa-
bemos a tenor de su actual
puesta en escena que la for-
mación del 2008 cumple a
la perfección con la heren-
cia asociada al legado de
su nombre: Deep Purple,
padres del hard rock y cuna
de una infinita cantera de
excelsos músicos.
Los mismos que anta-
ño forjaron a golpe duro
de púa el mejor álbum en
directo más vendido de
la historia (‘Made In Ja-
pan’, 1972) y se encum-
braron como “la banda
más ruidosa del mundo”
(Libro Guinness de los
Récords, 1975).
Por lo que de aquí a la
eternidad cual nueva y
fresca brisa en horizon-
tes lejanos con humo en
el agua, cabalgue a golpe
bravo de pegaso el reguero
interpretativo de unas de
las mejores bandas escri-
tas con mayúsculas letras
(púrpura) en la enciclope-
dia mundial del rock.
#4 Octubre08
Lo indispensable
1. @ ‘Hush‘ (Shades of Deep Purple, 1968). Mk I (formación I). Producción: Derek Lawrence
2. @ ‘Child in time‘ (In Rock, 1970). Mk II. Pr: Martin Birch.
3. @ ‘Speed king‘ (In Rock, 1970). Mk II. Pr: Martin Birch.
4. @ ‘Black night‘ (single, 1970). Mk II. Pr: Martin Birch.
5. @ ‘Strange kind of woman‘ (Fireball , 1971). Mk II. Pr: Martin Birch.
6. @ ‘Smoke on the water‘ (Machine Head, 1972). Mk II. Pr: Martin Birch.
7. @ ‘Highway star‘ (Machine Head, 1972). Mk II. Pr: Martin Birch.
8. @ ‘Lazy‘ (Machine Head, 1972). Mk II. Pr: Martin Birch.
9. @ ‘Woman from Tokyo‘ (Who do we think we are, 1973). Mk II. Pr: Martin Birch.
10. @ ‘Burn‘ (Burn,1974). Mk III. Pr: Martin Birch.
11. @ ‘Mistreated‘ (Burn,1974). Mk III. Pr: Martin Birch.
12. @ ‘Stormbringer‘ (Stormbringer,1974). Mk III. . Pr: Martin Birch.
13. @ ‘Soldier of fortune’ (Stormbringer,1974). Mk III. . Pr: Martin Birch.
14. @ ‘Gettin’ tighter‘ (Come taste the band, 1975). Mk IV. Pr: Martin Birch.
15. @ ‘You keep on moving‘ (Come taste the band, 1975). Mk IV. Pr: Martin Birch.
16. @ ‘Knocking at your back door‘ (Perfect strangers, 1984). Mk II. Pr: Nick Davis y Roger Glover.
17. @ ‘Sometimes I feel like screaming‘ (Perpendicular, 1996). Mk VIII. Pr: Roger Glover y Deep Purple.
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Especial Deep Purple
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Las formaciones (Mk’s)@ Mk I (1968/1969) Ritchie Blackmore (guitarrista),
Jon Lord (teclista.), Ian Paice (baterista), Rod Evans
(vocalista.) y Nick Simper (bajista).
@ Mk II (1969/1973–1984/-1989-1992/1994 ) La
banda, definitivamente, explota redireccionando
su sonido al hard rock por decisión de Blackmore
y también en gran parte por sus nuevas
incorporaciones: entra al micrófono Ian Gillan por
Evans y al bajo Roger Glover por Simper. Mark II es
la formación clásica más afamada y con más éxito en
su repertorio.
@ Mk III (1974/1975) David Coverdale sustituye a
Gillan y Glenn Hughes, que le acompaña a la voz, a
Glover. La tendencia funky-soul supera al , hasta
ahora, hard rock convencional llevándolo a terrenos
desconocidos y, no por ello, menos poderosos.
@ Mk IV (1975/1976) Blackmore se marcha para
fundar Rainbow y entra por él Tommy Bolin, que viene
del mundo del jazz.
@ Mk V (1989/1992) Gillan, que estrena su Ian Gillan
Band, deja el puesto al cantante de Rainbow Joe Lynn
Turner. También entran, de nuevo, Blackmore (Bolin,
muere por sobredosis) y Glover. Coverdale abandona
para fundar Whitesnake. Hughes, luego, se uniría a
otro maestro de riffs, Tony Iommi , en Black Sabbath.
@ Mk VI (1994/1994) El virtuoso genio de la guitarra
Joe Satriani reemplaza a Blackmore en plena gira
mundial de 1994, pero no graba ningún disco.
@ Mk VII (1994/2003) Steve Morse (ex Dixie Dregs
y Kansas) toma el puesto a Satriani, que tras exitosa
carrera en solitario crea el G3 junto con Steve Vai y
Eric Johnson. Años después formaría Chichenfoot.
@ Mk VIII (2003/actualidad) El organista de Colosseum
II, Rainbow, Gary Moore, Whitesnake, Ozzy
Osbourne, Electric Light Orchestra, Fastway y G3,
entre otros, Don Airey se incorpora al grupo en lugar de
Lord, que reactiva su carrera en solitario con diversos
proyectos personales de música clásica. El único
miembro que ha permanecido siempre en Deep Purple es
Ian Paice, cuyo instrumento nunca ha tenido sustituto
a sus baquetas.
+info www.deeppurple.comCHON
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Tommy Bolin, (Mk IV) supuso un (distinto) nuevo aire con sus infinitas dotes en la guitarra. Sólo grabó un L.P. dejando sello.
El maestro Jon Lord revolucionó la música de los 60’s incorporando a su técnica influencias de música clásica.
Para muchos la mejor formación de la Saga Púrpura vino de la mano de Coverdale y Hughes. Lazó al estrellato a ambos.
‘Smoke on the water’; Significado de un himno: La banda huyó de las llamas en pleno concierto de Frank Zappa en Montreaux. Su letra fue escrita al instante en una servilleta a golpe de riff Izda. El momento.
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#5 Noviembre08
No son americanos.
No son ingleses.
Son de una isla; de un lu-
gar en el fin del mundo.
Vienen a saltitos como los
canguros de las antípodas,
su lugar de procedencia.
En efecto, los mejores
rockeros son australia-
nos. Rompieron moldes
con su estilo hace ya más
de 30 años. Fórmula que
aunque es menos secreta
que la de la Coca Cola y
con un compás más tí-
pico que un todoterreno
(4x4) AC/DC se marca,
fuera de su arquetípico
sonido, unas cuantas
licencias en su nue-
vo disco. Un par de
canciones sin ‘solo’ de
guitarra, líneas funky en
el bajo/rítmica, una ba-
lada (¿?) y ¡ojo!... hasta
Angus tocando la slide.
¿Alguien dijo que siem-
pre hacen lo mismo? En
Black Ice podemos con-
firmar claramente que
siguen su patrón al pie de
la letra, pero también nos
sorprenden con métricas
y canciones hasta ahora
desconocidas.
El disco suena a una
vuelta a los 80’s, aleján-
dose al retorno de sus
orígenes de su predecesor
Stiff Upper Lip (2000),
producido por George
Young, hermano mayor
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Rock2AC/DC: el retorno esperado
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Tras 8 años en silencio y con más de 200 millones de discos vendidos
a lo largo de su carrera regresa a la actualidad con su nueva
grabación -Black Ice (Columbia)- la banda de hard rock
más grande de todos los tiempos. Y con gira mundial que pasará por España el próximo
año. ¡Continúa la corriente de alto voltaje!
‘n’ Roll Train’ es el típico
corte marca de la casa que
bien podría haber salido
de Blow Up Your Video
(1988). Contiene líricas
sexuales explícitas y do-
bles sentidos al igual que
el resto del CD. Ahondan
en esa línea retro ochen-
tera con ‘Money Made’
que incluye unas guitarras
‘americanizadas’ con final
en fade out (inusual en
ellos) de similitudes con
Who Made Who (1986),
al igual que ‘Skies Of Fire’
rememora el Flick Of The
Switch (1983).
de los guitarristas. Esta
vez Brendan O’Brien
se ha hecho cargo de
todo. El mejor produc-
tor de la pasada déca-
da -bajo su batuta han
desfilado Pearl Jam,
Bruce Springsteen, Velvet
Revolver, Red Hot Chili
Peppers, Black Crowes y
Aerosmith, entre otros-
han dejado su sello dando
carácter a la banda con
mezclas y mastering inha-
bituales en los australia-
nos redirigiéndolos a una
producción impecable.
Cliff Williams adquie-
re la presencia de antaño.
Las bases rítmicas golpean
como nunca. Phil Rudd
se sale de su línea típica y
nos regala algún que otro
redoble de calidad (‘R’n’R
Dream’ con charles du-
rante la toda la reproduc-
ción acompañando a unos
coros en segundo plano
que hacen un sonido es-
tereofónico eficaz). In-
cluso los punteos de alto
voltaje dejan paso a los
estribillos más pegadizos.
Hasta Jonna, alejando su
histrionismo en los agu-
dos, canta como cuando
procedía de Geordie.
Aunque el carisma de
Brian Johnson es eviden-
te, hay que decir que todos
los temas los han firmado
Malcolm y Angus Young
en detrimento del can-
tante. Bien es cierto que
se echa de menos punteos
poderosos y enérgicos de
sus inicios; no obstan-
te, se suple la deficiencia
con eficientes arreglos
(‘She Likes R’n’R’) y hasta
apropiados efectos sono-
ros (delay de la voz final
en ‘R’n’R Dream’).
Su primer sencillo ‘Rock
La misma fórmula
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La divertida y festiva
‘Anything Goes’ la hubiera
firmado el mejor Bon Jovi,
puesto que es un rock co-
mercial potente y facilón,
directo a la radio fórmu-
la para ser un hit herma-
no de ‘You Shook Me All
Night Long’ (de su obra
maestra de 1980 Back In
Black). Aunque Malcolm
gira más hacia el pop que
al hard rock dotándolo de
un cadencioso ritmo con
agradables armonías.
Y cuando creíamos to-
dos que el guión principal
seguiría los patrones de
los 80’s nos encontramos
con la joya de ‘Stormy
May Day’. Un corte al más
puro estilo zeppeliano en
consonancia por su intro/
outro con ‘In My Time Of
Dying’ del doble Physi-
cal Graffiti (1975) donde
Angus nos regala bluseras
notas en clave de slide (¡!)
siendo reticente al pun-
teo solista. Lástima. Sin
embargo, nos recuerda al
southern-rock más duro de
sus amigos los BlackFoot
donde la voz de Brian está
a la altura y en su lugar:
melódica, de timbre sutil
lleno de feeling y hasta gra-
ve en sus postrimerías…
como en sus inicios con la
banda. Chapeâu.
La sorpresa viene en la
línea del bajo y de la gui-
tarra de acompañamiento.
Un guiño al funky más ro-
ckero (¿Mk III/IV de Deep
Purple?) firman para la
posteridad una muy pe-
gadiza ‘She Likes Rock ’n’
Roll’. Perfecta definición
de la combinación guita-
rras/bajo. Junto a ella, la
tendencia de música negra
les acerca a reminiscencias
bluseras en ‘Decibel’, con
un punteo antiguo, lim-
pio, libre de saturación en
otros cortes… sonando a
la etapa de Bon Scott.
No obstante, también
hay cabida para los años
90. ‘Skies On Fire’ o
‘Smash N’ Grab’ bien po-
drían entrar en los crédi-
tos de The Razor’s Edge
(1990). Así, Ballbreaker
(1995) resucita con ‘War
Machine’, track en el que
definitivamente se suelta
Cliff Williams y la Gib-
son SG del pequeño genio
Angus. Instrumento que
también sobresale en ‘Big
Jack’ de estribillo al uso.
Pero si hay algo que
siempre ha caracterizado
a AC/DC son sus riffs. En
Black Ice los hay de todo
tipo: potentes (‘War Ma-
chine’), melódicos (‘Deci-
bel’), facilones (‘Rocking
All The Way’, muy rocke-
ra), básicos (‘Spoilin’ For
A Fight’, ¡qué bajo!), si-
milares: ‘Wheels’ = ‘Given
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Malcolm Young (guitarra
rítmica). Líder absoluto de la
formación. Fundó AC/DC en
1973 en la ciudad de Sydney
aunque su procedencia es
escocesa. Los Young vinieron
de Glasgow, de ahí su afición
a las gaitas. Lleva el peso
del grupo tanto en lo musical
como en la composición.
Baluarte indispensable
en la base rítmica. Es un
metrónomo tocando, digno
de estudio para cualquier
aprendiz de guitarra que
desee aprender ritmo y
compás musical.
Angus Young (guitarra
solista). Maestro de los
riffs y reconocido fan de
Chuck Berry, viste de
colegial debido a la urgencia
para ensayar durante su
etapa académica. No para
quieto en escena. El motivo,
añadido a su adolescente
timidez, era el pánico a ser
agredido por la audiencia
ante semejante guisa –
compaginaba más disfraces-.
Al final ha creado escuela con
multitud de imitadores. ¡Ah!...
además, es uno de los mejores
guitarristas de la Historia.
Brian Johnson (voz).
Tuvo la desgracia y fortuna
de sustituir a uno de los
exponentes máximos del R’n’R,
Bon Scott. Dejó boquiabiertos
a público y crítica con su álbum
debut. Back In Black se ha
convertido por derecho propio
en el álbum más vendido de
la banda. Y gran parte del
mérito es del bueno de Jonna.
El mejor relevo que ha habido
en una banda de rock ha
firmado muchos de los grandes
éxitos de AC/DC gracias al
poderío vocal de su peculiar
timbre.
Los [cinco] Pilares de la Tierra... australiana
Típica estampa habitual de AC/DC en su puesta en escena. Parte del show consiste en que Brian, aficionado a las Harley, alce en hombros a Angus en pleno ‘solo’ de guitarra.
AC/DC: el retorno esperado
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Black Ice @ El hielo negro refresca tu mente y te parte como un rayo. Un rayo electrizante que llega a España el próximo 31 de marzo a Barcelona y el 2 de abril a Madrid.@ Las entradas ya están agotadas, como el público después de una de sus actuaciones.@ Además, nos regalan a los oídos (y vista) una remasterización de una de las mejores noches de su magnífica carrera. Aquella inmortalizada en el coso madrileño de Las Ventas un 10 de julio de 1996.@ Bajo el título de ‘No Bull. The Director’s Cut’ la edición actual para DVD y Blue Ray se presenta remozada y customizada acústica y visualmente -añadiendo extras, of course- para deleite de sus incondicionales feligreses. Todo ello en alta definición y calidad digital.@ Ya tenemos, pues, entretenimiento para este año y el venidero. ¿Acabados? Já.
+info www.acdc.comCHON
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The Dog A Bone’ (del Back
In Black)… en fin, de toda
condición. Son sus señas
de identidad.
Ya en el ocaso del disco
se presenta el corte ho-
mónimo que le da título
a la publicación, ‘Black
Ice’, conteniendo escalas
de guitarras en línea a los
Black Sabbath. Dan fuerza
al tema al cambio de tona-
lidad con una melodía que
nos retrotrae en sus giros
de ritmo a ‘Down Pay-
ment Blues’ de Powerage
(1978) en versión 2008. Un
tema muy rítmico y poten-
te para finalizar.
Hard rock, pop, hard
southern-rock, blues rock,
R’n’R... en definitiva: ROCK
con sello AC/DC, ¿qué más
se puede pedir de una ban-
da fiel a sí misma que lleva
‘haciendo lo mismo’ más de
tres décadas? Respuesta:
¡Virgencita, que se queden
como están! Aunque más
bien habría que cuestionár-
selo a los millones de segui-
dores que desde sus inicios
llenan los aforos de todos
sus conciertos aclamándo-
les -precisamente con/por
su fórmula- como la mejor
banda de hard rock de la
Historia.
Que tiemblen sus Satáni-
cas Majestades que los re-
yes del ‘cotarro’ ya están de
vuelta. Nunca mejor dicho.
Phil Rudd (batería). Su
fuerte pegada, potencia en
la caja y bombo, su habilidad
en el ritmo con los aéreos
y charles hacen de Phil
una pieza indispensable e
insustituible. Angus dijo:
“Nunca se verá en AC/DC
un ‘solo’ de batería”. Ni falta
que hace. Escucharle sólo
en la duración de un tema
es un placer y equivale a
muchos de los paupérrimos
y decepcionantes ‘solos’ de
otros camaradas suyos. Tras
su marcha en los 80’s regresó
para no marcharse jamás.
Cliff Williams (bajo). La
pulsación que imprime a
las cuatro cuerdas de su
instrumento hace de Cliff la
combinación perfecta con
batería y guitarra. Sin ese
sólido elemento no serían
lo mismo. No realiza ni una
nota de más ni una de menos.
Perfecto en ejecución. Canta
de manera perfecta los coros
al unísono con Malcolm.
Nunca sobresale ni defrauda,
pero da un sentido musical
perfecto en armonía, compás
y ritmo como pocos bajistas
de rock a una banda.
La dupla que formaron Bon
Scott (R.I.P.,, ‘Rock In Peace’) y Angus Young ha quedado para la historia del R’n’R como uno de
los mejores binomios cantante/guitarrista
de siempre.
Foto promocional de su nuevo álbum con la banda al completo para la ocasión.
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Una década después…Ten Years After Now
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El grupo se presenta en España sin su mítico líder pero con un Joe Gooch como aceptable sustituto. ChopperON ha estado allí para comprobar el estado de la vigente agrupación.
Tienen el honor de
haber participado
en el mayor concierto
de la historia (Woods-
tock, 1969); de hacer
blues con una banda
de blancos británicos,
cuando sólo unos pocos
se atrevían (John Ma-
yall y Eric Clapton los
más osados) pero fusio-
nándolo con ritmos ro-
ckeros más progresivos;
de alzar al Olimpo a su
guitarrista de siempre,
Alvin Lee; de crear le-
giones de seguidores y,
fundamentalmente, de
haber conseguido con-
servar su música a lo
largo de los años con
mucha dignidad y más
oficio.
