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LA OPOSICIÓN BOLCCHEVIQUE A LENIN: Miasnikov y el Grupo Obrero 1 Paul Avrich Durante los años en los que Lenin estuvo en el poder, desde octubre de 1917 hasta su muerte en enero de 1924, se formaron una serie de agrupaciones en el interior de Partido Comunista de Rusia los Centralistas Democráticos y la Oposición Obrera son los más conocidosque criticaron a la dirección bolchevique por abandonar los principios revolucionarios. La revolución, tal como había sido esbozada por Lenin en El Estado y la Revolución y otros trabajos, prometía la destrucción del Estado burocrático centralizado y su reemplazo por un nuevo orden social, basado en la Comuna de París de 1871, en donde se realizaría la democracia directa de los trabajadores. La característica fundamental de este «Estado comuna», como lo llamaba Lenin, era su repudio a la autoridad burocrática. Los mismos trabajadores administrarían el gobierno mediante organizaciones de base, de las cuales los soviets eran el mejor ejemplo. El control obrero, mediante comités de fábrica y los sindicatos, funcionaría de forma similar en la vida económica, reemplazando la propiedad y gestión privada por un sistema de democracia industrial y autogestión en el que las bases forjarían su propio destino. Se cometerán errores, reconocía Lenin, pero los trabajadores tendrán que aprender con la experiencia. «Lo más importante», declaraba, «es hacer que las masas laboriosas y oprimidas confíen en su propio poder». Tal era la visión de Lenin antes de Octubre. Ya en el poder, vio las cosas desde una perspectiva diferente. De un día para otro, por así decirlo, los bolcheviques pasaron de ser un partido revolucionario a uno gobernante, de ser una organización que promovía la acción espontánea contra las instituciones existentes a una que buscaba contenerlas. Por otra parte, conforme pasaba el tiempo, debieron hacer frente a unas dificultades que iban en aumento guerra civil, trastornos económicos, aumento del descontento popular, completo agotamiento físicoy que amenazaban su supervivencia. Lenin y el Comité Central buscaron llegar a acuerdos para hacer frente los problemas que se acumulaban a su alrededor. En el proceso, modificaron o abandonaron sus teorías, comprometieron los principios o los dejaron de lado. La conservación del poder empequeñeció el resto de objetivos, el partido de la revuelta y la oposición se había convertido en el partido de la disciplina y el orden. Mientras la presión aumentaba, la dirección bolchevique asumió una posición cada vez más dictatorial. Uno a uno, se fueron abandonando los objetivos de 1917 democracia proletaria, igualdad social, autogestión obrera. Las instituciones de la nueva sociedad se refundieron en el molde autoritario y se levantó un nuevo edificio burocrático, con su corrupción y su papeleo. En el gobierno y el partido, en la industria y el ejército, la jerarquía y el privilegio fueron restaurados. Lenin sustituyó la dirección colectiva de las fábricas por la dirección única y una estricta disciplina en el trabajo. Restituyó los salarios más altos para los especialistas y gerentes, junto al trabajo a destajo y otras formas capitalistas que se habían erradicado. Los Consejos (soviets), sindicatos y comités de fábrica se transformaron en herramientas del aparato estatal. La autoridad se fue concentrando en las manos de la élite del partido. Tales políticas no podían dejar de suscitar oposición. ¿Que tenían que ver con los objetivos originales del partido? ¿Para esto se había hecho la revolución? Este tipo de cuestiones preocupaban a un número creciente de incondicionales bolcheviques. Incapaces de guardar silencio, disidentes en el ala izquierda del partido levantaron voces de protesta. Entre ellos se encontraba Gravril Ilich Miasnikov, metalúrgico de los Urales y bolchevique desde 1906. Siendo uno de los que más se hizo oír, entre los primeros opositores, también es uno de los más desconocidos. Ya en los primeros años 20 brilló como prominente crítico a las políticas de Lenin, planteando cuestiones de la mayor importancia, como: ¿Quién decide cuales son los intereses de los trabajadores? ¿Qué métodos son aceptables para resolver controversias entre revolucionarios? ¿En qué momento las críticas honestas de los dirigentes del partido se convierten en “desviación” o insubordinación? Miasnikov, viendo sus profundas aspiraciones revolucionarias frustradas, 1 Publicado originalmente en Russian Review, Vol. 43, 1984, pp. 1-29.

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  • LA OPOSICIN BOLCCHEVIQUE A LENIN: Miasnikov y el Grupo Obrero1

    Paul Avrich

    Durante los aos en los que Lenin estuvo en el poder, desde octubre de 1917 hasta su muerte en enero de 1924, se formaron una serie de agrupaciones en el interior de Partido Comunista de Rusia los Centralistas Democrticos y la Oposicin Obrera son los ms conocidos que criticaron a la direccin bolchevique por abandonar los principios revolucionarios. La revolucin, tal como haba sido esbozada por Lenin en El Estado y la Revolucin y otros trabajos, prometa la destruccin del Estado burocrtico centralizado y su reemplazo por un nuevo orden social, basado en la Comuna de Pars de 1871, en donde se realizara la democracia directa de los trabajadores. La caracterstica fundamental de este Estado comuna, como lo llamaba Lenin, era su repudio a la autoridad burocrtica. Los mismos trabajadores administraran el gobierno mediante organizaciones de base, de las cuales los soviets eran el mejor ejemplo. El control obrero, mediante comits de fbrica y los sindicatos, funcionara de forma similar en la vida econmica, reemplazando la propiedad y gestin privada por un sistema de democracia industrial y autogestin en el que las bases forjaran su propio destino. Se cometern errores, reconoca Lenin, pero los trabajadores tendrn que aprender con la experiencia. Lo ms importante, declaraba, es hacer que las masas laboriosas y oprimidas confen en su propio poder. Tal era la visin de Lenin antes de Octubre. Ya en el poder, vio las cosas desde una perspectiva diferente. De un da para otro, por as decirlo, los bolcheviques pasaron de ser un partido revolucionario a uno gobernante, de ser una organizacin que promova la accin espontnea contra las instituciones existentes a una que buscaba contenerlas. Por otra parte, conforme pasaba el tiempo, debieron hacer frente a unas dificultades que iban en aumento guerra civil, trastornos econmicos, aumento del descontento popular, completo agotamiento fsico y que amenazaban su supervivencia. Lenin y el Comit Central buscaron llegar a acuerdos para hacer frente los problemas que se acumulaban a su alrededor. En el proceso, modificaron o abandonaron sus teoras, comprometieron los principios o los dejaron de lado. La conservacin del poder empequeeci el resto de objetivos, el partido de la revuelta y la oposicin se haba convertido en el partido de la disciplina y el orden.

    Mientras la presin aumentaba, la direccin bolchevique asumi una posicin cada vez ms dictatorial. Uno a uno, se fueron abandonando los objetivos de 1917 democracia proletaria, igualdad social, autogestin obrera. Las instituciones de la nueva sociedad se refundieron en el molde autoritario y se levant un nuevo edificio burocrtico, con su corrupcin y su papeleo. En el gobierno y el partido, en la industria y el ejrcito, la jerarqua y el privilegio fueron restaurados. Lenin sustituy la direccin colectiva de las fbricas por la direccin nica y una estricta disciplina en el trabajo. Restituy los salarios ms altos para los especialistas y gerentes, junto al trabajo a destajo y otras formas capitalistas que se haban erradicado. Los Consejos (soviets), sindicatos y comits de fbrica se transformaron en herramientas del aparato estatal. La autoridad se fue concentrando en las manos de la lite del partido.

    Tales polticas no podan dejar de suscitar oposicin. Que tenan que ver con los objetivos originales del partido? Para esto se haba hecho la revolucin? Este tipo de cuestiones preocupaban a un nmero creciente de incondicionales bolcheviques. Incapaces de guardar silencio, disidentes en el ala izquierda del partido levantaron voces de protesta. Entre ellos se encontraba Gravril Ilich Miasnikov, metalrgico de los Urales y bolchevique desde 1906. Siendo uno de los que ms se hizo or, entre los primeros opositores, tambin es uno de los ms desconocidos. Ya en los primeros aos 20 brill como prominente crtico a las polticas de Lenin, planteando cuestiones de la mayor importancia, como: Quin decide cuales son los intereses de los trabajadores? Qu mtodos son aceptables para resolver controversias entre revolucionarios? En qu momento las crticas honestas de los dirigentes del partido se convierten en desviacin o insubordinacin? Miasnikov, viendo sus profundas aspiraciones revolucionarias frustradas,

    1 Publicado originalmente en Russian Review, Vol. 43, 1984, pp. 1-29.

  • elabor y desarroll una penetrante crtica a la dictadura en ciernes, sealando los peligros cuyas consecuencias an no eran claras.

    Las crticas de Miasnikov se volvieron el centro de un enconado debate. Fueron largamente tratadas en el XI y XII Congresos del Partido, atrayendo los golpes de prcticamente todos los lderes prominentes del partido, sobre todo del propio Lenin. El debate, adems, tuvo repercusiones internacionales, involucrando a la Internacional Comunista, as como a partidos y organizaciones extranjeras.

