monogrÁfico universo mÉmora - inicio | mémora … · 2018-04-24 · ... cuando destacamos las...

8
UNIVERSO MÉMORA MONOGRÁFICO el Periódico Consejos y buenas prácticas para las familias y el cuidado de los mayores. Autonomía en la toma de decisiones Los profesionales de la salud tienen que cuidar a las personas que se van, pero también a sus seres queridos La comunicación de malas noticias requiere de un gran control de las propias emociones Algunas propuestas eficaces y saludables Acompañamiento profesional al final de la vida © El Periódico de Catalunya. Todos los derechos reservados. Esta publicación es para uso exclusivamente personal y se prohíbe su reproducción, distribución, transformación y uso para press-clipping.

Upload: phungdan

Post on 29-Oct-2018

217 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

UNIVERSO MÉMORAMONOGRÁFICO el Periódico

Consejos y buenas prácticas para las familias y el cuidado de los mayores. Autonomía en la toma de decisiones

Los profesionales de la salud tienen que cuidar a las personas que se van, pero también a sus seres queridos

La comunicación de malas noticias requiere de un gran control de las propias emociones

Algunas propuestas eficaces y saludables

Acompañamiento profesional

al final de la vida

© El Periódico de Catalunya. Todos los derechos reservados.Esta publicación es para uso exclusivamente personal y se prohíbe su reproducción, distribución, transformación y uso para press-clipping.

2 Páginas especialesJUEVES

21 DE DICIEMBRE DEL 2017 el Periódico

E s habitual, cuando destacamos las bondades de nuestro sistema de salud, quedarnos únicamente con la calidad de los tratamientos

y el conocimiento de los profesionales. Pero, debemos ir más allá, y reivindicar

los cuidados que recibimos. Poder acudir a un hospital, en momentos duros, y recibir la empatía del personal es una de las mayores bondades que se pueden recibir, porque en estos tiempos, de avance científico, se hace más necesario que nunca cuidar.

El tema central del presente monográfico consiste en el acompañamiento profesional al final de la vida: Begoña Román, presiden-ta del Comité de Ética de Servicios Sociales de Catalunya, habla de la importancia que tienen los profesionales de la salud en el cuidado de las personas.

Además, el Universo Mémora cuenta con una entrevista con Cecilia Borràs, presiden-ta de Después del Suicidio-Asociación de Supervivientes (DSAS), y Anna Lara, volun-taria de DSAS, en la que reflexionan sobre

la condición de los supervivientes al suicidio de un ser querido. Como en todas las edi-ciones, se incluyen cinco consejos, en esta ocasión sobre la autonomía en la toma de decisiones de las personas mayores; con la colaboración de Asociación Unesco para el Diálogo Interreligioso (Audir) se aborda cómo son las ceremonias funerarias en el judaísmo; y por último, Toni Bardera, pro-fesor de comunicación, hace pedagogía sobre el control de las emociones en la comunicación de malas noticias.

EDITORIAL

Lluís Muñoz Pandiella II MONOGRÁFICOS

BUENAS PRÁCTICAS

ACOMPAÑAR HASTA EL MOMENTO FINAL

Cuando ya no se puede curar, cuidar es lo más importante

Indicaciones para un cuidado responsable

Consejos de autonomía personalLa vejez, al igual que el nacimiento o el desarrollo, es parte del ciclo vital. Las personas que la alcanzan mantienen su facultad de autodeterminación: una autonomía personal que no se pierde con la edad y que hace referencia a la capacidad de tomar decisiones y asumir las consecuencias.

La persona mayor es agente de su propia salud, de cómo afrontar las pérdidas o la enfermedad, pero también de desarrollar su plan de vida y las expectativas de crecimiento personal. A continuación, cinco consejos de emancipación para las personas mayores:

CONSEJOS

Protagonismo

Las personas mayores han de ser protagonistas de su vida, participando en las decisiones que les afecten

Control

Las personas mayores tienen el derecho a controlar tanto sus aspiraciones como su proyecto vital

Autonomía Las personas mayores son autónomas y pueden decidir sobre sus tratamientos

Responsables

Las personas mayores tienen la responsabilidad de su propia salud y se ha de considerar su opinión

Comunicación

Las personas mayores se sienten reconfortadas hablando de la muerte y la despedida

1 2 3 4 5

www.seegg.es

© El Periódico de Catalunya. Todos los derechos reservados.Esta publicación es para uso exclusivamente personal y se prohíbe su reproducción, distribución, transformación y uso para press-clipping.

Páginas especialesJUEVES

21 DE DICIEMBRE DEL 2017 el Periódico 3

Lluís Muñoz II MONOGRÁFICOS

D espués del Suicidio-Asociación de Supervivientes (DSAS) es una entidad fundada en el año 2012 y, actualmente, un refe-

rente al que acuden múltiples supervivien-tes que han perdido a un ser querido. La asociación colabora con instituciones del mundo de la salud, de la educación o del jurídico, con la misión de hacer pedagogía sobre el suicidio y, a la vez, ofrece acom-pañamiento a los supervivientes. Fundada por Cecilia Borràs, después del suicidio de su hijo, cuenta con la colaboración de voluntarios que también han sobrevivido un suicidio, como Anna Lara, que tras perder a su hermano, formó parte del grupo de duelo y hoy es voluntaria en la asociación. Hablamos con ellas.

-¿Cómo llega a DSAS?-A. L. En 2014, un año después del sui-

cidio de mi hermano, decidí, después de un tiempo en shock, entrar en la web de la asociación y enviar un correo explicando mi caso. Tras una entrevista con Cecilia, entré a formar parte del grupo de duelo. Hacíamos sesiones quincenales, siempre éramos las mismas personas y hablába-mos sobre nuestros sentimientos. Sin la asociación me hubiese costado mucho más salir adelante. Tal ha sido la ayuda que me han brindado, que, después de terminar el grupo de duelo, me convertí en voluntaria de la asociación.

-¿Cuál fue la evolución de Anna?-C. B. Para mí fue un privilegio ver su

mejora, porque Anna ha vuelto plenamen-te a la vida. Ha vuelto a disfrutar y lo ha hecho en un proceso empático, porque después de trabajar en su duelo, ha gene-rado una conciencia de devolver la ayuda que recibió. Nadie mejor que Anna, con su experiencia de vida, para convertirse en voluntaria y continuar con el objetivo de la asociación de dar apoyo y visibilidad a los supervivientes.