Si el rock es actitud, lo
que pudimos ver sobre
el escenario madrileño
de la Sala Caracol en su
último concierto en la
capital es más de lo que
muchos de sus colegas
de edad pueden demos-
trar. Gracias, todo hay
que decirlo, a la buena
predisposición de su
nueva adquisición, Joe
Gooch. La banda re-
gresaba a Madrid des-
pués de su última visita
al lado de otros míticos
del blues, Canned Head,
hace ya dos años.
Una década después
sin Alvin Lee (ironías
del destino) se nos pre-
senta la nueva forma-
ción. Con una limitada
puesta en escena, la fuer-
za y la compenetración
de Ten Years After Now
sobre la tarima se pudo
disfrutar durante mo-
mentos que recordaban
a sus mejores jam-ses-
sions, con medleys como
sin Alvin Lee.
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Una década después…
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‘Smoke On The Water’
y tributos a Hendrix o
Cream entre otros clá-
sicos de la década de los
70. Toda una lección y
repaso musical.
Sonaron a Step-
penwolf, a los Doors, a
épocas bélicas contra el
Vietnam sobre superfi-
cies pacifistas embarra-
das, a sublime impro-
visación… a auténtica
banda sobre el escena-
rio, pero sin Alvin Lee.
En su lugar, un joven
Gooch simultánea labo-
res de guitarrista y vo-
calista. Clava los temas;
ambición no le falta. Le
ayuda, sin embargo, la
poderosa base rítmica
de los veteranos músicos
que le respaldan. Tanto
como para marcarse un
increíble duelo setente-
ro bajo/guitarra como
ya no se estila. Cayeron
sus clásicos uno a uno
hasta llegar a ‘I’m Going
Home’ y la reducida, que
no por menos poderosa,
‘Love Like A Man’ mejo-
ró el sonido y la acústica
de los primeros temas. El
‘solo’ de batería lo puso
‘The Hobbit’.
Noche de cerveza y
aromas embriagadores
entre colegas reinaban
ya a esas alturas, en una
sala que disfrutó a rau-
dales de sus dos horas de
show. Y enfrente, ROCK
en mayúsculas.
Comparaciones y pa-
recidos aparte, Joe cum-
ple su función. Da alegría
juvenil a una banda que
había caído en el olvido
discográfico en los años
90. Ahora disfrutamos
del trabajo aportado por
el guitarrista/vocalista
en su reciente publica-
ción ‘Evolution’ (2008)
y de sus anteriores ‘Now’
(2004) y ‘Roadworks’
(2005) como miembro
estable de los Ten Years
After Now.
Tras sobrevivir a la
moda revival del blues-
rock absorbiendo todo
tipo de influencias (des-
de el acid-rock hasta el
hard-blues pasando por
el rock más básico), una
nueva etapa se abre a la
banda que ya saboreó
la gloria y el éxito en el
pasado. Esperamos y
deseamos ahora que sea
para largo.
Su historia...De la mano de otras bandas precursoras de una sonoridad que combinaban diferentes estilos y géneros Alvin Lee decidió fundar allá por 1967 Ten Years After con Leo Lyons al bajo, Ric Lee a la batería y Chich Churchill a los teclados. Se consagraron con ‘Ten Years After’ (1967), ‘Undead’ (1968), ‘Stonedhenge’ (1968) y ‘Sssh’ (1969). Su fuerte era el directo, lo que les sirvió para participar en1969 en el festival de Woodstock y en el de la isla de Wright, un año después. Evolucionaron hacia el rock más innovador para evitar caer en el revival blues de su época. Les funcionó y triunfaron, su decadencia vino en los 80/90’s, renaciendo años después hasta la actualidad.
Cartel conme-morativo de la banda autografiado especialmente para ChopperON.
+info www.tenyearsafternow.com
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Saliendo del infinito letargoGuns N’ Roses
En 1979 la crítica
cinematográfica
norteamericana, har-
ta de esperar, se mo-
faba del interminable
rodaje de la película
‘Apocalypse Now’ re-
bautizándola como
‘Apocalypse When?’
La intrahistoria de la
producción y estreno
del tan esperado últi-
mo disco de la banda
angelina –o más bien
la banda de Axl Rose,
único miembro de los
originales- puede pa-
recer similar a la filma-
ción de la obra maestra
de Ford-Coppola.
Plagado de infor-
tunios hasta la fecha
y derrochando todo
tipo de medios, al igual
que el filme, ‘Chinese
Democracy’ (Geffen,
2008), sobrevalorado
en expectación, pasará
a la leyenda como el
disco más demorado y
costoso de la industria
discográfica. Paradojas
de la vida son incluir
en la portada alusiones
a la democracia en una
agrupación donde rei-
na la dictadura.
Evidentemente, las
comparaciones no se
han hecho esperar.
Slash, Stradlin, Mc-
Kagan y Cía. huyeron
del coto del Sr. Rose.
La lucha de egos entre
cantante/guitarrista
terminó con este últi-
mo formando Slash’s
Snakepit, primero, y
Velvet Revolver, des-
pués, en compañía de
otros gunners.
Más de cuatro pro-
ductores, 14 estudios
de grabación, 15 millo-
nes de euros invertidos,
infinidad de músicos,
colaboraciones (Brian
May, Dave Navarro...)
y la ilimitada pacien-
cia de su audiencia han
quedado atrás, para
presentar su octavo ál-
bum definitivamente.
O el primero de Axl en
solitario con
la patente de
la banda. Ni
sus antojos y
caprichos en
la batería por
sonar como el
‘Nevermind’
(1991) de Nir-
vana (fichó a su pro-
ductor Andy Wallace
para ello) ni la marcha
de sus antiguos compa-
ñeros han amilanado al
díscolo frontman.
El sonido industrial
de excesivos arreglos se
apodera de unas gra-
baciones compuestas
desde hace años a pe-
sar de sutilezas como la
guitarra española en la
arítmica ‘If The World’
o las partes orquestales
de ‘Madagascar’; en-
trecortada de samples
de anteriores discos co-
sidos de proclamas de
Luther King. ´The Was
A Time’ suena a nu-me-
tal al igual que la que
titula el disco y el corte
‘Shackler’s Revenge’ de
simulado punteo a lo
Steve Vai.
El álbum contiene
ramalazos hardroc-
Después de 15 años de retraso, la banda que cautivó el rock, Guns N’ Roses -refundada con nuevos miembros- saca al mercado, no exento de polémica, el disco más caro y postergado de todos los tiempos. Chinese Democracy ya está aquí.
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+info web.gunsnroses.comCHON
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Saliendo del infinito letargo
keros de la saga ‘Use
Your Illusion’ aunque
no llegan a su nivel y
los temas se quedan a
medio camino por el
desfase temporal. Re-
piten la técnica de esti-
rar la voz como un chi-
cle, modulándosela en
el corte ‘IRS’. Aún así,
el carisma de los gun-
ners revive en la balada
‘Street Of Dreams’. Y
qué decir del creador
de la obra… pues que
mantiene el tipo. Si
así no fuera vergüenza
daría después de tanta
parafernalia.
Aunque tiene algu-
nas excepciones, todo
tiempo pasado fue
mejor… anticipamos
que ni por asomo es
‘Appetite For Destru-
tion’, ni está Slash (se
echa de menos el so-
nido directo de su am-
pli), ni poseen la fres-
cura y la garra de los
de antes, pero hay que
reconocerles que con
los tiempos que corren
que sigan haciendo
rock -cargado de se-
cuenciadores, compre-
sores y procesadores
de efectos- es todo un
mérito. Mercenarios
incluidos.
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Obituario rockero
#6 Diciembre08
Los tambores de
HendrixMitch Mitchell fue
uno de los pre-
cursores en la combina-
ción estilística entre el
jazz y el mundo del rock.
Creó escuela en los años
60 y pasó a la posteridad
por ser parte integrante
de la banda del icono del
rock por excelencia y
mito de la guitarra eléc-
trica, Jimi Hendrix. Con
su batería construía rit-
mos inusuales por aque-
llos tiempos.
Marcó tendencia y
participó como miem-
bro activo de la primera
banda de blancos lide-
rada por un negro: The
Jimi Hendrix Experien-
ce, el power-trio más afa-
mado de la época.
Tocó, además, con
John Lennon, Keith Ri-
chards, Eric Clapton,
Jack Bruce, Jeff Beck,
Mick Taylor... y com-
partió cartel junto con
nuestros citados en Roc-kON, los Ten Years After
-entre otras figuras- en el
multitudinario y mítico
festival de Woodstock
de 1969. Fue el concier-
to más largo y famoso
de Jimi Hendrix.
Mitchell colaboró in-
cesantemente en otros
proyectos, tras el falle-
cimiento del malogrado
genio, para llevar su lega-
do a todos los rincones.
Le sobrevino la muerte
estando aún en activo y
en plena gira de su úl-
tima aventura, Hendrix
Experience Tour, junto
con otro de los músicos
de Hendrix, Billy Cox.
38 años después vol-
verá a reunirse con su
jefe esté donde esté… de
momento, aquí, los tam-
bores de Hendrix han
dejado de tronar.
El otrora baterista de The Jimi Hendrix Experience, Mitch Mitchell, nos deja para siempre en plena gira con su enésimo proyecto, Hendrix Experience Tour.
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Implacable Benito
Relentless 7, la nueva aventura rockera de Ben Harper
#7 Enero09
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Sorprendió al mundo en los 90 con su
particular apuesta enfocada a la interpretación de diferentes estilos a camino entre el folk,
soul, blues, gospel, country, reggae, R’n’B y… el rock, del que se reinventa con Relentless 7, lo nuevo del artista californiano.
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El siete parece que es el
número fetiche. Siete
días tardó en grabar su an-
terior trabajo de su gira de
siete semanas. En París se
selló por medio de un 16
pistas analógico (resultan-
do ser 15 al final) el disco
con la onda acústica que da
paso al jack enchufado di-
rectamente al rock para la
nueva implacable aventura
del mesías contemporáneo,
Ben Harper; la enciclopedia
musical norteamericana.
Si en ‘Lifeline’ (2007)
apostaba junto con los In-
nocent Criminals por la
grabación primitiva de un
soul de concepción con-
temporánea empastado
de raíces blues, country y
gospel, ahora el cantante
y guitarrista norteameri-
cano se atreve en Relent-
less 7, su actual banda de
rock, a demostrarnos una
vez más que su capacidad
musical no tiene límites
en una industria obsesio-
nada por los charts, ventas
y superflua comercialidad.
Por encima, con líricas
comprometidas, su músi-
ca impecable e implaca-
ble.
En ‘White Lies For Dark
Times’, previsto para
mayo, aparecerán títulos
como ‘Number With No
Name’, el particular blues
de apertura, la setentera
‘Fly One Time’ (no pierde
ni un ápice de su intimis-
mo), ‘Lay There & Hate
Me’, ‘The Word Suicide’
o la marchosa ‘Boots Like
These’ (poderosa batería
y soberbio Mozersky). Es
rockera 100%. Toda una
garantía en directo. ‘Skin
Thin’ es una preciosa
balada con su sello habi-
tual. El corte ‘Up To You
Now’ ofrece, además de
lo usual, una guitarra a lo
The Edge de U2.
El wah-wah suena en
‘Keep It Together (So I
Can Fall Apart)’ dando
un cariz rockero al Asher
Lap Steel de Harper, que
repesca en la despedida
con ‘Faithfully Remain’.
“Música rock sin arre-
pentimiento”, como ade-
lanta su líder.
La banda ya está girando
por USA. Sólo esperamos
ansiosos su paso por el
Viejo Continente y, en es-
pecial, España.
Felicitemos, pues, a
l’enfant terrible de la tie-
rra de Ray Charles, Curtis
Mayfield, Jimi Hendrix,
Marvin Gaye, Prince, Are-
tha Franklin, Jeff Buckley
y Otis Redding-entre sus
notables influencias- que
en esta última década no
ha tenido competidor al-
guno pero sí una fiel tropa
de aficionados y la mejor
crítica a una música que
rebosa creatividad, emoti-
vidad y personalidad.
La misma para ganarse
nuestros mejores deseos
en esta recién estrenada
singladura. Su decena
de álbumes así le avalan.
Pero ahora guarda para sí
un as en la manga: su trío
de jotas.
Esperemos que no se
marque un farol. Las cartas
ya están echadas.
+info
Las ‘jotas’ de BenBen Harper: voz y guitarra slideJason Mozersky: guitarraJesse Ingalls: bajo y tecladosJordan Richardson: batería
www.rentless7.comwww.benharper.net
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“Red Houseproviene de la historia
del blues”
Entrevista exclusiva a Jeff Espinoza, cantante de Red House
#8 Febrero09
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En las distancias cor-
tas Jeff Espinoza se
muestra como en el esce-
nario. Sincero y simpático.
Es directo y no elude com-
promisos. Su humildad no
anula una personalidad
bañada de conocimientos.
“Lo bonito de la música es
que nunca dejas de apren-
der”, dice. Es psicólogo y
ama la lectura, le gusta
aprender. Y eso, después,
lo regala.
Jeff, ¿qué andáis hacien-
do ahora?
“Estamos seleccionando
los temas del próximo ál-
bum. Hemos grabado en
los estudios de Carlos Sar-
torius, que acaba de editar
un disco fantástico de blues
primitivo británico en el
que hemos participado. Ha
sido una buena experiencia,
con buena onda. Vamos a
colaborar con Lou Marini
(ex Frank Zappa y Blues
Brothers) y tendremos co-
laboraciones especiales que,
de momento, no puedo ade-
lantar nada. Con la website
nueva (www.redhouse.fm)
colgaremos nuestras actua-
ciones y se podrán adquirir
nuestros trabajos. Tenemos,
también, proyectos parale-
los en cine. Ahora estamos
haciendo una serie de di-
bujos animados. Estamos
abiertos, no tememos nada
a la hora de experimentar.
Dedicamos más a mejorar
siempre, ese es el reto para
todos”.
Con el nuevo disco,
¿seguiréis la temática de
la carretera que habéis
mantenido hasta ahora
como en ‘On The Road’,
‘Driving’ y ‘Hooked On
The Road’?
“Puede ser… no lo sé.
‘Hooked On The Road’ la
compuse en California para
un amigo camionero, como
mi padre. Con su camión de
18 ruedas fuimos a la carre-
tera. Me explicó su jerga de
radio de camioneros. Decía
que no podía dejar esa vida
a pesar de echarle muchas
horas. Estaba enganchado
a la carretera. Tomé la frase
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Junto con Francisco Simón, uno de los mejores guitarristas del país, integra una
de las bandas más respetadas del blues continental. Más de 10 años y 4 discos
llevan a sus espaldas. Y mucha carretera. Mucha… con cruces de caminos. En uno
de ellos coincidimos con Jeff. Todo un personaje, un tipo genuino.
+info www.redhouse.fm
de él para mi canción.
Él estaba engancha-
do a la carretera y tú al
blues…
“Sí… yo busco la profun-
didad de las cosas.
El blues es música
que cuenta algo.
Esa es nuestra expe-
riencia, componer cancio-
nes de muchas situaciones.
Tantos viajes, giras…a ve-
ces le digo a Simón: ¿cuán-
tas veces crees que hemos
dado la vuelta a la Tierra?
Hemos pasado por México,
Argentina, USA, Francia,
Inglaterra y, sobre todo, Es-
paña”.
Como cantante, ¿cuáles
son tus influencias?
“Muchos cantantes des-
de Ray Charles, Sam Co-
oke, Wilson Pickett, Otis
Redding, Aretha Franklin,
Robert Cray hasta Neil
Young. Me gusta mucho
la música gospel. También
el country y el folk… raí-
ces americanas. Yo escucho
mucha música, al igual que
Simón. A través de mi hija
escucho cosas nuevas”.
Díme, Jeff, ¿cuál es la
procedencia de vuestro
nombre, la canción de
Jimi Hendrix tal vez?
“En parte, pero también
de los garitos donde tocaban
los bluesmen en el sur de
USA. En los orígenes, exis-
tían sitios donde los afro-
americanos ya eran libres
pero con un apartheid que
los separaba. Sitios donde
sí podían cantar, beber, bai-
lar… estaba Robert John-
son y todo ese tipo de mú-
sica. Nuestro primer disco
es un homenaje a todo eso.
Estábamos en deuda con las
figuras del blues”.
Como hizo Eric Clap-
ton en ‘From The Cradle’
(1994), un homenaje desde
la cuna. En los directos ti-
ráis mucho de repertorio de
esas figuras, pero en los dis-
cos echáis mano de vuestro
propio repertorio…
“Sí, porque la gente en di-
recto quiere escuchar algo
familiar. Empezamos ha-
ciendo 50% de cada cosa.
Haciendo homenajes, claro.
Siempre sale Johnny ‘Gui-
tar’ Watson, Blues Bro-
thers, algo tipo Memphis,
del Delta del Mississippi,
Chicago…¡blues!”
Es decir… que bebéis
más de las aguas panta-
nosas del Delta del Mis-
sissippi que del Delta del
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Entrevista exclusiva a Jeff Espinoza, cantante de Red House
Jeff nos atendió, autografió y brindó por las 3 F’s (Family, Friends & Fans) y... por larga vida a ChopperON.
Francisco Simón: Premio al Mejor Estilo
por el ‘Guitar Insti-tute of Tecnology’ de
Hollywood, Cal.
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Manzanares?
“Sí [risas], hacemos un
poco de todo. ¡Hay tanta
buena música! En el último
disco fusionamos con cajón
flamenco y sale El Chojin,
el mejor rapero de Espa-
ña”.
Entonces, ¿sigue Red
House la senda que ha
abierto la Vargas Blues
Band con la fusión del fla-
menco y el latin blues…
aprovecháis ese filón? ¿No
intentáis emular a tu anti-
gua banda?
“Red House es Red
House. Tenemos identidad
propia. Hacemos realmente
la música que nos in-
teresa. No tiene nada
que ver una banda
con la otra”.
¿Qué similitudes/
diferencias encuen-
tras entre tocar con
Francisco Simón y to-
car con Javier Vargas?
“Obviamente, estoy
mejor con Simón. Tene-
mos el mismo concepto
musical. Con él existe es-
pacio, dinámica y alma.
Con Javier, que es un gran
guitarrista, eso no ocurría.