    De ah que Miasnikov merezca ms atencin de la que ha recibido por parte de los historiadores occidentales. El objetivo del presente artculo no es slo contar su historia detalladamente, sino tambin relacionarla con problemas ms amplios relacionados con el surgimiento de la dictadura bolchevique. Es cierto que Miasnikov fue un personaje secundario en la galera de retratos de la revolucin. Sin embargo, fue un individuo valiente y atractivo, que merece ser mejor conocido. Sum una fuerte voz proletaria al debate sobre el significado del socialismo. Pero lo que hace que su historia tenga un significado particular es que fue un revolucionario entregado a la causa, un bolchevique de gran estatura, que defendi los ideales de Octubre slo para verlos luego comprometidos y arruinados. Su derrota, en cierto sentido, simboliza la derrota de la revolucin misma.

    De los primeros aos de Miasnikov poco se sabe. Naci en 1889, en los Urales, cuya tradicin obrera militante se remonta al siglo XVIII. l mismo posea un temperamento militante y particip activamente en la Revolucin de 1905. Cuando contaba slo diecisiete aos, ayud a organizar el Consejo de trabajadores en las grandes fbricas de metal en que trabajaba, en la Motovilikha, a orillas del ro Kama, a unas cuantas millas de Perm. Al ao siguiente se une al Partido Bolchevique. Poco despus fue arrestado, encarcelado y luego desterrado a Siberia, cumpliendo un total de siete aos y medio de trabajos forzados. Miasnikov demostr ser un preso rebelde. Fue golpeado por insubordinacin, pas setenta y cinco das de huelga de hambre y se escap nada menos que tres veces, reunindose a los bolcheviques clandestinos despus de cada huida. No es de extraar que su fortaleza y dedicacin le labraran una reputacin! Audaz, decidido, inflexible, un hombre apasionado y de una tempestuosa energa, ya exhiba esos rasgos de carcter que le llevaran a enfrentarse a la jerarqua del partido. De altas miras, independiente, implacable, petrel de la militancia revolucionaria, con sus largos cabellos, su barba y su penetrante mirada, combinaba las cualidades del duro activista obrero con las del romntico visionario. Marcado con una mentalidad de Viejo Creyente uno se pregunta si, al igual que le ocurra a Shliapnikov, de la Oposicin Obrera, esto se deba a su pasado cismtico tenda a ver los problemas sociales y polticos en trminos absolutamente morales. Toda su vida mantuvo una actitud de sectarismo fundamentalista, rechazando cualquier adulteracin de los ideales revolucionarios.

    De regreso del exilio, Miasnikov reanudo sus actividades clandestinas. Con el colapso de la autocracia en febrero de 1917, se lanz a la actividad revolucionaria en su distrito natal, formando un comit de fbrica en la fbrica Motovilikha y participando tanto en el Soviet de Perm y como en la organizacin bolchevique local. En Octubre de 1917, tom parte en la toma del poder de los bolcheviques en los Urales. Tres meses despus, en enero de 1918, fue enviado como delegado de la provincia de Perm al Tercer Congreso de los Soviets, en donde se aprob la disolucin de la Asamblea Constituyente. Poco despus se produjo su primera ruptura conocida con Lenin: se puso del lado de la fraccin de la Izquierda Comunista y se opuso a la ratificacin del tratado de Brest-Litowsk. En mayo de 1918, en una conferencia de militantes del partido en Perm, Miasnikov habl en contra del tratado. Convencido de que la revolucin europea era inminente y que sin ella el rgimen bolchevique no podra sobrevivir, defenda la guerra revolucionaria, que encendera al proletariado de occidente y traera la destruccin final del capitalismo.

    Sin embargo, Miasnikov se alinea con Lenin en el verano de 1918, cuando la intensificacin de la guerra civil hizo que los Comunistas de Izquierda2 se desvanecieran y se restableciera la unidad dentro del

    2 En el contexto del VII Congreso, que sancionara finalmente el problema de Brest-Litowsk, emergi una fraccin

    liderada por Bujarin, denominada Izquierda Comunista, con fuerte presencia en Mosc y que public durante un

  • partido. Como miembro del Soviet Regional de los Urales, gan cierta notoriedad por el papel que desempe en la liquidacin de la familia imperial. Fue personalmente responsable de la muerte del Gran Duque Miguel, hermano menor del Zar, que haba sido deportado a Perm. La noche del 12-13 de julio de 1918, un grupo de trabajadores, encabezados por Miasnikov, lleg a la residencia de Miguel con papeles falsos de la Cheka provincial. Despertaron al Gran Duque y, junto a su secretario ingls, Nicholas Johnson, les llevaron a la fabrica Motovilikha y all les ejecutaron.

    An no est claro si Miasnikov perpetr el asesinato por iniciativa propia o si actuaba por rdenes de una autoridad superior. Vera Kornoukhova, secretaria del Comit del Partido Bolchevique de Perm, testific ms tarde que Miasnikov era un hombre sediento de sangre y resentido, no del todo cuerdo, insinuando que l fue el responsable del acto. Sin embargo, el hecho de que Miasnikov partiera inmediatamente a Mosc para informar directamente a Lenin, sugiere que actu siguiendo instrucciones. Hay que aadir que, cuatro das despus, el Zar y su familia fueron fusilados bajo rdenes bolcheviques, en la ciudad de Ekaterinburg, en los Urales.

    Durante la Guerra Civil, Miasnikov fue un leal bolchevique. En 1920 era presidente del Comit del Partido Bolchevique de Perm, despus de liderar la seccin de agitacin y propaganda. En septiembre de ese ao fue delegado en la IX Conferencia del Partido que se celebr en Mosc, donde habl sobre el trabajo de propaganda dentro del partido. A diferencia de otros delegados, no critic a la direccin del partido. Sin embargo, su descontento era grande. Estaba profundamente preocupado por las tendencias oligrquicas en el partido, por las desviaciones hacia el autoritarismo y el gobierno de elite, procesos que la Guerra Civil haba acelerado en gran medida. Estaba consternado por la creciente concentracin de poder en las manos del Comit Central, el divorcio entre los dirigentes y las bases, y la supresin de la iniciativa local y el debate. Igualmente inquietante, aunque an no levantara su voz para protestar en pblico, era que se introdujera la disciplina en el trabajo en las fbricas, junto al ascenso de los tcnicos especialistas a puestos de autoridad y el reemplazo del control obrero por la direccin nica y la administracin burocrtica.

    Para Miasnikov, todo esto representaba la flagrante ruptura de las promesas bolcheviques, una rendicin de las conquistas de Octubre. Con la resurreccin de la jerarqua y la disciplina, qu, se preguntaba, han ganado los trabajadores? Con el enemigo de clase administrando las fbricas de nuevo, en qu se ha convertido el poder de los trabajadores? Miasnikov era un hombre intransigente. No aceptaba el abandono de los principios de la democracia proletaria enunciados en 1917. Crea en cuerpo y alma en la revolucin. El propsito central de la revolucin, tal como lo vea Miasnikov, era abolir las formas capitalistas de explotacin, liberando las energas creativas de los trabajadores y estableciendo las condiciones para la igualdad y la dignidad. Para Miasnikov, el camino adoptado por Lenin no era ni necesario ni oportuno. Poco despus de la IX Conferencia del partido, Miasnikov empez a hablar. De regreso a los Urales, protest alto y claro en contra de toda la poltica bolchevique y su alejamiento de la lnea de 1917. Critic a la emergente burocracia en el partido, las arbitrariedades y la prepotencia de los dirigentes y el aumento en las filas del partido de los no-obreros, que ocupaban puestos de mando. Critic toda adaptacin al viejo orden y toda conservacin de formas y mtodos capitalistas.

    Miasnikov se esforz por devolver al partido a su senda original. Su sed milenarista no se saciara si no se haca tabula rasa del orden burgus, la desigualdad y la injusticia, el sometimiento y la degradacin de los trabajadores. Llam a realizar el programa de 1917 anti-burocrtico, igualitario e internacionalista- tal como el mismo Lenin lo haba trazado en El Estado y la revolucin. El avance hacia el socialismo dependa de la democracia interna en el partido, una mayor autonoma local e iniciativa popular y la restauracin del poder de los Soviets. Dependa de la participacin de la clase trabajadora, tanto de la comunista como la no-comunista, en todos los niveles de la vida econmica y poltica.

    tiempo la revista Kommunist, entre cuyos redactores estaban Bujarin, Obolensky, Radek y V. Smirnov. Frente al tratado, esta fraccin defenda la guerra revolucionaria, a la que se opuso Lenin y la mayora del Partido. El grupo se disolvi ante la amenaza de la guerra civil.

