mujeres. poder y conocimiento
DESCRIPTION
Artículo sobre esta materiaTRANSCRIPT
-
Mujer: Poder y Conocimiento
143
MUJER: PODER Y CONOCIMIENTO
Sara Beatriz Guardia
Resumo
Hacia 5000 a.C., aproximadamente, se produjo uno de los ms importantes y definitivos descubrimientos para el desarrollo de la humanidad: la agricultura. Lo que permiti que los clanes familiares que se encontraban en constante movimiento en bsqueda de sustento se asentaran en el valle conformado por los ros Tigris y Eufrates, en Mesopotamia, y se iniciara la construccin de las primeras ciudades. Es en esta etapa que la primera divisin del trabajo, segn la cual los hombres se dedicaron a la caza y las mujeres a la recoleccin de frutos y plantas, se produce fundamentalmente por razones biolgicas; incluso la historiadora Gerda Lerner formula la posibilidad de que la menstruacin haya significado un obstculo para que las mujeres accedan a la caza por el efecto que tiene sobre los animales el olor a sangre1. Mientras los hombres realizaban tareas de carcter colectivo que requeran de la mutua cooperacin y organizacin para enfrentarse a los grandes rebaos de animales, e inventaban herramientas y armas, lo que les permiti adquirir un mayor conocimiento y, por lo tanto ms poder, el trabajo de las mujeres fue por lo general individual, solitario y sin que apremie el esfuerzo de la comunidad2. Abstract
In 5,000 b.C., approximately, one of the most important and ultimate discoveries was produced for the development of mankind: the agriculture. It allowed the family clans, who were in constant moving in search of sustenance, to settle the valley formed by the rivers Tigris and Eufrates in Mesopotamia, and the construction of the first cities began. It was at this time that the first division of work, according to which men dedicated to hunting and women to the harvesting of fruit and plants, a product from fundamentally biological reasons; the historian Gerda Lerner formulates the possibility that menstruation may have
143
-
Sara Beatriz Guardia
an obstacle meaning so that women could not hunt for the scent of their blood would have some effect over the animals. Afterwards the economical practice of the agriculture reinforced the masculine control. Not only by the utilization of the surplus, factor of development of the private property, as well as the uneven division of free time. While the women had, beyond their work in the land, to take care of their children and prepare the food in a permanent and uninterrupted way, the men had a time of their own.
144
-
Mujer: Poder y Conocimiento
ara el filsofo francs, Michel Foucault, la historia y el
conocimiento adquirido y organizado a lo largo de los siglos,
expresan inequvocamente las relaciones de poder entre los hombres y la
lucha contraria entre estos poderes. El poder y el conocimiento estn,
pues, estrechamente vinculados al desarrollo de la humanidad. En esa
perspectiva, la formacin del sistema patriarcal es el resultado de un
proceso histrico vinculado a la cultura, el conocimiento y las relaciones de
poder que predominaron. Por ello, la interpretacin del pasado basado en
determinismos biolgicos referencias simblicas es equivocado.
P
Actualmente, la tercera revolucin industrial plantea
respuestas a situaciones nuevas e impredecibles. A diferencia del
complejo harware que caracteriz las dos primeras revoluciones
industriales desde el siglo XVIII hasta la segunda mitad del siglo XX, la
tercera revolucin industrial es suave, de software. Lo que necesariamente
exige nuevas formaciones polticas y sociales. Entre otras razones porque
los hombres registran una fatiga de poder que no viene a ser sino la
internalisacin subjetiva de su fracaso objetivo al crear un mundo de
masculinidad excluyente en lo econmico, tecnolgico, social y poltico3.
Precisamente, este mundo de masculinidad excluyente tiene
su origen en determinadas relaciones de poder y su vinculacin con el
conocimiento. Desde el perodo neoltico cuando la mujer y lo femenino
145
-
Sara Beatriz Guardia
estuvieron asociados a la vida, al principio de creacin y lo divino, hasta la
posterior predominancia del hombre y lo masculino, transcurren varios
miles de aos plenos de grandes y complejos cambios.