Tenemos que tocar en gru-
po, somos una banda. Es
como un equipo de fútbol,
si alguien tiene el balón
todo el rato cansa a los de-
más. Nosotros cuidamos los
detalles. Simón es un gran
arreglista y también tiene
su espacio para destacar
en directo. Tenemos un pú-
blico delante y no tocamos
para nuestros egos. Quere-
mos entretener y que el pú-
blico se divierta. El público
nos da mucha energía”.
Hay grupos de blues
que fusionan como voso-
tros. Ahí están Los Reyes
del K.O., 3000 Hombres y
otros grandes como vues-
tro amigo Ñaco Goñi, ‘El
Hijo de Sonny Boy Willia-
mson’, así como tú eres ‘El
Hijo de Anthony Quinn’,
por cierto, ¿de dónde vie-
ne el apodo?
“Hace muchos años estaba
tocando en un sitio y había
una mujer guapísima sen-
tada al lado de unos ami-
gos míos. ‘¿Quién es ese?’,
preguntó. ‘¿No lo sabes?, es
el hijo de Anthony Quinn’,
dijeron. Después del con-
cierto me la presentaron y
ella me preguntó si era el
hijo de Anthony Quinn.
Miré a mis amigos, riéndose
todos, y yo no dije nada. Al
contrario [risas], esa noche
no dije nada”.
Curiosa forma de ligar.
En el blues, a parte, se
habla de vivencias, senti-
mientos, desgracias y…
borracheras. La parte ca-
nalla de la vida. Cuénta-
nos la historia de la can-
ción ‘Skunked’ (borracho),
¿cómo surgió?
“Es una colaboración con
Velma Powell, que hace un
papel increíble. Realmente
cantamos al mismo tiem-
po, improvisando, hablando
entre los dos. Velma tiene
actitudes de actriz. Ella es
fantástica. La grabación
fue en dos tomas. Se grabó
y fue lo definitivo. Fue muy
divertido, hubo mucho fe-
eling”.
¿Para cuándo el salto a
Estados Unidos?
“Es complicado. Nadie
nos conoce allí, aunque ya
hemos tocado. Queremos
grabar más discos. A lo me-
jor con un éxito contunden-
te para tener más nombre…
es una carrera de larga dis-
tancia. Lo que tengo claro
es que vamos a seguir ha-
ciendo la mejor música que
podemos y de la mejor ma-
nera. Sacando lo mejor de
nosotros mismos”.
Nos alegra saber que hay
Red House para largo. Por
último, Jeff, ¿Harley-Da-
vidson o Chevrolet? [N.R.
Aparece un Bel-Air del 57
en su última portada].
[Risas] “Pues… he decir-
te que Simón tiene moto.
Nuestra banda tiene mucha
conexión con las motos. Te-
nemos muchos amigos mo-
toristas”.
Espinoza se muestra or-
gulloso de que Red House
es su banda definitiva. Un
californiano orgulloso de
pertenecer a una de las
mejores formaciones de
blues de toda Europa.
Una banda que en cual-
quier garito de la penínsu-
la puede compartir conti-
go no sólo una gran dosis
de cerveza sino también
de buena música. Esa que
deja resaca.
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Pantalla grande para muertos agradecidos
Película y obituario rockero
#8 Febrero09
La carrera de la for-
mación de San
Francisco nunca ha sido
llevada a la gran panta-
lla, pero sí mucho antes,
hace años, ha sido obje-
to de varios documenta-
les. El más importante,
quizás, el dirigido por el
propio líder de la banda,
Jerry García, quien en la
música hippie tuvo a su
gran pope. ‘The Grateful
Dead Movie’ se estrenó
en 1977, cuando el flo-
wer-power era ya un solo
recuerdo en las extintas
mentes oxigenadas de
LSD.
Bill Graham los universa-
lizó en su cartelería. Com-
partieron ‘cartel’ con lo más
granado de los años 60/70,
entre ellos Bob Dylan, Je-
fferson Airplane y Neil
Young que prestarán su co-
laboración en la banda so-
nora de un largo que podría
dirigir Oliver Stone, reali-
zador que ya filmó la histo-
ria de The Doors. Todo ello
bajo la supervisión musical
del mítico ‘dead’ Bob Weir
(voz y guitarra rítmica).
Acompañando a García
en sus aventuras psico-
délicas estuvo su músico
Merl Saunders, reciente-
mente fallecido. El teclis-
ta, tristemente, no podrá
visionar la historia en cine
del grupo que abarca el
período más exitoso, de
1967 a 1977, años en los
que alcanzaron fama y re-
conocimiento mundial.
Aportó su particular so-
nido de órgano Hammond
B3 allá donde tocó. Fue so-
licitado por Tom Fogerty,
B.B. King y Miles Davis,
entre otros grandes. Jus-
tamente, provenía del jazz
y nunca alejó esa faceta de
la banda de californianos
más hippies. Agrupación
que en un futuro próximo
tendrá reconocimiento
cinematográfico como es
de rigor. O debería serlo.
Es seguro que los muertos
agradecidos, Merl & Jerry,
lo estarán. Sus fieles se-
guidores, los ‘deadheads’,
ya lo están. Agradecidos
aunque les roben los ojos
para no verlo. Aunque les
roben la cara.
El mundo del cine otorga reconocimiento al flower-power más hippie filmando la historia de los lisérgicos Grateful Dead.
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Cuando el
rock se subió a una moto
Motos y rock, dos mundos conexionados.
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El mundo del rock y
todo lo que conlleva
puede concebir muchas
particularidades sobre el
reflejo de la juventud, su
propia rebeldía y sus co-
rrespondientes inquietu-
des. Una de las singulari-
dades más comunes entre
esa desobediencia juvenil
es la fina línea que sepa-
ra el mundo de la música
rock con el motociclismo.
Dos formas de vida uni-
das por un axioma común,
aquel que relaciona la li-
bertad con la rebeldía. El
mismo que les encadena
con el eslabón de la fuerza
y el motor de la velocidad
sobre el escenario. El rock y
las motos, dos movimien-
tos rebeldes. Dos vidas pa-
ralelas conexionadas.
En un universo paralelo el binomio motos/rock es
equivalencia de rebeldía y libertad. Rockeros
rebeldes seducidos por el motociclismo hay
muchos. Aunque no están todos los que son, aquí
son todos los que están. Estos son los tubos de
escape que rugen R’n’R…
La analogía, que por
consabida no deja de fas-
cinarnos, sucumbe año
tras año a generaciones
de jóvenes con espíritu
de libertad. La misma que
los primitivos rockeros
plasmaban en sus com-
posiciones allá en los años
50, germen de todo lo que
vino después.
Diferentes géneros esti-
lísticos han cantado odas
al universo motociclista.
En eso, músicos de distin-
ta naturaleza con el deve-
nir de los tiempos comie-
ron millas. Y polvo en el
camino.
El fabricante era lo de
menos; las dos ruedas, lo
de más. Desde las Trium-
ph a las Vespas, desde las
Harley-Davidson a las
Lambrettas, desde las
Norton a las Buell… des-
de los inicios a hoy. Desde
el rock sureño al rockabi-
lly, desde los mods a los
heavys, desde los rockers
a los bluesmen, desde los
hippies a los grunges…
desde el principio hasta
nuestros días. Amén de
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sus luchas y aficiones, el
rock -como tal- se subió,
sin saberlo, a una moto
desde el mismo instante
en que nació. Es cierto,
todo hay que decirlo, que
las motos vinieron antes
que la música rockera,
pero ya atisbaban los pri-
meros motociclistas que
a ese rugido del escape le
acompañaría otro que no
por menos atronador se-
ría más rítmico, melódico
y armónico: el rugido del
rock.
En las primeras compo-
siciones del R’n’R, y ya an-
tes en las líricas del blues,
la carretera y sus rutas
era caldo de cultivo para
el pentagrama. ‘Rute 66’,
‘Highway 61’, ‘Crossroad’,
‘Highway To Hell’, ‘On
The Road Again’, ‘Hig-
hway Song’, ‘Roadrun-
ner’, ‘Hit The Road, Jack’,
‘Highway Star’, ‘Death
Alley Driver’, ‘Roadhouse
Blues’… se convirtieron
por derecho propio en clá-
sicos, Eso derivó en que
los intérpretes se dejaran
seducir por la sensación
del espíritu independiente
e indomable más allá del
escenario. Se montaron en
una moto y no se bajaron
jamás. Algunos perecieron
en el camino y nos legaron
esa filosofía por la que lu-
charon.
Duanne Allman fue uno
de ellos, al igual que Be-
rry Oakley de los Allman
Bros. Band. Enterraron
su inspiración musical en
una carretera, junto a su
motocicleta. Autopistas
atascadas de héroes des-
trozados, como diría Bru-
ce Springsteen. Desde el
aire cayeron figuras como
Stevie Ray Vaughan. Pero
no todos tuvieron fatal
desenlace con el motor.
Gene Vincent, rockabilly
y dueño de una Triumph,
fue mito del rock de los
50. El autor de ‘Be-Bop-A-
Lula’ salvó su vida de un
accidente de tráfico que
se llevó a su amigo Eddie
Cochran. En esa terna so-
brevivieron ilustres rocke-
ros/moteros. Elvis Presley
y Bo Diddley, entre ellos.
Harlistas como Lou
Reed. Billy Joel a lomos
de su Guzzi y Loquillo
enganchado a la 74 Elec-
tra Glide del emporio de
#9 Marzo09
Motos y rock, dos mundos conexionados.
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Milwaukee. Son moto-
ciclistas del rock como
Steppenwolf o Bono
de U2, admirador del
motorista folkie Bob
Dylan.
Otros más recientes,
ilesos entre los hierros,
aún dan guerra. Es el
caso de Billy Idol, fa-
nático motociclista, su-
perviviente de su propia
moto y su propio sino.
Algunos, los más atrevi-
dos, han llevado su pa-
sión por el motor hasta
límites insospechados.
Ediciones especiales en
dos ruedas son compa-
tibles en customización
con las seis cuerdas de
sus instrumentos… tan-
to monta, monta tanto.
Y montando sobre sus
motos se presentan so-
bre las tablas del esce-
nario. Judas Priest son
habituales en ese jue-
go. Rob Halford, su lí-
der, es un seguidor de
las custom negras más
atrevidas. Bandas como
ZZ Top les siguen en
afición. La iconografía
motera pintada en por-
tadas de Mötley Crüe,
el ejemplo que va más
allá de la propia tari-
ma escénica. Música
ruda para motos du-
ras… como Glenn Tip-
ton de los Judas Priest.
Como Geoff Tate de los
Queensrÿche. Como
Jimi Hendrix, en su día.
Como Cozy Powell (Ra-
inbow, Black Sabbath,
Whitesnake). Como
Bon Scott. Como Kid
Rock. Como tantos y
tantos. Engloban, todos
ellos, una larga lista que
rebosa bujías sincopa-
das al mejor ritmo para
rodar. El ritmo con pa-
tente de rock motorista.
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Dando la nota
Salón de Instrumentos Musicales y Accesorios#9 Marzo09
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Salón de Instrumentos Musicales y Accesorios
El Pabellón de Cristal
de la Casa de Campo
(Madrid) acogió el pasado
febrero a fabricantes, dis-
tribuidores, proveedores,
marcas y tiendas de música
para deleite de los asistentes,
cada vez más numerosos.
Entre lo más ofertado, las
guitarras. De todos los mo-
delos. Taylor triunfó con los
suyos. El sonido del blues
crudo sonó a la perfección
en esa madera. La tripula-
ción de Fender probó sus
clásicas Stratocaster y no
defraudaron. Como la P.A.
(Public Adress) demostra-
tiva que había en el exterior
del recinto. Así deberían
sonar muchos equipos.
Acústica perfecta. ProTools
y Logic sobre Apple expo-
nía Microfusa. Universal
Effects ha traído este año
las últimas novedades en
efectos sobre el escenario.
Vimos los cajones de fla-
menco de Pepote, el luthier.
Alhambra expuso sus gui-
tarras españolas. También
Bosco y sus PRS. Kawai y
sus teclas. Se puede tocar y
se puede oír. Todo se pue-
de probar.
Comúsica 2009, que se
consolida año tras año, afi-
nó en empresas dedicadas
al montaje de escenarios,
efectos sonoros y lumi-
nosos, grabación digital...
pero, quizás, abandonó
instrumentos que no son
únicamente guitarras. Se
echó de menos marcas de
prestigio como Gibson,
Korg, Vox o Ludwig y mo-
delos de alta gama, clásicos
y sofisticados, instrumen-
tos de viento, más órganos
y pianos, baterías, bajos,
armónicas, etc. Aunque
la feria está creciendo y
puede mejorar con visos a
afianzarse en Europa.
Esta edición abría sus
puertas, por primera vez,
al público en general. Bien
hecho, acercando la músi-
ca a la calle, más allá de la
propia industria. Todo un
acierto.
Además, las editoriales se
han sumado a la cita con
publicaciones del sector.
Nuestros mejores deseos
para próximas ediciones al
Salón patrio del mundo de
los instrumentos que nos
hacen emocionar con cada
nota. Que se note y que sea
todo un referente. Suerte
y... a dar la nota.
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Asistimos a Comúsica’09 para ver las novedades del sector musical. En su tercera edición la expectación y asistencia ha sido muy positiva por parte de profesionales y público. Tecnología punta y afinada. ¡Ay, qué gustito pa mis orejas!
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Una noche en…
Chicago de Compostela
Los Reyes del K.O., el funky-blues español
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µ Nacho Manzano Merino
Con una hora de re-
traso comparecieron
tras su gira alemana Los
Reyes del K.O. en la sala
madrileña Gruta’77 el pa-
sado 5 de marzo. Regresa-
ron al escenario madrileño
desde su residencia berli-
nesa con la ilusión puesta
en mostrarnos lo grabado
en el ‘Live In Berlin’, su ex-
celente última producción.
La banda de blues galle-
ga más internacional toma
su nombre de las veladas
boxísticas en las que to-
caban y se percibió en el
recital porque salieron a
por todas. Noqueando a
las primeras de cambio. La
compenetración de los jó-
venes talentos Marcos Coll
y Adrián Costa, junto con
su originalidad y madurez
artística hacen de Los Re-
yes del K.O. una forma-
ción con un futuro prome-
tedor.
Realizan una música
apta para todos los públi-
cos, antigua y moderna, sin
perder identidad. Mezcla
de tradición e innovación.
¿Blues con scratching en
España? Existe… y manu-
facturado desde Galicia.
Vinieron con ganas y se
notó. El feeling entre el pú-
blico y los músicos es cada
vez más constante en sus
directos. No en vano, Costa
tiene dotes de entertainer.
El ‘Garfunkel del blues’ -
con cada vez más tablas- es
todo un showman. Colma-
do de matices negros en su
bizarra voz lleva el groove
en las venas. Esta vez sacó
su dorada Gibson Les Paul
De Luxe para todo el con-
cierto. Pedazo de concier-
to, puntualicemos.
Al estilo Blues Brothers,
Promocionando su último disco en Madrid, ‘Live In
Berlin’, Los Reyes del K.O. nos regalan uno de los mejores
shows del año rezumante de funky-blues, soul y R&B. Una
noche de música más negra que el carbón. Pero del bueno,
del dulce. Toda una velada edulcorada de buena música.
por la guisa y la fiesta, co-
menzaron con la marchosa
‘I Feel So Good’, un blues de
Big Bill Broonzy para con-
tinuar con sus habituales
‘I’m On The Wonder’, una
pieza zydeco (música cajún
de emigrantes franceses)
de Clifton Chenier en la
que Costa está sublime y la
rítmica ‘Fucked Up Again’,
de cosecha propia. Lleva-
ron a su parcela particular
el clásico cubano ‘La Palo-
ma’ con gracia y salero.
Mike Bloomfield y Al-
bert King se apoderan de
Adrián en cada nota de
su guitarra. Pero no todo
en ellos suena a blues.
Soul tradicional con sabor
a Otis Redding, Wilson
Pickett, James Brown (su
gran influencia) y, hasta
Michael Jackson se suman
a la fiesta. La versión del
ex Jackson Five ‘The Way
You Make Me Feel’ está
rebosante del mejor R&B
americano. Rebajado de
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velocidad la interpretación
resulta exquisita. El tema
sirve para abrir un medley
funky que incluye el celebé-
rrimo ’Ain’t Nobody’s Bu-
siness’ y el ‘solo’ de doble
pletina scratch de Omar.
Marcos exhaló con clase
su Blues Harp diatónica de
Hohner (del luthier Musi-
cal Estebaranz), como si
en cada soplido se le fuese
el alma de Little Walter,
Junior Wells o del mis-
mísimo Sony Boy Willia-
mson. Luego se exhibió
con la Cromonica. Junto
con su micro vintage estilo
Bullet -para amplificar su
armónica- emplea eficaz-
mente las técnicas distinti-
vas del blues como el ben-
ding y el vibrato. Hace de
la particularidad su estilo.
Cuando procede alarga
la nota hasta el extremo y
aguanta al máximo como
los grandes. Tampoco re-
niega de la velocidad en la
inspiración (respiratoria y
musical) pero sin caer en
la pomposidad del soni-
do exornado del vir-
tuoso John Popper de
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Los Reyes del K.O., el funky-blues español
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los Blues Traveler.
Quien no recuerde el
‘Boogie Funk’ de Freddy
King o el ‘Born In Chi-
cago’ de Paul Butterfield
ellos nos los hacen imagi-
nar magistralmente. ‘I Got
To Go’ engancha a la au-
diencia que coreó a tope el
estribillo. En estas, siguie-
ron tocando y tocando con
el ambiente alegremente
cargado. Ya en los bises se
soltaron con ‘That’s Alrig-
ht’ de Jimmy Rogers.
Se cerró el show con la
intervención rapera del ex
Super Skunk ‘El Tío Ca-
lambres’ acompañándose
de los efectos hendrixianos
del ampli de Javi Vacas y
el ‘solo’ de batería de Car-
linhos. Un final de altura
convertido en pura fiesta.
Como todo el concierto.
Los vencedores del ‘Ber-
lin Blues & Jazz Award
2006’ experimentan sin te-
mor, pero con respeto. Eso,
con maestría, deriva en el
resultado de una obra dig-
na, arriesgada, divertida y
respetada con creces. Todo
ello con mucho gusto y ati-
no. Y esto, definitivamente,
nos complace.
