mfy_vol.12

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RESPONSABILIDAD ¿Existe algo más siniestro que el color de un hospital ? Yo espero que un médico venga a informarme del estado de Daniel desde hace tres horas. Estoy con Hugo, un viejo amigo de Daniel, que juega un papel terrible en toda esta historia. Me doy cuenta de que no lo conozco bien. Él fue mi compañero de piso durante el mes pasado, pero yo pasé todo el tiempo de viaje con Daniel. Solo lo he visto dos veces, en París y después en Ginebra, justo antes de mi secuestro, en el que él estaba extrañamente implicado. A partir de ese momento sé que él ayudó a Daniel a liberarme. La única cosa que Hugo nos ha querido decir hasta ahora es que ha actuado a petición de Diane Wietermann. Todavía no puedo comprender lo que pasó. Los ojos en el vacío, yo recuerdo todavía la escena: dos disparos sonaron, Daniel saltó, y después se desplomó. Creí que estaba muerto cuando vi la sangre sobre su camisa. A mi lado, Hugo, parecía tan sorprendido como yo pues Daniel le dio, sin duda, la vida. Él fue quien pidió ayuda, yo estaba demasiado aterrorizada para pensar en nada. El resto está borroso, como si mi cuerpo no quisiera recordar la agonía que sintió mi corazón. No abandoné a Daniel en ningún momento, cuando llegó la ambulancia lo acompañé, aunque tenía que separarme un poco de él para que pudiese respirar. Dejar su mano fue una verdadera prueba. Vi alejarse la ambulancia sin poder dejar de temblar por el miedo de no volver a verlo de nuevo. Hugo regresó y tomando las riendas del asunto, me dijo: -Vamos, lo llevan al hospital de Nassau. Él tuvo que cogerme por el brazo para que yo reaccionara. Nosotros estamos dentro de un coche, del que desconozco su procedencia y él está conduciendo. No recuerdo el viaje debido a mi estado de preocupación, tenemos que coger un barco para llegar al hospital , un gran edificio con paredes color coral rodeado de palmeras, Hugo me indica que hemos llegado a emergencias y ahora nosotros esperamos . Al escuchar mi nombre empiezo a reponerme, me preguntan si hay que avisar a algún miembro de la familia, respondo que no. -¿Segura? Tú no eres pariente -Sí, segura -Insisto- ¿Es que no tiene algo más importante que hacer?, ¿cómo va Daniel? Tomo una larga respiración antes de responder de un tirón. -No tengo ninguna simpatía por ella, pero no hay manera de prevenir a la señora Wietermann, su hermana Agathe está en un asilo de trastornos psiquiátricos y su

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MISTER FUEGO 12 VOL

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  • RESPONSABILIDAD

    Existe algo ms siniestro que el color de un hospital?

    Yo espero que un mdico venga a informarme del estado de Daniel desde hace tres horas. Estoy con Hugo, un viejo amigo de Daniel, que juega un papel terrible en toda esta historia. Me doy cuenta de que no lo conozco bien. l fue mi compaero de piso durante el mes pasado, pero yo pas todo el tiempo de viaje con Daniel. Solo lo he visto dos veces, en Pars y despus en Ginebra, justo antes de mi secuestro, en el que l estaba extraamente implicado. A partir de ese momento s que l ayud a Daniel a liberarme. La nica cosa que Hugo nos ha querido decir hasta ahora es que ha actuado a peticin de Diane Wietermann.

    Todava no puedo comprender lo que pas. Los ojos en el vaco, yo recuerdo todava la escena: dos disparos sonaron, Daniel salt, y despus se desplom. Cre que estaba muerto cuando vi la sangre sobre su camisa. A mi lado, Hugo, pareca tan sorprendido como yo pues Daniel le dio, sin duda, la vida. l fue quien pidi ayuda, yo estaba demasiado aterrorizada para pensar en nada.

    El resto est borroso, como si mi cuerpo no quisiera recordar la agona que sinti mi corazn. No abandon a Daniel en ningn momento, cuando lleg la ambulancia lo acompa, aunque tena que separarme un poco de l para que pudiese respirar. Dejar su mano fue una verdadera prueba. Vi alejarse la ambulancia sin poder dejar de temblar por el miedo de no volver a verlo de nuevo. Hugo regres y tomando las riendas del asunto, me dijo:

    -Vamos, lo llevan al hospital de Nassau. l tuvo que cogerme por el brazo para que yo reaccionara.

    Nosotros estamos dentro de un coche, del que desconozco su procedencia y l est

    conduciendo. No recuerdo el viaje debido a mi estado de preocupacin, tenemos que coger

    un barco para llegar al hospital , un gran edificio con paredes color coral rodeado de

    palmeras, Hugo me indica que hemos llegado a emergencias y ahora nosotros esperamos .

    Al escuchar mi nombre empiezo a reponerme, me preguntan si hay que avisar a algn miembro de la familia, respondo que no.

    -Segura? T no eres pariente

    -S, segura

    -Insisto- Es que no tiene algo ms importante que hacer?, cmo va Daniel?

    Tomo una larga respiracin antes de responder de un tirn.

    -No tengo ninguna simpata por ella, pero no hay manera de prevenir a la seora Wietermann, su hermana Agathe est en un asilo de trastornos psiquitricos y su

  • padre est en el otro lado del mundo desde que le diagnosticaron un cncer terminal, y me niego a infligirle ms angustia.

    Mis argumentos le cierran la boca, yo no me saba capaz de decir esto, el mismo Hugo me miraba con la boca abierta.

    Detrs del mostrador, la joven se recupera rpidamente y contina con su cuestionario:

    -Es alrgico a algn medicamento el Sr Wietermann?, hay patologas especificas en su familia?

    -No lo s

    -Es molesto

    Yo le hubiese dicho que no estaba aqu para esto, para defenderme de ella o de mi misma, pero entiend a la enfermera:

    -De todas formas, vienen de transportarlo al bloque- Tengo la impresin de estar teniendo un shock

    Qu vamos a hacer con l? Daniel tendr que enfrentarlo?

    La enfermera nos indica dos sillas en el pasillo para esperar, suponemos que ser una larga espera. De ninguna manera me mover de aqu

    Hugo est sentado a mi lado, en silencio. No ha dicho nada desde que llegamos.

    En qu puede estar pensando?, ser en los disparos, que tambin resuenan una y otra vez en su cabeza? Desde que estoy aqu, he revivido la escena como un bucle un milln de veces: Hugo sale de las sombras mientras que Daniel y yo acabamos de regresar de la recepcin de la boda de Sarah y Tom. l est a punto de revelarnos algo importante, cuando suenan los disparos. Quiero gritar pero ningn sonido sale de mi boca. Daniel aparta a Hugo y entonces colapsa sobre m. La sangre mancha su camisa blanca, est por todas partes, y Daniel no responde.

    Tengo miedo de perderlo!

    No puedo parar de llorar desde la tragedia, cundo se detendr todo?. Estamos en el pasillo dnde nadie nos presta atencin y los segundos pasan ms lento de lo normal. Los mdicos pasan, algunos hablan, otros ren cmo puede el mundo seguir girando mientras Daniel se debate entre la vida y la muerte?

  • A pesar del calor que hace aqu, me estremezco.

    -Toma- Dice Hugo, tendindome un caf.

    -Gracias.

    Miro el baso en mi mano durante un largo rato antes de comenzar a beber. El lquido caliente se desliza por mi garganta y hace que me duela la barriga. Termino mi caf y tiro el recipiente a la papelera.

    Cuando pienso que hace menos de un da, mis dos mejores amigos estaban viviendo el mejor da de sus vidas. Nadie podra haber presagiado este drama.

    Daniel organiz la boda de Sarah y Tom en las Bahamas. Su felicidad era una burbuja de oxigeno despus de los acontecimientos que Daniel y yo hemos vivido en las ltimas semanas.

    Al finalizar el verano, Daniel comenz a sospechar de un desvo de fondos de su empresa a la joyera de lujo Tercari. Para seguir la pista fuimos a Ginebra. All nos sorprendimos al encontrar a la madre de Daniel y su amante Benot de Saint-Andr. Nosotros tenemos la conviccin de que ella era la que desviaba los fondos. El dinero robado era utilizado para comprar una mina de diamantes en el sur de Africa.

    Benot es un hombre poco recomendable que hace negocios con los traficantes de armas. Uno de estos traficantes me secuestr, en lugar de a Clothilde, la sobrina de Benot y ex prometida de Danielella es tambin la actual directora de la joyera Saint-Andr, el principal competidos de Tercari. Un pequeo mundo que el dinero hace despiadado.

    Todo esto me sobrepasa. Niego con la cabeza, impotente, vaca

    -Julia? Clmate por favor- Me pide Hugo, tengo que hablar contigo.

    Hugo me mira por un momento y yo asiento.

    -Lo s- Dije limpiando mis ojos.

    Esto es una locura!

    -Hugo por qu nos est pasando todo esto?

    Puedo ver que l quiere hablar, pero le cuesta, balbucea, hasta que al final se lanza:

    - En primer lugar debo decir que Diane Wietermann se me acerc un da a finales del verano. Yo pasaba cerca de Tercari para ...

  • Hugo se pone las manos sobre la cara y su mirada se me escapa.

    -Si?- Lo presiono

    -Para pedir dinero prestado- Suelta avergonzado.

    -Pero, por qu?- Pregunto confundida.

    -Tengo deudas de juego, lo hago desde hace mucho, pero hasta ahora no haba estado en serios problemas por ello. Me encontr abrumado y los chicos empezaron a amenazarme, tuve miedo.

    El simple hecho de recordar este episodio aun le da miedo, es evidente.

    -Entiendo, pero cul es la relacin con Diane?

    -Yo no tuve la ocasin de ver a Daniel ese da. En su lugar vi a Diane, no s cmo adivin o me hizo confesarle lo que me atormentaba, estaba entre la espada y la pared, y en el fondo creo que pedirle dinero a Diane era ms fcil que pedrselo a mi amigo- Dijo l para justificarse.

    Asiento con la cabeza nuevamente.

    -Ella me invit a almorzar en un buen restaurante, todo pareca tan simple- Murmull Hugo. -Para el postre me ofreci una suma que yo no fui capaz de rechazar

    -Cunto?

    -200.000

    Abro los ojos de par en par, es una cantidad que pocos podran rechazar y menos alguien que est en apuros.

    -Qu tienes que hacer para conseguir este dinero?

    -Mira- Hugo me mira directamente a los ojos.

    Por qu la madre de Daniel quiere vigilarme?, solo soy la novia de su hijo.

    -No estoy segura de comprender- Digo balbuceando, ms por m misma que por Hugo-. Es por esto que pusiste un chip en mi telfono?

    Se vuelve blanco, est asombrado, baja el tono de la conversacin:

    -Julia? Sabas que haba un dispositivo en tu smartphone?

  • -S, lo saba, Daniel le dijo a Ray que lo pusiera, l no me esconde nadaparece que soy una persona a seguir

    -En fin, despus del secuestro, me sent tan mal que no quera admitir la razn de mis acciones, qu idiota fui!

    Un detalle llama mi atencin:

    -As Diane supo que estbamos en Ginebra junto con Benito y

    Nuevamente, Hugo no me mira, s que he tocado un punto elemental.

    -Hugo! Daniel est sobre una cama en el hospital. l est en riesgo de morir!, debes decirme todo lo que sabes. Quiero comprender como hemos llegado aqu-

    -Muy bien- Dice l resignado. -Tu sabes que era a Clothilde a la que queran secuestrar, no a ti. Yo estaba con Daniel cuando Benot lo llam para decirle que si famoso contacto (Tio B) o Tarrik Baptista, retena a Clothilde y amenazaba con matarla si no pagaba. Benot estaba furioso

    Entiendo, Benot de Saint-Andr es un truhn imparable.

    Hugo ignora que l no es nuestra nica fuente de informacin. Agathe, la hermana de Daniel, es pirata informtico en su tiempo libre. Gracias a ella sabemos que Diane recibi un mail de Benot advirtindole de que me retenan en lugar de a Clothilde. Por desgracia eso demuestra que ella no est implicada directamente.