-¿Cuesta hablar sobre el suicidio? -A. L. La palabra suicidio asusta. Si

me preguntan de qué murió mi hermano y digo que sufrió un ataque al corazón o un accidente de tráfico, para la gente será duro. Sin embargo, si digo que mi hermano se suicidó, les cambia la cara y

son incapaces de reaccionar. Suicidio es una palabra gigante, un tabú, pese a ser la primera causa de muerte no natural, por encima de los accidentes de tráfico.

-C. B. Es una muerte mucho más difí-cil de compartir con los demás que, por ejemplo, la muerte por enfermedad. Las personas no saben qué decirte porque desconocen qué se siente, pero, también, por las creencias implícitas. Se tiende a creer que la persona que se ha suicidado tenía problemas en casa, o que su entor-no no ha hecho lo suficiente cuando esa persona lo necesitaba. Esto genera un cuestionamiento, pero no necesariamente esas personas están mal en el momen-to de suicidarse. La muerte por suicidio sucede con regularidad y si los supervi-vientes hubiésemos visto algo excepcio-nal, creedme que lo hubiésemos evitado. Por desgracia, sucede en un momento determinado en el que esa persona no puede más.

-El superviviente es una víctima. -C. B. La Sociedad Americana de Psi-

quiatría valora que el estrés que se vive después de un suicidio es equivalente al estrés que se vive en un campo de con-centración en un conflicto bélico. Es un shock traumático que, además, has de li-diar con que no habrá un apoyo inmediato del entorno y con el autocuestionamiento que te haces sobre lo que te ha ocurrido, porque piensas que nunca te pasará a ti.

-De ahí la importancia de DSAS.-C. B. En 2008, una persona que había

sufrido el suicidio de un familiar, no tenía un lugar para ir. Cuando se suicidó mi hijo, yo no sabía a quién explicar mi historia. Lo máximo que encontré fue una madre que perdió a su hijo por un accidente de tráfico. Nuestro dolor era inmenso, pero diferente. Se demuestra que faltaba una asociación como la nuestra, por el hecho de que, en los primeros años de la aso-ciación, recibíamos correos de gente que había perdido a un familiar por suicidio ha-cía más de 20 años, y en todo ese tiempo no habían sabido dónde ir, teniendo que trabajar el duelo durante muchos años en soledad.

-A. L. Cuando acudí al grupo pude compartir pensamientos que no podía explicar a nadie más. Llega un punto en

que no hablas para no hacer más daño a tu familia. El grupo es la oportunidad para hablar y decir que estás fatal sin que nadie te mire con pena, sino con comprensión.

-¿Se vuelve a disfrutar de la vida?-A. L. Antes de ir al grupo, la manera de

recordar a mi hermano era sufriendo. De hecho, la primera vez que me reí, me sentí muy mal. Me decía a mí misma: ‘Estás contenta y has perdido a tu hermano’. Me obligaba a estar mal, porque si no lo hacía, quería decir que no quería lo sufi-ciente a mi hermano. El grupo me sirvió para darme cuenta de que era al revés… Que el mejor homenaje era que yo fuese feliz, porque ese sería el deseo de mi her-mano. Y eso estoy haciendo.

-C. B. Hay un momento en el duelo por suicidio en el que no te visualizas más en la vida sonriendo o viviendo. El concepto judeocristiano de culpa está muy ligado, y nos lleva a entender que hemos falla-do. Es un sentimiento arraigado y tóxico. Desde la asociación queremos rebajar ese pensamiento, porque hemos sido las me-jores hermanas, parejas y madres para esas personas.

-¿Cómo recordar a estas personas?-C. B. El recuerdo que hay de las per-

sonas que se han suicidado siempre es-tará relacionado con su forma de morir. Del mismo modo, es la etiqueta que nos queda a los supervivientes. Yo soy la mu-

jer a la que se le suicidó el hijo. Anna es la chica a la que se le suicidó el hermano. Como supervivientes tenemos el deber de reivindicar la vida y de recordar cómo eran, cómo se reían y qué les gustaba. El momento final, quizás, estuvo solo una hora en su cabeza, por ese motivo, ese rato no puede borrar lo que fue su vida, porque ellos, también, trabajaron, lucharon, tuvieron proyectos de futuro, aprendieron, enseñaron y amaron. Se ha de poner en valor la historia individual para no olvidarla, y recolocar a la persona en la biografía, con el fin de transmitir su recuerdo a los que vengan.

-¿Se perdona?-A. L. Yo nunca tuve que perdonar a

mi hermano porque quien se suicida no es ni cobarde ni valiente, es alguien des-esperado. Nadie quiere morir, sino vivir sin sufrimiento. Pero eso no quiere decir que lo entienda, porque si lo hiciésemos, nosotros también podríamos hacerlo.

-Y después del suicidio, ¿qué?-A. L. Por más oscuro que se vea el

momento, hay un después y siempre es-taremos aquí, desde DSAS, para acom-pañarte. Tienen que saber que no siempre será así, con ese grado de sufrimiento.

-C. B. Después del suicidio: ¡habla! Porque volverá a haber esperanza y tu vida, tarde o temprano, cambiará. Hay un después para seguir y reconstruirte.M

CECILIA BORRÀS / ANNA LARAPRESIDENTADESPUÉS DEL SUICIDIO-ASOCIACIÓN DE SUPERVIVIENTES (DSAS)

VOLUNTARIADESPUÉS DEL SUICIDIO-ASOCIACIÓN DE SUPERVIVIENTES (DSAS) ”

Mémora muestra la importancia del apoyo a los supervivientes por este tipo de muerte

“Después del suicidio de un ser querido: ¡habla!”

Comunicación. Cecilia Borràs, presidenta de DSAS, conversa con Anna Lara, voluntaria de DSAS.

dAnualmente, cerca de 800.000 personas se quitan la vida y muchas más intentan ha-cerlo, según datos de la OMS. Cada suicidio es una tragedia que afecta a familias, comuni-dades y países y tiene efectos duraderos para los allegados del suicida. Precisamente por este motivo nace Después del Suicidio-Asociación de Super-vivientes (DSAS). Un supervi-viente es alguien que cree estar profundamente impactado por el suicidio de un familiar, ami-go o allegado y DSAS es una asociación formada por super-vivientes y para supervivientes.

