¿Todo Esto Tiene Algún Propósito?

por Donna Schillinger

¿Tenemos un propósito? Antes de que digan un entusiasmado Sí, vamos a ver que dice la Biblia sobre este tema del propósito de la vida. Podemos empezar con esta verdad de los proverbios (16:4), “Toda obra del Señor tiene un propósito; ¡hasta el malvado fue hecho para el día del desastre!” Las buenas noticias para nosotros son que, según las escrituras, tenemos un propósito, y veremos que no es solamente uno, pero varios propósitos.

Empezamos con lo universal. Alguna vez se han preguntado, “¿Por qué Dios empezó todo esto? ¿Es porque es creador por su naturaleza y le hacía falta crear algo? ¿Se aburró un día y pensó, “Creo que crearé algo nuevo.”? O tal vez es autor y escribió esta historia súper muy interesante y al final le extrañaba tanto al proceso de escribir que dijo, “Voy a hacer vivo esa historia”. Encontramos en Efesios 3 una mención casual del gran propósito final de Dios para la creación de este mundo desde el principio. En estos versículos, tenemos un vistazo muy rápido de Su propósito eternal para esta creación: “…el plan del misterio escondido desde los siglos en Dios, el creador de todas las cosas” … es que … (redoble de tambor, por favor) “la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales”. ¿Quiénes son estos principados y potestades? ¿Dónde están los lugares celestiales? Estas cosas siguen siendo un misterio. Pero lo que sí nos dice es que con esta gran creación que

culmina en el triunfo de Cristo y su iglesia, de una vez van a conocer todos los principados y potestades en los lugares celestiales que nuestro Dios es sabio y no solamente sabio, sino sabio de muchas, muchísimas maneras. El fin. Así que podemos estar agradecidos y considerarnos privilegiados para tener una parte, que sea minúscula, en este gran propósito para todo esta esfuerza que es la creación, la humanidad y la iglesia.

Ahora acerquémonos más al blanco. ¿Cuál es el propósito de la humanidad? Para saber esto, vamos al momento justamente antes de que Dios nos hiciera. Génesis 1:26-27 dice, “Entonces dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y tenga potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y las bestias, sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”.

Se ve aquí que nuestro propósito como humanos, no como la iglesia, ni como los creyentes, pero el propósito de toda la humanidad—responsabilidad de todos humanos—es ser mayordomo sobre esta creación. En la misma imagen de Dios, tenemos potestad. Nuestra potestad es sobre este planeta y su contenido.

Dentro de toda la humanidad, la mujer fue creada por un propósito especial. Tome en cuenta que esto aplica a toda mujer, no solamente a los creyentes. Vamos a ver que fue la mente de Dios en los momentos justamente antes de que hiciera a las mujeres. Génesis 2:18-22 dice: “Después dijo Jehová Dios: «No es bueno que el hombre esté solo: le haré ayuda idónea para él.» 19 Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo y toda ave de los cielos, y las trajo

Volumen 92 No. 1 Publicado por Christian Triumph Co. jen, feb, mar 2015

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a Adán para que viera cómo las había de llamar; y el nombre que Adán dio a los seres vivientes, ése es su nombre. 20 Y puso Adán nombre a toda bestia, a toda ave de los cielos y a todo ganado del campo; pero no se halló ayuda idónea para él. 21 Entonces Jehová Dios hizo caer un sueño profundo sobre Adán y, mientras éste dormía, tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar. 22 De la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre”.

Según esta historia, la mujer tiene el propósito de ser una ayuda—no cualquier ayuda, sino una ayuda idónea para el hombre. Tal vez para algunas de nosotros no es muy buena noticia. Hay mujeres que nunca se han casado. Hay viudas. ¿Esto quiere decir que no pueden cumplir con su propósito de mujer? Me imagino que la mujer puede ser una ayuda idónea para un hombre que no sea su esposo. Tal vez sea su padre, o su hijo, o su abuelo que necesita cuidado. Tal vez su ayuda será para muchos hombres (hasta la humanidad) que es caso de algunas mujeres que se han dedicado a la caridad, los servicios sociales y las ciencias. Me imagino que si Dios no las ha provisto un esposo para cuidar, sí las ha provisto otra manera de cumplir con este propósito de todas mujeres.