Las sociedades del paleoltico superior nos han dejado
importantes vestigios de pintura rupestre y pequeas figuras de mujeres
con pechos, caderas y nalgas prominentes, que hablan de un perodo
donde el culto a la fertilidad estuvo asociado a la Gran Madre venerada
como el origen de la vida. Esta profunda devocin hacia poderosas diosas
celebrada por hombres y mujeres se explica porque la madre era
considerada como la nica progenitora y, adems, porque las difciles
condiciones de supervivencia le otorgaron un extraordinario poder sobre el
nio. De sus cuidados y sustento dependa su vida, y cualquier negligencia
poda significar la muerte.
En ciudades neolticas antiguas como Catal Hyk y
Hacilar en Anatolia, que datan del sexto y octavo milenio a.C., se han
encontrado numerosos templos con esculturas y pinturas rupestres
sagradas. La mayora representa el principio femenino o la Madre Diosa.
Es probable que entonces el concepto del Creador de toda la vida
humana, se haya formulado de acuerdo a la imagen que tena el clan de
la mujer que haba sido su antecesora ms antigua y primitiva, y que esa
imagen fuera deificada como la Ancestra Divina4.
146
-
Mujer: Poder y Conocimiento
El destacado rol que cumplieron las mujeres en el culto
religioso y su activa presencia en las sociedades prehistricas no quiere
decir que los hombres hayan ocupado un lugar subordinado o de
opresin, puesto que tanto los hombres como las mujeres eran hijos de la
Diosa, al igual que eran hijos de las mujeres que encabezaban las familias
y los clanes. El poder que ejercieron las mujeres parece haber sido un
poder ms parecido a la responsabilidad y al amor que a la opresin, al
privilegio y al temor5.
No slo no existi ninguna exclusin sino que el principio o
divinidad femenina estuvo generalmente acompaado del principio
masculino. Hecho que se observa en un ritual muy practicado en la
antigedad: la hierogama o unin sagrada cuando el rey asuma el papel
de dios y la suprema sacerdotisa representaba a la diosa. Unin que
aseguraba la fertilidad de la tierra y otorgaba larga vida al rey como
esposo de la diosa y protegido por ella. La importancia que tena el
matrimonio sagrado o hierogama se refleja en la profusin de poemas y
canciones que inspir a lo largo de varios siglos. Algunos de ellos
encontrados en Sumeria, permiten una aproximacin a su significado
ritual y al profundo contenido sensual de la unin. En uno de los himnos,
la sacerdotisa representando a la diosa Inanna dice:
Mi vulva, el cuerno,
147
-
Sara Beatriz Guardia
El bote al paraso
Est lleno de ansias como la joven luna.
Mi tierra sin labrar yace en un pramo.
En cuanto a m Inanna,
Quin labrar mi vulva?
Quin labrar mi campo alto?
Quin labrar mi tierra hmeda?6
A pesar del erotismo que expresa, era su virginidad lo que
aseguraba la fertilidad de la tierra. Innana era virgen, lo cual no le
impeda enamorarse y cantar himnos de amor y deseo. Pero es en la
epopeya de Gilgamesh, el ms famoso rey de Erech que por sus hazaas
se convirti en un principio de la mitologa sumeria, donde se revela el
aspecto mtico de la fuerza ertica y materna a la vez. Dice la leyenda que
con su extraordinaria fuerza, Gilgamesh lleg a entablar combate con
seres sobrehumanos y bestias feroces en su bsqueda del secreto de la
inmortalidad. Pero cuando empez a oprimir al pueblo, los dioses
enviaron a Enkidu al templo. Seducido por la sacerdotisa, Enkidu hizo el
amor con ella durante seis das y siete noches hasta saciarse. Solo entonces
la sacerdotisa se convierte en una madre para adoctrinarlo y prepararlo
pacientemente al encuentro con el hroe Gilgamesh que es derrotado.
Hacia 5000 a.C., aproximadamente, se produjo uno de los
148
-
Mujer: Poder y Conocimiento
ms importantes y definitivos descubrimientos para el desarrollo de la
humanidad: la agricultura. Lo que permiti que los clanes familiares que
se encontraban en constante movimiento en bsqueda de sustento se
asentaran en el valle conformado por los ros Tigris y Eufrates, en
Mesopotamia, y se iniciara la construccin de las primeras ciudades. Es
en esta etapa que la primera divisin del trabajo, segn la cual los
hombres se dedicaron a la caza y las mujeres a la recoleccin de frutos y
plantas, se produce fundamentalmente por razones biolgicas; incluso la
historiadora Gerda Lerner formula la posibilidad de que la menstruacin
haya significado un obstculo para que las mujeres accedan a la caza por
el efecto que tiene sobre los animales el olor a sangre7.