Se creó en 2012 y, desde ese momento, Mémora empezó a colaborar con DSAS, ofrecien-do talleres y charlas sobre El duelo por suicido en sus Espa-cios de Apoyo.

El duelo por este motivo

SABER +

© El Periódico de Catalunya. Todos los derechos reservados.Esta publicación es para uso exclusivamente personal y se prohíbe su reproducción, distribución, transformación y uso para press-clipping.

Páginas especialesJUEVES

21 DE DICIEMBRE DEL 2017 el Periódico 54 Páginas especialesJUEVES

21 DE DICIEMBRE DEL 2017 el Periódico

Cuidados. Begoña Román, presidenta del Comité de Ética de Servicios Sociales de Catalunya.

T odas las vidas tienen un final. Nuestra vulnerabilidad nos define como humanos, a fin de cuentas: la muerte forma

parte de la vida. Pero en nuestra socie-dad, la experiencia de ese final de vida no siempre es buena y, en parte, esto se debe a la excesiva euforia que tenemos respecto de las posibilidades de la cien-cia y la técnica. Algunos llegan incluso a creer que, gracias a esas técnicas y ciencias, morirse antes de los 90 años es culpa de alguien, es una negligencia. A ello se añade que ese paciente eufó-rico respecto a las posibilidades tecno-científicas, no siempre tiene paciencia: no resiste ni el dolor, ni el sufrimiento y reclama, desde sus derechos, el deber de los profesionales que lo atienden de controlarlo todo.

Esta euforia y exigencia a los profe-sionales viene respaldada por una an-tropología y sociología que concibe al individuo como autosuficiente y, para la que la condición de dependencia, se ve y se vive como carga y, por tanto, como vergonzosa. Parte pues de la ma-la experiencia que hoy tenemos de las pérdidas es, en definitiva, que vivimos en una sociedad que se quiere indolora y que cree que puede con todo. Exi-gimos frecuentemente una seguridad tal, ante la contingencia de la vida, que los imprevistos indeseables nos dejan desconsolados y hasta inconsolables.

CUIDADOS. A pesar de que no siem-pre curamos, los cuidados continúan siendo esenciales. En el cuidar, el pa-radigma biomédico debe completarse con atención a los contextos: tanto social como psicológico. Nuestra so-ciedad, además, aunque ha incorpora-do a la mujer al mundo laboral, en las políticas del cuidar, no ha conseguido resolver las reivindicaciones feministas del sostenimiento de la vida. Ante es-ta dificultad de cuidar en la sociedad

contemporánea, los profesionales se ven doblemente exigidos: han de curar y cuidar, rápido, eficientemente y sin cargar a la familia con cuidados que no siempre puede o quiere asumir.

Dada la inevitabilidad de nuestra vul-nerabilidad y la falta de recursos mora-les para afrontarla, es fundamental que los profesionales estén preparados para acompañar a los pacientes y familiares en la aceptación de los límites y las pér-didas. En esos momentos tan delica-dos, los profesionales pueden y deben ayudar mucho.

Para empezar, no generando ni espe-ranzas infundadas, ni silencios patológi-cos cuando el paciente o los familiares necesitan hablar. Cuando técnicamente, lo mejor que se puede hacer es dejar de hacer, aparecen los otros aspectos del cuidar: acompañar a saber poner fin a la biografía cuando la biología ya lo va poniendo por su cuenta.

No siempre depende de uno cómo progresa la enfermedad, pero cómo acabar la propia historia sí depende de nosotros. Las políticas del recono-cimiento nos hablan de eso. Una vida buena hasta el final pasa por poder na-rrar un relato de sentido.

FORMACIÓN. Los profesionales, por tanto, tienen que saber acompañar a las personas, psicológica y socialmen-te, a través del proceso de enfermar, perder capacidades y, al final, la vida. Los profesionales no solo deben saber adecuarse a las necesidades de cada persona, sino también saberla acom-pañar en ese proceso de reconstruir su vida para que pueda, el que se va, irse bien, y los que se quedan, continuar bien a pesar de la pérdida.

La adecuación de los cuidados con-siste en poner en el centro a la persona, con sus allegados, sabiendo que todo lo que se haga no es fútil, ni maleficente, ni paternalista.

Ello comporta la necesidad de for-marse en el acompañamiento psicoso-cial y espiritual. En estas materias uno no puede dar lo que no tiene, y difícil-mente, pueda tener, si alguien no se lo ha dado o no le ha mostrado el camino para llegar. Los profesionales deben tra-bajarse ellos mismos estas cuestiones, pero deben atender las necesidades del paciente y a su familia, no proyectar su propia espiritualidad. El silencio y el sa-ber estar receptivo: a veces son ellos los que deben ser pacientes a la llamada. Deben prevenir la fatiga por compasión, encontrando la forma de saber contener el dolor de los otros al mismo tiempo que drenar el suyo.

CONCLUSIÓN. En definitiva, ser pro-fesional del cuidar, en los momentos tan delicados del final de vida y del duelo, no es hoy solo una cuestión técnica, im-plica también conocimientos y actitudes éticas. Los profesionales deben trabajar, pero también trabajarse. Así pues, más allá de éticas de corrección deontológi-ca, de respeto a los derechos y de cum-plimento de deberes, de cuidados por la fragilidad y de rendir cuentas de las consecuencias; necesitamos modular

las maneras de ser, lo que los antiguos llamaban virtudes, es decir, disposicio-nes del carácter. Estas se adquieren en el entorno comunitario, con profesiona-les de referencia que predican con el ejemplo. Se aprende a cuidar, cuidando y con el ejemplo de otros. Se aprende a cuidar haciendo e imitando, a fuerza de voluntad, pero también en el seno de una comunidad que reconoce el buen hacer, el buen servir, el saber estar.