Música fusión de emi-
grantes. Gallegos y mo-
zambiqueños. Raperos,
Dj’s y bluesmen. Empas-
tada de soul por los cuatro
costados; a caballo entre
un repertorio tradicional
que abarca desde las haba-
neras de Cuba hasta el rap
de Public Enemy, mien-
tras recorre los algodo-
nales de Mississippi bajo
ritmo sureño. Honesta y
original. “El blues es fusión
pura”, como reivindica
Adrián.
Son uno de los pocos gru-
pos españoles que rehúsan
de lo-que-hace-todo-el-
mundo y apuestan por algo
siempre distinto.
Una banda diferente con
música de siempre. Algo
para minorías, que, al fin y
a la postre, les hace ser tan
buenos.
Lo que todos pensábamos
que iba ser una agradable
noche carabanchelera se
convirtió, por sorpresa, en
una de las mejores veladas
del año desde Chicago de
Compostela.
Mucho boogie-boogie,
R&B, funky, blues tradicio-
nal, soul sureño… música
negra, sin prejuicios. Sin
etiquetas. Sin morriña.
Todo eso sobra para una
música OK que te deja KO.
Y ellos, los Reyes, como
máximo exponente.
¡Larga vida a la monar-
quía! La monarquía (galle-
ga) del mejor funky-blues
del reino español.
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# Adrián Costa (voz y guitarra): El santiagués
posee un timbre especial
en su voz idóneo para la
interpretación de música
negra, especialmente el
sou1 y el blues, pero en sus
adentros el James Brown
que se exterioriza le con-
vierte en un frontman
potente en el entorno del
funk. Toca la guitarra al
estilo blues antiguo, sin
demasiados efectos. So-
nido pulcro y pisando bien
las cuerdas, como Albert Collins y Albert King.
Domina como pocos el es-
cenario. Además de la gui-
tarra, sabe tocar el bajo
y batería.
# Marcos Coll (armó-nica y coros): Autodi-
dacta con su instrumento,
el ‘Sonny Boy de Vidán’
comenzó a tocar en grupos
con tan sólo 14 años para
erigirse como uno de los
mejores armonicistas ac-
tuales. El sonido libre de sa-
turación del Sr. Coll, limpio
y añejo, es su mejor carta
de presentación. Ha tocado
con la Tonky Blues Band y
junto a figuras mundiales de
la talla de Mick Taylor (ex
Rolling Stone), Tom Jo-nes o Buddy Miles (The Band of Gypsys, de Jimi Hendrix).
# Javier Vacas (bajo): Ha pasado por Vacazul, 3.000 Hombres, Cho-colate Blues Express, Los Coronas, Sex Mu-seum y tantas forma-
ciones que hacen de ‘El Vacas’ uno de los mejo-
res bajistas de R’n’R de
este país. Todo un peso
pesado.
# Carlinhos (batería): Baterísta mozambiqueño
que ofrece el toque étnico a
la banda pero fiel a los pa-
rámetros de la música ame-
ricana de siempre. Cumple
sobre el escenario.
# Omar (programa-ción, samples, scrat-ches): Dj sevillano con
estilo propio en progra-
mación, electrónica, sam-
ples y el uso del scratching.
‘Scratcho Man’ es uno de
los pocos en incorporar
sonidos sampleados en el
blues nacional.
‘Coll Vs. Costa’ (2002). Su ópera prima
producida por el gran
armonicista madrileño
Ñaco Goñi. Excelentes
temas interpretados con
un estilo personal y un
enfoque muy particular.
La mejor revelación para
una banda con un futuro
que acababa de empezar
y atisbaba ya una formi-
dable trayectoria musi-
cal. El primer combate.
‘Home Made Blues’ (2004). Segundo trabajo
rodeados de las mejores fi-
guras bluseras de nuestro
país (Tonky de la Peña, Juli ‘El Lento’ Celina Ye-bra, Ñaco Goñi, Emiliano Juarez, Edu ‘Big Hands’ entre otros).
Grandes tributos a Ju-nior Wells, Leadbelly, M. Morganfield. Blues y soul de alta cali-
dad sellado en España.
‘Hot Tin Roof’ (2006). Como auténti-
cos gallegos emigraron y
establecieron su sede en
Berlín, donde grabaron
su tercer larga duración.
Incluye versiones y temas
propios. Colaboran: Sax Gordon Beadle, Guitar Crusher, Herb Hardesty y Christian Rannen-berg, uno de los mejores
pianistas contemporá-
neos. También les produce.
‘Live In Berlin’ (2008). Su último disco y
primer ‘directo’.
Colaboran los mismos
músicos que en su anterior
CD. Tiene 12 canciones
llenas de punch.
‘Live In Berlin’, repleto
de buenas selecciones y
buen gusto, ha sido todo
un éxito hasta ahora, con
una estupenda crítica y
una mejor aceptación de
público. Una joya.
Sobre el ring
#�0 Abril09 Los Reyes del K.O., el funky-blues español
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48+info www.losreyesdelko.com
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Sin Límites
Vivitos & ColeandoSimple Minds-U2, algo más que en común.
#�� Mayo09
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Ni el timbre de voz
similar entre Paul
Hewson (Bono) y Jim
Kerr -en sus inicios los
confundían como a San-
tiago Auserón y a Pau Do-
nés- ni el éxito musical de
U2 y Simple Minds lo han
evitado. Tampoco las com-
paraciones entre sus guita-
rristas, Charlie Burchill y
Dave Evans (The Edge).
Ser combativos irlandeses
o escoceses reivindicadores
mucho menos aún. Quizás
por ello, por no poder di-
simularlo, nacieron desde
un principio mútuas afini-
dades entre ambas forma-
ciones anglosajonas.
Ni tan siquiera la som-
bra de un futurible Pre-
mio Nobel de la Paz (en la
terna con el judío/católico
Dylan) ni las fotos con el
Papa, ni el apoyo mediáti-
co a Obama, ni las ayudas
a la África hambrienta, ni
el respaldo a Amnistía In-
ternacional junto a Jim,
ni mucho menos los con-
ciertos benéficos han con-
vertido al ‘mesías’ Bono
en redentor de sus letras
y su particular destino: un
simple músico -buen mú-
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Sin Límites
Vivitos & Coleando
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Todas las comparaciones son odiosas. Aunque no siempre. Simple Minds y U2, dos grupos hermanados, combinan actualidad con sendos lanzamientos discográficos. De la mano para no perderse. Y para no perder la tradición. Por norma, el trébol escocés comparte güisqui en las tierras altas. Irish & Scotch Whiskey!
sico- ejerciendo su trabajo.
Lo mismo que Kerr. De la
presencia en el ‘Live Aid’
del 85 en compañía de
U2 a la lucha por las cau-
sas (in)justas. Sus triunfos
con las mujeres famosas
-ex de Patsy Kensit (Eig-
hth Wonder) y Chrissie
Hynde (The Pretenders)-
no ha eclipsado su carre-
ra artística. Ni ha cerrado
puerta alguna. A lo más, ha
sido un acicate para relan-
zarla... aunque se quedase
en el intento.
Involucrados fervorosa-
mente en el compromiso
político y en letras comba-
tientes para la paz las dos
bandas nunca han hecho
renuncia explícita de ello.
Todo lo contrario. Fueron
adalides de la música ac-
tivista y reivindicativa. U2
escribió su canción protes-
ta ‘Sunday Bloody Sunday’
por la famosa matanza en
el Domingo Sangriento
de Dublín de 1972. Luego
su líder quiso reivindicar
el mensaje pacificador del
tema. Simple Minds can-
tó ‘Belfast Child’ sin per-
der su identidad gaélica
y ’Mandela Day’ contra
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el apartheid al líder suda-
fricano. Bono dedicaría
la letra de ‘Pride (In The
Name Of Love)’ al también
líder negro Martin Luther
King. Grabó ‘New Years
Day’ (“El oro es la razón
de las guerras que finan-
ciamos”) y los de Glasgow
‘Street Fighting Years’ en
memoria del músico Víc-
tor Jara.
Independientemente de
la fe religiosa o el partidis-
mo político que pudieran
tener o no tener, he ahí la
cuestión, lo que verdade-
ramente (nos) importa
es su música. Lo asegura
Jim: “En nuestros pasapor-
tes dice que somos músi-
cos” y lo ratifica con sorna
Bono: “En realidad somos
una banda de R’n’R. Si la
gente que acude a nuestros
conciertos en lugar de gritar
‘Yeaaah!’ empezara a mur-
murar ‘Ooohmm’, o a rezar
el rosario, sería terrible”.
Bono y Cía. llegaron al
Top 1 con menos de una
década de existencia mu-
sical. Jim Kerr y los suyos
lo mismo. En los 80 lo de-
mostraron. Era el estrella-
to de la década prodigiosa.
Su década.
U2 se reinventó con la
electrónica en ‘Pop’, pero
era ya 1997 y un producto
de masas; Simple Minds
con su rock clásico en
su último disco ‘Black &
White 050505’, hace cuatro
años. ‘Kiss The Ground’, de
este álbum, evoca al Bono
más intimista en un medio
tiempo típico de los U2.
Al igual que ‘Face In The
Sun’, (‘Cry’, 2002) con un
melancólico Jerr al más
puro estilo del cantante ir-
landés. Acordes similares a
The Edge en ‘New Sunshi-
ne Morning’ en la guitarra
de Burchill sobrevuelan
este compacto. Demasia-
dos paralelismos que du-
dan de la casualidad, pero
el destino y el talento les
unió sobre mismo escena-
rio compartiendo reper-
torio en el Rock Werchter
Festival (Bélgica) en su
edición de 1983.
Ambos coquetearon
juntos en terrenos adver-
sos. Y triunfaron. Saltaron
del pop al rock -y nueva-
mente del rock al pop- con
el devenir de los tiempos
y hasta de los ingresos. A
mayor comercialidad roc-
kera, mayor caja registra-
dora. Una relación cuanto/
cuando menos cuantitati-
va como cualitativa. Unos
llenaban estadios y otros
discotecas.
Los injustamente infra-
valorados Simple Minds -
una de las mejores bandas
de pop/rock de la historia
presentes en el concier-
to de ‘Harley-Davidson
100th Anniversary’- ya
#�� Mayo09
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Simple Minds-U2, algo más que en común.
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lo hacía antes, cuando su
pose glam dio paso al rock
multitudinario de correli-
gionarios en la Ciudad de
la Luz.
El mero hecho de estar
ahí les confiere, con el paso
de las décadas, como el
mejor ejemplo de perseve-
rancia en la idea de satisfa-
cer su propio trabajo. Con
la diferencia en que los es-
coceses no han mantenido
íntegra la formación de
sus músicos como sí lo ha
hecho la banda de Dublín
desde su fundación allá en
1978.
En esta vida paralela, U2,
con 170 millones de CD’s
vendidos y 22 Grammys a
sus espaldas, acaba de edi-
tar ‘No Line To Horizon’
regresando a sus orígenes
gracias, de nuevo, a los
productores Brian Eno y
Daniel Lanois, que llegan
a firmar temas, y con un
‘The Edge’ más clásico. De
la grabación destacan la
potente ‘Stand Up Come-
dy’ , en línea al rock de Buc-
kcherry o Primal Scream
que está calcada de riffs ra-
lentizados de ‘Immigrant
Song’ (Led Zeppelin) y la
majestuosa ‘Breathe’ (“las
canciones están en nuestros
ojos, vamos a llevarlas como
una corona”).
Simple Minds hace
lo propio este mes de
mayo con ‘Graffiti
Soul’,“estilísticamente un
álbum de R’n’Roll vibrante
que está repleto de energía”,
según su líder. Hasta com-
parten discográfica: Uni-
versal. El tour mundial ya
está en ruta. Para los dos.
Siempre para los dos.
Todo comenzó, hace
exactamente treinta años
atrás. En plena eclosión
post-punk Simple Minds,
herederos de Roxy Music
y Ultravox, publicaba el
1 de abril de 1979 ‘Life In
A Day’, su primer vinilo.
Un imberbe y maquillado
Jim Kerr cantaba a la re-
cién estrenada hornada de
la New Wave un álbum de
pop electrónico en la onda
de Joy Division, The Cure
y otras corrientes británicas
de finales de los 70 como
David Bowie, su principal
influencia y del que to-
maron para sí el nombre
del grupo, extraído de su
rockera ‘The Jean Genie’.
Ese mismo año, aunque
publicasen en 1980 ‘Boy’
su álbum debut, el que se
haría llamar como la mar-
ca de audífonos Bono-Vox
(buena voz en latín para
su desconocimiento) junto
con un baterísta que apenas
sabía tocar, un espigado y
feucho bajista que a la pos-
tre se ligó a la diosa más de
ébano de la pasarela, y un
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#�� Mayo09 Simple Minds-U2, algo más que en común.
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54+info www.U2.com
guitarrista contrario a tocar
blues como todo aprendiz
de su época para sustituirlo
por los ‘reverberados’ ar-
mónicos en eco con estilo
propio, deciden bautizar-
se como el avión-espía de
USA abatido por los rusos
en los 60 para convertirse
en la banda más importan-
te de Irlanda y arrasar al
mundo. Ambición conse-
guida. La misma intención
en Escocia, amén de los tra-
dicionalistas en faldita y sin
calzones, tenía el combo de
Kerr.
La diferencia estriba en
que mientras en la cima
del éxito U2 se regusta y
disfruta de ello, Simple
Minds no supo o no pudo
sobrellevarlo. Desistió.
Y eso que las mieles de la
fama las saboreó antes que
los dublinenses. “El dinero
no puede comprarme” ale-
gaba la banda en ‘This Is
Your Land’, mientras los
irlandeses se convertían en
producto de consumo para
masas.
Bajo un cielo color rojo
sangre por las guerras de
esa década y enarbolan-
do la Bandera Blanca, U2
presenta su
primer disco
en directo en
1983. Disco
explícito para
un grupo po-
lémico. Un
año antes ve la
luz en la discografía de la
agrupación escocesa ‘New
Gold Dream’ -quien no
vea afinidad entre Burchi-
ll y The Edge que escuche
por YouTube la versión
desde Paradiso, Amster-
dam 2005 -. Les sacó de
Glasgow y les descubrió
para el mainstream, a pesar
de su sonido ecléctico pero
comercial. Fue el paso de la
New Wave al New Roman-
tic. Alcanzaron su premio
brillante (‘Glittering Pri-
ze’) con esta publicación.
Érase una vez, en ese
mismo sendero, sale ‘Once
Upon A Time’ y su single
‘Don’t You Forget About
Me’ (un himno generacio-
nal), primero, y ‘Live: In The
City Of Ligth’ (un plástico
imprescindible de los 80),
después. Era el tiempo que
tocaron el cielo. Firmaron
una rockera ‘Ghostdancing’
como si la hubieran hecho
los de Irlanda. Así colaron 5
discos en el número 1 de las
listas británicas. La mezcla
de rock épico con la elec-
trónica, y hasta la música
de baile, la llevan haciendo
los escoceses hace más de
30 años.
Siempre en paralelo, es
cuando en 1987 U2, bajo
la exquisita producción de
Eno y Lanois difunden su
formidable trabajo ame-
ricano, ‘The Joshua Tree’.
Sorprendió por su sonido
mesiánico con texturas fo-
lkies de blues repletas de
rock y R&B. En menos de
cinco años, se marcan un
innovador elepé de van-
guardismo extremo en
comparación con el ante-
rior citado. Fue ‘Achtung
Baby’, para muchos su me-
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55+info www.U2.com
jor trabajo aunque no re-
flejase todo la filosofía y el
espíritu primigénico de la
banda. Simple Minds, que
llegaron a ser un grupo
de masas cuando U2 aún
era un grupo de misas, ya
experimentó semejante
variación estilística. ‘I Tra-
vel’ de ‘Empires & Dance’
(1980) podría pertenecer
a este disco o incluso al
‘Pop’... y tantos otros. Re-
cientes y antiguos mien-
tras compartían produc-
tores como Jimmy Iovine
y Steve Lillywhite.
El rock les ha vuelto a
unir. Hoy en día revivimos
todo esto. U2 con ‘Magni-
ficent’ , de su último traba-
jo, puede sonar a cualquier
tema de los escoceses de
mediados de los 80. Por su
parte, Simple Minds con
el single ‘Rockets’ de su
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#�� Mayo09 Simple Minds-U2, algo más que en común.
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56+info www.simpleminds.com
próximo ‘Graffiti Soul’ en-
traría perfectamente en los
créditos del último disco de
sus compañeros musicales.
Y así seguirá siendo, siem-
pre.
Esa es su aventura. Vi-
viendo su propia crónica,
su música, su vida... en un
día. Un día bonito. Vida
en un día; una vida real,
verdadera. De telediario
(‘Waterfront’ con Andrés
Aberasturi), de emiso-
ra (‘Love Song’ con José
María García) y de cine
(‘Don’t You Forget About
Me’ en ‘El Club de los 5’,
‘Shake Off The Ghosts’
en ‘Excalibur’, ‘Hold Me,
Thrill Me, Kiss Me, Kill
Me’ en ‘Batman’ y ‘Rattle
And Hum’)… en todos los
órdenes de la vida. ¡Viva la
vida! Porque la compara-
ción por odiosa que sea es
otra historia. Como Cold-
play. Pero ellos siguen en
estado de gracia. El cartel
de los grandes festivales
como el de la Isla de Wight
(www.isleofwightfestival.
com) para este año es el
ejemplo que lo constata.
A pesar cambios de giro
-y de gira-, el misticismo
religioso, lo nieguen o lo
confirmen, ha flotado en la
música y letras de la ban-
da irlandesa. Siempre ha
estado ahí. Sobre el árbol
de Josué o sobre el asfal-
to dublinés. Sin todo eso
no hubieran elaborado la
obra maestra del año 1987.
Habría que preguntarle a
Bono, entonces, si sólo son
una banda de R’n’R. Con
rosarios o no. Con glosarios
‘Pop’, rock; ‘War’, paz; ‘Glo-
ria’... ¡Santifícate! Como
rezan sus colegas escoceses.
Oníricas melodías doradas
para la eternidad. Eso sería.
Sin línea en el horizonte, sin
límites ni etiquetas musica-
les. Porque lo seguirán ha-
ciendo, contigo o sin ti.