    -Entonces qu?- Le pregunt sospechosa. -Realmente ayud a Daniel a encontrarme, no?

    -Cuando Daniel me encontr, y me lo explic, entend de inmediato que Baptista haba secuestrado a la persona equivocada. Lo siento, debes creerme, no tena idea de eso. Yo solo tena que vigilarte.- Me explica Hugo dndole ms peso a su confesin.

    -Qu vas a hacer ahora? Continuar con la pista de Diane?

    -Despus de que Daniel conociese mi implicacin en toda esta historia, no puedo dar un paso sin decirle donde voy. No es fcil saltarse la vigilancia de Daniel! Tiene mucha por ti, Julia!

    -Eso no me aclara porque ella me est vigilando. No lo entiendo!

    Es hora de que Hugo se explique. Estoy segura de que l sabe ms de lo que quiere decir.

  • Hugo se toma su tiempo antes de responder. Decido no insistir. Es el precio a pagar para comprender. De repente el me confiesa:

    -Diane siempre ha visto mal tu relacin con Daniel. Cuando ella se enter por Benot de que Baptista te retena a ti en lugar de a Clothilde, ella decidi no hacer nada, as lo mismo te quitaban de en medio y eso podra servir a sus interesesestaba segura de que romperais antes de tomar riesgos innecesarios

  • La voz aguda como un spin de Diane Wietermann rompe mis tmpanos:

    -Ni siquiera te imaginas en el lio que te metiste, Hugo!, eres tonto, lo tenamos todo controlado, solo tenamos que esperar a recibir el pequeo rescate. Ahora saben lo que pas en ginebra. Benot est fuera y todo es tu culpa.

    Diane est loca de rabia, pero tambin tiene miedo a la muerte, ella tambin esta aterrorizada al pensar en lo que har ahora Benot de Saint-Andr.

    -Parece que Benot ha querido limpiar sus huellas- Concluye Hugo estremecindose.

    Eso tiene sentido: Hugo tiene informacin que vincula mi secuestro con Benot. Me imagino que una alianza con un traficante de armas no es una cosa que quieras que salga a la luz. Hugo est mal y le paso mecnicamente la mano por la espalda para consolarlo.

    -Ests bien, no creo que intente nada ahora, aqu, iremos a la polica tan pronto como D, quiero decir, tan pronto como sea posible

    Mi voz se vuelve ms dbilla idea de que Daniel me pueda faltar me golpea. Hugo me mira sorprendido.

    -Cmo puedes preocuparte por m en estos momentos?

    Entiendo la pregunta pero para m es de fcil respuesta, recupero el equilibrio y le digo:

    -Me niego a que Daniel haya hecho esto para nada, tenemos que detenerlos y es lo que vamos a hacer- Respond determinada.

    Una cosa es segura: Diane y Benot ignora que sabemos acerca de sus negocios, as que las revelaciones de Hugo son un valioso aliado para mantenerlos alejados. Tambin contamos con la ayuda de Agathe. A pesar de que todava carecemos de elementos contundentes, est historia est a punto de concluir. Pero, a qu precio?

    Exploro el pasillo del hospital con ansiedad. De repente, un hombre de mediana edad, con bata blanca y una mscara alrededor de su cuello se detiene frente a nosotros. m corazn late con fuerza!

    Trato de levantarme de la silla, pero las piernas me tiemblan, tanto que me agarro de la silla para no caer. Entonces, Hugo, me ayuda y el hombre comienza hablar:

    -Familiares de Mr.Wietermann?

  • -S

    Qu dice su mirada? Est serio? Compasivo? Qu quiere decir?

    -Julia, querida, hemos venido lo antes posible-

    Me haba olvidado de todos, hasta que tengo cerca a mis padres, veo venir a los invitados de la boda de Sarah y Tom aun con los atuendos de la ceremonia.

    Somos una foto curiosa: un grupo de europeos, vestidos con traje de noche en un hospital de las Bahamas

    -Nosotros no quisimos decirles a Sarah y Tom para no arruinarles su da- Dice mi madre.

    Quiero decirle que lo han hecho muy bien, pero mi padre grita:

    -Princesa, ests herida?- Se asusta al ver mi vestido, est plido

    Mi falda est manchada de sangre, ni siquiera me haba dado cuenta! Lo tranquilizo inmediatamente mientras mantengo un ojo en el medico que sigue all.

    -Es la sangre de Daniel, no la ma!-. Pero mi respuesta no ayuda, ahora es mi madre la que grita:

    -Dios mo!-. Exclama.

    -Sintese, seora-. Le ordena el mdico, tomando su estetoscopio.

    No puedo soportarlo ms. Es hora de poner fin a esta interminable espera, sin perder un segundo ms le pregunto:

    -Doctor, por favor, dgame cmo est Daniel.

    CAP. 2

    Loco!

    La bala ha entrado por el abdomen, pero no ha tocado ningn rgano. El seor Wietermann despert hace un momento y est fuera de peligro.

    Verdaderamente creo que esto ha terminado

  • Mi alivio hace que no sienta las piernas. Mis padres se precipitan hacia m para sostenerme y me obligan a sentarme. El mdico me mira con una gentil sonrisa.

    -Le agradezco todo doctor, digo yo levantando la mirada.

    -No es nada, seorita. l podr salir de aqu en unos das.

    -Puedo verle?

    -S, pero solo unos minutos, est muy dbil todava. Adems, debo prevenirle de que en caso de accidente por bala, nosotros tenemos la obligacin de llamar a la polica. Cuando el seor Wietermann salga del hospital, tendr que responder algunas preguntas. Mientras, si usted quiere seguirme, es por aqu.

    Antes de entrar por la puerta que sostiene el mdico, le mando una gran sonrisa a Hugo.

    Daniel est fuera de peligro. Cuando entro en la sala le veo el torso cubierto de vendas. El tono blanco de la estancia hace que resalte su bronceado. Por qu es lo primero en lo que pienso al verlo?

    Cuando Daniel me ve me direige una sonrisa. Yo reconozco inmediatamente a Mr. Fire. Una inmensa ola de ternura me invade.

    -Oh Daniel! Yo tena miedo! Exclamo precipitndome hacia l.

    -Julia!, t ests bien? , y Hugo? Nadie me deca si t estabas viva. Yo crea que iba a enloquecer.

    Las lgrimas inundan mis ojos. Sentir el corazn de Daniel latir me hace llorar.

    l est vivo!

    -No estoy herida, digo dulcemente. Por qu te interpusiste?, podras haber muerto!

    -No lo s, fue un instinto. En el momento, no pens en nada, solo en protegerte a toda costa-. Me responde Daniel tomndome la mano.

    Me mira con una mezcla de sinceridad y seriedad, un nudo se forma en mi garganta. l se inclina para besarme. Todo mi cuerpo palpita al ritmo del suyo propio. Una vez ms todo est en sintona mientras limpia mis lgrimas con sus manos.

    -Yo estoy bien ahora.

  • - Tena miedo!-. Murmuro sin poder separarme de su lado pero la ansiedad no se disipa tan rpidamente como crea. Entre tanto, Daniel me hace un hueco y me invita a tumbarme a su lado.

    -Hay riesgo de que te haga dao?

    -Sentirte contra m es el mejor de los remedios.

    Este simple acto es suficiente para llenarme de amor. Daniel me abraza dulcemente.

    -Creo quequesin apenas poder articular.

    Sollozos pesados me impiden continuar. Daniel acaricia mis mejillas, depositando dulces besos y susurros para tranquilizarme.

    -Todo ha vuelto a la normalidad, mi amor. Todo est bien ahora-. Me deja recuperar el aliento, y luego me pregunta:

    -Hugo est contigo?-. Asiento con la cabeza.

    -Ha hablado contigo?

    -S, l me lo cont todo, te lo explicar.

    Le hago un resumen de la informacin que me ha dado Hugo. l est de acuerdo conmigo: los acontecimientos van de mejor en mejor.

    -Las deudas de jugo-. Daniel resopla -Debera haberlo sabido, tendra que haber acudido a m

    -Lo intentpero t madre lo intercept primero.

    -No dejes que salga del hospital antes de que a m me den el alta, supongo que tendr miedo.

    -l cree que el traidor ser enviado por Benot para limpiarlo todo.

    -Probablemente, l est en lo cierto-. Permanece alrededor de los bungalows con los otros huspedes. Ray, el conductor de Daniel digno de su confianza, sabe qu hacer para evitar que te pase nada.

    Yo le debo mucho. Si Daniel me asegura que Ray est velando por nosotros, entonces todo va bien.

  • -Julia?-. Daniel y yo giramos la cabeza hacia la puerta. Mi padre est all. l no se atreve a entrar.

    -Hola Daniel-. Dice sonriendo -Cmo te sientes?

    -Bien Sr. Belmont, gracias.

    -Julia, tu madre y yo regresamos con Hugo al bungalow. Quieres venir con nosotros?

    Echo un vistazo a Daniel. Me duele el corazn solo ante la idea de dejarlo ahora.

    -Gracias papa, me quedar un poco ms.

    -Como quieras princesa, cudate Daniel!-. Entonces mi padre se da la vuelta y cierra la puerta de la habitacin.

    Con un doloroso gemido, Daniel se mueve en la cama y me hace seas para que vaya con l.

    -Vamos a tener que apretarnos un pocome dice con un guio.

    -No quiero hacerte dao Daniel, tienes que descansar.

    -No me regaes, ni me contradigas! Vamos, por favor.

    Me deslizo lo ms suave posible junto a mi amante. l, por lo general se acerca muy rpido, pero en esta ocasin est muy quieto. Su calidez me tranquiliza y me da ideas. Sin duda, es mi turno para mostrarle lo que s usar las manos.

    Suavemente rozo los vendajes con la punta de mis dedos. Voy acompandolo con ligeros besos sobre el pecho. Luego, muy lentamente, mi mano se pierde bajo las sabanas. Me siento emocionada viendo a Daniel gemir bajo mi toque. Besos tras beso recojo cada uno de sus suspiros con mis labios.

    Nosotros permanecimos mucho tiempo en la cama, solo mirndonos el uno al otro. Nuestras manos cruzadas separan el ritmo de nuestro mutuo deseo. El cuerpo de Daniel es digno de envidia. Con una sola caricia puedo liberar el deseo de mi amante. Daniel se duerme primero, no es lo habitual, pero me gusta sentir su aliento en mi cuello con regularidad.

    Me paso largos minutos mirndolo dormir, tranquilo, pacifico, hasta que oigo pasos en el pasillo y una voz apagada que me dice que el tiempo de visita ha terminado y Daniel tiembla cuando me levanto lentamente de la cama.

    -Te amo Julia, nunca me dejessusurra en sueos.

  • Un momento increble, con una confesin tan abrumadora, lo beso en los labios antes de salir de la habitacin.

    Detrs de la puerta, vuelvo a sentirme muy sola. Pienso que esta tarde dormir sin Daniel a mi lado. Mi corazn se hace pedazos. Tengo la impresin de que he dejado una parte de m al salir.

    Espero que pase rpido, porque la vida no es tan bonita cuando l est lejos de m.

    Delante del hospital, Ray me espera en el coche, como si l estuviera siempre all.

    -Buenos das seorita. Est el seor mejor?

    -S Ray, est bien. Es un alivio-. Me dijo, metindose en el coche. -Es muy confortable saber que usted est ah en todo momento.

    -Es mi trabajo, seorita. Lo siento por no ser capaz de evitar esto.

    -No es tu culpa

    -Probablemente, debera haber estado ms atento -. Dijo empezando a divagar.

    -Est bien, no te eches la culpa.

    En el coche comienzo a sentir la fatiga. En el barco a la isla Paraiso, Ray no me deja un segundo, como si temiera que yo pudiese ser su prximo objetivo. Est muy preocupado. Una hora ms tarde estoy de vuelta en el bungalow, todo es extrao para mi, todo familiar, hermoso, pero sin alma.

    Daniel, te extrao

    Al llegar, no me encontr ni a los recin casados, ni a otros huspedes; mejor, ya que no siento fuerza para hablar en este momento.