  • Gran parte de lo que Miasnikov sostena ya lo haban dicho los Centralistas Democrticos y la Oposicin Obrera. Comparti con estos disidentes un punto de vista comn de idealismo izquierdista, una desafeccin comn hacia las polticas de la direccin bolchevique, un rechazo comn contra todo el programa autoritario que el rgimen, bajo la direccin de Lenin, haba adoptado. Sin embargo, Miasnikov sigui su propio camino. A pesar de las acusaciones posteriores, que lo tacharon de miembro activo de la Oposicin Obrera, no mantuvo con estos grupos ms que contactos efmeros. Miasnikov, a la sazn, segua siendo un oposicionista solitario. Siempre independiente en sus puntos de vista, mantena divergencias en cuestiones importantes tanto con los Centralistas Democrticos como con la Oposicin Obrera y atac ms duramente que estos a la jerarqua del partido. Fue uno de los pocos bolcheviques que defendi en aquel momento la causa del campesinado, en especial la de sus elementos ms pobres, apostando por la formacin de sindicatos campesinos; por esto fue acusado de abrigar simpatas por los socialistas-revolucionarios. Adems, durante la discusin en torno a los sindicatos, no se adhiri a ninguna de las plataformas en contienda, menos an a la de Lenin y sus seguidores, tal como errneamente sostena Shliapnikov. Para Miasnikov, al contrario, los sindicatos haban perdido su utilidad debido a la existencia de los Soviets. Los Soviets, argumentaba al estilo sindicalista, eran rganos revolucionarios ms que reformistas. A diferencia de los sindicatos, estos agrupan no slo a tal o cual segmento del proletariado, tal o cual profesin u oficio, sino a todos los trabajadores de todas las ramas productivas ms que de un oficio. Miasnikov insisti en que, por lo tanto, los sindicatos deban ser desmantelados junto al Consejo Superior de Economa Nacional (Vesenja), que era un nido de burocratismo y papeleo; sostena que la administracin de la industria debera confiarse a los Soviets obreros.

    Los enunciados poco ortodoxos de Miasnikov despertaron la ira de las autoridades del partido. Por ordenes del Comit Central, fue trasladado (exiliado para enmendarse, como l mismo dir) de los Urales a Petrogrado, donde poda ser vigilado. Eso fue en otoo de 1920. La Guerra Civil se haba ganado y el ambiente en la vieja capital pareca festivo. No obstante, mirando ms de cerca, se perciba un vasto descontento. Miasnikov vio que el Petrogrado Rojo no era sino Pueblo de Potemkin. Detrs del decorado de la victoria se anunciaba una seria crisis. La influencia bolchevique entre los obreros declinaba rpidamente. Dentro del partido, el favoritismo y la corrupcin eran la moneda corriente. El Hotel Astoria, donde vivan muchos altos cargos, era un escaparate de libertinaje, mientras los ciudadanos corrientes carecan de las necesidades ms bsicas. Asignado a una unidad del partido encargada del abastecimiento de alimentos, Miasnikov se encontr con que sus colegas no eran recolectores de pan sino comilones de pan, y que estaba apareciendo un nuevo tipo de comunista: el arribista servil que sabe como complacer a sus superiores.

    Al principio Miasnikov dud si deba seguir protestando, pero pronto empez a hacerlo de nuevo. Zinoviev, el lder del partido en Petrogrado, respondi con amenazas. En un momento dado, advirti a Miasnikov que dejara de quejarse o te expulsaremos del partido, o es usted un eserista o un demente. Pero Miasnikov se neg a callar. Su larga lucha contra el zarismo le haba dado una libertad de expresin que se negaba a sacrificar, incluso en nombre de la disciplina del partido. Rechaz la supresin de la crtica decretada por el Comit Central. Protest en contra de que los comunistas que se atrevan a sostener una opinin independiente fuesen estigmatizados como herejes y contrarrevolucionarios. Te crees ms listo que Ilich, les decan. Como Miasnikov sigui hablando a pesar de las repetidas advertencias, se le unieron otras voces de descontento. A comienzos de 1921, la clase obrera de Petrogrado se hallaba excitada. En febrero, fbrica tras fbrica fueron a huelga y los oradores del partido a menudo eran expulsados de las reuniones de los obreros. Hacia finales del mes, la ciudad estaba al borde de una huelga general. Luego, en marzo, vino la rebelin de Kronstadt. Miasnikov estaba profundamente afectado. A diferencia de Centralismo Democrtico y la Oposicin Obrera, se neg a denunciar a los insurgentes, y no hubiese participado en su represin si hubiese sido llamado para ello. Atribuy el alzamiento al rgimen interno del partido. Si alguien se atreve a sostener el coraje de sus convicciones, declar, es un egosta o, peor, un contrarrevolucionario, un menchevique o un eserista. Tal fue el caso de Kronstadt. Todo estaba en calma y tranquilo, y de pronto, sin mediar palabra, se inici el choque. Qu es Kronstadt? Unos cientos de Comunistas luchando contra nosotros. Qu significa esto?, de quin es la culpa si los altos cargos del partido ya no hablan el mismo

  • lenguaje que las masas sin partido y los militantes comunistas?, de que las divergencias lleguen a tal punto que conduzcan a la violencia? Que qu significa todo esto? Que hemos llegado al lmite.

    Claramente, llevar a Miasnikov a Petrogrado haba sido un error. El Comit Central reconoci su equivocacin y le orden que regresar a los Urales. Miasnikov obedeci. Sin embargo, de regreso a su tierra natal, retom su agitacin, convirtiendo en un avispero la organizacin local del partido. Adems, en mayo de 1921, hizo estallar una bomba en forma de un Memorndum al Comit Central, llamando a una reforma radical. En una aplastante acusacin a los lderes comunistas, a sus teoras y mtodos, exiga la abolicin de la pena de muerte, la liquidacin de las formas burocrticas de organizacin y el traspaso de la administracin industrial a los Soviets de productores, contraponiendo los principios revolucionarios a los expedientes empleados por el Comit Central.

    Lo ms llamativo del Memorndum era la demanda de libertad de prensa sin restricciones. Criticando el X Congreso del Partido por sofocar el debate, Miasnikov reclam la libertad de prensa para todos, desde los monrquicos hasta los anarquistas, incluso, frase que resonara a lo largo de las polmicas que siguieron. Miasnikov fue el nico Bolchevique que hizo tal demanda. Vio la libertad de prensa como la nica forma de frenar la abusiva tendencia del poder y de mantener la honestidad y la eficacia dentro del partido. Se dio cuenta de que ningn gobierno puede evitar los errores y la corrupcin cuando las voces crticas son silenciadas.

    Mientras tanto, en los Urales, Miasnikov sostena una vigorosa campaa para dar a conocer sus ideas a los trabajadores. Una y otra vez habl en contra del comportamiento dictatorial de los dirigentes del partido y la creciente concentracin de poder en manos del centro. Para evitar que la situacin empeorara, apel a la inmediata reactivacin de la democracia al interior del partido y a un mayor grado de autonoma de los Soviets. Advirti que el desplazamiento de los Soviets por el aparato del partido, unido a su tendencia a la centralizacin, representaba un peligro para realizacin del socialismo.

    Las crticas de Miasnikov despertaron una revuelta en la organizacin del partido en los Urales. Hombre de carcter magntico y evidente sinceridad, gan seguidores tanto en Perm como en la Motovilikha, caldos de cultivo del descontento proletario. Los dirigentes bolcheviques locales se alarmaron. En mayo de 1921, poco despus de que Miasnikov enviara el Memorndum al Comit Central, el Comit Provincial de Perm le prohibi expresar sus ideas en las reuniones del partido. Pero Miasnikov rehus desistir. El 21 de junio habl en la Conferencia Provincial del Partido de Perm, reprobando tanto al Comit Central como al Comit Provincial. Un mes despus, el 27 de julio, fue an ms lejos, publicando un panfleto titulado Bolnye voprosy (Cuestiones polmicas), en el cual reiteraba las demandas del Memorndum anterior, sobre todo la libertad de crtica. El gobierno sovitico, declar valientemente, debe mantener a sus detractores con su propio dinero, como hacan los emperadores romanos. Mientras tanto, el Comit de Perm no permaneca inactivo. Despus del discurso de Miasnikov del 21 de junio, apel al Comit Central para que investigara su conducta. El 29 de julio, dos das despus de la aparicin de Bolnye voprosy, el Orgbur form una comisin especial, compuesta por Bujarin, P. A. Ziluisky y A. A. Solts, para tomar medidas en el asunto. Bujarin vio que el Memorndum de Miasnikov era lo suficientemente interesante como para informar a Lenin. As fue como Lenin se vio involucrado en este asunto.

    Lenin le ech un vistazo al Memorndum. El 1 de agosto le escribi a Miasnikov una breve nota, invitndolo al Kremlin a conversar. Qu tipo de libertad es la que quiere? pregunt Lenin. Para eseristas y mencheviques? Para todos a la vez? Su Memorndum no lo aclara. El 5 de agosto, Lenin prosigui en una larga carta. Entonces ya haba ledo tanto el Memorndum como el Bolnye voprosy. Vio algo de cierto en las crticas de Miasnikov. El hombre, aunque ingenuo, era bastante sincero. Tambin era un viejo bolchevique, un veterano de la prisin zarista, un hroe de la revolucin y la Guerra Civil. Lenin pensaba que deba responderle. Al mismo tiempo, esperaba hacerle recapacitar. Dirigindose a l como camarada Miasnikov y finalizando la carta con unos saludos comunistas, su tono era amistoso pero firme. Como un maestro de escuela, habl ya comprensivamente, ya condescendientemente, a su discpulo dscolo.