Mientras los hombres realizaban tareas de carcter
colectivo que requeran de la mutua cooperacin y organizacin para
enfrentarse a los grandes rebaos de animales, e inventaban herramientas
y armas, lo que les permiti adquirir un mayor conocimiento y, por lo
tanto ms poder, el trabajo de las mujeres fue por lo general individual,
solitario y sin que apremie el esfuerzo de la comunidad8.
Posteriormente la prctica econmica de la agricultura,
reforz el control masculino. No solo por la utilizacin de los excedentes,
factor de desarrollo de la propiedad privada, sino tambin por el reparto
desigual del tiempo libre. En tanto que las mujeres tenan, adems del
149
-
Sara Beatriz Guardia
cumplimiento del trabajo en la tierra, que cuidar a los hijos y preparar la
comida en forma permanente e ininterrumpida, los hombres disponan de
un tiempo que slo les perteneca a ellos.
Otro factor importante es que si bien Engels sostiene que la
propiedad privada ocasion la derrota histrica del sexo femenino9, Lvi-
Strauss identifica el intercambio de mujeres como la principal causa de
esta subordinacin10. Incluso, Claude Meillassoux, seala que origin la
aparicin de la propiedad privada. Con semejante expropiacin del
poder de las mujeres, las relaciones individuales entre los hombres y las
mujeres tuvieron que sufrir. Este desequilibrio caus una profunda
desconfianza entre los sexos y llev al control y la regulacin de la vida
sexual de las mujeres por parte de los hombres y, a veces, a la represin de
sus necesidades sexuales Las mujeres pasaron a ser consideradas como
propiedad por su capacidad reproductiva y fueron tratadas como objetos
que podan intercambiarse o robarse. No obstante, continuaron
ejerciendo un papel activo y respetado en su calidad de reinas y
sacerdotisas, inclusive mucho despus del registro de importantes hechos
como la formacin de clases, jerarquas y la aparicin de la propiedad
privada.
150
-
Mujer: Poder y Conocimiento
Diosas y Reinas
El retrato ms antiguo de una mujer, probablemente
sacerdotisa, se encontr en Uruk, ciudad sumeria que al igual que Eridu,
Nippur, Lagash, Kish y Ur se construyeron alrededor de templos
hacia 3500 a.C. Se trata de una cabeza esculpida finamente de gran
belleza y majestad. Pero, la ms importante de ese perodo fue la reina
Ku-Baba, que fund la dinasta de Kish, una de las primeras asentadas
en las ciudades de Kish, Warka y Ur. No solo es la nica reina que
aparece en la relacin de los monarcas que gobernaron con derecho
propio, sino que se trata de una personalidad histrica y divina a la vez,
puesto que posteriormente se la identific con la diosa Ku-Baba, venerada
en el norte de Mesopotamia.
Entre las 1.850 tumbas pertenecientes al perodo dinstico
antiguo en UR, que datan aproximadamente de 2500 a.C., diecisis son
reales. La tumba de la reina Ninbanda, esposa de Mesanepada, y de la
reina Pu-abi, que llevaba escrito su nombre en un sello de lapislzuli,
fueron descubiertas en las excavaciones arqueolgicas realizadas por
Leonard Woolley del Museo Britnico entre 1922 y 1934. Ambas
estaban rodeadas de otros cuerpos probablemente de sirvientes. Mientras
que en la tumba denominada El gran foso de la muerte se encontr un
squito conformado por seis hombres y 68 mujeres ricamente adornadas.
151
-
Sara Beatriz Guardia
Las tumbas reales de UR significan una clara evidencia de
la presencia de reinas que compartieron poder y riqueza, adems del
status de supremas sacerdotisas. Otro importante testimonio data del
2350 a.C., cuando el rey Lugalanda de la ciudad de Lagash, se apoder
de importantes templos dedicados a los dioses Ningirsu, Shulshag y la
diosa Bau, y coloc a su esposa Baranamtarra al frente de la
administracin. Segn los registros encontrados que abarcan el reinado de
Lugalanda y su sucesor Urukagina, en el templo de la diosa Bau las
mujeres desempearon varios papeles y funciones. Precisamente bajo el
reinado de Urukagina, su esposa, la reina Shagshag ejerci la
administracin del templo con total autoridad legal y econmica como
suprema sacerdotisa.