    El da acaba de empezar. Pas la noche en el hospital y ahora estoy aqu en la habitacin. Aunque est mejor no voy a estar completamente segura hasta que no est a mi lado.

    Me tumbo en la cama, pero es demasiado grande para mi sola. Es hora de volver a la normalidad, porque no voy a ser capaz de resistir mucho ms este largo ritmo de locura. Maana ser otro da.

    Me acurruco y me quedo dormida, agotada por tantas emociones en conflicto.

  • Tres golpes en la puerta del bungalow me sacan del sueo. Entra Sarah inmediatamente, como siempre.

    -Hola seora Anderson-. Murmuro con mi mente todava brumosa.

    -Buenas noches, bella durmiente-. Dice Sarah, sentndose en la cama. -Has dormido todo el da.

    -En serio? Me tendrais que haber despertado!

    -De ninguna manera, no han sido das fciles para ti. He tenido que tu madre entrase por lo menos 12 veces. Cmo est Daniel? Hugo nos dijo lo que pas. La polica llego al hotel, uno de los hombres a cargo de la investigacin me dejo su tarjeta y quiere que lo llames. Sabes por qu le dispararon? Quin podra hacer eso?

    -Daniel dorma cuando fui. Todo va bien teniendo en cuenta las circunstancias. El medico dice que podr salir pronto. Yo pienso que pasar a la comisaria de Nassau en ese momento

    -Mejor-. Dice Sarah visiblemente emocionada. -Y ahora? Volvers a NY?

    -No s todava lo que Daniel querr hacer, no s si verdaderamente l est en estado de viajar.

    -Por qu no vuelves con nosotros en unos das? Hemos decidido pasar nuestra luna de miel aqu. Es totalmente maravilloso-. Me estiro antes de responder.

    -Sarah, te quiero mucho, y es por eso que te dejar que aproveches el sol tranquilamente

    con tu esposo y un cctel en la mano.

    -No vamos a ser tmidos, creme!-. Exclama Sarah riendo. -Vamos a organizar una fiesta

    en NY cuando volvamos. Daniel y tu tenis que estar disponibles.

    -Cuenta con nosotros!

    Se hace el silencio.

    -Sarah he dicho algo que te ha molestado?-. Le pregunto desconcertada por el repentino

    cambio de actitud.

    Ella no responde de inmediato.

    -Estoy preocupada por ti, Julia.

  • -Por qu? No me digas que todava desconfas de Daniel!

    -No, al contrario! Es queno te reconozco.

    -Qu quieres decir? Sarah, explcate.

    -No me malinterpretes, estoy muy feliz por ti. La historia que vives con Daniel es mgica.

    S que estn en plena floracin, peroestuviste en alguna parte que desconoca por algn tiempo y me preocup muchsimo. Estas constantemente entre dos caminos: seguir a Daniel

    y tu futuro.

    Me quedo en silencio.

    Me entristece que mi mejor amiga se preocupe por m pero s que tiene razn, debo

    tomar decisiones.

    -Tienes hambre? -. Me pregunta. Es casi la hora de la cena. -Como si no se pudiera comer

    todo el

    tiempo-. Dice Sarah, sonriendo. -No s cmo lo hace Daniel, pero aqu todo est

    simplemente delicioso.

    Me levanto y veo que no me desvest antes de ir a dormir.

    -Tengo que tomar una ducha y cambiarme. Tambin quiero llamar a Daniel por si despert.

    Nos encontramos en una hora?

    -Tomate tu tiempo, querida, dice Sarah antes de desaparecer. YJulia!

    -Si?

    -Me alegro de que Daniel est bien y t ests segura.

    Ella cierra la puerta sin hacer ruido.

    La ducha me despierta. No puedo esperar ms para escucha la voz de Daniel. Suena

    el primer ring:

    -Hola mi julia, me hiciste falta al despertar.

    -T tambin, Daniel. Es extrao no despertar en tus brazos. Cmo te sientes?

    -Fue delicioso dormir a tu lado, me siento mucho mejor. El medico dice que puedo salir

    maana.

    -Oh, eso es maravilloso. Daniel, la polica

  • -Lo s, s. Una investigacin est en curso. La polica vino a verme.

    -Ya? Podran haber espera a tu salida!-. Digo conmocionada.

    -Hugo se fue con ellos. Tengo papeles que firmar en la comisara cuando salgamos.

    Despus puedo dedicarme a ti.

    -Estoy muy feliz Daniel. Yte echo de menos.

    -No puedo esperar a volver a sentir tu cuerpo contra el mo, mi amor.

    -Hasta pronto. Te quiero-. Digo en voz baja antes de colgar.

    Cuando llego a la terraza, Tom me da la bienvenida y me ofrece un coctel de frutas.

    Respondo a las preguntas de mis amigos de la mejor manera posible. Les parece increble

    que hayan disparado a Daniel. Nadie duda de que fuese Hugo quien lo pens. Yo estoy

    sorprendida, para m, es la segunda vez que esto pasa en unos pocos meses.

    Apartado est Hugo, que no dice nada. Me acerco a l.

    -Gracias por todo lo que me dijiste en el hospital.

    -No es nada, era lo lgico, responde malhumorado. Fui a ver a Daniel.

    -Lo s, acabo de hablar con l.

    -Se ha recuperado bien, gracias a Dios. Hubiera destrozado mi vida, sibueno

    -Este no es el caso. l est bien, tambin me dijo que viste a la polica.

    -S, y Daniel se port muy bien. El respondi a todas las preguntas y disip toda sospecha,

    mucho mejor de lo que yo habra hecho.

    -Eso es bueno, dije bostezando. Disculpa!

    -Ahora que ha terminado de ayudarme, debera ocuparse un poco de ti-. Dice Hugo riendo.

    -Tienes razn!

    -Entiendo por lo que tuvo que pasar estando en el hospitalahora debes empujarlo a salir y disfrutar de la isla cuando se reponga. De lo contrario, sabemos que reanudar su trabajo de

    inmediato.

    l tiene razn. Daniel debido al liderazgo de la joyera no va a tomarse un descanso.

  • Pasamos una agradable velada juntos. Mis padres y otros invitados tomaron un

    vuelo a Francia a la maana siguiente. Todos ellos estuvieron encantados con este viaje al

    trpico.

    -La isla es un paraso! Si Daniel no hubiese recibido un disparo, todo sera perfecto.

    Afortunadamente l est bien, dijo mi madre achuchndome en el aeropuerto.

    -S, mam. Tena tanto miedo!

    -Entiendo, querida, pero Daniel es un hombre fabuloso y fuerte.

    -Lo s mam.

    -Cudate y a los nios, dice mi padre.

    Nios!Esto es nuevo!

    Me alegro de ver que mis padres aprecian a Daniel. Ray nos acompaa desde el

    aeropuerto hasta el hotel a Hugo y a m. Siempre est en guardia cuando dejamos los

    bungalows, como si el mundo, de repente, fuera aterrador.

    Llegamos y una sorpresa nos espera: Daniel sali del hospital!

    -No tendras que haber salido tan rpido! Seguro que todo est bien?- Digo yo

    preocupada.

    -Estoy bien, Julia. Pens que podramos pasar aqu unos das antes de partir.

    -Buena idea dice Sarah que vine tras nosotros.

    Ella besa a Daniel en la mejilla y nos invita a compartir un refresco.

    Soy yo o Sarah de perfil est ligeramente redondeada?Podra ser que? Ahora entiendo por qu ella come mucho y solo habla de comida.

    ***

    Los das que pasamos juntos en la isla son maravillosos. Daniel y yo estamos

    tomando un tiempo disfrutando de la vida. Su herida est sanando muy bien.

    Bebemos zumo de fruta mirando al mar, damos paseos por la playa al atardecer.

    Sarah y Tom pasan mucho tiempo con nosotros, pero ellos estn en su burbuja. Hugo

    todava se encuentra distante pero su relacin con Daniel ha mejorado considerablemente.

    Fuimos a la comisara de polica de Nassau derechos, justo despus de salir del

    hospital. Daniel quera resolver este asunto rpidamente. Con su ayuda, ellos entraron en

    contacto con la polica de Francia, y se abri una investigacin sobre Diane y Benot.

  • Tambin les dio el nombre de Tarrik Baptista. La Interpol ya tiene un largo historial de este

    hombre.

    Una vez fuera nos tranquilizamos, los disparos no quedarn sin castigo. Es la

    culpa? Hugo da la impresin de sentirse culpable cuando sabemos que hara cualquier cosa

    por Daniel.

    Ray sigue ah, con el equipo de seguridad. Son tan discretos que nadie parece notar

    su presencia. l vela por nosotros.

    Tomamos en avin a Nueva York, frescos, descansados y bronceados. Una vez en el

    aire, Daniel se vuelve hacia m:

    -Julia, yo no quera hablar sobre el tema mientras estbamos de vacaciones, pero

    -Qu demonios?-. Le pregunto preocupada por tanta precaucin. -Es tu padre? Es

    Agathe?

    -No, no te preocupes! Has pensado que vas a hacer con tus estudios?

    -Buenolo pienso mucho ltimamente. Y por ahora no tengo una solucin-. Daniel abre su porttil y lo pone frente a m.

    -Le pregunt a Candice, e hizo la investigacin por ti. Por cierto, uno de mis contactos de

    trabajo est en la Sorbona. Su registro est bloqueado por razones administrativas, pero

    Candice es muy agradable para tratar con l, la administracin de la universidad puede ser

    un verdadero dolor de cabeza!-. Suspiro.

    -Eso es lo que entend. Me temo que no hay nada que hacer este ao.

    -En Francia, no. Dicho esto, Candice me envi todos los archivos, dice entregndome una

    carpeta. T tienes todos los requisitos para ingresar en una escuela de NY.

    El instituto de Bellas Artes de la Universidad de NY tiene una gran reputacin, pero

    hay otros. Lelo!

    -Gracias, Daniel, esto es muy bonito, pero

    -Qu pasa?Quieres dejar tus estudios? No deberas! Era algo que te entusiasmaba.

    -Lo s. Me perd el ao acadmico en Pars y me gustara inscribirme en NY, pero

    -Dime lo que piensas, Julia. Puedo ver que algo te molesta.

    -Aunque haga mis estudios en un sitio u otro t continuars viajando

    Yo no lo habra dicho aspero ya es tarde.

  • -Tienes miedo de que no podamos vernos?, verdad?-. Dice Daniel sonriendo. -Te

    entiendo, hemos vivido con un ritmo loco de vida en los ltimos meses

    -Daniel tienes razn. Tengo que volver a mi ritmo normal.

    -Tengo la intencin de establecerme de forma definitiva en NY.

    -En serio? Pero la sede de Tercari est en Pars.

    -Por el prestigio, todos los joyeros estn situados en Vendome, pero en NY es necesario. Y

    has visto mi apartamento allnada me detiene en Pars, si t no ests all, me dice mirndome con cario.

    Qu bueno escuchar eso!

    Es cierto que el apartamento no es muy personal, Daniel ha pasado muy poco

    tiempo ah desde que lo conozco.

    Daniel contina:

    -Tom y Sarah volvern a NY despus de su luna de miel. Podramos instalarnos, si ests de

    acuerdo. Pens que podamos elegir un lugar para vivir los dos, decorarlo a nuestro

    gusto-. Guau Estoy sin palabras.

    -Si quieres puedo ayudarte a encontrar un apartamento, me dice Daniel malinterpretando mi

    silencio. Entiendo que quieras tu independencia, es normal. Por eso insisto en tus estudios.

    Te ayudare en lo posible, Julia. Eres una mujer joven, hermosa, brillante y tienes un futuro

    espectacular por delante.

    -Gracias Daniel, no s qu decir

    -Shh, dice ponindome un dedo en los labios. No te pido ninguna decisin todava.

    Lee y reflexiona!

    -Bueno.

    Paso el resto del viaje sumergida en la extensa documentacin recopilada con

    Candice. Nueva York realmente tiene un gran potencial en historia del arte. La idea de vivir

    cerca de mis dos mejores amigos me seduce cada vez ms. En cuanto a la idea de vivir con

    Danieles un sueo hecho realidad.