Tenemos la suerte de contar con profesionales muy conscientes de la necesidad de formarse en estas nece-sidades de atender el final de la vida y acompañar en las pérdidas. Procuran que los que se marchan vivan bien has-ta el final, reconciliados consigo mismos y con su familia. Y buscan que los que se quedan estén reconciliados con la despedida que tuvieron y la vivencia que se narraron. Jaime Gil de Biedma lo sabía: “Mueren en paz los que han amado mucho”. Han amado la vida y por eso dejan bien su lugar a otros, y así sucesivamente.M

Begoña RománPresidenta del Comité de Ética de

Servicios Sociales de Catalunya

bExiste una exigencia a los profesionales de la salud de ser capaces de curar y controlar

LAS CLAVES

bUna buena vida hasta el fi nal pasa por poder narrar un relato de la propia historia con sentido

bSe aprende a cuidar, cuidando, pero, también siguiendo el ejemplo de otros compañeros

LOS PROFESIONALES AYUDAN

Los avances científicos hacen que curar ya no sea la única prioridad para un profesional. En los últimos tiempos, cuidar se ha vuelto indispensable, dignificando el final de vida de los que se marchan y ayudando a los que se quedan

Cómo acaba nuestra historia de vida depende de nosotros

d“La primera pista de que la muerte es positiva y meramen-te transformadora, me la propor-cionó la muerte de mi padre, de suavidad octogenaria. Al morir, mi padre empezó a mirar la ciudad a través de mis ojos (ése fue el úni-co cambio que noté en la ciudad al morir). Es decir, que empecé a ver lo que él siempre había visto, sin habérmelo confesado.

Que mi padre empezara a ver la ciudad a través de mis ojos quiere decir con exactitud que de pronto mi padre se apoderaba de mi mi-rada, después de muerto, y empe-zaba a mirar a través de mí mien-tras yo observaba su mirar.

“He visto la parte positiva de la muerte” POR Fernando Fernández Martorell

REFLEXIONES

Y así, jamás lo amé tanto como cuando, después de muerto, em-pezó a usar mis ojos para mirar por fi n sin riesgo ni cuidado. Tran-quilo y resguardado (por mí). Por medio de su muerte, mi padre ha-bía entrado en mí y había por fi n aparecido realmente, más prísti-no que nunca, en mí. Yo me había transformado en algún sentido o plano o pliegue en parte de él, al asumirlo por su muerte, y su fanta-sía había aparecido en mí (y es que únicamente eso es, en verdad, un fantasma)”.

Fernando Fernández Martorell, nacido en 1943, es un escritor que destaca por ser junto a John Ri-

chardson y Paulo Coelho, uno de los principales representantes de la novela iniciática.

Este tipo de novela se carac-teriza por apoyarse en la antigua tradición unánime, buscando una mejora personal individual en la que se subraya frente al lector la magia doméstica y el esoterismo cotidiano que nos rodean cons-tantemente sin que lo advirtamos ni coticemos. Una de las obras más reconocidas de Fernández Martorell es ‘Brillante en lo Invisi-ble (Historia de una Iniciación)’.

...los dragones de Komodo... d...pueden comerse a los muertos? El dragón de Komodo habita en algunas islas de Indonesia central. Es el lagarto de mayor tamaño del mundo, con una longitud que va de los dos a los tres metros y tiene un peso de unos 70 kilos. Una especie particular, que atrae a muchos turistas, y que no está exenta de un ataque potencialmente mortífero. Además, su condición de carroñeros, provoca que los habitantes que comparten isla con los dragones, entierren a sus muertos en tumbas de piedra y arcilla para evitar que puedan comerse los restos humanos.

dEn 2017 la Fundación Mémora ha realizado más de 120 Aulas Mémora, charlas divulgativas dirigidas a toda la población en general, y a las personas mayores especialmente, para abordar distintas temáticas sobre el final de vida.

...Hans Christian Andersen...d...quedó impresionado por el cementerio del Poblenou? En 1862, Hans Christian Andersen, autor de La Sirenita, estuvo en Barcelona. Durante su estancia, visitó el cementerio del Poblenou, causándole una gran sorpresa. En su crónica Viaje por España, muestra su sorpresa por los pasillos repletos de nichos dispuestos en pisos: “Una ciudad amurallada habitada solo por muertos y con los guardianes que se alojaban en la portería como únicos seres vivos”.

d Electium, el innovador servicio para planificar el funeral en vida, impulsa un Premio de Jóvenes Talentos en el Cine.

¿Sabías que...?

...en Japón...d...hay un problema con el envejecimiento de la población? En 2024, 1 de cada 3 japoneses tendrá más de 65 años. Lo que significa que en 2039 no habrá suficientes crematorios. Solo en 2016, murieron 1,3 millones de personas en Japón. La falta de espacio en los crematorios ya se empieza a notar, y están surgiendo alternativas desde la industria funeraria nipona. Por ejemplo, han aparecido los Hotel Relation, unos hoteles donde los familiares pueden despedirse de sus seres queridos mientras esperan que haya un crematorio disponible. En las habitaciones hay pequeños altares y plataformas en los que colocar los ataúdes.

dMémora ofrece la posibilidad de crear una joya, en oro o plata, y en cinco formas disponibles (trébol, corazón, cruz, estrella y rectángulo) con la huella dactilar de su ser querido.

...el entierro de Victor Hugo...d...ha sido uno de los más multitudinarios de Francia? Victor Hugo fue uno de los protagonistas de la caída de Napoleón. Tal condición le valió el respeto y la estima de la sociedad francesa. Tras su muerte, se realizó un funeral de Estado. El féretro fue expuesto en el Arco de Triunfo, soldados a caballo velaron la capilla ardiente, más de 40.000 personas pasaron a despedirse del poeta, y 2 millones salieron a las calles. Fue enterrado en el Panteón, donde también descansan Émile Zola y Alejandro Dumas.

LAURA GUERRERO

© El Periódico de Catalunya. Todos los derechos reservados.Esta publicación es para uso exclusivamente personal y se prohíbe su reproducción, distribución, transformación y uso para press-clipping.

Páginas especialesJUEVES

21 DE DICIEMBRE DEL 2017 el Periódico 54 Páginas especialesJUEVES

21 DE DICIEMBRE DEL 2017 el Periódico

Cuidados. Begoña Román, presidenta del Comité de Ética de Servicios Sociales de Catalunya.

T odas las vidas tienen un final. Nuestra vulnerabilidad nos define como humanos, a fin de cuentas: la muerte forma

parte de la vida. Pero en nuestra socie-dad, la experiencia de ese final de vida no siempre es buena y, en parte, esto se debe a la excesiva euforia que tenemos respecto de las posibilidades de la cien-cia y la técnica. Algunos llegan incluso a creer que, gracias a esas técnicas y ciencias, morirse antes de los 90 años es culpa de alguien, es una negligencia. A ello se añade que ese paciente eufó-rico respecto a las posibilidades tecno-científicas, no siempre tiene paciencia: no resiste ni el dolor, ni el sufrimiento y reclama, desde sus derechos, el deber de los profesionales que lo atienden de controlarlo todo.