Sin embargo, el mismo rey Urukagina, promotor de las
primeras reformas dirigidas a otorgar derechos legales bsicos a los
ciudadanos, es autor de varios edictos que muestran ya las difciles
condiciones de vida de las mujeres que no pertenecan a la elite
gobernante. En uno de stos Urukagina dice: En otros tiempos las
mujeres se casaban con dos hombres, pero las de hoy han tenido que
abandonar este crimen. Aquellas que no cumplan sern lapidadas. Y,
aade: si una mujer se dirige irrespetuosamente a un hombre se le
aplastara la boca con un ladrillo al rojo vivo11.
152
-
Mujer: Poder y Conocimiento
En el largo proceso de transvase del poder, las reinas que
gobernaron como esposas de los reyes y supremas sacerdotisas, fueron
reemplazadas por sus hijas nombradas sacerdotisas del dios de la Luna y
de la diosa Ishtar, pero sin ningn tipo ya de injerencia en el poder. As
el rey Sargn de Acad, nombr a su hija Enkheduanna, suprema
sacerdotisa del templo a luna de la ciudad de UR y del templo del cielo
en Uruk. Naram-Shan el Grande, convirti a su hija Enmenanna en
sacerdotisa de UR. Los cdigos de Ur-Nammu, de la tercera dinasta de
UT y de Lipit-Isthar, mencionan la presencia de la sacerdotisa
Enannatumma. Y cuando el rey Shin- Kashid de Isin conquist Uruk y
fund una dinasta en 1965 a.C., nombro a su hija Nin-shatapad
suprema sacerdotisa.
Esta prctica se prolong durante 500 aos y segn
registros escritos existieron trece sacerdotisas con titulo real que ostentaron
el cargo entre 2280-1800 a.C.12. De todas ellas, la ms importante es la
hija de Sargn de Acad, Enkheduanna. Se trata de la primera poetisa
conocida en la historia por sus himnos a la diosa Inanna.
Aunque todava en una coleccin de documentos reales que
datan de 1790 al 1745 a.C., pertenecientes a la ciudad de Mari, situada
al norte de Sumeria, se describe una sociedad que conceda a las mujeres
participacin en actividades econmicas y polticas, el poder de stas ya
153
-
Sara Beatriz Guardia
haba disminuido considerablemente. La presencia de la reina Shibtu,
esposa del rey Zimri-Lim de Mari, que tuvo una gran influencia y
desempe funciones de gobierno durante las ausencias de su marido, as
como los matrimonios polticos que concert este rey para sus hijas eran
casos aislados. Lo mismo, Kirum, hija del rey Zimri-Lim nombrada por
su padre gobernadora de la ciudad de Khaya-Sumu.
Poder y Conocimiento
Cuando hacia 3100 a.C, los sumerios inventaron la
primera forma de escritura originaron un trascendental acontecimiento en
la historia de la humanidad. La invencin de la escritura se inici con las
actividades comerciales realizadas por los hombres y la necesidad de llevar
un registro de cuentas. A partir de un sistema de smbolos de contabilidad
posteriormente se cre la escritura. Dan cuenta de ello las primeras
tablillas de arcilla de Sumeria, conformadas por anotaciones de
provisiones y donaciones. Slo despus del 3000 a.C., se produjo el
desarrollo de una escritura con elementos gramaticales.
La escritura consolid el papel de la clase dirigente. Pronto
el escriba se convirti en un profesional capacitado para trabajar en
templos y palacios. Mientras unos se dedicaban a componer himnos y
154
-
Mujer: Poder y Conocimiento
poemas, otros se empleaban en la administracin de posesiones privadas.
Surgi la Edubba, la escuela de Mesopotamia, donde solo los hombres
podan ser admitidos. Varios registros de la Edubba encontrados en
excavaciones arqueolgicas, entre los que figuran libros de texto, ejercicios
de los estudiantes y ensayos de la vida escolar, indican que all se
enseaba lenguaje, matemticas, geografa, lgebra, trigonometra,
estudios jurdicos, medicina, as como el arte de la adivinacin con el fin
de conocer la voluntad de los dioses.