    Por la tarde llegamos al hotel. El director, el Sr. Gutirrez, nos recibe.

    -Julia!Sr. Wietermann! Todo est arreglado de acuerdo a sus peticiones. Estos seores

    tienen una habitacin que les espera, les dice a Hugo y Ray.

  • Todo se arregla con el Sr. Gutirrez sonre, Daniel dice a menudo esta frase en toda nuestra historia. Daniel quera decir que el seor Gutirrez, que fue mi jefe, me dejaba

    tiempo libre para que lo pasase con l.

    -Qu bueno verte de nuevo! Contina el dueo del hotel.

    -Tambin es un placer, seor Gutirrez. Voy a vivir aqu, de momento. Nosotros nos

    vamos a ver con frecuencia-. Dijo Daniel a distancia.

    El Sr. Gutirrez no mira avanzar hacia el ascensor sin decir una palabra. Sin duda,

    pensando que este es uno de sus mejores clientes.

    Pasando pgina: Daniel y yo nos reunimos. Una vez en la suite, me toma en sus

    brazos.

    -Estamos de vuelta en casa-. Susurra Daniel, besndome en el cuello. En casaque curioso y relajante al mismo tiempo.

    Le beso mientras lo desnudo, como todas las noches desde que sali del hospital.

    Miro el vendaje en el pecho.

    -No te preocupes!, pronto no habr nada aqu, solo una cicatriz.

    -Una herida de guerra-. Digo riendo.

    -Eso es!-. Comienzo a besarle apasionadamente.

    -Te quiero-. Le susurro al odo.

    Me subo en la cama, me coloco encima de l. Empiezo a cubrirlo de besos, caricias,

    abrazoshasta que el deseo es ms fuerte que el resto. Daniel y yo hacemos el amor antes de quedarnos dormidos.

    Al da siguiente nos despertamos con una llamada de recepcin.

    -Le has pedido que nos despierten? -. Me pregunta Daniel antes de responder. -Son apenas

    las 07:00.

    -No-. Le respondo, frotndome los ojos. Mientras tanto, Daniel toma la llamada.

    Me siento en la cama y lo escucho responder responder:

    -Est abajo? Muy bien, dile que bajamos en 15 minutos. Y s por favor, vamos a tomar el

    desayuno en el saln-. Acto seguido, Daniel cuelga.

  • -Es Clothilde, dice dirigindose a m. Se enter de que estamos de vuelta y quiere vernos

    tan pronto como sea posible.

    -A nosotros? Seguro que no eres solo t al que quiere ver?-. Me sorprendo a m misma

    con esa pregunta.

    -Ella insisti: Dgale al seor Wietermann y a la seorita Belmont que tengo que verlos inmediatamente

    -As que no es para ver el bronceado de su ex novio? T ests genial con l, realza tus

    ojos-. Digo sonriendo antes de que me bese tiernamente.

    -Vstete y vamos a ver que quiere.

    -Cmo crees que se ha enterado de nuestro regreso?-. Le pregunto a Daniel mientras se

    viste.

    Candice realmente piensa en todo; ella se asegur de que Daniel y yo tuvisemos

    toda nuestra ropa aqu. Al igual que Ray, ella es mucho ms que una ayudante para Daniel.

    -Por el Sr. Gutirrez probablemente. Vengo aqu desde hace aos y l la conoce.

    Bajamos a la recepcin, cuando ella nos ve se apresura en nuestra busca.

    -Daniel, Julia! He sabido de los ocurrido en las Bahamas, el tiroteoCmo ests?

    -Est bien, no tiene ansiedad.

    Clothilde sigue siendo bella, distinguida, pero parece comida por dentro. Ella tiene

    ojeras marcadas, como si no hubiese dormido en varios das.

    -Ven a tomar el desayuno y nos dices que te trae por aqu-. Dice Daniel.

    -No, he venido a vera unos amigos. Qu tacto!

    Daniel me toma la mano y me abraza, esto no hace nada fcil la situacin para

    Clothilde que trata de integrase en la vida cotidiana de su ex novio

    Tomamos un delicioso desayuno en el club, con sillones amueblando una habitacin

    muy cmoda. T, caf, chocolate, zumos, pasteles y sndwiches, en muy poco tiempo, el

    personal obr milagros.

    Clothilde finalmente se sienta delante de nosotros y no dice nada. Coge un

    croissants y piezas realmente pequeas en un plato. Es incmodo. Daniel sonre

    amablemente:

  • -Siempre es un placer ver a un amigo-. Dice Daniel, pero no es habitual que vengas a tomar

    el desayuno con nosotros. (El ambiente est sobrecargado)

    -S, ests en lo cierto-. Murmura Clothilde.

    -Y si nos dices que est mal? -. Dice Daniel. -Te conozco bien y s que si ests aqu a

    estas horas en vez de en tu oficina es que hay un problema. Cuntanos lo que es.

    Clothilde bebe un vaso grande de jugo de naranja y toma una respiracin profunda.

    -A principios de la semana pasada, escuche a mi to por telfono. No s con quien hablaba,

    pero escuche claramente: No es cierto, lo has perdido. Dijo loco de rabianunca lo haba visto as.

    Clothilde baja la cabeza, creo que est llorando. Con el tiempo se recupera, aun con

    los ojos brillantes.

    -Tengo miedo, Daniel. Dio a entender que eliminara a alguien. Hablaba de ti, Daniel? Mi

    to realmente quera matarte?

    Ella parece realmente molesta.

    -No se trataba de eliminarme a m, sino a Hugo.

    -Hugo? -. Repite Clothilde aturdida. -Pero eres t al que han herido, no?

    -S, pero el traidor era Hugo. Tena revelaciones acerca de tu to.

    -Qu poda saber Hugo? -. Replica Clothilde de manera algo agresiva.

    Niega con la cabeza. Clothilde y Hugo no se llevan bien. No entiendo esta

    hostilidad, especialmente cuando Daniel casi muere.

    Daniel parece compartir mi punto de vista.

    -Si tenemos informacin acerca de tu tio es en gran parte gracias a l. Tambin por el

    encontramos a Julia, ya que su secuestro fue un error, eras t la que tena que haber sido

    vctima de ese secuestro para que tu tio pagase al traficante-. Clothilde parece aturdida.

    -Has averiguado que tena que decir Hugo? -. Pregunta ella con voz temblorosa.

    -S, l nos dio informacin sobre el papel de mi madre en esta historia-. Responde Daniel.

    -Mi to y tu madre son aliados? es eso verdad? -. Pregunta Clothilde

    Ella todava tiene la esperanza de que todo sea diferente, que sea un mal sueo.

  • -S, el poder los motiv a unirse. Ellos estn tratando de hacerse con una mina gigante de

    diamantes en Sudan, para tomar el control del mercado y arruinar Tercari y St. Andrew-.

    Confirma Daniel.

    -Peropor qu? -. Se lamenta ella

    -Para recuperar sus antiguos puestos.

    -Eso sera catastrfico, mi to est loco. La junta critico fuertemente la gestin de mi to

    antes de irse de St. Andrew, la dejo al borde de la quiebra. No puede deshacer aos de

    trabajo!

    -Puedo decir lo mismo con respecto a mi madre-. Dice Daniel con amargura.

    -Secuestro, intento de asesinatoyo nunca pens que iban a llegar tan lejos.

    -Loco, est loco!-. Balbucea Clothilde sacudiendo la cabeza.

    -Deben ser detenidos sabes que esto conlleva la detencin de tu to?

    -S, pero debemos contarlo, las autoridades deben estar al tanto de todo. No pueden estar

    sueltos.

    Clothilde parece haber tomado su decisin.

    -La polica ya est al tanto de todo. Hice una declaracin.

    -Supongo que no podemos volver atrs-. Suspira Clothilde resignada.

    -S, todava tenemos algo que hacer-. Dice Daniel mirndome.

    -Adnde vas? -. Pregunta Clothilde

    -Donde estn las pruebas.

    Mantente en contacto dice Clothilde mientras nos levantamos. Lo har dice Daniel

    prometiendo que todo saldr bien.

    -Tened cuidado-. Dice Clothilde, antes de que yo me vaya agarrada del brazo de Daniel.

    CAP.3

    Escapada islandesa

  • -No has tocado tu desayuno-. Seala Daniel.

    -No tengo mucho apetito; lo que le dijimos a Clothilde

    -Benot es conocido por sus negocios sucios. En nuestro mundo. l no tiene ms que a

    Clothilde para defenderlo, dice Daniel.

    -Sigue siendo su to, exclamo para m.

    -Como Diane es mi madre, responde. Eso no es una razn para dejarlos hacer lo que

    quieran. Si

    realmente ponen sus manos en esa mina, no solo nuestras empresas estarn en la quiebra,

    sino que usaran nios para explotar esas minasdesde que asum el mando de Tercari, me compromet a romper todas esas relaciones con la esclavitud. Clothilde hizo lo mismo, esto

    llevo a algunos a la ruina. Si dejamos que se salgan con la suya todo nuestro esfuerzo habr

    sido en vano.

    -Entiendo, le digo.

    -Tengo una cita esta maana, pero quieres venir a dar un paseo por Central Park conmigo

    antes? Me pregunta Daniel sonriendo.

    -Con mucho gusto.

    -Abrgate, dice poniendo un abrigo sobre mis hombros. Ya no estamos en las Bahamas y la

    poca ms clida en Nueva York ya est acabada.

    -No s cmo es NY en otoo. Mi primer da aqu estuvo nevando.

    -Vers, es magia-. Dice Daniel al pasar la puerta giratoria de entrada al hotel.

    No puedo reprimir una exclamacin de sorpresa que hace que Daniel sonra. En

    Halloween las calles de la Gran Manzana se adornan con decoraciones naranjas y negras.

    -Yo no lo haba visto en la televisin! Llor emocionada, como una nia pequea.

    -El gran desfile es maana por la noche-. Dice Daniel. Vamos que tienes que verlo todo.

    Caminamos de la mano. No s a dnde mirar. Halloween es una fiesta importante en

    los EEUU. Hay calabazas y esqueletos por todas partes. Es algo, a la vez, mgico y

    aterrador. Casi me siento como en una pelcula!

    Daniel me mira encantado. Nos detenemos en la calle para comprar una taza de caf

    y rosquillas. Daniel se re al ver mi boca cubierta de azcar. Me besa y nos echa una foto.

    Me alegro de que se haya tomado este tiempo para pasear conmigo. Sin darme cuenta,

    inesperadamente, nos encontramos en la universidad.

  • -Vas a verla? Este es un verdadero ritual para los estudiantes americanos despus de la

    secundaria.

    -Acabo de ver algunas formaciones interesantes.

    -Entonces es el momento para conocer ms sobre ellas-. Dice Daniel, abriendo la puerta

    para m.

    Una hora ms tarde haba rellenado muchos formularios, solicitudes, inscripciones

    para muchos cursos. Me gustara entrar en varios grupos de prestigio, pero adems de que

    la seleccin es difcil, las cuotas de inscripcin son exorbitantes.

    Todos mis ahorros se irn aqu, pero no me importa. As me aseguro de que mi

    expediente ser mirado con ms rapidez.

    Me pregunto si Daniel tiene algo que ver con esto, lo miro de forma interrogadora,

    pero l permanece en silencio. Al salir de la universidad me besa.

    -Espero que pronto seas la mejor estudiante de historia del arte.

    -Sera maravilloso!

    -Dejars que te ayude?, dice Daniel, besndome en el cuello. Tengo algunas nociones de

    arte

    -Slo si permaneces callado y serio-. Exclamo empujndole suavemente.

    -No siempre, espero-. Responde Daniel hacindose el indignado.

    Discutimos mientras caminamos. Antes de regresar Daniel quiere mostrarme algo

    ms, uno de los grandes almacenes de disfraces de Halloween. Jugamos a disfrazarnos

    como monstruos, brujas y zombis.

    -Lstima que no estemos para el desfile-. Dice Daniel.

    -Nos vamos? Le pregunto sonriendo, unas vacaciones?

    -Ay no! Dice Daniel. Esa noche vamos a dormir en Reikiavik.