Ahora, vamos a examinar el propósito que Dios tiene para nosotros como parte de este grupo de almas que se llama el Cuerpo de Cristo. Somos todos los creyentes juntos como una unidad. Somos uno. Hay muchas escrituras sobre el propósito del Cuerpo, pero hoy quiere presentarlas unas cuantas sobre un propósito muy interesante de este Cuerpo. Vemos en Mateo 16:18 que Jesús dice, “…edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no la dominarán”. Ahora, supongo que esta palabra “edificar” es algo de una analogía. Aunque fue carpintero, no imaginamos a nuestro Señor con martillo y clavos juntándonos en forma de edificio. ¿Cómo se edifica, literalmente, con las vidas humanas? ¿Con las almas? ¿Pues, no sé, pero no es interesante que también Pablo y Pedro usen esta analogía? Pablo en Efesios 2:19-22 dice, “Por eso, ya no sois extranjeros ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios, 20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo. 21 En él, todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; 22 en quien

vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu”. Ahora escuchemos a Pedro (I Pedro 2:5): “…vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo”. Se ve que el propósito de este “edificio,” que está construyendo nuestro Señor, que somos nosotros, la iglesia, es “ser un templo santo … para morada de Dios en el Espíritu”; y ser una “casa espiritual y sacerdocio santo”. ¡Qué interesante este propósito!

Ya hemos llegado al blanco. Ahora investigamos el propósito personal. Solo vamos a examinar unos pocos de los muchos versículos que apoyan la idea que el creyente, hijo o hija de Dios, tiene un buen propósito en su reino. En 2 Timoteo 1:9 aprendemos que nuestro Dios nos ha llamado, no según nuestras obras, sino según su propósito para su reino: “Él nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos”.

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Entonces siempre cuando estamos hablando de “mi propósito” debemos tomar en cuenta que para ser correcto, es el propósito de Dios para el cual me ha llamado. Es un papel minúsculo que Dios me ha asignado para contribuir a su plan y su propósito eterno.

Empezamos entonces aquí para averiguar los datos específicos sobre nuestro propósito: Romanos 8:28-30: “Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 29 A los que antes conoció, también los predestinó para que fueran hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30 Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó”.

Dios nos predestinó para, más y más, ser como Cristo. Es la reta de la vida de cada creyente. ¿Y cómo hacemos esto? Pues, Dios a través del Espíritu Santo va a dirigir el progreso y la dirección, pero tenemos también una responsabilidad. Nuestra parte es obedecer. Obedecer lo que la Biblia nos enseña. En estos días

nadie vive según la Ley del Antiguo Testamento pero eso no quiere decir que no hay mandamientos para los creyentes de hoy. Siempre pensamos que la Ley del Antiguo Testamento era muy complicada con sus 613 puntos de la ley. Pero, ¿se dan cuenta de que en el Nuevo Testamento hay 1050 mandatos a los discípulos de Cristo? ¡Cierto, y cuando se elimina algunas por la repetición, todavía quedan más de 800! Y digo yo que son más complicados que las leyes del Antiguo Testamento. Es mucho más fácil para mí no como puerco que ser paciente. Es importante que conozcamos todos los mandamientos del Nuevo Testamento. Es posible saberlas por leer la Biblia. Pero imposible es siempre tener en mente todos los mandamientos a la vez, por eso, afortunadamente, Cristo los resumió en dos mandamientos bastantes fáciles para recordar, si no para vivir.

“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente. Éste es el primero y el más importante de los mandamientos. 39 El segundo se parece a éste: Ama a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas”.

Si alguien está preguntándose, “¿Qué hago como

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creyente? ¿En qué debo ocuparme?”, le sugiero que se ocupen en obedecer los mandamientos de Jesús—empezando con el famoso sermón del monte, que se encuentra en los capítulos 5 a 7 del libro de Mateo.

Además de hacer la voluntad de Dios por obedecer Su palabra, Dios también tiene un propósito hecho específicamente para nosotros.

En Génesis 12:2-3, leemos que Dios comunicó su propósito para Abran cuando le dijo, “Haré de ti una nación grande, … y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.”