Esta euforia y exigencia a los profe-sionales viene respaldada por una an-tropología y sociología que concibe al individuo como autosuficiente y, para la que la condición de dependencia, se ve y se vive como carga y, por tanto, como vergonzosa. Parte pues de la ma-la experiencia que hoy tenemos de las pérdidas es, en definitiva, que vivimos en una sociedad que se quiere indolora y que cree que puede con todo. Exi-gimos frecuentemente una seguridad tal, ante la contingencia de la vida, que los imprevistos indeseables nos dejan desconsolados y hasta inconsolables.

CUIDADOS. A pesar de que no siem-pre curamos, los cuidados continúan siendo esenciales. En el cuidar, el pa-radigma biomédico debe completarse con atención a los contextos: tanto social como psicológico. Nuestra so-ciedad, además, aunque ha incorpora-do a la mujer al mundo laboral, en las políticas del cuidar, no ha conseguido resolver las reivindicaciones feministas del sostenimiento de la vida. Ante es-ta dificultad de cuidar en la sociedad

contemporánea, los profesionales se ven doblemente exigidos: han de curar y cuidar, rápido, eficientemente y sin cargar a la familia con cuidados que no siempre puede o quiere asumir.

Dada la inevitabilidad de nuestra vul-nerabilidad y la falta de recursos mora-les para afrontarla, es fundamental que los profesionales estén preparados para acompañar a los pacientes y familiares en la aceptación de los límites y las pér-didas. En esos momentos tan delica-dos, los profesionales pueden y deben ayudar mucho.

Para empezar, no generando ni espe-ranzas infundadas, ni silencios patológi-cos cuando el paciente o los familiares necesitan hablar. Cuando técnicamente, lo mejor que se puede hacer es dejar de hacer, aparecen los otros aspectos del cuidar: acompañar a saber poner fin a la biografía cuando la biología ya lo va poniendo por su cuenta.

No siempre depende de uno cómo progresa la enfermedad, pero cómo acabar la propia historia sí depende de nosotros. Las políticas del recono-cimiento nos hablan de eso. Una vida buena hasta el final pasa por poder na-rrar un relato de sentido.

FORMACIÓN. Los profesionales, por tanto, tienen que saber acompañar a las personas, psicológica y socialmen-te, a través del proceso de enfermar, perder capacidades y, al final, la vida. Los profesionales no solo deben saber adecuarse a las necesidades de cada persona, sino también saberla acom-pañar en ese proceso de reconstruir su vida para que pueda, el que se va, irse bien, y los que se quedan, continuar bien a pesar de la pérdida.

La adecuación de los cuidados con-siste en poner en el centro a la persona, con sus allegados, sabiendo que todo lo que se haga no es fútil, ni maleficente, ni paternalista.

Ello comporta la necesidad de for-marse en el acompañamiento psicoso-cial y espiritual. En estas materias uno no puede dar lo que no tiene, y difícil-mente, pueda tener, si alguien no se lo ha dado o no le ha mostrado el camino para llegar. Los profesionales deben tra-bajarse ellos mismos estas cuestiones, pero deben atender las necesidades del paciente y a su familia, no proyectar su propia espiritualidad. El silencio y el sa-ber estar receptivo: a veces son ellos los que deben ser pacientes a la llamada. Deben prevenir la fatiga por compasión, encontrando la forma de saber contener el dolor de los otros al mismo tiempo que drenar el suyo.

CONCLUSIÓN. En definitiva, ser pro-fesional del cuidar, en los momentos tan delicados del final de vida y del duelo, no es hoy solo una cuestión técnica, im-plica también conocimientos y actitudes éticas. Los profesionales deben trabajar, pero también trabajarse. Así pues, más allá de éticas de corrección deontológi-ca, de respeto a los derechos y de cum-plimento de deberes, de cuidados por la fragilidad y de rendir cuentas de las consecuencias; necesitamos modular

las maneras de ser, lo que los antiguos llamaban virtudes, es decir, disposicio-nes del carácter. Estas se adquieren en el entorno comunitario, con profesiona-les de referencia que predican con el ejemplo. Se aprende a cuidar, cuidando y con el ejemplo de otros. Se aprende a cuidar haciendo e imitando, a fuerza de voluntad, pero también en el seno de una comunidad que reconoce el buen hacer, el buen servir, el saber estar.

Tenemos la suerte de contar con profesionales muy conscientes de la necesidad de formarse en estas nece-sidades de atender el final de la vida y acompañar en las pérdidas. Procuran que los que se marchan vivan bien has-ta el final, reconciliados consigo mismos y con su familia. Y buscan que los que se quedan estén reconciliados con la despedida que tuvieron y la vivencia que se narraron. Jaime Gil de Biedma lo sabía: “Mueren en paz los que han amado mucho”. Han amado la vida y por eso dejan bien su lugar a otros, y así sucesivamente.M

Begoña RománPresidenta del Comité de Ética de

Servicios Sociales de Catalunya

bExiste una exigencia a los profesionales de la salud de ser capaces de curar y controlar

LAS CLAVES

bUna buena vida hasta el fi nal pasa por poder narrar un relato de la propia historia con sentido

bSe aprende a cuidar, cuidando, pero, también siguiendo el ejemplo de otros compañeros

LOS PROFESIONALES AYUDAN

Los avances científicos hacen que curar ya no sea la única prioridad para un profesional. En los últimos tiempos, cuidar se ha vuelto indispensable, dignificando el final de vida de los que se marchan y ayudando a los que se quedan

Cómo acaba nuestra historia de vida depende de nosotros

d“La primera pista de que la muerte es positiva y meramen-te transformadora, me la propor-cionó la muerte de mi padre, de suavidad octogenaria. Al morir, mi padre empezó a mirar la ciudad a través de mis ojos (ése fue el úni-co cambio que noté en la ciudad al morir). Es decir, que empecé a ver lo que él siempre había visto, sin habérmelo confesado.

Que mi padre empezara a ver la ciudad a través de mis ojos quiere decir con exactitud que de pronto mi padre se apoderaba de mi mi-rada, después de muerto, y empe-zaba a mirar a través de mí mien-tras yo observaba su mirar.