    -Oh! Espero que no sea porque Agathe necesite ayuda-. Exclamo preocupada.

    -No, nada de eso, ella piensa que encontr informacin til.

    -El archivo que nos envi por correo, no es suficiente? Ella nos envi una gran cantidad de

    informacin al hackear los buzones de Benot y Diane, donde los dos amantes se refieren a

    la conspiracin. Tambin haba un mapa con la ubicacin de la mina.

  • -Ella tiene otros elementos decisivos. Adems no tuvimos tiempo de ver la ciudad en

    nuestra ltima visita.

    Agathe est instalada en un centro de reposo de lujo pero no ha visto nada ms.

    -Alguna vez has odo hablar de las aguas termales?-. Me pregunta Daniel.

    -Vagamente-. Digo pensativa.

    -Eso hay que arreglarlo, a las 20:00 estamos en el aire.

    -Vale, sin problema.

    -Tienes planes para el da?

    -Quiero ir al museo.

    -Buena idea! Me cuentas despus?-. Dice Daniel besndome. Estoy deseando que llegue

    esta noche.

    Me levanto y miro las exposiciones que hay actualmente en el MOMA (Museo de

    Arte Moderno). Hay una serie de espectculos artsticos del pasado que me llaman la

    atencin.

    Me cambio, me pongo un pantaln vaquero, un suter y unos buenos zapatos y me

    dirijo a pie al museo. Paseo por esta ciudad que he aprendido a amar. Para m NY ya no es

    una secuencia de imgenes que pasan en la televisin o los libros. Esta ciudad es ahora mi

    ciudad. Poco a poco crecen ms las ganas de estudiar en NY. Pero al haber tomado la

    decisin tengo que llamar a alguien. Me paro en un caf no muy lejos del museo y llamo a

    mis padres, ya que si aqu son las 14 horas en Francia sern las 20 horas.

    Mi madre responde al tercer ring:

    -Julia! Cmo ests cario?

    -Estoy bien mam, Y pap, est a tu lado?

    -S, por supuesto. Espera que ponga el altavoz.

    -Estoy aqu princesa, dice mi padre. Qu pasa?

    -Nada serio, me apresuro a tranquilizarlos. Tome una decisin y me gustara que la

    supieseis.

    -Ah, sigue hablando cario, dice mi madre.

  • -Buenoyo voy a estudiar en NY este ao. He empezado el proceso de registro.

    Mis padres no responden de inmediato, por lo que termino preocupndome:

    -Pap, mam, siguen ah?

    -S, por supuesto, princesa. Estamos un poco sorprendidos, eso es todo, dice mi padre. No

    ibas a

    estudiar en la Sorbona?

    -No pude registrarme.

    -Tendras que haber hablado con nosotros.

    -No lo pens. La Universidad de NY tiene gran reputacin. Sus estudios en historia del arte

    son muy interesantes.

    -No lo dudo querida pero tu madre y yo no tenemos los medios para pagarte los estudios

    all, dice mi padre en tono triste.

    Es por eso que estn tan incmodos!

    -S me aceptan tengo derecho a una beca como estudiante extrajera, y encontrar un trabajo

    para completar el resto.

    -No estars pensando casarte con Daniel, no?-. Pregunta mi madre.

    -Mam!-. Exclamo

    -Es importante que sepas que para nosotros, Daniel es encantador y queremos que seas

    feliz

    -Sylvie!-. Protesta mi padre.

    -Qu? Julia es una gran chica. Es normal que considere casarse a su edad.

    -Mam!Djalo!-. Protesto exasperada.

    -Aqu es donde voy, cario. Pase lo que pase con Daniel, queremos que seas libre para

    seguir los

    estudios donde gustes. Es importante para tu futuro. Tienes que ser independiente.

    -Lo s, les aseguro que lo veo de la misma manera.

    -Muy bien. Ahora cuntanos sobre los cursos que vas a seguir y por los que ests tan

    entusiasmada.

  • Explico a mis padres el programa. Parecen felices por m, ms que al comienzo de

    nuestra conversacin. Seguimos hablando por ms de media hora y luego cuelgo.

    La exposicin es muy informativa, pero todo da vueltas en mi cabeza. Nunca haba

    pensado que Daniel pagara mis estudios, y mucho menos vivir a su costa.

    Saliendo del museo, veo un cartel en una ventana: se busca empleado responsable.

    Este trabajo no dista mucho del que yo hice en el hotel. Por la tarde hay poca gente. Voy a

    solicitar una entrevista. Tengo suerte y soy recibida de inmediato. Mi deseo de estudiar

    historia del arte y el conocimiento de varias lenguas juegan a mi favor. Comprueban mis

    referencias en el hotel y se comprometen a responder en unos das.

    Cuando regreso al hotel, sonro. Confo en que me den el trabajo, aunque tengo un

    poco de ansiedad.

    Daniel vuelve poco despus. Sonre y esto me hace sentir bien. Que gran placer

    verlo al regreso del trabajo, como una pareja normal.

    -Has tenidos un buen da?-. Me pregunta besndome.

    -S, gracias-. Le respondo alegre.

    No me atrevo a decirle sobre la entrevista, lo har en algn momento. Prefiero pasar

    a otro tema:

    -Nos vamos ya?

    -S, cenaremos en el avin.

    Esta es la nica diferencia con una vida normal, y es que nosotros cenamos

    frecuentemente fuera o en aviones.

    -Pero, no tenemos prisa-. Dice Daniel abrazndome.

    -Oh, ohme rio mientras me acurruca contra l. Qu quieres?

    -Tomar un bao, y t?

    -Por qu no?

    Daniel est en el agua y se acerca a m. Me quita la ropa, negndose a permitir que

    haga nada por l.

    -Djame cuidar de ti-. Dice con una voz profunda que hace que me derrita.

  • Estoy desnuda delante de Daniel y me devora con los ojos. Se desviste a toda prisa y

    me levanta del suelo riendo. Daniel me sumerge en el agua. Captura todo el calor de mi

    cuerpo y mi aliento. No puedo reprimir un grito cuando Daniel me roba un beso.

    Rpidamente me acostumbro a la temperatura del agua. Sus dedos caminan sobre mi

    piel mojada mientras me besa apasionadamente. Siento la emocin creciente en m. Veo

    que Daniel comparte mi deseo. Se mete conmigo en el agua. Su entusiasmo es visible. La

    baera es lo suficientemente grande para los dos, sin riesgo de desbordarse. Daniel me

    aprieta contra l. Hacemos el amor en el agua caliente, con el bao lleno de vapor.

    El agua est casi fra cuando salimos de la baera, molestados por el telfono de

    Daniel. Me envuelvo en una toalla y l responde.

    -Es tarde-. Dice Daniel riendo. Vstete rpido, Ray y Hugo nos esperan.

    -Ya? Yo pensaba que despegbamos a las 20h

    -Son casi las 19:30h, vamos date prisa mi delicioso manjar.

    Salimos del hotel para coger el avin. No es el jet privado en esta ocasin, aunque

    es primera clase y la comida es buena. Me quedo dormida apoyada en el hombro de Daniel

    hasta el aterrizaje. Llegamos a las 7am, hasta que abra la clnica estamos en el hotel que ha

    reservado Candice. Ray, Hugo, Daniel y yo tomamos un taxi, dejamos el equipaje en el

    hotel y Daniel pone las cosas claras a Hugo.

    -Julia me dijo que te pesa la libertad bajo vigilancia. Entiendo eso-. Hugo asiente en

    silencio.

    -Soy consciente del riesgo que tomaste y confo en ti-. Hugo sigue en silencio pero sus

    facciones se relajan. Aprecia lo que le digo-. Nos encontraremos con ellos para la cena.

    El interior del hotel es realmente hermoso: un ambiente Art Deco, muebles de

    estilo

    Me gusta, especialmente los tonos pastel elegidos para las paredes de nuestra suite.

    Flota en el aire una fragancia de romance muy relajante. La mesa est junto a la ventana y

    me imagino fcilmente escribiendo en ella una carta de amor.

    Ponemos nuestras maletas al lado de la cama enorme, que te dan ganas de tumbarte

    sobre ella inmediatamente. Todo es tan cmodo. La sorpresa final nos espera en la sala de

    estar de la suite: un fuego de lea en una chimenea enorme. Me podra pasar horas y horas

    mirando las llamas, en los brazos de Daniel, pero mi amante tiene otros planes. Quiere

    hacer turismo.

    El tiempo que paso en su compaa, me encanta.

  • Reikiavik tiene la reputacin de ser una de las ciudades ms limpias y seguras del

    mundo y esto hace que la visita sea ms agradable. Es un verdadero placer pasear del brazo

    de Daniel por aqu, en NY era otro mundo. Aqu el cielo parece estar ms cerca, gris, con

    casas que dan color y fantasa. As que cuando vamos a la terraza del Observatorio vemos

    la ciudad en 360, con una coleccin de techos verdes, ardientes rojos, oliva, amarillos,

    azulestodo est alineado, cuadrado.

    Despus de esta vista panormica decidimos visitar la iglesia de Hallgrmur, nos

    tomamos fotos, a continuacin visitamos la pera, cuya arquitectura es impresionante.

    Para terminar la maana Daniel sugiere ir a nadar.

    -Ests loco?-. Le pregunto mirndole con los ojos muy abiertos.

    -No quieres ir a la playa?-. l insiste en ocultar su malvada sonrisa.

    -Pero Daniel! Si el agua no tiene que estar a ms de 10 en esta temporada del ao.

    -Un poco de coraje!-. Dice Daniel, debemos experimentar las costumbres.

    Unos minutos ms tarde estamos en la arena, primero compramos guantes y suteres

    gruesos. Hace frio, Daniel debe estar bromeando, nadar aqu es una locura.

    Sin embargo, en una segunda tienda me dice que compre un traje de bao. As lo

    hago, cada vez ms confusa.

    Creo que en la televisin las llaman experiencias vigorizantes, esto debe tonificar el

    cuerpo. Me estremezco de antemano.

    Tengo miedo!

    Cuando Daniel me mete en una especie de bungalow y empieza a desnudarse, no

    entiendo nada. El lee la sorpresa en mis ojos pero permanece impasible y me dice que me

    quite rpidamente mi jersey.

    -No te vas a baar con l, no?-. Me pregunta Daniel con una sonrisa.

    Yo no s qu decir y corro rpidamente a hacerlo.

    No s lo que ha planeado, pero estoy segura de una cosa: no dejara que me pasase

    nada malo.

    Me toma la mano y me lleva al mar. Su cuerpo no parece sufrir de congelacin.

    Cmo lo hace?

    -Ven de primeras a este pozo. Luego avanzamos.

  • No hay nadie en el agua. Otros turistas nos ven, sonren, pero no se acercan. Abro

    los ojos para ver a Daniel ya en el agua. Me acerco poco a poco, tmidamente, pesndome

    lo que tengo que hacer para estar a su lado. Pero dejo escapar un grito de sorpresa cuando

    descubro que el agua est caliente.

    -Cmo es posible?-. Exclamo.

    -Estamos en la playa geotrmica Nautholsvik. Es un remolino de agua que se mantiene a 38

    grados durante todo el ao-. Me explica Daniel, observndose orgulloso de s mismo.

    Es increble, nunca imagin, nadar aqu! Realmente todo es posible con Mr.Fire.

    -Son las aguas termales que me dijiste?

    -No, pero te prometo que te llevar.

    Daniel y yo disfrutamos de los hermosos paisajes, y del contraste de temperatura. Es

    muy relajante.

    Una vez vestidos, caminamos por la costa. En una de las tiendas de recuerdos

    Daniel me compra un peluche enorme en forma de frailecillo, un ave muy presente en

    Islandia. Tambin compra uno para Agathe.

    Daniel est francamente cmico con todas nuestras compras en las manos, casi no

    puede con ellas.

    -Cmo lo llevamos todo al hotel?-. Pregunto con una risita.

    -Puedo ayudarlo seor?-. De repente preguntan a nuestra espalda Ray y Hugo.

    -Llegas justo a tiempo como siempre exclama encantado Daniel.