En Isaías 49, Isaías dice que sabe cuál es su propósito, entre los primeros seis versículos: “Jehová me llamó desde el vientre; desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria. … Ahora pues, Jehová, el que me formó desde el vientre para ser su siervo, para hacer volver a él a Jacob y para congregarle a Israel”.

Ahora en el Nuevo Testamento vemos a una joven María que aprende su propósito de un ángel: “María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 31 Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. 32 Éste será grande, y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre; 33 reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su Reino no tendrá fin”. Lucas 1:30.

También el Apóstalo Pablo declaró que sabía su propósito cuando dijo en Efesios 3:8-9: “A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las insondables riquezas de Cristo, 9 y de aclarar a todos cuál sea el plan del misterio escondido desde los siglos en Dios”.

A través de estos ejemplos se ve claramente dos cosas:

1. Dios tiene propósito específico para sus hijos. 2. Es posible saber este propósito. Entonces nos preguntamos, ¿Cómo puedo saber mi propósito? Dios revela el propósito de sus hijos de varias maneras. Algunos recibieron una palabra directa del Señor. Mientras hay muchos ejemplos en las escrituras de este tipo de cosa, hay muchas más historias en que la protagonista tiene que caminar por fe, paso a paso con el Espíritu, sin saber a dónde va, sin tener clara idea del propósito de sus acciones. Yo diría que la mayoría somos

así—sin una revelación particular sobre nuestro propósito—y estamos siempre preguntando, “¿Qué hago, Señor?”

Pues, es una cosa saber su propósito y otra cosa entera saber qué hacer en cualquiera situación. En todos los ejemplos que tuvimos, Abran, Isaías, María y Pablo, aunque sabían bien el propósito de Dios en sus vidas, a veces estaban desconcertados, dejados perplejo. ¿Creen que María y José supieron que hacer en el momento (unos días) en que no podrían encontrar al joven Jesús? Seguramente se hubieran dicho, “Dios mismo nos encargó con su Hijo y lo hemos perdido. ¡Ay de nosotros!” Por supuesto que momentos que no sabemos que hacer.

Así que tenemos dos preguntas: 1. Cuál es mi propósito y 2. ¿Qué debo hacer de un momento a otro?

Si es que nunca llegamos a una respuesta definitivamente a la pregunta ¿Cual es mi propósito?, tenemos unas muy buenas pistas en como Dios nos he preparado en esta vida. Se ve esta preparación en el contexto de nuestras vidas, nuestras experiencias y nuestros dones espirituales. El contexto de la vida solo requiere observación, pero en realidad, a veces no es muy obvio y nos puede demorar muchos años en darnos cuenta del contexto de nuestra vida. Algunas preguntas que podemos hacer para discernir nuestro contexto: ¿En qué circunstancia he nacido? ¿Cómo son los hechos sobre los cuales no tuve ningún control, por ejemplo, mis padres y parientes, mi crianza, mis talentos naturales, fuerzas o debilidades genéticos o adquiridos sin ninguna esfuerza mía (como en el caso de debilidad por causa de un accidente)? Todas estas cosas constituyen el contexto de la vida.

Mas difícil es conocer sus dones espirituales. Hay mucha confusión e ignorancia sobre los dones. Hay tres selecciones en este Mensajero de Esperanza que le puede informar un poco sobre los dones espirituales. Sin embargo, Es un tema amplio y recomiendo si usted no sabe cuáles son sus dones espirituales, que busque consejo pastoral o un libro sobre el tema para investigar más sobre este sumamente importante parte de la vida cristiana.

Adelantamos un poco y supongamos que ya sabemos cuáles son nuestros dones espirituales. Añadimos esta pista a nuestro contexto, nuestra experiencia y probablemente nos da una idea

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general de cómo Dios quiere usarnos.

Por un ejemplo bíblico podemos mirar a Moisés. Los primeros 40 años de su vida fueron preparación para poder negociar con el faraón. El segundo 40 años, o sea, desde sus años 40 hasta los años 80, fueron preparación para dirigir el Pueblo de Israel en cruzar, o mejor dicho, dar vueltas por el desierto. No era hasta el día en que encontró aquel arbusto ardiente, pero no consumido por el fuego, que Dios le indicó cual era su propósito.