  • Lenin intent convencer a Miasnikov de que la libertad de prensa, en ciertas circunstancias, fortalecera las fuerzas de la contrarrevolucin. Lenin rechaz la libertad en abstracto. Libertad para quin?, exclam. Bajo qu condiciones?, para qu clase? No creemos en absolutos, nos remos de la democracia pura. La libertad de prensa, sostena Lenin, significara libertad para que la burguesa y sus sirvientes ms fieles, los eseristas y mencheviques, puedan organizarse polticamente. Los capitalistas an eran fuertes, deca, ms que los comunistas. Quieren aplastarnos. Darles libertad de prensa facilitara esta tarea. Pero no lo haremos. No tenemos intencin de suicidarnos. Libertad de prensa, segn Lenin, era un eslogan sin partido, anti-proletario. Lenin atribuy las posiciones de Miasnikov a su nerviosismo combinado con su incapacidad para comprender la teora marxista. Lejos de adoptar un anlisis de clase, Miasnikov enfocaba la crisis de manera sentimental. Enfrentado a la adversidad, haba sucumbido al pnico y a la desesperacin. Lenin invit a Miasnikov a que aunara esfuerzos, a que se calmara y reflexionara las cosas. Despus de una sobria reflexin, Lenin esperaba que reconociera sus errores y volviera a ser til para el trabajo del partido.

    Miasnikov no se dej convencer por los argumentos de Lenin. Prepar una dura respuesta. Recordndole a Lenin sus credenciales revolucionarias, escribi: Usted dice que quiero libertad de prensa para la burguesa, al contrario, quiero libertad de prensa para mi, un proletario, un miembro del partido durante 15 aos, y no en el extranjero, sino aqu, dentro de Rusia, haciendo frente al peligro y las detenciones. Miasnikov narr sus experiencias en las prisiones zaristas, sus huelgas de hambre, palizas y fugas. Seguramente se haba ganado algo de libertad de prensa en el interior del partido, al menos. O es que me debo olvidarme de ella tan pronto como no est de acuerdo con usted a la hora de evaluar las actuales fuerzas sociales? Si es as, se trata de una burda forma de solucionar las diferencias. Usted dice, continu Miasnikov, que hay que partir la boca a la burguesa.

    El problema es que cuando usted levanta el brazo contra el capitalismo, golpea a los trabajadores. Usted sabe muy bien que por expresarse como yo, hay quizs miles, de trabajadores languidecen en prisin. Si yo an estoy libre es slo porque soy un Comunista veterano, he sufrido por mis convicciones y soy conocido entre la masa de trabajadores. Si no fuera por esto, si slo fuese un mecnico ms de la fbrica dnde estara ahora? En una prisin de la Cheka o, peor an, habran preparado mi fuga, tal como yo prepar la fuga de Mikhail Romanov. Lo repito: usted levanta el brazo contra la burguesa, pero soy yo quien escupo sangre, y es a nosotros, a los trabajadores, a quien nos parten la boca.

    En este punto Lenin cort la correspondencia. El 11 de agosto, envi un telegrama al Comit Provincial del Partido en Perm, pidindole que su carta a Miasnikov, junto al Memorndum y el Bolnye voprosy, escritos por ste, se leyeran delante de los miembros, as como ante el Comit del Barrio de la Motovilikha. Estaba claro que Lenin trataba de demostrar lo poco razonable que era Miasnikov y justificar los esfuerzos de partido por meterlo en cintura. Sin embargo, Miasnikov no callara. A mediados de agosto se retir, como un acto de protesta, de la delegacin de la Motovilikha en la Conferencia del Partido en Perm, entregando una nota de protesta al Comit Provincial del Partido, que haba estado tratando de silenciarlo.

    Esta accin sell el destino de Miasnikov. El 22 de agosto, el Orgbur del Comit Central, habiendo escuchado el informe de la comisin encargada de vigilar las actividades de Miasnikov, resolvi que sus puntos de vista eran incompatibles con los intereses del partido y le prohibi expresarlos en las futuras reuniones del Partido. Miasnikov fue llamado a Mosc, bajo control del Comit Central. Pero esta vez tampoco cedi. Desafiando al Comit Central, regres a los Urales y continu su agitacin. A fines de agosto se present en una asamblea general de los miembros del partido de la Motovilikha, sumndolos a su causa. Adoptando una resolucin en contra la censura del Orgbur a Miasnikov, calificaron el traslado de Miasnikov a Mosc de destierro y exigieron que se le permitiera la ms absoluta libertad de expresin y de prensa dentro del partido.

    Reafirmando su derecho a la libertad de expresin, Miasnikov, en noviembre de 1921, public en forma de folleto su Memorndum al Comit Central junto al Bolnye voprosy, la carta de Lenin del 5 de Agosto, su respuesta, la decisin del Orgbur del 22 de agosto y la resolucin de la organizacin del Partido

  • en la Motovilikha en contra de tal decisin. Con la nota slo para miembros del partido, se imprimieron slo 500 copias. Para Miasnikov, el folleto no era una carta de rebelin, sino un medio para que se discutieran sus puntos de vista ante el prximo XI Congreso del Partido, previsto para la siguiente primavera. Al mismo tiempo, Miasnikov buscaba reagrupar tras su programa a sus partidarios en la Motovilikha y en Perm. Adems, el 25 de noviembre escribi a B. A. Kurzhner, un simpatizante en Petrogrado, pidindole que impulsara una campaa de agitacin de cara al congreso del partido. Debemos unificar a todos los elementos disidentes del partido bajo una misma bandera, declar. A estas alturas Miasnikov era vigilado por la Cheka, y su carta a Kurzhner fue interceptada. Para Lenin, esto fue el colmo. Habiendo acallado a la Oposicin Obrera, no sin dificultades9, tema que emergiera un nuevo grupo dentro del partido que afirmara representar los verdaderos intereses del proletariado. Hay que prestar mucha atencin a la agitacin de Miasnikov, escribi a Molotov el 5 de diciembre, e informar al Politbur dos veces al mes. Mientras tanto, para ocuparse de Miasnikov, el Orgbur form una nueva comisin de la que formaba parte Molotov, tambin oriundo de Perm.

    Para Miasnikov este fue el comienzo de unas tribulaciones que ya nunca le abandonaron. El 15 de febrero de 1922, la comisin del Orgbur, tras terminar su investigacin, recomend su expulsin del partido. Estas recomendaciones fueron ratificadas por el Politbur, el cual, el 20 de febrero, expuls a Miasnikov por reiteradas violaciones de la disciplina del partido, y en especial por tratar de organizar una fraccin interna, algo contrario a la resolucin de unidad del partido aprobada en el pasado X Congreso. Sin embargo, la resolucin del Politbur aada que si Miasnikov correga su deriva, podra pedir la readmisin trascurrido un ao. Por primera vez se haca efectiva la penalizacin al fraccionalismo prescrita por el X Congreso del Partido. Adems, si exceptuamos el caso de S. A. Lozovsky en 1918, que reingres en el partido un ao despus, era la primera vez que Lenin expulsaba a un conocido y prestigioso bolchevique.

    Al da siguiente, el 21 de febrero de 1922, Lenin dio instrucciones a Kamenev y Stalin para que publicaran su carta a Miasnikov, o al menos los extractos fundamentales, para demostrar que, antes de expulsar a Miasnikov, haba tratado de razonar con l. El partido era an reticente a tomar medidas extremas contra militantes veteranos, sobre todo contra uno con la valenta y entrega de Miasnikov. El mismo Lenin comparta estas dudas, pero se le haba agotado la paciencia con Miasnikov. Rusia se ergua sola ante un mundo hostil, rodeada de enemigos por todos lados. La anhelada revolucin occidental no haba estallado. En tales circunstancias, Lenin crea que criticar al Comit Central, reclamar procedimientos democrticos, era caer en manos de los contrarrevolucionarios. Por otra parte, si accedan a las demandas de Miasnikov, si la libertad de prensa y las libres elecciones en los Soviets eran permitidas, el partido sera expulsado del poder, a lo que seguira de manera inevitable la reaccin, ante la cual los bolcheviques, incluyendo Miasnikov, seran las primeras vctimas. Esa era la postura de Lenin. Para Miasnikov, la defensa de la revolucin de Lenin era, en realidad, la defensa del monopolio del poder por parte de la direccin. Los llamamientos de Lenin a la unidad del partido eran para l una excusa para silenciar la disidencia. Miasnikov persisti en sus crticas. El 26 de febrero de 1922, menos de una semana despus de su expulsin del partido, se uni su firma a la de un grupo de disidentes, entre los cuales se hallaba Shliapnikov, Medvedev y Kollontai, todos de la Oposicin Obrera, en un llamamiento al Comit Ejecutivo de la Internacional Comunista. La apelacin, conocida como Llamamiento de los Veintids, era en parte una respuesta a la expulsin de Miasnikov. Denunciaba empleando fuertes trminos al Comit Central por acallar las crticas, despreciar la democracia obrera y admitir a tal cantidad de no-obreros en el partido que el carcter proletario del mismo estaba amenazado. El 4 de marzo, por recomendacin de una comisin especial, compuesta por Vasil Koralov de Bulgaria, Clara Zetkin de Alemania y Marcel Cachin de Francia, el Comit Ejecutivo de la Comintern resolvi que dichas acusaciones eran infundadas. Respaldando a Lenin y al Comit Central, se rechaz el Llamamiento de los Veintids por ser un arma en contra del partido y la dictadura del proletariado.

