mÓdulo 1: preparandonos para educar 2ª parte · poder ser aceptado por tu grupo, por lo cual el...
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MÓDULO 1:
PREPARANDONOS PARA
EDUCAR
2ª PARTE
Preparándonos para Educar
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ÍNDICE
1. LUCES Y SOMBRAS ................................ ............................................... 3
1.1 COMO CONECTAR CON NUESTRA PROPIA SOMBRA ....................... 7
1.1.1 ATENDER AL FEEDBACK DE LOS DEMÁS : ................................................... 7
1.1.2 ANALIZAR NUESTRAS PROPIAS PROYECCIONES : ........................................ 8
1.1.3 EXAMINAR NUESTROS “ LAPSUS”: ................................................ ........... 10
Preparándonos para Educar
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1. LUCES Y SOMBRAS
Cuento:
Un filósofo llevó a sus discípulos a una habitación oscura.
– ¿Qué ven? -les preguntó.
– Nada, maestro - le respondieron.
– La oscuridad es absoluta y no nos deja ver.
El filósofo dio una palmada y se encendieron al mismo tiempo mil lámparas
de intensa luz.
– ¿Qué ven ahora? - les preguntó otra vez.
– Nada, tampoco -dijeron los discípulos. – Esta luz cegadora nos impide
abrir los ojos para ver.
– Aprendan, pues, -les enseñó el maestro-, que ni en la luminosidad
absoluta ni en la completa oscuridad el hombre puede ver. Por eso estamos
hechos de luces y sombras, para podernos ver los unos a los otros.
- ¡Ay de aquél que no perdone la oscuridad que hay en el alma de su
hermano, no lo podrá ver y estará solo! – continuó.
- Y ¡ay de aquél que no busque poner luces en su oscuridad, pues a sí
mismo se perderá! -Así dijo el sabio.
Y concluyó:
- Estamos hechos de sombras. ¿Dónde mejor que en nosotros puede brillar
la luz?
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El término de Sombra, utilizado y difundido por Jung, intenta ser más
abarcador que el término «inconsciente», difundido por S. Freud.
Se refiere a las partes desconocidas de nuestra psique, la parte reprimida
de nuestra personalidad, los aspectos de nosotros mismos que nos resultan
difíciles de reconocer, ya que se encuentran en la cara oculta de nuestra
personalidad, en la sombra.
Nuestro mundo es bipolar o dual, todo en el Universo tiene su par
contrapuesto: luz y sombra, día y noche, arriba y abajo, duro y blando,
masculino y femenino, tierra y aire, positivo y negativo, dulce y salado,
hombre y mujer, etc. Nosotros también estamos formados por su parte
luminosa y su parte oscura que, aunque no la veamos, no significa que no
exista, nosotros somos esas luces y esas sombras.
Ésta es una de las tareas del ser humano, atravesar la vida terrenal en
busca de su propia sombra, para llevarla a la luz y caminar por el propio
sendero del autoconocimiento.
La sombra personal se desarrolla desde la infancia. Naturalmente nos
identificamos con ciertos aspectos, como la generosidad y la bondad, y al
mismo tiempo despreciamos los opuestos que, en este caso, serían el
egoísmo y la maldad, que pasarían a formar parte de nuestra sombra. De
esta manera, nuestra luz y nuestra sombra se van construyendo de forma
simultánea.
Un adulto se pasa los primeros 20 años de su vida tratando de construir su
propia personalidad de cara al mundo, y echando el resto al saco de la
sombra, y luego, si uno se da cuenta de la existencia de ese saco,
empezamos nuestra andadura del autoconocimiento, sacando y
La sombra está formada por un conjunto de pensamien tos y
sentimientos no aceptados y reprimidos, que forman parte de
nuestro SER.
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transmutando todo lo que hemos metido en el saco para ser personas
“sanas” y coherentes.
La creación de nuestra personalidad tiene lugar gracias a las influencias que
recibimos del exterior, las influencias que recibimos de nuestras familias, de
nuestros amigos, de la escuela, etc., todas están influencias van
conformando nuestra personalidad, y también van conformando nuestras
sombras, pues vamos echando en ella todo lo que se entiende que No está
bien, No es adecuado, o educado. En la sombra, puede haber de todo,
emociones contractivas o negativas (como ira, egoísmo), creencias, valores,
habilidades, etc.
Como hemos dicho anteriormente, es en nuestra tierna infancia cuando
nuestra sombra empieza a tejerse y se va formando con cada acto, gesto, o
sensibilidad del niño hacia su mundo.
Cuando nuestros padres nos riñen, cuando tenemos una rabieta, o cuando
pegamos a nuestro hermanito, o pintamos las paredes de colores, o
saltamos encima del sofá, o besamos a nuestro primer novio, etc., es ahí
cuando empezamos a echar al saco todo aquello que nos enseña que no
está bien.