    -Puedes entregar este en la clnica? Nosotros iremos a ver a mi hermana despus del

    almuerzo.

    -Cuente conmigo seor.

    Los dos desaparecen tan rpido como aparecieron. Haba olvidado su presencia por

    completo.

    Al llegar al hotel le pregunto a Daniel: Siempre han estado all?

    -Ray nunca est lejos-. Me responde con evasivas. Me doy cuenta de que Hugo y Ray

    trabajan muy bien juntos as que puede que Hugo tenga nuevo trabajo cuando todo esto

    termine.

    Daniel y yo almorzamos en uno de los mejores restaurantes de la ciudad. Esto nos

    permite conocer la cocina islandesa, que es absolutamente deliciosa.

  • Vamos juntos a la clnica.

    -Espero que vaya bien-. Le susurro antes de atravesar la puerta.

    -No te preocupes, dice Daniel. Hable con su mdico antes de salir y dice que el tratamiento

    est funcionando bien y las sesiones de terapia tambin. Progresa rpidamente.

    Qu alivio! En realidad nos recibe una mujer distinta a la mujer desgarrada que

    vimos la ltima vez. Agathe est sonriendo, tranquila y serena. Ella parece muy feliz de

    vernos.

    -Ray me dio tu regalo-. Dice Agathe.

    -Estaba segura de que vendras.

    -Tambin fue una sorpresa agradable ver antes a Hugo. Estuvimos hablando de lo ocurrido.

    Daniel parece molesto.

    -No tendrais que haberlo hecho.

    -Se lo ped yo, responde Agathe. He ledo mucho sobre l en el intercambio electrnico de

    nuestra madre. Necesitaba entender algunas cosas.

    -Cmo qu?-. Murmura Daniel poco convencido.

    Sonro. A pesar de ser ms joven, Daniel vigila celosamente a su hermana.

    -Como ya te dije por correo, encontr varias cosas que podran ser tiles-. Comienza

    Agathe.

    -No habrs tomado riesgos innecesarios, no?-. Dice Daniel.

    -Estoy segura de que nadie se dio cuenta de mi intrusin en los diferentes sistemas

    informticos.

    -Los bancos!-. Exclamamos los dos al unsono.

    -Los intercambios de correspondencia privada no habran bastado-. Dice Agathe tan

    normal.- Hay que tener evidencias.

    Ella sostiene un fajo de papeles que contiene grandes cantidades de nmeros.

  • -Los registros de cuentas extrajeras.- Dice Daniel.

    -Benot al parecer esconde parte del dinero que haba prometido a nuestra madre.

    -Esta es la razn de que quieran ganar ms, digo en voz alta, recordando la conversacin

    que escuche de los dos amantes en Suiza.

    -Probablemente tienes razn, pero estoy seguro de que nuestra queridsima madre lo saba

    todo-. Dice Agathe.

    -Tercari les sirve de banco, exclama Daniel con enojo. Por lo menos ahora sabemos a

    dnde va el dinero.

    -Ser esto suficiente para hacer que los detengan?-. Le pregunto a Daniel.

    -Tambin tengo esto-. Dice Agathe dndonos lo que parece ser una carta.

    -Este es el documento de propiedad de la mina, exclama Daniel. Cmo lo has

    conseguido?-. Le pregunta a su hermana.

    -Hice una solicitud al consulado. No me hagas ms preguntas por favor.

    Agathe tiene una gran sonrisa, se ve como una nia pequea que ha ganado un juego, yo

    veo admiracin en los ojos de Daniel. Sin duda es una verdadera Wietermann. Nos pasamos

    un rato investigando los hallazgos de Agathe. Tenemos suficientes pruebas para arrestar a

    Benot.

    -Y nuestra madre?-. Pregunta Agathe. Ella tambin es culpable, dice con enojo.

    -Ella responder por sus acciones, lo prometo-. Dice Daniel.

    Sin embargo, nada podr hacer que Agathe recupere todos esos aos que ha pasado

    encerrada en silencio. Fue su eleccin, pero me sorprende que Daniel se refiera a ello.

    Ella vivi casi recluida en la casa de Sterren Park, Gran Bretaa. Ms tarde supe que no

    hablaba porque estaba en desacuerdo con su madre sobre que su padre y hermano mayor

    Jrmie no estuviesen con ellos.

    Agathe suspira:

    -Tienes razn-. Dice. -Mi psiquiatra me dijo lo mismo.

    -Nuestra madre malverso fondos y pagar por ello, pero es probable que fuera manipulada

    por Benot.

    Asiento con la cabeza.

    Esa es mi opinin. Creo que Benot es el chico malo en esta historia.

  • -Crees que ella lo hizo por amor?-. Pregunta Agathe con un hilo de voz

    -Es posible-. Admite Daniel.

    Incluso si me es muy difcil imaginar a Diane enamorada, debo reconocer que esta

    explicacin as de romntica me puede cuadrar.

    -En este caso el amor no solo nos hace ciegos, sino tambin tontos-. Dice Agathe con un

    tono solemne que nos hace rer.

    Pasamos el resto de la tarde hablando con ella en su habitacin y me doy cuenta de que

    tiene acuarelas en las paredes.

    -Las has pintado t?-. Le pregunto, son muy bonitas.

    -Oh no!-. Dice Agathe sonrojndose, son de Lars

    -Quin?-. Pregunta Daniel

    -Otro paciente de la clnica, nos conocimos poco despus de mi llegada. Me ayud mucho.

    Espero poder presentoslo pronto-. Dice Agathe mirando hacia abajo..

    Podra ser que estuviese enamorada? Est teniendo una nueva oportunidad de enfrentarse a

    la vida con confianzaQu alegra!

    Daniel quizs est un poco molesto, pero no dice nada. Ms bien lo veo sonriendo. El

    progreso de Agathe es alentador. Daniel consigue que salga una noche de la clnica para

    cenar con nosotros. Agathe se pone muy feliz con esta salida inesperada.

    Cuando venimos a buscarla ella incluso ha encontrado un vestido de noche que sin duda le

    favorece.

    -Cmo lo hiciste?-. Dice Daniel.

    -Digamos que un friki como yo tambin sabe usar internet hermanito-. Dice rindose.

    -Nunca dejars de sorprenderme. Has ofrecido a tu amigo Lars que se nos una?

    -Claro, pero no ser posible esta noche. l debe llamarme, tenemos una relacin amorosa

    por el smartphone.

  • Sonro. Agathe es la mezcla perfecta de inteligencia y sensibilidad. Ella ha

    cambiado mucho desde que la conozco. Hoy en da florece cual capullo, me siento muy

    feliz por ella.

    Cenamos juntos en el restaurante gourmet. Ray sigue mirando a Agathe de manera

    emocional, tambin se ha dado cuenta de su cambio, de un ser frgil a una mujer de

    carcter, digna de su linaje.

    -Tu padre estara feliz de verte as.- Dice Ray con una voz suave.

    Un velo de tristeza cubre la mirada de Agathe.

    -Me encantara!Crees que?.- No puede terminar la frase y es Daniel quien habla entonces:

    -Pap est muy mal, pero es una pena que ahora te pongas triste, porque

    Todos lo miramos esperando que contine.

    -Est aqu, as que dmosle la bienvenida, dice Daniel levantndose mientras una enfermera

    entra en el restaurante empujando una silla de ruedas. Camille llora de alegra cuando ve a

    sus dos hijos. Su sonrisa es radiante. Sin embargo nada logra mitigar los efectos de la

    devastadora enfermedad. Esta ms delgado y plido que la ltima vez que lo vimos. Pero es

    feliz.

    De vuelta al coche, beso a Daniel y digo:

    -Gracias, todava conmovida por esta maravillosa escena.- Daniel sonre y pone msica.

    Yo me sonrojo ante la idea de lo que quiero hacer ahora.

    -Aguas termales?

    -No tengo aqu mi baador.

    -Quin te ha dicho que haga falta?- Me pregunta l con voz sedosa.

    Mis mejillas estn ardiendo y yo permanezco en silencio.

    Llegamos al spa, hay mucha gente a pesar de ser tarde. Pero Daniel no se detiene en

    la estrada principal, seguimos y parece tener claro dnde va, ya ha estado aqu?

    -Ven conmigo, me ordena Daniel.

    -Podemos estar aqu? Pregunto temerosa.

    -Ves que alguien nos lo prohba?- Me pregunta l impasible.

  • Daniel se baja del coche y se aleja sin decirme nada.

    -Dnde ests?- Grito angustiada en la oscuridad.

    Quiere jugar?, esto no es propio de l. Despus de varios minutos veo una luz que

    se enciende. Frente a mi puedo ver una casa de campo. Mi amante est en la puerta,

    sonriendo. Decido unirme. En el interior una enorme chimenea ocupa la pared. Mientras

    Daniel la enciende veo que hay muy pocos muebles, una mesa con champagne y en el suelo

    un colchn con cojines y un edredn mullidito.

    -Dnde estamos?-. Pregunto intrigada.

    -No hay nada que temer-. Dice Daniel besando mi cuello. Estamos en casa.

    -Relax-. Me dice Daniel.

    Nos sentamos en los cojines del suelo, el calor es agradable, la casa tiene una

    dulzura entraable. Esto hace que los besos de Daniel sean ms suaves, pero apasionados al

    mismo tiempo.

    Nos quitamos lentamente la ropa, con la luz de las llamas la figura de Daniel tiene

    un toque ms aterciopelado que lo hace ms irresistible aun. Sin pensarlo le doy un

    mordisco en la parte baja de su cuello. Siento como l se estremece al contacto.

    El con avidez besa mis labios, mi barbillabaja hacia mi cuellomi hombro.

    Cuando llega a mi pecho sus dientes se plantan en mi pezn. Dejo escapar un gruido de

    dolor, pero lejos de detenerse parece que a l le excita ms. Alterna besos y mordiscos en

    esa zona. El dolor se va rpidamente dejando paso al placer. Estoy muy excitada, el sigue

    con mi otro pezn, esto hace que me caliente an ms.

    Finalmente decido tomar cartas en el asunto y coger el objeto de mi deseo, su pene

    es tan sedoso como el resto de su cuerpo. Tiembla bajo mis manos.

    Se relaja y gime cuando ve que mi boca sustituye mi mano. La chupo y lamo con

    mansedumbre y codicia. Su respiracin se acelera, posa sus manos en mis hombros para

    acompaar mis movimientos.

    Las gotas de sudor caen por mi rostro, el ambiente est muy caldeado y algunas

    gotas caen en mis pechos.

    Oigo a Daniel susurrar:

    -Ven

  • Lo miro y veo que quiere que vaya con l, se mete dentro de m y veo como su

    miembro encuentra su camino sin esfuerzo dentro de mi privacidad empapada. Dejo

    escapar un grito triunfal cuando lo siento dentro.

    Daniel agarra mis caderas con sus manos, sus palmas contra mi piel me hacen

    estremecer. Muy poco a poco me hace moverme encima suyo, con un ritmo lento que

    parece contener mi placer.

    Ms rpido, el placer est ah, cerca, lo siento venir.tan cerca que pienso que mi prximo aliento acompaar mi disfrute. Pero no, me est torturando, el placer viene y se

    va como una ola que nunca llega lo suficientemente alto.

    Nunca he estado tan frustrada, pero rpidamente mi amante me pone a cuatro patas,

    se encuentra justo detrs de m, tiemblo con impaciencia y me combo para que sepa que

    estoy lista.

    Daniel se hunde en m, arrancndome fuertes gemidos de satisfaccin y placer.

    Parece un baile muy sensual. Lloro de placer, hasta que alcanzo el clmax. Mis gritos se

    mezclan con los de Daniel que hace lo mismo juntos despus de m.

    Nos derrumbamos sonriendo en el colchn. En los brazos de Daniel veo las llamas

    bailando en la chimenea.

    Daniel me toca con su dedo el contorno de la cara.

    -Eres hermosa, Julia.- Me susurra antes de sentarse y servise una copa.

    -Gracias, tena sed.

    -Me pregunto porque.- Dice Daniel con un brillo pcaro en los ojos.