    En casa, Miasnikov se mantena ocupado. En su fbrica de Motovilikha, apoy la eleccin de un nuevo Comit de Fbrica, con una mayora anti-leninista. Una Asamblea General de la organizacin del partido en la Motovilikha, aparentemente promovida por l, aprob una resolucin de adhesin al

  • Llamamiento de los Veintids, y una clula del partido, el 22 de marzo, denunci a los administradores burgueses y gobernantes burcratas.

    Las cosas llegaron a su punto lgido en el XI Congreso del Partido, que comenz el 27 de marzo y fue el ltimo en el que particip Lenin. Miasnikov fue duramente criticado; Molotov, Trotsky y Lenin hablaron en su contra. Durante seis meses, se quejaba Molotov, el Comit Central haba estado conversando, consultando e intercambiando ideas con Miasnikov, tratando de persuadirlo para que aceptara la lnea general del Partido. Todo haba sido en vano. Molotov reclam una purga para expulsar de las filas del partido a elementos tan inestables. Trotsky, haciendo de fiscal general, atac a Miasnikov por entregar ayuda y consuelo al enemigo. No era casualidad, deca, que el gobierno Polaco hubiera retrasmitido extractos de los folletos de Miasnikov, o que Chernov, Miliukov y Martov los hubieran citado en las editoriales de sus peridicos. Tales folletos anti-partido La Oposicin Obrera, de Kollontai, era uno ms echaban agua al molino de aquellos que nuevamente se levantaran bajo la bandera de Kronstadt. Tan slo de Kronstadt!. Lenin, hablando despus de Trotsky, reconoci el derecho de los firmantes del Llamamiento de los Veintids a apelar a la Internacional Comunista; pero no tenan el derecho, insisti, a protestar en nombre de Miasnikov, que haba violado la decisin del X Congreso del Partido. Lenin se remont a su correspondencia con Miasnikov. Me di cuenta de que era un hombre capaz, que vala la pena dialogar con l. Pero tuvimos que decirle que no podamos tolerar que persistiera en sus crticas.

    Nadie defendi a Miasnikov en el Congreso. Pero un delegado, V. V. Kosior, dijo que Lenin haba enfocado problema de la disidencia de manera errnea. Si alguien, deca Kosior, tiene el valor de sealar las deficiencias del trabajo del partido, es tachado de opositor, relegado de su cargo, puesto bajo vigilancia, e incluso refirindose a Miasnikov expulsado del partido. El partido, adverta Kosior, se estaba distanciando de los trabajadores.

    Tras Kosior, Shliapnikov y Medvedev, de la Oposicin Obrera, defendieron el Llamamiento de los Veintids. Haban acudido al Comintern, explicaron, porque la direccin haba rechazado sus quejas. Insistieron en que no formaban una faccin separada, y en que no haban conspirado contra de Comit Central. Medvedev admiti que haban mantenido una reunin privada para esbozar el llamamiento. Miasnikov estaba ah con vosotros, interrumpi una voz desde el fondo. S, admiti Medvedev, pero nuestro objetivo era reformar el partido, no dividirlo.

    El congreso, siguiendo el ejemplo del Comintern, form una comisin para investigar el asunto, compuesta por Dzerzhinsky, Zinoviev y Stalin. El 2 de abril, la ltima sesin del Congreso, el informe de la comisin se discuti a puerta cerrada. Se resolvi que los firmantes eran culpables de organizar una fraccin, recomendaba la expulsin del partido de cinco de sus miembros: Shliapnikov, Medvedev y Kollontai, junto a dos miembros menos conocidos de la Oposicin Obrera, F. A. Mitin y N. V. Kuznetsov. Sin embargo, el Congreso opt por expulsar slo a los dos ltimos, advirtiendo a los otros tres. Miasnikov no quedo indemne. Tras el congreso, fue detenido por la GPU, convirtindose en el primer destacado comunista preso poltico de la Rusia Sovitica. Pero esto no fue todo. En el trascurso de su arresto intentaron que se fugara, tal como l haba contado a Lenin anteriormente. De alguna u otra forma el plan fall: le dispararon tres tiros, pero no dieron en el blanco. Como sola hacer, tan pronto fue puesto tras las rejas, Miasnikov empez una huelga de hambre, tal como lo haba hecho en la poca del Zar. Doce das despus, fue liberado.

    A estas alturas, Miasnikov estaba bajo permanente vigilancia. No sabemos nada de sus actividades durante el resto de 1922. Pero a principios de 1923 tiene de nuevo problemas con las autoridades. Miasnikov a la sazn viva en Mosc. Haba pasado un ao desde que le expulsaron del partido y, como estipulaba la orden de expulsin, pidi al Comit Central su readmisin. Su peticin fue rechazada. Acto seguido, apel al Comit Ejecutivo de la Comintern, el cual, el 27 de marzo de 1923, resolvi que, lejos de enmendar su camino continuaba profesando unas opiniones que slo un agente de la burguesa que tratara de crear un cisma en el Partido Comunista Ruso aprobara.

  • De hecho, Miasnikov haba ido mucho ms lejos. Durante las primeras semanas de 1923, haba organizado una oposicin clandestina, tal como se tema Lenin. Llamndola, a pesar de su expulsin, Grupo Obrero del Partido Comunista Ruso, afirmaba que era este grupo, y no la direccin bolchevique, el que representaba la verdadera voz del proletariado. A pesar de los riesgos, se le uni P. B. Moiseev, bolchevique desde 1914, y N. V. Kuznetsov, el fundador de la Oposicin Obrera, expulsado del partido en el XI Congreso por su participacin en el Llamamiento de los Veintids. Los tres hombres, todos obreros, se constituyeron como Bur Organizativo Central Provisional del grupo, del cual Miasnikov era el fundador y el alma. Su primer acto, en febrero de 1923, fue elaborar una declaracin de principios, de cara al XII Congreso del Partido previsto para abril. sta tom forma en un extenso documento, el Manifiesto del Grupo Obrero del Partido Comunista de Rusia, basado en un folleto no publicado de Miasnikov, llamado Treyozhnye voprosy (Cuestiones Alarmantes), una versin actualizada del Memorndum y del Bolnye voprosy. Miasnikov fue el principal autor del manifiesto, Kuznetsov y Moiseev se limitaron a una revisin editorial.

    El manifiesto recapitulaba el programa de los primeros escritos de Miasnikov: autodeterminacin obrera y autogestin, la destitucin de los especialistas burgueses de los cargos de autoridad, libertad de discusin interna en el partido y una nueva eleccin de Soviets centrados en las fbricas. Como ya haba hecho anteriormente, Miasnikov protest contra la arbitrariedad administrativa, la burocracia en expansin, el predominio de los no-obreros dentro del partido y la supresin del debate e iniciativa local. Denunci que la direccin del partido no tena confianza en los trabajadores, en cuyo nombre deca gobernar.

    Hubo, sin embargo, algunos cambios. Por un lado, la perspectiva de Miasnikov sobre las libertades civiles se haba alterado desde 1921. Si bien la libertad de palabra y prensa segua siendo una importante prioridad, ahora la limitaba a los obreros manuales. Dejemos callada a la burguesa, declaraba el manifiesto, pero quin se atrevera a negar el derecho a la libertad de expresin al proletariado, que ha defendido su poder derramando su propia sangre? Con los profesores, abogados y doctores, la mejor poltica era darles en el morro. Adems, Miasnikov denunci la Nueva Poltica Econmica (NEP), inaugurada en 1921, como un abandono de los logros de Octubre y una capitulacin ante la burguesa. La proliferacin de burcratas y empresarios, con un amplio margen para la especulacin y la corrupcin, lo irritaba de sobremanera. Era una imagen odiosa e insoportable, un smbolo del deterioro de la revolucin, de la decadencia del ideal socialista. A pesar de la abolicin de la propiedad privada, las peores caractersticas de capitalismo se haban conservado; esclavitud asalariada, diferencias de ingresos y de estatus, autoridad jerrquica, burocracia. Las iniciales N.E.P., afirmaba el manifiesto, representaban la Nueva Explotacin del Proletariado.

    Para Miasnikov la N.E.P. fue un duro golpe. La vio como la continuacin del retroceso del socialismo que se haba iniciado durante la Guerra Civil, y cuyas races podran remontarse al IX Congreso del Partido, que haba respaldado la direccin individual de las fbricas y el empleo de especialistas tcnicos. Miasnikov vio que mediante estas acciones Lenin haba privado a los trabajadores de su conquista revolucionaria fundamental, la palanca principal para hacer avanzar su causa. La organizacin de la industria desde el IX Congreso del Partido Comunista ruso, declar el manifiesto, se ha desarrollado de un modo puramente burocrtico y sin la participacin directa de la clase obrera. El manifiesto exigi que la administracin de la industria fuera entregada a los trabajadores mismos, comenzando por los trabajadores en cada fbrica. Denunci a los burcratas y apparatchiki, para quienes palabras como solidaridad y hermandad eran meros lemas vacos y tan slo se preocupaban del aumento de sus privilegios y poder. Los atac sin cuartel por su insolencia e hipocresa, su desprecio por los trabajadores corrientes, su piadosa palabrera socialista, desmentida por sus ambiciones burguesas y su estilo de vida.