Por ejemplo, cuando:
Tenemos una rabieta, echamos al saco nuestra ira.
Pegamos al hermanito, echamos al saco nuestra violencia.
Pintamos las paredes de colores, echamos al saco nuestra creatividad.
Saltamos encima del sofá, echamos al saco nuestra espontaneidad.
Besamos a nuestro primer novio, echamos al saco, la creencia de que
besar a un chico no está bien, podemos echar al saco una parte de
nuestra sexualidad.
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Estos son ejemplos y no quiere decir que cada una de estos ejemplos
conlleven ineludiblemente la creación de una sombra. Esto dependerá
mucho de la sensibilidad del niño.
Tampoco tenemos que obsesionarnos como padres o educadores en qué
hacer o no hacer para evitar la construcción de la sombra, ya que ésta es
inherente al Ser humano.
Lo que sí es importante para la educación de nuestros hijos o educandos y
para nosotros mismos también, es la auto observación. Ver que es aquello
por lo que reacciono ante una acción de nuestro hijo o alumno, y es ahí
donde podemos ver una parte de nuestra sombra y darle luz, que no es más
que tomar conciencia de ella. Esto ayudará a que el saco de nuestros niños
no esté tan lleno.
Cuando tenemos una buena relación con nuestra sombra, ésta deja de ser
un monstruo diabólico. Como señala Jung.
Cuando mantenemos una relación adecuada con la sombra, restablecemos
el contacto con las capacidades ocultas de nosotros mismos.
“ Descubrir la sombra nos permite está en el lugar co rrecto en el modo correcto ”.
Tim Robbins.
“ La sombra solo resulta peligrosa cuando no le prest amos la debida atención ”.
C. Jung.
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3.1. ¿CÓMO CONECTAR CON NUESTRA PROPIA SOMBRA?
Como afirma el filósofo Ken Wilber , “lo que amamos o aborrecemos de los
demás, no son más que cualidades de nuestra propia sombra”, esto nos da
pistas sobre como reconocer nuestra propia sombra.
Existen diferentes formas de dar luz a nuestra sombra, de conocer cuáles
son los aspectos que la componen. Sólo por el simple hecho de observarla,
ya estamos tomando conciencia y la estamos sacando de su oscuridad para
pasar a la luz de la conciencia.
1.1 COMO CONECTAR CON NUESTRA PROPIA SOMBRA
1.1.1 Atender al feedback de los demás:
Atender a las “criticas” de nuestro entorno más cercano, el que más nos
conoce.
El trabajo con la sombra nos permite:
1. Aumentar nuestro autoconocimiento, y por lo tanto aceptarnos tal
y como somos, de una manera más completa.
2. Encauzar adecuadamente nuestras emociones negati vas o
contractivas , que irrumpen espontáneamente en nuestra vida
cotidiana y no sabemos a que es debido.
3. Liberarnos de la culpa y de la vergüenza, asociada a
determinadas emociones o acciones, negativas o contractivas, que
nos embargaban desmesuradamente.
4. Mejorar nuestras relaciones con nosotros mismos y con los
demás, mediante la autoobservación.
5. Reconocer las proyecciones que tiñen nuestra opinión de los
demás.
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Cómo nos ven los demás, nos da mucha información sobre nosotros mismo.
Además si aquello que nos dicen, de ningún modo lo reconocemos en
nosotros mismos y reaccionamos dándole una importancia exagerada, de
forma que nos afecta emocionalmente, es cuando tenemos que estar
atento, porque entonces seguramente esas “criticas” atisban cualidades de
nuestra propia sombra.
Ejemplo:
Si un hermano tuyo te dice que en tal situación actuaste de forma egoísta y
tú te enfadas, porque para nada piensas que eres egoísta sino todo lo
contrario, dándole una importancia exagerada de forma que te afecta
emocionalmente, entonces has de tener en cuenta que aquí se asoma una
cualidad de tu sombra.
Seguramente de pequeño metiste en el saco de la sombra el egoísmo para
poder ser aceptado por tu grupo, por lo cual el egoísmo es parte de tu
sombra y no tienes conciencia de ello, pero resulta que de vez en cuando tu
sombra actúa por sí misma y aflora.
1.1.2 Analizar nuestras propias proyecciones :
Las proyecciones pueden ser positivas o negativas, por tanto consiste en
analizar aquello que nos agrada o nos desagrada de los demás, ya que
aquello que nos agrada o desagrada de los demás forma, muchas veces,
parte de nuestras sombras.
Las proyecciones negativas son aquellos atributos que nos desagradan de
los demás. Y esto que nos desagrada en los demás es lo que realmente nos
desagrada de nosotros mismos.
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Ejemplo:
Si te desagrada muchísimo, hasta resultarte casi violento, observar como
una madre grita y pega a su hija, seguramente tendrás que analizar más
detalladamente tu propia conducta para ver en qué medida eres así con tus
hijos.