Los hombres, principalmente de la elite, pasaban un
prolongado perodo de educacin dedicando varios aos de su vida al
estudio en la Edubba. Asistan a la escuela desde la primera adolescencia
hasta que comenzaban a ser hombres. Durante el ao tenan seis das
libres por mes, tres das santos y otros tres festivos; los restantes das de
escuela, eran como observ un graduado largos das en verdad. La
enseanza era montona y la disciplina rigurosa13.
Con el monopolio de la educacin los hombres se
apropiaron del conocimiento, de las definiciones y fueron transformando
los principales smbolos del poder de la diosa-madre y de la fertilidad en
una cuestin subalterna y sin importancia. Excluida de la educacin y del
conocimiento, restringida a la monotona de las tareas domsticas, y
teniendo como nico destino la crianza de los hijos, las mujeres no
155
-
Sara Beatriz Guardia
pudieron originar un sistema de pensamiento abstracto, ni crear nuevas
ideas y menos convertir el conocimiento en modelos conceptuales
orientados a la formacin de teoras. No se las prepar para el
intercambio de ideas; el pensamiento cientfico no tena cabida en la
cocina.
Posteriormente, bajo el reinado de Hummurabi, sexto de la
lnea de monarcas de Sumuabun, el dominio patriarcal de practica
privada se convirti en ley publica con el Cdigo de Hammurabi que data
de 1800 a.C. Se trata de la ms completa compilacin de leyes y el
primer cdigo de leyes del mundo que, al igual que las Leyes Mesoasirias
y las Leyes Hititas, le dedica una especial atencin a la regulacin de la
conducta social donde las mayores restricciones pesaban sobre las mujeres.
De 282 leyes que tiene el Cdigo de Hammurabi, 73 se ocupan de temas
relacionados con el matrimonio y cuestiones sexuales, y de las 112 Leyes
Mesoasirias, 59 tratan de lo mismo.
Estas leyes constituyen ideales de conducta social y al
establecer los lmites de lo permitido y prohibido describen los valores de
esa sociedad. A travs del Cdigo de Hammurabi sabemos que se
reconoca a tres clases de personas: los patricios (sacerdotes y funcionarios
del gobierno), los plebeyos y los esclavos. Los matrimonios eran
concertados por los padres , y una vez acordados los trminos de la
156
-
Mujer: Poder y Conocimiento
negociacin, el padre de la novia entregaba una dote (seriktum) que era
administrada por el marido. Por lo tanto las familias babilnicas
concedan mayor valor al nacimiento de hijos varones porque continuaban
el nombre familiar e incrementaban el patrimonio a travs de la dote de
sus futuras novias. Al interior de las familias la autoridad paterna era
absoluta. Segn el Cdigo de Hammurabi la rebelda de un hijo era
castigada con la imputacin de la mano, y la simple acusacin de adulterio
poda ser fatal para las mujeres.
La devaluacin simblica en relacin con la vida y lo
sagrado constituy una derrota para las mujeres, pero lo que defini la
subordinacin convirtindola en un ser incompleto algo natural en el
sistema simblico patriarcal - fue la exclusin de la educacin y del
conocimiento. Como en la alegora de la caverna de Platn, las mujeres
tuvieron que permanecer atadas y sin poder moverse; mientras que a sus
espaldas brillaba una luz que no las alcanzaba ni podan ver hasta despus
de haber superado el sufrimiento producido por la oscuridad, la terrible
sombra de la ignorancia.