En cualquier caso, hay
que agradecerles tanto a los
hijos del trébol como a los
escoceses de mentes simples
la continua metamorfosis
musical, esa perenne capa-
cidad de transmutación, la
tenaz inspiración creativa y
la valiente apuesta tecnoló-
gica en su trayectoria para
aparcar sus inquietudes
religiosas, ideologías per-
sonales y ambiciones po-
líticas. El resultante, a la
vista está, ha configurado
una discografía de vérti-
go en el mundo entero a
lo largo de los años con
una música sin confines
que sigue viva. Muy viva:
‘Alive And Kicking’,
como diría Jim Kerr.
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#�� Mayo09 Nuevo libro sobre Rick Rubin, productor musical.
El gurú de la mesaLa trayectoria de uno de los mejores productores musicales del mundo, Rick Rubin, es la excusa perfecta de Jake Brown para la publicación del libro ‘In The Studio’, a la venta en agosto.
Rick Rubin ha sido una
pieza clave en la pro-
ducción discográfica de
estas últimas tres décadas
marcando una influencia
como pocos en la industria
musical internacional. Su
absoluto protagonismo en
la mesa de sonido ha mode-
lado la
elaboración de las mejores
grabaciones de las bandas
más importantes del rock y
del rap de la actualidad.
Rubin, el orondo y bar-
budo mandamás de Co-
lumbia, es uno de los pro-
ductores más solicitados
mundialmente. Por su
mano ha desfilado un
sinfín de figuras de
diversa índole. Y a to-
das las ha llevado a la
fama. Los que ya es-
taban encumbrados
han pedido consejo
al gurú de la pro-
ducción musical.
Un bagaje que le
ha servido para
definirle como
“el mejor pro-
ductor de cual-
quier género”
según la re-
vista Rolling
Stone (in-
cluyendo a
Martin Birch, Quincy Jo-
nes y tantos otros, añadi-
mos nosotros) alcanzando
los premios más prestigio-
sos del oficio a pesar de su
carácter insurrecto, conoci-
do por no tener prejuicios
en los trabajos aceptados
para cobrar la minuta. Que
se lo digan a AC/DC, quien
la mayor parte de su labor
en ‘Ballbreaker’ la realizó
Mike Fraser. Pero eso es
tan sólo un ejemplo.
Estas historias, y otras
muchas anécdotas, saldrán
a la luz el mes de agosto con
la publicación de la biogra-
fía autorizada ‘In The Stu-
dio’ (ECW Press) escrita
por Jake Brown tras tres
años de investigación.
Una manera directa y su-
gerente para acercarnos a
uno de los personajes más
influyentes y emblemáti-
cos de la industria disco-
gráfica.
‘Ritchie Blackmore’s Rainbow’ Ritchie Blackmore’s Rainbow‘Licensed To Ill’ Beastie Boys‘Raising Hell’ Run D.M.C.‘Blood Sugar Sex Magik’ Red Hot Chili Peppers‘American Recordings’ Johnny Cash‘Wildflowers’ Tom Petty
‘Ballbreaker’ AC/DC‘Toxicity’ System of a Down‘Live At The Grand Olympic Auditorium’ Rage Against The Machine‘Out Of Exile’ Audioslave‘Rock And Roll Jesus’ Kid Rock‘Death Magnetic’ Metallica
Producciones fetiche
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ChickenfootRock con pedigrí
Nuevo supergrupo de Joe Satriani
#�� Junio09
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El tequila les unió.
Cabo Wabo, la marca
embotellada propietaria de
Sammy Hagar, ex de Van
Halen, ha sido el causante
de la formación de un nue-
vo supergrupo. Chicken-
foot es el resultado de unir
la guitarra de Joe Satriani,
la voz de Sammy Hagar, el
bajo de Michael Anthony
(Van Halen) y las baquetas
de Chad Smith (Red Hot
Chili Peppers).
Hagar montó hace años
un garito en el que poder
dar rienda suelta a sus afi-
ciones: rock y trago duro.
Su música, y otras más, se
podía escuchar en la emi-
sora de radio de apelativo
similar: Cabo Wabo Radio.
Aunque el nombre del
imperio de Hagar origi-
nariamente viene de la
canción compuesta por su
ex grupo, él desde Fresno
(Baja California, USA) se
dedicó a repartir tequila
en la Cabo Wabo Cantina.
Mientras, para no aburrir-
se tocaba en su propio club
con los amigos. En una de
esas noches se unió Joe
Satriani. La química del
tequila y la del escenario
provocó la posibilidad de
un nuevo combo sin Eddie
Van Halen a las cuerdas. Se
apuntaron Chad Smith y
Michael Anthony. El buen
rollo y el feeling de esas jams
desembocó en la grabación
de su primera producción
musical.
El disco homónimo del
grupo saldrá a la venta el
próximo 5 de junio. En su
single presentación, ‘Soap
On A Rope’, la base rítmi-
ca es soberbia, con Smith
como protagonista prin-
cipal. Tiene ramalazos de
Rage Against The Machi-
ne (en la intro del ‘solo’
de guitarra) y también,
por supuesto, de Red Hot
Chili Peppers. La sombra
alargada de Van Halen
tiñe la grabación. Mucha
compenetración y mucho
R’n’R. Satriani se amolda
perfectamente a las com-
posiciones del grupo y, en
especial, a la voz de Hagar,
espléndido como siempre.
El genial guitarrista le da
una dimensión progresiva
al rock clásico de los Van
Halen, aportándoles un
sonido actual sin dejar de
perder ese halo rockero de
siempre. Un rock que bebe
de raíces clásicas (el can-
tante certifica que la línea
musical de Chickenfoot
estará cercana a los Led
Zeppelin) pero con óptica
de futuro. Nada menos que
la guitarra de Satriani para
demostrarlo.
La banda, que ha cambia-
do las patas de gallo por las
de pollo, llegará a Madrid el
próximo 1 de julio. El Pala-
cio de los Deportes será el
escenario adecuado para la
presentación de su primer
-y esperemos que no sea el
último- disco.
En directo hacen guiños
a Deep Purple (‘Highway
Star’) por el paso de su
guitarrista en esa banda.
También a los primeros
Montrose de Hagar con
‘Bad Motor Scooter’, sobre
una intro de pedal steel de
Sammy que suele regalar
un posterior duelo guita-
rrístico con Joe. Una de las
mejores apuestas del tour
para los bises con alguna
que otra sorpresa más.
Expectación de sobra ya
hay para ver en escena a es-
tos pollos. Así que, más les
vale que no metan la pata.Gia
ndom
enic
o R
icci
+info www.chickenfoot.us
Nace una superbanda. Quedaos con el nombre: Chickenfoot –pata de pollo-. Es la combinación perfecta entre Sammy Hagar, Joe Satriani, Michael Anthony y Chad Smith. Casi nada. Su primer álbum (‘Chickenfoot’) sale este mes y nos visitarán en julio. Avisados estáis.
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+info www.chickenfoot.us
CD Track-list:1. ‘Avenida Revolution’2. ‘Soap On A Rope’3. ‘Sexy Little Thing’4. ‘Oh Yeah’5. ‘Runnin’ Out’6. ‘Get It Up’7. ‘Down The Drain’8. ‘My Kinda Girl’9. ‘Learning To Fall’10. ‘Turnin’ Left’11. ‘Future In The Past’
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“Los Stones son la mejor banda de la historia”The Chesterfield Kings#�� Junio09
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‘Physedelic Sunrise’
aglomera en sí mis-
mo todos los estilos por
los que The Chesterfield
Kings han caminado du-
rante años. Rock, sonido
mod, psicodelia, garage,
blues, pop, sixties… con-
fluyen en las composicio-
nes de la banda de Greg
Prevost (cantante) y Andy
Babiuk (bajista) líderes
por derecho de la forma-
ción de Rochester (Nueva
York).
El día 18 de junio sobre
el escenario de la Sala Hei-
neken nos presentarán su
nuevo material en directo,
lo que a ellos le gusta hacer.
Un concierto suyo es pura
fiesta musical para una
banda entregada a su públi-
co. De estos temas, y más,
hablamos con su líder.
Hola, Greg, felicidades
por vuestro nuevo álbum.
Buen disco. Nos ha gus-
tado vuestro clip ‘Up and
Down’, un fantástico tema
en la línea de los Rolling
Stones de Mick Taylor.
También nos recuerda a
New York Dolls el corte
‘Stayed Too Long’. ¿Son
canciones imprescindibles
en vuestro set-list de esta
gira? ¿Cuáles son las que
conforman vuestro cartel
principal?
“Gracias por comprender
lo que estamos haciendo.
Ambos temas son los princi-
pales. Acabamos de colgar el
corte ‘Up And Down’ como
single 45’ en Wicked Cool”.
¿Qué temas enganchan
más y son los mejores de
vuestro show de este últi-
mo álbum?
“Como mencionaste ante-
riormente, ‘Up And Down’
y ‘Stayed Too Long’ y tam-
bién material de ‘Phychede-
Llevan tres décadas de puro R’n’R. Ahora presentan ‘Phychedelic Sunrise’, un disco de garage con toques de psicodelia, la maquinaria típica de los Chesterfield Kings. En una entrevista exclusiva nos lo contó Greg Prevost, su cantante.
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6�dudas [email protected]
“Los Stones son la mejor banda de la historia”The Chesterfield Kings
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lic Sunrise’, ‘Dawn’ y ‘It’s
Outasite’ “.
Contadnos, por favor, la
historia de ‘Spanish Sun’,
¿qué concomitancias tiene
con nuestro país y cómo
surgió? Por cierto, ¿os gus-
ta España?
“El tema es totalmente
acerca de España. Una vez
estuvimos en una zona de-
sértica en el centro del país,
sin ningún sitio donde ir y el
sol era como una gigantesca
naranja... ¡calor! Estupendo.
Esta canción está inspirada
en España y su maravillosa
gente. Amamos España y su
gente. ¡Gran país, fue muy
guay visitarla! “.
Para el público que os
desconoce, dadles un mo-
tivo de peso por el que
deben de asistir a vuestro
concierto madrileño.
“¿Una razón? Si la gente le
gusta el R’n’R esto es lo que
hacemos”.
¿Seguís afirmando en el
2009 que The Chesterfield
Kings es un grupo anclado
musical y estilísticamente
en el año 1966?
“No. Ese era el caso de la
banda original. Surgimos
como una banda de R’n’R.
Se puede decir que estamos
anclados en 56, 66, 68, 70,
71, 72, 73, 74, 77 y 2009”.
Alguna vez habéis decla-
rado que en los 70 hubo
mucha basura, a excepción
de bandas como New York
Dolls y pocos más. ¿No
consideráis ningún aporte
más a una década tan in-
fluyente en la música?
“Personalmente, yo vivo
mi vida entre 1956/1973”.
Por cierto, Greg, ¿qué tal
fue colaborar con Johnny
Thunders? ¿Qué recuerdos
guardáis?
“Era un gran tipo. Fue una
estupenda y maravillosa ex-
periencia”.
¿Sus Majestades Satá-
nicas acabaron al morir
Brian Jones?
“Mi etapa favorita de los
Stones es la de Mick Jagger y
Keith Richards. Esto significa
TODAS las etapas. ¡Los Ro-
lling Stones mandan, coño!
Su nuevo álbum es demole-
dor”.
¿Son los Rolling Stones
definitivamente la banda
más grande de todos los
tiempos?
“¡¡Obviamente!!”.
Dínos, Greg, ¿qué signi
+info www.thechesterfieldkings.com
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The Chesterfield Kings#�� Junio09
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fican The Ramones para
vosotros?
“Una gran banda. Eran
amigos nuestros”.
Siendo unos apasio-
nados de The Beatles, si
tuvieras que escoger un
tema, el mejor para voso-
tros, ¿con cúal os queda-
ríais? Por cierto, ¿qué tal
fueron las ventas del libro
de Andy sobre los instru-
mentos de la banda de Li-
verpool ‘Beatles Gear’?
“Mi canción favorita de los
Beatles es ‘Revolution’. El
libro de Andy se vendió y se
está vendiendo muy bien”.
Dada la tendencia habi-
tual que tenéis al tributo
de clásicos como los Sto-
nes, Beatles, Hollies, Bea-
ch Boys, Kinks, Yardbirds,
Creedence Clearwater
Revival y otras menores y
desconocidas para el gran
público debido, funda-
mentalmente, a vuestra
melomanía, ¿es The Che-
sterfield Kings una banda
de tributos?
“Sí... ¡un testamento del
R’n’R!”.
¿The Chesterfield Kings
es una banda que debería
haber nacido en Gran Bre-
taña si no fuera por el surf?,
¿qué hacen unos chicos de
la Costa Este practicando
la ‘ola británica’?
“No estoy totalmente de
acuerdo. Me gustan bandas
como Grand Funk y Black
Oak Arkansas, las cuales
no son bandas exactamente
británicas”.
¿Robaréis del Boss a Ste-
ve Van Zadt para vosotros?
¡Ya lleva muchos años en
la E-Street Band!, ¿no me-
recería un cambio?
“Steven ha tocado con no-
sotros. Lo hemos intentado,
pero él es su propio Boss”.
¿Qué os pareció su tra-
bajo junto con Adam Cla-
yton de U2 y Jason Bon-
ham?
“Es un trabajo muy bue-
no. Steven siempre está en
lo más alto”.
¿Qué bandas seguís y es-
cucháis habitualmente?
“The Rolling Stones,
New York Dolls, The
Stooges, Frank Sinatra y
Muddy Waters”.
¿Qué tal va tu revista
‘Outasite’ de temática de
los años 60?
“Simplemente, no va.
Ahora escribo cosas sucias”.
Por último, Greg, ¿al-
gunas palabras al público
madrileño de cara a vues-
tro próximo concierto del
día 18 de junio? ¿Os gusta
Madrid?
“¡Madrid rockea!, ¡Ma-
drid manda!”.
Muchas gracias por
vuestra atención y nos ve-
mos en vuestro concierto
madrileño en una inolvi-
dable noche de los Ches-
terfield Kings. Suerte y...
¡larga vida al R’n’R!
“¡Claro que sí!”.
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The Chesterfield Kings
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#�� Junio09 ‘Como una moto. La vida galopante de John Belushi’
La trepidante historia de un hermano del bluesSe publica en España la biografía de uno de los grandes cómicos americanos, John Belushi, alma máter (y gemela de Dan Aykroyd) de los Blues Brothers, la banda de su vida que ha pasado a la historia.
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‘Como una moto. La
vida galopante de
John Belushi’ (Ed. Papel
de Liar) es la biografía
escrita por el mis-
mo autor de ‘To-
dos los hombres
del presidente’,
Bob Woodward,
que se adentra en
la inmortal figura
del Blues Brother más ca-
chondo y juerguista.
Belushi murió a los 33
años víctima de una sobre-
dosis, nexo que le sirve al
autor para describir la fa-
talista vida de otro juguete
roto. A partir de ahí arran-
ca el relato.
La azarosa trayectoria
del cantante y cómico ha
sido minuciosamente des-
dreñada por Woodward,
perfeccionista nato en sus
investigaciones. Aunque en
contra tenga a los familia-
res, a los que acusa de su
actitud pasiva por la deca-
dencia del actor estadouni-
dense.
John Belushi, se ha con-
vertido con el transcurrir
de los años en una gran
fuente de la mercadotecnia
por ser un icono norte-
americano post mórtem.
Su imagen enchaqueta-
da junto a Dan Aykroyd
es la que sugestiona a un
profuso número de se-
guidores, copistas e imi-
tadores.
Siempre nos quedará
el delirante y desterni-
llante sketch de la pa-
rodia al cantante Joe
Cocker en el progra-
ma de TV del que
era habitual, ‘Satur-
day Night Live’. La
versión original
norteamericana,
la que le popularizó.
‘Como una moto. La vida galopante de John Belushi’
La trepidante historia de un hermano del blues
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Carretera al averno
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AC/DC había sacado
desde su fundación
cuatro discos de estudio y
uno en directo cuando de-
cidieron dar el salto mun-
dial. La banda había tocado
ya por toda Australia, Es-
cocia e Inglaterra, pero les
faltaba el ‘sueño americano’
por cumplir. Por aquel en-
tonces, finales de 1978, es-
taban agotados tras su exi-
toso tour presentando por
todo el mundo ‘Powerage’
y su primer directo ‘If You
Want Blood, You’ve Got It’.
Una gira fatigante y larga,
ardiente y extenuante, un
camino al éxito agotador.
Un caos. Todo ello lo vio
así Angus Young, su lead
guitar, y así lo vivió el gru-
po. Fue un viaje al infierno
cuya referencia daría pre-
monitoriamente título al
siguiente álbum: ‘Highway
To Hell’, que, ironías de la
vida, supuso el último dis-
co de Bon Scott, fallecido
tras una monumental bo-
rrachera el 19 de febrero
de 1980. El cantante esco-
cés, precisamente, haría su
mejor trabajo en su álbum
póstumo. Un disco enfoca-
do al mercado yanquee que
cambió muchas cosas.
Para empezar, dejaron de
contar con el hermano ma-
yor de los Young, George,
y su partenaire Harry
Vanda en la produc-
ción musical. Más
bien, los jerifaltes
de Atlantic, su
discográfica,
les obligaron
a prescin-
dir de sus
s e r v i -
c i o s .
E l i -
gen a Robert John ‘Mutt’
Lange, productor espe-
cialista en hard rock.
Fue quien les renovó
las ideas para dar el
salto definitivo a la
cumbre. El nuevo
material añadía,
además del ritmo
frenético de la
banda, nuevos
componentes
comercia les
con vistas a
posicionarse en todo lo alto.
No fue pasajero. Desde At-
lantic vislumbraron el po-
tencial. Sus directos, llenos
de fuerza, enganchaban al
público y los discos empeza-
ban a
vender-
se correc-
tamente. Pero
les faltaba el
empuje definitivo
para luchar en una in-
dustria tan competitiva y
peculiar como la norteame-
ricana.
Todos entendieron, la
banda incluida, que nece-
sitaban un hit mundial. Lo
que no sabían es que no fue
un solo hit, sino una decena
de ellos. 10 éxitos engarza-
dos el uno al otro, que se
tradujo en una grabación
que pasaría desde
ese mismo instante
a la posteridad.