    Por su fuerte sesgo anti-intelectual, junto a su desprecio por administradores y burcratas, Miasnikov rememora a Jan Waclaw Machajski, un radical polaco que, a finales del siglo, haba previsto la aparicin, en nombre del socialismo, de una nueva clase de intelectuales y especialistas empeados en escalar al poder a costa de los trabajadores. As pues, a Miasnikov se le tach de machajskista. Nada indica que Miasnikov hubiera odo hablar alguna vez de Machajski, y mucho menos de que hubiera sido

  • influenciado por sus ideas, pero las semejanzas entre ambos son indiscutibles. El desprecio de Miasnikov por burcratas e intelectuales era desenfrenado. Tach a la jerarqua bolchevique de una casta oligrquica, un manojo de intelectuales prepotentes, una hermandad directiva que mantena las riendas de la industria y el gobierno en sus manos. Si el presente curso contina, advirti en el manifiesto, nos enfrentamos al peligro de que el poder proletario se transforme en el poder de una camarilla firmemente arraigada, animada por el propsito de conservar en sus manos tanto el poder poltico como econmico, so pretexto, naturalmente, de los ms nobles objetivos: los intereses del proletariado, de la revolucin mundial, y otras elevadas ideas.

    Entonces, qu haba que hacer? Para Miasnikov, la degeneracin de la revolucin slo se poda frenar mediante la restauracin de la democracia proletaria. Crea firmemente en la iniciativa y la capacidad de los trabajadores, la clase a la que l mismo perteneca. Los defectos del rgimen ya no podan ser corregidos por la direccin bolchevique, sino que las soluciones deban venir de los militantes obreros, tanto del partido como independientes. Sin la participacin de los trabajadores en cada rea, insisti, la realizacin del socialismo sera imposible. Lenin, por el contrario, que no tena la fe de Miasnikov en la iniciativa de masas, se aferr a soluciones administrativas, rechazando cualquier medida que permitiera que un soplo de democracia entrara en el aparato del partido. Lenin consideraba que la democracia era ms peligrosa que la propia burocracia. Confi, hasta el final, en que los burcratas reformaran la burocracia, enfrentando a una seccin del aparato contra la otra.

    Para Miasnikov tales soluciones eran intiles, ya que no atajaban la raz del problema. Estaba convencido de que una verdadera reforma slo era posible desde abajo. Llamando a un asalto total contra el capitalismo, tanto en el extranjero como en Rusia, conden la poltica del Frente nico propuesta por la Internacional Comunista, rechazando la cooperacin con socialistas moderados y las luchas econmicas parciales. Las reformas parciales, insisti, slo debilitaran el mpetu revolucionario del proletariado, desvindolo de su misin de derrocar al sistema capitalista. El tiempo en el que la clase obrera poda mejorar su situacin material y legal mediante huelgas y acciones parlamentarias ha pasado irremediablemente, declaraba el manifiesto. Para acabar con la explotacin y la opresin, el proletariado debe luchar no por ms kopecks, o por una jornada laboral ms breve. Eso era antes, ahora se trata de la lucha por el poder. No haba que tolerar ningn compromiso con el orden existente. Los trabajadores de los pases industriales avanzados, deban seguir presionando con la revolucin social, no en un futuro distante, sino ahora, hoy y maana. Den la voz de alarma! Reagrpense para la batalla! Con toda nuestra fuerza y energa debemos convocar al proletariado de todos los pases a una guerra civil, una guerra despiadada y sangrienta.

    Sin embargo, la batalla debe comenzar en casa. En su manifiesto, Miasnikov se pregunta si el proletariado ruso no podra verse obligado a comenzar de nuevo la lucha - sangrienta, quizs- para derrocar a la oligarqua. No es que contemplara una insurreccin inmediata. Ms bien, procur reunir a los trabajadores, comunistas y no comunistas, para exigir la eliminacin del burocratismo y el renacimiento de la democracia proletaria. Dentro del partido, defendi el derecho a formar fracciones y levantar plataformas, a pesar de las decisiones del X Congreso. Si la crtica no parte de un punto de vista distinto, escribi a Zinoviev, entonces una plataforma que rena una mayora de miembros del partido para desarrollar una nueva poltica, en tal o cual asunto, no es realmente crtica, sino una mera coleccin de palabras, nada ms que chchara.. Miasnikov fue an ms lejos, poniendo en duda el propio monopolio bolchevique del poder. Bajo una dictadura de partido nico, argument, las elecciones son mera formalidad vaca. Hablar de democracia de los trabajadores, mientras se insista en un gobierno unipartidista, dijo a Zinoviev, era contradecirse a s mismo, contradecirse en los trminos..

    Tal era el contenido del manifiesto del Grupo Obrero. Hacia la primavera 1923, ste circulaba ilegalmente, hectografiado. Algunas copias se filtraron a Polonia a travs de la frontera, donde, como ocurri con el Memorndum de 1921 de Miasnikov, fueron publicadas por el gobierno. En Berln llam la atencin

  • de la colonia menchevique, cuyo diario, Sotsialisticheskii Vestnik, aclam al Grupo Obrero como elementos bolcheviques honestos que tienen la valenta de levantar la bandera de la crtica.

    Dentro de Rusia, el manifiesto tambin tuvo efectos, atrayendo nuevos militantes al Grupo Obrero. Hacia el verano, el grupo tena unos 300 miembros en Mosc su centro principal, as como otros tantos en otras ciudades. Muchos eran viejos bolcheviques y casi todos eran obreros. Aparte de los tres fundadores (Miasnikov, Kuznetsov y Moiseev), sus miembros ms activos eran I. Makh, S.Ia. Tiunov, V.P. Demidov, M.K. Berzina, I.M. Kotov, G.V. Shokhanov, y A.I. Medvedev (no confundir con S.P. Medvedev, de la Oposicin Obrera). Makh, un veterano bolchevique de Kharkov, haba sido delegado en el X Congreso del Partido. Tiunov, que se afili al partido en 1917 y estaba ms formado que sus compaeros, era resuelto, decidido y no careca de rasgos propios de un partidario de Nechyev, segn Ante Ciliga, el disidente comunista yugoslavo, quien poco despus le vera en prisin. Muchos de ellos eran antiguos oposicionistas, incluidos Makh, Kuznetsov, Demidov, y Barzitia, bolchevique desde 1907 y uno de los pocos miembros femeninos del grupo. Todos compartan la visin de Miasnikov sobre la degeneracin del partido y la revolucin, y tres de ellos, adems de Miasnikov, haban firmado el Llamamiento de los Veintids: Kuznetsov, Shokhanov y Medvedev. Kuznetsov, en efecto, consideraba a los trabajadores y a la direccin bolchevique como fuerzas antitticas. Ms tarde, declarara en los interrogatorios de la GPU: Vemos cmo en los niveles superiores de la burocracia del partido nuestros antiguos camaradas cada vez desconfan ms de nosotros y nos temen cada vez ms. Nos consideran como proletarios declarados, polticamente iletrados e ignorantes, y para ellos palabras como proletariado y trabajador son pura retrica, una mera pantalla.

    La aparicin del Grupo Obrero no pas desapercibida. Se trat como como un punto destacado en el XII Congreso del Partido de abril de 1923, que se reuni en ausencia de Lenin, el cual haba sufrido una apopleja que le haba dejado paralizado y sin poder articular palabra. En vsperas aquel congreso, circulaba una plataforma annima que reclamaba que todos los elementos proletarios honestos, tanto dentro como fuera del partido, se unieran sobre la base del manifiesto del Grupo Obrero. La autora de este documento, que denunciaba el triunvirato de Zinoviev, Kamenev y Stalin y exiga que se les echara del Bur Central, perteneca por lo visto al Grupo Obrero y quizs al mismo Miasnikov.

    En ausencia de Lenin, la tarea de anatemizar al Grupo Obrero recay sobre Trotsky, Radek, y Zinoviev. Trotsky, denunciando el manifiesto de Miasnikov, record la vieja teora del ahora olvidado Machajski que planteaba que bajo el socialismo, el Estado ser un aparato para la explotacin de la clase obrera. Radek verti su desprecio sobre la frmula altisonante de Miasnikov de la libertad de prensa. Zinoviev declar que toda crtica a la lnea del partido, incluso una llamada crtica de izquierda, es ahora objetivamente una crtica menchevique. Miasnikov, aadi, sostiene que el trabajador est contra nosotros y nosotros contra l. Esa idea era una basura. Me ocup personalmente de l durante casi un ao. Vladimir Ilich se preocup de Miasnikov personalmente, le escribi, razon con l. Una comisin especial, en la cual Bujarin era miembro, trat en vano de hacerle cambiar de postura. Miasnikov ha traicionado al partido. Independientemente de sus errores, insisti Zinoviev, el partido haba expulsado a la antigua clase dirigente del poder. La hegemona del proletariado ha sobrevivido en las circunstancias ms difciles, y seguir sobreviviendo, espero, hasta el final (aplausos).