    -No me habas hablado de unas aguas termales?-. Le digo

    -No te has quedado satisfecha?-. Me pregunta mirndome a los ojos

    -Por supuesto que s- Balbuceo sonrojndome.

    -Tienes razntodava no lo has visto todo, sin embargo.- Dice Daniel-. Ven!-. Coge rpidamente su ropa, nos tapa con dos abrigos grandes, me levanta entre sus brazos y abre

    la puerta.

    -No vamos a salir de esta manera.- Digo avergonzada.

    -Por qu no?-. Me pregunta Daniel con una sonrisa.

    Detrs de la casa, fuera de la vista, hay una extensin de agua caliente, del tamao de un

    pequeo lago.

  • -Nunca dejo nada al azar.- Me susurra Daniel al odo. Me quita el abrigo y el fro pica en

    mi piel, me acerco ms a l, pero comienza a quitarse la ropa y entra en el agua, me salpica

    y dice:

    -Qu esperas? Vas a coger fro.

    Entro y la diferencia de temperatura entre el aire y el agua hace que haga un humo

    que me haga no poder ver como Daniel se aleja.

    Daniel viene detrs y me abraza, me presiono contra l.

    -Hazme llorar otra vez!

    Mi amante no necesita escuchar ms para ponerse en funcionamiento. Cierro los

    ojos y me dejo llevar por la dulce caricia de sus manos. Tengo plena confianza en este

    hombre.

    Gracias a ello ha sido capaz de hacerme experimentar cosas con mayor intensidad

    que nadie.

    Siento que me derrito en el agua. Siento el aliento de mi amante en mi cuello,

    mientras que su mano est en mi estmago y se desliza hacia abajo. Me acaricia con

    dulzura y presin, a veces es incluso un poco brusco.

    El deseo de Daniel tambin aumenta, y se mete dentro de m. El deseo irradia por

    todos los poros de nuestra piel. Lloro de placer mientras estoy teniendo los espasmos

    propios del clmax. No quiero que se detenga y el afortunadamente tampoco quiere.

    Un grito escapa de mis labios y un espasmo final, me hace disfrutar como nunca.

    Seguimos entrelazados varios minutos, rodeados de niebla. El paisaje que nos rodea

    est cambiando. Creo que podra quedarme aqu hasta maana para contemplar lo que me

    rodea. Pero Daniel y yo acabamos teniendo fro y salimos de vuelta al chalet. Nos

    calentamos ante la chimenea. Dormimos abrazados y calentitos.

    CAP.4 (TRADUCIDO POR AYEMAILEN)

    PARS Regresamos al hotel por la maana para el desayudo. Despus de una noche

    caliente, una buena ducha nos viene bien. Yo no vuelvo todos los das de hacer el amor

    en aguas termales.

  • El chalet de Daniel es un lugar paradisaco. Nos cambiamos y bajamos al

    restaurante. Al vivir junto a Daniel me he acostumbrado a los desayunos continentales de

    los grandes hoteles, me sorprende que nos ofrezcan muchas carnes, un poco de

    cereales, huevos pasados por agua o fritos Mucho ms salado que dulce

    Daniel me alienta una vez ms a merced de las costumbres locales y hace bien, porque

    me gusta mucho.

    Daniel me mira comer un plato tras otro con un placer evidente.

    -Este palacio es muy bonito-. Dice Daniel con el tono de una conversacin casual -Me

    pregunto si podra comprarlo, los Wietermann no tienen nada al norte de Europa-. Justo

    antes de volver a sus huevos revueltos.

    -Hablas en serio?-. Le pregunte casi consternada. Daniel me mira con ojos maliciosos.

    Quin sabe?-. Responde con una sonrisa infantil.

    No estoy acostumbrada a que mi amante hable de su fortuna. Lo cierto es que a Daniel

    nunca le falt nada, no soporta que nada se le resista, pero comprar un hotel de lujo en un

    chasquido de dedos Es eso posible? Daniel estar bromeando?

    No tengo tiempo para interrogar mas, apenas habamos acabado de comer cuando Hugo

    y Ray se sientan con nosotros.

    -Has ledo las noticias?-. Pregunta Hugo sentndose frente a Daniel.

    -Qu es lo que pasa?-. Pregunta Daniel.

    Hugo le da una tablet tctil a Daniel, me asomo para leer un artculo de una revista

    People.

    Emocin en el mundo del lujo.

  • Diane Wietermann y Benot de Saint-Andr competidores mitolgicos del mundo de

    la joyera de lujo, nos han acabado de hacer hablar de ellos. Aunque parcialmente

    retirados de los asuntos, anuncian hoy una recepcin ultra-privada que

    comprender el conjunto de los Grandes nombres del lujo internacional. Qu van

    a anunciar? Los sucesores Daniel Wietermann y Clotilde de Saint-Andr estn

    informados? Se rumorea que sus nombres no estn en la lista de invitados. Este

    anuncio ha Bastado para tener a la bolsa atenta y a los inversores emocionados. La

    recepcin tendr lugar el viernes en un lugar secreto.

    -Podemos volver esta noche-. Dice Ray.

    Daniel se queda callado, la mirada de Hugo se posa sobre l.

    -Vamos ahora?-. Pregunto.

    -Si- dice Daniel.- Es hora de recuperar lo que me pertenece.-Dice con determinacin.

    Por mi parte estoy preocupada.

    -Cmo piensas hacerlo? Es peligroso- Las imgenes de mi secuestro vienen a mi

    cabeza, luego recuerdo a Daniel herido por una bala, derrumbndose contra mi mientras

    su sangre inunda mi camisa. Tengo un escalofri. Jams olvidar ese momento en el cual

    mi vida se derrumb.

    Daniel me mira con ternura.

    -Ya lo s, y eso es en parte culpa ma, t tambin lo sabes-. Dijo acariciando mi mejilla-

    Pero es posible que te necesite.

    -Qu es lo que dices?

    -Las informaciones que tenemos son incriminatorias, pero Benot y mi madre todava

    tienen los medios para encubrirlos. Si no queremos que eso suceda no tenemos otra

    solucin: Los medios de comunicacin deben involucrarse.

  • -Vas a utilizar la recepcin?-. Pregunta Hugo.

    - En efecto-. Confirma Daniel.- Ray puedes encontrar el lugar secreto?

    -Yo me ocupo seor.

    -Cual es tu plan Daniel?-. Pregunto un poco preocupada.

    -Te jur que no te pondra en riesgo- me dice.- Tengo una idea.

    Hablamos por una hora, cuando nos separamos Ray nos indica que nuestro vuelo

    despega al fin de la noche.

    Hugo, Daniel y yo regresamos a la clnica a despedirnos de Agathe. Ella escucha el plan

    de Daniel con atencin

    -Es una excelente idea-. Dice ella mirndonos.- Ests seguro de que Julia no corre

    riesgo?-.

    Pregunta ella volvindose a su hermano.

    -Te lo prometo-. Dice Daniel sonriente.- Julia tiene unos nervios de acero, lo demostr en

    repetidas ocasiones.

    -Desconfiad especialmente de Benot-. Dice Agathe.- Tenia un montn de tiempo para

    observar a nuestra madre durante mi periodo de silencio.

    -Y Benot? Has encontrado sus debilidades?-. Daniel se inquieta.

    -En realidad Me impresion mucho con sus episodios de rabia repentina.- Dice Agathe.

  • Lo comprendo Vi a Benot de Saint-Andr en Ginebra. Lo encontr muy agradable, pero

    su mirada me dio escalofro. Diane, que habitualmente brilla donde quiera que vaya,

    pareca plida a su lado.

    -Tendremos cuidado-. Promete Daniel.- Ray nos ayudar.

    -Sean prudentes- dice Agathe.- Julia, t mejor que nadie sabes de que es capaz.

    Asiento con la cabeza.

    -Has pensado en el secuestro de Julia?- Pregunta Agathe a Daniel.

    -Qu quieres decir?- Cuestiona Daniel.

    -Si se siente amenazado Benot podra volver hacerlo para afectarte.

    Hugo est de acuerdo. Es por eso que necesitamos que la polica est en posesin de

    la mayor cantidad de elementos. Por eso la INTERPOL podr intervenir y hacer el arresto

    de su captor.

    -He redactado un testimonio escrito de lo que ya le transmit. Pero Daniel? Benot no

    podr utilizar mi estado para desacreditarme?- Agathe contina.

    -Sin ninguna duda, pero no te preocupes por eso. No quiero que te preocupes de nada.

    -Promteme que me mantendrs informada-. Pide Agathe.

    -Te lo prometo Agathe-. Dice Daniel abrazando a su hermana.

    Dejamos en silencio la clnica. Incluso si reconozco que el plan de Daniel es

    ingenioso, los puntos que expuso Agathe me preocupan. Quin sabe de que Benot y

    sus cmplices seran capaces de hacer si se sintiesen acorralados? Nuestras pruebas,

    por tan fiables que stas sean, bastarn frente a los abogados de dientes largos? Los

  • testigos que presentamos sern lo suficientemente crebles a los ojos de la justicia?

    Todas estas cuestiones giran en mi cabeza.

    Paseamos el resto del da por Reykjavik. Daniel no habla ms del tema de nuestra salida

    nocturna. Me aseguro de disfrutar el momento y tratar de pensar lo menos posible.

    -Dnde vamos a dormir esta noche?-. Le pregunto a Daniel mientras nos aproximamos

    al avin.- En tu departamento?- El departamento parisino de Daniel es una delicia para

    cualquier amante del diseo. Es muy bonito, pero impersonal. Daniel no lo ama, no se

    siente en su hogar.

    En Francia en el nico lugar donde Daniel est bien es en Sterren Park. Su alma

    esta ah.

    -No, Ray encontr donde ser la recepcin. As que reserv suites. Garantizando que

    nuestros nombres no aparecen en ninguna lista, no quiero dejar saber a Benot o a mi

    madre que estamos ah pero quiero estar all tan pronto como sea posible-. Me explica

    Daniel.

    -Entiendo.

    -Estaremos en Paris al final de la noche-. Dice l.- Tu vers que es un hermoso lugar,

    muy agradable.

    -No me importa donde duerma siempre que lo haga contigo.- Respondo. Sueo con la

    idea de un nuevo momento a solas con Daniel.

    La mirada que Daniel me echa es tan intensa que no deja ninguna duda sobre el

    efecto que mi confesin provoca en l.

    -Cuando estoy contigo no pienso ni un instante en dormir-. Me dice en broma.- Te amo

    Julia-. Concluye con su voz ronca por la emocin contenida. Antes de besarme

    suavemente en los labios.

  • -Daniel, yo tambin te amo-. Le susurro al odo presionndome contra l

    Aun aturdida por su confesin dejo que Daniel me conduzca por el avin,

    unindonos a Hugo que ya est instalado.

    El vuelo me parece corto, me doy cuenta de que he tomado la costumbre de viajar

    de ida y vuelta entre Pars y Nueva York. En el avin, Daniel nos propone hacer participar

    a Clothilde en el plan que hemos puesto en marcha para detener a Diane y Benot.

    -Tendr un papel que desempear; tiene elementos necesarios dentro de Saint-Andr que

    corroboran nuestras declaraciones con respecto a la malversacin de Benot.-Daniel

    apoya.

    -Ests totalmente seguro de que podemos confiar en ella?-. Pregunta Hugo.

    A decir verdad yo me hago la misma pregunta desde que pusimos en marcha

    nuestro plan. Benot es la nica familia de Clothilde. Hacer que arresten a su to es una

    difcil decisin. Llegara yo, en su situacin, a hacer arrestar un pariente?

    -Comprendo tus inquietudes-. Le responde Daniel.- pero ella est determinada a salvar

    Saint- Andr, y para ello, es necesario a cualquier precio, detener a mi madre y a Benot.

    Estamos de acuerdo. Daniel decide llamar a Clothilde desde el avin para darle

    ms detalles. Ella propone ir a buscarnos al aeropuerto.

    Clothilde est feliz de vernos, nos abraza efusivamente, hasta Hugo recibe sus

    abrazos, y eso que ellos se llevan como el perro y el gato, todo el da peleando. Pero esta

    noche Clothilde, nos muestra una mujer joven, compasiva, amable y atenta.