Si a los 50 años, Moisés hubiera encontrado un taller con tema “Hombre con Propósito”, y asistiera y orara para saber su propósito, dudo que Dios se lo hubiera revelado en aquel momento. Moisés no estaba listo a los 50 años de edad para saber su propósito. Oye, ¡le espantó algo horrible a los 80 años! Imagínense como hubiera temblado con los nervios. Hubiera resultado en ansiedad y ulceras y otras enfermedades mentales y físicas por tanto estrés. ¿Por qué? Porque no estaba preparado a los 50 años. No tenían si la sabiduría, ni el conocimiento, ni la experiencia, ni las canas…

Hermanos, les digo esto porque seguramente hay personas buscando de Dios, “¿Cuál es mi propósito?” Miramos que dice la Biblia en Proverbios 20:24 “Si el Señor dirige los pasos del hombre, ¿cómo puede el hombre entender su camino?” En este camino por fe, tenemos que aprender sentirnos cómodas, bien cómodas, con ambigüedad, con misterio, con la vida en los nubles. Este proceso se llama andar por el Espíritu (Gal. 5:25).

Y con esto hemos llegado a la respuesta a la segunda pregunta, ¿Qué debo hacer de un momento a otro? Debemos andar por el Espíritu. En el contexto de donde aparece esta frase en la Biblia, vemos que Pablo está animando a los creyentes vivir con “amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza” y crucificar “la carne con sus pasiones y deseos.” En otras palabras, tenemos que vivir de un momento a otro sometidas a la voluntad de Dios. Suena sencillo, pero me pregunto cuántas de nosotros empezamos nuestro día por decirle a Dios, “Señor, presento mi cuerpo como sacrificio vivo, santo, agradable a ti”. Y antes de nada más, cuántas de nosotras leemos la Biblia para una palabra de Dios. Supongo que algunas de ustedes tienen esta práctica, y la recomiendo para todas. Lo que encuentro yo más difícil es, al cerrar la Biblia, empezar a vivirla. Muchas veces ya he fracasado antes de terminar el desayuno. No

soy nada experta en esto, pero es importante que cada día (como sus misericordias nuevas son cada mañana) necesito, debo, TENGO QUE intentar otra vez. Es mi verdadero culto, ¿no es cierto?

Yo creo que a Dios le agrada nuestra esfuerza vivir constantemente, de un momento a otro, en un estado de vigilancia, de esperanza, de anticipación, de sumisión—todo sin ansiedad ni preocupación, descansando en su soberanía. Dios ya escribió nuestra historia. Salmos 139:16 dice (NVI) “Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos.”

La semana pasada mi hijo cumplió siete años. Era un día viernes y tuvo que irse a la escuela. Yo tenía ya muchas sorpresas diseñados para ese día. Me agradaba mucho sorprenderlo con un almuerzo especial en la escuela. Luego llegué a leer su libro favorito a toda su clase. Le llevamos a un restaurante donde tienen juegos para niños, y unos amigos le sorprendieron por estar allí. Y por fin abrió sus regalos y qué alegría con cada regalo—juguetes que deseaba para mucho tiempo. Mi hijo no se preocupaba nada de que si íbamos a tener un buen día, con qué iba a almorzar, a qué hora iríamos al restaurante, quien estaría allí, qué regalos recibiría. El vivía solo en el momento, agradeciendo toda nueva experiencia. El plan se cumplió y él fue muy integral en cumplirlo, pero todo lo que yo necesitaba de él fue su voluntad de seguir mis pasos.

Yo creo que así es también con Dios. Ojalá que pudiéramos entregarnos como niños, ocupados en la obra inmediatamente en frente de nosotros, vivir contentos en el Espíritu de un momento a otro, listos con toda voluntad de seguir el próximo paso que Dios nos enseña.

Y tal vez algún día, topamos con un arbusto ardiente. Tal vez no. Tal vez terminamos nuestras vidas sin nunca saber claramente cuál era el propósito de Dios en nuestra vida. Hermanos, seamos maduras para aceptar esta palabra y no esforzar alguna actividad por motivo de ambición personal cuando Dios no lo quiso. Les aseguro, como dice David en Salmos 138:8, “El Señor cumplirá en mí su propósito”.