“He visto la parte positiva de la muerte” POR Fernando Fernández Martorell

REFLEXIONES

Y así, jamás lo amé tanto como cuando, después de muerto, em-pezó a usar mis ojos para mirar por fi n sin riesgo ni cuidado. Tran-quilo y resguardado (por mí). Por medio de su muerte, mi padre ha-bía entrado en mí y había por fi n aparecido realmente, más prísti-no que nunca, en mí. Yo me había transformado en algún sentido o plano o pliegue en parte de él, al asumirlo por su muerte, y su fanta-sía había aparecido en mí (y es que únicamente eso es, en verdad, un fantasma)”.

Fernando Fernández Martorell, nacido en 1943, es un escritor que destaca por ser junto a John Ri-

chardson y Paulo Coelho, uno de los principales representantes de la novela iniciática.

Este tipo de novela se carac-teriza por apoyarse en la antigua tradición unánime, buscando una mejora personal individual en la que se subraya frente al lector la magia doméstica y el esoterismo cotidiano que nos rodean cons-tantemente sin que lo advirtamos ni coticemos. Una de las obras más reconocidas de Fernández Martorell es ‘Brillante en lo Invisi-ble (Historia de una Iniciación)’.

...los dragones de Komodo... d...pueden comerse a los muertos? El dragón de Komodo habita en algunas islas de Indonesia central. Es el lagarto de mayor tamaño del mundo, con una longitud que va de los dos a los tres metros y tiene un peso de unos 70 kilos. Una especie particular, que atrae a muchos turistas, y que no está exenta de un ataque potencialmente mortífero. Además, su condición de carroñeros, provoca que los habitantes que comparten isla con los dragones, entierren a sus muertos en tumbas de piedra y arcilla para evitar que puedan comerse los restos humanos.

dEn 2017 la Fundación Mémora ha realizado más de 120 Aulas Mémora, charlas divulgativas dirigidas a toda la población en general, y a las personas mayores especialmente, para abordar distintas temáticas sobre el final de vida.

...Hans Christian Andersen...d...quedó impresionado por el cementerio del Poblenou? En 1862, Hans Christian Andersen, autor de La Sirenita, estuvo en Barcelona. Durante su estancia, visitó el cementerio del Poblenou, causándole una gran sorpresa. En su crónica Viaje por España, muestra su sorpresa por los pasillos repletos de nichos dispuestos en pisos: “Una ciudad amurallada habitada solo por muertos y con los guardianes que se alojaban en la portería como únicos seres vivos”.

d Electium, el innovador servicio para planificar el funeral en vida, impulsa un Premio de Jóvenes Talentos en el Cine.

¿Sabías que...?

...en Japón...d...hay un problema con el envejecimiento de la población? En 2024, 1 de cada 3 japoneses tendrá más de 65 años. Lo que significa que en 2039 no habrá suficientes crematorios. Solo en 2016, murieron 1,3 millones de personas en Japón. La falta de espacio en los crematorios ya se empieza a notar, y están surgiendo alternativas desde la industria funeraria nipona. Por ejemplo, han aparecido los Hotel Relation, unos hoteles donde los familiares pueden despedirse de sus seres queridos mientras esperan que haya un crematorio disponible. En las habitaciones hay pequeños altares y plataformas en los que colocar los ataúdes.

dMémora ofrece la posibilidad de crear una joya, en oro o plata, y en cinco formas disponibles (trébol, corazón, cruz, estrella y rectángulo) con la huella dactilar de su ser querido.

...el entierro de Victor Hugo...d...ha sido uno de los más multitudinarios de Francia? Victor Hugo fue uno de los protagonistas de la caída de Napoleón. Tal condición le valió el respeto y la estima de la sociedad francesa. Tras su muerte, se realizó un funeral de Estado. El féretro fue expuesto en el Arco de Triunfo, soldados a caballo velaron la capilla ardiente, más de 40.000 personas pasaron a despedirse del poeta, y 2 millones salieron a las calles. Fue enterrado en el Panteón, donde también descansan Émile Zola y Alejandro Dumas.

LAURA GUERRERO

© El Periódico de Catalunya. Todos los derechos reservados.Esta publicación es para uso exclusivamente personal y se prohíbe su reproducción, distribución, transformación y uso para press-clipping.

6 Páginas especialesJUEVES

21 DE DICIEMBRE DEL 2017 el Periódico

dHablamos mucho de emociones, pero aún no las comprendemos. Como seres humanos, debemos conocerlas mejor y aprender a transformarlas en sensibilidad. Porque, como señala la autora, la transformación que le hace falta al mundo no será fruto únicamente de mentes brillantes.

Necesitamos, también, corazones abiertos y miradas libres de miopías emocionales. En el futuro, las mejores decisiones serán obra de personas con sensibilidad exquisita.

Con un texto que nos acaricia delicadamente por dentro y nos va calando como lluvia fina, la autora nos guía desde las emociones hasta la sensibilidad.

dBajo el concepto del último acto de amor, el cortometraje explica las decisiones de un abuelo sobre cómo quiere que su familia lo recuerde una vez haya fallecido.

La máquina del tiempo es el resultado final del guion cinematográfico elaborado y presentado por Lucía Laguna, una joven de 22 años, que resultó ganador de la I Edición de los Premios Electium de Apoyo a Jóvenes Talentos en el Cine. La historia de Benito, que decidió tal y como él quería realizar su último acto de amor, se encuentra en la página web de Electium (www.electium.es). Un apasionante viaje en el tiempo basado en el amor.

d La muerte de un ser querido, en particular cuando es traumática, supone un desafío de gran envergadura que puede invadir a los afectados incluso después de que el impacto emocional de la pérdida se haya desvanecido. Aprender de la pérdida ofrece una nueva perspectiva sobre el duelo a las personas que han sufrido alguna pérdida y a los profesionales que deben y pueden ayudarlas. Se trata de un texto tan apasionante en su aspecto emocional como en el teórico. Incluye una lista de recursos como libros, organizaciones y sitios en internet que permiten profundizar en los temas que trata.

LITERATURA

CINE

LITERATURA

Decisiones sensibles

El recuerdo familiar

Extraer lo positivo

La belleza de sentirEva BachPLATAFORMA, 201417,00 €

La máquina del tiempoLucía Laguna13 minutos, 2017

Aprender de la pérdidaRobert A. NeimeyerEditorial Booket, 20079,95 €

RECOMENDACIONESPOR Lluís Muñoz

Confesión. lnscripción en hébreo en una lápida de piedra de un cementerio judío.