    Miasnikov se haba vuelto una espina intolerable clavada en las carnes de la direccin. El 25 de mayo de 1923, un mes despus del XII Congreso del Partido, fue detenido por la GPU. Bajo interrogatorio, repiti sus crticas a la burocracia, que tild de cnica, despiadada y egosta.

    Sorprendentemente, Miasnikov fue liberado de la custodia y se le permiti abandonar el pas. Subi a un tren rumbo a Alemania, posiblemente como miembro de una delegacin comercial sovitica, mtodo que solan emplear las autoridades para librarse de los disidentes. Pero Miasnikov no abandon sus protestas. En Berln, entr en contacto con el Partido Comunista Obrero Alemn (K.A.P.D.) y con el ala izquierda del Partido Comunista Alemn (K.P.D.), encabezado por Arkady Maslow y Ruth Fischer, a quienes dio, tal como recuerda Fischer, una descripcin muy desalentadora sobre el estado de la clase obrera rusa.

  • Con la ayuda de estos grupos Miasnikov pudo publicar, en forma de folleto, el manifiesto del Grupo Obrero, introducido con un llamamiento redactado por sus compaeros en Mosc y dirigido a los camaradas comunistas de todos los pases. El llamamiento resuma de manera sinttica los puntos principales del manifiesto. Citaba el manifiesto inaugural de la Primera Internacional, escrito por Marx (la liberacin de los trabajadores debe ser los trabajadores mismos), y la segunda estrofa de La Internacional, concluyendo con una serie de consignas que proclamaban los objetivos del Grupo Obrero: la fuerza de la clase obrera est en su solidaridad. Viva la libertad de expresin y prensa a los proletarios! Viva el poder sovitico! Viva la Democracia Proletaria! Viva el Comunismo!

    Durante la estancia de Miasnikov en Alemania, el Grupo Obrero, dirigido por Kuznetsov y Moiseev, continu propagando sus ideas. Moiseev pronto se retir del Bur Organizacional Central Provisional, pero su lugar lo ocup Makh. El 5 de junio de 1923, el grupo celebr una conferencia en Mosc y eligi un Bur de Mosc, compuesto por unos cuatro u ocho miembros (las fuentes varan en este punto). Segn Kuznetsov, tambin se eligi un Bur Komsomol Provisional de seis hombres y Makh, miembro del Bur Central y del de Mosc, cuenta que el grupo planeaba publicar un peridico cuando las circunstancias lo permitieran.

    Por lo tanto, a una escala muy reducida, el grupo asuma el aspecto de un partido separado. Mientras profesaba su lealtad al programa de Partido Comunista y prometa resistir a todos los intentos de derrocar el poder sovitico, entabl contacto con trabajadores descontentos en varias ciudades, negoci con lderes de la ahora difunta Oposicin Obrera (incluyendo a Kollontai, Shliapnikov, y Medvedev) y trat de formar un Bur Extranjero, al que esperaba poder atraer tanto a Kollontai, con sus contactos internacionales y conocimiento de lenguas, como a Maslow, del K.P.D. Estos esfuerzos no tuvieron recompensa. Sin embargo, segn un informe, el grupo gan el apoyo de una de la guarnicin del Ejrcito Rojo acuartelada en el Kremlin, que tuvo que ser transferida a Smolensk.

    En agosto y septiembre de 1923 se present una oportunidad inesperada para ampliar la influencia del grupo, cuando una ola de huelgas, similares a las de febrero de 1921, barri los centros industriales de Rusia. Una crisis econmica la llamada crisis de las tijeras se iba profundizando desde principios de ao, provocando reducciones de salario y el despido de un gran nmero de trabajadores. Las huelgas resultantes, que estallaron en Mosc y otras ciudades, eran un fenmeno espontneo y no organizado, provocado por el empeoramiento de las condiciones. No hay ninguna evidencia que permita relacionar estos hechos con la actividad de alguna fraccin de oposicin. Sin embargo, el Grupo Obrero procur aprovechar el malestar para oponerse a los lderes del partido. Aumentando su agitacin, llam a una huelga general y a organizar una demostracin de masas, del tipo del Domingo Sangriento de 1905, con un retrato de Lenin a la cabeza.

    Las autoridades se alarmaron. Como reconoci ms tarde Bujarin, las huelgas, combinadas con las actividades de grupos disidentes, les hicieron comprender que era necesario bajar los precios, prestar ms atencin a los salarios, aumentar la actividad poltica de nuestros miembros del partido. Al mismo tiempo, el Comit Central tach al Grupo Obrero de anticomunista y antisovitico y orden a la GPU suprimirlo. Hacia finales de septiembre sus lugares de reunin haban sido allanados, su literatura confiscada y sus lderes detenidos. Doce miembros fueron expulsados del partido, entre ellos Moiseev, Tiunov, Berzina, Demidov, Kotov y Shokhanov, y otros catorce recibieron reprimendas.

    Qu era, mientras, de Miasnikov? En Alemania desde el mes de junio, no se vio implicado en la agitacin de las huelgas. Sin embargo, se le consider peligroso. Tal es as que en el invierno de 1923 le convencieron para que volviera a Rusia, con la garanta, dada por Zinoviev y Kretinsky, el embajador sovitico en Berln, de que no le molestaran. Una vez en tierra natal, fue inmediatamente puesto entre rejas. La detencin la hizo el propio Dzerzhinsky, seal de la gravedad con la que el gobierno se tomaba el caso. En enero de 1924, Lenin muri. Para entonces el Grupo Obrero ya haba sido acallado. Fue el ltimo movimiento disidente dentro del partido en ser liquidado mientras Lenin todava estaba vivo. Tambin era el ltimo grupo de base destruido con el consentimiento unnime de toda la direccin bolchevique, que ahora comenzaba su lucha por la herencia de Lenin.

  • Miasnikov pas los siguientes tres aos y medio en prisin, primero en Mosc, luego en Tomsk y Viatka. Sigui protestando, escribiendo a Stalin y Zinoviev, a Bujarin y Rykov. En Tomsk, inici una huelga de hambre, la segunda bajo custodia bolchevique. Su objetivo, explic en una carta que logr pasar a occidente, era forzar una acusacin formal y que se abra un proceso contra m, o que me liberen. No logr ninguna de las dos cosas. Durante el dcimo da de la huelga le alimentaron a la fuerza. Miasnikov resisti. Durante el decimotercer da sus guardianes, reforzados por la GPU local, le sacaron de su celda y le pusieron en un asilo de enajenados. Acto seguido, Miasnikov protest por lo que supona dar un gran ejemplo a los fascistas del mundo entero. De hecho, aadi, ni siquiera los fascistas haban empleado tales mtodos. No han ido tan lejos an, pero la consigna es esta: Quien proteste es un loco y su lugar est en el manicomio! Sobre todo cuando es un obrero y ha sido comunista durante veinte aos. Devuelto a su celda, Miasnikov permaneci en aislamiento. No permitieron que nadie hablara con l, ni los guardias, ni sus compaeros de prisin. Mientras, su esposa, Daia Grigorevna, y sus tres hijos pequeos fueron enviados al exilio.

    En 1927, Miasnikov fue desterrado a la capital armenia de Erevan y se le mantuvo bajo vigilancia policial. Sin embargo, el 7 de noviembre de 1928, el undcimo aniversario de la Revolucin Bolchevique, particip en una manifestacin contra el gobierno. Temiendo la detencin, decidi huir al extranjero. Se corto el cabello, se afeit la barba y, llenando su maletn de manuscritos y anotaciones, cogi un tren hacia Dzhulfa, una ciudad ubicada en la frontera persa. Acercndose a Dzhulfa, salt del tren y cruz el ro Aras en Persia, donde fue detenido de inmediato. Tras seis meses en prisin, fue expulsado, sin pasaporte o visado, a Turqua, donde la polica le acosaba continuamente. En una carta a la seccin rusa de Industrial Workers of the World (I.W.W.) de Chicago, escrita desde Constantinopla el 27 de noviembre de 1929, describi su persecucin interminable: Desde 1922 hasta hoy en da nunca me han faltado estos amables cuidados, unas veces por parte la G.P.U., otras por parte de los Servicios de Inteligencia de diversos gobiernos extranjeros. Tal era su situacin que hizo gestiones con el cnsul sovitico de Trebisonda para ver bajo qu condiciones podra regresar a Rusia, aunque al final no lleg a un acuerdo. Durante la primavera 1929, Miasnikov entabl correspondencia con Trotsky, que haba sido desterrado a Turqua ese ao. Esto puede parecer sorprendente por parte de Miasnikov, ya que fue el propio Trotsky, unos aos antes, quien lider la ofensiva contra la oposicin. Sin embargo, tanto Trotsky como Miasnikov haban sido expulsados del partido y del pas. Tambin l, aunque ms tarde, haba levantado la bandera de la democracia en el partido contra la dictadura del aparato bolchevique. Y aunque negaba que esto significara justificar a Miasnikov y sus partidarios, los dos tenan bastante en comn como para entablar una discusin amistosa. Ambos compartan una poltica izquierdista antiestalinista, tanto en el extranjero como en Rusia. En cuanto a la cuestin China, por ejemplo, sus posiciones eran prcticamente idnticas.