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10 CaraCterístiCas de los dones espirituales según las esCrituras

1. I Cor. 2:12, 14—Solamente los creyentes reciben los dones.Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que entendamos lo que Dios nos ha dado.Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son una locura; y tampoco las puede entender, porque tienen que discernirse espiritualmente.2. I Cor. 7:7—Cada creyente tiene por lo menos un don.Pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro.3. I Cor. 12:27-30 Nadie posee todos los dones.Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo y miembros cada uno en particular. 28 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. 29 ¿Son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Son todos maestros? ¿Hacen todos milagros? 30 ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿Hablan todos lenguas? ¿Interpretan todos?4. I Cor. 12:27-30 (de nuevo) No hay un don que todo el mundo recibe.5. Efesios 4:7-8 No es posible ganar o merecer un don espiritual.Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. Por lo cual dice: «Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres.» 6. I Cor. 12:11 El Espíritu Santo es quien determina cuales dones recibimos.Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.7. Romanos 11:29 Los dones son permanentes.…porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.8. I Timoteo 4:14 Debe desarrollar su don.No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio.9. I Cor. 4:1-2 Es pecado desperdiciar su don.Por tanto, que los hombres nos consideren como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, lo que se requiere de los administradores es que cada uno sea

hallado fiel.10. Juan 15:8 Cuando utiliza su don y produce fruto, honra y glorifica a Dios.En esto es glorificado mi Padre: en que llevéis mucho fruto y seáis así mis discípulos.

los dones enumerados en romanos 12:6-8

Profecía•Proclamar la verdad de Dios, revelar la justicia y la injusticia de motivos y acciones a través de presentar la palabra de Dios. Revelar los secretos del corazón del hombre, en una manera que resulta en adoración de Dios. Reconocer la verdad de Dios (escuchar la voz y enseñanzas de Dios) de manera que la mayoría de las personas no puede. Poder compartir este conocimiento. •El objetivo es escuchar la voz de Dios. •Características: Típicamente la persona con este don comparte lo que han aprendido de Dios a través de las escrituras—una verdad a la cual Dios le ha abiertos los ojos.

Servicio•Poder discernir las necesidades de otras y demonstrar el amor de Dios a través de suplir las necesidades de otros. Ignorar la incomodidad propia para poder suplir las necesidades de otros. •El objetivo es suplir las necesidades de otros.•Características: Esta persona siempre hace cosas, sirviendo con sacrificio y de manera eficaz. Demuestra responsabilidad y no les importa si otro recibe la gloria. •n siervo tiene afección genuina para otros.

Enseñanza•La habilidad de buscar la verdad de Dios—investigar y estudiar para encontrar la verdad y ayuda a las personas entender la palabra de Dios.•El objetivo es cambiar las vidas a través de ensenar la verdad. •Características: El maestro tiene un buen entendimiento, investigación sistemática y comunicación clara de las escrituras. Un maestro es diligente en cuanto los detalles y muy motivado para cumplir sus tareas como para el Señor. Las personas con este don comunican con claridad, energía y persuasión. Son capaces de estimular cambio en las vidas de otras.

Exhortación•Estimular la fe de otras—el deseo de ver

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crecimiento de la fe en otras personas. Aconsejar a otras personas y estimular crecimiento espiritual en ellos. Ser persistente en la oración. •El objetivo es crecer la fe de otros.•Características: Dios da suficiente amor a estas personas para involucrarse personalmente en las vidas de otras con paciencia; la habilidad de motivar otras personas. Le importa la vida de otros tanto que da aliento de una manera muy intima. Otros siempre le buscan para consejos.

Generosidad•Encomendar otros con sus bienes para apoyar sus ministerios. Organizar negocio personal para ganar dinero para usar en el ministerio.•El objetivo es suplir las necesidades de otros.•Características: El Espíritu Santo da la habilidad de sacrificarse para otros. La gente con este don está dispuesta dar liberalmente y sin límites para suplir las necesidades de otros. Tienen un interés genuino en las necesidades de los extraños. Lo importante es que esté dispuesto a dar, no que tenga mucho para dar.

Liderazgo•Habilidad de coordinar las actividades de otros para lo mejor del grupo. Presidir, manejar, llevar a cabo; Discernir los objetivos principales y ayudar a otras entenderlos.•El objetivo es el progreso del Reino de Dios.•Características: Las personas con este don tienen un sentido de autoridad divino para cumplir sus tareas. A las personas con este don, no les molesta las críticas de otras personas. Estas personas hace todo lo posible para ayudar crecer la vida espiritual de otros. Dios mueve los corazones de otros para permitir que le guíen.