Lluís Muñoz II MONOGRÁFICOS

Se estima que hay más de 14 millones de judíos repartidos por todo el mundo. La Aso-ciación Unesco para el Diálogo

Interreligioso (Audir) ofrece una guía so-bre celebraciones funerarias religiosas en la que ha participado Bet Shalom, la Comunidad Judía Progresista de Barce-lona. Es importante destacar que el Ju-daísmo considera la muerte como algo natural e incluso se dice que el Shabat es un recordatorio de los dos mundos: este y el venidero.

MUERTE. En la religión judía, cuan-do una persona está ante el final de sus días es un mandamiento ir a visitar al enfermo para reconfortarle y darle consuelo. En esos últimos momentos, además, el enfermo ha de confesar sus pecados y recitar el Shemá.

Cuando llega la muerte, el primer acto es que los familiares del difunto reciten el Tziduk Hadin, es decir, la justificación de la sentencia divina. Posteriormente se prepara el cuerpo, sin dejarlo nunca solo. En muchas comunidades hay una institución voluntaria, la Jevrá Kadisha que se encarga de cuidar, velar y pre-parar los cuerpos. Es muy importante que se trate el cuerpo con respeto, por lo que se lava con cuidado, se seca, se viste de manera sencilla con una cami-sa blanca y se cubre con una sábana blanca, poniendo sobre la espalda el talit que el difunto usó en vida. El ataúd ha de ser sencillo y se suele agujerear la base para que el difunto entre en con-tacto con la tierra. Es indispensable que todo el proceso sea sencillo para que la muerte sea igual para todos.

FUNERAL. El oficiante del funeral puede ser tanto un rabino como un hazan, sin embargo, la ley judía permite que cualquier judío adulto con conoci-mientos de liturgia pueda practicar el oficio. Cuando un familiar se entera de la muerte de un ser querido es habitual desgarrarse la ropa. Si el fallecido es la madre o el padre se desgarra el lado derecho; para cualquier otro pariente, el lado izquierdo. En el judaísmo progre-sista se corta una cinta negra prendida de la solapa del doliente.

En la capilla o en la sinagoga, se pro-cede con la liturgia de los salmos, las oraciones y el elogio del difunto. Duran-te el entierro, se recita el kadish, se baja el ataúd a la tumba y antes de cerrarla se tira tierra sobre la caja para aceptar la muerte.

DUELO. El duelo en el judaísmo se di-vide en diferentes periodos: el Aninut, periodo entre la muerte y el entierro, en

el que hay que encargarse del fallecido y del entierro; el Shivá son los primeros siete días de duelo, en los que se ce-lebra un servicio religioso diario en re-cuerdo del difunto; el Sheloshim, son los 30 días después del entierro; el Avelut son los 12 meses después del entierro; y el Yahrzeit es el aniversario, en el que se enciende una vela durante 24 horas. Cabe destacar que cuando se visita la tumba de un difunto se deja un piedra sobre la lápida como recordatorio.

MÁS ALLÁ. El más allá en el judaís-mo tiene distintas interpretaciones. Para muchos judíos la vida es para los vivos y la religión solo se centra en lo que se ha de hacer en este mundo. Pero también hay visiones que incluyen vida después de la muerte como el Sheol, una especie de descenso a la tumba, donde el difunto se reencuentra con los familiares; la resurrección del cuerpo; o la reencarnación.

Es destacable que muchos pensado-res judíos no creen que haya evidencia verificable del más allá, sino que al-canzamos la inmortalidad a través de la biología, de nuestra influencia y de nuestras acciones.M

Audir y Mémora colaboran en la elaboración de la guía de celebraciones funerarias en las distintas confesiones

La aceptación de la muerte en la religión judía

dTorá: Texto que contiene la base del judaísmodTalmud: Obra con discusiones sobre leyes judíasdKadish: Rezo principal judíodShemá: Una de las principales plegarias judíasdKavod ha-met: Respeto por el difuntodMitzvá: MandamientodBikur Holim: EnfermodVidui: PecadosdTahará: Purifi cacióndTajirim: sábana blancadTalit: Chal religioso judíodKeriá: Desgarro de la ropa dAvel: DolientesdBaruj Atá Adonai, Elohenu Melej Ha-Olam, Dayan Ha-Emet: Bendito sea el Eterno, Dios nuestro, Rey del Universo, el Juez Justo

Algunas oraciones

RELIGIÓN

© El Periódico de Catalunya. Todos los derechos reservados.Esta publicación es para uso exclusivamente personal y se prohíbe su reproducción, distribución, transformación y uso para press-clipping.

Páginas especialesJUEVES

21 DE DICIEMBRE DEL 2017 el Periódico 7

Transmitir. Mémora impulsa charlas de gestión emocional para la comunicación de malas noticias.

Lluís Muñoz II MONOGRÁFICOS

E strenada en 2015, Inside Out es una película de Pixar que consiguió el Oscar a la Mejor Película de Animación, con

una gran aclamación tanto en el públi-co como en la crítica. El filme empezó a desarrollarse en 2009 después de que su director, Pete Docter empezará a ver cambios en la personalidad de su hija. Para el guion consultó a numerosos psicólogos y neurólogos, entre los que destaca Dacher Keltner de la Universi-dad de California en Berkeley, quien le ayudó a revisar la historia y enfatizar en el texto que las emociones humanas se reflejan en las relaciones interpersona-les. En la película, la protagonista, Riley, experimenta todo tipo de sentimientos incluida la tristeza, y tiene que apren-der a convivir con ellos. Inside Out es el reflejo de un cambio social y educa-cional, en el que la gestión emocional se convierte en un elemento clave para obtener sociedades más empáticas y con un mayor grado de comunicación.

Mémora, en su compromiso con la sociedad, hace pedagogía en todo tipo de temas de salud con sus talleres. En sus Espacios de Apoyo ha organizado charlas sobre la gestión de las propias emociones por parte de los profesio-nales que han de dar malas noticias. El conferenciante de estas charlas es Toni Bardera, profesor de comunicación y habilidades sociales, especializado en formación laboral del ámbito asistencial y sanitario. “La formación emocional es imprescindible para los profesio-nales de la salud. No solo tienen que aprender a dar malas noticias, sino que han de preocuparse de ellos mis-mos, para poder seguir una buena estrategia. Cuando un profesional no tiene una buena comunicación, no es porque le cueste gestionar las emociones del paciente, sino las pro-pias”, afirma Bardera.