    Sin embargo, en algunos temas el acuerdo result imposible, sobre todo en lo que respecta a la opinin de Miasnikov sobre que Rusia ya no era un Estado obrero. Esta idea la desarroll Miasnikov en un manuscrito que envi a Trotsky en agosto de 1929, pidindole que contribuyera escribiendo un prefacio. Trotsky se neg, aferrado a la creencia de que, a pesar de todas sus deformidades burocrticas, Rusia segua siendo una dictadura proletaria. El manuscrito de Miasnikov, su ltimo trabajo conocido, desarrollaba las ideas principales de sus escritos ms tempranos. La burocracia, declar, repitiendo a Machajski, estaba completando su marcha triunfal. Se haba convertido en una nueva clase explotadora, con intereses y aspiraciones propios que divergan claramente de los de los obreros. Rusia sovitica, por tanto, haba dejado de ser un Estado obrero. Era un sistema capitalista de Estado, gobernado por una lite burocrtica.

    En tanto que el capitalismo de Estado organizaba la economa de manera ms eficazmente que el capitalismo privado, Miasnikov lo consider histricamente progresista. De todos modos, a los trabajadores les haban arrebatado los frutos de la revolucin y se vean reducidos a ser una clase sometida. Para Miasnikov, el nico remedio era el renacimiento de la democracia obrera. Esto implicara, como l deca, una forma multipartidista de gobierno, que asegure todos los derechos y libertades, de facto y de iure, al proletariado, a los campesinos e intelectuales. La hostilidad de Miasnikov hacia los intelectuales se haba atemperado desde la poca del manifiesto del Grupo Obrero. Ahora distingua entre burcratas y jefes, por una parte, y los intelectuales honestos de mentalidad proletaria, por la otra. Estos ltimos, uniendo sus

  • fuerzas con los obreros y campesinos, deben procurar derrocar la burocracia parasitaria. Las medidas parciales eran intiles, insista Miasnikov. Slo la destruccin del capitalismo de Estado y del gobierno unipartidista podra eliminar el mal burocrtico.

    De esta forma, Miasnikov, que llevaba desde 1920 tratando de reformar al Partido Comunista, termin rechazndolo completamente. Su lugar deba ser ocupado por los Partidos Comunistas de los Trabajadores de la URSS, en plural, en oposicin gobierno existente de partido nico. Sin embargo, varias preguntas quedaban sin contestar. Qu procesos pervirtieron los objetivos bolcheviques? Por qu la revolucin que deba conducir a la liberacin de la humanidad, hacia una sociedad sin clases y sin Estado en la cual la opresin habra dejado de existir, se hunda en el fango del burocratismo y la represin? Hasta qu punto la degeneracin se deba a circunstancias ajenas a cualquier control, como el aislamiento de la revolucin en un pas atrasado y empobrecido, la devastacin causada por la Guerra Civil, las dificultades de administrar una poblacin diversa y dispersa en medio de la confusin revolucionaria y lucha civil? Seguramente estos factores fueron importantes. No se poda culpar de la degeneracin slo a la burocracia, y an menos a las maquinaciones del mando bolchevique. Adems, por qu los revolucionarios, que odiaban la tirana autocrtica del zarismo, haban levantado su propia burocracia opresora? No haban sufrido un destino similar las revoluciones anteriores? Acaso degeneran todas las revoluciones cuando los ideales chocan con la realidad poltica, econmica, y cultural?

    Miasnikov no arroj luz sobre estas cuestiones. Debemos aadir que l tampoco era inmune a las crticas. Idealizando al proletariado, a cuyas filas perteneca, mostr una intolerancia feroz a las clases medias, una intolerancia que habra condenado su propia versin del socialismo si se hubiera puesto en prctica. A pesar de todo el autoritarismo de Lenin y su ceguera tica, no era acaso suyo el mrito de haber llegado a acuerdos con los tcnicos especialistas y otros no-proletarios para que colaboraran en la tarea de la reconstruccin econmica? Qu es, en cualquier caso, un Estado obrero y quin se beneficia de l? Probablemente sea una sociedad libre donde individuos de orgenes e intereses diversos pueden vivir juntos como seres humanos y no como unidades de un partido o una clase.

    El culto al proletariado domin el pensamiento de Miasnikov durante el resto de su vida. Ni su decepcionante experiencia en Rusia, ni la amargura de la vida de emigrado quebraron sus grandes esperanzas y su ferviente fe en el triunfo ltimo de los trabajadores. Tras el rechazo de Trotsky, sin embargo, se fue aislando. En Constantinopla recibi permiso para viajar a Pars, donde se instal en octubre de 1930, trabajando en su viejo oficio en una fbrica metalrgica. En 1931 public su manuscrito sobre la burocracia sovitica bajo el ttulo de Ocherednoi obman (La nueva mentira). Dos aos ms tarde, cuando el marxista francs Lucien Laurat public un tratado similar, Trotsky not rpidamente la similitud. Laurat, escribi, obviamente desconoca que toda su teora ya haba sido formulada hace ms de treinta aos, aunque con mucho ms mpetu y esplendor, por el revolucionario ruso-polaco Machajski, y, recientemente, Miasnikov haba sido expresado ideas parecidas, sosteniendo que la dictadura del proletariado en la Rusia sovitica ha sido suplantada por la hegemona de una nueva clase, la burocracia social..

    A Miasnikov le fue difcil adaptarse a la vida parisina. Sin embargo, las cosas mejoraron gradualmente. Aprendi a hablar francs y se cas con una francesa (Daia Grigorevna, su esposa, todava estaba viva). Encontr a dos conocidos militantes de la oposicin de izquierda, Ruth Fischer y Vctor Serge, que le mencionan en sus memorias. Hacia 1939, cuando Fischer le vio por ltima vez, pareca razonablemente contento. Al inicio de la Segunda Guerra Mundial, nos dice Fischer, recibi un curso de refresco y se gradu como ingeniero. Tena en aquel entonces cincuenta aos.

    Miasnikov permaneci en Francia durante toda la guerra. En 1946, desapareci. Sus amigos de Pars, procurando averiguar qu le haba pasado, se enteraron de que le haban llevado a Rusia en un avin sovitico. Si volvi por voluntad propia o le secuestr el MVD (Ministerio de Interior), no ha sido aclarado de manera concluyente. La versin ms creble, la de Roy Medvedev, es la siguiente: Al final de guerra, un representante del gobierno sovitico fue a ver a Miasnikov para persuadirle de que volviera. Miasnikov al principio se neg, quizs recordando su experiencia en 1923, cuando fue sacado de Alemania con falsas

  • promesas. Le garantizaron, sin embargo, que no tena nada que temer, que el pasado estaba olvidado y que las ms altas autoridades, es decir, el propio Stalin, le permitiran vivir libremente en Mosc. Miasnikov, a pesar de sus dudas, finalmente accedi. Cuando aterriz en Mosc fue detenido en el aeropuerto y llevado a la prisin de Butyrki.

    Mientras tanto, la tragedia recay sobre la esposa e hijos de Miasnikov. Durante la guerra contra Hitler, sus tres hijos se haban afiliado al Ejrcito Rojo y fallecieron en el frente. Fruto de ello, Daia Grigorevna sufri un colapso nervioso y fue trasladada a un hospital psiquitrico. Liberada un ao despus, nunca se recuper completamente. En 1946 lleg el golpe de gracia. Una visita de la polica le inform de que su marido, al que no haba visto en veinte aos, estaba en la prisin Butyrki y poda ir a visitarle. Desconcertada por las noticias, busc el consejo de amigos. Finalmente, una semana despus, fue a Butyrki. Llegaba demasiado tarde. Miasnikov haba sido ejecutado, le dijeron. Tras or esto, Daia Grigorevna sufri otro colapso mental y volvi al hospital, donde muri al poco tiempo.

    Tal fue el destino de Miasnikov y su familia. Pag el mayor precio por sus ideas. An as, permanece en la memoria histrica. Independientemente de sus errores que fueron muchos, su carrera heroica, su rechazo a comprometer sus principios, tanto durante el zarismo como el dominio bolchevique, son suficiente muestra de su integridad revolucionaria. Tales hombres son difciles de olvidar. El historiador de Rusia que estudia los aos posteriores a 1917 se encuentra una y otra vez con opositores como Miasnikov, con sus crticas a la poltica oficial y sus propuestas alternativas sobre la construccin de una sociedad socialista. La visin central de Miasnikov la participacin de los trabajadores en la direccin, la democracia proletaria y de partido, la libertad de discusin y debate sobrevive en las actuales polmicas soviticas, y llegar el da en que sus ideas, expresadas con tanta persistencia y sacrificio, influirn en la poltica comunista, por el bien del pueblo ruso.