Las sesiones de gra-
bación comenzarían en
Florida con Eddie Kra-
m e r ,
p r o -
ductor
que había
colaborado
con Led Zeppe-
lin, The Beatles,
Kiss y Jimi Hendrix,
entre otros. Malcom, el
líder a la sombra de la ban-
da, no lo vio claro. La idea
era buscar a alguien que
respetara el espíritu AC/
DC, su sonido primitivo
de blues y boogie rock pero
dándole un giro comercial
camino al éxito.
Tomaron las de Villadie-
go con Kramer (“no estaba
en el lugar correcto ni en el
momento adecuado”, decla-
ró el norteamericano años
después) y ficharon al su-
dafricano Lange, que a car-
go de los mandos las ideas
del grupo quedaron satis-
fechas. No era muy famoso
por entonces (sus creden-
ciales eran los Thin Lizzy,
Boomtown Rats y Out-
‘Highway To Hell’ supuso la lanzadera
mundial de AC/DC que hasta entonces
no había tenido. El álbum premonito-
rio de lo que vendría después, con una
producción exquisita y un enfoque más comercial arrasó en
1979. Ahora, 30 años después, ce-lebramos la creación de una de las
mejores grabaciones de la música rock. Esta es la carretera que
les llevó a la sombra de Satán, donde brinda pícaramente
su legendario cantante, Bon Scott,
que este mes
cumpli-ría 63 años
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Especial AC/DC
laws), pero, obviamente, lo
sería después. Era un riesgo
que corrían los australianos
puesto que Lange no había
llevado un grupo con tanta
potencia pero era conoce-
dor del sonido FM. Debía
de complacer al personal de
Atlantic, por un lado, y al
propio grupo, por otro. Lo
logró.
Los hermanos Young ya
habían escrito material para
el álbum. Tan solo había que
meterse en el estudio. Las
grabaciones frenéticas en
escasas semanas de sus an-
teriores trabajos se acabaron
en 1979. Se grabó, remez-
cló y finalizó en Londres
durante varios meses. Un
trabajo hecho a conciencia
para eliminar fallos, prisas y
canciones desechables. Algo
que no tenía ‘Highway To
Hell’, una colección de éxi-
tos de principio a fin.
Se le dio más importancia a
las melodías, coros, estribillos
y a la voz de Scott; el diablo
personalizado: nunca sonó
así y cantó tan bien. Aunque
gran parte del mérito fue de
Lange que le enseñó a respi-
rar y a cantar desde el estó-
mago. “Me enseñó a cantar
notas en vez de gritar, hay más
melodías y acompañamientos
vocales para realzar el sonido.
¡AC/DC cantando armo-
nías!”, reconoció Bon antes
de morir. La duración de los
temas, además, se redujo, los
punteos de Angus fueron
precisos y el número de cor-
tes exacto: solo 10. Fueron 42
minutos de puro rock, ritmo,
melodía y potencia. La quin-
taesencia de los australianos.
El vinilo constituyó un
cambio en la trayectoria de
la formación. Se reinven-
taron con un rock comer-
cial, melodías pegadizas,
coros más presentes, ricos
acordes, riffs demoledores
y punteos más breves. Cie-
rra la obra maestra ‘Night
Prowler’, un blues desga-
rrador como epílogo que la
banda tenía en mente desde
hace años. El single presen-
tación ‘Highway To Hell’ se
convirtió en un himno para
generaciones y para ellos
mismos. Todo un docu-
mento histórico del rock. El
resto de temas mantienen la
misma altura.
No hay recordings (arre-
glos), overdubs (sobregraba-
ciones), pedaleras, ni efec-
tos. Tan sólo una grabación
multi-track (varias pistas)
en la que cada instrumento
suena a la perfección. Lo-
gran un sonido real que con
pocas notas las redoblan en
armónicos con un resultan-
do muy bien empastado.
AC/DC en estado puro.
La portada de la publica-
ción tuvo su polémica. Bob
Defrin fue el Director de
Arte encargado de ello. La
primera idea presentaba a
la banda haciendo auto-stop
sobre una carretera en el de-
sierto, pero a los muchachos
no les gustó. En su edición
australiana incluyeron el
mástil de una guitarra con
la foto del combo. Esa fue
la portada que desearon, la
original, pero borraron las
llamas que aparecían para
su edición americana y, por
ende, la definitiva que todos
conocemos.
El título del álbum, tam-
bién, sufrió controversia y
malestar. Se les sugirió el
cambio y no claudicaron
ante las presiones.
‘Highway To Hell’, se edi-
tó finalmente el 27 de julio
de 1979. Irrumpieron al Top
20 en su primera semana, su
mejor estreno en las listas de
todo el mundo. El 4 de agos-
to actuaron por primera vez
en el Madison Square Gar-
den neoyorquino. Luego, se
comerían América. Lo con-
siguieron, por fin.
El long-play significó el
camino a la tierra prome-
tida. El viaje al averno de
Bon Scott, quien saldó sus
deudas con Satán tocando
en una banda de rock.
Un fin de ciclo incon-
mensurable, pero tam-
bién significó lo que sería
la campanada del triunfo,
el inicio de una nueva eta-
pa para AC/DC. La etapa
de Brian Johnson que co-
mienza en 1980 con ‘Back
In Black’ (‘vuelta en negro’,
por el luto hacia su anterior
cantante en homenaje par-
ticular), el álbum de rock
más vendido de todos los
tiempos. Desde entonces
nadie lo ha superado.
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Hágase la luz, hágase el sonido…
Pocas cosas hay que ha-
cer en esta vida para
marcharse tranquilamen-
te al otro barrio. Conocer
España (y sus tradiciones)
y asistir a un concierto de
rock son las principales.
Las indispensables, mejor
dicho. El pasado 5 de junio
los rockeros AC/DC consi-
guieron hacerlas realidad.
Pero, lo que es mejor, su
realidad se convirtió en la
de 55.000 vidas que mo-
rirán tranquilas, las que
asistieron en Madrid a la
presentación de su último
álbum ‘Black Ice’.
Cuando hace meses edi-
taron el disco los más pe-
simistas se inclinaron por
la posibilidad real de con-
templar el último tour de
estos amantes de nuestro
país. Eso mismo llevan di-
ciendo de los Rolling Sto-
nes hace años y ahí siguen
en la brecha.
Esos pesimistas cayeron
seguramente en el arre-
pentimiento al ver lo que
ofrecieron AC/DC en su
última visita a la capital.
La puesta en escena de la
actual gira sobrepasa con
creces a su anterior, ‘Stiff
Upper Lip Tour’. Ha gana-
do en consistencia, lumi-
notecnia y belleza plástica.
Durante dos horas escasas
–supieron a poco- la ban-
da australiana arrasó sin
contemplación el Estadio © D
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El grupo de los hermanos Young maravilla a la capital de España con un
soberbio concierto enchufado de alto voltaje. Una de sus mejores giras en años.
Vicente Calderón. Angus
Young, su guitar hero, hace
años que no tocaba tan bien.
Cuando Belcebú inventó
los riffs le eligió a él como
profesor sabiendo que el
infierno no es un mal lugar
para estar. El ‘solo’ de guita-
rra de ‘Let There Be Rock’
nunca ha sonado tan bien y
diferente, tan heavy y bluesy
a la vez. Aunque la masiva
audiencia tuvo que esperar
lo suyo para deleitarse de
la Gibson SG. Con ‘Shoot
To Trill’ es cuando empezó
a soltarse. Nos regaló uno
de los mejores punteos del
repertorio. Angus, con los
años y las giras, ha sabido
dosificar sus fuerzas, las
cuales salen a relucir en el
último tercio de sus shows.
Ahí, en esa parte del con-
cierto, es cuando echa toda
la leña a las calderas.
En la noche madrileña se
hizo la luz con medio millón
de vatios. Con un ferroviario
cortometraje de animación
y el público animado em-
pezó el espectáculo. Abrie-
ron con el ‘tren del R’n’R‘
y 200.000 vatios de sonido.
‘Big Jack’, ‘Anything Goes’,
‘Black Ice’ y ‘War Machi-
ne’ completaron los temas
de su último disco. Quizá
en la elección debería haber
entrado ‘Stormy May Day’,
por el morbo de ver al pe-
queño genio tocar la slide.
¡hágase
AC/DC!
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Todo se solucionó con los
clásicos que cayeron uno
tras otro. Del ‘Hells Bells’ (el
alarido final de Brian John-
son ya no es el mismo pero
nos resarció con su afina-
ción final al estilo blues en
¿la mejor canción de rock
de siempre?, ‘Highway To
Hell’) al ‘Dirty Deeds Done
Dirt Cheap’ (de su malo-
grado y adorado segundo
cantante, Bon Scott) pasan-
do por ‘Shot Down In Fla-
mes’ (como antaño el pú-
blico botando), ‘The Jack’
(con striptease incluído
acompañado del coreo de
los parroquianos), ‘T.N.T’
(¡esas llamas a toda pantalla
bajo su logo!), ‘Thunders-
truck’ (un clásico de los 90,
su década menos prolífica,
pero indispensable ya en
directo), ‘You Shook Me All
Night Long’ (la mejor can-
ción comercial de la banda),
‘Back In Black’ (del disco
más vendido), ‘Whole Lotta
Rosie’ (fantástico punteo
con un final alargado como
nunca)… hasta el delirio
del estadio bombardeado
con ‘For Those About To
Rock (We Salute You)’. Fue
el colo(c)fón de un recital
grandioso, ensordecedor,
brutal, potente, directo y ro-
ckero. Como son ellos. Sin
aditivos. Una banda que al-
terna (AC) y continua (DC)
majestuosos temas con lec-
ciones del rock.© D
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El público, además, es
partícipe. Jóvenes entusias-
mados, abuelos fanáticos,
madres rockeras y chavale-
ría de toda edad. Decenas
y decenas de ‘cuernos ro-
jos’ iluminaban el recinto.
Su merchandise es más que
puro marketing. Un rayo de
logo, un rayo de luz, es una
religión; como su música.
Los cañones y los fuegos
de artificio, al final, dieron
paso al silencio de una no-
che semi-lluviosa. Las cam-
panas que doblaban por
Bon Scott sonaron una vez
más. Pero esta vez fue espe-
cial. Scott lloraba en la no-
che madrileña. A pesar de
las adversidades, regó con
rock de alta corriente/vol-
taje una inolvidable velada.
Lucharon contra todos los
elementos. Rayos, trenes,
campanas, cañones, llama-
radas… nada se interpone
ante ellos. Ofrecen un gran
espectáculo; único. Así que,
no dejes pasar el último
tren de tu vida. La loco-
motora ya está en marcha.
No pierdas la oportunidad
de presenciar su grandioso
show. Asistir a un concierto
de la banda de los herma-
nos Young es una experien-
cia más que religiosa. Es
una experiencia musical y
visceral. Su fórmula es fácil.
Esto es así y así funciona.
Dios hizo la luz y el sonido.
AC/DC hizo el rock.
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#�� Julio/Agosto09 “The Stooges. Combustión espontánea. Un instante de eternidad y poder”
Sangre de iguana, historias del punkLa primera biografía en castellano de los Stooges se acaba de editar en nuestro país. Un pormenorizado relato bañado en sobredosis y rock narrado por el periodista musical Jaime Gonzalo.
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‘The Stooges. Com-
bustión espontá-
nea. Un instante de eterni-
dad y poder (1965-2007)’
lanzado por la Editorial
Discos Crudos contiene
un gran valor documental
gracias al trabajo de su au-
tor incluyendo entrevis-
tas, anécdotas, listado de
sus grabaciones, material
gráfico y todas las letras de
la banda de ‘la Iguana’ en
inglés y español.
Los Stooges se formaron
en USA en el año 1967.
Con una línea musical pa-
recida a sus coetáneos Vel-
vet Underground de Lou
Reed y bajo la influencia
de The Doors editaron
su primer disco en 1969.
Fueron anticipadores del
punk rock por aquella épo-
ca, acuñado como proto
punk, del que emergieron
de la escena de Detroit
como también los MC5.
Llamaron la atención
con su potente directo y
sonido crudo. Pronto se
fijaron en la banda otras
como Sex Pistols o los
Ramones, claramente
punkarras, o la formación
de Roy Loney -quien está
en la actualidad girando
por España para presentar
su último trabajo, ‘Got Me
A Hot One’- los califor-
nianos Flamin’ Groovies.
David Bowie los contrató
y saltaron a la fama, preci-
samente, por el garage rock
y el punk que estilaban.
Las desavenencias en-
tre sus compañeros y la
adicción a las drogas fue-
ron la causa de la disolu-
ción del grupo en 1974
-aunque se reunieron en
el 2003- y de la carrera
en solitario de su líder,
Iggy Pop.
Los ‘padrinos del
punk’ editaron única-
mente cuatro álbumes en
estudio, uno en directo y
años después un DVD.
A partir de ahí, y duran-
te 300 páginas, Jaime
Gonzalo nos empa-
pa por completo en la
historia de esta polé-
mica agrupación que
pasó por mil y una vi-
cisitudes. Durante todo
el relato afloran los sen-
timientos de grandeza,
la sed de poder, el juego
de la manipulación, la
exageración estilística y
la personalidad de una
figura peculiar en la his-
toria del punk rock. James
Osterberg, a la sazón Iggy
Pop, está presente aún
cuando no lo está.
Su personalidad, tan
atrayente como repu-
diable en alguna de sus
manifestaciones, recoge
multitud de anécdotas y
más fotografías. Sus com-
pañeros de batallas sufrie-
ron sus excentricidades y
le acompañaron durante
el periodo que se narra
en el libro, que va desde
su creación hasta su diso-
lución y, después, hasta el
año 2007.
Suficiente tiempo como
para cultivar una trayec-
toria especial, de la que
podremos disfrutar con
su lectura precisamente
ahora, que se publica el
último trabajo discográ-
fico del cantante: ‘Preli-
minaires’, una oda a la
chanson francesa grabada
con temas jazzísticos, re-
ferencias vocales a Tom
Waits y Leonard Cohen
y un puñado de buenas
canciones que se apartan
de la línea de los Stooges,
pero de fácil escucha.
Además, el libro de
Gonzalo sale a la luz con
la reciente actualidad
del fallecimiento de Ron
Asheton, guitarrista de
la banda, hace escasas
semanas.
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Los buitres
levantan el vuelo
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Después de la moda de
las reuniones (véase
Heaven & Hell) ahora toca
la formación de supergru-
pos (léase Chickenfoot).
Pues bien... llega el turno
para Them Crooked Vul-
tures, que integra al ve-
nerado John Paul Jones
al bajo y teclados junto a
Dave Grohl (Nirvana y
Foo Fighters) a la batería
y Josh Homme (Queen
Of The Stone Agey, Eagles
Of DeathMetal y Kyuss) a
la voz y guitarra.
El mítico bajista/teclis-
ta quiso reflotar su banda
de siempre, pero Robert
Plant, tras su recien-
te éxito en los pasados
Grammys con Alison
Krauss, no estuvo por la
labor. El último traba-
jo discográfico de John
Paul data del 2001 (‘The
Thunderthief ’).
Ya en 2007, con la re-
unión en el O2 londinense
de Led Zeppelin, Grohl
intentó tomar posesión de
las baquetas que finalmen-
te ocupó Bonham Jr.
Desde entonces el con-
tacto con el bajista de una
de las mejores formacio-
nes de la historia ha sido
continuo. Finalmente, se
les ha unido al proyecto el
cantante y guitarrista Josh
Homme y han grabado
en Los Ángeles los tapes
y masters finales. ‘Nobody
Loves Me And Neither Do
I’ es el single que presen-
tarán como cabecera del
que será su álbum debut,
‘Never Deserved the Fu-
ture’, que saldrá antes de
finales de año.
Them Crooked Vultu-
res tienen influencias de
alt-rock, stoner, blues, prog-
rock y hard rock y semejan-
zas a bandas como Kyuss,
Tool, Yes, Foo Fighters y,
por supuesto, Led Zep o
Queen Of The Stone Age.
Poseen una apabullante y
poderosa base rítmica. No
es de extrañar si en la ba-
tería se encuentra Grohl
y a las cuatro -seis, ocho
y hasta diez- cuerdas está
Jones. Sin contar su apor-
tación al piano y teclados.
El power-trio ya está ac-
tuando por diversos paí-
ses como USA, Holanda
y Bélgica. En estas pre-
sentaciones les acompaña
a la guitarra y coros Alain
Johannes (ex Eleven, Spi-
nerette y Queens Of The
Stone Age).
Según Jim DeRogatis del
Chicago Sun Times, res-
pecto a su primer directo
del pasado 9 de agosto en
Chicago, “el hecho de que el
cuarteto nunca perdiera ese
impulso directo o el rugido
arenoso del blues hizo de la
música una experiencia mu-
cho más hard rock que un ce-
rebral estudio de virtuosismo
musical. Dejaron probado
una de las cosas más raras
del rock: un supergrupo que
no sólo merece ese apelativo
sino que incluso es más gran-
de que la suma de las partes
individuales”.
Lo visto por su MySpace
no deja indolente a nadie.
La química entre ellos hace
saltar chispas. Mero ejem-
plo de ello es ‘Scumbag
Blues’, una composición al
estilo Cream, con sabor a
los 60, en la que prevalece
la línea de bajo de Jones.
Parece mentira, por contra,
que un sexagenario com-
ponga piezas como ‘Cali-
gulove’ y suenen tan frescas
y actuales. O como la exci-
tantemente moderna ‘New
Fang’ o como... bueno, esta
vez no haremos una críti-
ca musical del disco, eso lo
dejamos a los ávidos oídos
de los seguidores y meló-
manos en general. Entre
los que incluimos malicio-
samente a sus ex compañe-
ros Jimmy Page y Robert
Plant (¿se estarán tirando
de los pelos contemplando
cómo el que repudiaron en
su día sigue haciendo hard
rock de gran altura?). Si es
que hay que darle la razón
a David Coverdale (Whi-
tesnake) para entender
que la sabia nueva a veces
viene bien. Sólo a veces,
porque ejemplos de dino-
Them Crooked Vultures
dudas [email protected]
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John Paul Jones sale de la
inactividad. Se une a Dave Grohl y Josh Homme para volver a pisar los escenarios
como miembro de una banda desde 1980, año de la disolución de
Led Zeppelin. Them Crooked Vultures es su próxima aventura, el presente de
una leyenda viva.
saurios rockeros en plenas
facultades haberlos haylos.