Contar con una buena educación emocional es sinónimo de tranquilidad vital. No es posible aprender a hablar al otro si no conversamos primero con nosotros mismos. Según Bardera, “es habitual que haya casos de profesio-nales que sienten un gran malestar al comunicar una defunción a la fami-lia o un proceso terminal al paciente. Pero ese sentimiento no significa que sea un mal profesional ni que lo esté haciendo mal, simplemente es una persona empática, delante de un ser humano, y en ese proceso asertivo, se siente a disgusto al dar la noticia y quiere que el tiempo pase rápido”.

RESPONSABILIDAD. La charla de Toni Bardera trata de explorar los entresijos de las emociones humanas

mediante técnicas de control. Esta for-mación en profesionales de la salud es importante, porque tienen una gran res-ponsabilidad social. “Mi objetivo con el curso es que sean conscientes de que no hay herramientas de autoa-nálisis perfectas en un organismo tan imperfecto como el nuestro. Por lo tanto, las emociones no siempre son orientativas para saber si se es-tá haciendo bien o mal. Se puede comunicar bien y estar incómodo, y se puede comunicar mal y sentirse bien”, expresa Bardera.

Una vez se consigue un buen dominio de las emociones propias es más senci-llo adaptarse a las necesidades del otro. Eso sí, nunca será lo mismo decirle a un paciente que entra en un proceso terminal, que explicar a una persona el motivo por el cual su ser querido ha entrado en urgencias. “Los familiares necesitan que se les explique todo el proceso. Quieren saber todos los detalles para ponerse al día y es im-portante contestar a sus preguntas. Por su parte, el paciente necesita la información clarificada y será él quien decida hasta dónde quiere

TALLER

Gestión emocional para comunicar malas noticias

Mémora se preocupa por los profesionales y ofrece charlas de formación en sentimientos

b No existen herramientas de autoanálisis perfectas en un organismo imperfecto

b

escuchar, a pesar de que la familia no esté de acuerdo”, opina el experto.

EDUCACIÓN. Muchos profesiona-les han tenido que buscarse fórmulas y estrategias propias para afrontar la comunicación de malas noticias en el ámbito de la salud. Una falta de recur-sos educativos que puede generar que se arrastre el problema en el tiempo. “Si no se tratan las emociones, no te acostumbrarás nunca al estrés de comunicar malas noticias. Aun-que hay profesionales que se imper-meabilizan, otros, cuanto más tiempo llevan, peor lo pasan, sufriendo un proceso de hiperreacción, por falta de herramientas”, cuenta Bardera, quien cree que si se trabajasen lo sufi-ciente las emociones no existirían tantos formadores en la materia.

Un problema que se puede solucionar de raíz. La educación es clave: “Estas carencias son fruto de la poca pre-sencia de la educación emocional, no solo en las facultades, también en las escuelas. Tenemos que dar recursos de gestión emocional a las genera-ciones actuales”, concluye Bardera.M

La programación neurolingüística (PNL) estudia la relación entre el len-guaje y nuestro comportamiento cotidiano y cómo la programación co-municativa personal condiciona nuestra vida.

El método entiende la conducta humana como una experiencia sub-jetiva y aporta las técnicas específicas adecuadas para modificar o en-riquecer las percepciones limitadoras, con la intención de obtener un objetivo determinado.

Los creadores de la PNL son Richard Bandler y John Grinder, quienes en la década de los 70, establecieron que existe una conexión entre los procesos neurológicos, el lenguaje y los patrones de comportamiento aprendidos a través de la experiencia.

Los 10 principios de la PNL son:dEl mapa interior es único.dEl mejor mapa es el que ofrece más de un camino.dCada comportamiento tiene una intención positiva.dLa experiencia está formada por una estructura.dTodo el mundo posee la fuerza que necesita.dEl cuerpo y la mente forman parte de un mismo sistema.dEl significado de la comunicación depende del resultado.dNo existen fracasos: existen oportunidades.dSi algo no funciona: hay que intentarlo de otra forma.

Estrategias comunicativas

PROGRAMACIÓN NEUROLINGÜÍSTICA

© El Periódico de Catalunya. Todos los derechos reservados.Esta publicación es para uso exclusivamente personal y se prohíbe su reproducción, distribución, transformación y uso para press-clipping.

EntrevistasConoce a nuestros

entrevistados, referentes en su

ámbito y vinculados con la muerte.

EventosAccede al calendario de ����������������������

�������������colaboradores.

ÇMARÇ

Artículos������������������

������������������������������������������������

���������������������������

NoticiasInfórmate de las ���������������

relacionadas con el �������������

NEWS

*��������������������������������������������������������������������������������������������������������

Entra enmemora.es y accede al Área profesional

���������������������������������web especializada en el proceso ���������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������

Conoce el Área Profesional de Mémora

���������������������������

902 076 902 ������������������������ @�����������

����������������������������������

Puedes acceder y descargar las anteriores ediciones de Universo Mémora en:

www.elperiodico.com/monografi cos

UNIVERSO MÉMORAMONOGRÁFICO el Periódico

Consejos y buenas prácticas para combatir los excesos navideños. Moderación y ejercicio físico

El respeto a las diferentes confesiones en el final de la vida ayuda al equipo sanitario, a las familias y al paciente

Electium permite dejarlo todo solucionado antes de la defunción, ofreciendo tranquilidad a la familia

Algunas propuestas eficaces y saludables

Espiritualidad y atención

plurirreligiosa al final de la vida

UNIVERSO MÉMORAMONOGRÁFICO el Periódico

Consejos y buenas prácticas para donantes de órganos. Una forma altruista de ayudar a otras personas

La planificación en la sucesión permite ahorrar problemas futuros en el reparto entre los herederos

El buen descanso puede mejorar el rendimiento y alargar la vida. El 40% de la población ha sufrido insomnio

Algunas propuestas eficaces y saludables

Herencias y testamentos

UNIVERSO MÉMORAMONOGRÁFICO el Periódico

Consejos y buenas prácticas para las familias y el cuidado de los mayores. Evitar la deshidratación en verano

Los profesionales de la salud también tienen derecho a experimentar el duelo por sus propios pacientes

Compartir recuerdos genera una memoria colectiva de gran importancia para las sociedades

Algunas propuestas eficaces y saludablesCuidarse para cuidar

© El Periódico de Catalunya. Todos los derechos reservados.Esta publicación es para uso exclusivamente personal y se prohíbe su reproducción, distribución, transformación y uso para press-clipping.