Ejemplo:
O si te molesta de forma excesiva cuando la gente conduce como loca y se
salta algún semáforo, tendrías que analizar tu propia conducta y eso que
tanto te molesta puede ser porque también lo hayas hecho y detestes de ti
mismo. O al contrario, no lo haces pero en tu fuero interno te gustaría
hacerlo.
Existen otros tipos de proyecciones:
Las proyecciones positivas:
A las proyecciones positivas se le llaman la Sombra Dorada :
Consiste en aquellos atributos que te agradan de los demás de forma
exagerada. Por lo tanto, si te agrada algo de una persona de forma que lo
admiras, es que eso que tanto admiras forma parte de ti, también lo tienes tú,
pero que seguramente por alguna razón en tu infancia lo metiste en la
sombra.
Ejemplo:
Si te agrada de alguien su espontaneidad, ten por seguro que tú también
posees esa espontaneidad, pero está en tu sombra, solo tienes que tomar
conciencia de ello y darle luz.
Muchas personas metemos estos atributos fantásticos en la sombra porque
cuando eramos pequeños no nos sirvieron en algún momento.
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Ejemplo:
Un niño que era muy espontáneo y todo el tiempo intervenía en clase y
levantaba la mano. Un día el profesor lo tachó de pesado, todos los niños se
rieron en ese momento, y el cómo acto de ser aceptado, metió su
espontaneidad en la sombra.
Para evitar que los niños metan sus “dones” en la sombra, es importante
hablar de lo que les ha pasado, que nos cuenten su experiencia y lo que
sintieron en ese momento.
Si no saben ponerle nombre a ese sentimiento, es importante que tú lo
expreses por él.
Por ejemplo, en este caso se le puede decir: “entiendo, te sentiste
avergonzado”.
El simple hecho de hablar de ello y ponerle un nombre a ese sentimiento
hace que el niño no guarde esos atributos en la sombra, o al menos sirve
para ir dándole luz.
1.1.3 Examinar nuestros “lapsus”:
Entendemos como lapsus aquello que no quisimos decir o que hemos dicho
sin querer. Aquí nos damos cuenta como la conciencia es la que propone, la
que intenta controlar, pero es la sombra la que dispone.
A veces también se encuentra sentimientos positivos como: amor,
deseo, sinceridad, que no han podido ser expresados , algunas
veces, por miedo, pudor, indecisión, etc., e inclus o, un “te quiero”
atragantado que no consigue ver la luz y acaba en n uestra sombra.
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Ejemplo:
Un chico le cuenta a su amigo que va a dejar los estudios para prepararse
para ser bombero, el amigo, le felicita diciéndole:
“¡Qué bien, seguro que será una gran estupidez!”.
Aquí lo que él quiso decir es:
“Qué bien, seguro serás un gran bombero”.
Pero realmente su inconsciente piensa que es una estupidez lo que va a
hacer.
Esto nos da muchas pistas de lo que realmente pensamos de las
situaciones, ya que nuestra sombra aflora cuando nos pilla desprevenido.
Existen también lapsus de conductas, que son bastantes reveladores, ya
que la persona que los comete no encuentra explicación para lo que ha
hecho y revela una personalidad que uno mismo no se asigna.
Ejemplos:
Una chica que se siente incómoda ante la presencia de hombres, va a
una fiesta y coquetea con todos los hombres, pero ella no es consciente
de su propio coqueteo.
O alguien se quiere presentar a un grupo de amigos con la intención de
caer bien, y resulta que a todos les ha parecido muy sarcástico.
El proceso de abrazar nuestra sombra es un proceso de humildad. Esta
humildad nos hace reconocer en nosotros esos aspectos negativos que
atribuimos a los demás o que no nos gustan de los demás. Tomar
conciencia de ello, nos vuelve más tolerantes y menos enjuiciadores.
Amarse a sí mismo no es tarea fácil, ello implica primero una tarea de
autoconocimiento y autodescubrimiento y después amar todo lo que es uno
mismo, tanto lo positivo como lo negativo.
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Como educadores, cuando tomamos conciencia de quiénes somos y
conocemos todos nuestros aspectos positivos y negativos, es mucho más
fácil educar desde el AMOR, desde el Ser.
Los niños son proyecciones de los padres, o de sus educadores o
profesores, hacen de espejo.
Así cuando mires a los ojos de tu hijo o alumno, con todos sus miedos,
rabias y egoísmos, podrás observarte a ti mismo; y como ya has hecho ese
trabajo de iluminar tus aspectos más sombríos con amor y sin
enjuiciamientos, podrás AMAR todos sus aspectos, tanto lo positivo como lo
negativo, con la misma aceptación y amor que te profesas a ti mismo y sin
juicios. Lo que ayudara a reforzar su autoestima y seguridad, entre otros
muchos aspectos.
Sólo en la medida en que nos amemos a nosotros mism os,
podemos amar al otro.