Lo que está claro es que
hay una gran expectación
mundial por conocer más
sobre el nuevo supergru-
po. Tanto en fechas de
un posible tour mundial
como del futuro de la ban-
da, teniendo en cuenta los
proyectos paralelos de sus
integrantes.
En cualquier caso, esta-
remos atentos y ansiosos
ante su primer lanza-
miento; el del regreso de
un mito del rock.
Los buitres, pues, sobre-
vuelan el globo dirigible y
la carroña musical lo ob-
serva con pavor.
¡Morralla temblar, aves
rapaces vienen a atacar!
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#�4 Septiembre09
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Les Paul
Agosto del 2009
quedará en la
memoria colectiva de
los muchos aficiona-
dos y profesionales de
la música como el mes
que pasará a la historia
por ver morir a Les-
ter William Polsfuss
(Les Paul) y celebrar
los 100 años del naci-
miento de Clarence
Leonidas Fender (Leo
Fender). Los dos in-
ventaron las dos gui-
tarras eléctricas más
emblemáticas de todos
los tiempos. Les Paul
se asoció al fabricante
Gibson para crear el
instrumento que lleva
su nombre y Leo Fen-
der fundó su propio
imperio para inventar
el modelo Stratocaster,
quizás la guitarra eléc-
trica por antonomasia.
El dúo de luthiers for-
mó la terna de ilustres
creadores que incluye
Adolph Rickenbac-
ker, inventor de la gui-
tarra eléctrica moder-
na junto con George
Beauchamp.
Leo vs. LesMuere Les Paul, prestigioso luthier de Gibson, en el mismo mes del centenario de Fender, creador de la mítica Stratocaster. Dos figuras esenciales en la trayectoria de la música.
Diferencias-Les ganó 3 Grammys por su música. Fue precursor en técnicas guitarrísticas y efectos sonoros como el Tape Delay y Phasing. Pertenece al Salón de la Fama del R’n’R. Leo, que no era músico profesional, no sabía tocar ningún instrumento.-Crearon un diseño de guitarra totalmente diferente entre sí. Uno, la Gibson Les Paul, estaba inspirado en el cuerpo de la guitarra española; el otro, la Stratocaster, era una derivación de modelos anteriores como la Telecaster.-Uno trabajó para la casa
Gibson (y anteriormente en Epiphone) y el otro creó su propia compañía aunque después la puso en venta.-Les Paul puso nombre a varios modelos de
Gibson. En el caso contrario, Fender Co. customiza sus instrumentos a músicos.-Fender inventó el primer bajo eléctrico producido en masa, el Precision Bass. Fue el precursor del Jazz Bass (o J-Bass) copiado hasta la saciedad. Los bajos de esta patente son reconocidos mundialmente mientras que la elaboración de instrumentos con sello Les Paul se centra únicamente en guitarras.-Leo se volcó en la investigación de instrumentos (además de guitarras y bajos diseñó pianos eléctricos como el Fender Rhodes), amplificadores y pedales de efectos. Les desarrolló uno de los primeros sintetizadores y la grabación multi-track, el famoso multipistas, siendo un gran avance para la industria musical.
Coincidencias-Los dos nacieron y murieron en USA.-En agosto nace Leo Fender. El mismo mes muere Les Paul. Fallecieron de ancianos (superaron los 80 años de vida) y vieron, gracias a la versatilidad de sus instrumentos, infinitos géneros musicales que van
desde el jazz hasta el blues, rock, pop, reggae, heavy metal, punk, southern... y un sinfín de estilos.-En los años 50 crean sus míticas guitarras. Fueron de las primeras de cuerpo sólido, lo que les convirtió en pioneros en la materia.-Ambos han pasado a la posteridad como ilustres
inventores.-Los modelos más apreciados de ambas marcas son los fabricados durante la década de los 50. Hoy en día la tecnología no ha podido desbancarlos.-Los modelos Les Paul y los de Fender de alta gama generan un elevado coste en el mercado.
+info www.lespaulonline.com
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“Vamos al grano, quien no se lo curra se queda fuera del grupo”
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© L
os
Coro
nas
Fernando Pardo, guitarrista de LOS CORONAS
Exigentes, canallas y rockeros. Además, hacen música surf cañí. Así son Los Coronas, que estrenan disco y gira por todo lo grande, como son ellos. La caña de España.
Fernando Pardo es un
guitarrista singular. No
toca para el lucimiento de
una banda. Él es una banda.
Tampoco se luce para un
vocalista, él toca como un
vocalista. Su cercanía nos
llamó la atención y nos pu-
simos en contacto. Es uno
de los pocos músicos espa-
ñoles accesibles, perfeccio-
nista y humilde, pero lleno
de ambición. Los Coronas
crecen cada día, como Fer-
nando. No tienen metas
ni se las proponen. Llevan
así dos décadas, haciendo
surf sobre los escenarios,
currándoselo a diario para
sobrevivir. “Queremos ser
como los viejos bluseros: vi-
vir para tocar y tocar para
vivir”, de este modo es
como les gustarían que les
recordasen, como un gru-
po en que cada uno de sus
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miembros tocó hasta el día
antes de morir. No se an-
dan con rodeos: aseguran
que el peor músico suele
ser el que marca el progre-
so de la banda. ¡Pero es que
ninguno de ellos es manco
y todos se superan a diario!
Los Coronas no son una
banda de versiones propia-
mente dicha porque poseen
oficio y estilo propio, pero
interpretan como nadie los
clásicos instrumentales del
R’n’R. Incluso reivindican
el ritmo como leif motiv, su
excusa para ligar.
Escuchar su música es
como vivir en una ban-
da sonora de Morricone
punkrockeado o Taranti-
no, pero con acento his-
pano. Tienen aroma cas-
tizo a cabra caló, sabor a
salitre californiano y gusto
a Spaghetti-Western. Ellos
se venden como una mez-
cla bizarra entre los Dead
Kennedys y una corrida de
toros. Pues eso.
Para colmo, los va pro-
mocionando Steve Van
Zandt (de la E-Street Band,
la banda de Springsteen)
por la tierra de Clint East-
wood, uno de sus ídolos. Sí,
este es su año. Han tocado
en el FIB con gran acogida.
Ahora están presentan-
do su último disco, el sép-
timo, ‘El baile final de los
locos y los cuerdos’, un
compendio de canciones
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Fernando Pardo, guitarrista de LOS CORONAS
surferas en clave cañí que
ha supuesto un cambio en
su trayectoria. Es la excusa
perfecta para ir a México
con su trompeta. Y, entre-
tanto, bailan la ola españo-
la. Con todo el lío van y nos
atienden, encima de buen
rollo.
-Antes de nada, felicida-
des por vuestra inclusión en
un proyecto en el que apa-
recen bandas como Motör-
head, Iggy Pop, Offspring,
Red Hot Chili Peppers y
los Ramones, entre otros.
Dinos, Fernando, ¿cómo
surgió la idea de colaborar
en este disco? (NdR: ‘Vans
Off The Wall-The Album’
es el CD/DVD publicado
por Emi y la marca de za-
patillas Vans con la música
de los mejores grupos de
punk, surf y metal, que in-
cluye, además, exhibiciones
de 16 de los mejores skaters
españoles). “Muchas gracias,
la idea surgió por su parte y
¡¡para nosotros ha sido un
auténtico honor!!”
-¿Qué tal está yendo la
gira actual?, ¿qué respuesta
tenéis de público y crítica
de ‘El Baile Final’? “Muy
bien, la gira va a ser larga y
aún está creciendo, es proba-
ble que dure hasta el verano
que viene. La respuesta del
público lleva siendo muy
buena desde hace tres o cua-
tro años, gracias a ella hemos
podido crecer en popularidad
y aspiraciones. La respues-
ta de la crítica musical es la
que ha cambiado con este
último disco. Hasta que no
hubo interés por el grupo por
parte de Steve Van Zandt
para su sello no se nos tomó
demasiado en serio, imagino
que era sobre todo por ser un
grupo instrumental”.
-Hacéis dos fantásticos
covers como ‘Libertwan-
go’ de Piazzola y el medley
‘Jinetes radioactivos’ de
Stan Jones y de Kraftwerk.
También nos ha gustado
el tema ‘Big Wave Riders’,
suena fresco, potente y di-
vertido. ¿Son de las cancio-
nes indispensables en estos
directos? ¿Cúal es vuestro
set-list habitual en la gira?
“Por supuesto que tocamos
estas canciones en los con-
ciertos, son parte fundamen-
tal. Solemos tocar entre 15 y
25 canciones, dependiendo
del tiempo que tengamos.
Un 60% son temas propios
y el otro 40% son versiones
de clásicos del R’n’R instru-
mental o adaptaciones de
canciones de cualquier tipo
al rollo instrumental surfe-
ro”.
-Vuestras influencias son
diversas. Van desde B-52,
Ventures, Chet Atkins, El-
vis Costello, Booker T &
MGs... pasando por Morri-
cone, Stray Cats, Dead Ken-
nedys... hasta Paco de Lucía,
Peret, Los Chichos y Fae-
mino & Cansado. ¿En cúal
d e
t o -
dos los
estilos os
sentís más cómo-
dos? “Con un poco de cada
uno. Llevamos tanto tiempo
oyendo música de todo tipo
que hemos acabado siendo
una extraña mezcla en la
que entra casi de todo y aún
así sonamos de forma per-
sonal y reconocible. Hemos
sido capaces de rocanrolear
un pasodoble, después de eso
todo es posible”.
-No te falta razón y ante
eso de ser una banda mera-
mente instrumental, ¿cómo
reacciona la gente ante un
grupo sin vocalista, acaban
tarareando las canciones
como el Himno de España?
“Jugamos con el ritmo, pone-
mos la batería en el centro y
todo gira alrededor suyo. A
las chicas les gusta el ritmo,
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l o s
bate-
rías bue-
nos y bailar,
y nosotros vamos a
por eso a por las chicas, a ha-
cerlas moverse y que lleguen
hasta la primera fila. Si las
chicas se mueven, el mundo
sigue vibrando con su latido
más simple y nuestra música
funciona, así de sencillo. ¡¡La
tías molan!!”.
-Ya te digo. Cambiando
de tema y país, el público
mexicano al tener la música
fronteriza más cercana y fa-
miliarizada que el español,
además de ese toque tex-
mex surfeado, ¿responde
mejor? “Mucho mejor. En
España el R’n’R ha sido du-
rante años algo de adolescen-
tes, en México es algo mucho
más general y amplio. Aquí,
por lo general, todo tira al
pop. El R’n’R ha sido bas-
tante minoritario, casi mar-
ginal, aunque creo que está
cambiando. Los residuos del
franquismo ya prácticamen-
te han desaparecido”.
-Con la poca tendencia
a la música surf que hay
en España, pocos grupos y
menos discográficas... ¿sois
valientes, ricos o suicidas?
“Lo hacemos todo a nuestra
bola, somos como un negocio
familiar que ‘trabaja el rock’
porque le gusta, porque es su-
ficientemente rentable y por-
que es un modo de vida que
te tiene en constante movi-
miento. Una buena manera
para sentirte vivo y buscar
continuamente superarte,
aunque de vez en cuando las
pasemos putas con la pasta”.
-Señala lo más positivo y
gratificante de hacer música
surf en este país después de
tantos años. “Hacer música
es lo fundamental, el estilo
es casi lo de menos. Aunque
llevamos un montón de años
aún no tenemos una visión
muy clara de lo que hemos
hecho, necesitamos otros
cuantos más para lograr una
buena perspectiva. En un
par de discos te diremos qué
ha sido lo más positivo y gra-
tificante. Por ahora todo va
bien, no hay queja”.
-Hasta la entrada de un
trompetista teníais claro
que vuestro estilo eran las
bandas de los 60 america-
nas, con la incorporación
de Evgeni Riechkalov el
combo suena a surf cañí...
¿habéis encontrado vuestro
estilo definitivo? “No sé si
definitivo, pero este es perso-
nal y nos gusta. Nos hemos
alejado un poco de la orto-
doxia surfera para empezar
a ser una banda con estilo
propio, a ver adónde nos lle-
va”.
-En alguna ocasión ha-
béis anhelado otra sección
de viento como un saxofón.
Empezásteis de cuarteto,
ahora sois quinteto, ¿vendrá
un sexteto con saxo? “No
creo, demasiados vientos,
antes meteríamos unos pal-
meros o unos congueros. Rit-
mo, ante todo ritmo, ¡¡como
la Fania de Johnny Pacheco
pero en surfero!!”.
-¿Qué tal fue la experien-
cia de tocar por primera vez
en un festival tan diferente
a Los Coronas como es el
FIB?, ¿entendió el público
guiri vuestra apuesta? “Sí, lo
pillaron de puta madre. Para
ellos fue como echar un polvo
rápido con un desconocido al
que no volverían a ver, diver-
tido y con la máxima entre-
ga. En nuestro MySpace hay
fotos y se ve que la entrega
del público fue mayor a otros
conciertos que solemos dar
en España”.
-¿Qué hace un ucrania-
no tocando acordes que
valdrían como B.S.O. de
‘Curro Jiménez’? ¿Cómo
fue eso de incorporarlo al
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grupo? ¿Se acopló fácil-
mente a vosotros después
de estar más de una década
como cuarteto? “Sííí, se ha
integrado perfectamente y le
da justo el rollo que nos ha-
cía falta. Nos ha venido muy
bien, nos ha ayudado incluso
a subir de nivel como músi-
cos. Tocar con un músico de
conservatorio de la escuela
soviética te o
bliga a ponerte
las pilas”.
-¿Cómo compagináis las
giras, promociones y los
lanzamientos discográficos
con vuestras bandas para-
lelas como Sex Museum o
Los Reyes del K. O.? ¿No va
Fernando Pardo, guitarrista de LOS CORONAS
en perjuicio ni se resienten
unas u otras? ¿Los Coronas
es el mayor desafío de to-
das? “Va bien, lo organiza-
mos todo entre Javi Vacas
y yo. Ya tenemos suficiente
experiencia y ganas de tra-
bajar y crecer para que todo
funcione a la perfección. Los
Coronas es el mayor reto de
los últimos tiempos, pero en
su momento cada grupo ha
sido un reto igual. Nos de-
dicamos en cuerpo y alma a
los grupos, para crecer, via-
jar, desarrollarnos, conocer
gente... y, de paso, pegarnos
la gran vida”.
-Vuestro último disco lo
grabasteis en tan sólo cua-
tro días, eso demuestra la
compenetración, tener las
ideas claras y los deberes he-
chos. ¿Es la tónica habitual
en vuestra metodología de
grabación? “Sí, preferimos
hacerlo así, en poco tiempo y
al grano. El que necesita más
tiempo o se lo curra o se que-
da fuera del grupo. Es duro a
veces porque la gente co
n la
que tocas suelen ser colegas
o gente muy cercana, pero
el peor músico de un gru-
po suele ser el que marca el
progreso de la banda. A este
nivel hay mucha exigencia y
poco lugar para las excusas”.
-¿Es cierto que tocáis con
un equipo de sonido más
potente (Peavey) fuera de
España?, ¿cúal es el moti-
vo? “Porque no había otro y
la verdad es que era mucho
menos potente del que sole-
mos utilizar aquí. De cual-
quier manera ya nos apaña-
mos casi con cualquier cosa”.
-Gozáis ya de cierta po-
pularidad, fama y prestigio.
Entre otras cosas, salís en la
televisión (Los conciertos
de Radio3) y habéis toca-
do recientemente con Big
Sandy & Los Straitjackets,
¿Con qué artista os gustaría,
además, colaborar? “Glenn
Campbell, Tony Joe White,
Paco de Lucía, Neil Young,
Chris Sppeding, John Cale,
Elvis Costello, JJ Cale...
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a Los Coronas a Fernando Pardo: Guitarra David Krahe: Guitarra Roberto “Loza” Lozano: BateríaJavier Vacas: BajoEvgeni Riechkalov: Trompeta
Discografíaa’El baile final’ (2009)a’Surfin’ Tenochtitlan’ (2006)a’Caliente Caliente’ (2004)a’The Vivid Sounds Of...’ (2003)a’Gen-U-Ine Sounds’ (1996)a’Los Coronas’ (1995)a’Tormenta’ (1992)
montones de ellos, que sean
mayores que nosotros y los
que respetemos por encima
de todo. Así, disfrutamos y a
la vez aprendemos”.-A ver, una elección...
¿Los Shadows o los Beach
Boys?, ¿’Airbag’ o ‘Pulp
Fiction’? “Los Shadows y
‘Pulp Fiction’ “.-¿Los Coronas son la úni-
ca y la mejor banda de surf
cañí de todos los tiempos?
“Eso suena bien, la verdad”. -Si tuvieráis que elegir la
filmación de un vídeo-clip
entre el desierto de Alme-
ría o Tarifa, ¿qué localiza-
ción escogeríais? “Desierto
de Almería”.-¿Qué director os gusta
más Sergio Leone o Clint
Eastwood? “Los dos y sin
acritud”.-ChopperON es una pu-
blicación on-line dedicada,
además de la buena músi-
ca, a la cultura custom, ¿te-
néis motocicleta alguno?
“Ahora no, pero entre los
dos guitarristas hemos teni-
do un montón. Fernando:
BSA Thunderbolt 650 del
72, una Ducati Road de
mediados de los 70, varias
Vespas de los 60 y entre mis
hermanos Harleys, Guzzi
Le Mans 850 MK III, BMW
R 100 RS, Lambrettas...
También furgonetas Vo-
lkswagen, Minis antiguos
y otro buen montón de ca-
charros. David es el hijastro
de Alberto García-Alix y
siempre ha estado entre mo-
tos customizadas, ahora está
restaurando un Ford Tori-
no del 70 ó 71”.-Por cierto, Fernando...
(una maldad), ¿quién es-
cribe las letras? “Se llama
Rusty Conway, pero lle-
vamos esperando que nos
las dé desde hace 15 años.