157
-
Sara Beatriz Guardia
Notas 1 Gerda Lerner. La creacin del patriarcado. Editorial Crtica. Barcelona,
1990, p. 73 2 Sally Slocum. Woman the Gatherer. En: Rayna R. Reiter. Torward an
Anthropology of Women. Montly Review Press, London, 1975, p. 20 3 Pablo Macera. Prlogo, en: Sara Beatriz Guardia. Mujeres Peruanas. El
otro lado de la Historia Librera Editorial Minerva. 3ra. Edicin. Lima, 1995, p. 12
4 M.Stone. When God was a Woman. Harcourt Brace Jovanovich, Nueva York, 1976, p. 13
5 R. Eisler. The Chalice and the Blade: Our History, Our Future. Harper & Row, San Francisco, 1987, p. 28
6 D. Wolkstei Kramer. Innana: Queen of Heaven and Earth. Harper & Row, Nueva York, 1983, p. 37
7 Gerda Lerner. La creacin del patriarcado. Editorial Crtica. Barcelona, 1990, p. 73
8 Sally Slocum. Woman the Gatherer. En: Rayna R. Reiter. Torward an Anthropology of Women. Montly Review Press, London, 1975, p. 20
9 Federico Engels. El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado. Editorial Claridad, Buenos Aires, 1957
10 Claude Lvi-Strauss. The Elementary Structures of Kinship. Boston, 1969, p. 115
11 Gerda Lerner. O. Cit., p. 104 12 William Hallo. The Women of Sumer. En Schmandt-Besserat, Legacy of
Sumer, p. 30 13 Samuel Noak Kramer. La cuna de la civilizacin. Times Inc., Nueva
York, 1968, p. 123
158
ReitorPr-Reitor de Ps-GraduaoCoordenador de MestradoConselho EditorialConselho ConsultivoEditor ResponsvelProjeto Grfico Editorao EletrnicaCapa / DiagramaoFundao Educacional Severino SombraCentro Grfico da FUSVEUniversidade Severino SombraPraa Martino Nbrega, 40 Centro VassourasPr-Reitoria de Ps-GraduaoCoordenao de MestradoA Experincia Humana como Experincia NaturalSonia Regina de MendonaCampo e cidade na vida da mulherrio-platense da primeira metade do Sculo XIXEscravos, Senhores E Policiais: O Tringulo DaDesordem No Rio De Janeiro De Dom Joo VI*O Ensino Sob Napoleo Bonaparte
A Experincia Humana como Experincia NaturalRenata Rodrigues VerezaResumoNotas
Campo e cidade na vida da mulher rio-platense
AbstractCristina Maria Teixeira Martinho
AbstractVictorian mentality encouraged dreams of progress with values, conventions and ideas of European bourgeosie in two basic works: The Crystal Palace and Bleak House. The Crystal Palace Exhibition is a construct that testifies the material progress of mankind led by the British Empire. It became an enormous work of popular culture that expressed both the product of conscious wishes and the disturbing sexual and sadistic imagery of the unconscious. Bleak House, a novel written by Charles Dickens, unites an ironic counterpart of the great Exhibition with the atmosphere and tradition of the tale of terror. These works became metaphors that contain the fears that lurked behind the facade of Victorian optimism, building materials for another kind of visionary architecture more in tune with the monster of the modern world: the aggressive city.A Cidade e seus AvataresA Literatura e a CidadeReferncias BibliogrficasCarlos Eugnio Lbano SoaresConclusoNotas Diosas y ReinasPoder y ConocimientoNotasO Ensino Sob Napoleo BonaparteJos Augusto dos SantosResumoAbstractOrganizao do Ensino no Perodo NapolenicoEnsino Tcnico e Instruo Popular Gratuita no Perodo Napolenico
Notas
As frases feitas, como lies de comportamento, mencionam casos especficos para extrair concluses genricas; se so, esses casos especficos, reais ou fictcios no importa muito na obteno dos resultados pretendidos que passar uma frmula de domesticao. Um dos recursos para conferir s frases feitas um valor-verdade citar exemplo de outras pessoas que esto ou estiveram em situao semelhante, nomeando essas pessoas, de forma a obter, na locuo, um efeito de sonoridade agradvel. Pesquisou-se, em coletneas de provrbios, a freqncia no uso de antropnimos, observando a preferncia por determinados campos, como nomes bblicos, nomes de santos populares, nomes mitolgicos e hipocorsticos. Constatou-se ser aprecivel o nmero de citaes envolvendo antropnimos, relacionados, na maioria dos casos, ao campo religioso, de forma consciente ou no. Fazendo trabalho comparativo, ainda em coletneas, verificou-se ocorrer o mesmo fato em locues correntes em algumas outras comunidades lingsticas. Deduz-se no poder ser justificado o uso de antropnimos nas frases feitas, ao menos sincronicamente. Se houve, ou no, um fato verdadeiro na sua origem, quase nunca se pode comprovar, a no ser que se inventem teorias fantasiosas. Comanda a escolha de um ou outro antropnimo a sonoridade, que se obtm por efeitos de aliterao, mtrica, ritmo e rima.Notas