Misericordia/Compasión • Estas personas se fijan en las emociones de otras personas y dan aliento a los angustias de otros. Se relacionan mentalmente y emocionalmente con las personas que sufren y las sirve en medio de su sufrimiento. Comparten la felicidad de otros pero también se entregan totalmente al dolor de los que sufren. •El objetivo es consolar.•Características: El don de misericordia se caracteriza por un sentido de simpatía con el sufrimiento de otros que les lleva a intentar consolar. Es cuidado de otras personas a un nivel más profundo de cualquier sacrificio normal.

2014 Año Agradable

Gracias a Dios que en 2014 tuvimos otra vez un buen grupo de estudiantes en la iglesia local de Triunfo Cristiano.

Gracias a Dios que ya está muy avanzada la construcción del templo. Poco a poco Dios por sí mismo está proveyendo todo lo que pedimos de las oraciones y que sigamos adelante tanto aquí como en la distribución de tratados y los cursos por correspondencia. Sabemos que muchos de los amigos y hermanos nos escriben cartas muy hermosas dándonos aliento con sus oraciones y agradecemos mucho porque Dios siempre escucha a sus hijos. Santiago 5 lo dice.

Gracias a Dios por haberme permitido salir a México para dar unas enseñanzas en dos iglesias ubicadas en Michoacán. Hubo problemas al principio porque cuando iba a salir estaba bloqueado el paso y no había transportación por la frontera de Texas, por otros tantos problemas que se han suscitado en México. Pero gracias a Dios que me arregló pronto y salí, a pesar de mi edad y de mi físico. ¡Pues todo estuvo estupendo!

El tema fue “La Mujer Apocalíptica” Apocalipsis 12. Lo más hermoso fue que Rosi Caytan, amiga de mi esposo desde hace casi más de 10 años, fue salvada en ese encuentro. Al final del estudio se dio un recuento y se habló de los que se fueron y los que se quedaron y vieron el rostro de ella resplandeciente. Lloré y mi corazón se gozó al verla como fue tocada por el Señor. Esta almita pagó todos los gastos que se originaron por ese viaje. Mi esposo está muy contento con la noticia de su amiga. Ella fue la que atendía a mi esposo en las compras del templo donde fue el estudio en Zacapu, su patrón cooperó mucho en dicho templo. Dios les recompensó por lo que hicieron. Dios nos recompensó en ese lugar en Zacapu. En el otro lugar, Coeneo, había más almas nuevas y son católicas y estaban muy contentas con el estudio.

Oremos por los unos por los otros porque sí que lo necesitamos, mayormente por los pastores de México que están siendo atacados y perseguidos. Dios no permite que nadie perezca, Pablo y la Biblia dicen para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia, aunque así sea hay sufrimiento para las familias, oremos por la salvación de esa gente.

Elena Merida

Los Dones Espiritulaes: Precauciones

1 No se confunde los dones con los talentos naturales. Dios otorga ambos. Se nace con los

talentos. Pero solo a los hijos de Dios otorga los dones.

2 No se confunde los dones espirituales con el fruto del Espíritu. El fruto de su vida es

manifestación de la maduración espiritual—evidencia de su relación con Dios. Los dones son evidencia de su ministerio—es su trabajo para el Reino de Dios.

3 No se confunde los dones con los papeles cristianos. Por ejemplo, “Pastor” es un puesto.

Puede haber los pastores que tienen los dones de exhortación, otros de enseñanza, otros de profecía. Su papel dentro del cuerpo de Cristo es pastor, y utiliza sus dones en ese papel.

4 No espera que todos que tienen un don lo van a utilizar de la misma manera. No juzgues a

otros por no usar sus dones como usted cree que deben.

5 No se siente superior a otros porque tiene tal don. I Cor. 12:21, “Ni el ojo puede decir a la

mano: «No te necesito», ni tampoco la cabeza a los pies: «No tengo necesidad de vosotros».

6 La precaución más importante: Sus dones no valen nada si no los usa con amor. 1 Cor.

13:1-3: “Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. Y si tuviera profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe, de tal manera que trasladara los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiera todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregara mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve”.

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