    Ella que anteriormente apenas me dirigi la palabra y que apenas me conoca, me

    hizo entender que nunca seriamos del mismo mundo, incluso mientras le diriga una

    sonrisa tmida a Ray.

  • Interrogo a Daniel con la mirada, el alza los hombros y asegura su agarre

    alrededor de mis hombros. Cuando salimos del aeropuerto decidimos cenar en Paris

    antes de regresar al hotel. Daniel nos quiere invitar a cenar a un gran restaurante por

    nuestro regreso a Francia.

    Las Bahamas, New York, Reykjavik Es bueno volver a casa, pero, hoy en da

    puedo decir a casa?

    Cenamos en Julio Verne el restaurante de la torre Eiffel, estoy deslumbrada, la

    vista es mgica, y la comida perfecta. La cena es animada, casi festiva, a pesar de la

    situacin.

    Daniel sabe siempre cmo cambiarme las ideas y hacerme vivir momentos

    mgicos fuera de tiempo. Es una cualidad que admiro de l desde el primer da, su

    capacidad de crear momentos de alegra al vivir el momento presente

    Mi amor por l me abruma.

    Mientras cada uno de nosotros hace un punto de honor de no hablar sobre el

    motivo de nuestro regreso. Sin embargo, todos sabemos por qu estamos aqu. Nos

    damos cuenta de que nuestro plan probablemente no es tan fcil de implementar como

    pensamos cuando Daniel habl por primera vez en Islandia.

    Clothilde, que es la que menos sabe, decidi abordar el tema en el caf:

    -Cundo deseas empezar?-. Pregunta despus de un silencio.

    -Maana.- Anuncia Daniel.

    Me congelo. La recepcin ser dentro de dos das.

    -Cre que lo haras el mismo da-. Digo.- Cambiaste de opinin?

  • -No, Tranquilzate, t entrars en accin el viernes por la maana, segn lo previsto.

    Clothilde, aceptas ir a la polica financiera maana con Ray y Hugo? La cita es las 14h.

    Contact a las autoridades francesas por telfono para informarles de los primeros

    elementos.

    -Ya has avisado a la polica?-. Exclama Clothilde llevndose la mano al pecho como si

    no pudiera respirar. Nuestros cuatro pares de ojos estn centrados en ella.

    -Despus de la tentativa de asesinato en Nassau, la polica estaba de cualquier manera

    implicada,

    Esto es un problema para ti?- Pregunta Daniel impasible.

    Clothilde va a fallar?

    -No, sabes que no es un problema.- Dice Clothilde apoderndose de su taza humeante de

    caf.

    -Evidentemente yo ir con vosotros maana. Estoy determinada a salvar Saint-Andr.

    Esta es mi vida, la herencia que me dejaron mis padres Pero no estoy contenta con

    mandar a mi to a prisin! Yo crea en este hombre lo amaba como un padre! Yo le

    tena tanto cario no es el hombre que crea-. Dijo ella febril mirando a Ray y Hugo.

    -Te entiendo Clothilde, cree en m-. Comenta Daniel.- Yo comparto esa consternacin con

    la idea de ver a mi madre empapada en malversacin de fondos y deshonra de todo lo

    que mi abuelo construy... Por no hablar de que tambin atac a Julia... Todo esto es

    insoportable y dejar seguramente una huella, pero todo esto tiene que parar.- Concluye

    mi amante con una voz clara.

    Clothilde est muy plida. Como si por primera vez viese la realidad de la prxima

    detencin de su to. Sin embargo cuando habla sus palabras son alentadoras:

  • -Tienes razn, estas acciones no son dignas, la polica debera estar tambin informada.

    Tengo discretamente contacto con un contable independiente, y existen numerosas

    irregularidades en la contabilidad de Saint-Andr. Todas conducen a Benot.

    Finalmente una feroz determinacin se lee en sus ojos. An as, no puedo

    despojarme de la sospecha.

    Esperamos que no mienta...

    -Y tu Daniel, Qu vas hacer maana? No puedes ir a la polica, atraera directamente la

    atencin de los medios.-Dice Hugo.

    - De acuerdo. Me las arregl para no dar mi testimonio despus de la detencin. La

    Brigada financiera est armando un caso fuerte a travs de las evidencias que les he

    proporcionado, pero no quiero correr el riesgo de precipitarme. Ms bien estoy pensando

    en entrar en nuestras oficinas en el Place Vendome.

    No puedo evitar sentirme culpable. Esto es en parte debido a m. Daniel tom mi

    mano y dijo:

    -Quiero preparar el futuro traslado sin problemas.

    -Trasladars Tercari?-. Pregunta Clothilde repentinamente interesada.- Dnde piensas

    instalarte?

    Es la amiga o la contrincante profesional la que interroga? Al ver sus ojos

    brillantes, su encantadora sonrisa y sosteniendo falsamente su repentina empinada, me

    pregunto seriamente.

    Daniel no ignora el cambio de actitud pero responde en tono casual.

    -A New York.

    -Tu objetivo para los nuevos mercados?

  • Esta vez Daniel re.

    -Clothilde, incluso si ese fuera el caso, crees que te lo dira?

    Hugo se re. Clothilde por su parte esta detrs de una sonrisa.

    -Es la hora de irnos- Concluye Daniel.-Vamos a necesitar todas nuestras fuerzas y todo

    nuestra lucidez para lograr nuestros objetivos.

    Clothilde nos deja en el restaurante, y regresamos al hotel. Nuestra suite es la imagen de todas las suites de hotel en las que dorm con Daniel en los ltimos meses. Lujosa confortableSin alma. Me siento en la cama, mientras que Daniel comienza a desnudarse. Miro hacia atrs en todo lo que hemos pasado desde que lo conoc, a su

    peticin de irnos a vivir juntos en Nueva York. Soy consciente de que mi vida tiene una huella de entonces al presente.

    No puedo vivir sin el.

    A que podra parecerse nuestro futuro? Nos imagino en busca de alguna perla

    rara, que firmemos el acta de propiedad, acudir a tiendas de decoracin en busca de

    detalles que imprimir cada uno de nuestros dos personalidades en este nuevo espacio...

    Y este sentimiento de bienestar compartido, de haber finalizado la bsqueda...de repente,

    observo su aire un poco ausente:

    -Ests bien?-. Le pregunto

    -Claro-. Dice tomndome las manos- yo s que todo ir bien

    -Cmo puedes estar tan seguro?-. Digo sorprendindome.

    -Porque tu estas aqu, porque estamos juntos, mi vida cambio cuando t entraste en ella,

    Julia. No quiero vivir sin ti.

  • No esperaba tal declaracin, mi corazn late muy fuerte, beso a Daniel quien me

    devuelve el beso, me desviste con gran delicadeza y me tumba sobre la cama.

    Esa noche hacemos el amor tierna y sensualmente. A la maana siguiente, no he dormido

    mucho, pero estoy sonriente.

    Cuando me despierto, me doy cuenta que Daniel se levant hace mucho, lo veo al

    los pies de la cama, cambiado, listo para salir.

    -Ya te vas?-. Le pregunto apenas me despierto.

    -No de inmediato, he pedido el desayuno.

    Me levanto, me ducho y me cambio rpidamente. Tocan a la puerta, cuando abro

    pensando encontrarme con un empleado del hotel, me encuentro cara a cara con Hugo,

    vestido de mozo, con bigotes falsos y un sombrero, con lo cual est irreconocible.

    -Sorprendida?-. Me pregunta.- Hice un recorrido por el hall y se donde ser la recepcin.

    Es un importante evento y ha sido organizado deprisa. Estn desbordados de trabajo,

    habl con el matre del hotel- nos dice con un guio de ojo- es por eso que les traje el

    desayuno.

    -Espero que hayas sido discreto!-. Exclama Daniel.

    -No te preocupes!-. Dice Hugo mientras sirve el caf.- Nadie sospecha nada.

    -El da no ser divertido para ti.- dice Daniel volvindose hacia m-. Preferira que te

    quedes en el cuarto hoy. Mi madre esta aqu y ella te conoce, si te ve ella entender que

    por consiguiente yo estoy aqu. Es importante que ella no imagine nada por el momento.-

    Me explica.

    Asiento con la cabeza.

  • -Quieres que siga con mi personaje?-. Le pregunta Hugo.

    -Mi madre puede entrar en pnico si te ve-. Responde Daniel.

    -Le dir que quiero mi dinero, es arriesgado, pero necesitamos saber ms sobre la

    recepcin de

    maana.- Concluye Hugo.

    Daniel asiente.

    -Se prudente entonces.- le dice. Me besa y sale de la habitacin.

    Hugo y yo nos quedamos desayunando.

    -Llmame si necesitas algo.- Me dice- te vendr a ver antes de ir a la polica- me dice al

    salir de la habitacin.

    CAP.5 (TRADUCIDO POR AYEMAILEN)

    ATRAPADO

    Me siento como un len enjaulado, las horas no pasan. No paro de pensar

    en la reunin de Hugo y Ray con la polica financiera.

    La intervencin de Clothilde no es un riesgo? Ella esta de nuestro lado

    realmente?

    La televisin no me ayuda. No puedo concentrarme. Tom y Sara estn en

    su luna de miel, muy lejos de todos estos problemas. Es impensable que llame a

    mis padres. No hay forma de no revelar nuestro plan, y eso los alarmara. Por ms

    que este plan sea arriesgado, es el nico que tenemos.

  • No puedo almorzar por la ansiedad, y no puedo tragar nada.

    Finalmente, no puedo soportarlo, tengo que salir. Abandono la habitacin

    precipitadamente, y olvido mi telfono en el cuarto. Tengo la impresin de que es

    un error, pero me tranquilizo dicindome que solo voy a tomar aire unos minutos.

    Cierro la puerta detrs de m sin hacer ruidos. Como si del ruido pudiera aparecer

    Diane o Benot.

    Necesito calmarme o no llegar viva a maana!

    Me bajo al vestbulo. Pars est a pocos metros. No tengo ningn deseo de

    ir de compras, pero podra no ser una mala idea. Entonces recuerdo que mis

    ahorros se han derretido como la nieve al sol con mi entrada a la universidad... No

    importa, voy a ir a tomar un caf. Me acerco a la salida cuando una voz me

    congela:

    -Julia? Julia Belmont?-. No necesito voltearme para saber que Diane

    Wietermann esta detrs de m.

    Qu puedo hacer? Daniel me advirti! Esto es la peor cosa que poda pasarme!

    Me repito varias veces que no debo entrar en pnico, pero es intil. Seria intil y

    tambin peligroso salir corriendo, como me dice una pequea voz en mi cabeza.

    Al contrario decido hacerle frente. Es necesario utilizar esta conveniencia a pesar

    de que el plan se vea arriesgado.

    -Diane, eres tu?-. Pregunto en voz tan fuerte que varias personas se voltean a

    vernos.

    Veo en su cara confusin por la familiaridad. Me atrevo a llamarla por el nombre!

    Le tomo la mano y la muevo convulsivamente.

  • -Querida amiga, no me esperaba tener la oportunidad de verte de nuevo!

    Despus de lo que me pas, oh Dios mo! Su presencia es un regalo del cielo.-

    Diane est congelada en su lugar, con la boca entreabierta. Nunca he visto eso.

    Slo sus ojos se movan. Analiza el pasillo en busca de alguna ayuda, pero en el

    momento de la sorpresa se ha ido y nadie nos presta atencin a nosotras

    -Si supieras lo que tuve que aguantar! A lo que me tuve que reducir por su

    culpa!- Digo en un tono lloroso. Estoy jugando peligrosamente, no espero que ella

    tome partida por un extrao pero si por su hijo, pero es la nica forma que me

    preste atencin.- Y el riesgo que representa para Tercari!- continuo yo

    -Cmo? De qu ests hablando querida?

    -Daniel dijo tales horrores...-. dije, evitando la pregunta. Miro hacia arriba y,

    milagrosamente, algunas lgrimas llegan, incluso me las arreglo para llorar. Diane

    no soporta el escndalo, lo s. Me lleva con firmeza por los hombros:

    -Ven,