Mientras tanto seguimos
instrumentales”.-Para finalizar, os agrade-
cemos que nos atendáis en
plena gira. Muchas gracias,
os deseamos mucha suerte
en el tour y muchos años
de éxitos españoles e inter-
nacionales. ¿Algunas pala-
bras para nuestros lectores?
“Gracias a vosotros, a ver si
nos vemos por ahí y a pasar-
lo bien”.
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Jake Brockman, miembro de Echo & The Bunnymen
Jake Brockman teclista
de la legendaria ban-
da de post-punk Echo &
The Bunnymen, falleció
el pasado 1 de septiembre
como consecuencia de un
accidente de tráfico. Broc-
kman, de 53 años, rodaba
en su motocicleta cuando
chocó contra una ambu-
lancia en la Isla de Man,
lugar mítico entre los se-
guidores al motor de las
dos ruedas circunscrito a
la Corona Británica.
El músico inglés, que
además era técnico de so-
nido de la cadena pública
inglesa BBC, tenía pasión
por las motos clásicas y de
estilo vintage. En el mo-
mento del accidente, que
tuvo lugar en la carretera
de Ballaugh que va a la
villa Kirk Michael, en la
unión con Orrisdale, pi-
lotaba su BSA M23 negra
del año 39. El que fuera
conocido como el ‘quinto
Bunnymen’ asistía al Manx
Grand Prix 2009, que se
celebra en la isla del 21 de
agosto al 3 de septiembre.
La mala suerte o un mal
de ojo parece aliarse a este
grupo musical después de
la muerte, también por ac-
cidente de moto, del bate-
rista Pete De Freitas exac-
tamente hace veinte años.
De Freitas sólo contaba
con 27 años de edad.
Aunque no fuera miem-
bro originario del combo,
creado en 1978, Brock-
man caló hondo entre sus
compañeros. Comenzó
como músico de sesión
y acompañamiento en
conciertos para, definiti-
vamente, hacerse miem-
bro de pleno derecho en
1989, con el lanzamiento
de ‘Reverberation’ al año
siguiente. Un trienio des-
pués cambiaron el line-up
debido los resultados ne-
gativos y a la mala crítica
recibida.
Ian McCulloch, el lí-
El motorista teclistaEcho & The Bunnymen, una de las legendarias formaciones del Liverpool de los 70 pierde a su teclista, Jake Brockman. Era aficionado a las motos y a la carretera, donde lamentablemente perdió la vida.
+info www.bunnymen.com
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que cayó en la Isla de Man
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87+info www.bunnymen.com
der fundacional, se unió
a Will Sergeant en 1978
para dar rienda suelta a
sus aficiones musicales
y universalizar la ciudad
de Liverpool sin que se
relacionara con The Bea-
tles. Era la época
dorada del post-
punk britá-
nico. Ban-
das como
S i m p l e
M i n d s ,
The Cure,
Joy Divi-
sion y, los
también de Li-
verpool, OMD…
nacidos de los esterto-
res de un género anti-sis-
tema (término tan en boga
hoy en día) brotaban de
los pubs ingleses por do-
quier. Una de estas bandas
era Echo & The Bunny-
men. Su sonido, influen-
ciado por la americana
Velvet Underground, era
oscuro, típico de la época.
Muy inglés. Un estilo pop
rock enclavado dentro de
la New Wave. Luego evo-
lucionaron y se hicieron
fuertes en el terreno bala-
dístico. McCulloch, lleva-
ba la voz cantante -nunca
mejor dicho-, Sergeant se
hizo con las seis cuerdas y
el resto… a tocar. Aunque
f u e -
ra con una
caja de ritmos, luego sus-
tituída por las baquetas
de De Freitas. Así, más
de treinta años, llenos de
cambios de integrantes,
discos y giras.
‘Cocodriles’, ‘Heaven
Up here’, ‘Porcupine’ y,
especialmente, ‘Ocean
Rain’ (con grandes temas
como ‘The Killing Moon’
o ‘Thorn Of Crowns’) son,
quizás, sus obras más re-
presentativas. Todas per-
tenecientes a sus mejores
años: los 80. La década
de ‘Lips Like Sugar’, la
canción más tarareada de
ellos, su
ico-
no y testamen-
to musical. Versionada por
Smashing Pumpkins, en-
tre otros. La participación
de Brockman en el tema
fue crucial debido a ese
toque suyo de piano que
aportó consistencia a la
grabación.
El influjo de los músicos
presentes en el pasado Fes-
tival BBK de Bilbao llenó
y llegó a bandas como U2
y Coldplay, que los citan
entre sus notables influen-
cias. Pese a los continuos
cambios de formación la
banda de Ian McCulloch
sigue en activo, problemas
y vicisitudes a parte.
En la actualidad tie-
nen previsto editar un
nuevo disco, ‘The
Fountain’ para
el 12 de este
mes, y tocar
como cabeza
de cartel en
el 29 Festival
Zaidín Rock
de Granada.
Su último lanza-
miento discográfico,
‘Siberia’, data del 2005.
Una grabación con muy
buena crítica entre sus
seguidores. Fue la obra
postrera en los teclados de
Jake, el motorista.
‘Los hombres conejo’
pierden teclas para su fu-
turo, aunque siempre su-
pieron sobreponerse con
oficio y valentía. Por eso
la magia de la banda saca-
rá inexorablemente algún
conejo de la chistera, se-
guro. Con repercusión y,
sobre todo, eco.
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Nuevo disco de la Jeff Scheetz Band
De entre los más de
42.000 discos pre-
sentados a la ronda final
del JPF Music Awards
‘Behind The Mask’ ha
sido nominado entre los
primeros diez candidatos
al premio de mejor álbum
de rock 2009. Casi nada.
Nosotros corroboramos
el hecho. Nos parece un
grandísimo disco, de en-
tre lo mejor del año. Y
es que el noveno álbum
del norteamericano Jeff
Scheetz no va a dejar in-
diferente a nadie. Detrás
de la máscara que escon-
den las etiquetas hay una
bestia parda de la guitarra.
El CD ha logrado captar
la esencia cruda del rock
clásico y en la grabación
flota esa vibración inerte
de los grandes álbumes
de los 70. Aquella que
intuyeron artistas como
Hendrix, Led Zeppelin y
tantos grandes de antaño.
Todas esas influencias las
notamos en ‘Behind The
Mask’. Pero Scheetz, el
hombre sin máscara, va
más allá de la pura reivin-
dicación musical. Ataca
varios estilos sin perder
elegancia y atrevimiento.
Hará las delicias tanto a
los aficionados ‘hardro-
ckeros’ al blues podero-
so como a las jam bands.
Todo ello con sabor con-
temporáneo. Al contrario
que muchas grabaciones
del género ésta, con di-
ferencia, no suena añeja.
Quizás el enfoque que le
da a su guitarra determi-
Desenmascarado
La última
publicación de Jeff
Scheetz Band sale
al mercado bañada
del rock clásico más
fresco y arrogante.
Un conjunto de
canciones que
rejuvenecen el
género.
+info www.jeffscheetzband.com
#�5 Octubre09
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89+info www.jeffscheetzband.com
na el sonido final que le
hace diferente. Ahí radi-
ca su éxito. Con el tema
de apertura, ‘Wellcome
Home’, nos lo deja claro.
Bienvenidos a casa... el
hogar del blues. Aquel en
el que conviven emergen-
tes guitarristas como el
imberbe Scott McKeon.
El tema que da título a
la publicación rejuvenece
las mejores jams de Ten
Years After. La intro de
‘Spinny Norman’ recuer-
da a Stevie Ray Vaughan
y a su hermano Jimmie,
el ex líder de los Fabulous
Thunderbirds, pero luego
se adentra en una especie
de sutil prog-rock. Y eso
merece un reconocimien-
to. ‘Like You Are Alive’ no
deja de ser una balada al
uso donde la interpreta-
ción vocal es grandiosa,
pero la guitarrística es
superior. Esa manera de
tocar bajo la influencia de
Satriani con tanta perso-
nalidad sólo es alcanzable
por muy pocos. ‘Killing
Time’ es otra balada, pero
con voces dobladas y fan-
tásticos coros que embe-
llecen el resultado final.
En esa línea, ‘Hallelujah’
es un medio tiempo que
se desembuelve entre Cin-
derella, Bon Jovi, Tom
Petty o Jon Strong y que
acaba con una acústica en
clave marroquí. ‘Be My
Friend’ sorprende con su
pegadizo funky rock.
Tiene una banda que
le cubre los espacios con
eficacia pasmosa. Matt
Waddill, el vocalista, está
presente con su bajo du-
rante todos los temas. Es
de agradecer que se escu-
che este instrumento tan
claro y nítido como de-
biera de ser... y lo es. Kent
Burnham está soberbio
con la percusión. Marca
un ritmo que lleva a toda la
banda tras él. Jim Riley, de
los Rascal Flatts, hace una
colaboración especial con
su batería. Pero...¡basta ya
de hablar del disco! Lo di-
cho, Jeff Scheetz ya está
desenmascarado. Algunos
dirán que simplemente es
un álbum de blues y rock
sin más. Tras una segunda
escucha no pensarán lo
mismo. Los recordings, la
base rítmica, los fraseos, la
métrica musical... todo lo
que aporta la Jeff Scheetz
Band a las composiciones
anula el hecho de conver-
tirlo en un simple disco.
Es más que eso. Un álbum
elaborado, versátil, valien-
te y original, con visión al
pasado más ilustre.”Una
vuelta atrás, cuando la
música era real y verdade-
ra” reclaman. Nosotros lo
constatamos.
Lástima que figuras
como Jeff Scheetz sean
tan poco (re)conocidas en
España.
Bonneville General Álvarez de Castro, 23 [91] 594 44 10 [email protected]
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ExtraEspecial Led Zeppelin, 1969/2009
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Nadie en la historia de la música rock ha logrado condensar, fascinar, influir y transmitir lo que una
joven banda formada a orillas del Támesis alcanzó desde su fundación en 1969. Nadie ha superado a
Led Zeppelin, jamás. Ni siquiera 40 años después.
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ExtraEspecial Led Zeppelin, 1969/2009
S i en una enciclopedia musical hubiera
que imprimir únicamente una letra del
alfabeto escogeríamos de entre todas la ele,
sin lugar a dudas. Si a ello habría que añadir-
le un nombre sería, irrefutablemente, el aso-
ciado a la banda de rock más grande jamás
inventada: Led Zeppelin.
No somos pretenciosos ni sectarios. Aunque
suene dogmático es así. El legado de esta for-
mación está ligado intrínsecamente a la propia
universalidad de la banda. Gracias, entre otras
cosas, a su amplío volumen de ventas (más
de 300 millones de discos), su fama mundial
(reconocidos en cada rincón del planeta), su
calidad artística (sin comentarios) y su eterna
leyenda (que sigue creciendo).
Pioneros de un estilo y puntales de la escena
rockera internacional, reinaron durante años la
cima de un universo destinado a pocos los ele-
gidos. Circunstancia por la que firmaron una
de las páginas más grandes escritas nunca antes
en la historia de la música del siglo XX.
Remontémonos al 17 de enero de 1969. Led
Zeppelin publica su primer disco sin ningún
single promocional ni difusión radiofónica
masiva. Paradójicamente, el álbum -sin nom-
bre- logra vender con gran éxito sus primeras
copias, manteniéndose en el Top 100 durante
73 semanas consecutivas. Los cronistas de la
época festejaban fervorosamente el nacimiento
de la nueva agrupación y el futuro prometedor
que se les auguraba, pero aconsejaban un im-
pulso diferente que les permitiera acaparar el
mercado y la industria musical.
De este modo, John Mendelsohn de la
‘Rolling Stone’ escribía: “Me parece que si
van a llenar el vacío dejado por Cream, ten-
drán que encontrar un productor, una casa
discográfica y un material digno de su talento
colectivo”. Dicho y (no) hecho. Mantuvieron
el mismo productor, puesto que disponían
del mejor: Page, guitarrista, compositor
y fundador de la escisión de Yardbirds, el
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gérmen musical de Led Zeppelin.
Conservaron, además, el mismo mánager
puesto que, también, sacaron provecho del
mejor, con permiso de Brian Epstein. Peter
Grant, el ‘quinto miembro’, era quien les en-
cumbró. Firmó con Atlantic Records un con-
trato de cinco años y un adelanto de 200.000
$, la mayor cantidad pagada a una formación
novel. Consiguió que sus músicos cobrasen el
90% de la recaudación bruta de cada concierto
además de su sueldo, algo inusual para la época.
De igual manera, provocó años después que el
gobierno inglés les considerara como producto
mercantil de primer orden y parte sustancial
de la mejora de la balanza de pagos británica,
a pesar de “ser una imagen negativa para la ju-
ventud”. Cuatro décadas después, su frontman
Robert Plant recibiría el título de Sir de manos
de la misma Corona Británica que le repudió
con anterioridad.
Con la crítica musical norteamericana
‘amordazada’ por la vergüenza, Led Zeppelin
empezaba a triunfar. Tres giras americanas en
un mismo año. No cambiaron el nombre de la
banda, ideado por Keith Moon (baterísta de
The Who), en contra de las presiones de la fa-
milia Von Zeppelin (descendientes del inven-
tor del dirigible) toda vez que la portada de su
primer LP mostraba un zepelín en llamas. El
Hindenburg, el mismo que ardió en la reali-
dad.
‘Led Zeppelin I’, conocido así mundialmen-
te, confirmó lo que en los Yardbirds se intuía:
una capacidad infinita de superación, unas es-
peciales dotes técnicas y una dilatada experien-
cia acumulada en una única persona, Jimmy
Page. Ello contribuyó a que el nuevo experi-
mento, elaborado en tan sólo 30 horas de es-
tudio, triunfase. Se grabó sin grandes recursos,
con una producción sencilla pero eficaz. Como
técnica microfónica para la grabación, Page si-
tuó dos micros (uno delante del ‘ampli’ y otro
de ambiente) para transmitir in situ la energía
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de la banda. Quedó así para la posteridad. A
diferencia de lo que la gente piensa, el guita-
rrista utilizó una vieja Fender Stratocaster y
no su mítica Gibson Les Paul’59 habitual. No
hay que olvidar, sin embargo, el contenido del
disco. Inmenso y soberbio para un debut. Fue
el que estableció las bases y presentó la maqui-
naria musical para lo sucesivo.
Mientras tanto, en su país de origen la res-
puesta a su estreno discográfico fue favorable
con diferencia. Había material digno de su ta-
lento colectivo. En los dos continentes.
Estando así las cosas, Plant cantando y Page
tocando las seis cuerdas prosiguen la grabación
de discos respaldados, con gran peso en la ban-
da, por John Paul Jones (multiinstrumentista)
y por el baterísta más influyente de su época,
John Bonham, Bonzo. Los cuatro componían,
arreglaban y escribían por completo. Son, todos
ellos, los que fecundaron para el segundo plás-
tico himnos como ‘Whole Lotta Love’ y ‘Hear-
tbreaker’, entre otros. Siguieron la tendencia de
su antecesor en grabar homenajes al blues tradi-
cional endurenciéndolos a destajo y sin piedad.
Su segunda aventura discográfica se selló
también en 1969, año de muchas giras, lanza-
mientos, promociones y excesos. Aún así, no
pararon. Publicaban disco por año hasta 1972,
fecha clave para tomarse un respiro mientras
editaban ‘Houses Of The Holy’ (1973). Y entre
todo ese tiempo moldearon y esculpieron ‘Since
I’ve Been Loving You’, ‘Inmigrant Song’, ‘Black
Dog’, ‘Rock And Roll’, y la, posiblemente can-
ción más bella del rock, ‘Stairway To Heaven’.
La más conocida del grupo inglés, pertenecien-
te al vinilo sin título y nombre de grupo. Sólo la
imagen del Ermitaño del Tarot era su reclamo y
referencia para la portada. Lo que, en principio,
parecía un suicidio de ventas significó la mejor
estrategia de márketing soñada: el cuarto disco
más vendido de la historia de la humanidad.
Más por contenido que por continente. Nos
referimos al conocido como ‘Led Zeppelin VI’
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(1971). Aunque eran años de contrastes. Atra-
vesaron del blues al hard rock más incipiente
mientras flirteaban con el folk más innovador
junto con temas de nuevo cuño mucho más ar-
tísticos. Senda que encaminaron con ‘Physical
Graffiti’ (1974), una obra maestra de la com-
posición, arreglos y creatividad. Más abundante
que sus anteriores, el doble LP, concebía al gru-
po más orquestal que nunca.
Simboliza el cambio y un giro de rumbo, ya
atisbado en ‘Led Zeppelin III’ (1970). Eso era
nexo diferenciador con la competencia. Una
banda versátil, sorprendente, imprevisible...
una banda genial. Única.
En 1976 retomaron la idea de producir ma-
terial en el mismo año para los lanzamientos
de ‘Presence’ -patentado bajo mucha presión y
con el vocalista enfermo- y ‘The Song Remains
The Same’, este último es, en realidad, la filma-
ción de la película registrada para la ocasión.
Fue su primer directo, extraído de su larga gira
americana de 1973 finalizada en el Madison
Square Garden (NYC), de donde se grabó.
Tras tres años de descanso y antes del póstu-
mo ‘Coda’ (1982), ‘In Through The Out Door’
(1979) sale al mercado como último capítulo
musical de una banda desintegrada, tristemen-
te, en 1980. Año del fallecimiento de Bonzo,
motivo de la disolución definitiva hasta la últi-
ma reagrupación el 10 de diciembre del 2007.
Fue en la misma ciudad donde se inició todo.
Su propio hijo, Jason, se uniría al resto de los
miembros para dedicar homenaje póstumo a
Ahmet Etergün, cofundador de Atlantic, la dis-
cográfica que les presentó en sociedad hace cua-
renta años. Los que hemos venido disfrutando
con deleite canción a canción, letra a letra, paso
a paso... de aquí a la eternidad. Izados, como
no podía ser de otra manera, por la alargada e
infinita escalera del rock en dirección directa al
cielo. Donde tocados por una varita mágica se
alzan entre las alturas, sobre el resto, con humil-
de magnificencia para siempre jamás.
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